(sic) otoño, méxico 2013
arte / diseño / medios / experiencias
Todo lo que verás en esta revista sucede en México, está hecho en México o fue creado por un mexicano. Ese será el foco de cada edición. Queremos, además, reseñar productos sin caer en el fetichismo, reconocer a los creativos sin generar rockstarismo, documentar las propuestas pero también las maneras en que los usuarios se apropian de ellas, y registrar la vitalidad de nuestras industrias creativas sin olvidar que antes de este boom nuestro país estaba lejos de ser terreno baldío en materia de arte, diseño, medios y experiencias. Queremos, por último, que todo eso sea una celebración. Así las cosas.
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pÁg. 5 Sweet Dreams are Made of...
Pani, Gamboa y Barragán; la modernidad mexicana en la segunda mitad de los años cuarenta. Un documental, un proyecto curatorial y una iniciativa ciudadana exploran qué sobrevive de esos sueños, cómo y si es posible restaurarlos en alguna medida.
pÁg. 24 Gabinete de curiosidades
Un empresario sinaloense, Agustín Coppel, que colecciona arte contemporáneo; un escritor chilango, Luigi Amara, que colecciona personajes con “aficiones descabelladas”. Dos invitaciones a cuestionar el lugar común, a ver el mundo más allá de las convenciones.
pÁg. 42 Geometrías/ fisuras
En la agenda de esta temporada coinciden algunas propuestas en moda, diseño de producto y arte que experimentan con estructuras inestables, mutaciones visuales y creación de “posibles”, tal como lo proponía el colectivo GRAV en los años sesenta.
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Talleres/ laboratorios
Las piezas ganadoras de la primera Bienal de diseño en plata y las propuestas textiles de tres colectivos que trabajan con comunidades indígenas demuestran la potencia de dos grandes tradiciones artesanales que incorporan diseño contemporáneo.
pÁg. 72 La periferia en el centro
Vitalidad lejos del kitsch y las visiones románticas. Tácticas creativas que surgen del caos, la memoria, la resistencia y la informalidad. Tres aproximaciones a nuestros centros históricos desde la fotografía, el arte contemporáneo y el mundo editorial.
pÁg. 86 ADN Chic
La persistencia de la moda en México: el registro fotográfico de Manuel Ramos; El Palacio de Hierro y sus 125 años de estilo, y la historia de la primera colección diseñada por Manuel Méndez, narrada por él mismo (gracias, maestro).
contenido
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Hatuey Viveros Lavielle
Sweet dreams are made of…
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Hatuey Viveros Lavielle, stills de la pelĂcula
pag. 7 La vida en un elevador como metáfora de la vida en el multifamiliar del que forma parte; pero no de cualquiera, del primero que se construyó en América Latina, el Centro Urbano Presidente Miguel Alemán. Por esa vía, el multifamiliar como metáfora del sueño de modernidad que se hacía tangible para los trabajadores al servicio del Estado en el México de 1949 (alberca, lavandería, cocinas comunitarias), y de su evolución 64 años después (alberca, lavandería y cocinas cerradas). Todo eso visto desde la perspectiva de siete elevadoristas que hablan de lo que ven, de lo que sienten y de su oficio, que muchos juzgarían anacrónico y monótono, pero que a varios ellos les ha ofrecido no sólo un empleo, sino también la posibilidad de explorar gustos y vocaciones.
SUBE
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Ahí está Raquelito, que disfruta por las mañanas el aroma a jabón y lociones de los vecinos recién bañados; ahí está Gerardo, quien después de 27 años de trabajar en un banco tiene por fin el tiempo necesario para ejercitar la escritura y el dibujo; ahí está Jorge, que cuando da la una y media de la mañana... (No contaremos el final). Los elevadoristas, entonces, como metáfora de las muchas maneras en que es posible abordar lo que pareciera un callejón sin salida. Eso es Elevador, el largometraje documental con que Adrián Ortiz, zamorano de nacimiento, buscaba entender la ciudad en que vive desde que llegó a estudiar en el Centro de Capacitación Cinematográfica, y su sexto proyecto cinematográfico, incluido en la selección oficial del Festival Internacional de Cine en Morelia 2013.
Fernando Gamboa
fue uno de los fundadores del México moderno; uno de los creadores del canon que sigue siendo referencia (polémica) para nuestra vida cultural. El curador Mauricio Marcin reconstruye el origen de ese proyecto en una de las exposiciones con que se inaugura el Museo Jumex. Se trata de un perfil plural y un retrato de época construidos con materiales del archivo que el propio Gamboa conformó.
Frida Kahlo retratada en la exposición de Pablo Picasso en la Sociedad de Arte Moderno, 1944
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Vista del montaje de la exposición de Manuel Álvarez Bravo en la Sociedad de Arte Moderno, 1945
En mayo de este año Mauricio Marcin recibió una invitación: curar un proyecto sobre el archivo de la Promotora Cultural Fernando Gamboa. Formaría parte del programa inaugural del Museo Jumex. Aceptó. El tiempo disponible era poco pero tenía experiencia trabajando a partir de archivos. Su primer reto se lo planteó la bastedad del acervo. “De los que yo conozco, es el mejor documentado sobre los procesos artísticos y la cultura visual en el México moderno”. Dos meses después Mauricio había explorado apenas el material de los primeros cinco años, de las cuatro décadas que abarca el archivo. Confirmó entonces su renuncia a ofrecer una visión exahustiva y decidió centrarse en los orígenes, en los años cuarenta; para ser precisos, en cuatro grandes episodios acontecidos en ese periodo: el trabajo de Gamboa en la Sociedad de Arte Moderno, una organización privada desde la que organizó y montó exposiciones; su afán de conceptualizar, profesionalizar e institucionalizar la actividad museográfica, con la creación de una escuela dedicada a la materia; la excursión de investigación estética a la zona arqueológica de Bonampak, que organizó siendo director de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes, y el proceso legal que promovió y movilizó a la diplomacia y al sistema judicial de México y Estados Unidos, con el fin de rescatar piezas de arte sacro que habían sido saqueadas de
Querétaro para su venta ilegal a coleccionistas estadounidenses. Cuatro momentos que explican por qué se le considera el fundador de ese canon mexicano que sería después tan cuestionado, pero que retratan también a un Fernando Gamboa plural, incansable y comprometido. Maurico no quería, sin embargo, limitar el proyecto a ofrecer un perfil del personaje. Buscaba también que se convirtiera en una investigación sobre las posibles formas expositivas que puede tener un archivo; explorar formatos para darle visibilidad apropiada a distintos tipos de documentos. La existencia en el acervo de materiales audiovisuales originó la primera salida: un programa de actividades centrado en su proyección. Las características del espacio asignado a la exposición; la recepción del museo, su lobby, plantearon otro reto. Su naturaleza como lugar de tránsito no permitía la exhibición de documentos, que exigen un tiempo de lectura considerable por parte del vi-
Fachada de la Sociedad de Arte Moderno, ciudad de México, 1945
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sitante. Mauricio optó por convertir el sitio en una exposición sobre los dispositivos y mecanismos museográficos de Gamboa. El visitante encontrará tres módulos muy simples, compuesto cada uno por una banca, unas plantas (elementos ambos que Gamboa consideraba indispensables par que el visitante tuviera momentos de contemplación, reflexión y descanso) y una fotografía en la que aparecerá gente viendo alguna exposición montada por Gamboa; gente haciendo, hace décadas, lo mismo que el espectador está a punto de hacer en el Museo Jumex. En cada banca habrá un ejemplar de un volumen impreso (Mauricio se niega a llamarle libro) que lleva por título Las ideas de Gamboa (como toda la exposición). Se trata del tercer componente del proyecto. Soporte ideal para la dimensión temporal que implica la consulta detallada de documentos, Mauricio decidió que el volumen no fuera un ejercicio crítico actual sobre el trabajo de Gamboa, sino
Vista del montaje de la exposición Máscaras Mexicanas en la Sociedad de Arte Moderno, 1945
la documentación del contexto en que se produjo y de la manera en que fue percibido por su propia época. Por eso, 95 por ciento del volumen está compuesto por documentos del propio archivo; el resto son tres ensayos, Atenea política, de Alfonso Reyes; Fernando Gamboa y su particular visión de México, de Carlos Molina, y Una estética cínica, de Michel Onfray, que Mauricio eligió para ofrecer no una crítica sobre la concepción de la modernidad mexicana representada por Gamboa sino un marco de referencia, de contraste, sobre la manera en que se aborda hoy el problema de la cultura. Si Mauricio se niega a reconocer este volumen como un libro es porque uno de sus empeños al trabajar con la diseñadora Maricris Herrera fue evitar la lectura lineal de su contenido, apelar a las nuevas formas de acceder a la información, detonar lecturas individuales. Mauricio es enfático: “Yo concebí este acto editorial y curatorial como un acto productor de sentido a partir de la decisión de ordenar ciertos contenidos en cierta forma; no quería producir sentido a partir de palabras mías. Las posibilidades que ofrece el archivo son muchas y no quise cerrarlas”. De hecho, él espera que la apertura de la exposición tenga entre sus resultados principales la multiplicación de proyectos en torno al archivo que resguarda la Promotora Cultural Fernando Gamboa.
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Vista del montaje de la exposición de Manuel Álvarez Bravo en la Sociedad de Arte Moderno, 1945 Todas las fotos: cortesía Promotora Cultural Fernando Gamboa.
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Uno de los textos de Gamboa que Mauricio seleccionó para formar parte del libro es este listado, un esbozo de proyecto museográfico dedicado a lo que su autor consideraba “Las 100 maravillas de México”. Aquí, la prueba de la página con marcas de corrección hechas por el propio curador.
plaza del cigarro Dos muros que forman un ángulo recto en el extremo superior derecho; la torre a su izquierda; piso de cemento, “martinelado, en su color natural o anaranjado, con juntas de separacion...de seis centímetros, llenas con pequeñas piedras del Pedregal...es importante que el cemento sea martinelado, para que no sea brillante y que la textura del piso tenga belleza y calidad”. Eso sugirió Luis Barragán el 5 de abril de 1956, en un documento con sies bocetos que hacen pensar en de Chirico y sus paisajes metafísicos. En la vida real el espacio se pobló con locales comerciales, una bodega, una cisterna, más muros, autos; la plaza desapareció de facto. El Patronato para la defensa y conservación del fraccionamiento Jardines del Pedregal de San Ángel quiere revertir la situación; la buena noticia es que las autoridades de la Delegación Álvaro Obregón parecen dispuestas, por fin, a firmar el convenio necesario. No se pretende revivir el proyecto de Barragán; son realistas, buscan ordenar el comercio, derribar muros innecesarios, rehabilitar jardineras, convertir una construcción abandonada en un pequeño museo; en síntesis, recuperar la plaza como parte de un esfuerzo por dignificar los espacios públicos de un desarrollo que en su momento fue reconocido a nivel internacional como muestra de auténtica modernidad mexicana. César Cervantes, uno de los impulsores del proyecto, comparte aquí sus razones íntimas para participar.
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Estado actual de la Plaza del Cigarro. Foto: Victoria Miranda.
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Proyecto de recuperación. Todas las imágenes: Patronato para la defensa y conservación del fraccionamiento Jardines del Pedregal de San Ángel, AC
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Mi primer recuerdo de la Plaza del Cigarro y su parque contiguo y hermosísismo, el Parque de Teololco, está asociado con una sensación de abandono, con una fuerte nota de inseguridad. Lo primero que me venía a la mente al pasar por ahí era la imagen del “robachicos”. Ir a esa plaza abandonada o a los parques estaba prohibido por mis papás y por los papás de mis amigos; aun así íbamos, no sin temor. Dejamos de hacerlo al principio de la preparatoria, cuando el parque y la plaza, ya prácticamente cerrados, se volvieron sitios habituales para el consumo de drogas; llegaron incluso a aprecer un par de muertitos por ahí. Aun en su abandono, el parque me hizo percibir por primera vez que El Pedregal se trataba de otra cosa, que era un lugar especial en muchos sentidos; veía y vivía en él algo que no había en ningún otro parque o lugar en que yo hubiese estado. La Plaza del Cigarro me hacía pensar que ahí había algo importante, que una escultura tan simple e imponente como esa debía su existencia a una sensibilidad y causa mayor. Añoraba verla abierta nuevamente; imaginaba que, como me había sucedido en otras ciudades, ahí me podría encontrar con mis amigos y recuperar un sentido de orgullo por la zona en que vivíamos. Eran épocas en que el sur estaba devaluado, ser “sureñito” no era tan bien visto como vivir en aquello que originalmente se llamó Chapultepec Heights. Sentía entonces que esa plaza, su parque e iglesia contigua (que sí fungía como punto de reunión), asi como su café vecino, podrían ser el punto de encuentro para reforzar una identidad.
Créditos
Sweet Dreams are Made of...
Baja/sube Elevador
Documental incluido en la selección del Festival Internaional de Cine en Morelia Año de producción: 2013 Duración:72m. Productores: Hatuey Viveros Lavielle/ Adrián Ortiz Maciel Dirección: Adrián Ortiz Maciel Fotografía: Hatuey Viveros Lavielle Guión: Adrián Ortiz Maciel Música Original: Carlo Ayhllón Banda sonora: Caspian Edición: Natalia Brushtein / Adrián Ortiz Diseño sonoro: Rodrigo Lira Ilustración: Majo Ramírez Compañías productoras: Sard ms, Aldea Cine, FONCA, Cuauhtémoc Moctezuma, Ambulante.
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Las ideas de Fernando Gamboa
Proyecto editorial/curatorial que forma parte del programa inaugural del Museo Jumex, que abre sus puertas el 19 de noviembre de 2013. Curaduría: Mauricio Marcin Diseño: Maricris Herrera Editores: Fundación Jumex Arte Contemporáneo / Promotora Cultural Fernando Gamboa Todas las fotografías, cortesía Promotora Cultural Fernando Gamboa. El resto del programa inaugural del Museo Jumex está formado por la exposición James Lee Byars-1/2 an Autobiography, curada por Magalí Arriola y Peter Eleey; Cosmogonía doméstica pieza de Damián Ortega con curaduría de Rosario Nadal, y una serie de conferencias (de la que todavía no se difundía su agenda al cierre de la edición). fundacionjumex.org
Plaza del cigarro Proyecto del Patronato para la defensa y conservación del fraccionamiento Jardines del Pedregal de San Ángel A.C. Fotografías: Victoria Miranda El patronato busca además preservar 12 puntos esenciales para el patrimonio arquitetónico de la zona (entre ellos, la Casa Prieto, obra de Luis Barragán), y crear una ciclopista y una ruta interna de autobús así como promover la instalación de parquímetros. patrimonio-pedregal.com
pÁg. 24 Vista del montaje en París de la exposición México: Expected / Unexpected. Foto: Cortesía CIAC
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Gabinete de Curiosidades
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los jardines de
agustín coppel El empresario y coleccionista sinaloense Agustín Coppel se convirtió en el sexto mexicano en recibir el premio Mecenas del Arte Montblanc (la lista incluye a Eugenio López, Andrés Blaisten, Patrick Charpenel, Aurelio López Rocha y César Cervantes). Aquí, su visión personal sobre el mundo del arte y su trayectoria en él.
El Jardín Botánico de Culiacán. Arriba: Agustín Coppel en la Plataforma elevada con plan extraterrestre, de Sofía Táboas. En esta línea, Go 4 no Borders, de Gabriel Orozco, dos vistas del edificio diseñado por Tatiana Bilbao y entre ellas la pieza de Marco Rountree (sin título).
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“Concibo al arte como un campo abierto y flexible, como un sitio nutrido por la imaginación, en constante cambio y permanente redefinición. Pienso en él como una disciplina crítica que reflexiona sobre lo que sucede en el mundo, pero que reflexiona también sobre sí misma, sobre el modo en el que se posiciona. Es justamente en esta cualidad autocrítica donde recae su carácter creador, expansivo y transformador. El arte tiene una energía muy especial, una pasión que experimentamos quienes en él participamos, y que logra activar en el espectador una mirada reflexiva sobre cosas que van más allá de los propios lenguajes formales del arte; es decir, sobre lo que ocurre en nuestra sociedad actual. El arte es, sin duda, un sitio donde se produce conocimiento, pero también un lugar donde se reflejan las inquietudes y los deseos de la humanidad; por ello vemos a través de él la época en que vivimos, buscando síntomas, razones y verdades. El arte, en cualquiera de sus múltiples expresiones, tiene el gran poder trans-
formador de la imaginación y las ideas, el cual reside en ese deseo y esperanza de aprender e intentar mejorar el mundo y nuestra circunstancia, como lo expresaba a principios del siglo pasado José Ortega y Gasset. Así como la obra de arte no está nunca completa sin un espectador que la experimente y le otorgue significado, la gratitud parte también del reconocimiento de que no estamos completos sin el otro. Necesitamos de los demás y de Dios para realizar nuestra existencia. El tomar conciencia de esta carencia sustantiva es la razón profunda del agradecimiento. Por ello, muchas gracias a los organizadores, a Montblanc, a todos ustedes que nos acompañan, y muy especialmente a mi esposa Isabel y a mis hijos Agustín, Esteban, Isabela y Julián, por su apoyo y por su siempre buena voluntad hacia estos proyectos. Este premio servirá para animar el deseo por seguir trabajando a través de dos de nuestros proyectos más queridos: Asociación Estrella Guía, que dirige Isabel, y el Jardín Botánico Culiacán.” Agustín Coppel, en su discurso de recepción del Premio Mecenas del Arte Montblanc 2013.
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Culiacán. Una casa paterna con algunas pinturas, sí, pero ese tipo de paisajes que venden en las calles de París. Visitas esporádicas a un museo local con arte mexicano de los años 50 y 60. Un padre con gusto por Goya y Rubens. El primer viaje a Europa, a los 19 o 20 años; recorrer el Museo del Prado, el Louvre; deslumbrarse con los impresionistas y el expresionismo. Al terminar la carrera, una estancia de 10 meses en Nueva York; la visita a todos los museos de arte, a muchas galerías. La amistad con un pintor que abrevaba, desde Sinaloa, de la escena neoyorquina. El matrimonio con Isabel; la luna de miel en Tahití, acompañada por La luna y seis peniques, una biografía de Gauguin. El primer cuadro comprado por la pareja; un Cordelia Ureta de los años 40 (todavía está en el comedor de su casa). Más arte mexicano. La tarde, a principios de los años 90, en que Armando Colina, en la Galería Arvil de la Zona Rosa, lo retó a pensar en Warhol y su trascendencia, a coleccionar arte contemporáneo internacional. La
decisión de adquirir algo conceptual y relevante; la investigación consecuente; la compra de Lerning Curve, una instalación de Gary Hill. La meta de consolidar un cuerpo de obras que tuviera sentido y futuro; no comprar simplemente lo que gustaba en el momento. La asesoría permanente de Mireya Escalante. Las conversaciones cada vez más frecuentes con curadores. La prudencia en la relación con los artistas. Querer expandir los alcances de la colección, compartir la experiencia que le produce el contacto con el arte; promover que la gente vea lo que no está a simple vista, que escuche lo que está detrás de lo que se intenta decir, que aprenda a dar sentido y relacionar mejor las ideas, propiciar que se genere preguntas, que enfrente rupturas. Exhibir la colección. Encargar a Patrick Charpenel un proyecto de arte para el Jardín Botánico de Culiacán. Patrocinar Blockbuster: cine para exchibiciones. Recibir el premio Mecenas del Arte Montblanc 2013. Seguir coleccionando. Trayectoria de Agustín Coppel en el mundo del arte, construida a partir de las entrevistas que ha concedido y los textos que ha publicado.
Suspended Landscape, de Rivane Neuenschwander (también en las páginas siguientes); Frieze Festoon, de Pae White, y dos vistas del montaje de México: Expected / Unexpected en Washington. Todas la fotos: Cortesía CIAC
“Los hombres que consagran su vida a una afición descabellada producen desconcierto pero también fascinación. Aunque no pueden ser tildados, sin más, de extravagantes, aunque no pueden ser tachados, tampoco, de lunáticos, su manera de perseverar en un proyecto peregrino, la meticulosidad con que procuran un placer que para los demás parecería aberrante, los convierte en una suerte de enigma o acertijo –quizá porque representan una posibilidad negada, espectral, de nosotros mismos–, un desafío ante el que la mente, entre espoleada y hechizada y absorta, no tiene más remedio que regresar una y otra vez, como un insecto alrededor de la llama del absurdo, en busca no tanto de explicación, sino de credulidad.”
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Con este párrafo inicia Los disidentes del universo, el libro más reciente de Luigi Amara. Publicado por Sexto Piso, el volumen es una colección de ocho ensayos conjeturales que retratan a ocho personajes empeñados en unos proyectos que el resto de los mortales considerarían, al menos, excéntricos. Isidoro García Saldaña es uno de ellos; su obsesión: la rama fantástica de la taxidermia. En las páginas siguientes, un adelanto del texto con que Luigi Amara devela las razones y circunstancias de semejante afición; una invitación a leer el libro entero.
EL TAXIDERMISTA FANTÁSTICO (
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Por Luigi Amara
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La delicada tarea de hacer que un animal muerto vuelva a la vida y permanezca para siempre al acecho o en una pose amenazante, la oscura habilidad de curtir y estirar su piel sobre un maniquí de alambre y yeso a fin de que adopte la actitud y a veces la ferocidad de cuando aún no había sido alcanzado por las armas de los cazadores, se antoja una tarea más burda, menos artística e imaginativa que la de conseguir la recreación de una quimera, de un animal fantástico que jamás dio un paso sobre la faz de la Tierra y que sin embargo es posible apreciar en todo su esplendor en medio de plantas de hule y piedras de mampostería. La profesión de taxidermista, la profesión meticulosa y acaso un tanto macabra pero sobre todo fiel y rigurosa del taxidermista, fue alguna vez llevada al límite por Isidoro García Saldaña, un aprendiz entusiasta que primero tuvo la ocurrencia de fabricar un mamut con los restos de un elefante que había muerto en el circo, añadiéndole pelo importado de bisonte y colmillos de madera laqueada, pero que más tarde probó suerte con el arcanodonte y otras bestias fabulosas que nadie podía encontrar en ninguna de las taxonomías existentes por la sencilla razón de que esas criaturas, antes de ocupar el centro de dioramas extravagantes, sólo habitaban en su cabeza. Escuché tres o cuatro veces la historia de aquel taxidermista improbable de los labios de un viejo velador del Museo Universitario del Chopo en la ciudad de México, en cuyas instalaciones se alojaba en otro tiempo el Museo Nacional de Historia Natural, que llegó a albergar colecciones que se remontan a la época de las primeras expediciones científicas españolas a América, encabezadas por José Longinos, zoólogo y naturalista que, entre otras cosas, inauguró en la calle de Plateros el Primer Gabinete de Historia Natural del país. El velador, hijo del antiguo velador del museo que a comienzos del siglo xx se conoció en Santa María la Ribera como El Palacio de Cristal, me refirió la historia como verdadera, e incluso prometió enseñarme una fotografía en la que se vería a su padre y al taxidermista posando frente al descomunal mamut relleno de guata y de varillas. A pesar de que el velador renovaba cada vez la promesa de mostrarme esa extraña fotografía para mí tan codiciada, nunca tuve ocasión de tenerla en mis manos, lo cual me hizo pensar al inicio en una mentira y después simplemente en el titubeo o el recelo. Puesto que siempre que volvía a visitarlo me refería los mismos detalles acerca del taxidermista que había sido amigo de su padre, repitiéndolos sin apenas variación, con un tono cansino y salpicado de pausas como si hubiera memorizado la historia y tuviera que acudir a las mismas palabras para que la narración fluyera y no se estancara por completo, comprendí que el velador era incapaz
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de tramar una ficción de esa naturaleza, tan precisa e increíble y a su manera bien informada, y que en caso de que la fotografía existiera en realidad, él prefería describirla minuciosamente antes que exponerla a los ojos de un intruso como yo, que quizá se interesaba demasiado en el tema. En 1921, fecha en que Isidoro García Saldaña fue contratado por el Museo Nacional de Historia Natural para dar mantenimiento y preservar de las polillas a los ejemplares disecados de su colección, la taxidermia todavía se consideraba, al menos en México, una actividad morbosa, cosa de hechicería que se practicaba impúdicamente bajo el abrigo del supuesto rigor científico, una variante bien pagada de nahualismo o de santería, cuyos resultados a veces deplorables no faltaba quien dijera habían formado parte de algún rito asociado al vudú. Aunque nunca gozó del cargo de taxidermista en el museo y su puesto era apenas superior al de empleado de limpieza, García Saldaña estaba capacitado para mucho más. Se vanagloriaba de haber acompañado a Carl E. Akeley en uno de sus viajes al África en busca de elefantes, y sus cartas credenciales en materia de disección consistían ni más ni menos que en haber servido de ayudante a ese hombre singular que pronto sería reconocido como el fundador de la taxidermia moderna. Contaba que de regreso del África lo había asistido en Chicago en la preparación de grandes mamíferos –en particular gorilas y felinos–, y que fue en el taller del gran explorador neoyorquino donde se le habría revelado la dimensión artística de su trabajo, donde habría aprendido que la fidelidad anatómica y el empeño por disponer a los animales en sus actitudes naturales sólo representaban los primeros pasos de una labor más exquisita y elevada, que debía tanto a la biología como a la escultura y en última instancia a la inspiración. Si bien confesaba que nunca tuvo oportunidad de visitar el célebre Salón Africano que Akeley montó en el Museo de Historia Natural de Nueva York, se enorgullecía de haber fabricado con sus propias manos el esqueleto de madera y arcilla de tres o cuatro de los especímenes que todavía hoy, casi un siglo más tarde, pueden contemplarse allí, en particular de un rinoceronte blanco para el cual había trabajado durante meses, primero en la elaboración de un maniquí lo suficientemente ligero y resistente, y después en el modelado en barro de los músculos y venas del animal, cuya piel áspera, trabajada por ácidos y sales, debía dejar entrever sutilmente. Al igual que su mentor, García Saldaña alternaba la taxidermia con la carrera de cazador y fotógrafo. En la práctica del embalsamamiento –del embalsamamiento entendido como una de las bellas artes–, tanto o más importante que el cadáver fresco de una presa es la posesión de fotografías que revelen
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el comportamiento, proporciones y prestancia del ejemplar. Perfeccionista en una tarea que entonces estaba muy lejos de la perfección, prefería matar él mismo al animal, disparan- do a una región del cuerpo que luego pudiera reconstruir sin muchas dificultades, y entonces lo desollaba con sus propias manos, pues es justo en el proceso de obtención de su piel, al momento de desprenderla suavemente del cadáver como un preciado calcetín de grandes proporciones, cuando todo puede estropearse, cuando es más fácil que pierda para siempre buena parte del lustre y la elasticidad que lo caracterizaban en vida. Pero aunque no era un mal tirador con la escopeta y había algo de cirugía en su manera de apuntar y jalar del gatillo, García Saldaña concedía aún mayor importancia a esa otra forma de la caza que introdujo la cámara fotográfica. Hay indicios de que acumuló una colección impresionante de estampas del mundo silvestre mexicano, una colección de la que se ignora el paradero, y que acaso se desperdigó tras su muerte, en la cual es muy factible que también se encontraran las instantáneas de todos sus animales conjeturales, aquellos invaluables frankensteins atiborrados de harapos que nunca se sostuvieron de pie sino hasta que el taxidermista les regaló un esqueleto. A pesar de que el origen de la taxidermia estuvo ligado a la cacería –de la cual sería su culminación en trofeos o piezas para museos–, una vez que la disciplina comenzó a acercarse a los dominios de la estética era necesario que se desprendiera de ese constreñimiento que se diría anticuado, y que en ocasiones resultaba francamente engorroso. Más que una corona majestuosa con la cual el cazador alardea de su poderío sobre la naturaleza, más que una forma ritual y un tanto malsana de domesticación de la vida salvaje, García Saldaña entendía cada ejemplar embalsamado como un tributo a la naturaleza, a su variedad de formas y belleza, al brillo de su pelaje y a lo imponente de sus cornamentas, en una palabra, a la magnificencia de su diseño; un tributo a través del cual dotaba a la propia naturaleza de esa dosis de artificio que necesita la sensibilidad humana para tolerarla, para convivir con ese mundo exótico al que no sabe si pertenece del todo.
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Créditos
Gabinete de curiosidades
Los jardines de Agustín Coppel Premio Mecenas del Arte Montblanc 2013
Fotografías: Cortesía de la Colección Isabel y Agustín Coppel coppelcollection.com Como parte del premio, Agustín Coppel recibió una estilográfica Ludovico Sforza Edición Limitada montblanc.com
El taxidermista fantástico Adelanto del libro Los disidentes del universo
Autor: Luigi Amara Editorial: Sexto Piso (con apoyo de Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes) Diseño: Estudio Joaquín Gallego Formación: Quinta del Agua Ediciones México, 2013 sextopiso.com
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creatividad que impulsa la cultura Un espacio dedicado a la co-creación, el conocimiento, la creatividad, el intercambio y la innovación de ideas para explorar juntos nuevas soluciones para el bien común.
Bonus Creative Week MX 8 al 10 de noviembre, 2013 Centro Cultural Tlatelolco Ricardo Flores Magón 1 Tlatelolco, México D.F. Twitter: @BonusMX Facebook: Bonus Creative Week MX Adquiere tus boletos en: www.bonusmx.com
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El ojo humano es nuestro punto de partida. • La realidad plástica debe estar ubicada en la relación existente entre el objeto y el ojo humano. • La búsqueda de la obra no definitiva y por lo tanto precisa, exacta y voluntaria. • La relación entre la obra y el ojo humano crea situaciones visuales nuevas y la obra no existe sino en esa relación. • Cada obra debe tener una parte de «posibles» y una inestabilidad que provoque mutaciones visuales luego de la terminación. • La forma considerada hasta el presente como valor en sí y utilizada con sus características particulares se transforma en un elemento anónimo. • La relación entre los elementos adquiere así una homogeneidad pudiendo crear estructuras inestables, solamente percibidas en el campo de la visión periférica.
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Basta de mitificaciones (fragmento) Grupo de Investigación de Artes Visuales GRAV París, septiembre de 1961
Créditos
Geometrías / fisuras
Geometrías/Fisuras
Espejo de mesa PPG en mármol negro, diseño de Emiliano Godoy para Zafra Design & Art emilianogodoy.com zafradesign.com Anillo de la colección Geometrías (premio Quórum 2012), en latón pavonado, diseño de Martacarmela Sotelo. Fue incluido en la exposición Hecho en México, organizada por Design Week México 2013. martacarmela.com designweekmexico.com
Mae West Mexico, 2009, Tapiz de lana de la artista Rita McBride, incluido en la exposición Transacción pública, en el Museo Tamayo (inaugurada como parte de Design Week México 2013). Foto cortesía de la artista; Alexander and Bonin, Nueva York; Mai 36 Gallery, Zúrich, y Annemarie Verna, Zúrich museotamayo.org Chamarra de la colección “I’m busy, too busy”, de Los Vladimirovich, uno de los proyectos invitados a La Pulga, dentro de Bonus Creative Week 2013. losvladimirovich.com bonusmx.com
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Zapatos de la colección nu·x, de Taller Nu (Olga Olivares y Pilar Obeso). Hechos y bordados a mano con materia prima local (piel de borrego, hilo de algodón y suela de hule natural). El bordado lo hacen internas del CERESO Dr. Alfonso Quiroz Cuarón en Texcoco, Edo. de México; el armado del zapato se hace en el taller del maestro zapatero Alberto García en Coyoacán. Taller Nu participa en la edición 13 de Lonja Mercantil, dentro del Abierto Mexicano de Diseño. Taller.nu lonjamercantil.com abiertodediseno.mx Tapete Colmena en fieltro de lana, por Déjate querer, uno de los proyectos participantes en Diseño contenido, dentro de Design Week México 2013. dejatequerer.mx
Poncho en lana de la colección otoño-invierno de Carla Fernández, quien estará en Lonja Mercantil y La Pulga. carlafernandez.com Lámpara de la serie Candela; vidrio, latón y espejo; diseño de Sonia Lartigue fabricado por la familia Piña. Estarán a la venta en Lonja Mercantil y La Pulga. Candelaluz.net
Una visión otra. GRAV, exposición en el Museo Tamayo, inaugurada en el contexto de Design Week México 2013. museotamayo.org julioleparc.org
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primera bienal de diseĂąo en plata
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Hace ocho años Eduardo Benítez despertó un día con una idea fija: crear una colección de joyería para hombre; la imaginaba en acero. Diseñador gráfico por la Ibero de Torreón (su ciudad natal), Eduardo tenía 24 años y ninguna experiencia en orfebrería. Estás loco, fue el dictamen de la mayoría de sus conocidos, pero una minoría lo animó y le ayudó a buscar talleres que pudieran ayudarle a realizar las piezas. En este último grupo estaba una amiga fotógrafa con quien, pocos meses después, Eduardo fundaría una empresa de joyería femenina en plata, Boato. La colección masculina en acero se pospuso. Los cinco años siguientes fueron vertiginosos: sus piezas empezaron a venderse en la Ciudad de México, luego en otros puntos del país, luego en Barcelona; mientras tanto, el Tec de Monterrey campus Torreón los invitó a crear una escuela de joyería en plata, con el respaldo de Industrias Peñoles y el Ayuntamiento de la ciudad. Hace tres años Eduardo despertó, sin embargo, con otra idea fija: tomar un año sabático. Eligió como destino Salamanca, España, donde estudió algunos cursos de arte. Al regresar a Torreón abrió un taller de joyería donde realiza sólo piezas únicas, la
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de izq. a der
• PREMIO ALBERTO BAILLERES Eduardo Benítez Rodríguez / Wirikuta / Torreón, Coahuila • Luis Berrón Lindoro / Anillos Catrina / México, D. F. • Rebeca Estrada / Brazalete La Frontera / México, D. F. • Alberto López Ramírez / Pluma y pinceles para pantalla táctil / México, D. F. • Yucatecas / El corazón de Frida / México, D. F.
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• Olivia Guadalupe Acevedo Vargas / Collar 11P / Actopan, Hidalgo • PREMIO ORFEBRERÍA Violante Ulrich / Reflexión / Taxco de Alarcón, Guerrero • PREMIO JOYERÍA Carlos Hernández Alvarez / Escarabajo ébano / México, D. F. • Jacobo Toledo / Fessure / México, D.F. • Circe Adriana Noriega Brito / Humo / México, D. F.
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mayoría por encargo. Su equipo se reduce a tres personas, pero mantiene una colaboración estrecha con otros talleres que le ayudan a resolver aspectos técnicos que todavía no domina, en buena medida porque sigue costándole trabajo pensar en tercera dimensión, pero también porque suele ir directo del diseño imaginado a la manufactura, sin pasar por renders o cálculos precisos. Así, pensando en dos dimensiones y trabajando directo sobre los materiales, Eduardo comenzó a producir una pieza que se había convertido en otra de sus ideas fijas: quería crear una pulsera mitad plata mitad artesanía huichol en chaquira; muy sencilla por fuera, pero con un trabajo complejo en tres capas de metal que sólo pudiera percibirse por dentro. Estás loco, fue el dictamen de la mayoría de la gente con quien compartió su idea, pero la produjo. La llamó Wirikuta y con ella ganó el premio principal de la Primera bienal de diseño en plata. El jurado la eligió entre las 292 piezas presentadas al concurso, producido por MuseArte con el respaldo de Tane, Industrias Peñoles y el Museo Franz Mayer, donde Wirikuta será exhibida a partir del 7 de noviembre junto con poco más de 90 piezas seleccionadas por el jurado.
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“Toda actividad artesana se fundamenta en alguna destreza técnica desarrollada en un alto grado… … cuando se alcanza un nivel elevado, la técnica deja de ser una actividad mecánica; solo cuando uno domina la técnica, empieza a ser plenamente consciente de lo que está haciendo… ... Solemos dar importancia a lo unívoco y excepcional, al aura benjaminiana que aporta valor a lo no reproducible, pero el problema es justo el contrario: el problema es que necesitamos repetir, necesitamos un ritual que incluya repeticiones, pero este ritual debe ir cambiando y transformándose si queremos mejorar.”
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Richard Sennett Artesanía, tecnología y nuevas formas de trabajo Katz Editores y Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona España, 2013
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nuevo TEXTIL INDÍGENA
Si hay un terreno en que la interacción entre diseño contemporáneo y técnicas artesanales tradicionales produce resultados cada vez más notables y consistentes en México ese es el textil. Los tres proyectos que aparecen en estas páginas son apenas una pequeña muestra de las iniciativas que trabajan en todo el país de manera independiente pero a partir de los mismos principios básicos: comercio justo, sustentabilidad y compromiso con el desarrollo de las comunidades indígenas. La producción más reciente de estos colectivos se podrá ver (y comprar) este otoño en el Distrito Federal en Diseño Contenido, La Lonja o La Pulga, como parte de la programación de Design Week, el Abierto Mexicano de Diseño y Bonus Creative Week, respectivamente.
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colorindio
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El camino de Los Altos
Taller Lu’um
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El trabajo de Colorindio se centra en manteles, colchas e individuales tejidos en telares de pedal y bordados y brocados por mujeres chiapanecas. En esa misma región trabaja El Camino de los Altos, iniciativa creada por la francesa Veronique Tesseraud en 1996; un proyecto que hoy trabaja con 130 mujeres que producen colecciones creadas en colaboración con diseñadoras textiles, diseñadoras gráficas y artistas visuales. Su estrategia de mercadotecnia tiene un componente fundamental en la comercialización de los productos en Francia, donde participaron en Maison et Objet en 2009. Para Taller Lu’um los textiles constituyen solo uno de sus proyectos orientados producir objetos de diseño interior en colaboración con comunidades indígenas que, en su caso, se encuentran en los estados de Hidalgo, Querétaro y Oaxaca.
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Créditos
Talleres/laboratorios
Primera bienal de diseño en plata Proyecto coordinado por MuseArte, exposición en el Museo Franz Mayer del 7 de noviembre de 2013 al 19 de enero de 2014. franzmayer.org.mx
Richard Sennett Cita del libro Artesanía, tecnología y formas de trabajo Traducción: Zoraida de Torres Burgos Katz Editores / Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona Diseño de colección: tholön kunst Impreso en España
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Textil indígena En Diseño contenido, la Lonja Mercantil y La Pulga coincidirán varios proyectos relacionados con la interacción entre el diseño contemporáneo y las técnicas textiles artesanales. Los tres proyectos mencionados aquí son: Colorindio colorindio.com El camino de Los Altos el-camino.fr Taller Lu’um tallerluum.com.mx
lonjamercantil.com bonusmx.com
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La periferia en el centro
Mucho
m รกs que ( )
su realismo
mรกgico
Un anuncio luminoso vende pollos en brasas; una marquesina señala (en inglés) la entrada a una tienda de juguetes; un rótulo pintado a mano informa que en ese local se venden baterías; un espectacular que apela al buen gusto del consumidor ofrece una marca de lencería que sugiere un origen europeo. El paisaje es tan abigarrado que uno cree estar frente a un collage; pero no, se trata del registro fiel de una esquina de Bello Monte, Caracas, realizado por Paolo Gasparini en 1968. El fotógrafo no pudo darle a su obra un título más irónico y preciso: El habitat de los hombres… Ese, el paisaje urbano, es uno de los cuatro temas en torno a los cuales está estructurada la exposición América Latina 1960-2013, que se presentará en la Fondation Cartier pour l’art contemporain, en París, del 19 de noviembre de este año al 6 de abril de 2014. Los territorios, la relación entre información y resistencia y entre memoria e identidad son los otros ejes que servirán para agrupar las poco más de 400 piezas reunidas para esta ocasión. Coproducida por el Museo Amparo de Puebla y curada en colaboración con Ángeles Alonso Espinosa y Alexis Fabry, la muestra revisa las múltiples maneras en que la fotografía latinoamericana ha utilizado la relación entre texto e imagen para abordar la compleja y mutante historia reciente de nuestra región.
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cocodrilo tepiteño
La simbiosis entre el original y la copia. La industria del lujo como impulsora involuntaria de la economía informal. Los clones como evidencia del poder de seducción que tienen las promesas de exclusividad y unicidad. La piratería como generadora de empleo y destreza manufacturera tanto en Tailandia como en México, donde por estos días se producen, en talleres de Tepito, réplicas explícitas de las legendarias polo del cocodrilo. Es una activación de Supercopy LaCoste, herramienta creada por el colectivo danés Superflex en 2002. Es uno de sus proyectos que forma parte de The Corrupt Show and the Speculative Machine, exposición con la que Patrick Charpenel, uno de sus curadores y director de Fundación Jumex Arte Contemporáneo, hace evidente la nueva vocación de la sede en Ecatepec: generar proyectos que dialoguen con la peculiar ubicación de ese espacio, construido dentro de una fábrica, en una zona mitad parque industrial y mitad zona habitacional suburbana.
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miscelánea de oficios
Hace diez años el primer cuadro de la cuidad era percibido por muchos como un lugar caótico, peligroso y en decadencia: antiguos palacios medio abandonados, comercio informal invadiendo calles y aceras, falta de inversión urbana…Todo eso era exacto pero no del todo real. El centro fue y sigue siendo el centro del centro del centro. Es el corazón de la cuidad, al que se viene a surtir toda la República. Aquí se vive, se negocia, se crea nuestra identidad mexicana en la cotidianeidad. La tradición y la historia se reinventan día a día con el humor, el ingenio y la creatividad de sus habitantes y comerciantes, pero también con un feroz-amigable sentido de competencia y sobrevivencia. Miscelánea es un libro que nació de una pasión y también de una necesidad: dar a conocer esa vitalidad comercial y creativa del centro.
Marie-Aimée de Montalembert
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Sombrerería Sonora
Ecuador 23 A Además de vender sombreros, este local ofrece, como lo anuncia el rótulo de su fachada, lavado y planchado de esas piezas; un servicio de mantenimiento que con el paso de las décadas lo confirma como una de las mejores opciones para mantener impecables esos accesorios, sin importar los materiales de que están hechos.
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zapatería familia gonzález
Ecuador 114 En este local se fabrica calzado a la medida desde hace 25 años, pero no cualquier tipo de calzado, su especialidad son los zapatos de fantasía para el baile de salón. Sus clientes principales son, por lo tanto, los especialistas en danzón que uno encuentra lo mismo en el Salón Los Ángeles por las noches que en la plaza de La Ciudadela, las mañanas y tardes de los sábados. Aunque los modelos preferidos son, por mucho, los de charol, sobre todo en combinación de dos o tres colores, el maestro Ángel Aguilar puede trabajar y combinar con la misma destreza pieles de becerro, cabra, ternera, víbora, cocodrilo, lizagarto, avestruz y tiburón. Sus creaciones son tan apreciadas por los bailarines expertos, que la zapatería recibe con relativa frecuencia pedidos que tienen como destino final La Habana, Cuba.
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En el centro cada gremio se organiza en torno a una calle o un barrio. Miscelánea contabilizó 30.
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Créditos
La periferia en el centro
Mucho más que surrealismo mágico Exposición América latina 1960 – 2013, photographs. En la Fondation Cartier pour l’art contemporain, en París, del 19 de noviembre de 2013 al 6 de abril de 2014. Una coproducción con el Museo Amparo de Puebla, con la participación curatorial de Angeles Alonso Espinosa and Alexis Fabry. Fotos: Paolo Gasparini. El habitat de los hombres... Caracas, Bello Monte, 1968.
Facundo de Zuviria. Confitería, Avenida de Mayo, 1987.
Ever Astudillo. Sin título (de la serie Latin Fire), 1975-78. (cortesía: Toluca Fine Art).
Eduardo Villanes. Sin título (de la serie Gloria evaporada), 1994.
fondation.cartier.com museoamparo.com
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Miscelánea de oficios
Supercopy LaCoste es el nombre de una de las herramientas del colectivo danés SUPERFLEX que los curadores Patrick Charpenel y Daniel McClean incluyeron en la muestra The Corrupt Show and the Speculative Machine, con la que inicia la nueva estrategia de programación para el espacio de la Fundación Jumex en Ecatepec. La muestra permanecerá montada hasta el 2 de febrero de 2014.
Una pequeña “probada” de un libro fundamental para explorar el corazón del DF. Miscelánea. Guía del comercio popular y tradicional del Centro Histórico de la Ciudad de México Concepto y dirección editorial: Marie-Aimée de Montalembert y Ángeles Ruenes
Imágenes: Supercopy / LaCoste / Pink (Blackout), 2002–07, impresión cromogénica 104 x 97 cm. SUPERFLEX I Copy Therefore I Am, 2011, serigrafía sobre vinil, 282 x 287 cm. SUPERFLEX lacoleccionjumex.org superflex.net
Autores: Marie Aimée Montalembert, Ángeles Ruenes, Verónica Martínez Lira, Arturo Villegas, Fabrizio Mejía Madrid, Antonio Calera Grobet. Diseño: Juan Esbert Ediciones El Viso El lomo reproduce un rótulo realizado por el señor Melquiades García en especial para este libro. La edición incluye como separata un mapa desplegable. editorial: edicioneselviso.com
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ADN CHIC
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foto: manuel ramos
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“Al finalizar la primera década del siglo xx, en acuerdo con una sensibilidad todavía dominada por el romanticismo pero ya insuflada de ánimos modernistas y realistas, en Manuel Ramos cohabitaban el reportero competente, el fotógrafo con intuiciones pictorialistas (...), y el devoto católico que apreciaba en la luz que resplandecía en los paisajes y se filtraba en sus fotografías otra prueba más de la existencia de un ser supremo.” “Ramos fue igualmente seducido por el mudo decir de los objetos, acaso la vía única por la que pudo tener algún vínculo con las vanguardias del arte moderno. “En los escaparates y maniquíes de Ramos, como en los que serían deleite de los surrealistas, alienta la sospecha de que el mundo de los objetos es menos inocente de lo que aparenta...” Alfonso Morales Carrillo
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La exposición Manuel Ramos se encuentra montada en el Museo de la Ciudad de México. Es, hasta ahora, la retrospectiva más ambiciosa sobre el trabajo de este pionero del fotoperiodismo en México. Las citas de Alfonso Morales forman parte del texto “Los evangelios según Manuel Ramos”, que se incluye en el libro Manuel Ramos. Fervores y epifanías en el México moderno, publicado en 2011 por Planeta, el Archivo Fotográfico Manuel Ramos, La Casa de los Árboles de Apizaco y el Gobierno del Estado de San Luis Potosí.
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Este otoño un nuevo palacio de hierro surgió al interior de El Palacio de Hierro Centro. Lo construyeron Héctor Esrawe e Ignacio Cadena para albergar 125 años de estilo, el proyecto curatorial con el que Ana Elena Mallet y Rodrigo Flores recorren la historia de la cadena de tiendas y su relación con la sociedad mexicana. Uno de sus episodios está dedicado al impulso que El Palacio ha dado a los diseñadores mexicanos a partir de los años sesenta. El primero de ellos, el maestro Manuel Méndez, está escribiendo sus memorias con la colaboración de Fernando Chávez. El pasaje que se reproduce a continuación (con pequeñas modificaciones) forma parte de esa obra en proceso; es la crónica de lo que no dudamos en calificar como uno de los momentos fundacionales de la moda nacional.
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Mi primera colecci贸n
Manuel M茅ndez
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A mediados de los años sesenta, el señor Raúl Baillères estaba decidido a convertir El Palacio de Hierro en la tienda de departamentos más elegante de México. Fue por esas fechas que visitó la tienda Sackowitz, en Houston; la decoración y el estilo de ese almacén le gustaron, y contrató a Charles Kovec, quien dirigía las relaciones públicas del lugar, para que vinera a trabajar a México. Kovec, a su vez, trajo a Emma Guerra, de San Francisco, y la convirtió en directora de compras para el Salón Internacional, un proyecto que abrió en 1967. Las primeras líneas de diseñadores que decidieron traer fueron Lanvin y Pertegaz, pero realizar la colección de Lanvin en París y traerla a México resultaba muy caro, y eso representó una gran oportunidad para mí. Yo ya le vendía a El Palacio de Hierro, como un proveedor más (le vendía vestidos que confeccionaba con los patrones que venían en la revista Vogue de Estados Unidos), y Kovek me propuso hacer la confección de la colección. Acepté encantado. La oportunidad llegó en el momento correcto, cuando yo ya estaba listo. Ellos me dieron todo: diseños, patrones, telas y todos los materiales; yo sólo tuve que hacer la confección. Fueron aproximadamente 20 piezas, entre vestidos de día, de coctel y de noche. El hijo de la fundadora de la casa Lanvin y Marielle, su esposa, vinieron a mi taller a revisar el avance de la confección; mostraron su aprobación y también su encanto, eran una pareja muy atractiva y muy sofisticada, pero al mismo tiempo muy cálida. Durante la presentación de la colección de Lanvin en el Club de Golf Chapultepec, Kovec enfureció. Era costumbre de la época en México que las señoras, cuando eran invitadas a una exhibición de modas, se sentaran en mesas redondas, como si fuera un banquete, y que se pusieran a
jugar canasta. La exhibición pasaba a segundo término. De hecho, no se les llamaba desfiles de moda; eran “Té canasta” en los que, además, había una pasarela de moda. Kovec no pensaba traer colecciones de Europa para que las señoras jugaran y medio vieran la colección; perdió la cabeza y con mucho aspaviento anunció que no se permitiría jugar canasta durante el desfile, después pidió a las concurrentes que pusieran atención. Las señoras se molestaron, pero se quedaron. En las siguientes exhibiciones Kovec se aseguró de que las invitaciones no dijeran “Té canasta”. Fue el cambio de época y la diferencia de culturas; Kovec no estaba familiarizado con los modales de México y las damas no estaban acostumbradas a las exhibiciones de moda como se hacían en Europa. A pesar de la mala opinión que tenía mucha gente de él por su mal carácter, nadie puede decir que Kovec no hacía bien su trabajo; logró hacer de El Palacio de Hierro la tienda de departamentos más elegante de México. Kovec fue siempre un gran amigo para mí; me ayudó mucho en mi carrera. Inteligente como era, se dio cuenta de que no podía tener un Salón Internacional sin un diseñador mexicano y me propuso crear mis propias colecciones para presentarlas cada seis meses. Para entonces yo había ganado ya varios de los concursos que organizaba El Palacio de Hierro con sus proveedores. Por supuesto, acepté encantado. Él me advirtió: “si no cumples, te corro”. Así me llegó la oportunidad de crear la primera colección totalmente concebida por mí; fueron 55 diseños, se presentaron el 26 de febrero de 1969, con un desfile de día en los jardines de la residencia del embajador del Reino Unido. Fue un día con algo de viento, que molestaba un poco pues levantaba las faldas y agitaba las plumas.
Créditos
ADN Chic
Foto: Manuel Ramos Tres imágenes que forman parte de la extensa retrospectiva sobre este fotógrafo montada en el Museo de la Ciudad. Las citas de Alfonso Morales fueron tomadas del libro Manuel Ramos. Fervores y epifanías del México moderno. fotos: La sastrería “The Chic” y el hotel-restaurante “Maison Doré”, uno de los más famosos de la época, alrededor de 1909. Ambos establecimientos ocupaban parte del edificio situado en Madero 18.
Zapatillas para damas de distinción, ca. 1915.
Vistas de aparadores de sombreros. Posiblemente se trata de la tienda de sombreros Tardán, ca. 1920.
Facebook.com/museodelaciudadmx archivomanuelramos.com.mx
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Mi primera colección Fragmento de las memorias del diseñador Manuel Méndez, en proceso de escritura en colaboración con Fernando Chávez. Todas las imágenes provienen del archivo personal del maestro Manuel Méndez. La exposición El Palacio de Hierro, 125 años de estilo fue realizada por el siguiente equipo: Curaduría: Ana Elena Mallet y Rodrigo Flores Concepto y dirección creativa: Héctor Esrawe e Ignacio Cadena Director del proyecto creativo: Javier García-Rivera Investigación y documentación: Luz María Silva
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Significant others
Manuel Monroy
DIRECTORIO
(sic)
arte / diseño / medios / experiencias
Edita
Marco Antonio Hernández Talamentes marco@sic-mexico.net
Diseña
Omar Vargas
omar@sic-mexico.net
Esta edición fue posible gracias a la colaboración de (por orden de aparición) Adrián Ortiz, Mariana Huerta, Mauricio Macin, César Cervantes, Victoria Miranda, Federica Zanco, Laura Velarde, Mireya Escalante, Lluïsa Matarrodona, Diego Rabasa, Emiliano Godoy, Emilio Cabrero, Carla Sofía Elizundia, Paola Desentis, Miguel Ángel Ángeles, Mariana Aguilar, Beatriz Cortés, Analía Garay, Andrea Cabello, Eduardo Benítez, Mauricio Berber, Patrik Charpenel, Carmen Robles, Marie-Aimée de Montalembert, Amelia Taracena, Carmen Ramírez, Gina Pineda, Flavio Rivera, Fernando Chávez, Manuel Méndez y Manuel Monroy. www.sic-mexico.net
(sic) Es una publicación trimestral. Todos los registros en trámite.
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CINCO AÑOS CELEBRANDO
ARQUITECTURA
DISEÑO INTERIORISMO
16 - 24 OCTUBRE
w w w. d e s i g n w e e k m e x i c o . c o m