A todas las personas que me han enseñado el valor del amor y de la vida, a aquellos que siempre han estado con su amorosa incondicionalidad, a los que alguna vez odie y trajeron a mi vida el más grande despertar,
hoy agradezco por sus enseñanzas.
A mis maestros encarnados en amigos,
amores y cómplices.
A la vida por cada momento,
porque nunca ha existido un instante
que no me haya dejado una aprendizaje.
Y un gracias infinito a mi pareja,
por que sin ti este libro no habría visto la luz.