desa rrollo EMOCIONal
Para niñas y niños curiosos, críticos y participativos
Mi jardín en una caja Es un proyecto didáctico colectivo creado en Ediciones SM Argentina, bajo la dirección editorial de Silvia Lanteri, por el siguiente equipo: Susana Aime, Lorena Verón, Patricia Fitti, Marisa Bastida, Patricia López, Paula Galdeano y Leonel Fernández Gerente editorial: Sara Rodríguez Fundamentación Pedagógica: Victoria Amerio Edición: Paula Galdeano Jefa de Diseño: Noemí Binda Jefa de Procesos Editoriales: Vanesa Chulak Lectura crítica: Marisa Bastida Responsable de Corrección: Patricia Motto Rouco Corrección: Cecilia Medina Diseño interior y tapas: Noemí Binda Diagramación: Virginia Durante Ilustración del personaje: Pablo Gamba Fotografía: Archivo SM Asistente editorial: Ruth Alonso Cabral Gerente de Operaciones: Gustavo Becker Responsable de Preimpresión: Sandra Reina
©ediciones sm, 2015 Av. Callao 410, 2° piso [C1022AAR] Ciudad de Buenos Aires ISBN 978-987-731-255-3 Hecho el depósito que establece la ley 11.723 Impreso en Argentina / Printed in Argentina Primera edición. No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Libro desarrollo emocional / Patricia Fitti; dirigido por Silvia Lanteri; coordinación general de Sara Rodríguez; editado por Paula Galdeano; ilustrado por Pablo Gamba. 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: SM, 2015. 24 p.: il.; 21 x 15 cm. ISBN 978-987-731-255-3 1. Paquete de Material Didáctico. I. Rodríguez, Sara, coord. II. Lanteri, Silvia, dir. III. Galdeano, Paula, ed. IV. Gamba, Pablo, ilus. V. Título. CDD 372.21
La educación emocional en el Nivel Inicial
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En estudios recientes se ha demostrado que las emociones juegan un papel fundamental en el origen y el desarrollo de las capacidades mentales más elevadas, la inteligencia y el sentido de la moralidad, y benefician el control de la propia vida. Daniel Goleman (1995), autor de La inteligencia emocional, afirma: “La investigación científica ha demostrado que la autoconciencia, la confianza en uno mismo, la empatía y la gestión más adecuada de las emociones e impulsos perturbadores inciden muy positivamente en el rendimiento académico”. Por su parte, Linda Lantieri, discípula de Goleman, describió un modelo de desarrollo de la inteligencia emocional en los niños, en el que los pilares son: la conciencia de sí mismo, el manejo de las emociones, la conciencia social, las habilidades de relación y la toma de decisiones responsables. En consecuencia, este aprendizaje es un aliado en la prevención del bullying (una manifestación agresiva que daña a las víctimas, a los victimarios, y es una de las principales causas de malestar en la escuela) y da herramientas para tomar decisiones asertivas a lo largo de toda la vida. Entonces, si la pregunta que nos planteamos es por qué deberíamos considerar esta enseñanza como parte del quehacer docente en el Nivel Inicial, la respuesta es simple: aprender a gestionar las emociones nos convierte en personas competentes tanto en el entorno social como en el ámbito académico y laboral pero, como todo aprendizaje, es progresivo, continuo y, cuanto antes se inicia, más eficaz resulta. En resumen, como sostiene Patricia Gaxiola1: "Educar la inteligencia emocional es enseñar a los niños y jóvenes a sentir inteligentemente y a pensar emocionalmente, integrando estas dos formas de inteligencia, y es aquí donde un campo nuevo se abre a los educadores del siglo XXI para formar seres humanos con un coeficiente emocional (...), altruistas, perseverantes, asertivos, generando confianza a su alrededor". 1- Patricia Gaxiola, La inteligencia emocional en el aula. México: SM aula nueva, 2005.
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¿Por qué educar las emociones? Hay que procurar que los niños desarrollen una sana autoestima y que adquieran el mejor conocimiento sobre ellos mismos. Que aprendan a poner nombre a sus emociones, a expresarlas de forma adecuada, que se den cuenta de que lo que ellos sienten les afecta a los demás. Begoña Ibarrola1
Pero, ¿qué es una emoción? Hay coincidencias en que una emoción es un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o una perturbación que predispone a una respuesta. Las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno. La educación emocional es un proceso educativo que busca potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de las personas, con el objetivo de capacitarlas para la vida. Competencia es la habilidad de movilizar conocimientos, capacidades y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con cierto nivel de calidad y eficacia (Rafael Bisquerra2). Algunas competencias socio-emocionales son: la motivación, la autoconfianza, el autocontrol, la paciencia, la autocrítica, la autonomía, el control del estrés, la capacidad de tomar decisiones, entre otras, y de estos ejemplos puede inferirse el porqué de entender a la educación emocional como un proceso educativo continuo, progresivo y también permanente.
1- Ibarrola, Begoña, Aprendizaje emocionante. Barcelona: SM, 2013. 2- Bisquerra, Rafael, Revista de Investigación Educativa, volumen 21, número 1. Barcelona: AIDIPE, 2003.
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Las emociones influyen de forma directa en el modo en el que procesamos la información y, por consecuencia, obstruyen o posibilitan el aprendizaje.
La estructura de las competencias emocionales
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Rafael Bisquerra describe cómo se estructuran las competencias emocionales. Esto nos permite inferir cuáles son los objetivos de este aprendizaje y cuáles son los pertinentes en esta etapa escolar. 1) Conocer las propias emociones: a. Tomar conciencia de las propias emociones. b. Darles nombre. c. Comprender las emociones de los demás. 2) Manejar las emociones: a. Tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento. b. E xpresión emocional apropiada. c. Capacidad para la regulación emocional. d. Utilizar herramientas de autorregulación. e. Capacidad para autogenerar emociones positivas. 3) Autonomía personal: a. Autoestima. b. Automotivación. c. Actitud positiva. d. Responsabilidad. e. Análisis crítico de normas sociales. f. Capacidad para identificar la necesidad de apoyo. g. Capacidad de sentirse como se quiere sentir. 4) Inteligencia interpersonal: a. Dominio de las habilidades sociales básicas. b. Respeto por los demás. c. Comunicación receptiva. d. Comunicación expresiva. e. Reciprocidad o simetría en la relación. f. Comportamiento cooperativo. g. Asertividad o equilibrio en el comportamiento. 5) Habilidades de vida y bienestar: a. Identificación de problemas. b. Capacidad para fijar objetivos positivos y realistas. c. Solución de conflictos. d. Capacidad de negociación. e. Bienestar subjetivo. f. Capacidad para generar experiencias óptimas.
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¿De quién depende la educación emocional? Tal como señala Rafael Bisquerra, “el desarrollo de competencias emocionales requiere una práctica continuada. Por esto, la educación emocional se inicia en los primeros momentos de la vida y debe estar presente a lo largo de todo el ciclo vital”3.
En el ámbito escolar los niños desarrollan otras habilidades sociales y este aprendizaje, al igual que el de todas las áreas, se plantea objetivos, se planifica y se evalúa, pero a diferencia de ellas, requiere la responsabilidad de su enseñanza que recae, en gran medida, en las familias. Por lo tanto, para que este aprendizaje sea efectivo, la comunicación entre la Institución y las familias es fundamental. En el primer estadio de estas competencias se encuentra la conciencia emocional que es la que permite adquirir la capacidad de percibir las propias emociones y las de los demás y poder darles un nombre. En esta etapa, sugerimos abordar las emociones básicas. Aunque los investigadores discrepan en cuáles y cuántas son estas emociones, todos coinciden en que la alegría, la tristeza, el miedo y el enojo forman parte de este grupo. Las emociones, además, se experimentan con distinta intensidad, no es lo mismo la irritación, el enojo, la ira o la furia. Reconocer cuál es la intensidad, además del sentimiento, permite resolver los posibles problemas cuando la intensidad de la emoción es más baja.
3-Bisquerra, Rafael et al. Educación Emocional. Propuestas para educadores y familias. Barcelona: Descleé de Brower, 2013.
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La familia es la primera educadora emocional de los niños; por lo tanto, debe estar comprometida con este aprendizaje desde el primer momento.
La educación emocional en la sala Es aconsejable que el docente destine un tiempo específico, por ejemplo, una hora de los días viernes de cada semana, y un lugar particular dentro del salón. Esto hará que los niños perciban estos encuentros como importantes o distintos del resto de las actividades.
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Sugerimos que el lugar elegido permita que los chicos puedan sentarse en círculo para que todos puedan verse las caras, reconocer expresiones, gestos y entablar una conversación. El títere del cuis es un recurso fundamental porque a los niños más tímidos les facilita la expresión y a los docentes la introducción en todos los temas desde un lugar que acorta las asimetrías y favorece la identificación. Estos encuentros pueden verse favorecidos si, además, se utiliza música de fondo. Recientes investigaciones demuestran que la música adecuada crea un clima emocional positivo. Valorie Salimpoor, de la Universidad de Montreal, demostró que cuando escuchamos música se activan áreas del cerebro (sensorial, emocional y ejecutiva) en forma compleja y generalizada, y, en consecuencia, provoca en las personas respuestas emocionales tanto positivas como negativas. Los resultados de su investigación, le han permitido demostrar que "la música actúa como recompensa intelectual". La educación de las emociones se construye a partir de la resolución de problemas y se vale de recursos, por ejemplo, los cuentos escritos con la intención pedagógica de desarrollar la inteligencia emocional. A continuación, proponemos recursos, estrategias y juegos que pueden ser utilizados para iniciar dentro de la escuela a los niños en este aprendizaje, sin que esto signifique que son la única posibilidad. Tampoco es prescriptivo el orden de aparición. Las propuestas se han organizado teniendo en cuenta el recurso utilizado y el objetivo pedagógico.
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El títere y el clima emocional El títere es un mediador válido para todos los niños y también para el o la docente, porque permite tomar cierta distancia y poner en boca de otro, el títere, las preocupaciones individuales sin inhibiciones. Los chicos más tímidos se sienten más seguros y los docentes pueden acercarse a todos los niños como un par pero con el conocimiento del adulto que los puede orientar y brindar la seguridad emocional que necesitan.
Rutina de
pensamiento: círculos de puntos de vista.
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El títere facilita la creación de un clima emocional positivo donde la relación entre docentes y alumnos tiene un lenguaje común e interactúan respetuosamente. El pasar el títere de mano en mano hace que cada chico tome la palabra cuando lo recibe y que sea escuchado por todos los demás con atención. Cuando se logra este acuerdo, es posible: • la comprensión mutua, • fomentar la confianza y el cuidado, • prevenir las situaciones conflictivas, • crear el sentido de comunidad, • enseñar maneras constructivas de resolver conflictos y de motivarse unos a otros.
Una propuesta con múltiples posibilidades para recrear: ¿Qué le pasa a nuestro cuis? Cuando hayan dotado de un nombre al cuis y tenga las características que cada grupo le haya dado, estarán en condiciones de utilizarlo en el momento de su aprendizaje emocional. Es conveniente que cada docente, en su planificación de la actividad, seleccione algún evento que haya sucedido a lo largo de la semana dentro de su grupo. De esta manera, podrá disparar a través del títere, el problema en cuestión. Por ejemplo, si esa semana uno de los niños estuvo ausente porque se fue unos días de vacaciones o tuvo algún inconveniente, el cuis podrá decir “¡Buah, buah! ¡Hoy estoy triste!”. Los niños tratarán de adivinar la razón y, seguramente, dentro de esas razones habrá motivos propios que muchos no contarían de otra manera, sobre todo aquellos que son más introvertidos. Luego, el títere contará su preocupación porque no ve a su amigo.
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Rutina de
pensamiento: observarpensar-
preguntarse
Siguiendo este ejemplo, será interesante identificar qué cosas los ponen tristes y cómo se sienten cuando esto ocurre. De esta manera podrán experimentar que todas las personas en algún momento pueden estar tristes y por motivos distintos. En este u otro encuentro, podrán sugerir qué hacer cuando alguien está triste para que se sienta mejor y registrarlo en un mural. De esta manera, podrán identificar que algunos prefieren un abrazo; otros, la invitación a un juego; otros, quedarse en silencio. Es decir que así como puede haber múltiples causas para experimentar una misma emoción, las personas tienen distintas necesidades en esas ocasiones.
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El títere y sus usos Otra posibilidad es que, en la ronda, el títere pase de mano en mano para que cada niño se exprese a través de él. De esta manera, se evitará que siempre sean los mismos quienes participan y se integren los más introvertidos. El títere podrá ser una excusa para introducir a los niños en la comprensión de las distintas intensidades de las emociones y que lo exprese de distintas maneras (palabras, posturas corporales, llanto, grito). Para educar emocionalmente a un niño se debe comenzar por decir la palabra que describe a la perfección lo que se está sintiendo. Uno de los desafíos a los que nos enfrentamos es el reconocimiento y uso del vocabulario emocional. Para favorecerlo, en la caja encontrarán un "reloj de las emociones". Entre las actividades posibles que sugerimos encontrarán una lámina con un reloj dividido en cuatro zonas que se corresponden con las emociones básicas, a su vez representadas en colores distintos según el grado de intensidad en el que se pueden manifestar. Podemos invitar a los chicos que coloquen la aguja en la emoción que les parece que atraviesa el cuis, pero también podrán utilizarlo como recurso para expresar sus propias emociones.
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Cuentos para sentir y la resolución de conflictos Los cuentos de la colección “Cuentos para sentir” fueron concebidos por Begoña Ibarrola específicamente para dar lugar al aprendizaje sobre las emociones, a partir de la resolución de los conflictos que se presentan en las distintas historias. Identificarse con los personajes los ayuda a comprender mejor sus emociones, les permite aprender maneras nuevas de enfrentar circunstancias diversas y, en cada caso, evaluar las ventajas y las desventajas de estas elecciones.
Rutina de
pensamiento: círculos de puntos de vista
En el cuento se plantea un problema que enfrentan los animales de mar. Es posible interrumpir la lectura antes de que el cuento plantee su resolución, en este punto se les pedirá a los niños que propongan soluciones para los animales. Se les podrá pedir que piensen distribuidos en pequeños grupos, para luego hacer una puesta en común. Al escuchar cada una de sus propuestas, se los invitará a pensar: • ¿Cuáles son las ventajas, si optan por esa solución? ¿Y las desventajas? • ¿Por qué los personajes no piensan solos y tratan de resolverlo en equipo? Luego de leer toda la historia, podrán analizar aspectos como: • ¿Qué animales sintieron miedo? ¿Por qué? • ¿A cuáles el miedo les impidió buscar una solución? • ¿Qué querrá decir que Quino es optimista? • ¿Qué recurso emplea el caballito para serenarse y pensar en una solución? • ¿Era posible pensar una solución? ¿Por qué? • ¿Será la única posible? • ¿Qué ventajas y desventajas tendrá la solución que encontraron?
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Peligro en el mar
• ¿Por qué el caballito de mar dice que “cada problema tiene su solución”?
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Esta reflexión podrá transferirse también a sus propias experiencias. Por ejemplo: • ¿Alguna vez sintieron tanto miedo como Peladura o Casimiro que les hizo pensar que un problema no tenía solución? • ¿Cuándo es importante pedir ayuda a “los grandes”? • ¿Les parece importante ser optimistas? ¿Por qué? • Quino se aleja para pensar tranquilo y buscar ayuda. ¿Qué recursos nos pueden servir cuando sentimos miedo? Esta historia también puede dar paso a una investigación en el área de Ciencias, ya que los personajes tienen características que aluden a sus hábitos. Pueden investigar cómo es el cangrejo ermitaño y por qué recibe este nombre, cómo se defiende la ostra de los peligros y, por el contrario, cómo actúan los hipocampos y los delfines.
¿Qué le pasa a Mugán? Es interesante que los chicos puedan hacer actividades de prelectura con este libro. Invitarlos a observar la actitud corporal de Mugán, el mono pequeño, y la expresión de sus ojos y a hacer hipótesis acerca de cómo se siente. Los motivos que pueden hacer que esté triste los predispondrán a estar atentos a los sentimientos ajenos y comprender mejor el conflicto que plantea la historia En la historia todos los personajes ven en sus propias actitudes algún motivo que puede entristecer a Mugán en el momento en el que se sientan a pensar por pedido de Torunga, pero hasta ese momento pasa inadvertido. Esta circunstancia favorece el análisis del conflicto junto con los chicos y, probablemente, genere una conversación apasionada. Los motivos que se exponen son muy cercanos a los conflictos emocionales de los niños: mudanzas, nacimientos de hermanos, familias ensambladas, “enamoramientos” no correspondidos, falta de paciencia o burla entre pares, dificultad para hacer una u otra cosa. Por lo tanto, es importante prestar atención a los argumentos que brindan y a la causa que cada uno cree que entristece a Mugán porque puede ser un indicador de los sentimientos de cada niño o niña.
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Por otra parte, Mugán regresa de la conversación con Torunga alegre y fortalecido, además de recibir muestras de afecto por parte de todos sus seres queridos. Se sugiere no pasarlo por alto, para reflexionar junto con los chicos que la tristeza es una emoción que es momentánea y se supera cuando entendemos los motivos, recibimos afecto, se modifican las circunstancias, etcétera. Como en otros casos, armar carteleras, donde los chicos escriban como puedan y dibujen sus propuestas para resolver conflictos es esencial para que puedan experimentar que todo problema siempre tiene solución.
Rutina de
pensamiento: observarpensar-
preguntarse
En este cuento se presenta, por un lado, el deseo de hacer algo y, por otro, el miedo de llevarlo a cabo. En el relato, aparecen ayudas, dificultades, opiniones encontradas y riesgos. Probablemente sea el cuento que requiera mayor ejercicio por parte de los chicos a la hora de trabajar sobre este conflicto, pero puede ser un buen aliado en el momento de visitar la escuela primaria. Sugerimos leerlo, por ejemplo, junto con sus compañeros de Primer grado, en las rondas de educación emocional. De esta manera, descubrirán que en la nueva etapa es posible encontrar “espacios” conocidos y se sentirán más seguros. También, escucharán las opiniones de los chicos más grandes que ya han pasado por la experiencia de cambiar de nivel escolar y se sentirán acompañados.
Registro semanal Una vez terminadas las rondas de aprendizaje emocional, se podrán registrar las emociones trabajadas colocando en el mural la tarjeta con el nombre que corresponda.
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La flor aventurera
La literatura y la educación emocional
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Así como la música puede favorecer el clima emocional, la literatura facilita la identificación. Las imágenes que un niño ve y las palabras que un niño escucha le hablan de sus propios sentimientos y de las emociones y sentimientos de otras personas. Pueden experimentar la alegría, la injusticia, el miedo o el dolor y descubrirlos personalmente. En este sentido, los cuentos clásicos acompañan a los niños a descubrir que otros pueden atravesar las mismas emociones que ellos. Tal como señala Bruno Bettelheim en Psicoanálisis de los cuentos de hadas: "El pequeño está sujeto a sentimientos desesperados de soledad y aislamiento (...) y tan solo puede sugerirlos indirectamente: miedo a la oscuridad, a algún animal, angustia respecto de su propio cuerpo. Puede encontrarse perdido y abandonado (...) pero, como los personajes de los cuentos de hadas, su vida seguirá siendo guiada paso a paso y recibirá ayuda en el momento oportuno". Si bien los textos literarios de El Barco de Vapor que se incluyen en Mi Jardín en una caja, y que pueden escucharse en el DVD que acompaña el proyecto, no fueron concebidos con el objetivo pedagógico de educar las emociones, son un buen disparador para reflexionar sobre los conflictos de los personajes y la manera de resolver los problemas que enfrentan. Las láminas serán aliadas para recrear la historia y despegar el espacio de lectura por placer, del momento destinado al aprendizaje emocional.
Retrato de un zorro cachorro Días después de leer el cuento, el o la docente invitará a los chicos a observar la lámina con la ilustración del libro y a conversar a partir de preguntas como las que se encuentran al dorso de la lámina. En este contexto, les realizará otras preguntas disparadoras como: ¿qué habrá sentido el zorro al estar fuera de su casa y lejos de su mamá? ¿Se sintieron así alguna vez? ¿Cuándo?
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Luego del diálogo, invitará a los chicos a dibujar cosas, situaciones o personajes que les causen miedo e irán colocando los dibujos en una caja. Reunidos en la ronda, el o la docente a través del títere extraerá los dibujos de a uno, para mostrárselos a todos. Orientados por preguntas como: ¿también les causa miedo? ¿Por qué? ¿Cómo hacen para vencerlo? Todos tomarán la palabra por lo menos una vez. Recordemos que muchos de los miedos que tienen los chicos son infundados, y hablar de ellos es importante para aprender a afrontarlos. © ediciones sm S.A. Prohibida su fotocopia. Ley 11.723
La momia Teniendo en cuenta los personajes que les dan miedo, jugarán a “La momia”. Buscarán un espacio amplio, que no tenga obstáculos. Todos los alumnos llevarán los ojos vendados y caminarán libremente, con los brazos extendidos hacia delante, como si fueran momias. Cuando un participante encuentra la mano de otro, permanecerán juntos y palparán sus rostros hasta adivinar quiénes son. Si lo logran, se sacarán las vendas de los ojos y se sentarán en un rincón. El juego termina cuando se hayan formado todas las parejas. Luego, sentados en la ronda, relatarán sus experiencias, describirán sus emociones, en particular, de las que experimentaron al descubrir quién era el “desconocido”. Si bien no se espera que los niños puedan comprender la metáfora del juego, es interesante que puedan compartir sus miedos al salir a buscar, sin ver por dónde ni a quién y la sensación reconfortante que experimentan al poder poner un nombre a lo desconocido.
Nos divertimos en la oscuridad Una de las cosas a las que más temen los niños es la oscuridad. En esta actividad, proponemos “mirar” la oscuridad desde otro ángulo y encontrar que en ella podemos hacer cosas divertidas. Estos son algunos ejemplos:
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Rutina de
pensamiento: pensar-
problematizarexplorar
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• Sombras chinescas. En busca del objeto perdido: se oculta un objeto determinado y con la sala a oscuras, los chicos tratan de encontrarlo. Pueden usar linternas y seguir las pistas que les da su docente utilizando relaciones espaciales.
• Dibujar en lo oscuro. Proponerles que dibujen sin luz y luego iluminar el salón para ver cómo quedaron sus dibujos. ¡Los resultados pueden ser muy sorprendentes y divertidos! • Ese sonido me suena. Un niño o una niña sale de la sala y los demás permanecen adentro, mediante gestos acuerdan quién hará sonar un instrumento. Oscurecen la sala y quien estaba afuera vuelve a entrar. Al sonar el instrumento, debe adivinar de dónde proviene el ruido y cuál es el instrumento. • Baile payamonstruo. Podrán disfrazarse como personajes clásicos de cuentos de terror, pero convertidos en personajes graciosos. Por ejemplo, un fantasma con mejillas de payaso o peluca. Una vez terminados los disfraces, podrán bailar en la oscuridad.
La mochila de Uki Días después de leer el cuento, los chicos traerán para este encuentro algún elemento que les dé alegría, por ejemplo, un juguete, una canción, o la foto de un ser querido que los haga sentir alegres.
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Otra variante de esta actividad es que el o la docente arme previamente una “mochila gigante” a la manera de la de Uki y los chicos guarden allí sus elementos. Luego, en la ronda, cada uno de los chicos, sin mirar, sacará uno de los elementos traídos e invitará a quien lo trajo a contar por qué lo eligió.
Así me pintó el pintor Días después de su lectura, observarán las láminas y, después de recordar los distintos momentos del cuento, observarán las expresiones de Nico para interpretar las emociones que experimenta en cada una de ellas. Es interesante, también, que los chicos puedan comentar qué emoción experimentan ellos al ver esas imágenes; qué sienten cuando se enfrentan a una hoja en blanco o qué emoción les despierta alegría, miedo o enojo. También observarán otras obras de arte, las que se encuentran en la caja u otras que se consideren relevantes. Observarán los colores, las técnicas, los elementos representados y expresarán qué sensaciones les producen.
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Sentados en círculo, el títere podrá dar inicio a la ronda, mostrando la lámina de la ilustración de La mochila de Uki y diciendo que a él le da alegría verlo a Uki contento porque le resulta muy gracioso. Será interesante recuperar detalles de la historia, por qué Uki llevó al jardín una mochila tan grande y cómo es su expresión en dicha imagen. Cada uno sacará de su propia mochila, como si fuera la mochila de Uki, ese objeto e irá contando por qué lo eligió.
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Conversarán acerca de cómo representarían cada emoción si fueran pintores. Decidirán qué materiales utilizarían, qué colores y por qué, para finalizar en una obra que exprese la emoción que ellos quieren transmitir. Estos son algunos ejemplos de las variables que puede tener esta actividad: • Crear accesorios divertidos, como sombreros, corbatas, anteojos o narices. • Pintar sus propios retratos. • Posar con gestos que representen alguna de las cuatro emociones para que un compañero los pinte. • Buscar en revistas caras o situaciones que representen una emoción y crear un collage del enojo, la alegría, la tristeza y el miedo. • Jugar a pintar como Seurat, Arcimboldo y Van Gogh. • Armar caras alegres, tristes, enojadas y que den miedo, utilizando frutas y verduras a la manera de Arcimboldo.
Rutina de
pensamiento: pensar-
problematizarexplorar
Historias inventadas Entre todos podrán elegir uno o más personajes de los que aparecen en las tarjetas. A ese personaje le adjudicarán una emoción que podrán definir, utilizando el "reloj de las emociones". Por ejemplo, si eligen el rey, hacen girar la aguja del reloj hasta que se detenga. Por ejemplo, si cae en miedo muy intenso, será el rey muy miedoso y deberá enfrentar el conflicto que inventen como una persona muy miedosa. También elegirán un ayudante que lo acompañará y resolverá su conflicto; un oponente, con la característica emocional que elijan otorgarle; y el lugar donde vive entre las figuras que aparecen en las tarjetas: una casa robot, una casa de chocolate, los zapatos de un payaso, la luna o un tren. Antes de iniciar la escritura, los chicos discutirán por ejemplo, sobre las distintas formas de resolver el conflicto, la forma de actuar de los personajes, las emociones que les producen, etcétera, y en todo momento cuidarán las formas en la participación, para que todos se sientan escuchados, respetados y valorados.
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Las láminas y la comprensión de las emociones de los demás
Las siguientes actividades están pensadas para que los niños puedan reconocer qué emoción atraviesan otras personas a partir de observar imágenes estáticas, identificar ciertas actitudes corporales y reflexionar sobre las mismas. Estas actividades pueden realizarse en el marco de otra, por ejemplo, si están trabajando en Ciencias con las láminas que se incluyen en la caja u otras que se consideren más adecuadas para la actividad. Tal como se indica detrás de las láminas, el o la docente los orientará a través de preguntas que invitan a la reflexión. En el siguiente ejemplo, además de las que se incluyen en la lámina, se podrán hacer preguntas que los incentiven a observar y fundamentar, por ejemplo: • ¿Habrá algún nene o alguna nena que tiene miedo? ¿Cómo se dieron cuenta? ¿Por qué se sentirá así? • ¿Por qué la nena llevará un globo si está en un consultorio médico? ¿Será un globo de verdad? ¿Quién y por qué se lo habrá regalado? ¿Cómo se sentirá con su globo? ¿Cómo pueden saber que es así? • ¿Hay algún nene o nena que parece haberse golpeado? ¿Cuál? ¿Cómo pueden saber que es así? ¿Estará solo? ¿Por qué? Esta lámina ofrece múltiples posibilidades de reconocer emociones distintas en otros niños y reflexionar sobre ellas con cierta “distancia”.
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Las láminas que se encuentran en la caja ofrecen diversas formas de uso en el aula dependiendo de los propósitos del docente. Por ejemplo, la lámina del consultorio médico que se utiliza para la enseñanza de inglés puede ser utilizada para la educación emocional. No en forma incidental, sino planificada. Se puede contar una historia breve a modo de introducción y conversar sobre la imagen en la ronda.
La participación de las familias A lo largo del año, las familias deberán estar al tanto de cómo evoluciona el proyecto de aprendizaje emocional y social. Además de la inclusión del detalle en los informes y la comunicación en las reuniones de padres, sugerimos involucrar a los niños en este intercambio.
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Luego de cada actividad, podrá enviarse en el cuaderno de comunicados una nota en la que los chicos registren su experiencia. Ellos podrán completarla con el dibujo de la carita que exprese cómo se sintió y su firma junto con la de su maestra o maestro. Esto habilitará a que cada familia pueda retomar el tema en su hogar.
Querida familia: HOY ESTUVIMOS CONVERSANDO SOBRE NUESTRAS EMOCIONES Y AHORA ME SIENTO:
También fortalecerá este vínculo: • La creación de un álbum viajero para que, en forma rotativa, cada chico se lo lleve a su casa. Allí las familias podrán pegar una foto o escribir una anécdota en la que se vea reflejada una emoción que los atraviesa. • El armado de una caja de alegrías en la que cada familia colocará un elemento: un títere que acompañe al cuis, o ropa para el cuis, un cuento, una noticia que llegará cada día lunes para sorprender en forma positiva a los niños. • La visita del cuis a cada casa por turno o con quien lo necesite por un motivo especial sea triste o alegre, como puede ser el día del cumpleaños.
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La articulación en el aprendizaje emocional: el rol de la Institución Articular es ser capaces de construir todos los puentes necesarios por los que cada uno de nuestros alumnos tenga oportunidad de transitar todos los niveles del sistema educativo, ofreciéndoles un intenso vínculo con el saber que es, en definitiva, un vínculo directo con la cultura y la plena participación en la vida social y ciudadana.
El pasaje del Nivel Inicial al Nivel Primario supone un cambio que repercute sobre la formación y el desarrollo de los niños. Un cambio que en muchos casos resulta abrupto, ya que no solo implica el espacio físico, sino también de entorno social, pedagógico y emocional. Para garantizar la continuidad del proceso de aprendizaje y la formación integral del alumno son necesarias una continuidad y una coherencia en el proyecto educativo institucional (PEI). Este es el instrumento que posibilita un enlace gradual acordado por docentes y directivos. Para que esto sea posible, cada Institución debe facilitar las herramientas necesarias, supervisar, asesorar y, sobre todo, estimular y crear espacios de intercambio entre los docentes de ambos niveles. El impacto emocional del cambio de nivel en los niños se beneficiará con estas experiencias si son enriquecedoras. La articulación se entiende en el marco de la continuidad de ciertas prácticas escolares, en los contenidos y en las estrategias didácticas. Y en el proceso de aprendizaje emocional y social más aún.
4- Azzerboni, Delia, Articulación entre la escuela infantil y la escuela primaria. Novedades Educativas.
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Delia Azzerboni 4
El rol del directivo
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Los directores tienen una mayor responsabilidad en la ejecución de los proyectos de aprendizaje social y emocional. Son quienes: • le dan prioridad a este espacio, • comprometen a sus maestros y maestras, • lo comunican e involucran a la comunidad de padres, • crean las oportunidades para que los docentes se encuentren, intercambien experiencias y planifiquen estrategias para que este aprendizaje sea progresivo, • se aseguran de que todos cuenten con el apoyo que sea necesario. El Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre Educación para el siglo XXI (1996) marca un punto de inflexión para la educación. Este Informe, conocido por el nombre de quien lideró esta comisión, el político francés Jacques Delors, propone cuatro pilares básicos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos. Estos dos últimos pilares son aspectos implicados en la educación emocional que ya no pueden quedar por fuera de los proyectos institucionales. Son los directivos quienes impulsan que en sus instituciones y en todos los niveles haya coherencia. Y porque el presente, tal como se enuncia en dicho Informe, “se sitúa más que nunca en la perspectiva del nacimiento doloroso de una sociedad mundial, en el núcleo del desarrollo de la persona y las comunidades. La educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal”5.
5- La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre Educación para el siglo XXI.
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Los padres y la educación emocional Es necesario comprender que la base de la educación emocional se forma dentro de la familia y no únicamente desde la escuela. Begoña Ibarrola
¿Cómo podemos los padres brindar educación emocional a nuestros hijos? • Permitirles expresar sus emociones negativas y brindarles los recursos para superarlas. • Promover espacios de convivencia con familiares o amigos de su edad para que puedan socializar con otros niños. • Ayudarlos a ver el lado positivo de todas las situaciones. • Hablar con ellos sobre las cosas que a nosotros también nos dan miedo. • Acompañarlos en sus momentos tristes y respetar su modo de expresar la pena. • Hacer énfasis en sus aspectos positivos. • Asegurarse de que las consecuencias de sus malos comportamientos sean justas y se cumplan. • Escuchar sus preocupaciones con interés. • Brindar distintas soluciones a sus problemas y analizar con ellos sus ventajas y desventajas. • Ayudarlos a poner en palabras lo que sienten.
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A continuación les brindamos algunas ideas que pueden orientar a los padres en la educación emocional de sus hijos.
Y otra sugerencia, para acompañar los informes semanales o entregar en la reunión de padres.
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Las emociones en los pequeños Desde que nacen, todos los chicos necesitan querer y ser queridos. Así construyen su propia autoestima. Al crecer, buscan la aprobación de los demás, pero necesitan sentirse especialmente valorados por las personas a quienes admiran. El afecto que reciban se traducirá en su capacidad para encarar los retos de su vida. Cuanto más escuchados, amados y aceptados se sientan, mejor podrán enfrentarlos. Por eso: • Buscá maneras distintas de demostrarle tu afecto a tu hijo; eso hará que tenga un buen modelo para desarrollar sus competencias emocionales y le dará una autoestima sólida. • No reprimas sus emociones. Enseñale a identificarlas ante las distintas situaciones de la vida cotidiana. • Esperá a que desahogue la emoción, especialmente si es intensa. • No uses la televisión para entretenerlo. Muchos chicos de esta edad dedican demasiado tiempo a la televisión. Lo aconsejable es una hora diaria.
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Índice La Educación Emocional en el Nivel Inicial.............................................................................3 ¿Por qué educar las emociones?........................................................................................4 La estructura de las competencias emocionales...........................................................5 ¿De quién depende la educación emocional?.........................................................................6 La educación emocional en la sala...........................................................................................7
Cuentos para sentir y la resolución de conflictos............................................................... 10 Peligro en el mar.................................................................................................................. 10 ¿Qué le pasa a Mugán?........................................................................................................11 La flor aventurera..................................................................................................................12 Registro semanal..................................................................................................................12 La literatura y la educación emocional...................................................................................13 Retrato de un zorro cachorro.............................................................................................13 La momia........................................................................................................................ 14 Nos divertimos en la oscuridad................................................................................. 14 La mochila de Uki.................................................................................................................15 Así me pintó el pintor...........................................................................................................16 Historias inventadas............................................................................................................17 Las láminas y la comprensión de las emociones de los demás..................................... 18 La participación de las familias.........................................................................................19 La articulación en el aprendizaje emocional: el rol de la Institución............................... 20 El rol directivo....................................................................................................................... 21 Los padres y la educación emocional................................................................................... 22
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El títere y el clima emocional......................................................................................................8 Una propuesta con múltiples posibilidades para recrear: ¿Qué le pasa a nuestro cuis?................................................................................................8 El títere y sus usos................................................................................................................. 9