La patología a través del laboratorio (ebook)3

Page 1

18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

La isoforma mĂĄs prevalerte contiene cuatro residuos de ĂĄcido siĂĄlico, el resto lo

2

las isoformas que contiene menos de tres residuos de ĂĄcido siĂĄlico. Las isoformas asialotrasnferrina, mono-Tf y disialo-Tf se denominan con el ter-

3 4 5 6

s e

7

4.h.1 DetecciĂłn de perdidas de LCR

8

10

•

11 12 13

•

14 15

•

16 17 18

i c

a c

& &$' ! +

pacio subaracnoideo y la cavidad nasal o entre el espacio subaracnoideo y el oĂ­do medio o cavidad mastoidea.

i l b

Los pacientes con rinorrea pueden adquirir una infecciĂłn que, a travĂŠs de la fĂ­stula, se puede transmitir al espacio subaracnoideo dando lugar a graves meningitis recurrentes y/o encefalitis. & 0 &$'

+ indica una comunicaciĂłn entre el oido medio y el espacio subaracnoideo. El riesgo de padecer una otorrea de este tipo consiste en sufrir episodios de otitis

o i c

e d

u P

media seguidos de meningitis recurrentes con perdida de aduciĂłn.

19

1*

23

&$'

mĂĄticas en la cabeza y el resto por causas no traumĂĄticas como tumores, defectos congĂŠnitos o infecciones. 4 5 ! * !

i v

20 21

r e

22

24

n o

( !

) *

&$' puede escaparse del espacio subaracnoideo a travĂŠs de la nariz o del oĂ­do:

9

23

U

Entre las utilidades de las transferrina, una de ellas es la detecciĂłn de perdidas

&$'%

S

&$' E2-Tf o asialotransferrina, llamada ante + % 7 ) + &$' "

8 ) 9 nidasa presente en el cerebro. Esta enzima elimina el ĂĄcido siĂĄlico de la transferrina resultando la formaciĂłn de E2 ; % 801 801

A

C

! " #$ %


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

4.i Enzimas

2

< 9 "

&$' &#= $> %

" ? ? 0 %

3

A

C

4

4.i.1 Adenosina desaminasa

5

s e

) ? ) ? ! ciones del SNC. TambiĂŠn aumenta en el caso de mengitis bacterianas y en algunas meningitis virales en niĂąos.

7

n o

8 9

i c

Se considera como punto de corte para el diagnĂłstico de meningitis tuberculosa un valor > 7 U/L.

10

a c

11

4.i.2 Lactato deshidrogenasa (LDH)

12

14 15

•

16 17

•

18

•

19

u P

M 0 * " ? 0 * " +

) &#=%

e d

Para diferenciar la meningitis bacteriana de la virica. Se suele emplear un punto de corte de 40 U/L. < ) 0

0 " 0R ! )

) KV " 5

) ! %

o i c

i v

20 21

r e

Otros marcadores de interĂŠs

22

24

i l b

7

&$' + H3 IJ& K3 IJ& para neonatos. Tiene utilidad:

13

23

U

Posiblemente,la de mayor utilidad es la adenosina desaminasa (ADA),cuya acti-

6

S

Estos marcadores tienen interĂŠs para el diagnĂłstico de enfermedades del SNC 0 9 +

&$' suero. Algunos de estos marcadores de utilidad son la velocidad de sedimentaciĂłn globular, las interleukinas -1,-6, -8 y el factor de necrosis tisular y la neopterina.

802 802


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

Velocidad de sedimentaciĂłn globular

2

Es un marcador utilizado con frecuencia, como medida indirecta de las alteracio-

3

0

! 0? Z ? ? 0 % Se eleva mĂĄs lentamente que la proteĂ­na C reactiva y puede tardar semanas en volver alcanzar los valores normales.

4 5

U

( 9 ) Z 0 -

6

s e

) + %

7

n o

8

Factor de necrosis tumoral-D e interleukinas -1, -6 y -8

9

( * + Z 5 ! 5 + + % ( ) corta entre 90 y 180 minutos despuĂŠs de la acciĂłn del estĂ­mulo. Tienen utilidad sobre todo para el diagnĂłstico de la sepsis precoz.

i c

10 11 12 13

16 17 18

o i c

19

u P

e d

ProteĂ­na C reactiva (PCR)

i v

20 21

r e

22

24

i l b

Es liberada por los macrĂłfagos con la activaciĂłn de la inmunidad celular. AsĂ­ esta elevada en respuesta a infecciones por virus, protozoos y bacterias intracelulares. No se eleva en respuesta a infecciones por bacterias extracelulares. AsĂ­ su utilidad radica en la diferenciaciĂłn entre infecciones intracelulares y extracelulares.

15

23

a c

Neopterina

14

S

7 + ? 9

"+? % ( + )

5 -

) ! 5

) " 9 ciar meningitis bacteriana de meningitis vĂ­rica, especialmente en niĂąos, por su alto valor predictivo negativo, ya que un resultado negativo nos permite asegurar que no

? ! \\ ? %

803 803

C

A


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

( " ! 3 ]33 ?J& ?

2

consideran que no podemos descartar una meningitis bacteriana con un valor superior a 30 mg/L. 4 ? ? !

3 4 5

U

6

Procalcitonina

7

Es un propĂŠptido de la calcitonina, sintetizada por la cĂŠlula C del tiroides. En con 0? 0 3%] ?J % ( )

n o

8

" Z Z matoria no infecciosa sus niveles no aumentan. Sus niveles se correlacionan con la gravedad de la sepsis, alcanzado rĂĄpidamente niveles de 10 ng/ml o superiores. En

9

" 5

% 7 Z ? ) )

aumentan. Su concentraciĂłn no aumenta o aumenta discretamente cuando la infecciĂłn esta 0 ? 5 % Su utilidad principal es por su alto valor predictivo negativo, ya que valores inferiores a 0.5 ng/ml descartan la presencia de sepsĂ­s. Una respuesta adecuada al tratamiento antibiĂłtico produce un descenso rĂĄpido 0 % $ ) `3 " * h

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e •

22

24

o i c

e d

u P

la monitorizaciĂłn de enfermos crĂ­ticos. 7 ) " !

8 ) respuesta de sepsis. Presenta como inconvenientes:

19

23

s e

S

•

7 K " ) )

) procalcitonina, superiores a 10 ng/ml sin que tengan un proceso infeccioso. ( " ) de procalcitonina cercanos a 100 ng/ml.

804 804

A

C

) M$' 5 ]3 ?J&%


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

•

1

Su concentraciĂłn disminuye en suero cuando el tratamiento es adecuado, pero no indica erradicaciĂłn de la infecciĂłn, Ăşnicamente indica que la respuesta sĂŠptica parece estar bajo control.

2 3

InterpretaciĂłn

4

•

5 6

•

7 8

•

9

•

10 11

crĂłnicos, infecciones viricas e infecciones bacterianas localizadas. 0.5-2 ng/ml: infecciones vĂ­ricas e infecciones bacterianas localizadas. No es posible descartar la presencia de sepsis.

i c

iniciar tratamiento antibiĂłtico. > 10 ng/ml: sepsis severa o " { sĂŠptico muy probable, existe riesgo de desarrollar fallo multiorgĂĄnico. Iniciar tratamiento antibiĂłtico.

a c

i l b

Gc-Globulina y gelsolin

7 ? ? ! } ? ! ! 5 como proteĂ­na transportadora de vitamina D, es una proteĂ­na plasmĂĄtica multifuncional que pertenece a la superfamilia de proteĂ­nas transportadoras. Tiene las siguientes funciones:

14 15 16 17

•

18 19

21

r e

22

24

• • • • • •

e d

u P

ActĂşa como proteĂ­na transportadora de la vitamina D y de sus metabolitos plasmĂĄticos. ActĂşa como transportador de endotoxinas. ActĂşa como factor activador de macrĂłfagos.

o i c

i v

20

23

n o

2-10 ng/ml: infecciĂłn bacteriana sistĂŠmica (sepsis) muy probable. Se aconseja

12 13

s e

S

Eliminar la actina extracelular liberada por las cĂŠlulas necrĂłticas de la circulaciĂłn. EstĂĄ implicado en la modulaciĂłn de los macrĂłfagos. ~ " ! ? ? 0 % Estimula la actividad de los osteoclastos.

El gen de la Gc-Globulina estĂĄ localizado en el cromosoma 4, sublocalizada en las bandas 11 y 13 (4q11-q13). Este gen es expresado por una amplia variedad de tejidos y

805 805

C

U

Valores < 0.5 ng/mlw ) Z

A


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

* ) Z ! 0? % & + } } ! 5 -

2

) 5 " * % } } ! + H 2 " 0logos (dominio I y II) de 186 aminoacidos y un tercer dominio (dominio III) mĂĄs pe-

3 4 5 6

s e

7

cidos y los patrones de glicosilaciĂłn. Gc2 es mĂĄs frecuente entre los cacasianos y raro

n o

8

entre los Africanos, mientras que la Gc1f es al revĂŠs. Gelsolin es una proteĂ­na transportadora de de actina. Presenta formas citoplasmĂĄticas y secretadas. El mĂşsculo esquelĂŠtico es la principal fuente de gelsolin, aunque una proteĂ­na parecida a gelsolin es secretada por los macrĂłfagos. 7 5 R ! 9 0 ? ` % $ R 5 ! culaciĂłn sistĂŠmica monomeros de actina que se van a formar polimeros. En este momento actĂşa Gelsolin, que en presencia de Ca2+ , que se une a los polimeros de actina

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

17 18

actina.

o i c

19

e d

i v

20 21

r e

22

24

u P

‚ ƒ 9 0 " drolice la F-actina, liberando monĂłmeros de actina. La Gc-globulina se une a los monĂłmeros resultantes, liberando a gelsolin de la

16

23

U

El dominio transportador de vitamina D se encuentra en el Dominio I entre los residuos 35 y 49. Mientras que el dominio II y III se encarga del transporte de actina. 7R ` } } ! } ] } ] } *-

S

806 806

A

C

queĂąo de 86 aminoacidos.


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12

Figura 3. Sistema de eliminaciĂłn de la actina de la circulaciĂłn sistĂŠmica

13 14

16 17

e d

Utilidad clĂ­nica de Gc-Globulina ( " w

18

o i c

19

1. Traumatismo Existe una correlaciĂłn directa entre los nĂ­veles de Gc-globulina y supervivencia de

9 % # ) " )

-

i v

20 21

r e

22

24

u P

Valores normales: Gc-globulina: 200-600 mg/L Gelsolin: 151-621 mg/L

15

23

U

S

ciĂłn de Gc-globulina libre es mayor en los pacientes que sobreviven que en los que no sobreviven. 2. Fallo hepĂĄtico agudo Los niveles de Gc globulina al ingreso proporciona un pronostico sobre el curso % ( " +)

} ? ! "

807 807


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

K )

" * ? -

2

)

* ! 8

" * ? % 3. Sepsis Bajos nĂ­veles de Gc-globulina estĂĄn asociados con un peor pronĂłstico de supervi-

3 4 5 6

s e

7

5 ANĂ LISIS MICROBIOLĂ“GICO

8

i c

10 11 12

•

13 14

a c

i l b

Tinciones: Gram; permite observar meningococos, neumococos, = " , etc.

16

17

18 19

i v

21

r e

22

S

e d

$ ) w ? ? ? " & ˆ Saboureaud. M ! 0? w 'M' + % InmunolĂłgicas: utilizando medios de detecciĂłn de antĂ­genos bacterianos.

o i c

20

u P

0 ‡

" <

8 acridina, para la detecciĂłn de Mycobacterium tuberculosis. 0 " %

15

24

n o

7 * ! 0?

&$' !

estudio, permitiendo el diagnĂłstico y tratamiento adecuados de las infecciones del SNC. Las alteraciones en el recuento celular y los parĂĄmetros bioquĂ­micos permiten, en numerosos casos, una aproximaciĂłn diagnĂłstica, que debe completarse con:

9

23

U

ciĂłn precoz de niveles de Gc-globulina estĂĄ asociada con coagulaciĂłn intravascular diseminada.

M ! 0 M$' w 8 M$' para Herpes virus, para la detecciĂłn de tuberculosis.

Una de las principales infecciones del SNC es la meningitis.

808 808

A

C

vencia y un incremento de riesgo de desarrollar un fallo multiorgĂĄnico. Una disminu-


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

5.a Meningitis

2

&

! 5 ; R Z -

3

) &$'% & ?

&$' * ! " * ? al sistema nervioso central (SNC) de toxinas, bacterias y virus. Esta barrera puede da-

4 5

Z 0 ) 0

(<$%

6 7

•

8 9 10

•

11 12

• •

13 14

• • • • • •

16 17 18 19

21

i c

a c

1 ? )+ 5 w 9 ? + + ? ! * ! ? % 1 ? h ? w " ? %

i l b

Meningitis parasitaria: por parasitos.

u P

Neisseria meningitides.

e d

Streptococcus pneumoniae.

= " Z 9 !% Streptococcus agalactiae. Listeria monocytogenes.

o i c

Mycobacterium tuberculosis.

Entre los virus responsables de meningitis se encuentran:

r e •

22

24

n o

producido por una infecciĂłn bacteriana que afecta a las meninges y al lĂ­quido cefalorraquĂ­deo.

i v

20

S

• • • •

U

1 ? ! w Z ? )

Las bacterias mĂĄs frecuentemente productoras de meningitis son:

15

23

s e

7 5 ? ? Z 0 ? % Las meningitis infecciosas se pueden dividir segĂşn el agente causante:

M ) w ) ) " 4% Calicivirus . Togavirus: pestivirus, arturivirus, alfavirus. Flavivirus. Cornavirus.

809 809

C

A


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

4

• • • •

5

La frecuencia de las bacterias aisladas varĂ­a segĂşn la edad de los pacientes. AsĂ­:

1 2 3

• • • •

6 7 8 9

' ! ) w ) ) ) % Paramixovirus. ' ) %

Adultos: Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis.

11

• • • • • •

12 13 14 15 16

Ancianos: Streptococcus pneumoniae.

i c

La sangre. Los senos nasales.

a c

i l b

~ "

* %

u P

Traumatismos profundos en el crĂĄneo. FĂ­stulas congĂŠnitas. Intervenciones neuroquirĂşrgicas.

17

e d

5.a.1 Signos y sĂ­ntomas

18

o i c

Los sĂ­ntomas y signos que se presentan durante una meningitis son:

19

• • • • • • • •

i v

20 21

r e

22

24

n o

s e

S

Dolor de cabeza en la parte frontal. VĂłmitos. Malestar general. ApatĂ­a. Incapacidad para tolerar la luz. Somnolencia. Convulsiones. ' ? 9 % 810 810

C

U

' 5 w E.coli, Listeria monocytogenes y streptococcus agalactiae. NiĂąos menores de 15 aĂąos: = " Z 9 tipo b y Neisseria meningitidis.

La vĂ­a de entrada de bacterias causantes de meningitis bacteriana puede ser diversa:

10

23

A

Herpes virus.


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

5.a.2 DetecciĂłn de antĂ­genos capsulares en LCR

2

I " * )

? 0 ? ! -

3

teriana, lo constituye la detección de exoantígenos, especialmente por mÊtodos de ? 0 % ‹ 5 5 h " ! antibioterapia previa a la punción lumbar.

4 5

8

• • • • •

9 10 11 12 13

=% ~ Z 9 !w ?J % N. Meningitidis grupo b : 25 ng/ml. N.meningitidis grupos a y c : 50 ng/ml. S. Pneumoniae: 100 ng/ml.

n o

i c

a c

i l b

E.coli k1: 25 ng/ml.

En la actualidad el kit de anticuerpos con que contamos es capaz de detectar antĂ­genos de Neisseria tipo a, b, c, e.coli k1, Streptococcus pneumoniae y = "

14 15

u P

Z 9 tipo b. Algunas marcas incluyen la N. meningitidis w135. ! 5 " 0 +? &$'% 4 ? " ! 5 5 R con calor, particularmente en infecciones por =% Z 9 . InterpretaciĂłn de la prueba:

16 17 18 19

o i c

e d

i v

20 21

r e

22

24

s e

)

!

despuĂŠs de centrifugar, utilizar el sobrenadante. Los lĂ­mites de detecciĂłn en base a la sensibilidad del lĂĄtex son:

7

23

U

M ! !

+ ! + 23 Œ$ -

6

S

1. Una reacciĂłn positiva indica la presencia del antĂ­geno correspondiente. 2. Debido a la existencia de reacciones cruzadas, una reacciĂłn positiva en el lĂĄtex

N. meningitidis b/E. coli k1 en un reciĂŠn nacido o un prematuro, indica en la mayorĂ­a de los casos la presencia de E. coli k1, mientras que en un sujeto de mĂĄs edad, lo mĂĄs probable es que indique la presencia de N. meningitidis grupo b. 3. & 0 ! " ? 0 tos con 2 reactivos lĂĄtex Ăł mĂĄs.

811 811

C

A


18

LĂ­quido cefalorraquĂ­deo

1

4. En lĂ­quidos muy purulentos es posible que el calentamiento provoque l aglu-

2

tinaciĂłn de las proteinas, por lo que no se pudiera realizar el calentamiento previo.

3 4

Pruebas adicionales:

5

•

C

DeterminaciĂłn de endotoxinas:

7 8

•

9 10

s e

n o

M $ ' ) w Es Ăştil para diferenciar meningitis viral (negativa) de la meningitis bacteriana ( positiva ). La prueba se realiza igual que en sangre.

i c

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

Solo es Ăştil para detectar infecciones por bacilos gram-negativos, pero es " * !

! % I 9

?

bocytes lysate (lal). Sensibilidad de 0.003 ng/ml de endotoxinas.

6

A

S

812 812


18 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

4 1 }

# $ = ' ÂŽ } ! ÂŽ Â? " $% = ?" -

3 4

Balcells A. La clĂ­nica y el laboratorio. Masson-Salvat; 1997.

5

Â?

" ' ‘ " ’ 1< M { #% ’" "

$(‘ " " ? ! " " " ? “% 4 $ � " ]\\2� ` w] H%

6

s e

n o

8

FernĂĄndez FJ, CoperĂ­as JL, Cava F, Casas ML, Valverdde JF, Delgado-Iribarren A, et al. DeterminaciĂłn de la con-centraciĂłn de lactato en lĂ­quido cefalorraquĂ­deo: valor diagnĂłstico y pronĂłstico en meningitis bacteriana. Quim Clin 2005; 24: 448-53.

9

i c

10

a c

11

‘ 4 – — 0 $ Ž1% � + $ + % 4 ( 0? % Mayo; 1992.

i l b

12

14

}

# Â? " $% M ! viral infections. Intensive Care Med 2000; 26: S178-81.

15

Henry JB. DiagnĂłstico y Tratamiento clĂ­nicos. Masson-Salvat; 1993.

13

u P

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Mar-ban; 2005.

16

e d

Ž 9 1 1 9 ) > = 8{ ( ( ‘% M ) ) ! Z

)

" ? ! ? % ~ 33]Â? \w

17 18

o i c

209-12.

19

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 Â? ]\\V%

20

> #&% = % M 1 ~ % 1 } ˆ=

J~ Â?

i v

21

r e

LĂłpez AzorĂ­n F. AnĂĄlisis ClĂ­nicos. AcciĂłn Medica; 2004.

22

24

2001.

S

1 I } ˜ & ‘ } 41% } } ! w '

' ~ 8 % $ $" 33VÂ? w ] HK `

813 813

C

U

DĂ­az Portillo J, FernĂĄndez del Barrio T, Paredes Salido F. Aspectos bĂĄsicos de BioquĂ­mica ClĂ­nica. DĂ­az de Santos; 1997.

7

23

A

ˆ " % & ]\\`� `H]w ] 2%


18 1

˜ ! { ' 1 $ # { & ! 4 } !!

# 1

=% 4 ?

2

? " ˆ " ? ? % 7 Ž 7 33H� ]\w 109-16.

3

M 4Ž > &4% — + $ + % + *

0 % 1 Â? 33]%

4

Prat C, DomĂ­nguez J. Procalcitonina y Marcadores de in-fecciĂłn. Ed Cont Lab Clin

5

2004; 7: 38-43.

6

s e

U

' 8 } ‘ 9 ‹ " {

‡ ' 8 4 1 1% $ ) -

7

! Z ? ) ? ? ) ! ? % $ $" 2002; 48: 591-2.

n o

8 9

' +? 9 ( ? (% &+ $ + % 7 $ & ! $ 33VÂ? \wH\ V%

10

™ 4 { Ž #

?" Ž' & ? 1' ‹7 ™ 4} # � 9 1&% 4 Z ˆ ! Z % $ $" 33]� HKw V V3%

i c

a c

11

Â’ 14 ( 1}% $ ! " ! Z % $ $" ]\\ Â? H]w `H` V3

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

814 814

C

A


LĂ?QUIDOS BIOLĂ“GICOS: LĂ?QUIDO SINOVIAL, LĂ?QUIDO PLEURAL, LĂ?QUIDO PERICĂ RDICO Y LĂ?QUIDO ASCĂ?TICO

1

1 LĂ­quido sinovial

2

1.a Cavidad articular

3

1.b InterĂŠs clĂ­nico

4 5 6 7 8

1.c Patogenia 1.c.1 Artritis infecciosa 1.c.1.a Artritis infecciosa aguda 1.c.1.b Artritis infecciosa crĂłnica 1.c.1.c Factores de riesgo en la artritis infecciosa 1.c.1.d DiagnĂłstico

9

1.c.2 Artritis reumatoidea

10

1.c.3 Artrosis

11

1.d ObtenciĂłn del lĂ­quido sinovial

12

1.e AnĂĄlisis del lĂ­quido sinovial

13 14 15 16 17

1.e.1 Examen fĂ­sico 1.e.1.a Color 1.e.1.b Transparencia 1.e.1.c Viscosidad 1.e.1.d CoagulaciĂłn de la muestra ]% % ' 0

18

1.e.2.a HematĂ­es

19

1.e.2.b Leucocitos

20

1.e.3 Estudio bioquĂ­mico

21 22 23 24

1.e.3.a Glucosa 1.e.3.b ProteĂ­nas 1.e.3.c Complemento 1.e.3.d B2-microglobulina

19


19 1

1.e.4 AnĂĄlisis de cristales

2

1.e.4.a Cristales de urato monosĂłdico

3

]% %H%! $

* "

4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17

]% %H% $

" R 1.e.4.d Cristales de lĂ­pidos 1.e.4.e Cristales de ÂŤlĂ­pido lĂ­quidoÂť 1.e.4.f Cristales de oxalato cĂĄlcico 1.e.4.g Anticoagulantes y artefactos birrefringentes ]% %H%" $

1.e.5 Estudio microbiolĂłgico 2 LĂ­quidos serosos % $ 0 3 LĂ­quido pleural 3.a Causas frecuentes de derrame pleural 3.b AnĂĄlisis del lĂ­quido pleural 3.b.1 Examen macroscĂłpico 3.b.1.a Aspecto del lĂ­quido `%!% ' 0

`%!% % ' " +

18

`%!% %! '

19

3.b.2.c Porcentaje diferencial de leucocitos

20

3.b.3 Examen bioquĂ­mico

21

3.b.3.a Glucosa

22

3 b 3 b D-Amilasa

23 24

3.b.3.c pH


19 1

3.b.3.d Otras determinaciones

2

3.b.3.4.1 Adenosina deaminasa (ADA)

3

3.b.3.4.2 Marcadores tumorales

4 5 6 7

3.b.4 AnĂĄlisis microbiolĂłgico 4 LĂ­quido pericĂĄrdico 4.a ObtenciĂłn y procesamiento 4.b AnĂĄlisis del lĂ­quido pericĂĄrdico 4.b.1 Examen macroscĂłpico

8

4.b.1.a Aspecto del lĂ­quido

9

H%!% ' 0

10

H%!% % $ 0

" +

11

4.b.2.b DiferenciaciĂłn de leucocitos

12 13 14 15 16 17

4.b.3 AnĂĄlisis bioquĂ­mico 4.b.3.a Glucosa 4.b.3.b AlbĂşmina 4.b.3.c Adenosina desaminasa (ADA) 4.b.4 Estudio microbiolĂłgico 5 LĂ­quido peritoneal/ascĂ­tico 5.a PatogenĂ­a

18

5.b ObtenciĂłn y procesamiento

19

5.c AnĂĄlisis de lĂ­quido peritoneal

20

5.c.1 Estudio inicial

21

5.c.1.a Aspecto del lĂ­quido

22

% %]%! '

23 24

5.c.1.c Gradiente de albĂşmina


19 1

5.c.1.d ProteĂ­nas

2

5.c.1.e Glucosa

3

% %]% &* " ?

4 5 6 7

5.c.1.g Amilasa % %]%" $ ) 5.c.2 Estudio inicial 5.c.2.a Adenosina deaminasa (ADA) 5.c.2.b Lactato y pH

8

5.c.2.c Creatinina y urea

9

5.c.2.d LĂ­pidos

10

5.c.2.e Marcadores tumorales

11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

5.c.3 Estudio microbiolĂłgico 5.d DiagnĂłstico mediante el estudio de lĂ­quidos de dializado o de lavado peritoneal BIBLIOGRAFĂ?A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

1 LĂ?QUIDO SINOVIAL

2

7 *

+ ) " ! + -

3

! ? ? + sibles. Solamente son de utilidad diagnĂłstica el estudio de microbiolĂłgico y el anĂĄlisis de microcristales.

4 5

U

&

) ? 0 -

6

s e

matolĂłgicas e infecciosas que afectan a las articulaciones, ya que la alteraciĂłn del lĂ­quido sinovial indica la patologĂ­a de la membrana sinovial y del cartĂ­lago subyacente.

7

n o

8 9

1.a Cavidad articular

10

& 0 * 0 R " * ! 8 ? % 7 + ? "

"

) )

% 4 * es elĂĄstico, es capaz de absorber los golpes que sufre la articulaciĂłn sin que se afec " " * +? ? ] %

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

i c

S

Figura 1. Cavidad articular

819 819

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

La articulaciĂłn se cierra por una cĂĄpsula que en su interior, estĂĄ tapizada por una

2

5 ! ) % La membrana sinovial carece de membrana basal y no contiene cĂŠlulas epiteliales. La membrana sinovial recubre la articulaciĂłn, las vainas de los tendones y las bol-

3 4 5 6 7

n o

La membrana sinovial tiene dos tipos de sinoviocitos:

9

•

10

•

11 12

i c

Sinoviocitos tipo A, similares a macrĂłfagos, adaptados para fagocitosis y + * " 0 %

a c

Sinoviocitos tipo B, especializados para sĂ­ntesis de proteĂ­nas y enzimas.

i l b

La membrana sinovial produce un lĂ­quido viscoso que llena el espacio articular y que tiene como misiĂłn lubricar la articulaciĂłn y alimentar el cartĂ­lago articular que se llama lĂ­quido sinovial. La articulaciĂłn se mantiene en su sitio gracias a ligamentos,

13 14

u P

tendones y mĂşsculos que impiden la separaciĂłn de los dos extremos Ăłseos y permiten el movimiento sĂłlo en las direcciones correctas.

15 16

e d

7 + )

)5 ! )

8 * " 0 + ? ? por los sinovicitos tipo B de la membrana sinovial. El lĂ­quido sinovial es claro, transparente, de color amarillo pajizo (semejante a clara

17 18 19

o i c

i v

20 21

" ) ? ) % 7 * " 0

responsable de su viscosidad. Es un mucopolisacĂĄrido no sulfatado de ĂĄcido glucurĂłnico y N-acetil glucosamina, que estĂĄ en una concentraciĂłn de 0,3 g/dl. AdemĂĄs, el lĂ­quido sinovial contiene glucosa, iones y otras pequeĂąas molĂŠculas,

r e

22

24

s e

tado para el intercambio rĂĄpido de agua y solutos.

8

23

U

La membrana sinovial estĂĄ formada por entre una y tres capas de cĂŠlulas especializadas o sinoviocitos, no ligadas entre ellas y que se fusionan con un tejido conectivo subsinovial muy vascularizado, con capilares sanguĂ­neos y vasos linfĂĄticos, adap-

S

como ĂĄcido Ăşrico, en concentraciĂłn anĂĄloga al plasma sanguĂ­neo, mientras que la concentraciĂłn de proteĂ­nas e inmunoglobulinas es inferior a la plasmĂĄtica.

820 820

A

C

sas, tapizando la cavidad.


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

El lĂ­quido se reabsorbe a travĂŠs de los vasos linfĂĄticos. Sus funciones son:

2

• • •

3 4

& ! 0 % Proporcionar nutrientes al cartĂ­lago articular. Evacuar de la cavidad articular las partĂ­culas y detritus producidos por el rozamiento.

5 6

s e

1.b InterĂŠs clĂ­nico

7

U

El motivo principal para el anĂĄlisis del lĂ­quido sinovial es aportar informaciĂłn diag-

n o

8

11

nĂłstica en los procesos patolĂłgicos articulares. 7 *

&(

? Z 0

? 0? w Z Z 5 " *? ! ~ y aportar informaciĂłn diag-

12

0 !

+ %

9

i c

10

a c

13 14

Prueba

15 16

Trasparencia

17

Color

r e

22

24

S

Trasparente TraslĂşcido-opaco

Grupo III Grupo IV Infeccioso HemorrĂĄgico Opaco

Opaco

Amarillo verdoso

' 8 0

Alta

Alta

Disminuida

Disminuida

Disminuida

Leucocitos/mL

0-200

< 3.000

3.000-50.000

50.000200.000

< 10.000

<

< 25

< 25

> 50

> 75

< 50

Glucosa (diferencia

0-10

0-10

0-100

40-100

0-20

Negativo

Negativo

Negativo

Positivo

Negativo

c i v

21

Grupo II Infeccioso

Amarilloblanquecino

io

20

e d

Trasparente

u P Grupo I Mecanico

Amarillo

Viscosidad

19

Normal

Amarillo

18

23

i l b

Tabla 1. Trastornos analĂ­ticos en el lĂ­quido sinovial segĂşn el grupo patolĂłgico

Plasma-LS) Cultivo

821 821

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

Los trastornos de la membrana sinovial, la alteraciĂłn de los elementos de sos-

2

tĂŠn articular y la presencia de cuerpos extraĂąos pueden producir la acumulaciĂłn de grandes cantidades de lĂ­quido sinovial en las articulaciones.

3 4 5

U

6

Entre los factores mĂĄs frecuentes que afectan a la membrana sinovial se encuentra la artritis reumatoide, la artritis infecciosa y la gota. Los trastornos debidos a la

7

alteraciĂłn de los elementos de sostĂŠn articular reciben el nombre de trastornos ar-

8

ticulares mecĂĄnicos, siendo los mĂĄs frecuentes, la artrosis, las lesiones de menisco y de ligamentos.

s e

9

n o

i c

10

1.c.1 Artritis infecciosa

11

i l b

13 14 15

17

e d

! 8 ! " % 3. LiberaciĂłn en el tejido sinovial a travĂŠs del torrente sanguĂ­neo (bacteremia) a partir de un foco de infecciĂłn distante (piel, aparato respiratorio, urinario o gastrointestinal).

18 19

o i c

i v

20 21

1.c.1.a Artritis infecciosa aguda 7 9 * ) " ? + " ! 0 ) % 7 ! ? ? 0 ? 0cica por las diferentes caracterĂ­sticas clĂ­nicas y respuesta al tratamiento.

r e

22

24

u P

1. PenetraciĂłn directa (traumatismo, cirugĂ­a, mordedura, inyecciĂłn), 2. ExtensiĂłn al interior de la articulaciĂłn de una infecciĂłn adyacente (osteomieli-

16

23

a c

& 0 0 0 Z supone un intento para detener al microorganismo infectante pero que lesiona los tejidos articulares. Los agentes infecciosos alcanzan las articulaciones por:

12

S

822 822

A

C

1.c Patogenia


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

a. 4 ? 0 w < ? " ! * -

2

% ( ? llo uterino, recto, faringe) a las articulaciones pequeĂąas de manos, muĂąecas, codos, rodillas y tobillos.

3 4 5

U

7

( " H \ ? ? ? ) 7 ! M ? H3 ( %

8

Las infecciones por bacterias gramnegativas suelen afectar a personas jĂłvenes o

9

? ) ? ) renal, prĂłtesis articulares, lupus eritematoso, artritis reumatoidea, neoplasias malignas). El comienzo de la infecciĂłn suelen ser en el tracto urinario o en la piel. S. aureus y los estreptococos del grupo B son los microorganismos mĂĄs frecuen 5 % = " = " Z 9 Â? * ! V ) 0 " % La mayor parte de los casos de infecciĂłn articular por anaerobios son monoar

3 % & anaerobios suelen ser infecciones mixtas con bacterias aerobias o facultativas (5 a ]3 (% ( " 7 " " % & microorganismos anaerobios predominantes son Propionibacterium acnes, Peptostreptococcus magnus, Fusobacterium spp., Clostridium spp. y Bacteroides spp.

6

s e

n o

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

Los factores predisponentes para la infecciĂłn por anaerobios son el traumatismo penetrante, la artrocentesis, la cirugĂ­a reciente, las prĂłtesis articulares, la infecciĂłn contigua, la diabetes y las neoplasias malignas. & )

?

) ) Â?]\ ) " Â?

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

" $ ! 0 ) ) 0 ? ) % Algunas bacterias (S. aureus) pueden producir los factores de virulencia conoci "

9 % ˜ bacterianos, como la endotoxina (lipopolisacarido) de las bacterias gramnegativas,

823 823

A

C

b. Artritis no gonocĂłcica: la artritis no gonocĂłcica estĂĄ causada generalmente por


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

fragmentos de pared celular, exotoxinas de las grampositivas e inmunocomplejos for-

2

+? ! 0 Z % & ? 0 ? ? % & ? ! 0 -

3 4 5

U

a producir una lesiĂłn de la membrana sinovial, de los ligamentos y del cartĂ­lago de

0 % 4 +

! 5 causa de la lesiĂłn articular en la artritis bacteriana aguda.

6

s e

7

n o

8

15

1.c.1.b Artritis infecciosa crĂłnica & 0 * ! " ? ? bacterias poco virulentas, como por ejemplo Mycobacterium tuberculosis, Mycobacterium marinum, Mycobacterium kansasii, Candida spp., Coccidioides immitis, His $ Â? " ( " R " { 4 ?

? 4

Â?

% & 0 5 Z 8 5 ! ? ) ciones de las articulaciones protĂŠsicas que aparecen en el primer aĂąo tras la cirugĂ­a.

16

1.c.1.c Factores de riesgo en la artritis infecciosa

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

17 18 19

21

r e

22

24

e d

4 " % Anemia. Artritis reumatoidea. Artrocentesis o cirugĂ­a.

o i c

i v

20

23

• • • • • • • • • • •

u P

S

Diabetes.

Edad avanzada ( > 60 aĂąos ). Falcemia. = % Implante articular protĂŠsico. Infecciones cutĂĄneas. ~ )" %

824 824

A

C

ciendo la liberaciĂłn de enzimas lisosomales en el interior de la articulaciĂłn, que van


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

• • • •

1 2 3 4

~ % Lupus eritematoso sistĂŠmico. Neoplasias malignas. Tratamiento inmunosupresor ( corticoides ).

1.c.1.d DiagnĂłstico 7 ? 0

+ "

)

5 6

s e

U

en particular si el origen de la infecciĂłn es extraarticular, porque los sĂ­ntomas pueden simular otras formas de artritis. 7 ? 0 "

+

) -

7

n o

8

18

croorganismo a partir de un foco de infecciĂłn a distancia. El anĂĄlisis de sangre muestra una leucocitosis en la mitad de los casos aproximadamente y una elevaciĂłn de la VSG y la proteĂ­na C reactiva. El lĂ­quido sinovial de la articulaciĂłn afectada suele presentar un recuento de leucocitos superior a 20.000/ml (con frecuencia mĂĄs de 100.000/ml), con mĂĄs de un \

0 ? % La viscosidad y la concentraciĂłn de glucosa suelen estar disminuidas. La tinciĂłn ?

+ ) )

?

3 K laciones infectadas y distingue entre microorganismos gramnegativos y grampositi) % El cultivo del lĂ­quido sinovial debe realizarse en medio aerobio y anaerobio. El lĂ­quido sinovial maloliente o la presencia de aire en el interior de la articulaciĂłn de-

19

mostrada en las radiografĂ­as sugieren una infecciĂłn por anaerobios.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

1.c.2 Artritis reumatoidea

21

r e

22

24

u P

i v

20

23

o i c

e d

S

7 Z 0 5 ! etiologĂ­a desconocida, que se caracteriza por producir una sinovitis crĂłnica en dife ? ? 5 cional y que puede presentar compromisos extraarticulares con gran variedad de manifestaciones.

825 825

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

Las lesiones iniciales radican en la membrana sinovial (a veces en vainas tendino-

2

! 9 R 0 !

se va a producir el engrosamiento de la membrana sinovial. En la evoluciĂłn de la enfermedad las partes perifĂŠricas del tejido articular son

3 4 5 6

s e

7

1.c.3 Artrosis

8

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

1. & 0

+ ? % & 9

+ ? " " " * blanda perdiendo su elasticidad.

19

i v

20 21

r e

22

24

n o

La artrosis es una enfermedad producida por la alteraciĂłn del cartĂ­lago, lo que origina la apariciĂłn de dolor y en ocasiones la pĂŠrdida de su movimiento normal. La artrosis es la enfermedad reumĂĄtica mĂĄs frecuente. Afecta en mĂĄs o menos grado a todas las personas por encima de los 55 Ăł 60 aĂąos, 0

) sĂ­ntomas. La artrosis puede aparecer en cualquier articulaciĂłn del organismo pero generalmente afecta a las de los dedos de las manos, las del pulgar, las rodillas, las caderas, el primer dedo del pie y la columna cervical y lumbar. & Z en varias fases consecutivas:

9

23

U

" % & 0

+ ?

+ 0 0 * %

S

2. M

+ ? ?

? 8 R " directamente. 3. La membrana sinovial se engrosa y produce un lĂ­quido sinovial menos viscoso y * ! ! % ! 5

? + ? " Z ! ) %

826 826

A

C

sustituidas por el tejido de granulaciĂłn que se extiende al cartĂ­lago y destruye pos-


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

Los primeros cambios se producen sin que el paciente note ningĂşn sĂ­ntoma, ya

2

que el cartĂ­lago no tiene capacidad para producir dolor. En esta fase el cartĂ­lago todavĂ­a puede recuperarse y la enfermedad es potencialmente reversible. Cuando el cartĂ­lago desaparece totalmente la enfermedad es muy severa y el proceso es ya

3 4 5

Causas de la artrosis a. Envejecimiento. b. Herencia.

6 7

s e

c. Obesidad.

8

10

i c

a c

11

1.d ObtenciĂłn del lĂ­quido sinovial

12

14 15 16 17

e d

u P

? ? 8 5 " !

% ( " 0

R

8 ) ) ! ) + funciĂłn del grado de afectaciĂłn de la articulaciĂłn. Los principales problemas que se pueden producir por la artrocentesis, asĂ­ como

18 19

o i c

i v

20 21

las recomendaciones a tener en cuenta son:

r e •

22

24

i l b

El lĂ­quido sinovial es extraĂ­do de la articulaciĂłn afectada mediante su aspiraciĂłn en condiciones estĂŠriles o artrocentesis. Es recomendable que el paciente estĂŠ en V ] "

! 0 ? plasma y el lĂ­quido sinovial. Tras informar al paciente, se lava la zona de punciĂłn con jabĂłn y povidona yodada, y se anestesia localmente con inyecciĂłn subcutĂĄnea. Para la extracciĂłn se utiliza jeringa de plĂĄstico (para evitar contaminantes birre-

13

23

U

n o

d. Trastornos por sobrecarga. e. Lesiones locales. f. Exceso de uso.

9

S

•

' ? 0 5

proceso). ObstrucciĂłn de la aguja por fibrina o detritus (utilizar en estos casos una aguja mĂĄs gruesa o un trĂłcar).

827 827

A

C

irreversible.


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

•

1 2

•

3 4

AlteraciĂłn del recuento celular por sedimentaciĂłn in vivo de las cĂŠlulas, concentrĂĄndose mĂĄs en una zona de la articulaciĂłn (se puede dar masaje quido articular).

6

s e

en funciĂłn del volumen obtenido, debe distribuirse en los diferentes contenedores necesarios para su estudio:

8

• •

9 10 11 12 13

• •

14 15 16

n o

i c

Tubo estĂŠril para examen microbiolĂłgico. Tubo estĂŠril sin aditivos para estudio de cristales, puede utilizar un tubo con an ? ! ? I~ " 0 + ) % < 9 " litio, citrato u oxalatos debido a la formaciĂłn de artefactos birrefringentes, que interfieren el estudio de cristales.

a c

i l b

u P

! " 9 7# 4

% Tubo sin aditivo para el estudio bioquĂ­mico.

e d

En aquellos casos en que exista duda sobre la naturaleza del lĂ­quido obtenido, para

+ ! + ) w

17

•

18 19

•

o i c

La formaciĂłn de turbidez o formaciĂłn de coĂĄgulo al mezclar una parte de lĂ­ * 5 % La apariciĂłn de tinciĂłn metacromĂĄtica al verter unas gotas del lĂ­quido no reco-

i v

20 21

r e

22

S

? ! " !

9 3 %

La muestra debe ser transportada al laboratorio en la mayor brevedad posible. Si

R ) 2 Œ$

bolismo cĂŠlular, a excepciĂłn del tubo para cultivo microbiolĂłgico que debe transportarse a temperatura ambiente.

828 828

A

C

U

Debe realizarse con una jeringa con anticoagulante. Una vez recogida la muestra

7

24

se dude de que corresponda a lĂ­quido sinovial.

en la articulaciĂłn para intentar distribuir uniformemente el contenido del lĂ­-

5

23

Que resulte una punciĂłn ÂŤsecaÂť con muy escaso volumen de muestra o cuando


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

La muestra para el estudio bioquĂ­mico debe centrifugrase de inmediato para se-

2

! " 0 plemento, ya que debido a su labilidad puede reducir su concentraciĂłn en tan solo " %

3 4 5

atrocentesis.

6

s e

U

7

1.e AnĂĄlisis del lĂ­quido sinovial

8

1.e.1 Examen fĂ­sico

9

El lĂ­quido sinovial normal es incoloro o de color ligeramente amarillo, debido a la " + ! 9 0 " ? ! ! ! Â? ) ? % 7

* ! ? w

n o

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

S

e d

u P

Figura 2. Aspecto del lĂ­quido sinovial

1.e.1.a Color

El aspecto del lĂ­quido sinovial es transparente cuando se observa en un tubo de ) ! ! % M

* Z Z % 7 )

) 829 829

A

C

La observaciĂłn de los cristales debe realizarse en el menor tiempo posible tras la


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

marrĂłn, en funciĂłn del cromĂłgeno producido por el germen responsable y de las

2

cĂŠlulas liberadas en respuesta. Una coloraciĂłn pardo-rojiza serĂĄ indicativa de presencia de sangre en la muestra. Si se debe a una punciĂłn traumĂĄtica se obtendrĂĄ un sobrenadante transparente

3 4 5 6 7

pancreatitis, entre otras causas.

8

i c

1.e.1.b Transparencia El lĂ­quido transparente permite leer la letra impresa a su travĂŠs. Si es translĂş

9 ! ? que el opaco no permite ver a su travĂŠs. La turbidez estĂĄ en relaciĂłn con la concentra 0 + 0 !

‚ 9ƒ

0 ? 0 ) *? !

" + % ! 5 R ? de cartĂ­lago en casos de osteoartritis, o de metacrilato o metal procedentes de prĂłtesis articulares.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

1.e.1.c Viscosidad 7 * ! + 0 ! 8 % & ) Z 8

? 9 0

* " 0

18 19

o i c

i v

20 21

Z 0 " 0 % 7 + ) ) % & ) ! " cerse en el momento de la obtenciĂłn de la muestra o en su defecto a la llegada al

r e

22

24

s e

n o

El color amarillo verdoso es sugestivo de un proceso sĂŠptico.

9

23

U

" ! * ) 0 ? 0 % & 0

! + " *? se asocia con la presencia de fracturas subcondrales o necrosis grasa secundaria a

S

laboratorio. La viscosidad se puede medir cualitativamente, para ello dejamos caer libremente unas cuantas gotas del lĂ­quido:

830 830

A

C

5 ? 0 0 ! " -


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

• •

1 2 3 4

•

5

7 + ) H V ? % (

9 ` ) ! 8 Z 0

* " rĂłnico. Esta disminuido en artritis sĂŠptica, gotosa, reumatoidea o tuberculosa; o tambiĂŠn por diluciĂłn en casos de edema o de derrame postraumĂĄtico.

7

tosis sinovial.

n o

& ) 0 0 9 0

" ! )

0 *? ! ' 8 ? +-

8 9

i c

) ! * 5 ? 5 viendo si se forma un coĂĄgulo compacto ÂŤbuenoÂť, blando ÂŤregularÂť o fragmentado

10

a c

11

‚ ƒ * 0 + 0 5 " 0 % 7 R ) ) 0

i l b

12

correcto de la muestra, puede disminuirse mediante diluciĂłn con salino, ultrasoni 0 H33 I~ " J + ) ! `K Âœ$ durante 30 minutos.

13 14 15

17

e d

maĂąo de su molĂŠcula no atraviesa la membrana sinovial. Indica procesos patolĂłgicos con daĂąo de la membrana sinovial o contaminaciĂłn sanguĂ­nea. La coagulaciĂłn se evita aĂąadiendo al lĂ­quido extraĂ­do inmediatamente 50 UI de " 0 J &(%

18 19

o i c

i v

20 21

r e

1.e.2 Recuento y diferenciaciĂłn celular

22

24

u P

1.e.1.d CoagulaciĂłn de la muestra Se debe a presencia anormal de fibrinĂłgeno en el LS, pues debido al gran ta-

16

23

s e

S

# ! 9 ? ? " 0 R

rĂĄpidamente para evitar coĂĄgulos y acĂşmulos, y agitar muy bien la muestra. & !8 ! ) "

? sustancias birrefringentes, y los colorantes y diluyentes no deben contener ĂĄcido acĂŠtico.

831 831

C

U

6

I ) ! )

+ ) " con trastornos articulares mecĂĄnicos, en la amiloidosis y en la osteocondroma-

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

M " + 9 0 3 ` ] -

2

ciĂłn salina.

3 4

matĂ­es/leucocitos para diferenciar de punciĂłn traumĂĄtica.

6

s e

U

1.e.2.b Leucocitos El lĂ­quido sinovial normal contiene menos de 200/m1. Su nĂşmero aumenta en Z

8 * )

7

n o

8

? Z 0 w La mediciĂłn de la concentraciĂłn celular estĂĄ sometida a una gran variabilidad entre observadores. Debe ser realizado de inmediato debido a su elevada labilidad. M

9 * " 5 < ! ‘ " ' " Burker entre otras). En los casos de elevada celularidad, se debe diluir el líquido con 0? % (

+ " *? " +

* " 0 3 ` J& % < ! * 5 ?

* " 0 0 0

% < !

9 * " + ! ) 0 ! +

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

falseados. & 0 0

0

+ sinovial en diferentes grupos:

19

i v

20 21

r e

22

24

C

( ! " ! 0 " -

5

23

A

1.e.2.a HematĂ­es

S

1. LĂ­quido sinovial no patolĂłgicow " 3% R ]39 leucocitos/L. 2. Grupo I o : de 0.2 a 2 x 109

J&% 7 8

% 7 este grupo se incluye la artrosis, la artritis traumĂĄtica y la patologĂ­a articular neurĂłgena.

832 832


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

3. Grupo II o : de 2 a 5 x 109 leuco-

2

J&% 7 8 0 3 % 7 ? *

! *

toso sistĂŠmico.

3 4 5

J&% & 0

K3 % 7 ? -

6

yen la gota, pseudogota y la artritis reumatoide.

8

n o

4 0

? Z 0

9

i c

0 ! R * 0 w

10

•

11 12

•

13

a c

Artritis tuberculosa, brucelar, gonocĂłcica y por candidas que suelen cursar con concentraciones claramente inferiores a 50 x 109 leucocitos/L. Artritis cristalina, reumatoidea, psoriĂĄsica y la observada en la enfermedad de '

3 R ]39 leucocitos/L.

i l b

14

16

e d

7

+ ) ? " *? 0 0 leucocitos es baja y se asocia a traumatismos, fracturas, tumores y prĂłtesis y trastor ? 0 " % 7

+ ) " 0

17 18 19

o i c

w " ] 0 ? " V %

i v

20 21

7 Z

8 0

? Z 0 % 1*

23 0 ! ? % M ! ) leucocitos alterados, vacuolados, con inclusiones de gĂŠrmenes o cristales.

r e

22

24

u P

La concentraciĂłn de leucocitos no permite diferenciar entre la artritis bacteriana y la artritis reactiva, cuya etiologĂ­a mĂĄs frecuente son los antĂ­genos bacterianos.

15

23

s e

U

5. Grupo IV o lĂ­quido sinovial de origen sĂŠptico: de 50 a 100 x 109 leucocitos/L. $ 8 0 \3 %

7

S

& 5 '4 ? 0 mĂĄticas de color azul oscuro que contienen inmunoglobulinas G, M, complemento o factores reumatoides. Se observan en artritis reumatoidea -en elevada proporciĂłn, 833 833

A

C

4. Grupo III o : de 5 a 50 x 109


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

? ? 0 + ! ) +

2

Z % Un aumento en la proporciĂłn de linfocitos puede observarse en las etapas iniciales de la artritis reumatoide, enfermedades del tejido conectivo o en infecciones crĂłni-

3 4 5 6

s e

7

fonucleares, cuyo nĂşcleo se observa degenerado, picnĂłtico. Se observan en sĂ­ndrome de

n o

8

' 0 8 ) % & 0 * 0

! ) ! * * puĂŠs de realizar artrografĂ­as o de recibir radioterapia. Otras cĂŠlulas que pueden ser observadas menos frecuentemente son sinovio ? 0 0? 5

pueden confundirse con monocitos; cĂŠlulas LE, que estĂĄn presentes en lĂ­quido sinovial como consecuencia de su formaciĂłn en artritis lĂşpica y, mĂĄs rara vez, en artritis reumatoidea, cĂŠlulas malignas en metĂĄstasis tumoral; cĂŠlulas cartilaginosas multinu

Â? ? " " Â? pos lipĂ­dicos en traumas, artritis reumatoidea y necrosis, que muestran la cruz de

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

posterior interpretaciĂłn. La tinciĂłn de Papanicolau ofrece una buena preservaciĂłn de la morfologĂ­a, aunque en los exĂĄmenes rutinarios se suele preferir la tinciĂłn MayGrĂźndwald-Giemsa por su practicabilidad y amplia utilizaciĂłn en los laboratorios clĂ­nicos.

r e

22

24

e d

u P

Malta bajo luz polarizada y pueden causar falsas elevaciones en el recuento automĂĄtico de leucocitos. En lĂ­quidos con escasa celularidad, la concentraciĂłn de cĂŠlulas mediante citocentrifugaciĂłn permite la obtenciĂłn de extensiones de buena calidad para su tinciĂłn y

18

23

U

( ! ) ) Z 0 lupus o artritis reumatoide. & 5 ' ?

" ? -

S

834 834

A

C

cas. Pueden verse linfoblastos.


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

1.e.3 Estudio bioquĂ­mico

2

La elevada viscosidad del lĂ­quido sinovial puede ser un factor limitante para el es-

3

tudio de las magnitudes bioquĂ­micas de mayor interĂŠs. En determinadas ocasiones puede ser necesaria la digestiĂłn previa del lĂ­quido con " ) % ˜

4 5

s e

tenida en la punta de una espĂĄtula pequeĂąa por cada 3 mL de lĂ­quido, mezclando e incubando la muestra durante 15 minutos, centrifugando posteriormente para utilizar el sobrenadante para el estudio bioquĂ­mico y el sedimento para el anĂĄlisis de los

7

n o

8

microcristales. La mayorĂ­a de las magnitudes bioquĂ­micas estudiadas en el lĂ­quido sinovial son de escaso interĂŠs clĂ­nico.

9

i c

10

a c

11

1.e.3.a Glucosa La concentraciĂłn de glucosa en lĂ­quido sinovial alcanza su equilibrio con la plasmĂĄ V ] " *

ser 10 mg/dl inferior a la plasmĂĄtica. En esas condiciones se puede valorar la diferencia entre la glucosa sĂŠrica y la sinovial en mg/dl, encontrando que la disminuciĂłn de la glucosa sinovial:

i l b

12 13 14 15 16

•

17 18 19

•

21

r e

22

24

e d

u P

4 ! 5 Â? H3 Z Â? ! * ' %

o i c

& ? ) 3 Z

i v

20

23

U

+ )

" 9 9 -

6

S

como traumatismos, artropatĂ­as degenerativas,sinovitis vellonodular u osteoartritis neuropĂĄtica.

$ " ! + ) ?

+ V " 0 ? res y siempre debe contrastarse con el valor de la glucosa en sangre. Si el paciente no estĂĄ en ayunas, valores de glucosa inferiores a la mitad del valor en suero favorecen

835 835

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

el diagnĂłstico de artritis sĂŠptica. Disminuciones no tan marcadas suelen ser sugesti-

2

) Z 0 ? ) %

3 4

La concentraciĂłn normal en LS es de 1-3 g/dl, un tercio de los valores sĂŠricos.

5

Se debe principalmente a aporte de albĂşmina y proteĂ­nas de bajo peso molecu 0

2-macroglobulina, " ? ! ! 0? % % ( Z 0 Â? ` ?J alteraciĂłn de permeabilidad de la membrana sinovial con aumento de proteĂ­nas

6

s e

7

de alto peso molecular, o por sĂ­ntesis local de inmunoglobulinas. Sin embargo, la 0 + h Z infecciosos, debiendo recurrirse al recuento celular. ( " 5 0 ? + +

? 0 matoide o pacientes con lupus. 7 +

+ ) 0 Z 8

! ) 0 5 + % 4 + 0 + Z Z basa en la concentraciĂłn celular y no en la concentraciĂłn de proteĂ­nas.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

u P

1.e.3.c Complemento 7 0? 0

+ vial es muy baja.

18 19

o i c

i v

20 21

El complemento es un reactante de fase aguda por lo que se encuentra aumen Z 5 % En enfermedades como el lupus eritematoso sistĂŠmico, el complemento se encuentra disminuido en suero y lĂ­quido sinovial debido a su consumo, mientras que en

r e

22

24

e d

S

la artritis reumatoide y en la sinovitis viral sĂłlo se encuentra disminuido en el lĂ­quido sinovial. De manera prĂĄctica se considera que la concentraciĂłn del complemento en lĂ­ ) * ) `3

% ( 836 836

C

U

n o

8

23

A

1.e.3.b ProteĂ­nas


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

concentraciĂłn de complemento en suero estĂĄ muy disminuida se puede comparar

2

con la concentraciĂłn de proteĂ­na en el lĂ­quido sinovial.

3

5

1.e.3.d B2-microglobulina La concentraciĂłn de esta proteĂ­na debajo peso molecular estĂĄ considerablemente aumentada en el lĂ­quido sinovial de pacientes con artritis reumatoide pero no se al-

6

Z

4

s e

U

8

Z % La mediciĂłn de la concentraciĂłn de urato y la concentraciĂłn catalĂ­tica de enzimas

+ ) * " ! 0 + -

9

mente Ăştil.

7

n o

i c

10

a c

11

1.e.4 AnĂĄlisis de cristales

12

16

El estudio de la presencia de cristales en el lĂ­quido sinovial es de gran importancia. Este estudio junto al estudio microbiolĂłgico es imprescindible para el diagnĂłstico de la gran mayorĂ­a de procesos que afectan a las articulaciones y deben ser efectuados de forma rutinaria al recibir la muestra. (

*

? ) R

) " !

R H " 0 in vitro de los cris-

17

)

*

i l b

13 14 15

19

o i c

i v

20 21

corticoides puede provocar la apariciĂłn de cristales exĂłgenos. La formaciĂłn y solubilidad de los cristales se ven afectadas por cambios en la temperatura y el pH, lo que obliga a examinar el LS lo antes posible tras su recogida. # ! 9 !8 ) "

)

r e

22

24

u P

de los derrames. Estas afecciones se reĂşnen bajo la denominaciĂłn de artropatĂ­as por microcristales y pueden ser causadas por cristales de urato monosĂłdico, pirofosfato cĂĄlcico, " R + R * % & 0

18

23

e d

S

partĂ­culas birrefringentes. Es preciso utilizar un microscopio de luz polarizada que nos permita estudiar la birrefringencia y las propiedades Ăłpticas de los cristales. Es un microscopio 837 837

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

especialmente diseĂąado con platina graduada giratoria y Ăłptica especial de vidrio

2

! ! Z 8 % M R ?

diagnĂłstico clĂ­nico, puede utilizarse un microscopio estĂĄndar que permita observar 0 ?h > "

w

3 4

•

Polarizador Situado entre la fuente de luz y el compensador.

5 6

•

s e

U

Analizador Situado entre el objetivo y el ocular, insertado dentro del tubo del microscopio o

7

n o

8

dentro del ocular. Uno de los polarizadores debe poder girarse sobre su eje, de forma

9

que los planos de vibraciĂłn de la luz de ambos polarizadores puedan disponerse en paralelo o cruzados.

10

•

13 14 15 16 17

e d

u P

* " ! !8 h !

9 (Fagan, 1974). Para detectar la presencia de cristales, se observa la preparaciĂłn del LS en fresco, entre porta y cubre, primeramente con los polarizadores paralelos, iluminando bien

18 19

o i c

i v

20 21

la preparaciĂłn, despuĂŠs se gira el polarizador para producir extinciĂłn, oscureciendo el campo y destacan brillantes los objetos birrefringentes. Al localizar algĂşn cristal, cruzamos completamente el polarizador para que la extin 0 *R Â?

* ? H Âœ a los planos de los polarizadores, y entonces se ve el campo de color rosa-violĂĄceo, y se observa el color de los cristales segĂşn su orientaciĂłn respecto al componente lento del compensador.

r e

22

24

a c

i l b

12

23

i c

Compensador rojo de primer orden ( "

!

!jetivo y analizador. EstĂĄ fabricado con un cristal especial de yeso que tiene dos direcciones perpendiculares, una lenta y una rĂĄpida, de propagaciĂłn de la luz polarizada. Esto permite conocer esas direcciones en el cristal que estudiamos y, con ello, su signo de elongaciĂłn. La mayor calidad de observaciĂłn se obtiene con uno fabricado para el microscopio que utilicemos, aunque tambiĂŠn puede fabricarse uno artesanalmente con

11

S

838 838

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

La muestra puede ser observada directamente al microscopio poniendo una gota de lĂ­quido entre un porta un cubreobjetos, aunque la observaciĂłn del sedimento tras centrifugaciĂłn puede mejorar el rendimiento del estudio.

2 3 4

Tienen forma de agujas y bastones, de localizaciĂłn tĂ­picamente intracelular en los

5

7 8

n o

cristales.

10

i c

1.e.4.b Cristales de pirofosfato cĂĄlcico dihidratado Pueden presentar forma de bastones cortos, de paralelepĂ­pedo o de rombo, con una dĂŠbil birrefringencia con elongaciĂłn positiva. Cuando su eje longitudinal es paralelo al condensador son de color azul pĂĄlido, mientras que si su eje es perpendicular al del condensador, su color es dĂŠbilmente amarillo. En ocasiones estos cristales pueden no presentar birrefringencia. Frecuentemente se observan cristales de diferente morfologĂ­a en la misma preparaciĂłn, siendo mĂĄs fĂĄcilmente observables en la microscopĂ­a de campo claro. Son los responsables de los espisodios agudos de la artritis por condrocalcinosis.

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

e d

u P

1.e.4.c Cristales de hidroxiapatita Se requieren tĂŠcnicas de microscopĂ­a electrĂłnica para su detecciĂłn, excepto cuando se presentan en forma de microagregados esfĂŠricos, en cuyo caso se pueden ver con el microscopio de campo claro. Son de localizaciĂłn intra y extracelular y no presentan birrefringencia al ser observados bajo luz polarizada. Se observa en artropatĂ­as degenerativas.

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

s e

(

\3 ?

9

23

U

casos de crisis agudas. Se caracterizan por su fuerte birrefringencia con elongaciĂłn negativa, es decir, adquieren color amarillo cuando su eje longitudinal es paralelo al condensador y azul intenso si es perpendicular.

6

S

1.e.4.d Cristales de lĂ­pidos ( ! ? + 9 pueden ser observados en episodios de artritis aguda. Los cristales de colesterol

839 839

A

C

1.e.4.a Cristales de urato monosĂłdico


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

tienen forma cuadrangular o rectangular con muescas cortadas en ĂĄngulo recto en

2

alguna esquina. Son altamente birrefringentes y se encuentran en derrames de larga evoluciĂłn siendo indicativos de cronicidad.

3

1.e.4.e Cristales de ÂŤlĂ­pido lĂ­quidoÂť Son gotas constituidas por fosfolĂ­pidos y colesterol, birrefringentes, de ta-

5 6

s e

n o

8 9

i c

1.e.4.f Cristales de oxalato cĂĄlcico & " * + por su aspecto bipiramidal o en badajo de campana. ( " * !

dros agudos, subagudos o crĂłnicos.

10

a c

11

i l b

12 13 14

7# 4 R * " 9

&( ?

% ! 5

) 0 ! *? ! " ! ? 0

+ ? ! ? vestigaciĂłn de cristales.

16 17 18 19

o i c

e d

1.e.4.h Cristales de corticosteroides DespuĂŠs de inyectarse en la articulaciĂłn, cristalizan y permanecen durante % ( "

9? 0 5 ) % Pueden ser fagocitados por leucocitos e inducir ocasionalmente un proceso in-

i v

20 21

r e

22

24

u P

1.e.4.g Anticoagulantes y artefactos birrefringentes

15

23

U

maĂąo variable y elongaciĂłn positiva, lo que los diferencia de los acĂşmulos de urato de elongaciĂłn negativa. ( " Z 0 %

7

S

flamatorio transitorio. Debido a su variedad de forma, de tamaĂąo, intensidad de birrefringencia y signos de elongaciĂłn pueden ser confundidos con cristales de urato sĂłdico y de pirofosfato cĂĄlcico.

840 840

A

C

4


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

1.e.5 Estudio microbiolĂłgico

2

El diagnĂłstico de artritis infecciosa se realiza mediante la tinciĂłn de Gram y el cul-

3

tivo de lĂ­quido sinovial obtenido mediante artrocentesis. Aunque la sensibilidad de la tinciĂłn de Gram varĂ­a con la etiologĂ­a del proceso in )

K 0

3

4 5

s e

ser de gran ayuda para la instauraciĂłn del tratamiento empĂ­rico adecuado. 7 ) ) 9 0 ? ? ? " agar MacConekey) y medios lĂ­quidos (tioglicolato), tras la centrifugaciĂłn del mismo.

7

n o

8

! 5 " ) 8 0

agente causal. Hay que tener en cuenta que algunos microorganismos son especialmente exi? ) + ? ! 0 * ? Â?

R " clínica de estas etiologías es importante que se informe al laboratorio clínico. En el caso de las artritis tuberculosas debe realizarse un estudio de micobacterias * R 0 " ! 0 ‡ " Neelsen y un cultivo en medios sólidos o líquidos adecuados, siendo el mås conocido el medio de Lowestein-Jensen. Para aumentar la sensibilidad del cultivo es importante remitir un volumen de líquido adecuado (10 mlL). Cuando no se puede aislar el agente etiológico de la artritis bacteriana, a pesar de

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

"

? 0 ! *

? des bioquĂ­micas. & ?5 * ( " ( = " 9 < ? " ! } ? ) 7% M -

19

23

U

las restantes, puede orientar de forma rĂĄpida sobre el microorganismo responsable y

6

S

monas, Salmonella). M * w = " Z 9 Â? ] Â? ]V 3 ? Â? 3 ! 5 casos por bacilos Gram negativos, aunque en adultos con artritis reumatoide la +

% 841 841

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

7 0 } " !

K

2

?h ?5 % Una proporciĂłn importante de pacientes con enfermedad de Lyme causada por Â?

! ?

% 7 " +

3 4 5 6

s e

7

) % ( " 0 " ? ?5 ! -

n o

8

lizarse cultivos en medios especiales, mientras que en casos producidos por clami ) " 8 !

0 5 M$'%

9 10

i c

a c

11

2 LĂ?QUIDOS SEROSOS

12

14 15 16 17

e d

u P

rida al Ăłrgano y otra membrana parietal que limita la superficie externa de la cavidad corporal. Cada membrana estĂĄ formada por una delgada capa de tejido 8 ) ) * cĂŠlulas mesoteliales lisas.

18 19

o i c

i v

20 21

Entre ambas capas existe una pequeĂąa cantidad de lĂ­quido seroso (derivado del 0

! 0 0 " * 0 oncĂłtica del plasma y de la permeabilidad capilar, y es reabsorbido por los capilares

r e

22

24

i l b

Algunos de los Ăłrganos mĂĄs importantes del organismo estĂĄn protegidos en el interior de cavidades delimitadas por membranas cerradas a modo de sacos, conocidas como las membranas serosas del organismo, siendo las mĂĄs importantes la pleura, que rodea cada pulmĂłn, el pericardio alrededor del corazĂłn, y el peritoneo que tapiza la cavidad abdominal envolviendo el aparato digestivo. 7 ! * w ! ) " -

13

23

U

7 ! ! 9 * " ‡

" <

> % M 9 ) !

" 9 0 !

S

linfĂĄticos y vĂŠnulas de la capa visceral de forma continua. La funciĂłn de este lĂ­quido es permitir el movimiento de las dos membranas y proteger a los Ăłrganos de la fricciĂłn. Normalmente, cada pleura contiene menos de 10 842 842

A

C

muy sensible la detecciĂłn de su ADN mediante reacciĂłn en cadena de polimerasa.


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

ml de lĂ­quido; el pericardio, de 10 a 50 ml; y el peritoneo, unos 50 ml. Cuando la

2

producciĂłn de lĂ­quido excede su reabsorciĂłn, se produce una acumulaciĂłn patolĂłgica del mismo o derrame. $ 0? !

0 !-

3 4 5 6 7

n o

Las molĂŠculas proteicas plasmĂĄticas producen la presiĂłn osmĂłtica y contrarrestan

0 " *

+

Â? 0 osmĂłtica entre el plasma y el lĂ­quido intersticial es proporcional a la concentraciĂłn de proteĂ­na, fundamentalmente la albĂşmina. Los vasos linfĂĄticos tambiĂŠn desempeĂąan un papel importante en la absorciĂłn de agua, proteĂ­nas y otros solutos desde el espacio extravascular. ClĂĄsicamente, los lĂ­quidos serosos se diferencian en funciĂłn de su contenido pro R % 7 0 ciĂłn y para la selecciĂłn de magnitudes bioquĂ­micas cuyo estudio aportarĂĄ una mayor

? 0 %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

•

17 18 19

•

e d

u P

& + Z ? 0 factores sistĂŠmicos que afectan a la formaciĂłn o reabsorciĂłn del lĂ­quido (pre 0 " * 0 %

o i c

& R + Z 0 -

i v

20 21

r e

22

24

s e

"

) ?* %

8

23

U

el lĂ­quido se acumula cuando aumenta la permeabilidad capilar, cuando aumenta la 0 " * 0 0 !

8 * % & 0 " + -

S

mento de la permeabilidad capilar debido a alteraciones que implican direc )

(mesotelio, vasos linfĂĄticos y capilares).

La diferenciaciĂłn entre exudados y trasudados se basa en niveles arbitrarios de 0 + " + % 7 h " introducido la mediciĂłn de otras magnitudes ademĂĄs de la concentraciĂłn de proteĂ­na.

843 843

A

C

sorciĂłn del lĂ­quido seroso se produce un aumento excesivo del mismo; de este modo


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

El estudio de los lĂ­quidos biolĂłgicos serosos nos proporciona una importante infor-

2

0 ! ?+ 0 ? 8 ? % El estudio inicial de los lĂ­quidos serosos debe realizarse de forma inmediata, debido a las especiales caracterĂ­sticas de los lĂ­quidos.

3

5

2.a

6

s e

U

7

& R 0 ! ? 0 5

8

conllevan.

•

9 10

12 13

•

14 15 16 17

i l b

u P

& R ? Z ! que aumentan la permeabilidad capilar de la membrana parietal o por disminuciĂłn de la absorciĂłn linfĂĄtica. Se producen principalmente en infecciones y neoplasias.

e d

Esta diferenciaciĂłn es esencial en el diagnĂłstico de los derrames pleural y perito-

18

o i c

neal. Sin embargo, en los derrames pericĂĄrdicos no suele aplicarse debido a que suelen ser producidos por infecciones o lesiones de la membrana parietal que aumentan la permeabilidad capilar y son considerados exudados. 0 R " -

19

i v

20 21

r e

22

24

i c

a c

11

23

n o

En los trasudados, la membrana serosa no estĂĄ alterada, no existe un proceso Z ! ? 5 ) ? 0 " * 0 oncĂłtica plasmĂĄtica en los capilares de la membrana parietal. Pueden produ + " *

+ 0 " ! %

S

zado en funciĂłn de la densidad, aspecto y concentraciĂłn de proteĂ­nas totales en el lĂ­quido. AsĂ­, se consideraba un exudado cuando presentaba una densidad mayor de 1.020, su aspecto era turbio o purulento, pudiendo coagular espontĂĄneamente ! ! 0? 0 + rior a 3 g/dl.

844 844

A

C

4


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

M ! ! -

2

mes producidos por procesos neoplĂĄsicos que aparecen como trasudados y no R ) + ? )

tratamiento con diurĂŠticos puede producir un aumento de la concentraciĂłn de pro-

3 4 5 6 7

n o

Sin embargo, en el derrame peritoneal, se considera mĂĄs apropiado el cĂĄlculo del

9

i c

gradiente de albĂşmina suero-lĂ­quido ascĂ­tico para la diferenciaciĂłn diagnĂłstica. Una vez establecido que el derrame corresponde a un trasudado o a un exudado, " 9 *

R " 9 naciones (estudios microbiolĂłgicos y citolĂłgicos) para determinar las causas posi!

Z 0 %

10

a c

11

i l b

12 13 14

u P

Tabla 2. Diferencia entre trasudado y exudado

15 16 17

e d

Amarillenteo

Variable

CoĂĄgulo espontĂĄneo

No

Frecuente

Densidad

< 1.016

> 1.016

ProteĂ­nas g/dl

< 3.0

> 3.0

o i c

i v

20 21

r e

22

S

Exudado Amarillento

Color

19

Trasudado

Claro

Aspecto

18

24

s e

posteriormente en 1997 (Tabla 2).

8

23

U

M 8 " ) * ! + ! ? 0 * & ?" ]\K )

Criterios de Light: • Proteínas LP/suero < 0.5 • LDH UI/ml • LDL LP/suero

Â?3% 3

< 200 < 0.6

>200(2/3 VN suero) > 0.6

Albumina suero/LP g/dl

> 1.2

< 1.2

Leucocitos/ mm3 Tipo

< 1.000 Linfocitos

Â? ]%333 < 0

845 845

A

C

teĂ­nas que parezca tratarse de un exudado.


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

Tabla 2. Diferencia entre trasudado y exudado

2

Trasudado

3

Exudado

Glucosa

Niveles similiares al suero

Variable

Colesterol LP/suero

< 0.3

> 0.3

A

C

4 5 6 7

s e

3 LĂ?QUIDO PLEURAL

n o

U

8

7 0?

] ]3 & Z

9

considera patolĂłgico un volumen de lĂ­quido pleural que pueda ser detectado radio 0? % & * 0 congestiva. El lĂ­quido pleural es obtenido por punciĂłn del espacio pleural o toracocentesis, que puede tener un doble objetivo: diagnĂłstico, para diagnosticar la causa de un derrame, o terapĂŠutico, cuando se pretende aliviar la disnea que ocasiona el derrame.

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

Figura 3. Toracocentesis

846 846


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

La toracocentesis diagnĂłstica se realiza tras valorar radiolĂłgicamente la localiza-

2

ciĂłn y extensiĂłn del derrame, no debiendo realizarse si el espesor es inferior a un + R + ? ` % Se realiza punciĂłn intercostal con aguja intramuscular, de forma perpendicular

3 4 5

lo-nervioso subcostal. ( " ?

) w

6

• • •

7 8 9 10

•

11

n o

# 0 = ? ! 8 ? " 9

"

%

i c

Tinciones y cultivos microbiolĂłgicos en medios aerobios y anaerobios.

a c

i l b

13 14

u P

nitudes estudiadas. En circunstancias excepcionales es posible demorar el recuento

" H " ) H Œ$%

15

Para la mediciĂłn del pH, la muestra debe ser mantenida en condiciones anaerĂłbicas y llegar al laboratorio en la misma jeringa de extracciĂłn, preferentemente man H ÂŒ$ ! "

%

16 17 18 19

o i c

e d

3.a Causas frecuentes de derrame pleural

i v

20

&

" 0 R plasias (especialmente si es masivo), las infecciones (especialmente tuberculosis), la

21

r e

22

24

U

El estudio del lĂ­quido debe realizarse lo antes posible, siendo recomendable ana 9 " 5 ! 0 % M ?

Z ?-

12

23

s e

7 ! + ! " 9 % Estudio citolĂłgico (tubo con EDTA).

S

? ) ? ! 0 matismos (especialmente si existe fractura costal). De ellas la causa mĂĄs frecuente

+

? % 7

? 0

R ? Z torio y el trasudado simple de origen circulatorio. Los derrames pleurales a parte de 0 0

! % 847 847

A

C

al tĂłrax y tangencialmente al borde de la costilla para no lesionar el paquete vĂĄscu-


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

La causa mĂĄs frecuente de derrame pleural con aumento de densidad lobular es

2

la neumonĂ­a bacteriana con empiema asociado. La tuberculosis se asocia a derrame pleural casi siempre unilateral, y suele acompaĂąarse de signos radiolĂłgicos de tuberculosis pulmonar visible, indicando que la enfermedad estĂĄ activa.

3 4 5 6

s e

7

neumonĂ­a, pero puede ser tambiĂŠn secundario a cirugĂ­a torĂĄcica, toracocentesis, in-

n o

8

! ? * )+ " 0? % & ! 5 ! 0 M >

!

7 " " % 7 *

"0 dad pulmonar crĂłnica u otra enfermedad debilitante previa. & + 0 "

`V K % $ asociado con neumonĂ­a bacteriana, absceso pulmonar o bronquiectasia es un derrame paraneumĂłnico. ( +

0

" * % & ! h * % 7 "

9? 0 ?

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

absoluta de glucosa generalmente menor de 40 mg/dl debido al aumento en la tasa ? 0

! ? 0 ! % La incidencia de derrame pleural depende, en parte, del organismo causante de la neumonĂ­a. Los organismos que mĂĄs frecuentemente causan empiema son Strepto-

r e

22

24

e d

u P

) ) ? ! + + ! blemente predice un curso clĂ­nico menos favorable. El lĂ­quido pleural en esta segunda !

) 0 ! 9 +

0 entre glucosa del lĂ­quido pleural y el suero por debajo de 0.5 con una concentraciĂłn

18

23

U

abundante exudaciĂłn serosa llamada pleuresĂ­a con derrame. Se denomina empiema a la presencia de infecciĂłn en el espacio pleural, comprobada por pus, tinciĂłn de gram o cultivo positivo. Por lo general es secundaria a una

S

( " >

!

h

! Â? ? = " Z 9 Â? ! ?

h " ) 0 "

h ?5 !

848 848

A

C

7 ! "

0


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

0 ` ? R H]

2

8 ? 0 ! H %

3

3.b AnĂĄlisis del lĂ­quido pleural

4

El primer objetivo en el estudio de un lĂ­quido pleural es diferenciar entre trasudado y exudado. Los criterios bioquĂ­micos que permiten establecer la diferenciaciĂłn

5 6 7

•

8

•

9 10

•

11 12

•

13 14 15

$ 0 + &* " ? +

& ?" %

n o

i c

Cociente de la concentraciĂłn de bilirrubina y colesterol en lĂ­quido pleural y suero.

a c

Gradiente de albĂşmina (diferencia entre la concentraciĂłn de albĂşmina en suero y lĂ­quido pleural). ( " ! 5 0

+

trasudados contienen concentraciones inferiores a 60 mg/dl y los exudados concentraciones superiores.

i l b

u P

e d

cos. Si por el contrario es un exudado, se debe investigar su etiologĂ­a. Para ello se in) ? * ? ? w

+ ' " + leucocitos, porcentaje diferencial de leucocitos, concentraciĂłn de glucosa, actividad catalĂ­tica de D-amilasa y pH.

17 18 19

o i c

i v

20

3.b.1 Examen macroscĂłpico

21

r e

3.b.1.a Aspecto del lĂ­quido

22

24

U

Si el derrame pleural es un trasudado no son necesarios otros estudios bioquĂ­mi-

16

23

s e

entre exudado y trasudado son:

S

Es recomendable informar siempre sobre el color y turbidez de la muestra. Si el lĂ­quido es presencia de sangre es debida a la toracocentesis, el grado de coloraciĂłn durante la aspiraciĂłn no serĂĄ uniforme, observĂĄndose un aclaramiento progresivo durante la obtenciĂłn del lĂ­quido.

849 849

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

La turbuidez puede ser debida a un aumento de la concentraciĂłn celular o lĂ­pidica.

2

El examen del sobrenandante permite su diferenciaciĂłn. Al realizar la punciĂłn el clĂ­nico debe observar directamente las caracterĂ­sticas del lĂ­quido, ya que ello puede, en ocasiones, adelantar la respuesta, abrir otras alter-

3 4 5

•

6 7

•

8 9

•

10

s e

diato: un sobrenadante transparente indica un exudado, cuya turbidez se debe a una gran cantidad de cĂŠlulas o residuos, sugerentes de una infecciĂłn pleural. Un olor fecaloĂ­deo indica infecciĂłn anaerĂłbica del espacio pleural y, por lo tanto, un exudado que exigirĂĄ un tratamiento agresivo rĂĄpido.

n o

i c

&+ " * (figura 4): su origen puede deberse a mĂşltiples causas. Cuando ocurre una punciĂłn traumĂĄtica, unos pocos mililitros de sangre dan ese aspecto, aunque suele tener desigual distribuciĂłn conforme ? 0

+ *? " " ? % (

? ? 0? !

" crito en el lĂ­quido pleural:

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

Cuando el lĂ­quido extraido es francamente turbio, es Ăştil centrifugarlo de inme-

S

Figura 4. LĂ­quido pleural normal y hemĂĄtico

= Â? ] w ! ! traumatismo;

850 850

A

C

) ? 0 + w


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

= Â? 3

)

" ? w !

" 0 R * ?5 9 0 + " ? * ? + %

2 3

•

4

&+ !

" w # ! ? R

5

U

Si el sobrenadante es claro indica que la turbidez se debĂ­a a restos celula-

8

res o detritus (por ejemplo: derrames infecciosos) Si el sobrenadante continĂşa turbio, puede deberse a alto contenido en lĂ­pidos, y puede tratarse de un lĂ­quido quiloso o pseudoquiloso, debiendo dife-

9

renciar ambos tipos.

6 7

i l b

12

debida a un linfoma o carcinoma. En adultos suele originarse por neoplasias, mientras que en neonatos indican un defecto congĂŠnito del sistema linfĂĄtico.

13 14 15

16 17 18

i v

20 21

r e

u P

Derrame pseudoquiloso: no contiene quilomicrones ni predominio de linfocitos, se observa reacciĂłn celular mixta, pueden aparecer cristales de colesterol y la concentraciĂłn de triglicĂŠridos es < 50 mg/dl (< 0,56 mmol/l). En ellos se acumulan restos celulares y lĂ­pidos, principalmente complejos de

? !

? Z 0 como pleuritis reumatoide, tuberculosis o mixedema.

o i c

19

e d

3.b.2 Recuento y diferenciaciĂłn celular

22

24

i c

a c

11

23

n o

Derrame quiloso: contiene numerosos linfocitos y una alta concentraciĂłn de triglicĂŠridos (> 110 mg/dl; > 1,24 mmol/l), y al dejar la muestra en reposo se forma una capa superior cremosa por el alto contenido en quilomicrones. Se origina por la rotura del conducto torĂĄcico o por su obstrucciĂłn

10

s e

S

3.b.2.a Recuento de hematĂ­es ( 9 * " 5 " 0? tomĂĄtico en funciĂłn de la concentraciĂłn de eritrocitos y el lĂ­mite de detecciĂłn del instrumento.

851 851

A

C

sobrenadante:


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

(

+ " *? 0 ]33 R ]39 cĂŠ-

2

J& ! " % ( 3

" ? 5 ? 0 " 0 R% I + " *? ? presencia de una neoplasia, un traumatismo o una embolia pulmonar.

3

3.b.2.b Recuento de leucocitos ( ? 0 % & 0 ! 9 * " -

5 6

s e

7

n o

8

7 0 "

10x109 leucocitos/L.

9

i c

10

a c

11

3.b.2.c Debe realizarse cuando la concentraciĂłn es superior a 250 leucocitos/P mediante examen microscĂłpico de las extensiones celulares teĂąidas por los mĂŠtodos de May} ˆ } Â’ ?" % En lĂ­quidos con menos de 2000 eucocitos/Pl es Ăştil concentrar las cĂŠlulas antes de la tinciĂłn mediante centrifugaciĂłn a 28-30 g, decantaciĂłn del sobrenadante y posterior resuspensiĂłn del botĂłn celular o por citocentrifugaciĂłn. ( ! )

0 Z -

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

* " ! % Nos encontramos predominio de linfocitos en la tuberculosis, el quilotĂłrax, la ar

5 % & * 3 de linfocitos de tamaĂąo pequeĂąo sugiere, con gran probabilidad, que la etiologĂ­a sea,

r e

22

24

e d

u P

ciĂłn aguda como neumonĂ­a, pancreatitis, tromboembolismo pulmonar, absceso subfrĂŠnico y tuberculosis en fase inicial. M 8 ]3 0 gre en el espacio pleural; otras causas menos frecuentes son la asbestosis, las reac-

18

23

U

tocitomĂŠtrica. La mayorĂ­a de los trasudados tienen una concentraciĂłn inferior a 109 leucocitos/L, mientras que la mayorĂ­a de los exudados tienen una concentraciĂłn superior a 109 leucocitos/L.

S

neoplĂĄsica o tuberculosa. En el lĂ­quido pleural normal podemos encontrar cĂŠlulas mesoteliales desprendidas

+

% 7 852 852

A

C

4


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

tuberculosos, paraneumĂłnicos complicados y neoplĂĄsicos, no se observan o son muy

2

escasas. En algunos casos, sobre todo cuando se observan formando grupos o nidos, las cĂŠlulas mesoteliales reactivas pueden confundirse con cĂŠlulas neoplĂĄsicas y se requiere un estudio anatomopatolĂłgico para diferenciarlas.

3 4 5

U

el diagnĂłstico de mieloma mĂşltiple. Las cĂŠlulas neoplĂĄsicas se diferencian principalmente porque tienden a formar acĂşmulos tridimensionales, su nĂşcleo es mayor de lo normal en relaciĂłn al cito-

6 7

s e

plasma, tiene membrana irregular, cromatina desigualmente distribuida y varios

8

n o

nucleolos.

9 10

i c

3.b.3 Examen bioquĂ­mico

a c

11

3.b.3.a Glucosa La concentraciĂłn de glucosa en el lĂ­quido pleural es determinante en el diagnĂłstico diferencial de los derrames pleurales exudativos. I 0 ? \ ?J " ? logĂ­as: tuberculosis, neoplasia, artritis reumatoide o derrame paraneumĂłnico. Si la concentraciĂłn de glucosa fuese inferior a 39 mg/dl en un derrame paraneumĂłnico estarĂ­a indicada la toracotomĂ­a evacuadora. Otros autores consideran que

0 0 ?

) " diagnĂłstica de artritis reumatoide.

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

19

3.b.3.b D-Amilasa

20

La concentraciĂłn de D-amilasa mayor que el lĂ­mite superior del intervalo de referencia en suero sugiere enfermedad pancreĂĄtica, neoplasia o rotura esofĂĄgica.

i v

21

r e

22 23 24

3.b.3.c PH

S

La mediciĂłn del pH en el lĂ­quido pleural es de utilidad en el diagnĂłstico diferencial de exudados. El pH del lĂ­quido pleural de un individuo sano es de 7,64. Si el pH es < 7.2 es indicativo de alguna de las siguientes patologĂ­as: derrame paraneumĂłnico complicado,

853 853

A

C

& ! 5 *

+

"


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

*? !

" 0-

2

rax, acidosis sistĂŠmica, paragonimiasis, lupus eritematoso sistĂŠmico. En el caso de derrame paraneumĂłnico pH < 7.0 es indicaciĂłn de drenaje. En derra

)

= " !

= %

3

3.b.3.d Otras determinaciones Para completar el diagnĂłstico etiolĂłgico de los derrames pleurales, ademĂĄs de la

5 6

s e

U

tinciĂłn de Gram, cultivo microbiolĂłgico y estudio anatomopatolĂłgico, si procede, son de gran utilidad otras pruebas que pueden realizarse de forma diferida. Entre ellas se encuentran: la determinadiciĂłn de adenosina desaminasa (ADA), la concentraciĂłn

7

n o

8

? 5 0 * " 0

? el estudio inmunocitomĂŠtrico de linfocitos y el estudio de anticuerpos contra el nĂşcleo celular (ANA).

9

i c

10 11

a c

i l b

12

3.b.3.4.1 Adenosina deaminasa (ADA)

13

Su determinaciĂłn tiene interĂŠs en los derrames con predominio de infocitos en

" ? ! % & 9 activados. En derrames tuberculosos se encuentran actividades mayores de 40 U/L. Se pueden encontrar niveles elevados en linfoma, pleuritis reumatoide o neoplasia. En em ! 0 4#4

) 0 de la isoenzima 1.

14 15 16 17 18 19

3.b.3.4.2 Marcadores tumorales El antĂ­geno carcinoembrionario (CEA) es uno de los mĂĄs utilizados en el diagnĂłstico de las pleuritis neoplĂĄsicas, aunque su sensibilidad diagnĂłstica oscila alre

3

?

%

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

3.b.4 AnĂĄlisis microbiolĂłgico Los derrames paraneumĂłnicos suelen ser producidos por bacilos Gram negati-

) ( " o por gĂŠrmenes anaerobios.

854 854

A

C

4


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

Su detecciĂłn exige realizar tinciĂłn de Gram y cultivos en medios aerobios y anae-

2

! 8 ! 0 Z 8 " ) % Para demostrar Mycobacterium tuberculosis en lĂ­quidos con linfocitos o en pro-

3 4 5

U

" <

> )

! % ( ! ) !

% ! 5 actividad enzimĂĄtica ADA o detectarse ADN de M. tuberculosis mediante reacciĂłn en

6 7

s e

cadena de polimerasa.

8

n o

9

i c

10

4 LĂ?QUIDO PERICĂ RDICO

11

El pericardio envuelve el corazĂłn y los primeros centĂ­metros de los grandes vasos en un saco pericĂĄrdico, que contiene normalmente cerca de 50 ml de lĂ­quido pericĂĄrdico claro y cristalino. El derrame o acumulaciĂłn de lĂ­quido pericĂĄrdico se produce debido a procesos infecciosos (pericarditis) o secundario a enfermedades sistĂŠmicas de origen neoplĂĄ !0 " *? * % El aumento de lĂ­quido produce sĂ­ntomas segĂşn el volumen y la rapidez con que se produce. AsĂ­, la rĂĄpida acumulaciĂłn de 200 ml puede producir un taponamiento cardĂ­aco, mientras que la acumulaciĂłn lenta y gradual de 1.000 ml o mĂĄs puede ser asintomĂĄtica. 7 + ? ) " *

a c

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

20 21

24

puede ser necesario realizar una pericardiocentesis de urgencia. TambiĂŠn son remitidos para su estudio los grandes derrames (> 350 ml) o aquĂŠllos de causa desconocida. La mayor parte de las infecciones del pericardio son causadas por virus. Sin embargo, las infecciones bacterianas son una causa importante de pericarditis. Los orga-

r e

22 23

o i c

e d

u P

S

* ? ) Z 9 % La pericarditis suele producirse por una infecciĂłn bacteriana, que suele afectar ! " ! 3 3 ? 5 ?h 855 855

A

C

!

0 9 0 * " ‡ -


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

infecciĂłn respiratoria. TambiĂŠn se produce despuĂŠs de infecciones de la piel o infec-

2

ciones orales que producen bacteremia, o despuĂŠs de una cirugĂ­a de corazĂłn.

3

4.a ObtenciĂłn y procesamiento

4

La obtenciĂłn del espĂŠcimen para su estudio se realiza por pericardiocentesis con 0

+ 8 ? " 9 0 -

5 6

s e

! " )

+

7

) ? %

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

Figura 5. Pericardiocentesis

i v

21

cardial, auxiliĂĄndose con un ecocardiograma para ayudar a posicionar la aguja y controlar el procedimiento de drenaje. Se coloca al paciente semiincoporado unos 45Âş y en decĂşbito, con previo aviso al equipo de cirugĂ­a cardĂ­aca por si surgen complicaciones, se esteriliza la zona de

r e

22

24

e d

u P

La pericardiocentesis se realiza entonces introduciendo una aguja en la bolsa peri-

20

23

U

S

punciĂłn debajo del esternĂłn en el ĂĄngulo formado en el reborde costal izquierdo y el apĂŠndice xifoides, a 1 cm de ĂŠste, se anestesia y, con el catĂŠter preparado con una jeringa y montando un electrodo epicĂĄrdico a la base metĂĄlica de la aguja

856 856

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

? * ? ? 8 "

2

! * 0 " ! " ) 9 " ! + % La punciĂłn del miocardio se detecta por una elevaciĂłn del segmento ST del elec-

3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

quita la aguja y se reemplaza por un catĂŠter. El lĂ­quido se evacua por el catĂŠter a un recipiente.

S

e d

u P

Figura 6. ElevaciĂłn del electrocardiograma en la pericardiocenteis

Se extrae la mayor cantidad de lĂ­quido posible para estudio bioquĂ­mico, citolĂłgico

y microbiolĂłgico. ' ? w

• •

'

% Pneumopericarditis (entrada de aire en la bolsa pericardial ).

857 857

A

C

? ? V % I ) 9 " 9 !


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

• • • •

1 2 3 4 5

Infarto del miocardio. Arritmia. InfecciĂłn.

A

PerforaciĂłn del pulmĂłn.

C

4.b AnĂĄlisis del lĂ­quido pericĂĄrdico

6

s e

U

7

El aumento de lĂ­quido en la cavidad pericĂĄrdica puede estar provocado por proce Z * " *? % & 0

8

exudados aporta informaciĂłn Ăştil en el estudio de los derrames pericĂĄrdicos, ya que

9

la mayorĂ­a de estos derrames que presentan importancia clĂ­nica son exudados. & 9 0 & ?" 0 ? 0

\H !

\2

K % AdemĂĄs de estos criterios, el estudio del lĂ­quido pericĂĄrdico debe incluir:

n o

i c

10

a c

11 12

i l b

13 14

4.b.1 Examen macroscĂłpico

15

4.b.1.a Aspecto del lĂ­quido

16

El lĂ­quido pericĂĄrdico es transparente y de color amarillo claro. I " *? ? ? ?+ w " *? idiopĂĄtica, sĂ­ndrome de Dressler, sĂ­ndrome postpericardiectomĂ­a, pericarditis tuber-

17 18

culosa, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistĂŠmico, carcinoma metastĂĄsico, pericarditis bacteriana, pericarditis urĂŠmica y rotura de aneurisma. (

+ " * ! " *? "

19

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

o de la aorta tras un traumatismo o un aneurisma, o bien si es sangre ventricular !

90 % M

!

" de la muestra o los valores del pH y gases en la muestra en relaciĂłn a los de sangre perifĂŠrica. 7 " *?

" = ˜2 son menores, y el pCO2,

? + % 7 ?

90

"

858 858


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

" )

* !

2

sangre perifĂŠrica del paciente. ! 5

" *?

? que la muestra sanguĂ­nea sĂ­ puede coagularse.

3 4 5 6

s e

7

quiloso o pseudoquiloso, realizando las mismas determinaciones indicadas en el es-

n o

8

tudio del lĂ­quido pleural. El quilopericardio se asocia a quilotĂłrax u obstrucciĂłn del conducto linfĂĄtico torĂĄcico por neoplasia o traumatismo. La pericarditis pseudoquilosa o por colesterol se observa en derrames crĂłnicos de origen tuberculoso, reumĂĄtico o en mixedema.

9

i c

10 11

4.b.2 Recuento y diferenciaciĂłn celular

13

4.b.2.a ConcentraciĂłn de leucocitos y hematĂ­es

14

u P

Su mediciĂłn de realiza de forma anĂĄloga a la descrita para el lĂ­quido pleural. Si el lĂ­quido contiene mĂĄs de 10 x 109 leucocitos/L se asocia a pericarditis bacteriana, tu-

15 16

e d

! ! 5 "

bajas en estas enfermedades. 4

" ) !

? 0

?

0

" +

una utilidad mĂĄs limitada. En recuento superior a 1.000 leucocitos/mL sugiere el

17 18 19

o i c

i v

20

? 0 " ! 5 ? ciosas o neoplĂĄsicas recuentos leucocitarios superiores a 10.000/ mL, pero en oca " .

21

r e

22

24

a c

i l b

12

23

U

0 % 4 9

+ ! 5 " *? % 7

" !

S

4.b.2.b DiferenciaciĂłn de leucocitos

Debe realizarse cuando la concentraciĂłn sea superior a 0,25 x 109 leucocitos/L. El

0 " ?+

859 859

A

C

En pericarditis purulenta, el lĂ­quido puede ser tĂ­picamente turbio, con abundan-


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

bacteriana. En procesos neoplĂĄsicos, como carcinoma metastĂĄsico de pulmĂłn o de

2

mama, pueden encontrarse cĂŠlulas malignas en el lĂ­quido pericĂĄrdico.

3

4.b.3 AnĂĄlisis bioquĂ­mico

4

4.b.3.a Glucosa La concentraciĂłn de glucosa inferior a 2,2 mmol/L suele asociarse a pericarditis bacteriana, tuberculosa, artritis reumatoide y neoplasia.

5 6

s e

7

U

4.b.3.b AlbĂşmina El gradiente de la concentraciĂłn de albĂşmina entre el lĂ­quido pericardico y el suero

] ?J&

? 0 R ? 0

\3 !

\3

2\ %

n o

8 9 10

4.b.3.c Adenosina desaminasa (ADA)

12

i c

a c

11

i l b

& ) H3 IJ " *metro Ăştil en diferenciar pericarditis de origen tuberculoso.

13 14

u P

15

4.b.4 Estudio microbiolĂłgico

16

Es importante en el diagnĂłstico de las pericarditis purulentas de origen bacteriano o tuberculoso.

17 18

5 LĂ­quido peritoneal/ascĂ­tico

19

i v

M

!

?

20 21

24

el tĂłrax y las extremidades inferiores. Existen dos grandes compartimentos en el abdomen, uno de ellos es la cavidad abdominal, que estĂĄ revestida por una membrana

? K *

%

r e

22 23

o i c

e d

S

• •

7 ) !

0 ?

"+? y el bazo. En el espacio retroperitoneal se encuentran el pĂĄncreas, los riĂąones y urĂŠteres.

860 860

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

En la cavidad abdominal el peritoneo produce normalmente lĂ­quido peritoneal en

2

cantidades relativamente pequeĂąas. 7 + 0

" ) toneal. La acumulaciĂłn patolĂłgica de lĂ­quido en la cavidad peritoneal se conoce como

3 4 5 6

s e

7

las de pequeĂąo masa molar, pero contiene menor concentraciĂłn de proteĂ­nas y de

n o

8

molĂŠculas unidas a proteĂ­na. La concentraciĂłn de proteĂ­na en lĂ­quido peritoneal de

? " 0 0 + 5

0 + + ) %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

0 " + 0 tomĂĄticas, y es un signo de mal pronĂłstico. 7 0

5 -

S

Figura 7. Peritoneo

861 861

A

C

ascitis, y el lĂ­quido tambiĂŠn se denomina lĂ­quido ascĂ­tico. Se desarrolla mĂĄs frecuen-


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

5.a PatogenĂ­a

2

& ? 0 " *

3

" 0 0 0 0 " * + ? ) " ! 5 % Se origina como consecuencia de un exudado en las alteraciones del peritoneo,

4 5

s e

sias, obstrucciĂłn intestinal o en mixedema. ( ! ? 0 ?+ 9 pleurales no diferencia adecuadamente los procesos clĂ­nicos que producen ascitis.

7

n o

8

( " ! ) 0 +

+ + & ?" R "

w 0 Â? + 0 ! 8 ? " ! ? ) * % Entre estos nuevos parĂĄmetros destaca el gradiente de albĂşmina suero-lĂ­quido ascĂ­tico, 0 !h 5 ciĂłn de la albĂşmina del lĂ­quido ascĂ­tico, que se correlaciona directamente con la pre 0 " * 0

? 0 ascitis:

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

•

17 18

•

19

4 !h 5 4 !h &4 ] ] ?J R " 0 R ! )

\` ? o tuberculosis. 4 !h 5 4 !h &4 Â? ] ] ?J R " 0 ! )

\K " + -

o i c

sis o cardiopatĂ­as.

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

con exudaciĂłn proteica y presiĂłn portal normal, en infecciones, peritonitis, neopla-

6

S

Sin embargo, este parĂĄmetro puede ser inadecuado en situaciones en que coexisten dos factores causantes de ascitis, como por ejemplo fallo cardĂ­aco y trombosis ) " * ! % En los pacientes cirrĂłticos con ascitis, la causa principal de peritonitis es la deno-

minada peritonitis bacteriana espontĂĄnea, y su origen y diferenciaciĂłn diagnĂłstica de las peritonitis secundarias requiere atenciĂłn especial. 862 862

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

5.b ObtenciĂłn y procesamiento

2

La acumulaciĂłn de lĂ­quido peritoneal se puede detectar por percusiĂłn, o por

3

ecografĂ­a en los de menos volumen, siendo el volumen menor detectable 100 ml. La muestra se obtiene por paracentesis peritoneal mediante punciĂłn y aspiraciĂłn con aguja de pequeĂąo calibre en la lĂ­nea media avascular del abdomen, entre

4 5

s e

esterilizaciĂłn de la zona, con aguja intramuscular o trĂłcar de punciĂłn lumbar. Esta contraindicada en alteraciones de coagulaciĂłn o plaquetopenias. Las complicaciones mĂĄs frecuentes son la perforaciĂłn intestinal, si existen ad-

7

n o

8

" !

R

0 ? !

"+? ! 9 ) + + + " *? 0 ) 8 ? aspiraciĂłn de orina. 7 ? 0 ! ! ) + 30 ml) para estudio bioquĂ­mico, recuento celular y diferencial (tubo de EDTA), estudio citolĂłgico y cultivo microbiolĂłgico.

9

i c

10

a c

11 12 13 14

El estudio del lĂ­quido ascĂ­tico debe realizarse en dos etapas: 1Âş Estudio inicial. 2Âş Estudio adicional, basado en los resultados del estudio inicial.

16 17 18 19

o i c

e d

5.c.1 Estudio inicial

i v

20

El estudio inicial debe incluir:

21

r e

22

24

i l b

u P

5.c AnĂĄlisis de lĂ­quido peritoneal

15

23

U

! ? + + h! )

6

S

5.c.1.a Aspecto del lĂ­quido El lĂ­quido debe ser transparente y de color amarillo claro. Los trasudados suelen ser lĂ­quidos claros y amarillentos Los exudados suelen ser turbios u opacos, debido a la presencia de cĂŠlulas o proteĂ­nas, en peritonitis y pancreatitis.

863 863

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

7 " *? ? 0 *

2

contenido sanguĂ­neo disminuye al progresar la paracentesis. LĂ­quidos sanguinolentos tambiĂŠn se originan en neoplasias y tuberculosis. Un aspecto turbio o purulento indica la presencia de abundantes leucocitos. Con-

3 4 5

lento. Una concentraciĂłn de triglicĂŠridos superior a 100 mg/dl le da al lĂ­quido un

6

33 ?J

-

s e

n o

8 9

i c

Una coloraciĂłn verdosa puede observarse en los casos de patologĂ­as que impliquen contaminaciĂłn biliar del lĂ­quido. Pueden presentar color verdoso aquellos asociados a pancreatitis, colecistitis o perforaciĂłn biliar. Pueden aparecer restos de digestiĂłn de alimentos en perforaciĂłn del tracto gastrointestinal. &

" ? ? pseudoquiloso. ( ? 0 R 0 " !

% Se obtienen lĂ­quidos mucosos en carcinomas mucosos (de ovario o estĂłmago), pseudomixoma peritoneal y en mesotelioma peritoneal.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

18 19

o i c

i v

20 21

" * )+ % Una concentraciĂłn de eritrocitos superior a 20 x 109J& + " *? % En el caso de parencentesis traumĂĄtica, el nĂşmero de leucocitos atribuibles a la

r e

22

24

e d

u P

5.c.1.b Recuento celular y diferencial 7

+ * " +

mente algunas cĂŠlulas mesoteliales y macrĂłfagos. El nĂşmero total de estas cĂŠlulas y su recuento diferencial varĂ­a en funciĂłn del proceso patolĂłgico. Los linfocitos au Z 0 ! % & -

17

23

U

" % I " *? ! 0 * " patocelular o carcinomatosis peritoneal.

7

S

contaminaciĂłn sanguĂ­nea, puede estimarse a partir de la relaciĂłn entre las concen

" + ? 5 %

864 864

A

C

centraciones superiores a 50 x 109

J& + -


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

En la ascitis de origen cardĂ­aco y en la ascitis quilosa puede estar aumentada la

2

0 ! 5 )5

"+? respectivamente. El recuento leucocitario varĂ­a inversamente con el volumen de la ascitis, lo que li-

3 4 5

U

de ascitis no indica mayor gravedad que una concentraciĂłn de 500/Pl con volumen grande. Sin embargo, el recuento leucocitario es Ăştil en diferenciar ascitis por cirrosis no complicadas de aquĂŠllas por peritonitis bacteriana espontĂĄnea:

6 7

•

8 9 10

•

11 12 13

•

14 15

•

16 17

s e

n o

Cirrosis no complicada el recuento total suele ser inferior a 250 leucocitos/Pl, 0 0

i c

a diĂĄlisis o a diurĂŠticos el ecuento total puede ser mayor y confundirse con peritonitis.

a c

Peritonitis bacteriana espontĂĄnea. Es la causa mĂĄs frecuente de aumento del nĂşmero absoluto de neutrofilos, siendo superior a 250/Pl con una pro 0 3 %

i l b

En peritonitis tuberculosa la concentraciĂłn de leucocitos suele ser superior a 250/Pl y, a diferencia del lĂ­quido pleural, sĂ­ suelen encontrarse cĂŠlulas mesoteliales.

e d

u P

& *

]3 0 " ! ) Z 0 * " + %

18

En el estudio citolĂłgico debe tenerse en cuenta que las cĂŠlulas mesoteliales son

19

muy sensibles a cualquier irritaciĂłn, y proliferan y sufren alteraciones morfolĂłgicas. Los macrĂłfagos, que pueden ser difĂ­ciles de distinguir de las cĂŠlulas mesoteliales, se in Z ? % 7 "

9? 5 *

+ ) -

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

S

sos tipos de tumores. Los tumores primarios, como el mesotelioma, son raros, siendo mĂĄs frecuentes los tumores secundarios de ovario, endometrio, mama, linfoma, sarcomas, etc., y en numerosos casos las complicaciones peritoneales corresponden a etapas avanzadas de la enfermedad.

865 865

A

C

mita su valor diagnĂłstico. AsĂ­, un recuento superior a 1.000/Pl con volumen pequeĂąo


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

& 0 5 ? +

? 0 -

2

tis neoplĂĄsicas, obteniĂŠndose pocos resultados falsos positivos; sin embargo, su sensibi ! 8

3 V3 ! )* 5

! + 0 %

3

5.c.1.c Gradiente de albĂşmina Se obtiene sustrayendo la concentraciĂłn de albĂşmina en lĂ­quido ascĂ­tico a la con-

5 6

s e

U

centraciĂłn de albĂşmina en suero. Los especimenes deben obtenerse simultĂĄneamente. La utilidad del gradiente de albĂşmina se basa en el concepto de equilibrio 0 " * %

7

n o

8

La diferencia entre la albĂşmina en suero y en lĂ­quido ascĂ­tico es muy grande en " 0 %

9 10

• •

11

i c

a c

( ]]?J& ? " 0 %

13

( ]]?J&

" 0 ! !

\3 %

14

7 ? !h

\

15

" 0 % & * " 0 " -

12

16

18 19

o i c

obstrucciĂłn o infarto intestinal. La cirrosis es la causa mĂĄs frecuente de gradiente de albĂşmina elevado y la carcinomatosis peritoneal es la etiologĂ­a mĂĄs frecuente de un gradiente de albĂşmina bajo.

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

+ 0 + + Â? $" * " * ) mixedema. & " 0 ! ) tosis peritoneal, TBC, ascitis pancreĂĄtica, ascitis de las conectivopatĂ­as y ascitis por

17

23

i l b

S

5.c.1.d ProteĂ­nas Se utiliza para el diagnĂłstico diferencial entre la peritonitis bacteriana espontĂĄnea y la perforaciĂłn intestinal.

866 866

A

C

4


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

" 0 +

-

2

` ?J R

? diente de albĂşmina entre lĂ­quido ascĂ­tico y suero. La peritonitis bacteriana espontĂĄnea suele asociarse a bajo contenido proteico

3 4 5

U

6

5.c.1.e Glucosa

7

En el lĂ­quido ascĂ­tico de la cirrosis no complicada la concentraciĂłn de glucosa es similar a la del suero. La concentraciĂłn de glucosa disminuye moderadamente en la

8

peritonitis bacteriana espontĂĄnea y de forma mĂĄs intensa en la perforaciĂłn instesti-

9

% # " " 0 ? 3 ?J & "

? 0 h %

s e

n o

i c

10

a c

11

17

5.c.1.f LĂĄctico deshidrogenasa En la ascitis cirrĂłtica no complicada el cociente entre la mediciĂłn de la concentra 0 * " ? + + 3 H3 + 0,20. 7 ! * " 3 2 + 0,29. Un cociente inferior a 1 indica producciĂłn o liberaciĂłn de enzima en la cavidad peritoneal, generalmente debida a infecciĂłn o neoplasia. I 0 " ? +

lĂ­mite superior del intervalo de referencia en suero es otro criterio diagnĂłstico de

18

perforaciĂłn intestinal.

19

5.c.1.g Amilasa El conciente entre la mediciĂłn de la concentraciĂłn de D-amilasa en lĂ­quido ascĂ­tico y suero en cirrosis no complicad es de 0,44 + 0,33. Cuando el origen de la ascitis

* " \ + 0,02.

i l b

12 13 14 15 16

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

5.c.1.h Cultivo I ]3 0 0 0 0 3 5 JPl. Ello es debido a la instauraciĂłn de una peritonitis bacteriana espontĂĄnea que requiere tratamiento antibiĂłtico.

867 867

A

C

del lĂ­quido ascĂ­tico (inferior a 1,0 g/dl) y a un alto gradiente de albĂşmina.


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

& !

) !

?

2

causante de peritonitis bacteriana espontĂĄnea varĂ­a ampliamente dependiendo del 5 )

Â? 5 ) )

H3 de los casos, mientras que la inoculaciĂłn de 10-20 mL de lĂ­quido en contenedores de

3 4 5

causales.

6

s e

U

7

5.c.2 Estudio inicial

8

Para completar el diagnĂłstico etiolĂłgico del lĂ­quido ascĂ­tico son de utilidad otras pruebas que pueden realizarse de forma diferida, como son la tinciĂłn y cultivo de

n o

9

i c

micobacterias, concentraciĂłn de triglicĂŠridos, concentraciĂłn de bilirrubina en lĂ­quido ascĂ­tico y suero y marcadores tumorales.

10

a c

11

5.c.2.a Adenosina deaminasa (ADA)

12

14 15 16 17

19

o i c

i v

20

0

\3 % 7 ! 5 ! * %

21

r e

22

24

e d

u P

5.c.2.b Lactato y PH ( " 9 8 *

bacteriana espontĂĄnea (lactato > 25 mg/dl; pH < 7,35) respecto a ascitis no complicada, ) ? 0 ! ! ?-

18

23

i l b

La actividad normal en lĂ­quido ascĂ­tico es inferior a 32 U/L, encontrĂĄndose mayores actividades en ascitis tuberculosa. Sin embargo, la actividad puede estar dis ! ! 8 " ) ! ) " 0? bacterianas, empiemas y colagenosis.

13

5.c.2.c Creatinina y urea

S

( " 9 + casos de rotura de vejiga urinaria: aumento de urea y creatinina peritoneal, asociados a aumento de urea sanguĂ­nea (debido a retrodifusiĂłn de urea), y creatinina sanguĂ­nea normal sugieren rotura de vejiga.

868 868

A

C

" ) !

\] \` ?


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

Valores elevados en lĂ­quido ascĂ­tico y normales en suero sugieren aspiraciĂłn de vejiga.

2

5.c.2.d LĂ­pidos

3 4

&

? 5 "

?nĂłstico diferencial de los exudados y de los derrames quilosos. El colesterol en lĂ­qui-

5

dos de neoplasias malignas suele ser superior a 45 mg/dl. La concentraciĂłn de

6

? 5

" ) ciĂłn sĂŠrica.

7

s e

U

n o

8

5.c.2.e Marcadores tumorales

9

Se utilizan con juntamente con la citologĂ­a en el diagnĂłstico de las ascitis neoplĂĄsicas. El antĂ­geno carcinoembrionario (CEA), componente glicoproteico del epitelio endodĂŠrmico, se eleva en carcinomas de origen gĂĄstrico y digestivo. El CA-125 presenta valores muy elevados en carcinomas epiteliales de ovario o

! 5 * " ! 5 !

\H ! riana espontĂĄnea.

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

producirse una infecciĂłn de forma espontĂĄnea, en ausencia de un foco infeccioso abdominal aparente, denominada peritonitis bacteriana espontĂĄnea, que requiere tratamiento antibiĂłtico, o bien puede ser secundaria a un foco infeccioso abdominal, que precisa tratamiento quirĂşrgico.

18 19

o i c

i v

20 21

La peritonitis bacteriana espontĂĄnea es casi exclusiva de los enfermos cirrĂłticos

0 0 " * ? ?5 Z 0 5 % I 3 ! ] `3 + !

r e

22

24

e d

En pacientes con ascitis o en aquellos sometidos a diĂĄlisis peritoneal crĂłnica, puede

17

23

u P

5.c.3 Estudio microbiolĂłgico

16

S

" 0 0 + % (

? 3 % (

?5 5 !

Â? 0 %

869 869

C

A


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

AdemĂĄs de cultivo positivo del lĂ­quido ascĂ­tico se caracteriza por presentar un re-

2

! 0 ? 3JPl. Pueden presentarse variantes como la ascitis monomicrobiana con recuento inferior a 250 neutrĂłlilos, que en un tercio de casos evoluciona a peritonitis, mientras en el resto puede deberse a

3 4 5 6

s e

7

tonitis bacteriana espontĂĄnea si se cumplen los siguientes factores: concentraciĂłn

n o

8

proteica inferior a 1 g/dl, bilirrubina mayor que 3,2 mg/dl y recuento de plaquetas inferior a 98.000/Pl. La peritonitis secundaria es la infecciĂłn debida a la rotura de algĂşn Ăłrgano peritoneal debido a trauma, intervenciĂłn quirĂşrgica o perforaciĂłn aguda, produciendo 0 Z 0 ) !

0 ! % ( "

]3%333JPl, concentraciĂłn de proteĂ­nas superior a 1 g/dl y tiene un origen polimicrobiano (enterobacterias, ! " ? % En peritonitis tuberculosa el recuento suele ser superior a 250 leucocitos/Pl. La 0 ! * " !

) 0

3 `3 )

-

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

5.d DiagnĂłstico mediante el estudio de lĂ­quidos de dializado o de lavado peritoneal

i v

20 21

El lĂ­quido de dializado en pacientes renales sometidos a diĂĄlisis peritoneal crĂłnica es indicativo de peritonitis si el recuento leucocitario es superior a 100/Pl, con una 0 0 3 % En la monitorizaciĂłn de la terapia se comprueba el ĂŠxito del tratamiento a partir

r e

22

24

e d

u P

)

V3 %

18

23

U

) ? ) 33 0 JPl, sin otra explicaciĂłn para este alto recuento. 7 " ? ? " * ?

-

S

del segundo dĂ­a por la disminuciĂłn de leucocitos, el predominio de monocitos y, en ?

0 %

870 870

A

C

la presencia transitoria de gĂŠrmenes en el lĂ­quido ascĂ­tico no llegando a desarrollarse


19

LĂ­quidos biolĂłgicos: lĂ­quido sinovial, lĂ­quido pleural, lĂ­quido pericĂĄrdico y lĂ­quido ascĂ­tico

1

El lĂ­quido de lavado peritoneal diagnĂłstico puede ser remitido para diferenciar

2

" ! " *? " + superior a 10.000 o 50.000/Pl, leucocitos superiores a 500/Pl, posible contaminaciĂłn con bilis, gĂŠrmenes o restos digestivos) y una obstrucciĂłn abdominal traumĂĄ-

3 4 5

a 500/Pl y actividad amilasa superior a 2,5 veces el nivel sĂŠrico normal).

s e

leucocitos es inferior a 100.

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

7 + ? )

" + %333

6

S

871 871

A

C

+ " *? * ]33%333 " + JPl, leucocitos inferiores


19 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

Balcells A. La clĂ­nica y el laboratorio. Masson-Salvat; 1997.

3

� ? &Ž ' = 8 ŽŽ‘ # !

4‘% '

! " " ? ? % $" 33 Â? ] ]w H\ \%

4 5 6

s e

! "

" ? % $ $" ]\\HÂ? H3w HK2 2`%

7

n o

8

DĂ­az Portillo J, FernĂĄndez del Barrio T, Paredes Salido F. Aspectos bĂĄsicos de BioquĂ­mica ClĂ­nica. DĂ­az de Santos; 1997.

9

i c

10 11

‘ 4 – — 0 $ Ž1% � + $ + % 4 ( 0? % Mayo; 1992.

12

} ! ? #& '

ÂŽ~% Â? % < 7 ? ÂŽ 1 ]\2 Â? `] w KVH K %

13

Henry JB. DiagnĂłstico y Tratamiento clĂ­nicos. Masson-Salvat; 1993.

14

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Mar-ban; 2005.

15

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 Â? ]\\V%

16

> #&% = % M 1 ~ % 1 } ˆ=

J~ Â? 2001.

a c

i l b

17

e d

u P

> ' Â? 8 ÂŽ 1 Â?% Â’" !

)

18

o i c

Z

{

" % ÂŽ 4 " 333Â? ] w `3] H%

19

& ?" 'Â’% M

7 0 % < 7 ? ÂŽ 1 33 Â? `HVw ]\K] K%

i v

20

LĂłpez AzorĂ­n F. AnĂĄlisis ClĂ­nicos. AcciĂłn Medica; 2004.

21

1 ' ‘

– Ž Ž �

41% $4 ] ! ? Z % ~ ÂŽ Â? 1 { ]\\2Â? 13: 224-33.

r e

22 23 24

S

< ? 4 } * 4 }

7 = 1& 1 + ÂŽ& M 0 }% ' nes para el estudio de lĂ­quidos biolĂłgicos serosos en el laboratorio de urgencias. Quin Clin 2004; 23: 141-5.

872 872

C

U

Castaldo G, Oriani G, Cimino L, Topa M, Mostarda I, Cas-tellano L, et al. Total discri ? " " -

A


19 1

M 0 } } * 4 }

5 7 = 1& 1 + ÂŽ& 1 9 1 % ' para el estudio del lĂ­quido si-novial. Quim Clin 2004; 23: 434-8.

2 3

M 4Ž > &4% — + $ + % + *

0 % 1 Â? 33]%

4

4$ & ˆ " '% � "

Z w ˆ" " ! “% 4 $ � " 33]� `2w `]] %

5

s e

7

‹ ( � $ 1= ( { M ' M1 4 1&% ' 7R ( ) ‘ $ w ~ ~ I “% $ $" 33`� H\w ] V `%

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

I ? ÂŽM Â? ! ("% 4

% $ $" ]\\VÂ? 42: 1880.

6

S

873 873

C

A


ESTUDIO BIOQUĂ?MICO ELEMENTAL DE ORINA SEDIMENTO URINARIO

1

IntroducciĂłn

2

1 Recogida de orina

3

2 CaracterĂ­sticas fĂ­sicas de la orina

4

2.a Aspecto

5

2.b Olor

6 7 8 9 10

2.c Volumen 2.d Densidad y osmolalidad 3 CaracterĂ­sticas quĂ­micas de la orina 3.a pH 3.b Proteinuria 3.b.1 Proteinurias renales

11

3.b.1.a Proteinuria glomerular

12

3.b.1.b Proteinuria tubular

13 14 15 16 17 18

3.b.2 Proteinurias postrenales 3.c Glucosuria 3.d Cetonuria 3.e Hemoglobinuria y mioglobinuria 3.f Bilirrubina-UrobilinĂłgeno 4 Sedimento urinario 4.a Cilindros

19

H% %] $ "

20

H% % $ " ?

21

4.a.3 Cilindros granulosos

22

4.a.4 Cilindros leucocitarios

23

H% % $ " *

24

20


20 1

4.a.6 Cilindros epiteliales

2

4.a.7 Cilindros cĂŠreos

3 4 5 6 7 8 9

4.b Leucocitos 4.c Hematíes 4.d CÊlulas epiteliales 4.d.1 CÊlulas del epitelio tubular (riùón y urÊter) 4.d.2 CÊlulas de epitelio de transición (vejiga) 4.d.3 CÊlulas de epitelio escamoso (vejiga, uretra) 4.e Cristales 4.e.1 Orinas åcidas

10

4.e.1.a Cristales de ĂĄcido Ăşrico

11

4.e.1.b Cristales de uratos amorfos

12

4.e.1.c Cristales de oxalato cĂĄlcico

13 14 15 16

H% %]% % % ˜R * " H% %]% %!% ˜R * " H% %]% $

* " h H% %]% $

2 # " R 4.e.1.f Cristales de tirosina y leucina

17

4.e.1.g Sustancias medicamentosas

18

4.e.1.g.a Triamterene

19

4.e.1.g.b Indinavir

20 21 22 23 24

H% %]%" $

! ! 4.e.2 Orinas alcalinas 4.e.2.a Cristales de urato amĂłnico 4.e.2.a.a Urato amĂłnico tipo I 4.e.2.a.b. Urato amĂłnico tipo II


20 1

4.e.2.b Cristales de carbonato cĂĄlcico

2

4.e.2.c Cristales de fosfatos amorfos

3

4.e.2.d Cristales de fosfato ĂĄcido cĂĄlcico 4.e.2.e Cristales de fosfato triple

4 5 6

4.e.2.f Cristales de sulfato cĂĄlcico 4.e.3 Cristales anfĂłteros 4.e.3.a Cristales de cistina

7

4.e.3.b Cristales de colesterol

8

4.e.3.c Cristales de creatina

9

H% %H $ 0

10

4.e.4.a TamaĂąo

11

4.e.4.b Espesor

12

4.e.4.c NĂşmero 4.e.4.d Tasa de maclaciĂłn

13

4.e.4.e Tasa de agregaciĂłn

14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

5 ParĂĄsitos 6 Contaminantes 7 Nitritos, esterasa leucocitaria y cultivo de la orina BIBLIOGRAFĂ?A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

INTRODUCCIĂ“N

2

& ? ] 0 ) 0

3

la necesidad de conservar o eliminar determinados solutos. La principal funciĂłn de la orina es la eliminaciĂłn del exceso de agua y solutos, junto con numerosos productos metabĂłlicos y sustancias extraĂąas, como son los fĂĄrmacos y sus metabolitos.

4 5 6

s e

7

U

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

u P

Figura 1. RiĂąones

16 17

El empleo rutinario del anĂĄlisis de orina sirve para detectar determinados componentes no presentes en individuos sanos, pero que son encontrados en una amplia gama de enfermedades renales y extrarenales &

?

? 5 -

18 19

21

) h! ) ) 0 % 7R unos mecanismos de control que van a mantener la concentraciĂłn adecuada de agua y ciertos solutos como sodio, potasio, calcio y fosfato en el organismo.

r e

22

24

o i c

i v

20

23

e d

S

877 877

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

1 RECOGIDA DE ORINA

2

El mĂŠtodo de elecciĂłn es obtener la muestra de la porciĂłn media de la micciĂłn de

3

orina. Es recomendable lavar antes los genitales con una soluciĂłn antisĂŠptica suave y aclarar bien, siendo imprescindible cuando se va a realizar un cultivo bacteriolĂłgico. 7 * " !

!

4 5

s e

! ! 0 en niĂąos pequeĂąos con problemas en la recogida y en mujeres durante el periodo menstrual.

7

n o

8

En lactantes y niĂąos de corta edad se puede utilizar una bolsa de plĂĄstico con un " )

! % La orina se debe refrigerar para su conservaciĂłn, cuando no va a ser analizada en un periodo breve de tiempo. A temperatura ambiente las muestras se descomponen con rapidez, las bacterias producen amoniaco que origina un aumento del pH, que provoca la disoluciĂłn de los cilindros. La glucosa disminuye por el consumo bacteriano y las cĂŠlulas sanguĂ­neas se deterioran, llegando a lisarse. La muestra mĂĄs adecuada es la primera orina de la maĂąana por ser la mĂĄs concentrada. A lo largo del dĂ­a puede estar mĂĄs diluida por el aumento de consumo de

+ % 4 ? * ! terminados momentos del dĂ­a, por ejemplo, la glucosuria se detecta mĂĄs fĂĄcilmente

! ` " 5

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

5 ) " ! 0 * % Las sustancias presentes en la orina se excretan en concentraciones variables du

+

5? " R ? +

19

23

U

" 0 % 4 ) " 9 ) 8 ?

6

S

" % & ) " * 9 ) % I ? H " ? + % M 9 ? H " necesario que el paciente descarte la primera orina de la maĂąana y recolecte toda la H " ? 878 878

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

del dĂ­a siguiente. El envase debe guardarse refrigerado durante todo el periodo de

2

recolecciĂłn. Para el anĂĄlisis bĂĄsico de orina solamente necesitamos una orina aleatoria, preferentemente la primera de la maĂąana.

3 4 5

7

n o

cristales, bacterias y levaduras.

9 10

i c

El anĂĄlisis de orina sigue siendo en la prĂĄctica mĂŠdica, la primera aproximaciĂłn en el diagnĂłstico de las enfermedades renales. La mayorĂ­a de los enfermos afectados de + 0 * "

presentar anomalĂ­as en un examen clĂ­nico de rutina.

a c

11

i l b

12 13 14

u P

2 CARACTERĂ?STICAS FĂ?SICAS DE LA ORINA

15

2.a Aspecto

16

e d

El color amarillo tĂ­pico de la orina se debe a una serie de pigmentos, algunos proceden de la sangre y otros son producidos de forma endĂłgena en la orina. En un individuo sano la intensidad de color depende de la cantidad de orina, siendo mĂĄs coloreada cuanto menos cantidad de orina elimina.

17 18 19

o i c

7 ! " w

i v

20 21

r e

22

24

s e

bina, bilirrubina y urobilinĂłgeno. 3. ExĂĄmen microscĂłpico del sedimento urinario centrifugado: cĂŠlulas, cilindros,

8

23

U

1. CaracterĂ­sticas fĂ­sicas de la orina: aspecto, olor, volumen, densidad y osmolalidad. 2. # + w + ? 0 " ? -

6

S

• • • •

Los pigmentos biliares dan una coloraciĂłn amarilla, amarilla-marrĂłn. & " ? ! 0 0 8 9 % Las melaninas dan un color marrĂłn-negro. Puede tener diferentes colores con la ingestiĂłn de ciertos tintes, alimentos y drogas.

879 879

A

C

El anĂĄlisis bĂĄsico de orina incluye:


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

& * 5 " ! !

2

tiempo, debido a la formaciĂłn de depĂłsitos de fosfatos, oxalatos o uratos. Estas sustancias existen en la orina de individuos sanos, pero pueden aumentar en distintas enfermedades. En las personas con una infecciĂłn de las vĂ­as urinarias puede estar

3 4 5

U

6

2.b Olor

7

En las infecciones urinarias por microorganismos que degradan la urea da olor a % 7 !5

% 7 " -

s e

n o

8

des por errores innatos del metabolismo, como la fenilcetonuria, la enfermedad de jarabe de arce, la acidemia isovalĂŠrica y la malabsorciĂłn de metionina, se eliminan sustancias que dan a la orina un olor caracterĂ­stico.

9

i c

10

a c

11 12 13

Depende de la ingesta de lĂ­quidos y de las pĂŠrdidas extrarrenales. El organismo

)

! "+ % Existe un mĂ­nimo ÂŤobligatorioÂť de excresiĂłn de orina, que se produce aunque exista ayuno de lĂ­quidos, siendo en individuos adultos jĂłvenes es de 400-500 ml/dĂ­a y esta cifra aumenta con la edad. En ciertas enfermedades se produce una excreciĂłn ? " % Las alteraciones en el volumen de orina pueden ser causadas por:

14 15 16 17 18 19

21

r e

22

24

• • •

o i c

e d

u P

Inadecuada perfusiĂłn renal.

i v

20

23

i l b

2.c Volumen

S

ObstrucciĂłn urinaria. ~ ? %

Existe una importante alteraciĂłn del volumen urinario en las siguientes circunstancias:

• •

En casos de diuresis osmĂłtica como en la diabetes Mellitus. 7 0 %

880 880

A

C

turbia reciĂŠn emitida.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

• • • •

1 2 3 4 5

7 0 % Diabetes insĂ­pida. 4 "

+ " 5 %

C

2.d Densidad y osmolalidad

6

A

Defectos tubulares congĂŠnitos.

s e

U

Son Ă­ndices que van a depender de la concentraciĂłn total de solutos. La densidad de la orina oscila entre 1,002 y 1,035. Se suele medir mediante tiras re-

7

n o

8

activas que van a cambiar de color segĂşn la densidad.

9

Los cambios de la concentraciĂłn iĂłnica de la muestra estĂĄn en relaciĂłn con un sistema indicador de pH y las lecturas se calibran en tĂŠrminos de densidad. Debido a su fĂĄcil mediciĂłn, la densidad es muy utilizada en el tratamiento de los pacientes con riesgo de litiasis de vĂ­as urinarias, para monitorizar la ingesta de lĂ­quidos, especialmente durante los meses cĂĄlidos. Puede presentar falsos positivos en orinas con alta concentraciĂłn de proteĂ­nas y falsos negativos en orinas alcalinas. ˜ 8 ! 8 R ] 3]3

vero con alteraciĂłn tanto de la capacidad de concentraciĂłn como de diluciĂłn. La diabetes insipida presenta una densidad baja debido a la ausencia de ADH, produciendo la pĂŠrdida de la capacidad de concentraciĂłn de la orina, presentando valores

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

entre 1,001 y 1,003. Existen otras enfermedades que van a producir orinas con densidades bajas como son glomerulonefritis, pielonefritis y diversas anomalias renales. &

!

" *

+ ? ) % (

) " 5 -

18 19

21

R ) ? " 0 ! )0 diarreas. A diferencia de la densidad, la osmolalidad depende de la concentraciĂłn total de particulas independientemente de la masa de las partĂ­culas individuales.

r e

22

24

o i c

i v

20

23

e d

u P

S

7 80) 3 ]`33 ˜ J>? )

33 2 3 ˜ J>?%

881 881


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

( " 0

? 0 -

2

rencial de las oligurias. Es importante considerar la osmolalidad de la orina en relaciĂłn con la del plasma. Cuando el agua libre es excretada, la osmolalidad de la orina es menor que la del

3 4 5

7 (~4#= " 0 %

6

s e

U

7

3 CARACTERĂ?STICAS QUĂ?MICAS DE LA ORINA

8

3.a pH

9

El pH de la orina oscilar entre 4,5-8,0. Los valores suelen ser mĂĄs bajos despuĂŠs del ayuno nocturno y mĂĄs altos despuĂŠs de las comidas. 7 " " 9 reducir el riesgo de litiasis, para ello se administra bicarbonato y citrato sĂłdico. En estos pacientes, la medida del pH nos sirve para ver el cumplimiento del tratamiento y ajustar la dosis. Si la orina estĂĄ infectada por microorganismos que degradan la urea se obtie ) 0? amoniaco. En determinadas situaciones clĂ­nicas puede resultar fundamental la distinciĂłn entre orina materna y el lĂ­quido amniĂłtico fetal. El pH normal de la orina suele ser prĂłximo a 6, mientras que en el lĂ­quido amniĂłtico el pH es generalmente de 7 o su-

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

perior. El lĂ­quido amniĂłtico se caracteriza por presentar una alta densidad y una concentraciĂłn de proteĂ­nas notablemente superior a la orina, sin embargo los niveles " * sangre.

19

23

n o

S

En las enfermedades que cursan con alteraciones del equilibrio åcido-base, la determinación del pH de la orina permite estudiar la capacidad del riùón para compen " % En la acidosis metabólica encontramos una orina åcida, con aumento de su acidez

!

ž=2PO4-Â&#x; 0 ž<=4+].

882 882

A

C

plasma. Esto ocurre en la diabetes insĂ­pida y en la polidipsia psicĂłgena.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

En los enfermos con cetoacidosis diabÊtica se excretan gran cantidad de iones " 0? ž<=4+]. En la acidosis respirato-

2

! 5 0 ž<=4+].

3 4

6

Del mismo modo, en la deplecciĂłn de potasio puede producirse una orina ligeramente ĂĄcida a pesar de existir una alcalosis metabĂłlica concomitante. Esta deplec 0 !0 " { 5

7

)0 ? " 0 ? 5 %

5

s e

7 ! * ~

?

! ž<=4+] e

n o

8 9

i c

! " ? % $ 5 " " { " clorĂŠmica) y una orina alcalina. El pH de la orina es relativamente alcalino (siempre V h

0 cuya administraciĂłn no puede bajar el pH de la orina por debajo de 5,5). Suele cursar " " % ! 5 0 ž<=4+Â&#x; 9 !

ž=2PO4-].

10

a c

11

i l b

12 13 14

16

e d

tar un aumento de la excreciĂłn fraccionada de bicarbonato (FE HCO3-), que es igual

17

] % & ! 0 ! ? 0 4 ' + ? = % Este tipo de acidosis se produce en enfermedades tubulares proximales como el sĂ­ndrome de Fanconi.

18 19

o i c

i v

20

En la alcalosis metabĂłlica tambiĂŠn se produce una orina alcalina, con elevados ni)

! ! ž=$˜3-], aunque estĂĄ disminuida la formaciĂłn de amo-

21

r e

22

24

u P

La acidosis tubular proximal (tipo II) se caracteriza por la pĂŠrdida de bicarbonato ž=$˜3-] en la orina. Se caracteriza desde el punto de vista bioquĂ­mico por presen-

15

23

U

S

ž<=4+]. En la alcalosis respiratoria, la orina es alcalina con aumento de la excreción de bi-

! ž=$˜3-]. El pH urinario se mide con tiras reactivas, que contienen como indicador el rojo de metilo y el azul de bromotimol. Se miden comparando la coloraciĂłn con las

883 883

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

graduaciones cromĂĄticas del azul al naranja. No presenta falsos positivos pero si pre-

2

senta falsos negativos en orinas con altas concentraciones de proteĂ­nas.

3

3.b Proteinuria

4

7 0 )

" +

ganismo gracias a que el capilar glomerular presenta una permeabilidad selectiva

5 6

s e

para las proteĂ­nas, actuando como un tamiz que impide casi por completo su elimi-

7

naciĂłn en la orina, porque las cĂŠlulas tubulares captan la mayorĂ­a de las proteĂ­nas % Esta selectividad depende principalmente de cuatro factores:

8 9 10

i c

a c

& ! ! ? ! " ) ! % 4 + 5

i l b

12

M1w % 33

% & !h M1w V\%333 0 % & ? ! M1w ]K%333 * !h % En casos de sobreproducciĂłn, como ocurre en las lesiones de los mĂşsculos esquelĂŠticos puede que aparezca en la orina en grandes cantidades de mioglobina (rabdomiolisis). 2. La carga elĂŠctrica de la molĂŠcula:

13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

4 = " !

!h ? ? ) minuyendo su permeabilidad, debido a la existencia del polianiĂłn negativo que recubre los pedicelos de las cĂŠlulas epiteliales de los capilares glomerulares y que la repele.

19

i v

20 21

r e

22

24

n o

1. El tamaĂąo de la molĂŠcula proteica:

11

23

U

S

Se piensa que en algunas enfermedades existe una alta permeabilidad a la albĂşmina debido a la pĂŠrdida de este polianiĂłn, lo que provoca una elevada proteinuria, es el caso de la enfermedad por cambios mĂ­nimos. 3. La diferencia de gradiente proteico a ambos lados de la pared capilar. H% & !

Z 8 ? + %

884 884

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

& R 0 + -

2

] 3 ?J H " % < + R orina es de 40 a 80 mg diarios. Sin embargo se acepta como valores normales entre 100 y 150 mg diarios. Estas oscilaciones son debidas a variaciones biolĂłgicas y a dife-

3 4 5 6

s e

7

molĂŠculas de inmunoglobulinas, sobre todo cadenas ligeras, y otras proteĂ­nas.

n o

8

De las proteĂ­nas de origen renal, la principal es la mucoproteĂ­na de Tamm-Horsfall o uromucoide, procedente de la secreciĂłn tubular de la rama ascendente del asa de Henle y de las cĂŠlulas del tĂşbulo distal. Esta mucoproteĂ­na de alto peso molecular puede precipitar en la mitad distal de la nefrona en condiciones de pH ĂĄcido y alta concentraciĂłn de electrĂłlitos, como sucede en el tĂşbulo distal, con la formaciĂłn de

" % #

) 0 ? 5 + proteinurias en dos grandes grupos: proteinurias renales y postrenales.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

3.b.1 Proteinurias renales

16

18

o i c

3.b.1.a Proteinuria glomerular ( ! +

? 5 % & -

19

i v

20 21

ciones que se encuentran en la orina son las mismas del plasma, pero en distintas proporciones. Dentro de este grupo se encuentran la mayorĂ­a de las proteinurias de las nefropatĂ­as glomerulares.

r e

22

24

e d

u P

Dentro de las renales se distinguen dos tipos: glomerulares y tubulares.

17

23

U

Las proteínas encontradas normalmente en la orina dos tercios proceden del plasma (2/3), y el tercio restante del propio riùón y de las vías urinarias. & !h

H3 ?

? !

S

& ? ?h

) proteinurias selectivas y no selectivas.

885 885

A

C

rencias en los mĂŠtodos empleados en la determinaciĂłn de la proteinuria.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

1. La proteinuria glomerular selectiva estĂĄ compuesta casi exclusivamente de al-

2

!h *

23 des de globulinas de pequeĂąo peso molecular, sobre todo beta-globulinas. (0 )

? + ! 8

% & -

3 4 5 6

s e

7

bĂşmina y grandes cantidades de globulinas de alto peso molecular (gammag-

n o

8

lobulinas y alfa-2-macroglobulina). Suelen acompaĂąar a enfermedades renales, sobre todo glomerulares de mala evoluciĂłn y peor pronĂłstico.

9

i c

10

a c

11

El estudio de la selectividad glomerular de las proteĂ­nas presenta interĂŠs pronĂłstico en la sensibilidad del sĂ­ndrome nefrĂłtico frente al tratamiento con esteroides. En estos casos puede utilizarse el cociente proteinuria/proteinemia:

12 13

•

14 15

• •

16 17

19

u P

Un cociente inferior a 0,1 es indicativo de una proteinuria selectiva y sensibilidad a los esteroides. Los valores superiores a 0,2 indican una proteinuria no selectiva. Valores entre 0,1 y 0,2 carecen de valor pronĂłstico.

e d

o i c

reserva la indicaciĂłn para una biopsia renal. Este cociente sĂłlo puede aplicarse cuando la proteinuria sea superior a 2 g/l, para

) ! 0 ! Z )

0 -

i v

20 21

r e

22

24

i l b

Esta prueba analĂ­tica tan simple puede realizarse en cualquier laboratorio y es particularmente importante en la especialidad de pediatrĂ­a, donde se aplica con mayor

18

23

U

Este tipo de proteinuria se observa en el sĂ­ndrome nefrĂłtico con lesiones glomerulares mĂ­nimas, que acostumbra a responder a la administraciĂłn de corticoides. 2. La proteinuria glomerular no selectiva se caracteriza por la pĂŠrdida renal de al-

S

ciĂłn glomerular. Ante una proteinuria glomerular es interesante el estudio electroforĂŠtico de las proteĂ­nas de la orina, ya que el tamaĂąo de las proteĂ­nas separadas electroforĂŠticamente permite extraer mĂşltiples conclusiones sobre los diferentes niveles de lesiones de la nefrona. Cuando existen graves alteraciones de la membrana basal glomerular aparecen en la orina macroproteĂ­nas tales como la alfa-2-macroglobulina (PM: 886 886

A

C

tantes globulinas de mayor peso molecular no atraviesan la membrana glomerular.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

900.000), la IgG (PM: 155.000) y la transferrina (PM: 90.000), mientras que una albu-

2

minuria combinada con la transferrina sugiere lesiones glomerulares leves (diversas formas de glomerulonefritis). 7R +

) 0 ? !

-

3 4 5

(PM: 155.000).

6

Ă?ndice de Cameron =

7

s e

Aclaramiento de IgG (PM: 155.000)

n o

8 9

•

11 12 13

•

14

•

15 16 17 18

a c

Es inferior a 0,1 en las proteinurias selectivas como la que se produce en la mayorĂ­a de los niĂąos con nefrosis lupoide y en el sĂ­ndrome nefrĂłtico con lesiones mĂ­nimas en la membrana glomerular.

i l b

Se encuentra entre 0,1-0,2 las proteinurias medianamente selectivas; por ejemplo: la glomerulonefritis membranosa crĂłnica. Es superior a 0,2 en las proteinurias no selectivas como la glomerulonefritis membranoproliferativa, enfermedad renal en la cual la arquitectura renal estĂĄ ? * %

o i c

e d

u P

3.b.1.b Proteinuria tubular La proteinuria tubular estĂĄ compuesta por proteĂ­nas, principalmente globulinas, de bajo peso molecular (globulinas alfa-2 y beta). Es la llamada triple globinuria de

19

i v

20 21

Traeger, con pesos moleculares inferior a la albĂşmina (entre 10.000 y 20.000 dal % } ! ?J H " % Se produce en aquellas nefropatĂ­as que cursan con lesiones tubulares que impi ! 0 + ! 8

? 5 %

r e

22

24

i c

$

+ 0 0 ž~?}Â&#x;Jž Â&#x; + Cameron:

10

23

U

Aclaramiento de transferrina (PM: 90.000)

S

Suele aparecer en diversas enfermedades renales, como la pielonefritis aguda,

0 ) + " 9

887 887

A

C

ciente entre los aclaramientos de dos proteĂ­nas de distinto PM. Aclaramiento de IgG


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

trasplante renal y en los trastornos tubulares congĂŠnitos, como el sĂ­ndrome de Fan-

2

coni, cistinosis, y enfermedad de Wilson. # ) ? ! 9 + 0 bular. Entre ellas destacan la D-1-microglobulina y la E2-microglobulina (PM: 11.600),

3 4

6

presentando una buena sensibilidad en la detecciĂłn de las alteraciones de reabsorciĂłn en los tĂşbulos proximales. & " ? ! ? ! 0 R-

7

) ! % 7 " + ) -

5

s e

medades glomerulares o tubulares, pero su acumulaciĂłn puede producir lesiĂłn renal por necrosis tubular aguda. La proteinuria de Bence-Jones es un caso especial de las alteraciones de la re-

n o

8 9

i c

absorciĂłn tubular de las proteĂ­nas de bajo peso molecular asociada al aumento de

0 + !

% 7 ! ciĂłn, producida por una sĂ­ntesis descontrolada de cadenas ligeras monoclĂłnicas de tipo kappa o lambda. Aparece una proteinuria de ÂŤrebosamientoÂť prerrenal con sobrecarga de la capacidad de reabsorciĂłn tubular. & + Â? ÂŽ H ÂŒ$ ) * % (

previa concentraciĂłn de la orina.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

Las proteinurias postrenales y de origen parenquimatoso renal estån constituidas por molÊculas proteicas del riùón o de las vías urinarias, que pasan a la orina. Se encuentra la mucoproteína de Tamm-Horsefall, enzimas de membrana, proteínas ce-

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

3.b.2 Proteinurias postrenales

19

23

U

S

+ ) " ? )+ % Las infecciones del tracto urinario, la litiasis y la prostatitis son las causas mĂĄs frecuentes de proteinuria postrenal. La eliminaciĂłn de las proteĂ­nas incorporadas a nivel postglomerular varia considerablemente. Su estudio presenta escaso interĂŠs desde el punto de vista diagnĂłstico.

888 888

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

7 * " ) -

2

plio nĂşmero de test de tipo colorimĂŠtrico (tiras reactivas), o de forma cuantitativa mi

H " % Los test colorimĂŠtricos de tiras reactivas se basan en la propiedad de las proteĂ­nas

3 4 5 6

s e

7

indicadores ĂĄcido-base para los grupos amino, el mĂŠtodo muestra una especial sen-

n o

8

! !h + + 0 = 0? ? pos aminos) en relaciĂłn con otras proteĂ­nas eliminadas en la orina. Otras proteĂ­nas y las mucoproteĂ­nas de las vĂ­as urinarias sĂłlo producen reacciones positivas a concentraciones mayores. Las tiras reactivas pueden utilizarse en el escrutinio de las proteinurias con un ? ? R una proteinuria. Sin embargo, un resultado negativo no excluye una proteinuria clĂ­nicamente importante. Pueden aparecer falsos negativos en las proteinurias tubulares con eliminaciĂłn masiva de proteĂ­nas de bajo peso molecular, en la microalbuminuria del diabĂŠtico y en la proteinuria de Bence Jones. Los falsos positivos se producen, principalmente, por fĂĄrmacos que contienen

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v •

20 21

r e

22

24

e d

u P

bases de amonio cuaternarias, orinas muy alcalinas. Actualmente, los mĂŠtodos para la determinaciĂłn cuantitativa de la proteinuria se pueden dividir en dos grupos:

18

23

U

!

+ % 4 +

9 ! ) "

luciones sin proteĂ­nas, pero en presencia de proteĂ­nas el color vira a verde y despuĂŠs 9 0 + % # !

)

S

•

MĂŠtodos tubidimĂŠtricos o nefelomĂŠtricos (ĂĄcido tricloroacĂŠtico y sulfosalicĂ­lico). Estos mĂŠtodos se basan en una precipitaciĂłn con ĂĄcido tricloroacĂŠtico o sulfosalicĂ­lico y posterior lectura fotomĂŠtrica de la turbidez formada, empleando un 0 !h " % 15 8 0 9 $ ' 8 M ( %

En todos ellos, se debe valorar las pĂŠrdidas diarias de proteĂ­nas; por ello es mĂĄs Ăştil

0

889 889

A

C

de alterar el color de algunos indicadores ĂĄcido-base (azul de bromofenol, o tetraclo-


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

la diuresis. Por tanto, se debe conocer, ademĂĄs de la concentraciĂłn de proteĂ­nas en la

2

orina en g/l, el volumen urinario. Con el ĂĄcido sulfosalicĂ­lico la turbidez formada con la albĂşmina es casi 3 veces superior a la que se origina con las globulinas. Sin embargo, el ĂĄcido tricloroacĂŠtico pre-

3 4 5 6

s e

7

todos ellos, el mĂŠtodo turbidimĂŠtrico del ĂĄcido sulfosalicĂ­lico es el que presenta una

n o

8

0 ) 0 $™ % & ! !

8 0 + 9 $ benzetonio, y Ponceau-S) presentan CV muy inferiores al sulfosalicĂ­lico, y por tanto una mejor precisiĂłn analĂ­tica.

9

i c

10 11

a c

i l b

12

3.c Glucosuria

13

& 0 ? ! " R !

! " " sangre, ya que las pruebas para la demostraciĂłn de la existencia de glucosuria, ais 0 ? cosuria en ausencia de diabetes mellitus, sino tambiĂŠn porque puede presentarse la diabetes en algunos casos sin glucosuria.

14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

es de 180-250 mg/min/1,73 m2, que se corresponde con una glucosa plasmĂĄtica de

22

24

o i c

e d

u P

& ? 5 ! 8

!

glomĂŠrulo renal. Normalmente, el tĂşbulo renal proximal reabsorbe prĂĄcticamente ? ) lĂ­mite superior denominado transporte mĂĄximo (Tm). El valor de Tm de la glucosa

19

23

U

! 9 !h % Los mĂŠtodos utilizados para la determinaciĂłn cuantitativa de la proteinuria no pre ! ) 0 0 + ! 8 % #

S

]23 ?J % 4 R

23 )

? senta mientras la glucosa de la sangre no llegue a cifras de 140-190 mg/dl, lo cual constituye el umbral renal normal, en el cual se consigue la saturaciĂłn de los tĂşbulos renales con glucosa, que generalmente se acepta prĂłximo a 180 mg/dl. 890 890

A

C

* ? ! ? ? !


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Sin embargo, la glucosuria puede presentarse en individuos con cifras normales

2

de glucosa en sangre, lo que se llama glucosuria renal normoglucĂŠmica. Esta puede presentarse en las glomerulonefritis, las nefrosis, etc, como resultado de excreciĂłn glomerular elevada, de reducciĂłn de la reabsorciĂłn tubular de la glucosa, o por com-

3 4 5 6

s e

7

0? " ! 0? 0? -

n o

8

riĂłnica, cortisol y progesterona). Debido a ĂŠste carĂĄcter diabetĂłgeno de la gestaciĂłn,

3 ! 9

? ?h ? 0 % 7 ? !

? disminuciĂłn de la reabsorciĂłn tubular. Por otro lado, el umbral renal para la glucosa algunas veces se encuentra por encima de lo normal, lo que da como resultado que la glucosuria no se presente mientras la glucosa de la sangre no alcance cifras de 190 a 220 mg/dl y a veces mayores. Esto puede ocurrir, especialmente, en la diabetes mellitus. La glucosa en orina se determina cualitativamente mediante tiras reactivas. En ) ! "

mĂŠtodo de la sangre, pero con orina diluida al 1/10 y expresarse en g/l.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20

" ! ) trastornos endocrinolĂłgicos:

21

r e •

22

24

e d

u P

Las orinas con densidad elevada, alta concentraciĂłn en cuerpos cetĂłnicos o sometidas bajas temperaturas pueden originar resultados falsos negativos cuando la glucosuria es dĂŠbil. 7 ! ) ? " ?

18

23

U

& ? ! 5

! 9 % # " " tiempo se bien conocido que el embarazo representa un estado diabetĂłgeno que se -

S

7

+ $ " ?

0 " * ? cosa (gluconeogĂŠnesis) a largo plazo, y tambiĂŠn se opone a los efectos de la insulina a nivel perifĂŠrico.

891 891

A

C

binaciĂłn de estos dos factores.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

•

1 2 3

•

4

7 ?

0 "

produce una alteraciĂłn de la tolerancia a la glucosa y diabetes en una alta proporciĂłn de los pacientes. En el feocromocitoma, las catecolaminas producen un incremento de la pro-

6

0 " * ? Â? ? 0

? 0? " * ? ? ? ?5 % & ! 5 h 0

7

5 ? " ! 0 %

5

•

8 9

•

10 11 12

•

13 14

•

15 16 17 18

n o

i c

aumento de la metabolizaciĂłn de la insulina.

El glucagonoma es un tumor pancreĂĄtico muy poco frecuente, caracterizado " 0 ? ?0 ? ! " perglucemia y glucosuria por aumento de la glucogenolisis y gluconeogĂŠnesis.

a c

i l b

Las enfermedades pancreĂĄticas que cursan con pĂŠrdida importante de islotes ) ! 5 ? " ? " ! + * %

u P

La glucosuria tambiĂŠn puede ser consecuencia de una alteraciĂłn de la funciĂłn tubular renal, como ocurre en la necrosis tubular aguda. En las enfermedades del transporte tubular renal se encuentra deteriorada la reabsorciĂłn de glucosa, aminoĂĄcidos, bicarbonato, fosfatos y sodio. Este patrĂłn aparece en el sĂ­n-

e d

o i c

i v•

20 21

r e

22

24

7 " " ? ? tes con tirotoxicosis, que son secundarias al aumento de la glucogenolisis y al

drome de Fanconi (que cursa con glucosuria, aminoaciduria, bicarbonaturia y fosfaturia). Existen diversas enfermedades asociadas a una disfunciĂłn tubular renal con glucosuria como la galactosemia, cistinosis, intoxicaciĂłn por metales pesados (plomo, oro y mercurio) y el mieloma mĂşltiple.

19

23

s e

U

S

La intolerancia a la lactosa aparece durante los primeros meses de vida y cursa con retraso en el crecimiento. El defecto de digestiĂłn de los disacĂĄridos conlleva a la producciĂłn de un efecto osmĂłtico (atracciĂłn de agua a la luz intestinal) y a su ulterior fermentaciĂłn bacteriana en el colon, con liberaciĂłn de ĂĄcidos grasos de cadena corta y ĂĄcido lĂĄctico, entre otros. Aparece dolor y distensiĂłn ab )0 Z

" 5

892 892

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

y, en casos avanzados, retraso pondoestatural. Se detectan niveles altos de lac-

2

tosa en la orina,

•

3

Con disfunciĂłn tubular y aminoaciduria.

Las pruebas de reducciĂłn del cobre se utilizan para descartar la glucosuria y otros azĂşcares reductores como la galactosa, fructosa, lactosa y pentosas que no son de-

4 5

U

tectados por la tira reactiva de la glucosa-oxidasa. De todas ellas, la prueba cualitativa de Benedict es la mĂĄs sensible a las sustancias

6 7

s e

8

reductoras de la orina. 7 ! ('˜

9

convierte el Cu++ en Ăłxido cuproso

n o

i c

10

SoluciĂłn alcalina

11

CuOH

14 15

u P

Cu+

CuOH (amarillo) Cu2O (rojo) + H2O

La sacarosa no es un azĂşcar reductor y por tanto su presencia en la orina no puede detectarse ni con la glucosa-oxidasa ni con las pruebas de reducciĂłn del cobre (test de Benedict-Clinitest). 7 5

16 17 18

o i c

e d

+ % &

" las enzimas intestinales sacarasa y isomaltasa. Aparece con sĂ­ntomas similares a la intolerancia a la lactosa, durante las primeras semanas de vida.

19

i v

20 21

r e

3.d Cetonuria

22

24

i l b

Cu+ + OH-

13

23

a c

Cu++ ÂŁ ('˜

12

S

La cetonuria se produce tras el aumento del metabolismo de los lĂ­pidos. Las grasas son almacenadas en forma de triglicĂŠridos. La insulina estimula la lipogĂŠnesis y

! " * * ? 8

? ?0 %

893 893

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

En condiciones de ayuno, los ĂĄcidos grasos perifĂŠricos son movilizados por la li-

2

pasa tisular local. Estos ĂĄcidos grasos libres pueden ser oxidados por los tejidos y R

`3

"+? $ 4 mediante un proceso denominado beta-oxidaciĂłn.

3

5

Beta-oxidaciĂłn

6

Ă cidos grasos libres

Acetil-CoA

s e

7

9 10

n o

i c

Acetil-CoA + Acetil-CoA

11

li

Acetoacetato

13

b u

14

Acetoacetato

Â? " R !

Acetona + CO2

Todos los cuerpos cetĂłnicos son una fuente Ăştil de energĂ­a para el mĂşsculo y el (<$ !

? 5 % ( ! ? tona por su gran volatilidad, es excretada en gran parte por el pulmĂłn, por lo que en

% & ! " -

15 16 17

e d

P

R ! K2 3 % Los cuerpos cetĂłnicos estĂĄn compuestos por acetona, ĂĄcido diacĂŠtico (acetoacĂŠ ! " R ! + %

18 19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

a c

Acetoacetato

12

23

U

Una parte del acetil CoA se condensa formando acetoacetato que, a su vez, puede ! " R ! ! R 0 %

8

S

4 % ! " R h

oxidaciĂłn

descomposiciĂłn Ac. diacĂŠtico

Acetona

En la orina recientemente emitida o fresca las cantidades de ĂĄcido diacĂŠtico son de tres a cuatro veces mayores que las de acetona. Cuando la orina permanece en reposo, sin embargo, las cantidades de acetona aumentan, como resultado de la descomposiciĂłn del ĂĄcido diacĂŠtico. 894 894

A

C

4


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Los cuerpos cetĂłnicos no son considerados como metabolito anormales, sino

2

R 0 * ?

"+? pasan a la sangre. $

"+?

? 0? *

3 4 5 6

s e

7

0

? 0? " * ? ! 0 *

n o

8

grasos a partir de las grasas del organismo, con producciĂłn excesiva de cetonas (cetogĂŠnesis). En tales circunstancias, la producciĂłn de cetonas excede la capacidad de los tejidos para oxidarlas, como sucede en la diabetes mellitus no controlada, lo que causa ÂŤcetosisÂť, caracterizada por la acumulaciĂłn de cetonas en la sangre (cetonemia) y su excreciĂłn por la orina (cetonuria). En la sangre y otros lĂ­quidos tisulares estas cetonas se combinan con bases, lo cual, en el caso de la cetosis diabĂŠtica, reduce las reservas alcalinas del organismo, con reducciĂłn concomitante del poder de combinaciĂłn del plasma con el CO2 y se consti-

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

16 17 18

e d

ria es de pronĂłstico grave, como resultado del peligro de la producciĂłn de los ĂĄcidos 5 ! " R ! + % & *

* ! " R ! +rico, indica la existencia o la amenaza del temible ÂŤcoma diabĂŠticoÂť.

19

o i c

i v

20 21

r e •

TambiĂŠn se puede presentar cetonuria:

22

24

u P

tuye asĂ­ la acidosis. & ? 0 + * !

0 guarda con la diabetes mellitus. En consecuencia, son de importancia las pruebas para la investigaciĂłn de la glucosa, puesto que un aumento progresivo de la cetonu-

15

23

U

economĂ­a. $ ! " ? "

! ! " !

S

• •

DespuĂŠs de la anestesia. DespuĂŠs de ayuno, debido al catabolismo de las grasas, aun en individuos normales. # " 0 ? ) ! " )0 0 %

895 895

A

C

cetona que la que puede ser utilizada por los mĂşsculos y por otros tejidos de la


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

La determinaciĂłn en la orina de los cuerpos cetĂłnicos se realiza mediante tiras re-

2

activas basadas en la reacciĂłn con el nitroprusiato. Los resultados se expresan como negativo o positivo (de 1 a 3 +). Las orinas muy pigmentadas o con grandes cantidades de metabolitos de L-dopa pueden dar falsos positivos.

3

5

3.e Hemoglobinuria y mioglobinuria

6

s e

U

7

& " ? ! ! ?

! " moglobinuria, generalmente debida a aumento de la destrucciĂłn de los eritrocitos en

8

la sangre, ocasionalmente en los riĂąones, rara vez en la orina misma. Existen distin-

9

" ? ! ! ) 0? w

•

10 11

•

12 13

•

14

•

15 16 17

a c

Hemoglobinuria paroxĂ­stica del frĂ­o, debida a la aglutinaciĂłn de los eritrocitos producida por el frĂ­o.

i l b

Hemoglobinuria con mioglobinuria, debida a lesiones graves producidas por traumatismo o compresiĂłn prolongada de los mĂşsculos de las extremidades.

u P

Hemoglobinuria sintomĂĄtica, originada por quemaduras graves, que producen aumento de la fragilidad osmĂłtica de los eritrocitos.

e d

o i c

) R " ? ! !

R R " R ! % & ? 0! 8 " ?

9 0 % M cer falsos negativos en presencia de ĂĄcido ascĂłrbico y nitritos.

19

i v

20 21

r e

22

24

i c

= ? !

8 " 0 vasos renales consecutiva al ejercicio muscular excesivo.

& 0 " ? ! 9 ) % & resultados se expresan como negativo o positivo (de 1 a 3 +). Como la prueba estĂĄ ba-

18

23

n o

S

4 0

" ? ! w

• • • •

Hemoglobinuria paroxĂ­stica nocturna Hemoglobinuria de los corredores de fondo #5 ? V " ? 4 " + *

896 896

A

C

4


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

• • •

1 2 3

5

eritrocitos.

6 7

s e

3.f Bilirrubina-UrobilinĂłgeno

8

n o

i c

10

La bilirrubina, una vez formada, presenta un carĂĄcter apolar, necesitando un transportador plasmĂĄtico para poder circular en la sangre, por ello se une casi en su totali !h

) "

5 " * ) * 8 % 7

"

8 !h ! bina se disocia y la bilirrubina pasa a su interior. Al parecer, en esta captaciĂłn estĂĄn involucradas dos proteĂ­nas citoplasmĂĄticas, la ligandina o proteĂ­na Y y la proteĂ­na Z, ! " ! ! 8

" % 4 ! + ! ! teĂ­na Y actĂşa preferentemente cuando la concentraciĂłn plasmĂĄtica es normal y la Z R " ! ! % I ) 9

+ * 5 " * ! ! 8 ? ! ! 8 ? * " !

-

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

i v

trable a nivel glomerular. La bilirrubina se une al ĂĄcido glucurĂłnico por acciĂłn de la enzima UDP-glucuroniltransferasa, transformĂĄndose en un glucurĂłnido. & 9 I#M ? 0

20 21

r e

22

S

de bilirrubina no conjugada (bilirrubina indirecta). Esta situaciĂłn puede presentarse

9 " * 0?

5 ! 5 por un error metabĂłlico congĂŠnito, como es el caso del sĂ­ndrome de Crigler-Najjar.

897 897

A

C

U

Para entender la apariciĂłn de la bilirrubina y urobilinĂłgeno en la orina es necesario conocer el metabolismo de la bilirrubina.

9

24

Paludismo

& " ? ! 8 + " maratĂłn, ciclismo, kĂĄrate, etc), en el cual se produce un traumatismo directo de los

4

23

Hemoglobinuria paroxĂ­stica por frĂ­o Enfermedad por crioaglutininas


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

& 8 ? 0 ! ! 3 "

2

? 0 ! ! `3 ? 0

]3 8 ?

* h ! ! % # la bilirrubina libre o no conjugada, sustancia tĂłxica para el organismo y liposoluble, se

3 4 5 6

s e

7

?

0 8 ? 0 R 0 " * % #

n o

8

canalĂ­culos, la bilirrubina, junto a otras sustancias excretadas con la bilis, progresa por el ĂĄrbol biliar, se almacena y se concentra en la vesĂ­cula. En respuesta a la liberaciĂłn de colecistoquinina, secundaria a la ingesta de alimento, se produce una contracciĂłn vesicular que produce el paso de la bilis desde la vesĂ­cula por los conductos cĂ­stico y colĂŠdoco al intestino delgado. Una vez en la luz intestinal, una fracciĂłn de la bilirrubina conjugada se reduce por acciĂłn de las bacterias, produciendo derivados urobilinoides, que se absorben escasamente y se ex " ! ) !

color caracterĂ­stico. #

" ]33 33 ? ! 0? % I

R

"+?

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

! % # !

0 " * ! ! % Por tanto, el urobilinĂłgeno es un cromĂłgeno derivado de la bilirrubina del tubo intestinal, como resultado de la actividad microbiana. Su aumento en orina se denomina urobilinogenuria.

r e

22

24

e d

u P

siendo eliminado por la orina en forma de urobilinĂłgeno (menos de 4 mg diarios). Existe una pequeĂąa cantidad de bilirrubina conjugada que se transforma de novo en bilirrubina libre, la cual es absorbida por la mucosa entĂŠrica por un mecanismo de di 0 ) 9

)

? "+?

R

18

23

U

nado por la bilis. I ) 9 ) ? " !

! ! R 5 " * + ! ) h

S

Se observa un exceso persistente de urobilinĂłgeno en la orina con bilirrubina ne? ) " + % ! 5

! 0?

898 898

A

C

8 ? 0R " !

9

-


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

urinario despuĂŠs de una destrucciĂłn masiva de los eritrocitos y con la lisis de precur-

2

" + 5 0 ? ! * % La disminuciĂłn o ausencia completa de urobilinĂłgeno urinario es caracterĂ­stico de las ictericias obstructivas (obstrucciĂłn total del colĂŠdoco).

3 4 5

U

" + " )+ 0R excreciĂłn renal de urobilinĂłgeno, que no puede ser reexcretado con la bilis. ( " 0 ! ? ! 0

6

s e

7

se excretan grandes cantidades de bilirrubina y urobilinĂłgeno por la orina.

8 9

Orina

Bilirrubina

10

~ " +

Negativo (-)

11

HepatopatĂ­as adquiridas

Positivo (+)

12

ObstrucciĂłn biliar

Positivo (+)

i c

Positivo (+)

a c

i l b

13 14

n o

UrobilinĂłgeno

Positivo (+)

Negativo (-)

u P

18

Al igual que la bilirrubina, la determinaciĂłn urinaria del urobilinĂłgeno tambiĂŠn se lleva a cabo mediante tiras comerciales. Se expresa en negativo o positivo (de 1 a 3 +). < % ( " 9 ! % & !

* ! 0 7" " !

reaccionan con este reactivo (porfobilinĂłgeno, ĂĄcido paraaminosalicĂ­lico). Los fĂĄrmacos que contienen colorante azoicos pueden enmascarar la reacciĂłn, en presencia de

19

ĂĄcido ascĂłrbico y con nitritos. Falsos positivos con fĂĄrmacos como indican o la iodina.

15 16 17

i v

20

4 SEDIMENTO URINARIO

21

r e

22 23 24

o i c

e d

S

Una evaluaciĂłn cualitativa y cuantitativa del sedimento urinario, proporciona adecuada informaciĂłn para la mayor parte de los diagnĂłsticos y necesidades clĂ­nicas. El procedimiento consiste en: 1. Mezclar perfectamente la muestra (agitando) y tomar unos 10 ml que se colocan en un tubo de centrĂ­fuga cĂłnico.

899 899

A

C

$ R 0 " *

0 " -


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

2. Centrifugar a 2.000 r.p.m. durante cinco minutos. Actualmente existen autores

2

" ? ] 33 % % % 3. Eliminar el lĂ­quido sobrante. 4. Pasar una gota del sedimento a un portaobjetos y taparla con un cubreobjetos.

3

5

Si queremos colorear, se deja penetrar por capilaridad una gota de azul de meti-

6

leno entre el porta y el cubreobjetos. M ! 5 9

? -

s e

7

n o

8

M " 0 " * 9 una gota de sedimento y colorante sobre el porta y depositar el cubreobjetos. Las preparaciones coloreadas sirven mĂĄs que nada para examen citolĂłgico. Un mĂŠtodo para facilitar la demostraciĂłn de los cilindros es la tinciĂłn de contraste " % M

? ? 0 )

) ? 0 0? R ? " !+

% ( ? ) 0 )

) ? % # ) ) 9

0 0? toma una pequeĂąa gota con pipeta Pasteur y se deposita en un porta. Al lado se co ? " + 9

ĂĄngulo del cubreobjetos y se tapa con ĂŠste. & ! ) 0 " *

)

! 8 fragmentando lo necesario. Para el examen de conjunto se utilizarĂĄ el objetivo seco

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

5! % (

% & ! ) 0 ! "

9 " % Debemos observar de 10 a 15 campos de poder informar entre mĂĄrgenes, no muy ? + R % M 8 3

J ] " J`

20

23

U

memos estropear los elementos cristalinos), soluciĂłn de lugol, con rojo neutro y con soluciĂłn diluida de eosina.

S

campos. En un sedimento urinario podemos observar:

• •

$5 " +

% CĂŠlulas epiteliales.

900 900

A

C

4


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

• • • • • • • •

1 2 3 4 5 6 7

A

Bacterias.

C

Espermatozoides. ParĂĄsitos. GlĂłbulos de grasa.

s e

Artefactos y materias extraĂąas resultantes de la contaminaciĂłn accidental.

U

n o

9

i c

glomerular, pero tambiĂŠn puede aparecer en afecciones tubulares o intersticiales. M

? ? h! "

10

a c

11

se deben utilizar otros parĂĄmetros del urianĂĄlisis; la presencia de una proteinuria in " * ? 5 + ?

12

i l b

0 ? *

"

9? h 5 !

! " !

0

13 14

tĂşbulo-intersticial.

15 16

4.a Cilindros

17

e d

u P

La composiciĂłn de los cilindros es aun confusa y controvertida, a ello contribuye la

18

o i c

R

% Actualmente se conoce que la matriz fundamental de un cilindro estĂĄ com ?

0 ? R

la porciĂłn ascendente post-asa de Henle del tĂşbulo distal, denominada proteĂ­na de

19

i v

20 21

r e

22

24

& ) " ? %

& " + 0

+ de un sangrado de parĂŠnquima renal y se asocia mĂĄs frecuentemente a una lesiĂłn

8

23

Cilindros de diferentes tipos. Cristales variados.

S

Tamm-Horsfall. La proteĂ­na de Tamm-Horsfall es el derivado proteico mĂĄs abundante en la orina de los sujetos normales y estĂĄ presente en los riĂąones de todos los mamĂ­feros pla % ( "

0 0 )+ ?

" ido atribuyendo funciones mĂĄs o menos demostradas:

901 901


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

• • • •

1 2 3 4

6

Protector osmĂłtico.

s e

n o

cio y sodio, por la albumina, medios de radiocontraste y proteĂ­na de Bence-Jones. El gel formado es transparente y por lo tanto invisible al microscopio Ăłptico, ni siquiera

8 9

i c

usando contraste de fases. En caso de lesiĂłn glomerular y dependiendo de su grado, pierde paulatinamente

10

a c

11

) 8 + * peso molecular. ProduciĂŠndose interacciones entre estas proteĂ­nas plasmĂĄticas y el ?

" +

* ! % 7 ? 0 5

trado cambia en mayor o menor medida, dependiendo de la concentraciĂłn exis +

?

? y cuando se alcanza el punto isoelĂŠctrico se produce la coagulaciĂłn. 7

8 R" ! * ? ) "

R

* ) +

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

5

" + ? *

+ ? a los distintos tipos de cilindros. Sin embargo, los estudios con anticuerpos monoclo

"

5 ? 0

recida, por lo que son los cilindros mĂĄs enigmĂĄticos tanto en su formaciĂłn como en

19

i v

20 21

r e

22

S

su composiciĂłn molecular. & " 0 * ! 8

5 +

tado evolutivo de la degeneraciĂłn de los cilindros epiteliales, previo paso por la fase ? * + ! 0

+ ? plasmĂĄtico. La evoluciĂłn molecular vendrĂ­a dada por la uniĂłn seriada y progresiva de los grĂĄnulos lipĂ­dicos para formar un mayor componente graso. Este desequilibrio 902 902

A

C

U

todos los epitelios del ĂĄrbol urinario. & ?

0 -

7

24

# R %

( 9 9 ? ?

" + de pesos moleculares altĂ­simos y con gran contenido acuoso que recubren y tapizan

5

23

Preventiva de infecciones urinarias. Preventivo de agregaciĂłn cristalina.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

fomentarĂ­a el proceso de fusiĂłn grasa, acelerĂĄndolo progresivamente al perder su

2

capacidad de ionizaciĂłn y transformando cada vez mĂĄs el cilindro en un componente " 0 9 0

?

9 ? ? ) ) 0

+ " !

3 4 5

U

6

4.a.1 Cilindros hialinos

7

& " *

) % 7 * compuestos, fundamentalmente, de proteĂ­nas, sin inclusiones.

s e

n o

8

M R ) + =

?

cada. Son semitransparentes e incoloros, muy poco refringentes, con un Ă­ndice de refracciĂłn muy cercano al del medio que lo rodea, lados paralelos, bordes redondeados + % # ! ! ) 0 5! ? %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

Figura 2. Cilindros hialinos

& " h

? 0 +nica; sin embargo, se pueden encontrar con frecuencia en nefropatĂ­as agudas y 903 903

A

C

recubrimiento a modo de pelĂ­cula.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

crĂłnicas, asociados a proteinuria y por ello pueden observarse en, prĂĄcticamente,

2

cualquier situaciĂłn en que aparezca aquella. TambiĂŠn aparecen de forma transitoria 5

8 + ! ? ) % Pueden encontrarse cantidades llamativas en diversas situaciones como la des-

3 4 5 6 7

s e

n o

8

4.a.2 Cilindros hialino-granulosos

9

i c

( " 0

0 ? ? ? ` % 7 ? 0

" R ! R %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

aparece en la llamada pseudonefritis del atleta, que se caracteriza porque el aspecto 0 " de carĂĄcter reversible, con ausencia de lesiones renales.

S

e d

u P

Figura 3. Cilindro hialino-granulosos

& " ? h

? 0 + Â? ! ? + ? das y crĂłnicas, asociados a proteinuria y por ello pueden observarse en, prĂĄcticamente,

904 904

A

C

" 0 5 +

0

5 % 7 0 +


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

cualquier situaciĂłn en que aparezca aquella. TambiĂŠn aparecen de forma transitoria

2

5

8 + ! ? ) %

3

4.a.3 Cilindros granulosos

4

& ? ! ? ! % I )

!

5 6

s e

? * % ? R -

7

? ? H %

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

17

e d

La naturaleza de las granulaciones sigue sin estar clara y es motivo de controversia. Es probable que su composiciĂłn sea variable dentro de un mismo cilindro, ya que un mismo cilindro presenta granulaciones pequeĂąas no birrefringentes y granulacio-

18 19

o i c

i v

nes grandes birrefringentes, que proceden de restos de lisosomas leucocitarios. Pue " + ? 0! ! ? ? % 4 ? " ? ) " -

20 21

r e

22

24

u P

Figura 4. Cilindro granuloso

16

23

U

S

0 0 % 4 + " ? existencia de una nefropatĂ­a (pielonefritis o glomerulonefritis).

905 905

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.a.4 Cilindros leucocitarios

2

Los leucocitos pueden penetrar en la luz de los tĂşbulos renales desde el intersti-

3

cio, a travĂŠs de las cĂŠlulas epiteliales renales y entre ellas. Existen diversas enfermedades renales como la pielonefritis, glomerulonefritis, nefritis intersticial, nefritis lĂşpica, e incluso el sĂ­ndrome nefrĂłtico que pueden pre-

4 5

s e

0 Z 0

0 % ( ! ?

* "

% Los cilindros leucocitarios se observan de forma caracterĂ­stica en infecciones lo-

7

n o

8

calizadas en el parĂŠnquima renal (pielonefritis aguda), pero, en ocasiones, pueden

Z ? lonefritis, nefritis intersticial, nefritis lĂşpica (nefritis de colagenosis). Su presencia, no obstante, exige siempre una investigaciĂłn bacteriolĂłgica de la orina. Los leucocitos pueden alcanzar la luz del tĂşbulo a travĂŠs de la desestructuraciĂłn glomerular en

Z 0 ? + % (0 0

" lindruria de otros tipos. Los cilindros leucocitarios aparecen cuando los leucocitos quedan atrapados en 9 % (

+

gura 5).

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

sentar cilindros leucocitarios, acompaĂąados en ocasiones de abundantes leucocitos

6

S

Figura 5. Cilindros leucocitarios

906 906

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

(

* ! ) 0

) * %

2

( ! ?

" ) ? 0 y los detalles de su estructura citolĂłgica pueden ser poco netos. & 0

0 ( " 1 !

3 4 5 6 7

s e

n o

8

4.a.5 Cilindros hemĂĄticos

9

i c

& " *

? 0! 8 h ) ? % M 8 8

" ? ! % & ! 5 ) !

5 ? V %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

9 " % Sin embargo, en la pielonefritis tambiĂŠn pueden aparecer otros elementos formes como los cilindros granulosos, epiteliales y cĂŠreos.

S

Figura 6. Cilindro hemĂĄtico

907 907

A

C

que aparecen los nĂşcleos de los leucocitos teĂąidos de color pĂşrpura o naranja e in-


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

1 ! ? " " * -

2

% 7

0 + R " )

+ " ? ! Â? " ! ? " ? ! %

3 4 5 6

s e

7

Aparecen frecuentemente en distintos tipos de glomerulonefritis, la nefropatĂ­a

n o

8

por depĂłsito de IgA, la nefritis lĂşpica, la endocarditis bacteriana subaguda y el infarto renal. TambiĂŠn pueden aparecer en el sedimento urinario de pacientes con necrosis tu! Z 0 %

9

i c

10 11

a c

i l b

12

4.a.6 Cilindros epiteliales

13

&

"

) matriz proteica. EstĂĄn constituidos, fundamentalmente, por las cĂŠlulas epiteliales descamadas resultantes de una enfermedad renal intrĂ­nseca con afectaciĂłn tubular. El proceso comienza con la pĂŠrdida del cemento intercelular del epitelio tubular, posteriormente, las cĂŠlulas se desprenden y, por Ăşltimo, se fusionan. & 0 R 5

!

14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

5 * mitir su diferenciaciĂłn de los leucocitos. En general, las cĂŠlulas epiteliales son mayo

* ? 0 * " grasa. La tinciĂłn supravital, la microscopĂ­a de contraste de fases y la tinciĂłn de Papa-

19

23

U

0 ? ) " rrĂĄgica aguda o una enfermedad manifestada por necrosis vascular, como ocurre en la periarteritis nodosa.

S

nicolaou permite distinguir los cilindros de cĂŠlulas epiteliales tubulares de los cilindros leucocitarios. La presencia de cilindros de cĂŠlulas epiteliales renales es indicativa de lesiĂłn tubular, apareciendo generalmente en los casos de necrosis tubular aguda, la enfermedad

vĂ­rica producida por CMV o la exposiciĂłn a determinados medicamentos y tĂłxicos.

908 908

A

C

& " * " ?


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

En diversos tipos de intoxicaciones por metales pesados (plomo, mercurio y talio),

2

tetracloruro de carbono, etilenglicol y salicilatos es frecuente encontrar en el sedimento cĂŠlulas tubulares libres y formando parte de los cilindros, indicativo de la existencia de una necrosis tubular aguda.

3 4 5

de cĂŠlulas epiteliales tubulares renales y sus correspondientes cilindros.

6

s e

U

7

4.a.7 Cilindros cĂŠreos

8

Los cilindros cĂŠreos tĂ­picos se pueden distinguir por su color amarillo cristalino y *? ? K % ( ? " + -

n o

9

i c

0 % 4 * * ? * " % ( variable, siendo, en ocasiones, extremadamente grandes e irregulares, mientras que 8 " %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

Figura 7. Cilindro cĂŠreo

909 909

A

C

7

? 0 9

" 9

8 h ! ) 0


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

(

0 Z 0 ? 0 -

2

bulares, pueden aparecer en una gran variedad de enfermedades renales como pie ? ! ? + 0 " 9 ? % ( ! ? 5

3 4 5

U

"

0 ! ) 9 0 ! ! Z 8 una enfermedad renal en fase terminal.

6

s e

7

En el sedimento de enfermos con sĂ­ndrome nefrĂłtico aparecen frecuentemente

n o

8

" ?

? % 7 ) 9 ! ) cilindros cĂŠreos. & ? )

5 ! " ! ! +

? 5 " ? 5

del sĂ­ndrome nefrĂłtico. Estos cuerpos grasos y lipoides presentan una fuerte birrefringencia y aparecen en forma de gotas, siendo muy caracterĂ­sticos de estos enfermos, pero no son exclusivos ya que tambiĂŠn se detectan en otros procesos. No existe " ? ) + %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

u P

16

4.b Leucocitos

17

M

? 5 " % ( "

%

18

Por lo general, tienen forma esfĂŠrica y color gris. Son de mayor tamaĂąo que los " + * 5

? 2 %

19

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

S

910 910

A

C

! ) 0 R ? -


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12

Figura 8. Leucocito en orina

13 14

16 17 18 19

o i c

e d

La presencia de un gran nĂşmero de leucocitos en orina, en especial cuando se encuentra en acĂşmulos es muy sugestiva de infecciĂłn aguda como pielonefritis, cistitis o uretritis. Los cilindros leucocitarios constituyen una evidencia de los leucocitos provienen

i v

20 21

r e

22

24

u P

M h % & + 0 % &

? " 0 " " " 0 cas o alcalinas. 7

* Z

9 % &

" 9 Z %

15

23

U

S

del riùón. Los acúmulos de lecucocitos son tambiÊn altamente sugestivos de origen renal, su presencia debe informarse. TambiÊn se observan leucocitos en patología no infecciosa como glomerulonefri ? h ! " 0 ! 5 irritación no infecciosa del urÊter, vejiga o uretra.

911 911


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

7 0 0

0 %

2

Su presencia en el sedimento urinario se asocia a diversos trastornos tĂłxico-alĂŠrgicos como la nefritis intersticial por drogas o fĂĄrmacos (enfermedad tubulointersti " ! ) %

3 4 5 6

s e

7

?" M # — 0 0

n o

8

! " ! % 4 gaciĂłn de una muestra de orina reciente, y posterior tinciĂłn de Hansel (azul de me

‹ 5

0 % ( * ] 0

%

9

i c

10 11

a c

i l b

12

4.c HematĂ­es

13

M ? " +

tra de orina centrifugada. Sin embargo, no se debe considerar patologĂ­a la presencia " + H3R% & R 0 R ] 3%333 `33%333 " + % Cuando la cantidad de sangre presente en la orina es pequeĂąa, la primera evi " ! 0 8

14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

! ? 0 % $ " * rentes al examinar microscĂłpicamente el sedimento concentrado. Aunque se puede ! 5 9 0 ! + " ? ! (tiras reactivas urinarias o el test de la bencidina).

19

23

U

+ ) + % 7 3

!0 % $ * " 9 0

0 } Â’ -

S

MicroscĂłpicamente los glĂłbulos rojos aparecen con forma de lentes bicĂłncavas h

? \ % ( *

5 %

912 912

A

C

! 5 "


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

Figura 9. HematĂ­es

10

a c

11

Conviene seĂąalar que la concentraciĂłn de la orina puede afectar al aspecto de los " + % 7

) ? ]3

" " ‚ 5 ! ƒ ‚ ƒ

! " ? ! %

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

S

Figura 10. Eritrocitos crenados

913 913


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Muy a menudo los eritrocitos pueden confundirse con las levaduras. Para diferen-

2

5 " +

) % 7 $ = * "+ " +

) % & " ? )

3 4 5

$ * " ? w 1. Hematuria glomerular.

6

•

7 8

• • •

9 10 11

n o

Glomerulonefritis secundaria.

i c

NefropatĂ­a mesangial IgA.

NefropatĂ­as glomerulares secundarias (endocarditis bacteriana, LES, sĂ­ndrome de Alport).

a c

i l b

12

2. Hematuria no glomerular. 2.1. Hematuria no glomerular de origen renal.

13 14

• • • • • •

15 16 17 18 19

e d

*- Necrosis tubular aguda. ' 0 + % Traumatismos.

o i c

Enfermedades vasculares del riùón

i v•

21

r • e

22

24

u P

" ! % Nefritis tubulointersticial.

2.2. Hematuria no glomerular de origen en la vĂ­a urinaria.

20

23

s e

S

• • •

U

Glomerulonefritis primaria (lesiones mĂ­nimas, lesiones focales como la enfermedad de Berger o lesiones generalizadas).

Litiasis. Pielonefritis aguda y crĂłnica. Cistitis necronizantes. Prostatitis. Tumores.

914 914

A

C

no renales.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

& " + ! ! ?-

2

% & ) R !

0 " maturia. En ausencia de una causa urolĂłgica y si la orina es estĂŠril, la mayorĂ­a de los casos son debidos a una glomerulonefritis.

3 4 5 6

s e

7

( " * ! " -

n o

8

ria macroscĂłpica. TambiĂŠn puede aparecer leucocitos aislados, cĂŠlulas epiteliales tu! " % 7

23 \3 ?

? 3 ?J +

3 los enfermos. La eliminaciĂłn urinaria de sodio estĂĄ disminuĂ­da, con excreciĂłn frac ] % & " + " 0 ? 0 post- glomerulares. 7 5 "

5 ~ 8 0 R ) " + 0?

% 1 R

! ) ? +

0 ? %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

o i c

1. 4 " + )

?

19

) + ? ]] % 2. HematĂ­es anular, tiene forma de anillo, con ambos contornos, interno y externo ! ? ] % 3. 7 " + ) + % 0 ) *

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

4 + w

18

23

U

0 "

]33 % ( " + ? " + 0 fragmentados y de menor tamaĂąo.

S

? ]` % 4. HematĂ­e especular, similar al crenado, con prolongaciones cortas y uniformes ? ]H % 5. Mixtos (procedentes de combinaciones de los anteriores).

915 915

A

C

El estudio del sedimento urinario de pacientes con glomerulonefritis aguda pos-


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 Figura 11. Acantocito

9

Figura 12. HematĂ­e anular

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

o i c

19

Figura 14. HematĂ­e especular

7 ?5 * ! !

0 " -

i v

20 21

+ 0

* )5 ! basal glomerular y/o de los espacios intertubulares de los tĂşbulos. & * " ?

" + )

" + % M

r e

22

24

e d

u P

Figura 13. Estomatocito

18

23

U

S

morfolĂłgicos los que se deben buscar con preferencia en el sedimento urinario. ( " " +

" + ? ? " + " + " +

" + ) %

916 916


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

& " ?

0 % &

2

" + 0 ! ? *

0?

ya que las neoplasias son una de las principales causas de sangrado urolĂłgico aislado. & " + 0

+

3 4 5 6

s e

7

se deben utilizar otros parĂĄmetros del urianĂĄlisis; la presencia de una proteinuria in-

n o

8

" * ? 5 + ?

0 ?

"

9? h 5 !

! " !

0 tĂşbulo-intersticial. # ) " 9 0 9 " 0? frente al clĂĄsico examen por microscopĂ­a de contraste de fases para detectar con ra 9 " + 0 % 4 9 ! 0 )

" + ™$1 ! ? ) ? % & " + ? ! 0 ™$1

" + ? 5 + " + origen renal presentan un menor VCM.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

" Z 8 " + " + 0 % & 0 * 23 " + 0 ? 0 0

5 ™MM "

r e

22

24

e d

u P

Otros autores utilizan exclusivamente la forma de la curva de distribuciĂłn de los " + '#Â’ % 7 " ? ) " " ?5 ? ! 0 " + " + 0 "

! ) )

18

23

U

glomerular, pero tambiĂŠn puede aparecer en afecciones tubulares o intersticiales. & " +? Â? ? ! % M

? ? h! "

S

" +

0 mite la exclusiĂłn de la patologĂ­a renal (bajo VPN).

917 917

A

C

de un sangrado de parĂŠnquima renal y se asocia mĂĄs frecuentemente a una lesiĂłn


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

& "

9 R

2

+ ! 0 " ?5 " + ?+ ) ! ) ? 5 " + 0 ! 5 ! )

3 4 5 6

s e

7

4.d CĂŠlulas epiteliales

8

Las cĂŠlulas epiteliales pueden ser de tres tipos:

9

4.d.1 CÊlulas del epitelio tubular (riùón y urÊter)

a c

11

Se denominan de vĂ­as altas. Tienen unas dimensiones, aproximadamente, un tercio mayores que los leucocitos. Pueden tener prĂĄcticamente el mismo diĂĄmetro en todas direcciones (cĂŠlulas cuboideas) o estar alargadas segĂşn un eje (cĂŠlulas colum ? ] %

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

e d

u P

i v

20 21

r e

22

24

n o

i c

10

23

U

" + 0 + les y extrarrenales, infecciĂłn del tracto urinario (ITU) y traumatismos.

S

Figura 15. CĂŠlula de epitelio tubular

918 918

A

C

" +

? ? " + % &


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Las cĂŠlulas que proceden del epitelio del urĂŠter tienen un pequeĂąo nĂşcleo, mien-

2

tras que las renales poseen un nĂşcleo abundante. Son caracterĂ­sticas las cĂŠlulas en raqueta procedentes de la pelvis renal. Cuando estas cĂŠlulas se encuentran incluidas en la matriz de cilindros se puede

3 4 5

ninguna interpretaciĂłn en cuanto a su lugar de origen.

6

s e

U

7

4.d.2 ! " #

8

Su diĂĄmetro es de dos a cuatro veces mayor que el de los leucocitos. Su forma tiende a ser piriforme o redondeada, a veces con una prolongaciĂłn en forma de cola

n o

9

i c

% 7 h

) ? ]V %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

S

e d

u P

Figura 16. CĂŠlulas de epitelio de transiciĂłn (tinciĂłn de rojo neutro)

Cuando aparecen en gran nĂşmero indican la existencia de un proceso patolĂłgico causante de exfoliaciĂłn anormal.

919 919

A

C

!

? ! Â? * ! "


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.d.3 ! " $ #

2

Son grandes y aplanadas, con diĂĄmetro variable segĂşn el grado de madurez. TĂ­picamente, el nĂşcleo estĂĄ reducido a una pequeĂąa masa de cromatina con mem!

% ( ? ) gran nĂşmero.

3 4 5

s e

sobre sĂ­ mismas, observĂĄndose con frecuencia en la orina de mujeres, sobre todo en

! 9 ? ]K %

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

io

19

Figura 17. CĂŠlulas de epitelio escamoso

c i v

21

r e

22

24

e d

u P

En toda muestra de orina podemos encontrar en el examen microscĂłpico de su sedimento con la presencia de algunas cĂŠlulas del epitelio de diversos segmentos del

20

23

U

& 5 ) ) ? " " 8 !

6

S

conducto urinario. Un notable aumento en su nĂşmero es signo de alteraciĂłn patolĂłgica a nivel de su ? % 4 ) 9 5 ? 0 5 !

) ? Â? ! ? "

+ 5 " ) cambios degenerativos.

920 920

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.e Cristales

2

4.e.1 Orinas ĂĄcidas

3

C

4

4.e.1.a Cristales de ĂĄcido Ăşrico Son cristales romboidales, aislados, cruzados o en roseta. TambiĂŠn pueden apare ? ? " R ? ? ]2 % ˜ -

5 6 7

s e

mente, el ĂĄcido Ăşrico puede aparecer amorfo.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

e d

u P

Figura 18. Cristales de ĂĄcido urico

La mayorĂ­a tienen color amarillo rojizo por la absorciĂłn de pigmentos urinarios.

i v

20 21

&

* h

? 0 + ten en grandes cantidades en la orina recientemente emitida, lo que debe sugerir la idea de trastornos en el metabolismo del ĂĄcido Ăşrico (gota) o de la existencia de algĂşn cĂĄlculo en las vĂ­as urinarias, especialmente si ĂŠsta eliminaciĂłn del ĂĄcido Ăşrico va aso-

r e

22

24

U

n o

8

23

A

En orinas ĂĄcidas podemos encontrar los siguientes tipos de cristales:

S

" 5

! " J

%

921 921


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.e.1.b Cristales de uratos amorfos Los uratos amorfos, generalmente, se encuentran aumentados en la orina con-

2

centrada de los estados febriles, o bien, la mayor parte de las veces, proceden de la alimentaciĂłn. ( ?

3 4 5

8 ? ]\ % (

)

-

6

ven rĂĄpidamente en ĂĄcido acĂŠtico.

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

io

19

21

Figura 19. Cristales de urato amorfo

r e

4.e.1.c Cristales de oxalato cĂĄlcico

22

24

e d

u P

c i v

20

23

U

S

Los cristales de oxalato cĂĄlcico son incoloros y su tamaĂąo es variable. Pueden pre ! 8 w

" " " % 7

w " " %

922 922

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Aunque generalmente aparecen en orinas ĂĄcidas, tambiĂŠn pueden visualizarse en

2

orinas alcalinas con pH=7. & " R ! " + % ! 5 tas ricas en oxalato (tomate, ajo, naranja, repollo, espĂĄrragos) y oxalosis primaria fa-

3 4 5

U

Puede aparecer tambiĂŠn como consecuencia de la ingesta elevada de ĂĄcido ascĂłrbico, que se metaboliza a ĂĄcido oxĂĄlico, y en la intoxicaciĂłn por etilenglicol. El etilenglicol es metabolizado mĂĄs rĂĄpidamente que el metanol, tambiĂŠn por la vĂ­a de la

6

s e

7

" ? "0 % & R

? !

n o

8

acciĂłn del glicolato y a la precipitaciĂłn a oxalato cĂĄlcico. 7 0? " R

V\ * * \] " \ "

3 )

0 " %

9

i c

10 11

a c

i l b

12 13

4.e.1.c.a. Oxalato cĂĄlcico monohidratado

14

( ! 0 ) ? res monoclĂ­nicos agregados por un eje central que le dan aspecto de reloj de arena o ? ? 3 ( " R * "

]33

" R

2 ] * *

3% ] 8

% 7 * * " " %

15 16 17 18 19

i v

20

El consumo de etilenglicol origina la presencia masiva en orina de grandes crista

"

?

"+? R* %

21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

4.e.1.c.b. Oxalato cĂĄlcico dihidratado 7 R " 9 tema tetragonal, constituida por la uniĂłn por su base de dos pirĂĄmides tetragonales. La ) 0 0 )

? ! ? ] % 923 923

A

C

miliar (enfermedad metabĂłlica rara).


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

En ciertos casos, las dos pirĂĄmides pueden estar separadas unas de otras por un

2

engrosamiento progresivo de la arista que marca su uniĂłn, observĂĄndose cristales con doce caras, denominados dodecaĂŠdricos.

3

5 6

s e

7

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

e d

u P

i v

20

Figura 20. Oxalato cĂĄlcico monohidratado

21

r e

22

24

U

n o

8

23

A

C

4

S

Figura 21. Oxalato cĂĄlcio dihidratado

4.e.1.d Cristales de ĂĄcido hipĂşrico

Su observaciĂłn en el sedimento urinario es muy rara. Aparece en orinas ĂĄcidas o % ( ! " R ?

? 8 !

? " %

924 924


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

(

? 0 +

2

debido a la ingesta de frutas, verduras u otros alimentos de alto contenido en ĂĄcido benzoico.

3 4

4.e.1.e Cristales de 2,8-Dihidroxiadenina Su aspecto es como esferolitos en apareciencia amorfos, de color marrĂłn-rosado

5

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

18

o i c

( 5 + "

9 nin-fosforribosil-transferasa, produciendo un acumulo de un metabolito interme-

19

i v

! " R % 7 ? 5 es rara, pero la incidencia de litiasis renal en los enfermos que presentan cristaluria

) 23 %

20 21

r e

22

24

e d

u P

Figura 22. Cristales de 2,8-dihidroxiadenina

17

23

U

y tamaĂąo variable, pero un examen mĂĄs cuidadoso y a mayor aumento, permite ob ) + ? % 4 * disuelve a pH alcĂĄlinos, siendo insolubles en medios con pH > 9.

6

S

4.e.1.f Cristales de tirosina y leucina Los cristales de tirosina y leucina suelen aparecer juntos en la orina ĂĄcida, por lo ? ? ) " * R 0

8 " * "

925 925

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

" 0R " * ? % 4

2

amarillo, debido a la presencia de ictericia (bilirrubina). &

? 8 " % ! 5 ! ? ` %

3

5 6

s e

7

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13

Figura 23. Cristales de tirosina

14

16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

u P

Los cristales de leucina pueden aparecer de forma poliĂŠdrica o como gotas de aceite + 5 ? H % ! 5 8 ? %

15

23

U

n o

8

S

e d

Figura 24. Cristales de leucina

4.e.1.g Sustancias medicamentosas

Todas los medicamentos que se eliminan por el riùón son susceptibles en deter 9 % # 8 ) +

926 926

A

C

4


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

la cristaluria medicamentosa solamente tiene interĂŠs si se acompaĂąa de sĂ­ntomas o

2

? + 0 " ? % M den aparecer tanto a pH ĂĄcido como bĂĄsico dependiendo del medicamento que se este tomando.

3 4 5 6

s e

7

4 "

) ?

n o

8

" 0 % 7 ? + + " * ? 0 ) ! !

% 7 ? 0 0 9 ? + infrarroja, cromatografĂ­a bidimensional, etc. Su interĂŠs clĂ­nico es por su implicaciĂłn en procesos litogĂŠnicos, que permite clasi w

9

i c

10 11 12 13

•

14 15

a c

Agentes inductores:

Acetozolamina

Vitamina C Fenacetina 4

16

17

18

•

i v

20

r e

22

24

S

u P

Agentes integrantes:

21

e d

i l b

Alopurinol Colestiramina

o i c

19

23

U

5 + * % &

0 0 versos medicamentos que la descripciĂłn morfolĂłgica casi nunca es determinante.

Ampicilina Sulfamidas Nitrofurantoina Triamterene Indinavir Azul de metileno

927 927

A

C

& 0 R


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.e.1.g.a Triamterene ( !

R" !

2

? ! * ! ? ? % 7 parecido a los cristales de ĂĄcido Ăşrico, pero su solubilidad por el calor, la reacciĂłn de la R

3 4 5

? 0 ) % ( 0 + 8

6

cromatografĂ­a bidimensional.

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

S

e d

u P

Figura 25. Cristales de triamterene

4.e.1.g.b Indinavir ( + ! ? ? "

? ? V %

928 928

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

La cristaluria puede llegar a ser tan importante que aparece como arenillas o barro

2

macroscĂłpico. Sus caracterĂ­sticas morfolĂłgicas no permiten una diferenciaciĂłn se?

% ( ! ? " ?

aciculares agrupadas en gavillas, insolubles al calor, insolubles en ĂĄcidos y bases dĂŠ-

3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

blecer un diagnĂłstico presuntivo. ( 5 H

%

S

e d

u P

Figura 26. Cristales de Indinavir

4.e.1.h Cristales de bilirrubina & ! ! 8 9 ? " 5 ? K %

929 929

A

C

!

) ) -


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Se suele confundir con los cristales de acido Ăşrico y urato monosĂłdico. Se dife-

2

rencia porque son muy solubles en cloroformo y ĂĄcidos minerales. AdemĂĄs, la orina de estos pacientes estĂĄ intensamente coloreada del mismo color. En individuos normales no se detecta en orina, por lo que su presencia siempre es

3 4 5

? " * " %

6

s e

7

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13

Figura 27. Cristales de bilirrubina

14 15

4.e.2 Orinas alcalinas

16

4.e.2.a Cristales de urato amĂłnico

18

o i c

Los cristales de urato amĂłnico aparecen generalmente en orinas muy alcalinas.

19

Se presenta en orina bajo dos aspectos distintos, que se relacionan con el pH y sugiere origenes distintos: Tipo I y Tipo II

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

En orinas alcalinas podemos encontrar los siguientes tipos de cristales:

17

23

U

n o

8

S

4.e.2.a.a Urato amĂłnico tipo I

Su aspecto es de esferolitos de tamaĂąo bastante uniforme, de color marrĂłn y con marcada estriaciĂłn radial, que indican una disposiciĂłn ordenada de pequeĂąos prismas aciculares. Se encuentra en orinas de pH entre 6,6 a 7,5. Suele encontrarse sĂłlo

0 ?5 ? 2 % 930 930

A

C

0? % ( ?+ " * " 0 -


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

7

" ?5 ! dosis metabĂłlica. Su riesgo de litiasis es despreciable.

2 3 4

Su presenta en formaciones prismĂĄticas aciculares de color marrĂłn oscuro, que

5

? " % ™ " ? ? ? * tamaùo variable y con bordes irregulares que le dan aspecto de especulados. Se presenta en orinas con pH > 2 ? \ %

6

s e

7

n o

ureĂłlisis secundaria a una infecciĂłn por gĂŠrmenes ureolĂ­ticos. Su presencia es indicador de alto riesgo de litiasis.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

Figura 28. Cristales de urato amĂłnico I

16 17 18

o i c

e d

Figura 29.Cristales de urato amĂłnico II

4.e.2.b Cristales de carbonato cĂĄlcico Los cristales de carbonato cĂĄlcico pueden cristalizar en tres sistemas distintos:

19

i v

20 21

' ! " R ? 0 ! % 7

" ! 0 9 romboedrica. Se presenta en forma de romboedros con ligero tinte amarillo y transparentes, que se pueden agrupar en rosetas. Se puede confundir con cristales de ĂĄcido urico, pero se diferencia en su insolu-

r e

22

24

u P

S

bilidad por calor, su extrema solubilidad en ĂĄcidos y desprendimiento brusco de gas. Aparece en personas normales que ingieren grandes cantidades de vegetales o bicarbonato cĂĄlcico.

931 931

C

U

EstĂĄn relacionados con lasuperproducciĂłn de iones amonio procedentes de la

8

23

A

4.e.2.a.b. Urato amĂłnico tipo II


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Su interĂŠs radica en que su presencia se asocia con infecciones ureolĂ­ticas y coprecipitar junto con otros compuestos ureogenerados.

2 3 4

&

?

5

! ? `3 % ( !

* * 5 pero no al calentar. En sujetos normales se encuentra en pequeĂąas cantidades. En las orinas pos-

6

s e

7

n o

su sĂ­ntesis. < ? 0? R ! o frecuentes en individuos litiĂĄsicos de fosfato cĂĄlcico, ya que indican un riesgo de recidiva.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

S

e d

u P

Figura 30. Cristales de fosfato amorfo

4.e.2.d Cristales de fosfato ĂĄcido cĂĄlcico Los cristales de fosfato ĂĄcido cĂĄlcico aparecen como delgados prismas monoclĂ­ni-

? )

? `] % $ R

932 932

C

U

tprandials y en infecciones urinarias debidas a gĂŠrmenes urealĂ­ticos se incrementa

8

23

A

4.e.2.c Cristales de fosfatos amorfos


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

! 0 ! ! * !

2

calor y su cristalizaciĂłn a pH alcĂĄlino. En condiciones normales no aparece en individuos sanos. Es frecuente encontrarlo en dos tipos de patologĂ­as:

3 4

•

MetĂĄbolicas 7 " J "

!

5 6

s e

0 ? ! R

7

elevadas de calcio y/o fĂłsforo, que alcanzan la saturaciĂłn y cristalizan. Siendo frecuentes en las litiasis cĂĄlcica idiopĂĄticas.

8

n o

•

9

i c

Del tracto urinario En estas quedan comprendidas todas aquellas que conllevan obstrucciones o estasis urinarios y presencia de catĂŠteres. La infecciĂłn ureolĂ­tica y el remanso de la orina contribuyen a la coprecipitaciĂłn de fosfocarbonatos, fosfato amĂłnico-magnesico y urato amĂłnico.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

S

Figura 31. Cristales de fosfato ĂĄcido cĂĄlcico

933 933

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.e.2.e Cristales de fosfato triple Los cristales de fosfato triple (fosfato amĂłnico-magnĂŠsico) son incoloros y pre-

2

+ h !

? ` % ( 9 ciĂłn suele aparecer a pH entre 7 y 9, aunque a veces puede aparecer a pH inferior a 7. Es un compuesto que no apaece en individuos normales. Su apariciĂłn indica la

3 4 5

R " ? !0 %

6

M 0 9 9 5 " !

= cuencia del desarrollo y actividad metabĂłlica de bacterias ureolĂ­ticas contaminantes.

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

Figura 32. Cristales de fosfato triple

S

934 934

U

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.e.2.f Cristales de sulfato cĂĄlcico &

* ? 8 ?

2

incoloros, semejantes a los de fosfato cĂĄlcico. Son extremadamente solubles en ĂĄcido acĂŠtico a diferencia de los de fosfato cĂĄlcico. No tienen interĂŠs clĂ­nico.

3

5

4.e.3 Cristales anfĂłteros

6

s e

4.e.3.a Cristales de cistina

7

n o

8

Ăşrico, de los cuales se distinguen por su solubilidad en amĂłniaco y por su insolubilidad por el calor. 7 R ! " ! =

! 8

" 5 bles o porque las bacterias contaminantes de la orina tienden a redisolverlos.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

&

" R ?

+ 0 ? `` 8

*

S

Figura 33. Cristales de cistina

935 935

A

C

4


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Son raros, pero su presencia indica un error congĂŠnito poco frecuente del metabolismo denominado cistinuria.

2 3 4

? ? `H !

5 !

" %

6

s e

7

U

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

Figura 34. Cristales de colesterol

No se encuentra en la orina de individuos sanos. Son muy raros y su presencia siempre indica una situaciĂłn patolĂłgica que se resume en dos procesos:

18 19

•

o i c

i v

20 21

r e

22

24

C

&

" ?

5

23

A

4.e.3.b Cristales de colesterol

S

La obstrucciĂłn abdominal o torĂĄcica del drenaje linfĂĄtico Tumores intraabdominales. Aneurismas aĂłrticos. = ? ? * !

%

•

Filariasis

La ruptura de vasos linfĂĄticos de la pelvis renal IatrĂłgenos (procedimientos quirĂşrgicos)

Invasivas (tumores pĂŠlvicos) 936 936


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

Infecciosas acompaĂąadas de litiasis (cĂĄlculos coraliformes ureogenerados)

2

4.e.3.c Cristales de creatina

3 4

&

? `

! ? de aspecto inicialmente rectangular, pero con una observaciĂłn cuidadosa se obser-

5

) ? 0 " R ? %

6

( R * " 5 cia en la ausencia de losvĂŠrtices bipiramidales.

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

Figura 35. Cristales de creatina

<

! ) ) 0? y patolĂłgicas donde se producen un aumento de la creatinuria, que sobrepasa la ca-

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

pacidad de reabsorciĂłn tubular y aparece en orina. Estas situaciones son:

S

•

FisiolĂłgicas: Embarazadas.

Puerperio. NiĂąos prepuberales. 937 937

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

2

4 ! ! " % Adultos con ayunos prolongados.

Mayores de 70 aĂąos.

3

•

4 5 6

A

PatolĂłgicas:

7

0 %

Poliomielitis.

Miastenia gravis. # Miositis difusa.

7

8

C

s e

U

n o

9

i c

10

4.e.4

11

4 R 0 ? 0 + ) ? ? w

12

•

13 14

•

15

•

16 17 18

u P

7 ? ) ˜R * h

fatos y sulfamidas).

e d

Elementos que actuan como posibles focos litĂłgenos (todos los anteriores mĂĄs idinavir y Triamterene.

o i c

0 % 7 !

? ) 0? 5 0? 0 %

i v

20 21

r e

22

24

i l b

7 ? ) %2 # " R

cina, fosfato amĂłnico-magnĂŠsico, urato amĂłnico, xantina y carbonato cĂĄlcico).

& ) 0 0?

? ) -

19

23

a c

S

# ) "

+ ) 9

?

% 7 + " ) ) * 0 0? controlar un tratamiento farmacolĂłgico.

938 938


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

M

" * 9 -

2

? *

h ciĂłn y tasa de agregaciĂłn) y un indicador (frecuencia) que corresponde al clĂ­nico. Por " 9

3 4 5

U

a temperaturas inadecuadas que facilitan la cristalizaciĂłn y las demoras en el anĂĄlisis. La predicciĂłn de una alteraciĂłn metabĂłlica o de un riesgo litĂłgeno se incrementa potencialmente conforme aumenta de forma concomitante el nĂşmero de factores

6 7

s e

presentes.

8

n o

9

4.e.4.a TamaĂąo

10

( ? ) nas superiores a 20-25 Pm para oxalato cĂĄlcico. Y > 100 Pm para ĂĄcido Ăşrico y fosfato cĂĄlcico.

i c

a c

11

i l b

12

4.e.4.b Espesor La visiĂłn en todos los compuestos que cristalizan de la cara correspondiente al 8 ? * ? +) ) 0 0gica, puesto que indica que se estĂĄn dando las condiciones idĂłneas para el desarrollo

? `V %

13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

Figura 36. Cristales de ĂĄcido urico (espesor)

939 939

A

C

patolĂłgicos, pero que son secundarias a regĂ­menes dietĂŠticos, conservaciĂłn de la orina


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

4.e.4.c NĂşmero La presencia de mĂĄs de cinco cristales por campo con el objetivo de 40. Debe

2

ser indicado como indicarse como abundantes, consignando el nĂşmero aproximando entre parĂŠntesis. Este parĂĄmetro carece de importancia en presencia de cristales o maclas gigantes, porque su tamaĂąo excede a la del campo microscĂłpico.

3 4 5

U

6

4.e.4.d Tasa de maclaciĂłn

7

(

8 *

? plano, centro o eje de macla. La formaciĂłn de maclas y su porcentaje relativo se esgrime

8

) ?5

) ? 0? ? `K %

s e

n o

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

io

19

21

Figura 37. Maclas de ĂĄcido urico

r e

4.e.4.e Tasa de agregaciĂłn

22

24

u P

c i v

20

23

e d

S

La presencia de microagregados de unidades cristalinas o de sus maclas se con-

sidera como un factor de muy alto riesgo litĂłgeno. Debe consignarse si se observan agregados y la cantidad aproximada. La velocidad de centrifugaciĂłn no debe sobrepasar las 1500 rpm, ni el tiempo ser superior a tres minutos, porque un exceso tiende ? ? 0 ? `2 %

940 940

C

A


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

17

5 PARĂ SITOS

18

o i c

e d

Las formas parĂĄsitas mĂĄs frecuentemente observados en el sedimento urinario son:

19

i v

20 21

r e

22

24

u P

Figura 38. Agregados de ĂĄcido urico

16

23

U

S

•

Trofozoitos de " ) ? :

( 9

Z ?

!

) ? `\ %

941 941


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

Figura 39. Trichomonas vaginalis (tinciĂłn de Giemsa)

a c

11

i l b

12

En muestras recientes presentan gran movilidad; en muestras viejas pierden la movilidad y pueden asemejarse a leucocitos o cĂŠlulas epiteliales planas y ovoides. Se suelen encontrar en los exĂĄmenes de orina como resultado de la contaminaciĂłn de ĂŠsta por las secreciones vaginales y uretrales. ~ ) ? 8 " ! 8 %

13 14 15

•

16

18 19

o i c

e d

i v

20 21

7 " ) + ? H3 % M

? 0 9 ! % 7 " )

* " + ) 8 ? " + 0 %

r e

22

24

u P

= ) ( " " ! w ( " )

) ! " 9 + * % Los parĂĄsitos estĂĄn localizados en los plexos venosos de la pelvis y vejiga, asĂ­ como en el colon y recto.

17

23

U

S

942 942


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 Figura 40. Huevo de Shistosoma haematobium

6

s e

7

U

Otros parĂĄsitos suelen aparecer en la orina como resultado de una contaminaciĂłn fecal o suciedad. Entre estos tenemos:

n o

8 9

i c

1. Huevos de Enterobius vermicularis (oxiuro) procedentes de las mĂĄrgenes anales. 2. Huevos y larvas de Ascaris lumbricoides 0 "

) 8 ? " % 3. Quistes de ameba procedentes de contaminaciĂłn fecal. 4. } " 0

R Taenia.

10

a c

11

i l b

12 13 14

u P

5. ' " ) ) Ancylostoma y Necator. 6. Larvas de Anguillula aceti de contaminaciĂłn.

15 16

e d

7 " )

* " + ) 8 ? " + 0 %

17 18

o i c

19

i v

20

6 CONTAMINANTES

21

Los contaminantes y artefactos aparecen a menudo en la orina y suelen confundir a los observadores inexpertos. La mayorĂ­a aparecen como partĂ­culas altamente retrĂĄctiles. Se pueden encon 9 ?

! ) ?

? H]

!

" -

r e

22 23 24

S

? H 5 9 ? + 0 ? H`

? HH

? 0 " ? ?

943 943


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

% ! 5 + ) ? H ?

9

!

2

pueden dar lugar a confusiĂłn. 4 ! ) " ? " !

0 % 4 "

9?

3 4 5 6 7

s e

contorno irregular. Cuando se observa con microscopia de luz polarizada se aprecia

8

n o

la tĂ­pica imagen de cruz de Malta.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

recogida. Los grĂĄnulos de almidĂłn es el contaminante mĂĄs frecuentemente encontrado en el examen microscĂłpico de la orina. Son brillantes y con dĂŠbil estriaciĂłn transversal y

e d

u P

Figura 41. Fibras vegetales

Figura 42. Cabellos

S

944 944

A

C

artefacto es necesario repetir el examen con otra muestra, cuidando de su adecuada


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

Figura 43. Almidon

Figura 44. Granos de polen

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

S

e d

u P

Figura 45. PartĂ­culas de vidrio

7 NITRITOS, ESTERASA LEUCOCITARIA Y CULTIVO DE LA ORINA

1 " ! )+ ! 9 por reducciĂłn los nitratos procedentes de la alimentaciĂłn que son eliminados por la

945 945


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

% M 0 -

2

ble del grado de invasiĂłn bacteriana del tracto urinario. 7 5 ? }

! ) + " ) % & * ? * + " ! -

3 4 5 6

s e

7

Las bacterias de la familia enterobacteriĂĄceas son capaces de reducir los nitratos a

n o

8

nitritos, pero no todas las bacterias productoras de ITU dan positiva la prueba del nitrito, el ejemplo tĂ­pico es el enterococo. Los microorganismos que reducen los nitratos a amonĂ­aco, Ăłxido nĂ­trico, Ăłxido ni " R 0? ? ) % Las orinas con pH alcalino se encuentran mĂĄs frecuentemente relacionadas con infecciĂłn urinaria que las que muestran un pH ĂĄcido. La presencia de cristales de estruvita (fosfato amĂłnico-magnĂŠsico) se encuentra siempre asociada a orina alcalina y bacteriuria por microorganismos urealĂ­ticos (Proteus mirĂĄbilis, Proteus vulgaris, Providencia spp y Corynebacterium urealyticum). La bacteriuria pueden encontrarse en el sedimento urinario como resultado de una infecciĂłn urinaria o por contaminaciĂłn de la orina por varias causas. Algunos

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

pero la leucocituria no siempre se acompaĂąa de bacteriuria (infecciĂłn urinaria). Si aparecen sola (bacteriuria sin leucocituria) debe pensarse que se trata de una contaminaciĂłn. La orina normal no contiene bacterias, pero la contaminaciĂłn es muy frecuente

r e

22

24

e d

u P

autores aconsejan que sĂłlo aparezca en el informe analĂ­tico del sedimento urinario cuando la bacteriuria se asocia a leucocituria, ya que ambos datos son frecuentemente sinĂłnimos de infecciĂłn. La bacteriuria incluye, generalmente, leucocituria (mĂĄs de 10 leucocitos/campo),

18

23

U

< R ) % ( ! ? +

) mente frecuente la apariciĂłn de resultados falsos negativos (baja sensibilidad) si la bacteria no reduce los nitratos a nitritos.

S

cuando la orina no se recoge con sonda y en recipiente estĂŠril; ademĂĄs, cuando la orina permanece a temperatura ambiente por algĂşn tiempo, los microorganismos

946 946

A

C

zo-quinolina, que toma un color rosado cuando reacciona con los nitritos bacterianos.


20

Estudio bioquĂ­mico elemental de orina. Sedimento urinario

1

se multiplican con rapidez. Se informa como bacteriuria escasa, moderada e intensa,

2

pero en determinados casos puede ser preferible no informarla. M

* " ) ! ! + les, en la actualidad, los nitritos y la leucocito esterasa, determinables mediante tiras

3 4 5 6

s e

7

recomendado para detectar bacteriurias en pacientes asintomĂĄticos y, generalmente,

n o

8

se utilizan en los laboratorios como predictores negativos para seleccionar las muestras de orina a cultivar. # ) "

* ! + tira reactiva con el sedimento urinario en personas asintomåticas. Según la bibliogra + 9 0 8 " ! ! + 9 ! ™MM ™M< 0R 23 frente al sedimento urinario. La combinación leucocito esterasa + nitritos presenta *R ! % * ™MM ™M< \3 % 1 " ! )+ ! 9 ducción los nitratos procedentes de la alimentación que son eliminados por la orina

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

zo-quinolina, que toma un color rosado cuando reacciona con los nitritos bacterianos. < R ) % ( ! ? +

) mente frecuente la apariciĂłn de resultados falsos negativos (baja sensibilidad) si la bacteria no reduce los nitratos a nitritos.

r e

22

24

e d

u P

% M 0 !

grado de invasiĂłn bacteriana del tracto urinario. 7 5 ? }

! ) + " ) % & * ? * + " ! -

18

23

U

+ ! ? 0 R microscĂłpico del sedimento urinario. & ! ! + * 8 0 * 9 !

"

S

1 " 0

! +mico mĂĄs exacto de infecciĂłn de las vĂ­as urinarias (ITU), sobre todo en los ancianos,

947 947

A

C

reactivas colorimĂŠtricas y cuya lectura es visual o automĂĄtica, son las que presentan


20

Estudio bioquรญmico elemental de orina. Sedimento urinario

1

) *

23 ~ I

? % M

2

0 5 !

0 9 ~ I% La detecciรณn de leucocituria mediante la prueba de la esterasa leucocitaria no es sinรณnimo de infecciรณn del tracto urinario (ITU).

3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

? ) ! 0R \ en comparaciรณn con los resultados ofrecidos por los cultivos convencionales de la orina.

S

948 948

A

C

La detecciรณn de bacteriuria mediante el examen de la tinciรณn de Gram de la orina


20 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

4 ! 1 # ( M ™*9 9 4 $ (% = " R -

3

A

% ' ) $ 7 ]\\VÂ? ]3Â? K V K%

4

Ă lvarez C. Estudio microscĂłpico del sedimento urinario. MonografĂ­as Bayer; 1993.

5

Balcells A. La clĂ­nica y el laboratorio. Masson-Salvat; 1997.

6

$ $= ’ M� = ˆ ~>% "

" ? -

s e

" " " % $ < " ]\\`Â? `\w HH \%

7

U

#

7 !* ‘% 7 % §Â— 5 " ) ? ) 8 “% 4

8

n o

Fund Puigvert 1999; 18: 135-48.

9

i c

#

7 !* ‘% ~

! 0 J 0 +

? 0 gĂ­as uronefrolĂłgicas. Act Fund Puigvert 2000; 19: 84-98.

10

a c

11

Dalet EscribĂĄ F. Sedimento Urinario. Tratado y Atlas. AEFA; 2000.

i l b

12

Daudon M. La cristaluria. Laboratorio y ClĂ­nica. AEFA; 1995.

13

DĂ­az Portillo J, FernĂĄndez del Barrio T, Paredes Salido F. Aspectos bĂĄsicos de BioquĂ­mica ClĂ­nica. DĂ­az de Santos; 1997.

14

u P

# ) ($ ) &Â?% 4 " " " % M < " 333Â? ]Hw V K %

15 16

e d

‘ 4 – — 0 $ Ž1% � + $ + % 4 ( 0? % Mayo; 1992.

17 18

o i c

19

} ! 4 ?

1 1 4 ?

'% ~ 0 +

! % 15 M namericana; 2000.

20

Henry JB. DiagnĂłstico y Tratamiento clĂ­nicos. Masson-Salvat; 1993.

21

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Mar-ban; 2005.

i v

r e

22 23 24

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 Â? ]\\V%

S

> #&% = % M 1 ~ % 1 } ˆ=

J~ Â? 2001. MartĂ­nez de la CĂĄmara, H. SistemĂĄtica del estudio de los cĂĄlculos urinarios por tĂŠcni ? * % 4 * $ + ]\\ Â? V\w ` V%

949 949

C


20 1

4 ? 4 (% & + w #5 ! R " % 1 $ 33 ]]\w 32 ] %

2

M 4 > &4% + $ + % + *

0 % 1 33]%

3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

950 950

U


MONITORIZACIร N DE Fร RMACOS

1

Introducciรณn

2

1 Principios bรกsicos

3

1.a Margen terapรฉutico

4

1.b Principios de farmacocinรฉtica

5 6 7

1.b.1 Absorciรณn 1.b.1.a Absorciรณn o transporte pasivo 1.b.1.a.a Principio o ley de difusiรณn de Fick ]%!%]% %! $ 0 + J ? ? !

8

1.b.1.a.c Gradiente de concentraciรณn

9

]%!%]% % ~ Z

=

10

1.b.1.b Filtraciรณn o absorciรณn convectiva

11

1.b.1.c Absorciรณn por transporte activo

12

1.b.1.d Difusiรณn facilitada

13

1.b.1.e Pinocitosis

14 15 16

1.b.1.f Absorciรณn por la asociaciรณn de pares de iones ]%!%]%? ย ! 0 ]%!%]%" ย + 0 ]%!%]%"% 4 ? )

17

]%!%]%"% %] 1

18

]%!%]%"% % 1 ?*

19

]%!%]%"% %` 1

20

]%!%]%"% %H ย +

21 22 23 24

]%!%]%"%! ย +

]%!%]%"%!% ย + ( ! * ]%!%]%"%!%! ย + )

21


21 1

]%!%]%"%!% ™+

2

]%!%]%"%!% ™+ 5

3

]%!%]%"%!% ™+ 5 ]%!%]%"%!% ™+

4

]%!%]%"%!%? ™+

5 6 7 8

]%!%]%"%!%" ™+

]%!%]%"% ™+ ]%!%]%"% ™+ 0 1.b.2 Transporte y distribución

9

1.b.2.a DepĂłsito de drogas en el organismo

10

1.b.2.b Barreras

11

]%!% %!% Â? " *

12

1.b.2.b.b Barrera placentaria

13 14 15 16

]%!% % Â? " ]%!% % ' ! 0 * 1.b.3 Metabolismo o biotransformaciĂłn ]%!%`% ( 9 * " * 1.b.4 ExcreciĂłn

17

1.b.4.a ExcreciĂłn renal

18

1.b.4.b ExcreciĂłn fecal y biliar

19

1.b.4.c ExcreciĂłn por otras vĂ­as

20 21 22 23 24

1.c ParĂĄmetros farmacocinĂŠticos 1.c.1 ParĂĄmetros farmacocinĂŠticos 1.c.2 Indicaciones para la monitorizaciĂłn 1.c.3 Toma de muestra


21 1

]% ‘ 0? + 5

2

]% %] ‘ 0?

3

1.d.1.a Edad

4 5 6 7 8

1.d.1.a.a PoblaciĂłn pediĂĄtrica 1.d.1.a.b PoblaciĂłn geriĂĄtrica 1.d.1.b Peso 1.d.1.c Embarazo 1.d.1.d Factores genĂŠticos 1.d.2 Factores patolĂłgicos

9

]% % % ~ " *

10

]% % %! ~

11

]% % % ~

12

1.d.2.d Otras patologĂ­as

13 14 15 16

1.d.3 Factores clĂ­nicos 2 Principales grupos farmacolĂłgicos de interĂŠs 2.a FĂĄrmacos antiinfecciosos 2.a.1 AminoglucĂłsidos 2.a.2 Vancomicina

17

2.a.3 Cloranfenicol

18

2.a.4 Anfotericina B

19

2.a.5 DigitĂĄlicos

20

2.a.6 Disopiramida

21

2.a.7 LidocaĂ­na

22

2.a.8 Procainamida

23 24

2.a.9 Propanolol


21 1

2.a.10 Quinidina

2

2.a.11 Fenobarbital

3

2.a.12 Carbamacepina

4 5 6 7 8 9

% %]` ‘ + # " + 2.a.14 à cido valproico 2.a.15 Etosuximida 2.a.16 Clonazepan 2.a.17 Primidona 2.a.18 Otros antiepilÊpticos 2.b Fårmacos antineoplåsicos

10

2.b.1 Metotrexato

11

2.c FĂĄrmacos antiasmĂĄticos

12 13 14 15 16

% %] 2.d FĂĄrmacos antidepresivos 2.d.1 Litio 2.d.2 Antidepresivos tricĂ­clicos 2.e FĂĄrmacos inmunosupresores 2.e.1 FarmacocinĂŠtica de los inmunosupresores xenobiĂłticos

17

% % ~ " !

18

2.e.2.a Ciclosporina A

19

% % %! ‘> 3V

20 21 22 23 24

% %` ~ " ! ) ˜' % %`% ( ' 2.e.3.b Everolimus % %H ~ " ! +

0 2.e.4.a Micofenolato mofetil


21 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

3 TÊcnicas analíticas para la monitorización de fårmacos 3.a TÊcnicas inmunoquímicas 3.a.1 EMIT `% % ~ 9 0 Z ‘M~4 `%! 5 ? * `%!%] $ ? + 3.b.2 HPLC 3.b.3 Cromatografía de gases - espectroscopia de masas BIBLIOGRAF�A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

INTRODUCCIĂ“N

2

La farmacocinĂŠtica clĂ­nica constituye una ciencia de carĂĄcter multidisciplinar y de

3

gran interĂŠs sanitario, cuyo objetivo principal en la actividad asistencial es la individualizaciĂłn posolĂłgica u optimizaciĂłn de los tratamientos farmacolĂłgicos, con el 9 *R 5 +

4 5

adversos.

6

s e

& * " ! 9 !

! * dose en la estrategia de ÂŤacierto-errorÂť. Este ajuste empĂ­rico no es siempre posible, siendo necesario emplear mĂŠtodos alternativos aplicados a la situaciĂłn individual de

7

n o

8

cada paciente. Uno de estos mĂŠtodos es la farmacocinĂŠtica clĂ­nica que emergiĂł como )

5 V3% I * 5 + la disciplina de las ciencias de la salud que se ocupa de la aplicaciĂłn de la farmacocinĂŠtica al control terapĂŠutico individualizado. & 5 * 8 cretos mediante el uso de criterios farmacocinĂŠticas. Las funciones de la farmacocinĂŠtica clĂ­nica son diversas:

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

•

16

•

17 18 19

24

o i c

S

™ !

? * 0? +

%

Para conseguir este objetivo es necesario el conocimiento de la farmacocinĂŠtica poblacional que estudia la variabilidad intra e interindividual de los parĂĄmetros far 5 !* Z ! ) ) !

0? + ! %

r e

22

e d

M 5

* % Objetivo terapĂŠutico perseguido. Proceso patolĂłgico a tratar.

i v

21

u P

InstauraciĂłn de la posologĂ­a inicial en pacientes concretos en funciĂłn de diversos parĂĄmetros como son:

20

23

U

•

Control o reajustes de la posologĂ­a, cuando sea necesario, con el objetivo de individualizar la posologĂ­a. Para conseguir esto se recurre al control de las

956 956

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

concentraciones sĂŠricas del fĂĄrmaco en el paciente (monitorizaciĂłn de fĂĄrma-

2

! ? ] %

•

3

Otras funciones no tan conocidas son: DetecciĂłn diagnĂłstica de respuestas anĂłmalas, que pueden deberse a dife-

4 5 6

Incumplimiento. Problemas de biodisponibilidad.

7

Errores de medicaciĂłn.

Interacciones, cinetica inusual o efectos farmacogenĂŠticos.

8 9

a c

AnĂĄlisis retrospectivos de errores terapĂŠuticos o tratamientos inadecuados.

11

i l b

12 13

- CaracterĂ­sticas cinĂŠticas del fĂĄrmaco

14

- CaracterĂ­sticas ďŹ siopatolĂłgicas o clĂ­nicas del paciente

15

- IndicaciĂłn terapĂŠutica

16 17

o i c

19

ClĂ­nica

IndividualizaciĂłn posolĂłgica

EďŹ cacia y seguridad

Concentraciones

MonitorizaciĂłn

i v

20

1 PRINCIPIOS BĂ SICOS

21

r e

22

24

e d

u P

FarmacocinĂŠtica

Efectos

Figura 1. Papel de la farmacocinĂŠtica en el diseĂąo y control de la posologĂ­a

18

23

i c

Intoxicaciones medicamentosas. Empleo de tĂŠcnicas de eliminaciĂłn forzada.

10

U

n o

Consulta y asesoramiento en situaciones especiales como:

s e

S

La idea de la medida de las concentraciones de los fĂĄrmacos en los pacientes podĂ­a ser utilizada para mejorar o controlar los tratamientos farmacolĂłgicos fue propuesta por primera vez en 1950. La monitorizaciĂłn de las concentraciones de los fĂĄrmacos es un sistema de 5

9

957 957

A

C

rentes causas:


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

concentraciones de fĂĄrmacos, junto con los criterios farmacocinĂŠticas y farmacodi-

2

*

9 0? pacientes. 7 !8 ) 9 0 ! *R -

3 4 5

por la determinaciĂłn de las concentraciones del fĂĄrmaco en el paciente.

6

s e

U

7

1.a Margen terapĂŠutico

8

Para que las concentraciones de un fĂĄrmaco tengan utilidad clĂ­nica es necesario conocer la relaciĂłn existente entre concentraciĂłn y efecto. Esta relaciĂłn puede pre-

n o

9

i c

sentarse de diferentes formas, aunque generalmente adopta la forma de una curva ? % # 0 " 9 +

concentraciĂłn. Se denomina margen terapĂŠutico al intervalo de concentraciones de un fĂĄrmaco

R ! ! ? 5 + R + ? %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

e d

17

io

19

c i v

20 21

r e

22 23 24

S

Margen terapĂŠutico

100

% de pacientes

18

u P

Efectos terapĂŠuticos 50

Efectos tĂłxicos

1

2

3

ConcentraciĂłn sĂŠrica

Figura 2. RepresentaciĂłn del margen terapĂŠutico

958 958

A

C

cacia y la mĂ­nima toxicidad de un fĂĄrmaco mediante el ajuste de la dosis, orientado


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

7 5 ? 5 + )

2

concentraciĂłn-efectos para un paciente concreto sino para una poblaciĂłn determinada. De tal manera, que alcanzar concentraciones dentro del margen terapĂŠutico no garantiza que la totalidad de los pacientes logren el efecto deseado o que ninguno

3 4 5 6 7

n o

diendo de la respuesta buscada o del tipo de enfermedad.

9 10

i c

1.b Principios de farmacocinĂŠtica

a c

11

La farmacocinĂŠtica es la rama de la farmacologĂ­a que estudia el paso de las drogas a travĂŠs del organismo en funciĂłn del tiempo y de la dosis. Comprende los procesos de absorciĂłn, distribuciĂłn, metabolismos o biotransformaciĂłn y excreciĂłn de las drogas. En la actualidad no puede admitirse que se administre un fĂĄrmaco a un paciente 9 procesos que sufre un fĂĄrmaco en organismo y las reacciones que desencadena. Cualquier droga administrada a un paciente sufre las siguientes etapas bĂĄsicas:

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

• • • •

o i c

e d

u P

AbsorciĂłn. DistribuciĂłn. Metabolismo o biotransformaciĂłn.

i v

20 21

r e

22

24

s e

La relaciĂłn concentraciĂłn-efecto para un determinado fĂĄrmaco varia depen-

8

23

U

torias o sĂ­ntomas de toxicidad a concentraciones aparentemente adecuadas. Ade * "

margen terapĂŠutico puede variar de un paciente a otro.

S

ExcreciĂłn.

1.b.1 AbsorciĂłn Para que una droga realice su efecto farmacolĂłgico es necesario que primero sea absorbida, es decir sufra el proceso de absorciĂłn. El proceso de absorciĂłn implica que la droga pase a travĂŠs de membranas biolĂłgicas semipermeables para alcanzar la circulaciĂłn sanguĂ­nea. 959 959

A

C

R R * -


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

En algunos casos, el fĂĄrmaco no tiene que atravesar membranas biolĂłgicas de-

2

bido a:

3

•

4

• •

5 6

Su administraciĂłn intravenosa, que va a depositar el fĂĄrmaco directamente en la circulaciĂłn sanguĂ­nea. Ejerce su acciĂłn de forma local sobre la piel o mucosas.

U

Es muy importante conocer los mecanismos por los cuales las drogas atravie-

s e

san las membranas celulares, ya que de estos mecanismos dependerĂĄ, que la concentraciĂłn de la droga en los sitios de acciĂłn.

7 8

n o

Los procesos de absorciĂłn de droga comprenden los siguientes mecanismos:

9

• • • • • •

10 11 12 13 14

AbsorciĂłn pasiva o transporte pasivo. FiltraciĂłn o difusiĂłn.

i c

a c

Transporte activo.

i l b

DifusiĂłn facilitada. Pinocitosis.

AbsorciĂłn por asociaciĂłn de pares de iones.

u P

15

1.b.1.a AbsorciĂłn o transporte pasivo

16

Las molĂŠculas atraviesan las membranas por transporte pasivo de acuerdo a los ? * ? `

17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

S

e d

Principio de difusion de Fick Grado de liposolubilidad Transporte activo Gradiente de concentracion Inuencia del pH Figura 3. Paråmetros que afectan al transporte activo

960 960

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.1.a.a Principio o ley de difusiĂłn de Fick SegĂşn este principio, cuando un sustrato alcanza una concentraciĂłn equivalente

2

o similar a ambos lados de una membrana semipermeable, el transporte neto se detiene.

3

% % & ' " " % La mayorĂ­a de las drogas son ĂĄcidos o bases dĂŠbiles que cuando estĂĄn en soluciĂłn

5 6

s e

U

puede atravesar las membranas celulares de acuerdo con su grado de liposolubilidad. Las molĂŠculas se disuelven en las porciones lipĂ­dicas de las membranas y de esa

? *

" ? 0

7

n o

8

intracelular con la extracelular. AsĂ­ el grado de liposolubilidad de las drogas va a determinar la mayor o menor facilidad para la difusiĂłn pasiva de las mismas.

9

i c

10 11

a c

i l b

12

1.b.1.a.c Gradiente de concentraciĂłn

13

A mayor concentraciĂłn en un lado de la membrana, mayor facilidad para el paso de la droga a travĂŠs de la misma. El gradiente de concentraciĂłn constituye tambiĂŠn un parĂĄmetro que determina la velocidad de absorciĂłn.

14 15

% * + : Hay que tener en cuenta que las drogas, a pesar de ser liposolubles, deben po

! 5 ? " ! ! 8 los fĂĄrmacos estĂŠn primero en soluciĂłn acuosa para tener acceso a las membranas

16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

lipoideas. La mayorĂ­a de las drogas son ĂĄcidos o bases dĂŠbiles, que en soluciĂłn se encuentran en forma ionizada y no ionizada. La forma no ionizada es usualmente liposoluble y puede atravesar las membranas por difusiĂłn pasiva, mientras que la forma ioni-

20

23

u P

S

zada, por su escasa solubilidad en lĂ­pidos no puede atravesar las membranas celula " % La proporciĂłn de la fracciĂłn ionizada de una drogas y de la fracciĂłn no ionizada viene determinada:

961 961

A

C

4


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2

•

3

5

M

? = ?h 0 = =

! "%

s e

7

las formas ionizadas y no ionizadas de este fĂĄrmaco son muy solubles en agua, por lo que se eliminan con rapidez e independiente del pH de la orina

n o

8 9

i c

1.b.1.b FiltraciĂłn o absorciĂłn convectiva Es cuando pasan las drogas a travĂŠs de canales o poros de las membranas celulares, siendo imprescindibles que:

10 11 12

• •

13 14

a c

i l b

Las molĂŠculas tengan un tamaĂąo adecuado. & 5 " !

%

u P

( ?

0 0 * 0 " 0 0 0 ! ! %

15 16

7 ? ? ) ! 0 " ! 5

]33 33 " !

% & 5

) sanguĂ­neos tienen poros o canales entre las cĂŠlulas que permiten el paso de molĂŠcu-

17 18 19

o i c

e d

" `3%333 %

i v

20

1.b.1.c AbsorciĂłn por transporte activo

21

r e

22

S

El mecanismo de absorciĂłn por transporte activo se caracteriza:

• • •

Se lleva a cabo en contra de un gradiente de concentraciĂłn. M + % Estos transportadores son componentes de la membrana celular de naturaleza proteica o fosfolipĂ­dica que forman un complejo con la molĂŠcula a transportar,

962 962

A

C

U

=

= ) 8 ? Z ! eliminaciĂłn de alguno ĂĄcidos o bases dĂŠbiles, como en el caso de la penicilina, ya que

6

24

determinado.

7 > ?

= o ionizadas y no disociadas son iguales.

4

23

M

> ?

? 9 0 =


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

"

! ! 5 %

2

M

)

) " ? brana para repetir el transporte.

3

• •

4 5

• •

6 7 8

10

•

11

La saturabilidad.

s e

No existen cantidades ilimitadas del transportador. A mediad que aumenta la concentraciĂłn de droga en un lado de la membrana, aumenta la cantidad de

n o

i c

no aumenta la cantidad de droga transportada aunque aumente la concentraciĂłn de droga.

a c

Gasto de energĂ­a elevado.

Un ejemplo es la bomba de sodio, que es un proceso de transporte activo muy importante, que es imprescindible para vida celular. La electronegatividad del inte-

13

rior de las cĂŠlulas, de la que depende el estado polarizado y la excitabilidad nerviosa y muscular, sĂłlo es posible por la diferencia existente de iones sodio y potasio entre

14 15

u P

Z

+

% & ! ! ? expulsar del interior de la cĂŠlula los iones sodio que continuamente penetran en el medio intracelular. El transporte activo es de menor importancia y de menor cuantĂ­a que los proce-

16 17 18

o i c

e d

sos de difusiĂłn pasiva para el transporte de las drogas.

19

i v

20 21

1.b.1.d DifusiĂłn facilitada Es un proceso de transporte activo con selectividad y saturabilidad pero que se realiza a favor de un gradiente de concentraciĂłn y no requiere gasto de energĂ­a. Es un proceso mĂĄs rĂĄpido que la difusiĂłn simple. Este proceso es utilizado por la glucosa, las pirimidinas y algunos aminoĂĄcidos.

r e

22

S

963 963

A

C

U

i l b

12

24

7 + ! ? ! emparentadas quĂ­micamente, y no para otras.

? " 9 + % &

? " +

9

23

La selectividad.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.1.e Pinocitosis Es otro proceso de transporte de sustancias a travĂŠs de las membranas. La mem-

2

brana celular engloba ciertas partĂ­culas lĂ­quidas que entran en contacto con ella, formando una vesĂ­cula pinocitĂłsica. Gracias a este proceso pueden penetrar en el interior de la cĂŠlula algunos fĂĄrmacos de peso molecular muy alto (> 1000 daltons). Es

3 4 5

una vĂ­a importante para algunos fĂĄrmacos, sobre todo polipĂŠptidos.

6

Ciertos iones orgĂĄnicos pueden asociarse transitoriamente a la forma ionizada de una droga para formar complejos no cargados (como no ionizados) liposolubles, ca-

n o

8

paces de absorberse por difusiĂłn pasiva. Los cationes orgĂĄnicos se unen asĂ­ a aniones formando un par iĂłnico.

9 10 11

1.b.1.g ; < % & ! 0 w

13

a c

1. Solubilidad. La absorciĂłn es mĂĄs rĂĄpida cuando la droga estĂĄ en soluciĂłn acuosa, menor en oleosa y menor aun en forma sĂłlida.

14 15

u P

2. CinĂŠtica de disoluciĂłn de la forma farmacĂŠutica del medicamento. 3. ConcentraciĂłn de la droga. A mayor concentraciĂłn, mayor absorciĂłn. 4. CirculaciĂłn en el sitio de absorciĂłn.

16 17 18 19

o i c

e d

A mayor circulaciĂłn, mayor absorciĂłn. 5. ( ! 0 % 4 ! 0 % 6. VĂ­a de administraciĂłn.

i v

20 21

r e

22

24

i c

i l b

12

23

s e

1.b.1.f AbsorciĂłn por la asociaciĂłn de pares de iones

7

U

S

1.b.1.h VĂ­as de administraciĂłn 7R )+ 0 ? H % & ! 0 ) la vĂ­a de administraciĂłn que empleemos.

964 964

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

VĂ­a

VĂ­a Oral

Digestiva

2

Mucosa gĂĄstrica Mucosa intestin

VĂ­a Rectal

3

A

VĂ­a subcutĂĄnea

4

C

VĂ­a intravenosa

5

VĂ­a intradĂŠrmica

6 VĂ­a

7

VĂ­a intramuscular

Digestiva VĂ­as de

8

ministraciĂłn

VĂ­a intratecal

i c

VĂ­a intravitrea

10

VĂ­a intraconjuntival

a c

11

Mucosa alveolar y bronquio

VĂ­a

i l b

12

Respiratoria

13 14

u P

VĂ­a

15

TĂłpica

16 17 18

o i c

e d

Mucosa bronquial

Mucosa nasal Mucosa conjuntival Mucosa vagina y uretral

Figura 4. VĂ­as de administraciĂłn

1.b.1.h.a Aparato digestivo Es la vĂ­a de administraciĂłn de fĂĄrmacos mĂĄs antigua, mĂĄs segura y econĂłmica.

19

i v

20

M ? H w

21

r e

22

24

n o

VĂ­a intraperitoneal

9

23

s e

VĂ­a intrarterial

S

1. Via oral. a. Mucosa oral. b. Mucosa gĂĄstrica. c. Mucosa del intestino dĂŠlgado.

2. VĂ­a rectal. 965 965

U


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

Las sustancias liposolubles no tienen problemas para ser absorvidas por difusiรณn

2

pasiva en la membrana epitelial digestiva. Cuando tratamos con sustancias รกcidas o bรกsicas, sรณlo la fracciรณn no ionizada atraviesa la membrana. A nivel del estรณmago, el pH fuertemente รกcido facilita la disociaciรณn de las drogas,

3 4 5

ve facilitada en el intestino delgado debido al pH del intestino.

6

n o

yugular. Esta vรญa evita:

9 10

โ ข โ ข

11 12 13 14

i c

a c

7 ?

"+? %

La posible destrucciรณn de algunas drogas por el jugo gรกstrico u otros jugos digestivos.

i l b

u P

1.b.1.h.a.2 Mucosa gรกstrica Puede ser fรกcilmente atravesada por difusiรณn pasiva por sustancias muy liposolu!

" h ? 9 % 7 principal problema de la mucosa gรกstrica es el pH fuertemente รกcido del jugo gรกstrico

15 16 17

e d

) 0 9 0 ! 0 % # ? * ter รกcido pueden absorberse a este nivel.

18

o i c

19

1.b.1.h.a.3 Mucosa intestinal Todos los fรกrmacos, salvo los de carรกcter รกcido o bรกsico fuerte, se absorben con )5 % ย 5!

! ! )

?*

? 9 0 "

-

i v

20 21

r e

22

24

U

La absorciรณn a travรฉs de la mucosa sublingual es rรกpida y la droga pasa a la circulaciรณn general por la venas lingual y maxilar interna que desembocan en la vena

8

23

s e

1.b.1.h.a.1 Mucosa oral

7

S

gado. Los compuestos que no son liposolubles y que se encuentran muy ionizados no son absorbidos. Medicamentos de naturaleza polipรฉptica no pueden ser administrados por vรญa oral * " 9 9 ? ) %

966 966

A

C

! 0 ?* % & ! 0 0 )


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.1.h.a.4 VĂ­a rectal Es una vĂ­a Ăştil en casos de vĂłmitos, nauseas o inconciencia. La absorciĂłn se realiza

2

)5 ) "

vierten la sangre al sistema porta, mientras que las dos Ăşltimas desembocan directamente en la vena cava inferior, de tal manera que una buena parte de las drogas ab-

3 4 5

! Z " * %

6

& * )+ ! 5 Z jugos digestivos. La absorciĂłn es frecuentemente irregular e incompleta por la retenciĂłn y mezcla con las materias fecales que impiden el contacto con la mucosa rectal.

s e

7 8

U

n o

9

1.b.1.h.b VĂ­a parenteral

10

La administraciĂłn de drogas por vĂ­a parenteral es frecuentemente una necesidad para el tratamiento del paciente. Esta vĂ­a presenta una serie de ventajas:

i c

a c

11

i l b

12

1. La absorciĂłn del fĂĄrmaco es rĂĄpida, segura y completa.

13

2. La dosis efectiva puede calcularse con exactitud. 3. ( ) Z 8 ? ?*

"+? %

14 15

u P

17

4. Es de gran utilidad en emergencia por su rapidez. 5. En pacientes en estado de inconsciencia, coma o con vĂłmitos, nauseas intensas o diarreas, permite una correcta administraciĂłn de los fĂĄrmacos.

18

Pero tambiĂŠn tiene desventajas:

16

19

21

r e

22

24

o i c

Se debe mantener una estricta asepsia. Es frecuentemente dolorosa. Se necesita un personal tĂŠcnico. M ? "

(~#4%

i v

20

23

1. 2. 3. 4.

e d

S

La administraciĂłn parenteral comprende las siguientes vĂ­as de administraciĂłn ? H w

967 967

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.1.h.b.a VĂ­a SubcutĂĄnea & ! 0 9 )5

8

! * " ) -

2

guĂ­neos por difusiĂłn simple. Por esta vĂ­a pueden administrarse:

3

• •

4 5 6 7 8

A

C

‘* " !

0

% FĂĄrmacos en forma sĂłlida. En suspensiones.

En comprimidos de implantaciĂłn o pellets.

El estado de circulaciĂłn local en el tejido celular subcutĂĄneo es importante. La vasodilataciĂłn locla incrementarĂĄ la absorciĂłn y la vasoconstricciĂłn la

9

s e

n o

i c

retarda.

10

1.b.1.h.b.b VĂ­a intravenosa

11

i l b

13 14 15 16

•

17 18

•

19

e d

u P

Las reacciones adversas ocurren mĂĄs frecuentemente y son mĂĄs intensas que utilizando otra vĂ­a.

o i c

No se pueden administrar soluciones oleosas.

i v

1.b.1.h.b.c VĂ­a intramuscular Las drogas en soluciĂłn acuosa se absorben rĂĄpidamente por esta vĂ­a, no asĂ­ en so-

20 21

r e

" *

%

22

24

a c

Es una vĂ­a extremadamente rĂĄpida. La concentraciĂłn en sangre se obtiene con rapidez y precisiĂłn. $ " 0 das por esta vĂ­a, debido a que las paredes de los vasos sanguĂ­neos son relativamente insensibles y la droga se diluye en sangre. Como desventaja presenta:

12

23

U

S

1.b.1.h.b.d VĂ­a transdĂŠrmica Mediante la aplicaciĂłn de fĂĄrmacos sobre la piel para obtener efectos sistĂŠmicos, obteniendo niveles sanguĂ­neos adecuados durante tiempos prologados. Utilizando

" %

968 968


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.1.h.b.e VĂ­a intradĂŠrmica Se usa para administrar algunas vacunas y para la realizaciĂłn de la prueba intra-

2

dĂŠrmica con alergenos. SĂłlo puede administrarse un volumen pequeĂąo y su absorciĂłn es lenta.

3

1.b.1.h.b.f VĂ­a intrarterial ' ? -

5 6

• • •

8 9 10

n o

i c

Evitar efectos tĂłxicos generales.

a c

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

veniente que las tĂŠcnicas y fĂĄrmacos empleados pueden ocacionar efectos adversos como infecciones o convulsiones.

19

i v

20

1.b.1.h.b.h VĂ­a intraperitoneal ˜ R ! 0 % ( R ) ! jos experimentales con animales de laboratorio por el gran riesgo de infecciones y

21

r e

22

24

Localizar su efecto en un Ăłrgano o tejido concreto. Alcanzar altas concentraciones.

U

1.b.1.h.b.g VĂ­a intratecal Esta vĂ­a se utiliza cuando se desea un efecto local y rĂĄpido a nivel de las meninges o al eje cerebroespinal o cuando se administran sustancias que no atraviesan la ba " * % Las drogas se inyectan en el espacio subaracnoideo, usualmente entre los espa &] & % & * ! " !

! R

) &$' 0

originar fuertes cefaleas. $ ) 8 ! ? &$' -

11

23

s e

mente para:

7

S

" %

1.b.1.h.c VĂ­a respiratoria Los vapores de lĂ­quidos volĂĄtiles y gases anestĂŠsicos pueden ser administrados por vĂ­a pulmonar. 969 969

A

C

4


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

7 0 * ! ? ! 0

2

ofrecen los alvĂŠolos y por lagran vascularizaciĂłn del sistema. La absorciĂłn se realiza por difusiĂłn pasiva de las sustancias liposolubles. Algunos medicamentos pueden ser )5 " ) 9 ) 9

%

3

1.b.1.h.d VĂ­a tĂłpica 1 " ? ! ! )5 !

5 6

s e

n o

8

posolubles la pueden atravesar con facilidad. Existen procedimientos que se pueden utilizar para facilitar la absorciĂłn de algunos fĂĄrmacos. Los procedimientos mĂĄs utilizados son:

9 10 11

•

12 13 14 15 16 17

•

18

•

19

21

r e

22

24

i c

a c

Iontoforesis, que utiliza una corriente galvĂĄnica para facilitar la absorciĂłn de fĂĄrmacos a travĂŠs de la piel. Este procedimiento consiste en la utilizaciĂłn de dos electrodos (uno positivo y otro negativo). La droga ionizada en soluciĂłn se coloca debajo de uno de los electrodos. Al aplicar la corriente galvĂĄnica, el sis ) 8 "

) "

? ) 9 + h

tructuras afectadas.

i l b

e d

u P

El efecto es local y tiene cierta difusiĂłn en kinesioterapia para el tratamiento de afecciones articulares o musculares. Otro procedimiento utilizado en la kinesoterapia es el empleo de utltrasonidos.

o i c

i v

20

23

U

como la mucosa bucal, gingival, nasal, conjuntival, vaginal, rectal y uretral. Estas drogas se absorben por difusiĂłn pasiva y generalmente para lograr una acciĂłn local. La piel es tambiĂŠn una vĂ­a de absorciĂłn aunque solamente los compuestos muy li-

7

S

7 " 8 h culaciones que puede incrementar la difusibilidad, la solubilidad de la drogas y ) ) 0 Z 8 ? + ? mayor absorciĂłn de los fĂĄrmacos.

970 970

A

C

4


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.2 Transporte y distribuciĂłn

2

I ) 9

* " ! ! ? % M

*

3

une a las proteĂ­nas y parte circula en forma de molĂŠculas libres. La uniĂłn a las proteĂ­nas es usualmente lĂĄbil y reversible. Esta uniĂłn se realiza por:

4

• • • • •

5 6 7 8 9

s e

' )

%

n o

El fĂĄrmaco tiene un equilibrio entre la forma libre y la forma unida a proteĂ­nas.

i c

i l b

12 13 14 15 16 17 18

e d

u P

El fĂĄrmaco reacciona con la proteĂ­na transportadora en varios puntos de su molĂŠcula por medio de los distintos tipos de enlace citados. El grado o proporciĂłn de 8 0 + ? terĂ­stica del fĂĄrmaco.

19

o i c

i v

20 21

r e

22

S

<

8 5 + " el porcentaje que circula libre. La vida media plasmĂĄtica depende parcialmente de la uniĂłn del fĂĄrmaco a las proteĂ­nas plasmĂĄticas ya que la fracciĂłn ligada no puede atravesar las membra ? 5 * R

971 971

C

U

a c

11

24

M " 0? % Fuerzas de Van der Walls.

La fracciĂłn libre es la que atraviesa las membranas celulares y la que desencadena el efecto terapĂŠutico. $ 0 !

* " buido en el organismo, una fracciĂłn equivalente de molĂŠculas unidas a las proteĂ­nas, se desliga de las proteĂ­nas y pasa a la fracciĂłn libre. De esta manera la proporciĂłn fracciĂłn ligada/fracciĂłn libre se mantiene constante aunque la concentraciĂłn total vaya disminuyendo progresivamente en el plasma. Las drogas que son ĂĄcidos dĂŠbiles en general se unen a la albĂşmina. En cambio

? * !* " ! D1-glucoproteĂ­na ĂĄcida. Existen algunos fĂĄrmacos que se unen a las globulinas, aunque este tipo de uniĂłn no es muy frecuente.

10

23

Enlaces iĂłnicos.

A


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

! 0 % & 8 0 + -

2

cer signos de intoxicaciรณn. La concentraciรณn de las proteรญnas plasmรกticas es un factor importante, ya que pue !

" ! %

3 4 5 6

s e

7

fracciรณn libre del segundo fรกrmaco. Pudiendo originar la apariciรณn de fenรณmenos de

n o

8

intoxicaciรณn del segundo fรกrmaco. & 0 ? 8 + * * mente sin actividad o farmacolรณgicamente inerte. Los efectos farmacolรณgicos dependen de los niveles de la fracciรณn libre que es la que puede pasar las membranas, llegar a los sitios de acciรณn, biotransformarse y excretarse. Como la fracciรณn libre esta en equilibrio con la fracciรณn ligada, la determinaciรณn de los niveles plasmรกticos puede tener utilidad terapรฉutica, ya que se considera que el efecto biolรณgico estรก en relaciรณn con la concentraciรณn del fรกrmaco en plasma. Esto va 0 0 + 0 ? %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

transporte, ya que pueden utilizar el mismo transportador plasmรกtico. En este caso, se encontrarรก mรกs unido a las proteรญnas plasmรกticas aquel fรกrmaco que posea mayor J 0 ?

S

e d

Transporte y distribuciรณn

u P

Depรณsito de drogas Barrera hematoencefรกlica Barreras

Barrera placentaria Barrera hematoocular

Redistribuciรณn de fรกrmacos Figura 5. Fenรณmenos que van afectar a la distribuciรณn del fรกrmaco

1.b.2.a Depรณsito de drogas en el organismo

4 ? *

? jรกndose a los mismos en mayor concentraciรณn, constituyendo prรกcticamente depรณsitos de esas drogas en el organismo.

972 972

A

C

Cuando se administran varios fรกrmacos pueden presentar interacciones en el


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Las drogas pueden depositarse en: 1. ProteĂ­nas plasmĂĄticas e mĂ­sticas. 7 ? + * "+ alta pudiendo servir como depĂłsitos de las mismas.

2 3 4 5 6

s e

7

4 ? ?

8

n o

8

" !

0

% 4. Tejido lipoideo. Drogas muy liposolubles pueden almacenarse en tejido lipoideo. Este tejido puede 9 ! ? ) "

3 del peso corporal. En personas delgadas o en caso de desnutriciĂłn, el tejido graso

]3

% Otros tejidos. La griseofulvina se acumula especialmente en la piel, por lo que es Ăştil para el tratamiento de micosis cutĂĄneas aĂşn cuando se administre por vĂ­a gastrointestinal.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

18 19

o i c

i v

20

1.b.2.b.a Barrera hematoencefĂĄlica Esta localizada en el plasma sanguĂ­neo de los vasos cerebrales y el espacio extracelular del encĂŠfalo. El paso de fĂĄrmacos al cerebro aunque estĂĄ sujeto a las mismas

21

r e

22

24

e d

u P

1.b.2.b Barreras Los fĂĄrmacos en su distribuciĂłn y circulaciĂłn encuentran algunos tejidos por los que resulta muy difĂ­cil su paso. Son de especial interĂŠs las siguientes barreras:

17

23

U

4 ? ? 8 ? 0 del tejido conectivo que actuarĂ­an como un depĂłsito del fĂĄrmaco. 3. Huesos y dientes.

S

leyes que rigen el paso de drogas a travĂŠs de otras membranas biolĂłgicas, presenta " ? ) barrera alcanzando niveles de concentraciĂłn muy bajos o inexistentes. #

) 0 " 0? " ? rencias en la estructura de los capilares cerebrales. Las cĂŠlulas endoteliales poseen 973 973

A

C

2. Tejido conectivo.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

+ * " !-

2

serva un mayor nĂşmero de mitocondrias, indicando presuntamente una mayor actividad enzimĂĄtica. Los capilares cerebrales tampoco demuestran la existencia de ) + 0 " 5

3 4 5

U

lorrĂĄquideo debe atravesar estas estructuras. ( ! " * ! w " ) -

6 7

)

! = 4 0 –%

8

s e

n o

9

1.b.2.b.b Barrera placentaria

10

Este es muy importante porque la administraciĂłn de drogas a la madre puede ejercer efectos en el feto. Teniendo especial importancia durante el perĂ­odo de la organogĂŠnesis, que comprende el primer trimestre del embarazo, ya que los fĂĄrmacos liposolubles, no ionizados pasan con facilidad y por difusiĂłn pasiva la barrera placentaria. & ? " R ) 0 y aminoĂĄcidos por transporte activo, las inmunoglobulinas y proteĂ­nas por pinocitosis. Los amonios cuaternarios no atraviesan la placenta.

i c

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

e d

u P

17

1.b.2.c Barrera hematoocular

18

7

8

! + )

+ * 9 )

5

" o vĂ­treo, cuando se administran por vĂ­a parenteral.

19

i v

20

1.b.2.d RedistribuciĂłn de fĂĄrmacos Algunos fĂĄrmacos muy liposolubles que atraviesan con facilidad las membranas

21

r e

22 23 24

o i c

S

por difusiĂłn pasiva sufren el proceso de redistribuciĂłn. Un ejemplo de este fenĂłmeno es el tiopental sĂłdico, despuĂŠs de su administraciĂłn intravenosa alcanza rĂĄpidamente elevadas concentraciones en tejidos cerebrales, debido:

•

4 ? + !

%

974 974

A

C

especiales de la glĂ­a llamadas astrositos. Para que un fĂĄrmaco llegue al LĂ­quido cefa-


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

• • •

1 2 3 4

A su difusibilidad. 4 ? Z 8 ? + ! % AsĂ­, el efecto farmacolĂłgico se desarrolla intensamente, mientras que en otros 8

h "+? 0 8 h -

5 6 7

s e

"

! 0

)

8

n o

redistribuciĂłn.

9 10

a c

Los fĂĄrmacos para ser eliminados del organismo deben ser biotransformados o metabolizados en compuestos polares. En general. Los fĂĄrmacos y los tĂłxicos tien + 9 = 0?

su excreciĂłn renal es muy complicada porque aunque pueden atravesar las mem! 0 ? ! 0 ! % & ! 0 ? ? * " !

! % & ! 9 0 ? fundamentales:

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

1. ' 5 % ~ R 0 0 " 0 % 1 diante estas reacciones se origina un metabolito con disminuciĂłn de la actividad farmacolĂłgica o totalmente inactivo. En ocasiones, las reacciones de biotrans-

i v

20 21

r e

22

24

i c

1.b.3 Metabolismo o biotransformaciĂłn

11

23

U

" *

% 4

) 8 los niveles plasmĂĄticos disminuyen y el fĂĄrmaco empieza a salir del tejido cerebral, desapareciendo el efecto farmacolĂłgico. Podemos decir que en este caso,

S

formaciĂłn van a originar una reactivaciĂłn de la droga administrada o un metabolito activo. 2. ' 5 % ( ! 5

8 ? 0 % 1 diante este proceso la droga activa se combina con: a. Ă cido glucurĂłnico (glucuronoconjugaciĂłn). b. Ă cido acĂŠtico (acetilaciĂłn). 975 975

A

C

cia o se completa la distribuciĂłn, ya que el paso a estos tejidos se desarrolla de


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

c. ร cido sulfรบrico (sulfoconjugaciรณn).

2

d. Aminoรกcido glicina (metilaciรณn).

3

Las conjugaciones constituyen procesos fundamentales en la biotransformaciรณn.

4

7 ! * " !

*

!

% El mecanismo รญntimo de las conjugaciones es relativamente complejo, ya que la

5

s e

7

? ? 0 * % & 8 ? 0 ) ciรณn previa del sulfato en presencia de ATP y luego la enzima sulfatidintransferasa

n o

8

lo incorpora al fรกrmaco. El proceso de acetilaciรณn se lleva a cabo mediante la intervenciรณn de la enzima N-acetil-transferasa. En la metilaciรณn intervienen varias metiltransferasas. Habitualmente la biotransformaciรณn ocurre en dos fases o etapas. La primera comprende la acciรณn de enzimas sobre el fรกrmaco y la segunda la acciรณn de conjugasas sobre los metabolitos formados en la primera fase. Las oxidaciones son las reacciones de metabolizaciรณn no sintรฉticas mรกs frecuentes y que pueden producirse sobre una gran variedad de fรกrmacos. Son reacciones oxidativas de metabolizaciรณn: & " R 0 %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

โ ข

18

โ ข โ ข

19

21

r e

22

24

e d

u P

O-desalquilaciรณn (separaciรณn de grupos alquilos (metilo, etilo, butilo,etc) unidos al oxรญgeno). N-desalquilaciรณn (separaciรณn de grupos alquilos unidos a un รกtomo de nitrรณgeno. # 0 R ) % 7 ? 9 %

o i c

i v

20

23

U

glucuronoconjugaciรณn requiere la activaciรณn previa del รกcido glucurรณnico del compuesto uridindifosfoglucurรณnico, que por medio de la enzima glucoroniltransferasa,

6

S

La monoaminooxidasa (MAO) desamina:

La feniletilamina. Tiramina. Noradrenalina, adrenalina y normetafredina. " R % # R " % 976 976

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1

FormaciĂłn de sulfĂłxidos.

Son tambiĂŠn importantes en los procesos de biotransformaciĂłn las reducciones, entre las que podemos destacar:

2 3

• • •

4 5 6

& 0 0 ? ;<˜

<= % La azorreducciĂłn que desdobla los compuestos portadores de un grupo azo. & 0 " 0? " 0? * ! %

s e

U

& " 0 ) 8 ? 0

5 de una droga se fracciona en dos o mĂĄs partes. Es frecuente para la metabolizaciĂłn

7 8

n o

9

de los ĂŠsteres y las amidas. El desdoblamiento de los ĂŠsteres es regido por esterasas

+ % & " 0 *

10

0 " * % 1.b.3.a Sistema enzimĂĄtico microsomal hepĂĄtico

i l b

12

7 9 *

" !

+ ! lizaciones o biotransformaciones de los xenobiĂłticos (fĂĄrmacos y tĂłxicos). Su nombre se relaciona con las fracciones subcelulares que se obtienen en estudios in vitro

13 14

16 17 18

e d

la sĂ­ntesis proteica y en el transporte intracelular. La sĂ­ntesis de enzimas que participan en las conjugaciones y oxidaciones se lleva a cabo en el sistema enzimĂĄtico mi

" % 7 ! " 0

) ! con enzimas no microsomales y microsomales.

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

u P

para la realizaciĂłn de estudios enzimĂĄticos. & 0 ! " ? 9 0

"+? isotĂłnico, generalmete sucrosa, y posterior centrifugaciĂłn diferencial en frĂ­o. La fracciĂłn microsomal representa el retĂ­culo endolplasmĂĄtico liso y rugoso que participa en

15

23

i c

a c

11

S

Las oxidaciones se llevan a cabo con la participaciĂłn de oxidasas de funciĂłn mixta o R ? % & ? !

) !

" M H 3% 7 M H 3 " + la oxidasa terminal y se denomina asĂ­ porque absorbe a 450 nm. En presencia de un sistema NADPH2 la reacciĂłn se acelera y con la intervenciĂłn de la enzima citocromo

977 977

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

P-450 reductasa se libera O2 molecular que oxida la droga al mismo tiempo que se

2

reduce el citocromo P-450. Existen numerosos citocromos P-450, cada uno de ellos es determinado genĂŠti ? + % $ +

3 4 5 6 7

•

9 10

•

11 12 13 14

n o

Tipo fenoarbital. El fĂĄrmaco estimula la sĂ­ntesis del citocromo P-450 y de la enzima citocromo P-450 reductasas. Como consecuencia prolifera el retĂ­culo en

" + %

i c

a c

" ! + 0? ` ` 1$ menor extensiĂłn o importancia. En este caso se estimula la sĂ­ntesis de otros citocromos, principalmente el citocromo P-448, actualmente llamado citocromo P-450 IA, con lo que se incrementa.

i l b

u P

Las enzimas metabolizadoras de drogas pueden tambiĂŠn sufrir el proceso de in" ! 0 9 * % 7 )

9 * " !

15 16

e d

por el fĂĄrmaco que puede interferir competitivamente o no la uniĂłn de los sustratos al citocromo P-450. & 0 " ! 0 9 * 0 0? adquirir gran importancia en la prescripciĂłn terapĂŠutica y por lo tanto deben ser eva-

17 18 19

o i c

i v

20 21

luados ante la necesidad de efectuar una determinada prescripciĂłn. $ " 9 ! 9 * nadas genĂŠticamente por lo que variaciones genĂŠticas pueden originar variaciones en la capacidad de biotransformaciĂłn de los individuos. AsĂ­ podemos encontrar individuos metabolizadotes rĂĄpidos y metabolizadotes lentos.

r e

22

24

s e

Existen dos tipos de inducciĂłn enzimĂĄtica:

8

23

U

Las enzimas microsomales son inducibles, es decir que su sĂ­ntesis se incrementa por la acciĂłn de las drogas que serĂĄn biotransformadas. Este fenĂłmeno se denomina inducciĂłn enzimĂĄtica, y explica numerosos casos de tolerancia a drogas.

S

Los individuos metabolizadores rĂĄpidos necesitarĂĄn mayores cantidades de fĂĄrmaco para conseguir el efecto deseado. Mientras que los metabolizadores lentos necesitarĂĄn menores cantidades de fĂĄrmaco para alcanzar el efecto deseado.

978 978

A

C

! 5 + ! ? R ! 0 %


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.4 ExcreciĂłn

2

& ?

? V

? 5

3

0 ! ! ) ) % 7 0 ? excretor es el riùón.

4 5 6

ExcreciĂłn renal

s e

7 ExcreciĂłn por leche materna

8

ExcreciĂłn

Otras vĂ­as

i c

ExcreciĂłn por el sudor

10 ExcreciĂłn fecal y biliar

a c

11

Figura 6. VĂ­as de excreciĂłn

12

i l b

13 14

1.b.4.a ExcreciĂłn renal

15

17 18 19

o i c

e d

dicos, son secretados activamente por el mismo sistema encargado de secretar activamente productos naturales como ĂĄcido Ăşrico. En los tĂşmulos proximal y distal las formas no ionizadas de ĂĄcidos o bases dĂŠbiles ! ! ) ! ? % $

Z ! " * -

i v

20 21

r e

22

24

u P

& ? R 0 ? 0 ! ) % & ?

? 5 ! 5 ! 0 ! ) % M 0 ?

? ! ? + % 1 " * ?* metabolitos glucuronados de la penicilina, o las cefalosporinas, o los diurĂŠticos tiaziĂ­-

16

23

n o

ExcreciĂłn por vĂ­a pulmonar

9

U

S

calino, los ĂĄcidos dĂŠbiles se excretan mĂĄs fĂĄcilmente y esto disminuye la reabsorciĂłn pĂĄsiva. Lo inverso ocurre con las bases dĂŠbiles.

979 979

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.b.4.b ExcreciĂłn fecal y biliar 4 ? ? R " 0 ) !

2

! 0 ?* % 1 " ! * ?

"+?

! ! !

0 " *

3 4 5

" %

6

s e

1.b.4.c ExcreciĂłn por otras vĂ­as

7

U

Son cualitativamente poco importantes. Algunas drogas o sus metabolitos son ex ) % & " ! ? ! !

n o

8

nivel gĂĄstrico o intestinal. & R 0

" 8 nistrar fĂĄrmacos a lactante. Drogas que son importantes por su excreciĂłn lĂĄctea son el etanol, ansiolĂ­ticos (diazepam y anĂĄlogos), los derivados del cornezuelo de cen ?

) ) " los derivados del nitrofurano, las quinolonas, etc. La excreción por la vía pulmonar es la mås importante para la eliminación de los gases anestÊsicos. ‘ " ? 0 )+ es importante como sistema excretor de fårmacos.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

e d

u P

1.c ParĂĄmetros farmacocinĂŠticos

o i c

19

La monitorizaciĂłn de fĂĄrmacos, se basa en los principios de farmacocinĂŠtica, que

20

es el estudio del destino en el tiempo del fĂĄrmaco y sus metabolitos. Este estudio se realiza en estado estacionario (ingestiĂłn y excreciĂłn constantes), que se alcanza tras ) R ) ? K %

i v

21

r e

22 23 24

S

980 980

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

ConcentraciĂłn

1 2 3 4

1

A

C

0

5

0

1

2

3

4

5

6

Tiempo (mĂşltiplos de vida media)

6

s e

Figura 7. Estado estacionario

7

n o

8

La determinaciĂłn de niveles plasmĂĄticos de fĂĄrmacos de realiza en el llamado estado de equilibrio estacionario, el cual se alcanza una vez transcurrido entre cuatro y cinco veces el tiempo de semivida de eliminaciĂłn o vida media del fĂĄrmaco. En el caso de la digoxina para un paciente con funciĂłn renal normal la vida media de la ? R `V " * y siete dĂ­as (36 x 4-5/24=6-7,5 dĂ­as).

9

i c

10

a c

11 12 13 14

Los principales parĂĄmetros farmacocinĂŠticos son:

16

e d

1. Intervalo terapeĂştico.

17

$ 0 *

9 ! ) + 0R % $ * " ) de monitorizaciĂłn.

18 19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

i l b

u P

1.c.1 ParĂĄmetros farmacocinĂŠticos

15

23

U

S

2. Volumen de distribuciĂłn (Vd). El volumen de distribuciĂłn representa el volumen en el que se distribuye el medi-

camento. Es un parĂĄmetro farmacocinĂŠtico que se calcula mediante la relaciĂłn entre el aclaramiento y la constante de eliminaciĂłn; Cl

Vd =

>

981 981


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

O por medio de la relaciĂłn entre la dosis administrada D y la concentraciĂłn plas *

* ž‘Â&#x;Â?

2 3

Vd =

4

# ?J>? ž‘Â&#x; ?J&

A

&J>?

C

5 6

s e

7

n o

5 " +

5 0

mento plasmĂĄtico por un aparente aumento de volumen, ya que la dosis es cons-

8 9

i c

™ ¨\ &J>? % & ? R 8 *

5 * "+? 0 8

) ) ! 0 K \ &J>? % Los antidepresivos tricĂ­clicos (amitriptilina, nortriptilina, imipramina y desimipra-

10

a c

11

i l b

12

mina) son muy lipofĂ­licos, y por tanto tambiĂŠn presentan un gran volumen de distri! 0 V `3 &J>? % 7 * 9 + barbital, fenitoĂ­na, carbamacepina, ĂĄcido valproico, aminoglucĂłsidos, metotrexate, y el litio) presenta un volumen de distribuciĂłn mĂĄs pequeĂąo.

13 14 15 16 17

19

o i c

dad de tiempo. $ ¨ ) J ž‘Â&#x; ¨ ™

0 J 0

* % Cl = D / ABC = Dosis / ABC. ABC: es el ĂĄrea bajo la curva que representa la concentraciĂłn plasmĂĄtica frente al

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

3. Aclaramiento. 1

? *9

* % ( !

* -

18

23

U

Cuando un fĂĄrmaco como la ciclosporina o tacrolimus se distribuye no sĂłlo por

) ! 5 8

S

tiempo. La eliminaciĂłn de algunos fĂĄrmacos que saturan los sistemas enzimĂĄticos, sigue el

1 "

1 % 7 !

0

982 982


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

fĂĄrmacos que presentan una cinĂŠtica lineal y los que se ajustan a una cinĂŠtica no li-

2

neal dependiente de la dosis administrada. & + *

0 ? 2 administradas y los niveles plasmĂĄticos obtenidos (cinĂŠtica lineal), es decir, que aun-

3 4 5

ciĂłn, metabolizaciĂłn y eliminaciĂłn del fĂĄrmaco no varĂ­an.

6 7

v1

I

9 10

c1

i c

Îť

a c

11

i l b

12 13

Tiempo (minutos)

14

u P

Figura 8. CinĂŠtica lineal de eliminaciĂłn

15

( ! ? R ? * + " + saturan los sistemas enzimĂĄticos encargados de su metabolismo a concentraciones 0R 5 " + 5 5 <˜ &~<74& (cinĂŠtica independiente de la dosis). La velocidad de eliminaciĂłn de estos fĂĄrmacos

16 17 18 19

o i c

e d

i v

es independiente de la concentraciĂłn, y su representaciĂłn frente a la velocidad es un *! ! 5 5 <˜ &~<74& 5 ˜'#7< $7'˜% 7

0 *

1 " -

20 21

r e

22

24

U

n o

Aclaramiento

C1 (Cpm/m)

8

23

s e

D

S

1 ™ )

*R 0 > 1 "

0 )

9 * la velocidad mĂĄxima).

983 983

A

C

+ 5 ! 0 ! -


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

& ? R ! ! ! * ) * -

2

cos que presentan una cinĂŠtica lineal, mientras que la fenitoĂ­na se ajusta a un modelo

0 ? 5 1 " lis-Menten. Sin embargo, si las concentraciones alcanzadas son muy altas, como ocu-

3 4 5 6

s e

7

tĂłnico-clĂłnicas (estatus epilĂŠptico). Su farmacocinĂŠtica de eliminaciĂłn no se ajusta

n o

8

a una cinĂŠtica lineal (primer orden), por lo que es necesario conocer en cada pa 1 "

1 > )

*R ! 9 ciĂłn (Vmax)(cinĂŠtica no lineal-orden cero). 1 "

1 +

R 5 0 9 5 % 7 5 " ! 5 1 "

1 8 ! )

metabolizaciĂłn de un fĂĄrmaco en un proceso saturable en funciĂłn de dos constan )

*R ™ 1 "

> % 7 + 5 ? % 7 + que cuando un substrato, en este caso un fĂĄrmaco (F) se transforma en un producto ! 1 9 + 7 5 *

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

formando un complejo enzima-substrato (E-F), que se desdobla en E mĂĄs metabolito, segĂşn la ecuaciĂłn:

18

23

U

0 9 " * ? ! 0

* 5 <˜ &~<74& ˜'#7< $7'˜ % La fenitoĂ­na es el fĂĄrmaco de elecciĂłn en la epilepsia y en las crisis generalizadas

S

>1 F+E

>3 E-F

E+M

>2

7 0 ? * )

! 9 0

0

* ) 0 ž‘Â&#x; ) " !0

984 984

A

C

R 0 ! 0 ! 5 9


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

se observa como la velocidad mĂĄxima de la reacciĂłn (Vmax) se alcanzarĂĄ cuando

2

todo el enzima se encuentre unido al fĂĄrmaco.

3

A

C

4 Velocidad de eliminaciĂłn

5 6 7 8 9

s e

n o

i c

10

a c

11

ConcentraciĂłn de fĂĄrmaco

i l b

12

Figura 9. CinĂŠtica no lineal de eliminaciĂłn

13 14

16 17 18 19

o i c

e d

v=

™ Š ž‘Â&#x; > ÂŁ ž‘Â&#x;

7 0 1 "

1 w Vm = velocidad måxima de metabolización y representa el número de enzimas metabolizadoras. > ¨ 1 "

> ¨ >2 £ >3 J >1 # ?

*

)

i v

20 21

r e

22

24

u P

#

* * ) " !0 ž‘Â&#x; ) R 0

5 ? * Â?

15

23

U

S

plasma que es totalmente liberado de fĂĄrmaco por unidad de tiempo, y se expresa por la ecuaciĂłn:

985 985


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

V

C1=

2

o

F

) ¨ $] Š ž‘Â&#x;

3

Donde Cl es el aclaramiento y v es la velocidad de eliminaciĂłn. I 9 R 0 5 1 "

1 R

4 5

0 > ™ %

6 7

™ Š ž‘Â&#x;

v=

8

y

> ÂŁ ž‘Â&#x;

) ¨ $] Š ž‘Â&#x;

9

i c

11

Vm

C1=

13 14 15

a c

i l b

12

> ÂŁ ž‘Â&#x;

u P

& 1 "

> ? + * % 7 numĂŠricamente igual a aquella concentraciĂłn de fĂĄrmaco con la cual la velocidad de reacciĂłn (v) es la mitad de la velocidad mĂĄxima (Vm).

16 17 18

io

19

c i v

20 21

r e

22

24

n o

Si igualamos ambas expresiones, obtenemos una expresiĂłn matemĂĄtica que de

5 ?

Â?

10

23

s e

U

S

e d

v=

Vm 2

ž‘Â&#x; ¨ { ÂŁ ž‘Â&#x; Â?

y sustituyendo

™ Š ž‘Â&#x; > ÂŁ ž‘Â&#x;

ž‘Â&#x; ¨ >

En la prĂĄctica, podemos diferenciar dos situaciones distintas en funciĂłn de la con-

centraciĂłn de fĂĄrmaco:

986 986

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2 3

•

4

$ ! 8 * ž‘Â&#x;ÂŞ 3

0

) > " ž‘Â&#x; > ÂŁ ž‘Â&#x; ¨ > % En estas circunstancias la expresiĂłn se reduce a:

5

v=

6

™ Š ž‘Â&#x;

Vm

y

>

C

>

s e

7

Es decir, a bajas concentraciones de fĂĄrmaco la velocidad de la reacciĂłn es directamente proporcional a su concentraciĂłn plasmĂĄtica, por tanto el orden de la reac-

9

i c

0 * M'~17' ˜'#7< * $ % 7 5 % & 5 M'~17' ˜'#7<

* metabolizado, excretado o distribuido es directamente proporcional a la concentra-

10

a c

11

i l b

12 13

0 ž‘Â&#x; " * % 7 5 0 ! !

el aclaramiento, el volumen de distribuciĂłn y el tiempo de vida media son constantes e independientes de la dosis administrada o de la concentraciĂłn sĂŠrica del fĂĄrmaco.

14 15

•

16 17 18 19

21

r e

22

24

u P

En otras ocasiones la concentraciĂłn de fĂĄrmaco es muy alta, y por tanto el valor > !

ž‘Â&#x;Â? > ÂŁ ž‘Â&#x; ÂŹ ž‘Â&#x;% ( )

0 " * ? )

*R de metabolizaciĂłn (v = Vm), por tanto en estas condiciones la velocidad de re 0 " 0 * -

o i c

e d

i v

20

23

U

n o

8

S

+ 0 ˜'#7< $7'˜% M 5 un proceso que ocurre con una velocidad constante, independiente de la concentraciĂłn plasmĂĄtica del fĂĄrmaco. En este caso, la expresiĂłn matemĂĄtica del $ ¨ ™ J ž‘Â&#x;% 7

! 0 -

R 0 % La inducciĂłn enzimĂĄtica puede condicionar el tipo de cinĂŠtica. El fenobarbital induce su propio metabolismo (enzimas microsomales) de forma que sus

987 987

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

niveles de concentraciĂłn sĂŠrica no siguen una cinĂŠtica de primer orden (orden

2

cero).

3

Es el tiempo necesario para que la concentración plasmåtica del fårmaco se re 9 % ™ R 0 * % (

4 5

0 >w 1/2 ¨ 3 V\`J>%

6 7

i c

Mal efecto terapĂŠutico (no se alcanza el efecto terapĂŠutico deseado). Toxicidad (se observan signos o sĂ­ntomas de toxicidad). Variaciones interindividuales en absorciĂłn y metabolismo. ( " % ( " ! ! 5 % Incumplimiento de la prescripciĂłn.

10

a c

11 12 13 14 15

1.c.3 Toma de muestra

16

e d

i l b

u P

1. & ! "

‚)

ƒ de la prĂłxima dosis). 2. 7 ! " ! 9

) %

17 18 19

o i c

3. Las muestras obtenidas durante la perfusiĂłn IV se deben obtener del miembro opuesto. 4. M * ! 0

"

buciĂłn del fĂĄrmaco (las muestras para la determinaciĂłn de digoxina deben ob-

i v

20 21

r e

22

5 ] " h %

S

988 988

C

U

n o

1 ? ? 5 " %

9

24

s e

1.c.2 Indicaciones para la monitorizaciĂłn

8

23

A

4. Tiempo de vida media.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.d ; " = & <

2

7R + 5

3

+ * ! 0? " * provocar intoxicaciones o fracasos terapĂŠuticos.

4 5

1.d.1 ; "

6

s e

7 ? ]3 ) 0? 5-

7

tica de los fĂĄrmacos.

8 9 10

Edad

11 Factores ďŹ siolĂłgicos

12

i c

PoblaciĂłn geriĂĄtrica

a c

Peso

i l b

Factores genĂŠticos

14 15

u P

Figura 10.

16 17

e d

1.d.1.a Edad 1.d.1.a.a PoblaciĂłn pediĂĄtrica

18 19

o i c

La poblaciĂłn pediĂĄtrica, especialmente los niĂąos reciĂŠn nacidos y los prematuros,

i v

20 21

! 0

8 ! 0? * dos como consecuencia de su desarrollo, que origina alteraciones importantes en la farmacocinĂŠtica y en la posologĂ­a. # ! " ? ! 0 *

) !? w

r e

22

24

n o

PoblaciĂłn pediĂĄtrica

Embarazo

13

23

U

S

• • •

Prematuros (edad gestacional < 36 semanas). ' 5 5 ? Â? `V % Neonatos (0-1 mes de vida).

989 989

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

• • •

1 2 3

5

s e

7

El vaciamiento gĂĄstrico se encuentra aumentado en los niĂąos reciĂŠn nacidos y en

% & 0 ! ! -

n o

8

ciĂłn de sustancias liposolubles. La absorciĂłn percutĂĄnea esta incrementada por una mayor permeabilidad de la piel, unido a un menor espesor de la piel.

9

i c

10

a c

DistribuciĂłn TambiĂŠn nos encontramos con alteraciones en los procesos de distribuciĂłn, que afectan especialmente a niĂąos reciĂŠn nacidos y prematuros. Estos cambios suelen estar relacionados con los cambios en la composiciĂłn corporal. Los niĂąos reciĂŠn nacidos presentan un incremento en el agua corporal total y en el agua extracelular junto con una disminuciĂłn en el agua intracelular. Esto supone un incremento del volumen aparente de distribuciĂłn. AdemĂĄs los niĂąos reciĂŠn nacidos presentan una disminuciĂłn del porcentaje de al-

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

bĂşmina, que junto con un aumento de sustancias desplazantes como la bilirrubina no conjugada o los ĂĄcidos grasos libres, originan una reducciĂłn en el porcentaje de uniĂłn a proteĂ­nas plasmĂĄticas de algunos fĂĄrmacos y aumentando la fracciĂłn libre del fĂĄrmaco. El incremento de la permeabilidad de las membranas en la poblaciĂłn pediĂĄtrica

18 19

o i c

i v

20 21

r e

contribuye tambiĂŠn al incremento en el volumen aparente de distribuciĂłn.

22

S

Metabolismo En relaciĂłn con el metabolismo, los niĂąos reciĂŠn nacidos presentan cualitativamente los mismos sistemas enzimĂĄticos que el adulto pero en menor cantidad, incrementĂĄndose con la edad.

990 990

A

C

U

sorciĂłn de los fĂĄrmacos, tanto en magnitud como en velocidad. En este periodo se produce un incremento del pH gĂĄstrico, lo que favorece la absorciĂłn de bases dĂŠbiles.

6

24

Adolescentes (12-18 aĂąos).

AbsorciĂłn #

! 0? !-

4

23

Lactantes (1-12 meses). NiĂąos (1-12 aĂąos).


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

EliminaciĂłn

2

La excreciĂłn renal se encuentra disminuida en los niĂąos reciĂŠn nacidos debido a la 9 0 ? 0 ! % & 0 ? lar se encuentra notablemente reducida en prematuros con edad gestacional inferior

3 4 5 6

s e

7

n o

8

1.d.1.a.b PoblaciĂłn geriĂĄtrica & ! 0 ? * 9 0? ? ) 8 ) 5 * ren un especial interĂŠs por la frecuencia de utilizaciĂłn de fĂĄrmacos de esta poblaciĂłn.

9

i c

10

a c

11

Absorción ™ !

) Z 8 0

i l b

12 13

glomerular, sufre una disminuciĂłn progresiva a partir de los 30-40 aĂąos de edad y es ? ) V3 V %

14 15

17 18

o i c

19

e d

DistribuciĂłn 4 * ! 0 ? * ! 0? -

i v

20 21

r e

22

24

u P

7 )

0

Z 8 ? + gastroinstestinal, disminuciĂłn en la actividad de los sistemas transportadores, reduc 0 ! !

) ?* % tores pueden contribuir a una disminuciĂłn en la absorciĂłn gastrointestinal y en la biodisponibilidad de numerosos fĂĄrmacos.

16

23

U

cercanos a los adultos a los seis meses de edad. La secreciĂłn tubular tambiĂŠn se encuentra disminuida al nacer, incrementĂĄndose durante el primer aĂąo de vida. La maduraciĂłn de la funciĂłn renal se produce aproximadamente a los tres aĂąos de edad.

S

tar a los procesos de distribuciĂłn tisular de los fĂĄrmacos. Como consecuencia de la edad se produce una disminuciĂłn de la masa Ăłsea y muscular, del agua intracelular, de la permeabilidad de las membranas y un incremento en el porcentaje de tejido % M

0

? " fusiĂłn sanguĂ­nea de los tejidos. Estos cambios inducen alteraciones en el volumen aparente de distribuciĂłn, que depende del grado de liposolubilidad del fĂĄrmaco.

991 991

A

C

a 34 semanas, incrementĂĄndose con la edad postconcepcional alcanzando valores


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

En pacientes geriĂĄtricos no disminuye las proteĂ­nas totales, pero si la proporciĂłn de las diferentes proteĂ­nas, disminuyendo la albĂşmina y manteniĂŠndose la D1-glucoproteĂ­na ĂĄcida. Estos cambios afectan especialmente a fĂĄrmacos con elevada uniĂłn a proteĂ­nas plasmĂĄticas y bajo volumen aparente de distribuciĂłn, como salicilatos y

2 3 4 5

s e

7

"+?

Z 8 ? + " * H3 % La disminuciĂłn de la capacidad metabĂłlica depende del sistema enzimĂĄtico afec-

n o

8

tado, lo que supone un aumento en la variabilidad interindividual del aclaramiento " * % & !0 5 ‘ ~ * afectadas que las reacciones de conjugación o de Fase II.

9

i c

10

a c

11

EliminaciĂłn Los individuos de edad avanzada presentan una disminuciĂłn de la masa renal, del Z 8 0 ? ! 0 R ciĂłn renal y del secreciĂłn tubular. Esta disminuciĂłn de la funcionabilidad renal se reZ 8 0

% En pacientes geriĂĄtricos tambiĂŠn se producen alteraciones farmacocinĂŠticas como consecuencia de patologĂ­as concomitantes o de interacciones medicamentosas debidas a la politerapia, frecuente en esta poblaciĂłn.

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

4 " ? 0 ?

0 0? R + 0 pacientes geriĂĄtricos.

19

23

U

MetabolizaciĂłn & ! 5 0 " * % ( -

6

S

1.d.1.b Peso La obesidad supone un incremento en el porcentaje de tejido adiposo y una reducciĂłn en el porcentaje de tejido magro y de agua. Paralelamente los individuos obesos presentan un aumento en el tamaĂąo de los Ăłrganos, en el gasto cardiaco y en

) ? 0 ? ) 9 *

" %

992 992

A

C

warfarina.


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

La distribuciรณn de los fรกrmacos en los pacientes obesos estรก condiciona por la

2

mayor o menor liposolubilidad del fรกrmaco. Esto origina que no siempre se pueda utilizar el peso total para calcular el volumen aparente de distribuciรณn. Fรกrmacos con elevado volumen de distribuciรณn apenas sufren variaciones y para su cรกlculo em-

3 4 5 6 7

n o

ciรณn, para el cรกlculo del volumen aparente de distribuciรณn. 7 0 0 ? 0 w

9

i c

10

PD = PCI +(FA/100)*(PCT-PCI)

a c

11

i l b

12

M#w M 0 M$~w M M$ w M ย 4w Factor adiposo (un factor de correcciรณn). En fรกrmacos apolares, el incremento en el volumen aparente de distribuciรณn es proporcional al peso corporal total. En fรกrmacos muy liposolubles, el incremento en el volumen de distribuciรณn es superior al incremento de peso. & 0 + ) ! * !h

* ] ? +

13 14 15 16 17

e d

u P

รกcida, debido a la mayor concentraciรณn de esta proteรญna en individuos obesos. La eliminaciรณn de fรกrmacos en individuos obesos es variable. La obesidad origina

"+?

0

Z 8 ? + " pรกtico y renal, un incremento de la actividad de algunos sistemas enzimรกticos como

18 19

o i c

i v

20 21

glucuronaciรณn y sulfonaciรณn. Todo ello, origina un incremento en los aclaramientos " * ) * % & 0 * ! !

r e

22

24

s e

* 9 0 )

-

8

23

U

Z R

R ) buciรณn, que no es proporcional al aumento de peso total, como consecuencia del au

Z R

? ? ) ! % 7

S

una adecuada predicciรณn del volumen aparente de distribuciรณn, utilizando el peso 0 ?h !

fรกrmaco.

993 993

A

C

pleamos el peso corporal ideal. Fรกrmacos polares, cuya distribuciรณn esta limitada al


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.d.1.c Embarazo #

! 9 ! 0? -

2

5 % 7 ! 0 tambiĂŠn en el feto. La informaciĂłn farmacocinĂŠtica disponible sobre embarazadas es

! !

* 8 9 ! 0 %

3 4 5

Por otra parte, se conoce que la farmacocinĂŠtica puede variar entre el primer y no-

6

veno mes de gestaciĂłn. Durante el embarazo se produce un incremento en el peso y en el porcentaje de tejido adiposo. TambiĂŠn se produce un incremento del volumen plasmĂĄtico y del agua

s e

7

U

n o

8

corporal total. TambiĂŠn se produce una reducciĂłn en el contenido de albĂşmina y un in-

9

i c

cremento en los ĂĄcidos grasos libres. Todo ello conduce a un cremento en el volumen ! 0 * !

" !

% 4 *

?

Z 8 0 renal que conduce a un aumento en el aclaramiento renal.

10 11 12

a c

i l b

13

1.d.1.d Factores genĂŠticos

14

7 9

! * ? lado genĂŠticamente, constituye uno de los factores que contribuyen a la variabilidad interindividual en la farmacocinĂŠtica. & 0 ? 5 R ) duos metabolizadotes rĂĄpidos y metabolizadotes lentos, cuya proporciĂłn varĂ­a para los distintos grupos ĂŠtnicos. Estas diferencias originan diferencias en la capacidad de biotransformaciĂłn de los individuos, que pueden tener importantes consecuencias 5 9 0

! -

15 16 17 18 19

formaciĂłn de los fĂĄrmacos.

21

r e

22

24

u P

i v

20

23

o i c

e d

1.d.2 Factores patolĂłgicos

S

En la fĂ­gura 11, podemos ver algunos de las patologĂ­as mĂĄs comunes que pueden alterar la farmacocinĂŠtica de los fĂĄrmacos.

994 994

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

InsuďŹ ciencia hepĂĄtica

2

InsuďŹ ciencia cardiaca

3 Factores patolĂłgicos

Fibrosis quĂ­stica

4 5

Pacientes UCI

s e

HipoalbĂşminemias

7

Figura 11. Factores patolĂłgicos que alteran la farmacocinĂŠtica de los fĂĄrmacos

U

n o

8 9

i c

1.d.2.a * > ? & " * ) " R "

Z ? 9 0 " *

"+? ! 0 % La cirrosis produce una reducciĂłn en el vaciamiento gĂĄstrico y colestasis biliar con disminuciĂłn en la secreciĂłn biliar, afectando negativamente a la absorciĂłn de fĂĄr !

% & " * ! disponibilidad oral de algunos fĂĄrmacos, pro disminuciĂłn del efecto de primer paso ! 5 ) 9 * 0

Z 8 % & ! 0 *

" * * !

-

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

teĂ­nas plasmĂĄticas, dada la reducciĂłn de la albĂşmina y de la D1-glicoproteina ĂĄcida que aparece en este tipo de paciente. Los pacientes que desarrollan ascitis presentan un incremento en el volumen apa ! 0

Z R

%

i v

20 21

r e

22

24

C

Neoplasias

Otras patologĂ­as

6

23

A

InsuďŹ ciencia renal

S

& " *

Z 8 ? + " * ) 9 * 0 +

" *tico de los fĂĄrmacos.

995 995


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

1.d.2.b * & + 9 +

2

gasto cardiaco reducido y elevada congestiĂłn del corazĂłn, como consecuencia, la cir 0 ! R+? )

ble con los requerimientos de los tejidos.

3 4 5

La reducciĂłn del gasto cardiaco que se produce implica una disminuciĂłn en la per-

6

fusiĂłn sanguĂ­nea de los diferentes Ăłrganos y tejidos con importantes implicaciones farmacocinĂŠticas. & ) 0

) ?* ? 0

s e

7

n o

8

y edema instestinal, que reducen la absorciĂłn oral de algunos fĂĄrmacos. La absor-

9

i c

0 ! 5 0

Z 8 ? +

% M " 0 " * ! ! * R 0 " * 0

primer paso. Debido a la vasoconstricciĂłn perifĂŠrica se produce una reducciĂłn en el volumen de distribuciĂłn del compartimiento vascular, incrementando el volumen aparente ! 0

5 !

Z intersticial. 7 " * * ! " 0

"+?

0 %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

" ! )

? % 7 ) 5 "

0 ? R 0 proporcionales.

r e

22

24

e d

u P

1.d.2.c * & ?+ 8 ) 0 ? )5

-

18

23

U

S

Aunque el aclaramiento de creatinina puede medirse, en la prĂĄctica utilizamos la 5 0 ? 0 0 ? * $ { } %

996 996

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

&

= 0

2

tiempo de vaciamiento gĂĄstrico, que pueden afectar a la absorciĂłn de electrolitos dĂŠ!

% ! 5 " 0 % & ! ! 0 *

3 4 5 6

s e

7

de algunos fĂĄrmacos, con cambios en el volumen aparente de distribuciĂłn.

n o

8

& ! 0 " * ! 5 pacientes, ya que algunos metabolitos endĂłgenos como la urea pueden producir in" ! 0 ) !0 % M ! ? 8 toxicidad potencial. La disminuciĂłn en la excreciĂłn renal de los fĂĄrmacos es proporcional al descenso en la funciĂłn renal, expresada como aclaramiento de creatinina.

9

i c

10

a c

11 12 13 14

1.d.2.d Otras patologĂ­as

15

17 18 19

u P

o i c

e d

i v

20 21

) ! 0 ! 5 " !

0 % 1 " R " 8 0 + bios en la uniĂłn a proteĂ­nas que provocan un incremento en el volumen aparente de

r e

22

24

i l b

Existen diversa patologĂ­as que, en mayor o menor medida, pueden afectar a la far 5 ) * ! 0 ! 0

0 ! + neoplĂĄsicos. En los pacientes neoplĂĄsicos, tanto en los que sufren tumores sĂłlidos en fases ) 9 " 0? " -

16

23

U

a las proteĂ­nas plasmĂĄticas. Estos pacientes experimentan una reducciĂłn en la cantidad de albĂşmina que, unido al incremento en la concentraciĂłn de sustancias desplazantes como los ĂĄcidos grasos, contribuye a un incremento en la concentraciĂłn libre

S

distribuciĂłn. & ! + ? ? 5 causa principal de enfermedades respiratorias en estos pacientes. Estos pacientes se

997 997

A

C

se debe a la formaciĂłn de edemas y a los fenĂłmenos de desplazamiento en la uniĂłn


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

9 " !0 ! -

2

ciĂłn y eliminaciĂłn de los fĂĄrmacos. Los pacientes crĂ­ticos, como los ingresados en cuidados intensivos o en unidades R ! 0? *

-

3 4 5

U

6

1.d.3 Factores clĂ­nicos

7

& 5 ) R 0 " * * ! " 0 " 0 9 -

n o

8

toxicaciĂłn, incrementan la eliminaciĂłn de los fĂĄrmacos. Estas situaciones complican los esquemas posolĂłgicos, al coexistir de forma intermitente periodos interdialĂ­ticos,

5 0 0?

paciente y periodos de diĂĄlisis, donde la eliminaciĂłn forzada contribuye a alteraciones en los niveles de fĂĄrmaco en el organismo. Otras situaciones clĂ­nicas como la cirugĂ­a mayor, la ventilaciĂłn mecĂĄnica o la politerapia, entre otras, son causas frecuentes de variabilidad farmacocinĂŠtica. Las interacciones de fĂĄrmacos constituyen uno de los factores clĂ­nicos con mayor implicaciĂłn en la farmacocinĂŠtica por la frecuencia con la que se recurre a la politerapia, especialmente en ciertas poblaciones de pacientes como geriĂĄtricos o pacien " 9 % & ! 5

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

afectan a los diferentes procesos de A.D.M.E. (absorciĂłn, distribuciĂłn, metabolizaciĂłn R 0 " + % # "*! ) ? "

8

! pueden afectar a la farmacocinĂŠtica.

19

23

s e

S

998 998

A

C

? ) 5 * %


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

2 PRINCIPALES GRUPOS FARMACOLร GICOS DE INTERร S

2

2.a Fร RMACOS ANTIINFECCIOSOS

3

& ? 0 ? ] * 0 -

5

tos quรญmicos:

6

โ ข โ ข

7 8

4 "

%

10

C

i c

NHR1

a c

CHR

11

O

4'

Aminociclitol: 2-deoxi-estreptamina

5'

12

H

2'

3'

1'

i l b

NH2

4

NH2

2

3

H

13

HO Aminoglucรณsido

OH

14

5

u P H

15 16 17

U

n o

H

e d

6

1''

NH2

1

OH OH

CH7NH

2''

O

4''

3''

O

CH3

5''

Aminoglucรณsido

Figura 12. Estructura quรญmica de los aminoglucรณsidos

18 19

o i c

Los distintos aminoglucosidos van a ser originados por las distintas uniones posi!

? ]` %

i v

20 21

r e

22

24

s e

Azรบcares no aminados (glucรณsidos) o aminados (aminoglucรณsidos).

9

23

A

2.a.1 Aminoglucรณsidos

4

S

999 999


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

Gentamicina

1

Tobramicina

2

Amikacina

3

A

Netilmicina

4

AminoglucĂłsidos

C

Kanamicina

5

Neomicina

6

Estreptomicina

s e

Espectinomicina

7

Paromicina

8

i c

10

Los aminoglucĂłsidos mĂĄs utilizados en clĂ­nica son: gentamicina, tobramicina y amikacina . Los aminoglucĂłsidos se caracterizan:

11 12

• • • •

13 14 15 16 17

• • •

18 19

i l b

Presentan una baja absorciĂłn por el tracto gastroinstestinal. Se unen poco a proteĂ­nas plasmĂĄticas. M ) ! + " 0 % No presentan metabolitos activos. (

0 )

*

\3 %

o i c

e d

Su semivida de eliminaciĂłn depende de la funciĂłn renal:

r e

22

u P

Se distribuyen preferentemente a nivel extra celular.

21

24

a c

i v

20

23

n o

Figura 13.

9

U

S

FunciĂłn renal normal: 4 w ` " % Neonatos: ] w H " % ` w ` H " % < w ] ; " %

‘ 0 w � 3 " %

1000 1000


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Los aminoglucĂłsidos se pueden administrar segĂşn:

2

• •

3 4

vida media. Los aminoglucĂłsidos son fĂĄrmacos que se deben monitorizar porque:

6 7

• • • •

8 9 10 11

13

•

14 15

•

16 17

n o

7R

0 0 J R % M ) 5 " %

i c

M 0 R % Pueden determinarse en plasma de forma asequible y relativamente fĂĄcil.

a c

i l b

& R ! 9 ` sobre el VIII par craneal, con vĂŠrtigo, ataxia, nistagmus. Es irreversible. & R ]3 + ?h concentraciĂłn plasmĂĄtica de creatinina y urea y disminuciĂłn de la capacidad

e d

u P

de concentraciĂłn de orina. Con frecuencia pueden aumentar los marcadores indicativos de lesiĂłn tubular como la beta-2-microglobulina, N-acetilglucosaminidasa, beta-galactosidasa, amino-peptidasa y fosfatasa alcalina. Puede ser reversible. TambiĂŠn pueden producir efectos neurolĂłgicos con bloqueo

18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

s e

S

neuromuscular.

La apariciĂłn de efectos tĂłxicos puede deberse a diversos factores:

• •

Pauta. Aparece mĂĄs fĂĄcilmente con la pauta convencional que con la pauta Dosis Ăşnica. Depende de la duraciĂłn del tratamiento.

1001 1001

C

U

( +

+ 0? xicidad (ototoxicidad y nefrotoxicidad).

12

A

M h w H " %

& ? 0

0 ? * transformaciĂłn. Los pacientes con ascitis aumentan el volumen de distribuciĂłn y la

5

23

M ) w 2 " %


21

Monitorización de fármacos

• •

1 2 3

• •

4 5

Del empleo conjunto de otros agentes nefrotóxicos. Presentar concentraciones máximas y mínima por encima de los intervalos adecuados (tabla 1).

A

Disfunción renal previa.

C

Edad avanzada.

6

Tabla 1. Concentraciones plasmáticas de aminoglucósidos

7

asociadas con toxicidad

8

Nefrotoxicidad

9

Cmínima

Cmáxima

>32-34 Pg/ml

10

Amicacina

>32-34 Pg/ml

>10 Pg/ml

11

Tobramicina

>10-12 Pg/ml

>2 Pg/ml

12

Gentamicina

>10-12 Pg/ml

>2 Pg/ml

13

C máxima: concentración máxima. C mínima: concentración mínima

14 15

17 18 19

21

r e

22

24

i c

>10 Pg/ml

i l b

a c

>10-12 Pg/ml

>2 Pg/ml

>8 Pg/ml

>4 Pg/ml

u P

• • • • • • • • • •

e d

Neonatos menores de tres meses.

Mayores de 70 años. En pacientes con disfunción renal.

o i c

En infecciones graves.

i v

20

23

Cmínima

La monitorización de los aminoglucósidos está indicados en:

16

S

En pacientes ingresados en UCI. Embarazadas. Quemados. Fibrosis quística. Cuando se administra con otros fármacos nefrotóxicos. En pacientes con tratamientos superiores a siete días.

La monitorización debe realizarse:

1002 1002

n o

Ototoxicidad

Cmáxima

s e

U


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

• • • • • •

1 2 3 4 5 6 7

4 H H2 "

% 7 H H2 " 5 ! 0? % Cuando se observan variaciones en la funciĂłn renal.

Intervalo terapĂŠutico (pauta normal)

9

AminoglucĂłsidos

Pico

11

Amikacina

15-30 Pg/ml

5-10 Pg/ml

12

Gentamicina

4-10 Pg/ml

1-2 Pg/ml

13

Tobramicina

4-10 Pg/ml

1-2 Pg/ml

14

n o

AminoglucĂłsidos

16

a c

i l b

u P

C mĂĄxima

C mĂ­nima

45-60 Pg/ml

< 2 Pg/ml

Gentamicina

15-25 Pg/ml

< 0.5 Pg/ml

Tobramicina

15-25 Pg/ml

< 0.5 Pg/ml

e d

Amikacina

17 18

io

c i v

r e

22

24

Valle

Intervalo terapĂŠutico (pauta dosis Ăşnica diaria)

15

23

s e

i c

10

21

S

C mĂĄxima: concentraciĂłn mĂĄxima. C mĂ­nima: concentraciĂłn mĂ­nima

Los aminoglucĂłsidos deben medirse para: Asegurar niveles pico adecuados para obtener el efecto terapeĂştico.

• • •

U

$ ) ! 0?

) $ 0 1+ ~ " ! treo semanal).

8

20

C

DuraciĂłn de la terapia superior a los 10 dĂ­as.

Los niveles plasmĂĄticos adecuados variaran segĂşn la pauta empleada.

19

A

4 " R %

Controlar niveles pico excesivos que pueden producir ototoxicidad. Controlar niveles valle elevados que pueden ocasionar nefrotoxicidad.

1003 1003


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

2.a.2 Vancomicina

2

7 ? 5

8 ? ]H % 0 ! %

3

4 h ! ! * " ! 0 4'< + sis de mucopĂŠptidos de la pared celular. 7 *

4 5

(enterococos) en pacientes portadores de cepas multirresistentes.

6

s e

7 OH

NH2

8

OH O

n o

OH

9

i c

OH

O

10 O

11 O

12 H

13

HO

14

O

15

HOOC

17 HO

18

o i c

19

b u O

H N

P O

e d OH

li

H N H2N

OH O

H N

H N

NHCH3

O

O

OH

Figura 14. Estructura quĂ­mica de la vancomicina

i v

20 21

Presenta mala absorciĂłn por vĂ­a oral, por lo que se suele administrar por vĂ­a parenteral. Su distribuciĂłn es muy amplia y presenta un cinĂŠtica multicompartimental. Se une de forma moderada a las proteĂ­nas plasmĂĄtica y su excreciĂłn es renal, a las

r e

22

24

O

HN

16

23

H N

O

Cl

a c

Cl

O

S

U

H " "

23

* % ) V 2 " %

1004 1004

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Las manifetaciĂłnes tĂłxicas mĂĄs frecuentes son:

2

• • •

3 4 5

s e

8

•

9 10

• •

11 12

• • •

13 14 15 16

n o

Edad. Va originar cambios en la eliminaciĂłn, tanto en la edad pediĂĄtrica como en la edad geriatrica. Obesidad. Va aumentar el volumen de distribuciĂłn.

i c

e d

u P

Quemados. = 0? " 0? %

18

i l b

HemodiĂĄlisis. Enfermos en situaciones clĂ­nicas especiales: UCI.

17

a c

Embarazo. Va a originar un aumento del volumen de distribuciĂłn y del aclaramiento renal. ~ %

o i c

Hay que determinar la concentraciĂłn mĂĄxima y mĂ­nima, que van a ser distintos segĂşn el modelo que empleemos para su monitorizaciĂłn (tabla 2):

19

i v

20 21

r e

22

• •

Modelo monocompartimental. Modelo bicompartimental.

S

1005 1005

C

U

7R 0? ) cinĂŠtica de la vancomicina:

7

24

A

' 0 " " 0 % Nefrotoxicidad y ototoxicidad.

& ) ] " ) V "% 7 fundamental la monitorizaciĂłn de la funciĂłn renal.

6

23

Flebitis.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Tabla 2. Tiempo de muestreo, intervalo terapĂŠutico segĂşn el modelo farmacocinĂŠtico

2

Modelo

NÂş mĂ­nimo de datos

Monocompartimental

2

" 0

C max: 18-21 Pg/ml

C2: 9-18 Pg/ml

6

30-60 min pre dosis

Cmin: 5-10 Pg/ml

7

4

15 min post infusiĂłn

C max: 30-40 Pg/ml

9

] " 0

10

H "

11

30-60 min pre dosis

i c

3 4 5

8

Bicompartimental

Tiempo de muestreo

a c

13

2.a.3 Cloranfenicol

7 " " w

16

• •

18 19

Cmin: 5-10 Pg/ml

IntroducciĂłn de nuevos agentes terapĂŠuticos con menores efectos secundarios. Produce anemia aplasica, como efecto secundario, pero que ademĂĄs no tiene relaciĂłn con la concentraciĂłn sĂŠrica del fĂĄrmaco.

o i c

i v

' { ? 5 ? % ' ? 5 w ]3 Pg/ml), valle (<5 Pg/ml). ( ) ]% "

0 )+ %

21

r e

22

24

n o

C1: 25-40 Pg/ml

Hoy dĂ­a, sĂłlo se usa para el tratamiento en ciertos pacientes de infecciones produ-

20

23

e d

s e

U

u P

15

17

C

i l b

12

14

A

Margen terapĂŠutico

S

2.a.4 Anfotericina B Es un antifĂşngico de administraciĂłn intravenosa o intratecal. Se utiliza en una soluciĂłn coloidal para reducir su toxicidad.

1006 1006


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Es empleada en el tratamiento de infecciones fĂşngicas graves. No se recomienda su monitorizaciĂłn rutinaria, ya que no existe correlaciĂłn entre

0 5 R % Como efectos secundarios presenta:

2 3 4

• • •

5 6 7

Anemia. Nefrotoxicidad.

s e

< ) ! %

' ? 5 w 3% Pg/ml). FĂĄrmacos cardioactivos.

8

n o

9 10

i c

2.a.5 DigitĂĄlicos

11

a c

# * ? *

*

? R ? ] %

i l b

12 13 14 15 16 17 18

io

19

ic

20

22

24

e d

u P

O O

OH

OH

HO Figura 15. Estructura quĂ­mica de la digoxina

v r e

21

23

U

S

( ! 0 )+

V3 K % ( 0 + * ! 8 % Presenta un amplio volumen de distribuciĂłn 3-9 L/kg. Su vida media es de 36 " V HV "

0 )+ K

por vĂ­a renal).

1007 1007

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

El estado estacionario, si la funciĂłn renal es normal, se alcanza a los 7-10 dĂ­as de

2

empezar el tratamiento, pero si existe alteraciĂłn de la funciĂłn renal puede llegar a alcanzarse sobre los 20 dĂ­as. El inicio de la acciĂłn y el efecto mĂĄximo va a depender de la vĂ­a de administraciĂłn:

3 4

• •

5 6

•

8

s e

7 *R H " % Si se administra por vĂ­a oral: El inicio de la acciĂłn empezarĂĄ entre 30-90 minutos de la administraciĂłn.

10

•

11

n o

12

i l b

Hipotiroidismo disminuye el aclaramiento de digoxina.

14 15

•

17

18

i v

20

21

r e

22

S

e d

NiĂąos. Hipertiroidismo. Aumenta el aclaramiento de digoxina. SĂ­ndrome de malabsorciĂłn intestinal.

o i c

19

u P

= " " ? exagerada a la digoxina. Disminuye los niveles sĂŠricos.

16

a c

~ % Interacciones medicamentosas. Edad avanzada, porque disminuye el aclaramiento renal.

13

i c

Incrementando los niveles sĂŠrico.

Interacciones medicamentosas.

M ) h " 0 *

0 ! Z 8 0 % ( 0 0? siste en aumentar la contractibilidad del miocardio y disminuir la velocidad de respuesta ventricular.

1008 1008

C

U

7 *R ! * ` V " 0

fĂĄrmaco. 7R ) 5

* w

9

24

El inicio de la acciĂłn empezarĂĄ entre los 5 y 30 minutos de la administraciĂłn

7

23

Si se administra por vĂ­a intravenosa:

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Los efectos tĂłxicos de la digoxina pueden ser:

2

• • •

3 4 5

CardĂ­acos: arritmias y bradicardia.

• • •

7 8 9

11

n o

' 0? % Alteraciones farmacocinĂŠticas por:

i c

~ % MalabsorciĂłn.

Interferencias farmacolĂłgicas, como por ejemplo con la quinina.

10

a c

i l b

12

& ! ! 2 ]3 " 9 0 ) mediatamente antes de la prĂłxima dosis.

13 14

u P

La monitorizaciĂłn de la digoxina debe ir acompaĂąada de la determinaciĂłn simultĂĄnea de una serie de parĂĄmetros bioquĂ­micos como el potasio, magnesio y calcio. Es

15

bien conocido que niveles bajos de potasio o magnesio, o niveles altos de calcio aumentan la toxicidad de la digoxina. Por otro lado, la eliminaciĂłn de la digoxina ocurre fundamentalmente por vĂ­a renal, " !

0

-

16 17 18 19

o i c

e d

ciente en tratamiento con digoxina. # ? R w ? 5 ]2 ` ?J ) ] 3 3 " eliminada por la bilis. # ? R w ? 5 3%2 %3 ?J ) 3 V3 "

minada por la orina.

i v

20 21

r e

22

24

s e

IntoxicaciĂłn.

S

1009 1009

C

U

La monitorizaciĂłn del tratamiento estĂĄ indicada en todos los casos, sobre todo en los casos de:

6

23

A

Gastrointestinales: diarrea, nauseas y vĂłmitos. SNC: transtornos visuales, cefalea, psicosis.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

2.a.6 Disopiramida

2

7 + % & ? 5 ` " de disopiramida. Efectos secundarios:

3 4

• • • • •

5 6 7 8 9

A

C

Bradicardia. Asistole. Arritmias. DisminuciĂłn de los niveles de glucosa.

s e

U

n o

Sequedad de boca, constipaciĂłn y retenciĂłn urinaria.

i c

Los efectos secundarios pueden aparecer a dosis bajas y presenta una uniĂłn no

+ *

? 5 3 V3 )

10

a c

11

H ]3 " ? 5 ) + 0 (arritmias atrial (2.8-3.2 Pg/ml), arritmias ventriculares (3.3-5.0 Pg/ml).

12

i l b

13 14

2.a.7 LidocaĂ­na

15

Se utiliza como antiarrítmico y como anestÊsico local. Es metabolizada en dos me ! ) w ? R 17}– ? R }– % & ! ) 9 ] " 0

! " * % Como efectos secundarios presenta:

16 17 18 19

21

r e

22

24

o i c

Efectos sobre SNC: confusiĂłn, visiĂłn borrosa, somnolencia.

i v

20

23

• • •

e d

u P

S

DepresiĂłn cardiaca. Coma.

1 " ! 0 ! ) % ( " 9 0 17}– 0 " * %

1010 1010


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

( ) ]% " ? 5 ]% %3 Pg/ml), se une en 0 + * V3 23 % Se recomienda su monitorizaciĂłn sobre todo en las arritmias agudas.

2 3 4

A

5

U

6

Es un antiarrĂ­tmico de clase 1A con un metabolito activo, N-acetilprocainamida (NAPA). Para la monitorizaciĂłn del fĂĄrmaco se debe medir tanto el fĂĄrmaco como su

7

metabolito.

8

Como efectos secundarios presenta:

9

• •

10 11

s e

n o

i c

Un sĂ­ndrome similar a lupus eritomatoso. La mitad de los pacientes con tratamiento de larga duraciĂłn presentan Anticuerpos antinucleares positivos.

a c

i l b

12

Su rango terapĂŠutico es: procainamida (4-10 Pg/ml), NAPA (10-30 Pg/ml), la suma

13

de los dos debe ser < 30 Pg/ml. Los rangos Ăłptimos deben conseguirse en pacientes 9 0

? * %

14

u P

M ) w V " <4M4 2 " % ( ! ! ]33

2

15 16

e d

muy poco a las proteĂ­nas plasmĂĄticas.

17 18

2.a.9 Propanolol

19

7 ! ! 0 ? " " 0 % ! 5

? Ăąas, parĂĄlisis periĂłdicas tirotĂłxicas y en tremor esencial. Los afroamericanos son mĂĄs

21

r e

22

24

o i c

i v

20

23

C

2.a.8 Procainamida

S

sensibles al propanolol que los caucasianos. Como efectos secundarios presenta:

• • •

Fallo cardiaco. (" { ?5 % Bradicardia.

1011 1011


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

• •

1 2 3

HipotensiĂłn. Incrementa los niveles de glucosa, colesterol y tiroxina.

( ) H V " 0 + * \3 \ ? 5 3 ]33 ?J %

4 5

2.a.10 Quinidina

6

Es un agente antiarrĂ­tmico de clase 1, se usa frecuentemente para el manejo de

7

arritmia ventricular y supraventricular. La muestra debe ser extraida justo antes de la siguiente dosis. Como efectos secundarios presenta:

8 9 10

•

11 12

•

13 14 15

n o

i c

Dosis > 250 mg/dĂ­a, aumentan los niveles de digoxina. AsĂ­ es necesario la determinaciĂłn de digoxina cada 4-6 dĂ­as, cuando se introduce la quinina en el tratamiento.

a c

i l b

Produce trombocitopenia. Esta trombocitopenia origina petequias, purpura e ? " ? %

e d

FĂĄrmacos antiepilĂŠpticos. Los fĂĄrmacos antiepilĂŠpticos son numerosos y de distinta estructura quĂ­mica. En

? ]V ) 0 %

17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

u P

( ) V 2 " ? 5 Pg/ml, siendo eliminado principalmente por la bilis.

16

23

s e

U

S

1012 1012

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Fenobarbital Primera generaciĂłn

2

FenitoĂ­na Etosuximida

3

A

Primidona

C

4 Carbamacepina

5

Segunda generaciĂłn

6

Valproato

s e

Clonazepam

AntiepilĂŠpticos

7 Gabapentina

8

n o

Lamotrigina

9

i c

Levetiracetam Nuevos antiepilĂŠpticos

10

U

Oxcarbacepina

a c

11

Topiramato

li

12 13

b u

Felbamato

Vigabatrina

Figura 16.

14 15 16

Los antiepilĂŠpticos disminuyen la excitabilidad neural responsable de las crisis epilepticas. El fenobarbital facilita la acciĂłn del GABA por uniĂłn a canales de cloro

+ % El fenobarbital es el prototipo del grupo de barbitĂşricos que poseen actividad an-

18 19

21

5 +

% 7 9 las crisis tĂłnico-clĂłnicas generalizadas y tiene un valor limitado en las crisis parciales simples, pero no en las ausencias, que puede incluso agravar. Se usa en el tratamiento de convulsiones tĂłnico-clĂłnicas, convulsiones febriles,

r e

22

24

o i c

i v

20

23

e d

2.a.11 Fenobarbital

17

P

S

" ! ! 9 * % 7

) ) ? 0 " 0 % 1013 1013


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

7 ! ! H V ]= `= = ? ]K +-

2

micamente una diamida cĂ­clica, derivado de la estructura del ĂĄcido barbitĂşrico. El ? 0

) 5 %

3

5

H N

O

6

O

s e

HN

7 O

i c

Figura 17. Estructura quĂ­mica del fenobarbital

10

a c

11

Se caracteriza por presentar una buena absorciĂłn oral, pero lenta apareciendo la 0 *R * \ ]3 " 5 % % ( H3 V3 + * % # ! ! los lĂ­pidos y proteĂ­nas cerebrales, rĂĄpidamente alcanza en el cerebro una concentraciĂłn igual a la plasmĂĄtica. Su volumen aparente de distribuciĂłn es de 0.5 l/kg. (

0 )+

% 7 RcreciĂłn es dependiente del pH y aumenta con la alcalinizaciĂłn de la orina. ( ) H3 K3 " 3 ]H3 " -

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

sin que aparezcan efectos secundarios debido al desarrollo de tolerancia. Los niveles terapĂŠuticos tardan unos 10 dĂ­as en alcanzarse y el estado de equilibrio se produce en 14-21 dĂ­as. Es un potente inductor enzimĂĄtico que puede afectar al metabolismo de feni-

r e

22

24

e d

u P

+ * H3 3 % ' ? 5 w ] `3 Pg/ml), Adultos (20-40 Pg/ml). Los efectos tĂłxicos pueden verse a partir de niveles superiores a 40 Pg/ml, sin embargo en tratamientos crĂłnicos pueden alcanzarse concentraciones de 70 Pg/ml

18

23

U

n o

8 9

S

toĂ­na, etosuximida e incrementar el aclaraciĂłn y la eliminaciĂłn de carbamacepina, ) + 9 ) # > anticoagulantes orales, ciclosporina y anticonceptivos orales, entre otros. 1014 1014

A

C

4


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Su monitorizaciĂłn estĂĄ indicada en los siguientes casos:

2

• • • •

3 4 5 6

•

7

4

5 " ? ) ` + + % ( " R h % ~ 9 " * < "+? % Politerapia: sobre todo cuando la adiciĂłn de otro medicamento desplaza al fenobarbital de su uniĂłn proteica, con la que aumenta la concentraciĂłn del fĂĄr-

s e

maco libre. En la gestaciĂłn cada 2 meses.

U

n o

8 9

2.a.12 Carbamacepina

10

La carbamacepina es un antiepilĂŠptico relacionado estructuralmente con los an ) + ? ]2 " !

voltaje de las neuronas del sistema nervioso central, disminuyendo la excitabilidad neuronal del foco epilĂŠptico. TambiĂŠn presenta propiedades analgĂŠsicas y antimaniacas debido a su similitud con los antidepresivos. ( )+ ! 9

"+? ? ! lito activo, la 10,11-epoxicarbamacepina, que se elimina por vĂ­a renal.

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

i c

a c

11

S

e d

u P

N O

NH2

Figura 18. Estructura quĂ­mica de la carbamacepina

Se utiliza para el tratamiento de las convulsiones generales o parciales, enfermedad maniaco-depresiva, tambiĂŠn se usa para controlar el dolor en la neuralgia del trigĂŠmico, en la neuropatĂ­a diabĂŠtica, en enfermedades neurolĂłgicas y psiquiatritas y

+ " ! 0 "0 %

1015 1015

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

&

) "

2

3 ? *

% Pueden presentar efectos secundarios:

3

•

4 5

•

6

•

7 8

•

9 10

•

11 12 13 14

Sistema nervioso: somnolencia, vĂŠrtigo, cefalea, visiĂłn borrosa y diplopĂ­a, nĂĄuseas, vĂłmitos, confusiĂłn y agitaciĂłn.

= 0? w * % ( "

! -

s e

nia, agranulocitosis y en casos raros anemia aplĂĄsica. Cutaneos: idiosincrĂĄsicos. ErupciĂłn exantemĂĄtica, raramente necrĂłlisis epidĂŠr + ( ) ÂŽ " %

n o

Es capaz de inducir actividad enzimĂĄtica que puede conducir a osteomalacia (con disminuciĂłn de calcio y aumento de fosfatasa alcalina) o aumento del me ! " * R " %

i c

a c

˜ w " 0 ? + 5 % ' "

* ? ? ) cardiaca y tromboembolismo.

15

Presenta interacciones con:

16

•

17

•

18 19

•

21

r e •

22

24

e d

i l b

u P

FenĂ­toina y ĂĄcido valproico: la interacciĂłn es compleja, pues ambos puede inducir el metabolismo del otro. Lamotrigina. La carbamacepina dismnuye el nivel plasmĂĄtico de lamotrigina ! % M ! 5 " ? puede aumentar la concentraciĂłn plasmĂĄtica del metabolito activo de la carbamacepina y aumentar su toxicidad.

o i c

i v

20

23

U

S

•

˜ * " !

! ! w 9 verapamilo, dantrol. La carbamacepina induce el metabolismo y disminuye los niveles de ciclospo )

?

" " 9 ) 9 % & w " R %

1016 1016

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

M ! ! 0 )+ V3 23 +

2

* ! " *

0 )+ % ( ) ] H3 " % Tiene una buena correlaciĂłn entre el efecto farmacolĂłgico y la concentraciĂłn plas-

3 4 5 6 7

s e

tratamiento, si se aĂąade un nuevo fĂĄrmaco (a las 2 semanas) y si se observan signos

8

n o

de toxicidad.

9 10

i c

2.a.13 FenitoĂ­na (DifenilhidantoĂ­na)

a c

11

7 *

? " + ? ]\ ) 5 + " !

) 8 %

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

Figura 19. Estructura de la fenitoĂ­na

i v

21

(comprimidos o cĂĄpsulas). La absorciĂłn es completa si se administra con alimentos. (

) 0 \3 + * 0 ! !

0 5 " !h " ! ! 0 Z

r e

22

24

o i c

e d

u P

Se absorbe por vĂ­a oral de forma variable, dependiendo de la forma farmacĂŠutica

20

23

U

recomendable monitorizar el fĂĄrmaco. ' ? 5 w 2 ] Pg/ml), junto con otros antiepilĂŠpticos (4-8 Pg/ml). La primera determinaciĂłn se debe realizar a las 3 semanas despuĂŠs de iniciar el

S

efecto. (

! " * !

)

0 " %

1017 1017

A

C

* % ? 5 "


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

El efecto del fĂĄrmaco lo produce la forma libre. Existiendo actualmente mĂŠtodos

2

) 0 ! % ( 2 \3 + mĂĄticas. Se debe medir la fracciĂłn libre en aquellas situaciones clĂ­nicas con disminuciĂłn de la albĂşmina o que puedan alterar la uniĂłn de la fenitoĂ­na a las proteĂ­nas

3 4 5 6

s e

7

ciente. Hay que tener en cuenta que pequeĂąos cambios en la dosis pueden provocar

n o

8

aumentos considerables de la concentraciĂłn plasmĂĄtica, debido a que su metabo !

% 7 ! 0 ! Ăąos y progresivos. ' ? 5 w ! ] Pg/ml), total (5-15 Pg/ml). No se debe medir la fracciĂłn libre si la concentraciĂłn de fenitoĂ­na total es menor de 3 Pg/ml. (

0 " * 8

mina por la orina. Se utiliza para el tratamiento del estatus epilĂŠptico y otras patologĂ­as que cursan con convulsiones. TambiĂŠn se puede utilizar para el tratamiento de arritmias cardia 0 " % Su uso esta contraindicado en la:

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

• • •

18 19

= ! " + % M

? R ! 0 % Bradicardia sinusal y en el bloqueo cardiaco grado II y III.

o i c

Los efectos secundarios son frecuentes y aparecen a concentraciones superiores a 20 Pg/ml, aunque la mayorĂ­a son transitorios o remiten al reducir la dosis:

21

r e •

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

Presenta una buena correlaciĂłn entre el efecto farmacolĂłgico y la concentraciĂłn * % ? 5 " !

dividualizar la dosis en funciĂłn de esta concentraciĂłn y la situaciĂłn clĂ­nica del pa-

S

• •

Sistema nervioso: cefalea, temblor, ansiedad transitoria, insomnio, neuropatĂ­a perifĂŠrica, ataxia y nistagmo. Digestivo: frecuentemente nĂĄuseas, vĂłmitos y estreĂąimiento. Hiperplasia gingival: es frecuente en niĂąos y no se relaciona con la dosis. Puede ) " ? ! % 1018 1018

A

C

plasmĂĄticas.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2 3

•

4 5

Hipertricosis: no se relaciona con la dosis y aparece en tratamientos crĂłnicos. Afecta preferentemente a mujeres jĂłvenes.

s e

8 9

•

10

•

11 12 13

•

14 15 16 17

•

18 19

•

n o

i c

4 " w ! )

! " *

mento y es epileptĂłgeno.

a c

Debe evitarse la suspensiĂłn brusca del tratamiento porque existe riesgo de crisis convulsivas. El tratamiento debe suspenderse de forma gradual a lo largo de varios meses.

i l b

7 ! 9 w * ? + $ ‘#4% 4 " casos de anormalidades en reciÊn nacidos, se recomienda no suspender la fenitoína salvo que el riesgo de convulsiones sea bajo. En el caso de no suspender la + !

9

* " ! ) la toxicidad fetal estĂĄ relacionada con concentraciones elevadas del fĂĄrmaco. & w R

" 0 rece representar riesgo para el lactante. La fenitoĂ­na presenta fenĂłmenos de interacciĂłn con:

o i c

i v

20

21

r e

22

S

e d

u P

Carbamacepina, fenobarbital, ĂĄcido valproico: es una interacciĂłn compleja y difĂ­cil de predecir, por lo que se recomienda la monitorizaciĂłn de sus niveles plasmĂĄticos. ~ " !

! + 0 w Z R 9 y isoniacida.

'

! " * + sus niveles plasmĂĄticos. 1019 1019

A

C

U

circunstancias: ~ " * w

? R

*

mina mayoritariamente por esta vĂ­a.

7

24

0 5 0R " teraciones sanguĂ­neas. Cuando aparecen estos efectos, se debe suspender inmediatamente el tratamiento.

$

* "

6

23

Hipersensibilidad: se puede manifestar como una erupciĂłn eritematosa y ra-


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

‘ +

! " *

-

pĂŠutico de metadona, itraconzaol, anticoagulantes orales, simvastatina, lo) R %

2 3

Ă cido fĂłlico: la fenitoĂ­na reduce los niveles plasmĂĄticos de ĂĄcido fĂłlico en

4

sangre, pero a su vez los suplementos de ĂĄcido fĂłlico reducen los niveles de fenitoĂ­na.

5 6

( " 9 * tos secundarios y puede administrarse por vĂ­a intra-muscular, siendo la preferida

7

9

• •

10 11 12

• •

13 14

•

15 16 17

a c

Siempre que se produzcan cambios en la dosis o se introduzcan nuevos fĂĄrmacos. ( " *

%

i l b

( " ! ] H " " )

*ticos alcancen el intervalo terapĂŠutico.

i v

r e

22

S

e d

El fenobarbital actĂşa como un potente inductor enzimĂĄtico de las oxidasas 0 R ? ! 9 0 " * + % Concretamente, el fenobarbital actĂşa a nivel del citocromo P450. & h ) " ! 0 9 *-

o i c

19

21

u P

Politerapia farmacolĂłgica: es ampliamente conocida la disminuciĂłn de los niveles plasmĂĄticos de la fenitoĂ­na cuando se administra simultĂĄneamente al fenobarbital en algunos tratamientos anticomiciales.

20

i c

Al inicio del tratamiento (2-4 semanas).

18

24

n o

para tratar el status epilĂŠptico. Se debe monitorizar la fenitoĂ­na:

8

23

s e

U

! 9 0 " * + % El ĂĄcido valproico produce una caĂ­da de los niveles plasmĂĄticos de feni + 9

* ? 8 0 !hmina plasmĂĄtica.

1020 1020

C

A


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

2.a.14 ร cido valproico

2

El รกcido valproico facilita la acciรณn del GABA, un neurotransmisor neuronal de ca-

3

* " ! R ! ble de las crisis epilรฉpticas. 7 * ) ? 3 * 0

4 5

s e

orales y comprimidos de valproato sรณdico) y de liberaciรณn lenta (mezclas de valproato sรณdico y รกcido valproico). Tambiรฉn existe un preparado para administraciรณn parente R ) " %

7 8 9

COOH

a c

11

i l b

12

Figura 20. Estructura quรญmica del รกcido valproico

13

( ! ! ! )+ * ] 2 " % ( \ teรญnas plasmรกticas. Presenta una cinetica dosis dependiente. Se elimina rรกpidamente ! " * % ( ) 2 ]2 " V ] " % (

0 % ( 9

" ) cluyendo convulsiones generalizadas clรณnicas, mioclรณnicas, convulsiones mixtas. Es el tratamiento de elecciรณn para las convulsiones tรณnico-clรณnicas. Tambiรฉn se utiliza para el tratamiento de las convulsiones febriles o tics infantiles.

14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

i v

20 21

Su acciรณn se debe a la fracciรณn libre, siendo afectado sus niveles en pacientes con " ! !

0 ! de valproico. & 9 0

* ) 8 w

r e

22

24

n o

i c

10

23

U

valproato sรณdico. Existen dos tipos de preparados: de liberaciรณn rรกpida (soluciones

6

S

1. Existen importantes variaciones interindividuales. 2. ( 8 0 + 0 * % 3. Existencia de importantes interacciones con otros fรกrmacos. 1021 1021

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

4. Presenta una buena correlaciĂłn entre el efecto farmacolĂłgico y la concentraciĂłn plasmĂĄtica.

2

Intervalo terapĂŠutico: 50-100 Pg/ml.

3

La primera muestra para la monitorizaciĂłn se toma a los 2-4 dĂ­as de tratamiento,

9

% ‹ " 9

4 5

7

Su uso esta contraindicado:

8

• •

9 10

12

•

13 14

• •

15 16 17

•

18

•

19

n o

Alergia al ĂĄcido valproico o valpromida.

i c

~ " * w

* ) " 0R %

a c

i l b

# ? ) w * ) ? % ' % ( " ! 5 9 " * "

+ " * + ' %

u P

Sistema nervioso: temblor, cefalea, somnolencia, ataxia, confusiĂłn y demencia. HematolĂłgicos: depresiĂłn de la mĂŠdula Ăłsea con trombocitopenia, leucopenia y agranulocitosis no relacionada con la dosis.

e d

CutĂĄneos: de carĂĄcter idiosicrĂĄtico. ErupciĂłn cutĂĄnea, raramente necrĂłlisis epi 5 + ( ) ÂŽ " % ˜ w " %

o i c

i v

20

$ 9 * " circunstancias:

21

r e •

22

24

s e

Sus efectos adversos son relativamente frecuentes y generalmente transitorios o

% & * " !

w

11

23

U

! ! R 0 " * en el mismo tiempo (2-4 dĂ­as).

6

S

• •

= ) ? 0 " *

* " 0R % Debe evitarse la brusca interrupciĂłn del tratamiento por el riesgo de crisis convulsiva. 7 " ! )

? 0 !

sistema nervioso central. 1022 1022

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1

7 ! 9 w ? # ‘#4% ( " defectos del tubo neuronal en reciÊn nacidos, especialmente en mujeres con politerapia. Se recomienda evaluar cada caso cuidadosamente, pues el riesgo del tratamiento es menor que el derivado de precipitar una crisis epilÊptica. En

2 3 4 5

•

6

cepciĂłn y durante el embarazo para evitar los defectos del tubo neuronal.

s e

?

% 4 " ! citopenia relacionada con valproico en un lactante.

7 8

n o

7 ) + " !

9 * M H 3 "

* % 4 + " ! ) 0 0 w

9 10

•

11 12 13

•

14 15

i c

a c

Carbamacepina, fenitoĂ­na y fenobarbital. La interacciĂłn es compleja e impredecible. En politerapia se recomienda ajustar la dosis en funciĂłn de los niveles plasmĂĄticos y la situaciĂłn clĂ­nica del paciente.

i l b

Lamotrigina. El valproico aumenta los niveles plasmĂĄticos de lamotrigina por " ! ! % ( gina cuando se administra conjuntamente con valproico.

16

u P

Es el fĂĄrmaco de elecciĂłn para las crisis de ausencia. Es menos tĂłxica que otras ? ] %

18 19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

2.a.15 Etosuximida

17

23

U

& w R

" 0

S

O

N

O C2H5

H2 CH3 Figura 21. Estructura quĂ­mica de la etosuximida

1023 1023

A

C

todo caso se recomienda tomar suplementos de ĂĄcido fĂłlico, antes de la con-


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

La absorciĂłn por vĂ­a oral es rĂĄpida y completa, alcanzĂĄndose concentraciones

2

*R ] H " % ( 9

2 ]3 + % ( ) V3 " `3 % (

! + * % ( ! 9

"+?

3 4 5 6

• • •

7 8 9 10

n o

Nauseas, vĂłmitos.

i c

a c

i l b

12

2.a.16 Clonazepan

13

7 ! 9 ? 0 ticonvulsivante y es una benzodiacepina de acciĂłn larga, con una semivida de 20-40 " % Se utiliza principalmente en las crisis de ausencia y convulsiones tĂłnica-clĂłnicas. Su acciĂłn es debida al incremento de la actividad del GABA por uniĂłn a un receptor

+ %

14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

Puede administrarse por vĂ­a oral (comprimidos o gĂłtas) o intravenosa. Su administraciĂłn debe comenzarse con dosis bajas y aumentar gradualmente segĂşn la respuesta y la tolerancia a los efectos adversos. Cuando se administra en forma de gotas debe disolverse en agua o zumos, nunca administrarlo directamente.

19

i v

20 21

r e

22

24

s e

Efectos sobre el SNC: letargĂ­a, ataxia, etc. Fotofobia.

' ? 5 w H3 ]33 P?J

? " ]\3 Pg/ml. Se elimina principalmente por la bilis.

11

23

U

Presenta muy pocos efectos adversos. Los efectos son dosis dependiente y suelen ser:

S

1024 1024

A

C

V3 \3 %


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

O

H N

1 2

N

O2N

3

A

Cl

4

C

5 Figura 22. Estructura quĂ­mica del clonazepam

6

( 23 \3 + * % I " 5 administraciĂłn oral aparece el pico sĂŠrico.

7 8

• •

10 11

•

12 13

• •

14 15

i c

Miastenia gravis: su acciĂłn miorrelajante empeora la enfermedad. ~ ? w 0

8 presiĂłn respiratoria.

a c

i l b

} * ? " w

!

5 ? ! 9 diacepinas puede aumentar la presiĂłn intraocular y agravar la patologĂ­a. ~ " * ? ) w

? + %

u P

IntoxicaciĂłn etĂ­lica aguda: se potencia la acciĂłn depresora del sistema nervioso central.

16

e d

Los efectos adversos son similares al resto de benzodiacepinas y dependen en gran medida de la dosis utilizada. Entre estos efectos, nos encontramos:

17 18

•

19

o i c

( 0 w

* "

3 % & + 0 R )

5 atenciĂłn y concentraciĂłn, alteraciĂłn de la coordinaciĂłn motora y algunas fun-

i v

20 21

r • e

22

24

n o

Su uso esta contraindicado en:

9

23

s e

U

S

•

ciones cognitivas. 4 0? w ) + " 5 0

medicamento. Otros efectos nerviosos: confusiĂłn, ataxia, mareos, cefalea, depresiĂłn, desorientaciĂłn, disfasia o disartria, temblor. Ocasionalmente trastornos del comportamiento.

1025 1025


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2

•

3 4

˜ w ! ! 0 " " 0? + ? mias cardiacas.

6

s e

circustancias:

8

•

9

• • •

10 11 12 13 14 15

n o

EL tratamiento crĂłnico puede originar dependencia fĂ­sica y psĂ­quica, aumen-

i c

tando el riesgo con la dosis y duraciĂłn del tratamiento. Se debe utilizar dosis menores por el riesgo de depresiĂłn respiratoria.

a c

El uso de benzodiacepinas puede enmascarar un depresión existente. 7 ! 9 % M ? + # ‘#4% 7

" descrito casos de malformaciones cardiovasculares y urogenitales. En el segundo y tercer trimestre, casos de depresiĂłn respiratoria, depresiĂłn nerviosa, atonĂ­a muscular y sĂ­ndrome de abstinencia en el neonato.

i l b

u P

Este fĂĄrmaco va a presentar interacciones con los siguientes fĂĄrmacos:

16

•

17 18

•

19

e d

Depresores del sistema nervios central. La administraciĂłn conjunta con otros

) " ! ! h " + -

o i c

cos,etc) potencia la acciĂłn depresora. ~ 9 Z 9 Z R " !

! " * ! zodiacepinas, aumentando sus niveles plasmĂĄticos.

i v

20

•

21

r e •

22

S

$ 9 " canismo desconocido. Levodopa: reduce su efecto antiparkinsoniano por un mecanismo desconocido.

I " 5 0

5 % ' ? 5 ]3 3 Pg/ml). Los efectos tĂłxicos empiezan aparecer por en-

cima de los 80 Pg/ml.

1026 1026

A

C

U

$

* "

7

24

salivaciĂłn, epigastralgia.

) 0 " 0 -

5

23

# ? ) w * )0 !

"*!


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

2.a.17 Primidona

2

( + ? ` *

! ! h %

3 4 H3C

5

O

A

C

H N

H2C

6

NH

7

n o

8 Figura 23. Estructura quĂ­mica de la primidona

9

i c

10

Esta indicada para las convulsiones generalizadas tĂłnico-clĂłnicas y parciales. $ " 9 ! 5 ! ! ! % M " R ! rizan, que tambiĂŠn presenta actividad (feniletilmalonamida). Su mecanismo de acciĂłn no se conoce totalmente, pero puede que el umbral de despolarizaciĂłn de membrana en el sistema nervioso central. ( ) H ] " H V " % ( + * 3 % ( 9

H K + % Su principal efecto secundario es la sedaciĂłn. Sus contraindicaciones, efectos secundarios son las mismas que presenta el fenobarbital. ' ? 5 w K ]3 Pg/ml); adultos (5-12 Pg/ml).

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

2.a.18 Otros antiepilĂŠpticos

22

24

o i c

e d

u P

Su eliminaciĂłn es por vĂ­a renal.

20

23

s e

O

U

S

7 h " ) * 5

mĂĄs usados: felbamato, gabapentin, lamotrigina, oxcarbamacepina, topiramato y vigabatrin.

1027 1027


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Los nuevos antiepilĂŠpticos presentan:

2

• • • • •

3 4 5 6

•

7 8

7 ? 5 8 5 %

A

Menos interacciones. Son mĂĄs seguros. & ) 0 * ! %

U

< R !

0 )

*

s e

y sus efectos adversos. No existen tĂŠcnicas de detecciĂłn asequibles.

n o

9

Debido a todo esto, estos fĂĄrmacos no deben monitorizarse de forma rutinaria, sino en determinados pacientes, asĂ­ el felbamato sĂłlo deberĂ­a monitorizarse en pacientes

10

!

" * 0

* %

i c

a c

11 12

2.b FĂĄrmacos antineoplĂĄsicos

13

2.b.1 Metotrexato

14

7 " ! 9 " h gonista del ĂĄcido fĂłlico, necesario para el crecimiento y reproducciĂłn celular. Se usa como antineoplĂĄsico en el tratamiento de diversos tumores sĂłlidos como el linfoma, osteosarcoma, carcinoma de pulmĂłn de cĂŠlulas pequeĂąas, ect. TambiĂŠn se usa en el tratamiento de psoriasis, artritis reumatoide, y prevenciĂłn de la enfer 8 " 5 5 0 %

15 16 17 18

u P

i v • •

20 21

r e •

22

24

i l b

& Z )

R w

19

23

o i c

e d

S

•

Cantidad de fĂĄrmaco que llega a la cĂŠlula. La fase de crecimiento celular en la que se encuentra la cĂŠlula, ya que el metotrexate sĂłlo actĂşa en la fase S. Tiempo de exposiciĂłn de la cĂŠlula. Grado de poliglutamaciĂłn del metotrexate en el citoplasma celular.

1028 1028

C


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

El principal efecto tĂłxico del metotrexato es la toxicidad medular ya que provoca

2

una depresiĂłn profunda de la celularidad de la mĂŠdula Ăłsea. AdemĂĄs puede producir

" *

% La lesiĂłn tubular renal se produce por precipitaciĂłn en el tĂşbulo y se puede preve-

3 4 5

Las pautas de monitorizaciĂłn dependen de la dosis:

6

•

7 8

•

9 10

# w R 0 3 V ] H " 9* 8 y comprobando la vida media. Hay riesgo de intoxicaciĂłn si la vida media es ` " 0 H " J&% # 5 " H " " 9 )

3 ] ] Pmol/L.

i c

i l b

12 13

( ) 3 ] "

\ " % Presenta un volumen bajo de distribuciĂłn y se une a las proteĂ­nas plasmĂĄticas

14

u P

3 K3 % Las muestras deben protegerse de la luz.

15 16 17

e d

2.c FĂĄrmacos antiasmĂĄticos

18

o i c

2.c.1 @

19

7 !

? R ? H % '

8 culatura lisa por acciĂłn directa sobre el mĂşsculo, con acciĂłn predominante sobre los bronquios y los vasos sanguĂ­neos. TambiĂŠn estimula la contractilidad cardiaca, el sis-

i v

20 21

r e

22

24

n o

3 ] Pmol/L.

a c

11

23

s e

U

Dosis baja (tratamiento de la artritis reumatoide): monitorizar funciĂłn renal y la concentraciĂłn plasmĂĄtica sin sobrepasar el umbral de seguridad de

tema nervioso central y la diuresis.

S

1029 1029

A

C

" " 0

9 0 = Â?V%` %


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

O

1 2

H3C

3

H N

N

4

N

O

5

A

C

N

CH3

6 7

s e

Figura 24.

n o

8 9

i c

La acciĂłn broncodilatadorea es proporcional a la concentraciĂłn plasmĂĄtica. Alre

H3 0 * ) + % & " ! J " ! ! `3 % Esta indicado para la prevenciĂłn y tratamiento del asma bronquial y de estados ! * ) !

! 0 % Se administra por vĂ­a oral, en dosis Ăşnica nocturna, excepto en pacientes metabolizadores rĂĄpidos (fumadores y niĂąos) en los que se administra 1/3 de la dosis por la J` " % & * * ! terminarse con mayor frecuencia. La necesidad de esta prĂĄctica deriva de que su

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

El tabaquismo es un factor extrĂ­nseco que contribuye notablemente a la variabilidad interindividual, ya que actĂşa como acelerador del metabolismo de diversos fĂĄr 0 ) ! % 7 "

!

! " *

` ! -

r e

22

24

e d

u P

farmacocinĂŠtica presenta una amplia variabilidad interindividual y de que tiene un ? 5 " % & 0 Z

MH 3

! antibiĂłticos macrĂłlidos y fenitoĂ­na).

18

23

U

S

zopireno que aumenta el aclaramiento plasmĂĄtico por inducciĂłn del citocromo P450. & 8 8 0? ! " * 0 %

1030 1030


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

7 0 ! 9 0 R ? ) w

2

•

Los metabolizadores rĂĄpidos (adultos fumadores y niĂąos), que necesitan dosis

•

superiores y/o intervalos posolĂłgicos inferiores. 1 ! 9

" * -

3 4

cia cardĂ­aca congestiva y mayores de 55 aĂąos, especialmente varones), que necesitaran dosis inferiores.

5 6

Su monitorizaciĂłn es importante porque la concentraciĂłn sĂŠrica se relaciona con

R % ( 9 w

7 8

• • • •

9 10 11

13

• • •

14 15 16 17

( " % Fase inicial del tratamiento, y cada 6-12 meses.

n o

i c

a c

i l b

4

?+ ! R* + ! %

u P

Ăšlcera pĂŠptica activa. Desordenes convulsivos, si se puede administrar a pacientes en tratamiento con anticonvulsivos.

e d

& ) 3 Pg/ml. Estos efectos pueden ser:

18

• •

19

o i c

}

w * )0 ?* " %

i v

20 21

• r e •

22

24

Si aparecen sĂ­ntomas de toxicidad.

7 ! ] "% Su uso esta contraindicado en:

12

23

s e

U

S

•

Cardiovasculares: palpitaciones, taquicardia, extrasĂ­stoles, vasodilataciĂłn peri 5 " 0 % ' w % ( ) w ! ) ! 9 " R ! Z 8 ) 0 0 generalizadas, alteraciones de la conducta. '

w ! ? 0! 8 cĂŠlulas de los tĂşmulos renales. 1031 1031

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1

Otros: erupciones cutĂĄneas, reducciĂłn del tiempo de protrombina, aumento de GOT.

2 3

$ * " w

4

•

5

•

6 7

•

8

•

9 10 11

•

12 13

•

14

s e

n o

i c

a c

2.d FĂĄrmacos antidepresivos

16

2.d.1 Litio

El litio es un oligoelemento no esencial y tĂłxico, de gran reactividad quĂ­mica. Pre-

18

0 + * 0 % ( 0 no estĂĄ claramente establecido, se cree que compite con otros cationes monovalentes como el sodio, en diversos lugares, alterando el metabolismo y la acciĂłn de determinados neurotransmisores, como la serotonina y las catecolaminas.

19

21

r e

22

24

o i c

i v

20

23

e d

i l b

u P

15

17

U

cor pulmonale

0 * ? ) " R % Evitar la ingestiĂłn de cantidades elevadas de cafeĂ­na o cacao, ya que aumentan

% No administrar junto con otra medicación a base de xantinas. Incremento del riesgo de toxicidad con efedrina y otros broncodilatadores simpaticomimÊticos. 7 ! 9 % M ? + $ ‘#4% 7 % & !

! " cauciĂłn para detectar sĂ­ntomas de irritabilidad en el lactante. Presenta una acciĂłn sinĂŠrgica con otros fĂĄrmacos antiasmĂĄticos, como los beta-agonistas y los corticoides. Niveles terapĂŠuticos: 10-20 Pgl/ml.

S

Se emplea para el tratamiento de la fase manĂ­aca de desĂłrdenes afectivos, en la prevenciĂłn y tratamiento de los trastornos bipolares. Trastornos depresivos mayores y en la enfermedad manĂ­aco-depresiva. Su uso esta contraindicado en la leucemia, ya que puede reactivar la enfermedad. Los efectos adversos son frecuentes, moderadamente importantes y generalmente relacionados con la dosis:

1032 1032

A

C

7 ? h ?* " 0 ? ) "


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2

•

3 4

•

5 6

•

7 8

•

10

•

11 12

•

13 14

•

15

• •

16 17 18 19

Diabetes insĂ­pida: puede provocar los sĂ­ntomas de una diabetes insĂ­pida nefro?5 0 " 5 -

U

= w ? ? ! " dismo, que revierte al retirar el medicamento. ˜ w

" " " ? %

s e

n o

i c

7 " 0 w 0 *

riesgo de toxicidad.

a c

~ w edema, etc.) y complicar la enfermedad.

i l b

~ w R 0 ! 0 %

u P

Enfermedades de la piel: el litio puede exacerbar enfermedades como la psoriasis o el acnĂŠ. Miastenia gravis: el litio puede exacerbar la enfermedad. Embarazo: pertenece a la categorĂ­a D de la FDA. Atraviesa la placenta con facili-

e d

9

% ( " con malformaciones cardiacas y del sistema nervioso central. Su uso sĂłlo se acepta en casos extremos y bajo estricta vigilancia de los niveles plasmĂĄticos.

o i c

21

• r e •

22

S

& w R

" % 4 el lactante, se recomienda evitar la lactancia materna durante su uso. No es recomendable su uso en menores de 12 aĂąos por falta de experiencia. Los ancianos son mĂĄs sensibles a los efectos tĂłxicos del sistema nerviosos cen " %

Se absorbe por cualquier vĂ­a, pero el preparado comercial, carbonato de litio en ta!

H33 ? " )5 ? %

1033 1033

A

C

? " 0 %

i v •

20

24

! %

$

* " w

9

23

SĂ­ntomas iniciales: nĂĄuseas, diarrea, dolor abdominal, vĂŠrtigo, debilidad mus-


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

) H `V " 9 *R 0 5

2

" 0 % & 5 ) + ?+ ? ) " +

9 0 % 4 ] "

3 4 5 6

s e

7

Se elimina por el riùón y la mayoría es reabsorbida, junto al Na+

h! proximal. En el riùón, impide la reabsorción de agua y produce trastornos electrolíti-

n o

8 9

i c

! 0 " 5 4#= ! insĂ­pida nefrogĂŠnica. 7 ! 9 " ) peĂştico, su completa absorciĂłn y la existencia de una vĂ­a Ăşnica de eliminaciĂłn (vĂ­a renal). & 0 " *w

10

a c

11 12 13 14

• •

15 16 17 18

u P

1 ] " h %

DeterminaciĂłn a los tres dĂ­as de iniciar el tratamiento y cada tres dĂ­as durante las dos primeras semanas, cada semana durante cuatro semanas y cada mes durantes tres meses y despuĂŠs cada 2-3 meses.

o i c

e d

i v

20 21

r e

mentar la excreciĂłn renal de Na+, que arrastra al Litio.

22

24

i l b

' ? 5 w 3%V ]% 7 J& + ? 3%2 ]%3 7 J& % & tos secundarios pueden aparecer a partir de 1.2 mEq/L. 7 R ? ) * 7 J " ? mal y coma. La intoxicaciĂłn se tratarĂĄ con furosemida o diuresis osmĂłtica, para au-

19

23

U

mantendrĂĄ durante todo el tratamiento. 7 8 + !

?

? tejidos. Sustituye al Na+ >+) intracelulares a travĂŠs de gradiente.

S

El tratamiento presenta fenĂłmenos de interacciĂłn:

•

Con diurĂŠticos: las tiazidas pueden reducir la excreciĂłn renal de litio, aumentar los niveles plasmĂĄticos, aumentando el riesgo de toxicidad.

1034 1034

A

C

Ăşltima toma la litemia debe estar entre 0,7 y 1,4 mEq/l (intervalo terapĂŠutico) y se


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2 3

• •

4 5 6

•

7 8 9

$ Z w R 0 cialmente la indometacina. Los analgĂŠsicos de elecciĂłn si es necesario serĂĄn el ĂĄcido acetilsalicilico y el paracetamol. $ ! w " ? ) R % ~ " ! 9 ) ?

R 0 ) 9 " )

%

~ " !

) 0 w R ? + drome serotonĂ­nico.

i c

Los antidepresivos tricĂ­clicos se caracterizan estructuralmente por poseer un nĂş

h ` ) ? % 7 * ? totipo del grupo es la imipramina. Los antidepresivos tricĂ­clicos clĂĄsicos estan constituido por un anillo central con siete elementos y un nitrĂłgeno terminal que contiene tres elementos (aminas terciarias) o dos elementos (aminas secundarias). Las aminas terciarias incluyen amitriptilina, imipramina, doxepina, trimipramina y clomipramina. Las aminas secundarias incluyen desipramina, protriptilina y nortriptilina.

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

e d

17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

n o

2.d.2 Antidepresivos tricĂ­clicos

10

23

s e

U

S

u P R2

CH3 N

CH2

N

N

CH2

CH2

CH2

CH

CH2

R1

IMIPRAMINA DESIPRAMINA TRIMIPRAMINA

R1

R2

-CH3 -H -CH3

-H -H -CH3

R1

CH3

R1 AMITRIPTILINA NORTRIPTILINA

-CH3 -H

Figura 25. Estructura quĂ­mica de los antidepresivos triciclitos

1035 1035

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

( 0 " ! 0 sinapsis neuronales del sistema nervioso central, lo que determina una acciĂłn antidepresiva sin causar efecto euforizante. Los antidepresivos tricĂ­clicos no son selectivos, y por lo tanto afectan, en mayor o menor medida, a otros neurotransmisores, originando efectos colaterales por acciĂłn anticolinĂŠr? " + =] ! ] 5 ? % Su uso esta indicado en:

2 3 4 5 6

• • • • • •

7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19

21

Bulimia nerviosa. < ? " 5 * % Enuresis nocturna en niĂąos.

n o

i c

a c

i l b

Se administra por vĂ­a oral, excepto clomipramina que tambiĂŠn puede administrarse por vĂ­a intramuscular. La concentraciĂłn sĂŠrica mĂĄxima se produce de dos a " " 5 0 5 % & ) + ) ! 0 ? ]3 3 &J>? y en algunos tejidos la cocentraciĂłn del fĂĄrmaco es de 10 a 100 veces la concentraciĂłn de la sangre. ( ! 0 8 * ]

? R 0 % ( ) 2 `3 " cientes ancianos. El mĂĄximo efecto terapĂŠutico se alcanza a partir de las 2-4 semanas de tratamiento. Los aumentos de las dosis deben ser graduales para minimizar los efectos secundarios. (

! " * ? + ! ) % 7 ? ! " R dos tienen cualitativa y cuantitativamente igual toxicidad que el fĂĄrmaco sin metabolizar. Se unen de forma importante a las proteĂ­nas sĂŠricas, fundamentalmente a la

r e

22

24

Trastorno obsesivo-compulsivo o crisis de angustia. Trastorno de pĂĄnico,

o i c

e d

u P

i v

20

23

s e

DepresiĂłn.

U

S

D-1 glicoproteĂ­na ĂĄcida. Cambios en la concentraciĂłn de esta proteĂ­na o del pH, altera la proporciĂłn de fĂĄrmaco en forma libre. 1036 1036

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Son excretados principalmente por la orina y una pequeĂąa cantidad por la bilis. & 9 0 )

* 8 w

2

•

3 4

• •

& ? ) 0 ) )

0 " cientes no alcanzan el intervalo terapĂŠutico con la dosis ĂŠstandar). 7 " ? 5 % 7R h

)

5

fĂĄrmaco.

5 6

s e

•

7

Los antidepresivos tricĂ­clicos son metabolizados en componentes activos, que

a su vez se pueden utilizar para el tratamiento de la depresiĂłn o de la enuresis como es la imipramina. Su uso estĂĄ contraindicado en:

8 9 10

n o

i c

• • •

Alergia a cualquier antidepresivo tricĂ­clico. Alteraciones bipolares y estados maniacos. Infarto de miocardio reciente. En la tabla siguiente podemos el rango terapĂŠutico y el nivel tĂłxico del fĂĄrmaco y su metabolito.

11 12 13 14

a c

i l b

15

u P

FĂĄrmaco y metabolito

16

e d

Rango terapĂŠutico (ng/ml)

Nivel tĂłxico (ng/ml)

17

Amitriptilina+nortriptilina

120-250

>500

18

Amoxapina+E " R

200-400

>600

Desipramina

75-300

>500

Doxepina+nordoxepina

150-250

>500

‘ R £ Z R

300-1200

>2000

Imipramina+desipramina

100-300

>500

Maprotilina

200-400

>1000

Nortriptilina

50-150

>500

Protriptilina

70-250

>500

Trazodona

800-1600

>5000

io

19

ic

20

v r e

21 22 23 24

U

S

1037 1037

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Sus efectos adversos son numerosos y son debidos a su acciĂłn sobre otros neurotransmisores:

2

•

3 4

• •

5 6 7

•

8 9

•

10 11

AnticolinĂŠrgicos: sedaciĂłn, sequedad de boca, estreĂąimiento, retenciĂłn urinaria, visiĂłn borrosa, midriasis y ciclopejia. SerotonĂŠrgicos: nĂĄuseas y vĂłmitos.

Cardiovasculares: se consideran potencialmente cardiotĂłxicos, pueden produ-

s e

! " 0 0 ! ] nĂŠrgica, especialmente en ancianos y pacientes cardiĂłpatas. = ! w ! ? % '

* 0 5 0 %

n o

i c

Otros: aumento de peso, neuropatĂ­a perifĂŠrica, acĂşfenos, convulsiones epilĂŠpticas, reacciones extrapiramidales, sabor metĂĄlico, ginecomastia, disfusiĂłn seR " + 0 4#= %

a c

i l b

12

$

" w

13

•

14 15

•

16 17 18

•

19

21

r • e

22

24

< 8 ? ) * !

0 de cardiotoxicidad.

e d

u P

No son recomendados en pacientes con epilepsia porque pueden reducir el umbral convulsivo, sobre todo en los primeros dĂ­as de tratamiento o al aumentar la dosis.

o i c

< !

" * producen retenciĂłn urinaria y pueden agravar la enfermedad.

i v •

20

23

U

S

•

7 "

? cardiacas. = 0 " *

! " * ) " * ? ) % # ! ! " ) R 0 prolongada.

1038 1038

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2

•

3

•

4 5

•

6 7 8

•

9 10 11 12

•

13 14 15 16

• •

17 18 19

21

r e

22

24

lar y pueden agravar la enfermedad. No se recomienda realizar actividades peligrosas ni conducir porque durante los primeros dĂ­as puede producir sedaciĂłn y mareos. Presenta fenĂłmenos de tolerancia en los tratamientos continuados, que se puede evitar si se inicia el tratamiento a dosis bajas y se aumenta gradualmente.

s e

cipitar una sĂ­ndrome caracterizado por alteraciones gastrointestinales, cefalea, insomnio, temblor e incluso arritmia cardiaca. Para evitarlo se recomienda suspender gradualmente el tratamiento durante un periodo de 4 semanas.

n o

i c

7 ! 9 w ? + $ ‘#4% ( " nes fetales craneofaciales y de las extremidades, retención urinaria, letargía, retraso en el desarrollo y síndrome de abstinencia en neonatos. Sin embargo,

? " ?

0 % ( comienda su uso con precauciĂłn en las embarazadas.

a c

i l b

& w !

" ! 8 % ( " tado algĂşn caso de sedaciĂłn en el neonato y galactorrea en la madre, pero en ?

? ! 8

* 8 tuar la lactancia inmediatamente antes de la toma del medicamento.

e d

u P

Presentan interacción con los siguientes fårmacos: ‘ R R 9 ) w " !

! " * ) + % Etanol: potencia el efecto sedante y depresor del sistema nervioso central. Litio: existe riesgo de neurotoxicidad.

o i c

S

Cisaprida: pueden alargar el intervalo QT del ECG y provocar arritmia cardiaca.

2.e FĂĄrmacos inmunosupresores 7 h

0 ? " ) 9 ? w

• •

Avances en las tĂŠcnicas quirĂşrgicas y anestĂŠsicas. Una mejor conservaciĂłn de los Ăłrganos.

1039 1039

A

C

U

La retirada brusca despuĂŠs de un tratamiento de al menos 2 meses puede pre-

i v

20

23

• • •

7 ? * ? " 0 -


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1 2

•

3

I

" 9 ? 8 * cuado entre el donante y el receptor. Los avances farmacolĂłgicos con mejores inmunosupresores y mejores tratamientos para las infecciones post-trasplantes.

5

En el momento actual, el principal problema que determina el ĂŠxito o el fracaso de

6

0 ? 0 0? " 9 8 ? 5 linfocitarias un papel fundamental en la regulaciĂłn de la respuesta inmunolĂłgica. Por

s e

7

n o

8

& * ? *R vivencia del Ăłrgano trasplantado y del paciente, proporcionando la mejor calidad de

9

i c

10

vida posible con los mĂ­nimos efectos adversos. Los fĂĄrmacos inmunosupresores se deben monitorizar porque presentan:

11 12

• •

13 14

• •

15 16 17

•

18

i l b

Una elevada variabilidad farmacocinĂŠtica intra e interindividual. No existe correlaciĂłn entre la dosis administrada y la concentraciĂłn plasmĂĄtica conseguida.

u P

Presenta interacciones medicamentosas y efectos adversos importantes. ( 5 J R

8 ciĂłn plasmĂĄticas del fĂĄrmaco que con la dosis administrada.

e d

? 5 " %

o i c

ria o de base, en la inmunosupresiĂłn o terapia de mantenimiento y en el tratamiento

" 9 ? % I 0 * ! ) ? -

i v

20 21

r e

? ? V %

22

24

a c

Los fĂĄrmacos inmunosupresores estĂĄn indicados en la inmunosupresiĂłn prima-

19

23

U

este motivo, las terapias inmunosupresores mĂĄs usuales tienen como objetivo modular la funciĂłn de estas cĂŠlulas T.

S

1040 1040

A

C

4


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

Corticosteroides

1 2 3

Inhibidores de Ia calcineurina

Ciclosporina

Inhbidores de Ia m-TOR

Sirolimus

Tacrolimus

A

XenobiĂłticos

4 5 6 Inmunosupresores

7

Inhibidores sĂ­ntesis de nucleĂĄtidos

MMF EC-AMF

Nuevos inmunosupresores

13

b u

14

16

FTY720

e d

P

& * ? " ! 0 tividad de sus enizmas diana intralinfocitarias, la ciclosporina A y tacrolimus sobre la calcineurina; el ĂĄcido micofenĂłlico sobre la IMPDH, sirolimus y everolimus sobre la ˜' ! ) -

17 18 19

o i c

0 R 0 % Debido a la gran actividad biolĂłgica de estos fĂĄrmacos inmunosupresores existe un riesgo importante de toxicidad, que adquiere una mayor relevancia al tratarse de tratamientos crĂłnicos. La respuesta terapĂŠutica o tĂłxica a estos fĂĄrmacos varĂ­a de unos

i v

20 21

r e

22

24

LEA29Y

Figura 26.

15

23

i c

a c

li

12

n o

Anticuerpos Policlonales FK778

11

U

Anticuerpos Monoclonales

Anticuerpos antilinfocitarios

10

s e

Azatioprina

8 9

C

Everolimus

S

pacientes a otros en funciĂłn de las caracterĂ­sticas farmacocinĂŠticas de los fĂĄrmacos, 0 + 0?

las interacciones que se producen con otros fĂĄrmacos. Todo estos factores determinan la dosis estĂĄndar pueda ser inadecuada en algunos pacientes, adecuada en otros

1041 1041


21

Monitorizaciรณn de fรกrmacos

1

0R % M ) ) 9

2

8 ) 0

" 9 ) R % M ) 9

" " 9

+ * % ( "

3 4 5 6 7

s e

bajo la curva.

8

n o

9 10

AUC

11

Concentraciรณn FI (ng/mL)

30

13 14 15 16 17

o i c

i l b

e d

10

1

u P

i v

20 21

r e

22

S

Inmunosupresiรณn (o toxicidad) Dosis

Predosis (Cmin)

Area bajo la curva (ABC) 2

3

4

Predosis (Cmin)

19

24

20

i c

a c

AUC

Pico (Cmax)

0

18

Exposiciรณn del Paciente

Cmin

12

23

U

curva, y que la concentraciรณn mรญnima (Cminima) depende de la dosis y del รกrea bajo

) % M " ? * * ? K ) 9 ?

*

6

12 24 Tiempo (horas)

Figura 27.

2.e.1 Farmacocinรฉtica de los inmunosupresores xenobiรณticos Estos fรกrmacos se caracterizan por presentan una biodisponibilidad baja, del

]3 `3 !

) 9

8 $ย M`4

}M M ? 2 %

1042 1042

A

C

visto que la exposiciรณn del paciente al fรกrmaco esta relacionado con el รกrea bajo la


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Bilis

CYP 3A4

2 3 4 5 GP-P

6 7

CsA / FK506 / SRL / EVRL

s e

Figura 28. Metabolismo de los fĂĄrmacos xenobiĂłticos

U

n o

9

i c

) ! 0 * cos. Presentan una amplia distribuciĂłn intraeritrocitaria, aumentado la fracciĂłn libre R 0

" % ( 0 + * \2 \\ % ( 0 *R ]% " " % ( ! " * 9 $‹M`4 H $‹M`4 % Su eliminación es principalmente por la vía biliar como metabolitos. Su aclara " * % Uno de los problemas que presentan estos fårmacos son las interacciones medicamentosas, que son debidas:

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

• •

18 19

e d

u P

Estos pacientes estĂĄn sometidos a politerapia. En el metabolismo de estos fĂĄrmacos participa la glicoproteina P y el sistema

o i c

9 * $‹M`4 * !

" ! %

i v

20 21

r e

22

24

C

Lumen intestinal

8

23

A

Enterocitos

CYP 3A4

S

•

Por el desplazamiento competitivo con otros fĂĄrmacos de su uniĂłn a proteĂ­nas plasmĂĄticas.

FĂĄrmacos inductores de CYP3A4 y CYP3A5.

• • •

Glucocorticoides. ' % Carbamacepina.

1043 1043


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

2

• •

3

‘* " ! $‹M`4H } M%

4

• • • • • • • • •

1

5 6 7 8 9 10 11

C

> 9 % Eritromicina. Claritromicina.

s e

Cimetidina.

U

n o

Verapamilo.

i c

Diltiazem. Zumo de pomelo.

a c

~ " !

4 * * " !

! * R 0! "

? 5

9 + ) % 7 ? 5 )

13 14

u P

encontrar es el que afecta a un solo nucleĂłtico (P1N), el gen se diferencia en una base

0 ! 0 ?

] %

15 16

e d

< ) ? 5 ? $‹M`4 ? 1#' ]% 7

? $‹M`4

K ] podemos encontrar los siguientes genes:

17 18 19

•

o i c

i v

20 21

r e •

22

24

A

Fluconazol.

i l b

12

23

Fenitoina. Fenobarbital.

S

CYP3A4, es la mĂĄs importante y la que se expresa normalmente. Existe un po

$‹M`4HŠ]Â? tividad CYP3A4. $‹M`4 0 R

3 ! 0 % < guientes genes:

CYP3A5*3(g6986 A>G), no se expresa CYP3A5.

CYP3A5*1, expresan CYP3A5.

1044 1044


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Esto va originar varios genotipos, pero los mĂĄs importantes son: CYP3A5*3/*3, no expresan CYP3A5, por lo que necesitan menos dosis de inmunosupresores.

2 3

CYP3A5*1/*3, expresan CYP3A5, necesitan mayores dosis de inmunosu-

4

* 0 " 9 ? %

5

• •

6 7

CYP3A7, es un gen que sĂłlo se expresa en la edad fetal. CYP3A43, no se conoce bien su funciĂłn.

n o

8

7

! R ! 0

? 1#' ] ? R

9

i c

? + M% 7

K ]% & ? "

" " w

10 11

•

12 13 14

a c

M `H` $Â? % & " ? R ? + T a nivel instestinal, luego van a necesitar menos dosis de inmunosupresor.

2.e.2.a Ciclosporina A & 5 + R +

" ? Z %EstĂĄ

16

e d

]] * 0 + ? \ % 7 !

? pero soluble en disolvente orgĂĄnicos y en lĂ­pidos. Fue introducido en clĂ­nica en 1978.

17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

i l b

u P

2.e.2 Inhibidores de la calcineurina

15

23

s e

U

S

Figura 29. Estructura quĂ­mica de la ciclosporina A

1045 1045

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

& 8 " ! ) 0

2

5 $#H " ! 0 ) tralinfocitaria y bloqueando la transcripciĂłn genĂŠtica de la IL2 y otras citocinas, evi R 0 ) ? `3 %

3

5 6

s e

CĂŠlula presentadora de antĂ­geno

7

AntĂ­geno

8 9

Ciclosporina

Inositol Trifosfato Ca++

Calcineurina B

10

FKBP

Calmodulina Ciclofilina

InhibiciĂłn

NF-ATo

12

NĂşcleo

i l b

NF-ATo NF-ATo

Gen IL-2 ActivaciĂłn del gen

13 14

a c

NF-ATo

Citoplasma

11

i c

Inositol Trifosfato Ca++

Calcineurina A

U

n o

Receptor de cĂŠlula T Fosfolipasa Tacrolimus

Fosfolipasa

u P

NF-ATo

mRNA

IL-2

NF-AT = Componente citoplasmĂĄtico del factor de los linfocitos T activados; NF-AF = Componente nuclear del factor de lo linfocitos T activados.

15 16

e d

Figura 30. Mecanismo de acciĂłn de los inhibidores de la calcioneurina

17 18

i v

20 21

24

! 0 " Z 8 !

" * % & ! 0 9

? ! ! 3 3 ?

% A nivel intestinal, la ciclosporina A (CsA) es transportada por la glucoproteĂ­na P

r e

22 23

o i c

Se administra en forma intravenosa o por vĂ­a oral como microemulsiĂłn. La absorciĂłn oral es lenta, incompleta y variable. La ingestiĂłn de alimentos disminuye la velo-

19

S

? h

1#' ] ? ) !

cada paciente. Parte de la CsA administrada es metabolizada a nivel gastrointestinal, por los mismo 9

MH 3 $‹M`4H h )

" * * 1046 1046

A

C

4


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

! 9 0 " * 5 % 7 9 -

2

mas que intervienen en este efecto de primer paso son susceptibles de que otros fĂĄr h " ! % ( ) ]2 " %

3 4 5 6 7

n o

Su volumen de distribuciĂłn es alto, 4-8 l/kg, y rĂĄpido, acumulĂĄndose en el tejido adiposo. ( ! 9 )

" * R 0 dependientes del citocromo P450 (CYP 3A4). Este metabolismo es susceptible a

" ! * 5 ! 0

0 $ 4% ( " * `3 ! ?

) 3 mientras que algunos metabolitos de segunda generaciĂłn favorecen la apariciĂłn de nefrotĂłxicidad. ( )

0 ]V ]2 "

" % # !

) -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

leza liposoluble se excreta mayoritariamente por vĂ­a biliar en forma de metabolitos, 0

] $ 4 R % 7 * ! 0 " * R ? 9 ? ? + $ 4 V ] "

18 19

o i c

i v

20 21

post-administraciĂłn. M " ) w La nefrotoxicidad es su principal efecto adverso. M " 0 ! ! %

r e

22

24

s e

! 8 0 %

8

23

U

V3 K3

Â?

* forma libre y el resto estĂĄ unida a proteĂ­nas, fuandamentalmente lipoproteĂ­nas. Por este motivo, la monitorizaciĂłn se realiza en sangre total, para minimizar las variacio-

S

•

Digestivos: nĂĄuseas, anorexia, vĂłmitos, diarrea, aumento de las transaminasas " * " 0R % I +

1047 1047

A

C

En sangre se distribuye rĂĄpidamente entre las cĂŠlulas sanguĂ­neas, con una mar-


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

" ? ? ) " ?

2

sensibilidad y tamaĂąo de las encias.

•

3

• •

4 5

Sistema nervioso: parestesia o sensaciĂłn de quemazĂłn en manos y pies durante las primeras semanas de tratamiento, temblor y cefalea.

U

6

M ) " !

? 5 ? % ( ! vado el desarrollo de tumores y alteraciones linfoproliferativos en la piel (sar-

7

> %

8

& 0 " *w

9

•

10

• • •

11 12 13

15 16

i c

a c

Cada semana durante los 3 primeros meses del tratamiento. $ " 0

% 4 * 9 * 0 " *

%

i l b

e d

u P

secundarios. Estos nuevos parĂĄmetros son: $ 0 " $ " %

17

• •

18 19

o i c

­ ! 8 ) 3 H " 4I$ 3 H " ). Concentración måxima (Cmax).

i v

20

Los niveles propuestos dependerĂĄn del tipo de trasplante, de la situaciĂłn pos 0 " !

21

r e

22

24

n o

Inmediatamente despuĂŠs del inicio del tratamiento y cada 2-4 dĂ­as durante las dos primeras semanas.

' ? 5 w ]33 33 ?J &% < )

0R w Â? H33 ?J % 4 " ) *

)

* que se correlacionan mejor con los efectos biolĂłgicos y con la apariciĂłn de efectos

14

23

s e

S

˜' 0 0?

5 + % 7 la siguiente tabla representamos los valores recomendados para los distintos parĂĄmetros.

1048 1048

A

C

= " " ?

?


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

Ciclosporina (ng/ml)

2

75-250

Cmin

3

A

" * w ]333

4

C

C2H Trasplante renal: 1700

5

4400-5500

AUC 0-4

6

s e

7

n o

8

2.e.2.b Tacrolimus (FK 506) El tacrolimus se aislĂł por primera vez en 1984 de un cultivo de Streptomyces Tsukubaensis. Su estructura es un macrĂłlido lactona de elevado peso molecular (822.05

9 !

? `] %

9

i c

10 11

a c

i l b

12 H

13

HO H3CO

14

H

N

16

e d O

H

H 3C H

17 18

o i c

19

H H3CO

O

H

CH3

HO

H

21

r e

22

S

O H H CH3

O O OH O

CH3 H H

OCH3

Figura 31. Estructura quĂ­mica de tacrolimus

i v

20

24

u P H H3C

H

15

23

U

( 0 " ! ) 0 ! "

5 ? 2 % Su uso esta contraindicado en pacientes alĂŠrgicos a macrĂłlidos. " 0! ! 8 ! ! !

? %

1049 1049


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

( 9

"+? 0 90 0 5 trasplante de intestino. Sin embargo, la administraciĂłn por vĂ­a oral, mediante una forma farmacĂŠutica de 0 0 " R

! 0 ) ble, siendo los principales sitios de absorciĂłn el yeyuno y el duodeno. La bilis no es esencial en el proceso de absorciĂłn del tacrolimus. La absorciĂłn presenta una elevada variabilidad interindividual. En algunos pacientes la concentraciĂłn mĂĄxima se alcanza a los 30 minutos de su administraciĂłn, mientras que en otros se necesita mĂĄs tiempo. En individuos sanos y en pacien 0 "+?

9 0 *R ]% " " * % ( ! ! )+ 3 V H`

" * % 7 * !

` KK % # !

) ) ! 8

8 dosis individualizada segĂşn las concentraciones predosis de tacrolimus en sangre. En el caso de este fĂĄrmaco, una vez alcanzado el estado de equilibrio estacionario, existe una buena correlaciĂłn entre las concentraciones predosis y el ĂĄrea bajo la curva. Por lo que utilizaremos para su monitorizaciĂłn la concentraciĂłn mĂ­nima. ' ? 5 w Cminima: 5-15 ng/ml. El rango terapĂŠutico puede variar en funciĂłn del tipo de trasplante:

2 3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

M " * w H ]3 ?J % Transplante renal: 6-12 ng/ml. Transplante de pĂĄncreas: 10-18 ng/ml. Transplante de mĂŠdula Ăłsea: 10-20 ng/ml.

18

23

U

S

AUC0-12w `33 ?Š"J %

La elevada variabilidad farmacocinĂŠtica interindividual observada puede producirse como resultado del metabolismo a nivel gastrointestinal (isoenzimas P450 3A4, !

0 * h " !

" * %

1050 1050

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

La presencia de alimentos puede disminuir su absorciĂłn, por lo que es recomen-

2

!

* " " 5 ? alimentos. En plasma se distribuye unido a proteĂ­nas plasmĂĄticas, preferentemente a albĂş-

3 4

mina y D ] ? + \2 % 7 0 0 * !

5

" !h % Durante el proceso de distribuciĂłn, tacrolimus presenta una elevada uniĂłn a eritrocitos dando lugar a un ratio de distribuciĂłn en sangre total/plasma de 20:1. Este in-

6

s e

7

munosupresor presenta un elevado volumen de distribuciĂłn (5-60 l/kg).

n o

8

7 )

J"% ( )

0 H3 " % ( ! ?

*

* ? )

) 5

bido a una serie de factores entre los que destacan la administraciĂłn coadyudante de

) MH 3`4H " !h )

! 8 " % 4

0 ? )

% Tacrolimus se elimina preferentemente por vĂ­a biliar. Alteraciones graves de la 0 " * ? 0

* y pueden favorecer la apariciĂłn de efectos adversos. ( ! " * )

] R

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

presora similar al tacrolimus. Al igual que la ciclosporina tambiĂŠn actĂşa sobre IL2. Tiene una vida media de ] ] "% Los efectos secundarios son frecuentes y obligan a monitorizar e individualizar el

r e

22

24

e d

u P

bilids y orina, y catabolizado por enizmas del citocromo P450, subtipos Ia y IIIa. TambiĂŠn es metabolizado a nivel del intestino dĂŠlgado por acciĂłn del isoenzima P450 3A4. $ ! " " ! les solamente el M-II (31-o-desmetil tacrolimus) presenta una actividad inmunosu-

18

23

U

S

tratamiento son:

•

& R ) % ( 9 ? 0 0 + " " 1051 1051

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

aumento de creatinina y urea sĂŠricas. En general se relaciona con la dosis y es

2

reversible.

•

3 4

•

5 6 7

•

8 9 10

•

11 12

•

13 14 15

•

16 17

$ ) w " 0 H3 3 "

7%$%} ? " 0

s e

" % M

) R % M

H3 V3 pacientes), temblor (mĂĄs frecuente que con la ciclosporina), insomio, pareste-

n o

i c

sia, astenia, agitaciĂłn, ansiedad. En ocasiones pueden aparecer convulsiones 0 Z " 0 %

a c

M ? " ? "

3 desembocar en una diabetes mellitus y requerir insulina. TambiĂŠn puede pro " " %

i l b

w 0 * " % ( " !servado el desarrollo de linfadenopatĂ­as y alteraciones linfoproliferativas (sar > * ! %

dismenorrea.

o i c

e d

$ * " determinadas situaciones:

19

i v

20

•

21

r e •

22

24

u P

! 5 " 0 0 ) sual, anemia, trombopenia, debilidad muscular, miopatĂ­a, derrame pleural y

18

23

U

# ? ) w H3 K3 R * )0 ! 9 " * -

S

Tacrolimus puede afectar a la funciĂłn neurolĂłgica y visual. Los pacientes deben evitar conducir o manejar maquinaria pesada. Embarazo. Pertenece a la categorĂ­a C de la FDA. Tacrolimus atraviesa la pla-

% ( " 8 " 8 % ( )

0 ? ! %

1052 1052

A

C

tromboembolismo.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

•

1

& % ( R

"

mismos efectos adversos que en la madre, por lo que se recomienda suspender la lactancia materna o evitar el tratamiento.

2 3

El mĂŠtodo de anĂĄlisis ideal es HPLC, aunque en la actualidad se puede realizar por MEIA que determina conjuntamente el tacolimus y tambiĂŠn algĂşn metabolito, por lo

4 5

U

) `3 * =M&$% & 0 son iguales que para la ciclosporina.

6

s e

7

Es preferible utilizar como muestra la sangre total al plasma, ya que se une a eri ! ] ? * + %

8

n o

9

i c

10

2.e.3 Inhibidores de la actividad m-TOR

11

2.e.3.a Sirolimus (Rapamicina)

12

& 0 ? ` !

" ? Streptomy " ? %

13

OH

14 15 H

16

18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

H O

17

23

a c

S

H

N

O

HO H3C

i l b

u P O

CH3

CH3

OH

O

O CH3

CH3

CH3

O O

O O

O

CH3

CH3

CH3

H

O CH 3

Figura 32. Estructura quĂ­mica de Sirolimus

( ) ! " ! 0 +

~& " ! ) + Â?% (

‘> 3V ‘> �M )5 0 " ! ˜' ? ' ! 0 ~& %

1053 1053

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

& ' )+ ! ! )

-

2

? % & ! ! ! 8 3 ! ! tivo a nivel gastrointestinal que biotransforma este medicamento antes de alcanzar la circulaciĂłn sistĂŠmica. El tiempo necesario para alcanzar la concentraciĂłn mĂĄxima

3 4 5 6

s e

7

0 9

+ 9 9 %

n o

8

7 ! )

5 " * !

0 * " ! de estos izoenzimas. Esta situaciĂłn explica la elevada variabilidad interindividual en el proceso de absorciĂłn para este medicamento. Se distribuye ampliamente en el organismo y su presencia a nivel intraeritrocitario es muy importante, por ello su monitorizaciĂłn se realiza en sangre total. ( )

0

) V3 " % 7 canzar el estado estacionario es de 9 dĂ­as. Debido a la marcada naturaleza liposoluble del fĂĄrmaco y sus metabolitos, estos se eliminan mayoritariamente por vĂ­a biliar. Intervalo terapĂŠutico: 4-12 ng/ml. 4 ? ) 0 " * )

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

? ) H ) ! $ 4 h " !

! % $

9 interacciĂłn medicamentosa, en los pacientes tratados con CsA la rapamicina se ad H " 5 $ 4%

r e

22

24

e d

u P

medicamento y consecuentemente la apariciĂłn de toxicidad. La rapamicina se administra usualmente en terapias cuyo inmunosupresor bĂĄsico

" ! ) % 7

8 tamente con CsA, las concentraciones predosis de la rapamicina y el valor del AUC

18

23

U

( ! 9 )

" * 0 9 $‹M`4H los mismos que intervienen a nivel gastrointestinal, dando lugar a una serie de meta!

" R

H] -

S

& ? ) 8 ' " ! la ausencia de nefrotoxicidad. El efecto adverso principal de la rapamicina es el de

" ? "

% ˜

1054 1054

A

C

oscila entre 20-60 minutos.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

efecto adverso es el desarrollo de trombopenia, aunque suelen ser de moderada in-

2

tensidad y dosis dependiente.

3 4

7 )

H3 ˜= ? ``

5

9 ? " R 0 H3%# ! ? " R * " !

* ) )+ %

6

s e

7 HO H3C

CH3

O

9

i c

H3C O

10

a c H3C

O

O

11

O

HO H3C

O

O

CH3

li

12

CH3

13

OH H3C

O

N

b u

O

H 3C

O

CH3

Figura 33. Estructura quĂ­mica del everolimus

14 15

17 18

o i c

e d

& * "

" ? ! % 4 ! "

" ? ! 9 ! medidas dietĂŠticas y con estĂĄtinas. La trombopenia desaparece.

19

i v

20 21

r e

22

24

P

Su mecanismo de acciĂłn, su metabolizaciĂłn y excreciĂłn es idĂŠntica a la de siroli % & ) + ) ] ` "

9 el estado estacionario es de 5 dĂ­as. La ingesta de comida rica en grasas, retrasa la absorciĂłn del compuesto.

16

S

Intervalo terapĂŠutico: 3-8 ng/ml. En el trasplante renal, la reduciĂłn de la exposiciĂłn a CsA en paciente tratados con everolimus mejora la funciĂłn renal. En el trasplante cardiaco debe reducirse la dosis de CsA durante la fase de mantenimiento.

1055 1055

C

U

n o

O

8

23

A

2.e.3.b Everolimus


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

7 $ 4 " ! -

2

centraciĂłn de everolimus es superior a 3 ng/ml.

3

2.e.4 Inhibidores de la sĂ­ntesis de nucleĂłtidos

4

2.e.4.a Micofenolato mofetil El micofenolato mofetil (MMF) es profĂĄrmaco, siendo un semisintĂŠtico (ester,morfolino-etil-micofenolato) del ĂĄcido micofenĂłlico (MFA) (Figua 34), que es su princi-

5 6

s e

U

) % ‘ 0 " ?

7

gĂŠnero Penicilium a la que denominaron ĂĄcido micofenĂłlico, en referencia a su pro-

8

n o

cedencia y estructura quĂ­mica.

9 10 N

O

11 12

O

a c

C O

mofetil

i c

OH

CH3 CH3 O

O

CH3

i l b

micofenolato

13

Figura 34. Estructura del Micofenolato Mofetil

14 15

7 1M4 " ! ) !

) )

9 " ? ~1M#= % 7 9 8 ?

fundamental en la sĂ­ntesis de novo

0 ? `H + 0 Â? -

16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

0?

" 9 0 ? %

19

23

u P

S

IMP AMF

SĂ­ntesis “de novoâ€?

IMPDH GMP

VĂ­a Alternativa

dGDP

GDP

dGTP

GTP

ADN

ARN

VĂ­a Alternativa

ProliferaciĂłn de LT y LB

Figura 35. Mecanismo de acciĂłn del MFA

1056 1056

C

A


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

La enzima IMPDH posee dos isomorfos (I y II) de los cuales el tipo II, el mayorita-

2

riamente expresado en los linfocitos activos, es inducido por los guanĂ­n nucleĂłtidos, necesarios para la proliferaciĂłn de los linfocitos, como respuesta inmunolĂłgica a la presencia de un Ăłrgano trasplantado. El IMPDH II es el mĂĄs sensible al efecto inmuno-

3 4 5 6

s e

7

1M4% 7 " * *

? 0 -

n o

8

rrespondiente (MPAG), sin actividad farmacolĂłgica, que, a su vez, se elimina mayoritariamente por vĂ­a renal y, un porcentaje pequeĂąo por vĂ­a biliar desde donde ! ! ) " * $ 0 " * ! ) mentos secundarios de la concentraciĂłn plasmĂĄtica de MPA despuĂŠs de aproxima V ] " 0 ? `H % $ 0

0

4I$

1M4

H3

) 0 " * %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

u P

15 16

e d

MMF

17

HECES

EstĂłmago

18

io

19

ic

20

rv

21 22 23 24

U

# ! 0

1M4 " 9

* MFM, cuya absorciĂłn es prĂĄcticamente completa. El MMF se transforma rĂĄpida y completamente por un proceso de metabolizaciĂłn pre-sistĂŠmica (carboxiesterasas) a

e S

Estearasas

Plasma

AMF

U AlbĂşmina 97%

2Âş pico

SAGRE

INTESTINO

CirculaciĂłn enterohepĂĄtica

HĂ­gado

UDPG Transferasa

B-Glucuro

BILIS

G-AMP Sangre

ORINA (86%)

Acil. G-AMF M-1

Figura 36 Metabolismo del MFA

1057 1057

A

C

supresor del MPA.


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

El MPA estĂĄ prĂĄcticamente en su totalidad en el compartimento plasmĂĄtico

2

\\%\ ) ! 0

) ™ ¨`%V J{? secuencia de la alta transformaciĂłn glucurĂłnica. 7 ? 0

1M4 + * \ -

3 4 5 6 7

n o

7 1M4

\V 1M4} )+ % 7 $ ¨ 33 J ] J" � ]J ¨ ]2 "% 7 ? ) ! ? )

1M4 a la albĂşmina. Como consecuencia de ello aumenta notablemente la fracciĂłn libre del MPA, sin cambios aparentes en la concentraciĂłn plasmĂĄtica de fĂĄrmaco total, potenciĂĄndose la acciĂłn farmacolĂłgica o tĂłxica del fĂĄrmaco. ' ? 5 w

9

i c

10

a c

11 12 13 14

Cminima: 1-4 Pg/ml. AUC0-12 : 30-60 P?Š"J %

15 16

e d

i l b

u P

Existe una buena correlaciĂłn entre la exposiciĂłn al fĂĄrmaco medido por el ĂĄrea ! 8 ) 4I$ ! ! " 9

% ( " ! )

17 18

o i c

* ! 8 ) 3 ] " 0 4I$0-12) tiene mayor ) ) ? " 9 % ( " ) R ? 5 ? I#M } % —

19

i v

20 21

importante en la poblaciĂłn pediĂĄtrica, ya que cambia su actividad en los 3 primeros aĂąos de vida. Su contribuciĂłn a la variabilidad de la farmacinĂŠtica del ĂĄcido micofenĂł * % ( " I#M } ]42 I#M } ]4\% El conocimiento de que las combinaciones entre fĂĄrmacos inmunosupresores

r e

22

24

s e

maco y por tanto su efecto.

8

23

U

?

0 + !h *

HH V\ !h

2 `3 % & 33 ? 44( den desplazar al MPA de su uniĂłn a proteĂ­nas, aumentando la fracciĂłn libre de fĂĄr-

S

constituyen en la actualidad la base de las terapias mĂĄs utilizadas, resulta de especial interĂŠs conocer si la ciclosporina o en su caso tacrolimus presentan interacciones medicamentosas con el MMF.

1058 1058

A

C

diendo la fracciĂłn libre de las concentraciones del ĂĄcido y de las proteĂ­nas. En tĂŠr-


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

En un principio los estudios multicĂŠntricos en pacientes trasplantados renales

2

$ 4 11‘ ) '& 11‘ 1M4 ? ) !+ '&% 7 " " R " ! 0

3 4 5 6

s e

7

la farmacocinĂŠtica del MPA en los que se incluyĂł como grupo control a pacientes

n o

8

tratados con MMF y prednisona. Los resultados demostraron que los pacientes tra 11‘ ]?R] " 1M4 ! '& 11‘ ]? R ] "

? $ 4 11‘ 1M4 ? ) das respecto a los dos sub-grupos previamente mencionados. Así pues, según estos estudios es la CsA la que presenta una interacción medi

1M4 " ! " *

K 3 MPAG. Se cree que la CsA podrĂ­a actuar disminuyendo la presencia del MPAG en

! 0 1M4 " 0

7-O-MPAG por acciĂłn de las EÂŽglucuronidasas.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

•

18 19

Alteraciones gastrointestinales: dolor abdominal, nĂĄuseas, vĂłmitos y diarrea. En general mejoran fraccionando la dosis en tres o cuatro tomas diarias o bien reduciendola.

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

Como efectos adversos presenta:

17

23

U

aumento de las concentraciones plasmĂĄticas del MPA para unamismadosis administrada de MMF. Sin embargo, posteriormente s e realizaron estudios sobre las posi!

" ! $< !

• •

Toxicidad medular: anemia, leucopenia o trombocitopenia. Infecciones sobre todo vĂ­ricas, son mĂĄs frecuentes en los pacientes tratados con 3 g/dĂ­a.

S

1059 1059

A

C

sobre la enzima UDP- glucuronil transferasa, produciĂŠndose consecuentemente un


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

3 TĂŠcnicas analĂ­ticas para la monitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

2

3.a TĂŠcnicas inmunoquĂ­micas

3 4

U

enzima(F-E) exĂłgeno o trazador y el fĂĄrmaco libre F (presente en el suero), por su 0 + 0 ) % & 0

* maco se determina se determina midiendo la cantidad del complejo F-E libre, sin unir

6 7

s e

al anticuerpo, que queda en el medio de reacciĂłn.

8

n o

La medida se realiza por espectrofotometrĂ­a visible, ya que el complejo F-E libre + ! ! proporcional a la concentraciĂłn del fĂĄrmaco en la muestra.

9

i c

10

a c

11 12

3.a.2 * = J + ; *W#

13

( ! + 4 *

‘

9 * Z + % 7 9 0 R 9 polarizada. ( 9 9 ) R

Z 0

* Z ? ? % El sistema Ăłptico de detecciĂłn solo mide luz polarizada que retorna verticalmente que es la que procede Ăşnicamente de la uniĂłn trazador-anticuerpo (T-Ac), que por su elevado volumen molecular, rota lentamente. El trazador libre T rota tan deprisa

i l b

14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

Z % 4 competitivo, existe una relaciĂłn inversa entre la cantidad de fĂĄrmaco en la muestra del paciente F y la intensidad de la luz polarizada recibida por el detector Ăłptico del instrumento.

i v

20 21

r e

22

24

C

Es un ensayo donde se establece una competencia entre el fĂĄrmaco marcado con

5

23

A

3.a.1 EMIT

S

1060 1060


21

MonitorizaciĂłn de fĂĄrmacos

1

3.b @ " ?

2

3.b.1 " &

3 4

& 0 !

) ! ! 0 0 "

5

+ 0) ]3 % } -

U

plean para detecciĂłn cualitativa. Para un solvente determinado, la proporciĂłn entre la distancia atravesada por el compuesto y la atravesada por el frente del solvente es una constante para el com-

6 7 8

s e

n o

9 0 %

9

i c

10

3.b.2 HPLC

11

La muestra se inyecta en columnas de diferentes materiales que aportan una gran ! 0 " 0

Z 8 % Las molÊculas de la muestra, atraviesan la columna a diferente velocidad según sus características de solubilidad y polaridad. M Z I™

+ espectrometrĂ­a de masas) unido a un ordenador, se mide el tiempo de retorno, que es caracterĂ­stico de cada molĂŠcula en las mismas condiciones de presiĂłn y temperatura. & 0 9

! * dares internos.

a c

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

3.b.3 CromatografĂ­a de gases - espectroscopia de masas

22

24

u P

La concentraciĂłn del analito se relaciona con el tamaĂąo del pico de actividad que mide el detector.

20

23

o i c

e d

S

Implica dos tĂŠcnicas: cromatografĂ­a lĂ­quida de gases y espectroscopia de masas. En la primera, los compuestos se calientan a fase de gas. DespuĂŠs se pasan por una ? " ! % & 0

1061 1061

C

A


21

Monitorización de fármacos

1

basa en la capacidad de cada compuesto para absorberse sobre la fase estacionaria,

2

que dependerá de sus características físico-químicas. Como sistema de detección se usa la espectroscopia de masas, en que la molécula se bombardea con una corriente de electrones de alta intensidad capaz de

3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

cula y puede ser comparado con los patrones de fragmentación almacenados en un ordenador.

S

1062 1062

A

C

fragmentar la molécula. El patrón de fragmentación es característico de cada molé-


21 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

Balcells A. La clĂ­nica y el laboratorio. Masson-Salvat; 1997.

3

DĂ­az Portillo J, FernĂĄndez del Barrio T, Paredes Salido F. Aspectos bĂĄsicos de BioquĂ­mica ClĂ­nica. DĂ­az de Santos; 1997.

4 5 6

s e

‘ 4 – — 0 $ Ž1% � + $ + % 4 ( 0? % Mayo; 1992.

7

n o

8

Garaixar C, Villaverde A, PĂŠrez T, Herrera M, Alvarez A. FĂĄrmacos antiepilĂŠpticos utilizados en la infancia. Nue-vos productos y nuevos conceptos. An Pediatr 2003; 58: 136-45.

9

i c

10

a c

11

} ! 4 ?

1 1 4 ?

'% ~ 0 +

! % 15 M namericana; 2000.

i l b

12

} " 4> $" I Â’ {

1 & { 4 � Ž ( ˆ ? >‘% ‘> 3V ! ! ) { % $ $" ]\\V� H w ]H V ` %

13 14 15

u P

Henry JB. DiagnĂłstico y Tratamiento clĂ­nicos. Masson-Salvat; 1993.

16

e d

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Mar-ban; 2005.

17

Ž ! #( ˜R

#> # Â’'% & ! = ! {% = & R Â?

18

o i c

2001.

19 20

> Â? 1 > " =I < > > " Â?#% 4 ? ? ? " ) % $ $" ]\\KÂ? H`w `\ H3%

21

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 Â? ]\\V%

i v

r e

22 23 24

S

> #&% = % M 1 ~ % 1 } ˆ=

J~ � 2001. >" " }% ( ( 7) ˆ"

� ! =M&$ ˆ " )

% $ $" 33 Â? ]w ]K ] H% 1 ? $% ' " * % 1 $ Â? 33 Â? ] Hw K`` H%

1063 1063

C

U

Ferreira Montero I. El trasplante cardĂ­aco: una opciĂłn te-rapĂŠutica establecida. Med Clin (Barc) 2002; 118: 60-1.

A


21 1

1 — = $

# ÂŽ 4' Â’ M% 4 ) ? ? pain: a systematic review. BMJ 1995; 311: 1047-52.

2 3

M 4Ž > &4% — + $ + % + *

0 % 1 Â? 33]%

4

' ) Ž4 ‡ ? + 4 Ž 4% # !

0 munodepresores actuales. Med Clin (Barc) 2001; 117:353-6.

5

U

TomĂĄs-Guillen E, Farriols-DanĂŠs A, Cantarell-Aixendri, JuĂĄrez-GimĂŠnez JC. Interacciones entre plantas medi-cinales y fĂĄrmacos inmunodepresores. Med Clin (Barc)

6 7

s e

2006; 127: 177-84.

n o

8

™ 4" < ' " 1 } $ ' ? � ˜

" 1 4 ? ™% < Z

9

" 1#' ] $`H` " $M`4H " $‹M`4H ™ 4

8 4 ?" 8 !

% $ $" 33]Â? HKw ]3H2 %

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

1064 1064

C

A


AUTOINMUNIDAD ENFERMEDADES AUTOINMUNES DEL TEJIDO CONECTIVO AUTOANTICUERPOS INMUNOCOMPLEJOS

1

Introducción

2

1 Autoinmunidad

3

1.a Alteraciones linfocitarias que producen autoinmunidad

4

1.b Factores genéticos en la autoinmunidad

5 6 7 8

1.c Factores ambientales desencadenantes de autoinmunidad 2 Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo 2.a Lupus eritematoso sistémico 2.a.1 Etiología e inmunopatogenia 2.a.2 Manifestaciones clínicas

9

2.a.3 Hallazgos de laboratorio

10

2.a.4 Diagnóstico diferencial

11

2.b Artritis reumatoide

12

2.b.1 Manifestaciones clínicas

13

2.b.2 Hallazgos de laboratorio

14 15 16 17 18

2.c Síndrome de Sjögren 2.c.1 Manifestaciones clínicas 2.c.2 Hallazgos de laboratorio 2.d Esclerodermia sistémica 2.d.1 Manifestaciones clínicas 2.d.1.a Esclerodermia sistémica

19

2.d.1.a.a Esclerodermia sistémica cutánea difusa (dcSSc)

20

2.d.1.a.b Esclerodermia sistémica cutánea limitada (lcSSc)

21

2.d.1.a.c Síndromes de superposición

22

2.d.1.a.d Enfermedad indiferenciada del tejido conjuntivo

23 24

22


22 2.d.1.b Esclerodermia localizada

1 2

2.d.1.b.a Morgea en placas o gutatta

3

2.d.1.b.b Esclerodermia lineal

4 5 6 7

2.d.2 Hallazgos de laboratorio 2.e Polimiositis-dermatomiositis 2.e.1 Manifestaciones clĂ­nicas 2.e.2 Hallazgos de laboratorio 2.f Enfermedad mixta del tejido conectivo

8

2.f.1 Manifestaciones clĂ­nicas

9

2.f.2 Hallazgos de laboratorio

10

2.g Espondilitis anquilosante

11

2.g.1 Manifestaciones clĂ­nicas

12

2.g.2 Hallazgos de laboratorio

13 14 15 16

%" 7 Â? "ÂŻ %"%] 1 + %"% =

9? ! 3 TĂŠcnicas de detecciĂłn de anticuerpos `% ~ Z

17

`%! ' *

18

3.c AglutinaciĂłn

19

3.d PrecipitaciĂłn en gel (inmunodifusiĂłn y contrainmunoelectroforesis)

20

3.e ELISA

21

3.f Inmunoblotting

22

3.g NefelometrĂ­a

23 24

`%" ~ " ! 0 ) ) 9 *


22 1 2 3 4 5 6 7

4 Tipos de autoanticuerpos 4.a Anticuerpos contra el nĂşcleo 4.a.1 Anticuerpos antinucleares 4.a.2 Anticuerpos anti -ADN 4.a.3 Anticuerpos anti-ENA H% %`% 4 ( '<M H% %`%! 4 (( 4 ' (( Â? & 4.a.3.c Anti-Scl-70 y anticentrĂłmero

8

H% %`% 4 "

9

H% %`% 4 '<4

10

4.a.3.f Otros anticuerpos de la polimiositis

11

H%! 4

0

12

4.c Anticuerpos contra las mitocondrias y otros orgĂĄnulos subcelulares

13 14 15 16 17

4.c.1 Anticuerpos contra las mitocondrias 4.c.2 Anticuerpos contra el musculo liso H% %` 4 " *

&>1 H% %H 4

? + 4(}M' H% % 4

" * &$] 4.c.6 Otros anticuerpos

18

H% %V% 4

+? " * !

19

H% %V%! 4 "+? *

20

4.c.6.c Anticuerpos gp210

21

4.c.6.d Anticuerpos contra la nucleoporina p62

22 23 24

4.c.6.e Anticuerpos contra la Sp100


22 1

4.c.6.f Anticuerpos contra la ciclina A

2

4.c.6.g Anticuerpos contra el receptor de la lĂĄmina B y contra la proteĂ­na de la

3 4 5 6 7 8

leucemia promielocĂ­tica H% 4 + 0 ? 4.d.1 Anticuerpos tiroideos 4.d.1.a Anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea 4.d.1.b Anticuerpos contra la tiroglobulina 4.d.1.c Anticuerpos contra el receptor de la TSH 4.d.2 Anticuerpos pancreĂĄticos

9

4.d.2.a Anticuerpos contra las cĂŠlulas de los islotes (ICA)

10

H% % %! 4 5

11

4.d.2.c Anticuerpos contra la insulina

12

4.d.2.d Anticuerpos contra la glutamato descarboxilasa

13 14 15 16

4.d.2.e Anticuerpos contra la ICA512/IA2 4.d.3 Anticuerpos contra las glĂĄndulas suprarrenales 4.d.4 Anticuerpos contra los espermatozoides 4.d.5 Anticuerpos contra componentes del tracto gastroinstestinal 4.d.5.a Anticuerpos contra la gliadina

17

4.d.5.b Anticuerpos contra la reticulina

18

4.d.5.c Anticuerpos contra el endomisio

19

4.d.5.d Anticuerpos contra las cĂŠlulas pariĂŠtales gĂĄstricas

20

4.d.5.e Anticuerpos contra el factor intrinseco

21

4.d.5.f Anticuerpos anti-( " ) (ASCA)

22 23 24


22 1

4.d.6 Anticuerpos contra componentes del sistema nervioso

2

4.d.6.a Anticuerpos contra el receptor de la acetilcolina

3

4.d.6.b Anticuerpos contra la proteína básica de la mielina

4 5 6 7 8 9

4.d.6.c Anticuerpos contra el gangliósido neuronal 4.d.7 Anticuerpos contra la piel 4.d.7.a Anticuerpos contra los desmosomas 4.d.7.b Anticuerpos contra la membrana basal epidérmica 4.d.7.c Anticuerpos contra la queratina 4.d.8 Anticuerpos contra estructuras del riñón 5 Anticuerpos contra proteínas circulantes

10

5.a Factor reumatoide

11

5.b Anticuerpos contra los fosfolípidos (AFL)

12

5.b.1 Anticoagulante lúdico (AL)

13

5.b.2 Anticuerpos contra la cardiolipina

14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

5.c Crioglobulinas 5.d Inmunocomplejos circulantes BIBLIOGRAFÍA


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

INTRODUCCIĂ“N

2

Gracias a la evoluciĂłn, los seres vivos desarrollan un sistema inmune, capaz de dis-

3

? 8 % 7 ) ) "

?

8 " ! 1=$ R 0 ? 0 ? 5

4 5

!

) ) %

6

La inmunidad es la respuesta del organismo a sustancias extraĂąas o del propio or? 0? 0? % 7

junto de cĂŠlulas y molĂŠculas responsables de la inmunidad.

7 8

• •

10 11 12

i c

~ + % ~ + %

a c

i l b

La inmunidad innata es el conjunto de mecanismos que existen antes de la infecciĂłn o agresiĂłn, responden rĂĄpidamente y de igual manera frente a infecciones o agresiones repetitivas, formando la primera lĂ­nea de defenesa. Esta constituida por:

13 14

•

15 16 17

•

18

•

19

u P

Barreras fĂ­sicas y quĂ­micas: impiden la invasiĂłn y proliferaciĂłn del agente extraĂąo y son producidas localmente. En este grupo nos encontramos, la piel, las mucosas y los productos antimicrobianos.

e d

M + ? + w !

Z 0 % 4 + podemos encontrar por ejemplo al sistema de complemento. ( ? w 0 0 ? % 7 la respuesta contra las bacterias.

o i c

i v

20 21

r e

22

24

n o

Existen dos tipos de inmunidad:

9

23

s e

U

S

• •

$

>

% ( ) ? 0? % $ % ' ? )

%

1 +

" * expuesto a los agentes extraĂąos o que el organismo reconoce como tal. En este mo

?

+ +? 9 * 9

1070 1070

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

7 + 9 w

2

• • • • •

3 4 5 6

7 %

A

Diversidad. Tolerancia.

C

Memoria. AutolimitaciĂłn.

s e

Ambos sistemas cooperan entre sĂ­. La inmunidad innata induce la inmunidad es + ) 9 + 9 -

7 8

n o

? ] %

9

i c

10 Innata

11 12

PMN

Adquirida

14

u P

Organismos extracelulares

Citoquinas

Linfocitos T

Inmunidad Celular

Organismos intracelulares

Figura 1.

16 17

e d

& + ) ) 9 ! w

18

•

19

o i c

~ " w Â? trol de microorganismos extracelulares y toxinas. Inmunidad Celular: mediada por linfocitos T, los cuales al sensibilizarse produ-

i v

20 21

r e

22

24

i l b

MacrĂłfago

Linfocitos B

Inmunidad Humoral

15

a c

Complemento

Anticuerpos

13

23

U

S

•

cen citotoxicidad y linfoquinas, que inducen al sistema macrofĂĄgico.

Los Ăłrganos del sistema inmunitario son:

•

Primarios.

MĂŠdula Ăłsea.

Timo.

1071 1071


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

•

1 2 3

Secundarios. Ganglios linfĂĄticos.

T.L.A.M.

Bazo.

A

C

4 5

Las cĂŠlulas del sistema inmunitario son:

6

•

7

• • • • •

9 10 11 12 13

U

n o

CĂŠlulas natural killer.

i c

Fagocitos. Monocitos.

a c

Granulocitos.

i l b

CĂŠlulas cebadas.

Los linfocitos B son cĂŠlulas mononucleares que maduran en la mĂŠdula Ăłsea y son los encargados de la producciĂłn de anticuerpos. Esto se produce cuando el linfocito B

! 9 +? + ) 5 5

14 15

u P

plasmĂĄtica, que son las encargadas de la producciĂłn y liberaciĂłn de anticuerpos es + % & Â? ) 0 5lulas de memoria que permiten repetir una respuesta inmune al producirse un nuevo

+? + %

16 17 18 19

o i c

e d

Los linfocitos T son cĂŠlulas mononucleares que maduran en el timo. Atacan directamente a los antĂ­genos, facilitando su destrucciĂłn. Existen varios tipos de linfocitos T:

i v

20 21

r • e

22

24

s e

Linfocitos B.

8

23

Linfocitos. Linfocitos T.

S

Linfocitos T Helper (CD4). & =

] "] % M ~& ~‘< <‘ % (

IL-12 en respuesta a microorganismos. & =

" % M ~& H ~& ~& ]3 ~& ]`% 7 la IL-4 en respuesta a infecciones por parasitos y en respuesta a alĂŠrgenos.

1072 1072


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

• • •

1 2 3

5

s e

7

) 8 ]3 ! 0 desarrolla durante su vida alguna enfermedad de este tipo.

n o

8 9

i c

1.a. Mecanismos de autotolerancia 7 0? + Â?% Se denomina tolerancia inmunolĂłgica a la falta de respuesta del sistema inmunitario a la estimulaciĂłn antigĂŠnica y autotolerancia es la tolerancia frente a los antĂ­genos del propio organismo. Cuando ocurre un fallo en la tolerancia inmunolĂłgica o autotolernacia, el sistema inmunitario reacciona contra el propio organismo y se origina la autoinmunidad. La autotolerancia puede ser:

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

e d

u P

5. Central: Cuando tiene lugar durante el desarrollo de los linfocitos en los Ăłrganos linfoides primarios (timo o mĂŠdula Ăłsea) 6. PerifĂŠrica:

17 18 19

o i c

Cuando tiene lugar para antĂ­genos que no estĂĄn presentes en el timo o mĂŠdula Ăłsea.

i v

20 21

r e

22

S

La autolerancia se establece mediante diferentes mecanismos: a. DeleciĂłn clonal:

Es la destrucciĂłn de los linfocitos T o B autorreactivos en los Ăłrganos linfoides pri % 7 +

siendo mĂĄs efectivo en los linfocitos T que en los B.

1073 1073

A

C

U

Las enfermedades autoinmune pueden estar mediadas por linfocitos T (inmuni

" % 7 ?

6

24

$5 < >

$#]V

Aunque las reacciones de autoinmunidad no ocasionan siempre lesiones, en ocasiones pueden desencadenar el desarrollo de una enfermedad autoinmune.

4

23

Linfocitos T CitotĂłxicas (CD8) Linfocitos T reguladores


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Este fenĂłmeno se puede inducir: a.1. En el timo: utilizando concentraciones del antĂ­geno superiores a 10 nM. a.2. En la mĂŠdula Ăłsea: utilizando inmunoglobulinas contra antĂ­genos propios durante la diferenciaciĂłn de los linfocitos B.

2 3

b. Anergia clonal:

5

s e

7

La anergia puede ser central y perifĂŠrica y se establece por distintos mecanismos: b.1. SupresiĂłn inmunolĂłgica:

n o

8

Los linfocitos T o B tienen la capacidad de responder al antĂ­geno, aunque su res " ! )

% & tores supresores fundamentales son las cadenas D

5 $' y la presencia de citoquinas supresoras IL-4, IL-10 y factor de crecimiento transformante E. b.2. OcultaciĂłn al sistema inmune: Los antĂ­genos pueden no producir una respuesta inmune si eluden el sistema inmune. Este puede ocurrir de diferentes maneras:

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

•

16 17 18 19

•

21

r e •

22

24

u P

Cuando se encuentran en un lugar inmunolĂłgicamente privilegiado como el cerebro o la cĂĄmara anterior del ojo, ya que no se encuentran normalmente

R % 4 * " ! +?

o i c

e d

reaccionan con los linfocitos T pero inducen tolerancia o una respuesta no destructora para el tejido.

i v

20

23

U

Es la inactivaciĂłn funcional prolongada o irreversible de los linfocitos T o B, pero que en condiciones normales no responden al antĂ­geno.

6

S

•

Cuando el antĂ­geno es expuesto mediante cĂŠlulas que no expresan molĂŠculas HLA y no son capaces de presentar pĂŠptidos derivados de estos antĂ­genos a las cĂŠlulas T. TambiĂŠn cuando el antĂ­geno es expuesto por molĂŠculas que expresan niveles muy bajos de HLA y por lo tanto van exponer muy pocos pĂŠptidos derivados de los antĂ­genos a la cĂŠlulas T. $ 9 5 =&4%

1074 1074

A

C

4


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

!%`% ' w Las respuestas de anticuerpos normales tienen lugar en dos fases. En la primera

+ +

+? % 7 ÂŤextraĂąoÂť para otros clones de linfocitos B que generan frente al anticuerpo inicial in-

2 3 4 5 6 7

s e

n o

8

1 AUTOINMUNIDAD

9

i c

La autoinmunidad se origina cuando se produce un fallo en la autotolerancia inmunolĂłgica. Para que se desarrolle la autoinmunidad es necesaria la interacciĂłn de varios factores, tanto genĂŠticos como ambientales. Existen mecanismos que van evitar el desarrollo de la autoinmunidad. Estos mecanismos van a emplear:

10

a c

11 12 13

•

14 15

i l b

u P

Procesos de selecciĂłn que actĂşan sobre los linfocitos en desarrollo, que aseguran que el repertorio de linfocitos maduros sea autotolerante. 1 ) ) " %

16

•

17

Los fenĂłmenos de autoinmunidad pueden ser debidos a:

18 19

21

r e

22

24

o i c

e d

1. Una selecciĂłn anormal de clones autorreactivos. 2. Una estimulaciĂłn anormal de linfocitos que normalmente son anĂŠrgicos frente a antĂ­genos propios. 3. La liberaciĂłn de antĂ­genos propios que normalmente son inaccesibles para el

i v

20

23

U

Los idiotipos-antiidiotipos constituyen una red de anticuerpos interaccionantes

? 0 " %

S

sistema inmunitario.

1.a Alteraciones linfocitarias que producen autoinmunidad las alteraciones linfocitarias que pueden originar fenĂłmenos de autoinmunidad pueden deberse a:

1075 1075

A

C

munoglobulinas antiidiotipo.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

a. Fracaso de la tolerancia central. Son debidos a el fracaso del de los procesos que eliminan o inactivan clones de lin + +? 0 %

2 3

b. Mecanismos que superan la tolerancia perifĂŠrica (anergia clonal). 7 5 +?

4 5

s e

7

$ R 0 Z 0 0 timuladores en las cĂŠlulas presentadoras de antĂ­genos tisulares, pudiendo estimular

n o

8

a los linfocitos T y originar reacciones autoinmunitarias. Los linfocitos B, necesitan los linfocitos T cooperadores para el reconocimiento del antĂ­geno, sin la presencia de linfocitos T cooperadores se produce la anergia clonal. Cuando se produce la estimulaciĂłn de los linfocitos T cooperadores, estos pueden interaccionar con linfocitos B inactivos y estimularlos, originando reacciones autoinmunitarias.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

16 17

e d

% ' ) 9 +? R Algunas enfermedades autoinmunitarias son iniciadas por respuestas inmunitarias frente a antĂ­genos extraĂąos, como los microorganismos, pero los anticuerpos o

18 19

o i c

i v

20

cĂŠlulas T estimulados pueden reconocer a un antĂ­geno del propio paciente, que va a tener una estructura similar que el antĂ­geno extraĂąo (reactividad cruzada).

21

r e

22

24

u P

c. ActivaciĂłn linfocitaria policlonal. & )

" Â? ?5 ? 5

+? %

15

23

U

coestimuladores, lo que origina la tolerancia perifĂŠrica en la cĂŠlula T, que actĂşa como + 8 %

6

S

% ' ? 0 +

Son debidos a una producciĂłn excesiva o desequilibrada de citoquinas, que puede estimular mĂşltiples clones de linfocitos, incluidas las cĂŠlulas autorreactivas.

1076 1076

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

1.b Factores genĂŠticos en la autoinmunidad

2

Las enfermedades autoinmunitarias se caracterizan por presentar un patrĂłn fa-

3

miliar, lo que sugiere la presencia de un factor genĂŠtico. 1 0

=&4 ? ?

" 0 ?

4 5

s e

encuentra entre la espondilitis anquilosante y el alelo B27 de la clase I del HLA. La expresiĂłn de un gen HLA particular no es por sĂ­ misma la causa de ninguna enfermedad autoinmunitaria, pero es uno de los factores que contribuyen a la

7

n o

8

autoinmunidad. 4 *

=&4 " ! ) 0 ? toinmunidad, ya que puede ser uno de los diversos factores que contribuyan a la au % 7 " ? que se deba al defecto de un Ăşnico gen, todas parecen ser poligĂŠnicas y pueden presentar ausencia de penetrancia o penetrancia incompleta.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

La producciĂłn de autoanticuerpos puede tener lugar de forma espontĂĄnea. Sin embargo la formaciĂłn de autoanticuerpos puede deberse a una ligera alteraciĂłn de los tejidos normales dando lugar a un autoantĂ­geno. Esta alteraciĂłn puede originarse de forma espontĂĄnea o inducirse mediante diferntes agentes como los agentes fĂ­-

16 17 18

o i c

e d

sicos (luz ultravioleta, traumatismos), agentes quĂ­micos (determinados fĂĄrmacos), agentes biolĂłgicos (virus, bacterias), etc.

19

i v

20 21

r e

2 ENFERMEDADES AUTOINMUNES DEL TEJIDO CONECTIVO

22

24

u P

1.c Factores ambientales desencadenantes de autoinmunidad

15

23

U

HLA con diferentes enfermedades autoinmunitarias. La asociaciĂłn mĂĄs frecuente se

6

S

Las enfermedades autoinmunes del tejido conectivo suelen afectar, aproximada ]3 ! 0 % 7 ! inmunolĂłgicas frente a antĂ­genos propios que se expresan en lugares extratĂ­mi 0 + +?

* ubicuos. 1077 1077

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Estas enfermedades autoinmunes pueden ser:

2

•

3 4

•

5 6

Las enfermedades autoinmunes sistĂŠmicas se caracterizan por presentar una ) + 5

* -

s e

0

4'< 8 %

Las manifestaciones clĂ­nicas y biolĂłgicas de la enfermedad autoinmune sistĂŠmica

9

i c

pueden deber a efectos directos de los autoanticuerpos o al depĂłsito de complejos antĂ­geno-anticuerpo.

10

a c

Aunque las enfermedades autoinmunes presentan un amplio espectro clĂ­nico, presentan una serie de caracterĂ­sticas comunes, como son:

11 12

i l b

1. 2. 3. 4.

AsociaciĂłn familiar. Curso clĂ­nico subagudo. Manifestaciones clĂ­nicas propias del Ăłrgano afectado. 7 + 0 ? 0 5 nonucleares en los tejidos afectados. 5. AsociaciĂłn con determinados antĂ­genos del complejo mayor de " ! % 6. AsociaciĂłn frecuente de varias enfermedades autoinmunes en un mismo

13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

individuo.

i v

20 21

r e

22

S

Se considera que una enfermedad tiene un origen autoinmune cuando en un ele-

) h + ? con tĂ­tulos elevados, y existe una relaciĂłn entre su presencia y la enfermedad. El diagnĂłstico inmunolĂłgico se basa esencialmente en la determinaciĂłn de au

Z ! 0? % ( " ? ) fermedades autoinmunes, todos ellos no tienen el mismo valor diagnĂłstico. Mientras

1078 1078

A

C

U

n o

8

24

toanticuerpos dirigidos primariamente contra un solo Ăłrgano o contra Ăłrganos muy relacionados.

micas implicadas en la replicaciĂłn del ADN, la transcripciĂłn del ADN y la traduc-

7

23

&

? + -


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

? ? 0 + -

2

+ fermedad, por lo que su valor diagnĂłstico es mĂĄs limitado. Los tĂ­tulos de algunos autoanticuerpos varĂ­an con la evoluciĂłn de la enfermedad, pudiendo utilizarse sus

3 4 5

cir una recaĂ­da.

6

s e

U

7

2.a Lupus eritematoso sistĂŠmico

8

7 5 &7( Z 5 crĂłnica, cuya etiologĂ­a es desconocida y que presenta un curso tĂ­pico de exacerbacio-

n o

9

i c

nes y remisiones. Su incidencia es mayor en mujeres y especialmente entre los 20 y 40 aĂąos, aunque puede presentarse tanto antes como despuĂŠs de esa edad. El lupus eritematoso sistĂŠmico es el prototipo de enfermedad autoinmune, ya que puede afectar a mĂşltiples Ăłrganos o sistemas, produciendo manifestaciones clĂ­nicas variables. Su caracterĂ­stica fundamental es la producciĂłn de autoanticuerpos Ig G frente a los componentes nucleares.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

18 19

o i c

El LES presenta una asociaciĂłn con diversos marcadores genĂŠticos, sobre todo +? =&4 Â?2 #'` #'

plemento C2 y C4 son un factor predisponente al desarrollo de la enfermedad. ( ]3 % ( "

i v

20 21

r e

22

24

e d

7

&7( ) ? 5 "

!

cionan promoviendo los mecanismos patogĂŠnicos caracterĂ­sticos de la enfermedad, * Z %

17

23

u P

2.a.1 EtiologĂ­a e inmunopatogenia

S

observado que mutaciones en los genes fas y bcl-2 favorecen la apariciĂłn de linfoci ) " ! !

R 0

? ! focitos de pacientes con lupus eritematoso sistĂŠmico. 7 0

h " ! )

otros antĂ­genos dominantes son presentados a los linfocitos T, activando los linfocitos

1079 1079

A

C

variaciones en el titulo para monitorizar la monitorizaciĂłn del tratamiento o prede-


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

T y alterando su apoptosis. Actualmente se considera que los nucleosomas pueden

2

ser los antĂ­genos que produzcan los anticuerpos anti ADN. Los anticuerpos contra los nucleosomas y los anticuerpos anti-ADN pueden causar lesiones renales no sĂłlo por el depĂłsito de inmunocomplejos circulantes, sino

3 4 5

las cĂŠlulas mesangiales.

6

s e

U

7

2.a.2 Manifestaciones clĂ­nicas

8

7 9 ? ! 5 R % & 0 * " !

&7(

n o

9

i c

poliartralgia. Produce lesiones vasculares que pueden afectar tanto a vasos pequeùos como grandes. La vasculitis de vasos mayores puede ocasionar necrosis de los tejidos e incluso gangrena de extremidades. A todo esto suelen acompaùar ulceraciones en la boca y en la zona nasofarígea. Esta sintomatología puede complicarse con disfunciones fulminantes de riùón, pulmón e incluso sistema nervioso central.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

2.a.3 Hallazgos de laboratorio

17

4 )

" 0? " ! 0 -

18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

mocĂ­tica, por supresiĂłn de la mĂŠdula Ăłsea. A veces nos encontramos una anemia " + ! $ ! ) % ! 5 ! )

copenia y trombocitopenia. Cuando la enfermedad es activa, nos encontramos una velocidad de sedimentaciĂłn globular elevada

19

23

e d

u P

S

7 " % & )

5

$` $H )

" lĂ­tico total o CH50) se encuentran disminuidos con frecuencia durante la fase activa de la enfermedad, debido a su elevado consumo por la formaciĂłn de inmunocomplejos o por una sĂ­ntesis reducida, o por una combinaciĂłn de ambos factores.

1080 1080

A

C

tambiĂŠn con la formaciĂłn de inmunocomplejos in situ y a travĂŠs de la apoptosis de


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

En ocasiones nos encontramos crioglobulinas circulantes, que son agregados de

2

IgG/IgM/complemento. Los anticuerpos anti-ADN pueden estar dirigidos frente al ADN de cadena sencilla, de doble cadena (dsDNA) o frente a ambos. Pueden ser tanto Ig G como Ig M.

3 4 5 6

s e

7

7 0 5 &7 Z 8 ~?}

8

n o

R !

+ % = + ! 0 ) " 0 % Los anticuerpos antinucleares (ANA) pueden presentarse con distintos patrones

Z ~‘~ w

9 10

i c

•

a c

PatrĂłn homogĂŠneo: 7 h

* ? & son positivas. < " 0 mos con lupus eritematoso sistĂŠmico inducido por fĂĄrmacos.

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

el LES, los anticuerpos anti-ADN de cadena sencilla pueden encontrarse por el con " 0 ) !

lupus inducido por drogas.

S

Figura 2. PatrĂłn homogĂŠneo

1081 1081

A

C

Los anticuerpos anti-dsDNA a altos tĂ­tulos aparecen fundamentalmente sĂłlo en


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

•

1

PatrĂłn perifĂŠrico:

El nĂşcleo esta teĂąido y presenta una intensidad mayor en la periferia del nĂşcleo ? ` % & ) % 7 +

) Z 8

2 3 4 5 6

s e

7

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

•

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

Figura 3. PatrĂłn perifĂŠrico

PatrĂłn moteado: 7 h

% 7

i v

20

23

U

n o

8

S

? % & ) ? ) ? H % ' Z 8

ADN. Los anti-ENA (antĂ­geno nuclear extraĂ­ble) se dirigen frente a los antĂ­genos nu

R +!

( '<M ' & ( K3% 7 ?

+? ( '<M

+? ' J& %

1082 1082

A

C

anti-dsDNA.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6 7

s e

Figura 4. PatrĂłn moteado grueso

Figura 5.

n o

8 9

i c

•

PatrĂłn nucleolar: &

" ?5 ? V % 7 +? + el precursor ribosomal de las ribonucleoproteĂ­nas.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

S

Figura 6. patrĂłn nucleolar

1083 1083


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Los ANA pueden ser positivos en algunos individuos sanos, en pacientes con cier-

2

tas enfermedades crĂłnicas o en individuos de edad avanzada. No obstante, a altos tĂ­tulos se asocian con frecuencia a LES, y su ausencia es una clara evidencia en contra del diagnĂłstico de esta enfermedad (alto VPN).

3 4 5

U

!

#<4 % 7

&7( )

H3 K3 &7(% 7 * h

seguimiento de la enfermedad. Ya que su positividad nos indica enfermedad activa,

6 7

s e

nefritis lĂşpica y afectaciĂłn del SNC.

8

n o

Los inmunocomplejos circulantes estĂĄn presentes durante la fase activa de la enfermedad pero su relaciĂłn con el curso de la misma es controvertida. I ]3 ] &7( + ciben el nombre de ÂŤanticoagulante lĂşpicoÂť, son anticuerpos frente a la cardiolipina ) )

5 + ™#'& 'M' % Se caracteriza por prolongar los tiempos parciales de tromboplastina (TTPA) y pro ! M " *? 0 trombóticos. ! 5 " ™~~~ plaquetas. Otros anticuerpos que pueden aparecer en el LES son el factor reumatoide y los

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

anticuerpos antirribosomales, antimitocondriales, antilisosomales, etc.

18

o i c

19

2.a.4 DiagnĂłstico diferencial

20

7 "

9? 4<4 ) ! " " &7(% & R tencia de anticuerpos anti-Sm y anti-dsDNA facilitan su diagnĂłstico. ( " !

0 minados autoanticuerpos y sus manifestaciones clĂ­nicas:

i v

21

r e

22 23 24

S

• •

1 + ? ) % ‘ 0 ' I] '<M%

1084 1084

A

C

˜ " )

&7( #<4


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

•

1 2

•

3

•

4 5

• •

6 7

Manifestaciones renales y de Ăłrganos con la presencia de Anti-Sm y/o AntĂ­ dsDNA. ‘ ! + (8°? ' J((4 & J SSB. Manifestaciones trombĂłticas y neurolĂłgicas con la presencia de anticuerpos antifosfolĂ­pidos y la presencia de E2-glicoproteĂ­na. 1 0? '<M%

n o

Una poliartritis similar puede aparecer en infecciones virales, endocarditis infec R

8 8 ) ! * %

8 9

i c

El sĂ­ndrome de Felty de la artritis reumatoide presenta la trĂ­ada trombopenia, leucopenia y esplenomegalia.

10

a c

11 12

& 4' Z 5 0 recurrente, que afecta fundamentalmente a mujeres y afectando sobre todo a las articulaciones. & Z en individuos genĂŠticamente susceptibles, que generan respuestas inmunes frente a antĂ­genos cuya naturaleza se desconoce. La artritis reumatoide se caracteriza por la producciĂłn del factor reumatoide, que

14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

son autoanticuerpos (generalmente de tipo Ig M) dirigidos frente al fragmento Fc de

~?}% & ! ) "

+? " ! ~~ #'H #']%

i v

20 21

r e

22

24

i l b

2.b Artritis reumatoide

13

23

s e

& * " %

U

S

2.b.1 Manifestaciones clĂ­nicas & 4'

! 3 H3 % 7 +

presenta con manifestaciones articulares. En ocasiones los enfermos presentan pri +

? ! 5 ! R %

1085 1085

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.b.2 Hallazgos de laboratorio

2

La enfermedad activa cursa con una anemia normocĂ­tica y normocrĂłmica, con

3

trombocitosis y elevaciĂłn de la velocidad de sedimentaciĂłn globular (VSG). 7 Z )

%333 3%333

con predominio de leucocitos polimorfonucleares (PMN).

4 5

s e

K 4'% & dos en la mayoria de los casos son Ig M pentamĂŠrica, pero tambiĂŠn pueden ser Ig M monomĂŠrica, Ig G e Ig A. El factor reumatoide Ig M puede combinarse con molĂŠculas

7

n o

8

de Ig G y formar inmunocomplejos circulantes de alto peso molecular. & 5 ? 0 ! * R Â’

' " * ! ! 8 ! ! ! J * 9 0 0

% 4 R 5 * '~4 9 * 7&~(4

+ turbidimetrĂ­a, siendo las tĂŠcnicas de inmunonefelometrĂ­a e inmunoturbidimetrĂ­a son las mĂĄs empleadas. 7

K3 23 4'% Los pacientes afectos de LES, sĂ­ndrome de SjĂśgren, y con menor frecuencia de esclerodermia o polimiositis pueden presentar factor reumatoide. El test de lĂĄtex puede ) " 0 )

{ 9 + Z 0 % 4 *

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

positivo en una pequeĂąa proporciĂłn de individuos normales. 4 V3 " )

! ] !

5 " " " " " *

19

23

U

7 "

9? 0? + -

6

S

clĂ­nica, la Ăşnica prueba de laboratorio que se utilizaba para orientar el diagnĂłstico de

% 7 " ! ? naciĂłn de los anticuerpos contra los pĂŠptidos ciclicos citrulinados.

1086 1086

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Tabla 1. Autoanticuerpos empleados como marcadores de artritis reumatoide

2 3 4

Factor reumatoides Anticuerpos antinucleares

Anticuerpos contra GPI Anticuerpos contra Sa

Anticuerpos contra la cardiolipina Anticuerpos contra la queratina 4

0 Anticuerpos contra el factor perinuclear Anticuerpos contra el colĂĄgeno II Anticuerpos contra los pĂŠptidos citrulinados 4 '4``

5 6

s e

7

n o

jado en la tabla 1, salvo los anticuerpos contra la D-glucosa-6-fosfato aldosa-cetona-isomerasa, reaccionan frente a antĂ­genos con un elevado contenido de residuos de citrulina. La citrulina es un aminoĂĄcido inusual resultante de la deiminaciĂłn del ? ? ? K % 7 0 ?5

? %

9

i c

10

a c

11 12 13

i l b

14 15

H

16

N

O

17 18

io

19

c i v

20 21

r e

22

24

S

e d

u P

O

N

Peptidil-Arginina deiminasa

NH

H2 N

H

NH

Ca++ N H2

O

L-Arginina

N H2

L-citrulina Figura 7. TransformaciĂłn arginina en citrulina

& 5 ?

! ?5 ? !

`] HK % M

?

™ ™ 8

0

1087 1087

C

U

( " ) + Z -

8

23

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

pĂŠptido cĂ­clico citrulinado de primera generaciĂłn (CCP-1)m derivado de la citrulina,

2

! "

V2 ]33 % ' "

) 5 $$M % 7 ) 5 " ?+ ?

3 4 5 6

s e

7

matoide, ya que se puede detectar de 2 a 5 aĂąos antes de la apariciĂłn de los sĂ­ntomas.

n o

8

TambiĂŠn se detectan antes que el factor reumatoide. La electroforesis de proteĂ­nas sĂŠricas suele presentar aumentos de D2-globulina, " ? ? ! " ! % La vasculitis de la artritis reumatoide suele acompaĂąarse de crioprecipitados de in ? ! )

! 8

% 1 " biĂŠn anticuerpos antinucleares.

9

i c

10

a c

11 12

i l b

13 14

2.c Z& Z ["

15

17 18

o i c

e d

2.c.1 Manifestaciones clĂ­nicas

19

i v

Afecta principalmente a mujeres entre los 30 y 50 aĂąos, aunque puede presentarse a cualquier edad.

20 21

r e

22

24

u P

7 + (8°? (( Z 0 desconocida, que puede presentarse de forma aislada o asociada con otras enfermedades autoinmunitarias.

16

23

U

?5 "

K 23

\2 % AdemĂĄs los anticuerpos contra los CCP presentan una serie de ventajas, ya que existen evidencias de que su positividad puede indicar una evoluciĂłn a artritis reu-

S

( " 0 +? =&4 �2 #'` #'ˆ # ˆ `

#— con pacientes con SS primario. Desde el punto de vista clínico se caracteriza por sequedad de la disminución de la secreción de las glåndulas salivares y lagrimales, produciendo queratoconjuntivitis seca, xerostomía, y artritis reumatoide u otra enfermedad del tejido conjutivo

1088 1088

A

C

ninguna otra proteĂ­na conocida, pero la sensibilidad del ELISA que lo utiliza como


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.c.2 Hallazgos de laboratorio

2

Los pacientes con SS presentan anemia, leucopenia y aumento de la velocidad de se-

3

0 ? ! ™(} % 7 Z 8 ) 0 * ! 8 % 7 K3 4<4 ) 0 " ?5 % 1 " 4<4 ? +?

R +-

4 5

U

bles con ĂĄcido. Uno de estos antĂ­genos, denominado SS-B, es relativamente especĂ­-

6

s e

((% ! 5 +? (( 4

((

&7(% 1 " ! (( 4 (( Â? % 4 *

3 (( -

7

n o

8

4' +? ) % (

! ) " ? ? ! ? % ˜ sionalmente puede aparecer una paraproteĂ­nemĂ­a monoclonal Ig M, que suele ser kappa. & " ? ? ! ) 0 ticuerpos sugiere la apariciĂłn de linfoma. El factor reumatoide suele estar presente en la mayorĂ­a de los casos. 7 `3 " 0 0? parte de los linfocitos. Algunos pacientes presentan disminuciĂłn del nĂşmero de linfocitos T circulantes en sangre perifĂŠrica.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

18

2.d Esclerodermia sistĂŠmica

19

La esclerodermia sistĂŠmica es una enfermedad de causa desconocida caracterizada por un aumento del depĂłsito de colĂĄgeno en la piel.

i v

20 21

r e

2.d.1 Manifestaciones clĂ­nicas

22 23 24

o i c

S

Afecta principalmente a mujeres entre los 30 y 40 aĂąos, pero puede presentarse a cualquier edad. 7R 0 ? 5 +? " ! #'] #'` #' % La esclerodermia puede ser sistĂŠmica o localizada. 1089 1089

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.d.1.a Esclerodermia sistĂŠmica

2

2.d.1.a.a Esclerodermia sistĂŠmica cutĂĄnea difusa (DCSSC)

3 4

Se caracteriza por presentar engrosamiento de la piel en cara, cuello, tronco y afectando de forma simĂŠtrica a los dedos, manos, brazos y piernas.

5

Es una enfermedad de comienzo rĂĄpido y frecuentemente suele aparecer des-

s e

7

n o

8

2.d.1.a.b Esclerodermia sistĂŠmica cutĂĄnea limitada (LCSSC) Presenta engrosamiento de la piel limitada a los dedos, parte distal de los brazos, las piernas, cara y cuello. La enfermedad se presenta despuĂŠs de un fenĂłmeno ini ' % M 0 " 0 ciĂłn de los dedos. 7 ?

+ $'7( 0 ' 0 *?

? % M ) 0 ) !

) ) K3 9 %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

17 18 19

o i c

e d

\ ! El paciente presenta una esclerodermia sistĂŠmica cutĂĄnea difusa o localizada sin datos clĂ­nicos o de laboratorio para poder establecer el diagnĂłstico.

i v

20 21

r e

22

24

u P

2.d.1.a.c SĂ­ndromes de superposiciĂłn Cuando el paciente presenta una Esclerodermia sistĂŠmica cutĂĄnea difusa o limitada junto a la presencia de una o mĂĄs enfermedades del tejido conjutivo.

16

23

U

5 0 ' % M 0 gastroinstestinal o renal. Se caracteriza por presentar una evoluciĂłn variable, aunque 0 ) )

H3 V3 ]3 %

6

2.d.1.b Esclerodermia localizada

S

2.d.1.b.a Morgea en placas o gutatta M ! 5 8 ! * sistĂŠmica.

1090 1090

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.d.1.b.b Esclerodermia lineal M ! ! 0 ?

! R

2

afectan a la piel y tejidos profundos.

3 4

A

5

s e

7

& " ? ? ! %

n o

La mayorĂ­a de los pacientes presenta tĂ­tulos altos de factor reumatoide y ANA con 0

% & 4<4 + 9 + cleares o nucleolares. ( +

5 antitopoisomerasa I (Scl-70), pero presentan una escasa sensibilidad diagnĂłstica ya % La detecciĂłn de anticuerpos anticentrĂłmero (ACA) es frecuente en los pacientes 7

5 * 9

+ $'7( no se encuentran en la esclerodermia sistĂŠmica cutĂĄnea difusa, pero tambiĂŠn puede encontrarse en cirrosis biliar primaria (CBP), en la artritis reumatoide y el LES. Otros anticuerpos presentes en la ESP son los dirigidos frente a proteĂ­nas nucleo ! + ? 9

" +

> % En los pacientes con esclerodermia y polimiositis pueden encontrarse anticuerpos frente a la proteĂ­na nucleolar PM-Scl.

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

i v

20 21

r e

2.e Polimiositis-dermatomiositis

22

24

U

Normalmente nos podemos encontrar anemia normocĂ­tica normocrĂłmica propia Z 0

6

23

C

2.d.2 Hallazgos de laboratorio

S

& Z

h

5 y cuando se acompaĂąa de lesiones dĂŠrmicas se denomina dermatomiositis.

1091 1091


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.e.1 Manifestaciones clĂ­nicas

2

La enfermedad puede ser aguda o crĂłnica. Presenta dos picos de incidencia, uno

3

en la infancia y otro en la edad adulta aunque se puede presentar a cualquier edad. En adultos afecta principalmente a mujeres, mientras que en la infancia no existen diferencias entre los sexos.

4 5

La enfermedad se puede subdividir en cinco categorĂ­as:

6

• • • • •

7 8 9

s e

Polimiositis idiopĂĄtica. Dermatomiositis idiopĂĄtica.

U

n o

Polimiositis-dermatomiositis asociada a cĂĄncer.

i c

11

Polimiositis-dermatomiositis de la infancia y polimiositis-dermatomiositis asociada a otras enfermedades reumĂĄticas (SS, LES, ESP, enfermedad mixta del tejido conjuntivo).

12

La enfermedad se caracteriza por presentar un comienzo en adultos caracteri-

13

zado por debilidad muscular proximal, progresiva, insidiosa y poco dolorosa , mien 80)

9 " !

10

16

tan cĂŠlulas mononucleares principalmente linfocitos CD8 activados rodeando e inva ! % 4 *

* $#2 " que la presencia de cĂŠlulas citotĂłxicas es 4 veces mĂĄs frecuente que de cĂŠlulas supresoras. Mientras que en la dermatomiositis las cĂŠlulas mononucleares que predominan son los linfocitos B.

17 18 19

o i c

e d

i v

20

( " + tis, aunque no se conoce muy bien su papel.

21

r e

22

24

u P

! ? % # ) ) ? " ! ) -

15

23

a c

i l b

14

S

2.e.2 Hallazgos de laboratorio AnalĂ­ticamente podemos encontrar una anemia leve. Con frecuencia se aprecian ? ! ? ! % & 0 ! 0 una serie de enzimas al suero: aspartato aminotransferasa, alanino aminotrasferasa,

1092 1092

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

{ " ? )

Z 8 )

2

extensiĂłn de la masa muscular daĂąada y estĂĄn aumentadas en prĂĄcticamente todos los enfermos de polimiositis. 7 " ? ?-

3 4 5 6

s e

7

4'< ÂŽ ] % 7 ) !

-

n o

8

rrollo de la enfermedad pulmonar intersticial. & ;M1 ( +?

* cientes con polimiositis y esclerodermia. & '<M

ponente de la enfermedad mixta del tejido conjuntivo. 7 ? 0 " ? tes criterios:

9

i c

10

a c

11 12 13 14

• • • •

15 16 17

i l b

Miositis en la biopsia. ElevaciĂłn de enzimas musculares. Hallazgos miopĂĄticos en la electromiografĂ­a.

o i c

e d

2.f \ ] !

19

i v

La enfermedad mixta del tejido conectivo (EMTC) es un sĂ­ndrome caracterizado 0 &7(

4'% 7 +

20 21

r e

22

24

u P

Debilidad de la cintura pĂŠlvica o escapular.

18

23

U

depĂłsitos focales de complemento, Ig G e Ig M en las paredes de los vasos de los mĂşsculos y la piel afectos. I h !

M # " -

S

I] '<M !

+ +

h LES y ESP.

1093 1093

A

C

lobulinemia policlonal, factor reumatoide y ANA positivo. En los niĂąos se observan


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.f.1 Manifestaciones clĂ­nicas

2

Aparece principalmente en mujeres, entre 20 y 40 aĂąos, aunque puede presen-

3

tarse a cualquier edad. & + * w 0 '

" 0 -

4 5

Z " *? %

6 7

n o

8

En el laboratorio nos podemos encontrar con velocidad de sedimentaciĂłn globu-

9

i c

lar elevada (VSG), anemia y leucopenia moderadas, trombocitopenia (mĂĄs frecuente

" ? ? ! % < )

) { " ? dolasa debido a la afectaciĂłn de la musculatura proximal. 7 " ! patĂ­a, que en algunos casos son debidos a la presencia de depĂłsitos de C3 y C4 en la membrana basal glomerular. Podemos encontrarnos con el factor reumatoide y con frecuencia nos encontra

) 0 % 7 "

9? damental para el diagnĂłstico es la existencia de tĂ­tulos altos de anticuerpos contra el h

I] '<M 0

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

i v

20

2.g Espondilitis anquilosante

21

r e

22

24

e d

u P

) " !

? nos pacientes que estĂĄn en remisiĂłn sostenida.

19

23

s e

2.f.2 Hallazgos de laboratorio

U

S

& 74 Z 0 ? ) 9 ) ! Z

afectar a las articulaciones sacroilĂ­acas, columna vertebral y grandes articulaciones perifĂŠricas.

1094 1094

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.g.1 Manifestaciones clĂ­nicas

2

Afecta sobre todo a varones entre 15 y 30 aĂąos. Existe una asociaciĂłn con el antĂ­-

3

? =&4 Â? K

\3 74 +? % ˜ ' ! 5 asociaciĂłn con el HLA-B27.

4 5

s e

la EA, ya que existe una relaciĂłn entre espondiloartropatĂ­as e infecciones instestina

? " ?5 =&4 Â? K desarrollan la enfermedad cuando son criadas en medios libres de gĂŠrmenes. Esto

7

n o

8

induce pensar que la enfermedad podrĂ­a ser causada por un agente infeccioso, posiblemente >

!

, en individuos HLA-B27 susceptibles. En pacien-

9

i c

10

74 " ~? 4 >

!

R ) 9 +? >

!

=&4 Â? K sin embargo existen estudios discordantes sobre el papel de este microorganismo. & 9 ! " meses que aparece de forma insidiosa tras un reposo prolongado y que mejora con el ejercicio fĂ­sico.

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

& 74 " ? ? !

18

o ANA positivo. En la fase activa de la enfermedad suele encontrarse una anemia moderada y una velocidad de sedimentaciĂłn globular elevada. La determinaciĂłn del antĂ­geno HLA-B27 sĂłlo tiene interĂŠs para los casos dudosos.

19

o i c

i v

20 21

r e

2.h Enfermedad de Behçet

22

24

e d

u P

2.g.2 Hallazgos de laboratorio

17

23

U

Existen numerosas pruebas de las implicaciones ambientales en el desarrollo de

6

S

& Â? "ÂŻ 0 0 5 caracterizada por una triada de signos: estomatitis aftosa, ulceras genitales e uveitis.

1095 1095

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

2.h.1 Manifestaciones clĂ­nicas

2

La enfermedad afecta a adultos de ambos sexos, siendo mĂĄs frecuente en varo-

3

nes, mayores de 20 aĂąos. Las principales manifestaciones son la estomatitis aftosa, la uveitis y las Ăşlceras genitales, aunque puede presentarse tambiĂŠn vasculitis, aneurismas arteriales pul-

4 5

U

? ! Z !

6

s e

epididimitis. Algunos estudios demuestran un aumento de la frecuencia de HLA-B5 y HLA-B51. 7

" ) +? -

7

n o

8

Z 0 ) cular de inmunoglobulinas y anticuerpos anticitoplasmĂĄticos circulantes. Los linfocitos T cooperadores circulantes estĂĄn disminuidos y los linfocitos TJ-G y 5 <> %

9

i c

10 11

a c

i l b

12 13

2.h.2 Hallazgos de laboratorio

14

7 ? 0 + "

9? ! + ) Z

) 0 )

0 ? ! " ? ? ! D2-globulinas y leucocitosis leve).

15 16 17 18

existen diferentes tĂŠcnicas para la detecciĂłn de autoanticuerpos, las principales son:

i v

20 21

r e

3.a * +

22

24

u P

3 TÉCNICAS DE DETECCIÓN DE ANTICUERPOS

19

23

o i c

e d

S

Ha sido la tĂŠcnica mĂĄs empleada para la detecciĂłn de la mayorĂ­a de los autoanti % $

9 8 "

%

1096 1096

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Los tejidos, tras su obtenciĂłn, deben congelarse rĂĄpidamente bien con nieve car-

2

bĂłnica o con nitrĂłgeno lĂ­quido. Una vez congelado el tejido, se realizan cortes con un criostato, los cortes deben tener un grosor de 4 Pm. En la actualidad los cultivos celulares estĂĄn reemplazando los tejidos animales. Un

3 4 5 6 7

s e

ceĂ­na y la rodamina B.

8

n o

& Z % 4 * 9

Z % 7

Z ~‘~ ) ventajas: 1. Es la tÊcnica patrón o Gold Standard.

9

i c

10

a c

11

i l b

12

2. Permite detectar fallos en el procesamiento de la muestra. 3. Pueden observarse patrones de IFI y patrones citoplasmĂĄticos que nos pueden "

? 0 %

13 14 15

u P

16

Y como inconvenientes: 1. M ? ) ? +? ' ÂŽ ] %

17

2. Es una tĂŠcnica subjetiva.

18

& Z w

19

1. M 0 " ?5 ? % 2. M 0 5 ? ` % 3. PatrĂłn moteado. a. 1 ? ? H %

21

r e

22

24

o i c

i v

20

23

U

7 Z ) Z ? % & *

Z -

S

e d

b. 1 ? % c. $ 0 ? K % d. <

# ? 2 %

1. M 0

? V % 2. M 0 ! ? \ % 1097 1097

A

C

tipo celular muy utilizado es el Hep-2.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

3. M 0 " 0 % a. Anticentriolo (Figura 10). b. 1(4 ! 0 ? ]] % c. <I14 ? ] %

2 3 4

A

C

d. MSA-2 (Midbody-bridge intercelular).

5

1. anticitoplasma a. } ? ]` %

6 7

s e

b. ' ! ? ]H & 0 ? ] } ? ? ]V % c. $

? ]K %

n o

8 9

i c

< ) Z ! ) ) 0 0

0 ? ]2 %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

U

e d

u P

Figura 8. Patrรณn centrรณmero

Figura 9. Patrรณn nuclear dots

S

1098 1098


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9 10

i c

Figura 10. Patr贸n antimembrana

Figura 11.Patr贸n anticentriolo

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

Figura 12. Patr贸n MSA

Figura 13. Patr贸n NUMA

S

1099 1099

U


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

Figura 14. Patrรณn granular

7

Figura 15. Patrรณn Ribosomal

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

Figura 17. Patrรณn aparato de Golgi

i v

20

23

e d

Figura 16. Patrรณn lisosomal

u P

S

Figura 18. Citoesqueleto

Figura 19.

1100 1100

U


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

3.b RadioinmunoanĂĄlisis

2

Se usa principalmente para la detecciĂłn de anticuerpos anti DNA. Se basa en la

3

capacidad del anticuerpo para unirse al antĂ­geno marcado con un isĂłtopo radiactivo. Para ello, incubamos el suero del paciente con ADN marcado y esperamos a que se formen los inmunocomplejos y los precipitamos con sulfato de amonio o polieti-

4 5

U

lenglicol. Posteriormente medimos la cantidad de radiacciĂłn que emiten los isĂłtopos

6

s e

unidos a los inmunocomplejos.

7

n o

8

3.c AglutinaciĂłn

9

Nos sirven para detectar el factor reumatoide, los ENA y reagĂ­nas. Se basan en la ? ? 0! 8 " ? 0 +culas sintĂŠticas recubiertas con antĂ­genos.

i c

10

a c

11

i l b

12

3.d PrecipitaciĂłn en gel (inmunodifusiĂłn y contrainmunoelectroforesis)

13

Son las tĂŠcnicas mĂĄs usadas actualmente para detectar ENA y factor reumatoide, ya que llegan a incrementar la sensibilidad de las pruebas. Se basan en enfrentar el antĂ­geno y el suero del paciente, siendo depositados en el gel de agarosa en pocillos. Esperamos a que difundan en el gel, libremente (inmunodifusiĂłn) o ayudados por un campo elĂŠctrico (contrainmunoelectroforesis), y donde + %

14 15 16 17 18

o i c

19

i v

Es la tĂŠcnica mĂĄs sensible, ya que detecta la menor cantidad de anticuerpos. Puede utilizarse para estudiar cualquier anticuerpo antinuclear.

21

r e

22

24

u P

3.e ELISA

20

23

e d

S

$ 8

+? !

? ! " mana marcado con un enzima. Posteriormente se aùade el sustrato adecuado y el 0? 0 ‘ ? ]\ %

1101 1101

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9 10

Figura 20. ELISA

i l b

12

3.f Inmunoblotting

14

16 17 18

o i c

e d

enzima. Posteriormente se aĂąade el sustrato enzimĂĄtico y el cromĂłgeno, pudiendo 0 ? ] %

19

i v

20 21

r e

22

24

u P

La tĂŠcnica consiste en enfrentar el suero del paciente con los antĂ­genos separados mediante electroforesis en geles de poliacrilamida y electrotransferidos a un papel e nitrocelulosa. Los antĂ­genos se solubilizan con dodecil sulfato de sodio y mercaptoetanol. Una vez que se unen a la nitrocelulosa se incuban con el suero del paciente y ? ! "

15

23

i c

a c

11

13

U

S

1102 1102


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

O

2

Anticuerpos antiinmunoglobulina humana marcados

Anticuerpos antinucleares del paciente

3

A

C

4 AntĂ­genos nucleares separados en gel de agarosa por un campo elĂŠctrico

5 6

s e

7

n o

Figura 21. Inmunoblotting

8 9

U

i c

10

3.g NefelometrĂ­a

11

Se utiliza principalmente para detectar el factor reumatoideo. Se basa en la mediciĂłn de la luz dispersada por la molĂŠcula.

a c

i l b

12 13 14

3.h InhibiciĂłn competitiva de la actividad enzimĂĄtica

15

7 ! 9 ÂŽ ] ? 9 " 4'< R de anticoagulante lĂşpico.

16 17 18

4 TIPOS DE AUTOANTICUERPOS

19

los autoanticuerpos son anticuerpos dirigidos contra antĂ­genos propios del or? % & 0

+? reconocen:

i v

20 21

r e •

22 23 24

o i c

e d

u P

S

• • •

Autoanticuerpos contra antĂ­genos localizados en el nĂşcleo celular. Autoanticuerpos contra antĂ­genos localizados en el citoplasma cĂŠlular. Autoanticuerpos contra antĂ­genos localizados en las mitocondrias y otros Ăłrganulos subcelulares. 4 0 ? + %

1103 1103


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.a Anticuerpos contra el nĂşcleo

2

4.a.1 Anticuerpos antinucleares

3 4

&

h

4<4 8 " ?5 autoanticuerpos que reaccionan contra antĂ­genos del nĂşcleo de la cĂŠlula, aunque al-

5

guno de ellos se pueden encontrar tambiĂŠn en el citoplasma.

U

& 5 0 * 9

* '~4

9 * 7~4 Z ~‘~ sobre cortes de tejido o cÊlulas de cultivo celular, principalmente Hep-2, tiene una

6

s e

7

n o

8

!

0 !8 )

9

% M " + 9 9 % 7 * 4<4 5

?

) +

) )

" fermedad autoinmune y cuando no se detectan se debe reconsiderar el diagnĂłstico. En la interpretaciĂłn de los ANA debe tenerse encuenta la concentraciĂłn, como el 0 0 "

9? + " )

4<4 ! 0 ] ] % La mayorĂ­a de los ANA que se producen de forma natural son Ig M y poseen una ! 8 ? % La prevalencia de los ANA aumenta con la edad y es mĂĄs frecuente en mujeres

" ! % 7 ! ) ) 0

5 -

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

u P

pleada y sobre todo del sustrato utilizado, asĂ­ se sabe que las cĂŠlulas Hep-2 son mĂĄs sensibles que los tejidos de animales, siendo su umbral de positividad diferente. AsĂ­ " 9 0

) ! ]J23 9 sustrato cĂŠlulas Hep-2 y valores de 1/40 cuando se utilizan tejido de animales.

18

23

e d

4.a.2 Anticuerpos anti -ADN

S

Los anticuerpos contra el ADN pueden dividirse en dos categorĂ­as: los autoanticuerpos frente al dsDNA (doble cadena) y/o ssDNA (cadena sencilla).

1104 1104

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Los anticuerpos contra ssDNA se pueden unir al dsDNA pero con baja avidez,

2

#<4 ) 9

Lupus eritematoso sistĂŠmico. Estos anticuerpos son frecuentes en el Lupus eritematoso sistĂŠmico y en otras

3 4 5

U

sĂ­ndrome de SjĂśgren y el lupus inducido por fĂĄrmacos. Pero tambiĂŠn pueden pre

" 0 ) ? merulonefritis crĂłnica y en la cirrosis biliar primaria.

6

s e

7

La utilidad clĂ­nica de los anticuerpos anti-ADN es limitada, siendo los anti-dsDNA,

n o

8

14

+

& tĂŠmico y permiten monitorizar la enfermedad en aquellos pacientes en son positivo. Los anti-dsDNA pueden ser del tipo Ig G, Ig M e Ig A, siendo los de mayor interes los de tipo Ig G, ya que los pacientes que lo presentan tienen una mayor incidencia de afectaciĂłn renal. & #<4 " 5 * 9

* 5 ‘ ~ Z recta, utilizando como sustrato de $ " ? 7&~(4

15

! ! ! 8 %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13

16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

Figura 22. Anticuerpos anti-dsDNA por IFI utilizando Crithidia luciliae

1105 1105

A

C

enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide, la esclerodermia, el


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.a.3 Anticuerpos anti-ENA

2

& 7<4 5 + " R + 0 -

3

ble salina de los nĂşcleos celulares, de donde deriva su denominaciĂłn (extractable

4

nuclear antigen), estando compuesto por una mezcla de antĂ­genos (principalmente, ( '<M (( 4J' ((! Â?J& ( K3 ÂŽ ] % Estos autoanticuerpos se utilizan como screening y cuando un paciente presenta + "

% & 7<4

" ? 0 ) nodifusiĂłn radial o contrainmunoelectroforesis. Como sustrato suelen utilizarse cĂŠlulas tĂ­micas de ternero.

5 6

s e

7 8 9

U

n o

i c

10

4.a.3.a Anti-Sm y anti-RNP

11

& +? ( '<M

& toso diseminado. Estos antĂ­genos son parte de partĂ­culas subcelulares compuestos '<4 5 % La partĂ­cula Sm es compleja, consistente en varias proteĂ­nas diferentes asociadas '<4

I] H V % 7 I '<M + !

+ abundante uracilo, que contienen una proteĂ­na de 70-kd y los antĂ­genos A y C. Aun R * ]3 I '<M 5 + I] '<M

I '<M% ( * I] ' M

+ + + I] '<M

'<M I]'<M%

a c

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

21

ClĂĄsicamente se diferenciaban en funciĂłn de su sensibilidad a la ribonucleoproteasa '<M !

( % Es frecuente la determinaciĂłn simultĂĄnea de ambos anticuerpos. La inmunodi 0 " 5 * * 9

r e

22

24

u P

i v

20

23

o i c

e d

S

contrainmunoelectroforesis y los enzimoinmunoensayos, aunque son menos espe + 0 ! % 7 (

0? * + &7( ! ! 8 3 H3 %

1106 1106

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

7 I]'<M

&7( 71 $

2

"

(( 4'

% 4 +

) ? tiva de EMTC.

3 4 5 6 7

n o

& +? ' (( 4 & (( Â? !

+ " cados en la transcripciĂłn proteĂ­ca y en la translaciĂłn. Se trata de anticuerpos dirigi-

9

i c

8 '<4 + 5 una localizaciĂłn preferentemente citoplasmĂĄtica. No se detectan por IFI sobre sustrato animal, por lo que pueden dar ANA negativos. La tĂŠcnica mĂĄs usada para su determinaciĂłn es la inmunodifusiĂłn doble, aun "

5

enzimoinmunoensayos. El enzimoinmunoensayo es mĂĄs sensible y detecta concentraciones mĂĄs bajas de autoanticuerpos. Son anticuerpos muy estables, por lo que raras veces llegan a negativizarse. Su presencia de forma aislada tiene gran valor diagnĂłstico en pacientes con SS primario y algunas variedades de lupus (cutĂĄneo subagudo y neonatal).

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

4.a.3.c Anti-Scl-70 y anticentrĂłmero

i v

20

( +

5 % (

asociarse a manifestaciones clĂ­nicas contrapuestas, y es muy rara la presencia de ambos anticuerpos en un mismo individuo.

21

r e

22

24

s e

4.a.3.b Anti-SS-A (anti-Ro) y anti-SS-B (anti-La)

8

23

U

] & presentan sĂ­ntomas de solapamiento con esclerosis sistĂŠmica y polimiositis.

S

Algunos estudios establecen que la presencia de anti-Scl-70 es un indicador de ) 0

! % 1 0 "

$'7( %

1107 1107

A

C

1

I '<M

] 71 $


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Los anticuerpos anticentrĂłmero suelen ser ANA negativos por IFI sobre tejido de

2

% (

! +

" = % ( " " ?

0 $7<M 4 Â? $ # 7% & 0 0 " -

3 4 5 6 7

s e

$'7( %

8

n o

El anti-Scl-70 es un anticuerpo dirigido contra la topoisomerasa I. La tĂŠcnica mĂĄs 0 0 !

% ( "

3 H3

)

) K % ( 0 * R incidencia de lesiones viscerales, por lo que constituye un marcador de mal pronĂłstico de esta enfermedad.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13

4.a.3.d Anticuerpos antihistonas & " ? + !* ) das en el nĂşcleo de las cĂŠlulas eucariotas. Existen 5 clases mayores (H1, H2A, H2B, H3 y H4) y un gran nĂşmero de subti % & "

4#<

) % 7R w Z 8 0

' ! ? enzimoinmunoensayo. ( + "

" -

14 15 16 17 18 19

8 ) % & 0 0 " de lupus farmacolĂłgico.

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

i v

20

23

U

&

3 un marcador de formas de esclerodermia cutĂĄneas limitadas y con menor incidencia 0 ) % 4 + "

?h

3 \3

S

4.a.3.e Anticuerpos antiaminoacil tRNA sintetasas & '<4 9 * 9 0 * '<4 %

1108 1108

A

C

mostrado relevancia clĂ­nica.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

= " " 0 V 9 % 7 -

2

+? * " '<4 ! 5 +? Jo-1. Los autoanticuerpos que origina son de clase Ig G, y principalmente Ig G1. ( "

]

3 4 5 6

s e

7

n o

8

4.a.3.f Otros anticuerpos de la polimiositis 7 +? ('M

0

que las proteĂ­nas formadas entran en el retĂ­culo endoplĂĄsmico. Los anticuerpos an ('M H + Z * % 7 anticuerpos se asocian con mala respuesta al tratamiento y mal pronĂłstico. & 1

+ cos de la miositis/polimiositis, en que no se dirigen contra estructuras citoplasmĂĄticas sino estructuras nucleares. El antĂ­geno de estos anticuerpos es un miembro de

"

H (<‘J'4#% & "

9 0 ? nĂłmica y en la expresiĂłn, reparaciĂłn y segregaciĂłn de cromosomas. Los anti Mi-2 se asocian casi exclusivamente en pacientes con dermatomiositis y son dtectadas en un ] 3 % ˜ +? * ‘ 1 >ÂŽ descritos en un nĂşmero muy reducido de pacientes.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

4.b W

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

i v

20

23

U

? w ]33 ! 3 ) 3 \3 0 ' constituyendo el denominado sĂ­ndrome antisintetasa o anti-Jo1.

S

&

0 4<$4 ? +

0 " %

( " ?5 ) +

? * * 0 % ( " tes proteĂ­nas contra las que reaccionan estos anticuerpos como son la elastasa, la

1109 1109

A

C

marcador de un subgrupo especial de polimiositis que clĂ­nicamente se caracterizan


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

} + 0 K " R * -

2

M'`

R 1M˜ % & 4<$4 " ! Z + 9 0 " 8 0 Z -

3 4 5 6 7

Z + 0 8 %

8 9

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

Figura 23. c-ANCA

S

1110 1110

s e

n o

i c

10

23

U

4<$4 Z + * 9

0!

0 ? H Â? 0 + 4<$4 Z +

0 8 ?

A

C

+ + ! * 4<$4 ? `


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

io

19

21

r e

22

24

Figura 24. p-ANCA

c i v

20

23

e d

u P

S

1111 1111

U


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 Figura 25. a-ANCA

9

i c

10

Actualmente, existen inmunoanĂĄlisis de fase sĂłlida (ELISA) para la detecciĂłn de

+? +

4<$4 % 4 + 4<$4 van actuar principalmente frente a la proteinasa 3 y los p-ANCA se asocian, mayoritariamente, con la mieloperoxidasa. Existe un tercer patrĂłn que es cuando presentan un patrĂłn atĂ­pico (a-ANCA) que se corresponde con autoanticuerpos contra antĂ­ge M'` 1M˜% 7 ) Z + tectar los ANCA es la interferencia de los Anticuerpos anti-nucleares (ANA), ya que la 4<4 " 4<$4 4<$4%

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

En estos casos se debe emplear el ELISA o determinar simultĂĄneamente los ANA ! 5 = 4<$4 ! 0 8 % Los ANCA se detectan principalmente en los pacientes con vasculitis y con glomerulonefritis necrosantes, son frecuentes en pacientes con vasculitis renales, con

18

23

U

S

M4<

+ $" ? ( ! 5 detectarse en el lupus eritematoso diseminado, las conectivopatĂ­as y otras enfermedades autoinmunitarias. Existe una fuerte asociaciĂłn entre c-ANCA con la granulomatosis de Wegener, los p-ANCA con la poliangitis microscĂłpica, vasculitis de pequeĂąo tamaĂąo y el sĂ­ndrome $" ? ( %

1112 1112


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.c Anticuerpos contra las mitocondrias y otros orgĂĄnulos subcelulares

2

7

? 0 " + 9 0

3

9 enfermedad.

4 5

4.c.1 Anticuerpos contra las mitocondrias

6

s e

La detecciĂłn de anticuerpos contra las mitocondrias (AMA) en el suero de los pa-

7

cientes es el marcador serolĂłgico mĂĄs importante para el diagnĂłstico de la cirrosis biliar primaria. A travĂŠs de diversas investigaciones, se conoce que la mayorĂ­a de los pacientes

n o

8 9

i c

con cirrosis biliar primaria poseen tĂ­tulos elevados de anticuerpos contra una familia de antĂ­genos denominados M2, que estĂĄn en el interior de las mitocondrias de las cĂŠlulas eucariotas. AdemĂĄs, sabemos que el antĂ­geno M2 es una lipoproteĂ­na de la membrana mitocondrial interna y que se encuentra presente en la mitocondrĂ­a, en las cĂŠlulas de grasa parda, en los tĂşbulos renales distales y en las cĂŠlulas acinares salivares, pancreĂĄticas y del tiroides. En 1988 se demostrĂł que el antĂ­geno M2 es el componente E2 del complejo mi ) " ? R %* " ? $

R (2-OADC). Este complejo multienzimĂĄtico esta formado por 3 complejos enzimĂĄ $

8 ) " ? M#$

8 * " ? �$˜

8 ? " ? (OGDC)). Cada uno de estos complejos enzimĂĄticos estĂĄ formado por tres subunida-

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

7] 7 7` ! 7

8 ? +? + % Los anticuerpos frente a la proteĂ­na PDC-E2 constituyen la prueba diagnĂłstica * !

! ) *

\ %

20

23

U

S

4 " ! 5 ! de estos antĂ­genos como la r-MIT3. ˜ 414 ! 7]

M#$ + – 7` proteínas).

1113 1113

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

& 414 ? ) ? 0

R 0

2

" !

2H \\ pacientes. En general un tĂ­tulo de AMA mayor o igual a 1:160, sugiere una cirrosis bi " ]3 -

3 4 5

U

& 414 + ! ] ! R " * ? ?5 %

6

s e

7

No existe relaciĂłn entre la gravedad de la enfermedad y el tĂ­tulo, ni con su presen-

n o

8

cia; por lo que no pueden utilizarse para seguir el curso de una enfermedad. Tam R ! 0

+

la respuesta al tratamiento. 7R \ 414 1] 1\ % 4 + 1] " + 1K *? 1`

* 1V " * 1 con enfermedades del colĂĄgeno, los M4 y M8, aparecen en pacientes con cirrosis biliar primaria con la evoluciĂłn mĂĄs grave de la enfermedad. & 5 0 9 Z + 7&~(4 " ! 0 ) + 9 % = + ? 9

? Z 9

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

8

"+? 0 0 ? 5 Hep-2.

18

o i c

19

i v

20

4.c.2 Anticuerpos contra el musculo liso

21

Los anticuerpos contra el mĂşsculo liso (ASMA o AML), junto con los ANA, son los 0? " ] 4~= ] " * )+ ? 0 " -

r e

22 23 24

S

roĂ­na y en la infertilidad femenina.

1114 1114

A

C

tan un tĂ­tulo menor 1:16.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

& +? ?

-

2

" microtĂşbulos). Los antĂ­genos contra los que actuan los autoanticuerpos son:

3 4

•

5 6

8

• •

9 10

•

11 12

pacientes con AIH-1, ya que en otros casos donde se detecta ASMA, van a reaccionar contra otros constituyentes citoplasmĂĄticos distintos de la actina.

n o

& )

%

i c

La desmina, que es una molĂŠcula muy conservada evolutivamente y puede coexistir con la vimentina en la misma cĂŠlula.

a c

Tubulina

i l b

& 41& " ] ! + % M R ) " " * -

13 14

u P

macos y en otras enfermedades como el lupus eritematoso sistĂŠmico, la uveitis, la " 0 0 8 )

15 16

e d

> ˆ { 0

) " ciones vĂ­ricas. TambiĂŠn puede encontrarse en personas sanas. & 41& + 4~= ] *

\3 4~= ] ?

17 18 19

o i c

i v

20 21

!

3 ! " ]% & 41&

" * 4<4 41& R " de tipo 1.

r e

22

24

s e

S

7 5 0 * 41& Z 9 ! 8 0 ? 0 "+gado de rata o ratĂłn sano.

1115 1115

C

U

) % 4 + ‘

+? +

7

23

La actina, que es una proteĂ­na globular que puede presentarse como G actina, forma monomĂŠrica, o como F actina, forma polimerizada, y es forma biolĂłgica-

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

& 41& Z 0 su apariencia:

2

• • •

3 4 5 6

AML-V (VĂĄsos): tiĂąe exclusivamente las paredes de los vasos. AML-G (GlomĂŠrulo): tiĂąe las paredes de los vasos y los glomĂŠrulos. AML-T (Tubular): tiĂąe los glomĂŠrulos enteros y cuando el tĂ­tulo es elevado, apa !

%

s e

U

7

El patrĂłn de los anticuerpos contra la actina tiĂąen el riĂąon, dando un patrĂłn AML-T,

8

! 5 Z

"+? % ( ) ! " 0 5

n o

9

i c

mesangiales de los glomĂŠrulos renales. = " 0

10

a c

? ) Z % ˜ 5 0 " ? -

11

i l b

12

0 ? *

*

9 inmunotransferencia.

13 14

u P

15

4.c.3 Anticuerpos contra los microsomas hepĂĄticos y renales (LKM)

16

& " *

&>1 * ? +?

+ *

" % 7 ! ! 9 Z

17 18

"+? 0 ! ) ) " ! R

+

&>1 ) { ? %

19

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

S

1116 1116

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1 2 3

A

C

4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

Figura 26. Anticuerpos LKM

10

a c

11

Existen 4 tipos de autoanticuerpos:

12

•

13 14 15

•

16 17

•

18 19

•

21

r e

22

24

i l b

4 &>1 ] +? 3 y 63 kDa, siendo el principal antĂ­geno el correspondiente a la banda de 50 kDa, 0

MH 3~~#V% 7 pos son de clase Ig G, principalmente Ig G1 e Ig G4.

u P

4 &>1

MH 3~~$\% ( "

* + % 4 &>1 ` + ? 0 ? % (

]3 ] 0

) " #%

o i c

e d

i v

20

23

U

S

Anti LM, reaccionan contra el citocromo P450IA2. Son detectados en pacientes " " 9 %

& &>1 ] " % 7 ! 5

K " patitis crĂłnica por el virus C, esto parece ser debido a el mimetismo molecular que existe entre el citocromo P450IID6 y la poliproteĂ­na vĂ­rica, posiblemene en personas ? 5 % ! 5 " ?+

1117 1117


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

} ) " +

2

transplantes y los linfomas. 7 5 *

Z !

0 414 ! 0 "+?

3 4 5 6 7

•

9

i c

& &>1 0 + * ) * 5! % & " ! llares aparecen mĂĄs positivos que los periportales.

a c

11 12

n o

$ 9 "+? 9 8 "+? 0 " w

10

i l b

1 &>1 ] ? " ! llares y los periportales. En el riùón, se utilizarå principalmente la tercera porción de los túbulos rena

0 " w

13

•

14 15

17

u P

& &>1 ] 0 " ?5 w & &>1 0 " ?5 %

16

e d

Otros mĂŠtodos empleados son:

18

•

19

o i c

&

5 * !

+ 0 &>1 ]% ! 5 &>1

i • v

20

&>1 ` &1%

21

r e

22

24

s e

! ) Z w

8

23

U

AMA tiùen las asas ascendentes de Henle y los túbulos distales en la mÊdula del riùón de rata. M &>1 ] &>1 "

S

ELISA, para detectar epĂ­topos conformacionales sobre el citocromo P450IID6.

4.c.4 Anticuerpos contra el receptor de la asialoglicoproteĂ­na (ASGPR) Estos anticuerpos estĂĄn dirigidos contra el receptor de la asialoglicoproteĂ­na, que R ! " % & 4(}M' " ! 0

in vitro. Son anticuerpos de

1118 1118

A

C

la diferencia estå en el riùón ya que ambos tiùen los túbulos proximales, pero sólo los


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

~? } ~? 1% 7 ~? 1 " -

2

taria en situaciĂłn de remisiĂłn clĂ­nica con tratamiento inmunosupresor, mientras que en los pacientes sin tratar se encuentra los isotipos Ig M e Ig G2. & 4(}M'

22 " -

3 4 5 6 7

9

n o

i c

4.c.5 Anticuerpos contra el citosol hepĂĄtico (LC1)

10

7 0 ? ? + 0 ]

"+? se desconoce la naturaleza del antĂ­geno LC1. 4 " &>1 ]

VK &$] h

? 0 % ( " * " * ! 5 " 0

) " $% & &$] ? )

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

inmunosupresora. & 5 0 9 Z !

inmunodifusiĂłn y la inmunotransferencia. & Z 9 "+? 0 0-

18 19

o i c

i v

20 21

? % 7 0 Z Z * " ?5 "

" ) " R ) % 7 0 &>1 ]% < Z -

r e

22

24

s e

es adecuada.

8

23

U

& 4(}M'

? 0 " 9

? tratamiento, ya que los anticuerpos desaparecen cuando la respuesta al tratamiento

S

cencia en el riùón. La tÊcnica de inmunotransferencia es la mejor tÊcnica para la detección de estos anticuerpos. 1119 1119

A

C

]H ! %


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.c.6 Otros anticuerpos

2

4.c.6.a Anticuerpos contra el antĂ­geno hepĂĄtico soluble Son anticuerpos dirigidos contra las citoqueratinas 8 y 18. ( " 0 ]

3 4

" ?5 "

9? % < -

5

s e

7

n o

8

4.c.6.b Anticuerpos contra hĂ­gado-pĂĄncreas 7 +? "+? * &M +

0 ? "

"+? * % (

? " 0 criptogĂŠnica

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

16 17

e d

pacientes. ( " ! mĂĄticos y con mejor evoluciĂłn clĂ­nica.

18 19

o i c

i v

20

4.c.6.d Anticuerpos contra la nucleoporina p62 ( + !

` los pacientes con cirrosis biliar primaria.

21

r e

22

24

u P

4.c.6.c Anticuerpos gp210 Son anticuerpos dirigidos conta una glucoproteĂ­na de 210 kDa de los poros de la membrana nuclear. ( + !

]3 HK

15

23

U

" 0

) $% (

? " 0 criptogĂŠnica.

6

S

4.c.6.e Anticuerpos contra la Sp100 Son anticuerpos dirigidos contara la Sp100, una nucleoproteĂ­na con un peso mo-

lecular de 100 kDa.

1120 1120

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4

]` HH ! " ? ) ) 0 * ) !

%

2 3 4

" ]%

6

s e

U

4.c.6.g Anticuerpos contra el receptor de la lĂĄmina B y contra la proteĂ­na de la leucemia promielocĂ­tica

7

n o

8

7 ! 8 !

9

?

h "

9? !

! maria, aunque es rara la apariciĂłn de alguno de estos anticuerpos sin AMA.

10 11

i c

a c

4.d W & "

i l b

12

Son anticuerpos dirigidos contra determinados componentes de los Ăłrganos y de los tejidos. Estos anticuerpos estĂĄn dirigidos:

13 14 15

•

16

u P

Contra componentes del sistema endocrino:

e d

17

Tiroides. PĂĄncreas.

18

CĂĄpsulas suprarrenales.

o i c

19

i v •

20 21

r e

22

24

C

(

K ! -

5

23

A

4.c.6.f Anticuerpos contra la ciclina A

S

Ovario. TestĂ­culo.

Otros Ăłrganos del cuerpos: Tracto gastrointestinal. Sistema nervioso. Piel.

' 0 %

1121 1121


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.d.1 Anticuerpos tiroideos

2

Existen varios anticuerpos contra el tiroides, los principales son:

3

• • •

4 5

A

Anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea (TPO). Anticuerpos contra la tiroglobulina Anticuerpos contra el receptor de la TSH.

C

6

s e

4.d.1.a Anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea La peroxidasa tiroidea es una glucoproteĂ­na de membrana con un grupo prostĂŠico

7

n o

8

" % 7 9 0 R % Los anticuerpos contra la TPO son policlonales y predominantemente tipo Ig G, subclases Ig G1 e Ig G4. La regiĂłn reconocida por los anticuerpos contiene dos dominios (A y B) sobre la 9 % 4 ? M˜ la tiroglobulina, lo que puede explicar la concurrencia de estos dos autoanticuerpos. & M˜ + = "

23 "

3 } ) � ˆ% ! 5 cuentra a bajas concentraciones en el carcinoma del tiroides, en la tiroiditis focal y "

3 ! 0 % La mayor correlaciĂłn se encuentra en las mujeres embarazadas asintomĂĄticas, aquellas que presentan mayores concentraciones en el primer trimestre del emba 9 ! !

"

% & 5 * Z ? V 7&~(4 pitaciĂłn de TPO marcado con 125I con la proteĂ­na A, la captura de los anticuerpos TPO y la detecciĂłn con TPO quimioluminiscente.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

i v

20

23

U

S

4.d.1.b Anticuerpos contra la tiroglobulina La tiroglobulina es una glucoproteĂ­na tetramĂŠrica de 650 kDa, siendo segregada al coloide por la cĂŠlula tiroidea, que interviniene en los procesos de formaciĂłn y alma " %

1122 1122


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

La tiroglobulina presenta varios epĂ­topos antigĂŠnicos, que son conformacionales y

2

9 ? " ?5 5 % Actualmente se considera que los anticuerpos contra la tiroglobulina participan en el inicio de la tiroiditis autoinmune pero que sĂłlo se desarrolla la enfermedad si se ac-

3 4 5 6

s e

7

+ 0 R " -

n o

8

dismo, en pacientes con bocio nodular y bocio coloidal, en pacientes con adenoma y * % ! 5 "

4 !

]2 8

8 " ! % & 5 * 9 Z " ? 0 *lisis inmunorradiomĂŠtricos y los ELISA.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13

4.d.1.c Anticuerpos contra el receptor de la TSH 7 (= (=' 5 tiroideas. Consta de dos subunidades (D y E). La subunidad D " !

? 0 (= !

bunidad E atraviesa la bicapa lipĂ­dica. 7R " !

(=% Los anticuerpos contra el receptor de la TSH estimuladores (TSAb) se correlacio )

" } )

14 15 16 17 18 19

21

(= " ! (Â?4! 0 " ) % La utilidad de los anticuerpos contra el receptor de la TSH son para el seguimiento y, ocasionalmente, el diagnĂłstico de la enfermedad de Graves.

r e

22

24

o i c

e d

u P

i v

20

23

U

anticuerpos contra la tiroglobulina forman inmunocomplejos que se depositan en el = " % & ? ! "

S

El principal mĂŠtodo de medida es un radioinmunoensayo competitivo entre el autoanticuerpo y una TSH marcada radioactivamente.

1123 1123

A

C

) 0R + % 4 ? "


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.d.2 Anticuerpos pancreĂĄticos

2

Existen diferentes autoanticuerpos contra componentes del pĂĄncreas cuya utilidad principal es el diagnĂłstico precoz de la diabetes tipo 1. Los principales autoanticuerpos contra el pĂĄncreas son:

3 4

• • • •

5 6 7 8

Anticuerpos contra la insulina.

s e

U

n o

i c

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

u P

4.d.2.b W & 5 ~$(4 contra los antĂ­genos presentes en la membrana plasmĂĄtica de las cĂŠlulas E de los is & ? "

* % 7 +?

) ? )+ *

17 18 19

o i c

e d

i v

20 21

aunque se cree que pueden ir contra el transportador de glucosa GLUT-2. & ~$(4 " !

? 5 " ! " ! + ! 0 % Los ICSA presentan menor utilidad clĂ­nica que los ICA, debido a su menor sensibili-

r e

22

24

4 5 ~$(4 % Anticuerpos contra la glutamato descarboxilasa (GAD).

Estos anticuerpos estĂĄn dirigidos contra el islote en conjunto y no sĂłlo contra las cĂŠlulas E. Existen diferentes antĂ­genos responsables, la mayor parte estĂĄn dirigidos ? " ? }4# V contra el antĂ­geno ICA-512. Su principal utilidad es determinar la susceptibilidad de sufrir una diabetes melli ] ! ! 23 ! \V \2 ! 5

] H ! 0 %

10

23

C

Anticuerpos contra las cĂŠlulas de los islotes (ICA).

4.d.2.a Anticuerpos contra las cĂŠlulas de los islotes (ICA)

9

A

S

0? 9 0 ! % 4 "

8 0 %

1124 1124


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.d.2.c Anticuerpos contra la insulina La insulina es un pĂŠptido de 51 aminoĂĄcidos formado por dos cadenas: A y B, uni-

2

das mediante puentes de disulfuro. Existen diferentes anticuerpos contra la insulina que reaccionan frente a diferentes epĂ­topos de la molĂŠcula. Los anticuerpos que predicen la apariciĂłn de la diabetes mellitus tipo 1 recono-

3 4 5

cen un epĂ­topo conformacional,que reconocen los epĂ­topos A8-A13 de la cadena A y

6

B1-B3 de la cadena B. Su principal utilidad es el diagnĂłstico precoz de la diabetes tipo I en pacientes muy jĂłvenes, sobre todo menores de 4 aĂąos. Esto es debido a que los pacientes menores

s e

7 8

i c

sulina al comienzo de la enfermedad. & 5 9 '~4 7&~(4%

10

a c

11

4.d.2.d Anticuerpos contra la glutamato descarboxilasa

i l b

12

La glutamato descarboxilasa es una enzima que cataliza la sĂ­ntesis del ĂĄcido J-ami ! + }4Â?4 " !

? % La GAD presenta dos isoformas: una de 65 kDa (GAD65) y otra de 67 kDa (GAD67). Ambas isoformas para ser activa necesitan del fosfato de piroxal. 7 8 * }4#

! R ? )

* " 0 ?0 *

"+gado. En el pĂĄncreas sĂłlo existe la isoforma GAD65. & }4# +

+

" ! +? de la diabetes tipo 1, no se detecta en otras enfermedades, salvo en la autoinmunidad poliendocrina, que estĂĄ asociada con la diabetes tipo 1.

13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

i v

20 21

& }4# ) !5

! ] + ! nitaria latente en el individuo o diabetes tipo 1,5. & }4#

+

" ! +?

r e

22

24

n o

de 4 aĂąos con diabetes tipo 1 presentan, en casi su totalidad, anticuerpos contra la in-

9

23

U

S

la diabetes tipo 1 reaccionan de forma diferente. AsĂ­ en los anticuerpos contra la GAD

+

" ! +?

1125 1125

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

(GAD65 y GAD67). Los anticuerpos contra la GAD encontrados en la diabetes tipo 1 re-

2

accionan sĂłlo contra la isoforma GAD65. & 5 *

'~4 7&~(4 0 9 * %

3 4

4.d.2.e Anticuerpos contra la ICA512/IA2 El ICA512 es un miembro de una famila de proteĂ­na-tirosina-fosfatasa transmem-

5

U

brana que se expresa predominantemente en las cĂŠlulas neuroendocrinas. Estas molĂŠculas se expresan en los islotes pancreĂĄticos, asociados con los grĂĄnulos secretores de las cĂŠlulas E% ( " ) +? ? * -

6

s e

7

n o

8

cretores de las cĂŠlulas E, que es la fogrina o IA2E, que presenta un gran similitud con

9

el antĂ­geno ICA512/IA2. 7 "

23 ! mellitus tipo 1 de reciente apariciĂłn y son especialmente Ăştiles para detectar personas con riesgo de desarrollar diabetes tipo 1. 7 5 *

'~4 7&~(4 cientes diabĂŠticos de la poblaciĂłn sana.

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14

u P

15

4.d.3 Anticuerpos contra las glĂĄndulas suprarrenales

16

Los anticuerpos contra las glĂĄndulas suprarrenales van dirigidos contra la enzima ] " ]K D " ]] R ?

17

desoxicorticosterona). Esta presente en los enfermos con enfermedad de Addison autoinmune. $ 5 9 Z 9 ? * " %

18 19

21

r e

4.d.4 Anticuerpos contra los espermatozoides

22

24

o i c

i v

20

23

e d

S

La presencia de anticuerpos contra antĂ­genos de los espermatozoides es caracte-

+ + 0? %

1126 1126

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Estos anticuerpos pueden detectarse tanto en varones como en mujeres. En las

2

mujeres suelen encontrarse tanto en suero (clase Ig G) como en secreciones del tracto genital (clase Ig A). 7 * 0

3 4 5 6 7

• •

8 9

s e

~Â? !

" %

i c

4.d.5 Anticuerpos contra componentes del tracto gastroinstestinal

a c

11

Existen diferentes anticuerpos que afectan al tracto gastroinstestinal, teniendo distinta utilidad.

i l b

12 13

4.d.5.a Anticuerpos contra la gliadina & ? 0 !

? ? !

" % & ? estĂĄ compuesta por mĂĄs de 50 componentes y todas ellas son tĂłxicas para los pacientes con enfermedad celĂ­aca. En estos enfermos tambiĂŠn son tĂłxicas las proteĂ­nas contenidas en la cebada, centeno y avena.

14 15 16 17 18

e d

u P

Los anticuerpos mĂĄs importantes contra la gliadina son de tipo Ig A e Ig G (principalmente subclases Ig G1 e Ig G3). La principal utilidad de los anticuerpos contra la gliadina es el diagnĂłstico y tratamiento de la enfermedad celiaca.

19

o i c

i v

20 21

r e

& 5

'~4 Z

7&~(4 Ăşltima la mĂĄs usada actualmente.

22

24

n o

14' 0 ? ! 9

10

23

U

$ 5 " 9 5 ? 0 ) 9 0 Z % Actualmente, las tĂŠcnicas mĂĄs usadas son:

S

4.d.5.b Anticuerpos contra la reticulina 7R '] ' '` 'H ' % & h + ']%

1127 1127

A

C

los gametos.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

& '] ! ) +

2

!

?

" % & '] ) 5 supresiĂłn del gluten de la dieta y vuelven aparecer cuando se introduce el gluten en

3 4 5 6 7

•

8 9

•

10

•

11 12

s e

n o

Fluorescencia alrededor de los túbulos, los glomÊrulos y vasos sanguíneos del riùón.

i c

‘ "+

5 )

"+? %

a c

‘

0 ? ! ! glĂĄndulas gĂĄstricas.

i l b

13

4.d.5.c Anticuerpos contra el endomisio 7 ! ! 0 ! musculares lisas y estriadas que se encuentran en el tercio medio del esĂłfago. Los anticuerpos contra el endomesio van dirigidos contra la enzima trasglutaminasa tisular, que es una enzima citoplasmĂĄtica, se piensa que actua estabilizando la

14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

llosidades intestinales. Actualmente los anticuerpos contra el endomisio no se suelen utilizar, siendo sustituidos por los anticuerpos contra la transglutaminasa tisular, ya que tiene su misma utilidad pero tienen la ventaja que existen mĂŠtodos automatizables por ELISA.

r e

22

24

e d

u P

matriz extracelular. &

~? 4 8

% 7 +

+ ) "

? ) -

18

23

U

7 5 * Z 9 8

% 7 0 + '] 9 presentar:

S

Los anticuerpos contral la transglutaminasa tisular son los Ăşnicos que se estĂĄn utilizando para detectar la enfermedad celĂ­aca, sustituyendo a los anticuerpos antigliadina y anti reticulina. 1128 1128

A

C

la dieta.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

4.d.5.d Anticuerpos contra las cĂŠlulas pariĂŠtales gĂĄstricas Los anticuerpos contra las cĂŠlulas pariĂŠtales (PCA) van dirigidos contra la enzima

2

H+J> + ATPasa gĂĄstrica, que se encuentra unida a la membrana de las cĂŠlulas secre-

3

toras gĂĄstricas. Esta enzima consta de dos subunidades (D y E).

4

bunidad D pueden reconocer el antĂ­geno desnaturalizado, mientras los anticuerpos dirigidos contra la subunidad E reconocen la forma nativa del antĂ­geno. La principal utilidad de estos anticuerpos es para el diagnĂłstico de la anemia per-

5 6 7

%

? 0 4%

8

n o

i c

ticuerpos contra los canalĂ­culos de las cĂŠlulas apriĂŠtales, sugiriendo una conexiĂłn

0 =

! ? 0 % 7 5 * 9 Z 9 ciones de estĂłmago de ratĂłn. Aunque ya existen ensayos de ELISA que detectan estos anticuerpos.

10

a c

11

i l b

12 13

4.d.5.e Anticuerpos contra el factor intrinseco El factor intrĂ­nseco es una glucoproteina formada por una cadena polipeptĂ­dica de `H3 * `V " ! % 7 + ! ) 9 + ileon. Existen dos tipos de anticuerpos contra el factor intrĂ­nseco:

14 15 16 17 18

• •

19

o i c

e d

u P

Tipo I.

i v

20 21

r e

22

24

U

7

`3 0 Helicobacter pylori se detectan an-

9

23

s e

S

Tipo II.

El tipo I se une al factor intrĂ­senco por el mismo lugar que la cobalamina, lo que

impide la uniĂłn factor intrĂ­nseco-cobalamina. El tipo II se une al lugar donde el complejo factor intrĂ­nseco-cobalamina se une a los receptores del ileon, impidiendo su uniĂłn.

1129 1129

A

C

& + ! % & -


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

7 + " -

2

trado en personas sanas. Se cree que estos anticuerpos aparecen de forma gradual y se incrementa cuando se altera la absorciรณn oral de la vitamina B12.

3

7 5

'~4 R 5 Z -

4 5

s e

7

? 0 0 Z intestinal.

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

4.d.5.f Anticuerpos anti-Saccharomyces cerevisiae (ASCA) Los anticuerpos anti-( " ) ? K "

6

S

Figura 27. Anticuerpos anti-Sacharomyces cerevisiae por IFI

1130 1130

A

C

rescencia con yodo radiactivo.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

& Z

? " 0?

2

?+ $ " 7$ $I colitis indeterminada., en las que la susceptibilidad a la enfermedad, fenotipo y respuesta al tratamiento esta determinada por la interacciĂłn entre factores genĂŠticos

3 4 5 6 7

n o

& Z

9 ? 0

" 5 Z ! otros antĂ­genos intraluminales en sujetos susceptibles genĂŠticamente 4

R 0? "

Z

" Sac-

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

" ) 4($4 0 ciĂłn perinuclear (p-ANCA). Los ASCA son de naturaleza IgG e IgA y reconoce secuencias de manosa presentes en la pared celular de la cepa Su 1 de ( " ) % & 4($4 "

$ " ! V3 23 \ % 4 * " ! ) ) cientes con ASCA positivos tienen una progresiĂłn mĂĄs rĂĄpida en su enfermedad que

4($4 ? ) % 7 ! 5 " tis ulcerosa pero con menor frecuencia. & 4<$4 "

H 2` 2 \ % & 4<$4 sentan reactividad cruzada con otros antĂ­genos citaoplasmĂĄticos, se localizan en la cara interna de la membrana citoplasmĂĄtico. El antĂ­geno al que se asocia los p-ANCA ! !

" ]% La combinaciĂłn de positividad para p-ANCA y negatividad para ASCA tiene una !

K { \K

o i c

e d

u P

i v

20 21

r e

22

24

s e

llo y evoluciĂłn de la enfermedad.

8

23

U

Z

!

factores genĂŠticos, ambientales y inmunolĂłgicos participan en su patogĂŠnesis. Los !

!

! Z +

-

S

1131 1131

A

C

y ambientales. A pesar de todos los avances, la etiologĂ­a de las enfermedades in-


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

que la negatividad de p-ANCA junto con ASCA positivos tiene una sensibilidad del

2

H\

\K $ " % 7 23 $ " R siguientes anticuerpos:

3 4

• •

5 6

•

7 8 9

•

11

•

12 13

•

14 15

(OmpC). Anticuerpos frente a secuencias bacterianas relacionadas con la enfermedad $ " ~ %

n o

i c

Los anticuerpos anti-I2, estĂĄn asociados con localizaciĂłn ileal de la enferme ) 0 ! ?+

5 ? %

a c

i l b

Los anticuerpos anti-OmpC, estĂĄn relacionados con un patrĂłn evolutivo de tipo perforante y estenosante. & 4($4

! + ?+

testino dĂŠlgado.

u P

& !h ? ! Z rias instestinales es difĂ­cil debido a la complejidad de los factores genĂŠticos, como son la ausencia de un patrĂłn de transmisiĂłn medeliana simple, la penetrancia incom

? " ? ? 5 * ) ?

16 17 18 19

o i c

e d

de susceptibilidad ' " R ? ! 9

]V

<˜# " $4'#] % ( " } \324 ? 4 -

i v

20 21

r e

22

24

s e

S

g702Trp y Leu1007fsinsC), la aparición de alguno de ellos multiplica por 2-3 el riesgo $ " % ‹ "

" ?0 taciĂłn, el riesgo aumenta 20-40 veces. 7 ? $4'#]

* ! ? <‘ {�

{Â? ) 0 Z %

1132 1132

C

U

Anticuerpos frente a la proteĂ­na C de la membrana externa de 7 " "

4 * "

) 0 w

10

23

Anticuerpos Anti-( " ) %

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

$

? <˜# J$4'#] 9 -

2

teĂ­na aberrante que altera la respuesta del sistema inmune frente a los gĂŠrmenes, disminuyendo la capacidad de los monolitos para reconocer a las bacterias en el intestino y da lugar a una respuesta inmunolĂłgica exagerada.

3 4 5 6

s e

7

4.d.6 Anticuerpos contra componentes del sistema nervioso

n o

8

Existen diferentes anticuerpos contra componentes del sistema nervioso. Los principales son los anticuerpos contra el receptor de la acetilcolina, loa anticuerpos contra la mielina y los anticuerpos contra el gangliĂłsido neuronal.

9

i c

10

a c

11

4.d.6.a Anticuerpos contra el receptor de la acetilcolina

i l b

12

El receptor de la acetilcolina es una glucoproteĂ­na con cinco subunidades, 2 subunidades D, una subunidad E, una subunidad J y una subunidad G. Estos anticuerpos son principalmente de tipo Ig G, predominando las subclases Ig G1 e Ig G3. La utilidad de estos anticuerpos es el diagnĂłstico de la miastenia gravis, pero su ausencia no excluye el diagnĂłstico. El tĂ­tulo de los anticuerpos no presenta correla-

13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20

4.d.6.b Anticuerpos contra la proteĂ­na bĂĄsica de la mielina La proteĂ­na bĂĄsica de la mielina es un componente fundamental de la mielina del )

`3 +

21

r e

22

24

e d

u P

ciĂłn con la gravedad de la enfermedad. $ 5 *

* Z zando como sustrato mĂşsculo estriado de mono o diafragma de rata) y ELISA

18

23

U

yorĂ­a de losestudios relacionan la presencia de mutaciones con un comportamiento mĂĄs agresivo de la enfermedad. Otros trabajos no encuentran esta asociaciĂłn.

S

sistema nervioso central. Las enfermedades autoinmunitarias del sistema nervioso central producen una destrucciĂłn importante de la mielina. La utilidad clĂ­nica que poseen estos anticuerpos es que presentan una correlaciĂłn con la actividad de la enfermedad. Estos anticuerpos se detectan en el lĂ­quido

1133 1133

A

C

4

? 8

<˜# J$4'#] -


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

cefalorraquĂ­deo y/o el suero de los pacientes con esclerosis mĂşltiple, neuritis Ăłptica

2

idiopĂĄtica auda y menos frecuentemente en pacientes con otras enfermedades neurolĂłgicas como el sĂ­ndrome de Guillain-BarrĂŠ.

3 4

4.d.6.c Anticuerpos contra el gangliĂłsido neuronal & ? ? 0 ? ? + *

5

U

" R ]

ĂĄcido siĂĄlico. ( +

? 0 R

6

s e

7

n o

8

) ? 0 !

"

9

enfermedades nerviosas perifĂŠricas.

i c

10 11

4.d.7 Anticuerpos contra la piel

12

4.d.7.a Anticuerpos contra los desmosomas

i l b

14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

medad activa. Los tĂ­tulos de anticuerpos se correlacionan con la actividad de la enfermedad y se pueden utilizar para el seguimiento del tratamiento. 7 ! 5 " alergia a la penicilina, en la necrolisis epidĂŠrmica tĂłxica, en el lupus eritematoso sis-

r e

22

24

e d

u P

teĂ­nas desmosĂłmicas, la placoglobina y las desmogleĂ­na 3 (Dsg 3). Los anticuerpos estĂĄn dirigidos principalmente frente a la desmogleĂ­na 3. & +

5 ? ) ?

5 ?

-

18

23

a c

Los desmosomas son molĂŠculas que mantienen la uniĂłn entre los queratinocitos epidĂŠrmicos. 7 5 ? ) ?

9 la formaciĂłn de vesĂ­culas intradĂŠrmicas, que afecta a las capas bĂĄsales de la dermis, ! 5 " 0 % 7 +?

5 ? ) ?

8 ]3 {# -

13

S

5 ? )

?

? en el liquen plano y en pacientes con anticuerpos contra los grupos sanguĂ­neos A y B.

1134 1134

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

7

5 ? w

2

•

3 4

•

5 6

•

7

M 5 ? ) ? 0 contra la desmogleĂ­na 3. M 5 ? ) ? *

tan anticuerpos contra la desmogleĂ­na 3 y demogleĂ­na 1.

s e

M 5 ? 0 ?leĂ­na 1.

n o

8

$0 5 " 9 Z +

9

i c

utilizando como sustrato esĂłfago de mono o esĂłfago de cobaya, y ELISA, para detectar anticuerpos contra la desmogleĂ­na 3 (siendo el mĂĄs usado en la prĂĄctica clĂ­nica).

10

a c

11

4.d.7.b Anticuerpos contra la membrana basal epidĂŠrmica

i l b

12

Estos anticuerpos estĂĄn relacionados con varias enfermedades ampollosas de la piel. La zona de la membrana basal epidĂŠrmica posee varias estructuras encargadas 9 0 " % Los antĂ­genos contra los que van dirigidos eston anticuerpos son el antĂ­geno

`3 Â?M `3

+?

]23 (BP180) y la D6E4 integrina.

13 14 15 16 17

" % 7 �M]23 *? ™~~ +?

?

!

" ! % ( +

? 0 ? w

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

7 Â?M `3 +? ]

?

* 9

18

23

U

S

• • • • • • •

M5 ? ) ? w ?

+ `% M5 ? w ?

+ ]% M5 ? * w + ~ Â?M `3% M ?

w Â?M `3 Â?M]23% Herpes gestacional: anticuerpos anti BP180. M ? w Â?M]23

% Epidermolisis ampollosa: anticuerpos anti BP180. 1135 1135

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

$ 5 5 " 9 Z 9 sustrato esĂłfago de mono) y ELISA

2 3 4

7 ! ! w ? -

5

ticuerpos contra la queratina y anticuerpos contra el factor perinuclear. 7 ) ? Z ? + `K {# que se produce en la capa granular de la epidermis y tiene abundantes aminoĂĄcidos

6

s e

7

n o

0 !

9 " cĂŠlulas corneas de la epidermis. 7 "

H3 matoide, especialmente en los pacientes con enfermedad mĂĄs severa y activa. Estos anticuerpos pueden aparecer varios aĂąos antes del comienzo clĂ­nico de la enfermedad, aunque pueden desaparecer posteriormente. Su utilidad clĂ­nica es el diagnĂłstico precoz de pacientes con enfermedad reuma * +

%

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

e d

Los principales anticuerpos van dirigidos contra la membrana basal glomerular,

17

que es una estructura en forma de barrera que separa las cÊlulas del tejido conjuntivo. En el riùón la membrana basal participa en el desarrollo, diferenciación y man

0 ? + 0 ? % Estos anticuerpos son de tipo Ig G, subclase Ig G1, aunque ocasionalmente pueden

18 19

o i c

i v

20 21

ser de tipo Ig A o Ig M. Y la estructura que reconocen el la cadena D3 del colĂĄgeno IV. Su principal utilidad es para el diagnĂłstico y seguimiento del tratamiento de la en } " ? renal.

r e

22

24

u P

4.d.8 Anticuerpos contra estructuras del riùón

16

S

Los anticuerpos contra la membrana basal tambien reconocen epĂ­topos comunes de las membranas basales alveolares y glomerulares.

1136 1136

C

U

!* % & ?

-

8

23

A

4.d.7.c Anticuerpos contra la queratina


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

5 ANTICUERPOS CONTRA PROTEĂ?NAS CIRCULANTES

2

La presencia de anticuerpos contra proteĂ­nas circulantes es detectada en algunas

3

enfermedades autoinmunitarias. Los principales anticuerpos contra proteĂ­nas circulantes son:

4

• • • •

5 6 7 8 9

El factor reumatoide. Los anticuerpos contra los fosfolĂ­pidos. Las crioglobulinas.

i c

Los factores reumatoides son autoanticuerpos contra determinantes antigĂŠnicos del fragmento Fc de las inmunoglobulinas Ig G. Estos autoanticuerpos reacciĂłnan contra la Ig G nativa, pero con mayor fuerza contra agregados de Ig G o Ig G desnaturalizada. El factor reumatoide pueden ser monoclonal o policlonal, principalmente de tipo ~? 1 ? K %

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

e d

u P

Lugar de uniĂłn

17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

n o

5.a Factor reumatoide

10

23

s e

Los imunocomplejos.

U

S

Lugar de uniĂłn

Cadenas pesadas

Cadenas ligeras

Carbohidratos

Fc

Figura 27. Factor reumatoide IgM

1137 1137

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

Los factores reumatoides reconocen varios determinantes distribuidos entre las

2

! ~? } " $= $=`% 7 " % &

" )

3 4 5 6 7

n o

< " tor reumatoide en el conjunto de los linfocitos B que segregan el factor reumatoide, " ! ) incrementada de los linfocitos T a las seĂąales colaboradoras. ( +

K3 \3 tis reumatoide, aunque un resultado positivo no diagnĂłstica una artritis reumatoide, " % 7 )

? " !servado que existe una buena correlaciĂłn entre su disminuciĂłn y el ĂŠxito del trata

% < " ! )

0 * % $ 5 9 " ? 0 Â’ -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

' ? 0 + * R

! + diometria, enzimoinmunoanĂĄlisis y radioinmunoanĂĄlisis. Siendo la nefelometrĂ­a el mĂŠtodo mĂĄs usado actualmente.

18 19

o i c

i v

20

5.b Anticuerpos contra los fosfolĂ­pidos (AFL)

21

r e

22

24

s e

tor reumatoide.

8

23

U

& ? + la poblaciĂłn y su expresiĂłn estĂĄ regulada durante el desarrollo del sistema inmuni % 7R 0 =&4 #'H -

S

Los anticuerpos contra los fosfolĂ­pidos son inmunoglobulinas dirigidas contra complejos de fosfolĂ­pidos y proteĂ­nas. La principal utilidad clĂ­nica de estos anticuerpos es la detecciĂłn del sindrome antifosfolĂ­pido primario, se conoce que estos anticuerpos no sĂłlo son marcadores de la enfermedad sino que contribuyen al desarrollo de las complicaciones de la enfermedad (trombosis, pĂŠrdidas fetales y trombocitopenia). 1138 1138

A

C

de factor reumatoide son la artritis reumatoide y el sĂ­ndrome de SjĂśgren.


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

7 ! 5 " )

2

enfermedades autoinmunitarias, en las infecciones, por la ingesta de determinados f´årmacos y en algunos cånceres. 7 "

5

+ -

3 4 5 6 7

• •

9 10

n o

Anticoagulante lĂşdico (AL).

i c

Anticuerpos contra la cardiolipina (ACA).

a c

La uniĂłn que se establece entre estos anticuerpos es indirecta, ya que requieren diferentes proteĂ­nas enlazantes, entre las que se encuentran la anexina V, la proteĂ­na

11

i l b

12

C, la trombomodulina y proteinglicanos (las mas involucradas son la protrombina y la E2 glicoproteĂ­na I (E2-GP I)).

13 14

u P

El anticoagulante lĂşpico y los anticuerpos anticardiolipinas son inmunolĂłgicamente diferentes, pero las manifestaciones clĂ­nicas asociadas a su presencia son muy

15

similares. Cada dĂ­a es mĂĄs importante detectar la presencia de anticuerpos antifosfolĂ­pidos por su marcada asociaciĂłn con fenĂłmenos trombĂłticos de tipo venoso, junto

16 17

e d

con pĂŠrdidas recurrentes de embarazo y la trombocitopenia inmune, constituyen el sĂ­ndrome antifosfolĂ­pido (SAF). Otras manifestaciones clĂ­nicas de este sĂ­ndrome son:

) ? ) " 0 ? % 7

diagnĂłstico de SAF debe tenerse en cuenta tanto los criterios clĂ­nicos citados como

! w "

9? + -

18 19

o i c

i v

20 21

r e

coagulante lĂşpico positivo en 2 o mĂĄs ocasiones separadas al menos 6 semanas. El SAF puede ser:

22

24

s e

7 w

8

23

U

! 5 " ! ) 9 producen anticuerpos contra los fosfolĂ­pidos de forma transitoria, entre ellas en el + %

S

• •

Primario, donde no se reconoce enfermedad subyacente Secundario a diferentes estados patolĂłgicos como enfermedades autoinmunes, malignas, infecciones o inducidos por drogas.

1139 1139

A

C

(8°? ) Z %


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

•

1

(+ + 0 9 toinmune severa aguda.

2 3

5.b.1 Anticoagulante lĂşdico (AL)

4

Estos anticuerpos son de clase Ig G y/o Ig M, que bloquea el complejo protrombinasa y por lo tanto, la generaciĂłn de trombina, lo que provoca in vitro una prolongaciĂłn

5 6

s e

de las pruebas de coagulaciĂłn dependiente de fosfolĂ­pidos: tiempo de coagulaciĂłn con caolĂ­n, Tiempo parcial de tromboplastina activada, tiempo del veneno de vĂ­bora '

! %

7

n o

8

7 +

" R gonal y no en bĂ­capas (fase lamelar), requiriendo la bivalencia del anticuerpo (Isotipo Ig G) para aumentar el enlace de protrombina a vesĂ­culas de fosfolĂ­pidos. La presencia del anticoagulante lĂşpico se caracteriza porque la alteraciĂłn del ensayo empleado para medir el tiempo parcial de tromboplastina no se corrige con la 0 " 5 ? 0 % ( " h

) gulante lĂşpico que crean un ambiente favorable para que se produzca un evento trombĂłtico:

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

1. ~ + (% 2. # 0

R ™ + % 3. 4 ) 5

R 0 5 " 0 VCAM-1 e integrinas D3 y E1, aumentado la formaciĂłn de tromboxano, creando

18

23

U

S

un estado protrombĂłtico. 4. 4 0

" ! )+ del factor tisular. 5. Facilita, vĂ­a E2-GPI, la eliminaciĂłn de cĂŠlulas apoptĂłticas por macrofagos e induce laliberaciĂłn de factor de necrosis tumoral D por monolitos.

1140 1140

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

6. Presenta reacciĂłn cruzada con glicosaminoglicanos, los cuales son los princi-

2

pales elementos no trombogĂŠnicos derivados de la uniĂłn del endotelio vascular con la antitrombina III. 7. Prolonga los tiempos de coagulaciĂłn,facilitando la interacciĂłn de la protrom-

3 4 5

plasminĂłgeno.

6

s e

U

7

5.b.2 Anticuerpos contra la cardiolipina

8

La mayorĂ­a de los anticuerpos contra la cardiolipina asociados al sindrome antifosfolĂ­pido, estĂĄn dirigidos contra epĂ­topos que son expresados en la E2-GPI, y no en la

n o

9

i c

cardiolipina, estos anticuerpos se unen a la E2-GPI en ausencia de fosfolĂ­pidos. AdemĂĄs de detectar anticuerpos contra E2-GPI, los mĂŠtodos convencionales de detecciĂłn de anticuerpos contra la cardiolipina, tambiĂŠn detectan autĂŠnticos anti * infecciosas. Los anticuerpos anticardiolipina patogĂŠnicos requieren la presencia de E 2-GP-I, a + fermedades infecciosas. ' " ? E 2-GP-I pueden tener una correlaciĂłn con las manifestaciones clĂ­nicas del sĂ­ndrome antifosfolĂ­pido primario mĂĄs importante que la correlaciĂłn que presenta el anticoagulante lĂşpico. Como mĂŠtodos de detecciĂłn de estos anticuerpos existen radioinmunoensayos y enzimoin-

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

munoensayos. Se debe informar los niveles IgG e IgM de anticuerpos anticardiolipina.

i v

20 21

r e

5.c Crioglobulinas

22 23 24

o i c

e d

u P

S

& 0 * 9 Â? ! ]\KHw

•

Tipo I: Incluye crioglobulinas compuestas por una inmunoglobulina monoclonal, siendo

* ~? 1 5 ~? } ~? 4% 7 "

1141 1141

A

C

!

) " ! 0

)


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

detectado principalmente en pacientes con mieloma mĂşltiple, macroglobulinemia de

2

waldestrĂśm, linfomas no Hodgkins y en la leucemia linfocitica crĂłnica.

•

Tipo II: Incluye las crioglobulinas mixtas compuestas por un factor reumatoide monoclo-

3 4 5 6

Tipo III. Son crioglobulinas mixtas compuestas por inmunoglobulinas policlonales que

8

n o

pertenecen a diferentes isotipos. La asociaciĂłn mĂĄs frecuente es factor reumatoide

9

i c

~? 1 ~? }% ( ! ) " )+ ! y parasitarias, asĂ­ como en enfermedades autoinmunitarias y tumorales.

10

•

a c

Tipo II y III. Son crioglobulinemias mixtas de tipo II y III, cuando no se detectan la enferme

*

" * crĂłnico.

11

i l b

12 13 14 15

u P

La crioglobulinemia conduce a una vasculitis sistĂŠmica debido a la obstrucciĂłn di ) Z 0

0 ? ! mediada, normalmente, por la activaciĂłn del complemento. La crioglobulina suele afectar principalmente a pequeĂąas arterias y venas, siendo

16 17 18

o i c

e d

sus manifestaciones mĂĄs frecuentes pĂşrpura, atrtalgĂ­a, debilidad muscular, neuropatĂ­a perifĂŠrica y afectaciĂłn renal. Las principales complicaciones de las crioglobulinemia implica los riĂąones y al sistema nervioso. La presencia de crioglobulinas debe estudiarse en todos los enfermos con mani-

19

i v

20 21

r e

22

24

s e

•

7

23

U

+ % ( " ! " 0 ) C, la mocroglobulinemia y en el sĂ­ndrome de SjĂśgren.

S

festaciones clĂ­nicas de vasculitis de vasos de tamaĂąo mediano y pequeĂąo, asĂ­ como

" 0? 0

) " $ ? +

%

1142 1142

A

C

nal (Ig M) y una inmunoglobulina G policlonal. Su uniĂłn produce inmunocomplejos


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

El principal problema que presenta su medida es que no estĂĄ estĂĄndarizada. Como

2

5 9 8 0 electroforesis bidimensional y la electroforesis capilar. M 0 " w

3 4

•

5 6

•

7

• •

8 9 10

•

11 12 13

Debe extraserse entre 10-20 ml de sangre sin anticoagulantes del paciente en

*

`K Œ$%

s e

& ? ! `K Œ$ * * ble al laboratorio. # 8 ? `K Œ$ " ? `K Œ$

n o

7 ) 3 Œ$ H Œ$ H " ? ! "

+ R taje el volumen ocupado por el crioprecipitado.

i c

a c

7 ) ?

`K Œ$ 9 * control.

i l b

Para su determinaciĂłn cuantitativa se valora el contenido de proteĂ­na o de inmunoglogulina del crioprecipitado, generalmente por nefelometrĂ­a. Es recomendable

14

16

e d

de su determinaciĂłn.

17 18

o i c

5.d *

19

La uniĂłn entre antĂ­genos exĂłgenos o endĂłgenos y sus anticuerpos es una funciĂłn biolĂłgica normal encaminada a eliminar antĂ­genos extraĂąos del organismo. Su presencia en la circulaciĂłn en forma de inmunocomplejos circulantes (ICC) es frecuente

i v

20 21

r e

22

24

u P

lavar, previamente el crioprecipitado, de 3 a 6 veces con PBS frĂ­o y posteriormente 3% 0? 8 0 ] " `K ÂŒ$

15

23

U

S

en algunas enfermedades infecciosas, neoplĂĄsicas, en la mayorĂ­a de las enfermedades autoinmunes y transitoriamente en individuos normales. Los ICC estĂĄn formados por uniones no covalentes de antĂ­genos-anticuerpos. Su actividad biolĂłgica depende de diversas variables: cantidad y tamaĂąo de los ICC, ca 8 0

0 +? J ?

sistema mononuclear fagocĂ­tico. 1143 1143

C

A


22

Autoinmunidad. Enfermedades autoinmunes del tejido conectivo. Autoanticuerpos. Inmunocomplejos

1

7R ? ) 5 ~$$

2

+? + +? + * % & 5 ! dos en la propiedad de activar el complemento son los mĂĄs utilizados, en especial los que estudian la interacciĂłn con el C1q. Para incrementar la sensibilidad de estas tĂŠc-

3 4 5 6

s e

7

das, desconociĂŠndose ademĂĄs si los ICC determinados son realmente los respon-

n o

8

sables de la lesiĂłn tisular. Por todo ello, la detecciĂłn de ICC carece de valor prĂĄctico aislada del contexto clĂ­nico del paciente. La enfermedad en la que la determinaciĂłn de ICC estĂĄ mĂĄs indicada es el LES.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

tĂŠcnica. & 0 ~$$ " + % Existe una gran variabilidad de resultados segĂşn las tĂŠcnicas de detecciĂłn emplea-

S

1144 1144

A

C

nicas los sueros deben procesarse rĂĄpidamente y se aconseja utilizar mĂĄs de una


22 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

4!! 4> & " 4= M ! ÂŽ(% ~ ?+

~ J

3 4

pos antinucleares. Int J Dermatology 2000; 39: 887-91.

U

6

4) ’> " ˆ M� 1 1 '’% 1

" -

7

ˆ " % ~ Ž 7 ) ' M ! = " 33H� ]w `\ K`

8

� – & {R 4% 4 ! 7R !

<

4 ? 4

4 -

s e

n o

! < ? ) (

% $ $" 33 Â? ]w H V K%

9

i c

Flores-Suarez LF. Do serial ANCA titres predict relapse in ANCA-associated vasculi “% M 1 33 � `Hw ] H] H%

10

a c

11

‘ ‘ Ž } + $ 1 ' $ 1 $ ) ( ? ' ~ ?

1 + '% 4 * + % 1 Â? 33]%

i l b

12

‘ 4 – — 0 $ Ž1% � + $ + % 4 ( 0? % Mayo; 1992.

13 14

u P

} ! 4 ?

1 1 4 ?

'% ~ 0 +

! % 15 M namericana; 2000.

15 16

e d

GonzĂĄlez de Buitrago JM. Enfermedades autoinmunita-rias y autoanticuerpos. SEQC; 2000.

17 18

o i c

19

= " }1 ~{ ? > $ 4 >% " " ? 4<$4 ) w " " ˆ ?" % $ < " 33 � VHw VH3 %

20

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Mar-ban; 2005.

21

Ž ! (# ˜R

#> # Â’'% & ! = ! {% = & R Â? 2001.

i v

r e

22

24

C

Adams BB, Mutasin DF. Importancia diagnĂłstica de la determinaciĂłn de los anticuer-

5

23

A

McGraw-Hill; 1996.

S

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 � ]\\V% > #&% = % M 1 ~ % 1 } ˆ=

J~ Â? 2001.

1145 1145


22 1

LĂłpez Hoyos M. Anticuerpos contra los pĂŠptidos cĂ­clicos citrulinados: Marcadores es + % 7 $ & ! $ 33 Â? \w]` 2%

2

Maioli M, Puddu L, Pes GM. Latent autoinmune diabetes in adults. Clin Ter 2006; 157:

3

69-78.

4

1 9 ÂŽ& R $% $ ) ? <˜# J$4'#] $ " Âą

5

% ' ) ? 33 Â? \Kw H] V%

6

s e

U

< { '1% '

! " ? ) " -

7

" " <M(&7 % $& & ! 1 ]\\KÂ?]Kw`K\

n o

8

M 4Ž > &4% — + $ + % + *

0 % 1 Â? 33]%

9

( #% $ ! " ! % 4 $ Â? " 33VÂ? H`w ]K` 2`%

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

1146 1146

C

A


HEPATITIS VĂ?RICAS MARCADORES SEROLĂ“GICOS PROTOCOLOS DE DIAGNĂ“STICO Y SEGUIMIENTO

1

IntroducciĂłn

2

1 Hepatitis A

3

1.a MorfologĂ­a y estructura

4

1.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

5 6 7 8

1.c DiagnĂłstico 1.c.1 DiagnĂłstico indirecto 1.c.2 DiagnĂłstico directo 1.d EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn 2 Hepatitis B

9

2.a MorfologĂ­a y estructura

10

2.b DiagnĂłstico

11

%!%] 1 0 0 )+

)"!

12

%!%]% 4 +? =Â? 4?

13

%!%]%! $ 0

=Â? 4?

14 15 16 17 18

%!%]% 4 =Â? +? 2.b.1.d Anti-HBC (anticuerpo frente al antigeno core) 2.b.1.e Sistema e (HBeAg-anti-HBe) 2.b.1.f ADN VHB %!% } 0 0 )+ 2.c Patogenia

19

2.c.1 InfecciĂłn primaria

20

2.c.2 Hepatitis crĂłnica

21

2.c.3 Patrones atĂ­picos

22 23 24

% %`% ' )

=Â? 4?

=Â? 4 2.c.3.b Presencia simultĂĄnea de HBsAg y HBsAc

23


23 1

% %`% ' ) =Â? 4 =Â? 4 =Â? 4?

2

2.c.3.d Patrones incompletos

3

2.c.3.e VacunaciĂłn frente VHB

4 5 6 7

2.d Protocolos de diagnóstico y seguimiento % %] ( " 0 ™=� 2.d.2 Detección del VHB en casos especiales 2.d.3 Protocolo de seguimiento de la terapia 2.d.4 Protocolo de pre-vacunación y post-vacunación

8

2.d.5 Protocolo para donantes de sangre y Ăłrganos

9

2.d.6 Protocolo de gestaciĂłn

10 11

2.e EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn 3 Hepatitis D

12

3.a MorfologĂ­a y estructura

13

3.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

14 15 16 17

3.c DiagnĂłstico 3.c.1 DiagnĂłstico indirecto 3.c.2 DiagnĂłstico directo 3.d EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn 4 Hepatitis C

18

4.a MorfologĂ­a y estructura

19

4.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

20

4.c DiagnĂłstico

21

H% %] 4 4 =$™ ) " $

22

4.c.2 Anti-VHC (Avidez de IgG)

23 24

H% %` M ! 4 =$™


23 1

4.c.4 HCcAg (AntĂ­geno del core del VHC)

2

H% % 4'< ™=$

3

H% %V $ 0

4'< )

4

4.c.7 DeterminaciĂłn del genotipo viral 4.c.7.a MĂŠtodos moleculares

5 6 7

4.c.7.b MĂŠtodos basados en la serologĂ­a 4.d Implicaciones de la variabilidad genĂŠtica del VHC 4.d.1 Patogenicidad

8

4.d.2 DiagnĂłstico

9

4.d.3 Tratamiento

10

4.d.4 EpidemiologĂ­a

11 12 13 14 15 16 17

4.e EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn 5 Hepatitis E 5.a MorfologĂ­a y estructura 5.b Patogenia y cuadro clĂ­nico 5.c DiagnĂłstico 5.c.1 DeterminaciĂłn de anticuerpos por ELISA 5.c.2 DiagnĂłstico directo 5.d EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn

18

6 Hepatitis G

19

7 Virus TT

20

BIBLIOGRAFĂ?A

21 22 23 24


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

INTRODUCCIĂ“N

2

&

? 0 " -

3

cado, destacando las origindas por virus. Desde el vista conceptual el cuadro consiste

0

5 " * Z 0 0 ? 0

" %

4 5

7R ) ) " w

6

•

7 8 9

A.

B.

C. D. E, F y G. ™ " 0 w

11

•

12

CMV.

Virus Epstein-Barr.

14

15

™ ' !5 % ™ !

%

13

•

16 17

Virus exĂłticos: Arenavirus.

e d

a c

i l b

u P

o i c

7 " )+ " 8 h -

19

timos aĂąos. El nĂşmero de personas infectadas en el mundo es difĂ­cil de establecer, pero se cree que son cientos de millones. En algunos evolucionarĂĄn a formas crĂłni ) "

%

i v

20 21

r e

22

24

i c

Virus Marbug, Virus Ebola, etc.

18

23

n o

10

s e

™ 0 R ) " * w

U

S

7 ) " 4 Â? " # " ?+ ! +

% 4 " " )+ ! 9 R 0 que debe recoger los siguientes datos, como mĂ­nimo:

1150 1150

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

•

1 2

Cuadro clĂ­nico: Ictericia.

Hepatoesplenomegalia.

Fiebre.

Nauseas y vĂłmitos.

5

6

Astenia. Heces blanquecinas.

3 4

A

C

Orina oscura, color coĂąac. Anamnesis:

•

8

10

n o

$ " % 7 9 5 w " 4 7% $ ? ? w " Â? #%

9

w " $ }% 7 ! + " 0? w

•

12

i l b

14

Niveles altos de bilirrubina. ConcentraciĂłn elevada de transaminasas. Linfomonocitosis.

15

ElevaciĂłn moderada de la fosfatasa alcalina.

ProlongaciĂłn del tiempo de protrombina. DiagnĂłstico directo e indirecto del virus.

13

16

17

e d

u P

& 9

? 0 " )+ ) ! las tĂŠcnicas indirectas con algunas directas pero casi siempre se llevan a cabo a partir

18 19

o i c

de muestras de plasma o suero. En algunos casos pueden utilizarse otras muestras (saliva, orina) que contienen cantidades variables de anticuerpos (Ac), siempre con 0? % 7 ?

? 0 9 -

i v

20 21

r e

22

24

i c

a c

11

23

s e

7

U

S

tecciĂłn de elementos estructurales del virus (antĂ­genos, ĂĄcido nucleico). En general

? 0 " )+ 5

! " " ! ! ) K3 Œ$

* * K "

) 4'< 9 %

1151 1151


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

Por las especiales implicaciones de riesgo biolĂłgico asociadas a su transmisiĂłn

2

entre el personal de laboratorio, las normas de seguridad deben ser escrupulosa ! ) % 7 !

? 0 ) 0? ) " totropos obliga a observar por parte del laboratorio unas normas de seguridad que

3 4 5 6 7

n o

& !8 ) ?

? 0 ) Z

0 tĂŠcnica apropiada para la determinaciĂłn de marcadores, en la actitud del profesio

! ? 0 % # a las pruebas diagnĂłsticas a las que se emplean de forma individualizada en el suero de una persona bajo los principios clĂ­nicos de consentimiento informado. & ! 0 " R !

9 0 % & 8 " soportes antigĂŠnicos empleados para la detecciĂłn de anticuerpos como a los principios tĂŠcnicos en los que se fundamentan las reacciĂłnes.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

1 HEPATITIS A

17

e d

u P

& " ) 4 0 0 5

18

o i c

de incubaciĂłn corto y frecuente en niĂąos, aunque el nĂşmero de procesos graves en adultos se encuentra en aumento. M *?

] rrolla la forma fulminante.

19

i v

20 21

r e

22

24

s e

consideradas de buena prĂĄctica.

8

23

U

cialmente infecciosas y en consecuencia manipularlas con los mismos criterios de bioseguridad, emplear guantes en todos los procesos, pipeteado mecĂĄnico, utilizar ? ! 0? "

S

1.a Morfología y estructura 7 ) " 4 ™=4 ) ) tura) de simetría icosaÊdrica, de pequeùos tamaùo (27 nm) que pertenece al genero = ) M ) % #

) ? ]

1152 1152

A

C

se encuadran en el nivel 2. Todas las muestras deben considerarse como poten-


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

? h 4'< -

2

) K%H`2

+ % K * de la que se derivan proteĂ­nas funcionales y las cuatro proteĂ­nas estructurales (VP1, VP2, VP3 y VP4) que forman la nucleocĂĄpside. La cĂĄpside se sitĂşa mĂĄs exteramente

3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

Figura 1. Virus hepatitis A

o i c

? 0 Âą " ?+

\ distintas cepas. Las cepas son indistinguibles serolĂłgicamente y se integran en un mismo serotipo,

) 0 "

3 *-

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

El genoma presenta una gran estabilidad genĂŠtica en todas las cepas, por lo que parece que existe un sĂłlo tipo antigĂŠnico. La zona mĂĄs conservada es la que corres-

19

23

U

(Ag VHA). Como carece de envoltura, la cĂĄpside dota al virus de una resistencia superior a los agentes externos y a las condiciones ambientales que la que poseen otros picornavirus.

S

)+ % 7 " " genotipos (I, II, III y VII), el resto de genotipos afectan a los simios. 7 ™=4 +? ) " presenta reacciones cruzadas que puedan causar confusiones ante un cuadro clínico.

1153 1153

A

C

*

+ 5

+? ™=4


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

1.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

2

El virus penetra por vĂ­a oral, siendo en la orofaringe donde se realiza un posi-

3

!

) ! 5 " ? % DespuĂŠs de esta replicaciĂłn se produce una fase de viremia y por la circulaciĂłn por "+? " % (

-

4 5

s e

antĂ­geno. El periodo de incubaciĂłn oscila entre las cuatro y seis semanas. El cuadro presenta 9 ! + " )+ -

7

n o

8

* + !

* )0

+ 0 " * % M ! + ? tres fases tĂ­picas:

9 10 11

• • •

12 13 14 15

a c

Estadio preictĂŠrico (con sĂ­ntomas generales).

i l b

Estadio ictĂŠrico (durante 1 a 3 semanas).

7 )

" 9 0 9 mas sĂŠricas).

u P

meses, dependiendo de la gravedad del cuadro. Generalmente es un proceso be ? ! % <

" * % Presenta una breve fase de viremia carente de relevancia epidemiolĂłgica. Los individuos infectados desarrollan de forma precoz y dentro del primer mes

17 18 19

o i c

e d

anticuerpos Ig M frente a Ag VHA, que pueden detectarse durante los 3-12 meses posteriores a la curación de la enfermedad. Posteriormente a la elevación de los anticuerpos IgM frente Ag VHA, se elevan los anticuerpos Ig frente Ag VHA que persis % 7 ™=4 " " ]3 +

i v

20 21

r e

22

24

i c

&

) " )

16

23

U

! R "

)

6

S

0

" 5 0 %

1154 1154

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

1.c DiagnĂłstico

2

7 ! 9 !

0 " * " )+ w

3

• • •

4 5 6

DeterminaciĂłn de enzimas sĂŠricas (principalmente transaminasas). DeterminaciĂłn de la bilirrubina en suero.

8

& 0

? 9 w

9

1.c.1 DiagnĂłstico indirecto

11

n o

i c

10

a c

& !h " ! ? 0

) ! normalmente por tĂŠcnicas enzimoinmunoanĂĄlisis (EIA). La intensidad de la respuesta inmune es independiente de la gravedad de la lesiĂłn, " ! 5 0? ) " ) 4% Los primeros anticuerpos en aparecer son de tipo IgM, detectĂĄndose en suero antes de que las transaminasas alcancen su pico, entre tres y siete semanas tras el contagio. Alcanzan sus niveles mĂĄximos a los 8-16 dĂ­as del cuadro y van declinando " " !

` V " ! + lo que se utiliza como marcador de infecciĂłn aguda por el virus. Los anticuerpos

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

de tipo IgG aparecen un poco mĂĄs tarde, a los 8-10 dĂ­as del inicio de los sĂ­ntomas, se incrementan tras las primeras semanas y se mantienen probablemente toda la ) ? %

i v

20 21

r e

22

24

s e

S

1155 1155

C

U

7 ! + 0? 9 " 0? ! " * % 7 0 ! 0 0

"+? %

7

23

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

Periodo incubaciĂłn

Fase Icterica

Convalencia

2 3

Ig G anti-VHA

ALT

4

A

C

TĂ­tulo

5

Ig M anti-VHA

6

s e

7 8

1

2

3

4

5

6

n o

7

Semanas

9 10

a c

11

El cuadro de infecciĂłn aguda se caracteriza por la apariciĂłn de IgM anti-VHA que

0 ? ) " 4 ) de IgG. La infecciĂłn pasada se caracteriza por la ausencia de anticuerpos IgM anti-VHA y el mantenimiento de los niveles de IgG anti-VHA, que es utilizado como marcador

0? " 4% & )

~? } ™=4 ) durante largos periodos de tiempo. 7 ?

? 0 " 4 !

~? 1 4? ™=4 + + " %

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

e d

u P

1.c.2 DiagnĂłstico directo

i v

20 21

7 ™=4 " " 9 + 0

" 5 Â? "

9 0 ! + + % M

" 9

-

r e

22

24

8

i c

Figura 2. Curso serolĂłgico de la infecciĂłn por VHA

23

U

S

trĂłnica para la detecciĂłn de Ag VHA o viriones en materia fecal al inicio del cuadro clĂ­nico, si bien tiene poco interĂŠs prĂĄctico y su implantaciĂłn es casi nula. & !h 4'< ? 0 ) ! ) ? 0 9 5 0 M$' % 1156 1156


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

1.d EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn

2

La transmisiĂłn es por vĂ­a feco-oral, mientras que la transmisiĂłn sanguĂ­nea es mĂ­-

3

nima debido al poco tiempo que persiste la viremĂ­a. El contagio se realiza principalmente por agua o productos alimenticios contaminados (epidĂŠmico), o por contacto persona a persona, preferentemente en niĂąos (esporĂĄdico). En muy raras ocasiones

4 5

puede producirse por transmisiĂłn sexual.

6

s e

La prevenciĂłn consiste en una buena educaciĂłn sanitaria, acompaĂąada de control de alimentos y potabilizaciĂłn de las aguas. Actualmente, existe una vacuna de virus inactivados que se administra en 3 dosis

7

n o

8

a los 0, 1 y 6 meses. Se consideran protectores los tĂ­tulos de anticuerpos iguales o su ]3 I~J ? *

]33 ) las 3-4 semanas. La vacuna debe administrarse a la poblaciĂłn de riesgo, no presentando contraindicaciones ni interferencias con otras vacunaciones del calendario general o de las recomendadas en viajes internacionales.

9

i c

10

a c

11 12

i l b

13

2 HEPATITIS B

14

16 17 18

o i c

e d

tis B puede ser muy variable, desde una infecciĂłn asintomĂĄtica (en la mayorĂ­a de los " ? ) " " + % ( " "

0

)

" %

19

i v

20 21

r e

22

24

u P

Actualmente, se considera que 400 millones de personas estĂĄn infectadas por el ) " Â?% & 0 * !

) !

" % & "

) � ™=� ! 0 * ? 0 % & ) 0 + " -

15

23

U

S

& 9

4 ­ ( ! "

M % 7 ? 0 )

0 K 0 % 4 * 7 * fermedad profesional.

1157 1157

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

2.a MorfologĂ­a y estructura

2

7 ) " Â? = ) ] = -

3

naviridae. Es un virus ADN, envuelto, con cĂĄpside de simetrĂ­a icosaĂŠdrica, con forma H * ? ` % M

) + =Â? 4? ?

+-

4 5

geno Australia.

6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

Figura 3. Virus de la hepatitis B

i v•

20 21

r • e

22

24

o i c

e d

u P

La cĂĄpside contiene las proteinas del core o HBcAg y en su interior se encuentra el genoma. Su genoma estĂĄ formado por ADN bicatenario, circular y asimĂŠtrico:

19

23

U

Cadena L o Cadena negativa con 3.200 nucleĂłtidos. Cadena S o cadena positiva con una longitud variable de unos 2.000 nucleĂłtidos.

S

1158 1158

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

4 ! * + ? " 0 #'] #' %

2

Las caracterĂ­sticas genĂłmicas de este virus son Ăşnicas dentro de los virus ADN:

3

• • •

4 5

& ? + +%

7

•

8 9

s e

n o

Cuatro son estructurales

i c

4 +?

) " Â? =Â? 4? %

10

11

4 +?

) " Â? =Â? 4? % gp36.

gp42.

12

•

13 14

a c

i l b

Tres no estructurales:

u P

15

ADN polimerasa. 4 +? –

) " Â? =Â?R4? %

16

4 +?

) " Â? =Â? 4? %

17 18

io

19

c i v

20 21

r e

22

24

e d

PreS1

3000

1

po1

PreS2

1000 core

PreC

2000

S

Figura 4. Genoma del VHB

1159 1159

S

C

U

M ? H ? ! 0 w ( $ M – *

`% 33

0

? + ? H w

6

23

A

AsimetrĂ­a de las cadenas del genoma. Adquiere una forma circular.


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

El HBxAg se considera involucrado en los procesos de replicaciĂłn y transcripciĂłn

2

viral. La replicaciĂłn viral esta ligada invetiablemente a la generaciĂłn de cuasiespecies genĂłmicas en viturd de la intervenciĂłn de una transcriptasa inversa en la replicaciĂłn del DNA viral.

3 4 5 6 7

n o

4 * ! ?5 ! ciĂłn de los siguientes determinantes:

9 10

• •

11 12

i c

Determinante a, comĂşn para todos Determinantes d/y y w/r, son mutuamente excluyentes.

a c

i l b

# ! 9 )

0tidos que inserta incrrectamente en el cDNA durante la retrotranscripciĂłn, posibilita que el VHB presente una plasticidad genĂłmica inusual para un virus DNA. Originando

13 14

u P

la existencia de no menos de 9 subtipos (ayw1, ayw2,ayw3, ayw4,ayr, adw2,adw4, adrq+,adrq-) y de varios genotipos (A-H).

15 16

e d

En EspaĂąa todos estos subtipos y genotipos estĂĄn presentes, aunque predominan las asociaciones D/ayw2, D/ayw3 y A/adw2. La mayorĂ­a de las mutaciones presentes en estas cepas no acarrean cambios en la secuencia de aminoĂĄcidos de la proteĂ­na correspondiente, por lo que carecen de re-

17 18 19

o i c

i v

20 21

) 0 + Â? ! ? " "

™=� cularmente virulentas (mutantes pre-core o core), resistestentes a ciertos anålogos

0 " ! + #<4 ) ) )

? M ) )

"

? –

r e

22

24

s e

nos de recombinaciĂłn.

8

23

U

? ! +?5 ) !

% = " " 2 ? w 4 � $ # 7 ‘ } = !

mundo generados a partir de una misma estirpe, probablemente debido a fenĂłme-

S

" + )

? ( % & trascendencia clĂ­nica de estas Ăşltimas es fĂĄcilmente deducible, pueden infectar a indi) ) ? ? ! +

1160 1160

A

C

& ) !

]3 R ? ) -


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

R ! !

" Â? 0 % ~? -

2

" " 0 ) ? pase inadvertida a las pruebas comerciales que detectan el HBsAg sĂŠrico. La proporciĂłn de estas variantes en la poblaciĂłn de pacientes infectados no se co-

3 4 5 6

s e

7

mente superpuestos, con distintas fase de lectura, lo que motiva que la presiĂłn bio-

n o

8

lógica sobre uno de ellos provoce alteraciones en el otro. 7 ? 0 ™=� 0 agudos de infección primaria, persistencia e infección crónica y la existencia de patrones atípicos. Como norma se debe tener en cuenta que los distintos antígenos y componentes estructurales del VHB (excepto el HBcAg) aparecen en el suero o plasma del paciente durante la infección åguda y algunos en los estados de cronicidad; los anticuerpos

?

" 5

tento de eliminar la infecciĂłn, por ello su apariciĂłn secuencial obliga a un seguimiento en el tiempo.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

2.b DiagnĂłstico

18

i v

20 21

0 ? * % #

riodo de incubaciĂłn, sĂłlo puede detectarse el genoma del VHB. La caracterizaciĂłn del estado de infecciĂłn se realiza mediante el seguimiento de los marcadores serolĂłgicos, fundamentalmente HBsAg, HBeAg y la detecciĂłn y cuan-

r e

22

24

o i c

e d

u P

4 * ! +

0 " * ! cadores de infecciĂłn y de replicaciĂłn vĂ­rica del VHB. # 5

! 0 " ]3

19

23

U

de los mutantes del HBsAg. La explicaciĂłn de porquĂŠ estas variantes van en aumento, parece estar en el uso de tratamientos antivirales cuya diana es la polimerasa. Los ? ) +

=Â? 4? * -

S

0

4#< ) %

1161 1161

A

C

noce con exactitud, aunque algunos estudios apuntas frecuencias altas y crecientes


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

2.b.1 Marcadores de infecciĂłn y replicaciĂłn vĂ­rica del VHB

2

Estos marcadores nos van a permitir la caracterizaciĂłn de la infecciĂłn.

3

2.b.1.a W &" :^ W"# ‘

+? 4 % ( 9

" -

4 5 6

s e

7

misma, incluyendo el periodo de incubaciĂłn. Si la evoluciĂłn es favorable, va desa-

n o

8

pareciendo paulatinamente. Pero es un indicador de mal pronĂłstico y de evoluciĂłn " * V 2 R 0 ? ) + % ( ) *

*

R R una infecciĂłn vĂ­rica persistente. Con frecuencia estĂĄ persistencia origina una infec 0 0 ) 0 " * 0 % Los pacientes en los que se detecta HBsAg, pero no se detecta nunca marcado 0 )+ ?

0 " * La membrana del VHB contiene tres proteĂ­nas (complejo HBsAg) de diferente tamaĂąo: una pequeĂąa (SHBsAg) de 226 aminoĂĄcidos, mediana (MHBsAg) de 281 ami * ? &=Â? 4? `H *

? (

? ) Â? +

R ! R

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

? 0 !

9 ! !

) sulfuro entre 4 de los 8 aminoĂĄcidos de cisteĂ­na ubicados. Esta regiĂłn contiene no menos de cinco epĂ­topos conformacionales (HBs1 a HBs5), de los cuales, al menos, tres contribuye al ensamblaje del denominado determinante antigĂŠnico ÂŤaÂť (delimi-

r e

22

24

u P

en la regiĂłn amino-terminal; se originan como consecuencia del uso alternativo, du 0

'<4 ) 4 } ) % 4 0

0?

=Â? 4? !

R ? 0 " + ? ! * \\ ]V\

(=Â? 4?

18

23

e d

S

tado por los aminoĂĄcidos 121 a149 de la regiĂłn S).

1162 1162

C

U

patocito independientemente de los viriones y se excreta fuera de la cĂŠlula en forma ? ? 5 !

% Aparece muy pronto despuĂŠs de la infecciĂłn y se detecta en todas las fases de la

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

La estructura antigĂŠnica del HBsAg contiene un epĂ­topo conformacional inmu-

2

R (d/y w/r), lo que permite que existan cuatro subtipos de HBsAg. Los anticuerpos que reconocen el epĂ­topo a protegen al individuo frente la infec-

3 4 5 6

s e

7

n o

8

2.b.1.b :^ W" Se realiza mediante procedimientos de bloqueo o neutralizaciĂłn con una preparaciĂłn estandarizada de anticuerpos anti-HBs previa a la realizaciĂłn de la prueba de HBsAg. La detecciĂłn se realiza en paralelo dentro del mismo ensayo, con la muestra 9 9 *

% & =Â? 4? R 0

9 ? 3 cadas ensayadas en paralelo, utilizando en una de ellas un suero que contiene HBsAc. & 0 ! 9 ) =� 4? sea negativa para anti-HBc total o anti-HBc IgM, o en cualquier muestra con bajo nivel de reactividad. Cualquier resultado positivo debe seguirse de pruebas de detección de HbeAg y 4#< ™=�% ( ? ) Z 8 + presencia de anticuerpos frente a inmunoglobulinas de ratón, ya que los mÊtodos actuales de detección de HBsAg suelen emplear anticuerpos monoclonales de ratón.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

21

2.b.1.c W _:^ &" #

r e

22

24

o i c

e d

u P

i v

20

23

U

dades biolĂłgicas del VHB comparten la secuencia de aminoĂĄcidos del determinante ?5 % < ! " )

? –

) %

S

Es el marcador de curaciĂłn de la enfermedad, es el Ăşltimo marcador en aparecer, " 5 ? ? % M " 9 9 ) 0 fecciĂłn. En los individuos vacunados con respuesta inmunolĂłgica es el Ăşnico marcador presente.

1163 1163

A

C

ciĂłn por el VHB al ser capaces de neutralizar el virus circulante. La mayorĂ­a de varie-


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

2.b.1.d Anti-HBC (anticuerpo frente al antigeno core) (

~?}ÂŁ~?1 +

2

la IgM. Es el primer anticuerpo que parece tras la infecciĂłn, y es detectable cuando aparecen los primeros sĂ­ntomas de la enfermedad. AcompaĂąa al anti-HBs tras la cu-

3 4 5

0 + =Â? 4? % 7

6

protecciĂłn frente a la reinfecciĂłn, ya que no poseen capacidad neutralizante. La positividad del anti-HBc IgM es un indicador de infecciĂłn aguda reciente, pero ! 5 " 0 0 )

s e

7 8

i c

=Â? ~?1 ? " ] ]2 %

10

2.b.1.e Sistema e (HBeAg-anti-HBe) 7 =Â? 4? R ! " la mayorĂ­a de los pacientes que se encuentran en la fase aguda, asĂ­ como en algunas 0 ! " 0 ) % La presencia de HBeAg nos indica presencia de replicaciĂłn del virus y viremia. & 0

=Â? 4? ! 0 " tis aguda como crĂłnica. Existen ocasiones donde no se detecta debido a variante pre-core defectuosas. La detecciĂłn del ADN-VHB es imprescindible para caracterizar estos casos.

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

La apariciĂłn del anti-HBe en el curso de una infecciĂłn aguda indica una buena evoluciĂłn, generalmente se detecta un poco antes de que desaparezca el HBsAg, pudiendo permanecer positivo durante varios aĂąos despuĂŠs de la infecciĂłn. En los casos " 0 8 =Â? 4?

) -

18 19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

n o

)

0 " * 0 % &

-

9

23

U

S

tiva de la enfermedad vĂ­rica. En las infecciones crĂłnicas por variantes pre-core defectuosas, la seroconversiĂłn =Â? 8 + + " 0? " " 0 ) J %

1164 1164

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

2.b.1.f ADN VHB La detecciĂłn de ADN vĂ­rico en el suero constituye el marcador de elecciĂłn para

2

) Z 8 0

) " % 7 existes mĂŠtodos comerciales muy sensibles, rĂĄpidos y sencillos que permiten detec

4#<

™=�% & 0 ) )

3 4 5

realizarse mediante:

6

• •

7

s e

15 " ! 0

* !

% TĂŠcnicas de ampliaciĂłn genĂłmica de mayor sensibilidad.

n o

8

2.b.2 ` = antivĂ­rico

9

i c

10

a c

7 )+

" Â? 0 "

!

? del virus involucrado y detectar la apariciĂłn de mutantes potencialmente resistentes al tratamiento (variantes pre-core defectuosas y mutantes resistentes a antivĂ­ % 7 ! 9 0 ? 0 M$' ? " ! 0 )

& M ! 4 & M4 5 0

! 0 ) % 4 tualmente existen pruebas comerciales de LiPA para detecciĂłn de los genotipos A-G del VHB y para la detecciĂłn de las variantes pre-core defectuosas; y tambiĂŠn para la detecciĂłn de mutantes del VHb resistentes al tratamiento con lamivudina y con

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

famciclovir. El estudio de estos marcadores y su evoluciĂłn en el tiempo, permite conocer el momento en que se encuentra el cuadro clĂ­nico y su desarrollo.

20

23

U

S

2.c Patogenia 7 )

? 8 !

" -

cito, penetra en la cĂŠlula y se produce la replicaciĂłn con eliminaciĂłn de los viriones al exterior, produciendo la fase de viremia provocando alteraciones de las enzimas " * % 1165 1165

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

Los viriones completos reciben el nombre de partĂ­culas de Dane. Se liberan al

2

suero 2 tipos de formaciones de material de envoltura sin contenido interior, unas pequeĂąas redondeadas y otras grandes alargadas. El periodo de incubaciĂłn es largo, de dos a seis meses, siendo la infecciĂłn frecuen-

3 4 5

U

? !

) + % 4 R

]3 ? " 0 ) " "

6

s e

7

sintomatologĂ­a desaparece y el individuo queda sĂłlo como portador de HBs Ag.

n o

8

$ 0 " ) " 8

2 %

9

i c

10

a c

11

2.c.1 InfecciĂłn primaria

12

# 5

! 0 " 9

0 ? * % #

periodo de incubaciĂłn, sĂłlo puede detectarse el genoma del VHB. 7 +?

)

=Â? 4? ? 9

" * % (

" ?

! 0 fase aguda y en la fase crĂłnica. Si la evoluciĂłn es favorable desaparecerĂĄ a los 3 o 6 meses, mientras que el mantenimiento de los tĂ­tulos durante mĂĄs de 6-8 semanas

i l b

13 14 15 16 17 18

R 0 ? ) +

medad es indicio de mal pronĂłstico. Si este marcador sigue siendo positivo despuĂŠs

R R " 0 %

19

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

1166 1166

A

C

* % 7 `3

™=� ? "


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

IncubaciĂłn

1

Fase aguda

Convalencia

2

Anti-HBc

3 4 5

A

Anti-HBs

Anti-HBc IgM

C

HBeAg

HBsAg

Anti-HBe

6

s e

7 1

8

2

3

4

5

6

i c

a c

11

El Hbe Ag (antigeno e del VHB) aparece tambiĂŠn muy pronto, presenta una concentraciĂłn en suero menor. Es detectable en la mayorĂ­a de los enfermos que se

? " 0 ) % M R

rrelaciĂłn con la presencia de replicaciĂłn viral y con la viremia. Su desapariciĂłn en el " ? 0

! ) 0 !

una seroconversiĂłn a anti-Hbe con curaciĂłn o pasar a un estadio menos agresivo. La apariciĂłn de anticuerpos anti-Hbe en el curso de una infecciĂłn aguda indica generalmente una buena evoluciĂłn y una baja infectividad del paciente. En la mayorĂ­a de los casos es detectable un poco antes de que desaparezca HBs Ag, pudiendo ser detectado varios aĂąos despuĂŠs de la infecciĂłn.

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

Inmediatamente despuĂŠs de los antĂ­genos comienzan a aparecer los anticuerpos anti-HBc, primero las IgM anti-HBc, y posteriormente IgG anti-HBc. & ~?1 V 2 ~?} " tiempo. Es el primer anticuerpo que aparece en la enfermedad, siendo detectable

i v

20 21

r e

22

24

8

Figura 5. Curso serolĂłgico de la infecciĂłn aguda por VHB sin complicaciones

10

23

n o

7

Meses

9

U

S

? 0 % 7 "

9? ? ciĂłn pasada o curada, debido a la gran persistencia de estos anticuerpos en el suero. Su positividad no asegura protecciĂłn frente a la enfermedad. La positividad frente a Anti-HBc Ig M se considerĂł como indicador de infecciĂłn ? " ! 0 R ~? 1 1167 1167


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

? ! 5 0 0 )

0 " -

2

pĂĄtica. En los casos que no aparezca IgM-HBC, puede ser de gran ayuda la detecciĂłn 4#< ! 0 )

? 0 % En este momento diagnĂłstico se debe descartar la presencia de coinfecciĂłn VHD.

3 4 5 6

s e

7

Si el cuadro agudo evoluciona a la curaciĂłn, ocurrirĂĄ un periodo de ventana sero-

n o

8

lĂłgica entre la desapariciĂłn del HBs Ag y la apariciĂłn de sus anticuerpos anti-HBs que 9 % 4

" ‚)

ƒ

anti-HBc puede ser el Ăşnico marcador detectable. La presencia de IgM anti-HBc indicarĂĄ que efectivamente nos encontramos en esta etapa. La determinaciĂłn de IgM anti-HBc y HBsAg son los marcadores mĂ­nimos impres !

0 " 9 % & + =Â? 4? + + )+

" 9

)

5 =Â? 4? Z 8 la carga viral real. El diagnĂłstico del estadio de la enfermedad se completa mediante la puesta en

)

0 " * ! !

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

y anatomopatolĂłgicas. Las distintas combinaciones de estos marcadores durante el ! 0 9 + Z 8 ! ]% & 0 clĂ­nica condiciona de una parte la desapariciĂłn de HBsAg y de otra la apariciĂłn de HBcAc y HBsAC.

18

23

U

muy sensible tanto de la presencia del virus como de su actividad replicativa. Su positividad se correlaciona con el HBc Ag y es positivo en un elevado nĂşmero de pacientes Hbe Ag positivos.

S

1168 1168

A

C

El DNA viral libre (HBV-DNA) tambiĂŠn es positivo precozmente. Es un marcardor


23

Hepatitis vรญricas. Marcadores serolรณgicos. Protocolos de diagnรณstico y seguimiento

1

Tabla 1. Patrones de marcadores sexolรณgicos de los diferentes estadios de la infecciรณn por el VHB

2

Estadรญo/periodo

3

ADN VHB HBsAg HBeAg

HBeAe

IgM anti-HBe

HBeAe

HBsAc

Incubaciรณn precoz

+

-

-

-

-

-

-

5

Incubaciรณn tardรญo

+

+/-

-

-

-

-

-

6

Infecciรณn aguda

+

+

+

+

+

-

-

7

Infecciรณn crรณnica

+

+

+

+++

+/-

-

Portador sano

-

+

-

+++

+/-

Infecciรณn reciente

+/-

-

-

++

+

Infecciรณn antigua

-

-

-

+

Respuesta a la vacuna

-

-

-

-

4

8 9

12

14

2.c.2 Hepatitis crรณnica

15

+/++

-

-

+/-

-

-

+

17 18 19

o i c

e d

El HBeAg puede permanecer detectable mรกs de 3 meses sin apariciรณn de anti-HBe, siendo en este caso mayor la capacidad infectiva del individuo. Cuando aparecen los anticuerpos anti-HBe y coexiste con HBs Ag indica escasa actividad replicativa de la

) ? 0 " 0? "+?

i v

20 21

r e

22

24

u P

En el caso de que no se produzca seroconversiรณn de HBsAc y se mantuviese el HBsAg durante mรกs de 6 meses se establece un estado de persistencia crรณnica del VHB. En

R 9 0 ) ! 0

4#< )+ y de los marcadores del sistema HBeAg y HBeAc, tal como se ve en la tabla 1.

16

23

-

+

a c

i l b

13

+

S

* " 0 % Los anticuerpos anti-HBc son sรณlo de tipo IgG, aunque pueden aparecer los de tipo ~?1 0 " 0 ) % & )

#<4 * " ) ? ) " 0 ) %

1169 1169

C

U

-

n o

i c

10 11

s e

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

El anticuerpo anti-HBs es el indicador de recuperaciĂłn de la enfermedad. Es el Ăşl-

2

timo marcador en aparecer, generalmente a los tres meses de evoluciĂłn de la en % M " 9 ) protecciĂłn. Es el Ăşnico marcador presente.

3 4 5

U

muestras con anti-HBc positivo, normalmente se trata de complejos inmunes circulantes HBsAg/anti-HBs en individuos crĂłnicamente afectados. La reactivaciĂłn de una forma crĂłnica puede suceder de forma espontĂĄnea o tras

6

s e

7

iniciar un tratamiento con inmunosupresores o quimioterĂĄpicos. Es una complicaciĂłn

n o

8

seria y el diagnĂłstico desde el laboratorio es difĂ­cil. Los pacientes presentan HBeAg y DNA viral en suero con una importante elevaciĂłn de transaminasas. Los pacientes con variantes pre-core defectivas mostrarĂĄn presencia de HBeAc y de viremia. Existen patrones serolĂłgicos que se relacionan con otros estadios de la infecciĂłn, * 0 " 0 0 )

%

9

i c

10

a c

11 12

i l b

13 14

2.c.3 Patrones atĂ­picos

15

u P

En determinadas circunstancias se documentan patrones atĂ­picos de los marcadores.

16 17

e d

20

2.c.3.a Reactividad aislada del HBsAg, en ausencia del HBcAc 7 ) )5 una prueba de neutralizaciĂłn con HBsAC, detecciĂłn de HBeAg, presencia de IgM anti-HBc y de ADN vĂ­rico, todo ello en sueros pareados obtenidos con un intervalo de

21

` % ( ) + ! w

18 19

i v

• r e

22 23 24

o i c

S

•

En las que la reactividad desaparece: ContaminaciĂłn. En las que se mantiene:

InfecciĂłn crĂłnica sin respuesta de anticuerpos. InfecciĂłn por variantes no caracterizadas).

1170 1170

A

C

En algunos casos pueden detectarse simultĂĄneamente HBsAg y anti-HBs en


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

2.c.3.b Presencia simultĂĄnea de HBsAg y HBsAc Si aparece conjuntamente con HBcAC y presencia de HBeAg y/o viremia apunta ge-

2

neralmente a una reactivaciĂłn de la infecciĂłn en el contexto de una inmunosupresiĂłn.

3 4

2.c.3.c Reactividad de HBsAc en ausencia de HBcAc y HBsAg En este caso es necesario determinar marcadores complementarios como los del

5

s e

7

n o

8

2.c.3.d Patrones incompletos A pesar de ello los patrones a veces son incompletos y por lo tanto, difĂ­ciles de interpretar. En el origen de estos patrones incompletos se encuentran distintos factores como son tĂ­tulos de anticuerpos bajos, el fenĂłmeno conocido como VHB tipo 2, que parece

? – R ) )

las regiones C o S generadas como consecuencia de la alta variabilidad genĂłmica del virus. & ) Z * ?nĂłsticos son las siguientes:

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

•

18 19

Variaciones pre-cores defectivas: que dan lugar a proteĂ­nas truncadas debidas )

? 5 R 0 del HBeAg.

o i c

1

? –w ? =�R4?

) expresa de manera anĂłmala dando lugar a una dĂŠbil expresiĂłn del resto de los antĂ­-

21

r e

? 0 %

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

sistema e y ADN (permitiendo etiquetar unos casos como HBsAg no detectable por fenĂłmeno de prozona y otros como infecciĂłn resuelta con perdida de HBcAc) y des 0 + %

6

S

•

1

? =Â? 4?w 5 R 0

! expresĂĄndose en cantidad teĂłricamente detectable, las mutaciones producen alteraciĂłn de las proteĂ­nas del viriĂłn, que escapan a los test diagnĂłsticos diseĂąados.

1171 1171

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

& $ R 8 )

2

asĂ­ como su impacto real en los test diagnĂłsticos. ( ! ?

? 0

" menos dramĂĄtico y sobre todo algunos cambios como los que involucran a las po-

3 4 5 6

s e

7

predomina un determinado mutante, pueden ser detectadas gracias a la poblaciĂłn

n o

8

minoritaria de virus no mutados. TambiĂŠn se conoce la distinta capacidad de los diferentes test comerciales para detectar cada uno de los mutantes.

9

i c

10

2.c.3.e Vacunación frente VHB & ) 0 ™=� * "

)

7 % 7 Z * 0 =Â? 4 ? h % 7 =Â? 4 " R ) tecciĂłn alcanzada tras la vacunaciĂłn. La OrganizaciĂłn Mundial de la Salud (OMS) y los $ # $ M ) $#$ " )

cuerpos de 10 mU/ml tiene carĂĄcter protector. Existen distintas aproximaciones para 0 !

* ? neran una curva y otros que calibran un umbral situado en las 10 mU/ml.

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

& ) 0 8

! ) 0? " ) R ? ! 8 " ? ) 0 % ( ! ? " ) cambios de aminoĂĄcidos en el HBsAg que pueden escapar a la protecciĂłn de la va-

18

23

U

145 (Gly145Arg/Ala), o con los virus que tienen acumulaciĂłn de cambio de aminoĂĄci ?

% ˜ " "

) 5 0 * presentado el mutante en el contexto de toda la poblaciĂłn viral. Muestras en las que

S

cuna. Algunos de estos cambios descritos son en las posiciones 120 (Pro120Ser/Glu), ] V " J~

] V4 J( J4 ] \ } ] \= J4 ? ]`` 1 ]``& ]H] & ]H]} ]H (Pro142Ser), 144 (Asp144Ala) y 145 (Gly145Arg/Ala). Algunas sustituciones en las posiciones 114, 118, 120, 121, 123, 124, 126, 129-131, 133, 134, 137, 139-142 y 144-147 condicionan + ) 0 tos de madres infectadas. La frecuencia real de los mutantes asociados a fallos en la

1172 1172

A

C

] 3 M ] 3} ] V = J~

] V( ]H` " J( ]H`& ]HH 4 ]HH4


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

0 ) + %

2

AdemĂĄs los virus con determinadas mutaciones en el determinante ÂŤaÂť, podrĂ­an no !

! " ) ! ? ) %

3 4 5

2.d.1 Sospecha de infecciĂłn por VHB

6

s e

U

En principio deben solicitarse los tres marcadores bĂĄsicos: HBsAg, anti-HBs y

7

anti-HBc.

8

•

9 10

•

11 12 13 14

•

15

n o

La negatividad de los tres marcadores indica ausencia de contagio o exposiciĂłn al virus.

i c

=Â? 4? =Â? ) " patitis aguda o bien en portadores crĂłnicos del virus. Ante este resultado, el laboratorio debe generar la determinaciĂłn de la IgM anti-HBc, que serĂĄ positiva

" ? % 7 " 0 0 ) ! 5 positiva la IgM anti-HBc y su concentraciĂłn estĂĄ relacionada con el grado de le 0 " * ? %

a c

i l b

u P

17

En los sueros con HBsAg positivo debe investigarse el HBeAg cuya presencia in 0 ) ) + ? " patitis crĂłnica activa. La positividad del HBeAg predice una mayor infectividad

18

" 9 ) %

16

•

19

21

r e

22

24

Anti-HBs y anti-HBc positivos indican una infecciĂłn pasada por VHB con desarrollo de inmunidad permanente. Anti-HBc como Ăşnico marcador positivo puede aparecer en:

i v •

20

23

o i c

S

•

e d

Periodo de ventana previo a la fase de convalecencia. InfecciĂłn pasada muy remota, donde el anti-HBs es indetectable. Falsa positividad debido a una reacciĂłn inmunolĂłgica cruzada, que aparece

) " $%

Anti-HBs positivo como Ăşnico marcador, se presenta en personas vacunadas o

) " ! ) 0 0 ~?} + % 1173 1173

A

C

2.d Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

•

1

HBsAg y anti-HBs positivos corresponden a la existencia de inmunocomplejos " 0 ) * alto riesgo, en especial adictos a drogas por vĂ­a parenteral.

2 3 4 5

U

6

La concentraciĂłn mĂ­nima de marcadores para su detecciĂłn por ELISA puede no llegar a alcanzarse en casos de inmunodepresiĂłn, tales como el SIDA o tratamientos

7

inmunosupresores, asĂ­ como en los periodos de incubaciĂłn del virus, donde a me-

8

" 0 +? % 7 mente Ăştil la determinaciĂłn del ADN viral por tĂŠcnicas moleculares.

s e

9

i c

10

2.d.3 Protocolo de seguimiento de la terapia

a c

11

& ) " Â? 9 0 % I 0 0

™=�% 7 ) 9 )

#<4

) " ! 0 M$'% Por otra parte, la seroconversiĂłn de HBeAg a anti-HBe se asocia con la reducciĂłn 0 ) 5 =Â? 4?

8 " *

"+? 9 0 4& %

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

Previamente a la vacunaciĂłn se puede conocer el estado inmunitario del individuo respecto al VHB, mediante la determinaciĂłn de los tres marcadores bĂĄsicos, pero no es imprescindible.

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

2.d.4 Protocolo de pre-vacunaciĂłn y post-vacunaciĂłn

19

23

n o

S

Tras la vacunación se determina únicamente anti-HBs, ya que la vacuna utilizada actualmente es sintÊtica y sólo contiene HBsAg . Dado el alto porcentaje de Êxito que se obtiene con estas vacunas sólo estån aconsejados los controles post-vacunación en personas de alto riesgo, como reciÊn nacidos de madres portadoras del ™=� " * " !

? " )

1174 1174

A

C

2.d.2 DetecciĂłn del VHB en casos especiales


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

personas con riesgo ocupacional. Se consideran protectores los tĂ­tulos de anti-HBs

2

iguales o superiores a 10 mUI/ml.

3

A

2.d.5 Protocolo para donantes de sangre y Ăłrganos

4

C

Incluye la detecciĂłn de HBsAg.

5 6

s e

2.d.6 Protocolo de gestaciĂłn

7

TambiĂŠn incluye el HBsAg, que si es negativo al principio del embarazo debe repe-

n o

8

! 0 % Si la madre es portadora sĂłlo del HBsAg y tiene anticuerpos anti-Hbe, la trans 0 )

3 ! 5

=Â? 4?

? "

23 %

9

i c

10 11

a c

i l b

12

2.e EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn

13

Las vĂ­as de transmisiĂłn son de 3 tipos: parenteral, sexual y vertical o materno-fe % & *

? " ) 0 ? " % & 0 ) " 8 riamente en el momento del parto. ( !

" ? 5

-

14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

?

+ " !

5 ! )+ R % & 9 0 ? ! + +

) ti-HBs) estĂĄ indicada en casos de inoculaciĂłn accidental y en niĂąos nacidos de madres HBsAg positivas, inmediatamente despuĂŠs del parto.

19

23

U

S

& ) +? ! 5 ? nierĂ­a genĂŠtica, tiene un alto poder inmunĂłgeno y carece de efectos adversos. Se administra en tres dosis (0, 1 y 6 meses) pudiĂŠndose realizar controles post-vacunaciĂłn ! " %

1175 1175


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

3 HEPATITIS D

2

7 ) " # ?

) )

3

su infecciĂłn y replicaciĂłn necesita la presencia del VHB. El virus presenta una membrana de envoltura similar a la del VHB. El VHD es un virus quimĂŠrico porque alberga estructuras derivadas de 2 genomas diferentes.

4 5 6

s e

3.a MorfologĂ­a y estructura

7

El VHD es un virus esfĂŠrico entre 36 y 43 nm de diĂĄmetro. Desde el punto de vista

n o

8

* ? 4'< ] K {! marcos de lectura, de los que sĂłlo uno es responsable de las dos proteĂ­nas principales del cĂĄpside (p24 y p27). La cĂĄpside posee una simetrĂ­a icosaĂŠdrica y se asocia con

?

4? # ? V % 7 * R

! envoltura similar a la del VHB.

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

io

19

ic

20

22

24

e d

u P

HB5Ag HD Ag

RNA 35-37 nm Figura 6. Virus de la hepatitis D

v r e

21

23

U

S

3.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

El carĂĄcter defectivo y la necesidad por parte del virus delta del equipo enzimĂĄ

™=� " ) ? )

) " Â?% 1176 1176

C

A


23

Hepatitis vรญricas. Marcadores serolรณgicos. Protocolos de diagnรณstico y seguimiento

1

La infecciรณn puede realizarse de forma simultรกnea por ambos virus (coinfecciรณn)

2

) 0

) " ย (sobreinfecciรณn). En la coinfecciรณn aguda, la viremia suele ser breve y por ello la detecciรณn de Ag

3 4 5 6 7

s e

n o

8 Sรญntomas Transaminasas

9 10

i c

ARN-VHD AG HBs

11

a c

Ig M anti YHD

i l b

12 13 14 15 16

18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

anti HBs

Ac Totales Anti VHD

Tiempo

Figura 7. Marcadores serolรณgicos de coinfecciรณn VHB y VHD

17

23

U

traciรณn de anticuerpos Ig M anti-VHD, que suele aparecer precozmente y los anticuerpos Ig G anti-VHD, que son de apariciรณn mรกs tardia, pero resultan de utilidad para ? 0 ! 0 ? ? K 2 %

Sรญntomas Ictericia ARN-VHD Ag HBs

Ac Totales Anti VHD

S

Transaminasas Ig M anti VHD

Tiempo Figura 8. Marcadores serolรณgicos de sobreinfecciรณn de VHD

1177 1177

A

C

VHD en suero tiene un rendimiento bajo. Sin embargo resulta de utilidad la demos-


23

Hepatitis vรญricas. Marcadores serolรณgicos. Protocolos de diagnรณstico y seguimiento

1

Ademรกs en la coinfecciรณn podemos observar 2 picos de elevaciรณn de las transa-

2

minasas , separadas por algunas semanas, en las que el primer pico corresponde a la replicaciรณn del VHB y el segundo a la del VHD. La evoluciรณn del cuadro va a depender ? )

ย =ย ? \ *

3 4 5 6

s e

Infecciรณn por VHD

7 8

COINFECCIร N

9

i c

Portador de HB Ag

Sujeto no infectado por VHB

10

a c

11 Hepatitis aguda

12

95%

13

i l b

5%

Curaciรณn

14

U

n o

SOBREINFECCIร N

95%

Hepatitis crรณnica

Hepatitis aguda 5%

Curaciรณn

u P

Figura 9. Evoluciรณn de la infecciรณn por VHD

15 16

e d

En el caso de la sobreinfecciรณn en un portador del VHB el cuadro clรญnico y la evolu 0

)

)

" !

ย =# ! 5 ? \ %

17 18

o i c

19

i v

20

3.c Diagnรณstico

21

El diagnรณstico de infecciรณn por el VHD se realiza en el contexto de una infecciรณn por VHB como coinfecciรณn o como sobreinfecciรณn.

r e

22 23 24

S

La importancia del diagnรณstico deriva de la posibilidad de una infecciรณn por VHB de evoluciรณn benigna sufra un agravamiento inesperado o una evoluciรณn fulminante y fatal debido a una infecciรณn por VHD.

1178 1178

A

C

la desapariciรณn de los dos virus.


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

3.c.1 DiagnĂłstico indirecto

2

DeterminaciĂłn de anticuepo anti-delta (anti-VHD IgM e IgG). DespuĂŠs de la apariciĂłn del antĂ­geno, surge el anticuerpo IgM que se mantiene positivo a tĂ­tulos bajos durante un tiempo limitado en el caso de evoluciĂłn favorable, en

) " ) + %

3 4 5

U

El anticuerpo IgG es de apariciĂłn mĂĄs tardĂ­a, manteniĂŠndose positivo durante lar-

6

s e

gos perĂ­odos de tiempo, por lo que su presencia sĂłlo indica contacto con el virus.

7

n o

3.c.2 DiagnĂłstico directo

8

•

9 10 11

•

12

i c

DeterminaciĂłn del antĂ­geno, Ag VHD en suero: aparece fugazmente en la sangre por lo que su utilidad clĂ­nica es muy limitada. En la forma crĂłnica , la viremia es intermitente. '<4 ) w ) 5 " ! 0 M$' virus.

a c

i l b

13

7 0

? 0 !

" ! tuales de cuadro agudo de ambos virus: HBsAg, anti-HBc IgM por parte del virus B y

14 15

u P

16

anti-HD IgM por parte del virus delta. En la sobreinfecciĂłn aparecerĂĄn los marcadores agudos del virus delta y los crĂłni-

17

cos del VHB y posteriormente los marcadores crĂłnicos de ambos virus .

18

3.d EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn

19

Las vĂ­as de transmisiĂłn son comunes a las del virus B, especialmente la vĂ­a parenteral, sobre todo la relacionada con la drogadicciĂłn. La transmisiĂłn perinatal es mĂ­-

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

S

nima y es mĂĄs frecuente en madres HBe Ag positivas. La prevenciĂłn incluye educaciĂłn sanitaria en los colectivos afectados, eliminar portadores del virus B en bancos de sangre y, de forma indirecta, la vacunaciĂłn contra el virus B, preferentemente en adictos a drogas por vĂ­a parenteral.

1179 1179

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

4 HEPATITIS C

2

7 ) " $ ™=$ )+

3

+

\3 "

ciĂłn del screening sistemĂĄtico de VHC en los bancos de sangre. ( ` ! 0 % & )

) +

4 5

s e

+ % 7

23 ) 0

]3 3

en las dos dĂŠcadas siguientes.

7 8

n o

9

a c

7 ™=$ ) '<4 ‘ ) )

?5 = ) % R V3 * ? ]3 % Presenta una cĂĄpside proteica y una envuelta lipoproteica con glicoproteĂ­nas espe +

% &

* + 5 h 5 '<4 ) ? \%V33

0 %

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

e d

u P

i v

20 21

r e

22

24

i c

4.a MorfologĂ­a y estructura

10

23

U

segĂşn los distintos paĂ­ses, su grado de desarrollo o, incluso, diferentes zonas y cir-

6

S

Figura 10. Virus de la hepatitis C

1180 1180

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

El genoma tiene un gran marco abierto de lectura Ăşnico de unos 3.000 aminoĂĄci Z ? Âą I ' `Âą I ' ? ]] %

2 3

5’UTR (AUG)

4

ORF RegiĂłn estructural

5 6

C

5’

E1

E2

NS2

NS3

NS4

NS5

s e

3’

TraducciĂłn PoliproteĂ­na precursora

8 C

E1

E2

NS2

NS3

i c

NS4B NS5A

10 p21 gp31 gp70 p7 p23 p70 p8 p27 Capside Envuelta Env. proteasa proteasa helicasa NTPasa

p58

a c

11

U

n o

MaduraciĂłn

9

NS5B

p68 RNA pol RNA dependiente

i l b

12

Figura 11. Genoma del VHC

13 14

u P

& ? 0 Âą 0

?

) * )

8 " ?+ )

\` \2 `H3 * ? * constituido por 300 aminoĂĄcidos, y cuya principal funciĂłn es permitir la uniĂłn del ri! 5 " '<4 )+ ~'7( ! % & ? 0 `Âą ) ?

* )

15 16 17 18 19

o i c

e d

i v

20 21

0 + ? ) 4'<% & ? 0 ˜'‘ ? w ? 0 ? 0 no estructural. La regiĂłn estructural incluye: La proteĂ­na del nucleocĂĄpside viral (p21), las 2 proteĂ­nas de envoltura E1 (gp31) y E2 (gp70) y una proteĂ­na trans membrana

r e

22

24

C

RegiĂłn no estructural

7

23

A

3’UTR

S

K % 7 ? 7] 7 h ? " ) !

=™'] =™' ™=$ !

munitario y condiciona la apariciĂłn de infecciones persistentes. La regiĂłn no estruc V + 0 4'< ) 1181 1181


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

9 "

2

4'< 4'< ! %

3

A

Tabla 2. Diferentes regiones genĂłmicas, proteĂ­nas

4

C

5

RegiĂłn genĂłmica

ProteĂ­nas

FunciĂłn

6 Âą

s e

IniciaciĂłn

7 TraducciĂłn

n o

8 ' 0

9

i c

Nucleocapside C

Core

EncapsidaciĂłn

Envuelta E1

GlucoproteĂ­na

4 "

Envuelta E2

GlucoproteĂ­na

No estructural NS2

Metaloproteinasa

10

a c

11 12 13 14

16 17 18

o i c

19

Clivaje

Clivaje

e d

P

NTPasa

No estructural NS4

Cofactor proteasa

' 0

No estructural NS4

4'<

' 0

`Âą

Empaquetado

i v

20

El VHC presenta un elevado grado de diversidad genĂŠtica, que afecta de una parte al genoma de cada cuasiespecie existente (variabilidad intragenoma) y de otra a las diferentes genotipos y subtipos (variabilidad intergenĂłmica).

21

r e

22

24

Serinproteasa

4 "

4'< "

15

23

li

b u

No estructural NS3

U

S

7

0 )

) 5 ! 8

4'< limerasa condicionana una elevada variabilidad genetica. El virus tiene una vida media % " ? 0 + )

]312) y

? 0 R ``33 ) % # ) 9 " ?5 1182 1182


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

?

+ " ?+ \2 -

2

nominan cuasiespecies. Esta variabilidad intergenĂłmica da lugar a los conceptos de ge ! % }

? ? " ?+

VV V\ Â? ? h *! ? % ( " V ? -

3 4 5 6

s e

7

? " ?+

\] \ % 7 7

* -

n o

8

cuente el 1b. Un mismo individuo puede estar infectado por varios genotipos. Parece existir una relaciĂłn entre determinados genotipos y la gravedad del proceso o la evoluciĂłn tras el tratamiento, el genotipo 1b es el peor respondedor. El grado de diversidad dentro de cada genotipo y subtipo es variable y esta condicionado por la regiĂłn del genoma a la que afecta. Las cepas que infectan a un individuo tienen tambiĂŠn un grado de variabilidad, de tal forma que se establecen clones predominantes o variantes mayores frente a otros clones minoritarios. Cuando la infecciĂłn tiende a resolverse disminuye la variabilidad genĂŠtica, mientras que en los que se establece una infecciĂłn crĂłnica aumenta. Existen pacientes infectados por mĂĄs de un genotipo o subtipo, lo que se denomina 0 R % = " "

! ? ! %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

& 0 *

\3 \ % 7 ! ciĂłn varĂ­a entre 15 dĂ­as y 6 meses, siendo mĂĄs corto en las postransfusionales. Se caracte 9

)

) !

Z %

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

4.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

19

23

U

? " ?+

KK 23 " ! ! Â? ?

? * h

? Â? " " " " 100 subtipos distintos. Dentro de un mismo subtipo, se denomina aislado a aquellos ge-

S

& 0 0

]3 ] * ) 0 % 7 H3 V3 0 0

"

) 0 % & + " 0 ™=$ ?

" * !

+ ? rrosis, por lo que permanecer asintomĂĄtico no garantiza una evoluciĂłn favorable. 1183 1183

A

C

" ]] ? % # ?


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

4 *

!

™=$

0

" -

2

! "+? 0 cuĂĄl sugiere un efecto oncogĂŠnico directo del VHC.

3 4 5

U

6

El diagnĂłstico de la infecciĂłn por VHC se empieza por la detecciĂłn de anticuerpos frente a pĂŠptidos recombinantes. Debido a la trascendencia clĂ­nica de la infecciĂłn

7

™=$ 9 5 0

8

destaca por su amplia implantación los que tienen como fundamento el inmunoblot +? ! '~�4 % 7 ? 0 0 ) ™=$ R ? 4'<

o plasma. La determinaciĂłn de viremia circulante se efectĂşa mediante la detecciĂłn ) 4'< )5 0 % En la fĂ­gura 12 se representa una algoritmo a seguir los pasos de determinaciĂłn de marcadores en el cronograma diagnĂłstico en un paciente con infecciĂłn por VHC.

s e

n o

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

S

e d

u P

Factores de riesgo para VHC Alteraciones en GPT (crĂłnico) Hepatitis aguda

-

AC anti-VHC

Bajo riesto (donante de sangre)

Negativo

+

-

Alto riesgo (paciente)

Confirmatorio VHC

ARN VHC cuantitativo

-

+ Intermedio

-

-

ARN VHC cuantitativo

+

+

Control MĂŠdico

Negativo

Figura 12. Algoritmo diagnĂłstico en la infecciĂłn VHC

1184 1184

Repetir a los 6 meses

+

A

C

4.c DiagnĂłstico


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

1 * ? 5 R ? )

2

de VHC, derivados de otras tantas ramas o agrupamientos en los ĂĄrboles de compa 0 !

% 4

? ]!

7 ! 5 "

3 4 5 6 7

s e

)

Â?

? ? ! " 0

8

n o

de tratamiento.

9

i c

10

4.c.1 Anticuerpos Anti-HCV (anticuerpos anti-virus hepatitis C)

a c

11

7 9 * 7~4 0 ~? } + 5 " ! % 7 5

+?

! ? nierĂ­a genĂŠtica o sĂ­ntesis quĂ­mica. El progesivo diseĂąo de sistemas de determinaciĂłn 7~4 " ?

?5nico empleado. Los ensayos de primera generaciĂłn contenĂ­an epĂ­topos de la proteĂ­na NS4. Posteriormente aparecieron los de segunda generaciĂłn que contenĂ­an ademĂĄs epĂ­topos de NS3. Los Ăşltimos son los de tercera generaciĂłn que llevan ademĂĄs epĂ­topos de NS5 y mezclas de antĂ­genos recombinantes juntos con pĂŠptidos sintĂŠticos 8 % & + ! ) +

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

) ! ? % ( 0 H V

" por lo que la negatividad de esta prueba no descarta la infecciĂłn. Su apariciĂłn indica contacto con el virus.

20

23

U

notipo 4. El genotipado es clĂ­nicamente importante porque predice la respuesta al tratamiento, siendo muy favorable para lo genotipos 2 y 3, que desafortunadamente son

S

Los anticuerpos anti-VHC IgG aparecen tardĂ­amente, pueden tender a desapare

? 0 * Z % ( " llado mĂŠtodos de detecciĂłn de anti-VHC IgM, que aparece antes, pero es frecuente seguir detectĂĄndolo en la fase crĂłnica de la enfermedad, por lo que no aporta datos concluyentes sobre el estadĂ­o de la infecciĂłn viral. 1185 1185

A

C

la presencia y diseminaciĂłn de los genotipos 1 y 3, asĂ­ como la introducciĂłn del ge-


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

De manera complementaria pueden emplearse sistemas de detecciĂłn del antĂ­-

2

geno core, mediante EIA que optimizan la detecciĂłn de marcadores en el periodo ventana, si bien su sensibilidad se relaciona con el grado de viremia.

3 4 5

U

6

Se basa en el principio general de la maduraciĂłn progresiva de la respuesta inmune tras la primoinfecciĂłn y se realiza mediante el uso controlado de agentes disocian-

7

tes (generalmente urea 6M) en las pruebas convencionales de enzimoinmunoanĂĄ-

8

lisis para la detecciĂłn de anticuerpos. En la fase aguda la avidez es baja y en la fase crĂłnica alta. 7 + ! + " h ! 7&~(4 ) ) ! 5 ! les permiten conocer individualmente quĂŠ antĂ­genos virales son los responsables de la reactividad obtenida en el ELISA. No existe ninguna prueba comercial estandari9 9 " ! sado en un ensayo comercial, ya estandarizado y validado.

s e

n o

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

18 19

o i c

" ) 8 % 4 9 ? 0 ) rio de infecciĂłn por VHC. Su interpretaciĂłn es diferente dependiendo de la prueba y de los antĂ­genos em-

i v

20 21

r e

22

24

e d

Se basan en el uso individualizado de antĂ­genos procedentes de distintas regiones

? ) % 7 5

0 '~Â?4 ' ! ! que utiliza diferentes antĂ­genos adsorbidos sobre tiras de nitrocelulosa. Estos ensa-

17

23

u P

4.c.3 % W _: j

pleados. La prueba puede leerse como:

S

• • •

Negativa: ausencia de bandas de reacciĂłn. Positiva: reactividad al menos para dos antĂ­genos, preferentemente derivados de genes distintos. Indeterminada: presencia de una sola banda. 1186 1186

A

C

4.c.2 Anti-VHC (Avidez de IgG)


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

7 \2 ™=$ 7&~(4 ) ! -

2

) % I )

" '<4 ) " * ? ! M$' 4'< ™=$%

3 4 5 6 7

s e

n o

8

4.c.4 HCcAg (AntĂ­geno del core del VHC)

9

i c

' "

5 0

+?

) 0 +

8 " rĂ­an indetectable. Estos ensayos permite su automatizaciĂłn, junto con su bajo coste, permitirĂ­an estudios a grandes escalas como en los bancos de sangre. AdemĂĄs per

) " + ! ?+

los inconvenientes de esta. La interpretación de su positividad es igual a las de las ! 0 4'< ™=$%

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

4.c.5 ARN-VHC

17

o i c

' M$' % La viremia desaparece en los individuos con infecciĂłn aguda resuelta mientras que permanece durante aĂąos en los pacientes con infecciĂłn crĂłnica, a veces aparece de forma intermitente.

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

( ! ! ?+

% ( 9 5 +0 ? 0-

18

23

U

!

4'< ! % 7

caso de que se descarten estas patologĂ­as, deberĂĄ pensarse en una primoinfecciĂłn. Pueden no detectar anticuerpos en inmunodeprimidos o en el periodo ventana.

S

Actualmente existen mĂŠtodos comerciales y la diana Ăłptima se considera la re? 0 ÂąI '% 7 ) 5

8 ! dad de generar falsos positivos por ÂŤcontaminaciĂłnÂť intralaboratorio, asĂ­ como falsos ? ) 0

4'<

) ! 0 % & ? ) 8 !

) )

1187 1187

A

C

7 ! ? ) ! 5 -


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

detectable en la primera o segunda semana tras la infecciĂłn y puede aplicarse a una

2

amplia variedad de muestras. Es un mĂŠtodo excelente para el diagnĂłstico precoz de la misma, especialmente h

? " 9 %

3 4 5

U

puesta inmune es inexistente. Otra de las aplicaciones es la monitorizaciĂłn del tratamiento ya que la persistencia 4'< 5 * )

6

s e

7

)

%

n o

8

Por otra parte permite predecir el riesgo de transmisiĂłn vertical del VHC ma " 8 * ? ) %

9

i c

10

a c

11

4.c.6 Ww{ !

12

La carga viral es el mejor marcador de seguimiento de la infecciĂłn por VIH, por lo " !

™=$ ! ) '<4 0 % M " ! se puede considerar un ensayo con valor pronóstico. Aunque no presente un valor pronóstico en la evolución de la enfermedad, si tiene un valor predictivo de respuesta al tratamiento, se considera un marcador de mala respuesta cifras mayores de 1.000.000 copias/ml. &

5 9 M$' ) & 14

i l b

13 14 15 16 17 18

! M$' )

inferiores a 50 copias/ml. & 5 *

0 ? 0 M$' )5 0 5 % 7R -

19

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

e d

u P

S

mercializados con buenas caracterĂ­sticas operacionales que alcanzan sensibilidades 0 ]33 4'<J % & 0 4'< 9 )5 ? ?+ 0 M$' ) 0 4#< M$' % ( 0 efectĂşa fundamentalmente en la monitorizaciĂłn de la respuesta a la terapia antivĂ­rica 1188 1188

A

C

! 5 !

"

-


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

& 0

™=$ -

2

cialmente a personas infectadas por el virus. Este diagnĂłstico debe incluir una prueba de cribado (EIA), en aquellos resultados positivos se debe llevar a cabo una determi 0

* '~�4 '<4 ™=$ ) *

3 4 5 6

4.c.7 DeterminaciĂłn del genotipo viral

7

4.c.7.a MĂŠtodos moleculares

9

•

SecuenciaciĂłn: Es la tĂŠcnica de mayor efectividad ya que determina la secuencia de nucleĂłtidos del virus. Se analizan las regiones core, E1 y NS5B, son las zonas donde se pueden localizar con mayor exactitud las diferencias que caracterizan al los distintos genotipos y subtipos. Es un mĂŠtodo caro y laborioso. Es la tĂŠcnica de referencia. Sin embargo

* 5 +

0 ! " parte, no distinguirĂ­a infecciones mixtas por genotipos diferentes.

11

a c

i l b

12 13 14 15 16

•

e d

u P

M$' 9 ! + ? % 7 5

) ?

? -

17 18

cando cada tipo por la longitud de los productos obtenidos, pero resulta compleja de !

) h ? "

%

19

•

o i c

M ? ? 0 '‘&M %

i v

20 21

4 M$' ? 0 ² " ? 0 9 0

? + nocidos por las enzimas, dando a lugar a patrones de fragmentos que se comparan con los fragmentos obtenidos con los de genotipos control. Es una tĂŠcnica compleja

r e

22

24

i c

Determinan el genotipo

10

U

n o

8

23

s e

El genotipado se puede realizar por diferentes mĂŠtodos:

S

y ademĂĄs detecta irregularmente algunos genotipos.

•

= ! 0 ! ! &~M4(

4'<

™=$%

1189 1189

A

C

"

9? " 9 ) %


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

7 4'<

™=$ ?

0 +-

2

? ) % 4 9 9 Âą % 7

5 *

* !

? ! 0 *

3 4 5

4.c.7.b MĂŠtodos basados en la serologĂ­a

6

•

7

s e

Tipado serolĂłgico:

U

Detecta anticuerpos frente a diferentes pĂŠpticos sintĂŠticos de las distintas secuencias de la regiĂłn NS4. & ) 8 5 M$' 9 preparaciĂłn de la muestra y el uso de equipos que pueden encontrarse en cualquier laboratorio clĂ­nico. AdemĂĄs, los ensayos pueden ampliarse a los nuevos tipos. Mediante este mĂŠtodo puede determinarse la identidad de los 6 tipos mayores, pero la ?5 ! 0 5 % 7 ) 0 "

paciente.

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

u P

4.d Implicaciones de la variabilidad genĂŠtica del VHC

17

e d

El conocimiento del genotipo es Ăştil en la patogenicidad, en el diagnĂłstico, en fe-

18

nĂłmenos de resistencia al tratamiento y en la epidemiologĂ­a del virus.

o i c

19 20

4.d.1 Patogenicidad

21

= " " ? ]! ) ! * * "

" % Âł

* 0 ? 0 =™']

™=$ ciertos epítopos que podrían seleccionar mutantes capaces de escapar del sistema

i v

r e

22 23 24

S

% ~? " ! )

? ]! * " Â? #<4 ) =Â? 4? ? ) interferon. 1190 1190

A

C

genotipo.


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

Existen numerosos estudios que asocian el VHC con crioblobulinemia. El gen de la proteĂ­na mayor inducida por el interferon, se considera supresor de tumores, puede interaccionar con la zona NS5 del virus inactivando este gen, lo que +

" % M R 0 ? 0

2 3 4 5

U

6

4.d.2 DiagnĂłstico

7

La mayorĂ­a de las tĂŠcnicas para cribado serolĂłgico se fabricaban a partir de proteĂ­nas de genotipo 1b, lo que puede ocasionar una falta de sensibilidad. A partir de los

s e

n o

8

ensayos de segunda generaciĂłn, se mejoraba la sensibilidad, porque utilizaban mezclas de proteĂ­nas de genotipo 1b,2,3,4 y 5; pero presentaba problemas con el genotipo ] % 4 ? 0 " !

% 7 5

" 5 0 '<4 !

! ? 0 ÂąI 'Â? den dejar de detectar variantes.

9

i c

10

a c

11 12 13

i l b

14

4.d.3 Tratamiento

15

Es donde mayor importancia tiene el genotipo. La indicación, duración y dosis de ! ) '�™

0 ? ?h el genotipo.

16 17 18

i v

20 21

r e

H3 H

! ? H2 '�™ ! ajustarse entre 1000 mg/d y 1200 mg/d.

22

24

o i c

e d

Actualmente se considera que se debe de emplear el tratamiento combinado en pacientes con genotipo 2 y 3, en ausencia de contraindicaciones, la respuesta es del K3 23 0

H 233 ?J '�™% 7

? ] ! !

! 5

? H %

19

23

u P

S

4.d.4 EpidemiologĂ­a 7R ) ! ? ? * R ? ) ? ? ? * R ) !

? 1191 1191

A

C

<(`

™=$ "

R

%


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

por vĂ­a parenteral y la contaminaciĂłn por transfusiones sanguĂ­neas. Los genotipos

2

mĂĄs repartidos son el 1, 2 y el 3. El genotipo 4 es mĂĄs frecuente en Ă frica del Norte, Central y Oriente PrĂłximo. El estudio de genotipos puede ser Ăştil para el control de migraciones o el comer-

3 4 5

U

para analizar una transmisión entre individuos o para comprobar una contaminación % M ? 5 * ? =™'] 7¾ 0

6 7

s e

R %

8 9

n o

i c

4.e EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn

10

El VHC se transmite fundamentalmente por vĂ­a parenteral. El problema postrans * " 5 0 ? sus primeros estadios no se detectarĂ­an anticuerpos, que es la determinaciĂłn que suele realizarse en los bancos de sangre. A partir de junio de 1999 en la UniĂłn Euro * ! ?

™=$ M$' 9 ! 0 " ) % La utilización de vacunas no es factible de momento, debido a la gran variabilidad de virus.

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

18

5 HEPATITIS E

19

& " ) 7 0 5 + " 4% 4 " 0

i v

20 21

r e

"

9?

) " 7

? 8 abre la posibilidad de que pueda tratarse, en realidad, de una zoonosis.

22 23 24

o i c

S

5.a Morfología y estructura 7 ) " 7 =7™ 8 9 0? 0? cas con el VHA y pertenece al gÊnero de los calicivirus. Es un virus pequeùo, de 32-34 1192 1192

A

C

cio de productos sanguĂ­neos pero en ambos casos este estudio es poco determinante


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

nm de diĂĄmetro, con simetrĂ­a icosaĂŠdrica y con depresiones y prolongaciones a modo

2

+ ? ]` %

3

A

C

4 5 6

s e

RNA

7

n o

8 9 10

a c

i l b

12

? 4'< ) K%V33

0

! ˜'‘ ? ? ]H % #

+ +

" +

*

* +

) % Se admite la existencia de un Ăşnico serotipo, a pesar de que existe una diversidad ge 0 "

%

13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

21

r e

22

24

e d

u P

27nT

20

23

i c

Figura 13. Virus de la hepatitis E

11

U

S

5’

68nT N 7,5 Kb - RNA

3’

*ORF1

ORF2

5079 nT/1693 aa *ORF1 Metiltransferasa Proteasa cistĂ­nica Helicasa RNA dependiente

1980 nT/660aa ORF3

369nT/123 aa

Figura 14. Genoma del HEV

1193 1193


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

5.b Patogenia y cuadro clĂ­nico

2

7 ) )+ 9

" -

3

riodo de incubación muy corto que oscila entre 2 y 9 semanas. Los individuos infectados desarrollan de forma precoz anticuerpos IgM frente al =7™ * 0 ? " )

4 5

n o

8

!

0 ? %

9

i c

10 11

a c

SĂ­ntomas

i l b

12

ALT

13 14 Virus en heces

15 16 0

17 18

o i c

19

e d 1

2

3

u P 4

5

6

21

S

IgM anti-HEV

8

9

10

11

12

13

Figura 15. Curso serolĂłgico de la infecciĂłn por HEV

El cuadro clĂ­nico es el de un proceso benigno, autolimitado. Las transaminasas no sufren grandes elevaciones. Son frecuentes las formas asintomĂĄticas, especialmente en niĂąos. La evoluciĂłn es benigna y la mortalidad muy baja, salvo en algunas embarazadas. No evoluciona a ci-

r e

22

7

IgG anti-HEV

Semanas

i v

20

24

s e

adoptan un patrĂłn de elevaciĂłn progresiva con un cierto retraso respecto a los de clase IgM y sus tĂ­tulos se mantienen elevados durante perĂ­odos mĂĄs prolongados y por lo que s u determinaciĂłn aislada como la seroconverciĂłn (cuadriplicar su tĂ­tulo)

7

23

U

! 8 ? \ ] ? ] % & ~? }

6

" %

1194 1194

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

5.c DiagnĂłstico

2

7 + ? 0 ) 0? * !

" !

3

laboratorios de nuestro entorno, debido a que se considera una enfermedad importada y cuando se efectĂşa se basa en la detecciĂłn de marcadores serolĂłgicos de infecciĂłn por VHE.

4 5 6

s e

5.c.1 DeterminaciĂłn de anticuerpos por ELISA

7

Los anticuerpos de tipo IgM aparecen durante el periodo agudo del cuadro clĂ­nico,

n o

8

desapareciendo al cabo de un mes. Los de tipo IgG aparecen tambiĂŠn durante el cua ? ? ] % & 0 ) 9 5 ! %

9 10

i c

a c

11

5.c.2 DiagnĂłstico directo

12

• • •

13 14 15 16

(

+? " 5 7&~(4% & 0 '<4 M$' 0 ? %

e d

u P

La forma principal de transmisiĂłn es por ingesta de agua o alimentos contaminados.

18

La infecciĂłn puede aparecer de forma epidĂŠmica, en grandes brotes, como consecuencia de contaminaciĂłn de aguas (paĂ­ses en vĂ­as de desarrollo) y de forma esporĂĄdica en personas procedentes de zonas de alta prevalencia (especialmente el subcontinente indio, MĂŠjico y CentroamĂŠrca) que importan la enfermedad (paĂ­ses

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

i l b

# 0

) " +

0 %

5.d EpidemiologĂ­a y prevenciĂłn

17

23

U

S

desarrollados). & R 9 0 " ? 5 % 4 R ) + %

1195 1195

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

6 HEPATITIS G

2

7 ) " } ! ]\\ % 7 ) )

3

" $% 7

) " Â? $% ( " )

) }� $ =}�™ $ ) " } =}™ % M

" ) % 7

4 5

s e

ciales del cirujano en quien se aislĂł el virus por primera vez. Su suero fue capaz de infectar primates, en los cuales se clonaron 3 cepas (GB-A, GB-B y GB-C). Las dos primeras correspondĂ­an a cepas virales propias del animal y la tercera (GB-C) era origi-

7

n o

8

" % 7 ) " } ) '<4 Z ) ) " ?+

\

)

" $% 7 ) )+ ) " Â? $% ( ? 0 0

'<4 ) 5 0 ' M$' % El virus se distribuye por todo el mundo. Su prevalencia en la poblaciĂłn gene ) ] % 7 " 0 ) $ )

? ]3 3 % 4 R ) ) " * % 7 !

? " ?

) % < " 0 " 0 -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

"

% ) !

)

" } 9 ?h " % 7

0

) " -

19

23

U

"

) % 7 ! }Â? ) -

6

S

}

" * * 8 ! ? + %

1196 1196

C

A


23

Hepatitis vĂ­ricas. Marcadores serolĂłgicos. Protocolos de diagnĂłstico y seguimiento

1

7 VIRUS TT

2

7 ]\\2 ! 0 ) #<4 " 4 7

3

que fue bautizado como TTV (transfusiĂłn transmited virus). Existen evidencias de ) " )

? )

nan con el nivel de elevaciĂłn de las aminotransferasas.

4 5

s e

? *

K3 ) R h

? % 7 ) 0 *

\3 R % El TTV es un virus sin envoltura. Posee un genoma compuesto por una cadena

7

n o

8

#<4% M ) ) w $ ) % ( " crito 4 genotipos diferentes (1a-c, 2a-f, 3 y 4), predominando el genotipo 1. 4 ? "

}�™ $ 0

™ " ? ) ?h " % 4 mås su transmisión es por vía oral-fecal, no por vía transfusional como se creía. La búsqueda de marcadores de infección por TTTV en cualquier tipo de enferme " * 8 ! terÊs clínico. ( " )

™w (4<�4< ‹˜�4< I(3] PMV, TLMV: TTV like minivirus, SEN. 4 ?

™ ) ? ?5 % ( ! es posible que alguno de ellos se asocien a elevación de aminotransferasas despuÊs

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

0 ! !

R " ? + ? ) ) ? 9 "

%

19

23

U

7 ™ )

! 0 ? R

6

S

1197 1197

C

A


23 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

Angel G, Angel M. InterpretaciĂłn clĂ­nica del laboratorio. MĂŠdica Panamericana; 2000.

3

U

=$™ ? w ˆ { =$™ % = ? 33 � `Vw ]] 2% #˜~w ]3%]3 `J8" % 33 %`H]`3 %

6

s e

$

M‘ $" ‹ 1 " "ˆ ~>% ~ " � antigen mutants. J Med Virol 1999; 59: 19-24.

7

n o

8

$ } + Ž M ™ œ '% = $w " ! % 1 � 33`%

9

i c

#

? ~ ! } + $ 4 7 " ) + 1 ÂŽ1 & 0 ' ? M% ( ?+ " )+ % M 1 ! ?+ $ + % ' de la Sociedad de enfermedades infecciosas y Microbio-logĂ­a clĂ­nica, SEIMC; 2004.

10

a c

11

i l b

12 13

} # M 41% = Â? ) w < " quences. N Engl J Med 2004; 350: 1118-29.

14

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Mar-ban; 2005.

15

Ž ! #( ˜R

#> # Â’'% & ! = ! {% = & R Â? 2001.

16

e d

u P

Ž + ' ' +? 9 ‘ � + 1 $ – $ 1 ™ 4 % — ) " � ) #<4 ! ˆ Z M$' %

17 18

o i c

J Viral Hepat. 2001; 8:465-71.

19

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 Â? ]\\V%

20

> #&% = % M 1 ~ % 7 % 1 } ˆ=

J~ %

i v

21

r e

22

24

C

Â? ) 4 1 M

> # " = Â? ( & M Â? & % $

5

23

A

Balcells A. La clĂ­nica y el laboratorio. Masson-Salvat; 1997.

4

S

2001.

& 0 M &0 9 Ž4 ˜ ‘ 7 $ 7 " ) + Ž1% # 0 ~?} ! 8 ) 9

? 0 0 ? ) " tis C. Enferm Infecc Microbiol Clin 1997; 15:14-8. & { 4% $" " Â?% < 7 ? ÂŽ 1 33 Â? `HVw]V2 `%

1198 1198


23 1

< ) # 7 ˜ } (% 1

) " Â?

? (% Â? letĂ­n del control de calidad SEIMC. SEIMC; 2004.

2 3

< ) # } + # 9 4 ˜ 1 <% # ? 0 0

) " -

4

Â?w ' ) +? % Â?

+

dad SEIMC. SEIMC; 2003.

5 6

s e

" 0? % 7 ~ 1 ! $ ]\\2Â? ]Vw H V V3%

7

n o

8

M 4Ž > &4% — + $ + % + *

0 % 1 Â? 33]%

9

( Âś '% = " $% } = 1 ? 33`Â? w 2%

10

ÂŽ% " ) ? ? " ) ? )

? " � ) % Ž $ ™ 33 � w \K ]3V%

i c

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22 23 24

e d

u P

S

1199 1199

C

U

M 1Ž 1 11 M5 9 1$ ' +? 9 ( ' * Ž& 1 + Ž1 4) ˜ % M )

) " $w ?+ + -

A


VALORACIร N BIOQUร MICA DE LA FUNCIร N HEPร TICA ENFOQUES DIAGNร STICOS POR EL LABORATORIO

1 2 3 4 5 6 7 8

1 Introducciรณn ]% ย ?+

"+? 1.a.1 Funciรณn metabรณlica ]% %]% 1 ! ! " 1.a.1.b Metabolismo de lรญpidos 1.a.1.c Metabolismo de proteรญnas ]% %]% 1 ! " 1.a.1.e Metabolismo de vitaminas 1.a.1.f Metabolismo de minerales

9

1.a.2 Funciรณn biliar

10

1.a.3 Funciรณn desintoxicadora

11

1.a.4 Funciรณn de almacenamiento

12

1.a.5 Funciรณn inmunolรณgica

13 14 15 16

2 Valoraciรณn bioquรญmica de la funciรณn hepรกtica 2.a Bilirrubina 2.a.1 Metabolismo de los pigmentos biliares 2.a.2 Trastornos del metabolismo de los pigmentos biliares. Ictericias 2.a.2.a Hiperbilirrubinemias no conjugadas

17

2a.2.a.a Hiperbilirrubinemia por aumento en la producciรณn de bilirrubina

18

2.a.2.a.b Hiperbilirrubinemia no conjugada por alteraciรณn en el trans-

19 20 21 22 23 24

porte plasmรกtico 2.a.2.1.c Hiperbilirrubinemia no conjugada por alteraciรณn en la captaciรณn " * 2.a.2.1.d Hiperbilirrubinemia no conjugada por disminuciรณn en la conju? 0 " * ! !

24


24 1

2.a.2.b Hiperbilirrubinemias conjugadas

2

2.a.3 Tasa de bilirrubinemia

3

2.a.4 MĂŠtodos de determinaciĂłn de bilirrubina

4 5 6 7

2.b Transaminasas o aminotransferasas 2.c Fosfatasas alcalinas 2.d Gamma glutamil transpeptidasa (GGT) 2.e 5´Nucleotidasa (5´NU) 2.f Glutatión-transferasa

8

2.g AmonĂ­aco

9

%" M + +

10

%"%] 4 !h

11

%"% 4 + 4‘M

12

%"%` $

13 14 15 16 17

%"%H & + %"% } ? ! %"%V ! %"%K # ? $ ! R ! 3 Pruebas cuantitativas de funciĂłn hepĂĄtica `% 4 " *

18

`% %] 4 " * !

Â?(M

19

`% % 4 " * ) ™~$

20

`% %` 4 " * ?

21

`% %H 4 " * +

22

`% % ‘ 0 ? R 17}–

23 24


24 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

4.a Hepatitis autoinmune 4.a.1 Hepatitis autoinmune tipo 1 4.a.2 Hepatitis autoinmune tipo 2 4.a.3 Hepatitis autoinmune tipo 3 4.b Cirrosis biliar primaria 4.c Colangitis esclerosante primaria BIBLIOGRAFĂ?A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

1 INTRODUCCIĂ“N

2

7 "+?

0 ? * )

? * -

3

) !0

? % 7 * 9 ? 0

" "

!

h ? * 9 "

? ] % < ! -

4 5

s e

"+? %

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

Figura 1. HĂ­gado

i v

1. &0! "

* ) %

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

7 "+? * h ) 0! ? ` w

20

23

U

!

* ! h ! % ( ! h !

6

S

2. LĂłbulo izquierdo, extendido sobre el estĂłmago. 3. Cuadrado, en la base, de menor tamaĂąo que los anteriores, entre la fosa de la vesĂ­cula biliar y el ligamento redondo. 4. &0! !

"+?

) )

? ) %

1203 1203

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

! !

! !

2

* } % & 0 ) ! ! ) 0! " 9

? % 7 0! " ) %

3 4 5 6

s e

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

u P

Figura 2. Cara diafragmĂĄtica del hĂ­gado

16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

i v

20

23

U

ral. Cada uno de estos segmentos se dividen en segmentos superior e inferior. ClĂ­nica, y quirĂşrgicamente sobre todo, se emplea el concepto de segmento " * %

S

Figura 3. Cara inferior del hĂ­gado

1204 1204

A

C

El ligamento falciforme divide al lĂłbulo izquierdo en dos partes, una medial y otra late-


24

Valoraciรณn bioquรญmica de la funciรณn hepรกtica. Enfoques diagnรณsticos por el laboratorio

1

7 "+?

"

2

! "

8 0

0! "

"+? ? ` % 4 + *

0 0 impresiรณn duodenal, pegada a la fosa cรญstica y la impresiรณn renal, la menos marcada.

3 4 5 6

s e

7

" *

" * ? ` % 7 )

n o

8

!

"+? 9

! ferior, donde el peritoneo que lo recubre pasa a revestir el diafragma y la pared pos

? " % M

) ? * " + ) !

? % 7 ?

"+? ?

"+? 9

! * " * % 7 9 )

"+? ! ) " * % 7 ? * ?

?

R " 9 9 ! % M ! !

?

"+? ) ! ! % 4 ) -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

? ) " 8 ? ?

*

"+? % $ " 8 ? " ! " 9

"+? " 8 )

"+? Z 8 !

? ? -

r e

22

24

e d

u P

bilical se unen las venas subcutรกneas periumbilicales que irradian desde el ombligo,

) + R ) % El ligamento falciforme puede ser considerado como los restos de mesogastrio ) % 7 ?

? ? *

"+-

18

23

U

esรณfago en el borde posterior. Las relaciones con el diafragma y con el corazรณn com

0 ? ) "+? % & !

"+? " " * que no es sino la zona de entrada del omento (epiplรณn) menor con la vena porta, la

S

? " 9 ? ` % &

"+? ) ? " ) ) % Tras la divisiรณn en ramos segmentarios, las ramas de la vena porta, acompaรฑadas de

1205 1205

A

C

En la cara inferior del lรณbulo izquierdo estรกn la impresiรณn gรกstrica y la escotadura del


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

" * ? H ) " * -

2

cuentran juntos en el espacio porta (vena interlobulillar, arteria interlobulillar y conductillos interlobulillares). $ Z !

" *

3 4 5 6

s e

7

9 " * "

! -

n o

8

tabĂłlicamente y sintetizar las sales biliares. 7 8 *

"+? ? ) ! " ) " ? ? " * ?

) " * %

9

i c

10 11

a c

i l b

12 13

Vena cava inferior Diafragma

14

Vena hepĂĄtica

15 16 17 18

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

Vena porta

19

23

U

) !

% & Z ) !

?

) " * ) ) % 4 + ?

! 0 ) R+? " *

S

Aorta torĂĄcica HĂ­gado Aorta abdominal Arteria hepĂĄtica

Figura 4. Arterias y venas del hĂ­gado

7

"+? R )

h + 9

R

% 7 0 " *

funcionamiento armĂłnico de las cĂŠlulas. Los tipos celares presenten son:

1206 1206

A

C

* " R ?

5 " *


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

Las cĂŠlulas de Kupfer Son los macrofagos residentes y se creen que son migratorias ya que no establecen uniones intercelulares con las cĂŠlulas vecinas. Se relacionan con las cĂŠlulas con las cĂŠlulas de revestimiento sinusoidal.

2 3 4 5 6

s e

7

Poseen receptores que permiten la endocitosis de sustancias como el LDL y

n o

8

* " 0 % ! 5 ) )

] y citoquinas. Los hepatocitos ( 5 ?

3 `3 ¡ * 5 ? % ( ?h 9 0

!

" + y bioquĂ­micas. AdemĂĄs, solo establecen contacto entre ellas, sino que bordean un espacio (Espacio Disse).

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

EstĂĄn alrededor del sinusoide y constituyen un tercio de las cĂŠlulas no pa

"+? % 4 ) 4% Las cĂŠlulas endoteliales

S

Figura 5. Esquema de la disposiciĂłn de los hepatocitos y otros componentes del hĂ­gado

1207 1207

A

C

Las cĂŠlulas estrelladas o cĂŠlulas de Ito


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

& " ) % 7 w

2

Dominios laterales. Estos forman los canalĂ­culos biliares, que son espacios intracelulares labe-

3

+ ] ¡ * % 7 9 ! ción se ve aumentada por la presencia de microvellosidades laterales. La bilis

4 5

7

s e

adenilciclasa. Dominios sinusoidales.

8

n o

7 "

# % ! 5 )

V M < > 4 M + 9 0

" %

9

i c

10

a c

11

& 0 *

"+?

!

" * % $ !

tiene un aspecto piriforme, en cuyo centro se dispone la vena central del lobulillo (tri! ) " *

" ? 9 ) central y en su periferia los espacios porta, que contienen las ramas portal y arterial y el conducto biliar. Entre ambos sistemas vasculares se extienden las columnas o tra!5 5 " *

% &

) " * )+ ? " sinusoides y de ellos pasan a las venas centrolobulillares.

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

& "

5 ! ) + los biliares. Los canalĂ­culos excretan los metabolitos al conducto biliar y a la vesĂ­cula biliar. & ' ]\ 2

!

* " * )

19

23

U

" !

% 7 9 ! * R

) < > 4 M

6

S

"+? ? V % 7 8 5 h

) " * % 7 !

9

"+? w

•

‡

* 8 " * h !

) " * % 7 con mĂĄs abundancia de oxĂ­geno. 1208 1208

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

• •

1 2

& 9

8 " * ! 9 ] `% La zona tres es la mĂĄs externa y es la regiĂłn que rodea a la vena central. Es la * R+? %

3

A

C

4 5 Ă rea portal (AP) Arteria hepĂĄtica Conducto biliar Vena porta

6 7 8

(VC)

s e

(VC)

n o

Lobulillo clĂĄsico

9

i c

(VC)

10

Vena central (VC)

(VC)

a c

11 (VC)

12

i l b

13

U

Lobulillo portal

(VC)

FIgura 6. Acino hepĂĄtico

14 15

4 *

"+? ) w

16

• •

17 18 19

21

r e

22

24

• •

e d

La vesĂ­cula biliar.

Es un Ăłrgano piriforme. EstĂĄ constituida por el cuerpo y el cuello, que continua

o i c

don el conducto cĂ­stico. Almacena y concentra la bilis y produce su liberaciĂłn en el duodeno segĂşn los requerimientos.

i v

20

23

u P

S

$ R " * % & " * " 9

" * h % 7

+

5 se une con el conducto pancreĂĄtico (regulados por el esfĂ­nter de Oddi) y forma la ampolla de Vater, la que se abre a la luz duodenal).

1209 1209


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

1.a FisiologĂ­a del hĂ­gado

2

7 "+? " )

w

3

A

4

1.a.1 FunciĂłn metabĂłlica

5

1.a.1.a Metabolismo de carbohidratos

• •

8 9 10

•

11

n o

La glucogenogĂŠnesis, almacenando el exceso de glucosa en glucĂłgeno. La glucogenolisis, liberando glucosa a partir de sus reservas deglucĂłgeno durante el ayuno.

i c

La gluconeogĂŠnesis, a partir de lactato, glicerol y aminoĂĄcidos, sobre todo alanina.

a c

i l b

12

1.a.1.b Metabolismo de lĂ­pidos 7

"+? ) 9 w

13 14

•

15 16 17 18 19

•

u P

( &#& =#&% 7 R ) ! " + ? 0 " * + % 7 R ! " acetil coenzima A y el cual en la lipidogĂŠnesis se transforma en ĂĄcido palmĂ­tico. & * ? ? " 9 4

"+?

e d

transformado en el ciclo del ĂĄcido cĂ­trico en CO2 y una pequeĂąa porciĂłn se 0 ! " R ! %

o i c

$ ! ~#& &#& =#&% 7 "+?

9 + -

i v

20 21

r e

22

24

s e

? ? % 7

"+? 9 w

7

23

U

7 "+?

-

6

S

•

dos provenientes de la dieta y los secreta en forma de lipoproteĂ­nas de muy baja densidad (VLDL), ricas en triglicĂŠridos. Las cuales son transformadas en LDL(lipoproteĂ­nas de baja densidad) que transportan el colesterol a las cĂŠlulas perifĂŠricas. (

% 7 "+?

partir de acetil coenzima A.

1210 1210

C


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

1.a.1.c Metabolismo de proteĂ­nas SĂ­ntesis de proteĂ­nas plasmĂĄticas. Sintetiza la mayorĂ­a de las proteĂ­nas (albĂş-

•

2 3

• • •

4 5 6

mina, prealbĂşmina, proteĂ­na C reactiva,etc.) salvo las inmunoglobulinas y la " ? ! %

8

1.a.1.d Metabolismo de hormonas (+ + " % # ? 0 " %

• •

9 10 11

• • •

13 14 15

i c

i l b

u P

1.a.1.f Metabolismo de minerales Metabolismo de minerales. SĂ­ntesis de proteĂ­nas transportadoras.

• •

16 17 18

o i c

e d

1.a.2 FunciĂłn biliar

19

7

"+? ! 9 % & 5

i v

20

9 + ! h

"+? * !

% & * ! !

% & ! w

21

r e

22

24

n o

a c

1.a.1.e Metabolismo de vitaminas Metabolismo de vitaminas. HidroxilaciĂłn de la provitamina D, en la posiciĂłn 25. SĂ­ntesis de proteĂ­nas transportadoras.

12

23

s e

de los aminoĂĄcidos.

7

U

GluconeogĂŠnesis a partir de alanina. SĂ­ntesis de urea y glutamina a partir del amoniaco liberado en la degradaciĂłn

S

• •

Ă cidos biliares primarios: acido cĂłlico y ĂĄcido quenodeoxicĂłlico, presentes unas cinco a diez veces mĂĄs que los ĂĄcidos biliares secundarios. Ă cidos biliares secundarios: ĂĄcidos deoxicĂłlico y litocĂłlico.

1211 1211

A

C

Metabolismo de los aminoacidos aromĂĄticos.


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

Los ĂĄcidos biliares son conducidos por los canalĂ­culos biliares y dĂşctulos biliares

2

" ) + % M + ) " 9 0 + cosa intestinal y se produzca la absorciĂłn del colesterol y los triglicĂŠridos liberados.

3 4 5

U

6

1.a.3 FunciĂłn desintoxicadora

7 8

7 "+? 9 * 0R 0? R0? " 0R % & R 0 9

9

dos mecanismos:

• •

10 11

i c

Inactivando el material tĂłxico mediante su uniĂłn a una proteĂ­na.

a c

1 0R R 0 % 7 transformado en urea y la bilirrubina en glucurĂłnido de bilirrubina.

Los compuestos exĂłgenos son inactivados y neutralizados por un mecanismo de " R 0 9

M H 3 8 ? 0

13 14

u P

del compuesto principal o sus metabolitos.

15 16

e d

1.a.4 FunciĂłn de almacenamiento

17

• • • •

18 19

7 "+? h ) ? * ? ?5 % 7 "+? h

0 ) 4% Almacena en cantidades menores vitamina B12 y vitamina D. Almacena minerales, unidos a proteĂ­nas como ocurre en la ferritina.

o i c

i v

20 21

r e

1.a.5 FunciĂłn inmunolĂłgica

22

24

n o

i l b

12

23

s e

S

•

& "

! ~?4 9 ? ) "+ "+? % & ~?4

8

!

"+? ~?4 cretada a la bilis y llegue al duodeno.

1212 1212

A

C

1*

\3 * ! ! ! 0 M %


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

•

1

& 5

? "

) 8 estado. TambiĂŠn retiran microorganismos provenientes del tubo digestivo a travĂŠs de la vena porta, ya que los opsonizan.

2 3 4 5

U

6

& R 0

"+? 9 ! ! + ‚ ! 0 " * ƒ% 7 !

7

utilizadas para:

8

1. & " * % 2. & 0 ?+ %

9 10

3. & 0

? 0 " * % 4. La realizaciĂłn de un pronĂłstico.

11

5. Controlar la evoluciĂłn de la enfermedad 6. Observar la respuesta al tratamiento.

13

i c

7 ! ) ? !

" * " ! 9 ) ! ) al clĂ­nico una informaciĂłn mĂĄs completa. Los resultados de estas pruebas deben valorarse tras una adecuada anamnesis y exploraciĂłn clĂ­nica del paciente, que son imprescindibles para poder establecer el diagnĂłstico. & ! 9 ) 0 " * w

14 15 16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

n o

a c

i l b

12

23

s e

S

e d

u P

Bilirrubina. Transaminasas. Fosfatasa alcĂĄlina. Gamma glutamil transferasa. Âą

% Glutation reductasa. Amoniaco. Distintas proteinas plasmĂĄticas. Tiempo de protrombina.

1213 1213

A

C

2 VALORACIĂ“N BIOQUĂ?MICA DE LA FUNCIĂ“N HEPĂ TICA


24

Valoraciรณn bioquรญmica de la funciรณn hepรกtica. Enfoques diagnรณsticos por el laboratorio

1

2.a Bilirrubina

2

2.a.1 Metabolismo de los pigmentos biliares

3 4

Los pigmentos biliares son compuestos derivados de la degradaciรณn de los grupos 5 " +

? "

5

" ? ! % 7 ? ! * ! ! * -

U

mente el origen de todos los demรกs. & ! ! ? K !

!

? " ) + % 4

23 2

6

s e

7

n o

8

! 0? " ? !

! " -

9

+ "+ ? !

MH 3 0 5 0 " + 9 * 0?

5 blรกstica e intoxicaciรณn por plomo.

i c

10

a c

11 12

i l b

13 14

O

15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

S

O

N

O O

N N

i v

20

23

e d

u P

O

N O

Figura 7. Estructura de la bilirrubina

1214 1214

C

A


24

Valoraciรณn bioquรญmica de la funciรณn hepรกtica. Enfoques diagnรณsticos por el laboratorio

1

& " + ) ]]3 ]`3 + -

2

+

('7 5 "+? ! 9 % 7 5

('7 9 ) 0 " ? ! ! ) % & " ? ! ! ? ! ? " ? 5 " ?-

3 4 5 6

s e

7 8

Fe2+ CO + 2 NADP+ + 3H2O

9 10

N 2+

i l b

12 O

14

O

O

O

Grupo Hemo

15

O

N H

NH H N

O

N

O

O

Biliverdina

Figura 8. Formaciรณn de biliverdina

16 17

e d

La biliverdina pasa posteriormente a bilirrubina por acciรณn de la enzima biliverdi <4#M= ? \ %

18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

u P

n o

i c

a c

N Hemo oxygenasa

13

O O

2 NADPH + 3 O2

N Fe

N

11

23

U

0 9 0 " R ?

! ) " 0R ! ? 2 %

S

1215 1215

A

C

! % M

MH 3

+


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

O O

2 3

N H

NH H N

Biliverdina

N

A

C

4 5

O

O

O

O

6

s e

NADPH + H+

7

Biliverdina reductasa

8 O

9

H N

H N

N

O

i c

Bilirrubina

10 O

11

O

O

i l b

13

La bilirrubina, una vez formada, tiene un carĂĄcter apolar, por lo que necesita un transportador para poder circular en la sangre, por lo que se une casi en su totalidad a

!h "

5 " * ) ) 8 % 7

"

8 !h ! ! ! ! ? ]3 tando involucradas dos proteĂ­nas citoplasmĂĄticas:

14 15 16 17 18

• •

19

o i c

e d

u P

La proteĂ­na Y o ligandina (glutation-S-transferasa B) La proteĂ­na Z.

i v

20 21

4 ! " ! ! 0

! !

" % & + ‹ h 0 * ‡ R " ! ! %

r e

22

24

a c

O

Figura 9. FormaciĂłn de bilirrubina

12

23

n o

NADPH+ H N

U

S

1216 1216


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

A

Sinusoide

Br A

Polo sinusoidal

2 Br

3

Y Z

Br Br

4 5

A

Prot Y Prot Z

+

6

+ UDPG activado

UDPG Transferasa

7

i c

10 11

CanalĂ­culo biliar

12

a c

Diglucuronato de Br

Polo canalicular

i l b

Figura 10. Transporte intrahepatocito

13 14

u P

La bilirrubina no conjugada, es transformada en el reticulo endoplĂĄsmatico del " ! ! 8 ? * " !

!

)

glomerular. La bilirrubina conjugada es un glucurĂłnido formado por la acciĂłn de la enzima UDP-glucuroniltransferasa que cataliza la uniĂłn de la bilirrubina al ĂĄcido glu-

15 16 17 18

e d

0 ? ]] % & 9 I#M ? ? una acumulaciĂłn de bilirrubina no conjugada (bilirrubina indirecta). Esta situaciĂłn

9 " * 0?

5 ! 5

19

o i c

i v

20 21

r e

forma permanente por un error metabĂłlico congĂŠnito, como es el caso del sĂ­ndrome de Crigler-Najjar.

22

24

U

n o

Monoglucuronato de Br

9

23

s e

Ă cido GlucorĂłnico

UDP

8

C

REL

Br

S

1217 1217


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

O

H N

H N

H N

N

O

2 Bilirrubina

3

O

O

O

A

O

C

4 2 UDP-glucuronic acid

5

UDP glucuronil transferasa

6 7 O

H N

H N

H N

N

O

8 9

O

O

O O

O

10

O

O

O

O

O

O

O

n o

DiGlucurĂłnido de bilirrubina

a c

Figura 11. ConjugaciĂłn de la bilirrubina

i l b

12 13

& 8 ? 0 ! ! 3 " ? 0 ! ! `3 ? 0

]3 8 ?

* h ! ! % # ! lirrubina libre o no conjugada (sustancia tĂłxica para el organismo y liposoluble), es 8 ? 0R " !

9

minado por la bilis. I ) 9 ) ? " !

! ! R

14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

5 " * + ! ) ?

0 8 ? 0 R 0 " * % # + los, la bilirrubina, junto a otras sustancias excretadas con la bilis, progresa por el ĂĄrbol ! * * ) + ! ? ] %

i v

20 21

r e

22

24

O

U

i c O

O

O

11

23

s e

2 UDP

S

Cuando se ingiere alimentos, se libera colecistoquinina, que origina una contracciĂłn vesicular que ocasiona el paso de la bilis desde la vesĂ­cula por los conductos cĂ­s 5 "

? % Una vez en la luz intestinal, una fracciĂłn de la bilirrubina conjugada es reducida por acciĂłn de las bacterias, produciendo derivados urobilinoides, que son escasamente 1218 1218


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

! ) R + " ! -

2

tidades variables, que determinan su color caracterĂ­stico. Diariamente se eliminan " ]33 33 ? ! 0? % I

R

"+?

3 4 5 6

s e

7

! % ˜ ? + 0 " * ! ! %

8 9

HEM

10

12

BILIRRUBINA

a c

i l b

PLASMA

13

Br NCAlbĂşmina

14 Membrana sinusoidal

15

HĂ?GADO

16

Membrana canalicular

18

io

19

ic

20

rv

21

23 24

e d

RECIRCULACIĂ“N BILIAR

17

e S

BILIVERDINA

Biliverdina Reductasa

11 SISTEMA RETĂ?CULO ENDOTELIAL

Plasma Riùón

n o

i c

Hem Oxioenasa

TETRAPIRROL Fe

22

U

Una pequeĂąa cantidad de bilirrubina conjugada que se transforma de nuevo en bilirrubina libre, la cual es absorbida por la mucosa entĂŠrica por un mecanismo de di 0 ) 9

)

? "+? )

) R -

u P

Br no conjugada TRANSPORTADOR DE MEMBRANA

CONJUGACIĂ“N

ATP BILIS

RETĂ?CULO ENDOPLĂ SMICO

TRANSPORTADOR ACTIVO

Br conjugada BACTERIAS

UROBILINĂ“NGENO

UROBILINA (OXIDADA)

OXIDA

ESTERCOBILINA (heces)

INTESTINO

Figura 12. Metabolismo de la bilirrubina

2.a.2 Trastornos del metabolismo de los pigmentos biliares. Ictericias La ictericia consiste en la acumulaciĂłn de pigmento biliar en el organismo que 0

% ( 0 1219 1219

A

C

forma de urobilinĂłgeno (menos de 4 mg diarios).


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

secundaria a una alteraciĂłn en una o en mĂĄs fases del metabolismo de la bilirrubina

2

+ " )

5

? ! los 2 mg/dl. El aumento de la bilirrubina puede deberse a un aumento de la fracciĂłn no conju-

3 4 5 6

s e

7

$ R ! ! -

n o

8

? !

0 % 7 ! 0 ! liar completa o incompleta se observa una decoloraciĂłn total (acolia) o parcial de las " " % La bilirrubina no conjugada es liposoluble y tambiĂŠn se deposita en la piel y las mucosas, pero no se puede eliminar por vĂ­a renal, por lo que no se observa coluria cuando se eleva su concentraciĂłn plasmĂĄtica. En estados patolĂłgicos, una fracciĂłn pequeĂąa de bilirrubina no conjugada se conjuga tambiĂŠn covalentemente con la albĂşmina. Esta fracciĂłn se denomina bilirrubina delta, reaccionando de igual manera que la bilirrubina conjugada en la mayorĂ­a de los anĂĄlisis quĂ­micos usados para medir la fracciĂłn conjugada. #

) 0? -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

?h

" ! ! 9 0 la alteraciĂłn del metabolismo de la bilirrubina. SegĂşn este Ăşltimo criterio, podemos distinguir:

18

23

U

& ! ! 8 ? " !

0 )

) ? +

0 % M )

" ! ! 8 ? %

S

1. Aumento de la producciĂłn de bilirrubina. 2. 3. 4. 5.

AlteraciĂłn en el transporte plasmĂĄtico de la bilirrubina. 4 0 0 5 " * % 4 0

" "

+ * % # 0 8 ? 0 " * ! ! %

6. AlteraciĂłn en el transporte activo. 7. Trastornos en la excreciĂłn biliar.

1220 1220

A

C

gada de la bilirrubina, de la conjugada o de ambas fracciones a la vez.


24

Valoraciรณn bioquรญmica de la funciรณn hepรกtica. Enfoques diagnรณsticos por el laboratorio

1

2.a.2.a : % % " ( " ! ! R ! ! 8 -

2

gada, la alteraciรณn metabรณlica puede estar localizada a varios niveles:

3 4

1. Aumento de la producciรณn de bilirrubina.

5

2. Alteraciรณn en el transporte plasmรกtico de la bilirrubina. 3. 4 0 0 5 " * %

6

C

s e

4. 4 0

" "

+ * % 5. Disminuciรณn en la conjugaciรณn de la bilirrubina.

7

2a.2.a.a Hiperbilirrubinemia por aumento en la producciรณn de bilirrubina

9

i c

& * w " 0 9 %

10

โ ข

11

7 + " + 0 " + maduros o maduros antes de alcanzar la circulaciรณn. Como consecuencia de

" 0 0 ! ! " * de captaciรณn y conjugaciรณn, lo que origina la apariciรณn de la ictericia, que suele )

" ! ! H ?J R 0 8 ? % 7 " + aparecen con relativa frecuencia, sobre todo en el periodo neonatal, por isoinmunizaciรณn, siendo mรกs frecuentemente del grupo ABO y mรกs raramente del '"% ( ! )5 ! h " +

" ! ! %

a c

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

7 " 0 ! 4ย ย

? 4 ย ย ย " 0

4 ย % 7 ? ? " + * " 0 -

19

i v

20 21

r e

22

24

U

n o

8

23

A

S

โ ข

troblรกstica de la mรฉdula รณsea.

& 9 ! +

? " " ? ! turnismo y otros. El diagnรณstico se basa en la detecciรณn de una ictericia con

1221 1221


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

" ! ! R 0 8 ?

2

) " + ?

) 0

! 0? %

3 4

Puede ser producida por el uso de sulfamidas.

5 6

* Z ) + ?

? * %

9 10

n o

i c

: % % " " hepĂĄtica de la bilirrubina Por disminuciĂłn de la actividad de la enzima UDP-glucuronil-transferasa se encuentra en el sĂ­ndrome de Gilbert y en la enfermedad de Crigler-Najjar.

a c

11 12 13

•

14 15

•

16 17 18 19

•

i l b

El sĂ­ndrome de Gilbert constituye el mĂĄs comĂşn de las ictericias metabĂłlicas constitucionales, pero su causa todavĂ­a no es claramente conocida.

u P

Aunque se conoce que existe una reducciĂłn del aclaramiento plasmĂĄtico de la bilirrubina no conjugada y una disminuciĂłn de la actividad de la enzima glucuroniltransferasa, no se descarta un posible defecto en la captaciĂłn de la bilirrubina no conjugada junto con una disminuciĂłn de la actividad de las proteĂ­nas intracelulares de transporte.

o i c

e d

Este sĂ­ndrome se diagnostica casi siempre en adolescentes o adultos jĂłvenes

i v

20 21

que consultan por una ictericia discreta (bilirrubina inferior a los 3 mg/dl) a expensas de la fracciĂłn no conjugada. Estos niveles pueden aumentar en situa 5 ?

" % M su diagnĂłstico se utiliza la prueba del ayuno o la administraciĂłn intravenosa

r e

22

S

•

* + ? ? ) )

bilirrubina. & $ ?

< 88 ! 5 ? %

1222 1222

C

U

Puede ser originada por diversas situaciones clĂ­nicas como el ayuno, sepsis o el

8

24

s e

: % % " hepĂĄtica

7

23

A

% : % % " plasmĂĄtico


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

•

1

Esta enfermedad se inicia en los primeros dĂ­as despuĂŠs del nacimiento y " ! ! 8 ? % & ! 5 ?5 ? 8 ? 0 bilirrubina.

2 3

5

Existen dos genotipos, el genotipo I y el genotipo II.

6

•

7 8

•

9 10

U

Genotipo I, autosĂłmica recesiva, y alcanzan niveles elevadĂ­smosde bilirrubina

s e

(que pueden llegar a los 30 mg/dl), que no responden al tratamiento con barbitĂşricos (fenobarbital) y fallecen antes del primer aĂąo de vida afectos de ictericia nuclear o kernicterus.

n o

i c

} ~~ 0 " ! ! " bilirrubinemia menos elevadas (de 9 mg/dl) y presentauna respuesta llamativa al fenobarbital, que evita elkernicterus y permite la supervivencia.

a c

11

i l b

12

7 ! ? ! " * % ( " ) la enfermedad de Crigler-Najjar en adultos (que corresponderĂ­a al tipo II infantil) que

13

" ! ! 8 ? " +

miento (8-14 mg/dl) que no presentan manifestaciones neurolĂłgicas y con una re-

14 15

u P

ducciĂłn importante de la bilirrubina tras la administraciĂłn de barbitĂşricos.

16

e d

2.a.2.b : % % "

17

20

Se diagnostican cuando la fracciĂłn directa (conjugada) de la bilirrubina supera el 3

% ( ?h 9 0

) " *

! *

5 " *

R " * ! 0 -

21

tuada en el trayecto de las vĂ­as biliares.

18 19

i v

r e

22 23 24

o i c

S

Colestasis extrahepĂĄtica

Colestasis intrahepĂĄtica

*Coledocolitiasis

*Hepatitis

*Tumores de conductos

Š$ " *

biliares *Colangitis esclerosante

*Fibrosis quĂ­stica del pĂĄncreas

1223 1223

A

C

4


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

Colestasis extrahepĂĄtica

2

Colestasis intrahepĂĄtica

*Pancreatitis

*Cirrosis biliar primaria

*Carcinoma pancreĂĄtico

*Colangitis

*Quistes coledocianos

*Hepatocarcinoma

*DivertĂ­culos duodenales

Š1 * " *

primaria-secundaria

3 4

A

C

*Abscesos amebianos

5

*Fasciolasis

6

s e

7 0? h )

R 0 ! !

" % ( Z 8 ! ! 8 ?

7

n o

8

* " !

!

? 5 orina (coluria). & * " ! ! 8 ? "

! ) %

9

i c

10 11

•

12 13 14

•

16 17 18

•

19

i l b

& "

?

0 ? 0

5 " *

! ! ! R 0 ? " ! ! 8 ? %

u P

o i c

e d

7 + # !! ÂŽ " 9 " bilirrubinemia conjugada por defecto en la excreciĂłn biliar de la bilirrubina

i v

20 21

• r e

22

24

a c

& ! ) !

0 !

" tocito al canalĂ­culo biliar. ˜ " " ! ! 8 ?

+ # !! ÂŽ "

+ ' 9 0 en la excreciĂłn celular de la bilirrubina.

15

23

U

S

conjugada.

7 ? 0 ! " ! ! 8 ? 0 0 " * 0 +

0 R 0 % 4

0 ~ )

!

`3

\3 R 0 % ( !

? 0 prueba del aclaramiento de bromosulftaleĂ­na (BSP). 1224 1224


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

•

1 2 3

•

4

7 + ' " ! ! 8 ? R % ( !

" * ! rrubina, por posible disminuciĂłn de alguna proteĂ­na de transporte intracelular. & ! " * ! " *

% &

6

prueba del aclaramiento de bromosuftaleina (BSP) y la excreciĂłn urinarias de % ( " 8

0 ! !

8 ) -

7

0 " ! ! " * ! )

5

s e

U

que esta fracciĂłn tiene una vida media sĂŠrica mayor que las otras fracciones. Si se

) ? ) 0 de falta de respuesta al tratamiento.

n o

8 9

i c

10

a c

11

2.a.3 Tasa de bilirrubinemia

12

& 0 ! ! 5 Â? ! 0 " * (PFH) mĂĄs clĂĄsica. Presenta la ventaja de que tĂŠcnicamente es fĂĄcil de determinar y se encuentra automatizada. Sin embargo, por su escasa sensibilidad, la bilirrubine ! 9

? 0 " + % Una tasa sĂŠrica normal de bilirrubina es compatible con la existencia de una en " * ? ) &

"+? ! 9 ! ! ) " !

? % 4 ! 8 !

! ]

i l b

13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

u P

?J ! ! R " !

) % Mayor utilidad diagnĂłstica presenta la determinaciĂłn de la bilirrubina conjugada (BC). Cuando esta fracciĂłn asciende se debe asumir que existe un problema en la ex 0 ! ! " * !

19

23

o i c

e d

S

vĂ­as biliares. Su sensibilidad es muy superior a la de la bilirrubina total. Puede estar

) ? h " * ! ! % Con frecuencia se recurre a la relaciĂłn bilirrubina conjugada (directa)/bilirrubina total.

1225 1225

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

Un cociente superior a 0,4 se suele producir en cuadros de ictericia de origen

"

? ! ) %

2 3 4

I 3 ! " 0 + } ! " ! ! 8 ? %

Un cociente de 0,2-0,4 sugiere un mecanismo combinado (por ejemplo, 5 " 0

0 "

%

5 6

s e

La mediciĂłn de la bilirrubina no conjugada (BNC) es de poca utilidad para la detec-

7

0 " * 8 ? 0 0 9 R )

"+? % & 0 -

n o

8

8 ? 0 " * ! 5 R ! ! "

? 8 ? 0

9

i c

10

o ante una sobreproducciĂłn de bilirrubina. 4 * ! 8 " ! ! 8 ?

-

a c

11

i l b

12

)

? 0 " + ! % & 5 analĂ­ticos empleados comĂşnmente en la determinaciĂłn de las distintas fracciones ! ! !

! ! 5 mg/dl. $ * ! ! " 0 8 gada y de la conjugada, siendo esta Ăşltima a su vez suma de mono y diconjugada. La bilirrubina no conjugada se corresponderĂ­a con la indirecta de los test de diazoaco-

13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

enlaces de tipo amida, y que quĂ­micamente se comporta como bilirrubina directa. La bilirrubina sĂŠrica en sujetos normales se encuentra prĂĄcticamente en su totalidad en forma no conjugada, con valores totales que oscilan de 0,3 a 1,0 mg/dl.

r e

22

24

e d

u P

plamiento, mientras que la bilirrubina directa, que reacciona sin necesidad de acelerador, darĂ­a una medida de los mono y diconjugados. Actualmente se sabe que esta ? 0 R ! lirrubina, la fracciĂłn delta, que se encuentra unida fuertemente a las proteĂ­nas por

18

23

U

S

1226 1226

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

2.a.4 MĂŠtodos de determinaciĂłn de bilirrubina

2

Los principales tipos de mĂŠtodos de determinaciĂłn de la bilirrubina son los siguientes: 1. MĂŠtodos de diazoacoplamiento

3 4 5

MĂŠtodo de Jendrassik-Grof

6

MĂŠtodo de Malloy-Evely Otros mĂŠtodos diazoicos

7

9

s e

i c

$ ( " R $ ? +

CromatografĂ­a lĂ­quida de alta resoluciĂłn

11 12 13

U

n o

4. 15 ? *

10

a c

i l b

5. MĂŠtodos enzimĂĄticos Los mĂŠtodos de diazoacoplamiento siguen constituyendo actualmente las prin-

14 15

u P

cipales tÊcnicas de determinación de la bilirrubina en química clínica. Se basan en la reacción con compuestos diazoicos y la formación de azodipirroles coloreados. La re 0 ™ # � ?" ! ! la fracción directa, que reacciona råpidamente con el åcido sulfanílico, y otra llamada

16 17 18

o i c

e d

indirecta que solo reacciona en presencia de sustancias aceleradoras como la cafeĂ­na o el metanol, capaces de solubilizarla y/o desplazarla de su uniĂłn a la albĂşmina. La determinaciĂłn de la bilirrubina total por estos mĂŠtodos suele ser bastante exacta, aunque los valores obtenidos para la bilirrubina directa son normalmente superiores a los de la fracciĂłn conjugada, debido a que pequeĂąas cantidades de bilirru-

19

i v

20 21

r e

22

24

C

2. EspectrofotometrĂ­a directa 3. ' ) 0

8

23

A

S

bina no conjugada dan reacciĂłn directa con el reactivo diazoico. Esta falsa reacciĂłn )

* + " !

R 0

+ } ! )

? ) bilirrubina conjugada

1227 1227


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

2.b Transaminasas o aminotransferasas

2

Las transaminasas son enzimas que participan en la transferencia de grupos amino

3

* * % 7 ? tato-aminotransferasa (AST) y la alanĂ­n-aminotransferasa (ALT). Ambas se encuentran distribuidas en las cĂŠlulas de diversos Ăłrganos. Estas enzimas se encuentran, de

4 5

s e

riùón y el påncreas. La AST (GOT) se distribuye por el citoplasma y las mitocondrias, la ALT (GPT) solo se encuentra en el citoplasma. Las lesiones celulares, aun mínimas, permiten la salida

7

n o

8

de estas enzimas al torrente circulatorio. Las enzimas de distribuciĂłn citoplasmĂĄtica las que con mayor facilidad aparecen elevadas en suero. La enzima mitocondrial se eleva solo cuando las lesiones son mĂĄs profundas y comprometen las organelas donde se ubican. ( ! 0 " * !

"

! 4& % $ 0 "

asociar a un ascenso de las transaminasas. La AST como la ALT son marcadores de )

"

lar. Cuando solo aumenta la ALT y el aumento es pequeĂąo, no indica necesariamente

R

% 7 8 mento de la permeabilidad celular. 7

? ) " 5 -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

tosas la AST , presente en las mitocondrias y citosol, aumenta con mayor intensidad que la ALT , que se encuentra solamente en el citosol. 7 " )+ ? R

) R 5 " * !

4& * 4( % (

19

23

U

0

"+?

h

5

6

S

! ?

? ) 5

5 " * 4( 4& % 7 9 * R 0 " !

! " " y en el sĂ­ndrome faloidiano por ingestiĂłn de Amanita faloides. 7 )

5 9 " ciĂłn al diagnĂłstico diferencial de la ictericia. Los valores se encuentran mĂĄs aumentados 1228 1228

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

? "

! )

" * % & )

" )+ ? " 0R " )

+

% 7

R " * ! )

" * ) " * ! 8

2 3 4 5

s e

7

" )

)

% Los valores de ALT son mayores o iguales al nivel de AST en la mayorĂ­a de los pa-

n o

8 9

i c

" )+ ? " 0R

" 0 ! )

" * %

10

a c

7 " + "0

*

? +

)

4& 4( % 7 " + "0

0 4( J4& # '

]% ! 5 ) Â?V !

+ 4&

4( % 7 *

K3 " "0 " * % ( " ! )

0 4( J4( ! " 0

?

) "0 0 ? " + * ! % ( ! ? ! ! 0 " *

R ? " + " -

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

! ! !0 + } ! $ ?

< 88 # !! ÂŽ " ' "

* ? ) 0 % 7 " " 9 R ) " * 8

20

23

U

? " % & enfermedades crĂłnicas como la " "0 " 0 ? )

4(

6

S

) 9 + " * especial si la anormal es la AST. En el infarto agudo de miocardio (IAM) la AST puede servir para su diagnĂłstico pre 9% 7 + *

) " 5

infarto. La elevaciĂłn de la AST del IAM se puede deber tanto a la necrosis miocĂĄrdica

1229 1229

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

" * ? h

2

una elevaciĂłn concomitante de la ALT.

3

2.c Fosfatasas alcalinas

4

& 8 9 " 9 fato de la fosforilcolina y diversos fosfolĂ­pidos. Se denominan fosfatasas ĂĄcidas si son

5 6 7

n o

9

i c

y glĂĄndulas mamarias durante la lactancia. Podemos encontrarnos valores elevados en sujetos normales (niĂąos en perĂ­odo de crecimiento, embarazadas en el tercer tri ?+ " * " * + sia mieloide, infecciones abdominales, tumores, etc). 1

0 9 )

0 ? ? " % & * * ? 5 Â?

9

] 9 0 " * % & 9 * 9

% 7 + 9

+ ) % & ! 9 " * ! 8

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

o i c

e d

u P

que puede permanecer normal en multitud de ellas. Los niveles de fosfatasa alca ?

) ? "

" ? 0

)

! )

" * % M

-

i v

20 21

r e

22

24

U

Las fosfatasas alcĂĄlinas son un grupo de isoenzimas que se encuentran en las membranas celulares de numerosos tejidos, principalmente en la mucosa intestinal, osteoblastos, canalĂ­culos biliares, tĂşbulo contorneado proximal, leucocitos, placenta

8

23

s e

activas a un pH < 7, y fosfatasas alcĂĄlinas si son activas a un pH > 7.

S

naciĂłn tiene bastante interĂŠs, ya que es un parĂĄmetro muy sensible en los procesos )

*

"+? % I \3 ?+ ! ) ! R " * )

) 9 % En la mayorĂ­a de los pacientes con ictericia obstructiva completa por carcinoma de cabeza de pĂĄncreas los niveles de fosfatasa alcalina aparecen aumentados, de 3 a 10 1230 1230

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

) )

% $ " )

* ! 8 -

2

dros de ictericia obstructiva incompleta producidos por cĂĄlculos biliares (coledocoli 9 ?

0 "

% &

" * " -

3 4 5 6

s e

7

dad de esta prueba es aĂşn mayor y puede ser la Ăşnica alteraciĂłn apreciable.

n o

8

& " ! tambiĂŠn baja. Pueden encontrarse valores elevados de esta enzima en sujetos normales (niĂąos en perĂ­odo de crecimiento, embarazadas en el tercer trimestre) o en ?+ " * +

!

% 4 ! minaciĂłn puede incluirse en la rutina diagnĂłstica, pues permite detectar algunas en " ! !

! +

?% # " " 0 * " tido diagnosticar en fase subclĂ­nica un buen nĂşmero de pacientes con cirrosis biliar primaria (CBP). Sin embargo, la interpretaciĂłn adecuada de un resultado positivo exige conside-

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

" * ! $Â?M ) les elevados de la FAL intestinal, mientras que los pacientes con colestasis de diferente etiologĂ­a tuvieron niveles normales. AdemĂĄs, en el grupo de pacientes con CBP los niveles sĂŠricos de la isoenzima intestinal se relacionan con el estadĂ­o clĂ­nico de la

r e

22

24

e d

u P

" ? " * % 7 !

0 diferentes isoenzimas, que puede ayudar a reconocer el Ăłrgano donde procede la " %

18

23

U

observan en pacientes con ictericia obstructiva. 7 ) ?

"+? * * ! " * ! -

S

% & 9

) ? Z

$ " ) )

1231 1231

A

C

sis biliar primaria (CBP), presentan niveles tan elevados o incluso mĂĄs que los que se


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

0 ? " )

2

Z %

3

A

2.d Gamma glutamil transpeptidasa (GGT)

4

La GGT cataliza la reacciĂłn de transferencia del grupo gamma-glutamilo.

5 6

s e

' ÂŁ 4 ?

} ? ' ÂŁ 4

7 8

U

n o

9

Su determinaciĂłn es muy fĂĄcil mediante un substrato sintĂŠtico, la gamma-gluta

? ? ? ? -

10

cilglicina) dejando libre la p-nitroanilina (mĂŠtodo de Szasz).

i c

a c

11 Gamma-glutamil-p-nitroanilida + glicilglicina

12 13

15 16 17 18

e d

u P

o i c

i v

20 21

r e

22

24

i l b

0 % <

) ? ? " % &

) 0 }}

" 0 ! ! 9 *

! 5 ! ) !

0 J 0 "

% 4 *

0 "

19

23

gammaglutamilglicilglicina + p-nitroanilina

Esta enzima se encuentra principalmente en la membrana citoplasmĂĄtica y en los " !

0 " * % ( }} ! !

"+? (alto VPN). La GGT es utilizado como unos de los test mĂĄs sensibles y precoces en el diagnĂłs ! 0?

"

)

`3 \3 "0

14

S

de carbono o desialo-transferrina como marcador del consumo continuado de alco" 0

" % 4 rece elevada en la mayorĂ­a de los pacientes que consumen entre 50-60 g de etanol diarios durante una semana como mĂ­nimo. DespuĂŠs de dos semanas de abstinencia, )

) )

% M !

2

\3 \ % 7R )

1232 1232

C


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

) ! 9 -

2

" * ? ) ) ? 5 ?5 tas del metabolismo de las glucoproteĂ­nas. La GGT tambiĂŠn es empleada en el diagnĂłstico de las colestasis (ya que las cĂŠlulas

3 4 5 6

s e

7

Han sido descritos aumentos de la actividad sĂŠrica de la GGT en pacientes con

n o

8

gammagrafĂ­as normales, que presentaron en la autopsia invasiĂłn neoplĂĄsica del pa 5 " * % M

? }} 9 * !

0 * " * % 4 la GGT permanece normal en el embarazo, en las enfermedades Ăłseas, y durante el crecimiento infantil.

9

i c

10 11 12 13

i l b

u P

7 9 " 9 + cleótidos con un radical fosfato unido en la posición 5 de las pentosas; por ejemplo, el monofosfato de adenosina. Al igual que en las fosfatasas alcalinas (FAL), leucín-aminopeptidasa (LAP) y gammaglutamiltranspeptidasa (GGT), la 5´NU se encuentra asociada a la membrana de los canalículos biliares, comportåndose como una enzima de

15 16 17 18

o i c

e d

colestasis. = + * + !

detecciĂłn de la colestasis, con la excepciĂłn de ciertas colestasis que afectan a los ca + ! " * %

19

i v

20 21

r e

22

24

a c

2.e 5´Nucleotidasa (5´NU)

14

23

U

" * ? "0 8 R " * 8

Â? !

+ %

S

& ²<I " )+

) 0 + " 9 % ! 5 " ? ) +lica, la cirrosis biliar primaria, la angiocolitis y colecistitis, los tumores de cabeza de pĂĄncreas.

1233 1233

A

C

que rodean los conductos biliares son muy ricas en esta enzima), elevĂĄndose tanto


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

& ²<I "0

2

!

) 0 " % La 5´NU no es segregada en la placenta, y por tanto, no se ve afectada por el embarazo, de aquí su utilidad como marcador de colestasis durante la gestación; tam-

3 4 5 6

s e

7

0 % 7R

0 " ) ²<I

n o

8

? ) 0 * % # ) " perioridad de la 5´NU frente a la FAL y GGT en el diagnóstico de estas metåstasis. La determinación de la 5´NU en el curso de una enfermedad cancerosa tiene utilidad para el control del tratamiento, ya que se presenta una normalización de los valores enzimåticos en los períodos de remisión, y una elevación en caso de recidiva tumoral J %

9

i c

10

a c

11 12

i l b

13 14

2.f GlutatiĂłn-transferasa

15

17

e d

guientes magnitudes bioquĂ­micas: aspartato aminotransferasa (AST), alanino aminotransferasa (ALT), gamma glutamiltransferasa (GGT), fosfatasa alcalina (ALP), lactato " ? &#= ! ! Â? % Ăšltimamente la utilidad clĂ­nica postrasplante de las transaminasas es cuestionada

18 19

o i c

i v

20 21

por diversos motivos:

r e

22

24

u P

7 ? 0 9 " 9 ?

8 !

"+? % & ) 0 ? "

9 0 -

16

23

U

de lo que ocurre con la GGT; y ademås presenta valores normales en presencia de enfermedades óseas. M ²<I + * " *

S

1. & h

" 9 ! 0

"+?

?

" 9 %

1234 1234

A

C

) 9 * "


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

2. ( 4( 4& * 0

2

"

" * !

toxinas y enfermedades) que en los centrolobulillares. 3. Sus concentraciones sanguĂ­neas presentan un cierto retraso respecto de la in-

3 4 5

? ]K " HK " 4( 4& ) %

6

s e

n o

8 9

i c

" ! + " 9

10

0 + ! ! !

% Hoy en dĂ­a uno de los parĂĄmetros bioquĂ­micos utilizados es la glutatiĂłn transferasa, que es un conjunto de enzimas citoplĂĄsmicas, siendo la a-glutatiĂłn transferasa }(

+ 0 " * * !

+ 9 "

!

) ]J ¨]" % 4 * 0 }(

) * * 9 h " 9 % & 0 }( 9 " 9 ?

jerto, presenta dos ventajas fundamentales: alcanza mĂĄs rĂĄpidamente el intervalo de referencia cuando la evoluciĂłn del paciente es normal y su concentraciĂłn se eleva

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18 19

i v

2.g AmonĂ­aco

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

9 " 9 %

20

23

U

4 ! " * !

0

? 0 " 9 ! ? * R ?

) 0mico. Lo ideal serĂ­a encontrar algĂşn marcador bioquĂ­mico capaz de sustituirla, por lo

7

S

7 +

! *

! + % (

"+? minaciĂłn oxidativa de los aminoĂĄcidos. La mayor parte del amonĂ­aco es eliminada en forma de urea (ciclo de la urea).

1235 1235

A

C

? "

) * ]J

) -


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

& " * " R -

2

" * ) 9 " ) 0 5 espontĂĄnea o quirĂşrgica. &

) + " * -

3 4 5 6

s e

7

" * !

0

n o

8

) 9 + !0 " peramoniemia, acidosis lĂĄctica y elevaciĂłn de los ĂĄcidos grasos libres en suero. Estos cambios metabĂłlicos serĂ­an, a su vez, los responsables de las lesiones cerebrales de este sĂ­ndrome. )+ " !

? !

0 " * % 4 ? 0? " ?

) ceder del ĂĄcido acetilsalicĂ­lico podrĂ­a desempeĂąar algĂşn papel en este sĂ­ndrome. & "

9? ! * ? )

) 0 5 " ! " % 7 ! 5 " ?

! * !* 0 $˜ " * !0 % & 0

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

19

o i c

i v

20 21

"

! 5 ! de carnitina sistĂŠmica, asĂ­ como intoxicaciones por ĂĄcido valproico, salicilatos y paracetamol, entre otros. El diagnĂłstico diferencial incluye otras encefalopatĂ­as metabĂł ?

R

r e

22

24

e d

u P

&$' R 0 ? " ? % El diagnĂłstico de este sĂ­ndrome puede realizarse por las manifestaciones clĂ­ni + " 0

(<$ -

18

23

U

" + Â? ! 5 ! ) del ciclo de la urea, aunque son muy infrecuentes. 7 + ' 0 0?

) -

S

&$' R ) R 0 * salicĂ­lico, que en los niĂąos puede producir un cuadro clĂ­nico y metabĂłlico semejante + ' %

1236 1236

A

C

laciona con el grado de encefalopatĂ­a. El aumento del amoniaco no es exclusivo de las


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

7 + ? ) 5 % & 0 Â? "

2

* 9

" en presencia de fenol y catalizado por el nitroprusiato produce un derivado indofenĂłlico de color azul en medio alcalino, cuya intensidad es proporcional a la cantidad

3 4 5

NH4+ + Hipoclorito

6

Cloramina

s e

7

Nitroprusiato

8

Cloramina + Fenol

9 10

U

n o

Derivado indofenĂłlico (azul)

i c

TambiĂŠn existe un mĂŠtodo enzimĂĄtico cinĂŠtico de mediciĂłn del amonĂ­aco que utiliza

9 ? " ? % 7 ? acciĂłn de la enzima, en presencia de NADH y alfacetoglutarato, segĂşn la reacciĂłn:

a c

11 12

i l b

13

} " ?

14

u P

NH4+ + NADH + alfacetoglutarato

15 16

e d

NAD + glutamato + H2O

La concentraciĂłn de amonĂ­aco se determina midiendo la velocidad de desapariciĂłn del NADH a 340 o 365 nm.

17 18

o i c

19

2.h & &

20

& + * 9

"+? excepciĂłn de las inmunoglobulinas y de algunos factores de coagulaciĂłn. El grado de

i v

21

r e

22 23 24

S

0 " * ) 0 * gunas proteĂ­nas (albĂşmina, C3, ceruloplasmina, alfafetoproteĂ­na, alfa-1-antitripsina, " ? ! + Â? + 4 + % No obstante, sus niveles dependen tambiĂŠn de otros factores como el estado nutricional, la pĂŠrdida excesiva de proteĂ­nas (por ejemplo, en el sĂ­ndrome nefrĂłtico, las

1237 1237

A

C

de amonĂ­aco.


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

quemaduras extensas y en las lesiones difusas de la mucosa intestinal), y el volumen

2

de distribuciĂłn (por ejemplo, cuando existe una ascitis rica en proteĂ­nas). La concentraciĂłn de proteĂ­nas sĂŠricas totales tiene escaso valor diagnĂłstico a menos que se acompaĂąe de la determinaciĂłn de la albĂşmina y globulinas.

3 4 5

en las siguientes situaciones:

6

•

7 8

s e

n o

Aumentados los valores de las inmunoglobulinas: 1

) 0 ~? 4 + " % 1

) 0 ~? } " * " ? Â? $% Mayor elevaciĂłn de Ig M en cirrosis biliar primaria.

9

i c

10

a c

11

•

12 13 14

i l b

7 "

Z 0 w Disminución de transferrina, albumina y prealbumina. ™

" ? ! M$'%

•

16 17

En el caso de colestasis nos vamos encontrar: ElevaciĂłn de C3, si no existe ninguna otra elevaciĂłn, nos los podemos encontrar en la colestasis medicamentosa, en ciertos canceres y en la intoxi-

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

caciĂłn por vitamina A.

18

23

u P

ElevaciĂłn de las inmunoglobulinas.

15

U

7 "

Z 0 ) w # 0 ) ! ! " globina y ceruloplasmina.

S

( R

) 0 ~? 4 ! 0 ! R " * % Si existe aumento de Ig M nos indica la existencia de a cirrosis biliar primaria "

% Si aumento de la transferrina, se puede encontrar en la colestasis del embarazo.

2.h.1 AlbĂşmina ( R R ) 5 " ! ! 0 5 "

" + 0 %

1238 1238

A

C

7 + !

?+ ! )


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

La vida media plasmĂĄtica de la albĂşmina es de 20 dĂ­as, por lo que en las fases ini

" * ? ! %

2 3

2.h.2 AlfafetoproteĂ­na (AFP)

4

7 " * 0 0 5 !h por mĂŠtodos quĂ­micos o inmunolĂłgicos es un excelente indicador de la gravedad de

5 6

s e

0

? -

7

lĂ­tica y su practicabilidad superan las caracterĂ­sticas de la separaciĂłn electroforĂŠtica convencional. Mientras que la alteraciĂłn de las diferentes fracciones de las globulinas y el cociente albĂşmina/globulinas presenta escaso valor clĂ­nico.

n o

8 9

i c

Los niveles sĂŠricos de alfafetoproteĂ­na (AFP) pueden encontrase discretamente

) + " + ? 0 )

33 ?J 0 "

"

? ! % 7 cientes con con cirrosis, el aumento de la AFP obliga a considerar la apariciĂłn de un " %

10

a c

11

i l b

12 13 14 15

2.h.3 Ceruloplasmina

16

18

o i c

19

i v

20

21

r e

22

24

e d

u P

La ceruloplasmina es una alfa-2-globulina con un alto contenido en cobre, responsable de su carĂĄcter enzimĂĄtico de oxidasa. ' 9 0? w

17

23

U

S

Transporte de cobre a los tejidos ActĂşa como oxidante sobre aminas aromĂĄticas. Actividad antioxidante actuando como neutralizante de los radicales libres como los iones superĂłxido. 1 0 0? Z ? %

7 + 0 Â’ ? 0 "

" * " +

0 R ) en el sĂ­ndrome nefrĂłtico. Aumenta, por el contrario, en la colestasis, por defecto en

1239 1239

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

R 0 ! + ) Z

2

infarto de miocardio, procesos infecciosos, accidentes traumĂĄticos, etc.

3

2.h.4 LipoproteĂ­nas

4

7 "+?

" pĂ­dica. Participa en la sĂ­ntesis de determinadas apoproteĂ­nas (apo A-I, apo A-II, apo

5 6

s e

B100 y apo C), de las lipoproteĂ­nas de muy baja densidad (VLDL) y de alta densidad

7

(HDL) y participa en el aclaramiento de las lipoproteĂ­nas remanentes y de baja densidad (LDL). TambiĂŠn actĂşa regulando de los depĂłsitos de colesterol en el organismo, debido a

n o

8 9

i c

su capacidad para la formaciĂłn y eliminaciĂłn de los ĂĄcidos biliares. $ 0 0 " *

) ! !0

" * ) 9 )

"+? w

10 11 12 13

•

14 15 16 17

•

18 19

21

i l b

En la colestasis crónica aparece de forma característica una lipoproteína anó + – + !

% & + + – ! !

! 0

Z 8 ! ) + 0 + – + ! !h + % & 0 + – ! * + +

0 %

o i c

e d

u P

7 ! ! 0 ! R " * "

)

+ + 0 + – &#& +

0

=#&% 7 + ! ) 9 +

0 9 + –

) 0

!

=#& " ? ™&#&

r e

22

24

a c

i v

20

23

U

S

•

alta proporciĂłn de Apo C-II). 7 " ? )

4 ~ 4 ~~ ! 0 + " * =#& ™&#&% & " +

1240 1240

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

crĂłnica avanzada se asocia con un descenso de los niveles de las lipoproteĂ­nas

2

? " * 4 7 ™&#& ! !

! fallo en su sĂ­ntesis.

3

•

4

7 " * + + ?-

5

) + + " * (apo A-I, apo A-II, apo B100 y apo C) y se aprecia una disminuciĂłn de la VLDL. La

6

R "

! 8 )

? 5 ™&#& =#& -

7

0

" %

s e

n o

8

2.h.5 Gammaglobulinas

9

11

•

12 13

•

14 15

•

16 17

•

18

•

19

a c

& ) *R " 0 predominio de la IgG.

i l b

& " )+ 0 ™=� ? munoglobulinas, principalmente IgG, con valores que no superan el doble del límite de normalidad. 7 " "0 0

) ? ! 8 " )+ ~?4%

e d

u P

En la cirrosis biliar primaria se caracteriza por un notable incremento de la IgM (superior en 5 veces el limite superior de la normalidad). La obstrucciĂłn biliar presenta un aumento caracterĂ­stico de la IgA.

o i c

i v

20

2.h.6 Tiempo de protrobina

21

r e

22

24

i c

Las inmunoglobulinas se encuentran elevadas en la mayorĂ­a de las enfermeda " * 0 w

10

23

U

S

La protrombina es la proteĂ­na precursora de la trombina, que es la enzima pro

! 0? !

la coagulación. El tiempo de protrombina (TP) es un paråmetro que mide la vía extrínseca (factor ™~~ )+ h ? 0 ™ – ! ! 0? Z 8 0 + " * % & + 1241 1241

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

! ~~ ™~~ ~– – * -

2

) >% El tiempo de protrombina nos permite evaluar la funciĂłn de sĂ­ntesis proteica en

" % 7 + 9 !

! -

3 4 5 6 7

n o

Las causas mĂĄs frecuentes de alargamiento del TP son:

9

• • •

10 11 12

i c

& 0 " * La administraciĂłn de anticoagulantes orales 7 5 ) >.

a c

i l b

7 5 ) > )

! ciĂłn de vitaminas liposolubles), los sĂ­ndromes de malabsorciĂłn en general, y la administraciĂłn prolongada de antibiĂłticos. & 0 ) > " ) > 0 " * " % I ?

M "

+ 0 " + ? 0 %

13 14 15 16 17 18

o i c

e d

u P

El tiempo de protrombina es utilizado para controlar el efecto y ajustar las dosis de los anticoagulantes orales. Excepcionalmente, la causa del alargamiento del TP

5 ? 5 ? 0 %

19

i v

20 21

r e

2.h.7 Des-g-Carboxiprotrombina

22

24

s e

incremento del consumo (por ejemplo, en la coagulaciĂłn intravascular diseminada).

8

23

U

? 0

H "% El TP puede alterarse por la reducciĂłn de la concentraciĂłn en plasma de cual 5 + " *

S

& ? 0 ) > ~~ ™~~ ~– –

producen de forma inactiva y son activados por medio de una g-carboxilaciĂłn del * ? * ) >% "

)

~~ ? ! R ! " ! mente. Nos encontramos valores elevados en pacientes tratados con warfarina y en 1242 1242

A

C

0 "

" + ? ! )


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

) > !

2

obstrucciĂłn del conducto biliar. 4 ? ) ? ! R ! ! 5 " ? 0 -

3 4 5 6 7

3 PRUEBAS CUANTITATIVAS DE FUNCIĂ“N HEPĂ TICA

9

i c

= " " ) ! )

"+? ) !

" ? % 7R ! nos van a informar sobre la capacidad metabĂłlica, sobre la funciĂłn microsomal y de

0 ? + " * % 7 ! Z 8 ! ]%

10

a c

11

i l b

12 13

Tabla 1. Pruebas cuantitativas de funciĂłn hepĂĄtica

14 15

u P

FUNCIĂ“N HEPĂ TICA

16

e d

Capacidad metabĂłlica

17 18

o i c

PerfusiĂłn funcional

19

i v

20 21

r e

22

24

s e

n o

8

23

U

"

! 5 0 ) >% ' "

* !

! "

%

S

PRUEBAS EliminaciĂłn de la galactosa ExcreciĂłn de verde de indocianina Aclaramiento de galactosa Aclaramiento de sorbitol Aclaramiento de verde de indocianina Aclaramiento de bromosulfaftaleĂ­na Metabolismo de lidocaĂ­na

FunciĂłn microsomal

DesmetilaciĂłn de la aminopirina Aclaramiento de cafeĂ­na Metabolismo de lidocaĂ­na

1243 1243

A

C

"

% (


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

3.a Aclaramiento hepĂĄtico

2

4 " *

)

"+?

3

una determinada sustancia en un tiempo determinado, expresĂĄndose en ml/min. 7 !

"+? por medio de su participaciĂłn en el metabolismo de determinadas sustancias exĂł-

4 5

U

genas (como la BSP, verde de indocianina, galactosa aminopirina, etc.) o endĂłgenas

6

s e

como los ĂĄcidos biliares. A diferencia del aclaramiento renal de creatinina, no existen pruebas de aclara * ? 0 )

"+? %

7

n o

8

7 h " ) ?

cias exĂłgenas como pruebas cuantitativas que sean capaces de indicar la capacidad

"+? % 4 ) ! 0 + + ! ) 0 ) )

0 " *

" "0 0 % 4 * " 9 ) 0

) " * % & 0

" *

)

! ) 0 " * ? ! ) 0 " * %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

18

3.a.1 Aclaramiento hepĂĄtico de bromosulfotaleina (BSP)

19

& !

Â?(M

+ ? ]H ? proteĂ­nas plasmĂĄticas, especialmente por la albĂşmina.

i v

20 21

r e

22 23 24

o i c

S

1244 1244

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

OH

1

O

O-

S

2

Na+

O Br

3 Br

4 Br

5

Br

6

S

O

O

A

OH

O

C

O O-

+

Na

s e

Figura 14. Bromosulfotaleina

7

n o

8

El aclaramiento se determina administrando por vĂ­a intravenosa una cierta cantidad de BSP (5 mg/kg de peso), la BSP se une a la albumina y circula unida a ella, que h * )

" !

" % I ) 9

? 0

! 0

% M Â?(M

R ) 0 " * excreciĂłn biliar. Aunque su conjugaciĂłn no es un paso imprescindible para su excre 0 !

0 " * ?

sigue la bilirrubina. & 5 Â?(M ) * + w

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

• • • •

17 18 19

' 0 Â?(M Aclaramiento de BSP $ *R " * )

io

m

Capacidad de almacenamiento (S)

& 0 Â?(M ! ) h 0 R " * indicador sensible de lesiĂłn parenquimatosa. Un incremento de las tasas de reten-

21

r e

22

24

e d

u P

c i v

20

23

U

S

0 ! 0 "

% El aclaramiento de BSP estudia la cinĂŠtica de la desapariciĂłn de BSP del plasma. Presenta mayor sensibilidad que la retenciĂłn. La determinaciĂłn de T y S se basan en realizar la administraciĂłn de BSP de forma m

que la velocidad mĂĄxima de excreciĂłn del producto sea menor que la velocidad de 1245 1245


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

0 " *

"+? 0 -

2

5 " 9 *R (% Estas pruebas presentan una serie de inconvenientes metodolĂłgicos que limitan su posible aplicaciĂłn rutinaria en clĂ­nica. Sin embargo pueden ser de utilidad en el

3 4 5

U

6

3.a.2 Aclaramiento hepĂĄtico de verde de indocianina (VIC)

7

7 ) ™~$ 9

? 0 " + ! 0 ! 0 ? + " * 0

n o

8

"

? ! % La prueba consiste en la inyecciĂłn del colorante por vĂ­a intravenosa y la determinaciĂłn de la concentraciĂłn en sangre a lo largo del tiempo. Tras su inyecciĂłn intrave !h *

)

"+? % 4 Â?(M

"+?

™~$ 0 ? de manera que aparece en la bilis de forma inalterada. Del anålisis de la curva de desaparición plasmåtica se pueden extraer una serie de paråmetros (tasa de desaparición por minuto; tiempo de vida media; retención a los 3

) 0 " * % 7 ! !

+ % M ) " tĂ­as orgĂĄnicas y funcionales, en los sĂ­ndromes colestĂĄsicos y en las alteraciones de la 0 ? + " * % 7 " * ! -

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20

3.a.3 Aclaramiento hepĂĄtico de galactosa

21

r e

& ? * ? ]

"+? glucosa.

22

24

o i c

e d

u P

!

! ) ? %

19

23

s e

S

1246 1246

A

C

? 0 + # !! ÂŽ " ' %


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

CH2 OH

1

O

2

HO

3 4

H

5

OH

H

6 7

OH

H

H

OH

C

H

s e

Figura 15. Estructura de la galactosa

9

i c

7 0 " * ! ? ? *

"+? ) ?

0 % $ "

0 ? ? y se produce una mayor excreciĂłn urinaria de galactosa. Esta galactosuria guarda una

"

0 "

)

Z 8 ? + * % La prueba consiste en medir la vida media de la galactosa (tiempo necesario para que la galactosemia se reduzca a la mitad), que en condiciones normales es de 12 a 15 minutos. & ) ? " * -

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

? ! " ? ! "+? % ( ! ? ! ! ) R " * " + "+ 5

? 0 " ? obstrucciones biliares mecĂĄnicas.

18 19

o i c

i v

20 21

4 ! ! !

? ? 0 " + % 7 " " ) R ? el nĂşmero de pacientes que podrĂĄn ser sometidos a la prueba. Sin embargo se trata !

+ !

r e

22

24

U

n o

8

23

A

S

Â?(M% Âł " 9 0 ? C, reali14

zando la mediciĂłn del CO en el aire expirado. 14

2

1247 1247


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

3.a.4 Aclaramiento hepĂĄtico de cafeĂ­na

2

La mayorĂ­a de estas pruebas de aclaramiento (bromosulftaleĂ­na, verde de indocia-

3

nina, antipirina, y galactosa) no estĂĄn introducidos en la prĂĄctica clĂ­nica diaria, unas en razĂłn de su complejidad y otras por requerir instrumental especial, quedando reser) 0 " * %

4 5

s e

0 " * % I

+ ? ]V 5 " pertado, ya que se metaboliza casi exclusivamente en el sistema enzimĂĄtico micro " * %

7

n o

8 9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

Figura 16. CafeĂ­na

" + % & !

! 5 ambulatorios. Consiste en administrar un cafĂŠ (280 mg de cafeĂ­na) al medio dĂ­a y a " ? ) acostarse y otra antes de levantarse, determinando la concentraciĂłn de cafeĂ­na por

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

El aclaramiento plasmĂĄtico de la cafeĂ­na es Ăştil en la evaluaciĂłn de la severidad de

19

23

U

Por este motivo, se estĂĄn ensayando diversas molĂŠculas para la evaluaciĂłn de la

6

S

enzimoinmunoanĂĄlisis para calcular el aclaramiento de cafeĂ­na. Presenta una buena correlaciĂłn con el aclaramiento del verde de indocianina, ga % 7 !

? ) " R

" * ! 5 9 ? *

"+? % 1248 1248

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

3.a.5 FormaciĂłn de monoetilglicin-xilidido (MEGX)

2

& 0 ! + ? + R � 17}– -

3

5 +

" * palmente por sus caracterĂ­sticas analĂ­ticas favorables; ya que es un mĂŠtodo analĂ­tico

* !

+ 9 ! -

4 5

"+? ) %

6

s e

7 17}– ? + R ! ) 0? < 0 " * +

M H 3 ? ]K %

7 8 9 10

MEGX

12

N C C N

13

H

14

CH3

15 16 17 18

o i c

19

li

CH2 CH3

b u

CH2 CH3

NADPH+ H++O2 NADP++H2O CH4-C

e d

P

CH3 H OH

H O

H

N C C N CH2 CH3

CH3

H

Otros metabolitos Figura 17. FormaciĂłn de MEGX

i v

20

&

0

17}– + 0 ` H

21

tras una dosis Ăşnica de lidocaĂ­na. Los principales parĂĄmetros farmacocinĂŠticos utilizados son la concentraciĂłn plasmĂĄtica mĂĄxima (CmĂĄx), tiempo que tarda en alcanzar

r e

22

24

a c

Citocromo p-450

CH3 H OH

n o

i c

Lidocaina

11

23

U

S

" 0 *R mĂĄx) y su vida media de eliminaciĂłn (T1/2). Estos parĂĄmetros varĂ­an con la vĂ­a de administraciĂłn y la dosis de lidocaĂ­na; tambiĂŠn dependen ) !0

"+? Z 8 ? + este Ăłrgano, como a la capacidad funcional de sus sistemas enzimĂĄticos oxidativos.

1249 1249

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

En consecuencia, si se mantienen constantes la dosis, la vĂ­a de administraciĂłn y el

2

Z 8 " * ! + ) R ) " * % La prueba se realiza administrando por vĂ­a intravenosa una dosis Ăşnica de lido-

3 4 5 6

s e

7

0 )

17}– 5 ? * -

n o

8

cos (cromatografĂ­a gas-lĂ­quido, cromatografĂ­a lĂ­quida de alta resoluciĂłn), la mayorĂ­a

9

i c

!

5 * 9 0 Z 17~4 ! * * de realizar y mås råpido. & 0 17}– ! ! 3 ]

" * + nistrada por vĂ­a intravenosa y de la actividad de las oxidasas de funciĂłn mĂşltiple (res !

0

! � " 0 " * % 7 " * 9 17}– inferiores, y mås tardías, que en individuos sanos; ello ocurre tanto en el adulto como

% & 0 !

"+?

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

! 17}– 3 ?J " ! 0 " * 9 0

% 1 ) 17}– \3 ?J ! ) ) " * ! %

19

23

U

toma una muestra de sangre venosa (basal), seguida de una segunda extracción a los ] " ! 9 � " 0 * 17}– 9 * $måx). Aun-

S

4 * " ! ) " R

0

17}–

"+? ! ) )

"+? % 7 " 9

"+? ! ) 0 )

17}– * ! 0 ) )

" 9

%

1250 1250

A

C

caĂ­na (1 mg/kg, sin actividad farmacolĂłgica). Previamente a la administraciĂłn se


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

( ! ? R

2

!0

"+? 0 9 0

17}–% & ?+ 9

Z 8 ? +

"+? + ? Â? 0 -

3 4 5 6

s e

7

" * 0

M450. 7 ! * ) ! "+?

n o

8 9

i c

% 4 ? 0 ? " 9 ) !

! 0 " *

) + aunque mĂĄs clĂĄsicas (como las transaminasas, fosfatasa alcalina, bilirrubina, entre otras) podrĂ­an ser aceptados y utilizados con posibilidades de ĂŠxito cuando se eva h

17}–% 7 !

) ™~$

17}– )

) !

"+? ) trasplantar.

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16

& 0

" -

18

o i c

8 h % & " ! ?

" + 8 conocidas.

19

i v

20 21

r e

22

24

e d

u P

4 MARCADORES INMUNOLĂ“GICOS ESPECĂ?FICOS DE FUNCIĂ“N HEPĂ TICA

17

23

U

nuyan el gasto cardĂ­aco (propanolol, metoprolol y otros beta-bloqueantes) pueden ! !0 " * % M ? 9 mĂĄticos, como el fenobarbital o la fenitoĂ­na pueden sobreestimar la capacidad bio-

S

4.a Hepatitis autoinmune & " Z 0

"+? ? ) h " ?5 ?+

" =&4 #'` =&4 #'H%

1251 1251

A

C

* * " ! 9 * % 8% -


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

% & " 0

2

" * ? 0 + los casos responde al tratamiento inmunosupresor. & " ?+ " * ? 0 R

3 4 5 6

s e

7

Los mecanismos patogĂŠnicos de la enfermedad no son bien conocidos. Se co-

8

n o

noce la existencia de una predisposiciĂłn genĂŠtica, asĂ­ como la presencia de factores desencadenantes:

9 10

•

11

•

12 13

i c

~ 0 ) " 4 Â? $Â? )

0 ) " %

15

i l b

u P

nacional para el Estudio del HĂ­gado, estableciĂł una tabla (tabla 2) con una serie de ) !

% &

" ) 0 ] " ! !

]3 ] %

16 17 18

o i c

19

i v

20 21

r e

22

24

a c

' 0 ? " 0R %

# ! " ? " 0 ? ) "

) h

! * 0? % 4 + ]\\ 4 0 ~ -

14

23

U

" ) % $ ! " pergammaglobulinemia, la presencia de autoanticuerpos y el incremente de las aminotransferasas.

S

e d

Tabla 2.

Datos de laboratorio puntuables para el diagnĂłstico de hepatitis autoinmune segĂşn la AsociaciĂłn Internacional para el Estudio del HĂ­gado

Parametro

Valor

PuntuaciĂłn

>3

-2

<3

+2

Fosfatasa alcalina/Aminotranferasas

1252 1252

A

C

! 0?

+ ? 0


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

Tabla 2. Datos de laboratorio puntuables para el diagnĂłstico de hepatitis autoin-

2

mune segĂşn la AsociaciĂłn Internacional para el Estudio del HĂ­gado

3

Parametro

Valor

4

>2

+3

1,5-2

+2

6

< 1,5

+1

7

> 1/80

+3

1/80

+2

5

IgG x superior al lĂ­mite de referencia

8

Adultos

9

4<4 4(14 &>1] + ~‘~

> 1/20 NiĂąos

11 12

i l b

AMA

13

Positivos

Marcadores virales

14 15

17

• • •

18 19

n o

+1

+3 +2

-2

-3

+3

e d

Hepatitis autoinmune tipo 1

o i c

Hepatitis autoinmune tipo 2 Hepatitis autoinmune tipo 3

i v

20 21

r e

4.a.1 Hepatitis autoinmune tipo 1

22

24

u P

Negativos

s e

U

( ?h

0 " !? 0? w

16

23

a c 1/10-1/20

C

i c

1/40

10

A

PuntuaciĂłn

S

Es el mĂĄs frecuente. Afecta a mujeres de 20 a 40 aĂąos.

• •

$ * " =&4 #'` 9

los 30 aĂąos de edad. Siendo mĂĄs frecuente los brotes y la progresiĂłn a cirrosis. ( =&4 #'H 9 * + 5 `3 %

1253 1253


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

Se caracteriza por la presencia de anticuerpos contra el mĂşsculo liso (ASMA) y/o

2

anticuerpos antinucleares (ANA), tambiĂŠn puede presentarse anticuerpos contra el citoplasma de neutrĂłilos con patrĂłn perinuclear (pANCA). & 4(14 41&

" ]% &

3 4 5 6

s e

7

& 4<4 J 4(14 R " -

n o

8

patitis autoinmune. & 0 4<$4 h

? 0 " tipo 1, particularmente en aquellos casos en que los ANA, ASMA son negativos. ˜ h

? 0 " ] w

9 10 11

•

12 13 14 15 16

•

17

19

a c

i l b

4 (&4% 7 +? !

" * (&4 + 0

"+?

0 % & ~?}] " " ] " " ! " 0 ! % ' "

(&4

5 `\ H]H%

e d

u P

4

? + 4(}M ' % 7

o i c

i v

20 21

r e

22

24

i c

? + + !

" % & ) ? ! '=& ]

4(}M '

K3 " ] ! 5 ! " )

18

23

U

queleto de las cĂŠlulas del mĂşsculo liso, destacando la F-actina. Los anticuerpos frente actina estĂĄn asociados a un comienzo mĂĄs temprano de la enfermedad, a la presen

" =&4 Â?2 #'` %

S

pero con menor frecuencia. La utilidad deestos anticuerpos es que nos van a servir para detectar a los pacientes con alta frecuencia de recaĂ­da tras la retirada del tratamiento.

1254 1254

A

C

+? ? " ?5 +

-


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

4.a.2 Hepatitis autoinmune tipo 2

2

'

3 % 4 ]H

3

suelen presentar altas concentraciones de bilirrubina y aminotransferasas en suero y desarrollan una enfermedad mås severa que los pacientes de tipo 1, ya que suelen ? * % ( " =&4 #— %

4 5

s e

* &>1 ] ! &>1 ` J + 0 " * ] &$] % 7 "

7

n o

8

+? " * ] &>1 ]

P-450 2D6 (CYP2D6), el principal antĂ­geno de este anticuerpo. & &>1 ] ! " $% La caracterizaciĂłn del antĂ­geno y de los epĂ­topos que reconocen tiene interĂŠs por +? &>1 ] " 0 ) " $% 4 + " $ &>1 ] ) 0

) " patitis C con caracterĂ­sticas autoinmunes. #

) + 0 &>1 ] 0 " $% & &>1 " ? " ? " %

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

i v

20 21

r e

22

24

o i c

e d

u P

& &>1 ` ! 0 &>1 ] ! 5 " + ? " # 0 " $ 0 % Los anticuerpos contra la LC1, son considerados como el segundo marcador de la

19

23

U

( 9

+? " -

6

S

" % ( +?

" desaminasa, enzima involucrada en el metabolismo de folato. ( R

`3 + ) &>1 ] cer como Ăşnico marcador inmunolĂłgico.

1255 1255

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

& &$] " $ 0 * " $ 0 %

2 3

4.a.3 Hepatitis autoinmune tipo 3

4

( 9

+? !

" * (&4

"+? * &M -

5 6

s e

nocen el mismo antĂ­geno (SLA/LP).

7

7 ! ? !* " ] + + + ! + " 0? 0 % 4 + 0

+? !

" -

n o

8 9

i c

* ? 0 " 4<4 4(14 ? ) %

10 11

a c

4.b Cirrosis biliar primaria

i l b

12

7 + 0 ? ?+ % Predomina en mujeres, de 35 a 60 aĂąos de edad. La enfermedad se origina mediante

Z 0 ! " * ? ) destrucciĂłn, originando un cuadro de colestasis crĂłnica que va a conducir a un cirro " * % La forma de presentaciĂłn es variable, unas veces es fortuito en un paciente asintomĂĄtico con elevaciĂłn de la fosfatasa alcalina; en otras casos en mĂĄs insidioso.La forma de presentaciĂłn mĂĄs frecuentes es con prurito y fatiga.

13 14 15 16 17 18 19

i v

21

r e

22

24

o i c

e d

u P

& ! * * " pergammaglobulinemia, generalmente a expensas de la IgM, aumento de la bilirrubina y la apariciĂłn de autoanticuerpos antimitocondriales (AMA) y en menor medida los anticuerpos antinucleares (ANA).

20

23

U

S

La determinación de los anticuerpos antiamitocondriales (AMA) son el principal ? 0 ! % ¸

\3 \ !

3 " 0 ) 0

! ) R " * % (

1256 1256

C

A


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

? +

2

de la membrana interna de las mitocondrias. =

" \

" ! ) ?

3 4 5

U

M4, M8 y M9. Los AMA anti M2 son los mĂĄs frecuentes en la cirrosis biliar primaria. EstĂĄn diri? R * " ?

8 ) " ? -

6

s e

7

nasa, que estĂĄ localizada en la cara interna de la membrana mitocondrial.

n o

8

El anti M4, anti M8 y anti M9 reaccionan con antĂ­genos de la membrana externa de las mitocondrias 7 1H h "

1 " *

0? " 0 ) $Â?M% 7 414 12 ! 5 " R )

1 "

* ? 0 (interĂŠs pronĂłstico). El AMA anti M9 es mĂĄs frecuente en los casos asintomĂĄticos de CBP, pudiendo preceder su apariciĂłn a la del anti M2. &

3 3

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17

e d

u P

! % ( " ! ) + sis biliar primaria con AMA negativo, suelen ser ANA positivo.

18

o i c

19

i v

20

4.c Colangitis esclerosante primaria

21

7 " *

* 0 9 Z 0 0

! R " * " * R 0 ) sĂ­cula biliar. Afecta principalmente a varones, entre 30 y 50 aĂąos, y existe una asociaciĂłn con la

r e

22 23 24

S

colitis ulcerosa, ya que la mitad de los pacientes con colitis ulcerosa presenta colangitis esclerosante primaria.

1257 1257

A

C

+ % & ! ! 1


24

ValoraciĂłn bioquĂ­mica de la funciĂłn hepĂĄtica. Enfoques diagnĂłsticos por el laboratorio

1

No se conoce la etiologĂ­a, pero se sabe que existe factores inmunolĂłgicos y genĂŠ-

2

) % 7R 0 " =&4 Â?2 =&4 #'`% & " ) ) w es asintomĂĄtica, posteriormente aparece una colestasis en ausencia de ictericia, y

3 4 5 6

s e

7

& ! * " ! ! -

8

n o

fatasa alcalina y de gama-glutamil-transferasa. En la mayorĂ­a de estos pacientes se detecta algĂşn tipo de autoanticuerpo:

9 10

•

11

• • •

12 13 14

i c

7 *

3 0

? ~?}] ~?}`%

a c

i l b

7 V3 Otros autoanticuerpos, a tĂ­tulos bajos, ANA y ASMA Muy raramente se detectan AMAs.

15 16 17 18

o i c

19

21

r e

22

24

e d

u P

i v

20

23

U

h ! % & " ?+ Z 0 )+ ! ! ? vĂ­as. La prueba diagnĂłstica mĂĄs importante es la colangiografĂ­a retrĂłgada.

S

1258 1258

A

C

?+ "

?


24 1

BIBLIOGRAFĂ?A

2

Angel G, Angel M. InterpretaciĂłn clĂ­nica del laboratorio. MĂŠdica Pan-americana; 2000.

3

U

) " "

" ? " =#& $"

% $ $" ]\\\Â? H w V2 2%

6

s e

Castaldo G, Oriani G, Lofrano MM, Cimino L, Topa M, Budillon G, et al: Differential diag ! ˆ "

" " ?"

7

n o

8

! % $ $" ]\\VÂ? H w ] V` \%

9

i c

$

ÂŽ (" 1% (

? "

% = ? ]\\2Â? Kw 273-8.

10

a c

11

$ Â? } M 4

R ÂŽ4 M

M% M 5 % & ! $ + % AEFA; 1996.

i l b

12

$9 8 4ÂŽ% I ? " ?5 " % 4 ÂŽ } rol 2001; 96: 1224-31.

13 14

u P

# ' & Ž4 < ‘( } " #' > '( (

&Â?% # ? ? = ~ 8 % ~% M $" & ! % $ $" 333Â? 46: 2027-49.

15 16 17

e d

# ' & Ž4 < ‘( } " #' > '( (

&Â?% # ? ? = ~ 8 % ~~% ' I & ! (

? # ?-

18

o i c

1 ?% $ $" 333Â? HVw 3 3 V2%

19

i v

20

Henry JB. El laboratorio en el diagnĂłstico clĂ­nico. Marban; 2005.

21

> &4% — + $ + w + *

0 % 1 Â? ]\\V%

r e

> #&% = % M 1 ~ % 1 } ˆ=

J~ Â? 33]%

22

24

C

Camps J, SimĂł JM, Guaita S, FerrĂŠ N, Joven J. Altered composition of lipoproteins in

5

23

A

Balcells A. La clĂ­nica y el laboratorio. Masson-Salvat; 1997.

4

S

> ) ™ { & (9 ) 1 ( " ) >% 1 " ? R & 1 ! 1 { & ) ‘ $" M " & ) # seases. Bratisl Lek Listy 1999; 100: 12-24. > ) ™% ~ " 1 " ? R 4 & ) ‘ Test in Hepatology and Trasplantology. Bratisl Lek Listy 1999; 100: 49-53. 1259 1259


24 1

1 ‘ ~}% 4 " w ? ! features. Clin Liver Dis 2002; 6: 317-33.

2

( + ˜ 1 ' � M 1 M ~ ~Ž ˜ ? } -

3

9 $% 7 " * % 7 $ & ! $ 33HÂ? Kw HH %

4

(" " (} } (& } ‘# $" (% 4( J4& " -

5

ˆ " " " $ ) % 4 Ž } ]\\2� \`w HH 2%

6 7

n o

" ? " ? ) % $ $" ]\\]Â? `Kw ]V22 \3%

9

i c

10

a c

11

i l b

12 13 14 15 16 17 18

o i c

19

e d

u P

i v

20 21

r e

22

24

U

™ !

1 } Z ™ $" 9

˜ } ! Ž M 'w ~ ?

! " "

" { ? !

8

23

s e

( " $7% 7

0 ! ! % # Â? ]\\ %

S

1260 1260

C

A


A

C

s e

n o

i c

a c

i l b

i v

o i c

S

r e

e d

u P

U


A

C

s e

Contenido

n o

i c

a c

i l b

i v

o i c

S

r e

e d

u P

U


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.