Semillarando no 2 ab

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Semillerando

Publicaci贸n n煤mero 2 - 6 / 2011

ISSN: 2248-4779

Afrodescendencia

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Semillerando Afrodescendencia

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Ferdinando Rodríguez O.P. Decano de División Universidad Santo Tomás - Bogotá Carlos Enrique Rondón Decano Facultad de Sociología

DIRECCIÓN Alba Lucía Lucumí Silva Docente Facultad de Sociología

APOYO EDITORIAL Laura Gámez Nataly García Ramírez Nohelia Pineda

DISEÑO, DIAGRAMACIÓN Y FOTOGRAFÍAS Diego Fernando Morales Castro

CORRECCIÓN DE ESTILO Alba Lucía Lucumí Silva Diego Fernando Morales Castro

Agradecimiento especial Luís Franco - Colaborador Web Las ideas aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor de cada artículo y en nada comprometen a la institución ni a la orientación de la revista. semillerando@live.com

Gaspar Yanga Editores


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Autobiografía

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ARTÍCULOS La historia y el lenguaje en San Basilio de Palenque

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Etnoeducación como una estrategia afirmativa,reivindicativa y de reconocimiento de las comunidades negras

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Huellas de sonidos ancestrales

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Estereotipos tejidos al rededor de las mujeres negras

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La educación en una sociedad criolla, neoliberal y ¿multicultural?

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La religiosidad de San Basilio de Palenque

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Icono biografía: Candelario Obeso

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Sin vergüenza: Franklin Tejedor

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TERTULIA CULTURAL Un libro: El árbol brujo de la libertad: África en Colombia

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Una película: Manderlay

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Un lugar: San Basilio de Palenque

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Una caricatura: Lo último que se pierde...

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HECHO EN COLOMBIA Etnoeducación: Una deuda pendiente en Colombia

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Contenido

Editorial


Editorial La Asamblea General de La Organización de las Naciones Unidas a través de la resolución 64/169, declaró al 2011 como año internacional de la afrodescendencia, a dicha celebración, dedicamos hoy este número de la revista. La Resolución propugna por el fortalecimiento tanto a nivel local, como regional e internacional de las disposiciones que hasta ahora se han tomado, para garantizar el pleno goce de los derechos culturales, sociales, civiles, económicos, políticos, y demás, de esta población. Igualmente, busca con esta medida promover el respeto por la diversidad étnica y que se profundice en su conocimiento cultural. El documento de la Asamblea General conmemora todos los pactos que en materia de reivindicaciones humanas se han firmado, tales como el Pacto Internacional de Derechos, Económicos, Culturales y Sociales, el Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Internacional para la eliminación de todas las formas de discriminación racial, por citar algunos. Para América latina, este es un hecho importante, por cuanto, Colombia es después de Brasil, el país que mayor número de personas afrodescendientes alberga. Por no ser un grupo homogéneo ni regional ni culturalmente hablando, aún no hay acuerdo en el etnónimo a usar, por lo mismo, en Colombia hallamos denominaciones como raizal, palenquero, negro, cimarrón, mulato, afrocolombiano, entre otras. El Congreso de la república de Colombia, a través de la ley 725 del 27 de diciembre de 2001, instaura el 21 de mayo como el día de la afrocolombianidad. La decisión se toma en conmemoración de los ciento cincuenta años de la Ley 21, dada justamente el 21 de mayo de 1851, mediante la cual, se establece la abolición legal de la esclavitud en el país. Ahora bien, en 1995, el ministerio del interior estableció la Dirección General para las Comunidades Negras, Minorías Étnicas y Culturales, reforzando así, las directrices establecidas por la Constitución Política Colombiana de 1991, en la cual, el artículo 13, establece que en adelante se garantizará, tanto la protección y la libertad, como el goce de derechos y oportunidades, en condiciones igualitarias para todos los individuos, sin importar su sexo, su origen, su creencia, su lengua, o sus opiniones filosóficas o políticas. Como un homenaje a todas las luchas y conquistas de afrodescendencia colombiana, va este ejemplar.

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AutoBiografía

HUELLAS AFRICANAS

Laura Gámez Semillero “Estereotipos y ausencias negras” Estudiante de Sociología de la Universidad Santo Tomás

Soy un humano descendiente de África, nací el Jueves 5 de septiembre de 1991. Crecí al sur de Bogotá y estudié en un colegio católico, desde allí me interesé por los temas sociales y pertenecí a la modalidad de liderazgo social. Estuve vinculada a grupos de danzas, música y microfútbol. Mi camino espiritual ha sido rastafari y la reivindicación de las comunidades afro es uno de mis mayores ideales. Las personas me preguntan siempre si mis padres o algún familiar son “negros” y en realidad no lo sé, si se refieren a que si tienen ascendencia africana diría que sí, todos provenimos de allí, solo que no todos lo sabemos. Los viajes que he hecho a lo largo de mi vida me han hecho comprender lo especiales e importantes que son todas las comunidades que conforman el planeta; los más representativos han sido a la Guajira y a San Basilio de Palenque. En este último fue apasionante conocer a personas que siempre he admirado y que además han aportado tanto a la historia cimarrona. La música está inmersa en mí y la luna es mi compañera; a través de la música se puede generar conciencia y con ello continuar alimentando los procesos de resistencia. Es por esto que pertenecí a algunas bandas, entre ellas a la Afrikan Soul. Actualmente hago parte del semillero de Estereotipos y Ausencias Negras y me gustaría especializarme en estudios culturales.

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La historia y el lenguaje en

San Basilio de Palenque

Cristian Salamanca Semillero: “Comunidades de la información” Facultad de Sociología, Universidad Nacional de Colombia

La

Resumen Este artículo busca hacer un acercamiento a los asentamientos de los palenqueros, resaltando su importancia histórica, cultural y simbólica en las distintas dinámicas del país, enfatizando en el lenguaje como un producto social, que reproduce elementos de las estructuras y subjetividades de los mismos. Palabras clave Palenqueros, asentamientos, proceso histórico, lenguaje, fenómenos sociales. Abstract This article seeks to give a historical conceptualization of the accessions of the palenqueros (fences) and the importance in different national dynamics, so much in historical, cultural and symbolic areas. Doing emphasis in the explanation of the language as a social product, which reproduces elements of the structures and subjective of the palenqueros. Keywords Palenqueros, accessions, historical processes, language, social phenomena.

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importancia histórica de los palenqueros, para la conformación del proceso de independencia en la Nueva Granada, no se ve reflejada en la historia oficial y tampoco se le ha otorgado un lugar preponderante en la historia nacional. Evidencia de esto, la hallamos tanto en los textos escolares como en la opinión pública. Si bien, se tiene en cuenta la existencia de los palenqueros como formas de organización social, reaccionaria y libertaria durante la época colonial, no se han tenido elementos históricos que formulan una clara emancipación en los modelos religiosos, organizacionales y simbólicos por parte de los palenques; elementos que son fundamentales para la emancipación civil y el establecimiento de un orden del Estado Nación según Marx (1843). Lo anterior, como un proceso previo a la independencia de lo que se estableció como la república de la Gran Colombia. Por lo anterior, este artículo tiene dos objetivos: el primero, es exponer algunos elementos simbólicos del alcance de los palenqueros en la Nueva Granada; y el segundo, dar un bosquejo sobre uno de los aspectos de mayor relevancia cultural en la conformación de San Basilio de Palenque: el lenguaje.


Hay que especificar que para el primer objetivo, este texto se concibe bajo un discurso introductorio y aclaratorio, el cual no pretende semejarse con textos producto de investigaciones o, en la otra orilla, escritos de corte ligero. Por lo tanto, se consolida como una breve guía para el lector, sobre aspectos relevantes de San Basilio de Palenque, con el fin de orientar la lectura de los demás artículos de la revista Semillerando y otros textos sobre esta temática. Ahora bien, en primer lugar se hará un recuento sobre los sucesos más relevantes en los procesos de los palenques, así: Los primeros reportes relacionados con esclavos prófugos, que se enfrentaban al orden de la corona española, se dieron a finales del siglo XVI, teniendo registros de 1580 año en la cua;l se conformó una expedición militar para sofocar estas sublevaciones. Los palenques, no se daban como simples formas de asentamiento para el refugio de los esclavos; estos surgieron como organizaciones estables y de resistencia, desde las que se realizaron múltiples asaltos y ataques contra las distintas conformaciones de hombres libres en la mayoría de las veces. Según Navarrete (2008), La conformación de San Basilio de Palenque fue producto de múltiples palenques en la sierra de Santa Marta, fundamentalmente una continuidad del Palenque de la Mutana y más adelante, del Palenque de San Miguel de Arcángel. Por otra parte, en 1713 se oficializó

el Palenque de San Basilio con la presencia de fray Antonio María Cassiani, enviado de la corona española, la misma que en 1603, representada con la firma del gobernador de Cartagena de Indias Gerónimo de Suazo, concedió el primer reconocimiento de la legítima libertad e independencia territorial a los palanqueros, específicamente al palenque de La Mutana. El líder carismático de este proceso inicial de los palenqueros fue Benkos Biohó, el cual fue proclamado rey dentro del Palenque. Este muere el 16 de marzo de 1621 (Herrera: 2008). Hasta el momento de su muerte, fueron más de 20 años de lucha y resistencia por parte de los afros. Si bien, durante todo el siglo XVII se dio la conformación de los palenques en la Sierra de Santa Marta, es a partir de 1732, que ocurrió una gran migración de esclavos prófugos desde las minas del pacífico. Como se puede observar, desde el siglo XVII, se legitimó la existencia de los palenques por parte de los ibéricos, y durante más de cien años el gobierno de Cartagena de Indias trató de reducirles militarmente, en algunos casos lográndolo, pero de forma casual, debido a que estos supieron aprovechar varias condiciones, tales como el conocimiento del terreno y su organización social moldeable, lo que les permitía trasladar su asentamiento en caso de huida, ya fuere para salvar sus vidas o para evadir el tributo. Este último elemento; el tributo, nos muestra a los palenques como formas de

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organización estables que sobrevivieron a través de asaltos armados a los habitantes de la región, o a través de acuerdos, como lo señala María Navarrete: (…) fueron las relaciones simbióticas entre los cimarrones y los moradores de la región. Los fugitivos buscaban el apoyo de los habitantes de villas y estancias; esa ayuda era obtenida no sólo de esclavos y libertos sino de hombres libres blancos. (2008, p. 57). Lo que esto nos muestra, es la legitimidad, que los mismos hombres blancos libres dieron a los palenqueros, ya que muchos de estos hicieron tratos sin la constante amenaza de las autoridades; se celebraron tratados que beneficiaron ambas partes. En esta cita se hace referencia a los cimarrones, lo cual significa que “el cimarronaje es entendido como una expresión de resistencia a la esclavitud, como una búsqueda de la libertad”. (Navarrete, 2008, p.15) Otro elemento simbólico y representativo es uno que nos relata Alfonso Cassiani: Los cimarrones se atrevían a venir a la ciudad de Cartagena, y lo que es más, lo hacían armados, en uso de un fuero especial que ellos mismos se dieron, porque, como se sabe, estaba prohibido tanto por las leyes del Reino de Indias como por las ordenanzas del cabildo, justicia y regimiento de Cartagena, que ningún negro pudiera ir armado, ni

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siquiera con pretexto de acompañar a su amo. Si pues Benkos Biohó y sus aláteres entraban a la ciudad como por su casa, armados de todas sus armas, había un reconocimiento inconfeso pero efectivo. (Cassiani, 2008,109). Teniendo en cuenta que Cartagena era una ciudad clave para la corona española en la Nueva Granada, la entrada de los palenqueros en reiteradas ocasiones, muestra el gran alcance de independencia y legitimidad de estos, a los ojos de la estructura social y administrativa impuesta por los europeos.

Medallón esclavo El Medallón Oficial de la Anti-Slavery Society británica Fecha 1795 Fuente: Movimiento de Abolición

Además de la importancia de los palenques, desde 1580 hasta 1713 como grupos emergentes, se revela que existía una impotencia por parte del gobierno local de la heróica, para controlarlos. Por ello, las sublevaciones armadas de los palenques en


la sierra y otras regiones evidenciaron el espíritu inconforme de los negros, aun con la destrucción de algunos de sus asentamientos como La Mutana, a manos de las reiteradas expediciones militares.

lingüísticos claramente diversos, de los cuales uno es más prestigioso que el otro, y de tal menta que se da una repartición definida de funciones entre aquellos. (1983, p.185).

El otro aspecto, el que se relaciona con la comunicación en San Basilio de Palenque, tiene como particularidad el hecho de que aquí se hablan dos lenguas; el castellano como idioma oficial y la lengua palenquera, la cual es reconocida como vernáculo criollo, de tal forma que se mantiene una situación de diglosia. La diglosia, según Friedemann y Roselli, debe entenderse como:

Esto referencia la importancia social de estos dos códigos, y su representatividad para diferenciar los distintos espacios sociales dentro de la organización de San Basilio de Palenque.

(…) las situaciones en las cuales toda la comunidad utiliza dos códigos

En cuanto al término vernáculo criollo, expresan estos mismos autores que son lenguas “(…) surgidas cuando esas jergas auxiliares y rudimentarias, ampliando sus recursos y sus funciones, vinieron a convertirse en hablas maternas de determinadas comunidades.” (p. 85). Por lo tanto, se entiende que, en el caso de Palenque, ha sido un lenguaje más que una simple continuación del español, y surge de la mezcla de lenguas kinkos, kinbundu, bantú y de las lenguas romances (Herrera, 2008). Teniendo en cuenta el valor social y cultural de este doble manejo de lenguas, en especial el vernáculo criollo, es muy importante citarlo como referente cultural, por ser un medio de comunicación identitario; patrimonio intangible cuya importancia histórica palenquera debe conservarse.

Cimarrón. The New York Public Library, Astor Lenox y Tilden Fundaciones. Tomada de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cimar r%C3%B3n.JPG

Para terminar, los elementos de construcción social representativos como el lenguaje, su legítima independencia de los antiguos colonizadores y los hechos simbólicos que ya se señalaron, acompañados de formas de organización

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política y religiosa, los cuales para este ensayo fueron ilustrados, son fundamentales a la hora de entender los distintos elementos de la realidad social de San Basilio de Palenque, además del claro posicionamiento de complejas relaciones, representativas de su autonomía cultural y de su papel en la historia nacional.

Friedemann, N. & Rosselli, C. (1983). Lengua y Sociedad en el Palenque de San Basilio. Bogotá: Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo. Marx, C. (1843). Sobre la cuestión Judía. Suiza: Georg Herwegh. Zurich y Wlnterthur.

Referencias: Herrera, A. (2008). Palenque de San Basilio. En Velorios y Santos Vivos: Comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. Bogotá: Museo Nacional de Colombia.

Navarrete, M. (2008). San Basilio de Palenque: Memoria y Tradición. Cali: Programa editorial Universidad del Valle.

Quien es amigo de los monos no tendrá jamás su bastón y su camisa colgados de la copa de un árbol. (Níger) No se le da un golpe en la cabeza a quien tiene tu dedo dentro de su boca. (Costa de Marfil)

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Etnoeducación como una estrategia reafirmativa, reivindicativa y de reconocimiento de las comunidades negras Semillero: “Estereotipos y ausencias negras” Facultad de Sociología, Universidad Santo Tomás Resumen La necesidad de una estrategia para la apropiación, conocimiento y valoración de los aportes de las comunidades negras, a la identidad y cultura nacional, necesariamente nos hace un llamado a estudiar la etnoeducación, como una herramienta que nos permite la construcción y comprensión de otro tipo de saberes, fuera del modelo hegemónico presente en la sociedad; se busca ir más allá de un modelo homogenizador, que no reconoce la diferencia y proponer una serie de alternativas para integrar y generar una interacción fuerte de la sociedad, con los grupos étnicos que, mediante su historia y los diferentes procesos que han atravesado; pueden enriquecer las concepciones e interpretaciones que se hacen de la realidad. La etnoeducación se convierte pues, en un compromiso de todos, el cual debe estar en constante transformación y enriquecimiento para promover la dignidad humana y la reivindicación de las diversas culturas existentes en el territorio colombiano, de ahí que, destaquemos el importante aporte de San Basilio de Palenque como un escenario trascendental de la etnoeducación.

Palabras clave: Etnoeducación, reafirmación, reivindicación, reconocimiento. Abstract................................. The need for a strategy for the ownership, knowledge and appreciation of the contributions of black communities to the national culture and identity, necessarily calls us to study the ethnic education as a tool that allows the construction and understanding of other knowledge outside the dominant model present in society, it seeks to go beyond a homogenizing model that does not recognize t h e d i ff e r e n c e a n d p r o p o s e s e v e r a l alternatives to integrate and create a strong interaction between society and ethnic groups throughout their history and different processes that have gone through can enrich the concepts and interpretations of reality is. Ethnic education therefore becomes, in an engagement, which must be in constant transformation and enrichment to promote human dignity and the vindication of the various cultures in the Colombian territory, hence highlighting the important contribution of St. Basil Palenque as a transcendental stage of ethnic education.

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Key words:: Ethno-education, reassurance, demand, recognition.

San

Basilio de Palenque es un pueblo que desde su creación asume su autonomía, libertad e independencia del dominio español. Benkos Biohó junto a un grupo de cimarrones, deciden huir del régimen colonial y adentrarse en la jungla de la costa atlántica, pues sus conocimientos sobre el territorio selvático, les garantizó su supervivencia y así, apropiarse del territorio; siendo este, el primer paso para la consolidación de lo que más adelante sería ell San Basilio de Palenque. El pueblo palenquero, ha logrado mantener su cultura y diferentes formas de organización social gracias a los kuagros, que son grupos de pobladores cuya contemporaneidad les une, teniendo un rol dentro de la estructura organizativa del pueblo. La unión de los kuagros genera una participación que acoge a toda la población y mediante esto, su comunidad se fortalece convirtiéndose en un solo cuerpo. También conocido como el primer pueblo libre de América, San Basilio de Palenque comparte esta cualidad con el municipio de El Yanga en Veracruz, México. Palenque cuenta con costumbres, rituales religiosos, lazos comunales y múltiples prácticas que los destaca culturalmente. Estos factores, que contrastan con la realidad de las minorías étnicas en todo el país, ponen a San Basilio de Palenque en riesgo de desaparecer. Los pueblos y las organizaciones

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afrocolombianas, al igual que otras minorías, han acudido a diferentes instancias institucionales para exigir la protección de su identidad cultural. Es allí, cuando surge una propuesta desde la educación para asumir unas formas alternas de conocimiento, que reconocen la diversidad étnica y cultural presentes en el territorio colombiano, pudiendo recurrir entonces, a una definición sobre la etnoeducación: La educación en los grupos étnicos estará orientada por los principios y fines generales de la educación... y tendrá en cuenta además los criterios de integralidad, interculturalidad, diversidad lingüística, participación comunitaria, flexibilidad y progresividad. Tendrá como finalidad afianzar los procesos de identidad, conocimiento, socialización, protección y uso adecuado de la naturaleza, sistemas y prácticas comunitarias de organización, uso de las lenguas vernáculas, formación docente e investigación en todos los ámbitos de la cultura. (Decreto 804, 1995).


Por lo tanto, se hace necesaria una educación que respete la identidad cultural, que reconozca la diferencia, pero no de manera excluyente, sino, mediante un ejercicio de comunicación y convivencia que permita la enriquecedora interacción de las culturas que conviven en nuestro territorio. No se puede homogenizar la construcción de conocimiento bajo un modelo regulador imperante; es necesaria la apropiación de conceptos que desarrollen otras formas de interiorización e interpretación de la realidad, como producto del aporte de los diversos grupos étnicos que habitan en nuestro país. El reconocimiento de nuevos sistemas de pensamiento, que integran las dimensiones política, cultural, social y económica es de vital importancia, siendo por ello necesario desarrollar una dinámica incluyente con el aporte de la comunidad afrocolombiana. Reafirmación, reivindicación y reconocimiento como bases de la etnoeducación. Antes de abordar de una manera teórica los procesos etnoeducativos, es importante reconocer el significado que el pueblo colombiano atribuye a las nociones culturales, ya que la dimensión etnoeducativa, precisamente se encuentra inmersa en la cultura propia y en ocasiones, a contracorriente de la misma, como herramienta propositiva de reconocimiento, apropiación, desarrollo de conocimientos y habilidades, que involucren la participación de los miembros de determinada comunidad

en la toma de decisiones , basándose en sus formas tradicionales de organización social, en oposición al contexto socio-político que enfrentan, encarando determinadas situaciones donde la lucha del proceso, se enfoca en evitar la tergiversación de los rasgos culturales propios, resistiendo el impacto generado por procesos económicos e institucionales que manejados desde la esfera política, buscan beneficiarse sirviéndose de estas poblaciones. Lo primero entonces, es no olvidar que Colombia es un país de regiones, multiétnico y multicultural, que paradójicamente carece de memoria histórica respecto a su realidad social y política y más aún, cuando de comunidades étnicas se trata. Las expresiones comunitarias implícitas al interior de las comunidades negras de nuestro país, cobran significado para su comprensión a través de los testimonios, vivencias y representaciones axiológicas, las cuales nos permiten tener otros acercamientos sobre el proceso históricoancestral de dichas colectividades, quienes ante las imposiciones culturales heredadas del proceso de conquista y posteriormente, ante los procesos de aculturación, generados por el desmesurado marco de la globalización de nuestro sistema económico, han provocado significativamente la relegación de su proceso de desarrollo; con la integración forzada a contextos individualizados. El aspecto teórico de la etnoeducación, trabajado por Jaime Cortes Dique, en el libro Etnoeducación, proyectos, literatura:

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embrujos de amor”, se fundamenta en una estrategia consciente de reivindicación. Fundamentada en elementos sólidos de conocimiento y acción, desde una puesta holística, encargada de concentrar los esfuerzos, en grupos de Investigación que enfoquen su atención en el campo de la tradición oral, como fuente de memoria e identidad cultural que a través de la literatura e historias de vida; preserva aquellos contenidos que la escuela formal omite como mecanismo que reproducen las estructuras sociales, guiando los valores y las creencias hacia la mayoría totalitaria, que tiende a no admitir la diversidad, especialmente cuando se trata de rescatar y mantener nuestros vestigios culturales; en especial en zonas que han estado permeadas por las problemáticas del conflicto armado, donde la violencia es recurrente, y a las que se les ha fragmentado los procesos de reconstrucción de memoria e identidad por dicha problemática. Ahdemás la pobreza y los procesos de aculturación, no permiten el desarrollo (ejercicio) y reconocimiento integral de las herencias culturales que coexisten al interior de una misma comunidad. De acuerdo a las propuestas de la etnoeducación y la experiencia vivida en San Basilio de Palenque, proponemos como elementos relevantes la reafirmación, reivindicación y reconocimiento de acuerdo a la realidad observada, sumada a la teoría propuesta por académicos y sociólogos que nos presentan diferentes perspectivas sobre la manera de comprender e interpretar la propuesta etnoeducativa.

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En primer lugar, entendemos la reafirmación como un proceso en el que los negros se apropian de su identidad y se c o n s t r u y e n c o m o s u j e t o s multidimensionales, con base en la construcción cultural recibida a través del tiempo, lo cual deriva en la formación de su comunidad; mediante una tradición que educa generaciones en pro de mantener y generar un vínculo con su identidad; con su legado.

La formación de la afroidentidad, es una labor que requiere la participación activa del sujeto negro, de manera que pueda interiorizar su proceso histórico, su cultura, para asumirse y sentirse como negro, ya que la “identidad y la cultura son nuestra conciencia, las que nos permiten configurar el sentido de comunidad, nuestro sentido de pertenencia, nuestro “nosotros como afros”. (Torres, 2010, p.68) La comprensión de la diversidad cultural hace un llamado a que, la construcción y reafirmación de la identidad, sea un proceso


permanente, continuo y renovador que mas allá de una mera propuesta política, sea una manera de vincularse con la cultura, donde se concentran sus valores, principios, lenguajes, ética, arte y estética, que son la base de la formación del sujeto étnico, el cual contribuye al fortalecimiento de la afrocolombianidad desde su condición, proyectándose a la sociedad. Es así como, valoramos la reivindicación desde la etnoeducación; como medio para visibilizar y darle valor a los procesos culturales e históricos que la comunidad negra tiene para aportar a la sociedad colombiana, como una forma de rescatar su identidad desde propuestas políticas, sociales y culturales, que permitan la inclusión de sus formas de expresión y apropiación de la realidad. Es por eso que, “las comunidades negras están obligadas a reivindicarla para rescatar su personalidad histórica, reviviendo la lucha de sus antepasados en función del presente que viven” (Mosquera, 1993, p. 118). La autonomía y la dignidad surgen aquí como principio y derecho importantes, por los que es necesario luchar y construir comunidad, ya que a través del tiempo crece como una necesidad; la necesidad de ser “libres” y expresarse sin ningún tipo de exclusión o prejuicios. Por ello, la participación de los afrocolombianos en la vida política y social es de vital importancia para la inclusión, en un contexto que reconoce la diferencia, pero no la posibilidad de una interacción e integración de las diversas identidades culturales que existen

en el país, “ese poder político autónomo surgirá de la unidad nacional y en el cumplimiento de la tarea de defender un programa nacional, regional y local de reivindicaciones” (Mosquera, 1993, p.144) Por lo tanto, la necesidad de visibilización de las comunidades negras va dirigida al reconocimiento de sus aportes a la construcción de la identidad nacional, y en consecuencia, legitimar sus derechos, pudiéndose concretar mediante una propuesta educativa, que reconozca los diversos escenarios en los cuales los afrocolombianos se han destacado, compartiéndonos otras formas de producir conocimiento. Por ello, se debe fortalecer la educación como un medio de cohesión social para el desarrollo de la interculturalidad y de esta manera, formar ciudadanos conscientes y tolerantes frente a la diversidad que permitan el fortalecimiento de valores compartidos y la cooperación social. (Cifuentes, 2000)

Con los anteriores elementos, presentados como base para la

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etnoeducación, se podría afirmar que, dada su importancia, pueden contribuir a la iinteracción de la diversidad, que consiste en la coexistencia de más de una nación, persona o cultura dentro de un Estado dado, de manera que, si dicho Estado no reconoce y difunde entre sus habitantes, la presencia de los grupos étnicos que hacen parte del territorio, comprendiendo que sus diferentes lógicas han enriquecido la historia nacional, estaría negando que son parte importante en la construcción del país. La situación de las comunidades negras, puede llegar a mejorarse si se soluciona directamente la problemática que las afecta. Esto se logra, generando condiciones que permitan el acceso de su población a una educación que integre su cosmovisión y su entorno, para así lograr el fortalecimiento de los programas etnoeducativos que se vienen desarrollando. (Cifuentes, 2000) Palenque un escenario etnoeducativo “En San Basilio de Palenque se siente la necesidad de fortalecer la lengua materna, la historia propia y en general la cultura palenquera” (p.25), debido a los diferentes procesos de exclusión en los aspectos políticos, culturales, económicos y sociales; que no permiten la participación activa de la comunidad. Es así como, desde los cincuentas, se da inicio a los procesos educativos en instituciones estatales, que al no reconocer en sus programas la diversidad cultural y étnica; excluyen a las minorías. Es por esto que, en los años ochenta se da un proceso de reconocimiento propio a la cultura

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palenquera mediante la creación de la institución, Colegio de Malagana- Mahatés. Vivir con limitaciones, causó la migración a otras ciudades, encontrándose con diversas culturas que no toleraban sus tradiciones; manifestando burlas, risas e insultos. Su lengua era calificada como un español mal hablando, generando un fuerte impacto en la población palenquera. Esto provocó que los abuelos no quisieran que sus hijos y nietos hablaran su lengua, buscando así, que esta quedara en el olvido. Afortunadamente los jóvenes, sensibles bachilleres y universitarios, vieron la necesidad de reconocer, reafirmar y reivindicar su cultura como pueblo palenquero. Se puede apreciar que el interés hacia la etnoeducación, surge desde la academia y a raíz de esto, la comunidad palenquera es consciente de la necesidad de preservar su identidad, frente a los nuevos procesos que se están llevando a cabo en Colombia. En esta medida, la etnoeducación nace como respuesta a esta reflexión, llevando a pensarse la escuela como un escenario para promover y trasmitir cultura negra; es por esto que, “la comunidad ha asumido que esta riqueza cultural representa un gran bien que debe ser utilizado para potenciar el desarrollo educativo, social, cultural y económico y por esta vía llevar el mejoramiento de la calidad de vida de la población” (Palenque Laboratorio Etnoeducativo, 2010, p.10) Dentro de la dinámica de la etnoeducación como experiencia


pedagógica en San Basilio de Palenque, encontramos la lengua como pilar dentro de ese desarrollo educativo; “en los inicios del siglo XXI la lengua palenquera aún subsiste, aunque con muy baja vitalidad lingüística causada por diferentes factores sociales, políticos y económicos” (Cassiani, 2010, p.22). Al visitar la comunidad, se puede observar que la lengua aun es preservada por la gran mayoría de la población y así mismo, enseñada a los niños desde la escuela. A pesar de esto, al estar en contacto con foráneos, los niños sienten vergüenza de hablarla.

Portada producción musical “Patrimonio” de la agrupación Las Alegres Ambulancias, año 2010.

La enseñanza de la historia en esta comunidad, conocida como el primer pueblo libre del continente, busca conservar su referente cutural afroamericano. Esta población expresa toda su riqueza mediante la etnoeducación, transmitiendo sus saberes, creando así el marco para su

reivindicación y legitimación. Ahora bien, parte de la reivindicación, reafirmación y reconocimiento de San Basilio Palenque, se da gracias a la materialización de la etnoeducación. Así, la forma de reconstrucción de la identidad, se pudo rastrear a partir de la música, que ha sido la raíz fundamental para el desarrollo y permanencia de su cultura en medio de la cotidianidad. Allí se encuentran hoy grupos como el Sexteto Tabalá y Las Alegres Ambulancias; los cuales, mediante alegres ritmos expresan su historia, tradición y religiosidad. Con estas propuestas, buscan dar a conocer fuera de su territorio todo lo que ellos representan, realizando una serie de presentaciones nacionales e internacionales, en donde participan hasta los más pequeños de la comunidad. Se puede observar así, la forma en que los niños se apropian de esta música, gracias a que sus padres conservan lo que ésta ha significado como recuerdo de sus antepasados. Todos estos esfuerzos para preservar la memoria, se ven afectados por “la calidad de los docentes” (p.24), ya que no todos conocen la etnoeducación y la brecha entre educación y cultura es más difícil de superar. Por otra parte, la gestión administrativa, sumada a la carencia de recursos didácticos, tecnológicos y económicos” (p.24) no deja avanzar los diferentes procesos educativos; esta comunidad posee un alto grado de pobreza y, la indiferencia que se evidencia en la ausencia de organismos estatales, así lo ratifica.

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Conclusiones La etnoeducación en San Basilio de Palenque, es apropiada como una herramienta clave para el desarrollo de su comunidad y esta a su vez es entendida como un “proceso en permanente construcción, fundamentado en la investigación comunitaria, la creatividad, la memoria colectiva para proponer y desarrollar estrategias que permitan transformar la realidad y la búsqueda de mejores condiciones de vida” (p.28). Por lo anterior, el objetivo de la etnoeducación es romper esquemas mediante la resistencia cultural, reivindicando los valores regionales y las huellas aun existentes de comunidades ancestrales y de la cultura africana, donde los aportes pedagógicos, formen representantes y colectividades, portavoces de valores, sentimientos y problemáticas de la comunidad, como núcleo de desarrollo, planificación, sostenibilidad e identidad. Por lo mismo, es necesario que mediante la etnoeducación, se pueda construir un escenario para pensarse como sujetos que se apropian de sus raíces históricas y culturales, que pueden contribuir a la sociedad actual de manera significativa, mediante acuerdos comunitarios que reconocen la dignidad humana y promueven

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la valorización de las otras formas de saberes y actuares no tradicionales, que los grupos étnicos pueden aportar a la cultura nacional. Debido a lo anteriormente expuesto, lo que finalmente proponemos aquí, es un reconocimiento con conocimiento. Referencias C a s s i a n i H e r r e r a , A . (Coordinador)(2010). Palenque laboratorio etnoeducativo. Colombia: UNICEF. Cifuentes, A. (2000). “Sociología y economía” en Encuentros de africana, Texto para la Etnoeducación y la cultura. Esperanza Biohó (comp.). Colombia: Fundación Cultural Colombia Negra. Cortes J. (1999). Etnoeducación Proyectos Literatura: Embrujos de Amor, Escuelas De Ciencias del Lenguaje. Santiago de Cali: Universidad del Valle. To r r e s , S . ( 2 0 1 0 ) . L a s afroetnoeducaciones: la construcción de una sociedad Intercultural. En la revista educación y cultura. Etnoeducación propia y educación Intercultural. Bogotá: FECODE. Edición 88. Mosquera, J. D. (1993). Las comunidades negras de Colombia. Bogotá: Editorial trama color.


Huellas de sonidos Ancestrales Rubén Fabián Vega A. y Laura Gámez Abril

Semillero: “Estereotipos y ausencias negras” Facultad de sociología. Universidad Santo Tomás. Resumen La música africana ha dejado un legado importante en la historia de Colombia, el cual se ve reflejado en los ritmos que aún son interpretados por descendientes de la diáspora africana. Desde la época de la colonia, instrumentos como el tambor y la marímbula, son muestras de las huellas de africanía presentes en nuestro territorio. En el caso particular de San Basilio de Palenque, aún retumban sonidos ancestrales que expresan las tradiciones que llevan consigo, la cosmovisión de un pueblo que sufrió el exilio, escuchándose en ritmos como: el lumbalú, el bullerengue, la chalupa y la champeta criolla.

Palabras clave: San Basilio de Palenque, ritmos ancestrales, cimarronaje, afrocolombianidad.

Los hombres en actos de subyugación buscan el camino a la liberación, pero debe existir la conciencia de una aspiración común o motivo frente al sistema de explotación y dominio (Friedemann,1983); es así como,

entre los cimarrones de la época colonial se hizo presente esta conciencia con mayor fuerza, teniendo presente que desde el momento de su rapto, en África, existía una fuerte rebelión hacia esta situación de sometimiento. En este sentido, cabe señalar la historia que desde los barcos negreros en altamar es pasada por alto, pues desde allí se empezó a notar la rebeldía y la fuerza afro, orientada hacia ese valor imperioso que es la libertad, la cual se concretó, con el fin de alcanzar un desarrollo socio-político propio, conservando así, sus saberes, tradiciones y su cultura. Una vez en América surgen los palenques, donde se sincretiza el negro con el indio y el blanco occidental, evidenciándose esto en sonidos como la cumbia y el porro en la Costa Atlántica. Nunca los rebeldes cimarrones olvidaron sus raíces y es allí, donde encontramos las huellas de africanía, las cuales se pueden rastrear en expresiones tales como la música, la danza y la alegría del hombre negro, sin intenciones de caer en el estigma de que los afrodescendientes o la gente negra solo sirve para este tipo de

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actividades, pasando por alto que en Colombia, América y el mundo entero se han erguido grandes intelectuales, académicos, políticos, lideres, parteras y guerreros del día a día, que no se reconocen por la discriminación, producto del pensamiento euro-norteamericano-colonial impuesto. San Basilio Ripalenge Desde mediados del siglo XVI, el mismo Pedro de Heredia solicitaba licencia al emperador de España, Carlos V para traer esclavos, y es así como obtiene la Real Cédula que le permitió traer africanos capturados desde sus tierras, para servir a la sociedad española en Cartagena de Indias. En un momento fueron muchos los negros sometidos y así mismo los rebeldes que escapaban. Los españoles no tuvieron otra opción, más que pedirle a la misma población ayuda para capturarlos, organizando expediciones para tal fin, pero a pesar de esto, los prófugos africanos encontraron la forma de escapar del régimen, gracias a su conocimiento de la selva.

del continente de desarraigo, que con su llegada a esta región, les permitió organizarse en la búsqueda de la libertad, la que se transformó, en un tipo de dominación carismática, como fue el caso de Benkos Biohó; fundador de San Basilio de Palenque. Los palenques o quilombos (Brasil), eran territorios a donde huían los esclavos cansados por su sometimiento. Con el pasar del tiempo, se fueron convirtiendo en sitios más organizados, donde los cimarrones empezaron a construir sistemas económicos y sociales que les permitieron gestar estrategias de resistencia y perseverancia, las mismas, que posteriormente en 1713 les otorgó la anhelada libertad. Aquiles Escalante, en su libro El Palenque de San Basilio, expone que los negros africanos llegados a Colombia, provenían especialmente de Guinea, Cabo verde y Angola; esto corroborado por un canto fúnebre lumbalú, en el que se dilucida acerca del origen de los moradores: “Chi man-Congo Chi ma-Luango Chi ma-ri-Luango de Angola Juan Gungú me ñamo yo.

De los Congos De los Luangos De los de Luango de Angola Juan Gungú me llamo yo”.

(Escalante, 1979,79).

Resulta comprensible que tuviesen un orden establecido, una jerarquía, originaria

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Al visitar San Basilio de Palenque, resulta evidente que el sentimiento de identidad en la comunidad es muy fuerte, debido a las condiciones históricas que los han hecho llegar a este territorio; allí se percibe el reconocimiento de un lugar de origen, un “sentimiento hogareño” que irradia la comunidad.


Una de las estrategias utilizadas por los españoles en el régimen de esclavitud, era la heterogeneidad cultural, dado que provenían de diversos lugares de África, evidenciada por los roces entre negros “africanos” y negros “criollos”. Por tal razón, el origen de estos cimarrones es muy diverso, sumado a los procesos de mestizaje que se vivieron; pero más allá de eso, estas personas se reconocieron en un sentimiento propio que les caracterizaba. En este escrito se resalta la importancia de la música, como forma de expresión del alma, por su relevancia en la emancipación y en la cohesión del pueblo afrodescendiente, por su jerarquía cultural, espiritual y religiosa como forma de comunicarse entre sí y con otros mundos y por la posibilidad de la redención a los lugares de origen, que ella contiene. Música, sonidos del alma La música que se asocia como vestigio de herencia africana en la costa norte de Colombia, específicamente en San Basilio de Palenque (aunque no es el único palenque existente y con estas características en el país), es producida por sonidos e instrumentos vivos, producto de las costumbres y tradiciones del éxodo africano, presente en ritmos como: el bullerengue, la chalupa, la champeta, el son montuno o habanero, el abozao, el mapalé, los cantos de vaquería, cantos zafra y el lumbalú; los cuales son interpretados con instrumentos cargados de una fuerte simbología e influencia africana como lo son: el tambor llamador, el tambor

alegre, el pechiche, los bongoes, la tumbadora o conga, las claves, las maracas, la guacharaca, el guache, la guacharaca de caña, la marímbula y el instrumento más natural y de gran importancia; la voz.

En los cantos, específicamente en el lumbalú, se expresa la lengua bantú y angola, mientras que en la cotidianidad del pueblo palenquero, la lengua que aún resiste es el suto, lengua derivada genética y tipológicamente de los llamados criollos lusitano-bantúes del África Occidental. Algunos de estos ritmos, por no decir que todos, muestran parte de la ideología o religión del hombre africano, en cantos trascendentales expresados en los rituales, tanto en los velorios, como en las fiestas, siendo animadas con el mapalé, la champeta o la chalupa, en donde la danza deja ver la conexión con los dioses del panteón Orisha o religión Yoruba, quienes vienen a este mundo y toman posesión de los cuerpos y se expresan a través del sonido de los tambores.

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Lumbalú

Chalupa

Un examen de la composición del cabildo, forma de organización social emergente en la colonia, nos remite así al cuadro o kuagro, sostén del ritual lumbalú. Los criterios de la organización, se regían por el hecho de que el tambor sagrado o pechiche pertenece a una familia y el privilegio de tocarlo es hereditario. El nombre con el que se conoce esta posición de jefe, es el de batata, lo cual además tiene mucha relación con los grupos de edad (gerontocracia), en los que se reconoce a las mujeres que tienen la vocación para entonar los cantos fúnebres y rituales místicos, como el caso de Graciela Salgado, grande cantaora y personaje representativo de la historia afrocolombiana. El kuagro, se postula como una de las elaboraciones del sistema social, utilizado por los negros cimarrones para resistir el sistema esclavista. El kuagro, les ayudó a los pueblos palenqueros a conservar sus costumbres y tradiciones comunitarias.

En los cabildos se realizaban ruedas de bullerengue que podían durar hasta una semana, en donde no dejaban de sonar los tambores y el ron ñeke1 no podía faltar. Después de llevar un buen tiempo tocando se dieron cuenta que los tambores iban más rápido; aquello significó, el descubrimiento de un ritmo más alegre y bailable, a diferencia del bullerengue.

Bullerengue Este ritmo se esgrime por la voz de las mujeres, donde una voz principal es seguida por unos coros, también llamados koras; en este ritmo se pueden vislumbrar las huellas de africanía por los pregones (pregunta y respuesta). En un principio, este ritmo era interpretado sólo con el tambor alegre y el llamador. Su carga significativa se exponía cuando la niña se convertía en mujer, ya que las mujeres vírgenes no podían danzarlo. Esto tradicionalmente, porque, en la actualidad se ha perdido su significado.

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Champeta criolla Ritmo nacido en San Basilio de Palenque, también llamado terapia criolla, tiene dentro sus grandes y primeros intérpretes a Justo Valdés y Luis Towers. Esta música se expandió por la costa norte, concentrándose principalmente en Cartagena y desde allí se extendió por el mundo entero. En los años setentas, la música tradicional afrocolombiana y en especial la de San Basilio de Palenque, empezó a ser reconocida nacional e internacionalmente. La champeta criolla comenzó a ser apreciada por distintos públicos. 1. Bebida típica del pueblo de San Basilio de Palenque, destilada de la caña de azúcar.


Esta champeta es interpretada a través de instrumentos propios y tradicionales africanos como los tambores y la marímbula, siendo esta última un instrumento de origen centroafricano y, aunque es desarrollada en Colombia, no es reconocida ya que se desenvolvió en un ambiente de minorías. Por otra parte, existen sistemas de sonidos criollos llamados “picós” derivado del inglés “pick up”. Entre estos sistemas de sonido más importantes hoy en Cartagena es el Rey. La champeta es una creación de músicos autodidactas, que utilizan a veces el habla popular de origen bantú del palenque y conservan en el modo de cantar, el sonoro fraseado africano característico de San Basilio. Esta música se puede escuchar en las verbenas; lugares donde la gente se reúne a escucharla y bailarla. Para concluir, diremos, que la herencia africana retumba cada día con más fuerza, en San Basilio de Palenque; su tradición musical

les ha permitido ser conocidos internacionalmente. A pesar de esto y de las múltiples investigaciones realizadas sobre sus procesos de resistencia y lucha cimarrona, su condición no ha cambiado. Muchos palenqueros han tenido que dejar su pueblo, porque de no hacerlo, no podrían mantener a sus familias. Las tradiciones que aún sobreviven, son asumidas como vitales para la población; su música refleja nuestra historia y a partir de ello, generan un vínculo espiritual que nos aproxima más a nuestros orígenes. Referencias Arrazola, R. (1970). Palenque, primer pueblo libre de América. . Cartagena: Ediciones Hernández. Cassiani, Herrera, A. (Coordinador) (2010). Palenque laboratorio etnoeducativo. UNICEF: Colombia.

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Escalante, A. (1964). El negro en Colombia. Monografías sociológicas #18, Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Friedemann N, & Patiño, C. (1983) Lengua y sociedad en el Palenque de San Basilio. Cartagena: Universidad del Atlántico.

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Leymarie, I. (1998). ¿Qué es la champeta? Revista El Correo de la UNESCO, No. 51. Colombia: UNESCO


Estereotipos tejidos alrededor de las mujeres negras Semillero: “(De)generando los géneros” Facultad de Sociología, Universidad Santo Tomás Resumen A lo largo de la historia colombiana, podemos ver cómo se les han impuesto una serie de estereotipos a las comunidades negras y a sus mujeres; estas últimas, para contrarrestarlos, se han organizado en asociaciones donde luchan con tesón por el reconocimiento de su identidad y tradición. Palabras Clave: Mujer negra, estereotipo, identidad, comunidades negras. Abstract Throughout Colombia's history we can see how they have imposed a series of negative stereotypes of black communities and their wives, the latter, to counter these stereotypes have been organized in associations which are fighting hard for recognition of their identity and tradition.

Key words: Black Women, stereotype, identity, black communities.

Cuando

se realizan análisis sobre la construcción de identidad, de las comunidades negras, resulta predominante la generalización en los conceptos de la visión occidental, los cuales tienden a calificar de manera peyorativa, muchas de las

dinámicas propias de estas comunidades en el país. Este artículo pretende dar cuenta, de cómo se siguen reforzado los estereotipos discriminatorios, que se crearon en el Siglo XVIII referentes a las mujeres negras y a sus comunidades, de pertenencia actual; dejando a un lado, la significación que sobre sus lógicas, presenta este grupo social. En la época colonial, se consideraba el ser mujer negra como sinónimo de mujer esclava, atribuyéndole la transmisión de la esclavitud a las generaciones póstumas. El abolir la esclavitud por medios legales no significó un verdadero cambio en estos postulados. Para modificar lo anterior, las mujeres negras lucharon por alcanzar una verdadera libertad, tanto para ellas como para sus hijos, pero en la actualidad, se sigue relacionando a estas mujeres con la servidumbre ya que pueden “realizar mejor” labores como el trabajo en el hogar o la venta en las calles. Así lo evidencia Yamila Bauza en las memorias de su trabajo de campo en el Caribe colombiano: “Las palenqueras que trabajan en Cartagena como vendedoras ambulantes son marginadas por la sociedad en la medida que hacen parte del exotismo de ese paisaje tan peculiar y tan caribeño”. (2004, p. 1). Otro punto a resaltar, es el sometimiento y el uso del cuerpo de las mujeres negras por

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parte de los amos; debido a que el término esclavas tenía una connotación de objetos sexuales; el hombre podía disponer de ellas cuando lo deseara. Este estereotipo aun sigue latente, ya que la concepción de objeto y dominación del hombre sobre el cuerpo femenino aun prevalece. Ejemplo de ello, es la investigación realizada por la Corporación Nuevo Arco Iris: “Muchas mujeres, al preguntarles de manera general si habían sido o conocido víctimas de violencia sexual, decían que no, pero respondieron afirmativamente al desglosar cada clase de violencia”, agregó Montealegre. Así, cuatro de cada diez víctimas no reconocían varias de las tipologías de violencia por las que indagó la encuesta, lo cual evidencia una jerarquización de las formas de violencia sexual en la que ciertos tipos están “naturalizados y normalizados”, como la regulación de la vida social, servicios domésticos forzados, acoso sexual y esterilización forzada. (Aranguren, 2011, p. 1).

E n o p o s i c i ó n a l o a n t e r i o r, l a s comunidades negras y en especial sus mujeres, luchan actualmente contra la invisibilización y discriminación de la que han sido víctimas, buscando una reconstrucción de su identidad lejos de la ya impuesta y segregadora; una identidad que parta de ellas mismas sin homogeneizarlas, reconociendo la diversidad y las necesidades e intereses que tienen cada una.

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Dice Lamus que, “en Cartagena, observamos la formación de unos núcleos de asociaciones de mujeres que defienden, además de su condición étno-cultural, su identidad de género, al igual que sus derechos económicos y políticos” (2010. p.7). Otro ejemplo, son las organizaciones de mujeres, como la Red Nacional de Mujeres Afrocolombianas, la Asociación de mujeres Afrodescedientes del Caribe y el Comité Local de la Red de Mujeres; espacios que permiten una participación política activa en la construcción de políticas públicas, que realmente incluyan y respondan a las necesidades de las comunidades negras. Para concluir, es importante dejar atrás las visiones globalizantes que satanizan y menosprecian las construcciones elaboradas por estas comunidades, tildándolas de irracionales. El retomar y analizar el significado que le dan sus propios miembros, le dará una nueva lectura a las dinámicas que permitirá ampliar y modificar las conceptualizaciones ya existentes. Por parte de las mismas comunidades ya se está viendo el esfuerzo por transcender esos estereotipos y lograr un reconocimiento de sus diferencias por el Estado, donde realmente, la construcción de nación sea una realidad inclusiva, apartándose del discurso excluyente, con el que hasta ahora ha manejado el tema.


Referencias Bauza, Y. (2004). Las mujeres de Palenque: Autoridad y cautiverio como remanentes de la cultura africana en el Caribe. Recuperado el 20 de marzo de 2 0 1 1 d e : http://yamilabauza2.blogspot.com/2004/12/lasmujeres-de-palenque-autoridad-y.html

Gaspar Yanga

Xica da Silva Mohamed Al铆

Josephine Baker

Lamus, D. (2010) .Negras, palenqueras y afrocartageneras. Construyendo un lugar contra la exclusi贸n y la discriminaci贸n. Recuperado el 20 de marzo de 2011 de: http://www.glefas.org/glefas/files/biblio/Negras ,_palenqueras_y_afro_contra_la_exclusion_y_la _discriminacion_por_doris_lamus.pdf

Jimmy Hendrix

Castellanos Aranguren, A. (2011) Cada 44 minutos una mujer fue violada por actores armados en Colombia. Periodismo humano. Recuperado el 20 de marzo de 2011 de: http://periodismohumano.com/mujer/ca da-44-minutos-una-mujer-fue-violada-poractores-del-conflicto-armadocolombiano.html

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La Educación en una Sociedad Criolla, Neoliberal y ¿Multicultural? Semillero: “Los Iluminati” Facultad de Sociología - Universidad Santo Tomás

“No perdamos el tiempo en estériles letanías ni en mimetismos nauseabundos. Abandonemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina por dondequiera que lo encuentra, en todas esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo. Hace siglos… que en nombre de una pretendida aventura espiritual ahoga a casi toda la humanidad” FRANTZ FANON-JEAN PAUL SARTRE

Resumen En el presente artículo, se entrará a discutir y problematizar sobre las relaciones que se dan dentro de la escuela y los diferentes grupos sociales, que a lo largo de la historia de Colombia han sido excluidos y olvidados; pero cabe resaltar que no será un escrito que pretenda explicar o develar las relaciones entre los sujetos dentro de estas comunidades, sino que se abordará desde el plano de la estructura social, el estado, la cultura, o de cómo el discurso del multiculturalismo puede ayudar a reproducir las dinámicas de negación cultural y social sobre estas colectividades.

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Palabras clave Escuela, relaciones jerárquicas, afrocolombianos, exclusión, multiculturalismo Abstract............................................ In this article we shall discuss and problematize about relationships that occur within the school and the different social groups, which throughout the history of Colombia have been excluded and forgotten, but it is notable that not be a written attempt to explain or reveal the relationships among individuals within these communities, but it will be considered from the level of social structure, status, culture, or how the discourse of multiculturalism can help reproduce the dynamics of cultural denial and on these social communities. Key words...................................... School, hierarchical relations, Afro-exclusion, multiculturalism

En

p r i m e r l u g a r, h a r e m o s u n a contextualización histórica del cómo la educación y en este caso la institución encargada; la escuela, se ha constituido en Colombia, y cómo a lo largo de los siglos ha estado dependiendo de los grupos hegemónicos, ya que durante la mayor parte


del siglo XX su debe ser, o función, estuvo determinada por la religión que en este caso era la católica o el naciente capitalismo (Borda, 1962). En el primer caso, los grupos religiosos siempre ostentaron el monopolio de la educación y transmitieron su visión del mundo, con unos fuertes condicionantes como el cristianismo, que rivalizaba o negaba fuertemente a las culturas aborígenes o de las negritudes, y legitimaba la élite; basado en un principio estamental de organización social, donde solo los criollos con un capital cultural y un determinado status podían participar. Durante las luchas del siglo XIX, cuando los Radicales adquirieron el control del Estado, determinaron establecer escuelas que garantizaran la formación de sujetos que apoyaran la creación de los medios de producción capitalistas, donde el fin era constituir una educación racional y secular, a imagen y semejanza del mundo europeo. Después, durante el siglo XX en Colombia, se empezó a manifestar el crecimiento de las instituciones educativas, con una clara supremacía del sector católico, unas incipientes muestras de sectores religiosos protestantes, y un pequeño porcentaje de colegios públicos, estando estos últimos dirigidos por el Estado. La regularidad de las instituciones educativas en Colombia, era reproducir ese modelo de educación europeo, que en unos casos fue el modelo Inglés, alemán y por ultimo francés, dando por sentado su dependencia en

materia educativa con el viejo continente; pero esta afirmación, no se podría sustentar sin tener en cuenta la dependencia histórica desde la colonia con España en el plano cultural, o en plano económico con las distintas misiones e imposiciones de Inglaterra y los Estados Unidos (Palacios, 2003).

Por lo anteriormente anotado, no resulta ligero señalar que en el país, los grupos dominantes no sintieron la necesidad de constituir un modelo de Estado inclusivo, y dentro de este modelo, se buscaba reproducir los modelos eurocéntricos, criollos y neo feudales. En tal sentido, las instituciones educativas dentro de los currículos académicos, como forma de organización interna y externa, no mostraban ningún interés en reafirmar la diversidad cultural cimentada por los diferentes grupos sociales. Ahora, frente a los determinantes históricos previamente señalados, como

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segundo punto de problematización, se tomará un concepto muy contemporáneo el cual es el de multiculturalismo, muchas veces reproducido pero poco reflexionado. Este concepto, muestra la esperanza de un campo de las ciencias sociales, que busca la reivindicación histórica de los que, a lo largo de los años, no han tenido la posibilidad de expresarse. Con ello se busca que los demás grupos sociales reconozcan las dinámicas, costumbres, y formas de organización minoritarias, para que se subsane la negación histórica a la que estos grupos han estado y siguen estando sometidos. A continuación, se entrará a problematizar desde un campo crítico, lo habermasiano 1 del concepto. El modelo preponderante en el campo cultural, lo han desplegado determinados grupos sociales, que en lo rural son las multinacionales con la constitución de sus megaproyectos y los ya históricos gamonales-narcotraficantes; mientras que en lo urbano, dos sectores económicos determinantes como son, el financiero-industrial y el sector de servicios, se materializan en los objetivos economicistas de la educación nacional, que se plasman en la famosa triada en el mundo neoliberal: Eficiencia, calidad y cobertura.

1. Tomamos este modismo a partir del texto que este autor presenta llamado “Acción Comunicativa”, ya que para los autores del presente artículo, Habermas constituye un sistema ideal pero sin ningún nexo societal.

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Pero no solo el anterior tipo de hegemonía se expresa en las determinaciones culturales, también. se ve reflejado en la sociedad de consumo (Kohan, 2007). Así, como en el campo de la teoría sociológica de la educación, la llamada sociedad del conocimiento, expresada por Andy Hargreaves, el cual habla, de sociedades igualitarias capaces de poder adaptarse a la dinámica del flujo y rapidez de información, desde un paradigma extremadamente postmoderno y eurocéntrico.

La expresión que para los autores tiene un alto grado de complicidad, es aquella que se ve materializada, tanto en el concepto como en su genealogía; siendo esta el término multiculturalismo, que para varios pensadores defensores de este concepto, permite brindarle la capacidad, a los grupos sin historia, de vincularse o relacionarse con la sociedad occidental y con todo el poder de esta, sin antes detenerse en la capacidad


material de transformar todos los procesos culturales que no tengan la posibilidad de contraponerse a ella. Zizek lo problematiza de la siguiente manera: Al igual que el capitalismo global supone la paradoja de la colonización sin EstadoNación colonizador, el multiculturalismo promueve la eurocéntrica distancia y/o respeto hacia las culturas locales noeuropeas. Esto es el multiculturalismo, es una forma inconfesada, invertida, autoreferencial de racismo, un “racismo que mantiene las distancias”: ”Respeta” la identidad del otro, lo concibe como una comunidad “autentica” y cerrada en sí misma respecto de lo cual él, el multiculturalista, mantiene una distancia asentada sobre el privilegio de su propia universalidad. (Zizek, 2010, p. 342). Este autor, nos hace palmaria esa falsa libertad frente a este postulado y

conjuntamente, nos expresa la complicidad explícita con el proceso de modernidad, su línea histórica del progreso y su peligrosa analogía con los procesos de dominación europea, que se desarrollaron en todo el globo durante los últimos quinientos años. Este tipo de análisis que no se basa en una relación social material, sino que parte de un principio abstracto, donde se puede ejemplificar en un viejo debate entre la sociología y el derecho en el cual, la primera debate ese concepto abstracto y el segundo lo legitima per se. Pero el lector se preguntará sobre la pertinencia de este artículo con la temática de esta revista, y se relaciona directamente, ya que en el contexto latinoamericano se hace necesaria la pregunta: ¿Puede haber reivindicación desde el plano cultural, o puede expresarse esta, en un proceso social contrahegemónico desde una institución científica neutral?

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Por lo anteriormente expresado, surge la necesidad de revalorar los estudios sobre las comunidades, ya que estos están directamente ligados con los procesos societales de transformación o de subversión al orden establecido, para que de manera dialéctica se debata y se reconstruya la esencia misma de la ciencia, su compromiso con la sociedad y con los grupos dominantes, donde la educación deje de ser simplemente el instrumento de dominación de occidente (Wallerstein, 2004) y pase, a partir de un análisis concreto de las necesidades del plano colombiano y sea un agente para empezar a constituir y retroalimentar a los movimientos sociales contra-sistémicos, y que a partir de esas relaciones de poder, se pueda constituir una institución educativa contra hegemónica. Referencias:

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Borda, O. (1962). La educación en Colombia: Bases para su interpretación Sociológica. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Palacios, M. (2001). Entre la legitimidad y la Violencia. Bogotá: Editorial Norma.

Kohan, N. (2007). Marx en su tercer Mundo. Bogotá: Ediciones Pensamiento Crítico. Wallerstein, E. (2004). Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos un análisis de sistemas-mundo. Barcelona: Akal. Zizek, S. (2010). La tolerancia represiva del Multiculturalismo. En Textos y contextos del bicentenario una aproximación critica a la historia de Colombia. Bogotá: Ediciones Izquierda.


La religiosidad de San Basilio de Palenque Una reflexión sobre el pasado que se hace presente Nataly García Ramírez Semillero: “Urbes, comunidades y procesos de civilización” Facultad de sociología - Universidad Santo Tomás “Los actores sociales se constituyen en sujetos sociales cuando recuperan su historia e identidad cultural, para sí mismo y frente a otros grupos y sujetos sociales; tienen una propia opción de futuro y una plataforma de lucha, poseen sus intelectuales orgánicos, constituyen una organización sólida, se convierten en actores políticos, están en condiciones de plantear sus problemas en forma independiente y con plena legitimidad social” . Gustavo Gutiérrez

Resumen Presentaremos a continuación, una reflexión de las tradiciones religiosas de San Basilio de palenque, teniendo en cuenta la importancia de lo ancestral y de la reproducción de la creencia en la actualidad, en el marco de lo comunitario; a partir de la visita realizada a la comunidad a finales del 2010, por los semilleros de Investigación de la Facultad de Sociología de la Universidad Santo Tomás.

Palabras clave Tradición, sentido religioso, reproducción de la creencia.

Abstract The following is a reflection of the religious traditions of San Basilio de Palenque, taking into account the importance of the ancestral and reproduction of belief today in the context of community. After the visit to the community at the end of 2010, the seedlings of Research of the Faculty of Sociology at the University of Santo Tomas. Key words Tr a d i t i o n , r e l i g i o u s s e n s e o f b e l i e f reproduction.

S an

Basilio de Palenque, es un corregimiento inscrito al Municipio de Mahatés, departamento de Bolívar; un territorio marcado por su historia ancestral, que encuentra su raíz en las tradiciones africanas, autodenominándose como pueblo africano en América. Estas tradiciones africanas, fueron tenidas por poco e incluso amonestadas en tiempos de esclavitud; de modo que los palenques se constituyeron en territorios de refugio y libertad, en donde los cimarrones construyeron una comunidad autónoma, lejos de la imposición colonial; permitiendo la conservación de sus creencias ancestrales; lo que sumado a las dificultades

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de acceso a este territorio, permitió el desarrollo libre de la cultura y la creencias religioso-mágicas incorporadas en su habitus religioso africano. Presentaremos a continuación una reflexión acerca de las creencias religiosas de la comunidad de San Basilio de Palenque, a partir de la visita realizada a la comunidad a finales del 2010, por los semilleros de Investigación de la Facultad de Sociología de la Universidad Santo Tomás. Durante esta jornada, nos acercamos a la realidad social teniendo como inquietud, conocer desde una perspectiva sociológica, las creencias religiosas de la comunidad; llevando a cabo entrevistas, que nos permitieron entender la reproducción del habitus religioso, en pos del mantenimiento del sistema; junto con ello, para contrastar el discurso, llevamos a cabo una observación no participante, que nos permitió enlazar nuestro análisis entre lo dicho y lo vivido en Palenque. De esta forma, se presenta a continuación una descripción de estas impresiones y, junto con ello, una reflexión analítica del fenómeno religioso. Religiosidad en San Basilio de Palenque La observación es un aspecto fundamental para la investigación, sin embargo, como es expresado por Albert Kasanda respecto a las impresiones del fenómeno religioso africano, “durante mucho tiempo, las religiones de África, solo fueron percibidas mediante la mirada occidental” (Kasanda,2002, p. 137), calificando a la

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religiosidad africana como construcción perversa e incluso maligna, definida desde ahí, como creencias paganas de culto al demonio; estas declaraciones, sustentadas en las ideas frente a las creencias en los ancestros, el sincretismo, el animismo, entre otros. En ese sentido, la mirada desde afuera, debe tener su base en la rigurosidad; aceptando la condición del investigador como extranjero, y de los prejuicios construidos desde la visión cristiana de las expresiones religiosas en la sociedad contemporánea. Pues, “la religión solamente puede definirse externamente bajo el modo de una observación de segundo grado, solamente como observación de su auto-observación, y no por medio de una esencia impuesta desde afuera” (Luhmann, 2007, 16). Debido a lo anterior, nos acercamos a comprender la religiosidad palenquera, como la expresión de una construcción cultural ancestral y de gran valor para la comunidad, ya que “cuanto más religioso es el hombre, mayor es el acervo de modelos ejemplares de que dispone para sus modos de conducta y sus acciones” (Eliade, 1967, p. 97). Entre esos modelos ejemplares, encontramos a Graciela Salgado, la antigua voz líder de las Alegres Ambulancias. Este grupo, retoma el lumbalú, trasmitiéndolo de generación en generación. Se le llama lumbalú, a la expresión colectiva del dolor ante un fallecimiento, en donde se acompaña e invita al difunto a su paso al más allá, en un proceso que dura nueve días, en donde la comunidad se aglomera para despedir y acompañar la familia del fallecido.


Los cánticos del lumbalú conservados en el tiempo, se entonan si el difunto así lo quería estando enfermo, o si su muerte fue repentina, teniendo en cuenta que su familia estuviese de acuerdo, ya que el proceso fúnebre, se lleva a cabo en la casa de la persona fallecida. Es característico en este proceso de las prácticas funerarias, lo que se denomina como sincretismo religioso; ya que dentro de su organización, el acompañamiento de dolor y los cánticos tienen su origen en las prácticas religiosas africanas, recordando por medio de ellos a sus ancestros; pero es significativo encontrar también, la presencia de santos del catolicismo, e incluso a Jesús crucificado. Este fenómeno del sincretismo fue un proceso que vivieron los esclavos en países como Brasil, Cuba y Colombia. Los cantos negros suenan, Lágrimas, lamentos, Manos cubriendo el rostro Vasos de agua; el féretro Impávido ocupa su lugar. Dolor, sufrimiento, angustia. El cuerpo ha dejado el mundo terreno; El pechiche y su tamborero Anuncian su partida, Entre altares, cirios y rezos. Así como el Lumbalú se celebra, He decidido hacer mi propio pregón, Entre bailadoras y sus movimientos de vientre, Para que mis recuerdos Sean sepultados con decoro Poema: “Lumbalú, de un ritual fúnebre de San Basilio de Palenque. Pedro Faustino Cárdenas.

De esta manera, la música, la danza, los rezos, la comida, es parte del ritual funerario, que exclama la riqueza de su religiosidad, y de la expresión de esos fuertes lazos

familiares, que determinan sus formas de organización. Pues encontramos también, en diálogo con la comunidad, la siguiente expresión, los palenqueros: “son poseedores de un gran conocimiento espiritual”. Respecto a ese conocimiento, relacionamos a continuación dos hechos: primero, el conflicto armado en nuestro país; y segundo, los efectos climáticos. Explicado desde su perspectiva dado que, frente a otros corregimientos del departamento del Bolívar, San Basilio de Palenque, no ha sido igual de afectado por el invierno; de igual manera, las consecuencias del conflicto armado, tampoco han sido tan devastadoras, fruto de ese conocimiento espiritual que los protege. Pues de este habitus religioso, de manera especial, en la naturaleza se evidencia la intervención de lo sagrado, ya que lo sagrado se hace posible, cuando el mundo concreto invoca la necesidad de su presencia. En este mismo sentido, la creencia no sólo incluye, el mundo concreto-material y el mundo espiritual, sino también, en el poder que tiene en ambos mundos para intervenirse el uno al otro, lo que ofrece la creencia religiosa es que “posibilita rechazar lo carente de sentido y construir un puente desde la vida carente de sentido hacia la plena de sentido” (Luhmann, 2007, p. 24). En San Basilio de Palenque esto lo podemos ver aplicado en los saberes medicinales, que permiten curaciones del cuerpo y del alma, como también, en la creencia de la existencia de brujos y brujas que pueden maldecir a otros, generar daños físicos, mentales, económicos, como también forjar beneficios y

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posibilidades desde lo mágico, en un paso relacional, entre el mundo espiritual y el mundo material. De ahí, la importancia de los ancestros en las religiones africanas, como mediadores entre ambos mundos, en relación con la sabiduría que se adquiere con los años, y con los saberes propios de la expresión religiosa, que permite el acceso a ese mundo que no todos pueden comprender, por lo que su importancia radica en que: Los ancestros representan a los ojos de los vivos el acceso más directo al mundo de lo invisible (…) al mismo tiempo que son protectores de la familia y guardianes de sus tradiciones, son también los depositarios de la ortodoxia y jueces de las infracciones individuales o colectivas. (Kasanda, 152, p. 2002). En ese sentido, para el mantenimiento del sistema religioso, encontramos en una visita realizada a la escuela, al profesor Barú, quien está a cargo de la clase de religión. Con el objetivo de conocer desde la propuesta etnoeducativa, cómo se impartían las creencias religiosas, en relación con la fe actual y las tradiciones palenqueras, ya que, desde su visión pedagógica es fundamental, dar a conocer a los estudiantes lo propio de la expresión religiosa local pero también la interculturalidad, el valor de las diferentes religiones, de ese otro, que también existe y cree de formas muy diferentes. La respuesta obtenida fue, la religión cristiana, no es una temática impartida en la clase de religión como se hace de forma tradicional en el contexto colombiano, sino, el rescate a las

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nuevas generaciones de las tradiciones como el lumbalú, los rezos tradicionales, los velorios, el candomblé, la santería, el animismo, y las religiones musulmanas; es decir, hay una vuelta a la tradición, una contracorriente, para la configuración de la identidad propia y no una impuesta desde afuera. De ahí que, la clase de religión responde a la particularidad de la propuesta etnoeducativa, dándole continuidad al valor de la tradición ancestral, ya que “las palabras se recuerdan, cuando se utilizan con la frecuencia suficiente, cuando, por tanto, vuelven a arrojar en las oraciones el mismo y diferente sentido” (Luhmann, 2007, 22). Por lo que, las prácticas tradicionales, permiten la regulación de la conducta comunitaria y el ejercicio de unas creencias que influencian todos los espacios de la vida social palenquera, incluyendo la dinámica familiar y la organización comunitaria en general.

Graciela Salgado


Sin embargo, la deslegitimación de las diferentes expresiones religiosas africanas h o y, c o n t i n ú a s o s t e n i é n d o s e , e n l a discriminación y el enjuiciamiento de estas creencias, con base en el modelo cristiano monoteísta, y el desconocimiento de las manifestaciones de estos dogmas, concluyendo frente ellas, gracias a la no compresión, como manifestaciones incluso satánicas. Ya que se debe tener en cuenta que: La creencia en un Ser Supremo no es contraria a la existencia de intermediarios (los espíritus, los genios, los ancestros). Para el negro africano, lo más importante es la idea de fuerza, la vida que anima, y de vivir todo lo que es. El Ser Supremo solo tiene razón de ser en la medida que es una fuente de fuerza, de vida. Esta última se trasmite a los vivos a través de una cadena jerárquica en la cual todo el mundo colabora para un mismo fin, cada quien según sus capacidades. (Kasanda, 139, 2002).

De esta manera, concluiremos diciendo que, San Basilio de Palenque es la expresión hecha comunidad de la fuerza de sus creencias, de esa potencia de la cual siempre han creído y les ha mantenido firmes pese a la intervención de otras expresiones religiosas, como por ejemplo, la de movimientos pentecostales en la zona y de la misma iglesia católica. A su vez, permanece firme incluso a los cambios generacionales de su población, ya que como lo explicamos anteriormente, la escuela, ha sido una herramienta a la par de la familia, para el mantenimiento de la tradición en los niños y jóvenes palenqueros.

De ahí que el interés fue reflexionar sobre la importancia de la tradición, que ha sido instrumento efectivo de la perspectiva comunitaria, estableciéndose como lo planteó Benkos Biohó, la necesidad del pasado para hacer una sociedad posible, pues desde sus palabras “El pasado se requiere cuando el presente hace daño”. Razón por la cual, el acercamiento se hizo a

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una sociología de lo ancestral, a una comunidad que ha conservado para sí, en contracorriente, configurada, como lo plantea Gustavo Gutiérrez, desde la fuerza del sujeto político, que reconstruye su identidad, se apropia de ella y significa primero desde lo comunitario, la relación de ese sí mismo histórico, religioso y cultural, y posterior a ello, la relación con el mundo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Eliade, M. (1967). Lo sagrado y lo profano. Madrid: Guadarrama. Kasanda, A. (2002). En: religiones sus conceptos fundamentales. François Houtart (compilador) CEIICH-UNAM/Siglo XXI Editores. Págs. 131- 166. Extraído 8 de Enero del 2011 desde: http://books.google.com/books?id=FTiL7eV KDtEC&pg=PA134&lpg=PA134&dq=sociolo gia+religiones+africanas&source=bl&ots=cE P O B k H O 4 R & s i g = R a 9 n 1 aWLa5Fgz34Bl9GgOXuDnQ&hl=es&ei=DJF dTe-

Luhmann, N. (2007). La religión de la sociedad. Madrid: Trotta. Soto, D.Balanzó, A. (2007) San Basilio de Palenque, Colombia: Cultura presente, territorio ausente. Pág. 141-165.Universidad externado de Colombia. Extraído el 4 Enero del 2011 desde:

A MI SOBRINO… El negro chiquitico me mira, Yo, al devolverle la mirada, Encuentro algo de mí, Que no me pertenece. El negro chiquitico me sonríe, Su sonrisa es purísima, Sonrisa que solo pueden tener, Los angelitos negros. Manos blanquecinas, Piel de ébano, Parece que la noche, Se posara en su regazo. Me gustaría ser noche, Como él, Pero soy sol, Como odio ser sol, Y no poder ocultarme tras mi sombra…

http://www.rimisp.org/FCKeditor/UserFiles/Fi le/documentos/docs/pdf/DTRIC/Libroelvalordelpatrimonio/07_sanbasiliod epalenque.pdf

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KARYM LORENA CALLE LONDOÑO


ICONO BIOGRAFÍA Candelario Obeso Novelista,

poeta, dramaturgo, militar, ingeniero, político, periodista y profesor universitario, fue este hombre nacido en 1849 en Mompox y quizás borrado de la historia nacional, a causa de su suicidio en 1884 en Bogotá, a la edad de 35 años. Estudió ingeniería y ciencias políticas en la Universidad Nacional. Según lo anteriormente anotado, estamos ante un hombre que encarna el ideal renacentista, pues, además, de todas estas profesiones, se desempeñó como traductor de autores de la talla de Alfred Tennyson, Víctor Hugo, Lord Byron, Henry Wadsworth Longfellow, Alfred de Musset, y de William Shakespeare; de este último tradujo Otelo. De él, se dice, que fue una persona alejada de los convencionalismos, por lo mismo, no compartía ni las pautas conservadoras de la época, ni seguía sus normas sociales. No obstante, fue un prominente poeta, al punto de considerársele un gran poeta negrista colombiano, a la altura del cubano Nicolás Guillén, en el siglo posterior. El lenguaje que escogió, para escribir su poesía fue el de los campesinos de origen africano ubicados en las riberas del Magdalena, conocidos como bogas. Su obra

es una denuncia de los conflictos políticos y sociales de su momento. Desafió a la época, refiriéndose a la mujer como un ser con voz propia e independiente, a ella le escribió poemas románticos y le amó, aunque no siempre fue correspondido. De esta época data Cantos populares de mi tierra, quizá su obra más importante, publicada en 1877; en ella recopila toda su producción poética. Otras de sus obras son: La familia Pigmalión de 1871, Secundino el Zapatero de 1880, Lecturas para ti de 1878 y Traducciones De Poesía De Goethe y Jonathan Lawrence. También, escribió comedias, dramas e incursionó en los vericuetos pedagógicos. Demás está decir, que fue polígrafo y políglota. De este ser extraordinario sólo queda agregar, que no sólo desafió la época con sus escritos, posturas y su suicidio, sino, que su vida misma, fue una provocación, pues, a pesar de ser hijo natural de un abogado liberal y de una mujer negra que se dedicaba a lavar ropa ajena, además de negro y en el siglo XIX; supo buscarse un lugar, que la historia colombiana, está en mora de devolverle. Alba Lucía Lucumí Silva

Estampilla con la que el Ministerio de Educación Nacional rindió homenaje a Candelario Obeso, en la que se puede apreciar el paisaje del río Magdalena surcado por un boga y, abajo, el nombre del artista ilustrador: Castillo Cervantes. Tomado del Canal Étnico - Literatura y tradición oral, d e l p o r t a l C o l o m b i a a p r e n d e : http://www.colombiaaprende.edu.co/html/etnias/16 04/article-84623.html

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Sin vergüenza MI GENTE, EL ARROYO Y LOS MONTES Nohelia Castro Semillero: “Política y medios de comunicación” Facultad de sociología. Universidad Santo Tomás “El cimarrón es un rebelde, la fuerza y el poder negro”. Franklin Tejedor

Franklin tejedor “Lamparita”, con 19 años, es uno de los descendientes del legado batata, sobrino de la reconocida cantaora Graciela Salgado, voz líder de las alegres ambulancias y familiar de Dolores Salinas, perteneciente también al legado batata como cantaora del mismo grupo que, dentro de la cultura palenquera representa el lumbalú, tradición musical dedicada a cantos fúnebres. Entre los miembros de Las Alegres Ambulancias se encuentra Franklin como tamborero, además, pertenece a la agrupación Las Estrellas del Caribe y la Escuela de Danza de Batata; él nos cuenta la cosmovisión de San Basilio de Palenque y sus experiencias dentro de la comunidad. “La música lo es todo, es la unidad universal que comunica a todos, así no se entienda la música se goza. Es mi pasión, amo la música y por eso estoy en Bogotá. Mi papá es músico y mi abuela cantaora; cuando toco me siento

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muy bien, es como si me conectara con algo mas allá”, nos comenta Franklin sobre el sentido de la música y su tradición. Desde la cosmovisión de estas gentes, la música representa la esencia del ser palenquero a lo largo del circulo de vida, en el que existen diferentes representaciones, las cuales están presentes en todos los espacios y momentos de transmisión de saberes de la cultura de Palenque; allí se consolidan los clanes familiares, siendo la más representativa la familia Salgado, de donde proviene el primer batata que compone el legado musical que les identifica. A partir de otro punto del esquema sociocultural, la religiosidad está representada en los símbolos y ritos católicos; así lo afirma Franklin; “lo que más se sigue es la religión católica y algunos tienen creencias evangélicas; a pesar que existe un fuerte arraigo a la tradición yoruba predominan las huellas de la dominación española y su yugo en nuestras creencias”. Como consecuencia de los procesos de mestizaje, la religión católica se integra con


ritos africanos como los cantos fúnebres, solicitando a través de invocaciones, el acompañamiento del anima del difunto a los ancestros, pues “la muerte es algo que no se puede evadir, en el palenque existe la creencia del lumbalú, si no se realiza este rito no se encuentra el alma con los antepasados, ese momento de la muerte es muy triste, en el pueblo somos una comunidad, hacemos parte de una misma cotidianidad”. También hallamos, otras creencias del mundo que temen, como el Mohán, un hombre que corteja a los niños cuando se encuentran solos, y únicamente los padrinos son los que tienen la potestad de recuperar al niño, pues, después de ser maltratado por el Mohán, éste lo devuelve y debe pasar por un momento de sanación. Hay otras representaciones místicas como lo son el “Choconejo” y “Catalina Luango”. Otro aspecto, la sanación, está inmersa en la medicina tradicional que atiende los problemas somáticos y dificultades espirituales, en una mezcla de plantas tradicionales y rezos para la purificación del cuerpo y el espíritu, “las plantas medicinales es algo muy sagrado de la comunidad, los señores (ancianos) trabajan con la medicina tradicional y tienen demasiada sabiduría; en la comunidad se mantiene aun esto”.

comunidad y lugar de convivencia para las familias y pobladores dejando a un lado las formas de producción y autoabastecimiento, pues “antes había más trabajo en el campo, por la guerra la gente por miedo se va del campo, además lo que se produce del campo no es bien pago, la economía en el palenque no es fuerte, en la vida cotidiana se vive medianamente de la ganadería y de los cultivos de yuca y maíz.” En un sentido socio-político existen los kuagros, nos comenta franklin; “son conjuntos de personas que están desde la niñez, crecen juntos, hacen comités para reunirse y con aportes voluntarios para la cooperación del kuagro, digamos si le pasa algo a un familiar de algún perteneciente al kuagro se utiliza ese dinero para ayudarlo, son para toda la vida”; de igual manera, existen las juntas que son grupos de personas adultas, de diferentes edades que se organizan momentáneamente para fines particulares.

A diferencia de la medicina tradicional, existen otras formas de sentidos en la cosmovisión palenquera que dificultan los procesos de tradición oral y la búsqueda de resistencia cultural, haciéndose necesario su fortalecimiento; tal es el caso del uso de la tierra; ella es vista como el territorio de la

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Estas formas de organización social permiten una relación comunal y construcción de significaciones culturales, políticas y de territorio desde la niñez; un ejemplo de ello es el arroyo, uno de los lugares de socialización y recreación, “el arroyo es un tesoro del pueblo, anteriormente no había agua potable, entonces se utilizaba para sacar el agua, se lavaba la ropa, era el principal espacio de juego de los niños. Me iba pa' el arroyo desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde llegaba a la casa con los ojos rojos, en el arroyo se jugaba “yule” que era salir a alcanzar a los demás nadando, el tiempo se pasaba muy rápido”. En la actualidad, las mujeres adolescentes lavan la ropa, conversan y planean en el arroyo, pero ya en la adultez son la que cantan el lumbalú; “anteriormente los hombres no permitían que las mujeres trabajaran, se dedicaban a los oficios del hogar. Igualmente no podían viajar, tenían libertades restringidas, actualmente las mujeres tienen más participación en la comunidad, deciden, opinan y son las que más trabajan”.

Como resistencia cultural, está la lengua

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suto o palenquera que se deriva de una mezcla entre lenguas africanas, traídas por los esclavos en tiempos de colonización y el desarrollo del mestizaje y nuevos procesos del habla; esta lengua permitió una comunicación más directa respecto a sus objetivos de emancipación; “la lengua palenquera es muy importante para la comunidad, desde hace algún tiempo se ha venido trabajando en rescatar esta lengua que casi desaparece por el poco interés de los pobladores y nuevas formas de comunicación, somos privilegiados de tener esta lengua”… “la considero como forma de resistencia cultural, la lengua palenquera resiste a pesar de todo lo moderno, es para siempre, nunca se va acabar, se es consciente en la mayoría de los pobladores sobre la lengua, con estudio y el nuevo centro cultural permiten la resistencia de la tradición oral”. Por último, la etnoeducación nace de la necesidad de fortalecer la construcción de procesos culturales y comunitarios que tienen las diferentes cosmovisiones, la lengua materna, saberes tradicionales, territorio y tradición oral a fin de ser fuerza y resistencia ante la modernización; la modernidad trajo consigo nuevas formas de búsquedas eudaimónicas de los sujetos, creando nuevas necesidades y choques culturales que fragmentan los procesos de desarrollo “civilizatorios” de las comunidades, pues el sujeto termina cayendo en la pérdida de sus manifestaciones tradicionales y culturales; “por el capitalismo la gente emigra a otros lugares para mejorar sus condiciones de vida y por lo general toda familia tienen su tierra


entran nuevas personas a la comunidad que comienzan un proceso de colonización engañando a los pobladores y ocupando predios”; “los jóvenes estudian a las afueras en Barranquilla y Cartagena, muchos palenqueros migraron a Venezuela, Santa Marta, Riohacha y algunos otros lugares”. Es necesario fortalecer la etnoeducación como lucha de las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas en defensa de la cultura; continua afirmando Franklin; “hay un grupo que trabaja en pro de

la etnoeducación por medio de un kuagro, que hizo posible lo que es ahora esta educación, por ejemplo, la introducción de la lengua palenquera como materia en las escuelas”. Es un compromiso de todos luchar por reivindicar los saberes tradicionales de nuestros pueblos, como resistencia en contra de la universalización cultural.

REFERENCIAS Entrevista realizada a: Franklin Tejedor

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Tertulia Cultural Un libro: El árbol brujo de la libertad: África en Colombia. Orígenes, transculturación, presencia, ensayo histórico mítico (2002) Manuel Zapata Olivella, hijo de Antonio María Zapata, profesor de derecho de la provincia de Cartagena y de Edelmira Olivella, mujer mestiza de origen español los cuales provenían de una familia ilustre, nació en Lorica (Córdoba), el 17 de marzo de 1920 y fallece en Bogotá el 19 de Noviembre de 2004. Reconocido antropólogo, investigador de la cultura afro y escritor de innumerables novelas y cuentos sobre la tradición de la cultura afroamericana, entre ellos “Changó el gran putas” y nuestro recomendado, “El árbol brujo de la libertad” publicado en el 2002 por la Universidad del Pacífico. El nombre de este libro hace alusión a un gran árbol proveniente de África, cuna de la humanidad, llamado baobab, el cual se relaciona con la ceiba y otros árboles que son utilizados como material en la construcción de los tambores, huella africana en América Latina. Es importante este libro por su descripción narrativa y científica del vestigio religioso y mítico africano, visibilizando el proceso de llegada del hombre negro y la sincretización con la cultura del indígena nativo y el hombre blanco en el nuevo mundo, donde también explica, desde el realismo mágico y el cuento, el concepto de la trietnicidad. Al mismo tiempo, cuenta la historia de la presencia del panteón de Ifa, orisha en Colombia, como fuerza en la gesta por la emancipación del pueblo afro; memoria y resistencia cultural de las luchas cimarronas desde África hasta América.

Una película: Manderlay Lars Von Trier, es un reconocido cineasta danés, que entre sus películas más destacadas están: Los idiotas, Dogville, Bailando en la oscuridad; entre otras. Manderlay, es la segunda película de la trilogía “Estados Unidos: tierra de oportunidades”; la primera fue Dogville y la tercera Washington. Lo curioso, es el hecho que Lars von trier nunca ha pisado suelo estadounidense y la razón de este ciclo de películas, puede estar, en el hecho de que sus padres eran comunistas y esto quizá hizo que él mirara, de una manera crítica, la sociedad del Tío Sam, demostrando así, que el sueño americano que muchas personas tienen, no es más que una idealización. Manderlay es una película danesa que fue estrenada en el 2005. Es un filme que mantiene entretenido al público durante 139 minutos. Algo para resaltar, es la teatralidad que se maneja, puesto que todo se da en un mismo espacio; un galpón que alberga la escenografía, el montaje, con puertas y paredes desmaterializados y con líneas guía en el suelo que evocan un plano

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arquitectónico, en el que los actores desarrollan la trama. Se utilizan solo los objetos necesarios para la ambientación; como buen representante del movimiento dogma 95. La película, se desarrolla en un sembradío de algodón, en el cual, aun habiéndose abolido la esclavitud, se da esta actividad. Grace, la protagonista de este filme, es una joven blanca, hija de un poderoso gánster; llega a Manderlay huyendo de Dogville y en ese momento presencia el castigo que los amos le hacen a su esclavo negro, por lo tanto, decide intervenir impulsada por su moral, pues ella vive en un idealismo de cómo deben ser las cosas y no como son en el contexto. Seguidamente, la ama muere, pero antes de morir le pide a Grace que queme el un libro, el cual toma significado en el transcurso de la película. Ella decide quedarse en Manderlay por un tiempo mientras todo vuelve a marchar bien, pero llega un momento en el cual los esclavos comienzan a ver a Grace como su nueva ama y ella intenta huir de esto, enseñándoles que ahora todo ha cambiado y no necesitan de nadie que maneje sus vidas o su manera de actuar; además de enseñarles un discurso de equidad y que no son como animales, no son propiedad de nadie, pero la esclavitud ya se había interiorizado en ellos. El filme, nos presenta otra forma interesante de aproximarse a la esclavitud, puesto que en ocasiones tenemos miedo al cambio, aunque seamos esclavos de un sistema y una lucha de poderes, o hábitos. En este largometraje Lars Von Trier, muestra una vez más una realidad, no solo de Estados Unidos sino, de nuestra historia, y por qué no, de nuestra personalidad. Karym Lorena Calle Londoño

Un lugar: San Basilio de Palenque Tierra de Benkos Biohó, de tradición, tierra de libertad. San Basilio de Palenque es un corregimiento del departamento de Bolivar, tierra de existencia ancestral, con dificultades de acceso en la actualidad, debido a que parte de su carretera no se encuentra pavimentada. Sin embargo, son su historia y tradiciones, lo que hace que el camino recorrido se haga corto, ante la inmensidad de la riqueza cultural del pueblo palenquero. En San Basilio de Palenque, caminamos sus calles, contemplamos su río, hoy le escuchamos y le recordamos. ¿Por qué hablamos de escucharle? Porque sus voces nunca han cesado, incluso cuando quisieron acallarte. Pues hoy prevalecen fortalecidas las tradiciones de su música, sus comidas, en la expresión de lo comunitario, en lo que es, y lo que permanece en la historia de su pueblo. Pero hablar de esta historia, de lo propio de un lugar como Palenque, es también hablar de la más bendita de todas, la voz de quien escribió La maldita vieja, obstinada y decidida, aquella que partió, pero se reencontró con quienes amaba; a aquellos que un día con su voz despidió en medio de los cantos fúnebres del lumbalú, pero que en esta ocasión, la acompañan a ella y a su familia: Dolores Salinas Cáceres, cantante de las Alegres ambulancias, falleció el pasado 11 de mayo de 2011, pero su voz estará como siempre ha estado la historia y las luchas palenqueras, arraigadas a la tierra, al tambor; más que nunca está hoy en el corazón del bullerengue; Dolores Salinas : voz de la tradición palenquera.

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Dolores representa lo ancestral, aquello que tiene sus raíces en la memoria vivida y trasmitida a las generaciones del pueblo palenquero, en las voces de quienes han contado su historia, que han caminado su propia vida y la de su gente; más allá de la imaginación, no con la pluma y el papel, sino al ritmo del tamborero, en los encuentros de la chalupa y el fandango, el baile, la sonrisa y la vuelta atrás a lo que fue; nos hace pensar en la importancia de construir un futuro sin olvidar lo que somos, de donde vinimos y para que vivimos. “Graciela apaga la luz”, le cantaba Dolores a su amiga y compañera. En esta ocasión es Graciela quien le canta y la acompaña en su último viaje terrenal; como el tambor fue el mensajero, una forma de comunicar, de anunciar en tiempos de persecución, hoy su función sigue siendo la misma, el tambor es el mensajero del reencuentro, junto con las voces de mujeres como ellas, quienes han narrado sus vivencias, y han hecho un reconocimiento al mundo entero de lo que es su cultura y tradición. La invitación es entonces a conocernos, así como Europa y el mundo entero conoce sus voces, seamos nosotros los primeros que reconozcamos como colombianos a nuestras cantaoras, mujeres benditas, las más alegres precursoras de lo que somos, de lo que San Basilio de Palenque representa, como expresión de la libertad y el valor de los saberes ancestrales; por lo que recorrer sus calles, conocer sus historias y escucharlas, se hace necesario para el reconocimiento de nuestra historia nacional, de esa riqueza y valentía de quienes hicieron de su identidad palenquera, la expresión visible de reconocimiento y libertad.

Una caricatura: Lo último que se pierde...

Caricatura: Michelle Vitale

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Etnoeducación: una deuda pendiente en Colombia Semillero: “Summe” Facultad de sociología. Universidad Santo Tomás

En la actualidad, el concepto de etnoeducación necesita ser difundido y debatido más allá del ámbito académico, pues la sociedad colombiana en general debe estructurarse y desarrollar sus procesos sociales, obedeciendo al interés de preservar las raíces culturales que nos constituyen como nación pluriétnica y multicultural. ¿Qué es la etnoeducación? Según Juan de Dios de Mosquera, “es la educación en los valores de la etnicidad nacional, teniendo en cuenta que nuestra identidad cultural es el sincretismo o mestizaje de tres grandes raíces” (1999,1). Hay que decir que los procesos de etnoeducación, también se proponen como objetivo, disminuir las desigualdades y el fenómeno de la exclusión. Ahora bien, ¿qué se está haciendo para llevar a feliz término dicho proceso? Desde la fundación de nuestra república, han estado las etnias afrodescendientes y aborígenes poblando nuestras tierras. Después de doscientos años de historia, en nuestras políticas caben postulados como los de reconocimiento

constitucional, participación y educación étnica especializada. Sin embargo, dichas políticas han sido insuficientes frente a las necesidades de las distintas poblaciones negras. ¿Acaso los afros, aborígenes y mestizos aparecimos en este año, década o siglo? La desigualdad y el racismo, son posturas que lamentablemente han caracterizado la mayoría de la sociedad colombiana. Lo que se propone en las políticas actuales, posee un carácter anacrónico, desfasado, tardío, pero son un inicio que tiene que legitimar nuestra sociedad, esté o no esté preparada para ello. Estos procesos sociopolíticos en Colombia son siempre postergados, como bien lo menciona William Ospina en la Franja Amarilla y tal dilatación es la que hace que se tenga una mirada algo desconfiada. La etnoeducación, proporciona a las comunidades más que un modelo, un propósito de inclusión e igualdad por el cual trabajan, como se evidencia claramente en San Basilio de Palenque, en donde la experiencia ha producido una población orgullosa de sus raíces, con un alto grado de identidad y

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autonomía, al punto de no permitir que la fuerza pública invada sus territorios, ellos mismos generan sus instituciones de control. Siendo así vale la pena preguntarnos, ¿de qué manera efectiva y concreta saldaremos esta deuda? ¿Dejaremos todo en manos del estado? ¡O lo haremos por nuestros propios medios!

Referencias Mosquera, J de D. (1999). La Etnoeducación y los estudios afrocolombianos en el sistema escolar. Bogotá: Docentes editores. Ospina, W. (1997). Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla. Bogotá: Norma.

Benkos Biohó

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VIAJE DE LOS SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN A cARTAGENA DE INDIAS Y SAN BASILIO DE PALENQUE

Centro Histórico, calle primera de Badillo.

Centro de convenciones.

Fredman Herazo, nuestro guía en Palenque.

Torre del reloj, acceso ciudad amurallada.

Vista nocturna desde el Camellón de los mártires.

Vivienda de San Basilio de Palenque.

Portal de los dulces, ciudad amurallada.

Casa esquina plaza Santo Domingo.

Casa de la cultura de San Basilio de Palenque.

Diciembre de 2010 Grupo de estudiantes y docente coordinadora de los Semilleros de Investigación, Sociología USTA.

Atardecer de Cartagena de Indias.

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Semillerando


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