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Sinergia
Hangzhou R. P. China, septiembre de 2006.
Esta no es la sistemática y repetitiva descripción del fenómeno que actualmente ocurre en la República Popular China que aparece frecuentemente en las editoriales. No es tampoco un compendio de las características que llevaron a China a consolidarse como una potencia emergente, ni tampoco se encontrará aquí la receta numérica y estadística para crecer económicamente al 9% anual, ni cómo le hace el Gobierno chino para sostener un legado histórico-cultural de más de 3000 años en un territorio de más de 9 596 960 km2, con más de 1 321 851 888 habitantes.
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Todos los datos para las interrogantes anteriores se encuentran ahí, navegando por los vaivenes de la red, en los servidores de silicio de las dependencias gubernamentales, en los centros de información estadística, en los archivos mentales de los académicos y en las publicaciones especializadas sobre el tema.
Lo que aquí plasmaremos es la esencia inherente de esas interrogantes, el olor a China, el sabor de su sociedad, el color de su presente y los matices de su futuro. Analizaremos la conciencia de sus habitantes, el material de su desarrollo galopante, pero también reflexionando sobre su legado histórico y filosófico. Trataremos juntos de entender al Dragón.
A lo largo de toda esta descripción del Dragón, animal mítico enraizado en lo más profundo del folclore chino, lo acompañará en su vuelo el Águila azteca, símbolo mexicano por excelencia, para atestiguar y describir lo que ocurre con relación a México desde este lado del mundo. Redactaremos el retrato del vuelo del Dragón y del Águila juntos, como socios comerciales, como aprendices el uno del otro, como naciones hermanas cuyas diferencias tan marcadas solo se traducen en una necesidad mayor de comprensión mutua, con el fin de lograr una
sociedad común, una sinergia. Tal sinergia se traduce en acuerdos, negocios, similitudes, en lugares comunes pero también en diferencias, en admiraciones y entendimiento.
Desde el territorio del Dragón estaremos narrando lo que para México tiene importancia en rubros como el desarrollo turístico chino hacia México, la presencia de productos y empresas mexicanas en suelo chino y una buena parte del espectro comercial, económico y cultural que ocurre en China de interés para nuestro país.
Ciertamente, el fenómeno chino acapara gran atención actualmente. Lo que proponemos es llevar a cabo el análisis desde un horizonte real en tiempo y espacio, con acontecimientos reales benéficos para las provincias mexicanas, para México.
A lo largo de las próximas semanas se estarán llevando a cabo importantes exposiciones internacionales en las cuales empresas mexicanas, cuyas características no necesariamente tienen que ver con su capital o su dimensión, estarán participando y difundiendo sus productos con el objetivo de concretar enlaces y posicionarse poco a poco en el mercado más grande del mundo.
El conjunto de situaciones para las empresas mexicanas, que con visión y perspectiva han decidido emprender la aventura asiática, es favorable en el entendido de la coyuntura que se vive actualmente en los mercados globales, en esta era en la cual los costos de comunicación y enlace son marcadamente bajos y con alto grado de eficiencia.
Estaremos pendientes de los acontecimientos que se llevan a cabo y los proyectaremos por este medio para dar a conocer que México cuenta con empresas de calidad mundial, que la oportunidad es inmejorable para diversificar nuestra oferta comercial y que, efectivamente, se esta haciendo lo posible para equilibrar la balanza con el gigante asiático. Evidentemente existen rubros en los cuales difícilmente podemos ser competitivos por los conocidos bajos costos en mano de obra China, pero debemos aprovechar nuestras fortalezas en productos como el turismo y los alimentos típicos mexicanos: aguacate, tuna, café, entre otros, que pueden tener demanda de este lado del mundo. Una vez desarrollado el interés y el gusto por un determinado producto, la demanda va a ser insaciable. Los casos de éxito sobran y aquí estamos en contacto directo con ello.
Mientras disfrutamos de vivir en este lado del mundo, de transportarnos en un camión atestado de chinos, de asombrarnos por la cantidad de plumas de construcción por todo Hangzhou y Shanghai, estaremos difundiendo todo lo anterior, con los pies en la tierra, trabajando arduamente y con la esperanza de que esta oportunidad y coyuntura sean favorables para México.
Que el Dragón y el Águila vuelen juntos por horizontes comunes, hacia un futuro promisorio, equilibrado y benéfico para ambas naciones.