DE LUZ Y SOMBRAS (O) TANIA TINOCO @TINOCOTANIA
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País indescifrable
M
e sentía tremendamente inquieta por el debate presidencial la noche del 25. Reconozco incluso haber tenido una dosis de ansiedad por ver a los presidenciables desenvolverse en temas de enorme interés nacional. ¿Quién estuvo mejor y peor? No me compete calificarlo. Aun así, creo injustificable la ausencia del candidato oficialista. Quien debió ganar de manera indiscutible fue el país, con la oportunidad de tener en su televisor a siete de los ocho candidatos en condiciones iguales, exponiendo sus ideas, adelantando sus planes. No fue así. Los ratings de Kantar IBOPE, entidad que valida las mediciones de sintonía, concluyen que, aun teniendo una importante puntuación, el debate fue tercero en la ciudad de Quito y quinto en Guayaquil. Las cifras exactas de la audiencia del debate entre las 21:01 y 23:09 del miércoles último, en un universo estudiado de hogares*, consolidado entre Guayaquil y Quito, dicen que 789.366 hogares en Ecuador estaban viendo televisión en esas horas, y de ellos 149.445 seguían el debate presidencial. La misma IBOPE establece además que casi 200 mil personas (199.879 exactamente) veían el debate organizado por la Cámara de
LAS CIFRAS
✒IBOPE. Las
cifras sobre la audiencia del debate presidencial entre las 21:01 y 23:09 del 25 último (Guayaquil y Quito) dicen que 789.366 hogares veían TV, y de ellos 149.445 seguían el debate.
Comercio. Sus cifras corresponden únicamente a los canales medidos: Canal 1 y Oromar. Es decir no se incluye a Telerama. Se supone que Ecuador está en plena efervescencia electorera; que en estas escasas tres semanas previas a las elecciones los indecisos están tomando una postura; que la mayoría de los ciudadanos está por decidir quién sucederá a Rafael Correa… pero cuando tenemos enfrente el debate de la Cámara de Comercio, se prefiere la novela, la comedia, el fútbol. Ese es nuestro país. Me pregunto entonces si los presidenciables están en sintonía con ese país. Si los que corren en esta lid electoral están conectados con ese Ecuador enorme y profundo al que no llama su atención un debate, que le interesa poco o nada. ¿Por qué? La reflexión llega hasta mi propia orilla y también me pregunto si los periodistas estamos suficientemente cerca del Ecuador mayoritario al que le interesan cosas que no parecen prioritarias para los políticos, empresarios, dirigentes, encargados de tomar las grandes decisiones; y acaso no estamos cumpliendo a cabalidad nuestro deber de sintonizarnos con el requerimiento popular para trasladarlo a las primeras planas, a los primeros bloques de los noticieros.
Días atrás tuve en mis manos una encuesta de una firma extranjera y me llamó poderosamente la atención que la corrupción y la inseguridad no estaban en el primer lugar cuando se preguntó sobre el problema principal del Ecuador. La respuesta número 1 fue la economía, la economía familiar para ser exactos. Mientras las clases medias y acomodadas y las de más arriba discuten y hasta se enojan por los escándalos de Odebrecht, Petroecuador y otros, el gran elector, el de las clases populares, está en otra onda y en ella, salvo honrosas excepciones, no calan buena parte de los políticos, empresarios, dirigentes y también periodistas. Escuchar, escudriñar a las mayorías parece todavía una tarea pendiente, especialmente para aquellos que proclaman la necesidad de convencer a los indecisos a tomar una decisión que no sea votar blanco o nulo, lo que evidentemente favorecería al que vaya primero. Parece entonces que el sentido de lo popular está fallando, que algo estamos haciendo mal y que hay mucho por corregir. Vienen otros debates, otras oportunidades. Ojalá y no las perdamos en este Ecuador por el momento indescifrable. * El universo estudiado por IBOPE cuando se habla de hogares consolidados es de 1’317.340 hogares del Ecuador.