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el deseo de expresión
Grabando en
Mezzotinta
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Manera negra (mezzotint o mezzo tinto) es un proceso de grabado calcográfico que permite obtener valores y diferentes niveles de grises y claroscuro raspando o aplastando las rebarbas de cobre.
L a M a n e r a n e g r a e s u n a t é c n i c a d e huecograbado, la etimología proviene del italiano Mezzo tinto que significa "semitono". Es un proceso de granular una placa de cobre con una herramienta llamada cuna que se balancea de un lado a otro, esta herramienta a v a n z a h a c i a a d e l a n t e y c a v a p u n t o s minúsculos, formando así diminutas púas de cobre llamadas rebarbas.
Esta superficie dará una amplia posibilidad de trabajar sobre la placa de cobre "graneada", raspando o cortando los extremos de las rebabas y puliendo o aplastando estos en los agujeros.
Las herramientas necesarias para granear mi placa de cobre son: la cuna "berceau" "No: 65, 85 y 100, con 60 pasajes o más en todas las d i r e cc i o n e s , l a s l í n e a s d e l a c u n a e s t á n marcadas con fuerza en el cobre. Se requieren varios giros pasando la cuna por toda la placa, c a p a t r a s c a p a , d u r a n t e e l p r o c e s o d e granulado, de manera multidireccionales en un dial 360º; también utilizo diferentes tamaños de ruletas, raspadores triangulares, bruñidores, a s í c o m o á g a t a s y p a p e l d e l i j a c o m o herramienta de pulido.
Elegí la técnica de la manera negra porque este proceso me da la oportunidad de trabajar el espacio pictórico en "claroscuro". ésta luz envolvente y misteriosa que proviene de un negro profundo; el deslizamiento de la luz se desarrolla en una gradación de semitonos continuados.
En el "claroscuro" la luz emerge lentamente de la oscuridad profunda, esta representación de la luz proviene de las sombras, como una iluminación nocturna, la luz pura apenas está presente, velada en tonalidades de gris oscuro, esta atmósfera nocturna le da al espacio una profundidad envolvente.
Deborah CHAPMAN
REVISTA DE GRABADO LA HUELLA
L'inattendu adviendra
Mezzotint - (C7) 610 x 450 cm - 2019
REVISTA DE GRABADO LA HUELLA
Secret révélés
Mezzotinta - burin 56X77cm / 2018
REVISTA DE GRABADO LA HUELLA
Graciela
BURATTI
Profesora Nacional de Bellas Artes en la Especialidad de Grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón”, Buenos Aires, Argentina. Cursó estudios de Heliograbado en 1998 con el Maestro Deli Sacilotto, en Graphicstudio, Institute for Research in Art, University of South Florida, U.S.A. y con el artista Lothar Ostenburg, en su Estudio de Brooklyn en 2012 y 2015. Participa en Salones, Bienales, Trienales de Arte Gráfico desde 1993 obteniendo varios Premios y Distinciones nacionales e internacionales. En los últimos 25 años se ha dedicado a la difusión de las técnicas fotográficas aplicadas al grabado menos tóxico. Es docente en los profesorados de artes visuales ESEA Rogelio Yrurtia e ISA Santa Ana de Buenos Aires en las materias de Grabado y Producción Proyectual.
EL FOTOGRABADO MENOS TÓXICO, UN RELATO PERSONAL.
Comprender en el proceso.
Las primeras líneas son de agradecimiento a Julio César Rodríguez Jaimes por la invitación a formar parte de las páginas de este número, celebro los años transcurridos y el crecimiento del Taller La Huella.
En esta oportunidad, no me centraré en recetas de grabado, quiero compartirles mi historia con el fotograbado. En los años noventa, una vez finalizados los estudios en la Escuela "Prilidiano Pueyrredón" de Buenos Aires, me sentí atraída por las técnicas fotográficas del siglo XIX. Contaba con algún acercamiento a la técnica de fotograbado por las clases de grabado con el maestro Juan Carlos Romero. La primera vez que vi un fotograbado: quedé bajo un sueño hipnótico preguntándome cómo sería el procedimiento. Eran años en los que era muy difícil acceder a la información, sin google, sin tutoriales, y en el marco de lo que han sido siempre las artes gráficas, un mundo de secretos y recetas protegidas por sus amos, sin embargo emprendí la tarea de investigación. En mis clases suelo comentar que en esos años probé todas las emulsiones fotosensibles que llegaron a mis manos, tóxicas y menos tóxicas. Mi interés radicaba en el traslado de las imágenes fotográficas al grabado, era una fuerza activa que me ponía en acción y por momentos escapaba toda lógica. ¿Por qué tanto empeño? ¿A dónde estaba dirigida esa búsqueda? Y la respuesta la comparto aquí: en principio fue encontrar una forma de expresar mi mirada sobre el mundo y la naturaleza, también fue la búsqueda de un trabajo disciplinado y propio de la técnica. Y algo todavía más inesperado, fue el hallazgo de mi vocación docente, la voz de las buenas noticias para compartir con compañeros y alumnos. El planteo sobre las antiguas prácticas del grabado abrió paso a la exploración de nuevos materiales, el avance tecnológico del siglo XX nos presentó variadas formas en los procedimientos. Una de las experiencias más enriquecedoras fue asistir en 1998 al curso de Heliograbado con Deli Sacilotto en Graphicstudio, Tampa. Deli, recuerdo, que me esperó en la puerta de Graphicstudio con la curiosidad del maestro que recibe a su aprendiz de tierras lejanas. Fueron días de aprendizaje, intercambio entre docentes asistentes al curso, registro de experiencias que dejaron huella en mi forma de trabajo. Otro evento significativo en Tampa, fue el acceso a la colección completa de "Camera work" con sus heliograbados originales, la reconocida publicación de Alfred Stieglitz entre 1903/1917 de exquisita impresión. De vuelta en Buenos Aires comprendí que el heliograbado era una técnica de difícil aplicación en mi país. La adquisición de suministros en el exterior era muy compleja, y los espacios de taller disponibles no se adecuaban para llevar a cabo el proceso. Atesoré esas planchas realizadas bajo la supervisión de Sacilotto disfrutando de la perfección técnica, así como del preciosismo en los valores de la imagen. Un nuevo desafío estaba presente, y era cómo llegar a esa amplitud tonal a partir del fotograbado con el film fotopolímero utilizando procedimientos menos tóxicos. La motivación en el trabajo estuvo impulsada por la búsqueda de la escala tonal perfecta para transferir mis imágenes. Por otro lado, fue un momento de trabajo con mayor conciencia en la salud, y en la adaptación de los procesos y materiales menos tóxicos. Mark Zaffron y Keith Howard fueron maestros de gran influencia en esas elecciones, la difusión de los cuidados en el taller, así como las medidas de seguridad las incorporé y difundí abiertamente. La naturaleza siempre estuvo presente en mi obra, el fuego, las espigas, las rocas, el mar. En el 2006 inicié la serie A la mar, mientras vivía en España, en la ciudad de Denia, esa ciudad portuaria entre Valencia y Alicante, la antigua Dianium romana, donde la naturaleza es la protagonista, almendros, cítricos, una flora marina de praderas con un alto valor ecológico. Durante esos años me vi conmovida por la luz, por el mar en permanente transformación, e hice mis primeros registros fotográficos con una cámara analógica y con mi primera cámara digital. Esas pequeñas instantáneas se transformaron en mini prints, estos mismos se multiplicaron, y aparecieron los murales contando historias de una mirada singular de la naturaleza. La serie se expandió y aparecieron obras en la tridimensional, en cerámica, en pequeños objetos gráficos y en libros de artista.
REVISTA DE GRABADO LA HUELLA