Para mi abuela, y su valiente lucha en el tiempo
A veces perdemos cosas.
Nos sentimos vacĂos sin ellas.
Imaginamos qué sería de nosotros si no las hubiésemos perdido.
Buscamos y buscamos, con la esperanza de sentirlas cerca una vez mรกs.
A veces, cuando dormimos, podemos volver a tenerlas.
Pero una vez abrimos los ojos...
...se han vuelto a ir.
Hay dĂas en los que la rutina nos hace olvidar que ya no estĂĄn.
Y la vida nos va llenando de cosas nuevas.
Entendemos que quizĂĄ debĂan separarse de nosotros.
Entonces sentimos que las heridas sanan y el tiempo no se detiene.
Al final, se nos van de las manos, pero se quedan en el corazรณn toda la vida.