El mapa ideológico (1) Si trazáramos un mapa ideológico de la política contemporánea, podríamos llamar centroizquierda al espacio que enfatiza la distribución de la renta en favor de los necesitados y que favorece su movilidad social, mientras que llamaríamos centroderecha al espacio que promueve las inversiones y sostiene el orden público, con ambos espacios funcionando dentro de la democracia porque el prefijo "centro" revela su recíproca vocación de tolerancia. A la izquierda de la centroizquierda y a la derecha de la centroderecha deberían figurar, para completar el mapa, tanto la izquierda como la derecha autoritarias. Sea en Europa Occidental y en América del Norte, sea en los países latinoamericanos avanzados como Brasil, Chile, Uruguay y Colombia, podría decirse que el desarrollo político consiste en la alternancia de la centroizquierda socialista y la centroderecha liberal en el poder según oscile, a través del tiempo, el humor de los ciudadanos. Ya se llamen "laboristas" y "conservadores" en Gran Bretaña o "demócratas" y "republicanos" en los Estados Unidos, ya reciban otros nombres equivalentes fuera del mundo anglosajón, éste es el mapa ideológico que prevalece en los países políticamente desarrollados. Entre 1853, cuando consagró la Constitución, y 1930, cuando la perdió, también la Argentina ocupó gradualmente esta crucial frontera. De 1853 a 1912 fue un régimen republicano pero minoritario hasta que, en este último año, la reforma electoral de la ley Sáenz Peña la introdujo en la aventura de las democracias desarrolladas. En ese entonces también se dibujó un bipartidismo en cuyo interior los radicales representaban a la centroizquierda y los conservadores representaban a la centroderecha, mientras el país continuaba su arrollador desarrollo económico. Con el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930, el desarrollo político de los argentinos empezó a involucionar. De un lado, porque a la derecha de la centroderecha surgió el autoritarismo militar. Del otro, porque la aparición de una izquierda autoritaria bajo el primer Perón, en 1945, descalabró el equilibrio institucional que había culminado en los años veinte bajo la presidencia moderada de Marcelo T. de Alvear. Habiendo perdido la concordia política en 1930, la Argentina se quedó, hasta hoy, sin el desarrollo político que la había caracterizado en sus mejores años. Esta regresión política fue acompañada por una regresión económica equivalente a un punto tal que, después de haber figurado entre las diez naciones con el mayor producto bruto por habitante del planeta por décadas, nuestro país ocupa hoy el lugar número ochenta y cinco en el concierto de las naciones, según el Informe 2010 del Banco Mundial. (1)
extractado del diario “La Nación” del 29-05-2011
El desarrollo polĂtico consiste en la alternancia de la centroizquierda socialista y la centroderecha liberal en el poder.