Tercer aniverersario Noctambulante es un publicación gratuita. Prohibida su venta. Tercer aniversario Noctambulante México, Distrito Federal, 2011. Ilustraciones: Alejandro García Lagarda Cuidado editorial: Moisés Martínez Ayala
Presentación
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EL OTRO ESPÍRITU DE SAN LUIS Por Francisco Javier de León
De las historias de miedo por alberto chimal
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Un recorrido por el cerebro en 24 cuadros de horror: Neurocinema Por sofía Cano 13
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entropía vs. distropía, o la importancia de llamarse john Por enrique barrón
No te comerás el cerebro de tu espectador por raquel castro maldonado 20
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un camino manchado de sangre. breves apuntes del primer siglo de historia del cine gore por josé luis ortega torres
programa
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Noctambulante es un proyecto llevado a cabo con la finalidad de formar públicos a partir de la intervención de espacios, donde se realizan ciclos de cine de horror y fantástico. A lo largo de estos tres años nos hemos dado a la tarea de fomentar la cultura del cineclub, ya que es de gran importancia como punto de encuentro, análisis, reflexión y convivencia de una comunidad. Para este aniversario contamos con invitados y colaboraciones especiales, entre las que destacan la participación de Barcelona Creative Commons Film Festival con una muestra de corto, medio y largometraje; también hemos preparado un pequeño homenaje cinematográfico al maestro Vincent Price, uno de los íconos del cine de terror clásico y referente obligado. Además, tendremos en exclusiva el estreno de la serie de horror para televisión Herida Abierta, dirigida por Carlos Meléndez, ganador en el concurso de cortometraje en 48 horas y seleccionado en el Festival Macabro 2011. Tendremos la primera muestra de cortometrajes Noctambulante en Corto, espacio que se abrió pensando en los realizadores que cuentan con propuestas audiovisuales interesantes y atractivas para nuestra audiencia. Cabe mencionar nuestra ya acostumbrada programación cargada de suspenso, horror, gore y ciencia ficción, la cual se presentará en cuatro áreas de proyección para no dejarlos pegar el ojo durante las dos noches. Por todas estas razones celebraremos a los realizadores cinematográficos, promotores, cineclubistas y, muy especialmente, al público entusiasta que acude a cada maratón desde diferentes puntos de la ciudad para poder vivir la experienca colectiva del cine, pues a través del cine reímos, gritamos y nos estremecemos, haciendo que las obras cinematográficas formen parte de nuestras vidas. De igual forma, queremos agradecer a la gente que abrió sus espacios para brindarnos asilo durante esas acaloradas y frías noches, a los medios de comunicación que se acercaron a nosotros y a la Red de Cineclubes del Distrito Federal. Parafraseando a Todd Browning en su fabulosa cinta Freaks, a todos ustedes les decimos: We accepted, we accepted! One of us! One of us! Todos somos noctámbulos por naturaleza... Veisha M Ruiz Coordinador
EL OTRO ESPÍRITU DE SAN LUIS Por Francisco Javier
de
León
La necesidad del arte aumenta cada día, al igual que la necesidad de artistas. No es fácil; nunca lo ha sido... Lo mejor demanda gran esfuerzo. Dondequiera que voy –estoy seguro de que esto es válido en todo el mundo- encuentro talento No está sólo ahí esperando a ser encontrado —está ahí— y puede ser visto por todo aquel que lo desea. Vincent Price.
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l 25 de octubre de 1993 quedaría fuertemente impreso en la historia sentimental de todos y cada uno de los que siguieron, y seguimos, el paso por este mundo de Vincent Price. Después de una larga batalla contra el enfisema pulmonar y contra el fantasma del mal de Parkinson, que inclemente recorría su sistema nervioso, el cuerpo del otrora astro del cine de horror se rendía ante este mundo, dejando a su paso el rostro inmortal que hoy conocemos y celebramos. Con un valor que excedía sus fuerzas, según lo recuerdan sus amigos, Price se mantenía trabajando en sus mayores pasiones: la actuación y el arte. Apenas unos meses antes había hecho su última aparición en la película de televisión por cable, Heart of Justice, e incluso había prestado voz para un segmento de la serie animada Tiny Toons. Más importante aún, un año antes, en 1992, había celebrado la inauguración de la galería, que orgullosa lleva su nombre, y la publicación de un libro de historia del arte, que compartía autoría con su hija Victoria. De este periodo se recuerda que, allende los dolores causados por sus males y la reciente muerte, en 1991, de su tercera esposa Coral Brown, mantenía el sentido del humor que por el tono irónico, tanto odiaban y amaban los que le rodeaban. Recibía gustoso las visitas de Roddy McDowall, Hazel Court y Sir Alec Guiness, o de los jóvenes y talentosos Johnny Depp y el director Tim Burton. Es justo con Burton que Price va a hacer su última aparición cinematográfica en la cinta Edward ScissorHands (1990). En ella interpretó al inventor del joven con corazón de galleta, regalando así una de las más dulces visiones de la herencia de Victor Frankenstein. No era su primer trabajo con el joven director; ya en 1982 Burton había pedido a Price prestara voz en un cortometraje que servía de homenaje al actor: Vincent. En esa época Price daría voz a personajes como el Profesor Rattigan en la cinta Basil, The great detective de Disney o a Vincent Van Gouhl de la serie de televisión Los trece fantasmas de Scooby Doo, que para desgracia de los que éramos niños en el momento de su aparición en México, tuvimos que ver la serie siendo víctimas de un pésimo doblaje (y ni que decir de tener que soportar al siempre patético gran danés). Estas apariciones demostraban que el actor no tenía ningún miedo a la hora de autoparodiarse y tomar una actitud relajada frente a los papeles que se le ofrecían. Así, en la década que parecía ofrecer cosas tan horrendas como la música disco y los pantalones acampanados, era posible ver a Vincent Price 5
en los sets de El Crucero del amor, La famila Brady y The Muppets show. Además de haber prestado su voz para el video Thriller, de Michael Jackson, y haber bailado a go gó en la trilogía del Siniestro Dr. Phibbes. Fuera de los escenarios, la vida del actor cobraba también giros inesperados: su conversión al catolicismo en 1974 que tenía por único motivo casarse con Coral Brown llevó a una anulación por parte de la iglesia romana de su matrimonio con Mary Grant (en el documento se decía que la boda era ilegal por haber tenido lugar en Tijuana… ¡Ay, bendita falluca!), y se obligó al actor a reconocer a su hija Victoria como ilegítima, lo cual desgastó su relación por varios años. Es necesario hablar también del amor de Vincent Price por el arte, especialmente por la pintura. Dicho amor es uno de los motivos que movieron a Price a aceptar papeles de poca envergadura (pero buen sueldo). Y es que no sólo invertía grandes sumas de dinero comprando obra de artistas como Cezzanne, Picasso, Degas, entre otros, sino que además viajaba por todo el mundo buscando ampliar su colección para la galería Vincent y Mary Price, en la Universidad de UCLA, y para la Vincent Price Collection, que era auspiciada y manejada por las tiendas Sears (de aquellos años en que era una tienda respetable). Sus cacerías de arte lo llevaron a realizar, en las décadas de 1950 y 1960, varios viajes a México, cuyo arte precolombino le cautivaba. Es durante estos viajes que Price va a entablar amistad con Diego Rivera y va a aprender las más mexicanas costumbres, como meterse ilegalmente a un área cerrada de la zona arqueológica de Chichen Itzá. Según lo recuerda su hija Victoria, Vincent Price decidió hacerlo para darle emoción al viaje familiar. Fueron perseguidos y una vez capturados por los guardias, Price aprovechó que uno de ellos le reconoció como “aquel famoso actor...” para continuar su recorrido. Fueron estas dos décadas las de mayor éxito en la carrera de Price, fueron para decirlo en sus palabras, años “eggstraordinarios”, como diría el célebre Egghead a quien dio vida como parte de la galería de hilarantes villanos del Batman “gordito”. Fueron también los años del Edgar Allan Poe adaptado por Richard Matheson y visto a través de la mirada de Roger Corman, esto en cintas como: La casa de Usher (1960), El pozo y el péndulo (1961), La máscara de la muerte roja (1964), El cuervo (1963) y La tumba de Ligeia (1965); versiones que si bien poco tenían que ver con los textos originales del bostoniano, son ya indispensables en toda colección de cine de horror. Sumado a estas se encuentran las inolvidables Last Man on Earth (1964), cinta basada en la popular novela Soy Leyenda de Richard Matheson, The Tower of London (1962) y The Comedy of Horrors (1963), las cuales significaron los primeros de muchos reencuentros con sus buenos amigos y también glorias del género: Basil Rathbone, Boris Karloff y Peter Lorre. Pero estos son también los años de trabajo junto al director William Castle en cintas como The house of the Haunted hill (1958) y The Tingler (1959), que si bien hoy en día es posible disfrutarlas gracias a la tecnología digital,
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muchos hubiéramos querido disfrutarlas bajo el ambiente único creado por el señor Castle, quien entregaba a cada espectador una póliza de seguro de vida en caso de muerte por miedo y quien gustaba de lanzar efectos como: “Emergo” o “Percepto”. El primero consistía en soltar por la sala de cine un esqueleto que era manejado con cables. Por su lado, “Percepto” estaba formado por una serie de aparatos eléctricos colocados estratégicamente bajo ciertos asientos de la sala, que eran activados en momentos climáticos de la cinta, provocando una descarga eléctrica mínima y los gritos y el sobresalto de los miembros del auditorio. Price va a participar en la primer película en 3D: The house ofWax (1953), en ella interpretaba al Prof. Henry Jarrod, un hombre dedicado a hacer estatuas de cera con cadáveres. La cinta contaba también con un joven (si es que algún día lo fue) llamado Charles Buchinsky, conocido hoy día como Charles Bronson. La cinta era una de las favoritas de Price. Según él mismo relataba, solía verla varias veces a la semana sólo para ver al público asustado. He aquí una de sus anécdotas favoritas al respecto: Me senté una vez, detrás de dos chicas que comían palomitas y daban saltos de terror sin parar. Al final, al encenderse las luces, puse mi cabeza en medio de ambas y dije con voz suave y aterradora: ´¿disfrutaron la película?´ , gritaron más que nunca. Curiosamente, el director André de Toth era tuerto. Es decir, la primer cinta en 3D fue dirigida por alguien que no posee profundidad de campo (y aún así es mejor que cualquiera de los bodrios que en el cada vez más fallido formato nos hemos reventado en los últimos años). En las décadas previas están los años en que ciertos productores pretendían que Price fuera galán tipo Bogart, sus juveniles viajes a Inglaterra para estudiar teatro, los escenarios infantiles, la primera luz del nacimiento. Alguna vez escuché que narrar la vida de un hombre comenzando por su muerte nos dice mucho acerca de su vida, es por eso que aquí cierro con el Vincent Leonard Price naciente, el oriundo de San Luis, el que mucho tiempo después de que Charles Lindberg levantará su famoso vuelo, se convertiría en el otro espíritu de San Luis y en el espíritu que hoy habita nuestras más dulces pesadillas. m
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De las historias de miedo Por Alberto Chimal
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l miedo es una de las constantes de la vida humana. De hecho, es más antiguo que la propia humanidad. Es un mecanismo de defensa que compartimos con los animales: la sensación desagradable que nos provoca la posibilidad del peligro. Sin el miedo no podríamos haber sobrevivido como especie. Cuando apareció el lenguaje, inventamos las historias, que nos permiten recordar lo que pasó e imaginar lo que desconocemos. Entre ellas, desde el principio, estaban las historias de miedo. Las hay en todas las culturas, por antiguas o remotas que sean, y al igual que el resto de nuestra literatura y de todas las artes, han ido cambiando con nosotros: en cada época y lugar han expresado no solamente los peligros reales y concretos a los que nos enfrentamos, sino también (y sobre todo) los otros: lo desconocido que nos asusta, lo que está más allá de nuestra comprensión, nuestras pesadillas. En los miles de años de nuestro paso por el mundo hemos descubierto, incluso, que estas historias no sólo cumplen una función útil como advertencia o como desahogo. Como escribió Edgar Allan Poe, el gran escritor estadounidense, en ellas encontramos un placer intenso: nos gusta horrorizarnos, experimentar la sensación del peligro sin que el peligro esté realmente cerca. Actualmente hay ejemplos en todas las artes: el teatro, la televisión, los videojuegos, la música, las artes visuales y, desde luego, la literatura y el cine. Acercarse a cualquiera de ellos es aceptar la experiencia de lo terrible –el espanto y la maravilla de lo terrible– que nos invita a imaginarnos en la piel de sus personajes, a percibirlo todo como ellos lo perciben, a internarnos en los mismos lugares inquietantes e ir a los mismos destinos inciertos. Si las historias son competentes, nos sobresaltan; si son extraordinarias, nos asustan de veras, y el miedo puede quedarse con nosotros tras el final de la narración y, quizá, no dejarnos nunca. Las formas actuales de las historias de miedo tienen su origen a mediados del siglo xviii. En esa época, que ahora llamamos de la Ilustración o del Racionalismo, la cultura occidental adoptó justamente el pensamiento racional como centro: como única herramienta válida para la comprensión del mundo, haciendo a un lado el mito, los sueños y la superstición. La promesa de la Ilustración era que nada de eso sería ya necesario: que la razón y la ciencia bastarían para comprender al mundo por entero, y por lo tanto lo desconocido acabaría por desaparecer. El ser humano ya no tendría que tener miedo. Sin embargo, no sólo lo desconocido sigue entre nosotros, siempre en los límites del conocimiento que la humanidad ha ido adquiriendo desde entonces y también en nuestra propia realidad, en los misterios y horrores de nuestra conducta y nuestra mente: además, el aumento de lo que conocemos como especie no ha causado un aumento de lo que podemos entender como individuos. El mundo a nuestro alrededor se ha vuelto mucho más claro, pero también mucho más vasto y complejo. Y en esta complejidad, que nos rebasa, acecha también el horror. Desde entonces, y en especial en las obra del movimiento artístico que ahora llamamos Romanticismo, las historias de miedo buscan evocar esa sensación desoladora. Y lo hacen con frecuencia mediante el efecto que Sigmund Freud llamó lo siniestro: lo que sucede no cuando nos asomamos a un entorno remoto e incomprensible, sino cuando descubrimos que eso, lo incomprensible, puede invadir nuestro mundo cotidiano y volverlo otro: transformarlo en ajeno y terrible. He aquí dos ejemplos:
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1. En “El hombre de arena” (1817), el cuento clásico del alemán E. T. A. Hoffmann, el protagonista, Nathanael, se enamora de una muchacha que resulta ser un autómata: una criatura artificial, hecha de metal y madera, por un personaje mitad científico loco y mitad hechicero. El descubrimiento ocasiona que Nathanael enloquezca y se mate: su idea de lo que es posible y de lo que no –su idea del mundo– se quiebra en el descubrimiento y esa ruptura lo destruye. 2. En El resplandor (1980), la película de Stanley Kubrick, ocurre algo semejante de modo más sutil y en repetidas ocasiones. Una de ellas: cuando los cuidadores que se preparan a pasar el invierno encerrados en el hotel Overlook entran en un cuarto frigorífico, lo examinan y, al salir de él, ya no están en el corredor por el que habían entrado, sino en otro, claramente distinto. Los personajes no dan señales de notar que algo anda mal, pero el espectador sí que lo nota, y no tener la compañía de los personajes al entender que el mundo se quiebra es una experiencia aún más perturbadora. ¿Para qué sirve todo esto? Al terminar estas historias nos queda la duda sobre un secreto no revelado, la sorpresa o la desolación ante el destino de un personaje (que puede ser doloroso, conmovedor o simplemente intolerable), o bien el recuerdo de un sentimiento sutil pero profundo, fuerte y casi siempre terrible. Se dice que el mejor arte es el que nos cambia: las historias de miedo logran este efecto mostrándonos hechos, lugares y personajes que, al descubrirse perdidos en mundos que los sobrepasan, modifican nuestra propia relación con el mundo. Algo de la forma en la que miran afecta nuestra propia forma de mirar y nos vuelve más sensibles al terror, a la melancolía, a la incertidumbre de nuestras propias vidas. Este efecto se complementa con otros. Una historia de miedo puede golpearnos, simplemente, con el horror visible, como hacen los slasher-films (las típicas películas de multihomicidas, con sus gritos a todo volumen y sus grandes cantidades de vísceras y sangre) o el cuento “Sobreviviente” (1982) de Stephen King: la historia de un náufrago que, para no morir de hambre, se devora lentamente a sí mismo. O bien, sin contarnos nada explícitamente espantoso, todo puede estar en una atmósfera: un ánimo que rodea a los personajes y los hechos. La atmósfera se crea mediante
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descripciones (o representaciones) del mundo exterior y también del otro, de la vida interior: de cómo reacciona o reflexiona tal o cual personaje ante los sucesos de su vida. El cuento “La caída de la Casa de Usher” (1839), de Poe, describe paredes en ruinas, cielos oscurecidos y agua estancada que se unen a la tristeza del narrador y nos preparan para conocer a los hermanos Usher, habitantes de un hogar ruinoso (la palabra “casa” también puede significar “familia”) que ocultan un secreto inconfesable. En Ringu (1998) de Hideo Nakata –la película japonesa en la que se basó un filme posterior, mucho más conocido y no tan bueno: El aro (2002) de Gore Verbinski– los edificios de los barrios de clase media de la ciudad de Tokio, de apariencia regular y aburrida, se vuelven todavía más opresivos cuando la cámara nos los muestra bajo cielos nublados y lluviosos, y los sonidos distantes que hacen sus inquilinos nos revelan que ninguno tiene idea del drama que viven los protagonistas, amenazados por una criatura imprecisa que mata sistemáticamente a sus víctimas. La soledad de los personajes es mayor incluso aunque se encuentren rodeados de todas esas otras personas, porque sabemos que todas son indiferentes. Las historias de miedo nos hablan también de nuestra relación con el miedo mismo. Ciertas épocas son más sensibles a la idea del horror que invade una comunidad que comienza libre de él, como sucede en la novela Drácula (1897) de Bram Stoker, base de todas las historias modernas sobre el vampiro, el intruso de una tierra y un tiempo lejanos; otras, en cambio se identifican más con las historias en las que el miedo se revela de pronto en la misma comunidad, como en la película La noche de los muertos vivientes (1968) de George A. Romero, origen de la figura contemporánea del zombi: el vecino o el hermano que se convierte en monstruo. Nuestro propio tiempo, quizá, es más sensible a la violencia cercana y al mal cotidiano; en cualquier caso, las historias de miedo nos hacen falta ahora, como siempre, para lidiar con esos peligros cuando anidan en nuestra mente: para continuar sobreviviendo. m
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Un recorrido por el cerebro en 24 cuadros de horror: Neurocinema Por Sofía Cano
La creación se basa en una ciencia exacta de las reacciones del público. Alfred Hitchcock
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ebido a la gran capacidad de crear escenas y personajes impactantes en el ámbito cinematográfico se le ha otorgado a Sir Alfred Hitchcock el sobrenombre de “Maestro del suspenso”. Con la incursión de las neurociencias en el cine, este apodo ahora tiene validez científica pues se han comprobado experimentalmente los efectos en los espectadores para exaltarse al ver una película del mencionado director. Pero, ¿qué es el neurocine? El término neurocinema se refiere al estudio del cerebro en respuesta al estímulo de un filme. Fue acuñado por el doctor Uri Hasson en su artículo Neurocinematics: The neuroscience of film, en 2008. Posteriormente surgieron innovadoras investigaciones realizadas por la empresa Mind Sign (San Diego, California), que se basan en técnicas de neuromarketing donde se busca conectar el componente emocional con los receptores neuronales; en concreto, buscan conocer cómo el cerebro reacciona ante ciertas escenas o personajes de una película. Ellos comentan: “Ofrecemos un nuevo modelo –no es una fórmula, sino un fractal– para que no existan altibajos en las películas, sino que cada escena sea un pico y cada secuencia tenga la misma intensidad de un tráiler”. Los estudios que esta compañía realiza se obtienen con electroencefalogramas, mediciones fisiológicas (ritmo cardiaco, frecuencia respiratoria) y técnicas de neuroimagen con las cuales se observa cómo ciertas regiones cerebrales –que tienen relación con la atención, la memoria y las emociones– reaccionan ante las películas seleccionadas al instante que son observadas. El objetivo principal es que las productoras sepan si el cerebro ha sido alterado al observar estas películas y si se está cumpliendo el propósito de provocar miedo, hacer reír, o si el discurso de cierta persona es persuasivo. El cine de horror es fundamental para estos experimentos por el elemento que en el género se encuentra: miedo; emoción básica y ancestral en los humanos, instinto de supervivencia ante el peligro. El descubridor del mecanismo del miedo en el cerebro es el neurocientífico Joseph Ledoux, director del Centro de Neurociencias para el miedo y la ansiedad de la Universidad de Nueva York, quien apoyado en la teoría evolutiva de supervivencia ante el peligro de las tres efes (luchar, huir y no moverse, por sus siglas en inglés), observó cómo la amígdala (centro de emociones como el disgusto, el enojo y, sobre todo, el miedo) libera la hormona vasopresina, y cómo es la estructura cerebral que se activa cuando tenemos terror. Esta es la principal razón por la cual Ledoux comenzó los estudios y posiblemente también sea la respuesta de las diferencias neurológicas que hay entre el género cinematográfico de horror frente a los otros géneros. El primer experimento de cine comercial se llevó acabo con la película de terror Pop Skull de Peter Katz, y se observó que en la mayoría de las escenas la amígdala es la parte del cerebro con más actividad. Al conocer los resultados el director mencionó que: “El cine de terror será más eficaz con estas técnicas, y así se podrán conocer las emociones de los espectadores al instante, justo como los hacen los directores de teatro”. En una investigación de la Universidad de Nueva York se compararon varias películas y programas de televisión, dentro de ellos los capítulos de la serie Alfred Hitchcock presenta, y se comprobó que éstos activaron la mayoría de las áreas cerebrales, un 65 por ciento del cerebro se iluminó al ver los episodios. Otra de las zonas que se “ilumina” al ver estas películas es la corteza prefrontal, sección donde se realiza la toma de decisiones, emisión de juicios, organización y planificación, percepción de los sentimientos de las otras personas (teoría de la mente), y la evaluación 13
del peligro. También en esta zona entendemos y hacemos la disociación de que estamos ante una película y no en la realidad. Es decir, gracias a esta comprensión realizada en el cerebro no salimos corriendo del cine dejando nuestras palomitas a medio bote y una butaca vacía; al contrario, permanecemos allí disfrutando del miedo que la película genera en nosotros. La memoria es fundamental cuando estamos observando una película; la manera en la que ordenamos las escenas y estímulos audiovisuales para darle un contexto y narración al filme se logra mediante el proceso de la memoria de trabajo, que también forma parte de la corteza prefrontal. Si la película nos dejó “marcados”, formará parte de nuestra memoria a largo plazo; de lo contrario, desecharemos esa información. Es decir, la memoria será una herramienta de defensa ante situaciones de peligro que se activará, por ejemplo, cuando ves a un hombre con un cuchillo en tu casa, y te dirá que no subas corriendo por las escaleras sino que intentes escapar por la puerta principal; o sabrás que siempre es bueno rematar al cuerpo inerte en la cabeza y en el corazón, así te asegurarás de que no despierte y te persiga incansablemente; o bien, si van a revisar algo, tendrás presente que siempre será mejor hacerlo en equipo, nada de separarse o de ir solo. Por lo tanto, el cine también es una experiencia de aprendizaje donde nuestras neuronas espejo trabajan en cada escena, secuencia y fragmento, para poder usar esa información adquirida en una situación amenazante. La objetividad de estos estudios hace que muchas productoras empiecen a interesarse en el ámbito de la neurociencia, uno de los últimos proyectos que se evaluaron en Mind Sign es la película de M. Night Shyamalan, Devil, que tiene los clásicos clichés del cine de terror, lo que la hace un tanto tediosa y pone en duda la efectividad de querer hacer un filme épico con estas técnicas.
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Aventurémonos a tener hipótesis. Si se pusieran a prueba películas de terror psicológico como Saw, Mártires, o El Resplandor, seguramente se activaría todo el componente ejecutivo de la corteza prefrontal paralelamente a la amígdala, debido a que es la zona cerebral que evolucionó al último en los humanos y la que nos diferencia como especie. Otra de las preguntas en las que se ha estado trabajando es sobre la comparación de los diferentes géneros cinematográficos; una película de comedia seguramente libera endorfinas, dopamina y serotonina, sustancias que propician el placer, mientras que una película de drama seguramente inhibe la liberación de estas sustancias y nos hace caer en estados parecidos a la depresión. Para concluir y no divagar más es importante recordar que el género, la edad y el contexto sociocultural son variables importantes en estás investigaciones, ya que en la resignificación y la carga emocional que cada uno de estos estratos experimenta tienen que ver desde componentes genéticos hasta el ambiente y educación donde la persona se haya desarrollado. Finalmente, saber qué imágenes y efectos visuales son más impactantes, qué personajes son convincentes, qué música produce emociones más fuertes, etcétera, es muy importante para tener éxito en taquilla, sobre todo para impactar a un público acostumbrado y sediento por el cine de horror. Cualquier director que tenga talento y creatividad va a lograr una pieza maestra, una obra de arte, y el neurocine será una herramienta para lograr atrapar más a los espectadores o mejorar ciertas escenas. m
Entropía vs Distopía, o la importancia de llamarse John Por Enrique Barrón
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l término distopía fue acuñado por John Stuart Mill en el siglo xix como antónimo de la definición de utopía de Tomas Moro, y se ha utilizado tanto para referir situaciones postapocalípticas; lugares donde han desaparecido las macroestructuras de gobierno y reina un caos aparente, donde las estructuras sociales se ven reducidas a comunas generalmente en conflicto unas con otras. Ejemplo de estas sociedades son las tramas relatadas en El señor de las moscas, de William Golding, o en La Carretera, de Cormac McCarthy. La otra acepción es la de sociedades manipuladas y adoctrinadas, donde lo cotidiano transcurre bajo fuertes dispositivos dictatoriales y el orden se mantiene a toda costa considerándolo el bien más preciado. La literatura también ha explotado esta veta para crear historias que advierten al ser humano de los peligros que entraña un orden de esta naturaleza, situando generalmente sus elucubraciones en el futuro, tiempo en que la tecnología, lejos de estar al servicio del hombre, es utilizada para someter a las masas y permitir a pequeños grupos mantener las jerarquías y mecanismos sociales para validar su poder. Por ejemplo, Un mundo Feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick. En estas obras, donde la distopía es una pesadilla tendiente al control férreo, es posible observar como el mismo control permite las condiciones necesarias para el surgimiento de su antítesis, encarnada en sujetos que buscan la fractura del sistema. Ellos pondrán de relieve la entropía, entendida como un elemento que enfrenta y desestabiliza el orden, ya que al potenciar cambios en la estructura de la distopía permearán sus cimientos revelando aristas negativas en su organización, tales como la abolición de lo individual o la brutal represión a los disidentes. En sociedades fundamentalistas como las representadas por una distopía no hay nada peor que enfrentarse a la posibilidad del cambio, su concepto de orden implica permanecer indefinidamente estáticas. El cine también ha aprovechado el tema para recrear sus propias distopías. Si bien en gran parte los filmes son adaptaciones de novelas o cuentos, hay algunas películas en las cuales los guiones son originales, aunque en buena mediada pueden contener elementos de libros que abordan el género. Me referiré a cuatro de ellas en particular, en las que además de sus guiones originales, sus argumentos compaginan con la segunda acepción de distopía: Metrópolis (1927) de Fritz Lang, Alphaville (1965) de Jean-Luc Godard, Dark City (1998) de Alex Proyas, Equilibrium (2002) de Kurt Wimmer. Estas películas guardan entre sí varias coincidencias, la más importante es poseer cuatro líneas argumentales que definen una distopía en su segunda exégesis, es decir como contraria a la entropía. 1. La trama tiene lugar en un tiempo y espacio mítico, generalmente el futuro. 2. Las sociedades representadas son estructuras opresoras de corte fascista, en extremo ordenadas y con jerarquías perfectamente delimitadas. 3. Un héroe prometéico que se rebela ante el statu quo. 4. El motor de la rebeldía en el héroe es primero un factor emocional antes que racional.
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Tres de los cuatro filmes se desarrollan explícitamente en el futuro, así se cumple la primera premisa argumental. Esto tiene una razón de percepción más que de carácter político o social. Se debe tener lo que Stephen Hawkins llama flecha del tiempo para poder matizar el desarrollo y deterioro de una sociedad. En el caso de Dark City, si bien no hay una clara referencia al tiempo en el cual se lleva a cabo la historia, la flecha del tiempo es de carácter psicológico y esta implícita en las historias que van sembrando Los Ocultos en la memoria de los habitantes de la ciudad, la misma ciudad cambia cada 24 horas. El porqué, el futuro es la dirección de la flecha del tiempo que obedece a una condición lógica, y es que una tecnología altamente desarrollada generalmente va a acompañar la trama. En las cuatro películas es patente la segunda línea argumental: un orden exacerbado, incluso llevado al límite de sacrificar la individualidad en aras del bienestar colectivo. La instauración de jerarquías piramidales no tienen otro objeto que mantener por cualquier medio el estado de cosas sin modificación alguna. El orden está fundamentado en paradigmas racionales en los que el libre albedrío es una amenaza que se debe erradicar no importando si esta amenaza viene de un objeto o un sujeto. Sin embargo, de manera paradójica, como una revelación de lo que dejara escrito Goya en sus Caprichos: “El sueño de la razón produce monstruos”, la misma estructura que pregona un orden inquebrantable genera las condiciones necesarias para su propia destrucción. Sobre la tercera línea argumental podemos observar que la trama de las películas aquí citadas gira en torno al individuo que ha de desafiar el orden social. Los cuatro personajes portadores del caos en estas cintas curiosamente están ligados con el nombre de John, o sus derivaciones. Freder, protagonista de Metrópolis, es hijo de Johan ‘Joh’ Fredersen; Lemmy Caution, de Alphaville, se hace pasar por el periodista Iván Johnson; y los personajes que utilizan este nombre de pila: John Murdoch, de Dark City, así como John Preston, de Equilibrium. Los cuatro comparten, además de esta curiosa relación nominal, ciertas características que los convierten en sujetos antidistópicos. Su razón de ser en las historias es convertirse en el Némesis del objetivo de las sociedades donde están inmersos, son los portadores del caos para esos regímenes. Sin embargo, cara al espectador su tarea no se da como algo negativo, es entendida como lo que menciona George Balandier en su libro El desorden: El orden y el desorden son como el anverso y el reverso de una moneda: inseparables. Dos aspectos ligados con lo real, en el cual uno, según el sentido común, aparece como la figura inversa del otro… No se ignora, sin embargo, que la inversión del orden no es su derrumbe; puede servirle de refuerzo o ser constitutivo de él bajo una figura nueva. Es decir, su labor para potenciar la entropía es primordial para mantener vivas sus sociedades. En relación a la cuarta línea argumental, podemos decir que todos ellos tienen en común una característica que les impulsa a transgredir el orden y convertirse en portadores del
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caos: son Homo Sentimentalis, en la más puro sentido del término utilizado por Milan Kundera: “El homo sentimentalis no puede ser definido como un hombre que siente (por que todos sentimos), sino como un hombre que ha hecho un valor del sentimiento”. Ante la monstruosidad que entraña la uniformidad de esas sociedades totalitarias y su violencia intrusiva, la única defensa está en el interior del sujeto. Lo que le distingue del resto de los seres humanos y le dota de individualidad son los sentimientos, esto aterra a los guardianes de la distopía porque saben que ello desencadenará una serie de cuestionamientos de carácter racional. En Alphaville y Equilibrium el tener sentimientos está proscrito, y a la postre expresarlos se convertirá en el fin del orden circundante. En Metrópolis y Dark City el amor por una mujer, como en una reinterpretación de la caída de Troya, es el detonante para que caigan sus ciudades también. Las cuatro películas y las cuatro líneas argumentales que contienen, son una muestra de cómo la distopía es enfrentada y vencida por la entropía, acabando así con el intento épico del ser humano por lograr su permanencia ante el paso del tiempo. Al final se impone la imperfección, sin embargo, ésta es vista de una manera romántica, haciendo un símil es algo parecido a la definición de Belleza de David Lynch: Cuando ves un edificio avejentado o un puente oxidado, estás presenciando el trabajo conjunto del hombre y la naturaleza. Si pintas el edificio, pierde toda la magia. Pero si le permitimos envejecer, la naturaleza se suma al trabajo de construcción del hombre: el resultado es orgánico. En pocas palabras ese sentido de ser perennes e imperfectos, es lo que nos define y obliga a estar en constante evolución. El futuro siempre será el espacio en el cual proyectar ambiciones y esperanzas, quizá algunas tan vanas y paradójicas como la de esa línea aérea hoy desaparecida que en 2001 Odisea del espacio de Stanley Kubrick, anunciaba viajes a la luna. Pero el futuro también alberga miedos, algunos no tan banales, mismos que la literatura y el cine aprovechan para advertirnos de las distopías que con sus mecanismos de control y represión nos acechan a la vuelta de la esquina. Para nuestra tranquilidad habrá que decir que todo orden tiende al caos, a la entropía, y si esto no fuera suficiente, la estadística nos indica que el nombre de John o sus equivalentes siguen siendo de los más recurrentes para bautizar a personajes tanto literarios como cinematográficos. m
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Qué sería del séptimo arte sin el horror? Este género acompaña al cinematógrafo casi desde su invención (o desde su invención misma, si recordamos las anécdotas de cómo se ponía la gente al ver La llegada del tren, primera película de los hermanos Lumière). Si bien al principio se esperaba que el cine cumpliera con una función meramente documental, pronto, muy pronto, se convirtió en campo fértil para la imaginación, y, en particular, para sus engendros más retorcidos: varios de los monstruos más emblemáticos de la cultura popular encontraron su lugar en el cine en fechas tan tempranas como 1910, año en que se estrenó la primera versión de Frankenstein (dirigida por J. Searle Dawley). A este pionero pronto lo siguieron el gólem, criatura legendaria de la tradición judía; el jorobado de Notre Dame, engendro creado por el novelista francés Víctor Hugo; y, por supuesto, Nosferatu, el vampiro salido de las páginas de Drácula, de Bram Stoker. Sin embargo, pocas de estas criaturas han logrado permanecer en el imaginario colectivo, causando el mismo terror que al principio: basta ver las iteraciones más recientes del vampiro (¿vírgenes hasta el matrimonio que irradian chispitas?) o del Jorobado de Notre Dame (¿bailar con las gárgolas, en serio?) para darnos cuenta de que varios de ellos difícilmente podrían hacernos temblar. Por otra parte, también es interesante que la gran mayoría de estos seres surgieron previamente al cine y que son sólo una adaptación de criaturas surgidas en otros medios, sobre todo en la literatura. Hay una excepción notable a esta tendencia: el zombi, sin duda el primer monstruo netamente cinematográfico. Vayamos por partes: el ingreso del zombi al cine sí se debió a un libro, pero no fue una novela o un cuento; sino al tratado antropológico La isla mágica, de William Seabrook, publicado originalmente en 1929. Estas historias acerca de los falsos muertos, raptados de sus propias tumbas y convertidos en esclavos sin voluntad, llamaron fuertemente la atención del público (primordialmente del anglosajón). Sin embargo, lo mejor ocurrió tres años después, cuando el director de cine Victor Halperin y el guionista Garnett Weston se basaron en La isla mágica para crear la película White zombie, con Bela Lugosi. Aunque no le dieron el crédito correspondiente a Seabrook, el éxito de la película se sumó al interés que había despertado el libro y el término “zombie” se convirtió en sinónimo de “muerto viviente obligado a cumplir con los caprichos de gente malvada”, o algo por el estilo. 20
De haberse quedado en esa acepción, el zombi habría permanecido como un personaje intrascendente, apenas arriba de la utilería en una que otra película exótica sobre magia negra y vudú. Y es que, al principio –como bien lo ha expresado el escritor y guionista John Skipp en su ensayo “The long and shambling trail to the top of the undead monster heap” (Zombies, encounters with the hungry dead, Black dog and Leventhal Publishers, 2009), los zombis eran “los esclavos definitivos”: carentes de voluntad, ignorantes de su pasado, ajenos a cualquier sentido de identidad individual, estos rebaños de exhombres (y una que otra exmujer) aterrorizaban al público por la perspectiva de la aniquilación total de la voluntad humana. Pero por suerte (para el zombi y para sus fans) el imaginario colectivo decidió usar esa misma palabra para denominar a otro tipo de muertos vivientes: los ex-seres humanos reanimados cuyo único objetivo es destruir a sus antiguos colegas de especie en la película de un joven director hasta entonces desconocido. Era, obviamente, George Romero. A sus 28 años, había dirigido sólo comerciales de televisión, pero tenía el firme propósito de hacer una película divertida, interesante. Curiosamente, para el guión se basó en la novela Soy Leyenda, de Richard Matheson. Cambió las hordas de vampiros anárquicos por enjambres de muertos vivientes y conservó la atmósfera de desolación de los personajes encerrados, sitiados por los monstruos, aparentemente sin escapatoria. Más importante: introdujo por primera vez el canibalismo en todo su esplendor, rompiendo así uno de los tabúes más estrictos del cine hasta el momento. Así, a partir del filme de George Romero, la aterradora sumisión del zombi haitiano dio paso a un nuevo horror: el colectivo irracional, con el que no se puede negociar ni pactar, que despoja al individuo no sólo de su voluntad, sino también de su conciencia y hasta del último rastro de humanidad. Estamos ante el monstruo perfecto. Casualmente, en la primera película de Romero (La noche de los muertos vivientes, 1968) nunca se usa la palabra “zombie”; pero pronto se popularizó el término para designar a sus monstruos. Fue cosa de tiempo (y ni siquiera de mucho tiempo) para que otros guionistas y directores adoptaran y recrearan esta versión del zombi. En general, estas películas tienen en común varias cosas: •
Se centran en un grupo limitado de sobrevivientes que deben enfrentarse a la amenaza zombi 21
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Nos presentan a los monstruos como hordas invencibles, más por su número que por sus “poderes especiales” Si bien nos regalan escenas deliciosas de canibalismo o de orgías de sangre, la tensión dramática reside en las diferencias al interior del grupo de sobrevivientes
Lo más sorprendente es que, pese a los años transcurridos desde entonces, a lo limitado de la fórmula y a la gran cantidad de filmes sobre el tema, el interés por los zombis parece no agotarse y, aunque hay muchas películas donde se aborda el asunto en un tono cómico, este monstruo no se ha suavizado al modo del vampiro. Por el contrario, aún en las historias menos sangrientas (me viene a la mente la genial Pontypool, de Bruce McDonald, de 2008) o en las más delirantes (como El desesperar de los muertos, de Edgar Wright, 2004), la presencia zombi resulta aterradora, cuando menos. Esto se debe, muy probablemente, a que las películas de zombis han sabido combinar el miedo básico a ser devorados o convertidos en parte del ejército de caníbales sin voluntad con otros temores: a la Otredad (como en las películas de Romero), a una guerra nuclear (como El regreso de los muertos vivientes 2, de 1988, dirigida por Ken Wiederhorn; por cierto, es la primera película donde los zombis dicen “Brains!”), a una mutación genética (por ejemplo, Exterminio, de Danny Boyle, 2004), a una madre castrante (se puede ver en Tu mamá se comió a mi perro, de Peter Jackson, 1992), a la discriminación social (Fido, de Andrew Currie, 2006) o al lenguaje mismo (y aquí vuelvo a citar Pontypool). Lo mejor de todo es que nos encanta horrorizarnos. Mientras esto no cambie, el zombi seguirá siendo una de las grandes amenazas en el cine. Porque, a fin de cuentas, se trata, como los demás monstruos, de la exacerbación
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de El Otro, el que es distinto a mí como espectador. Pero, dentro de la Otredad, el zombi es el peor escenario posible. Como dijo en alguna ocasión el escritor de terror Clive Barker: Los zombies son el monstruo ideal de fines del siglo
xx. Un zombie es algo con el que uno no puede lidiar.
Sobrevive a todo. Frankenstein y Drácula pueden ser vencidos de muchas formas. Los zombies no. No se puede negociar con ellos. Ellos simplemente continúan persiguiéndote. Los zombies consisten en la necesidad del ser humano de lidiar con la muerte. Representan una cara muy específica de ésta. Y el hecho de que podamos hablar de esto, echa por tierra la teoría de que el género no puede tomarse en serio. m
UN CAMINO MANCHADO DE SANGRE. Breves apuntes del primer medio siglo de historia del cine gore. Por José Luis Ortega Torres
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asta hace algunos años hablar de cine gore en una charla de eruditos cinéfilos equivalía a colgarse el sambenito de irrespetuoso del sacro arte fílmico, de inculto audiovisual, o cuando menos de simple chacotero del cine. Y es que, calificado con dolorosos adjetivos, el gore es el hijo feo de la madre cinematografía. Su nombre significa <<sangre coagulada o derramada>>; efectivamente, eso es lo que se aprecia mayormente. Pero los goremaníacos –que lo somos, y bastantes–, sabemos que disfrutar una película de sangre y tripas no es solamente ver el líquido, sino observar el proceso como se obtiene, y entre más brutal y explícito mejor. El componente voyerista y morboso del ser humano ha encontrado un excelente medio de expresión desde que el cine existe. Con él, muerte y sexo –ambos tabúes sociales– se han hecho presentes con la ventaja de hacer del público un espectador pasivo, sin exponerlo frontalmente a ninguna de las dos situaciones. La muerte siempre ha estado presente en el cine. Ya nuestros abuelos disfrutaban las escenas mortuorias de El caso Dreyfus, reconstrucción del suicidio del coronel Henry filmada por Méliès en 1899, El Asesinato del Duque de Guisa de los franceses Le Bargy y Calmettes (1908), o las matanzas de El nacimiento de una nación de Griffith (1915). Sin embargo, las formas de representar el momento de morir no eran rebuscadas y mucho menos cinematográficamente sangrientas. En 1999 Marie-Hélène Méliès, bisnieta de George Méliès, presentó en la Cineteca Nacional varios cortometrajes debidamente restaurados de su antepasado, algunos de ellos nunca exhibidos en México. De repente, a medio programa, anuncia lo que según ella podría considerarse el primer filme gore de la historia, se trataba de Cirugía de fin de siglo o una indigestión, un cortito de 4 minutos con 15 segundos, filmado en 1902, que presenta a un paciente con severos dolores de estómago llegando
a un consultorio. El médico le diagnostica un grave cuadro de indigestión, por lo que inmediatamente procede a operar. Ante la desesperación del paciente, lo acuesta en la mesa y con un serrucho le corta brazos, piernas y cabeza, para proseguir con una incisión a todo lo largo del tronco y extraer del estómago botellas, cuchillos y demás. Finalmente le reinstala los miembros y el paciente se marcha feliz y sin dolor. Méliès, sin ser el inventor del gore dio muestra evidente del morbo que la vulnerabilidad del cuerpo provoca, y de su carácter como fetiche necrófilo o sexual. El crítico estadounidense John McCarty afirma que en este género la mutilación es el mensaje, y en muchos casos el único. Ahora bien, los elementos del género se articulan en un lenguaje muy preciso para la elaboración del discurso de la película: aquí no existen signos de puntuación cinematográfica. Baste mencionar que la elipsis se elimina, la acción sugerida fuera del encuadre no tienen razón de ser, los jump cuts son imperdonables y el zoom back resulta un sacrilegio. El gore es el cine de lo evidente. Juega con lo grotesco del primerísimo plano, con el grosero inserto que muestra carne ensangrentada, con la cuidada secuencia de la muerte convertida en el clímax del filme. La estructura formal de una película gore es rudimentaria: escenas de mutilación enlazadas por alguna excusa argumental, la mayoría de las veces pobremente desarrollada, aunque como en todo género cinematográfico se conocen honrosas excepciones. Pero si ya dejamos establecido que el gore no nació de Méliès, ¿dónde tiene su origen? Al igual que la mayoría de los géneros fílmicos, encuentra su raíz en el teatro, el francés para ser más precisos. En 1899 el empresario Max Maurey funda el Théâtre du Grand Guignol, montando libretos de Oscar Metenier, algunos basados en Poe. En dichas obras lo verdaderamente importante eran los golpes de efecto. La naturaleza 23
terrorífica o de suspenso de las escenas daba lugar a estallidos de violencia que desembocaban en momentos sangrientos, dejando al público estupefacto. No obstante lo rudimentario de los efectos, el shock de lo inesperado siempre cumplía con buenos resultados. El teatro del gran guiñol tuvo una época de fuerte auge durante la primera mitad del siglo xx y su influencia es definitiva para el género. De Francia se extendió a Gran Bretaña en 1908, pero con un matiz fascinante, pues la flema británica prefirió acentuar los aspectos góticos y sensuales sobre la violencia. Para 1957 el prestigio del guiñol a la inglesa brincó de las tablas al cine, cuando una productora llamada Hammer Films genera Curse of Frankenstein, dirigida por Terence Fisher. El común denominador de las películas Hammer fue la propugnación por un terror más osado y directo, haciendo hincapié en los aspectos visuales más tremendistas y eróticos; contando, además, con la ventaja de la fotografía technicolor. Sin embargo aún pesaba más lo puramente estético sobre lo estrictamente gráfico. Cuatro años después, en Italia, surgía el cine mondo vía Mondo cane (1961) de Gualterio Giacopetti y Franco Prosperi, pseudo documentales morbosos y sangrientos cuya coartada era mostrar las miserias de países tercermundistas, principalmente las costumbres salvajes y primitivas ante los ojos occidentales. El reclamo por la sangre en la pantalla y las formas más violentas por conseguirla se evidenciaba, pero a pesar de la elegancia de la Hammer Films y el descaro de los italianos, el gore como tal aún no nacía. La nueva veta del cine de terror no se gestaría en Europa, sino en los Estados Unidos por un par de realizadores de filmes ultrabaratos decididos a escapar del invernal frío de Chicago. Sus nombres: Herschell Gordon Lewis, director y David F. Friedman, productor. Habituales realizadores de nudie films cuentan que en el invierno de 1963 Eli Jackson los contrata para realizar una cinta para el lucimiento de su esposa, la desnudista Virginia Bell, con la ventaja de rodarse en las playas de Florida. Filmado en tres días Bell, Bare and Beautiful estuvo listo, pero Herschell y David decidieron quedarse en Florida y aprovechar el clima y su salario para rodar una cinta barata. Debido a la saturación del mercado, los filmes de desnudos dejaban de representar ganancias seguras,
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situación que llevó al director a imaginar una historia de terror. Sin embargo, la idea vino a su mente de la forma menos ortodoxa: presentando una cantidad de sangre y violencia nunca antes vista: violencia gráfica, muerte y descomposición del cuerpo humano habrían de sustituir al desfile de piel desnuda. La excusa para este coctel de sangre era presentar a un loco adorador de una deidad egipcia a la que pretende volver a la vida por medio de un ritual sangriento, donde los ingredientes principales son los miembros amputados a distintas mujeres. El resultado de este experimento fílmico fechado en 1963 fue bautizado como Blood Feast y con él, un nuevo adjetivo fue anexado a la lista de géneros fílmicos. El gore tenía a partir de entonces su propia carta de nacimiento y bautismo. Tras de Herschell Gordon Lewis –considerado el padre del gore– vendrían directores como Andy Milligan, Ted V. Mikels, Al Adamson y Ray Dennis Steckler, quienes conformarían la primer generación de gore makers. Si bien sus filmes no tenían demasiada calidad, lo importante es que dieron al género la codificación necesaria para que no pasara desapercibido y se olvidara. Años después, la formula original del gore se desgastaba y era necesaria una transfusión de sangre. Nuevos directores encontraron en el género un campo de cultivo para plasmar sus ideologías. La carnavalesca violencia sin sentido sería sustituida por cuestionamientos que encontraron en su lenguaje el camino ideal para escupir sus verdades al mundo. No es gratuito que en el emblemático año de 1968 un joven publicista llamado George Andrew Romero escogiera el terror más gráfico para presentar la devastadora The Night of the Living Dead, tantas veces leída como una crítica a la guerra sin sentido de Vietnam y la deshumanización de la nueva era. Tampoco es casual que el miedo a la impunidad de la violencia se mostrara en The Last House on the Left (1972) de Wes Craven, donde una familia debe hacer justicia por su propia mano ante las vejaciones a que es sometida. Claro, sin olvidar la monstruosidad latente en los sitios más recónditos de Estados Unidos, como lo muestra Tobe Hopper en su The Texas Chainsaw Massacre (1974), parcialmente basada en el caso real del asesino Ed Gein. En el gore cabe hasta la denuncia a los campos de concentración, tanto los nazis en Ilsa, She Wolf of the S.S. de Don Edmonds (1974), como los japoneses en la impactante Men Behind The Sun de T.F. Mous (1990). También paranoias y obsesiones personales han tenido cabida en este género. Desde los planteamientos casi filosóficos de David Croneneberg respecto a la mutación del cuerpo, hasta el esteticismo de Dario Argento por la belleza del asesinato. El romanticismo necrófilo de Jörg Buttergerit o las descomposiciones fantásticas de Brian Yuzna. De la cruda brutalidad de Lucio Fulci a las aberraciones zombi-pornográficas de Joe D’Amato. Igualmente existen filmes meramente comerciales bastante divertidos y otros que pecando de pretenciosos resultan infames. La saturación del género, como de cualquier otro, llevó a que el gore se codificara a la perfección y dejara, paulatinamente, de ser lo sorprendente o contestatario que fue; perdiéndose en términos generales durante toda la década de 1990, en el marasmo de filmes
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sin sentido que a la sombra del moderno slasher propuesto por Wes Craven en la original Scream (1996), al final ni siquiera se preocuparon por tener una mínima hilación argumental, algo que sin importar el tamaño de la producción a levantar, debería ser la piedra angular en la que se apoye cualquier filme. Debería cambiar la centuria para que una nueva generación apoyada en los avances tecnológicos para la filmación de películas con presupuestos mucho más bajos, pero sin detrimento de la factura final, decidieran ser más inventivos en el cine de terror y también que, culturalmente hablando, después del boom de los fantasmas venidos del oriente, se hiciera necesario un resurgimiento de las vertientes más duras del género, volviéndose a mirar nuevamente al cine gore, pero ahora desde un punto de vista muy por encima de la simple explotación, es decir, como la forma ideal para el fondo propuesto por historias bien escritas y perturbadoras. El efectista pero vacuo torture-porn surgido prácticamente en los Estados Unidos a partir de filmes como la original Saw: Juego macabro, de James Wan y Hostel de Eli Roth; el depuradísimo y propositivo extreme francés cuyas À l’intérieur realizado al alimón por Alexandre Bustillo y Julien Maury, y Martyrs de Pascal Laugier, son las puntas de lanza de un estilo de hacer terror donde lo sangriento es superado por la violencia intrínseca que supone elevar a lo bizarre conceptos dolientes como la maternidad frustrada y el martirio del cuerpo. Punto y aparte merece el hipergore oriental, que estando siempre presente en el mercado directo a video japonés (y de ahí al resto de Asia), rompió internacionalmente los moldes del género echando mano del salpicón de sangre por computadora con la mundialmente celebrada pieza de Yoshihiro Nishimura, Tokyo Gore Police… y de ahí decenas de productos derivativos que poco a poco han adicionado el desnudo femenino –tabú hasta hace un par de lustros–, y que ahora se funde con fluidos corporales vastos en títulos como The Big Tits Dragon (más conocido por su título británico de Big Tits Zombies) de Takao Nakano o Robo-
geisha, de Noboru Iguchi, que buscando lo paródico rozan el ridículo; y pocas son las verdaderamente brutales en fondo y forma, como Cold Fish del demencial Sion Sono; o expandiéndonos por el continente, la hongkonesa Dream Home de Pang HoCheung. En fin, el listado podría extenderse también a filmografías menos constantes, pero no por ello poco importantes, como la nórdica, que si bien se ha decantado por un terror más sugerente, no le hace el feo al gore de corte clásico, como la estupenda Opstandelsen, mediometraje zombi del joven danés Casper Haugegaard. Así pues, defender o condenar al cine gore es francamente inútil, estando a sólo dos años de cumplir medio siglo formal de su nacimiento. Creció como el último eslabón en la cadena de lo cinematográficamente permisible, pero su evolución a alcanzado cotas verdaderamente extraordinarias, acercándonos cada vez más a la sensación de que lo que estamos presenciando es real. Sus códigos de género se han expandido, de nacer en el marco del cine de terror se pueden ver sus constantes en géneros como la comedia, el cine de aventuras, el bélico e incluso el de arte y ensayo. Para bien o para mal, el cine gore goza de perfecto estado de salud, por lo que su existencia y continuidad está más que garantizada, cuando menos, medio siglo más. m
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Pánico de Masas Invita NOCTAMBULANTE CELEBRA SU TERCER ANIVERSARIO Viernes 28 y sábado 29 de octubre a partir de las 20:00 horas y hasta resucitar. Cuatro áreas de proyección y una programación aterradora. Centro Cultural Carranza Av. Lazaro Pavia s/n atrás de la Delegación Venustiano Carranza, Metro más cercano Fray Servando, línea 4. Trae sleeping, cobijas y tu disfraz Donativo general por noche $65; estudiantes con credencial actualizada $50 Siguenos en twitter/noctambulante *Programación sujeta a cambios.
Viernes 28 18:30 horas Presentación de la Publicación con motivo del 3er Aniversario de Noctambulante. Participan: Enrique Barrón Alberto Chimal Raquel Castro Octavio M Ruiz José Luis Ortega Sofía Cano Galindo Modera: Moisés Martinez Ayala Entrada libre Auditorio 21:00 horas Homenaje a Vincent Price con motivo del Centenario de su Nacimiento. The wax museum André De Toth Estados Unidos, 1953, 100 min En Nueva York, dos socios regentan un museo de figuras de cera el cual no marcha bien. Debido a la acumulación de deudas, uno de ellos propone al otro, el escultor Henry Jarrod, y creador de todas las figuras del museo, incendiarlo para cobrar el seguro. Pero Jarrod no acepta: tiene una gran cariño a sus figuras, que lo son todo para él. Pese a su oposición, el museo acaba en llamas. El profesor desaparece y es dado por muerto. Pero de pronto surge una nueva atraccion: un museo de cera con imagenes increiblemente realistas. 23:00 horas Evento Especial Herida Abierta Carlos Meléndez México, 2011, 35 min A lo largo de la historia los cuentos de horror han enfrentado al hombre con sus miedos más profundos. El miedo es el sentimiento máás antiguo de los seres humanos y el mas real. En él existe un aire liberador que nos recuerda la fragilidad de nuestra existencia ante las amenazas de lo desconocido. Presentación del primer capítulo de la serie para television con presencia del director y actores.
24:00 horas Dreamhome (Wai dor lei ah yut ho) Ho-Cheung Pang Hong Kong, 2010, 96 min Una mujer que desde niña vivía en un viejo edificio frente a Victoria Bay, el puerto de Hong Kong, del cual tenía una vista no solo al mar, sino a toda la ciudad. Según fueron pasando los años, las constructoras iban demoliendo los edificios, haciendo sitio para un mega-complejo residencial. 02:00 horas The Return of the Living Dead Dan O’Bannon Estados unidos, 1985, 86 min Frank y su aprendiz Freddy terminan su turno en un almacén de productos sanitarios. Charlando, Frank cuenta al joven que los hechos narrados en la película La noche de los muertos vivientes fueron reales, pero han sido ocultados por las autoridades. Para convencer al chico de que no miente, le lleva al sótano, donde le enseña un barril que contiene a uno de los zombis, y el gas que en su momento le devolvió la vida. Accidentalmente abren el barril, liberando tanto al muerto viviente como el gas, que alcanza un cementerio cercano. Sin saberlo, un grupo de jóvenes que han ido a pasar la noche al cementerio serán testigos del despertar de los muertos. 03:40 horas Strange Circus Sion Sono Japón, 2005, 108 min Una historia truculenta de relaciones incestuosas en una narración enigmática que va, desvelando, poco a poco, el misterio que se esconde detrás del trauma y la mente perturbada. La historia de la niña Mitsuko se contrapone con la de la escritora de novelas eróticas Taeko, cuyo joven ayudante, Yuji, se impone la misión de averiguar lo que se esconde detrás de los desvaríos literarios de la autora.
05:40 horas Hobo with a shotgun Jason Eisener Canadá, 2011, 86 min Adaptación a largometraje del falso tráiler aparecido en Grindhouse. Hobo es un vigilante, un justiciero sin hogar que vaga por las calles eliminando del mapa a todo ser indeseable con el que se cruza a tiro de escopeta. Centro Cultural 20:30 horas Llamenme Mike (se dice Maik) Alfredo Gurrola México, 1979, 105 min Cinta de culto es sin duda este largometraje clave de un cineasta especializado en el cine de acción, Alfredo Gurrola. Película mexicana que logra tanta eficacia en su realización como en sus diálogos. Llámenme Mike es una divertida parodia de cintas norteamericanas de serie negra como Kiss Me Deadly (1955), que a su vez se basaba en las novelas de Mickey Spillane sobre el personaje Mike Hammer, detective violento e inflexible de la época de Joseph McCarthy, cuya obsesión se centraba en su lucha contra la amenaza comunista. 22:30 horas Evento Especial El Escondite Sandra Becerril México, 2011, 96 min Cuatro amigos deciden pasar un fin de semana en el Pueblo de Santa Teresa, al llegar lo encuentran abandonado, no se sabe nada de sus habitantes y los protagonistas, tampoco tienen idea del horror que aguarda ansioso su llegada. Esta es la cinta que se encontró despuès de su desaparición. Presentación del primer corte de la pélicula con presencia del director y el elénco. 00:20 horas Hiss Jennifer Chambers Lynch Estados Unidos/ India, 2010, 98 min 29
Un norteamericano despiadado fascinado con el folclore indio, viaja hasta el país asiático siguiendo la pista de dicha leyenda. Allí encuentra y captura al compañero del nagin por los poderes mágicos de su nagmani, una mítica gema integrada en su capucha. Furiosa, el nagin se transforma en una seductora femme fatale que los sigue hasta la jungla urbana estadounidense para rescatar a su amado y eliminar a sus captores y a todo aquel que se interponga en su camino. 02:10 horas De la morte del amore Michele Soavi Italia, 105 min Dellamorte es el guardián del cementerio de Buffalora, una pequeña ciudad en el norte de Italia, tiene que resolver un pequeño problema que puede dejarlo sin trabajo: los muertos no parecen querer quedarse dentro de sus tumbas. Así que Dellamorte entra rápidamente a la acción para aniquilar a los irrespetuosos muertos, sin preguntarse siquiera porqué está ocurriendo aquello. 04:10 horas Guinea Pig 3: He Never Dies Za ginipiggu 3: Senritsu! Shinanai otoko Masayuki Kuzumi Japón, 1986, 40 min Un joven depresivo quiere quitarse la vida cortándose las venas. Pero parece ser que la “señora de la guadaña” no tiene intención de visitarlo. 04:50 horas El Asesino del Taladro Abel Ferrara Estados Unidos, 1979, 78 min Un artista pierde lentamente los estribos a partir de las siguientes circunstancias: 1) Sus dos amigas eluden pagar los recibos. 2) Los de la banda punk que reside debajo lo provocan constantemente. 3) Su distribuidor de arte le demanda que finalice su gran obra en lienzo como prometió. 4) Se pelea con sus amigas. Cuando el distribuidor se ríe de su lienzo, él le dispara y comienza a hacérselo pagar a las personas a las que considera responsables por su dolor, de forma transitoria en el modo que sugiere el título. Área 3 21:00 horas Blinky Ruairi Robinson Estados Unidos/ Irlanda, 2010, 13 min Cuenta la relación entre un niño y su robot, y sobre cómo éste último va a dejar de lado paulatinamente sus buenos modales. 30
22:15 horas Psicosis Alfred Hitchcock Estados Unidos, 1960, 112 min Marion Crane, que trabaja como empleada en una inmobiliaria, recibe el encargo de su jefe de ingresar en el banco cuarenta mil dólares. Marion está pasando por apuros económicos, y traicionando la confianza que en ella ha depositado su jefe, se escapa con el dinero. En su huida le sorprende una tormenta, y se detiene a pasar la noche en el motel que regenta Norman Bates, un joven aficionado a la taxidermina y con doble personalidad. 23:20 horas The Crazies George A. Romero Estados Unidos, 1973, 103 min Una plaga biológica ataca un pueblo de Pennsylvania. El ejército es llamado a contenerla, pero la gente, afectada por la enfermedad, se rebela y atenta contra los soldados. 02:20 horas Henry: Portrait of a Serial Killer John McNaughton Estados Unidos, 1986, 90 min Henry es un hombre aparentemente normal que, no obstante, es el autor de una encarnizada espiral de asesinatos de mujeres. Él y su compañero Otis reciben la visita de Becky, la hermana del último, que se hospeda en la casa durante un tiempo para huir de su fallido matrimonio y su oscuro pasado. Pronto, la desesperada Becky se encariña del protagonista, pero éste es incapaz de corresponder su amor. Paralelamente, Otis se une a las masacres de Henry llegando a filmar los asesinatos en video para su propia excitación. El destino del trío de personajes, como es natural, estará abocado a la fatalidad. 04:00 horas 964 Pinochio Shozin Fukui Japón, 1991, 93 min Un cyborg esclavo sexual, denominado Pinocchio 964, es desechado por sus dueños por su incapacidad de mantener una erección. Vagando en las calles, amnésico, se encuentra con Himiko, con quien trata de iniciar una vida en común. Área 4 21:30 horas The Amazing Screw on head Chris Prynoski Estados Unios, 2006, 22 min Un agente secreto trabajando para el gobierno de los Estados Unidos, Asombroso Cabeza de Tornillo, es un robot que atornilla su cabeza en una variedad de cuerpos y
tiene batallas contra las amenazas a nuestra civilización. 22:00 horas Drácula Principe de las tinieblas Terence Fisher Estados Unidos, 1966, 90 min Han pasado 10 años desde que el conde Drácula fue destruido. Dos hermanos británicos, Alan y Charles, y sus respectivas esposas, Helen y Diana, hacen un viaje por la zona de los Cárpatos. A pesar de las advertencias que les hace el misterioso padre Sandor, los turistas llegan al castillo de Drácula donde son recibidos por el que parece ser el único morador de la casa: el mayordomo Klove. Esa misma noche, revivirá a su señor gracias a la sangre que le proporciona uno de ellos. 00:00 horas Horny house of Horror Fasshon Heru Jun Tsugita Japón, 2010, 73 min Tres compañeros deciden entrar a una casa de citas para realizar una despedida de soltero donde tres bellas y mortales chicas, les brindarán un tipo de placer muy especial. 01:30 horas Bloodsucking freaks Joel M. Reed Estados Unidos, 1976, 91 min Sardu (O’Brien) es el maestro de ceremonias del Teatro Macabro, en el cual él se dedica a asesinar personas en público, haciéndolo aparecer como parte de su acto. 03:20 horas Laid to rest Robert Hall Estados Unidos, 2009, 90 min Una joven se despierta dentro de un ataúd con una herida en la cabeza, no recuerda quién es. Pronto se da cuenta de que ha sido secuestrada por un desquiciado asesino en serie y que se encuentra en un pequeño pueblo aislado donde deberá sobrevivir durante la noche y ser más lista que el asesino, que está dispuesta a acabar lo que ha empezado. Sábado 29 16:00 horas Enchilada Ficción Un recorrido cómico- retrospectivo por el otro cine mexicano. Marco Gonzáles Jose Luis Ortega Rodrigo Vidal Tamayo 17:20 horas México Horroroso El panorama actual y futuras visiones acerca del cine mexicano de terror. Jorge Grajales
Oscar Blancarte Sandra Becerril 18:20 horas Champurrado Horror Cómic Fantástico/ Terror Mexicano Especialistas en Cómic nos dan cátedra acerca de estos géneros. Everardo Ferrer José Miguel Alva Marquina Martín Hernandez Auditorio 20:00 horas In the mouth of madness John Carpenter Estados Unidos, 1995, 95 min Sutter Cane es un escritor de novelas de terror, cuyo éxito no tiene comparación con el de ningún otro esritor. Pero poco antes de entregar a su editor su última novela, ha desaparecido sin dejar rastro. Al mismo tiempo, algunos de sus fans están volviéndose muy violentos de manera inexplicable. El editor de Cane contrata a John para que encuentre al novelista. Él piensa que todo es un montaje publicitario, para promocionar el próximo libro de Cane, pero no tardará en descubrir la horrible verdad 21:50 horas Evento especial Alucardos Ulises Guzmán México, 2011, 90 min Función con presencia del director. ¿Qué hay en la mente de un artista del terror y sus fans? Manolo y Lalo no sólo están obsesionados con la película mexicana de horror Alucarda, sino que el mismo Manolo sabe en su corazón que él es este personaje sadiano. Tras encontrar en un hospital psiquiátrico a su director, ambos deciden raptarlo para que recuerde su pasado gloriosamente retorcido. -Arturo Castelán. Director del Festival Mix 23:50 horas Superstition James W. Roberson Canadá, 1982, 86 min En 1692, la bruja Elondra Sharack es sentenciada a morir crucificada por tendencias satanicas, pero su espiritu demoniaco nunca llego a ser destruido. 200 años más tarde unos terribles crimenes se suceden en los alrededores de una casa supuestamente abandonada. El investigador David Tompson sera el encargado de averiguar la terrorifica verdad. 01:30 horas Evento especial Barcelona Creative Commons Film Festival en Noctambulante
Die Beauty Stina Bergman Suecia, 83 min 03:00 horas Survival of the Dead George A. Romero Estados Unidos, 2009, 90 min En una isla del norte de la costa americana, los muertos se levantan de sus tumbas y amenazan a los vivos. Además, los habitantes del lugar son incapaces de acabar con sus seres queridos a pesar del peligro que ello les supone. Aquellos que deciden rebelarse y atacar a los zombis son expulsados y deciden emprender una nueva vida lejos de allí, sin embargo, cuando son atacados deciden volver a la isla para descubrir aterrorizados como los habitantes han encadenado a los muertos dentro de sus hogares. 04:40 horas Elukka Tatu Pohjavirta Finlandia, 2005, 28 min Elukka combina humor retorcido y cuento popular para narrar la historia de un padre viudo que se está convirtiendo en un hombre lobo, por un extraño accidente suscitado por su hijo. Es una película sobre la complicada relación entre el ser humano moderno y la naturaleza y la extrañeza del propio cuerpo hacia ella. Al mismo tiempo, habla de la relación entre el padre y el niño, así como acerca de la aparente diferencia entre el humano y el animal. 05:20 horas Freaks Todd Browning Estados Unidos, 1932, 64 min El filme más prohibido de la historia del cine muestra el cerrado mundo de los fenómenos de circo, en el que el sufrimiento de uno es el sufrimiento de todos y la alegría de uno es la alegría de todos. Excelente filme de terror que muestra sobre un marco granguiñolesco la terrible venganza que acaece sobre una altiva mujer que se atreve a engañar a un enano. Centro Cultural 20:30 horas Fright Night Tom Holland Estados Unidos, 1985, 105 min Charlie es un enamorado de los viejos filmes de terror que programan en Noche de Miedo, un programa televisivo presentado por la estrella del género, Peter Vincent. Pero sus fantasías se mezclan con la realidad cuando comienza a sospechar que su nuevo vecino es un vampiro, y es el causante de los últimos
asesinatos que han ocurrido en la ciudad, cuyas víctimas aparecen desangradas. Ante la incredulidad de los que tiene más cerca, Charlie intentará pedir ayuda al mismísimo Peter Vincent para desenmascarar al vampiro. 22:30 horas Suspiria Dario Argento Italia, 1977, 98 min Una joven ingresa en una exclusiva academia de baile la misma noche que asesinan a una de las alumnas. La subdirectora del establecimiento es la que brinda a la nueva alumna todas las comodidades y facilidades para que pueda estudiar y aprender. Pero poco a poco va inundando el lugar y su estancia se va conviertiendo en una verdadera pesadilla. 00:30 horas Barcelona Creative Commons Film Festival en Noctambulante Presentan tres cortometrajes: La Mirada circular Ivain Sainz-Pardo/ Dirk Soldner/ Jim-Box España, 12 min Prebloc Guilles Guerraz Francia, 8 min Sintel Colin Levy Estados Unidos, 15 min 01:10 horas Evento especial Noctambulante en Corto Muestra de cortometrajes nacionales e internacionales. 02:20 horas Cannibal Marian Dora Alemania/ Estados Unidos, 2005, 90 min Basada en la historia veridical de un caníbal en Alemania que mediante un anuncio en internet buscó a una persona dispuesta a ser comida por él. Esta película está llena de escenas gráficas, desnudos masculinos y sexo homosexual. 03:50 horas La comunidad Alex de la Iglesia España, 2000 112 min Ésta es una película de terror vecinal. Combina el suspenso claustrofóbico con la acción doméstica. Contiene altas dosis de tragedia humana y mucho humor retorcido. Su protagonista es Julia, una mujer de unos cuarenta años que trabaja como vendedora de pisos para una agencia inmobiliaria. Tras 31
encontrar 300 millones de pesetas escondidos en el apartamento de un muerto, no le queda más remedio que enfrentarse a la ira de los miembros de una comunidad de vecinos muy particular, encabezada por un administrador sin escrúpulos. El humor negro deja paso al suspenso, luego al terror y, finalmente, a la acción sin complejos. Área 3 21:00 horas Cria cuervos Carlos Saura España, 1976, 107 min Ana recuerda todo lo que ha acontecido desde el momento de la muerte de su padre, veinte años antes. Ana, a sus nueve años, cree tener poder sobre la vida y la muerte de quienes viven con ella. Hay otro poder que Ana cree poseer: el de invocar la presencia de su madre. Con ella, muerta hace años, revive una relación llena de ternura y, a veces, de dominio. 23:00 horas The Comedy of Terrors Jacques Tourneur Italia, 1964, 84 min Otra comedia negra con dos socios (Price y Lorre) de una funeraria en tiempos de vacas flacas, que deben salir a buscar futuros clientes en gente que aún no ha dejado este mundo, por más que ello signifique uno que otro crimen. 00:40 horas Barcelona Creative Commons Film Festival en Noctambulante The Wintress Bill Elverman Estados Unidos, 24 min 01:20 horas La Noche del Terror Ciego Amando De Ossorio España/ Portugal, 1971, 81 min En el siglo xiii hubo en Berzano una legión de templarios, unos caballeros muy malos que buscaban la vida eterna a través de la ingesta de sangre humana. Habiendo sido encarcelados y ejecutados, sus cuerpos fueron dejados a la intemperie y los cuervos se comieron sus ojos. En los días modernos en Portugal, un grupo de gente llega al monasterio abandonado de los Templarios y los espectros cobran vida para aterrorizar nuevamente la comarca. 02:55 horas Black Sabbath Mario Bava Italia/ Francia, 1963, 95 min Tres historias de horror narradas por Boris Karloff: en la primera (“El Teléfono”), una mujer comienza a ser acosada por misteriosas llamadas telefónicas. 32
En la segunda (“Los Wurdalak”), un viajero por las estepas rusas llega a una casa aislada en la nieve, donde sus moradores temen el ataque de los wurdalaks. En la tercera (“La Gota del Agua”), una enfermera roba un anillo a una enferma que está cuidando cuanto ésta fallece, pero la muerta volverá de ultratumba para vengarse. 05:00 horas Room 205 Martin Barnewitz Dinamarca, 2007, 90 min Con el deseo de tener una nueva vida, Katrine se muda desde el pueblo a la ciudad de Copenhague, y se incscribe en la Universidad. Un día por accidente, ella libera a un fantasma de su dormitorio, que comienza a vengarse de los residentes del lugar. Junto con su nuevo amigo, Rolf, Katrine intentará parar al fantasma, antes de que les mate. Sin embargo, mientras ella busca una solución, la gente que les rodea empieza a morir de forma espantosa. Área 4 21:30 horas Aftermath Nacho Cerdà España, 1993, 30 min Cuenta la historia de un médico forense que se entretiene llevándose organos de los cadáveres a su casa para dar de comer a su perro y cuando la situación se lo permite, entregándose a brutales actos de necrofilia con los restos abiertos en canal de las muertas que están siendo sometidas a autopsias. 22:10 horas Mark of the Devil (Hexen Bis Aufs Blut Gequält) Michael Armstrong Alemania, 1970, 96 min Austria, 1700, terribles tiempos de superstición y persecuciones religiosas. Los “cazadores de brujas” crueles y despiadados. A una ciudad austriaca llega el gran maestro inquisidor, para preparar los increibles juicios que terminaran en terribles torturas para los infelices, que a ojos de los inquisidores, han conjurado los poderes de las tinieblas o para las mujeres que han fornicado con el diablo 00:00 horas My Bloody Valentine George Mihalka Canadá, 1981, 90 min Los habitantes de una pequeña localidad minera deciden celebrar el día de San Valentín por primera vez en 20 años. Se dejaron de organizar festejos porque en esa fecha, dos décadas atrás, se produjo un accidente en la mina, debido a que los responsables
de la seguridad de la misma se encontraban en la fiesta. El único minero superviviente mató a los culpables y advirtió a la ciudad de que nunca se volviera a celebrar San Valentín. 01:45 horas El condon Asesino (Kondom des Grauens) Martin Walz Alemania, 107 min, 1999 Un anticonceptivo asesino se ha extraviado en Nueva York y el detective Luigi Mackeroni está tras su pista. Pero luego de perder un testículo, su búsqueda se convierte en algo personal, llegando a descubrir una organización criminal que busca destruir a los desviados sexuales de la ciudad. Comedia negra del nuevo cine gay alemán. 03:45 horas Bodybags Tobe Hooper/ John Carpenter Estados Unidos, 1993, 95 min Tres historias de terror sobre un asesino que acecha a una joven en una estación de servicio; un hombre obsesionado con su pelo; un deportista que pierde un ojo y recibe uno de un asesino.
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