13 años de condena para Gendarme que reconoció que abusó de su hija

A.H.R. reconoció en un juicio abreviado haber abusado de su hija durante tres años consecutivos en Jesús María y recibió una condena de 13 años de prisión por parte de la Cámara 11ª del Crimen. En sala unipersonal, la jueza María Susana Frascaroli de la Cámara 11ª del Crimen de la ciudad de Córdoba resolvió condenar a la pena de 13 años de prisión a un hombre de 49 años identificado como A.H.R y que se desempeñaba como sargento ayudante de Gendarmería Nacional.

A A.H.R. le hicieron responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante triplemente cali fi cado por la condición de progenitor, por el grave daño psíquico causado y por haber sido cometido en contra de una menor de dieciocho años aprovechando la situación de convivencia.

También se lo halló responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal triplemente calificado en concurso real con el delito de promoción de la co -

Gendarme abusó de su hija desde los 12 a los 15 años (ilustrativa) rrupción de menores agravado por tratarse del progenitor de la víctima.

“Me hago cargo de todos los hechos. Lamento toda la situación más por mis hijos”, señaló A.H.R. cuando se le otorgó la última palabra. Como parte de la reparación por el daño causado, hizo saber a través de su abogado que deseaba traspasar todos sus bienes a sus tres hijos.

Tras su admisión como autor de los hechos que le imputaban, quedó incorporada toda la prueba que incluyó más de nueve testimonios, diversos ti- pos de peritajes, e informes escolares de la víctima.

La contención del equipo de salud municipal y por consejo de las profesionales que la asistieron, la víctima decidió hacer la denuncia en 2022 por los hechos padecidos entre 2017 y 2019, y un año más tarde de haber perdido a su madre a causa del COVID.

Y la labor del fiscal instructor Guillermo Monti permitió que la causa se elevara con rapidez a juicio y que la víctima no tuviese que esperar años en la búsqueda de la reparación.

La jueza Frascaroli remarcó: “valoro en contra del acusado que los hechos tenían lugar dentro del domicilio en el que convivían con la víctima, en su hogar, sitio en el que se supone que debía sentirse segura y protegida y, lejos de ello, el imputado la sometía a una continua inseguridad e intranquilidad”.