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Festejando el Día del Padre

ALEJANDRA OROZCO-EL SIE7E

Este año, nos tocó celebrar por cuarto año a Rodrigo en esta fecha tan especial, el primer año tocó en plena pandemia y con Elisa de apenas tres meses, el segundo, fuimos a desayunar con mi papá y la cosa no salió tan bien a la hora de las canciones tristes con mariachi, el tercero lo pasamos en casa y ayer nos animamos a volver a salir.

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La verdad es que el plan era comer con mi papá y en la noche salir a cenar los cuatro con Rodrigo, pero a la hora le propuse que fuéramos a comer con mi papá, aprovechando que estaba aquí mi hermana y también mi mamá, y aunque estaba todo lleno como era esperado, al final comimos rico, pasamos un rato agradable, y no hubo música triste de mariachi.

La diferencia que marcó este año para Rodrigo, es que él también tuvo su primer festival, el de Elisa fue el viernes y el de Renata será hoy, así que él también ya supo lo que es llorar en público por un bailable, pidió permiso en el trabajo para poder asistir y ahí estuvo, viendo a su princesa, recibiendo el barquito de foamy con dulces y echándole porras en cada parte del festival. Si bien hay un alto número de papás irresponsables, deudores alimenticios, ausentes, violentos y todo lo que quieran, también hay una parte de papás presentes, responsables y amorosos que merecen ser reconocidos y festejados este día, me da gusto que al menos en la escuela de las dos niñas se le tomó la misma importancia al día del padre que al de la madre, porque hay quienes, como Rodrigo, lo esperaban con ansias.

Para él, esta fecha es agridulce porque recuerda mucho a su papá que ya no está con nosotros, aunque bueno, lo recuerda este y los demás 364 días del año, pero por otro lado su sueño siempre fue papá y también disfruta mucho ver a sus hijas, sus gracias y sus participaciones en festivales, por sencillas que sean porque apenas están en maternal, pero ahí está presente y

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