Sabedores del anómalo funcionamiento de la administración de la justicia en el Ecuador y conscientes que no nos ha concedido nunca derecho a la defensa- pues la verdad no les interesa que se conozca-, vivimos con optimismo cuando los pocos descalificados y enemigos – que han pasado a ser millonarios al haberse apropiado de nuestro trabajo, industrias y medios de comunicación – sometieron a revisión de los poderes gubernamentales de EE.UU.- mundialmente famosos por la rectitud con la que proceden – nuestro caso. Aquí no vale ni voz ni orden corrupta solo las pruebas. Remitido publicado a petición de Roberto Isaías Dassum y William Isaías.