Las grandes escuelas iniciáticas y la astrología

Por Mauricio Ríos – Mohan Giri Maharaj

Desde el comienzo de la humanidad existió una gran curiosidad sobre los fenómenos celestes, el sol que nos alumbra cada día, por cuál lugar salía, por dónde se ocultaba, la luna, cuáles eran sus ciclos desde el novilunio al plenilunio, Venus que alumbra al amanecer y al atardecer, Júpiter que es el planeta más brillante visible y sus tránsitos por la bóveda celeste, el cúmulo estelar que forma figuras en el cielo y cada civilización usó la geometría sagrada para darle nombre a cada una de estas hoy llamadas constelaciones, las estrellas más brillantes, las hoy llamadas Nakshatras.

Era natural sentir ese interés por lo que acontecía cuando en las noches levantábamos la mirada al firmamento y en el día sentíamos la influencia cósmica. Cuando la civilización avanzó, incluso en la edad de piedra, vemos los grandes monumentos en Inglaterra Stonehenge atribuido a los Druidas Celtas, en Colombia el templo del sol en Tunja de los Muiscas Chibchas, las piedras agustinianas en el Huila, el infiernito en Villa de Leyva, el templo del sol en Sogamoso y de la luna en Chía, la puerta del sol en Perú de los Incas, las Pirámides en México de los Mayas y Egipto de los Hermetistas, las cuevas y templos tallados en India dedicados a Surya o el dios del sol y a Chandra el dios de la luna, de los Jyotish Shastris y prácticamente a nivel mundial encontramos este tipo de monumentos dedicados a los temas astrológicos en Babilonia, Persia, Grecia, Roma, etc.

Alrededor de estos templos, esculturas y obras arquitectónicas existían congregaciones de sabios, que al lado de sus observaciones astronómicas les daban una explicación astrológica a todos estos fenómenos. De allí surgieron las, hoy conocidas, escuelas iniciáticas y de grandes misterios, que han venido acumulando conocimiento desde hace milenios.

Siempre han existidos los adeptos y maestros. Al principio la tradición era oral y cuando se inició la época histórica al lado de la escritura se formaron las Universidades y bibliotecas, lo que ha permitido tener una mayor claridad sobre los descubrimientos de cada escuela, cultura y civilización. De allí viene lo que sabemos sobre astrología o el efecto de lo que acontece en el cielo sobre los seres humanos y la astronomía que ha abierto el anhelo de conquistar el Universo.