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MINISTERIO DE DIOS EN TRES
Ministerio de Dios en tres días.
A los amados santos de Dios, llamados a nacer de nuevo por la palabra de verdad que viene por gracia y misericordia del Dios y Padre. Oro por revelación y entendimiento en conocimiento de Él para que descubran ese tesoro escondido entre los velos del corazón, que por gracia y verdad tenemos en Cristo Jesús, Señor Nuestro.
Introducción “Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos”. Salmos 103-19. Solo existe un Dios vivo y verdadero “EL YO SOY” El altísimo como la existencia misma. “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Deuteronomio 6:5. Marcos 12:29-30. 1 Corintios 8:6. El Dios de vivos, no de muertos. Lucas 20-38.
“Él Padre me llamo, Él Hijo me redimió y Él Espíritu Santo me transformó”
Cada persona de la trinidad tiene su ministerio y función y son una misma sustancia. Dios Eterno es uno: Dios y Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. El Dios único y verdadero, altísimo como la existencia misma se revela en tres personas. Con una misma naturaleza la divina sustancia de Dios en ellos. Ministerio del Dios y Padre, del Dios Hijo y del Dios Espíritu Santo. El Ministerio del Dios y Padre: La relación del hombre con Dios es iniciada por la voluntad del Padre y es validada por Ministerio del Hijo y ratificada por el Ministerio del Espíritu Santo. Él es Dios y Padre de Cristo y nuestro Padre también por su misericordia. Gálatas 1:4, Filipenses 4:20. Si el mundo, la religión, la familia y la misma iglesia nos rechazan; Dios es y seguirá siendo nuestro Padre si nos volvemos a Él. “Pero tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre”. Isaías 63:16. Dios y Padre, ordena y dispone todos los asuntos de acuerdo a su propósito. Hablo y el universo fue creado con su palabra, El soberano de la
creación. Salmos 103:19. En Él está la redención y la provisión. Romanos 11:34,35,36. La divinidad preexistente desde la eternidad hasta la eternidad del Hijo de Dios, del Cristo. Juan 1:1,18. “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”. Colosenses 1:15. La esencia divina del Dios y Padre, expresada y revelada a los hombres a través de su Hijo. “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” Hebreos 1:3. La imagen misma de la sustancia de Dios, en el Hijo. La verdadera naturaleza, de su esencia divina El Padre está en Hijo y El Hijo en el Padre. Dios es uno. Jesús es un nombre: Jehová Salva y Cristo es un título El ungido, El Mesías Él encierra la naturaleza y sustancia de Dios. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, (Emanuel, Dios con Nosotros Isaías 7:14) y el principado sobre su hombro; (nuestro guía y nuestro Rey; reinado por siempre) y se llamará su nombre Admirable, Consejero,
(Dios Espíritu Santo) Dios Fuerte, Padre Eterno, (Dios y Padre) Príncipe de Paz (Dios Hijo)” Isaías 9:6. Si queremos conocer al Padre debemos conocer al Hijo. El que ha visto al Hijo ha visto al Padre. Juan 14:9 El Espíritu Santo o Espíritu Santo de Dios que es lo mismo. Presentado como la tercera persona de la trinidad, no es un poder religioso o cósmico. Tiene sentimientos y se entristece Efesios 4:30. En el tiempo de Dios, porque de Él son los tiempos y las sazones, este gran misterio será revelado a sus santos. La Biblia lo manifiesta, Jesús lo revela a su iglesia, es una verdad espiritual. El Espíritu Santo es el Consejero Admirable, el Maestro divino, El Consolador y guía para siempre de los creyentes. El Espíritu es omnisciente como Dios (1 Corintios 2:10,11. Isaías 40:13,14.) Omnipresente (Salmos 139:7,10) tiene emociones (Efesios 4:30) intercede (Romanos 8:26,27.) tiene voluntad (1 Corintios 12:11) Omnipotente (Lucas 1:35.) Eterno (Hebreos 9:14) La Santa Trinidad, aparece al menos en dos ocasiones interactuando conjuntamente, según la Biblia. El Dios y Padre habló y se abrieron los cielos y declaró que Jesús era el Mesías y el Hijo reafirmó las normas de justicia de Dios al bautizarse, y aprueba el mensaje de Juan sobre el arrepentimiento como puerta al Reino de los
cielos el Espíritu Santo, ungió a Jesús para su ministerio, descendió en forma de paloma, símbolo de ternura, inocencia y mansedumbre del Jesús que fue ofrecido por el pecado del mundo. Mateo 3:16,17. La siguiente ocasión tiene lugar en la sinagoga de Nazaret: Jesús entra para dar cumplimiento a la profecía dada por Isaías aproximadamente setecientos años antes de Cristo. Isaías 61:1,2. Los judíos fueron escépticos e incrédulos por conocer el origen terrenal de Jesús. La presencia del Dios y Padre sobre la sinagoga estaba validando el acto solemne de su Hijo amado y el Espíritu Santo estaba ratificando el mensaje y la unción sobre la congregación. Lucas 4:17, 18,19. Dios es uno y nuestra relación debe de ser equilibrada con las tres personas de la Trinidad. El Padre llama por su buena voluntad, agradable y perfecta; el Hijo redime paga nuestro rescate con su sangre, muele nuestros pecados, los vuelve polvo y los arroja al viento del olvido e inscribe con tinta indeleble nuestro nombre en el libro de la vida. El Espíritu Santo con su poder y fuerza portentosa sustenta al hombre y lo transforma, lo lleva al conocimiento de la verdad, con su energía divina nos trasforma a la imagen e identidad de Cristo. “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para
que el mundo crea que tú me enviaste”. Juan 17-21 La obra fundamental del Espíritu Santo es colocar a los amados bajo el señorío de Cristo Jesús. El 13 de octubre del 2015 hora 5:00 am. En una noche de inmensa angustia y desolación en la cárcel tuve un sueño: Se abrió el cielo y entre las nubes azules y blancas, aparecieron unas manos que me entregaban algo que no podía ver aun y una voz firme y suave me dice: “Recibe de las manos de Dios”. Aun no era testigo de lo que estaba recibiendo, de las manos del Dios Altísimo y Sublime. Él de su voluntad me levantó entre los muertos, me sedujo, me enamoró y aunque mi carne se resistía, me arrastró con su amor y poder para reconciliarme bajo la Cruz. ¡Creí en las buenas nuevas del bien! Creí, si creí en el milagro de la cruz Él escribió con tinta indeleble mi nombre en el libro de la vida, Él nos predestino, nos reservó de antemano desde antes de la fundación del mundo. Amén ¡Aleluya! El Ministerio de Dios en tres días tiene el propósito de presentarle a usted hoy “La Salvación”, amado lector. Léalo en tres días y medítelo por más tiempo; este libro está escrito por un hombre que solo había escuchado hablar de Dios, pero jamás le había conocido. Como su título lo indica está diseñado para ser leído en tres días. A su autor le llevó tres años y seis meses en prisión
entender las verdades espirituales que hoy comparte con usted. Este libro tiene garantía de vida eterna, porque a eso nos llama la esperanza en Cristo. Oro, para que lo lea y medite en el mensaje porque está escrito y fundamentado en la verdad, en la palabra de Dios. “Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”. 1 Pedro 1-25. Para caminar en justicia y santidad. Jesús nos exhorta a vivir en la palabra, “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”. Lucas 4-4. “Mi Señor; tú sabes lo que pienso, tú sabes lo que anhelo, ves desde mi interior, a través de mis ojos ¿Cómo puedo sorprenderte? Tú lo sabes todo habitas dentro de mí”. “sdC” Este libro lleva las notas de un hombre cautivo, arrepentido y agradecido con Dios por su misericordia y amor, vínculo perfecto entre Dios y el hombre. Está escrito con el corazón y la pluma de la verdad apartado de los afanes del mundo aprendió obediencia y fidelidad (propósito de los desiertos) y vive la Biblia desde la perspectiva de Dios que lo libre de empañar la verdad. No busca reconocimiento, ni absolutismos, sólo busca testificar y dar a conocer el camino, la verdad y la vida en Cristo Jesús, Señor Nuestro. Juan 14:6.
Entre realidades visiones y sueños soy un hombre afortunado, que comprendió que su prisión y cautiverio que le sobrevino como maldición fue su mayor bendición; el quebrantamiento y humillación, su salvación. Conocí a mi Señor en esta tribulación, de persecución, prisión, cadenas y humillación. Me tomó algún tiempo transitar por la vía de la reconciliación, torpemente empecé a caminar sin conocimiento buscando luz y el lucero de la mañana alumbró mi corazón y me guio por el camino de la fe. “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará” Isaías 35-8. Tomé el camino correcto recibí la Salvación, que mi Señor Jesús prometió a los que creen en su nombre y me envió un guía, un maestro espiritual, un consolador, un admirable Consejero y compañero.
DIA UNO: Ministerio del Dios y Padre. (El llamado)
Escrito esta: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, si no de Dios que tiene misericordia”. Romanos 9:16. El llamado viene del Dios y Padre, del Dios Altísimo como la existencia misma. El llamado es un regalo de Dios al hombre. “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. Santiago 1:18. Mi Señor, me llamaste aun sabiendo “que tenía esculpido con el cincel de hierro y punta de diamante el pecado, en las tablas de mi corazón” Jr. 17.1. Me diste un corazón nuevo y con el cincel de la verdad me marcaste, y en mi mente renovada pusiste tus mandamientos me volviste en mí, has domado mi orgullo y soberbia has devuelto mi razón, moliste mis pecados y como polvo los arrojaste al viento del olvido.
Por tu voluntad, y misericordia te diste a conocer a mí en visiones, sueños, y realidades. “Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.” 1 Corintios 1.28. En mi angustia y desolación en una noche obscura
me acosté, derramando mi alma en lágrimas, me quedé dormido; triste y desconsolado, en mi sueño tuviste compasión de mí y me mostraste un cielo abierto, en una dimensión desconocida entre colores azul y blanco extraordinariamente hermosos, algo que nunca vieron mis ojos; en un cielo abierto aparecen dos manos gigantes con un manto blanco y una capa azul y una voz como el viento suave me susurra al corazón “Recibe de las manos de Dios” vi las manos vacías aun no podía ver lo que me entregaba, y se retiran muy despacio entre las nubes y de la sensación tan agradable desperté y volví a dormirme con una sonrisa, y treinta minutos más tarde, aparece entre las nubes otro mensaje “Meditad en el primer libro de mi nuevo pacto” Sorprendido de tal acontecimiento y agradecido con Dios medito en el mensaje e inicio a leer el libro de Mateo en el Nuevo Testamento, empiezo a conocer al Dios de la creación y de mi salvación. Inicia mi relación con Él. Empiezo a leer con mucho entusiasmo y pasión, a la vez me surgen muchas dudas y mi ignorancia acerca de Dios es inmensa; avanzo en el camino de las dudas a la fe. Cada vez que leo y escucho, me convenzo más que las sagradas escrituras proclaman una verdad definitiva y que la Biblia es la voz del Dios viviente, es una espada de fuego que arde en los corazones sedientos de luz como antorcha en la oscuridad. Comprendí que, si
quiero conocer a Dios debo pasar tiempo con Él, pues se muestra a quienes le buscan de todo corazón y si quiero permanecer en su presencia, debo caminar en santidad y justicia todos mis días. “Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano diciendo Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos” Hebreos 8:11. “Avanzo en mi caminar de las dudas a la fe” “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. Apocalipsis 3-17 Te empiezo a conocer tu Santo Espíritu me convenció del pecado en que me encontraba; comprendí que viví en desobediencia y obscuridad durante 52 años haciendo mi voluntad en el trono del yo, creyendo que todo lo podía y que Dios no era necesario en mi vida. No aparecías en mi agenda.
Aunque tenía todo lo material, todo lo mundano; poder y dinero, además preparado en varias áreas del conocimiento humano, un hombre de éxito, según el mundo, mi vida estaba vacía; estaba muerto en vida, y no lo sabía así transcurrió mi vida, hasta que un día, mis
pecados llegaron a su límite ante los ojos de Dios. En el pináculo de mi vida materialista, la ambición, la soberbia, la vanagloria en la depravación total, en que se encuentra el hombre natural cuando no conoce a Dios, lancé la peor ofensa a Dios, puse en duda su existencia; creía que todo lo que tenía lo habría logrado con mi capacidad y desde la cumbre del egoísmo y codicia “mi alto trono” exclamé ¡Dios no existe! Logro todo lo que deseo, tengo todo lo que quiero. Le había dado la espalda a Dios lo ignoré, lo excluí de mi vida y permanecí en el pecado, haciendo lo malo delante de Dios.
Desiertos. Dios me aparto con amor para tratar conmigo comprendí que los seres humanos seremos llevados a diferentes desiertos en esta vida, problemas, enfermedad, cárcel, accidentes o muerte; pero hay un momento para el hombre en el cual el sufrimiento y la aflicción lo mira justo a los ojos. Porque el hombre ha sido destinado al sufrimiento por la caída adánica desde que nace, la maldición de la desobediencia esta sobre él, y la mujer da a luz con dolor y el nuevo ser nace llorando y si no es el caso entonces le provocan dolor para que llore. El alma viene de Dios y es pura, pero al nacer
se contamina con la muerte consecuencia del pecado y sufre de orgullo y codicia, veneno mortal inyectado en su corazón, por la maldición original. Llega a un mundo contaminado, ocupado y tomado temporalmente por el enemigo. El hombre debe ser probado en su corazón. Las pruebas le ayudan a aprender obediencia y fidelidad a Dios. “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”. Deuteronomio 8-2. Muchas dudas cruzaban por mi mente, me preguntaba: ¿si era justo que yo pagara por este Adán? ¿Por un hombre que falló? Mi respuesta era no, claro que no, el Espíritu me convenció que Jesucristo vino a este mundo a padecer una muerte vicaria como siervo sufriente en obediencia y fidelidad en su vocación de servir a Dios como autor y consumador de la fe en la cruz. Con el propósito sustitutivo y de carácter único represento el pecado universal para dar vida y vida en abundancia a todo aquel que en él cree, Él mismo le cree al Padre, es fiel a su propósito y obediente a la voluntad de su Padre. Primero: Fue aceptado por el Padre como sacrificio propiciatorio para aplacar la ira o furor de Dios por el
pecado. Jesucristo bebió hasta los sedimentos de la copa de la ira de Dios para satisfacer al Dios y Padre. Fue aceptado por Dios para morir sustitutivamente por la humanidad, fue bien recibido y aplacó la ira divina, Segundo: Entonces camina al lugar llamado Gólgota, lugar de la calavera, cargando el peso de la Cruz, en obediencia a la voluntad del Dios Padre y Tercero: En el altar de la consumación ejecuta la obra de fe más grande del mundo y vence la muerte. Destruyó las obras de satanás y acabó con el pecado y su consecuencia, la muerte. En conclusión: Puedes escoger seguir a Cristo o seguir al mundo, ahora puedes tomar del árbol de la vida eterna y vivir para siempre, porque ya no está custodiado por querubines y espada de fuego que evitaba llegar al camino. Él es el camino, la verdad y la vida. Toma: “El árbol de la vida, Cristo Jesús”. Adán fracaso en la prueba y Jesucristo retoma la misma escena, supera las dificultades y despoja a todos los principados y potestades de maldad y exhibe su triunfo en la cruz. Nos coloca en una posición mucho mejor que la de aquel entonces porque hoy conocemos la verdad y tenemos la oportunidad de escoger libremente; conocemos el bien y el mal y el velo de los ojos y del corazón se nos cayó. Él borró la transgresión del pecado y la muerte de una vez y para siempre. ¡Solo sigue sus pisadas!
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. 1 Pedro 2-21. “Esperé siete mil años para ver la luz de Jesús”. sdC. En un sueño el señor me dijo que mi alma espero siete mil años para ver la luz de Jesús, alumbrar mi corazón. “Tenemos también la palabra profética (Pedro llama palabra profética a la Santa Biblia) más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” 2 Pedro 1:19. Solo la palabra de Dios puede iluminar nuestra obscuridad. “Cristo Jesús es la única puerta para entrar al Reino de Dios y el camino para llegar al trono de la gracia del Dios y Padre”.
Humillación ante Dios. “Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos”. Salmo 119:71 Comprendí el propósito de la humillación. Nos despojas de nuestras fortalezas, y nos desvistes de la soberbia, arrogancia, orgullo, codicia y vanagloria; nos haces caminar desnudos delante de todos para
avergonzarnos, para desgastar y quebrantar nuestro ego y avanzamos descalzos sobre la arena y bajo el sol ardiente de las miradas del mundo. Hasta que entendemos que estamos en el mundo pero no somos del mundo. Jesús dijo: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Juan 17-16. No somos del mundo, pero Jesús nos envía al mundo para que le demos a conocer. Llamados a testificar la presencia de Cristo en nuestras vidas. Somos llamados a ser testigos de Cristo al mundo, La humillación y las pruebas sirven para revelar la naturaleza de nuestros duros corazones, rebeldes y torcidos; en mi desierto baje a las profundidades del abismo; me rodearon las corrientes de mi maldad, estaba en el pozo de la muerte, en el pantano del estercolero de la ignorancia, en la oscuridad del alma y las densas tinieblas que envuelven el pecado. Cuando sentí que mi corazón desfallecía y mi alma se apartaba del cuerpo y caía por un túnel cada vez más alejado de la luz, entendí que estaba por llegar al profundo hoyo de la muerte abismo sin fin. Acercándome al silencio eterno, en mi angustia y desesperación, con el último aliento de vida, de todo corazón invoque tu nombre “Cristo Jesús” me arrepiento de todos mis pecados, perdóname ten misericordia de mí y clame desesperadamente la oración
que nunca dejas de contestar, ¡Señor sálvame, sálvame! Sentí un brazo poderoso que me sujeto me sustento, y en lenguaje espiritual me dijo: “no temas yo te redimí te puse nombre mío eres tú.” Isaías 43.1b. Los Desiertos nos quebrantan, nos hacen polvo, entresacan lo bueno de lo malo y nos limpian de toda impureza. Los desiertos reducen la esperanza que ponemos en los hombres, pues los vemos como lo que en realidad son, solo hombres que dependen del aliento de vida que Dios les da. En los desiertos aprendemos obediencia y fidelidad a sus mandamientos y total dependencia de Dios en Cristo Jesús. El Espíritu Santo estará con nosotros como estuvo con nuestro Señor Jesús, lo sustentó, lo preparó y lo envió a cumplir con su misión. Así mismo nos entrena y nos equipa a nosotros para el cumplimento de nuestro propósito. Mateo 4.1, 4. Además nos somete al señorío y gobierno de Cristo. El proceso es doloroso, no es una victoria instantánea, hay pruebas y sufrimientos, debemos mantenernos firmes en la fe durante la prueba. Debemos entender que estamos siendo transformados. “Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. Salmo 119-67
Arrepentimiento: Un día de cumpleaños, el Señor me dijo en un sueño: “Hijo vuelve a mí” entonces entendí que el arrepentimiento era eso, volverse, regresar a Él. “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Hechos 3-19. Dios y Padre, quiere que regreses y que vuelvas a Él, por lo tanto la entrada al reino de Dios es el arrepentimiento genuino, el camino es Jesucristo y él guía y compañero de viaje el Espíritu Santo. Dios promete alivio, consuelo, prosperidad y salud para el corazón al estar en su presencia. Él va a utilizar todos los medios necesarios para un arrepentimiento genuino y demandará, Primero: Que te vuelvas a Él, retorna a colocarte bajo su total dependencia como en el principio. Segundo: Cambia tu manera de pensar. Tercero: Laméntate de tu manera de vivir, busca a tu Dios y Señor de misericordia y amor “porque Él no quiere la muerte del que muere”. Ezequiel 18:32. Dios disciplina al que toma por hijo. “Porque el Señor a quien ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo”. Hebreos 12:6. “A los que amo, yo los reprendo y los castigo; así que
muestra tu fervor y arrepiéntete” Apocalipsis 3:19. Recibe la corrección para que vivas. “Tu juicio será sobre el rechazo o no del evangelio de Cristo” no lo olvides nunca. La única respuesta que importa será tu aceptación o rechazo al evangelio de Cruz. Ahora bien, la Biblia nos enseña que las pruebas, los sufrimientos, las angustias y la tribulación en algún momento de nuestra vida tocarán a nuestra puerta y nos verán justo a los ojos. “Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción. (Job 5:7) Los sufrimientos, son inevitables, pero Dios nos promete a través de su palabra que de todas nuestras aflicciones nos librará si creemos en sus promesas y entramos en su reposo. El profeta Jeremías exclama “Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción” Jeremías 16:19a. Nuestro Señor Jesús nos recuerda que en el mundo tendremos aflicción (tormento), pero debemos confiar en Él, pues ha vencido al mundo, vivamos en la paz que sobrepasa el entendimiento del hombre, la paz que solo en Cristo Jesús se vive. Juan 16:33. La paz que trae: salud, bienestar, prosperidad del alma y felicidad. Entremos en su reposo, ese reposo que no es más que la renuncia de querer imponer nuestra voluntad a la voluntad de Dios.
El reposo es rendirnos a su voluntad. Él siempre tendrá el control de todas las cosas grandes y pequeñas. Todos los asuntos están en sus manos. Dios tiene el control de nuestros tiempos y Él ordena nuestros pasos cuando los pies de Cristo desplazan los pies del hombre natural, empezamos a caminar con Él y en Él entendemos que Dios ha planificado, desde siempre los plazos y los tiempos. Él puede modificar o cambiar cualquier situación en su sabia y soberana voluntad a nuestro favor, ahora bien, recibe esta bendición “Él cambiará si nosotros cambiamos” y caminamos con Él, confiamos en Él, dependemos totalmente de Él, siempre inclinará todas las cosas a nuestro favor si nosotros inclinamos nuestro corazón a Él. Recuerda que Dios escribe la historia por siempre. “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía”. Salmo 37:5,6. Cuando hay arrepentimiento genuino, entonces viene el perdón y la restauración, pues es una promesa de Dios a lo largo de toda la Santa Biblia, desde el principio hasta el fin, lo podemos ver desde Génesis 3:14 desde entonces ya el “protoevangelio” estaba determinado y la primera profecía mesiánica proclamada, con el propósito de levantar al mundo caído. Cristo vino a restaurar y a
salvar lo que se había perdido. “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Lucas 5-32. El arrepentimiento genuino lo ilustra la Biblia en varias narrativas veamos una entre tantas: la del rey Manasés: De los 20 gobernantes en la historia de Judá. Manasés fue el peor. “De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel: Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto”. 2 Crónicas 33:1-3 “Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon: por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés
que Jehová era Dios”. 2 Crónicas 33:10-13. Ese es el propósito de los desiertos y las pruebas llevarnos al arrepentimiento, restablecer una relación íntima con él, orar de todo corazón y con pasión, implorar perdón y anhelar su misericordia para obtener sublime gracia. Dios es bueno y siempre te dará su perdón si hay arrepentimiento. Dios tenía un plan de rescate y restauración para mí que alcanzaría a mi familia, no sin antes pasarme por el fuego purificador de la prueba, la preparada para mí era la más dura, la cárcel para los que tienen el corazón de piedra inflado de orgullo, codicia y soberbia, además una dura cerviz. Dios nos conoce a todos, es nuestro Hacedor y sabía que la cárcel era necesaria para votar la venda que cubría mis ojos y mi corazón, empecé a clamar al Dios del cielo y de toda la tierra. Entonces me di cuenta que encontraba entre serpientes y escorpiones, espinas y cardos, tierra sedienta de almas perdidas, débiles y confundidas entre la luz y la oscuridad, entre lo bueno y lo malo. Que Tú fortaleces al débil y doblegas al fuerte. “Él puede humillar a los que andan con soberbia” Daniel 4:37b. Y dice el Señor. “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Santiago 4:6b. Ahora bien, “humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere el tiempo” 1 Pedro 5:6.
En la prueba comencé a caminar por fe creyendo y confiando en el Dios de Abraham, Isaac e Israel. Descubrí que es un Dios de vivos y no de muertos, el único Dios que ha existido por siempre, Jehová de los ejércitos, Padre de nuestro Señor Jesucristo, él Dios Creador del universo. Alto como la existencia misma.
El propósito de las pruebas El propósito de las pruebas en los desiertos es instruirnos en obediencia y fidelidad para caminar en fe, no por vista. El quebrantamiento o sufrimiento: Sirve para desinflar el globo del orgullo, la soberbia y la codicia. Estamos inflados por el ego que nos hace flotar por el aire y elevarnos sobre nuestra ignorancia; vemos de arriba para abajo al hombre. Estamos leudados, el polvo de hornear infla la masa, la soberbia inflama el corazón. El quebrantamiento, nos hace polvo, sirve para deshacer lo que no es y hacer lo que es; como vasijas de barro restauradas como el alfarero quiere. Revestidos de Cristo y renovados en su Espíritu, para volver a ser lo que antes éramos, desde el principio. Dejamos atrás la naturaleza animal como dice el proverbio “El perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el
cieno” 2 Pedro 2:22. ¿Cuál es la solución para que el perro no se coma su vómito y la puerca vuelva a revolcarse en el lodo? Tienen que cambiar su naturaleza. Debemos apropiarnos de la naturaleza divina de Cristo. La soberbia no tiene nada que ver con el hecho de tener dinero o posición social. El alma viene pura porque viene de Dios, pero al nacer en la carne se contamina con la muerte y enfermedades terminales de codicia y orgullo que nos llevan a la muerte eterna si no son sanadas por la cruz y la sangre de Cristo. He aprendido que cuando te arrepientes Dios te restaura y el Señor quitará todo enojo contra ti por tu desobediencia e infidelidad, ratifica su pacto y su promesa de amarte eternamente y para siempre. El cáliz se trasladará a tus enemigos y tendrán la misma oportunidad de arrepentimiento que tú, esa es la sublime gracia de Dios, con buenos y malos. Los que te afligieron serán afligidos y a ti te toca orar por ellos para que Dios abra su entendimiento y encuentren el camino a su salvación en Cristo Jesús. “Así dijo Jehová tu Señor, y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: he aquí he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, los sedimentos del cáliz de mi ira; nunca más los beberás, Y lo pondré en mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma: Inclínate, y pasaremos por encima
de ti. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, para que pasaran. Isaías 51:22,23.
Respuesta positiva del creyente. La selección, el llamado y la fe, en respuesta positiva del creyente. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Dios en su sabia soberanía, lo dispone de esa manera, si tú sientes ese llamado, Dios te seleccionó, escogió y sabe que regresarás a donde perteneces desde el principio: A la roca, a la cantera de donde fuiste sacado. Isaías 51;1 Debes humillarte y reconocer el Señorío de Jesús, y cederle el trono del “yo” a tu Señor, deja que gobierne tu corazón. Recibe su misericordia y gracia para salvación. Se fiel y obediente tu libertad llega hasta el límite del Señorío de Jesús. “Como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí.” (Romanos 9:13). Aun estando en el vientre de su madre Esaú y Jacob no habían hecho, ni bien ni mal, pero Dios ya había escogido a Jacob, antes del vientre de Rebeca; lo escogió, le cambio nombre, Israel lo llamó. Lo eligió como especial posesión, como su heredad, como su amor eterno. Se determina nuevamente un día, “Hoy” te selecciona a ti, te escoge, amado hermano. “Si oyes hoy
su voz, no endurezcas tu corazón”. Hebreos 4:7b ¡Gloria a Dios, eres escogido, eres llamado, eres amado, Dios espera una respuesta positiva de ti, ¡con fe y en fe! ¡Créelo! La fe es creer en las promesas de Dios. La fe se activa por medio de las obras, declara con tus labios los acontecimientos futuros, no como posibilidades sino como realidades sustanciales conforme a las promesas de Dios. Aprópiate de las promesas de Dios, como armas poderosas de guerra contra los ataques del enemigo y del hombre. Forja tu carácter como aguerrido y valiente soldado de Cristo, demuestra tu valía en el campo de batalla. Existen aproximadamente siete mil promesas en la Santa Biblia aférrate a ella, como ancla de tu alma. Aprende a conocer los tiempos de Dios son diferentes a los del hombre, Moisés escribe: “Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche”. Salmo 90:4. El Apóstol Pedro, nos recuerda que para Dios un día es como mil años y mil años como un día. 2 Pedro 3:8. “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” Hechos 1:6-
7. Tiempos, cronos expresa la duración de un periodo. Kairos primariamente una medida apropiada o ajustada tiempo. Sazon expresa tiempo oportuno o características de los periodos. Diccionario W.E. Vine. Lo cierto es que Dios mismo es el tiempo y tiene la potestad sobre los tiempos y los momentos oportunos. El tiempo del hombre es administrado por la Soberanía de Dios. Él desea una relación personal con el hombre y que vuelva a colocarse bajo su total dependencia. Tiene planes de paz y de bien para el hombre. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11). Recibe la paz de Dios que te ofrece, salud, bienestar, prosperidad y felicidad. Su Nueva Creación tendrá el fin que espera.
DIA DOS: Salvación. Ministerio de Hijo de Dios, Cristo Jesús.
El estado natural del hombre es este: “Muerto por sus delitos y pecados” “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”. Romanos 3:23,24. La Biblia es sincera cuando habla de nuestra condición cuando desconocemos a Dios. Estamos ciegos de nacimiento y solo la luz de Jesús puede alumbrar nuestro entendimiento e iluminar nuestro corazón. El infierno es una realidad espiritual con la que se encontraran los que rechacen a Cristo Jesús, porque Él es el camino la verdad y la vida. El infierno no fue preparado para los seres humanos fue preparado para el diablo y sus ángeles y por su puesto allí terminaran las almas engañadas arrastradas por el pecado y rebeldía de rechazar la salvación “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Mateo 25:41. Lo que Jesucristo preparo para ti, fue una morada en la casa del Dios y Padre en los cielos de Dios. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Juan 14:2.
“Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús. Hebreos 3:1” Apóstol representante de Dios ante los hombres y Sumo Sacerdote representante de los hombres ante Dios. Cristo Jesús él único mediador y representante.
La necesidad de la Salvación. ¿Qué es el pecado y cómo es perdonado? Pecado, de la raíz hebrea ht` significa: Errar en el blanco o desviarse del camino. La Biblia no da a conocer detalladamente desde cuándo existe el pecado, pero sí nos indica cuándo este, entra en la vida del hombre. La maldición que genera la desobediencia es la muerte. Muerte que nace de la expulsión del hombre del Edén. La muerte es consecuencia del pecado, separación de Dios y el hombre. “El remedio para la muerte es Cristo Jesús”. Dios ha vencido al pecado y la muerte en Cristo y esa es la victoria de los cristianos y las buenas nuevas que la Biblia nos enseña; por la obra completa y redentora de Cristo, estamos libres de culpa y de juicio por el pecado y justificados ante el Juez de Jueces en el sitial de honor. Por medio de Moisés Dios envía a los hombres la normativa moral para la convivencia en santidad entre
ellos. Pero la salvación es por gracia (gratuita) por medio de Jesucristo; así mismo el convencimiento de pecado y conocimiento de la verdad es a través de su Santo Espíritu que reposa en los corazones que deciden recibir a Cristo como su salvador personal. “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”. Juan 1:17. El Perdón de pecados en el Antiguo Pacto y en el Nuevo Pacto: Antiguamente si una persona pecaba sacrificaba un cordero; el pecador colocaba sus manos sobre la cabeza de la víctima para pasarle sus pecados y este era degollado. Cada vez que se presentaba el pecado en el pueblo debía realizar ese ritual. Así mismo en fechas importantes se realizaban sacrificios de distintos animales. El sacerdote realizaba un sacrificio primeramente por sus pecados y otro sacrificio por los pecados del pueblo, año con año. Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de la expiación, Levítico 4:29. Los hombres pusimos sobre Cristo nuestros pecados y Él puso sobre nosotros su justicia y su perdón. “Y le quitará toda su grosura, como fue quitada la grosura del sacrificio de paz, y el sacerdote la hará arder en el altar sobre la ofrenda encendida a Jehová; y le hará el sacerdote expiación de su pecado que habrá cometido,
y será perdonado”. Levítico 4:35. Los rituales de sacrificios que se realizaban de acuerdo con la ley por el pecado eran nada más una prefiguración del sacrificio que vendría a realizar Dios en Cristo, el Cordero sin mancha que vino a quitar el pecado del mundo, no a cubrirlo sino a quitarlo de una vez y para siempre. Escrito esta: que no hay expiación de pecado sin derramamiento de sangre. Levítico 17:11. Porque el pecado quita la vida, se requiere entonces que se pague con sangre la deuda, la sangre de los animales inocentes solo cubría el pecado temporalmente. Jesucristo ofreció pagar la deuda por el pecado del mundo con su sangre divina de una vez y para siempre y así restaurar el Nuevo Pacto. El hombre había perdido el derecho a la vida por el pecado y Dios colocando su amor de Padre y su misericordia por encima de su justicia, ha provisto del único camino para la entrar confiadamente a su presencia. “Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.” (Hebreos 2:17)
A Jesucristo Hijo de Dios y Gran Sumo Sacerdote,
le debemos el perdón de nuestros pecados, la salvación y las coronas acreditadas a nuestras almas de todos los bienes celestiales venideros en esperanza de vida eterna. Podemos entrar al trono de gracia confiadamente y en pleno conocimiento que nuestra deuda fue pagada en la cruz. Ya no somos deudores. Más nos debemos a Dios en Cristo Jesús. Él nos demanda obediencia y fidelidad que andemos en sus caminos, que le amemos y que nos amemos unos a otros, nos exhorta a que nos acordemos de los extranjeros, de la viuda, del huérfano, que los cubramos y les compartamos de nuestro pan. Isaías 58- 6,7. El humillarnos delante de él, va más allá de postrarse; es realmente cederle el sitial de honor en nuestro corazón. Demanda mansedumbre delante de los hombres y más aun con los hermanos en la fe. Enséñanos a caminar en tu voluntad. Jesús, es la puerta y la entrada al Reino de Dios. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi” Juan 14:6. Antiguamente, los sacerdotes eran mediadores entre Dios y el pueblo, por lo tanto debían presentar su ofrenda al sacerdote y este presentar la solicitud de perdón a Dios. Había tres puertas: la del atrio (patio, altar del holocausto; hasta allí, llegaba el pueblo) otra para entrar al Lugar Santo (aquí entraban los sacerdotes día a día) y luego para llegar al Lugar Santísimo (Solo entraba el Sumo
Sacerdote, una vez al año para ofrecer sacrificio por la nación) Esta tercera puerta quedo abierta para todo el pueblo, sin más mediador que Cristo, en cualquier lugar y hora podemos invocar el nombre de Dios. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” 1 Timoteo 2:5. Por Cristo, podemos entrar hasta la tercera puerta, al Lugar Santísimo, a la misma presencia del Padre Eterno. Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo: Esta es la estructura del tubérculo, (tienda, armable) haciendo una parábola con el cuerpo humano: Atrio, (cuerpo). Se inicia el proceso de descontaminación, limpieza del templo, atrio, (cuerpo) de toda impureza por el fuego purificador de la prueba, comprendí que debo de cooperar con El Espíritu Santo de Dios, para ser liberado de las cadenas que me sujetan porque estoy cautivo a un cuerpo que se descompone por la ley de la corrupción, del pecado y la muerte. El profeta Isaías lo describe muy bien; somos podridas llagas de los pies a la cabeza que se descomponen y mueren día a día. “Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”
Isaías 1:6. Lugar Santo, (alma) Lo primero que se forma en todo hombre es el corazón. “El corazón connota el fuero interno, el hombre interior, es la fuente de las acciones del ser humano. El corazón es la fuente de deseo y voluntad en el hombre, es el centro de las emociones, del conocimiento y de la sabiduría como sinónimo de la mente. Prácticamente, es el centro de la conciencia y del carácter moral”. Diccionario W.E. Vine. El Lugar Santo y El Lugar Santísimo estaban divididos por un velo, ese fue rasgado en la cruz y se abrió de una vez y para siempre por la sangre de Cristo. Lucas 23:45. Hebreos 10:19-20. El Lugar Santo, nuestra alma aquí descansan todas nuestras emociones y capacidades volitivas, la toma de decisiones, el libre albedrío, aquí se decide creer o no creer, aquí se toma el pacto y compromiso con Dios; aquí se reconoce el señorío de Jesucristo en lo secreto; Dios y Jesucristo conocen nuestros corazones y los examinan así como nuestras mentes, además debemos confesar con nuestra boca, miembro de nuestro cuerpo y del ámbito público que Jesús es el Señor. Jeremías 17:10. Apocalipsis 2:23. Que si confesares con tu boca que Jesús es el
Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” Romanos 10:9.
Lugar santísimo (espíritu) Al Lugar Santísimo; habitación privada, cámara secreta, no puede entrar carne ni sangre. Solo transitan por el velo los guiados por el espíritu. Allí está la misma presencia del Dios Altísimo, podemos entrar, solo revestidos y justificados por la sangre de Cristo, con su espíritu tenemos acceso al lugar Santísimo. Así como el agua es a los peces, así el mundo natural es al hombre, él no puede entrar al reino de Dios, tiene que ser revestido de la naturaleza divina de Cristo Jesús, que nos abrió una nueva senda de justicia y santidad hacia el lugar santísimo con su carne. Hebreos 10:20. Fue nombrado por Dios Padre, como apóstol (representante de Dios ante el Pueblo) y sumo sacerdote (representante del pueblo ante Dios.) Teniendo ahora un Gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios. Hebreos 10:21. Todos los días debemos santificarnos y lavarnos en su sangre preciosa porque todos los días nos contaminamos en este mundo caído. “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. Hebreos 10:22-23. “La sangre de Cristo está íntimamente ligada con la vida y muerte” sdC Jesucristo, la máxima revelación de Dios al hombre, no dijo jamás aprendan de mi a resucitar muertos, a dar vista a los ciegos, a caminar sobre el agua, más bien dijo: “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” Mateo 11:29b. El único camino es la cruz y puerta al Lugar Santísimo ¡Jesucristo! Para entrar a la presencia del Padre. No existe otra avenida, no existe otra puerta. Solo podemos adorar en Espíritu y en Verdad, si reconocemos al que murió en la Cruz y se levantó del polvo, para habitar en nosotros. En otras palabras, sólo podemos ser adoradores en espíritu y en verdad, si tenemos a Cristo Jesús como nuestro Señor y gobernador en nuestro corazón; si el Espíritu de Dios o Espíritu Santo que es lo mismo habita en nosotros, que nos llena a medida que nos santificamos y transitamos en sus caminos. El Espíritu de Cristo nos lleva al Padre. “Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre”. Efesios 2:18.
Nuevo nacimiento: “El Espíritu Santo implantó su semilla en mi corazón por la palabra de verdad”. El nuevo nacimiento ocurre por la intervención y voluntad del Dios y Padre, con la aceptación de Jesucristo en nuestro corazón y con la acción del Espíritu Santo, la Santa Trinidad obra en forma conjunta, y los cielos están de fiesta en cada nacimiento de un hijo de Dios. El hombre que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús refleja humildad de espíritu delante Dios y manifestará su mansedumbre delante de los hombres en las relaciones de convivencia. Será reconocido inmediatamente como hijo de Dios. Cuando nace alguien en nuestra familia natural siempre buscamos marcas distintivas. Ahora; el amor, la humildad y la mansedumbre serán marcas del cristiano nacido de nuevo. Esas virtudes representan el carácter de Dios, manifestadas en Cristo. “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” Colosenses 1:15. Si alguien distingue en nosotros esas marcas seguro hemos nacido de nuevo y tenemos un Padre Celestial y somos hijos del Dios Altísimo, hermanos pequeños de nuestro Señor Jesucristo. “Cuando hay arrepentimiento viene el perdón y la
restauración por la promesa de Dios” Lo primero que se forma en todo ser humano es el corazón, es el centro de la voluntad. Allí descansa el cúmulo de emociones. Cuando se nace de nuevo lo primero que cambia nuestro Señor es el corazón, nos quita el corazón de piedra y lo cambia por uno de carne y el espíritu de hombre lo sustituye por el Espíritu de Dios, que nos lleva al conocimiento de la verdad. Dios y Padre transforma nuestro corazón. Hablando del nuevo nacimiento, veamos dos historias diferentes, ambos fariseos, uno busco a Jesús y a otro Jesús le sale al paso inesperadamente a los dos les ilumino el camino al reino de Dios. Nicodemo y Saulo Tarso= Pablo. El Señor los había escogido y sellado con su Espíritu. “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Juan 3:4-5. Nicodemo ya había sido llamado a nacer de nuevo, solo que aún no lo sabía. “Les dijo Nicodemo, él de noche, el cual
el era
que uno
vino a de ellos:
¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta. Cada uno se fue a su casa” Juan 7:50-53. Nicodemo con carácter timorato de querer agradar a los hombres, y a Dios, lo cual es imposible, hace una defensa tímida y débil de Jesús, pero valiosa. Lo suficientemente valorada que se menciona en las Sagradas Escrituras. “También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos”. Juan 19:39. En este pasaje vemos a José de Arimatea y Nicodemo nuevamente, miembros del Gran Sanedrín, compuesto por 71 miembros entre fariseos (mayoría) y saduceos (minoría) crucificaron a Cristo Jesús. Estos fariseos por sus acciones podemos deducir que habían sido transformados por la cruz de Jesús, se consideraban amigos de Jesús y que lo estimaban. Estos hechos sucedieron conforme a la palabra de Dios, escrita por el Profeta Isaías: aproximadamente setecientos años antes del nacimiento de Cristo. “Y se dispuso con los impíos
su sepultura, (los dos malhechores colgados. Lucas 23:39,43) más con los ricos fue en su muerte; (José de Arimatea y Nicodemo) aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca”. Isaías 53:9. Ahora veamos antes de su conversión a Pablo el fariseo de fariseos. “Más yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Hechos 9:3,4. Con Pablo es diferente la narrativa, su conversión sucede de una manera sobrenatural; proclama ver a Cristo glorificado, lo describe con la apariencia del Hijo de Dios como una luz resplandeciente, tan resplandeciente que ni el sol de mediodía pudo opacar su luz súper brillante y con poder portentoso, lo derribó del caballo, los que iban con él vieron algunas cosas, mas no oyeron la voz de Jesús. Pablo específicamente, perseguía a Jesús y precisamente es él quien se le aparece sorpresivamente y le pregunta: Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Hechos 9:4,5. Dios se muestra al que le place y de manera que solo Él, elige. Pablo fue encontrado por la salvación y
Nicodemo él busco. Dios me encontró a mí y te busca a ti. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20. Nacido de nuevo, con un corazón nuevo, lleno de un espíritu nuevo, regenerado. La Biblia nos enseña sobre el nuevo nacimiento desde una perspectiva unificadora de la palabra viva de Dios. (Plan diseñado por Dios desde la eternidad hasta la eternidad. Antiguo Testamento y Nuevo Testamento) La doctrina del nuevo nacimiento tiene su fundamento en las siguientes escrituras: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. Ezequiel 36:26-27. En el libro del profeta Ezequiel se anuncia abiertamente el nuevo nacimiento y se determina el proceso de restauración para el pueblo de Dios. El camino, la verdad y la vida están solo en Cristo y la redención a través de la cruz. No hay nuevo nacimiento, sin reconocer al que resucito primero Jesucristo el Hijo del Dios altísimo. De lo que estoy completamente seguro es que el propósito de Dios es redimirnos y
rescatarnos, hacernos nacer de nuevo por su palabra y de su voluntad. Transitando por el Nuevo Testamento, 27 libros, encuentro tesoros como esta preciosa palabra, entre otros pasajes hermosos. “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. (Tito 3:5). “El Espíritu Santo implantó su semilla en mi corazón por la palabra de verdad”. ¡Y nací de nuevo! ¡Amen, Aleluya! Ahora bien, ¿yo podía hacer algo para nacer de nuevo? absolutamente no. “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, dice Santiago, el Espíritu Santo engendra la semilla santa de Dios en mi corazón por medio de la palabra de verdad, inmediatamente empieza a crecer Cristo en mi corazón regenerado con la instrucción del Espíritu Santo de Dios para moldearme a la imagen y semejanza de Cristo Jesús, ¿para qué? “para que seamos primicias de sus criaturas.” Concluye el pasaje de Santiago. Ahora bien ¿Por qué? Por el amor de Dios a la humanidad, que ve en cada uno de nosotros reflejado a su amado Hijo, ese amor se extiende a nosotros por misericordia. El Dios y Padre es la fuente del Amor y la Cruz el medio. “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre”. 1 Pedro 1:23. ¡Somos la iglesia de la resurrección en Cristo Jesús Señor nuestro! El proceso de restauración y regeneración para el hombre se cumple en el mismo instante que se anuncia la resurrección de Cristo, nuestra esperanza de vida eterna. ¡Amen, aleluya!
DÍA TRES. Transformación: Ministerio del Espíritu Santo.
El rey David también comprendió que al tener un corazón limpio y puro podía alcanzar la imagen y semejanza de Cristo y lo expresa de esta manera: “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza”. Salmo 17:15. Solo los maduros espiritualmente verán por si mismos a Dios.
“La transformación no es un suceso es un proceso”. Quedamos ligados a un proceso de conformación y de transformación al carácter e identidad de Cristo. Quedamos unidos a Cristo Jesús en la salvación y somos transformados a su imagen y semejanza progresivamente, somos mudados y cambiados a su apariencia. Transitamos por sendas de justicia y santidad, hasta que la obra de Dios se perfeccione en nosotros en el día de Jesucristo. La salvación es inmediata, la santificación es paulatina y progresiva. “El plan del Espíritu Santo es llevarnos al conocimiento de la verdad y transformarnos al carácter de Cristo” Jesús es primer ejemplo de la obra terminada. Así como El Espíritu Santo de Dios estuvo con Nuestro Señor Jesús desde la concepción, nacimiento, crecimiento y entrenamiento para transitar por los desiertos de la vida hasta llegar al altar de la consumación por los pecados del mundo. El Espíritu Santo, hará su obra
en nosotros y nos acompañara desde el momento que decidimos seguir a Cristo y lo recibimos como nuestro salvador personal, nos fortalecerá en vida nueva y nos preparará en el transitar por los desiertos, para pelear la buena batalla, terminar la carrera y guardar la fe hasta el último de nuestros días. 2 Timoteo 4:7. Dios ha levantado una ola de nivel internacional, y el mover del Espíritu Santo de Dios está sobre las naciones, ha derramado su Espíritu sobre toda carne, confirmando lo dicho por el profeta Joel, que en los últimos tiempos se daría un movimiento de tal magnitud, sin que nadie pudiera atribuirse dicha hazaña. Hechos 2:1617. Pero además promete que todo aquel que invoque el nombre de Dios será Salvo. Joel 2:32 y Hechos 2:21. Dios nos habla y se da a conocer de muchas maneras: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” Hebreos 1:1,2. Dios de una u otra manera se muestra al hombre para que no tenga excusa de no creer en Dios, es una decisión de vida o muerte eterna. Creer o no creer es una decisión. “Porque las cosas invisibles de él, su eterno
poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. Romanos 1:20. El único Dios y Juez de vivos y muertos, se revela y manifiesta de varias maneras: Abraham logro a través de la fe, que Dios lo viera como un amigo. “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo”. Isaías 41:8. La sublime gracia de Dios y su inmensa misericordia manifiesta en sus promesas. Dios se mostró a Moisés en una zarza ardiendo. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Éxodo 3:2. Jehová El gran nombre “YO SOY” se complació de revelarse a Moisés, desde una zarza ardiente. Dios demanda un corazón limpio y puro para conocerle y le veremos de muchas maneras. “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven”. Job 42:5. Dios se manifestó a Job, a través del sufrimiento y la aflicción. El rey David lo vio a través de la creación. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos”. Salmo 19:1. Si en verdad queremos conocer a Dios, debemos
conocer a Cristo. “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” Colosenses 1:15. La perspectiva de los cristianos descansa en la esperanza de ser transformados en la semejanza de Cristo. Es nuestra motivación diaria de caminar por sendas de justicia y santidad, hasta el día de Jesucristo. “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”. 1 Juan 3:2. Hemos muerto a la carne y estamos revestidos de su naturaleza divina glorificados en Él, porque nuestra nueva vida está escondida con Cristo en Dios. Colosenses 3:3. Los llamados a ser conformados a imagen y semejanza de Cristo, participemos de este llamamiento celestial con gozo y cumplamos nuestro propósito, fuimos seleccionados, desde antes de la fundación del mundo. Para que aun sin merecerlo somos hechos, hermanos menores de Cristo nuestro Señor. Nosotros pusimos nuestros trapos de inmundicia y pecados sobre él y Él puso su justicia y gloria sobre nosotros. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos” Romanos 8:29. Ahora bien, mi velo cayó y fue abierto mi entendimiento y logró visualizar, como cristiano hijo de Dios, una perspectiva unificadora de la palabra del Antiguo Pacto con el Nuevo Pacto, un lenguaje idéntico, puedo decir codificado y editado por el Espíritu Santo de Dios, que inspiró a más de cuarenta siervos de Dios para escribir su voluntad en un periodo de mil quinientos años, hombres que vieron a través del tiempo por el poder del Espíritu Santo. (año1, 405 A.C al año 95 D.C) “El diseño del plan eterno de Dios” Me doy cuenta que treinta y nueve (39) libros del Antiguo Pacto hablan de la historia del pueblo de Dios y su promesa de salvación; y veintisiete (27) libros del Nuevo Pacto hablan de su salvador, Jesucristo y el establecimiento de su Iglesia. Los sesenta y seis (66) libros se complementan unos con otros en un perfecto hilado o entretejido de una historia que solo Dios pudo escribir con la pluma de la verdad. Vemos desde la creación hasta la consumación, desde la eternidad pasada a la eternidad futura que “El Juicio de Dios” viene sobre la humanidad, destino eterno de recompensa o castigo. La Santa Biblia en sus 66 libros constituyen la Palabra de Dios plenaria (inspirada en todas sus partes
por igual) 1Coritios 2:7-14; 2 Pedro 1:20-21. Santos de Dios, muchos incrédulos, niegan el Juicio Eterno y la Segunda Venida del Hijo de Dios, dicen que no se ha cumplido ni se cumplirán tales profecías, ignoran que a muchos de ellos ya les llegó el juicio antes que el arrepentimiento. Desde el momento que Jesucristo murió en la Cruz y resucito, llego el Juicio de Dios, más los hombres no lo entienden, no quieren oír, se volvieron de mente endurecida y obstinado corazón. Todos los hombres sin excepción nos presentaremos al seguro “Juicio de Dios”. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí;( Pecado: espíritu de rebelión en contra de Dios. Una sola pregunta se hará en el juicio ¿Rechazó o no el evangelio de Cristo?) de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; (Justificados por la sangre de Cristo) y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Juan 16:8-11. El juicio ya se ejecutó en contra de Satanás y sus aliados, ya fueron vencidos y derrotados en la cruz. Para probar la solemne certeza del Juicio, para todos los hombres. El Juicio empezó con la iglesia purgada y justificada por la sangre de Cristo y limpiada por su palabra, como esta escrito: “Matad a viejos, jóvenes y
vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo”. Ezequiel 9:6 La Casa de Dios es la Iglesia. “Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”. 1 Timoteo 3:15. El Juicio de Dios empieza por su casa. Cuanto más serán juzgados los impíos, los necios que rechazaron el evangelio de la Cruz, y se ríen del pecado. “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” 1 Pedro 4:7. En nuestra comparecencia ante el Juez de toda la tierra, se hará la siguiente pregunta en el banquillo de los acusados ¿Acepto o Rechazo el evangelio de la Cruz? En ese preciso instante se determinara el futuro eterno; justificado o condenado por su sangre. ¡En la Cruz de Jesús cabalga la vida o la muerte! A los incrédulos no los podemos hacer entrar al reino de Dios por medio de argumentos. La evidencia de los hechos maravillosos y sobrenaturales que les
presentemos deberán ser acompañados de la presencia del Espíritu Santo de Dios para que los lleve al conocimiento de la verdad. Nos corresponde a los cristianos levantar a Cristo, hablar de las maravillas que hizo en nuestras vidas nuevas, así como Moisés levanto a la serpiente en el desierto, nosotros debemos levantar al Hijo del Hombre. Juan 3:14. Hijo de Hombre, titulo favorito utilizado por Jesús que contrasta con Hijo de Dios, destaca la humanidad de Cristo, que unió el cielo a la tierra. Hijo de Hombre, ideal, perfecto y verdadero representante de la raza humana. Él, es la escalera para subir al cielo. Es necesario levantar al Hijo del Hombre en estos postreros tiempos, y entender lo de aquel entonces: El pueblo de Israel se desanimó y hablo en contra del Señor y de Moisés porque no había ni pan ni agua, se cansaron del pan caído del cielo (maná). Entonces El Señor, envió entre el pueblo serpientes ardientes que los mordió y murió mucha gente. Hasta entonces el pueblo de Israel, reconoció que había pecado delante Dios, y Moisés oro y El Señor le dio instrucciones de levantar una serpiente de bronce sobre un asta y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella vivirá. Dios proyectaba a Cristo en la Cruz, para darnos vida y sanarnos de los ataques y mordeduras de satanás a nuestras almas. Números 21:89.
Por último, ya salvados por gracia y nacidos de nuevo por el amor de Dios en Cristo, por nada debemos de preocuparnos, los sufrimientos y aflicciones siempre estarán llegando por alguna avenida a nuestra vida. Dios nos da la fórmula para vivir en paz, en medio de la tormenta. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:6,7. Shalom: Paz, integridad, bienestar, salud. Tranquilo y despreocupado. Diccionario W.E:Vine. Paz es todo lo contrario a conflicto o guerra, es una condición interna del corazón y de la mente que representan los dos campos de batalla del hombre. Reposo, Quietud y tranquilidad, reflejo del Dios de Paz y El Príncipe de Paz que la otorgan en su Santo Espíritu. La Paz nos reconcilia con Dios. Es perfecta armonía entre los hombres, que deviene de la mansedumbre de Cristo en nosotros. Vivir en paz. Ausencia de guerra. Las guerras son económicas, porque la raíz de todos los males es el amor al dinero. “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”. 1 Timoteo 6:10,11. No te afanes ni te preocupes por nada, es irracional y antinatural no resuelves nada con preocuparte. Ora, por todo con acción de gracias y lleva a la cruz todos tus asuntos confía en Él. ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. “¿Está alguno alegre? Cante alabanzas”.Santiago 5:13. No codicies nada, ten contentamiento con lo tienes y no sufras por lo que no tienes, pongamos nuestros ojos en Cristo, siendo Hijo de Dios no tenía lugar donde recostar su cabeza. No te compares con nadie, el creerte mejor te llenara de orgullo y el creerte menos te desanimara. La opresión del enemigo y la opinión pública o del mundo es un mal externo que empuja a muchas almas confundidas a optar por el suicidio, como una vía de escape a los problemas y tribulaciones, y en estos últimos tiempos satanás aprovecha esta confusión para arrastrar almas angustiadas al infierno. Dios demandara nuestra sangre y la de nuestros hermanos. Génesis 9:5-6 Los cristianos tenemos la mente de Cristo “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. 1 Corintios
2:16. En lugar de preocuparnos y afanarnos podemos meditar en el siguiente mensaje: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Filipenses 4:8. Siete virtudes en las cuales podemos pensar para reprender toda preocupación y angustia. Guardando nuestro corazón y nuestra mente en Cristo Jesús Señor Nuestro. No dejes que nada diluya o quite la paz de Dios en tu vida. Por lo tanto no quieras enfrentar los problemas con tus propias fuerzas, tu fortaleza y competencia viene de Dios en Cristo Jesús. Abandona tu autosuficiencia y aprópiate de la suficiencia de Dios. Aliméntate día a día con la palabra del Señor. Él guardó nuestra salida cuando venimos a peregrinar a este mundo y guardará nuestra entrada. En los últimos tiempos, como está escrito vendrá la apostasía de muchos (los que retroceden en la fe y habiendo conocido la luz vuelven a las tinieblas). Los poderes de maldad y el espíritu del anticristo que operan en el mundo intentaran negar el poder de la sangre de Cristo, además intentaran separar el seno de Abraham y evangelio de la Cruz, que nos provee la salvación y vida eterna. En pocas palabras, satanás y sus aliados redoblarán esfuerzos y harán los últimos intentos de confundir a las almas que aún están divagando por el
mundo, para arrastrarlas al infierno. Negando “El eterno Plan de Dios”. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” 1 Timoteo 4:1. Los comprometidos con el pecado y vendidos a satanás por nada, verán como todo se convierte en pasto de llamas, incluyéndolos a ellos. Somos apartados para Él Dios y Padre, en Cristo Jesús. Un pueblo de reyes y sacerdotes para su gloria. Hablo Jehová a Moisés diciendo: toma a Aarón y a sus hijos con él (Apartados y llamados en Cristo Jesús, para su servicio y reinar con Él.) Y las vestiduras, (Revestidos ahora de Cristo con las mismas vestiduras) el aceite de la unción, (Hemos recibido el mismo espíritu de Dios, ahora capacitados para el cumplimiento de la misión de pregonar el evangelio de la cruz. Arrepentimiento, perdón, salvación, restauración e ingreso al reino de Dios en Cristo Jesús.) El becerro de la expiación, los dos carneros, y el canastillo de los panes sin levadura; (Estas cosas prefiguran tan solo la sombra de lo que había de venir, Cristo Jesús, el cordero sin mancha que quita el pecado del mundo, en el antiguo testamento solo lo cubría. Preparado de antemano por Dios Padre para el sacrificio propiciatorio. Él es el pan de vida) y reúne a toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión. Y dijo Moisés a la congregación, esto es lo
que Jehová ha mandado hacer. Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavo con agua. (Los lavó, los santificó los purificó con su palabra. Somos lavados por el bautismo en agua para el perdón de los pecados en el nombre de Jesucristo. Hechos 2:38 y somos limpios por la palabra que nos ha dado. Juan 15:3) Y puso sobre él la túnica (sin ropas estábamos desnudos, ahora bien, tenemos las vestiduras santas, revestidos en Cristo Jesús, Señor Nuestro.) y les ciñó con el cinto; (Jesús es la verdad. Debemos ceñirnos a su doctrina y servicio. Predicó, Enseñó y Sanó) le vistió después el manto puso sobre el efod y lo ciñó con el cinto del efod, y lo ajustó con él. Luego le puso encima el pectoral, (Corazón, centro de todas las cosas donde descansa la fe o la incredulidad, la luz o la oscuridad, el amor o el odio. Corazón bueno y recto o corazón malo e incrédulo. ¿A dónde se inclina el corazón de los santos? A hacer la voluntad de Dios y a caminar en su justicia). y puso dentro del mismo los urim y tunim .(Ahora bien, El Espíritu Santo de Dios es el que nos guía a la comunión con Dios, y nos conduce al conocimiento de la verdad) después puso la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra, enfrente, puso la lámina de oro, (La renovación definitiva del pueblo de Dios se simboliza con una mitra “diadema” real en la mano de Dios. Isaías 62:3. La mente consagrada en Santidad a Jehová es la meta escrita en lámina de oro puro. Éxodo
39:30. Ahora tenemos la mente de Cristo 1 Corintios 2:16) la diadema santa, como Jehová había mandado a Moisés. Y tomo Moisés el aceite de la unción y ungió el tabernáculo y todas las cosas en él. Y derramo del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo. (La unción del aceite simboliza el derramamiento del Espíritu Santo sobre los hombres y las cosas, Dios los aparta para su servicio y cumplimiento de la Gran Comisión, equipa y suple necesidades básicas y especiales de sus santos que caminan en espíritu y en verdad). Levítico 8:1-12. El Espíritu Santo, en el nuevo testamento simboliza el fuego que arde en nuestros corazones como antorcha que guía nuestra vida nueva. Dios es un Dios generacional y eterno. En un sueño el Señor me dijo: “Los míos heredan a sus hijos mis mandamientos, como especial tesoro”.sdC. Del pueblo escogido de Dios y la Iglesia de Jesucristo se forma el Pueblo adquirido por Dios, “El Israel de Dios”. Dios siempre quiso un pueblo que lo ame con todo su corazón, con toda su mente, con toda su alma y todas sus fuerzas que instruya a sus generaciones en el cumplimento a sus mandamientos en fidelidad, obediencia, adoración y alabanza para su gloria. Y los exhorta desde siempre a oír su voz. “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncies las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9 Linaje escogido: Desde el principio mujeres y hombres fueron escogidos por Dios para darle cumplimento a su plan original. Empezando por los doce discípulos de Cristo, los setenta y los ciento veinte y luego los miles que fueron añadidos en el día de pentecostés, hasta los millones que hoy conforman la Iglesia de Cristo Jesús, su cuerpo en todo el mundo se amalgama. Los cristianos modernos podemos ser padres de generaciones creyentes y heredarles el linaje adquirido por gracia en Cristo Jesús a nuestra descendencia. Real sacerdocio: Bajo el Antiguo Pacto había diferencias y separación entre el sacerdocio y la realeza, pero ahora en el Señor de Señores, título nobiliario sin paralelo, por gracia de Él, somos reyes y sacerdotes para Dios. Apocalipsis 1:6ª. Soldados de Cristo, disciplinados, obedientes y caminando en su justicia y en apresto para la batalla vestidos con armas de luz, en contra de las huestes de maldad.
Nación santa: Ha llegado el momento que todas denominaciones de todas generaciones, de todas las naciones adoren a Jehová de los Ejércitos y a su hijo amado, nuestro Santo Señor Jesucristo.
Pueblo adquirido por Dios: Fuimos adquiridos por la sangre preciosa de Cristo. Por la muerte expiatoria del salvador del mundo. Su sangre está ligada íntimamente con la muerte y la vida para los cristianos; la muerte significa esperanza de vida eterna en Cristo Jesús, no es más que el umbral o la puerta a la eternidad. La sangre de Cristo nos libera de las cadenas del viejo hombre. Su muerte vicaria fue la presentación solemne de su vida a Dios, como ofrenda propiciatoria para aplacar la ira de Dios en contra del pecado del mundo. Él pago el precio con su vida.
Conclusiones: Nuevo Nacimiento. Llegué a una conclusión en este cautiverio y a una verdad revelada en el espíritu; Dios implanta su semilla santa por medio de su palabra de verdad en nuestros corazones; esa semilla mezclada con fe germina y va creciendo en nosotros; se forma la persona de Cristo en nosotros y El Espíritu Santo nos lleva a concebir la semejanza y apariencia de Cristo, entre más nos parecemos a Cristo pecamos menos y El Dios y Padre ve en nosotros pequeños cristos en desarrollo y crecimiento transitando en obediencia y santidad hasta llegar a la estura del varón perfecto. “Cristo Jesús es la suma y máxima revelación de Dios al hombre” Efesios 4:13. Esa es la meta: Todos los hijos a una misma estatura en gracia y caminando en su voluntad. Jesús dijo: “Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre”. Marcos 3:35.
El Plan Eterno Soberano de Dios Dios ha hilado perfectamente su plan salvífico desde la eternidad hasta la eternidad. Existe una continuidad fundamental entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El anuncio del nacimiento, vida, ministerio,
crucifixión, muerte y ascensión gloriosa de Jesús; el plan total y completo apunta a la Cruz, desde Génesis hasta Apocalipsis. Jesús de Nazaret, un nombre por sobre todo nombre predestinado por Dios y Padre, nacido entre los hombres, Dios- hombre, imagen misma de Dios, para levantar del polvo a los hombres. “Jesucristo Él Hijo de Dios: “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” Hebreos 1:3.
La Cruz de la Salvación, el único camino. La salvación y la bendición, al alcance de todos los creyentes. “Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gálatas 3:14) 2:10. El Espíritu Santo, nos acerca a los que estábamos lejos del seno de Abraham, y la misericordia de Dios nos alcanza y nos cubre en la persona de Cristo y nos apropiamos de su naturaleza y carácter que se manifiesta en nosotros, cuando caminamos en obediencia y fidelidad. La Cruz de Jesús que venció con amor: La viga
vertical de la cruz simboliza nuestra unión con Cristo y la horizontal, con nuestro prójimo. El cielo y la tierra unidos y salvados por la cruz. “Porque en él vivimos, y nos movemos”. Hechos 17:28. El símbolo de victoria de los cristianos es la Cruz de Jesús. Porque despojó a los principados y potestades el dominio y autoridad que ejercían sobre el mundo caído, triunfando sobre ellos en la cruz. Por lo tanto, debemos traer todas las circunstancias, afanes y problemas a la Cruz, y sujetar todo lo que nos sea contrario: actos, declaraciones, sentencias y problemas en contra nuestra, y proclamar victoria en el nombre poderoso de Jesús. Esperemos pacientemente las maravillosas promesas de Dios, en la compañía del Admirable Consejero y compañero que está con nosotros por siempre, para consolarnos guiarnos e instruirnos, con la ternura del pastor de nuestras almas. Desde el momento que Jesucristo murió en la cruz y resucito, se cumple la promesa de Dios en todos los cristianos de vida nueva, regenerados, si morimos con él, viviremos en él. “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. Colosenses 3:3. Nuestro viejo hombre está crucificado. Lo que vivimos en este cuerpo, lo vivimos en la fe del Hijo de Dios, andamos por medio de su Espíritu que mora ahora en
nosotros. Y Él permanece en nosotros por medio de su palabra. Romanos 6:4. Gálatas 2:20. Dios, nos instruye con su Espíritu Santo, persuasiva y permisivamente, nos deja actuar por la característica más grande que nos dio a los seres humanos, “La libertad de escoger”. Sin Cristo nuestra voluntad esta esclavizada al pecado. Solo en El Espíritu Santo de Dios, podemos ser guiados al conocimiento de la verdad. Jesucristo, Gran Sumo Sacerdote, a Él le debemos el perdón de nuestros pecados, la salvación y las coronas acreditadas a nuestras almas por todos los bienes celestiales venideros en esperanza de vida eterna. Podemos acercarnos al trono de gracia confiadamente y en completa humillación, en pleno conocimiento del pago de nuestra deuda. Ya no somos deudores. Más nos debemos a Dios en Cristo Jesús. Él nos demanda obediencia y fidelidad que andemos en sus caminos, que le amemos y que nos amemos unos a otros a los extranjeros, a la viuda, al huérfano, que los cubramos en amor y les compartamos de nuestro pan. El humillarnos delante de él, va más allá de postrarse; es realmente cederle el sitial de honor en nuestro corazón. Ya no más mi voluntad, sino más bien que en mí se haga tu voluntad. Enséñanos a caminar en tu voluntad. Jesús el camino la verdad y la vida, Él es la puerta al cielo, al trono, Lugar Santísimo a la misma presencia
del Dios y Padre. Juan 14:6 Dios busca adoradores en espíritu y en verdad, si los busca, es porque no es fácil encontrarlos, los cristianos debemos anhelar adorar en espíritu y en verdad. Veamos lo que dice la santa escritura: Juan 4:23-24 “Más la hora viene, y ahora es, cuando los verederos adoradores, adoraran al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Este pasaje bíblico está íntimamente ligado a Juan 14:6” Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no por mí”. Dios busca adoradores en espíritu y en verdad, hombres llenos del Espíritu Santo y su carne crucificada en la cruz, caminando en la fe del Hijo de Dios. Cristo en desarrollo y en proceso de crecimiento; Cristo Jesús, es la puerta y la vía para adorar en Espíritu y en verdad, nadie podrá adorar sin Cristo Jesús en su corazón. Gracias mi Señor por llenar nuestras vidas y completar nuestro ser, Espíritu, alma y cuerpo. En Cristo estamos completos. No, nos hace falta absolutamente nada. “y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. Colosenses 2:10.
La Santa Biblia “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Hebreos 4:12. La Santa Biblia, es palabra viva y eficaz que permanece para siempre, es la Palabra de Dios para todos los hombres termina como principia, capítulo uno y dos de Génesis origen o principio, explica en fe a los creyentes el origen o principio de todas las cosas, la primera creación en Adán; y en los capítulos veintiuno y veintidós de Apocalipsis, nos habla de la nueva creación regenerada en Cristo Jesús. Todas las cosas son hechas nuevas, las cosas viejas pasaron. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17. Por medio de nuestro Señor Jesucristo fue concedido a los elegidos por Dios un nuevo y mejor pacto que el antiguo, pues Jesucristo, por medio de su muerte, nos libró de las cadenas del pecado y de la muerte.
La Gran Comisión Apartados para Dios en Cristo Jesús, debemos cumplir con la Gran Comisión, evangelizar a todos los
hombres, porque de ellos se componen las naciones. “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén”. Marcos 16:1520. Dios, respalda su mensaje con milagros y señales sobrenaturales. La era de la sublime gracia del Señor llegó al mundo. Como siervos de Jesucristo, en obediencia y fidelidad debemos extender el amor de Dios a través del evangelio de la cruz. Cristo busca discípulos y seguidores que cumplan sus mandamientos, que se nieguen a sí mismos y exalten su nombre. Proclamemos y pregonemos la Segunda Venida de Cristo Jesús. (Parusía) si los ángeles anuncian con regocijo la venida de Nuestro Santo Señor Jesucristo, cuanto más nosotros. Porque somos llamados a ser testigos de lo que hemos visto y oído, las maravillosas manifestaciones de Jesús en nuestras vidas, y la obra transformadora del Espíritu Santo. “Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos
varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:10,11. Anhelamos la venida del Rey de reyes y Señor de señores, el León de Judá, Torre Fuerte, refugio de los cristianos que reposamos nuestra esperanza en Él, y sin temores permanecemos firmes en la fe, manteniendo nuestras posiciones como valientes y esforzados soldados integrantes de un ejército real y poderoso guiado por el comandante que jamás ha sido vencido. Lecciones aprendidas: ¿Que aprendí en estos tres años y medio de cautiverio? Aprendí a vivir la palabra de Dios, aprendí Obediencia y fidelidad en Cristo Jesús, es el todo del hombre; aprendí que Dios escribe la historia y sus tiempos, siempre ha tenido el control. ¿Dónde puedo encontrar a Jesús? Es una pregunta que exige una respuesta: Él estará donde prometió estar, dejo más de una dirección para visitarle. Lee estas citas, bíblicas, seguro allí le encontraras. Mateo 25:36-45. Hebreos 13:3. “Los Cristianos vivimos en aquel que creemos”.
Finalizo como empecé: Hoy puedo ver con claridad lo que había en las manos de Dios, ese día que se me aparecieron en el cielo: Me estaba regalando vida nueva, una nueva ciudadanía en el reino de los cielos, una nueva identidad con un nombre nuevo, inscrito con tinta indeleble en el libro de la vida, y sello eterno. Esos galardones son para todos los que creen en el evangelio de la Cruz. Lo que Dios me entrego de sus manos fue su sustancia, la esencia misma de la vida eterna, el regalo más grande para el hombre, hoy El Señor te dice: “Recibe de las manos de Dios” Vida eterna que Dios y Padre te quiere regalar en Cristo Jesús Señor Nuestro. Recibe su misericordia porque está por encima de su justicia, recibe su sublime gracia porque está llena de inagotable amor. Mantengámonos fieles al Señor, hasta el día de Jesucristo, o hasta que nos lleve a su presencia. Somos El Pueblo de fe, que camina como viendo al invisible.
Oración Oro por los santificados, que les fue implantada la semilla santa de Dios en Cristo Jesús por su palabra de verdad. Que alumbre sus corazones en el conocimiento
de la verdad y revelación de su palabra. Oro para que el Padre de Gloria nos permita entender la supereminente grandeza de su poder. Amén.
Oración para recibir a Cristo como Señor y Salvador. Repítela: “Señor Jesús creo que Dios te levantó de los muertos, lo creo en mi corazón para justicia y lo confieso con boca para salvación, perdona mi pecados, me arrepiento de todo corazón, inscribe mi nombre el libro de la vida. Amen. Romanos 10:9-10.
CUADRO DE JUAN 3:16 “Pacto”
PACTO DE DIOS PARA LA HUMANIDAD Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16 “Este pacto es para todos aquellos que sin haberle visto, CREYERON” F. _____________________