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No encuentra el ritmo en arcilla

AGENCIAS · EL SIE7E

Daniil Medvedev (N°6 del ranking ATP) es una de las grandes figuras del circuito masculino desde hace varios años.

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La consagración en el US Open sumada a la llegada a la cima del ranking meses atrás, lo terminaron de posicionar como una de las caras más reconocidas del tenis actual. Sin embargo, pese a su alto nivel, la historia de desamor que vive con las superficies lentas sigue colocándolo en situación de riesgo en parte del calendario para sus rivales.

De 2017 hasta 2020, es decir desde que se ubicaba en el puesto N°66 del mundo hasta su llegada al Top 5, el nacido en Moscú 27 años atrás se marchaba de Roland Garros -la gran cita del calendario europeo sobre polvo de ladrillo- en primera ronda sorprendiendo a extraños y conocidos. ¿Cómo era posible que un tenista de semejante carácter tenístico cayera ante oponentes ubicados 266°, 63° o 43° del ranking tan tempranamen - te en un Grand Slam? La respuesta la dio él mismo: “Mi juego no se adapta al polvo de ladrillo. Detesto todo lo que veo a mi alrededor”.

“Compito en canchas duras o sobre césped durante ocho meses seguidos y después tengo que jugar en polvo de ladrillo por dos meses”, agregó, quien, pese a su negativa alcanzó una definición ATP en Barcelona 2019. La historia con las canchas lentas se repite año tras año pero ahora, semanas antes del comienzo del calendario europeo, el ruso lanzó duras y sorpresivas críticas a la superficie de Indian Wells. En el encuentro de tercera ronda contra Ilya Ivashka, Medvedev lanzó al umpire: “Voy a ir al baño tan lento como esta cancha, voy a tomarme 25 minutos. Esta pista es lenta, así que iré lentamente”. Mohamed Lahyani, reconocido juez del circuito, en la silla, intentó mediar y recordarle que es un profesional y que debía aceptar las condiciones.

Ya se habó que, en parques como Caña Hueca, no existe un proyecto en el que se cumplan con varios factores, el primero es de ejercer como los encargados de la promoción deportiva, que el deporte se masifique y que todos puedan accesar a ello de manera gratuita, como debería ser; ahora, todo queda en manos de quienes arrendan, porque los espacios producen dinero, pero al final quienes terminan pagando ese costo son los de a pie, los ciudadanos comunes que deben pagar ya por usar un espacio público, que se supone debe servir para eso.

Y así podemos ir revisando que, cada vez son menos los espacios que no son arrendados y que alguien más lucra con ellos; es sencillo, quien arrenda, debe conseguir de alguna forma el dinero para el arrendador y ¿de dónde creen que sale el dinero?, pues del bolsillo del que quiere ver a su hijo no estra en casa con la tablet y lo lleva a una cancha.

No es una fórmula mala, siempre y cuando ese recurso se destinara a que, dichos espacios estuvieran al día, conservados en las mejores condiciones y que, a la par, existieran elementos que brinden seguridad, como servicio médico, por ejemplo. Pero está probado que el dinero que ingresa por ese concepto, nunca se usa para beneficiar esos espacios.

Cada vez es más complicado entender los argumentos por los que la autoridad municipal en materia deportiva, se rehusa a cumplir con su obligación, quizá no se han dado cuenta que, siendo ellos quienes tomen el control, podrían hasta generar más recursos, pero prefieren no hacer nada y tener ingresos sin mover un dedo, porque el que paga terminará siendo el tuxtleco.

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