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Emigdia Repetto Jiménez, in memoriam

EMIGDIA REPETTO JIMÉNEZ, IN MEMORIAM

Antonio García Correa Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación Universidad de Murcia

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La Asociación Universitaria de Formación de Profesorado tiene la reconfortante y entrañable misión de rendir homenaje póstumo a una mujer destacada, sensible y de especial rigor científico como ha sido Emy Repetto.

Su pérdida tan rápida, nos ha conmovido profundamente, pero fue estupendo compartir parte de su vida, de su habilidad profesional y de sus valores éticos y humanos.

Quienes tuvimos el privilegio de conocerla, quererla, respetarla, admirarla y compartir días de trabajo, estamos seguros de que su existencia no ha terminado ni se ha extinguido con su inesperada muerte; es más, estamos seguros de que todo su trabajo en el campo de la Educación trascenderá y perdurará.

Su vida brinda oportunidades en momentos irrepetibles y posiblemente, muchos amigos, profesores… no hayamos tenido la oportunidad de agradecerle su labor, pero hoy no debemos perder esta posibilidad. En este momento y con este escrito, se hace necesario expresar a Emy unas palabras de agradecimiento y retribución por los años dedicados al estudio cotidiano que directamente redundó en beneficio de los formadores de profesores.No es lo que uno tiene lo que hace a la persona, sino lo que la persona hace por los demás.

Emy vivió la vida con entrega, integridad y convicción. En nuestro modo de pensar existe una trilogía muy bien conocida que dice que un hombre y una mujer deben considerar exitoso su paso por esta vida cuando ha escrito libros y artículos, creado y plantado ideas y tareas y engendrado familia. Emy supo escribir varios artículos y editoriales, poseyó habilidades sociales creativas y tuvo hijos y un esposo admirable. Vivirá en cada libro y artículos, en cada uno de sus hijos, familia y su existencia se verá prolongada.

Tenemos el honor con este escrito de rendir homenaje a quien en su vida fue nuestra colega, profesora y compañera y que en todos los años de su vida que

Antonio García Correa

la conocimos nos demostró que podíamos confiar en ella y en las situaciones difíciles contar con su ayuda desinteresada, natural y espontánea.

Por Emy, por los compañeros muertos y por todos los que notamos sus ausencias, mantengámonos siempre unidos y sigamos trabajando por la Educación y Formación del Profesorado.

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