HIJAS DE JESUS, PROVINCIA ESPAÑA-ITALIA.
ENCUENTRO DE EQUIPOS DIRECTIVOS. 7 de marzo de 2015. Buenos días: Me alegro de iniciar esta jornada con vosotros. Quisiera compartir tres palabras: DISPONERNOS, ENRAIZARNOS, AFECTARNOS. 1. Durante unas horas tomamos cierta distancia de los Centros. A propósito de esta Jornada, y no sólo para ésta, con S. Ignacio: “disponernos”. Así ambienta a quien va a empezar los Ejercicios, toma distancia de su vida ordinaria: “no teniendo el entendimiento partido en muchas cosas, mas poniendo todo el cuidado en una sola, es a saber, en servir a su Criador y aprovechar a su propia ánima; usa de sus potencias naturales más libremente, para buscar con diligencia lo que tanto desea… nos hacemos más aptos para acercarnos y llegarnos a nuestro Creador y Señor y más nos disponemos para recibirlo todo de El y de su divina bondad”. (EE 20) Dispongámonos, abramos el corazón y todos los sentidos. Así lo deseo, que esta jornada de formación, de reflexión, de encuentros, de intercambio de experiencias, sea un recibir el don de Dios. 2. Enraizarnos, ponernos en conexión con nuestras “raíces”. En el mundo que la M. Cándida desea cabemos todos. Hoy tenemos la oportunidad de hacer más nuestro un estilo educativo que desde el principio se distinguió por ser UNIVERSAL, por ir destinado a todo tipo de personas. El P. Herranz, que tanto ayudó en sus comienzos a la M. Cándida, escribe así a su amigo, el P. José Mª Garciarena, unos días después de la fundación: “Sepa Ud. que aquí se ha establecido una Congregación que se nutre con el espíritu de los Ejercicios de S. Ignacio en un todo… viven y comienzan en suma pobreza, como aquellos comenzaron, y nada les falta… Con la prisa de escribir se me olvidaba lo mejor: que las de aquí son para enseñar internas y externas, ricas y pobres, aquí y allí donde la MGdD, pues es su lema…” 3. Educar desde el “dejarnos afectar por lo que la gente vive y sufre”. Desde esos comienzos hasta la celebración de la Congregación General XVII ha pasado casi siglo y medio. Mucho tiempo y demasiados cambios, cambios en nuestro mundo y cambios en la Congregación. En la Provincia, haciéndonos eco de lo que nos pide la CG XVII, formulábamos cinco Líneas o Ejes constitutivos de nuestro Proyecto para el próximo trienio: Primera: “Fortalecer la unión del Cuerpo”. La segunda, tercera y cuarta hablan de EVANGELIZACIÓN: “Favorecer la acción evangelizadora de la comunidad” “Colaborar de un modo nuevo, con otros, en la acción evangelizadora de la Iglesia…” “Potenciar la identidad evangelizadora de nuestras obras”. La quinta: “Asumir que el apostolado social es un eje que ha de atravesar todas nuestras acciones y la propia vida”.
“Esta (última) es una línea que, de una manera u otra, está presente en todas las demás”, decía en mi presentación del Proyecto. Tiene que ver con la UNIÓN, pues ésta no es posible–ni dentro ni fuera- sin tener en cuenta al más débil, y sin ello es imposible favorecer la acción evangelizadora que se nos encomienda, ni es posible verificar una identidad cristiana en nada ni en nadie. “Porque no podemos ser “verdaderas” Hijas de Jesús sin mantener esa pregunta del Génesis: “¿dónde está tu hermano?”, “dejándonos afectar por lo que la gente vive y sufre”. Y nos recuerda que nuestra vida religioso-apostólica es para “ir y permanecer donde las necesidades son más urgentes, donde otros no llegan o no desean estar”. Compartimos, nosotras y vosotros, la misión de evangelizar en las escuelas de Hijas de Jesús. La M. Cándida insistía en querer de nosotras no que fuéramos Hijas de Jesús, sino VERDADERAS Hijas de Jesús. No basta llevar el nombre, hay que significarlo coherentemente. Y así también en las escuelas. Como cristianos y como Directivos de escuelas de las Hijas de Jesús, vosotros también estáis llamados a “dejaros afectar por lo que la gente vive y sufre”. O fe y justicia van de la mano o hablamos de un Dios que no es el de Jesús. Así pues: dispongámonos a recibir el don de este día; pongámonos en contacto con el deseo radical y fundacional de un mundo en el que cabemos todos, con igual dignidad, y establezcamos relaciones educativas desde el quedar afectados por lo que la gente vive y sufre. Muchas gracias y feliz jornada. María Teresa Pinto, FI.