Directora DANIELA MOLINA SEPÚLVEDA
Comité Editorial SILVIA BELTRÁN ROA DANIELA BRAVO MAUREIRA SANDRA MUÑOZ CACERES
Diseño SILVIA BELTRÁN ROA
Índice 03
El aporte tradicionales infancia.
de en
los la
juegos primera
04
Juegos, infancia y tradición.
06
Las canciones, los cuentos de nunca acabar y las rondas infantiles: una forma para iniciar el aprendizaje desde la tradición oral.
10
Juegos tradicionales: Una propuesta didáctica
para
Niveles Medio.
niños
y
niñas
de
Nota del editor
El juego le permite a niños y niñas, imaginar, explorar, representar distintas situaciones y así conocer y descubrir sus habilidades, expresando emociones y mostrando su forma de ver el mundo. El juego libre y natural le permite experimentar y así ¡se va generando el aprendizaje! Sus beneficios son múltiples y permite que el niño adquiera autonomía progresiva, desarrollo su corporalidad, permite crear reglas, tomar decisiones, hábitos de orden y organización A través del juego, los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, y a compartir, negociar y resolver conflictos, además de contribuir a su capacidad de autoafirmación. El juego también enseña a los niños aptitudes de liderazgo, además de relacionarse en grupo. Las Bases Curriculares de la Educación Parvularia (BCEP) mantienen el juego como principio pedagógico enfatizando “El juego es, en la educación parvularia, un concepto central. Se refiere tanto a una actividad natural del niño o niña como a una estrategia pedagógica privilegiada. Es Por ello que me permito presentar la edición de esta revista que reúne las distintas miradas de la comunidad del Jardín Infantil Arcoíris frente a esta relevante temática.
Mercedes Naguelquin Muñoz Educadora de párvulos Asesora Técnica Subdirección de Calidad Educativa JUNJI Dirección Regional de Aysén
“El aporte de los juegos tradicionales en la primera infancia” Sixto Muñoz C. Profesor de Educación Física Apoderado de Sala Cuna Menor Los juegos tradicionales son conocidos por la gran mayoría de las personas y muy fáciles de realizar. Gran parte de ellos, se pueden lograr con elementos que disponemos en nuestro hogar, por ejemplo: arena, piedras, hojas, ramas, flores, telas, etc. Al ser juegos, sus reglas se pueden modificar y adaptar a gusto de los participantes, logrando así una mejor participación. Para la etapa de primera infancia debemos considerar, que nuestros pequeños están en pleno descubrimiento de quiénes son y qué rol cumplen, por lo que, las sanas interacciones con el medio serán de vital importancia para su desarrollo. Los juegos tradicionales pueden ser una excelente herramienta para potenciar y favorecer el desarrollo motriz, cognitivo y socioemocional de nuestros pequeños. Antes de recomendar actividades debemos considerar que existe un proceso de familiarización con los juegos,
elementos y entorno, por lo que se recomienda, siempre, iniciar con la exploración de los materiales, a través de la creación de éstos y finalmente jugar. Los juegos que se recomiendan para este período son: tirar de la cuerda, jugar a las bochas, la silla musical, la escondida, la ronda, entre muchos otros. Se sugiere que estos juegos puedan ser vivenciados en compañía de sus pares y también en familia, a fin de potenciar habilidades comunicativas y sociales entre los jugadores, disfrutar del tiempo en común y dar espacios para el pleno desarrollo de la autoestima, personalidad, y emociones del ser niña o niño en el entorno.
Juegos, infancia y tradición
Leonel Galindo Oyarzo Prof. Estado de Castellano
Apoderado del Nivel Medio Menor B 2021
Habitualmente, el común de las personas asocia toda expresión lúdrica con la infancia, como si fuese de manera exclusiva la manifestación que singulariza esa importante etapa de la vida humana. Sin embargo, entre jóvenes y adultos, el juego forma parte del arte de vivir: si no juegas, no te integras, no compites, no desarrollas tus habilidades sociales y físicas. La tecnología trajo consigo juegos electrónicos que favorecían la interacción de un sujeto con una máquina; hoy, esos juegos están en los computadores, en las tables y en los teléfonos celulares inteligentes. Son muy distintos, de aquellos que jugaron nuestros padres, madres, abuelas y abuelos; como distintos son respecto de aquellos que conocieron y practicaron las bisabuelas y los bisabuelos. Estos últimos, rara vez asistieron a una escuela; aprendieron de sus padres, parientes y amigos, juegos con baraja de naipes españoles: truco, tute, brisca (rematada y robada), desconfío, escoba, nadie sabe para quien trabaja, monte tapado, poto sucio. En los pueblos y ciudades en formación jugaron a la payaya (el juego de las cinco piedras) al trompo, a la bocha, a la cuarta, al paco librado, a la tiña, al luche, al elástico, a correr con un suncho, al clavo, a la matanza (el quema’o), a tirarse en trineo cuando había nieve o hielo, especialmente en las cuestas inclinadas.
Otros no tan tradicionales, pero sí muy populares, ganaron en los pasajes de las poblaciones sus espacios, cuando no existía un campo de juego para practicarlo como corresponde, me refiero a la pichanga, esa variante local, tan diferente del fútbol y que, probablemente, haya influido en la aparición del Baby Fútbol y del futsal. En la pichanga, que generalmente se jugaba sobre pasto natural o sobre una calle de tierra, a falta de arcos se colocaba dos palos de leña, o dos piedras o alguna prenda de vestir para imaginarse que eran los verticales de un arco, el travesaño sólo se imaginaba y se validaban los goles si pasaban a la altura de arquero. Podían jugar dos, tres, cuatro o cinco jugadores por lado, jugando con una pelota de trapo, o de medias, una pelota de goma; no necesariamente un balón de fútbol.
En los campos, los rudos trabajos con el ganado daban el espacio creativo para transformar cada faena en una diversión. Así, las yerras o marcaciones de equinos y vacunos eran precedidas de pialaduras y jineteadas; en otros casos, los momentos de breve descanso o pausas, en una misma faena, como la esquila, daban pie para lanzar la taba y apostar unas cuantas latas (la ganancia de cada lanar esquilado), gracias al exquisito cálculo para clavarla a seis Plaza Monumento al ovejero
metros
jactanciosamente ¡Buenas
Tardes!
de
distancia
decirle O
al
y
adversario
cuando
era
el
contrincante quien fallaba su lance, y el opositor le decía socarronamente ¡Macho gritó la partera!
No importa cuantos años tengas, ni cual sea tu rol o posición en esta sociedad, cuando alguien te invite a jugar, acéptalo como el mejor de los presentes y regálate la oportunidad de compartir ese momento de alegría y diversión siendo tú mismo en armonía con los que compartes.
Silvia Beltrán Roa, Educadora de párvulos Paulina Marquez Marquez, Técnico en educación parvularia
A través de la tradición popular, nuestras madres y abuelas han acompañado la crianza de los bebés mediante canciones y nanas, las que permiten apaciguar aquellos momentos de llanto y crear los primeros lazos de comunicación y apego. En el momento que nuestros bebés ya son capaces de tener mayor dominio de su cuerpo, los juegos que más disfrutan y a los que prestan atención, son aquellos que implican manipulación de objetos, entre ellos, los que generan efectos visuales y de sonido como el sonajero, el cual mueven y sacuden por tiempo prolongado. También, están aquellos juegos de imitación, acompañados de canciones que permiten asociar gestos y movimientos. Al tener mayor tiempo de vigilia, es muy propicio iniciar con aquellos relatos breves y de repetición para promover y potenciar, de manera entretenida, y a su vez, ampliar poco a poco el repertorio de vocabulario a través de los “cuentos de nunca acabar”, siendo éstos un muy buen recurso, ya que son versos que se repiten una y otra vez, creando un acercamiento y comprensión de las dinámicas de la narración y conversación mediante la escucha atenta.
Las rondas infantiles, “Son juegos colectivos de los niños que se trasmite por tradición” (Los juegos en Chile Aproximación históricafolklórica; Pág. 19) donde el movimiento y la música se integran de forma espontánea, posibilitando a nuestros niños/as favorecer el inicio progresivo a los juegos colectivos grupales, así como también la construcción de la conciencia corporal y el equilibrio.
El equipo educativo del Nivel Sala Cuna Menor ha seleccionado algunas “canciones”, “cuentos de nunca acabar” y “rondas infantiles de la tradición oral”, que aún siguen vigentes en el repertorio y memoria; quizás, hoy, con algunas adecuaciones que permiten crear la inclusión, equidad de género y la valoración de la diversidad.
Rondas infantiles Arroz con leche Adaptación de Silvia Beltrán Roa
Arroz con leche, yo quiero jugar, con todas las niñas de mi ciudad. Para conocer, para investigar, para hacer lindos dibujos en comunidad. Arroz con leche, yo quiero jugar, con todas las niños de mi ciudad. Para correr, para cantar, para crear juntos en comunidad.
La niña Dominga Adaptación de La niña María por Paulina Marquez
La niña Dominga ha salido al baile Baila que baila, que baila Y si lo baila bien, bien lo va pasar Por lo bien que lo baila hermosa se verá, salga otro amigo que lo quiero ver bailar Nota: Se repite la canción con los nombres de cada niño/a que participa
La Ronda de San Miguel Adaptación de Paulina Marquez
Ésta es la ronda de San Miguel donde se ríe y se pasa bien, uno, dos y tres (se agachan al finalizar)
Cuentos de nunca acabar
El Pato Este era un pato que tras de una pata andaba y por oír lo que hablaba se puso a escuchar un rato. En esto estaba cuando apareció otro pato más copetón y alto, que tras la pata andaba y por oír lo que hablaba se puso a escuchar un rato. En esto estaba cuando apareció otro pato…
La Hormiguita Esta era una hormiguita que de su hormiguero salió calladita y se metió a un granero, se robó un triguito y arrancó ligero. Salió otra hormiguita del mismo hormiguero y muy calladita se metió al granero, se robó un triguito y arrancó ligero. Salió otra hormiguita…
El Gato con los pies de trapo Este era un gato que tenía los pies de trapo y la camisa al revés ¿Quieres que te lo cuente otra vez?
Canciones
Las manitos Las manitos, Las manitos ¿Dónde están? ¡Aquí están! Ellas se saludan Ellas se saludan y se van...
El Chorrito Allá en la fuente había un Chorrito se hacía grandote, se hacía chiquito... Estaba de mal de humor pobre Chorrito tenía calor, Ahí va la Hormiga con su paraguas, va recogiendose las enaguas, Porque el Chorrito le salpicó Y sus mejillas le despintó.
Caballito Blanco Caballito blanco llévame de aquí llévame a mi pueblo donde yo nací tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada tengo tres ovejas en una cabaña; una, me da leche otra, me da lana; otra, mantequilla para la semana. Levántate, Juana y enciende la vela para ver quien anda por la cabecera; son los angelitos que andan de carrera despertando al niño para ir a la escuela. Si no quiere ir déjalo dormir con la hierbabuena y el toronjil - jil - jil
Se recomienda que acompañe las canciones con gestos faciales y corporales, así como también con variaciones de velocidad (rapido-lento), intensidad de volumen (fuerte y suave) y tono (agudo y grave)
Daniela Bravo Maureira Educadora de párvulos, Nivel Medio Mayor Sandra Muñoz Cáceres Educadora de párvulos, Nivel Medio Menor A
Como una forma natural de vincular a los niños y niñas, considerando su interés de crear y participar en juegos, los equipos educativos de los "Niveles Medio Mayor" y "Nivel Medio Menor A" han desarrollado una propuesta pedagógica donde vinculan aquellos Juegos de la tradición con elementos naturales, reciclados y de bajo impacto ambiental, considerando en todo momento nuestro sello de Cuidado y protección del Medio Ambiente, así como el goce y el disfrute de trabajar en equipo.
A través del Juego tradicional "El Luche" visualizamos una forma de vincular conceptos espaciales y de tiempo, de vivenciar concretamente los números en la vida cotidiana y fortalecer la coordinación motriz, el equilibrio y la participación colectiva,
Las rondas infantiles y la sillita musical los niños/as fueron descubriendo conceptos de sonido y silencio, ritmo y tiempo.
"El emboque" nos ofreció la oportunidad de fortalecer y perfeccionar la coordinación ojo-mano, la paciencia y la perseverancia. En cambio "Tirar la cuerda", "Las escondidas", "la carrera de tres pies" y "la carrera en sacos" permitió reafirmar que es posible el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la sana competencia son importantes para la vida.
El cantar canciones infantiles, reafirmaron nuestra identidad, disfrutar y apreciar diferentes formas de interpretar un tema musical y, a su vez, mantener viva la memoria de nuestros abuelos
"El Palín" y "Los Zancos" también permiten descubrir el valor de la constancia, afianzar la resistencia corporal, coordinación y el equilibrio.
"Los mayores logros de un niño/a son posibles en el juego, logros que mañana se convertirán en su nivel más básico de acción real y moralidad" Lev Vygostsky