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Estado Lavado de ropa, una tradición de Cuaresma
from 25/02/23
ALEJANDRA OROZCO- EL SIE7E
Tuxtla.- Cada pueblo chiapaneco tiene sus propias tradiciones cuando se acerca la Semana Santa, algunos se rigen por las tradiciones zoques, otros celebran el carnaval, una tradición de la que casi no se habla y está llena de significado es la del lavado de ropa en Ocosingo.
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Se trata de una tradición católica centenaria que se celebra después del Miércoles de Ceniza de cada año, su objetivo principal es la purificación del alma y el corazón de las personas mediante el lavado de la ropa sagrada de Cristo, la Virgen María y la Virgen de Candelaria, imágenes principales de su iglesia católica.
En parroquia de San Jacinto de Polonia, santo patrono de este municipio, los creyentes católicos se reúnen a las sie7e de la mañana, en el patio del convento… las mujeres llevan bateas de madera y los músicos tocan los sones tradicionales de tambor y flauta, acompañando una oración inicial junto a la ropa sagrada que se va a lavar. Acto seguido, los hombres hacen un recorrido por la calle con cohetes y tam- bores, dirigiéndose hacia el panteón municipal, ahí les esperan los vehículos para trasladarlos hasta el río Jataté, donde los hombres colocan los lazos para tender la ropa ya lavada, un tendedero muy especial.
“Se hace una rueda caminado, al son de los tambores y las flautas, se colocan las bateas, los santos barones hacen las bendición del río, se empieza a enjuagar la ropa y el agua está bendita y las ponen en botella para llevar a sus casas; es una fe tan bonita… las ropas se las pasan por su cuerpo, como sanación”, describió Marilú Gordillo, habitante de este municipio y devota participante.
Posterior a esto, las mujeres preparan alimentos y se realiza un convivio con todos los asistentes mientras se seca la ropa lavada. “Se hace el altar, se baila y se comparte el desayuno con todos: tamales, verduras, chapay, huevo… otros empiezan a elaborar los alimentos para la hora de la comida, enseguida se ora, se baila, se levanta la ropa y empieza el regreso”, dijo.
Finalmente, la comunidad católica regresa a la parroquia con la ropa limpia y se realiza una oración final recibidos por el sacerdote, mientras los encargados guardan la ropa para usarla en el año venidero.
Ya que estamos en esta zona en la selva chiapaneca, hay algunos atractivos turísticos que no te puedes perder, entre sitios arqueológicos, cascadas y opciones para hacer ecoturismo para toda la familia, Ocosingo se encuentra a unas tres horas de la capital chiapaneca, por lo que vale la pena aprovechar.
Primero está la imperdible zona arqueológica de Toniná, que significa “La casa de piedra”; se encuentra en el límite entre las tierras altas mayas y las bajas, fue estado guerrero que prevaleció sobre Palenque y dejó una Acrópolis deslumbrante, de plataformas superpuestas y una estructura piramidal única en el área maya por su complejidad y monumentalidad: es más alta que la Pirámide del Sol de Teotihuacán.
También está Plan de Ayutla, que según algunos investigadores puede tratarse de la ciudad de Sak Tz’i’, que se traduce como “Perro Blanco”; es una antigua ciudad maya de gran belleza, con un estilo arquitectónico idéntico al de Palenque: posee tres grandes acrópolis, cuyos edificios aún yacen enterrados, a la espera de contar su historia. Para acceder al sitio es necesario contactar al comisariado ejidal de Plan de Ayutla, quien acompaña a los visitantes con el fin de que nada pueda ser saqueado, cobran una entrada es de 50 pesos por persona y por ser una zona arqueológica cerrada al público, carece de los servicios básicos, por lo que es necesario llevar algún lunch y abundante agua. A dos horas de este municipio se encuentran las cascadas de Agua Azul, atractivo natural donde las principales actividades son deleitarse con la belleza del entorno natural, especialmente el precioso color azul turquesa del agua, y disfrutar de un refrescante baño en una de las piscinas naturales que forma la corriente.
Además, puedes practicar caminatas y senderismo por el parque natural; observar la flora y la fauna del lugar; fotografiar los bellos espacios naturales; nadar en el Río Tulijá; hacer rafting y buceo con la compañía de un guía; acampar en las márgenes del río o disfrutar de la sabrosa cocina típica chiapaneca. El acceso es de lunes a domingo, desde las 8 hasta las 18 horas.