Estudio Ejemplo Internacional.
Estudio Ejemplo Latinoamericano.
TEXTOPOLIS Biografia graficada.
CONTEXTO 1
Profesores: José Luis Abásolo/ Juan Pablo Corvalán Coordinadores: Fernando Montoya/ José Luis Uribe Ayudantes: José Hormazábal/ María Consuelo Araya
Resumen Infográfico.
Estudio Ejemplo Local. UNIVERSIDAD DE TALCA
Escuela de Arquitectura
2012
INTRODUCCIÓN AL CURSO El principal objetivo del módulo es el de ejercitar la comprensión lectora y redacción en los estudiantes, así como posibilitar una introducción a la metodología de la investigación en base a la contextualización teórica y casos referenciales que se desprenden de una bibliografía acotada. Otro objetivo del módulo es sentar la base teórica del módulo de taller del tercer nivel en sus tres contenidos del año; territorio, residencia urbana y espacio público. Estos contenidos generan la bibliografía específica del módulo y es deber de los estudiantes interiorizarse respecto aquella bibliografía asociada a la primera, así como generar el estudio de casos de referencia que se desprenden de esa información teórica. Al término del bimestre el alumno será capaz de configurar una crítica de forma coherente, de obras y proyectos de arquitectura, espacio público y urbanismo a través de la revisión de textos teóricos específicos, obteniendo como competencias la capacidad de investigar preliminarmente y situar teóricamente relaciones en cuanto al entorno habitable presente. Finalmente podrá elaborar una opinión crítica e incorporar estas herramientas teóricas dentro del marco de trabajo de taller de arquitectura de tercer año.
infografia cuidad viva, cuidad compleja, cuidad collage el usuario en el acto transformador.
cuando los propios habitantes tienen la capacidad de entender sus propias necesidades, el concepto de autonomia se transforma solo en un concepto, se vuelve acto y ese acto no es la autoconstrucci贸n, sino que el el hacer.
JOHN TURNER
ER Crisis BIOGRAFÍA GRÁFICA a UR/NLa T N ad par H O J t
de la Modernidad.
er r Lib strui n o c
John F. Charlewood Turner es un arquitecto nacido en 1927, es una reconocida personalidad a nivel mundial, especialista en asentamientos urbanosRIy ocupación ilegal de terreno. Su BOE icospor el encuentro prematuro de interés por el tema t NO seécinicia A F cl TE Patrick e los escritos Sde Geddes (Biólogo, y Urbanista) y Lewis as Atl Mumford (Sociólogo, Urbanista). Ha trabajado durante cuatro décadas en el desarrollo de la teoría de práctica y herramientas de autogestión en viviendas y edificios de bajos recursos. A lo largo de sus trabajo, ha escrito una gran serie de libros sobre sus experiencias profesionales; En 1963 publicó su primera obra OBS C A J vivienda; entre sus libros más destacados académica sobre la n ANE J ica se presentan “Libertada merpara construir”, “el control del proceso a t de habitante de laa vivienda” (con Robert Fichter , Macmillar,1972) gre y “ Vivienda por la gente: Hacia la autonomía en los entornos de construcción” (1976). ER SCH S A I O ANCue vos del en 1954 conoce a Eduardo Neira, Tras recibirseFRcomo arquitecto, n s o
s pi quien lo envía aLoPerú. Realizando el viaje más importante dé su carrera, nci o pri anism el cual definiría finalmente el pensamiento de Turner hacia la vivienda. urb Realizo una serie de trabajos y programas de autoayuda en poblados de periferias en condiciones precarias; ahí con todo lo vivido, se CE percató que su visión profesional era exagerada y aislada “Ahora no PRI C s I a R trabajo para C los I con los usuarios”, al mismo tiempo EDusuarios, egi siIno rat ivas t s publico los textos de E atsus nuevos conocimientos, los cuales fueron per observados o por el mundo; gracias a esto se creó una nueva visión respecto a vivienda de autoconstrucción, llevando a Turner a ser nombrado el influente más importante Sdel siglo en asentamientos urbanos y HAA n el L O vivienda de bajo costo. co KO Ó
Si la
REM é pas o? u m ¿Q
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an bien la de autoconstrucción, queda a urb idea disposición de lo usuario, en lo que propone
Turner. En algún momento esto puede llevar a que el propietario pueda tomar las decisiones equivocadas, ya que este no tiene los conocimientos necesarios para construir un vivienda eficiente. Además provoca que los Arquitectos pierdan una gran importancia en la construcción de una obra, por lo mismo la intervención del usuario en el proyecto debe ser complementaria en la idea del arquitecto y de cierto modo deben trabajar a la par, para que la construcción se más eficiente, en el ámbito arquitectónico y de confort familiar.
A partir de sus experiencias de viajes y estudio en terreno, Turner entendió que la vivienda es un proceso dinámico y continuo, el cual el propietario en base a sus necesidades crea, modifica y organiza su propia vivienda de tal manera que se obtienen los mejores resultados, casas adaptables a circunstancias cambiantes de sus ocupantes. De igual modo el arquitecto debe relacionarse con el propietario, proyectar un diseño óptimo y adecuado para cada familia en particular. Conocimientos que deseaba llevar a las grandes ciudades de todo el mundo. Partir por cambiar el pensamiento pragmático de la construcción de vivienda.
John F. Turner. «Liberta di costruire, abitazione popolare, NER imposizione o adattamento» y en Lotus, núm. 8, septiembre de TUR para N H d 1974, págs. 144-153. O J rta e r Lib strui n co
“LIBERTAR PARA CONSTRUIR” John F. Turner
Alojamientos construidos por profesionales preparados para masas sin preparación. ERI
O s O B ctico N A é F l E c T s e a imaginar nos Sensena a
En las escuelas de arquitectura se l Atde ambientes perfectos. Cuando las limitaciones carácter social, financiero y político son tales que dejan muy poca libertad de acción a quien debe elaborar un proyecto constructivo, hasta los LA CRISIS DE LA MODERNIDAD. mejores arquitectos son incapaces de hacer mucho más de lo que han hecho mis colegas peruanos en Ventanilla, Lima S (uno de OBurbanas C A los muchos planes de viviendas populares para familias E J an JAN El arquitecto británico John F. Turner residió entre 1957y 1965 en de rentas bajas, muy bien proyectadas, financiadas y construidas ric e m a at Perú, estudiando los procesos de autoconstrucción de viviendas por iniciativa estatal). gre a los que debían recurrir la mayoría de habitantes de los nuevos Cuando los recursos administrativos y financieros de un gobierno barrios. El énfasis puesto en la recuperación de la capacidad de los son tan limitados, cuando las rentas personales se reducenRa CHE Spública usuarios para intervenir en la configuración del entorno constituía solo unos pocos dólares al año, cualquier intervención A OIS s con el NC una de las más claras críticas a la dictadura de los artistas y no pasara de ser extremadamente limitada Ren relación o l F A nuev os de s i o técnicos preconizada por las vanguardias y por el movimiento nivel de expansión demográfica y la afluencia personas a los L denc ip o pri anism moderno, basadas siempre en un proyecto universalizador. centros urbanos. rb u
De todas formas John Turner fue criticado por su visión romanticista, sus planteamientos herederos de los errores del socialismo utópico y su idealización de unas situaciones ligadas a la más extrema necesidad. Por todo ello Turner fue evolucionando en sus ideas e integrando las críticas que le habían dirigido. Ello le llevo a la defensa de un sistema autogestionario que evitase los extremos del predominante sistema heterónomo y la huida hacia la autarquía radical. Su texto Todo el poder para los usuarios (1976), publicado ya en Londres, intentaba integrar esta nueva dinámica a los grupos urbanos de los países industrializados. El artículo del que se publica una parte señalo uno los más importantes toques de atención hacia este tema.
La reducida productividad de la construcción subvencionada Ea los por el Estado se debe naturalmente en su mayor parte RIC P procedimientos adoptados, absolutamente Eincompatibles con RIC ias C D rateg as II la situación específica. Por lo general los Egobiernos, st ativ en total per del desarrollo o contradicción con el tradicional «procedimiento progresivo» de la masa de constructores privados, insisten en la construcción «directa» o «por licitación» de grupos completos de bloques de viviendas. AS LHA on el O O c K Ó
Es necesario hacer aquí una distinción esencial los REM éentre pas o ? pocos ¿Qu anism elementos insoslayables de un proceso constructivo (por ejemplo, urb el terreno, la mano de obra, los materiales y la financiación o las
caso internacional ER URN ara T p N JOH ertad r
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cementerio manila felipinas
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Prefiero vivir aquí porque todo el mundo es feliz ,tengan o no tengan dinero, “ nos ayudamos muchos unos a los otros y nadie es egoísta , es lo que me gusta de vivir aquí” es fácil de escuchar entre muchos de sus habitantes.
permutas), los numerosos componentes extremadamente variables (como por ejemplo, los viales, las calles de acceso, las redes de servicios públicos, los elementos comunitarios y las viviendas) y la infinita variedad de toda una serie de componentes que se pueden tomar o dejar en bloque. Como ya tuve ocasión de señalar en un informe sobre la construcción de alojamientos destinados a personas de rentas bajas en el México metropolitano, los instrumentos que se han de utilizar y las estrategias que se han de seguir varían enormemente de acuerdo con el «nivel» de la acción emprendida. La mayor parte de los organismos públicos encargados de la construcción de viviendas populares parte equivocadamente de la suposición de que el nivel más eficaz de acción pública en la construcción es el de realizar proyectos, es decir, suministrar productos acaba-dos en vez de los instrumentos que las gentes y organizaciones locales pueden utilizar por su cuenta de un modo mucho más eficaz. En un país como Perú, el resultado es que la inmensa mayoría de los urbanistas, ingenie-ros, arquitectos y quienes los contratan no creen aceptable ningún nuevo tipo de viviendas si no satisfacen las pautas materiales y estéticas que las clases medias de la sociedad industrial actual, infinitamente más ricas, consideran como el mínimo indispensable. Además, si no se puede alcanzar enseguida estos niveles resulta imposible avanzar en alguna otra dirección, incluso a costa de llegar a una sobreocupación extrema de las viejísimas viviendas ya existentes o forzar a la gente a apoderarse ilegalmente de un terreno público para poder construirse un cubierto a la buena de Dios. Más perjudiciales y contraproducentes que las pautas artificiales
impuestas generalmente por algunos particulares son, incluso (al NER menos cuando se trata de las viviendas populares subvencionadas TUR para N JOH ertad que por el Estado) los procedimientos administrativos llevan r Lib strui on a la creación de grandes centros urbanos cdotados de todos los servicios, pero infraocupados, en claro contraste con los asentamientos ilegales adyacentes, ocupados al máximo pero RI desprovistos de servicios y de autorización. BOE icos O t FANecléc todo El «estándar mínimo» absurdamente alto debe STEconseguirse as Atl de una vez. Así, aquella gente que necesita una nueva vivienda y está dispuesta a gastar tiempo y dinero y a no escatimar esfuerzos para construirse una casa, y que se halla potencialmente en condiciones de alcanzar con el tiempo los niveles requeridos, ve BSse ven como se le cierra oficialmente el paso. Estas personas ACO J E an de así obligadas aguardar la ocasión, generalmente JAN no deseada, ric e m t ala seguridad ade conseguir un crédito hipotecario —que les priva gre que buscan mediante la propiedad de la casa— o construir ilegalmente, recurriendo a menudo a apoderarse del suelo por la HER C S fuerza. Por lo demás, la realización de un plan de construcción del S A COI os N l A v e FR aproximadamente tipo de lo tomas o lo dejas en bloque cuesta nue os d Los ncipi i mo tres o el doble o, si se tienen en cuenta los costosprfinancieros, nis a b ur o incluso mejor cuatro veces más que una casa de nivel parecido en conjunto construida por uno mismo y desarrollada de manera progresiva. ICE PR IC ias R D g I CE ate s I r
a Est rativ La necesidad de construir libremente ope La inteligencia de mi amiga, la señora Romero, consciente de la situación en que viven ella y los constructores de las ciudades jóvenes vecinas, y la falta de sentido común de forasteros presuntuosos, AS como el abajo firmante, no son en absoluto sorprendentes. LHA on elSi O O c K Ó no prestamos atención a las exigencias de REMquienes pas o?deberán é u m Q s vivir con los resultados de nuestra actividad¿urybasiniatendemos a quienes deciden que es «bueno»
y que es «malo» para la gente más pobre y menos influyente, R habremos de saberTUcon casi matemática que nuestras RNEcerteza a a N ad p r H O hipótesis de Jtrabajo ert serán r incorrectas. Lo absurdo del contraste Lib strui entre los centros urbanos bendecidos por la aprobación con oficial y dotados de todos los servicios, pero deshabitados, y los asentamientos ilegales, completamente ocupados, pero I desprovistos de servicios, ensenan algunas cosas sobre OERnos B cos i O t N c sobre nuestra función de profesionales nuestra positionEpersonal FA léy ST as ec en un mundo Aen tl vías de urbanización.
El «alagado > en Brasil: un ecosistema «Vivienda», en el sentido que personalmente entiendo el empleo de esta palabra, significa actividad; no es, pues, un sustantivo sino una acción que describe a gentes en el acto de hacer cosas. En el caso de la actividad constructiva, las cosas producidas son las condiciones ambientales o el ambiente de alojamiento de una persona. Un ambiente, digámoslo de paso, solo lo es en virtud de la vida que se desarrolla en su ámbito. No se puede hablar de condiciones ambientales sin referirse a la gente que rodean, como no se puede hablar de vivienda en cuanto algo con un valor intrínseco separado de la gente que la habita. Volveré sobre este punto fundamental, que, una vez aclara-do, resulta una obviedad; pero de momento quiero solo subrayar el hecho de que para mí la construcción de una vivienda es un proceso que incluye los objetos materiales producidos o un ecosistema que solo puede entenderse mediante las relaciones reciprocas entre las personas, sus acciones y su ambiente.
La lección que yo y otros hemos sacado de esta experiencia y de estas observaciones esta resumida en un libro, Freedom to build (Collier-Macmillan), recientemente publicado: «Cuando los BS COdecisiones habitantes controlanJAlas más importantes y son libres n NE a A c J i para dar su aportación malerproyecto, a la construcción y a la gestión t a a e de sus viviendas, gr tal proceso y el ambiente resultante fomentan el bienestar social e individual. Pero cuando la gente no ejerce control alguno sobre las decisiones fundamentales del proceso R CHE S A constructivo y no tienen S ninguna responsabilidad, las zonas de COI os N l A v deobstáculo viviendas pueden para el pleno desarrollo de El «alagado» brasileño ejemplifica esta idea mía. Se trata de un FR resultar nue iosun s o p L i c sistema en evolución, donde la vida de la gente que lo construye la persona y unprpeso in ipara smo la economía.» an b r u y habita, sus técnicas constructivas y las formas y usos de lo que En otras palabras, hemos llegado por fin a admitir el hecho cada tales personas construyen, cambia en su totalidad y conjunto de día más obvio de que, mientras los diplomas académicos, amarillos tal manera que cada elemento se apoya en otro. ICE R P por el paso del tiempo, acrecientan realmente nuestra riqueza y IC as EDR ategi s II C nos confieren cierta no prueban que tengamos mayor r autoridad, a Est rativ e p capacidad de ocomprensión o una autentica autoridad. Pero, antes En un principio el asentamiento está constituido por viviendas de discutir el punto fundamental de quien decide y el problema de familias de Pescadores, construidas en el mar a cierta de quien paga nuestros servicios profesionales y quien los utiliza, distancia de la costa y accesibles solo en barca, durante dirijámonos al Brasil y establezcamos una comparación entre el la marea alta. Todo cuanto estas familias necesitan es una S l HAAcomparación «alagado» y el «conjunto», que, según espero, dará barca o una canoa tallada en un tronco y la tolerancia de las n e OOL co K Ó M s E a R más una explicación de la incongruencia de las «viviendas autoridades o de los vecinos que les consientan construir las é pcompleta o? ¿Qu anism barracas sostenidas por estacas con materiales cogidos en las decentes». urb proximidades o quizá incluso comprados, en el caso de que el
caso latino-americano previ-lima
AUTOCONSTRUCCION Y ROL DEL ARQUITECTO
"Un paisaje ya autoconstruido se potencia, por medio de articulaciones y necesidades únicas , pensadas solo para el usuario , favoreciendo la integración urbana de los barrios populares , nace una ciudad viva y compleja ensamblada de naturaleza y artificio”.
entorno se haya urbanizado. A medida que progresa la urbanización ER y a medida que la Tpesca a me-nos rendimientos, el agua se URN arda N ad p H O sustituye por Jre-lleno seco: en este tipo de asentamiento ert e material r Lib strui on especialmentecpobre los habitantes convencerán a las autoridades municipales, que se resisten a ello, a descargar las basuras de la ciudad debajo de sus casas. Esto les proporciona una fuente I OER co s beneficios: rebuscando en las alternativa o complementaria de B NO écti A F E ecl basuras recién todo miembro útil de la familia recoge STdescargadas as l t A los trozos de vidrio y metal vendibles, mientras los cerdos, criados por la misma familia, engordan devorando todo lo que encuentran y es comestible.
se invierten en la adquisición de bienes, inmuebles, que aumentan el bienestar y la seguridad de la familia, por no hablar del progreso en su position social. [...] Se entiende que, filosófica e históricamente, los «alagados» se pueden considerar parte integrante de una economía política basada en la explotación, como muchos de mis amigos no dejan de señalar. Eso es cierto, pero nada tiene que ver con lo que aquí pretendo demostrar, a saber, que estos sistemas extraordinariamente bien equilibrados no estaban ni planificados de antemano ni «proyectados». [...]
S Cuando el relleno seAha completado y con-solidado, se procede COB J E n N ca tierra y sobre este nuevo terreno a cubrirlo con JA una capa ride ame t a urbano pueden levantarse casas más resistentes; así el terreno gre aumenta continuamente su valor por obra de los habitantes (o de los sucesores que han ocupado su lugar), que ahora viven ER SCH A en un nivel económico Ssuperior gracias sobre todo al ecosistema COI os N A v el armonización entre las exigencias FR nen ue laoóptima mismo. Pensemos s d s i o p L nci smo y las prioridades de estas personas y su economía y pricambiantes ani urb ambiente, también variables. Al principio esta gente podía ser pobre entre los más pobres de la ciudad. Pero los pescadores pueden explotar de manera independiente y con capi tales mínimos su CE PRI C RI propia capacidad de trabajo ias no urbano para alimentar a la propia CED rateg as II iv mercados próximos cuanto les sobra. A Esten familia y vender los rat ope medida que aprenden a conocer la ciudad y sus mercados, estos Pescadores son capaces de mejorar sus propias perspectivas y su propio tenor de vida diversificando sus actividades, dedicándose, AASreciclaje por ejemplo, a trabajos y a la cría del cerdo. Estas Hde el OOL con K Ó M rentas añadidas sirven para mantener una familia cada vez más RE é pas o ? ¿Qu anism numerosa y, aurmedida que los nuevos miembros son, a su vez, b activos o productivos económicamente, los excedentes crecen y
Para terminar quiero dirigir la atención a los asuntos de autoridad y economía implícitos en la pregunta sobre quién es el que decide y quien el que consigue una cosa u otra en el proceso de la construcción de viviendas, preguntas que afectan, por tanto, directamente al problema de la función del profesional. Estas cuestiones más específicas siguen estando limitadas por las relativas al valor de la cultura, a las que anteriormente aludíamos. Por mi parte, apoyo la autonomía local e incluso personal en el campo de la construcción de viviendas —es decir, soy más partidario del ensamblaje y de las formas de «packaging» que de la producción de componentes—. Tengo una experiencia directa de la producción autónoma de ladrillos y sé que este trabajo es mejor dejárselo a las fabricas, donde pueden obtenerse autenticas economías en gran proporción.
Valores culturales y economía de la autonomía
Las tesis que junto con mis amigos mantengo en Freedom to build solo pueden entenderse plenamente en el contexto de las cuestiones superiores de los valores y la cultura. Nuestra percepción de los valores determina nuestra concepción del mundo en que vivimos y, por tanto, la naturaleza de la relación entre el mundo humano y el
natural —entre cultura (o civilización) y biosfera—. Pero las otras dos cuestiones de fondo dependen de la relación entre las personas y el ambiente que ellas crean —que plantea la cuestión de la economía— y de la relación entre las personas mismas —que plantea la cuestión de la autoridad, del poder y de la autonomía. El pasaje anteriormente citado de Freedom to build pretende señalar que la economía de los usuarios de casas populares va estrechamente unida al nivel de su autonomía. Esto implica, por ejemplo, que los «conjuntos», espantosamente antieconómicos, nunca se habrían construido si se hubiese concedido a los futuros usuarios algún control sobre todo el proceso, al menos en la medida de su aportación prevista: a fin de cuentas, los presuntos beneficiarios habrían tenido que pagar la mayor parte del costo financiero del proyecto. El hecho de que muchos de estos receptores de créditos hipotecarios, coaccionados y en contra de su voluntad, se nieguen, a menudo con éxito, a pagar sus cuotas da fuerza y valor a esta tesis.
dentro del sistema en conjunto.
NER TUR para N H lataconstrucción d económicosJOde r
Las disfunciones v los errores e r Lib strui resultan popular basada en una organización centralizada n co evidentes cuando los usuarios mismos mantienen el control de la mayor parte de los recursos necesarios para la construcción de las viviendas —es decir, cuando la mayor parte de la tierra, de la mano RI s BOE ic o la de obra y de los fondos líquidos utilizables para losNtrabajos de O t A éc F l E c construcción está controlada por las personas necesitan las ST que s e tla A casas, en claro contraste con las llamadas empresas «privadas» o con las denominadas «publicas». Así pues, para las naciones ricas el verdadero sentido de las ciudades jóvenes del Perú o de los «alagados» brasileños debe buscarse en el hecho de que estos sectores ejercen Saun un OB para la control de facto sobre el grueso de los recursos disponibles JAC E n JAN de la población. ica construcción de casas destinadas a la gran masa mer at
gre
a
En los casos descritos por mí, sus sistemas funcionan, en general, mientras que fallan los que nosotros construimos para ellos. R CHElos Sde Por más primitivos que puedan ser, los asentamientos A IS COdesarrollo Nel «alagados» y las ciudades jóvenes representan os l de FRA nuev os de s i o p una cultura autentica. A diferencia de nuestras urbanas, L viviendas nci mo pri anisde producidas a escala industrial, gran-des consumidoras energía, urb rígidas y de una vida cada vez más corta, aquellos no contaminan el medio ambiente, no ensucian a las personas y no profanan el sentido de la vida. En una palabra, no manchan: aRpesar ICE de P IC las su pobreza, a menudo espantosa, y a pesar Rde iasgrandes CED rateg as II En el terreno de la construcción de viviendas, como en otras privaciones personales, las acciones de estas personas Est tiv son una era p o muchas actividades, surgen siempre problemas cuando quienes exaltación de la vida humana. se ven impulsados a financiar, proyectar y construir no tienen nada que ver con quienes deberán utilizar y pagar lo que se haya construido. Cuanto mayores y más centralizados son los AS productores y menos tienen que ver con los usuarios (a los que, LHA on el O O c K Ó naturalmente, se consideran consumidores), tanto mayor es la REM é pas o? u m ¿Q anis probabilidad de contradicciones descomunales entre la oferta y urb la demanda y tanto mayores serán las fricciones y las resistencias El análisis se basa en un hecho simple pero a menudo desatendido. En cualquier sistema de intercambio o trueque donde se trate de bienes o servicios que las personas deben forzosamente pagar de una u otra manera la demanda real es una variable dependiente de la oferta prevista. En otras palabras, nadie venderá su propia alma si no cree poder obtener alguna cosa —aunque solo sea una disminución de la angustia producida por haber hecho algo fuera de lo común.
caso local campamento de peñalolen
asentamiendo ilegal y organización
“Los procedimientos administrativos que llevan a la creación de grandes centros urbanos dotados de todos los servicios, pero infra ocupados, en claro contraste con los asentamientos ilegales adyacentes, ocupados al máximo pero desprovistos de servicios y de autorización.”
STEFANO BOERI
ER BIOGRAFÍA GRÁFICA a UR/NAtlas T par N JOH ertad r ib
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Eclécticos
tru Stefano BoeriLces onsun arquitecto italiano nacido en Milán que a lo largo de su carrera se ha preocupado de los problemas sociospolíticos contemporáneos, siendo uno de los fundadores de la red internacional I OER cos Bsus “Multiplicity” que centra proyectos de investigación y estudios i O t N FA léc STE as ecurbana, además es co-autor de volúmenes en la nueva condición Atl como Mutations, Cronache dell´ Abitare y USE (Uncertains States of Europe), este último enfocado en las transformaciones urbanas europeas y cómo estos han provocado un quiebre tanto en la organización social como en la relaciónS con el medio ambiente. Es así como OB Boeri por medioE JAC N can JA de la publicación deamrevistas como Abitare y Domus (editor en eri at e r jefe de ambas) y exposiciones (La Documenta , Venecia Bienal, g Musée d’Art Moderne de la Ville de París, entre otros) ha dado a conocer e informar R CHE ASentender sobre la nueva formaSde y ver el urbanismo bajo las COI ocomo s N l A miradas queFpropone, son las de indicios, oblicua, franjas v R nue de os s i o p L yn de percepción laci de muestras. o pri anism Por medio de ularbcreación de su estudio Stefano Boeri Architetti, ha propiciado el desarrollo de numerosos proyectos como el ex Arsenale at Maddalena, la Casa Bosco y el proyecto Il Bosco Verticale, teniendo enPRICE RICnegativos claro los aspectos que ha traído la expansión urbana ias CED rateg as II t v s i europea, donde los márgenes de la naturaleza han sido pasados E rat opedel crecimiento descontrolado y no organizado a llevar a costa de las ciudades, lo que ha traído consigo la imposibilidad de constatar los límites de la ciudad, como claramente S l ocurre con la ciudad difusa de HAA n, e L Milán. De este modo Boeri O KO Ó co a través de sus proyectos, anhela M E R éque pas rescatar aquello hao? ¿Qu anism b estado siendourrelegado y en cierta forma excluido de esta nueva condición de las ciudades del viejo continente: la naturaleza,
extrayéndola e incorporándola a sus obras, como también el aprovechamiento de aquellos espacios vacíos de las zonas urbanas europeas que requieran de regeneración o reconstrucción. Sin embargo este crecimiento urbano no solo se ha presentado en Europa sino que también en el resto de los continentes donde esta condición ha generado nuevos problemas socios políticos, ocasionados muchas veces no sólo por el afán económico y por la expansión comercial territorial como en el caso de Houston, sino que también gracias a la concentración de recursos que ofrecen ciudades como Sao Paulo y Valparaíso. Estos centros urbanos terminan convirtiéndose en focos atrayentes para las personas que consolidan su presencia en el espacio generando nuevas construcciones, éstas terminan constituyendo un territorio difuso, confuso y enmarañado, en donde no se logra evidenciar el orden constructivo de las edificaciones y que por medio del enfoque de Boeri es posible entender cómo se conforma y ordena este nuevo territorio. En síntesis, la ciudad se ha expandido rápida y masivamente, pasando a llevar los espacios naturales en su trazado, convirtiéndose de esta manera en una densa masa urbana. En este contexto, a través de su estudio Boeri propone una nueva comprensión del orden territorial y como éste se conforma y estructura; a partir de esto sus proyectos están muy preocupados de incorporar la naturaleza a la ciudad y recuperar esos espacios públicos. Su gran interés lo ha llevado a buscar nuevas formas de contribuir, incursionando de este modo en ámbitos como la política en su natal Milán y la participación en jornadas como el Sao Paulo Calling, Beijing Design Week, y la futura Expo Milán 2015.
que nace de pensamientos individuales y, a su vez, determinan NER una los temas del discurso, las maneras de observar representan TUR para N H tad convención estable y fijan los códigos de unaJOcolectividad. r e r Lib strui n co
“ATLAS ECLÉCTICOS” Stefano Boeri
En “LO ORDINARIO “- Enrique Walker (ed.) 2003
Compendios de Arquitectura Contemporánea.
1.0
Maneras de observar
Hace algunos anos, reflexionando acerca de las características de la literatura fantástica, el crítico literario Tzvetan Todorov distinguía entre “temas de observación” y “temas del discurso”. Según Todorov, los temas de observación son aquellos que habitan las regiones más profundas del pensamiento individual, alii donde anidan los paradigmas de la subjetividad y reposan las estructuras del inconsciente antes de someterse a las obligaciones de la comunicación y a los códigos de la verbalidad, de la transcripción. Ver es un acto fundacional de nuestra relación individual con el mundo; respecto a las cosas, es un distanciamiento y a la vez un acto de posesión; estabiliza y determina la posición desde la cual toma la palabra un individuo. Cuando son compartidos, cuando se convierten en cultura, tradición y costumbres, los modos de observación constituyen, por tanto, un denominador fundamental de las relaciones sociales. Precisamente porque surgen de un acuerdo
Asimismo, en la evolución de las disciplinas científicas los temas relativos a la observación son más duraderos y conservadores que los del discurso: es en las técnicas de la visión, en los instruRI s BOE icolas mentos de la representación donde se depositan, Nde hecho, O t FA léc convenciones más persistentes y menos permeables STE as ec al cambio Atl dentro de una de un determinado paradigma científico. Cuando comunidad científica las palabras del vocabulario técnico comienzan a temblar, a deslizarse sobre las cosas, a fluctuar indecisa o frívolamente entre significados, sabemos que estamos asistiendo a un temporal que, aun siendo recurrente, es pasajero. Cuando, BS ACO en su lugar, la turbulencia se acerca a nuestros ojos,Jcuando ameE n N a A c J naza con cambiar nuestras convenciones visuales, nuestro ri modo e m a at de posicionarnos y de mirar el mundo, entonces gresabemos que se acerca un cataclismo. Las palabras oscilan, saben esperar, colocarse provisionalmente; los modos de observar son rígidos, están ER SCH enraizados en la subjetividad, son estratégicos, y cuando cambian A S COI s provocan desplazamientos radicales. RAN evo del F
nu os Los ncipi o pri anhoy ism inmersos parecen b ur
La arquitectura y el urbanismo europeos en uno de estos desplazamientos. Desde hace tiempo las técnicas de representación y los instrumentos de modificación del E resterritorio físico registran un estado de inestabilidad crónica RIC P pecto a su vocabulario que se ha consumadoEcasi as RICporicompleto; C D rateg as II y no es casualidad que las palabras que más deslizan sobre Estse tiv era p o las cosas, por ser demasiado vagas o reductoras, sean aquellas que se utilizan en los procesos de lectura y medición visual del territorio: términos como “partes de ciudad”, “monumento”, “tejido”, “borde”, “lugar central”, “periferia”, etc.4 La inestabilidad no AS el se detiene en las palabras: hace ya cierto tiempo Oque sentimos LHA O on c K Ó M s E a la inminente duda de que también nuestrasRformas tradicionales é p o? ¿Qu anism de observación están gastadas, que nuestros ojos no se enurb cuentran en condiciones de ver el espacio que nos rodea y que
habitamos. Como ocurre en toda revolución anunciada, la agitaER ción que inviste el paradigma URN ara visual de la arquitectura y del urbaT HN tad p JOandar nismo tiene un ambulante y, sobre todo, produce er oscilatorio, r Lib strui contratendencias conprovisionales, reacciones repentinas que, en determinados momentos, parecieran reconquistar la energía necesaria para aniquilar la mutación. A pesar de ello, no cabe duda de que RI ocurrido. OEha algo del todo irreparableBya s ico O FAN léct STE as ec tl
A 1.1 Distancia y caos
ciudad difusa de Milán y del noreste italiano, la conurbación de Amsterdam, La Haya y Róterdam, las regiones urbanas de Zúrich y Basilea, la ciudad territorio de Madrid o Atenas, la megalópolis parisina, etc.— se nos aparecieron como extrañas y amorfas figuras, privadas de límites claros respecto de las propias áreas externas, sin centra evidente ni clara definición entre las distintas partes. Ya no observamos las grandes, compactas y delimitadas ciudades que se mantenían vivas en nuestra imaginación y que habíamos aprendido a reconocer a través de nuestros libros de geografía, sino solo entidades dispersas sobre el territorio, indefinidas y sin márgenes.
Los satélites han forjado una profunda creencia en las disciplinas de la arquitectura y del urbanismo: para poder entender más cosas BS sobre el territorio, debe necesariamente verse más de él. Repentinamente, frente a la imagen transfigurada de la ciudad ACO J E n N donde vivimos, la conquista técnica se transformo en un trauma JA ica mer a at Gracias a la proliferación del levantamiento por satélite hoy inspec- epistemológico. gre cionamos vastas porciones de espacio en reducidas y sintéticas imágenes. Asimismo podemosEver R por más tiempo: imágenes “en Viendo desaparecer aquello que en algún momento constituyeron SCH A vivo”, en secuencia,OIpor S ciclos estacionales, visiones nocturnas. los limites de barrios periféricos triturados en un polvillo de objetos C s N A v R nue o del podemos ver algunos de los feGracias a la Ffotografía infrarroja os s construidos en lo que hasta hace poco había sido campo; obseri o p L nci slamotopografía no puede capturar: flujos de nómenos vitales prique ani vando los centros urbanos compactos ahogados en nebulosas sin urb tráfico, densidad de multitudes, migraciones estacionales. Vemos límites; examinando el espacio abierto, que alguna vez se encontró reunidas en imágenes sintéticas inmensas porciones de territorio, pero también podemos Rexplorar —gracias a la potencia de la am- separado del área central de la metrópolis, quebrarse frente al deICE P IC ias detalles y particularidades. Nuestros sarrollo de los cordones construidos, entendimos de golpe que las Rdiminutos pliación digital— CED rateg as II v Est ratipuntos ojos han conquistado de vista que, salvo en simulaciones imágenes con las que continuábamos representando la geografía ope construidas a través de técnicas de montaje, la fotografía aérea y de nuestro territorio se habían vuelto inútiles, así como también la cartografía temática no habían podido proporcionar. los rígidos binomios con que las denominábamos (centro/periferia, ciudad/campo, dentro/fuera, espacio público/espacio privado). AS el ver, congelado en representacioA Es así como finalmente logramos H L KOO Ó con M s E nes instantáneas, el estado de las grandes metrópolis europeas. a R é p o? La democratización de una potente tecnología para la observación ¿Qu anism Aun así, es una condición que inesperadamente nos pareció irreb r u del territorio ha tenido el efecto paradójico de propagar un sentido de conocible: muchas de las grandes regiones urbanizadas —la gran
impotencia en las disciplinas que estudian el espacio habitado, hasta el punto de que, para explicar los fenómenos urbanos contemporáneos, incluso los investigadores más atentos se han visto obligados a evocar la naturaleza “caótica” del territorio y su imposibilidad de construir cualquier tipo de representación global. En realidad la retorica del caos es producto de la misma y potente innovación que ha sacudido las técnicas de la visión, una innovación que nos ha enfrentado a imágenes estupefacientes y conjuntos inquietantes que son indescifrables con los conceptos de nuestras enciclopedias y las palabras de nuestro vocabulario. “Metápolis”, “nebulosa urbana”, “ciudad difusa”, “ciudad de la dispersión” y “hábitat de baja densidad” son algunos de los neologismos con los que hemos intentado, no sin esfuerzo, nombrar la entidad caótica que logramos ver pero no necesariamente explicar. De este modo, los satélites han llevado a cabo, y a su vez ridiculizado, el sueño de una visión global: los hemos lanzado al espacio para poder ver algo que después nos ha parecido indescifrable. Esto quizá porque el código implícito en el punto de vista de observación que les hemos ordenado que asuman no tiene nada que ver con los códigos de las cosas que finalmente vemos.
nuestros territorios no se debe a la creación de nuevos baNER rrios, de grandes edificios e infraestructuras —carreteras, TUR para viaN OH ra ad ductos, vías férreas, galerías—, sino, másJbien, multitud e t una b i uir L r t s de construcciones solitarias y amontonadas: con chales, galpones, centros comerciales, pequeños edificios de viviendas, garajes, talleres. Un reducido abanico de elementos adosaRI dos unos a otros de una forma incongruente. Construcciones BOE icos O t FANecléc grupos modestas preocupadas en distinguirse de Ssu TEcontexto, as Atl dispersos y heterogéneos de edificios, expresiones físicas de pequeños fragmentos de nuestras sociedades —la familia, la pequeña fábrica, la empresa, la tienda, el club— deliberadamente “desarraigadas” del espacio público y totalmente indifeBS rentes a sus reglas. ACO E J
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at medio de la Habríamos entendido que en pocos añosgyreen indiferencia general de los políticos y de la arquitectura culta, una precipitación de objetos aislados ha desarmado literalR CHE Sde A mente nuestros territorios, distribuyéndose a lo Ilargo las S CO os el RAN nuevcentros vías y los límites de la ciudad compacta, Funiendo s d uro s i o L ip o incorillas banos distantes, escalando cerros y rozando prlas ism del mar n rba u y de los ríos.
E El retraso con el que la urbanística y la arquitectura Ieuropea R C P 1.2 La arrogancia cenital han registrado el caos estético, producto de esta ola RIC agresiva ias CED rateg as II t v s i E de descoordinados temblores, impulso a muchos rat estudiosos ope Y sin embargo, habría bastado con recorrer cualquiera de las e investigadores a describir las unidades mínimas, los orígegrandes arterias que entran o salen de nuestras ciudades para nes, los modelos evolutivos y las leyes ocultas de esta nueva hacernos compren-der que el territorio europeo ha cambiado ciudad compuesta de una multitud de objetos solitarios. AS radicalmente en los últimos veinte años; ha cambiado en canLHA on el O O c K tidad y, sobre todo, en calidad. No obstante, este afán descriptivo (que en muchos asÓ ? solo ha REM é pcasos o u ¿Q anism sido capaz de producir tristes muestras del kitsch urbano contempob r u Nos habríamos percatado de que la gran transformación de ráneo) ha permanecido prisionero de un antiguo orden del discurso:
el de la morfología cenital capaz únicamente de atribuir sigNER a nificado a las figuras de forma completa y dentro URexpresadas T N ad par H O J visibles de superficies y bidimensionales. Es un punto de vista ert r Lib strui n fuerte “distanciamiento” entre el observador que promuevecoun y el territorio (como si “tomar distancia” fuese una condición necesaria para el conocimiento de fenómenos territoriales), reI Runa duciendo al observador BOaE i cos entidad impersonal y externa a O t N c A é EF ecl su campo de STobservación. s a
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El código de la visión cenital que ha construido el vocabulario del urbanismo moderno es un paradigma resistente y prepotente que tiende a rechazar otros puntos de vista y a interpreBS de los códigos locales. tar como caos la tenacidad ACO E J
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at Es más: el paradigma cenital también es engañoso precisagre mente porque induce al observador a “tomar distancia” del territorio y hacerle ver que dispone del mismo punto de vista, ER SCH A impersonal y potente, S de las técnicas de representación que COI os N A v delexime al observador de sus resFR nue porque emplea; e hipócrita, os s i o p L nci smuestra mo ponsabilidades: la superficie del territorio desde prinos ani b r u lejos mientras nos convence de que las leyes y reglas de los fenómenos que aparecen ante nosotros están en otras partes, E detrás o “bajo” el espacio visible (en la economía, en la socieRIC P RIC subyacentes dad, en estructuras y profundas). ias CED rateg as II t v s i t Sin embargo,E no lograremos escapar de la retorica del caos ra ope agregando unas pocas descripciones de la sociedad —por ejemplo, sobre las relaciones económicas o institucionales del territorio— a las representaciones cenitales de la nueva AAS el “ciudad difusa”. Jamás a comprender la verdadera LHllegaremos O O con K Ó EM pashabitado esencia del Respacio contemporáneo, sus energías é o? ¿Qu anism verticales y móviles y los paisajes físicos y psicológicos que urb lo atraviesan, simplemente agregando capas, como si este
fuese una suma de estratos pianos y especializados, distintas representaciones del territorio. Podremos superponer un sinfín de “mapas” temáticos imbuidos de información ordenada e inútil, pero esta siempre será incapaz de soportar la naturaleza multidimensional y dinámica de los fenómenos urbanos. Buscando diligentemente estructuras invisibles y subyacentes capa-ces de ordenar los fenómenos visibles sobre la superficie del territorio, habremos, además, descuidado la necesaria reflexión sobre el hecho de que el territorio contemporáneo está configurado por tensiones entre el espacio y la sociedad y que no se explican mediante el código de la morfología cenital ni a partir de configuraciones que a menudo son justamente aquello que parecen y que no pretenden ser otra cosa que esto. En resumen, para explicar el caos, un potente paradigma en medios visuales pero pobre en códigos interpretativos no será nunca suficiente, puesto que no es posible pedirle al medio que resuelva un problema que el mismo ha creado. 2.0
El pensamiento lateral
Afortunadamente, hace algunos arios una postura minoritaria y escéptica se está moviendo al abrigo de la gran potencia visual del paradigma estructuralista y “cenital”. Convencida de que la ciudad no es solo una estratificación de “niveles de realidad”, sino también un modo colectivo de pensar el espacio; persuadida de que cada estadio de la evolución de la ciudad implica y exige un nuevo “salto” en las formas de su representación, esta postura minoritaria busca infiltrar las líneas del paradigma enemigo con pequeños actos de sabotaje: de pie sobre los hombros de un gigante, lanza continuamente arena en sus ojos.
Es una postura que en algunas panes de Europa está produciendo distintos “atlas eclecticos”6 que proponen nuevas maneras de examinar las correspondencias entre el espacio y la sociedad. Son textos heterogéneos —informes, estudios fotográficos, descripciones geográficas y literarias, clasificaciones, informes de investigación, investigaciones cualitativas, ensayos y artículos, antologías y monografías, memorias de planes o de proyectos, etc. — pero similares en su aproximación visual. Tienden a asumir la forma de un “atlas” porque buscan nuevas correspondencias lógicas entre los objetos que ocupan el espacio, las palabras que utilizamos para nombrarlos y las imágenes mentales que proyectamos en ellos; y tienden a ser eclécticos porque los criterios en los que se basan estas correspondencias son a menudo multidimensionales, espurios y experimentales. Esta variada familia de estudios e investigaciones no cree que el caos sea reflejo de fenómenos externos, sino más bien el efecto de un cansancio en los modos de pensar el territorio. Por esta razón, los atlas eclécticos intentan construir representaciones con “múltiples puntos de vista” y hacen de contrapunto con el paradigma dominante; lo atacan lateralmente moviéndose al tiempo hacia el espacio físico y el espacio mental, porque creen en la existencia de conexiones profundas entre las formas de observar y las formas de las cosas observadas. Observan los territorios habitados de Europa en busca de los códigos individuales, locales y múltiples que unen cada vez al observador y a los fenómenos observados: la ciudad física, sus habitantes y la “ciudad interna” de quien los observa. Insatisfechos con las representaciones que reducen la mutación del espacio a una sucesión lineal de “mapas históricos”, prefieren usar
una mayor cantidad de “formas” de representación para reproducir NER el flujo del tiempo en un territorio. Producen mapas provisionales e TUR para N H d O J ercomo ta rsubstrato inusitados en los que el territorio no se representa Lib strui con mineral continuo o como superposición de “estados de cosas” estables, sino como un entrelazado de configuraciones sinuosas y multidimensionales, reversibles y nunca coetáneas. I R BOE icos O t éc FAN
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e ST yassinóptica, Escépticos respecto de una mirada impersonal en la Atl observación del territorio estos atlas utilizan una variedad de ángulos de visión simultáneamente: desde lo alto, pero también a través de los ojos de quienes habitan en el espacio, o bien experimentando nuevas y desprejuiciadas perspectivas imparciales. En particular se BS ACO preocupan por mantener una clara distinción entre la subjetividad del J E n N a A c J u observamos ri observador real (de quienes miramos el paisaje sus ame t a e r g representaciones) y los simulacros de subjetividad que incorporan las tecnologías de la representación, convencidos de que si nuestra ER identidad se configura en el acto fundacional de la visión, C dentro S H A S del acto de observar, ello no significa confundir la Nlenta COI constitución os l FRA nuev os de de un paradigma conceptual que tiene su centra en el acto de s i o L cip rin nismo p observar con la mutación continua de las técnicas ópticas. Diestros a urb en entretejer distintos puntos de vista, los atlas eclécticos proponen, en resumen, un pensamiento visual plural que ha abandonado la E Utopía de una visión global desde un punto Óptimo de observación. RIC P RICegias I I que La característica más interesante de estos atlas es CEDeclécticos rat as Est rativ parecen estar en sintonía con su campo de observación: utilizan una ope mirada ecléctica para observar un territorio ecléctico.
De un modo no sistemático, los atlas eclécticos experimentan con AAS el LHla modos “laterales” de mirar y representar el territorio de n O ociudad O K Ó c M s E a R de ? europea que parecen converger hacia algunos principales é plos o ¿Qu anism urb “movimientos” en los “temas de la observación” del territorio.
R RNE ra interior delTUespacio, pa N JOH ertad r
2.1 En el guiñando los ojos: una mirada de indicios Lib strui on La disparition c(1998), obra de la artista y fotógrafa italiana Paola Di Bello, representa el mapa del metro de Paris a través del montaje de los puntos donde los usuarios de las distintas I R estaciones ponen el dedo para BOE i cos marcar físicamente su posición O t N c A é F ecaquí”. l pensando: “Yo Una visión cenital que, en tanto que STEestoy as l t A hibrida de los rastros de infinitas miradas individuales, produce un mapa ecléctico donde la vida cotidiana borra aquellos lugares más intensamente habitados. El mapa muestra una red de recorridos obligados y, simultáneamente, huellas de los BS y variables de sus usuarios; asocia mapas mentales erráticos ACO J E an distintos códigos JAN respecto ric a la actividad y la interpretación de e m a atque el observador decida cual “encender”, la ciudad dejando gre cual utilizar, como entrar literalmente en la representación. Esta obra es representativa de un Eprimer “movimiento” sugerido por R SCH A los atlas eclécticos, eS implica un acercamiento físico decidido COI os N A del de observación. Se trata de una FR nuyevsuoscampo entre el observador s i o p L i nccon o invitación a entrar pri an ismnuestro cuerpo en el espacio habitado b r u rastros dejados por los nuevos estilos de vida, para buscar los a ver “lo pequeño” para poder ver más. Escondidos detrás de E los territorios que frecuentamos — la evidente homologación de RIC P C RIvayamos, dondequiera que encontramos los mismos edificios ias CED rateg as II t v s i E nuevos: centros comerciales, restaurantes drive-in, pequeños at r ope edificios de viviendas, casas unifamiliares, etc. —, existe un sin número de vestigios relativos a distintos modos de habitar que, celosos de su identidad local, tienden a privatizar el espacio ASDejan anidando en sus pliegues. el rastros caducos, cambiantes, LHA on O O c K Ó EM pas ?perceptibles por la mirada sensible temporales, Rsolamente é o ¿Qu anism y “rizomática”urdel b detective; una mirada que produce mapas locales, muestras puntuales, “biografías” de lugares, que
produce una narrativa de un itinerario individual en el espacio y que no utiliza la representación para “distanciarse” del territorio. Tomemos el ejemplo de un grupo de chales esparcidos en una zona suburbana, una situación típica en los territorios europeos. Representada en un mapa topográfico, el área solo revela una serie de figuras geométricas irregulares, indescifrables. Pero si la observamos desde dentro, buscando las pistas que conectan a los habitantes con su lugar de residencia, esta nos dirá mucho más. La inclusión de objetos o espacios inusitados dentro de la verja del solar —la taberna, la oficina, el jardín, los juegos— puede indicar, por ejemplo, como la vivienda de los abuelos, más compleja que el resto, a menudo se convierte en un lugar “central” para los otros núcleos de una familia extendida, acostumbrados a vivir “independientes, pero cercanos” en la ciudad difusa. Ello explica en gran parte la distribución de los chales en “racimo”. Debemos habituarnos a buscar localmente, mediante sondeos puntuales, las leyes y las regularidades que gobiernan partes extensas del territorio. El uso de un paradigma de indicios,11 la selección e interpretación “inductiva”12 de las trazas físicas de nuevos comportamientos del habitar, no deriva solo de una exigencia de “poner en juego” las capacidades sensoriales del investigador aumentando su capacidad de exploración, como muchas veces se ha sugerido. Tampoco se trata de una cuestión de “subjetivización” de la investigación, puesto que una aproximación de indicios implica de cualquier modo una fuerte distancia crítica entre el observador y los fenómenos observados. Es, a su vez, la relativa lentitud con la que el espacio físico refleja la mutación (tanto más rápida) de los comportamientos del habitar, su “inercia” y la resistencia que impone en estos modos de habitar, lo que hace del territorio un área de
indicios y trazas de lo nuevo. Y esto se debe precisamente a que los comportamientos nuevos no llegan a plasmarse o dejar un rastro estable en el espacio, sino más bien esparcen señales caducas, discontinuas y móviles. Cada nuevo comportamiento, cada energía social y económica, cada nueva interacción, aun la mas inmaterial, debe colocarse, recorrer, tocar la esfera mineral del espacio habitado; debe en cualquier caso pasar por el “ojo de la aguja” del territorio físico. USE (Uncertain States of Europe) ha usado esta aproximación de indicios en la selección de los casos de estudio y en su exploración, induciendo, por ejemplo, a partir de los restos que cada tarde invaden sistemáticamente los espacios públicos de Belgrado (desechos, cajas, mercancías defectuosas o rotas) la amplitud del fenómeno magmático del comercio ambulante; o adquiriendo a partir del incesante flujo de pequeños furgones que día y noche recorren las calles de los barrios residenciales de Elche, la sospecha de una propagación del trabajo domestico; pero también siguiendo en sus circuitos de vida cotidiana algunos “testimonios privilegiados” para recoger poco a poco valiosos rastros e indicios. Una aproximación de indicios es hoy tal vez el modo más adecuado para valorar la proximidad que las disciplinas del territorio tienen con el territorio contemporáneo; un modo para poder recuperarse de los enormes atrasos interpretativos que aun existen.
m de altitud. Pilotaba el avión el arquitecto danés Carsten JuelNER ael eje Christiansen, quien tomaba secuencias fotográficas TURcon par N adesta inusual JOH ert óptico de la cámara a un ángulo ligeramente oblicuo. En r Lib strui n o título Monument enciclopedia aérea (publicada en 1985 bajocel and niche), el ángulo axonométrico del observador escrutaba la consistencia tridimensional y la edad de los objetos sólidos I OER cos permitiendo que los espacios adquirieran cierto espesorBtemporal. i O t FANecléceventos Los objetos así vistos se convierten en “hechos STEurbanos”, s tla espaciotemporales que dejan una estela en elA tiempo y proyectan una sombra en la sociedad: señales y rastros de los modos de habitar, del uso de los edificios, de su transformación a través de elementos gregarios. Una vista cenital pero “oblicua” nos ayuda a BS ver los pequeños temblores individuales capaces de transformar el ACO J E n territorio y a entender las extrañas resonancias ca los JANevolutivas ique mer a at unen. gre
Un segundo “movimiento” visual sugerido por los atlas eclécticos ER SCH el A nos invita a concentramos en aquello que se mueve entre S COI s el la RAN nuevo cenital: espacio y la sociedad pero que esconde la Fcartografía s d o s i o p L nci smo mientras mutación del territorio físico. Para observar el espacio pri i n a urb cambia18 es necesario “deconstruir” el paradigma cenital sin renunciar a su potencia, tratar de personalizarlo observando E desde lo alto pero oblicuamente los territorios de laICciudad R P europea, fusionando el ángulo codificado de laEaxonometría RIC ias con la C D rateg as II st visión iv oblicua el arbitrariedad poética de una perspectiva. En Euna rat ope territorio revela, de hecho, su edad y su fragmentación. Finalmente, como si fuéramos unos biólogos evolucionistas, vemos en 2.2 Observando desde lo alto el espacio mientras cambia: una acción pequeños temblores individuales y desfasados que dejan AS no mirada oblicua su” impronta” sobre el territorio. Los fenómenos urbanos LHA onyael O O c K aparecen como calcomanías, sino como Rprocesos EM pasÓevolutivos é u mo? Q nis A principio de la década de 1980, una avioneta de turismo “completes1’ que se mueven entre el espacio¿uyrlabasociedad según sobrevoló reiteradamente la periferia de Copenhague a unos 200 principios del todo indiferentes a la geometría bidimensional y,
por consiguiente, indescifrables en imágenes satelitales y mapas NER topológicos. TUR ara p N JOH ertad r
Lib strui “oblicua” sobre con
Una mirada la gran área metropolitana milanesa nos ha revelado, por ejemplo, una serie de procesos mediante los cuales pueden transformarse espacios diferentes y distantes. RI A través de una “metamorfosis” (pequeñas e imperceptibles BOE icos O t N c A é F ecen l modificaciones un momento determinado, cambian STEque, as l t A totalmente la naturaleza de una zona urbana); por la acción de un “atractor lineal” (edificios adosados a una calle comercial, al borde de un no, a un recorrido peatonal), por la inserción repentina de un “agujas” con gran fuerza de atracción (como en el caso de un centro comercial o de unBScontenedor para el tiempo libre),por la ACO J ANE multiplicaciónJde “islas” enricuyo can interior se replican objetos y estilos e m a at de vida similares (como ocurre en los asentamientos productivos gre planificados, en zonas residenciales protegidas o, en algunos casos, en los centros de acogida para emigrantes no comunitarios). ER
donde interactúan un sinfín de autonomías funcionales y múltiples subsistemas autoorganizados, manteniendo siempre su individualidad social, económica y espacial. Si observamos con una mirada oblicua las grandes áreas europeas de ciudad difusa, el caos aparente de la visión cenital nos parece un pulular de relaciones locales que se constituyen y desarman, porciones de territorio que se transforman siguiendo negociaciones continuas, un sistema de reglas y restricciones que están en continua redefinición. Desde lo alto, para ver el tiempo, hay que bajar la cabeza.
2.3 Interceptando la ciudad: una mirada de muestras La sala que introducía el pabellón de Italia de la VI Bienal de Venecia (1996) presentaba una memoria fotográfica del estado del territorio italiano. En seis segmentos de paisaje recortado, cada uno de 50 km de largo por 12 km de ancho y que partía del centra de una ciudad italiana importante (Milán, Venecia, Florencia, Rimini/ SCH A Riccione, Nápoles, Gioia Tauro) hacia el exterior a lo largo de un S COI os N l A v FR nue os de eje mayor, las fotografías de Gabriele Basilico mostraban todo Los ncipi mofricción que el territorio europeo inyecta aquello que había cambiado.22 Seis secuencias de 150 imágenes Al intentar representar pri anisla b r en las energíasu del cambio, el proyecto de investigación USE ha que nos mostraban un territorio saturado por una oleada de dedicado mucha atención a las transformaciones que pueden objetos manufacturados similares pero solitarios, donde emergen observarse desde un R ángulo ICE intermedio entre la visión cenital ambientes urbanos dotados de formas completamente nuevas, P RIC Un y una visión cercana. ias ángulo de visión capaz de recoger la invisibles a una mirada gregaria y sin óptica. Secciones del territorio CED rateg as II stdesarmarse iv constitución yEel (cambio o reforma) de las relaciones habitado construidas estableciendo con precisión las coordenadas rat ope entre objetos en el territorio físico. Un punto de vista “oblicuo” nos del campo visual (marco, profundidad de campo, velocidad de ha mostrado la acción de un “dispositivo” local característico de la exposición, etc.) y después haciendo un barrido, como sensores, historia de la ciudad europea; un dispositivo que tiende a materializar del substrato mineral. AS el “en tiempo real” la redOL de horizontales (tendencialmente HArelaciones on O c K Ó M jerárquicas, equivalentes RyEno por tanto a menudo competitivas El tercer “movimiento” que proponen los atlas eclécticos nos invita a as ? é p o ¿Qu anism y conflictivas) uque rb hoy en día plasman los territorios habitados adjuntar a los mapas sintéticos de la ciudad (donde el reconocimiento en Europa. Relaciones típicas de una sociedad poliarquica21 de una ciudad corresponde a la presencia de una cierta densidad de
volúmenes construidos dentro de un perímetro reconocible), secciones tridimensionales del territorio urbanizado. Hoy en día, la dimensión efectiva de la ciudad no constituye una certeza, así como la ciudad tampoco es mensurable según presupuestos geometricos.24 La gran movilidad de individuos en el territorio, la expansión de la ciudad hacia el campo, la posibilidad de relaciones intensas y estables que no necesitan proximidad física y el giro en la relación entre centra y periferia (muchos de los lugares colectivos, como los grandes contenedores lúdicocomerciales, son externos a la ciudad compacta mientras que muchos espacios de-gradados son centrales) han exportado el código genético de la ciudad hacia zonas de baja densidad construida; la urbanidad se ha transformado así en una cualidad latente para todos los lugares, y ya no una atribución en base a la proximidad de los productos manufacturados o de la contigüidad geográfica. En lugar de crear unos mapas que intentan delimitar de una manera aproximada y arbitraria la zona de una ciudad basándose en un simulacro (histórico o jurídico), es preferible discernir los distintos grados de urbanidad en un territorio atravesándolos con una mirada precisa en la determinación de su campo óptico y a la vez capaz de registrar las características de este; construir unas secciones longitudinales del territorio habitado para luego confrontar estas distintas “franjas” de espacio. De hecho, solo mediante operaciones de sondeo rigurosas y comparables — como haría un arqueólogo ante una ciudad enterrada— podemos esperar interceptar aquello que ya no podemos ver.
una mirada desde arriba, pero móvil e itinerante que devuelva la NERmirada responsabilidad subjetiva al observador. Se trata de TURuna ara N H tad p preparada para interceptar la presencia deJOrelaciones er r urbanas Lib strui n la ciudad, aun incluso en zonas fuera del perímetro históricocode en áreas de baja densidad. I
R s El método de toma de muestras puede ser doble: utilizando BOE icomo co O t AN léc F E c modelo operativo una tipología que se repite observando las e ST yas Atl declinaciones que presenta en diferentes contextos o eligiendo anticipadamente un campo analítico para luego delimitar y comparar porciones de territorio diferentes. S bajo” Bel A favor de esta mirada de muestras captadas “desde ACO J ANE de las subyace la certeza de que en Europa granJparte can rinuevas e m a atde prototipos construcciones surgen de un limitado abanico gre constructivos (el chalé, el chale adosado, el pequeño edificio de viviendas, la casa con taller, el edificio comercial “mixto”). Mediante R CHE Sposible A la creación de un muestrario de declinaciones locales es S COI os ANestos v el e sondear el grado de resistencia que algunosFRde prototipos nu io s d s o p L nci smo utiliza la encuentran allí donde se replican.26 Un muestrario pri anique urb noción de ambientes como instrumento de comparación requiere necesariamente la determinación anticipada de los contextos de aplicación. ICE PR IC ias R D g I CE ate s I r
va Est r La selección de casos de estudio escogidos para ati USE nace ope de la utilización de los dos tipos de criterios de muestrario. Se eligió observar lugares comparables en dimensión pero, a su vez, emparentados, bien fuera por su radicalidad contextual (extremos S y representativos del propio espacio geográfico) o Lbien porella HAA n O o O c K Ó M se Se necesita una mirada que no se limite a descifrar figuras naturaleza emblemática (muestran procesosREque asevidencian, é p o? ¿Qu anism geométricas y bidimensionales, sino que, en lugar de distinguir aunque de formas menos intensas, tambiénuren otros lugares). b áreas de superficie, opere a través de secciones geológicas;
2.4 Franjas de percepción: una mirada autorreflexiva HN
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ad JOcomo Pensemos en los grandes centros lúdicoert frecuentamos r Lib strui comerciales esparcidos por nuestras ciudades. Se llega a ellos con directamente desde nuestras casas, conduciendo en coche largos trayectos de autopistas que atraviesan vastos territorios RI suburbanos. El breve pasaje BOE icoas pie por el aparcamiento al aire O t N éc FAúnico libre representa ecl segmento exterior del trayecto. Una vez STEel s a tl dejado atrás Ael tiempo meteorológico y cronológico, entramos en un gran ambiente artificial con clima controlado, donde nos movemos entre individuos que cumplen, de un modo ligeramente distinto, acciones similares a las nuestras. Trascurrido el tiempo S subjetivo de nuestra Avisita, COB comenzamos la misma secuencia de J n NEinversa: laca experiencias JaAla ri salida controlada, el pedazo externo e m a at del aparcamiento, el coche, el fluir del paisaje tras el parabrisas, gre la carretera, los barrios periféricos, las vías urbanas, el garaje, la puerta de casa, la televisión. ER
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que de su ubicación en el espacio geográfico.
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A estos vo del contenedores de dilatar el tiempo La capacidadFR de nue igrandes os s o p L ci dedicado a suputilización rin nismo(como si este durara más que el tiempo a rb que realmente ulos habitamos) y de sintonizar distintos lugares en una longitud de onda que nos distrae respecto a lo que pasa junto E está al otro lado de la ventanilla del a nosotros (ya sea aquello que RIC P IC ias de los centros comerciales) es solo coche o a en E lasRestanterías C D rateg as II iv un ejemplo deEslatefuerza rat que tienen ciertas “franjas de percepción” op recurrentes en la vida urbana contemporánea.
Muchos de los lugares de la ciudad contemporánea solo son AS el secuencias de paisajes urbanos descifrables si se consideran LHA on las O O c K Ó donde se experimentan en secuencia y en una misma REM é pas ocolocados ? u m ¿Q anis “longitud de onda”; adquieren significado mas en función de la urb posición que tienen respecto a un flujo temporal de experiencias
Por lo demás, nuestro estatus de ciudadanos esta hoy cada vez más marcado por el “montaje” de lugares que componen nuestra errática experiencia cotidiana del territorio que por el emplazamiento geográfico de nuestra casa. Habitamos la ciudad sintonizando solo un número limitado de estas secuencias, como sucede con los trayectos simétricos de nuestra casa a un centro comercial, o la secuencia de “encuadres fotográficos” (una sucesión continua de pequeños movimientos y paradas) que nos acompaña al viajar en tren o en avión; son unas pocas secuencias recurrentes que incorporan porciones cada vez mayores de nuestro tiempo. Asimismo, nuestra identidad de ciudadanos esta muchas veces determinada por la frecuencia y la sucesión con la que estas franjas de percepción se repiten en nuestra vida cotidiana. Un cuarto “movimiento de la mirada” que proponen los atlas eclécticos apela directamente a la agilidad de nuestro punto de vista como ciudadanos erráticos dentro de una nueva dimensión urbana, no solo por la importancia que las “franjas de percepción” tienen en la construcción de identidad de un determinado lugar,27 sino también por el habito de uso sucesivo en el transcurso de una misma Jornada de las múltiples identidades individuales que albergamos: frente a un mismo espacio somos, según el momento, transeúntes distraídos, amantes curiosos, turistas ocasionales o visitantes asiduos.
Unimos continuamente espacios diferentes y distantes —por ejemplo, un centro comercial con un casco histórico orientado al turista— solo porque proyectamos en ellos los mismos códigos de significado (el “umbral” del aparcamiento, el interior artificial, el “bullicio” de los corre-dores comerciales); o, recíprocamente, espacios contiguos y similares (un grupo de chales y un conjunto de talleres artesanales) nos parecen a veces incomparables solo porque los frecuentamos a través de secuencias perceptivas muy diferentes.
habitar que, con frecuencia, resultan invisibles, cambiantes y ER provisionales. URN ara p N T JOH ertad r ib ui L
tr
s Se trata de mapas programáticamente incompletos y eclécticos con porque están interesados en situarse dentro de una interpretación plural del espacio europeo contemporáneo que no define como RI caótico el territorio, sino que, más bien, registra tres fenómenos BOE icos O t FAN léc que hacen difícil su interpretación. STE s ec a
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3.1 Movimientos Al igual que el espacio urbano europeo aparece compuesto de lugares hipercodificados frente a los cuales nuestra agilidad simbólica se “desborda” (pensemos en los grandes centros comerciales), hay lugares hipocodificados semánticamente generosos (como los terrain vague que pueblan los suburbios) ,28 que parecen reflejar y englobar el fluctuar de nuestras identidades y la variación de nuestros estados de ánimo. Las conversaciones, entrevistas y seguimientos realizados en el curso de la investigación hecha para USE —así como el material filmado por Paolo Vari y las fotografías de Francesco Jodice— han buscado trabajar sobre una noción más rica de la identidad de los ciudadanos de la Europa contemporánea. 3.0 Una nueva condición urbana Los mapas producidos que entretejen estas cuatro miradas “laterales” observan los cambios del territorio con la convicción de que en la vitalidad de la mutación muchas de las complejas tensiones que unen espacio y sociedad, habitantes y lugares, asumen forma real y “peso”; por ello se obstinan en buscar sobre la superficie del espacio rastros e indicios de modos de
Inundación, vuelco, erupción, intensificación, espesamiento, BS diseminación, trasplante, pulsación, agujereamiento, ACO J E an escalonamiento, exfoliación... JAN ric me t a
a gre
Las transformaciones del territorio europeo pueden describirse como grandes corrientes tridimensionales que plasman HER ASCestos su geografía física. Si se observan bien, vemosISque O ANCue vos del el movimientos se refieren principal-mente aFRdos procesos; n os s o L ipi o c n m territorio primero de ellos consiste en la manifestación el pri aen nis rb u europeo de una vehemente extensión de los espacios urbanizados. Desde un punto de vista global, la suma de E hoy ciudades y áreas metropolitanas europeas se presenta RIC P como una nebulosa indistinta, sin márgenes,ED pero sin RIC continua; ias C rateg as II t v s i E interrupciones ni fronteras. Es más, con cierta aproximación, el rat ope continente europeo puede ser representado como una única e inmensa entidad urbana. Asimismo, una visión de conjunto de las principales áreas europeas históricamente urbanizadas AS en sugiere la idea de una sociedad urbana que ha extendido LHA on el O O c K Ó trata de el territorio sus movimientos cotidianos y cíclicos. Se REM é pas o? u m ¿Q anis una extensión multidireccional, no necesariamente originada urb de la expansión del núcleo histórico de la ciudad, sino, más
SAO PAULO
s
bien, del crecimiento de todos los núcleos urbanizados del territorio. Por otra parte, en el territorio no urbano, caracterizado por una construcción enrarecida, se han consolidado o materializado relaciones “urbanas” que en algún momento fueron propias de la ciudad compacta. Con sus innumerables variantes, la “ciudad difusa” europea es el resultado de este movimiento horizontal y extensivo de la condición urbana; pero no solo eso. Además del fenómeno de extensión, una mirada atenta pone de manifiesto un proceso aparentemente opuesto: la retirada de la presencia humana de ciertas partes de este organismo. Durante los últimos treinta años, los vacios urbanos y las áreas abandonadas han corroído y vaciado las grandes zonas industriales y los grandes servicios urbanos de la ciudad del siglo XlX —mataderos, ferias, gasómetros, cárceles, etc. — de la ciudad compacta construida en la primera mitad del siglo XX.
estructuras de larga perdurabilidad del espacio europeo. Y, al NER a igual que los movimientos telúricos, estas corrientesTse URcomponen par N OH rtad que, de a su vez de miles de pequeños temblores Jindividuales e r Lib strui n improviso, culminan en un drástico y ampliocomovimiento de la placa tectónica. Erupciones, espesamientos, intensificaciones, trasplantes, inundaciones, agujereamientos: estos movimientos I OER cos transforman la geografía física, la resienten con su Baspereza. i O t FAN léc Pero muchas veces aparecen del todo indiferentes STE as eac su política. Atl Se mueven en el territorio haciéndose visibles solo en lugares puntuales, donde se encuentran con la fricción local del territorio físico, para manifestar su potencia y su ingobernabilidad. Como se ha demostrado con la investigación USE, solo en estos puntos de emergencia pueden ser plenamente observados.ACOBS
Estos dos movimientos, de extensión y de retracción, de la condición urbana en el espacio europeo, junto a los procesos de resignificación que inducen, parecen configurar una sociedad urbana que, a costa de laceraciones y “vacios” interiores, ha conquistado física y desordenada-mente una nueva dimensión geográfica que parece difícil repartir según esquemas de atribución por clase social puesto que los territorios no están compuestos según una sintaxis reconocible ni estructurados por áreas homogéneas. Así, muchos de los territorios de la Europa contemporánea se manifiestan como el éxito caótico de una sociedad urbana privada de jerarquía y de reglas de asentamiento; un territorio atravesado por corrientes que se mueven entre sociedad y espacio físico: energías dinámicas, similares a aquellas producidas por los movimientos telúricos, capaces de marcar grandes porciones de territorio, pero que se hacen visibles únicamente al entrar en contacto con las
Chale, chale, pequeño edificio de viviendas, lavado de coches, ER SCH A galpón, chale, cobertizo, hotel, chale, cancha deportiva, pequeño S COI s el de RAN nuevo salida edificio de viviendas, iglesia, chale, centro Fcomercial, s d o s i o p L nci edificio o autopista, pequeño edificio de viviendas, pequeño de pri anism b r u viviendas, terrain vague, lavado de coches, discoteca, chale, supermercado, chale, gasolinera, chale....
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3.2 Multitudes
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E RIC P los atlas RICeclécticos ias CED ateg s II
El segundo fenómeno observado por en r a t v s i Europa es la invasión de una multitud de Eobjetos rat construidos ope solitarios y agrupados que se diseminan por todo el espacio habitado, anidando en sus pliegues, construyendo nuevos paisajes y modificando el sentido de los ya existentes. Estos AS ella hechos urbanos estandarizados a menudo surgen LHA ode n O O c K repetición de un modelo dominante e Rintrovertido EM pasÓ ?—como é o ¿Qu anism la casa unifamiliar situada en el centro del solar, el centro b r u comercial rodeado de aparcamientos, el centro histórico
peatonal—, en lugar de desde una declinación específica de una ER tradición constructiva de prácticas comunicativas con raíz en la a UoRN T N ad par H O historia local. JEsibpor que cada vez resulta más difícil subdividir el ertello uir L str n o c territorio en partes claramente distinguibles por su forma, modos de habitar prevalentes o de valor simbólico. La “gramática” de la nueva ciudad está compuesta por innumerables pequeños enunciados RI s E O B proposiciones elementales más que articuladas y distinguibles ico ANOpor éct F l E c T s e S a que en el espacio europeo contemporáneo se en géneros. Parece Atl saltan las reglas de contigüidad entre hechos urbanos individuales: encontramos casas unifamiliares junto a galpones, pequeños edificios de viviendas junto a centros comerciales, pequeñas fábricas junto a instalaciones BS para el tiempo libre, etc.
ciudad cada vez más extensa y difusa en el territorio. Sin embargo, lo “nuevo” no aparece solo alii donde el espacio se hace menos denso, en la periferia, en el campo urbanizado, sino que también fluye y se infiltra en las zonas centrales y en las manzanas de la ciudad decimonónica, desintegra antiguas fortalezas unifuncionales — mataderos, mercados, grandes industrias—, parcela el espacio público inundándolo de comercio móvil y molecular, infla en exceso los espacios interiores de la ciudad (viviendas, showrooms, contenedores lúdicos) conectándolos y transformándolos en escenarios de televisión. La multitud reescribe y subdivide el espacio urbano europeo con un agujereado denso, pero al mismo tiempo traza una red densa de relaciones a distancia, que O C A E J entretejen los trayectos de ciudadanos siempre mas móviles, aun an JAN ric e m La visión subjetiva t a territorio europeo, su registro en secuencia cuando siempre están anclados en el espacio intimo de la familia. adel gre y por tramos de percepción de partes de esta nueva dimensión La multitud despedaza y al mismo tiempo une, divide y se extiende, geográfica, confirman el triunfoRde la “multitud”, fenómeno que poniendo de manifiesto una sociedad donde ha aumentado E SCH A se manifiesta como Iun proceso de construcción molecular y exponencialmente el número de sujetos susceptibles de invertir en S CO os N l A v e FR capilar de colonización nue ode s dnuevas regiones. La mayoría de los el espacio y de construirse su propio nicho. Los ncipi fenómenos depextensión ri nismoy difusión de lo urbanizado no se realiza a urb en base a la anexión de partes homogéneas de grandes proyectos 3.3 Poliarquía y organización unitarios, sino mas bien a costa de una multitud de pequeños “temblores” constructivos, noE sincronizados y muchas veces faltos Islas, recintos, perímetros, redes, áreas, rizomas, recortes, RIC P IC ias burbujas, bloques, claros, coágulos, relieves... EDR acombinatoria. eg s II de cualquier C lógica r t a
Est rativ ope
La multitud, el aumento exponencial de objetos construidos y de sus autores, la sumatoria de partes distintas que no producen síntesis, re-presentan la A forma como lo nuevo se asume en S HA n el L O o nuestra experiencia Lo percibimos como un zumbido KOcotidiana. Ó c REM é pas o? m nube molecular de pequeñas, solitarias cuando atravesamos ¿Qu anisesa b r u y aglomeradas construcciones que constituyen el ADN de una
No obstante, la multitud no es el caos. Las dos grandes metáforas, la de una sociedad dividida en clases y la de una sociedad de fragmentación individualista, que habitualmente parecen plasmar las representaciones habituales de conjunto y objetivas del espacio europeo parecieran esfumarse apenas se escoge observar — como ha hecho la investigación de USE— los territorios europeos desde una altura intermedia, como desde una avioneta de turismo.
Desde este punto de vista, el territorio aparece como un archipiélago de organismos capaz de aunar la multiplicidad de unidades que componen gran parte del territorio, subsistemas que la mayor parte de las veces funcionan perfectamente en su interior pero son incapaces de dialogar con el vecino.
compacta, de un número reducido de modos compositivos de NERchales, esta masa de fragmentos solitarios: la zona residencial TURde ara N H tad p JOreflejan la zona productiva o artesanal encerrada, etc., las er r escasas Lib strui y simples dinámicas de interacción entre los sujetos con que participan en la construcción de nuestro territorio y la organización de nuestra sociedad por subsistemas, por “minorías” que operan como RI La multitud se recompone en un número limitado de figuras espacia- microcosmos autopoieticos (la familia, el clan étnico o profesional, BOE icos O t FANec léccuando les introvertidas y repetidas infinitamente, que son especializadas las asociaciones ligadas al consumo y al tiempo Aun STElibre). s a tl aunque sean híbridas: la autopista y sus salidas, la zona productiva se superponen estas dinámicas, raramenteA entran en osmosis y sus límites, el barrio de chales y la cancha deportiva, la calle aunque se repliquen entre sí sin contaminarse, simplemente se mercado y su fachada posterior, el contenedor comercial y su unen a un territorio ya lleno de trazas y símbolos de modos de aparcamiento. habitar desaparecidos o heredados. Observando con atención, los movimientos que sacuden el espacio europeo son una suma de dichas racionalidades sectoriales que, a su vez, condensan los miles de temblores individuales que sacuden la ciudad europea, Un archipiélago de subsistemas de decisiones, protagonistas de una competencia horizontal que solo una mirada desatenta continua considerando como modelo jerárquico y piramidal.
BS ACO J E n La mayor parte de las veces, se trata de procesos JAN de modificación ica mer a
t aoponen que tienen un fuerte grado de repetición y que escasa gre resistencia a las grandes energías globales de cambio. Procesos que desencadenan grandes corrientes que chocan contra el espacio ER SCH de A europeo (así como el de otras áreas geográficas): la emergencia IS NCO os del FRA nuev del un individualismo de masa en las formas de consumo, s habitar, o s i o p L nci o del ocio, del movimiento por el territorio; la persistencia pri anism local de b ur a ser cerrados e sistemas de racionalidad de sector, que tienden Al examinarlos, los puertos, los aeropuertos, las estaciones de impermeables; la difusión de flujos transnacionales de personas, E ferro-carril, las zonas industriales, los distritos protegidos y los mercancías e ideas. RIC P parques te-maticos se muestran como los actores dispersos de RIC ias CED rateg as II iv una misma escena: cada uno con sus razones y sus idiosincrasias, En los nuevos territorios de la urbanizaciónEstdifusa, rat estas tres ope cada uno con sus propios sueños de privatización del territorio. fuerzas globalizadoras encuentran un primer roce que vuelve a Una sociedad poliárquica que ha construido finalmente el territorio articularlas en una serie reducida de “modos de transformación” a partir de la imagen y la apariencia desde la que surge; tras la que unen entre si la dinámica por temblores que distingue el AS sensación de caos, un exceso de reglas equivalentes. espacio europeo. La novedad respecto a las observaciones LHA on el O O c K llevadas a cabo en los territorios de la ciudad histórica o de asÓ ? REM é p o u ¿Q anism El tercer fenómeno que los mapas eclécticos nos permiten ver es la ciudad moderna consiste en que hoy urestos dispositivos b la repetición, de tendencia imprevisible, dentro y fuera de la ciudad de organización están solo en pequeña medida producidos
a partir de una intención externa a los sujetos protagonistas ER su lugar, son con mayor frecuencia RNen de la transformación Uy, T ara HN tad p generados yJOcontrolados por ellos mismos, aun cuando se er r Lib strui presenten en forma de repetición de procedimientos de decisión con codificadas. ERIos capaces de reconfigurar de un Lugares y territorios queBOparecen ic O N A éct F l E c modo originalST las energías globales, ámbitos donde el dispositivo s e tla
difusa: entre el chale y el centro comercial cercano, entre este y el pequeño edificio de viviendas, entre este ultimo y el taller de lavado de coches, entre este ultimo y el siguiente chale, entre este y la salida de la autopista, etc. Por otra parte, el principio de “variación”, en lugar de declinar la individualidad de un organismo homogéneo (como sucedió en el caso de las manzanas del tejido decimonónico o el bloque de viviendas longitudinal de periferia en la posguerra), opera por “saltos”, declinando las clases tipológicas de los hechos urbanos dispersos por el territorio. Y es así como tenemos las infinitas variantes de la casa unifamiliar, las de los cobertizos artesanales, las de los centros comerciales, etc.: miembros dispersos de familias que han perdido toda voluntad de proximidad.
A local de innovación —y no simplemente el cambio— vuelve a manifestarse en su “larga duración” gracias a la actuación de comunidades locales que operan como formas de innovación autopoiética del espacio habitado. En resumen, la “sintaxis” de la BS constituida por unas pocas reglas de nueva ciudad europea está ACO J E ANuna organizaciónJde masa canpequeños enunciados: un lenguaje ride e m t a empobrecido gque rea repite continuamente unas pocas partes de un rico alfabeto; pero, a su vez, como USE ha demostrado, Los nuevos principios de variación y diferencia, aquellos que por la presencia de territorios donde los paisajes sociales reflejan la nueva geografía de las sociedades urbanas en Europa ER SCH A autoorganizados reescriben y reinventan estas reglas. —por un lado caracterizadas por una constante miniaturización de S COI os N l A v FR nue os de sus subsistemas y grupos sociales y, por otro, por una ampliación Los ncipi 4.0 El espaciopeuropeo: del macrosistema urbano— son el motor de una condición urbana ri nismodiferencia y variación a urb que está transformando la naturaleza y el concepto mismo de La nueva “ciudad genérica” europea puede, por tanto, ciudad, y que opera también en la ciudad histories aun cuando Ede la disolución del antiguo equilibrio se hace visible sobre todo en los territorios menos consolidados, interpretarse como un éxito RIC P RICdiferenciación entre principios de y variación que durante siglos alii donde encuentra menor resistencia. ias CED rateg as II t v s i E domino la evolución ratdel espacio urbano europeo. ope Una condición urbana que nace de una transformación sustancial En la actualidad el principio de “diferencia” de hecho no opera de la relación entre individuos y espacio urbano, que se nutre de distinguiendo grandes porciones de espacio; no distingue entre asociaciones a distancia, de nuevos lugares de agregación y, al S partes homogéneas OyLaquellas HAA n eldistintas de la ciudad compacta mismo tiempo, de nuevas formas de ciudadanía y que, por tanto, o O c K —entre el tejido asÓ ?XVlll y el centro histórico medieval, entre para ser representada e investigada, exige una estrategia de REMdel psiglo é o u ¿Q anism las áreas productivas y los barrios de periferia—, sino que más observación diferente a la experimentada en la ciudad histories b r u bien opera distinguiendo cada molécula singular de la ciudad europea.
Mientras los satélites nos envían incesantemente imágenes instantáneas del caos estético donde se refleja la ciudad del siglo XXl, desde algunos puntos del espacio habitado nos llegan imágenes cada vez menos pretenciosas, pero más ricas en información. Al registrar aquello que ocurre entre espacio y sociedad, estas imágenes nos muestran un territorio donde unas pocas reglas que se repiten organizan una multitud de temblores de construcciones que casi nunca logran constituir figuras visibles desde “lo alto”. La multitud de pequeños temblores solitarios, variados y superpuestos que hace vibrar el territorio europeo no produce, de hecho, procesos de gran magnitud —en el sentido de extensión— o acumulativos, aun-que se trate de una vibración difusa. Los nuevos “hechos urbanos” del territorio europeo son frecuentemente moleculares y singularmente imperceptibles, también porque difícilmente son representables según las técnicas habituales de la cartografía y de la estadística, como sucede en el caso de las nuevas e invasivas formas de comercio —el “espacio basura” de Rem Koolhaas— o las nuevas tipologías de residencia unifamiliar. Son innovaciones irrepresentables e invisibles como tales. Familiares y a la vez perturbadoras. Su densidad es tan fuerte y su capacidad de penetración e infiltración en los nichos de la ciudad existente tan extraordinaria que solo una mirada obtusa y nostálgica puede no darse cuenta de que “todo está cambiando”, de que una nueva ciudad ya existe, no “en lugar de”, “sobre” o “al lado de”, sino dentro de los espacios de la ciudad europea existente.45 Si es verdad que el paradigma cenital, impersonal y arrogante
en su punto de vista, ha fijado las coordenadas para pensar el NER espacio urbano del siglo XXl, se diría que la ciudad contemporánea TUR para N d JOH erta no exige aprender a verla de nuevo, comenzando por aprender b ir i u L r t ons colectividad. a vernos de nuevo en ella como individuos y ccomo RI BOE icos O t éc FAN
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GRAN VALPARAISO Ciudades compartidas
BIOGRAFIA GRテ:ICA
JANE JACOBS
ER BIOGRAFÍA GRÁFICA a UR/NVida T N ad par H O J t er r Lib strui común en una n o c
y Muerte de las grandes ciudades.
El espacio ciudad junto con las calles y sus elementos caracteristicos deben ser protegidos ante el avance de gigantescos proyectos que amenazan con destruirlos y por conciguiente a sus I OER cos B comunidades. Esta fue la bandera de lucha de Jane Jacobs la i O FANecléct STE amuy cual llevo desde temprano una s Atl vez llegada a Nueva York. Sus ideas con respecto a los barrios y la ciudad las cuales revolucionaron en su tiempo, sentaron una nueva forma de ver el urbanismo en su epoca y lo siguen haciendo en la actualidad. Sus ideas nacen de claras experiencias personales. OBS C A J PrincipalmenteNsu llegada a lan gran manzana”, donde llego a vivir A E ca J i r en Greenwich villaje alugar me que la t easemilla de sus ideas. Es en su experincia diara inspira y planta grla donde comienza a notar los detalles, la existencia de calles angostas donde no es el R CHE ASdonde vehiculo el protagonista, el conocimiento mutuo entre S COI os N l A v los vecinos Festablece un mejor patron de seguridad que el de e R nue d os s i o p coaccion de Llasifuerzas nci opoliciales, pr anism b y las calles son no solo como espacio de transito sino urutilizadas como un lugar de encuentro. La maduracion de estas ideas y su trabajo en la revista “Architectural Forum”,PRdonde se relacionó con arquitectos y ICE C s I a R i urbanistas como Ed Bacon que pretendian CED rateg as II t v s i crear grandesE poryectos urbanisticos que privilegiaban una bella rat ope obra o un bonito paisaje, la llevaron iniciar la lucha en contra de los grandes proyectos que pretenden derribar barrios con un sistema de comunidad establecido. Alucha que comenzó con charlas y S HA an lael L O publicaciones hasta llegar publicacíon KO Ó co as ? “The Death and Life of Great American REMimportante de su obra mas é p o ¿Qu anism Cities” la cual usigue siendo referencia para los nuevos urbanistas. rb En la actualidad, sus ideas son tan vigentes como lo fueron en
su momento, quizas mas, pues en el sistema actual el progeso economico prima por sobre el progreso humano y su convivencia, cada vez se presentan proyectos de escala mayor donde se obvia o no se piensa de manera correcta los espacios de convivencia comunal transformandolos en proyectos frios y sin vida. haciendo la lucha en contra de estos prioridad ya que preservar el barrio y su comunidad es de vital importancia para darle una vida sana a la ciudad.
“MUERTE Y VIDA DE LAS GRANDES CIUDADES” (extracto) Jane Jacobs Madrid: Ediciones Península, 1973
Usos de las aceras: seguridad
Las calles de las ciudades sirven para muchas cosas aparte de soportar el paso de vehículos; y las aceras de las ciudades - parte de las calles destinada a las peatones - tienen muchos otros usos además de soportar el caminar de los peatones. Estos usos están en estrecha relación con la circulación, pero no se identifican con ésta, y en rigor son por lo menos tan importantes como la circulación para el buen funcionamiento de las ciudades.
-, si las calles de una ciudad ER más Nestá están a salvo de la barbarie y el temor, la ciudad TUR para N o menos tolerablemente a salvo de la barbarie JOH ertayd rel temor. ui Lib una Cuando la gente dice que una ciudad o que str parte de la con misma es peligrosa o una jungla, quiere decir principalmente que no se siente segura en sus aceras. RI
BOE icos Pero las aceras y quienes las usan no sonNObeneficiarios A F ecléct pasivos de seguridad o víctimas sin esperanza un peligro. STE as de tl A Las aceras (la utilidad que prestan) y sus usuarios son partícipes activos en el drama de la civilización contra la barbarie que se desarrolla en las ciudades. Mantener la seguridad de la ciudad es tarea principal de las calles y aceras de una ciudad. S OB
JAC ANE
n
ca Es una tarea totalmente diferente a los Jservicios mque eri están a at llamadas a prestar las aceras y calles de las ciudades pequeñas gre o de los suburbios residenciales. Las grandes capitales no son sólo ciudades muy grandes; tampoco son arrabales muy ER SCH en densos. Se diferencian de las ciudades y de los arrabales A IS NCOe aspectos esenciales, uno de los cuales esRAque las vosciudades el F nu ios d s o están, por definición, llenas de personas extrañas. Todo L ip el mundo inc ismo n sabe que en las grandes capitales hay másprpersonas extrañas a urb En sí misma, una acera urbana no es nada. Es una abstracción. que conocidas. Y extraños no son solamente quienes van a los Sólo tiene significado en mismos lugares públicos, sino más aún los que viven en las relación con los edificio s y otros servicios anejos a ella o otras viviendas del mismo piso. Incluso las personas Rque ICEvivan P anejos a otras aceras próximas. Lo mismo podríamos decir de muy próximas entre sí se desconocen, y así tiene RIC que ias ser en CED rateg as II las calles, en el sentido de que sirven para algo más que para razón de la gran cantidad de gente que vive Edentro st atde iv reducidos er p o soportar el tráfico rodado. Las calles y sus aceras son los límites geográficos. principales lugares públicos de una ciudad, sus órganos más vitales. ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al La condición indispensable para que podamos hablar de un pensar en una ciudad? Sus calles. Cuando las calles de una distrito urbano como es debido es que cualquier persona pueda AAStodos el ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés; cuando sentirse personalmente segura en la calle en medio de LH O O con K Ó as no presentan un aspecto triste, toda la ciudad parece triste. esos desconocidos. Es absolutamente necesario tenga REM é pque o? ¿Qu anism inmediatamente la impresión de que está amenazada por ellos. Un urb Y más todavía - y con esto topamos con el primer problema distrito urbano que fracase en este punto irá mal en todos los demás
y será una fuente inagotable de dificultades para sí mismo y para NER a toda la ciudad. r TUR pa N JOH ertad r b
i
Li stse ru ha apoderado de muchas calles, o Hoy, la barbarie con al menos así lo supone y teme el ciudadano corriente, que en definitiva viene a ser lo mismo. «Vivo en una área residencial tranquila y muy Ibonita», dice un amigo mío que R BOE icos otro sitio donde vivir. «Lo único anda buscando afanosamente O t N léc EFA eces molesto por S laTnoche algún que otro grito ocasional de alguien s a tl A a quien están sobando.» En las calles de una capital no suelen tener lugar incidentes violentos que provoquen el miedo de los ciudadanos en general. Pero en caso contrario, éstos prefieren no utilizarlas en lo posible, lo cual las hace aún más inseguras.
BS
policía de un distrito admirado en toda la nación por su atrayente disposición urbanística (admiración que comparten urbanizadores y banqueros) ha advertido recientemente a los vecinos que tengan mucho cuidado con las llamadas a la puerta por la noche, insistiendo en que no deben abrirla si no conocen a la persona que llama. El problema de la inseguridad en las aceras o los descansillos de las casas es igualmente grave, tanto en las capitales que han hecho grandes esfuerzos de reordenación y reconstrucción como en las que no lo han hecho. La responsabilidad por esta inseguridad urbana no hay que achacarla ni mucho menos a ciertos grupos minoritarios, los pobres o los desarraigados. Hay infinitas variaciones en el grado de civilización y seguridad que presentan estos grupos y las zonas en que viven. Algunas de las aceras más seguras de la Ciudad de Nueva York, por ejemplo, tanto de día como de noche, son precisamente las de los barrios en donde viven esas minorías y personas. Por el contrario, algunas de las más peligrosas son las de ciertas calles ocupadas por los mismos tipos de individuos. Y esto mismo puede decirse de muchas otras ciudades y capitales.
O También es verdad que JAC existen personas con muchos pájaros en E n N JA este tipo ica la cabeza, y que mer de individuos no se sienten seguros a t rea nunca, sean gcuales fueren las circunstancias objetivas. Pero se trata en este caso de un temor diferente del que sienten esas otras personas normales, prudente, joviales y hasta ER H C tolerantes, quienes demuestran su sentido común negándose AS IS O C s N evo precisamenteFRaAaventurarse l cuanto oscurece por calles en een nu ios d s o p las que corren elciriesgo de ser asaltadas sin que nadie se L rin nismo entere y de puque rba los auxilios eventuales lleguen demasiado En las motivaciones de la delincuencia y el crimen - tanto tarde; y si es de día, estas mismas personas sólo se aventuran en las barriadas periféricas y en las ciudades provincianas por unos lugares muy determinados y no por otros. como en las grandes capitales - hay sin duda un substracto E C de profundas y complicadas presiones sociales. En este libro PRI s a La barbarie EyDRlaICeinseguridad real no imaginaria que no entraremos a especular sobre estas profundas razones. Es i C rat g as II v motivan semejantes no es una lacra exclusiva de los suficiente que digamos, a este respecto, que si queremos Est ratitemores pe o barrios bajos. En realidad, el problema es mucho más grave en conservar una sociedad urbana cualquiera capaz de diagnosticar ciertas «áreas tranquilas y residenciales, de aspecto amable y sus males y de evitarse problemas sociales graves, lo primero atrayente, como aquella que vivía mi amigo. que ha de hacerse, en todos los casos, es fortalecer todo tipo de fuerzas capaces de mantener la seguridad y la AS el A H Tampoco es un K problema OOL conque afecte solamente a las partes civilización a niveles aceptables. Construir barrios, ciudades Ó M E pas o? La cuestión alcanza sus más grotescas satélite o grupos que son como un traje a la medida par a antiguas de R las ucapitales. é m Q nis a dimensiones ¿en ciertas zonas «reconstruidas», principalmente el surgimiento de la criminalidad es algo totalmente estúpido. Y urb en grupos de viviendas de renta media. El capitán de esto es precisamente lo que estamos haciendo.
Lo primero que se ha de comprender, y bien, es que la paz pública - la paz en las calles y en las aceras - de las ciudades no tiene por qué ser garantizada de manera esencial por la policía, por muy necesaria que ésta sea en otros aspectos. Esa paz ha de garantizarla principalmente una densa y casi inconsciente red de controles y reflejos de voluntariedad y buena disposición inscrita en el ánimo de las personas y alimentada constantemente por ellas mismas. En algunas áreas urbanas - bloques viejos de viviendas y calles con un movimiento de población muy intenso - el mantenimiento de la ley y el orden en las aceras corre enteramente por cuenta de la policía y guardias especiales. Estos lugares son auténticas junglas. Ningún contingente de policía puede llevar una pizca de civilización allí donde se ha quebrado la estructura de base que hace posible en sus formas más elementales y normales.
agresiones de tipo personal, esto es, los crímenes que más ER hacen temer a los ciudad anos el circular por las calles. URN a par N T JOH ertad r b
i
i u Los Ángeles, por ejemplo, tiene un índice de Lraptos stry violaciones con del 31,9 por cada 100.000 habitantes (cifras de 1958), o sea el doble de las dos ciudades siguientes en la lista. St. Louis y Filadelfia; tres veces más alto que la ciudad de Chicago, RI s OENueva Bde con su 10,1 por 100.000, y más de cuatro veces el co O t AN léc i F E c York (el 7,4). ST as e Atl
En agresiones graves Los Ángeles presenta el índice de 185 por cada 100.000 habitantes, Baltimore el 149,5, St. Louis el 139,2, Nueva York el 90,9 y Chicago el 79. BS
O El índice global de criminalidad grave es en Los Ángeles el JAC E n N a A c J 2.507,6 por 100.000 habitantes, a mucha distancia demeSt. riLouis y a t a Lo segundo que ha de comprenderse es que el problema de Houston, con 1.634,5 y 1.541,1 respectivamente; gre y no digamos la inseguridad no puede en absoluto resolverse dispersando de Nueva York y Chicago, con índices del orden de 1.145,3 y o desparramando las poblaciones, es decir, troncando las 943,5 respectivamente. ER SCH características de una capital por las de las barriadas suburbiales A S COI os N de tipo residencial. Si esta medida fuera verdaderamente una Evidentemente, las razones de esta altísima criminalidad lson FRA nuev os de s i o p Mas, de solución, entonces Los Ángeles sería una capital segura, complejas y, en buena parte, muy oscurasL todavía. nci mo pri anis porque Los Ángeles es casi por entero un enorme distrito una cosa podemos estar seguros: desconcentrar o dispersar urb suburbial residencial. No tiene virtualmente ninguna zona de las aglomeraciones humanas, desparramarlas sobre una gran suficiente compacidad como para calificarla de área urbana típica. extensión no produce necesariamente una mayor seguridad y un E menor temor al crimen. Esta misma conclusión es válida también RIC P s Y, sin embargo, Los Ángeles no puede - como tampoco para muchas otras ciudades, donde hay infinidad RICdeiabarriadas CED rateg as II v puede ninguna otra gran capital - esconder la verdad, es periféricas, pseudo-zonas residenciales, arrabales antiquísimos Est rati e p o decir, que es una ciudad compuesta de personas que se especialmente aptos todos para la violación, el atraco, la desconocen entre sí, y no todas ellas son precisamente agresión personal, el rapto y otros crímenes por el estilo. buenas. Las cifras de criminalidad en Los Ángeles son imponentes. De las diecisiete áreas metropolitanas standard con Topamos aquí con una importantísima cuestión concerniente a las S l HAA n para e una población superior al millón de personas, Los Ángeles es la calles de una ciudad: ¿qué oportunidades, qué facilidades Lofrece O o O c K Ó M una s adeterminada eminencia suprema en criminalidad, hasta el punto que puede la perpetración de un crimen? Es posible queREen é p mo? ciudad un cierto número de crímenes se acaben produciendo ¿Qu anis fácilmente constituir por sí misma toda una categoría. Y no se urb olvide que esta criminalidad hace referencia principalmente a necesariamente sin que nadie pueda evitarlo, mas yo no lo creo.
Pero, que esto sea o no así, lo cierto es que diferentes Roxbury, parte de Boston considerada, superficialmente, como ER clases de calles producen de barbarie y temor a la barbarie zona residencial, los atracos en la calle y el constante temor a a URN aformas T p r OHNrtad radicalmente Jdiferentes. otros tipos de agresiones, sin mirones en las ventanas ni e r Lib strui atentos tenderos, inducían a las personas prudentes a evitar con Existen también algunas calles que no ofrecen ninguna sus aceras por la noche. Nada tiene de sorprendente que, por oportunidad a la barbarie callejera. estas y otras muchas razones (aburrimiento y falta de vitalidad), la mayoría de Roxbury viva agobiada y entumecida. Con el RI s E O B de Boston Las calles del NorthNEnd son un dignísimo ejemplo de tiempo, se ha convertido en un lugar bueno para abandonarlo co A O lécti F E c esto; son probablemente tan seguras como cualquier otro lugar a la primera ocasión. ST as e tl A de la tierra en este sentido. Aunque la mayoría de los vecinos del North End son italianos o descendientes de italianos, sus calles No deseo con esto singularizar Roxbury y su, en tiempos, son intensamente transitadas por personas de todas las razas encantadora Elm Hill Avenue como una área particularmente y niveles sociales. Allí trabajan algunos individuos «anónimos» vulnerable; su vaciedad y especialmente, su aspecto mar chito que viven en otros distritos de la ciudad; hay quienes y aburrido son también evidentes en muchas otras ciudades. OBS C A prefieren este barrio para hacer sus compras o para pasear; Pero son dignas de mención todas estas diferencias en J n a ANE c J i muchos otros, entrealos merque contamos a miembros de grupos lo concerniente a seguridad pública dentro de una misma t a e minoritarios que gr han heredado distritos peligrosos previamente ciudad. Los problemas básicos del sector de la Elm Hill abandonados por otras personas, tienen a gala hacer efectivos Avenue no provienen de que sus moradores constituyan una sus cheques en los establecimientos bancarios del North End, población criminal o sometida a discriminación o a los rigores ER H C S realizando después sus compras semanales en las tiendas del de la pobreza. A IS O C s barrio, pues Fsaben corren el menor riesgo de que les vo no RAN nueque del os s i o p limpien su dinero entre que se lo dan en el banco y lo gastan. Sus problemas provienen de su absoluta y física incapacidad L nci o pri anism para funcionar con la seguridad y vitalidad del otro distrito. urb Frank Havey, director de la North End Union, centro de vecinos del lugar, dice: «He vivido en el North End veintiocho años y Incluso en sectores aparentemente similares de lugares CEoí un solo caso de violación, atraca, supuestamente semejantes, se dan también rotundas diferencias en todo este tiempo jamás PRI C s I deiaotros abuso de niños crímenes de esa clase. Y si los en lo tocante a seguridad pública. Ilustraremos esta observación Ro CED rateg as II hubiera habido iv habría sabido aunque no lo publicasen refiriendo un incidente ocurrido en Washington Houses, un Estyo atlo per o los periódicos.» Aproximadamente un a media docena de grupo de viviendas de la ciudad de Nueva York. Unos veces en el transcurso de las tres últimas décadas, dice vecinos del lugar - que se debatía por encontrarse a sí Havey, unos sujetos intentaron persuadir a algunos niños o mismo - planearon celebrar una serie de festejos en el atacaron a una mujer por Sla noche. En todos estos casos los exterior, a mediados de diciembre de 1958, para lo cual HAA n los el que pasaban cerca, los mirones plantaron tres grandes árboles de Navidad. El más grande intentos fueron frustrados o OOL cpor K Ó M s RE oélos patenderos. de las ventanas de los tres, que planteó engorrosos problemas de transporte, o? ¿Qu anism levantamiento y adorno, quedó instalado finalmente en la urb En el mismo tiempo, en la Elm Hill Avenue, sector de «calle» interior del grupo de viviendas, una amplia alameda con
high line, ney york friends of the high line, organizaci贸n del barrio.
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paseo. Los otros dos; cada uno de los cuales medía menos NER atransporte no había creado mayores de seis pies de altoTyURcuyo ar N d p JOH erta dificultades, fueron plantados en unas pequeñas franjas de r Lib strui n la esquina exterior del grupo, donde iban a tierra situadascoen morir una bulliciosa avenida y un cruce de calles de la ciudad vieja. La primera noche robaron el árbol grande con todos sus adornos. Los otros dosOEresultaron indemnes, con todas sus RI s B co i O t N luces, ornamentos hasta que los retiraron el día de FA y demás, léc STE as ec Año Nuevo. «El Atlsitio en donde robaron el árbol, es teóricamente el más seguro y protegido del grupo de viviendas, y también el más inseguro para la gente, especialmente para los niños», explica un trabajador social que había estado ayudando a los vecinos. «La gente se siente insegura en esa alameda; lo ocurrido OBS con el árbol explica esta actitud. Por otra parte, el ACbastante J n NE a A c J i sitio donde pusieron los merotros dos árboles es justamente la única t a a e esquina del grupo gr donde la gente se siente segura.»
solucionar el problema -, ha de reunir estas tres condiciones: En primer lugar, debe haber una neta demarcación entre lo que es espacio público y lo que es espacio privado. Los espacios públicos y privados no pueden confundirse, como sucede, generalmente en los barrios residenciales o en los grupos de viviendas. Segundo, ha de haber siempre ojos que miren a la calle, ojos pertenecientes a personas a las que podríamos considerar propietarios naturales de la calle. Los edificios de una calle dispuesta para superar la prueba de los extraños y, al mismo tiempo, procurar seguridad a vecinos y extraños, han de estar orientados de cara a la calle. No deben dar su espalda ni los lados ciegos a la calle.
Tercero, la acera ha de tener usuarios casi constantemente, para Esto lo sabe ya todo el mundo: una calle mu y frecuentada así añadir más ojos a los que normalmente miran a la calle, y R CHE S A también para inducir a los que viven en las casas a observar es igualmente una calle segura. S COI os N l A v e la calle en número y ocasiones suficientes. Nadie disfruta FR nue os d Los ncipi Una calle pocoprconcurrida i smo es probablemente una calle insegura. sentándose al lado de la ventana a mirar lo que pasa en una ani b r ¿Pero, cuál esu el mecanismo de este fenómeno? ¿Y, por qué calle vacía. Creo que casi nadie hace una cosa semejante. unas calles son más frecuentadas que otras? ¿Por qué la gente Pero sí hay muchísima gente que se entretiene contemplando evita en lo posible las aceras de la alameda de Washington la actividad de una calle, desde una ventana o en la acera. ICE R P Houses, que en Iprincipio es sin duda atractiva? ¿Por qué las C as EDR ategi s II C aceras de la sparte vieja r a de la ciudad, justamente las de la En aglomeraciones de menores dimensiones y más simples E t rativ e p parte Oeste, oestán siempre llenas de gente? ¿A qué se debe el que las grandes capitales parece haber un cierto control que una calle esté durante unas horas totalmente abarrotada de implícito sobre el comportamiento del público, subsidiariamente del crimen; este control funciona con mayor o menor éxito público y, de repente, se quede totalmente vacía? a través de toda una compleja red cuyos elementos son AS el A H Una calle hechaKpara con extraños y que aspire a por lo general la reputación, el prestigio, la aprobación o on OOL vérselas Ó c M s E a desaprobación y la sanción del público; estos elementos gozar de un Rdeterminado é p o? nivel de ¿Qu anism b seguridad, al urmargen de la presencia de esos extraños - son de gran eficacia si los vecinos se conocen y se así son siempre las calles de una vecindad que haya sabido comunican mediante la palabra. Pero las calles de una capital, que
deben controlar no solamente el comportamiento de sus moradores habituales sino también el de los visitantes procedentes de los arrabales, barriadas periféricas y ciudades provinciales, deseosos de tomarse una vacación de sus respectivos prestigios y sanciones morales locales, tienen que funcionar de manera más directa y sin rodeos. Las ciudades que han conseguido resolver satisfactoriamente este difícil problema son una auténtica maravilla. Es inútil intentar eludir la cuestión de la inseguridad en las calles recurriendo a los patios de recreo interiores y protegidos. Vuelvo a decir que las calles de una capital son las encargadas de soportar el tránsito de las personas extrañas a la vecindad, ya que esos extraños han de pasar necesariamente por ellas. Las calles han de defender la ciudad de elementos extraños depredatorios, pero también han de proteger a los innumerables extraños, pacíficos y bien intencionados, que las utilizan para ir de un sitio a otro.
razón para hacerlo. Nadie puede obligar a la gente a mirar a la NERen las calle cuando la gente no quiere mirar. Que la seguridad TUR para N ad calles deba ser asegurada por una vigilanciaJeOHinspección mutua ert uir b i L r t suena terrible, pero en la vida real no es así.coLa nsseguridad de la calle es mayor y da lugar a menores conflictos de hostilidad o sospecha precisamente allí donde los individuos son menos conscientes, por lo gen eral; de que están observando RI o BOE icos O t inspeccionando, fenómeno éste que coincideEF con c AN unlébullicioso ST as ec uso y aún disfrute de las calles de la ciudad.Atl El requisito básico de esta vigilancia es que h haya una buena cantidad de tiendas y otros establecimientos públicos de trecho en trecho, a lo largo de las aceras de un BS con distrito; especialmente, aquellos establecimientos Jutilizados ACO E n ica preferencia por la tarde y por la noche. JAN mer at
gre
a
Tiendas, bares y restaurantes, por no citar sólo los ejemplos más claros, colaboran de diferentes y complejas maneras enERla H ASC consecución del objetivo de la seguridad en las aceras. S I NCOevlos os vecinos el Y lo que es más, ninguna persona normal está dispuesta En primer lugar, son buenas razones para que FRAtanto nu ios d s o ip osituados a pasarse la vida en un refugio artificial, incluyendo en las como los extraños usen las aceras en lasLque ncestán pri anism personas normales a los niños. Todo el mundo debe usar esos establecimientos. urb las calles. En segundo lugar, dichos establecimientos arrastran a otras E RIC que sitios P En principio, nuestros objetivos a este respecto son bien sencillos: personas a caminar por aceras donde no hay RICegias I CEDson proteger las calles donde el espacio sea inequívocamente atraigan al público particularmente, pero que at frecuentados s I str ativa E parte; desde el r público, y no mezclado físicamente con espacios privados ni en tanto que vías de acceso a alguna otra ope con cualquier otra cosa, de forma que la zona necesitada de punto de vista geográfico, este fenómeno no tiene mucha repercusión, porque se produce en áreas muy reducidas, razón vigilancia tenga unos límites claros y practicables; así mismo, de más para que este tipo de empresas sea frecuente, a fin ver la manera de que estas calles y espacios públicos tengan de poblar con transeúntes aquellos otros tramos de calle AS que unos ojos que a ser posible los estén mirando continuamente. LHA on el O O c K carecen de establecimientos públicos en las aceras. Y aún Ó REM é pas o? u m más sería conveniente que hubiera muchos de empresas ¿Qtipos nis Más no es sencillo realizar estos objetivos, especialmente el último. rba u que dieran a la gente razones diversas para entrelazar sus pasos. Nadie puede obligar a la gente a usar calles si no tienen alguna
Tercero, los tenderos y otros pequeños negociantes son R característicamente TU sólidos RNE radefensores de la paz y el orden a d p personas odian las ventanas rotas OHNrta por interés Jpropio; estas e r b rui y los asaltos;Lioes que no les guste nada ver a stcomprensible n c sus clientes nerviosos e intranquilos por su seguridad. Si son numerosos pueden constituir un excelente cuerpo de vigilantes y guardianes de las aceras de sus I calles.
Este último aspecto (queSla vista de otras personas tiene la OB virtud de atraer aE más JAC gente), es algo al parecer totalmente n JAN para elos icaurbanistas y proyectistas. Estos incomprensible m r a at expertos operan gresobre la base de que los ciudadanos buscan contemplar lugares vacíos, ordenados y tranquilos. Nada más lejos de la verdad. A todo el mundo le gusta contemplar actividad ER H C y a otras personas, hecho AS este último evidente en todas las IS O C s Nfenómeno o ciudades. Este alcanza su máxima comicidad en l FRA nuev os de s i o p la parte alta Lde nBroadway en Nueva York, allí donde la calle ci o pri anism está dividida por una rambla central estrecha, justamente en urb medio del tránsito. En los cruces de esta larga alameda se han instalado bancos detrás de unos parapetos de hormigón CE como protección; cualquier día de tiempo medianamente PRI C s I a tolerable pueden verse estos bancos totalmente llenos de R i CED rateg as II gente contemplando Est rativa los transeúntes que pasan por la ope alameda, el tráfico, los peatones que caminan por las aceras y, cómo no, unos a otros.
pero están completamente vacíos incluso aunque haga buen tiempo. Yo me he sentado algunas veces allí para averiguar el motivo. Creo que difícilmente puede haber lugar más aburrido. Hasta os estudiantes de esas instituciones evitan la soledad. Hacen sus pequeños paseos y hacen sus trabajos fuera de los edificios y contemplan el movimiento de la calle desde lo alto de la escalinata frente al cruce más bullicioso del «campus» (recinto universitario). Lo mismo ocurre en muchas otras calles. Una calle agradable tiene siempre usuarios y simples mirones. El año pasado estuve en una calle de éstas, en el Lower East Side de Manhattan, mientras esperaba un autobús. Apenas llevaba un minuto, tiempo insuficiente para tomar conciencia de la actividad de la calle, sus viandantes, niños y ociosos de las ventanas, cuando atrajo mi atención una mujer que abría una ventana situada en el tercer piso del edificio de enfrente y empezó a gritarme. Cuando yo me percaté de que deseaba llamar mi atención y respondí, y ella me gritó : «¡Los sábados no pasa ningún autobús por aquí! Después, alternando los gritos con los gestos me indicó la esquina. Esta mujer era uno de los miles de personas que en Nueva York se preocupan afortunadamente de las calles. En seguida perciben la presencia de un entraño, observan todo lo que sucede y en cuanto han de entrar en acción, orientar correctamente a un extraño o llamar a la policía, lo hacen sin dudar. Para decidirse a actuar en este sentido se requiere normalmente una seguridad y el sentimiento de que la calle es algo perfectamente conocido y como propio, porque sólo así se puede procurar ayuda en caso necesario; sobre estos temas volveremos a hablar más adelante. No obstante, más necesaria que la acción es la observación misma.
Broad way llega hasta la SColumbia University por la derecha HAA n izquierda. el y al Barnard College En este lugar todo está OOLporcola K Ó M s E a p en orden y Rquietud. No ? hay tiendas ni la actividad a que Qué nismo a da lugar las ¿tiendas, casi nunca se ve a ningún peatón y, urb por consiguiente, tampoco hay nadie mirando. Hay bancos,
No todo el mundo en las mismas circunstancias atiende a lo que ocurre en la calle, y muchos vecinos o empleados de la ciudad no saben o no tienen conciencia de por qué su vecindad es segura.
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R BOE icos éct
eclperder de vista que las personas que Cuarto, no se de STEha as l t vagan por laA calle sin rumbo fijo o las que van a algún sitio concreto a comer o a beber dan lugar a una actividad que en definitiva constituye una atracción para otras personas.
Hace unos días ocurrió un incidente en la calle donde yo hombre. Otros dos hombres habían salido del bar próximo NER a de vivo, que precisamente me interesó porque hace referencia a a la carnicería acercándose hasta la puerta enURespera T par N este punto. acontecimientos. A1 otro lado de la calle, sea vivo JOHoer taddonde r b i i u yo, se podía ver al zapatero, al frutero y Lalonpropietario de la str c Debo decir que la manzana de casas en que vivo es lavandería, todos los cuales habían salido de sus tiendas y pequeña, pero contiene una notable gama de edificios que contemplaban la escena que, al mismo tiempo, era observada van desde los inmuebles de tres o cuatro pisos convertidos desde numerosas ventanas próximas a la misma. Aquel hombre ERIos BOllevara en apartamentos de alquiler barato con locales para tiendas en no lo sabía, pero estaba rodeado; nadie permitiría que se c a O AN lécti F E c los bajos o acondicionados para viviendas de tipo familiar como la pequeña, aun cuando nadie hubiera sabido era. STquién s e tla A el nuestro. Al otro lado de la calle había antes varios edificios de ladrillo, la mayoría de cuatro pisos, con tiendas en la parte Siento profundamente tener que decir que la pequeña resultó ser baja. Pero hace doce años varias casas, desde la esquina la hija de aquel hombre. hasta la mitad de la manzana fueron convertidas en un solo inmueble de apartamentos de pequeño tamaño, alquiler alto y con En todo este drama, que duró unos cinco minutos, noSse vio B ACO ascensor. a nadie en las ventanas del edificio de pequeñosJapartamentos E N an de alquiler alto. Fue el único edificio queJAno hizo,mpodríamos ric e a at El incidente que me llamó la atención fue una escena, cuyos decir, acto de presencia. Cuando vinimos grea esta vivienda motivos desconozco, entre un hombre y una niña de ocho yo solía decir que a lo mejor pronto reconstruían todos los o nueve años. Al parecer, el hombre intentaba convencer edificios de la calle como habían hecho con aquél. Pero ahora HER a la niña para que fuera con él. El individuo lisonjeaba con puedo hablar con más conocimiento de causa y Sconsiderar ASC I s misma NCO o atenciones a la pequeña para atraerla, o bien asumía un aire con tristeza las noticias recientes según lasRcuales esa l F A nuev os de s i o p de despreocupación. La niña se quedaba rígida, como hacen transformación está prevista para el resto Lde nlacimanzana del o pri an ism los niños cuando ofrecen resistencia, contra la pared de uno de inmueble de aquí delante. Los inquilinos de estos apartamentos, urb los inmuebles del otro lado de la calle. la mayoría de los cuales son tan transeúntes que ni siquiera podemos recordarles la cara , no tienen ni la más remota idea Mientras, yo observaba desde la ventana de nuestro segundo de quien cuida su calle, y mucho menos cómo una Rvecindad ICE P piso por si era aconsejable intervenir, pero pronto me di puede absorber y hasta proteger un importante de RIC número ias CED rateg as II v cuenta que no iba a ser necesario. De la carnicería situada estas aves de paso, como hace la nuestra. si la Est ratiPero e p o en la parte baja había salido la dueña; desde donde estaba vecindad, en caso de que así ocurra, se convierte finalmente el hombre podía oírla perfectamente y verla con los brazos en lo que son ellos ya, empezarán a darse cuenta de que cruzados mirándole con fijeza a la cara. Joe Cornacchia, que las calles son menos seguras, no sabrán exactamente a qué tiene un establecimiento de golosinas con sus yernos, salió atenerse y si las cosas empeoran tendrán que trasladarse a AS también en aquel momento y se plantó firmemente al otro lado. otra ciudad misteriosamente más segura. LHA on el O O c K Ó Varias cabezas se asomaron por las ventanas del inmueble, REM é pas o? u m Q s ani auto-vigilancia es una de las cuales se retiró rápidamente para reaparecer un En algunas vecindades ricas donde este tipo ¿de urb segundo después en la puerta de la calle, a espaldas del mu y precaria, como la residencial Park Avenue o la superopulenta
Quinta Avenida de Nueva York, se alquilan mirones para que NER a hagan el trabajo. Las aceras de la residencial Park URmonótonas T N ad par H O Avenue, por ejemplo, están sorprendentemente poco concurridas; J ert ib truir L sus posibles usuarios se aglomeran en cambio en las aceras s con llenas de interesantísimos bares, tiendas y restaurantes de Lexington Avenue y Madison Avenue, en la parte Este y Oeste y en los cruces de otras calles que conducen a las anteriores. RI s E O B y cencargados, o Un enjambre de porteros recaderas y criad as, ANO lécti F E c e una especieSTde asvecindad alquilada, mantiene a la residencial tl A Park Avenue bien equipada de ojos. Por la noche, los porteros siguen en su calidad de baluartes y con esta seguridad hay los perros callejeros sé quiénes se aventuran a sacar el pirro, que también tiene sus servidumbres, constituyéndose en observadores suplementarios. Pero esta calle está huérfana de OBS C A ojos propios, vacía de razones concretas para que alguien J n a ANE c J ri la use o la mire en de coger la primera esquina y melugar t a a e r los de sus inmuebles bajasen hasta un nivel desaparecer; gsi en el que ya no fuera posible sostener la población. alquilada de porteros y ascensoristas, entonces se acabaría convirtiendo ER H C S indudablemente en una S Acalle terriblemente peligrosa. I NCO os l FRA nuev s de
de reunión de la vieja comunidad de estibadores irlandeses y artesanos que trabajan en esta parte de la ciudad; esto viene ya de antiguo. Pero conforme avanza la tarde cambia de vida, organizándose disparatadas asambleas escolares en las que se mezcla la cerveza con una especie de guateque literario que se prolonga hasta primeras horas de la madrugada. Si ustedes pasan en una noche de frío invierno por delante del White Horse y abren la puerta recibirán una fuerte y densa vaharada de conversaciones y animación muy confortable. Las idas y venidas constantes de personas a este bar mantiene nuestra calle razonablemente poblada hasta las tres de la madrugada, garantizando siempre su seguridad. El único incidente que recuerdo en esta calle sucedió en las horas muertas, entre el cierre del bar y el amanecer. Un vecino nuestro que lo vio desde su ventana puso fin a la paliza; indudablemente, aquel vecino intervino porque inconscientemente tenía conciencia de ser parte de una red mantenedora de la ley y el orden en la calle.
Tengo un amigo que vive en una calle en la parte alta de la ciudad donde un centro parroquial comunal y para la juventud, con muchos bailes y otras actividades, realizan el mismo servicio en su calle que el bar White Horse en la nuestra. La ortodoxia urbanística está muy imbuida de concepciones puritanas y utópicas respecto a cómo ha de emplear la gente sus horas libres; en urbanismo, estos moralismos sobre la vida privada de las personas se confunden igualmente con otros conceptos relativos al funcionamiento teórico de las ciudades. Manteniendo la civilización en la vía pública, el bar White Horse y el centro juvenil parroquial, diferentes como son evidentemente, realizan indudablemente el mismo servicio público de civilizar la calle.
o os cbien Si una calle Lestá ipi oequipada para tratar con los extraños n i m pr anis y establece una buena y efectiva demarcación entre espacios urb privados y espacios públicos, y además posee como algo propio una serie de actividades básicas y su correspondiente dotación CE más extraños haya más divertido. de ojos, entonces cuantos PRI C Los extraños constituyen RI iasun apreciable tesoro en la calle donde CED rateg as II v st aticuando vivo; por la Enoche, más necesaria es la seguridad, per o suelen venir, como quien dice, al trote. Hemos tenido mucha suerte en nuestra calle; además del bar frecuentado por los vecinos y otro que hay en la esquina, tenemos un famoso bar que atrae continuamente bandadas de forasteros de las AS el A H vecindades próximas eL incluso de fuera del barrio. Es famoso KOO Ó con M E a R éDylan p s oThomas porque el poeta solía sentarse allí, y además lo En las ciudades no solamente hay sitio para este tipo de diferencias ? ¿Qu anism mencionaba en sus obras. En verdad, este bar actúa en dos y muchas otras más a gusto de todos, en interés y aplicación; es urb sentidos. Por la mañana, y después de almorzar, es un lugar que, además, las ciudades necesitan todas estas diferencias, por la
sencilla razón de que hay personas inclinadas a un tipo de diversión o actividad y otras diversiones y actividades mu y distintas. Para las ciudades, esas preferencias de los utópicos y otros esforzados administradores de los ocios de los demás no son únicamente irrelevantes, sino algo peor: perniciosas. Cuanto mayor y más abundante sea el conjunto de interesados legítimos (en el sentido estrictamente legal del término) que sean capaces de satisfacer las calles de una ciudad y los establecimientos o centros que en ellas están instalados, mejor para esas calles y para la seguridad y grado de civilización de la ciudad.
mayor. Cada par de ojos adicionales y cada incremento de NER estas su radio visual, es evidentemente algo muy positivo para TUR para N tristes barriadas. JOH rtad e r Lib strui n co
Ahora bien, si los ojos no están allí, y si no hay cerebros detrás de estos ojos que, aun inconscientemente, estén dispuestos a colaborar para el mantenimiento de la civilización I y de la tranquilidad general en la calle, las luces, Bpor OER cmuy os i O t AN léc F buenas que sean, no serán en absoluto suficientes. Siempre E c ST as e es posible, y esto ha ocurrido más de Auna tl vez, que e se cometan los más horrendos crímenes en las estaciones muy bien iluminadas del metro cuando no hay ojos presentes. Casi nunca suceden cosas semejantes en los teatros, superpoblados Es cierto que muchos bares y establecimientos comerciales y prácticamente a oscuras. Las luces de una calle pueden ser gozan de mala fama en determinados distritos, precisamente como la famosa piedra que cae en el desierto, donde Sno hay COB porque atraen a muchos extraños, y estos no bastan en ninguna oreja que pueda oír. ¿Hace algún ruidoJAesta piedra? E AN can J i absoluto. r ¿Alumbra alguna luz si no hay ojos para verla? Parece ser que e m a at e r no, al menos en la práctica. g Esto es particularmente verdad en los desvaídos cinturones grises de las grandes capitales y en las zonas residenciales interiores Para explicar el transtornador efecto que produce la presencia de R CHE extraños en las calles de las áreas tristes y grises, meASreferiré en tiempos consistentes o, por lo menos, presentables. S en primer lugar, con una clara intención deANanalogía, a las COI s R nuevo s del F de ocalle: los s Generalmente se cree que estas vecindad es son tan peligrosas peculiaridades de otro y muy significativoLotipo ipi inc ismo típicos r corredor es de los inmuebles de viviendas, corredores p a causa del insuficiente alumbrado de sus calles. Indudablemente, an urb de la Ciudad Radiante y construidos a diversas alturas. En un buen alumbrado es importante, pero la oscuridad por sí sola cierto sentido, los corredores y ascensores de estos inmuebles no es lo que hace de todos estos barrios unos lugares grises, son también calles. Son calles empotradas en el firmamento a repulsivos y monótonos. CE RIes fin de eliminar las calles a nivel del suelo ; su finalidad dejar P IC ias R D g espacios libres y desiertos donde puedanCEinstalarse parques II te tra tivas El valor de las luces en estas grises y desvaídas áreas y alamedas semejantes a la de Washington EsHouses (en la que a r ope proviene de la tranquilidad que procuran a algunas personas robaron el árbol de Navidad). obligadas a caminar por las aceras o a las que les gustaría hacerlo, y no pueden por carecer precisamente de buen alumbrado. La iluminación induce a estas personas a poner sus propios ojos Esos corredores son naturalmente partes interiores de los AS el edificios, y también calles, en el sentido de que sonOlugar paso a contribución para la mayor seguridad de la calle. LHAde O on c K Ó conocen M s obligado para los vecinos, la mayoría de los cuales no se E a R é p mo? ¿QuPero istambién son n a Además, es obvio que una excelente iluminación aumenta y tampoco saben quién es y quién no es vecino. urb calles en el sentido de que son accesibles al público en general. las posibilidades de cada par de ojos, ya que su alcance es
Los proyectistas las diseñaron pensando que en las viviendas ER habrían de residir personas URN aradeseosas de habitar apartamentosT N ad p imitación para clases JOH rt altas, pero sin dinero en efectivo suficiente b i e truir L para pagar apartamentos auténticos de clases altas, es decir, s con con porteros y ascensoristas. Cualquier persona puede entrar en estos inmuebles sin que nadie le pregunte absolutamente nada, utilizar los accesos alI ascensor y las aceras, es decir ER os BOcomo los corredores. Aunque, ic digo, estas calles interiores son O N A éct F l E c T s e plenamente Saccesibles al público en general, están en cambio tla A totalmente cerradas a la vista de algún público en particular, careciendo por consiguiente de los autocontroles e inhibiciones normales en las calles de la ciudad, supervisadas por ojos humanos. BS
distintos a los de la simple circulación de personas: espacios para juegos generosamente amplios (más o menú os como un porche estrecho) y a modo de pasillos. Estos servicios fueron realmente afortunados, puesto que los vecinos, considerándolos interesantes y bonitos, les añadieron una utilización suplementaria, con mucho la favorita: terrenos para picnic (y ello a pesar de las continuas quejas y amenazas de la administración, que no había proyectado los balcones-corredor para este uso). Recordemos ahora aquello de que el proyecto o plan ha de preverlo absolutamente todo y no introducir después cambios. En definitiva, los vecino s están entusiasmados con sus balconescorredor; resultado de una intensísima utilización, estos lugares están sometidos a una intensa vigilancia. No se ha dado ningún caso criminal ni de vandalismo en estos corredores particular es. Nadie ha robado ni siquiera una bombilla, aunque en este tipo de proyectos (con corredores ciegos y de similar tamaño) se presupuestan miles de recambios al mes para las instalaciones eléctricas exteriores (bombillas, focos, etc.) Hasta aquí todo perfecto. ¡Sorprendente demostración de conexión directa entre observación y seguridad en una ciudad!
ACO las autoridades responsables de la Tengo entendido Jque E n N A ica vivienda en Jla Ciudad merde Nueva York se hicieron cargo de a at que algo no funcionaba como era debido; yo creo, así mismo, gre que les preocupaba más los actos de vandalismo contra la propiedad perpetrados enR estas calles ciegas que los HE perfectamente demostrados ASC peligros para los seres humanos. S COI osautoridades Ndichas Por esta razón, experimentaron años atrás l FRA nuev os de s i o p unos corredores abiertos a la eventual observación del público L nci o pri anism en unas viviendas que levantaron en Brooklyn y a las que urb llamaré Blenheim Houses, aunque no sea éste su nombre (no No obstante, Blenheim Houses tiene un espantoso problema quiero añadirles más preocupaciones haciéndolo público). de vandalismo y comportamiento escandaloso. Los bien E alumbrados balcones son, como dice el administrador, «el RIC C P as Houses tienen dieciséis pisos; estas espectáculo más brillante y atractivo que cabe ver»; estos I Los edificios de Blenheim R i CED rateg as II t v s alturas, por tanto, hacen posibles amplios espacios desérticos balcones atraen a muchos extraños, especialmente adolescentes i E at per o al nivel del suelo; en consecuencia, la observación o vigilancia de todos los rincones de Brooklyn. Pero estos extraños de los corredores abiertos desde abajo o desde otros atraídos en principio por magnetismo de los corredores visibles edificios, debe ser más psicológica que otra cosa; no obstante, por todo el mundo, no se detienen en ellos, sino que entran el hecho de estar expuestos a una mirada psicológica ha de en las «calles» del edificio, aquéllas que carecen totalmente AS el A H L efecto. Lo importante y verdaderamente de vigilancia, incluyendo los ascensores y, lo que es más tener sin duda algún KOO Ó con M s E a R los eficaz es que estaban diseñados para que la importante, las escaleras de incendios y sus salidas (o entradas) é pcorredores o? ¿Qu anism vigilancia u observación pudiera efectuarse desde el interior a la vecindad. La policía interior de las viviendas persigue urb de cada edificio. También se construyeron servicios para usos arriba y abajo a los malhechores, que se comportan de
una manera bárbara y viciosa en todo los tramos de corredores y escaleras de estos edificios de dieciséis pisos, sin que nadie en absoluto los pueda ver. Pocas veces son detenidos. Es muy fácil subir con el ascensor a un piso alto, entorpecer el cierre de la puerta para que no pueda bajar y después abalanzarse sobre las viviendas y cualquiera de sus moradores o sobre los transeúntes de estos corredores. E1 problema es tan grave y, al parecer, tan incontrolable que descompensa completamente las ventajas y seguridades de los balconescorredor, al menos en opinión del alarmado administrador. Lo que sucede en Blenheim Houses es poco más o menos lo mismo que en las áreas frustradas y grises de las capitales. Las calles con algo de animación y v ida de estas áreas son lastimosamente pocas y muy pequeñas; se parece mucho a los corredores visibles de Blenheim Houses. Atraen a los extraños. Así mismo, las calles medio ciegas, desiertas, tristes y mortecinas que las rodean son como las escaleras de incendios de Blenheim Houses. No están equipadas para habérselas con extraños; por ello, su presencia es una constante y automática amenaza.
sido brillantemente identificada: decaimiento ». Los autores R NE del hallazgo son los herederos (urbanistas) de los doctores TUR para N sanguijuelistas. Por «decaimiento » entienden elrtfenómeno de ad JOH e r b i i u abandono de muchos profesores y otrasL ofamilias de clase str c n media, fugitivos de la tristeza y peligros de distrito; las viviendas de éstos eran inmediatamente ocupadas por personas con menos posibilidades sociales y económicas para escoger o RI s E O B El cPlan o seleccionar su vivienda y el emplazamiento de Nésta. A O lécti F E c e a que hemos hecho antes referencia tieneSTporasobjeto derribar tl A el barrio antiguo y substituirlo por brillantes ejemplares de Ciudad Jardín Radiante, proyectados, como de costumbre, para menguar el uso de las calles. El plan añade también varios espacios vacíos esparcidos aquí y allá, hace aún más con fusa la distinción, ya precaria, entre espacios públicos S COB y privados dentro del distrito y, finalmente, leJAamputa sus E n N a A c J por sí erandaban i establecimientos comerciales, que ya de am t a bastante alicaídos. Los proyectos iniciales grede reordenación incluían un supermercado a imitación de los residenciales, de dimensiones relativamente grandes. No obstante, al pensar R CHElas Sen en estos últimos los diseñadores repararon tímidamente A IS s NCOde oaprensión realidades, y éstas les produjeron un escalofrío l FRA nuev os de s i o que provocaron algunas modificaciones L enncelipproceso de smo pri animás urbanización en curso. Un centro comercial grande, grande urb de lo preciso par a atender las necesidades normales de los residentes en el distrito reordenado, «podía atraer al área a demasiadas personas extrañas» (esto es lo queRIdijo CE uno P C empezó de los arquitectos urbanistas). Por esta razón, a RIse ias CED rateg as II construir un centro comercial pequeño. Est ativ
En estos casos se siente en seguida la tentación de echar la culpa a los balcones (o los comercios y bares) que actúan como agente magnético. Este proceso mental es muy característico; por ejemplo, veamos lo que ocurre con el proyecto de reordenación de Hyde Park-Kenwood, actualmente en período de realización en la r ope universidad de Chicago. Esta porción de «área gris» próxima a la Universidad de Chicago contiene muchas y espléndidas Pero que sea grande o pequeño es lo de menos. casas y terrenos de recreo; durante más de treinta años ha sufrido una verdadera plaga de crímenes en sus calles; por S l HAA ntodos e si fuera poco, la zona ha venido decayendo físicamente a ojos Es lo de menos porque Hyde Park-Kenwood, al igual Lque O o O c K Ó as la?vida real los distritos de una ciudad cualquiera, está rodeado vistas en los últimos años. REM é pen o ¿Qu anism por «personas extrañas». La zona que nos ocupa está empotrada b r u La «causa de la decadencia de Hyde Park-Kenwood ha en pleno Chicago. No puede modificar, aunque lo desee, su
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localización. No puede volver a ser lo que fue en un tiempo, que queda ya muy atrás, es decir, un semi-arrabal.
correctivos que ha arbitrado son perfectamente típicos - aunque R otros NE ligeramente más ambiciosos - y representativos de todos los TUR para N planes experimentales de reordenación urbanística JOH ertad rde áreas b rui el país. Urbanizar como si lo fu era y eludir sus inadecuaciones decaídas, menguadas y venidas a menosLioen sttodo c n funcionales sólo puede producir dos resultados. Se trata en todos estos casos de verdadero Urbanismo, con todas las pólizas y sellos requeridos por la ortodoxia urbanística, y En primer lugar, puede ocurrir que las personas extrañas o no de una aberración nacional. RI BOE icos desconocidas sigan entrando en esa área cuando les parezca; O t FANecléc en este caso, entre los desconocidos habrá algunos poco Vamos a suponer ahora que seguimos construyendo y STE a s tl A recomendables. En lo concerniente a la seguridad, nada habrá reconstruyendo deliberadamente ciudades inseguras. ¿Cómo cambiado salvo que serán mayor es, si cabe las posibilidades podremos vivir en medio de esta inseguridad? Por las pruebas de nuevos crímenes en la calle, puesto que habrá más espacios que he vacíos. En segundo lugar, es posible que el proyecto prevea podido reunir, parece que hay tres maneras de salir adelante; la adopción de medios extraordinarios y firmes para mantener es posible que con el tiempo se inventen otras, pero creo que OBS ACes alejados del distrito a todos los desconocidos, como ha hecho serán simples desarrollos ulteriores de esas tres,Jsi que la E an JAN la contigua Universidad de Chicago (la inspirada institución palabra desarrollo puede caber a estas alturas. ric e m a at que aplicó por primera vez estas técnicas); en efecto, según gre informó la prensa, las autoridades universitarias sueltan por la La primera manera es dejar que el peligro campe por sus noche perros policía que patrullan constantemente los terrenos respetos según esto, los desgraciados que lo sufren que HER universitarios y se lanzan al pescuezo de todo ser humano lo paguen las consecuencias. Esta es la política queS se ASCsigue I NCyO con suficientemente audaz como para aventurarse por esta jungla. ahora con los grupos de viviendas de renta baja os muchos l FRA nuev os de s i o p otros de renta media. L nci o pri anism Las barreras que forman los nuevos grupos de viviendas en b ur los límites de Hyde Park-Kenwood, aún más extraordinariamente La segunda manera es refugiarse en los vigilado que la Universidad, pueden conseguir sin duda mantener vehículos; esta técnica se practica en las selvas E a todo desconocido alejado del lugar con suficiente eficacia. africanas de grandes animales salvajes, donde se advierte a RIC P C s I En este supuesto, será al precio de la total hostilidad del resto los turistas que no abandonen sus automóviles a R gi ninguna II CED ratebajo t vas de la ciudad y de la aparición entre los moradores del mismo de circunstancia hasta que lleguen a un refugio. s i E t Igualmente, es a r un denso complejo de defensores de un fortín. ¿Quién puede la técnica que se practica en Los Ángeles.opeLos sorprendidos asegurar, en fin, que los miles de personas que viven dentro visitantes de esta ciudad cuentan y no acaban de cómo del fuerte son todos ellos dignos de con fianza en la oscuridad? la policía de Beverly Hills les ha detenido, interrogado, S ly, obligado a demostrar las razones que tienen para ir HaAApie, No quiero tampoco ahora singularizar una zona concreta ni, L n e O o O c K Ó finalmente, advertido del peligro. Esta técnica de seguridad en este caso, un proyecto determinado como especímenes REM é pas o? ¿Qu anni ism pública parece que no tiene demasiada eficacia siquiera en máximos de perversión. Hyde Park-Kenwood es un caso b r u significativo principalmente porque el diagnóstico y los Los Ángeles, como demuestran sus índices de criminalidad
pero mientras tanto dicen que sirve. Suponemos a donde NER a subirían las cifras de si en la gran reserva ciega URcriminalidad T N ad par H O de Los Ángeles viviese más gente carente de conchas de J ert ib truir L metal. ons c
En muchos otros lugares peligrosos de otras ciudades, los particulares usan a menudo, también, el automóvil como RI s E O B lo intentan. protección, o al menos Leamos una carta dirigida co ANO lécti F E c al director delST«New York Post »: «Vivo en una calle oscura al s e tla A final de Utica Avenue en Brooklyn y, por esta razón, he decidido tomar un taxi para ir a mi casa aún cuando no sea demasiado tarde. Un taxista me preguntó en cierta ocasión qué iba hacer yo al final de Utica, explicándome que él no quería bajar por una Scalle tan oscura. Pues, vaya. Si yo B ACO hubiera querido Eir Jandando no le habría llamado.» JAN
n ica mer a at manera, ya sugerida gre
La tercera cuando hablé de Hyde ParkKenwood, la desarrollaron las pandillas de matones, y posteriormente la han adoptado los promotores de la ER H C reordenación urbana. Esta técnica consiste en cultivar la institución AS IS O C s N o del Turf. del FRA uev n os Los ncipi o i m pr anis sistema del Turf, b r u
después que los del Tribunal de menores se habían sobrepasado. La policía, explicó el funcionario, desea proteger el derecho de toda persona a caminar por cualquier parte de la ciudad con seguridad e impunidad, y que esto fuera considerado como un derecho básico. Añadió que los acuerdos sobre el Turf subvertían intolerablemente los derechos públicos y la seguridad pública. A mi juicio, el señor Kennedy tenía mucha razón. No obstante, debemos reflexionar sobre el problema con que se enfrenta el Tribunal de Menores. En primer lugar, reconozcamos que era un problema real; los agentes de Menores hacían todo lo que podían, claro está con medios muy empíricos. La seguridad de la ciudad, de la que depende en última instancia el respeto a los derechos públicos y la posibilidad de moverse con cierta libertad, era inexistente en las calles, parques y grupos de viviendas dominados por esas bandas. En estas circunstancias, la libertad urbana que postulaba el jefe de Policía era más bien un ideal académico. Consideremos ahora los proyectos de reordenación urbana, que se orientan a la construcción de viviendas de renta media y alta; estos inmuebles se levantan en solares ocupados antes por muchas manzanas de casas y disponen sus propios terrenos y sus propias calles, formando el conjunto «islas dentro de la ciudad», «ciudades dentro de la ciudad» y «nuevas teorías sobre la vida urbana», como dicen los anuncios publicitarios. Es la misma técnica que utilizaban las bandas en sus Turfs o feudos auténticos valladares para otras bandas. Al principio, las vallas (o empalizadas) no eran nunca Turf, en principio significa césped, y también terreno donde se efectúan las carreras de caballos. El sentido que visibles. Los guardias de patrulla se bastaban y sobraban para garantizar la línea. Pero en los últimos años estas vallas han pasado a ser algo absolutamente real, físicamente hablando.
Bajo el en su forma histórica, una banda se apropia de unas determinadas calles, grupos de viviendas o parques (y a menudo de las tres cosas a la vez). Los miembros CE entrar en este Turf sin permiso de de otras bandas no pueden PRI C la banda propietaria, RI y isiaslo hacen se exponen a ser apaleados CED rateg as II o expulsados.EstEn a1956 tiv el Tribunal de Menores de la ciudad per o de Nueva York, desesperado ante la guerra de bandas en curso, obtuvo gracias a la intervención de su propia banda de trabajadores sociales jóvenes una serie de treguas entre los contendientes; estas treguasS estipulaban, entre otras provisiones, HAA n los el respectivos turfs y el acuerdo de el reconocimiento Kmutuo o OOL cde Ó M RE é pas o? no traspasarlos. Posiblemente, la primera fue la alta cerca en forma de espiral ¿Qu anism en torno a un grupo de viviendas del tipo Ciudad Jardín Radiante urb El jefe de la policía urbana, Stephen P. Kennedy, manifestó contiguas al Johns Hopkins Hospital de Baltimore (las grandes
instituciones educacionales parecen tener una muy deplorable capacidad inventiva en relación con los mecanismos del Turf.). En caso de que alguien equivoque el significado de la valla hay unos grandes carteles a la entrada que dicen «Quédese fuera. No entre. » Es algo pavoroso ver la vecindad de una ciudad civilizada amurallada de esta manera. No solo parece feo en su sentido más profundo, sino hasta surrealista. Nos imaginamos como deben sentirse los vecinos, a pesar del mensaje que, a modo de antídoto, publicó el boletín de 1a Comisión de Vecinos a propósito del proyecto de construcción de una iglesia: «El amor cristiano es el mejor tónico.» Nueva York se ha apresurado rápidamente a seguir la lección de Baltimore, a su manera por supuesto. Porque, efectivamente, comprobamos que Nueva York, con sus Amalgamated Houses situadas en el Lower East Side, ha ido mucho más lejos todavía. En la parte extrema Norte del paseo central que a modo de parque atraviesa la nueva urbanización, se ha instalado una gran puerta con barras de hierro cerrada a cal y canto permanentemente coronada, no con las normales rejas puntiagudas, sino con alambrad as. ¿Queda incontaminado empero este artillado paseo de la vieja y depravada Megalópolis? En absoluto. Contiguo al mismo, hay un parque de recreo público y, algo más allá, unas viviendas para clases sociales de diferentes rentas. En «una ciudad reconstruida» hacen falta montones de vallas para conseguir una vecindad armónica. Las «junturas» o costuras entre dos poblaciones de, diferentes niveles de renta constituyen un tejido realmente primoroso, como ocurre en el ya citado Lower East Side, entre: la cooperativa de renta media Corlears Hook y las Vladeck Houses, de alquiler bajo. Corlears Hook defiende su Turf contra los eventuales ataques de los vecinos de al lado mediante un vasto espacio destinado a aparcamiento a todo lo ancho de la juntura del superbloque, después con un alto seto y una valla en forma de espiral de seis pies de alto
y luego una tierra de nadie completamente cercada de unos NER treinta pies de ancho consistente principalmente enURun amasijo a T par N H d de papeles sucios y que es concienzudamente inaccesible O J erta r i Lib sJustamente tru a cualquier otro objeto, que no, ya, persona. ahí con comienza el Vladeck Turf. De manera similar, en la parte alta de West Side, un empleado ERIos BOcorazón del Park West Village. «Un mundo para usted Nen el ic O A éct F l E c e de Nueva York», a quien logré ver presentándome posible ST as como tl A vecina, me dijo para tranquilizarme: «Señora, tan pronto quede terminado el supermercado, todos los terrenos quedarán vallados.» « ¿Vallas en espiral?» BS ACOla ciudad «Exacto, señora. Y hasta es posible - señaló con la mano J E an JAN que rodeaba sus dominios ric e m a at - que todo eso desaparezca. Esa gente se marchará. Somos los gre pioneros aquí.» ER
CHuna Supongo que debe ser como la vida de los pioneros en AS S I NCOlosospioneros ciudad rodeada de una empalizada, salvo Rque l F A nuev os de s i o p trabajaban para mayor seguridad y prosperidad de su L nci o pri anism civilización, no para su liquidación. rb u
Algunos miembros de las bandas de los nuevos Turfs E encuentran esta vida un tanto dura. RIC P RIC ias CED rateg as II
t Esto es lo que pensaba un lector del «NewEsYork según iv tPost», era p o deducimos de la carta que escribió al director de dicho periódico en 1959:
«Hace unos días, y por primera vez, mi orgullo de S l AANueva vecino de Etu yvesant Town y de la Ciudad de LH n e O o O c K Ó s York se troncó en indignación y vergüenza. Pude ver a REM é pa o? ¿Qu anism dos muchachos de unos doce años usentados en un rb banco de Stuyvesant Town. Estaban enfrascados en una
conversación muy animada, con buenas maneras y tranquilos; ER hablaban en portorriqueño. URN araDe repente, vi como se aproximaban T HN tpor d p Norte y otro por el Sur. Uno de ellos dos guardias, JOuno r a iel e r b Li s truotro señalándole los dos chicos. El otro llamó la atención del n o c guardia se acercó hasta donde estaban los portorriqueños y después de un cambio de palabras, expresadas tranquilamente por ambas partes, los muchachos se levantaron y se fueron, RI s E O B ¿Cómo aparentando indiferencia... vamos a pedir a la gente co ANO lécti F E c T s e y se respete a sí misma si nosotros que tenga S dignidad tla A le arrancamos estas virtudes aún antes de que alcancen la edad adulta? Realmente, debemos ser muy pobres los de Stuyvesant y también los de Nueva York cuando no podemos compartir un banco con d os muchachos.»
nadie en absoluto pueda caminar por la calle donde está su casa. « ¿Nadie puede andar por aquí si no paga alquiler en esta calle?», pregunta. « ¿Quién los echa afuera si no son de este sitio?» La técnica de dividir la ciudad en Turfs no es un expediente practicado sólo por la Ciudad de Nueva York para solucionar sus problemas particulares. Es una solución general y practicad a en gran escala y cuyo objetivo final es la Ciudad Americana Reconstruida. En la Conferencia sobre Diseños y Proyectos de Harvard celebrada en 1959, uno de los conceptos más manejados por los arquitectos proyectistas resultó ser el llamado enigma del Turf, aunque ellos no emplearon esta expresión. Y miren ustedes por donde resultó también que los ejemplos sacados a colación fueron la urbanización de renta media de Lake Meadows, de Chicago, y la renta alta de Lafayette Park, de Detroit. ¿Qué hacer? OBS C A La Sección Cartas al Director titulaba la carta de esta manera: ¿Mantener el resto de la ciudad al margen de los límites J n a ANE c J «Quédese en su Turf”.ameri ciegos de semejantes fortalezas? Trabajo difícil, y desagradable. t a e ¿Invitar a toda la ciudad a ingresar en ella? Cuán difícil, por no gr En conjunto, sin embargo, parece que la gente se ha acostumbrado decir imposible. rápidamente a vivir en un Turf conR vallas y empalizadas, materiales HE o inmateriales; hay muchos ASC que empiezan a preguntarse cómo Al igual que los trabajadores sociales al servicio del Tribunal de S I NCO os anteriormente habían podido sobrevivir sin ellas. El «New York Menores, los promotores y vecinos de las Ciudades Radiante, l FRA nuev os de s i o p er» describió Lestenfenómeno antes, incluso, de que aparecieran Jardín Radiante, Jardín y Bella se enfrentan con auténticas ci ri nismo a los Turf en lapurciudad, refiriéndose, no a una «capital» vallada dificultades y han de superarlas como mejor saben y con los b sino a una «ciudad » (de provincias) vallada. Según parece, medios empíricos de que disponen. cuando Oak Ridge, Tennessee, fuer desmilitarizada al término E de la guerra, muchosRIC vecinos se echaron a temblar ante Tienen pocas opciones donde escoger. Siempre que se plantea P C s I a la perspectivaEde que desapareciera la empalizada levantada el problema de reconstruir una ciudad surge la teoría bárbara del R i C D rateg as II st ativ a causa de la guerra; hubo protestas, Turf; la ciudad reconstruida ha hecho trizas una función básica de por motivos Edefensivos er o mítines y gran pagitación. Todos los habitantes de Oak Ridge las calles de una ciudad y, al hacerlo, ha liquidado necesariamente habían venido, pocos años atrás, de ciudades o capitales sin su libertad. empalizadas, pero aquella vida «cerrada» se había convertido para ellos en una cosa normal, y al enterarse de que se iban Bajo el aparente desorden de la vieja ciudad siempre y cuando AS el A hablemos de una ciudad o capital vieja afortunadas en la solución H L empezaron a temer por su seguridad. a quedar sin empalizada KOO Ó con de sus problemas urbanos, circula un orden maravilloso que M RE é pasuno?sobrino mío de diez años de edad, De igual manera, u m conserva la seguridad en las calles y la libertad de la ciudad. Su ¿Q anis David, que ha nacido y crecido en Stuyvesant Town, «Una b r u elemento básico es la forma en que sus moradores utilizan las ciudad dentro de una Ciudad », comenta maravillado de que aceras, es decir, constantemente, multitudinariamente, única
está rechoncho, con una mandolina de juguete (esto tiene la suplementaria ventaja de que el crío oye a todas U horas NERinglés, T R para N que su madre no sabe todavía hablar). A continuación JOH ertad rentran en i ib truunos escena los niños de la escuela primaria, Lcamino dé la s con calle St. Luke, Sur, o hacia St. Verónica, Oeste, otros de paso para P. S. 41, al Este. Por los laterales aparecen nuevos personajes: mujeres bien vestidas, algunas hasta elegantes, y RI hombres con carteras de mano que salen de sus respectivos BOE icos O t FAN ellos portales o de las bocacalles laterales. Casi todos léc van a STE as ec tl han aparecido coger el autobús o el metro, pero algunos Aque milagrosamente, en el momento oportuno (los taxis intervienen ampliamente en las ceremonias rituales de la mañana: traen al distrito comercial y financiero del centro de la ciudad vecinos de las afueras y a estas horas llevan vecinos del centro hacia S las afueras). Simultáneamente, numerosas mujeres con Bvestidos ACO J de casa acaban de salir de sus viviendas y alJAcruzarse hacen NE anuna ric e m pequeña pausa para charlar un momento, a grandes t a y alegres rea g voces o con mutua indignación, nunca en tonos medios. El tramo de Hudson Street donde yo vivo es diariamente escenario del ballet de las aceras más inextricable. Yo hago mi personal entrada en el mismo un poco después de las ocho, Es justamente el momento en que yo salgo para ir al trabajo ER SCH A cuando saco el cubo de la basura aseguro que me divierto lo también intercambio los saludos de rigor con elOISr. S Lofaro, NC evos el mío, bailo la parte que me toca en la representación general, el bajito y rechoncho frutero que siempre un delantal FRAlleva nu ios d s o p L como hacen también los estudiantes de los primeros cursos blanco, plantado a la puerta de su tienda un nci más poco o arriba, pri anism b del instituto caminando en bandadas por el centro del tablado con los brazos cruzados y un aspecto sólidourcomo una roca. tirando los envoltorios de los dulces al suelo . Intercambiamos, como digo, una inclinación de cabeza; los dos miramos calle arriba y calle abajo, nos volvemos E (¿Cómo es posible que sean capaces de comer tantos dulces a a mirar y sonreímos. Hemos venido haciendo Plo RICmismo IC ias estas horas de la mañana?) Mientras barro los envoltorios que han muchas mañanas durante más de diez añosEyDR g sabemos I C ambos ate s I r st ativa dejado tras de sí los mozalbetes, observo las restantes ceremonias lo que significa: todo está en orden. Rara Evez er veo la parte rituales de por la mañana: el Sr. Halpert desatando del del ballet de mediodía, porque muchos opde sus actores, enganche que tiene en la puerta del sótano un carrito de como yo, trabajamos en otros lugares representando papeles mano para la ropa; el yerno de Joe Cornacchia apilando las de desconocidos en otras aceras. Pero, con el tiempo, he canastas vacías de dulces y golosinas; el barbero sacando aprendido del mismo lo suficiente como para saber queAAaS esas el a la acera su silla plegable, el Sr. Goldstein colocando los OLH ejemplo, OPor horas la danza se hace cada vez más compleja. con K Ó rollos de alambre y dando a entender que su ferretería está EM pas ? los estibadores que no trabajan ese Rdía en mo Quése sreúnen ¿ abierta; la esposa del encargado del inmueble dejando a la ani b r u el White Horse, en el Ideal o en el Internacional, beben entrada de su casa su pequeño de tres años, que por cierto manera de que siempre haya muchos pares de ojos presentes, aunque no siempre sean los mismos necesariamente. Este orden se compone de movimiento y cambio; y aunque estamos hablando de vida, y no de arte, podemos quizá, un poco caprichosamente, hablar del arte de formar una ciudad y compararlo con la danza. Pero, no una danza de precisión y uniforme en la que todo el mundo levanta la pierna al mismo tiempo, gire al unísono y haga la reverencia en masa, sino a la manera de un enredado ballet en el cual cada ano de los bailarines y los conjuntos manifiestan claramente sus elementos distintivos, que, como milagrosamente, se dan vigor y densidad mutuamente, componiendo entre todos un conjunto armónico y ordenado. El ballet de las aceras de una ciudad nunca se repite a sí mismo en ningún lugar, es decir, no repite la representación como en una gira; incluso en un mismo y único lugar, la representación está llena de improvisaciones.
cerveza y charlan. Los ejecutivos y otros empleados de ER las industrias instaladas la p arte Oeste se abalanzan a URN aren T p N adDorgene H sobre el restaurante y la cafetería Lion’s Head; los O J ert b ir i u L r empleados del mercado de carne y los técnicos de telégrafos st con y teléfonos llenan por completo el comedor que ha instalado por aquí una panadería. Y siguen apareciendo otros personajes del ballet, extravagantes ancianos con cordones de zapato en los I Rgrandes hombros, motoristasO con barbas y muchachas que BOE i os t c N c A é F l atrás, con sus largas cabelleras por brincan del Sasiento TE s ecde a l t delante de laAcara, o por detrás, que de todo hay, borrachos que siguen religiosamente los consejos de la Sociedad protectora de animales, por lo cual no comen, sino que beben. El Sr. Lacey, el zapatero, echa el cierre de su tienda por un rato y se va a cambiar impresiones sobre el tiempo con el Sr. S Koochagian, el sastre, riega a esas Slube, en el estando.ACElOBSr. J E horas la exuberante jungla cande plantas de su ventana, les JAN eri m a echa una ojeadaatcrítica desde la calle, acepta los cumplidos re que le regalang los transeúntes a propósito de las mismas, acaricia las hojas del árbol que hay frente a nuestra casa como si R dirección al Ideal, donde toma tasara su valor, y cruza la calle HEen ASC la arribada de posibles clientes S un bocado mientras vigila I NCO vos del con gestos que esperen, que (en caso afirmativo, indica FRA nueles os s i o p L entonces ya va). Salen nci o los cochecitos de los niños; toda pri anism b una caterva de personajillos, desde chiquitajos lactantes con r u sus muñecos hasta adolescentes con sus deberes se reúne entonces a la entrada de las casas. CE PRI C RaI casa ias después vuelvo CED ateg s II
madre; es la hora en que pasan los bomberos ¡ah! se me olvidaba decirles que a esta hora pueden ustedes encontrar por la calle a to dos los vecinos. Cuando oscurece y el Sr. Halpert ata de nuevo su carrito a la argolla da la puerta, el ballet prosigue bajo la luz de los focos, arremolinando se o dispersándose, pero cada vez con mayor densidad de personajes en la escena, iluminada por los focos del quiosco de pizza de Joe, los bares, la tienda de golosinas, el restaurante y la droguería. Los trabajadores de turnos de noche se detienen un momento en la confitería para comprar salami y una botella de leche y su ballet no han terminado, aún, su función. Conozco el ballet cuando es noche cerrada, y sus partes porque a veces me despierto mucho después de media noche para atender y velar a alguno de mis hijos, me siento en la oscuridad y contemplo las sombras y escucho los ruidos de la acera. Las más de las veces los sonidos son un murmullo o retazos de conversación; sobre las tres de la mañana alguien canta a veces, y muy bien por cierto. Algunas veces se o yen barbaridades, palabras brutales, y rabiosas o tristes lamentaciones, lágrimas también o alguien buscando las cuentas de un collar roto. Cierta noche un hombre se puso a gritar desaforadamente, denostando terriblemente contra dos muchachas que al parecer había recogido y le disgustaban. Se abrieron varias puertas, se formó a su alrededor un semicírculo atento, no demasiado cerrado, hasta que vino la policía. Muchas cabezas asomaron a las ventanas de Hudson Street, confiándose opiniones: «Borracho..., desequilibrado... Algún mal sujeto de los barrios residenciales de las afueras.»
Cuando de .trabajar, el ballet va r a t v s i in crescendo. Es la hora de los patinadores, los zancos y E at per o triciclos, de toda clase de juegos en los pequeños prados o patios frente a la entrada de las casas, peonzas, cowboys de plástico, etc. Es la hora de los paquetes, los envoltorios de todas clases, de las idas y venidas de la droguería a la S HAA el frutería, pasando rápidamente por la carnicería; es la hora en OOL con K Óvestidos de punta en blanco, preguntan Es imposible decir cuanta gente anda por la calle a altas horas de la M s E a que los adolescentes, R é p o? ¿Qu bien ism n si el cuello está puesto o qué tal queda la chaqueta o el madrugada, a menos que algo concreto los congregue, como por a urb jersey; es la hora en que salen las chicas guapas del dominio de la ejemplo la gaita. Sí, sí, la gaita. No tengo la menor idea de quién era
el gaitero ni por qué escogió nuestra calle. Lo cierto es que una noche de febrero se empezó a oír una gaita, y, como si fuera una señal, los diversos seres que poblaban la calle comenzaron a moverse hacia donde sonaba la música. A1 poco, casi sin que nos diéramos cuenta, apaciblemente, casi mágicamente, se congregó allí una pequeña multitud, una multitud que se desplegó en círculo para dejar sitio a unas cuantas personas que habían empezado a bailar un fling de las montañas de Escocia. El grupo que era perfectamente visible en la penumbra de la acera, los bailarines también, pero al gaitero casi ni se le notaba y todo su genio parecía residir en su música. Era un hombrecillo con un abrigo oscuro mu y modesto. Cuando acabó de tocar y desapareció, los bailarines y espectadores aplaudieron; también hubo aplausos en los palcos, unas cincuenta ventanas de Hudson Street. Luego, las ventanas se cerraron y el pequeño grupo de la calle se disolvió en la noche evolucionando en una serie de movimientos inextricables.
un señor que esperaba allí con sus quince centavos preparados R diez NEde para pagar su billete y le arrebató el dime (moneda TUR para N centavos); después echó a correr hacia la cabina el ad JOH erttelefónica; r b i i u L nickel señor salió tras ella para ofrecerle también el str (moneda de con cinco centavos). Nadie le conocía de antes; tampoco se le ha visto después por allí. Cuando alguien ve un desconocido más de tres veces empieza a saludarle con la cabeza. Es casi como I si se R s E O B hubiera establecido con él una relación, una relación pública copor ANO lécti F E c supuesto. ST as e Atl
En Hudson Street, lo mismo que en el North End de Boston o en cualquier otra animada vecindad de una gran capital, ninguno de los vecinos somos más competentes por nacimiento para conservar la seguridad en nuestrasSaceras B ACOmedio de que todas esas personas que intentan sobrevivirJen E N an las hostiles treguas ínter-Turf propias de lasJAciudades, barriadas ric e m a at y calles ciegas. Somos los afortunados propietarios de un gre orden urbano que nos hace relativamente fácil mantener la Los desconocidos y extraños de Hudson Street, esos aliados paz, porque tenemos a nuestra disposición una gran abundancia HER SCorden cuyos ojos nos ayudan, a los nativos, a mantener la paz en de ojos en la calle. Pero esto no quiere decir que el A IS NCO os la calle, son tantos que parece como si nunca fueran los como tal sea algo simple; sus elementos oRcomponentes lson F A nuev os de s i o p de esos mismos. complejísimos. De una u otra manera, laL mayoría nci smo prien i n componentes son elementos especializados a uno u otro urb Pero, esto no importa. Tampoco sé positivamente si son cometido. Presentan una unidad sintética cuyo efecto es el siempre personas diferentes, como así me lo parece. Lo cierto orden y la animación de las aceras a un tiempo, un orden E En es que «están». Cuando Jimmy Rogan tuvo la desgracia de que es absolutamente general y global, no especializado. RIC P caer desde una ventana (intentaba separar a unos amigos esto reside su fuerza. RIC ias CED rateg as II que estaban riñendo) a la calle, un desconocido vistiendo Est rativ ope una camiseta de manga corta salió del bar Ideal y le aplicó con habilidad y delicadeza un torniquete en el brazo lastimado; según los médicos del hospital, esto salvo la vida de Jimmy. Nadie había visto a aquel hombre antes, ni nadie lo volvió a ver después. ¿Cómo se avisó al hospital? Una mujer sentada en las escaleras próximas al accidente echó a correr hacia la parada del autobús y, sin decir una palabra, se precipitó sobre
AS LHA on el O O c K Ó
REM é pas o? u m ¿Q anis urb
Barrio Yungay
Nacional
Vecinos por Yungay
LOS PRINCIPIOS DEL NEOURBANISMO
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HIPERTEXTO
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8 Los principios del neourbanismo son
Ascher, Franรงois.
Franรงois Ascher, para hacer una nueva forma de urbanismo y
FRANÇOIS ASCHER
ER Principios BIOGRAFÍA GRÁFICA a UR/NLos T N ad par H O J t er r Lib strui Ascher, es un n o c
del Neourbanismo
François sociólogo urbano “intervencionista”, es decir vinculado a la reflexión y a la acciones políticas, y sus primeras publicaciones tienen una clara I vocación de incidir en las políticas OER cos B públicas escribiendo: urbano, urbanismo democrático NO Monopolio cti EFA eclé (CER, 1973)SyTplanificación Urbana (Nueva Crítica, 1974). Estudió as Atl desde una perspectiva sociológica los efectos de la movilidad urbana en la generación de nuevas formas de vida y los nuevos espacios que la acogen. A partir de los años 90 Ascher se convirtió en uno de BS ACO la ciudad y sociedad moderna más J los “pensadores” sobre n ANE ica destacado eJ influyente, meren Francia y en los países europeos y a t americanos. grea Ascher planteaba que el actual proceso de urbanización de las ciudades proviene de un proceso R (discontinuo) de modernización CHE S A que IS NCOevos la sociedad F haRAexperimentando el desde la Edad Media, causando nu ios d s o p tres grandes Lrevoluciones nci o urbanas modernas: la ciudad clásica, pri anism la urb ciudad industrial y la ciudad contemporánea o hipermoderna. Las que fueron el resultado de la interacción de tres dinámicas CE sociales PRI C I as modernas: laCindividualización, EDR ategi s II la racionalización y la diferenciación r a social. Est rativ pe Así, la ciudado es un lugar de encuentro hecho por espacios y modos de vida heterogéneos, flexibles y adaptables, que tiene centralidades diversas que funcionan por sociedades hipertexto es decir, un mismo individuo participa en distintos contextos. Sin AAS el n OLH estos enbargo Apartir KOde estudios, Ascher plantea la o Ó c M s E a R como metapolización un é p o? proceso de crecimiento territorial que ¿Qu anism supera la urb metrópolis, y está estrechamento ligada al desarrollo de los
medios de transportes y de comunicación, conformando una estructura de redes de transporte rápida y de grandes desplazamientos. En conclusión, el neourbanismo, término acuñado por François Ascher, se refiere a un nuevo enfoque urbano que es sustentado en comprender la evolución de las necesidades de la formas de pensar y actuar, de los vínculos sociales, el desarrollo de nuevas ciencias y tecnologías y el cambio del medio ambiente y escala de los desafíos colectivos. Finalmente nos ha servido para comprender el orden de las ciudades , el territorio y la intervención en la aplicación de las políticas urbanas de equipamiento, vivienda , infraestructura y transporte.
“LOS PRINCIPIOS DEL NUEVO URBANISMO” François Ascher Capítulo 4 (paginas 71 – 85) Editorial Alianza, año 2007, Madrid.
sociedad con costumbres y necesidades cada vez más variadas NER ade la e individualizadas? ¿Cómo decidir y actuar por TelURbien par N JOH ertad r ¿Cómo colectividad en una sociedad cambiante y diversificada? Lib strui idear y hacer ciudades que funcionen, atractivas con y justas en el contexto de la sociedad hipertexto y del capitalismo cognitivo? Vamos a intentar responder a estas preguntas identificando los I OER principales desafíos y pensando las maneras con las que un nuevo B os NO éctic A F l urbanismo podría hacerles frente. STE as ec Atl
1. Elaborar y dirigir proyectos en un contexto incierto. De la planificación urbana a la gestión estratégica urbanal S El urbanismo moderno definía un programa a largo Aplazo COB para la J E n ciudad y establecía los principios de su organización espacial JAN ica (en mer a at deducía los forma de planes directores, por ejemplo); después gre planes de urbanismo para que la realidad futura encajara en el marco predefinido. Los planes y esquemas estaban destinados ERa SCH A controlar el futuro, a reducir la incertidumbre, a realizarOI unS pro¬yecto C N os l A FR nuev os de de conjunto. s i
La tercera revolución urbana moderna —que se inicia con la nueva fase de modernización de las sociedades occidentales— suscita cambios profundos en las formas de pensar, construir y gestionar las ciudades. La evolución de las necesidades, de las formas de pensar y actuar, de los vínculos sociales, el desarrollo de nuevas ciencias y tecnologías y el cambio de naturaleza y escala de los desafíos colectivos dan lugar poco a poco a un nuevo urbanismo que denominaremos neourbanismo para distinguirlo del Lo ncip o paleourbanismo de la primera revolución urbana moderna y del pri anism b r urbanismo, concepto que se inventa con motivo de la segunda El neourbanismo se apoya en una gestión másureflexiva, adaptada revolución moderna. a una sociedad compleja y a un futuro incierto. Elabora múltiples proyectos de naturaleza variada, intenta que sean coherentes, CE PRI C I Las categorías que antes intervenían en la idea de ciudad deben diseña una gestión estratégica para su puestaCEen conjunta ias DRmarcha teg as II a r t v s i E revisarse para actualizarlas o debatirlas. ¿Qué ha pasado hoy con y tiene en cuenta en la práctica los acontecimientos que se rat ope la noción de límite y cómo se conciben los espacios cuando la producen, la evolución prevista, los cambios que se avecinan, distinción entre ciudad y campo, entre público y privado, entre revisando, si es necesario, los objetivos definidos o los medios interior y exterior se difumina? ¿Qué ocurre con las nociones de dispuestos en un principio para su realización. Se convierte AAS el distancia, continuidad, densidad, diversidad, hibridez, cuando en una gestión estratégica urbana que integra OlaLHcreciente O con K Ó sociedad M s E a las velocidades de desplazamiento de bienes, informaciones y dificultad de reducir la incertidumbre y el azar en una R é p o? ¿Qu anism personas aumentan de forma considerable? ¿Qué sucede con abierta, democrática y marcada por la aceleración de la nueva urb los equipamientos colectivos y los servicios urbanos en una economía. A base de tanteo, articula el corto y el largo plazo, la
gran y la pequeña escala, los intereses generales y los particulares. de los proyectos mediante reglas simples, imperativas y estables: ER Es al mismo tiempoTestratégico, pragmático y oportunista. zonificación, funciones, densidades, alturas, etc. Las reglas eran URN ara N ad p H O J ert exigentes, es decir, fijaban al mismo tiempo los objetivos y la forma r Lib strui La noción moderna de proyecto forma parte del núcleo de este de conseguirlos. con urbanismo. Pero el proyecto ya no es sólo un designio acompañado de un diseño. Es una herramienta cuya elaboración, expresión, El neourbanismo da prioridad a los objetivos y los logros y estimula I OER cmuestran desarrollo y ejecución las posibilidades y a los actores públicos y privados a encontrar la forma más eficaz B os NO écti A F TE simponen ecl limitaciones Sque la sociedad, los actores enfrentados, de cumplir estos objetivos para la colectividad y para el conjunto a l t A los lugares, las circunstancias y los acontecimientos. El proyecto de los participantes. Para ello son necesarios nuevos tipos de es al mismo tiempo analizador y herramienta de negociación. formulación de los proyectos y de las reglamentaciones. Hay que encontrar los medios para calificar y cuantificar las características El neourbanismo revoluciona la antigua cronología que encadenaba deseables de un lugar, su entorno, ambiente, accesibilidad, los BS dé las necesidades y la elaboración equipamientos colectivos y servicios urbanos con los que cuenta. el diagnóstico, la identificación ACO J E n final de un plan, el proyecto, la realización y la JAN la programación, ica mer a t a gestión. El neourbanismo sustituye esta linealidad por una gestión Esta complejidad de las normas se hace necesaria por la diversidad gre heurística 2, iterativa 3, incremental4 y recurrente5, es decir, por creciente de territorios y costumbres urbanas, por el aumento de las actos que sirven al mismo tiempo ER para elaborar y probar hipótesis, exigencias de calidad, por la mayor dificultad de aplicar decisiones SCH A con realizaciones parciales y medidas a largo plazo que modifican igualitarias y la necesidad de sustituirlas por enfoques más sutiles, S COI os N A v el 6 tras las evaluaciones y que se menos estereotipados, basados en el principio de equidad. Los el proyecto yFlaR sretroalimentación nue ios d o p L ci traducen en lapredefinición planes de urbanismo llamados «cualitativos» se enmarcan en rin nismo de los elementos estratégicos. a urb esta nueva perspectiva de reglas que dan prioridad al proyecto La gestión estratégica urbana no es pues un urbanismo descafeinado sobre los medios, incluso desde el punto de vista arquitectónico y E con ideas sin valor; esRlo de las tesis espontaneístas, paisajístico. Ccontrario P I C RIdel caos de los postulados ias creativo y de las ideologías simplistas CED rateg as II iv Por el contrario, trata de aprovechar de Este urbanismo de resultados debe establecer normas que faciliten del «mercadoEastultranza». rat ope forma positiva todo tipo de acontecimiento y evolución relacionado y limiten a un tiempo. Para ello se requieren competencias técnicas con sus objetivos estratégicos. y profesionales mucho más elaboradas. No se necesitan tan sólo nuevas capacidades para definir proyectos de forma más esencial S A 2. Dar prioridad aOL los frente a los medios. y estratégica, sino que hacen falta conocimientos y herramientas HA objetivos el KO Ó con M as ? De las reglas la exigencia a las reglas del para integrar ideas, evaluar propuestas y juzgar si son conformes a RE é pde o ¿Qu anism resultado urb los objetivos previstos, además de su beneficio para la colectividad, El urbanismo moderno se aseguraba los medios de realización identificando y calculando sus posibles consecuencias. Este
urbanismo es también más creativo, ya que reúne talentos e ideas de conexión entre las diferentes redes asumen una importancia ER diferentes, en particular los de los actores que in¬tervienen en las creciente y hacen de la intermodalidad en los transportes aenvite URN un T N ad par H O J ert operaciones urbanas. fundamental para las dinámicas urbanas. r Lib strui n o Las limitaciones permanentes y no circunstanciales impuestas por c 3. Integrar los nuevos modelos de resultado. De el ahorro de recursos no renovables, la conservación del patrimonio la especialización espacial a la complejidad de la natural y cultural y la lucha contra el efecto invernadero son otros I OER cos ciudad de redes aspectos que modifican los cálculos económicos y las decisiones B i O FANecléct TEmodelos urbanas y que, probablemente, influirán en S los urbanos as Atl El urbanismo moderno, muy marcado por el pensamiento tayloriano favoreciendo los cambios de uso, la reutilización intensiva de las y fordiano, buscaba resultados en las economías de escala y en zonas ya urbanizadas y un mayor control del uso del suelo. la simplificación y repetición de las funciones urbanas a las que Los profesionales del urbanismo tendrán que introducir en su destinaba espacios concretos. La zonificación y las grandes actividad estos nuevos modelos de resultados y aprovechar las BS urbanizaciones muestran muy bien esta idea. posibilidades que ofrecen las TIC. Las bases de datos ACO urbanas J n ANE El neourbanismo integra modelos nuevos de productividad y y los modelos de simulación y visualización Jen tres dimensiones ica mer a de gestión, aportaciones de las ciencias de la organización, presentan grandes progresos que retroactúangrsobre eat el contenido las tecnologías de la información y la comunicación; no intenta de los propios proyectos. El avance de la ciencia y de la técnica simpli¬ficar realidades complicadas, sino que se esfuerza por en los diversos campos del urbanismo hará igualmente necesaria R CHE ASde conjugar territorios y situaciones complejos. Los resultados la renovación de los conocimientos profesionales y los S OI ANCuevos del e incluso su duración se obtienen más bien por la variedad, la dispositivos pluridisciplinares permanentesFR(servicios n ostécnicos Los ncipi flexibilidad y la capacidad de reacción. locales, gerencias de urbanismo, organismos ordenación y smo pride ani b r u Las soluciones únicas y monofuncionales, endebles y poco gabinetes técnicos multidisciplinares). El reto consiste en garantizar adaptables dejan paso a respuestas multifuncionales y al mismo tiempo la continuidad y la capitalización de experiencias redundantes, capaces de enfrentarse a los cambios, a la variedad y conocimientos y la realización de proyectos que permitan CEreunir PRI C RI de circuns¬tancias, a las disfunciones y las crisis. Los resultados a expertos de alto nivel. ias CED rateg as II Est rativ urbanos se basan más en la puesta en común y la coordinación ope de potenciales localizados que en la masificación. Las economías 4. Adaptar las ciudades a las diferentes de variedad priman sobre las economías de escala. necesidades. De los equipamientos colectivos Esto debe traducirse en una mayor diversidad funcional de las a equipamientos y servicios individualizados S zonas urbanas, en una multicentralidad, en la polivalencia de una HAA el OOL con K Ó parte de los equipos y servicios y en el refuerzo de los transportes El urbanismo moderno daba preferenciaREM a é las pas soluciones o? u m Q is n a y de las diversas redes que, más que nunca, garantizan la eficacia permanentes, colectivas y homogéneas ¿para responder urb de conjunto de los sistemas urbanos metapolitanos. Los puntos a las necesidades y demandas de vivienda,
urbanización, transporte, ocio y comercio. La repetición del ER servicio permitía amortizar URN araequipamientos costosos: el mismo T p OHNr ad servicio para Jtodo eltmundo y generalmente al mismo tiempo. be ir Li stru con
El neourbanismo y los servicios públicos urbanos actuales deben tener en cuenta el proceso de individualización que I marca la evolución de nuestras OER cossociedades. La diversificación de B i O situaciones y necesidades FAN lécthace necesaria una mayor variedad y STE as ec una personalización de las soluciones. Esta evolución no es nueva: Atl los baños públicos se han transformado en baño familiar y hasta individual; el reloj y la campana, que solían ser equipamientos colectivos, se han convertido en relojes personales; igualmente el teléfono ha pasado de ser equipamiento colectivo a equipamiento S privado y después, con elBteléfono móvil, a equipamiento personal. ACO J E an JAN Esta personalización demelos servicios necesita de redes y sistemas ric a t a e técnicos más complejos que recurren de forma determinante a las gr nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. No todos los equipamientos colectivos E tradicionales se quedan obsoletos R CH S A (universidades, hospitales, estadios, etc.), pero deben integrar de S COI os N A v del una forma nueva individualizado y apoyarse en FR lannoción ue os deservicio s i o p L i c n o transporte y telecomunicaciones. las técnicas avanzadas de pri anism b r u Surgen así nuevos dispositivos complejos como, por ejemplo, el sistema que asocia —gracias al uso intensivo de transportes y telecomunicaciones— centros hospitalarios que reúnen todas las ICE R P disciplinas con un Ialto de especialización, hospitales de día, C nivel as EDR ategi s II C asistencia a domicilio, cuidados ambulatorios, Samur, centros de r a Est rativ e salud y medicina op comunitaria. En el ámbito de los transpones, se desarrollan «centrales de desplazamiento» que recopilan y ponen a disposición de los usuarios información en tiempo real sobre los horarios de los transportes colectivos, la disponibilidad de taxis, de S l HAA n aparcamientos, e transporte a la demanda, el estado del tráfico, o OOL cde K Ó M s E a R é dispositivos p tarifas, etc. Estos ofrecen nuevas posibilidades de o? ¿Qu anism elección y hacen urb viables nuevos tipos de servicios adaptados a diferentes situaciones.
5. Concebir los lugares en junción de los nuevos usos sociales. De los espacios simples a los espacios múltiples El urbanismo moderno desarrolló la ciudad sobre la base de un reparto dominante que solfa atribuir a lo «público» la responsabilidad de los espacios exteriores, de las grandes infraestructuras y de los equipamientos colectivos, y a lo privado, las superestructuras. Los límites y definiciones de lo privado y de lo público variaban según el país, pero este mismo modelo ha estructurado globalmente la mayoría de las ciudades occidentales. El neourbanismo se enfrenta al fin de este modelo. Un número creciente de infraestructuras y de equipamientos entremezclan intervenciones públicas y privadas en diferentes tipos de consor¬cios, concesiones y subsidios combinados con servicios. Los estatutos jurídicos y prácticos de los espacios son cada vez menos homogéneos y no abarcan ya la distinción entre acceso público y privado, acceso libre y reservado, interior y exterior, infraestructura y superestructura, equipamiento y servicio. Las nuevas tecnologías intervienen en esta recomposición permitiendo, por ejemplo, separar la producción, el transporte y la distribución del agua, la electricidad o el teléfono; al trastocar la forma de entender los servicios públicos, hacen posible la modificación de los derechos y de ahí el cambio del concepto de infraestructura y su financiación; por último, con Internet, se crean nuevos tipos de «casiespacios» públicos «virtuales» que llegan a los hogares y las empresas. La sociedad hipertexto, que separa los campos de las prácticas sociales, utiliza las TIC para hacer posible la pertenencia simultánea a varios tipos de espacio: por ejemplo, el uso de equipos portátiles permite desarrollar actividades de distinta naturaleza en un mismo lugar trabajar en un medio de transporte, comunicarse desde un lugar público, etc. El neourbanismo debe intentar ordenar estas posibilidades, concebir espacios múltiples con n dimensiones
E S T U D I O C A S O L AT I N O A M E R I C A N O
CURITIBA BRASIL
Alfonso Vegara-Juan Luis de las Rivas. Territorios Inteligentes. Madrid. 2004
sociales y funcionales, hiperespacios que combinen lo real y ER lo virtual, propicios Ttanto URN aarala intimidad como a la socialización. p N JOH ertad rde la información y de la comunicación Las nuevas tecnologías b i Li stru on imprimen a lascciudades el sello de sus estructuras y en particular la distinción entre hardware y software. El hecho de tener en cuenta las costumbres sociales lleva a los I OER cos diseñadores a incluir progresivamente la responsabilidad de B NO écti A F TE gestión ecl de los espacios y de los equipamientos explotación ySde as l t urbanos. EstoA conduce a la redefinición del ejercicio y los límites de la profesión de urbanista, puesto que éste debe incorporar las exigencias de la gestión futura de los espacios que ha contribuido a crear. BS ACO J n NE una csociedad JAen i a mer
ciencia y técnica muestra complicaciones inextricables donde, en otro tiempo, tan sólo había problemas que resolver: la experiencia en la que se basaba la decisión calificada de interés general se ha sustituido por la controversia entre expertos; ahora, quienes toman las decisiones se enfrentan al espinoso principio de precaución. Una decisión no puede considerarse ya como de interés general o común tan sólo por el hecho de su sustancia objetiva. Es la forma, el «procedimiento» según el cual ha sido elaborada y finalmente coproducida por los actores implicados, lo que le confiere in fine su carácter de interés general. Las divergencias y conflictos no se resuelven apenas por las mayorías, ya que éstas son cada vez más circunstanciales, sino por compromisos que permiten tratar muchas situaciones colectivas.
6. Actuar muy diferenciada. a t Del interésgrgeneral sustancial al interés general Los procedimientos de identificación y formulación de los problemas ea procedimental y de negociación de sus condiciones adquieren una importancia creciente y decisiva. La participación —en formas diversas— de ER SCH A El urbanismo moderno Sse edificó sobre los conceptos sustanciales los habitantes, usuarios, vecinos y de todos los actores implicados COI os N l A v decomún. FR nu de interés general oeinterés Hay que entender con ello en este proceso es esencial. Ya no se trata tan sólo de debatir os s i o p L i c n o que las decisiones los planes, con sus obligaciones y entre opciones diferentes, de mejorar las soluciones propuestas, pri anpúblicas, ism b r u prohibiciones, las realizaciones públicas, las excepciones al derecho sino de coproducir el marco de referencia y la formulación misma de usar libremente la propiedad (servidumbres), las expropiaciones de los desafíos. y los impuestos estabanRIlegitimados por intereses colectivos que CE P C I Rsuperiores se consideraban Estas gestiones procedimentales modifican la naturaleza de la ias a los intereses individuales. CED rateg as II t v s i La sociedadE hipertexto, compuesta de multipertenencias, intervención de los expertos y profesionales, y en concreto del rat ope movilidades y territorios sociales e individuales de geometría variable, trabajo del urbanista. Éstos deben inscribir su intervención en confronta al neourbanismo a una trama compleja de intereses y retos procesos a largo plazo, que a veces encajan mal con la lógica que resulta cada vez más difícil de concretar en intereses colectivos del mercado y los cambios políticos locales. Además, cada AS el Los representantes locales, el vez les resulta más difícil adaptar su intervención al interés estables aceptados Opor HAtodos. O L con K Ó Estado, los urbanistas y deben poner sus conocimientos al servicio de REM é pas yo?los expertos de todo tipo tienen menos general, u m ¿Q anis capacidad para fundamentar sus actuaciones y propuestas en un diversos grupos y actores, lo que plantea de una forma nueva urb interés general o común objetivo y único. Además, el desarrollo de las cuestiones de ética y deontología en este campo profesional.
El neourbanismo fomenta la negociación y el compromiso evalúan, corrigen, compensan y, en ocasiones, sancionan. Para NER a frente a la aplicación de la regla mayoritaria, el contrato frente a ello hacen falta competencias técnicas, sistemas Tde URinspección N ad par JOHlos y bases de datos mucho más elaborados que que restaban a la ley, la solución ad hoc frente a la norma. ert Lib strui disposición de las administraciones, cuya actividad con era repetitiva y 7. Readaptar la misión de los poderes públicos. De la estaba mucho más regulada. El neourbanismo supone, pues, la readaptación de los objetivos y de las personas que trabajan por administración a la regulación I cuenta de los poderes públicos. OER cos B i O Los poderes públicos administraban el urbanismo moderno, es FAN léct STE as ec decir, garantizaban la aplicación de las leyes, planes y reglamentos, 8. Responder a la variedad de gustos Atl y demandas. las misiones de interés general y el funcionamiento de los servicios De una arquitectura funcional a un diseño urbano en el ámbito urbano. Esta «administración» era coherente con un atractivo. urbanismo que prohibía y controlaba tanto como proyectaba, que aplicaba principios y soluciones y tenía una tendencia estructural a El urbanismo moderno se apoyaba en arquitecturas y formas BS negar las especificidades de cada ciudad, lugar, cultura o reducirlas urbanas que respondían a una ideología funcionalista ACO que se J E an JAN globales ic—por intentaba generalizar. Puso en práctica conceptos a un simple decorado. mer a at El neourbanismo intenta resolver los problemas caso por caso y no llamarlos totalitarios— sobre la ciudad, y no gredudó en algunos elaborar soluciones adaptadas a cada situación. La experiencia y casos en hacer tabla rasa del pasado, pero también desarrolló conocimientos acumulados y la técnica no se utilizan para aplicar la noción típicamente moderna de «patrimonio», conservando HER ASC soluciones repetitivas, sino para aumentar sus posibilidades de ciudades, vestigios, monumentos para el recuerdo IyS elementos NCO os l adaptación a contextos particulares, cambiantes e inciertos. Actúa notables por su valor artístico. FRA nuev os de s i o p L nci o en el seno de un sistema complejo de actores cuyas lógicas son pri anism b r u y debe diferentes y funcionan en un medio cada vez más abierto. Para El neourbanismo, por el contrario, admite la complejidad ello hay que diseñar marcos comunes de actuación y reglas del proponer una serie de formas y ambientes arquitectónicos y sus juego que no se opongan a las ideas de los actores sino que urbanos a una sociedad my diferenciada en su composición, ICE R P móvil las concilien, utilizándolas en beneficio de sus propios proyectos, costumbres y gustos. Enfrentado a una ciudad cada ICdía más as EDR ategi s II C produciendo sinergias 8 y arbitrando cuando las situaciones en la que los actores pueden elegir su lugar sen r mayor a medida, E t rativ e el neourbanismo debe seducir proponiendo un parezcan inextricables y las autorregulaciones fallen. op tipo de ciudad a El neourbanismo da prioridad a la regulación sobre la administración. la carta que ofrezca distintas combinaciones de características Los poderes públicos intentan garantizar el funcionamiento urbanas. Para ello no duda en utilizar formas antiguas y estilos «regular» de los sistemas de actores urbanos; actúan para limitar vernáculos, así como arquetipos modernos. Habiendo roto con las AAS el LHacomoda los problemas de funcionamiento y las incoherencias. Impulsan la ideologías simplificadoras y totalitarias del progreso, on OOse K Ó c M s E a R é p yo? actúa en gestión procedimental de interés general. En la medida de lo posible a la complejidad de las ciudades que ha heredado ¿Qu anism edificio existente, hacen hacer en lugar de hacer, para aprovechar los conocimientos ellas. También patrimonializa cada vez más el urb y la experiencia de los especialistas. Pero también controlan, transformándolo en museo e integrándolo en la nueva economía
cultural y turística urbana o bien asignándole nuevos usos. El NER neourbanismo intenta por todos los medios utilizar las dinámicas a UR T N ad par H O t del mercado Jpara o conservar los valores simbólicos de erproducir r Lib strui la ciudad antigua. con El nuevo urbanismo aprovecha las distintas arquitecturas y las formas urbanas para crear ciudades diversificadas, ofrecer I OER clos alternativas y hacer posibles B os cambios a escala metapolitana. NO écti A F ecl una importancia renovada a la cuestión En cierto modo STEconfiere as l t de los estilos Aarquitectónicos separándolos de las cuestiones de funcionalidad y morfología urbanas. Pero también inscribe estas opciones estéticas —cuando afectan a espacios públicos— en procedimientos propios del debate democrático, modificando el BScreadores y su relación con lo público marco de actuación de los ACO J n y lo político. JANE ica mer a at 9. Promover una grenueva calidad urbana. De las junciones simples al urbanismo multisensorial El urbanismo moderno desarrolló un funcionalismo bastante ER SCH A elemental, tanto por OelItipo S de funciones (trabajar, habitar, divertirse, C s N A v el R nue o s dcomo abastecerse,Fdesplazarse...) por la forma de llevarlas a cabo. o s i o p L i c ndesarrolla mo El neourbanismo una gestión funcional mucho más pri a nis b r u sutil, teniendo en cuenta la complejidad y la variedad de prácticas urbanas e intentando responder a ellos mediante soluciones multifuncionales. Enfrentado CEa demandas cada vez más elevadas y PRI C RIde competencia a múltiples formas entre espacios, intenta ofrecer ias CED rateg as II t v s i en los lugares Epúblicos rat y espacios exteriores una calidad equivalente ope a la de los sitios privados y espacios interiores. Tiene en cuenta las dimensiones multisensoriales del espacio y se aplica a trabajar no sólo en lo visible, sino también en los aspectos sonoros, táctiles S y olfativos. El diseño Omultisensorial HAA el de las ciudades permite crear O L con K sÓ cómodos para las personas que sufren ambientes distintos REM é pyamás o? u ¿Q anism minusvalías sensoriales y motrices urb
10. Adaptar la democracia a la tercera revolución urbana. Del gobierno de las ciudades a la gobernancia metapolitana. El urbanismo moderno necesitaba formas de gobierno firmes, decididas y que dispusieran de poderes fuertes para ser capaces no sólo de que difieren profundamente de las culturas y de los modos de actuar públicos. Necesita nuevas formas imponer reglas y hacerlas cumplir, sino de impulsar el cambio de forma voluntaria. Esta autoridad se apoyaba en la intermediación social de la escuela, la Iglesia y el comercio local; era un tipo de gobierno de las ciudades protegido de forma más o menos centralizada según los países. El neourbanismo se enfrenta a grupos sociales diversificados, a individuos multipertenecientes, a territorios social y espacialmente heterogéneos, a una vida asociativa prolífica pero a menudo efímera, al declive de la mediación que ejercían maestros, curas, tenderos de barrio, porteros, etc. Debe apoyarse en lógicas técnico-económicas privadas de pensar y ejecutar las decisiones públicas que permitan consultar con los habitantes, usuarios, vecinos, actores y expertos de todo tipo el proceso de toma de decisiones y vinculados a él. El gobierno de las ciudades deja paso a la gobernancia urbana, que podemos definir como un sistema de dispositivos y de modos de actuación que reúne a instituciones y representantes de la sociedad civil para elaborar y poner en marcha las políticas y las decisiones públicas. La gobernancia urbana supone un enriquecimiento de la democracia representativa por nuevos procedimientos deliberativos y consultivos. Se hace necesaria una relación más directa con los ciudadanos y al
mismo tiempo formas democráticas de representación a escala metapolitana, que es la escala a la que deben tomarse las decisiones urbanas estructurales y estratégicas. Esta ni¬velación de la democracia local es uno de los elementos esenciales del futuro de las ciudades y de las sociedades occidentales. El riesgo de que la mayor autonomía de los individuos y la fuerza cre¬ciente de la economía de mercado profundicen las desigualdades sociales actuales o de que aparezcan otras nuevas es muy alto. Y la democracia de vecindad sin democracia metapolitana no basta para que los ciudadanos tomen conciencia de que su suerte va unida. Por el contrario, el debate democrático sobre el futuro y la gestión de la metápolis puede contribuir a desarrollar esta solidaridad reflexiva, necesaria a todos los niveles -del local al global- y de la que depende el futuro de nuestras sociedades. En conclusión, para resumir y calificar este neourbanismo que inicia su camino, al menos en el mundo occidental, podemos decir que es:
Un urbanismo participativo: la concepción y la realización de ER proyectos son el resultado de la intervención de muchos a URN aactores T N ad p r H O J erideas; t con ideas distintas y de la combinación de dichas ib uir L str con
Un urbanismo flexible, de consenso, de efecto catalizador, en sintonía con las dinámicas de la sociedad; I OER cos B i O FAN léct Un urbanismo heterogéneo, compuesto de elementos STE as echíbridos, de tl
A soluciones múltiples, de redundancias, de diferencias;
Un urbanismo estilísticamente abierto que, al separar el diseño urbano de las ideologías político-culturales y urbanísticas, deja BS terreno para elecciones formales y estéticas; ACO E J
JAN
n ica mer a at lareurbanidad de g
Un urbanismo multisensorial que enriquece un lugar. Dicho con otras palabras, el neourbanismo es un plan HER ASC más particularmente ambicioso que necesita más conocimientos, S I NCO os l FRA nuev os de Un urbanismo de dispositivos: no se trata tanto de diseñar planes experiencias y más democracia. s i o p L nci o como de establecer dispositivos que los elaboren, los discutan, los pri anism b r u negocien y los hagan avanzar; Un urbanismo reflexivo: el análisis no precede a la regla y al proyecto, sino que está presente permanentemente. El conocimiento y la información se usan antes, durante y después de la acción. Recíprocamente, el proyecto se convierte plenamente en instrumento de conocimiento y negociación; Un urbanismo precavido que da lugar a controversias y que se procura los medios para tener en cuenta los efectos y las exigencias del desarrollo sostenible;
CE PRI C s DRI gia I
CE rate as I st iv E rat ope
S HAA el OOL con K Ó REM é pas o? u m ¿Q anis urb
RANDSTAD
LA CIUDAD ANILLO
El Randstad es una ciudad anillo que constituye un sistema urbano complejo que se caracteriza por
biografía gráfica
Tecnología y Dinámca, nuevos principios de planificación.
CEDRIC PRICE BIOGRAFÍA GRáFICA / “Estrategias Operativas II”
En el marco de la conquista del espacio, Cedric Price (19342003) fue capaz de liderar las transformaciones esenciales de una nueva arquitectura. En su trabajo destacan: el proyecto “FUN PALACE” (1961) junto a la directora de teatro Joan Littlewood y al psicólogo y cibernético inglés Gordon Pask, el revolucionario “POTTERIES THINKBELT” (1964) para crear la primera universidad móvil, el proyecto “NON-PLAN”(1969) en colaboración con el urbanista Peter Hall. Los libros “THE SQUARE BOOK” (1984) y “OPERA” (2003), son compendios fundamentales de su obra. Al igual que en el trabajo de Reyner Banham (19221988), en Cedric Price prevalece el diagrama como principal herramienta organizadora de ideas. La proposición íntimamente ligada a las dinámicas del tiempo se estructura dando lugar al cambio. La construcción de un objeto arquitectónico (magnet) es llevada a cabo sólo cuando es imprescindible. La economía juega un papel fundamental en la estrategia proyectual. Sin embargo, la viabilidad de éstos proyectos muchas veces contrasta con la realidad, es así como el trabajo de Price es fundamentalmente teórico. Estos proyectos al ser estructurados en el dibujo, dejan muchas preguntas y limitaciones que son latentes a la hora de encajar la idea en un contexto posmoderno. ¿Estas ideas pueden ser tan reactoras si el contexto las anula?
A partir de éstos nuevos postulados comienza una nueva
era, donde los factores económicos, medio ambientales ER y sociales están a la cabeza del debate. URN araEstos T p N conceptos serán claves en la formación las JOH ertad r de b i i u L r nuevas generaciones de arquitectos oentre los que st c n destacan el grupo ARCHIGRAM (1960), los arquitectos Renzo Piano (1937) y Richard Rogers (1933) creadores del polémico Centro Georges Pompidou I OER cos B (1971), Rem Koolhaas (1944) y el estudio español Ábalos & Herreros. ti NO FA léc STE as ec Atl
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“Estrategias Operativas II” Tiempo, oportunidades y meteorología Jacobo García Germán 3. ESTADO DE JUEGO La Arquitectura hoy se define basándose en metodologías posibilistas y en estrategias operativas. Lejos de trabajar a partir de alguna definición general, de verdades estables y eternas y de absolutos trascendentes (la Luz, el Espacio, la Materia…), el interés se desplaza hacia aquellas condiciones que dotan a la arquitectura de proximidad y que la convierten en un buen cotidiano.
(BACKGROUND)
añadidos a esta. Virtudes abstractas e ideales, derivadas de la NER geometría. La filosofía, la historia u otros paradigmas, comienzan TUR para N a ser reemplazados por una evaluación Jprecisa OH rtadde aquello be ruir que esta arquitectura es capaz de hacer:Lihacer st al usuario y con sus hábitos, hacer a la ciudad, a la forma de vida o al medio ambiente… RI
OE s A modo de agente operativo, la arquitectura performativa, O B ctico es N A é F l E c capaz de alcanzar eficiencia en tiempo real uso efectivo. STy aen s e tl A Esto, por supuesto, había sido siempre un objetivo para la arquitectura de cualquier época, pero solamente a partir de los acontecimientos ya descritos, en torno al desarrollo de ciertos principios técnicos y sociales dentro de la evolución general del Movimiento Moderno, empiezan estos argumentos a pasar a un BS COel primer plano de forma más visible. En el momentoJAen que un E an JAN y como ichace, edificio comienza a ser evaluado por lo que hace rlo e m a at es capaz de el rol activo previsto, en el ámbito técnico, que este gre ejecutar, se expande a la manera en la que el edificio es capaz de afectar a los comportamientos y acciones a desarrollarse en ER SCH su interior. A S I NCO os l FRA nuev os de s i
Hemos podido ver en qué maneras, durante los años 60´ un heterogéneo conjunto de personajes y acometimientos (textos de Banham, edificios do Neutra y Kahn, la escena radical británica, los acontecimientos de “mayo del 68” y las reflexiones culturales que provocar) fueron capaces de abrir diversas vías hacia lo que podemos agrupar y nombrar como una “arquitectura performativa”.
p En común con el trabajo de Reyner Banham Price Lo en ciCedric rin nismo reside un desdén por los aspectos visuales yppor el compromiso a urb hacia ciertos “ideales” o nociones prefijadas. Su actitud ha sido descrita como una “filosofía del capacitar”; una arquitectura que Emoral deja margen a lo Indefinido y abierto a modo de imperativo RIC P C usuarios depositado en la actitud y responsabilidadEde y RIlos ias C D rateg as II receptores de un proyecto. Est ativ
La intención ha sido la de establecer un marco común, un fondo, para poder medir un cierto cambio en la lectura y el entendimiento de la arquitectura. En una “arquitectura performativa”, habiendo asumido y superado los avances introducidos por el Movimiento Moderno, no se comprende una pieza de arquitectura como una suerte de elemento estable en el cual reconocer valores que, provenientes del “exterior” sean concebidos como atributos
Una arquitectura al servicio de las condiciones imprevistas que emergen de las tecnologías visibles e invisibles y de usos y actividades superpuestas. El trabajo de Cedric Price puede AS el resultar relevante como vinculo entre un interés Opor técnica LHlaA o n O c K Ó M s E a como ‘”acondicionadora de vida” (al igual R que éenp el trabajo de o? ¿Qu anism Reyner Banham), y el documento paradigmático desarrollado urb por esta perspectiva sobre la arquitectura: el diagrama.
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INFORMACION, ENERGIA Y CAMBIO R RNE
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N ad p el conjunto de dibujos presentados Tomemos, por JOH eejemplo, rt ir Libelsproyecto tru por Price para del Potteries Thinnkbet, una de sus con manifestaciones programáticas más completas, pensado y dibujado en 1964. En esta conocida propuesta, una antigua red ferroviaria en desuso situadaIen la región de North Staffordshire, R s BOE ic o el momento en el que el proyecto deprimida económicamente en O t AN léc F E c T s e se realizó y Sque había servido como infraestructura básica de tla A transporte para toda la comarca, dedicada a la producción de alfarería, se convierte en el soporte de un experimento a gran escala alrededor de la creación de un nuevo modelo de universidad. Una anti-universidad, de hecho; un concepto revolucionario de transformación para una institución de educación superior. Una S OBlos C A universidad móvil sobre rieles del antiguo sistema ferroviario E J n N a A c que, de estaJmanera, mse veía reactivado. eri at
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En lugar del campus centralizado, Price proponía una matriz de nodos y conexiones, unificando el sentido productivo y ER H C S funcionalista del sistema perteneciente a la Revolución Aferroviario IS O C N modelo Industrial, conRun pero también practico para os conceptual l F A nuev os de s i o la Universidad Futuro: L delnc ip o la red descentralizada. pri anism urb
“La analogía, tan en boga, entre las Universidades en uso y la noción de Ciudad Ideal resulta peligrosa”, declara la memoria del proyecto. Con esto enE mente, el sistema ofrecido es una RIC P s consideraciónEabstracta alternativa a un modelo nostálgico RIC iacomo C D rateg as II v orquestaban esta ambiciosa idea eran, y rígido. Los Edibujos que st ati er p o desde el principio, y de idéntica manera a los antes mencionados diagramas del “No-Planeamiento”, análisis estratégicos que proponían diferentes posibilidades para el funcionamiento de las hipótesis previstas. AS LHA on el O O c K Ó
Dibujados directamente REM é pas o? sobre los planos territoriales en las ¿Qu anism primeras aproximaciones del proceso, la detección de lugares urb capaces se realiza superponiendo una triangulación de líneas
de conexión sobre las carreteras y vías en desuso existentes. El arquitecto, cual ave rapaz, sobrevuela las posibles localizaciones para situar tos distintos componentes del proyecto: “unidades temporales de habitación”, “áreas de facultades”, sobre nudos ferroviarios existentes, o “áreas de transferencia” dotando de diversos servicios a la nueva universidad. Es importante señalar en qué medida las opciones permanecen aviarlas, las unidades de residencia están supeditadas a la localización do tas áreas facultativas: estas, a su vez, a la posibilidad de reactivar cualquier área de transferencia y la pertinencia de estas uniones está condicionada a su vez por la proximidad a poblaciones existentes a la vez que por la cercanía a las redes de circulación (carreteras, servicios, infraestructuras o vías). Por tamo. La idea de la matriz tiñe también los dibujos, que no están realizando una traducción grafica de ciertas decisiones ya establecidas. En cambio, estos planos indican como Ias decisiones, en cuanto a la localización de los elementos que formaban el Potteries Thinnkbelt, estarían determinadas por su idoneidad como lugares capaces, pero sin eliminar otros posibles enclaves: “Si esto va aquí, pondremos esto otro allí, pero si el “área de expansión” se sitúa aquí, entonces las viviendas estarán en este punto” El diagrama es así un sistema abierto en la toma de decisiones, no una representación de algo que ha sido pensado en sido pensado en el plano abstracto. Estando como están estos diagramas basados en la disponibilidad de canales de información (la universidad en relación con la cuidad), movilidad (entre sitios, entre usuarios y habitantes), y cambio (de localización, del soporte fisco de actividades, de la configuración formal de las unidades prefabricadas y sus combinaciones posibles), el proyecto adquiere consistencia en tanto que muchas de estas ideas conceptuales no sólo encuentran una materialización directa en las acciones que el proyecto propone, si no que son lamien capaces de redescribir las propias condiciones de producción del proyecto y los dibujos que lo representan.
Si pasamos de escala y observamos como los diferentes servicios (áreas de transferencia, de facultades. modelos de habitación), son dibujados, descubriremos esquemas diagramáticos, aún sujetos a una configuración definitiva, pero organizados con exactitud en cuanto a sus componentes y sus ensamblajes, usos, montaje y desmontaje, etc. “Sus planos son como kits de partes y diagramas de circuitos: sus detalles son especificaciones de catálogos” escribía Peter Murray en el Libro sobre el trabajo de Cedric Prince titulado Works ll, publicado en 1984. Esto resulta especialmente evidente en las piezas diseñadas para el Potteries Thinkbelt, en las cuales cualquier traza de tectónica, materialidad, o incluso fisicidad, son eliminadas de cara a convertir el proyecto en una cristalización instantánea de un razonamiento conceptual que resulta tan “inevitable” y armado en sus argumentos, como a la vez genérico y prototípico en sus elementos arquitectónicos. Dada la condición variable y fugaz de los nuevos ingredientes llamados a dar forma al pensamiento arquitectónico contemporáneo (información, energía, cambios, caducidad. utilidad) el arquitecto puntea la jerarquía clásica de la progresión en las escalas de aproximación y definición de proyecto, actuando como “estrategia”, o incluso “meteorólogo” en las fases iniciales del proceso, en la aproximación global, sin que pueda ser calificado mas como “planificador” o “urbanista”, correspondiendo estos términos a una figura de certidumbre y control sobre las decisiones tomadas; precisamente la actitud que la noción de la “NoPlanificación” y d proyecto para el Potteries Thinkbelt intentaban hacer saltar por los aires. Asimismo, los documentos producidos nunca podrían ser confundidos con planos urbanísticos convencionales. Estos diagramas eran capaces de ofrecer, “una articulación provisional de interacciones aun por verificar, (y son) un dispositivo apropiado, en el que las preocupaciones por el flujo informacional y la interacción social son más importantes que la provisión de contenido visual y
contexto físico. R el que NEen Inmediatamente después de dibujado este “tablero de juego” TUR para N devienen los dibujos territoriales del Potteries Thinkbelt, JOH ertadelrarquitecto uiprovisiones Lib str se transforma en un cualificado “técnico” en el diseño de con eficaces para las actividades que deben llevarse a cabo. Se convierte en un “ingeniero” que engrana con exactitud los componentes base de la nueva construcción. I R BOE icos O t éc FAN
E en otras ecl palabras, Por tanto, este puente sobre escalas y jerarquías ST(o, as l t A la eliminación de la escala intermedia de actuación. la puramente “arquitectónica”), se completa con un concienzudo ataque y desdén por el diseño entendido como definición de formas, texturas, apariencias o tectónicas… BS
O LA OBSERVACION ACTIVA SE VUELVE PROPOSICION JAC E
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eat El libro Opera, recientemente publicado, y quegrpresenta el trabajo de Cedric Price durante sus últimos quince años de ejercicio profesional, puede ser otra manera, tangencia pero esclarecedora, ER SCH de aproximarse a la propuesta periférica y radical que este personaje A OIS s puso en práctica durante más de cuarenta añosRde carrera. ANC evo del
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nu os Los ncipi o pri an ism el único existente b ur
Mientras que en anterior libro sobre Price (y hasta la publicación de Opera en 2003). Cedric Price: Works ll (conocido también como The Square Book), era un heterogéneo y denso E conjunto de documentos variopintos, desde los habituales dibujos RIC P y planos (plantas, secciones, perspectivas), fotografias de asobras o RIC i CED rateg as II maquetas, hasta textos, diagramas, tablas numéricas Est rativ o cuadros ope de datos, organizados de forma casual y comprimida, la nueva publicación ofrece una secuencia lineal y repetitivas de propuestas ordenadas cronológicamente y presentadas de manera idéntica a lo largo de libro. AS LHA on el O O c K Ó
as ? ¿0 es ¿Es este cambio en el layout una decisión puramente REM é peditorial? o ¿Qu anism que este segundo libro está Intentando condensar una aproximación b r u concisa y ejemplar, la de Price, mediante la eliminación de todo
“ruido” habitual alrededor de la presentación de arquitectura, NER a reduciendo esta a suURreduciendo esta su mínima expresión? par N T JOH ertad r b
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i ru Si The SquareLBook dispuesto alrededor de vanos epígrafes stestaba con conceptuales (“action, time and timing, uncertainty, change, freespace”), nichos estos en los cuales cada proyecto encontraba una acomodación natural y Ipersonalizada, en esta ocasión un OER co s Bestar interés opuesto parece presente: el de mostrar, una y otra O AN lécti F E c vez, d mismo STmétodo s e aplicado a cada una de las oportunidades tla A que cada proyecto representa. Carente de fotografías y de obra construida y con escasos documentos técnicos convencionales, la mayoría de los proyectos explicados en Cedric Price Opera existen como meros garabatos económicos y esquemáticos que indican, en cada uno de Slos casos, un diagnostico instantáneo OB de la intervención requerida. JAC
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at Si en el Potteries gre Thinkbelt se echaba a andar una estrategia global (territorial), para llegar a la definición de algo que pudiese considerase “arquitectura” solamente cuando la necesidad de ER H C definir cierras construcciones semi-estables era imprescindible, AS IS O C N tardíos en los proyectos esta economía se vuelve aun os de Price l FRA nuev os de s i o más cruda, hasta el ppunto de alcanzar una eliminación efectiva L nci smo pri ana i favor de pinceladas rápidas, certeras y de la arquitectura urb anticipatorias. Estas pueden representarse, perdida ya cualquier consideración hacia las “plantas” tradicionales, por medio de esbozos instantáneos, RoIincluso documentos mas impersonales, CE P C s I como puedanEDser mapas de acción superpuestos a planos de a R i C rateg as II situación. Est ativ r
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Como ready-mades instantáneos, estos planos de situación (a partir de los cuales, invariablemente, se inicia un proyecto de Cedric Price), reciben dalos e informaciones tácticas y subjetivas AS l (tensiones latentes, flechas, de efecto, volúmenes de LHA on ezonas O O c K Ó M s E a oportunidad…), se reduce a este montaje de R éy pel proyecto ? Qu nismo a ocasión. La ¿idea, mínima pero absolutamente precisa, se ve urb fijada. La arquitectura permanece agazapada, sujeta a las
contingencias. Aún sin decidir, aún sin proyectar. Estos dibujos llaman a unA memento de reflexión antes de la intervención del diseño específico. Una pausa dentro del proceso que va del análisis a la propuesta. Pero esta parada en el interior del proceso es también un cuestionamiento del razonamiento pseudo-científico de causaefecto que el Movimiento Moderno había impuesto con tanta convicción. Esto es plausible si observamos el tratamiento abstracto que de la noción de “programa” habían realizado las firmas corporativas americanas como elemento estable y cuantificable sujeto a dimensionados, medidas. etc. durante el periodo de madurez de la Modernidad. Nada de esta objetividad, reductora de la arquitectura a un problema de tamaños y medidas, en la aproximación mecánica y aparentemente fría de Price. El desplazamiento de “contenidos” hacia “efectos” se aloja en el interior de estos diagnósticos instantáneos. No se trata de realizar estudios ajustados de programas y requerimientos, si no de desarrollar la intuición para detectar oportunidades y conexiones inesperadas entre las posibilidades a mano. El paso de programa como “data” inactivo a programa como componente modelable y efervescente de la arquitectura está presente en estos dibujos que, en su inmediatez, realizan el salto entre observación pasiva y proposición activa. De esta forma, es fácil detectar otra genealogía en los diagramas de Price: aquellos planos e instrucciones donde una representación, aparentemente objetiva y unidireccional, ha sido ya “pervertida” por las vaporosas condiciones impuestas por el desarrollo en el tiempo, los distintos y cambiantes gradientes de disponibilidad, las actividades superpuestas y su desenlace, los movimientos imprevistos y las evoluciones accidentales… Cosas que deben formar parte ya del “proyecto’’, en tanto que “proyectar” no sea más que “lanzar, dirigir hacia detente o arrojar a distancia: hacer planes o preparativos sobre cierta cosa que se desea o piensa hacer”.
Intervención en las ruinas del teatro municipal de lima
siete años después, las intervenciones perduran y son recurrentemente solicitadas para otros usos(...) son mucho más que pertinentes escenografías incidentales montadas para obras teatrales temporales
Fuentes: revista ARQ n°68, pág. 54-59
No más planos como telón de fondo y base para el diseño: el R NEestar ojo del arquitecto debe entrenado para imaginar infinitas TUR para N H d acciones sobre una realidad concreta. La observación activa se O J erta r b i i u L tr vuelve proposición. ons c
OPORTUNIDADES DE DOBLE FILO RI
OE s Por tanto, detección de ico oportunidades estratégicas en O B ct N A é F l E c T s e y superposición de intereses derivados situaciones Sreales, la A de la realidadt(lugar, programa), con la intuición del arquitecto sobre una amplia franja de posibilidades, de cosas que puedan acontecer en una particular situación. De esta forma los proyectos siempre desvelan ocasiones especialmente adecuadas quo nadie antes había observado de cara a multiplicar requerimientos OBSel proyecto hacia lo inesperado. No C A y necesidades, abriendo E J an JAN unidireccional, existe un camino más bien se muestra un haz da ric e m a t a vías posibles.gContra la sobre-determinación del planeamiento y re de los planos de colores indicando troceos programáticos, los dibujos de Cedric Price sugieren una necesidad de multiplicar lo ER H C previsto solo en formaS de ASpistas e intuiciones. I NCO os l FRA nuev os de s i
p “La mezcla de otrora segregadas entre sí, debe Lo actividades, nci smo pridemandas i n producir nuevas artefactuales: por ejemplo, industria/ a urb educación/turismo pueden florecer mutuamente si somos capaces de dar lugar a nuevas formas de acceso e intrincación”.
E RIC P s miramos el trabajo RIC iapresentado CED ateg s II
Si en 1997 por CPA (Cedric r a Price Architects) para Est r tivel concurso de un nuevo paseo marítimo e a p o en la ciudad alemana de Bremehaven, descubriremos como la producción de una amplia gama de efectos y la alteración (positiva) de determinados ritmos y patrones en Ia ciudad se consigue con un mínimo de medios y gestos, haciendo del AS el proyecto un manifiesto programático de acciones económicas LHA O on O c K Ó M s E a y efectivas. R é p o? ¿Qu anism urb
El proyecto emplea el concepto de magnet o imán para activar el
frente hacia el mar y conectar, en tres puntos específicos, este frente con la ciudad antigua por medio de tres nuevos puentes. Merece la pena aquí parte del “Manifiesto de los Imanes”, que describe la naturaleza de estas intervenciones: “Se instalan “imanes” en lugares metropolitanos infrautilizados o en desuso en la actualidad. Un conjunto de estructuras de vida limitada, a ser promovidas por las autoridades locales o cuerpos cívicos, que serian utilizadas para nuevas manifestaciones de amenidades públicas. Ocupan espacios no contemplados habitualmente como disponibles por el público, tales como el aire sobre carreteras, calles o parques, vías de tren o lagos. Los imanes están destinados a generar nuevos tipos de accesos, vistas, lugares de información y de disfrute. Pueden servir para ayudar a cruzar una calle (…), su función es la de recargar enclaves en desuso, haciéndolos más útiles y placenteros. Los imanes son deliberadamente móviles, adaptables y reutilizables, de forma que no devengan, como ocurre tan a menudo con la arquitectura, elementos inactivos, inflexibles, institucionalizados, privatizados o redundantes. Estas estructuras, o “herramientas”, se piensan como inherentemente móviles: grúas, transportadores de aeropuertos, ascensores-tijera, de manera que puedan ser alquilados durante un tiempo limitado y después ajustados o desplazados a otras localizaciones. Los imanes son pragmáticos y polémicos en la manera en la que transforman el espacio a favor de las necesidades públicas. No son un fin en sí mismos, más bien fomentan la necesidad de cambio. Los imanes, dispositivos empleados por Price en muchos de sus proyectos tardíos, resumen el deseo de producir un máximo de situaciones y acontecimientos urbanos a partir de un mínimo de trabajo y de medios “arquitectónicos”. Mediante un reducido número de “descargas eléctricas”, aplicadas al tejido de la ciudad, simbolizan a la perfección la filosofía anti moderna de Price, teniendo más que ver con la sorpresa y la multiplicación que con la previsión y las funciones unidireccionales.
Una vez almacen, ahora centro cultural
http://es.wikipedia.org/wiki/Centro_Cultural_Matucana_100 http://www.m100.cl/proyectos/ http://www.martinhurtado.cl/?p=3
Un edificio que data de 1907, donde una vez fue almacen del gobierno, ahora alberga un centro cultural.
El mencionado proyecto maneja estas “restricciones”: eliminar NER todos los gestos y argumentos superfluos, reduciendo el proyecto TUR para N H acupuntura d a unas agujasJOde clavadas en la superficie de la ciudad, a ert uir b i L multiplicidad tr generando una de resultados y de posibles futiros: ons c
“(El proyecto para) Bremehaven reconoce la necesidad de incrementar tanto el turismo como las industrias científico/oceánicas RI s E O B las infraestructuras destinadas a reemplazar obsoletas de astilleros co ANO lécti F E c T s e y da pesca.SAsí, podemos conseguir un nuevo espacio público tla A encima de una autopista, o en una reserva subterránea. Es posible obtener nuevos terrenos públicos a partir de variar un acceso, excavar un agujero, o construir una nueva pasarela”. La actitud del arquitectoS contemporáneo debe negociar las OB y contradictorias realidades urbanas, aparentemente anárquicas JAC E an JAN sociales y culturales, que ricflotan alrededor de una determinada e m a at situación o lugar, gre transformando los problemas en posibilidades de actuación. ER SCH representan A
Los diagramas queS estas micro-arquitecturas I O C N (escaleras, paseos. plataformas, pequeñas construcciones…) os l FRA nuev os de s i o p una percepción distinta de la arquitectura. hablan, en conjunto, de L nci smo pri i n No solo como algo a de lo que esperar un rendimiento a corto urb plazo. un beneficio efectivo a partir de ligeras desviaciones en comportamientos y hábitos inducidos, sino algo capaz de devolver E previstos o pensados antes de resultados inesperados, no RIC P realizar los dibujos y que RIC iasemerge de estos diagramas sugiriendo CED rateg as II superposiciones entlos iv efectos y respuestas rápidas, directas y Est r e a p o operativas. Lejos de la estratificada y densa maquinaria de toma de decisiones, producción. Realización y uso tradicionalmente asociada a la arquitectura. AS
DEL TIEMPO COMO LHA on el AL TIEMPO ANTICIPADO OOABSOLUTO K Ó c REM é pas o? Qu nism el¿uconcepto de rba
En efecto, tiempo que estos proyectos están manejando debería ser motivo de una particular atención.
Existe una dependencia intima entre como un proyecto es pensado, como se dibuja y lo que propone. Una arquitectura regida por conceptos que manejan una descripción de la realidad cambiante y efímera necesita superar las certidumbres que las herramientas tradicionales emplean, con el fin de desencadenar estos conceptos y hacerlos visibles. Por tanto, la secuencia y la jerarquía, ordenada en el (tempo que va del análisis a los argumentos, dibujos y desarrollo del proyecto hacia una definición documental y cerrada de cara a la ejecución, comienza a ser “corto-circuitada”; se rompe el proceso lógico produciendo aceleraciones o ramificaciones en cualquier momento. Esto modo de operar alternativo da lugar a una sofisticada herramienta, el diagrama, capaz de ejecutar con efectividad esta nueva situación. Y esto, a su vez, refleja una nueva interpretación del tiempo, probablemente como una de las más valiosas contribuciones que el trabajo de Banham a Price ha sido capaz de desencadenar y aportar a la disciplina. El hecho de poder Incluir una determinada interpretación sobre la noción del tiempo, dentro del cuerpo de valores incluidos en una “posición” frente a la arquitectura, es una cualidad deseable. Esto es especialmente relevante si situamos el trabajo aquí comentado en el contexto emergente del postmodernismo en la arquitectura de finales de los ‘60. El espíritu postmoderno se ha relacionado habitualmente con una consideración del tiempo en la arquitectura como algo regresivo y anclado en el pasado pero posiblemente la lectura opuesta sea hoy día la más aproximada. El postmodernismo, como Juego completo de valores más que como un estilo arquitectónico, fue capaz de empezar a trabajar en el Interior de un complejo y surtido conjunto de “tiempos”, cada uno en posesión de su propia velocidad y de sus propias
IBA EMSCHER PARK CASO INTERNACIONAL
2013
1995
RHEIN
2001
lunen
HERNE
2006
BOTTROP
BOCHUM
OBERHAUSEN
ESSEN
DUISBURG
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1994
1988
EMSCHER
interpretaciones de la ciudad y de la historia, de la memoria y la NER arquitectura. TUR ara p N JOH ertad r b
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i u La noción de L“tiempo str genealógico”, tan vinculada a la interpretación con del tejido urbano realizada por Ado Rossi en su importante libro La Arquitectura de la Cuidad, no debería ser confundida con la interpretación del tiempo como algo compuesto y sin necesidad de RI s E O coherencia, histórica o Bfísica,codesarrollado contemporáneamente ANO lécti F E c por Colin Rows ST en ssueCollage City, o Robert Venturi en Complejidad tla A y Contradicción en la Arquitectura. Se trata de un “tiempo plano”, en el caso de Venturi, contra el “tiempo profundo” de Rossi.
determinado momento cultural. El tiempo postmodernista es un caleidoscopio en que, a un lado del espectro, encuentran su lugar Banham, Price y la mayoría de los pensadores radicales de fines de los´60. Su “tiempo”, nonos engañemos, difiere de los ideales modernos tanto como lo hacían el de Rossi o el de Rowe. Si Le Corbusier y sus contemporáneos proyectaban una línea continua de progreso y evolución, el tiempo, por el contrario, que pertenece a estos “diagramistas”, es de acción a corto plazo, de resultados inmediatos y verdades ciertas.
Esta lectura del tiempo se toma aun más compleja cuando este “sumergirse en la memoria” deviene una suerte de “tiempo BS ACO comenta el ejemplo del Capriccio de análogo”, cuando JRossi E an JAN Canaletto, pintado enme1753-59, en el prefacio a la segunda ric a t a edición Italiana de La Arquitectura de la Cuidad para presentar gre la hipótesis de la “ciudad análoga”. En ella, la realidad aceptada de un lugar podían dar paso, para el arquitecto, a una realidad ER H C S de otra naturaleza: una realidad “análoga”. En esta, “elementos A IS O C N específicos asociados la historia tanto de la arquitectura oscon l FRA nuev os de s i o como de la cuidad”, L ipentran en juego para resultar, en otro lugar inc ismo n de cualidadesprequivalentes, como el lugar original pero con otros a urb atributos, selectivos.
Es un tiempo de conveniencia y de no-planificación. Un tiempo que ha sido denominado “tiempo operativo”: El tiempo operativo cíclico y no aditivo (…). No es cronológico, ni histórico, sino la clase de tiempo involucrado en las secuencias de cambios y reorganizaciones comunes al uso cotidiano de los edificios”.
E comentarios. En primer lugar, una Todo esto da pie a varios RIC P ruptura con laEDidea del “tiempo positivista”, asociada RIC moderna ias C rateg as II al progreso unidireccional y enfocada exclusivamente hacia el Est rativ e p o futuro. El tiempo, insistimos, “explora” y se convierte en algo relativo e inconsistente. Ninguna arquitectura, aparte de las continuaciones naif e ingenuas del proyecto moderno, puede eludir esta nueva condición.
Para él, más que un concepto abstracto al que se llega como consecuencia de una percepción, sensación o cadena de asociaciones, el tiempo es una realidad, cruda y pragmática: aquello sitúa cualquier objeto de los ciclos regulados de producción, uso y rendimiento comunes a cualquier artículo derivado de la segunda Revolución Industrial. Tal y como vimos al analizar a Reyner Banham, la des-problematización de la simbología y el significado de los objetos domésticos de uso cotidiano se contagia a la arquitectura y a sus valores inherentes. Estos valores, como por ejemplo las “modificadas” interpretaciones sobre “Tiempo y Arquitectura”, descienden al terreno de la utilidad y de lo práctico.
AS LHA on el O O c K Ó
EM sepvuelve as ? “creativo”. Demanda un posicionamiento El tiempo per R tanto é o ¿Qu anism activo del sujeto. No viene dado y puede ser reinterpretado b r u con cada ocasión. No pertenece al espíritu de la época o a un
Resulta curioso observar que un arquitecto como Price, tan desprendido de las cualidades materiales y de los valores tradicionalmente ligados a éstas (solidez, permanencia, presencia, cualidades táctiles, el “valor del tiempo”), haya, no obstante, considerado la dimensión temporal como el elemento básico de su trabajo.
Este desplazamiento estaba, evidentemente, anticipando un programa conceptual y esférico nada alejado de la sensibilidad pop, tan relevante en el panorama cultural en el que estas propuestas formaron forma. Debido a la pérdida de “aura” que el concepto de tiempo sufre como atributo subjetivo, este mismo concepto pasa a ser una herramienta básica para predecir los efectos “performativos” que cualquier acción, construcción o intervención vaya a tener. “La conciencia del futuro-tiempo en arquitectura es de gran utilidad al aislar y reconocer intervalos del proceso. Los cinco estadios del tiempo “artificial (uso, reutilización, abuso, infrautilización y rechazo) se reconocen mejor cuando intervalos tales como los tiempos de construcción y demolición se capacitan para igualar al tiempo de diseño, de alteración o de reconfiguración progresiva (…). El ajuste cuidadoso de los intervalos de tiempo y de velocidades relativas se hace crítico cuando el factor humano, es decir, el uso del usuario, se considera (…). La arquitectura es aquello que, mediante la distorsión del tiempo, produce condiciones beneficiosas socialmente otrora impensables”. Si regresamos al conjunto de textos acerca del “no-planeamiento” presentados por el grupo en torno a Banham, podemos recuperar un elocuente diagrama presentado por Cedric Price en su texto Non-Plan, publicado en AD en 1969. En éste, un conjunto de acciones destinadas a ocurrir en un lugar determinado a lo largo de un intervalo de siete años se representa en un sencillo dibujo. En la nota explicitaría de localización, duración (horas y meses), relocalización y velocidad de movimiento. Información de cinco dimensiones presentada en una tabla bi-dimensional. La función del concepto de diagrama se expresa con exactitud en esta frase: abrir el dibujo, y con él el proyecto, a los avatares
del tiempo en secuencias vagamente previstas y señaladas; ER considerar a la vida de los edificios como algo sujeto TaUser RNdiseñado ara p N d a y planeado a largo plazo, activando una narrativa relativa JOH eno-lineal t r r Lib strui a los cíclico, tanto como a lo previsto y señalado; desarrollar con una metodología gráfica capaz de expresar esto, dando la vuelta a las expectativas generadas por la arquitectura; establecer las reglas de juego y dejar que el tiempo y el azar hagan suOEtrabajo, RI B icos O t “como base para una situación continuadamente FAN experimental léc STE as ec en la que las posibilidades direccionales del Aplanteamiento futuro tl se registradas”. APUNTANDO A ERRAR Y EFECTOS COLATERALES S
B COreconoce Al depositar tanta confianza en la idea de tiempo,JAse E an JAN inevitablemente, directamente cómo el azar y lo imprevisto van, ric e m a at a ser participantes en el trabajo de arquitectura. Habiendo gre dicho que “el planeamiento actual hace poco más que retrasar los cambios inevitables a la vez que limita el desarrollo a largo ER SCH la A plazo, haciéndolo casi imposible”. Cedric Price consideraba IS NCO voscualquier el arquitectura como algo necesario de ser despojado FRA nuede s d o s i o p L resto de expresión personal, sólo para convertirse nci enoun mero pri anism soporte para la vida, en un fondo. urb
Sería por tanto equivocado, a pesar de las apariencias, acusar E RIC P Price de favorecer una aproximación pseudo-científica y C s DRItegia II E C deshumanizada. “Su noción de arquitectura como mecanismo ra as Est rativ e de servicios soporte del acondicionamiento ode p la vida diaria, se vio sujeta a críticas que equiparaban su arquitectura con la de una máquina expendedora de café”. AS
el Debería, por el contrario, defenderse el trabajo deOOPrice LHA oacerca c n K Ó EM p“deleite as ? en lo de la “inexactitud calculada” y sobre el Rhallar é o ¿Qu anism b desconocido”, como una bocanada de aireurfresco en tiempos de elaboración exhaustiva y sobre-determinación programática.
En un conferencia de 1975 titulada “Alming to miss”, Apuntando R “hachazo” definitivo a los hilos de NE a errar”, se avanzaba un TUR para N razonamiento promovido por el Movimiento ad JOHcausa-efecto ert uir b i Moderno. L onstr
orientada “hacia el proceso y no hacia el producto”, y nos convirtamos en mediadores para la aparición de condiciones favorables de vida, y no en productores de empaquetamientos para personas que intentan eludir la vida”.
Como en un ejercicio de virtuoso, Price comentaba divertidos detalles constructivos de sus proyectos (ventanas, juntas entre RI s E O B materiales…), y se Nregocijaba coen el hecho de que esos detalles, A O lécti F E c y su previsible y durabilidad, tenían “tolerancia inherente STexactitud s e tla A (…), asumiendo un factor de desfase proporcional”. Esto significa, como metáfora pero también como realidad, que hasta en la más reducida escala de la construcción, y precisamente donde importa más las certidumbre (en los detalles constructivos), esta arquitectura estaba introduciendo un grado de libertad. S
Añadía Price que “si hacemos una comparación de estos dos lugares (refiriéndose a dos proyectos en concreto), pasé bastante tiempo intentando encontrar similitudes, de cara a “desviar” el tipo de objetivo previsible sobre una situación particular, es decir, una respuesta estandarizada”. Al igual que la famosa cita de Alice in Wonderland “Consideremos el Veredicto”, dijo al Rey una vez más. “¡No, no! – Confesó la Reina- ¡sentencia primero, veredicto después!”
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OB
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n ica Permitiendo J movimientos o un rendimiento independiente rrelativos e m a t a de los componentes, estos detalles condensan, al igual que gre
en los grandes edificios barrocos, las mejores cualidades, geométricas y órdenes conceptuales contenidos en el edificio. R E SCH A IS NCO enosmuchos cualidades, l FRA nuev s de
Estas de los proyectos de Price, o s i o p tienen que ver una identificación de objetivos y después, L con nci smo pri acon i un “errar” en la consecución de estos n paradójicamente, urb objetivos. Esto significa abrir una puerta a lo imprevisto, que se desea siempre como habilitador de vida, en vez de encontrar E una solución ajustadaRI y C“arquitectónica” al problema. No se P C s I reconocen “problemas” como cuestiones a ser “resueltas” por a R i CED rateg as II la arquitectura. Est “Uno tivevita un problema apuntando a errar, y era p o proponiendo, en su lugar, un “proceso” en vez de un “producto””. Este proceso puede o no incluir elementos arquitectónicos, y podría incluso no ser una solución a las demandas del encargo, pero siempre pondrá en marcha una compleja cadena de AS el acontecimientos. Siempre chispa para que determinadas LHA onserá O O c K Ó M s E a mejoras se Rdesarrollen en el tiempo, obviando la respuesta é p o? ¿Qu anism habitual de los arquitectos de proponer un “producto” (es decir, urb un edificio), “para que de nuevo se convierta en una arquitectura
Esta inmediatez elimina la importancia del resultado arquitectónico que puede o no ser “artístico”, “diseñado” o “creativo”, y concentra la atención en las consecuencias, muchas veces improvistas, en el proceso continuado que cualquier acción relativa a la arquitectura debería iniciar. Resumir el trabajo de Cedric Price como el establecimiento de “estrategias operativos” incide en la inteligencia de sus propuestas y dibujos de limitarse a ser eso, simplemente instrucciones para que ocurra algo que debe tener lugar fuera del alcance del arquitecto. “Operativas” como atributo, nos lleva a considerar a arquitectura como algo que debe ser juzgado en términos de rendimiento; “estrategias” indica el inicio de procesos, hipótesis que podrán, o no, ser llevadas a cabo… 4. METAFORA COMO RESULTADO Los efectos del tempo, el cambio, los usos, la naturaleza compleja de la ciudad, la intervención del Usuario... aceptadas como componentes que inevitablemente embarcan a la obra de arquitectura en un camino impredecible y de fondo, rompen con los razonamientos tradicionales de causaefecto para reducir la arquitectura a la proposición de una
seria de hipótesis iniciales con el fin de poner en marcha un proceso, que supera y relativiza en la mayoría de los casos la estructura física y visual que lo soporta. LA ARQUITECTURA METEOROLOGICO
SE
CONVIERTE
EN
MAPA
La Arquitectura Meteorológica no pretende producir objetos bellos, correctos, modernos y ni siquiera útiles. En realidad, cuestiona (a necesidad y pertinencia de estos objetos. Se olvida de los contenidos conceptual al no considerarlos ya relevantes, y por el contrario se concentra en la producción de efectos como objetivo principal. Ha sustituido el fundamento moderno en tomo al concepto abstracto de “programa” por la idea de “acción” como motor principal de su propuesta, y busca por tanto una arquitectura del cambio, donde nada sea definitivo y en la que el tiempo, el uso y los avatares en la vida de los edificios sean capaces de enriquecer su existencia. Se trata por tanto de la preparación de unas reglas de juego* un libro de instrucciones, de cara a conseguir poner en marcha ciertos efectos: el principio de un “proceso” infinito en el tiempo y desconocido en su resultado, en vez de la obtención de un “producto” certero y definitivo. Su (nueva) belleza tiene que ver con la belleza de las situaciones específicas y de los eventos, con la contemplación de la emergencia en las condiciones de vida y los efectos que et tiempo puede hacer en personas, sitio y cosas. Se jurga de acuerdo con lo que sea capaz de hacer, de ejecutar y se piensa y dibuja como habilitadora de lo posible. Ya presente en la propuesta Non-Plan de 1969, aparecía una reflexión señalando como “el planeamiento es la única rama del conocimiento con propósito de ser un tipo de ciencia que contempla un plan como realidad o cuando meramente ha sido iniciado; rara vez hay algún tipo de verificación acerca de si un plan está realmente cumpliendo el cometido para el que fue
previsto”.
NER TUR para N La Arquitectura Meteorológica se sitúa al principio un proceso, JOH erde tad r b
i
tru o fracaso. y por tanto no puede evaluar con exactitudLisu séxito con Está abierta a cambios y evoluciones imprevistas, al igual que una construcción gótica, y ha roto con la organización secuencial y jerarquizada en la toma de decisiones; no existe distinción entre RI s BOEformar proyectar, construir, usar y reutilizar la arquitectura. Todo co O t AN léc i F E c parte de un proceso continuado. ST as e Atl
La meteorología como metáfora permite una visión de la realidad en las que las fluctuaciones, los errores, cambios, patrones y variaciones no significan un fallo del sistema sino una comprobación de que la incertidumbre se ha convertido en BS COproblema una ineludible expresión de los tiempos. DetectarJAun E an JANlas situaciones y evitarlo, no resolverlo en su totalidad abre a ric e m a t a posibilidades inesperadas y a correspondencias gre que avalúan la arquitectura por sus capacidades “performativas”, es decir, por su capacidad de generar ciertos efectos en personas, sitiosRy E SCH cosas, poniendo en acuerdo realidades múltiples e incorporando A IS NCO oys el modo una perspectiva alternativa del tiempo, la permanecía l FRA nuev os de s i o p de empleo de la arquitectura. L nci o pri anism urb
“A diferencia de sus contemporáneos, el merito de Cedric Price reside en haber superado la ortodoxia impuesta por la lección E brutalísta en aras de la flexibilidad, En su interpretación, la RIC P C s I integridad del programa funcional de un edificio era pulverizada a R i CED rateg as II t v por las infinitas líneas de fuerza que lo atravesaban (…)”. Un s i E t era p o trabajo de arquitectura, atravesado por estas líneas y permitiendo estos cruces, pierde la autonomía moderna para convertirse en un complejo sistema meteorológico, destinado a la producción de atmosferas, efectos, comportamientos y situaciones. AS LHA on el O O c K Ó
Valorando crecientemente las REM éacciones y pas o? ¿Qu anism acontecimientos que tienen lugar uen su interior, rb indiferente a la estructura física y visual que las soporta.
Infografía
EL diagrama como propuesta Programática
Changes Action and Inactition
Time and TIming
interaction
Free Space
Magnets
Uncertainty
Fuentes: http://elpais.com/diario/2001/01/04/cultura/978562806_850215.html http://www.2gmagazine.com/2g.cfm?idpublicacion=475 http://cpparq.blogspot.com/2009/05/arte-industrial-iba-emscher-park.html
Reseña: Un modelo poco usual para la época, un destrozador de paradigmas, diagramas como suplantación de planimetrías, transformación de obras, e inmortalidad de los Edificios, Cedric Price y su nueva arquitectura.
cantidad en calidad mediante la abstracción y la repetición- ha sido un fracaso, una trampa: magia que no ha funcionado. Sus ideas, su estética y su estrategia están acabadas. En conjunto, todos los intentos de empezar de nuevo sólo han servido para desacreditar la idea de un nuevo comienzo. La vergüenza colectiva producto de este fiasco ha dejado un enorme cráter en nuestra forma de entender la modernidad y la modernización.
“¿Qué fue del urbanismo?” Rem Koolhaas
(“What Ever Happened to Urbanism?” 1994, S,M,L,XL, 1995) Revista de Occidente, 185, 1996
Este siglo ha sido una batalla perdida contra la cantidad.
A pesar de sus tempranas promesas y de su frecuente coraje, el urbanismo ha sido incapaz de inventar y de actuar a la escala exigida por una demografía apocalíptica. En 20 años, Lagos ha crecido de 2 a 7, de 7 a 12 y de 12 a 15 millones; Estambul ha duplicado su población de 6 a 12 millones. China se prepara para multiplicaciones aún más abrumadoras. ¿Cómo explicar la paradoja de que el urbanismo, como profesión, haya desaparecido justo cuando la urbanización generalizada -tras décadas de constante aceleración- está en vías de establecer un «triunfo» definitivo y global de la condición humana? La promesa alquímica del Movimiento Moderno -transformar
Lo que convierte esta experiencia en desconcertante y (para los arquitectos) humillante es la desafiante persistencia y el aparente vigor de la ciudad, a pesar del fracaso colectivo de todos los agentes que actúan sobre ella o tratan de influirla creativa, logística y políticamente. Los profesionales de la ciudad son como jugadores de ajedrez que pierden contra los ordenadores. Un perverso piloto automático burla constantemente intentos de aprehender la ciudad, agota todas las ambiciones de definirla, ridiculiza las más apasionadas aseveraciones sobre su presente fracaso y su imposibilidad futura, y la empuja implacablemente en su huida hacia adelante. Cada desastre anunciado queda absorbido de algún modo por la extensión infinita de lo urbano. Aunque la apoteosis de la urbanización es cegadoramente obvia y matemáticamente inevitable, una cadena de acciones escapistas y posiciones de retaguardia pospone el momento final de que lo reconozcan las profesiones otrora más implicadas en la construcción de las ciudades: la arquitectura y el urbanismo. La urbanización extensiva ha modificado la misma condición urbana más allá de cualquier precedente, la insistencia en su condición primordial -en términos de imágenes, normativas, fabricaciónconduce indefectiblemente e vencía por el camino de la nostalgia. Para los urbanistas, el tardío redescubrimiento de las virtudes de la ciudad clásica en el momento de su imposibilidad definitiva puede haber significado el punto, de no retorno, el momento fatal de la
desconexión, de la descalificación. Ahora son R E N a especialistas en URdolores fantasmas: médicos que N Tad par H discuten las peculiaridades de un miembro amputado. O J rt e r Lib strui n co
La transición desde una posición anterior de poder a una situación de relativa humildad es difícil de llevar a cabo. La insatisfacción Icon la ciudad contemporánea ER os BO no ha conducido al desarrollo de una alternativa c O AN lécti F E c e creíble; por no ha hecho sino inspirar ST el s contrario, tla A modos más refinados de articular la insatisfacción. Toda una profesión persiste en sus fantasías, su ideología, sus pretensiones, sus ilusiones de implicación y control, y se vuelve incapaz, por tanto, de concebir nuevas modestias, OBS C A intervenciones parciales, realineamientos estratégicos E J n N a A c J influir, redirigir, que pudieran alcanzar el éxito en términos ri ame t a limitados, reagrupar, empezar desde cero incluso, pero gre sin restablecer nunca el control. Dado que la generación de Mayo del 68 -la generación más numerosa que ha ER H C existido nunca, atrapada AS en el «narcisismo colectivo de IS O C N una burbujaRdemográfica»os l ocupa actualmente el poder, F A nuev os de s i o p resulta tentador pensar que es la responsable del fracaso L nci smo pri -de i n del urbanismo ese estado de cosas por el cual ya a urb no se puede hacer ciudad-, precisamente y de forma paradójica porque ha redescubierto y reinventado la ciudad. E RIC P pavé, (bajo RIlaC plage ias CED ateg s II
Sous le los adoquines, la playa): r a t Mayo inicialmente,Esel tiv del 68 lanzó la idea de un nuevo era p o comienzo para la ciudad. Desde entonces, hemos estado entregados a dos operaciones paralelas: documentar nuestro abrumador respeto y temor frente a la ciudad existente y desarrollar filosofías, proyectos y prototipos S HAA n elpreservada y reconstituida. de cara a unaOOLciudad o K Ó c REM é pas o? Qu
sm
¿ ani hemos estado riéndonos del ámbito del Simultáneamente, urb urbanismo hasta hacerlo desaparecer, desmantelándolo
en nuestro desprecio hacia quienes planificaron (cometiendo enormes errores al hacerlo) aeropuertos, New Towns, ciudades satélites, autopistas, edificios en altura, infraestructuras y todos los demás productos de la modernización. Después de sabotear el urbanismo, lo hemos ridiculizado- hasta el punto de que departamentos universitarios enteros han tenido que cerrar, muchos estudios se han arruinado y las correspondientes burocracias se han quedado sin trabajo o han sido privatizadas. Nuestra «sofisticación» oculta signos importantes de cobardía motivada en la simple necesidad de tomar posiciones, tal vez la acción básica en la construcción de la ciudad. Resulta fácil caricaturizar nuestra sabiduría amalgamada: según Darrida no podemos ser el Todo, según Baudrillard no podemos ser Reales, según Virilio no podemos estar Allí «Exiliados al mundo virtual»: guión para una película de terror. Nuestra presente relación con la «crisis» de la ciudad es profundamente ambigua: seguimos culpando a otros de una situación de la cual son responsables tanto nuestro incurable utopismo como nuestro desprecio. A través de nuestra hipócrita relación con el poder -despectiva pero codiciosa de él- hemos desmantelado una disciplina entera, nos hemos desconectado de lo operativo y hemos condenado a poblaciones enteras a la imposibilidad de proyectar códigos civilizadores sobre su territorio: el tema central del urbanismo. Ahora nos hemos quedado en un mundo sin urbanismo, sólo con arquitectura, cada vez más arquitectura. La seducción de la arquitectura reside en su limpieza y su claridad; define, excluye, limita, separa el «resto», pero también consume. Explota y agota los potenciales que en último extremo sólo puede generar el urbanismo, y que tan sólo la imaginación
La muerte del urbanismo -nuestro refugio en la parasitaria seguridad de la arquitectura- crea un desastre inmanente: Cada vez es más la sustancia que se injerta sobre raíces famélicas. En nuestros momentos más permisivos nos hemos rendido a la estética del caos, «nuestro» caos. Pero en un sentido técnico, el caos es lo que ocurre cuando no ocurre nada, nada que pueda ser técnicamente abordado o aprehendido; es algo que se infiltra; no puede ser fabricado. La única relación legítima que los arquitectos pueden mantener con el tema del caos es ocupar el lugar que les corresponde en el ejército de quienes están dedicados a combatirlo, y fracasar. Si va a haber un «nuevo urbanismo», no estará basado en las fantasías gemelas del orden y la omnipotencia; lo que tendrá que representar será la incertidumbre; ya no estará dedicado a la disposición de objetos más o menos permanentes, sino a la irrigación de los territorios con posibilidades; ya no buscará configuraciones estables, sino la creación de ámbitos susceptibles de acomodar procesos que no admitan la cristalización en formas definitivas; ya no tratará de la definición meticulosa, de la imposición de límites, sino de la expansión de los conceptos, el rechazo de los límites, no de la separación ni de la identificación de identidades, sino del descubrimiento de híbridos innombrables; ya no se obsesionará con la ciudad, sino con la manipulación de las infraestructuras orientada a lograr interminables intensificaciones y diversificaciones, atajos y redistribuciones: la reinvención del espacio psicológico. Dado que lo urbano se extiende actualmente por todas partes, el urbanismo ya no volverá a tratar nunca de lo «nuevo», sino sólo .de lo «más» y de lo «modificado». Ya no tratará de lo civilizado, sino del subdesarrollo. Dado que está fuera de control, lo urbano está a punto de convertirse en un vector fundamental de la imaginación. Redefinido, el urbanismo será no solamente,
o mayoritariamente, una profesión, sino una forma de pensar, una ideología: aceptar lo que existe. Estábamos haciendo castillos de arena. Ahora nadamos en el mar que los arrastró. Para sobrevivir, el urbanismo tendrá que imaginar una nueva categoría de novedad. Liberado de sus obligaciones atávicas, el urbanismo redefinido como una forma de operar sobre lo inevitable atacará a la arquitectura, invadirá sus trincheras, la arrancará de sus bastiones, minará su certidumbre, explotará sus límites, ridicularizará sus preocupaciones con la materia y la sustancia, destruirá sus tradiciones, hará huir a sus practicantes de sus refugios. El aparente fracaso de lo urbano ofrece una oportunidad excepcional, el pretexto para una frivolidad nietszcheniana. Tenemos que imaginar 1.001 conceptos diferentes de ciudad; tenemos que asumir riesgos dementes; tenemos que atrevemos a ser por completo acríticos; tenemos que tragar con fuerza y conceder el perdón a diestro y siniestro. La certidumbre del fracaso ha de ser nuestro gas de la risa y nuestro oxígeno; la modernización, nuestra más potente droga. Dado que no somos responsables, tenemos que convertirnos en irresponsables. En un paisaje de creciente pragmatismo falto de permanencia, el urbanismo ya no debe ser la más solemne de nuestras decisiones; el urbanismo puede animarse, convertirse en una gaya ciencia: el Urbanismo Alegre. ¿Y si declaramos simplemente que no hay crisis y redefinimos nuestra relación con la ciudad no como sus constructores sino como sus meros sujetos, como sus partidarios? Más que nunca, la ciudad es lo único que tenemos.