RUTA LITERARIA ECIJA

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ProPuesta

ruta literaria

ECIJA


Écija, la Ciudad de las Torres y del Sol, propone un lento pasear por sus calles y plazas, convirtiÊndose en un placer de ir descubriendo permanentemente su excepcional patrimonio


ECIJA ES HISTORIA. AL acercarnos a la realidad histórico artista de esta ciudad nos damos cuenta de la monumentalidad como una constante que se repite en todos los momentos de su existencia Así La manifestaciones artísticas nos muestran lo que ha sido el discurrir de Écija a través de dilatados siglos Restos de la cultura tartessa Legado romano Mosaicos paleocristianos La huella de la civilización árabe y bereber Todos perviven en la ciudad, en su configuración urbanística y de sus casas y patios tradicionales. El Renacimiento, los artesanados mudéjares y por fin el esplendoroso barroco que inunda con sus construcciones a Écija Época fundamental en la historia de Écija será el barroco que con su estilo artístico ha marcado más hondamente la fisonomía ecijana, no solo por la cantidad y calidad de las obras conservadas sino por las características y sello propio.


ITINERARO DE NUETRA VISITA (Podemos consultar el mapa) Nuestra visita comenzará en la plaza de Santiago (24) de allí no dirigiremos a la iglesia de Santa María (3) a través de acogedoras calles cargadas de historias y en las que podremos admiraren una pequeñita plaza la estatua de Sor Ángela de La Cruz, personaje muy venerado en la ciudad, casas palacios, conventos y casas señoriales con patios entre rejas repletos de flores. Pasando el arco de Santa María llegamos al la Plaza del mismo nombre presidida por un triunfo barroco con la patrona de la ciudad y la imponente iglesia de Santa María. De allí a escasos metros tenemos la Plaza de España –El Salón- con el Ayuntamiento (2) en uno de los laterales del rectángulo que la forma, La Iglesia de santa Bárbara(8) en una de la esquinas de dicha plaza y donde se halla la imagen del patrono de Écija “San Pablo”. En otro de los laterales del se conservan resto de murallas y casas antiguas conocidas por “el barco”, porque su imagen se asemeja a eso, a un barco. Podemos tomar un café o un refresco en los muchos bares bajo los soportales de la céntrica y acogedora y continuaremos hacia la Iglesia de Santa Cruz (17) dejando a mano izquierda el famosísimo mercado de abastos de Écija y como colofón, ya visitada Santa Cruz y pasando por el Convento de las Marroquíes llegaremos a la joya del barroco ecijano:” La Iglesia de los Descalzos” restaurada y recientemente abierta de nuevo al culto.


Cuenta la leyenda que: Entre todas las ciudades que forman el sur peninsular se encuentra la preferida del sol: Écija. Siendo niño acostumbraba a pasear con mi abuelo por las calles de tan singular urbe. Un día frente a al Iglesia de Santiago pregunté a mi abuelo por qué había tantas torres. - Es una historia complicada hijo, contestó, pero nunca se la cuentes a gente que no tiene alma, persona que no ven más allá de sus ojos, o que no dejan ilusión para nada. Porque ninguno de ellos te creerá. Hazlo siempre a los que quieran escuchar un hermoso relato. - Yo quiero escucharla abuelo. - Tras unos segundos, comenzó: Todas las ciudades y pueblos andaluces estaban enamorados del astro rey, todos se mostraban bellos ante él, Sevilla con la Giralda, Córdoba con la Mezquita, Granada con la Alhambra, pero el sol sólo prefería a una entre tantas poblaciones: Écija. Cada día el Sol le enviaba sus mejores rayos y las demás poblaciones se preguntaban el porque de esta predilección. Écija creía tenerlo todo así que solo esperaba la aparición de su amado para unirse a él sin que nadie los molestara jamás. Pero la distancia que los separaba era mucha, muchísima. Imposible era para ellos hablar de sus amores, de esa pasión que sentía el uno por el otro. Ella lo intentó todo y tras muchas noches en vela, meditando, creyó encontrar la solución: muchas veces ciega tanto que se recurre a lo más trágico y maligno sin pensar lo que nos deparara el futuro pero el amor era tan grande que a Écija no le importó que otras ciudades la criticaran presas de la envidia y los celos. Écija quería unirse a su amado y así fue como llego a un acuerdo con Lucifer a cambio de la posesión de la ciudad debería construir once altas torres, grandiosas y bellas. Cuando estuvieran levantadas podría llegar a tocar el sol. No fue tarea fácil pero una tras otras las torres que el diablo había ordenado construir fueron salpicando el paisaje de la ciudad. Pasado el tiempo cuando ya estaban construidas diez de las once torres y se trabajaba con coraje en la última el creador de todas las cosas previendo el desastre de Écija decidió entrar en el juego y deshacer el plan que tenía Lucifer. Así, mientras Astigi contemplaba la maravillosa obra que la llevaría a unirse con el Sol la mano de Dios lanzó un rayo sobre contra una de las torres que ya estaba acabada.


- No termines la última torre, le dijo Dios a Astigi si no quieres arder en los infiernos, y tampoco levantes la que con mi poder he destruido ¿No sabes que nunca podréis estar junto? Vuestro amor es diferente. El sol te envía todos los días los mejores rayos dándote luz, calor y vida. Sin embargo has vendido tu vida al diablo para tenerlo todo. Tu amor es soberbio y en el amor lo único que importa para ser feliz es la clemencia y saber perdonar, no exigir y evitar causar dolor. - No voy a destruir todas las torres que has construido pues quiero que el mundo sepa lo mal que has actuado y queden como ejemplo eterno de tu amor imposible. Pero al igual que el demonio te ordenó construir las torres yo te ordeno que en cada una de ellas construyas un templo y encima colocarás campanas. Los templos serán para que hagas penitencia y las campanas para que hablen al mundo de tu arrepentimiento. Écija comprendió entonces que casi se destruye a si misma y cumplió lo que Dios le ordeno, y así poco a poco, nacieron los templos que hoy día conocemos: Santa Cruz. Santa María, San Gil, San Juan, La Victoria, Santiago, El Carmen, Santa Ana. Las Gemelas… Santa Bárbara fue el templo que surgió en la torre castigada por el creador y Santo Domingo el que ocupo la torre que quedo sin terminar. Con los años Astigi fue construyendo más torres como ofrenda a Dios, mas ninguna de ellas fueron tan altas y tan grandiosas como aquellas primeras. Y quedaron en simple espadañas. Muy poco le falto a Astigi, la bella para condenarse. Le faltó menos de media torre para contraer su matrimonio platónico con el sol y entregar a cambio su alma al demonio. Esta es, concluyó mi abuelo, la historia de las torres ecijanas. Por eso nos llaman la ciudad del sol, porque apunto estuvimos de unirnos al astro rey. Pero también nos llaman la sartén de Andalucía porque poco faltó para que nos quemásemos en los infiernos.

ECIJA Y SUS TORRES


IGLESIA DE SANTIAGO Es el edificio eclesiástico más interesante del Conjunto Histórico astigitano, siendo una de las iglesias más elegantes de Andalucía la Baja perteneciente al estilo gótico-mudéjar del siglo XV. Tiene añadidos de hacia 1.600 en la Capilla indiana de los Montero, presidida por la imagen de la Virgen de Gracia, atribuida a Pedro Millán (s. XVI). La sala de tacas y la sacristía pertenecen al barroco del siglo XVII. El sagrario, el patio y la armónica torre corresponden al barroco del siglo XVIII. En el interior, y cubriendo el ábside de la nave central, el retablo mayor, tallado en estilo de transición del gótico al renacimiento, con relieves pasionistas y esculturas del círculo de Jorge Fernández y pinturas sobre tabla atribuidas a Alejo Fernández (s. XVI). Esta soberbia pieza está considerada como el retablo más importante del Arzobispado después del de la Catedral Hispalense. El retablo que preside la nave de la epístola tiene pinturas sobre tabla del siglo XVI, atribuidas a Villegas Marmolejo y en el camarín central recibe culto la Virgen de los Dolores, relacionada con el taller de Herederos de Roldán. De gran calidad son las pinturas del retablo del antiguo sagrario, en la nave del Evangelio, atribuidas a Pedro de Campaña, el pintor máximo de la Escuela Sevillana del siglo XVI y presidiendo el conjunto, la prodigiosa imagen del Cristo de la Expiración considerada como una de las obras maestras de Pedro Roldán (s. XVII). ECIJA Écija, Ciudad de soles… Cada ecijana es un sol. Écija, Monumental Cada nena un monumento, Cada rincón Un rosal Y en cada esquina un amor. El Genil dejó la nieve En lo alto de la sierra Y se vino a la Sartén Escapando de la vega. El río se sintió mocito Y empezó a cantar flamenco En la presa del molino Las palmeras con el viento Batían las palmas Y en las torres

Las campanas Bailaban por sevillanas. Cuando la impasible Luna En la noche silenciosa Detrás de un nublo se oculta Cabalgan los Siete Niños Con sus guapas a la grupa. EL trotar de sus caballos Es redoble de tambores, En la oscuridad serena Beben sus ecos las torres. Al amanecer, el Sol Quedó en las torres prendido… El robo del astro rey, Cosa de los siete niños. Por eso, Ciudad del Sol De las mujeres hermosas De las torres, del amor.


Nos dirigimos a Puerta Osuna y de allí por la calle Fernández Pintado hacia la plaza de Santa María. A nuestra derecha dejamos la Plaza de Sor Ángela de la Cruz, persona muy querida y venerada en al ciudad. Un poco mas adelante a la izquierda , La casa palacio de … y el Convento de la Filipensas. La calle se nos va estrechando y el Arco de Santa María nos da la entrada a la plaza del mismo nombre. La plaza de Santa María es uno de uno de los rincones más típicos de Écija La iglesia esta presidida por un triunfo barroco con la imagen de la Virgen del Valle, patrona de la ciudad. La torre de la iglesia es una de las más altas (Las torres ecijanas van desde los 30 a los 50 metros de altura) Tiene casi los 50 metro de altitud y es una de la más robusta, Los azulejos son elementos decorativos de la torre y cuenta que en la aquella fecha llamaba mucho la atención de la gente, de manera que los viajeros que se acercaban a la ciudad podían distinguirla por los reflejos que despedían sus torres ante los rayos del sol.

IGLESIA DE SANTA MARÍA Su poderosa torre recuerda en el cuerpo de campanas a la Giralda, aunque barroquizada a fuerza de azulejería romboidal y labores de cantería. La portada, de estilo rococó y diseñada por Figueroa, está cobijada bajo un arco muy elevado, de un efecto impresionante, motivando una de las entradas más originales del barroco andaluz del siglo XVIII, estando ennoblecida con puertas de caoba y clavos de bronce, dando paso a un "cancel" entre mudéjar y barroco, cilíndrico y cubierto con un cuarto de esfera de lacería. La iglesia fue proyectada por Pedro de Silva en estilo neoclásico, que levantó en el crucero la cúpula más luminosa de todas las iglesias ecijanas. De sus bienes muebles sobresalen: el retablo del altar mayor erguido como una columna tallada y dorada en rococó para sostener a "La Asunción", titular de la Parroquia y la pintura sobre tabla de la "Virgen de la Antigua", considerada como una de las obras maestras de Villegas Marmolejo. La Capilla del Sagrario está decorada con pinturas al fresco y contiene un original retablo del siglo XVIII, levantado como arco de triunfo en honor del Stmo. Sacramento cuyo diseño es de gran personalidad. La lámpara y el sagrario de plata fueron realizados por el orfebre Cayetano González. En el patio, se muestra una interesantísima colección arqueológica con piezas desde la Prehistoria al siglo XVIII. La más sobresaliente de la colección, es la cabeza de Germánico, mármol romano que se exhibe en el Archivo. El tesoro artístico de esta Parroquia se complementa con magnífico mobiliario, espléndidos bordados y rica orfebrería.


“Poder pasear las calles de esta ciudad “vivir y respirar la ciudad” por su capacidad de redescubrir, en una permanente sorpresa, su excepcional patrimonio artístico. Conocer Écija es conocer su historia, su forma de ser y estar: su arraigada tradición religiosa, sus bellas y grandiosas torres, sus personajes, ambientes y hechos memorables, sus ermitas, sus balcones, su salón, su río…su alma poética: su patrimonio literario”

Junto a la Iglesia de Santa María encontramos al Ayuntamiento, edificado en el Palacios de los Granados del siglo XVIII al XX. En su sala Capitular se encuentra una de las obras más importantes de la historia de la ciudad: el mosaico Representa una escena de la mitología griega: el de la reina Dirce, castigada por sus hijastros a morir despedazada, atada a los cuernos de un toro, por haber usurpado a la madre de éstos el trono de Tebas.. Se encontró cerca del convento de la merced, muy cerca del rió. Está fechado final del siglo I y principios del siglo II.

RECUERDOS DE MI CIUDAD Mi ciudad tiene una historia que no se puede olvidar, que la recuerdan sus calles como a duendes de cristal, a caballo por el tiempo galopando sin parar. Mi ciudad tuvo unos hombres que silbaban para llamar, tirando de la mulilla el pipero viena ya, con aguas de las peñuelas ¡niñas! cántaros llenar. Mi ciudad tuvo un amigo con salero a rebosar, que lo llamaron José por mote Bizco Pardal, con sus chistes, con su gracia repartía felicidad. Mi ciudad tiene una plaza que será siempre el Salón,

rodeada de naranjos, acariciada por el sol, donde nuestros mayores, como nos cuentan abuelos y abuelas, jugaron al carro, a las damas sobre sus poyos de piedra. Mi ciudad tiene un Salón con perfumes de azahar, donde el Panga pregonaba su lotería premiá. Debajo de los portales se podía degustar los molletes del Copete con manteca colorá. Una historia que he vivido, una historia que no olvido, una historia que yo cuento, que lo sepan nuestros hijos. ¡Que Écija tenga un recuerdo! Juan Palomo Ibáñez


Seguimos en al céntrica plaza, El Salón, adornada de soportales, torres, arcos y murallas…

“Écija, como escribió el Premio Nobel, Camilo José Cela, “es pueblo en el que siempre se escuchan campanas y, siempre, por su tañer, se sabe de dónde son, desde qué torre se lanzan a volar”.

IGLESIA DE SANTA BARBARA En una de las esquinas de la Plaza de España de Écija, nos encontraremos con la Iglesia de Santa Bárbara, siendo una de las pocas Iglesias de estilo neoclásico de la arquitectura religiosa andaluza. La Iglesia primitiva, se levantó sobre un palacio romano, siendo de estilo mudéjar y de esa época se conservan aún algunos detalles. Posteriormente el arquitecto cordobés Ignacio Tomás aprovechando fustes romanos de granito levantó las originales portadas, de un clasicismo inusitado y difícil de encontrar por esta región. La torre-espadaña de esta iglesia es de estilo mudéjar, y fue derribada por un rayo en el año 1892. Una de las campanas de la torre, fundida por un lado, se encuentra expuesta en el patio de la Iglesia de Santa María. A la derecha, en la nave de la Epístola, podremos ver dos retablos neoclásicos con unas esculturas barrocas de San pedro y San José. La imagen de Santa Bárbara la podemos ver en el bellísimo retablo mayor de estilo neoclásico. Otro de los interesantes motivos por los que visitar esta Iglesia es admirar el mejor coro de Écija tallado en 1762 con medallones y relieves de los santos apóstoles. En esta iglesia encontramos la imagen del patrón de Écija: San Pablo.

En el libro "Nuevo Itinerario Poético de Écija" ( 2010) , encontramos en la vigésima parada, el siguiente poema de Antonio Garfias, dedicado a San Pablo, patrón de Écija. 25 de enero. Procesión de San Pablo en Écija Existe en Écija una leyenda popular que congrega en la plaza a todo el pueblo, para contemplar la entrada de San Pablo en el templo de regreso de “su carrera”, solo por contemplar si todas las velas entran encendidas o se han apagado algunas de ellas. En el primer caso, el año es bueno, y malo en el segundo.


San Pablo sale a la calle con las velas encendidas. En un rosario de luces, se forma la cofradía. Los labradores le rezan con Fe en el nuevo año, mientras se enciende su espada en soles de visionario… ¡En la plaza hay un murmullo de nerviosismo en los labios…! “¡Que no se apaguen las velas que van alumbrando el paso…!”

La barba, rizada y fría, le va acariciando el pecho y en su amplia frente sombría se ven surcos de barbechos… –¡Que no se apaguen las velas…! El aire en los soportales se atemoriza y no llega mientras el “ama” repite, repite su cantinela: – San Pablo Apóstol…¡Dios mío! ¡Que no se apaguen las velas que si entran “encendías” se salva la sementera…!

Con el frío del invierno las luces van tiritando, mientras San Pablo se mueve por las calles de su barrio.

San Pablo sigue en silencio las calles de su “carrera”, mas los “diablillos” de Enero le van soplando las velas.

Antonio Garfias Rodríguez: Reloj Parado.

Mientras recorremos los soportales de la plaza y tomamos un refrigerio para continuar nuestra ruta por la ciudad podemos sentir la presencia en estas iglesias, estas calles, estas plazas de personajes que buscaron en Ecija un refugio, una paz. Un calor de gentes…. Ejemplos de personajes ilustres que nos visitaron: 1.- La iglesia de Santa María, alberga en el año 1414 a San Vicente Ferrer eminente predicador de aquellos tiempos, y el cual realizó un milagro durante su estancia en esta Ciudad. 2.- Durante los años 1487 a 1490, el Monasterio conventual de Santa Inés, es la morada de la reina católica Isabel, la cual hace vida de comunidad con las religiosas, mientras don Fernando prepara la campaña final contra los moros. Son los tiempos en que Écija era fronteriza del reino moro de Granada. Doña Isabel hizo donación al Convento de numerosos libros corales, sillerías del coro y otros objetos. Actualmente se conserva la celda que ella habitara. 3.- Nuevamente Santa Inés, es morada de visitantes ilustres. Se trata ahora de la Emperatriz María de Austria y de la infanta Isabel Clara Eugenia, que visitan la ciudad en el año 1543, y traen de regalo para la comunidad una Espina de la Corona del Señor 4.- Santa Teresa de Jesús, fue huésped del convento de Santa Ana, en donde renovó sus votos. 5.- Écija fue también sede de San Juan de Ávila, que predicó en las Iglesias de Santa María y Santa Cruz.


6.- Écija tiene el honor de figurar en las rutas Cervantinas, ya que el príncipe de las letras españolas estuvo en nuestra ciudad durante año y medio, como recaudador de impuestos reales. Por cierto que debido a la incautación de una partida de trigo, propiedad de la iglesia, fue excomulgado por el Cabildo Hispalense en 1587, excomunión que fue levantada en el año 1588. Alejábase en un edificio colindante a las Carnicerías Reales, donde conoce a Gonzalo de Quijada, hombre algo extraño, delgado y alto, y del que se dice tomó el nombre para su mundialmente famoso Don Quijote.

Seguimos nuestra ruta por la ciudad de las torres. Ahora nos dirigimos a la Iglesia de Santa Cruz. La actual vía Más y Prat, también se denominó Zapatería hasta 1868. En esta época se le nombró Topete, que llevó hasta 1873, en que se le puso Fraternidad, cambiándose nuevamente en 1875, a Zapatería, hasta que finalmente el municipio acordó que esa distinción la ostentara el escritor costumbrista, nuestro paisano don Benito Más y Prat, de quien Mario Méndez Bejarano, en su monumental obra Diccionario de escritores, maestros y oradores naturales de Sevilla y su actual provincia, dice de él: "no cabe discusión sobre dos verdades: que Benito Más y Prat compite con los mejores poetas de su generación, aventajando a la mayor parte, y que no existe escritor contemporáneo que muestre en su inspiración Y estilo más profundo sello personal". Más y Prat, como se sabe, dirigió el diario "El Eco de Andalucía" durante varios años y colaboró asiduamente en "La Ilustración Española y Americana" y en "La Ilustración Artística". Tiene esta calle su edificio más notable con la Casa Gremio de la Seda, obra del siglo XVII que debió tener una entrada de carácter monumental, y hoy se encuentra convertido en escaparate de un establecimiento comercial. Las plantas superiores están distribuidas de forma análoga a "los miradores". Nada más entrar, a la izquierda dejamos el recién restaurado Plaza de Abasto . La calles de Écija evocan a procesión de Semana Santa. Y es que la Écija cofrade tiene mucho arraigo de aquí la letra de una conocida canción popular:

Si en Écija tu no has visto Una buena levanta De Écija tu no conoces De la misa la mitad. Si tu no has visto sus torres, Todas juntas repicar A su patrona del valle Las campanas agolpar De Écija tu no conoces

De la misa la mitad. Soy ecijano. Por ella muero. Mitad romano y bandolero Si no has visto a los gitanos apretujarse en su barrio en la calle Zamorano, Y con saetas rezar De Écija tú no conoces, de la misa la mitad….


IGLESIA DE SANTA CRUZ De estilo neoclásico, es un proyecto inacabado de José Álvarez, por sus proporciones, pureza de líneas clásicas y por las obras de arte que atesora, se considera como uno de los templos más atractivos de la ciudad. El primer cuerpo de la torre corresponde al antiguo alminar de la mezquita mayor de Écija, que aquí estuvo establecida y los cuerpos superiores son renacentistas, cuya obra se podría atribuir a Hernán Ruiz II y donde se repiten detalles arquitectónicos de la Giralda de Sevilla, se corona con un ángel - veleta que porta la Cruz de Cristo. En el sagrario se venera a Nuestra Señora del Valle, Patrona y Alcaldesa Perpetua de la ciudad, imagen gótica del siglo XIII, relacionada con la Escuela de Reims. El Cristo de la Sangre fue tallado por Gaspar del Águila (s. XVI), entronizado en el magnífico retablo atribuido a Cristóbal de Guadix (s. XVII). El retablo mayor es barroco del siglo XVIII, pleno de imágenes de la Orden de la Merced y presidiendo el conjunto la Virgen del Socorro, atribuida a Jerónimo Hernández. "El Resucitado", también está atribuido al citado escultor y Jesús Nazareno "Abrazado a la Cruz" a Pedro Roldán. La Iglesia conserva una de las obras maestras de Villegas Marmolejo, la pintura sobre tabla de "Cristo Fuente de la Vida" (s.XVI), de inspiración flamenca. De la extraordinaria colección de orfebrería destacamos a la custodia procesional de Francisco de Alfaro (s.XVI), así como numerosas obras del gran platero cordobés Damián de Castro (s.XVIII). Pieza muy especial de la arqueología andaluza es el "sarcófago paleo-cristiano" del siglo V, con relieves escultóricos del Buen Pastor y escenas del Antiguo Testamento. La planta inacabada de la iglesia, con los restos del arco mudéjar y del patio renacentista, configuran una visión romántica con espacios ajardinados de gran belleza. Nos dirigimos a nuestra última visita La iglesia de los Descalzos, pero antes hacemos una pequeña parada en el Convento de las Concepcionistas franciscanas “las marroquíes” para poder deleitarnos con el bizcocho marroquí, es aquí el único sitio en el mundo donde se hacen. A escasos metros del convento tenemos nuestro último destino. La joya barroca ecijana. Recientemente restaurada y que pone el broche a nuestra visita de la ciudad de Ecija: La ciudad de las torres. Si hablamos de torres en Écija hay 11 y si unimos los edificios religiosos, conventos, iglesias y capillas hay 21 que son bastantes para una ciudad. Se dice que en el siglo XVIII había tantos religiosos viviendo en la ciudad que se decían 1001 misas al día. Écija, como escribió el Premio Nobel, Camilo José Cela, “es pueblo en el que siempre se escuchan campanas y, siempre, por su tañer, se sabe de dónde son, desde qué torre se lanzan a volar”.


IGLESIA DE LOS DESCALZOS

Después de estar 12 años cerrada en proceso de restauración, al entrar a la iglesia no puedes reprimir una exclamación ¡una maravilla! La iglesia conventual de los Descalzos, está considerada el máximo ejemplo del Barroco andaluz, del Siglo de Oro Ecijano. La Iglesia perteneció al convento de Padres Carmelitas Descalzos fundado en Écija hacia 1591, aunque las obras del templo no empezaron hasta 1601. A lo largo del siglo XVII se amplió el convento, se construyó la portada de la Iglesia y se comenzó la decoración del templo. A partir de 1718 comenzaron de nuevo las obras que duraron todo el siglo XVIII. El terremoto de Lisboa, sucedido en 1755 arruinó la torre y parte de las obras realizadas en el siglo anterior y a causa de esto la antigua torre se sustituyó por una espadaña de campanas. Posteriormente entre 1760 y 1770 se reviste a la Iglesia de una riquísima decoración que le otorga su singular fisonomía....Y a esa decoración es a la que se le ha vuelto a dar vida para esplendor de la ciudad y admiración de todos los que la visiten. Casi 6 millones de Euros ha costado la restauración y más de dos años de trabajo, pero solo hay que recorrer la Iglesia para ver que ha merecido la pena. La Iglesia desde su apertura ha estado abierta al publico del 24 de Julio al 31, en Agosto permanecerá cerrada y después volverá a estar abierta del 1 al 19 de Septiembre, ya que en un futuro albergará el Centro de Interpretación del Barroco Andaluz. Además del retablo no hay que dejar de observar con detalle su órgano, considerado uno de los mejores de España.

Imagen del órgano

http://www.guia3decija.com/turismo/iglesia-de-los-descalzos VISITA VIRTUAL A LA IGLESIA


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