PLAN NACIONAL DE RIEGO Y DRENAJE 2012 - 2027
Punto de contacto: Subsecretaría de Riego y Drenaje Edificio MAGAP, Amazonas y Eloy Alfaro, piso 13, Teléfono: 3960100, extensión 1427 Quito, Ecuador www.magap.gob.ec
Marco general y objetivos El Ecuador es un país muy rico en recursos hídricos. Contamos con 31 sistemas hidrográficos, 79 cuencas, 153 sub-cuencas y 871 microcuencas. En la última década la disponibilidad del recurso hídrico promedio en Ecuador alcanzó los 32.170 m3/hab./año, que supera varias veces la media mundial, calculada en 7.400 m3/hab./año; media que se prevé se reducirá a 5.100 m3 para el año 2025. Sin embargo, la distribución espacial y temporal es muy diversa, afectada seriamente en estos tiempos por los efectos del cambio climático. En el riego y drenaje, en las últimas décadas, se acumularon problemas: la cada vez más escasa disponibilidad de agua, o las impredecibles precipitaciones; el incremento de la contaminación, que incide en la calidad del agua disponible; el inequitativo acceso al agua; los bajos niveles de tecnificación y de eficiencia; las limitaciones propias de las instituciones responsables de la gestión del agua; un modelo centrado en la construcción de infraestructura, sin considerar la integralidad en la gestión; las debilidades de las organizaciones en administración, operación y mantenimiento de los sistemas, entre otros. A ello se suma que, como en ningún otro sector de la economía, las políticas neoliberales debilitaron la institucionalidad del riego y drenaje. Estos problemas justifican plenamente la necesidad de un Plan Nacional de Riego y Drenaje (PNRD) cuyo objetivo fundamental es: «Contribuir al mejoramiento del ingreso de la población rural y la productividad agropecuaria, en armonía con los principios del Buen Vivir Rural y la soberanía alimentaria»
2. Fortalecer a los grupos de regantes para asumir la cogestión y gestión de los sistemas de riego y drenaje de manera sostenible y eficiente.
Por otro lado, la misma Constitución establece que la competencia del riego corresponde a los Gobiernos Autónomos Descentralizados Provinciales (GADs).
Esto supone: formar capacidades locales para la gestión de las organizaciones; formar capacidades técnicas para fortalecer la administración, operación y mantenimiento de los sistemas; empoderar a las organizaciones para la cogestión de los sistemas.
El Consejo Nacional de Competencias (CNC) establece los mecanismos y procedimientos para transferir las competencias y los recursos a los GADs Provinciales.
3. Fortalecer la institucionalidad y mejorar las capacidades del Estado para impulsar la política integral e integrada del riego y drenaje. Esto supone: impulsar un modelo de gestión participativo, consolidar la gestión desconcentrada de las instituciones competentes, ofrecer una gestión eficiente con criterios de calidad. 4. Promover un proceso sostenido de reorganización y redistribución equitativa de caudales. Esto supone: revisar y regularizar los derechos de aprovechamiento y reparto interno de aguas; impulsar procesos de fomento agropecuario en las zonas prioritarias; regular y ordenar los abusos, mal uso e irregularidades; regular y ordenar el otorgamiento de nuevas autorizaciones de uso de agua para riego. 5. Garantizar la calidad y cantidad de agua para riego considerando a las presentes y futuras generaciones. Esto supone: incorporar en la gestión el manejo integrado de cuencas, fortalecer las capacidades de gestión pública en el control de afluentes contaminantes, promover la participación de organizaciones en acciones de conservación y mitigación, promover el uso eficiente del agua de riego.
Los objetivos de este PNRD son:
Modelo de gestión
1. Ampliar la cobertura y mejorar la eficiencia social, económica y ambiental de todos los sistemas de riego.
Según la Constitución, al Gobierno Central le corresponde la rectoría de los sectores estratégicos del país, entre ellos el agua. Esto, en cuanto al riego y drenaje, quiere decir: planificar, regular y acompañar la gestión.
Esto supone: terminar y rehabilitar la infraestructura existente, elevar los niveles de productividad, ampliar el área regada con criterios de sostenibilidad.
Este nuevo modelo, propuesto por la Constitución, implica un proceso de construcción colectiva entre los principales actores del riego y el drenaje, a saber: MAGAP, GADs y productores usuarios del riego y drenaje. Por tanto, supone crear espacios de diálogo en función de un objetivo nacional estratégico: potenciar la pequeña y mediana producción campesina, base fundamental de la soberanía alimentaria. El MAGAP propone el ejercicio de una rectoría participativa, construida desde la realidad territorial y las necesidades de los GADs y de los agricultores, bajo el marco que establece el Plan Nacional del Buen Vivir, el PNRD y los Planes Provinciales de Desarrollo. El CNC estableció que los GADs, para acceder a los recursos de inversión, deben elaborar proyectos y presentarlos al ente rector del riego y drenaje, para que éste emita un informe de concordancia de estos proyectos con los principios y objetivos del PNRD. Los proyectos no deben ser vistos como «requisitos», sino como la oportunidad de responder a las genuinas necesidades territoriales, a partir de un diálogo entre todos los actores del riego y el drenaje, que priorice los intereses nacionales.