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2023, TIEMPOS DE CAMBIO Y AJUSTE
2023:
TIEMPOS DE CAMBIO Y AJUSTE
A pesar de la incertidumbre que las secuelas de la Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania heredarán al planeta el año por venir, para Julio Alejandro Millán, presidente de Consultores Internacionales S.C. y Alejandro Zamora, consultor asociado, México tiene los argumentos para salir adelante en el futuro inmediato
Angel Hernández
El futuro inmediato debe de ser, sobre todo, de preparación para todas las áreas productivas. En las organizaciones, el capital humano debe tenerse como prioridad, manteniendo planes de atracción y de retención de talento, así como brindar formación continúa para enfrentar los desafíos que se puedan presentar.
Así, en 2023, sugieren que los directores de las empresas, tengan proyecciones sólidas de inversión en tecnología, innovación aplicada a productos, pero también, en automatización de procesos. Los tiempos requieren resiliencia, pero además anticipación.
Lo mismo, temas como orientación de mercado y nuevos productos, atención a las tendencias, a la personalización de los productos y ciclos de producción más cortos, deben mantener el foco de los tomadores de decisiones ante la configuración de un contexto en el que ahora, la cercanía a la materia prima, ha cambiado por proximidad con el consumidor.
Cuidar el dinero condición necesaria
Para permanecer, las empresas de todos los sectores y tamaños, como siempre, pero ahora más que nunca, deben cuidar los flujos de efectivo y mantener liquidez ante retrasos en cobranza. Planear inversiones con flujos y retornos más rápidos.
Para abrazar una estrategia de financiamiento, es preciso considerar no dar crédito a clientes inciertos; tomar solo créditos a tasa fija, liquidar en lo posible créditos a tasa variable. Para ello, la planeación y seguimiento frecuente deben mantenerse como constante para anticipar escenarios, planear presupuestos y tomar acciones. En paralelo, tener un estricto control de costos y considerar las expectativas inflacionarias, puede amortiguar escenarios inesperados.
Ahora bien, el que se proponga que las empresas cuiden sus gastos, no significa que exploren nuevos terrenos, como el nearshoring, ya que abre más posibilidades de entrar a los mercados de exportación.
Escenarios distorsionados, lento crecimiento
El mundo está en medio de un conflicto bélico que contribuye a los cambios acelerados que de por sí se viven. Hay distorsiones en cadenas de suministro, encarecimiento de costos logísticos, cambios geopolíticos, crisis sanitaria, inflación alta, alzas en tasas de interés, crisis de energéticos, desaceleración económica...
Con la pandemia de la Covid-19 se han vivido distintos cambios, sobre todo en las formas de trabajo, en los mercados, en el comercio y en las tendencias de sustentabilidad y en un consumidor más informado y responsable.
Debido a ello, y de acuerdo con distintos análisis económicos, el mundo se recuperará lentamente. Las altas tasas de interés, sobre todo, generarán problemas de deuda y el crecimiento será más lento y desigual.
Aprovechar fortalezas
En el contexto, concuerdan Julio Alejandro Millán y Alejandro Zamora, nuestro país debe saber aprovechar sus fortalezas. Como el TMEC, el acuerdo comercial de mayor integración económica y regional; la estabilidad macro, (finanzas estables y tipo de cambio). México es el país 11 con más población, tiene 126 millones de habitantes, lo que lo hace el mayor mercado hispanohablante del mundo. México tiene también una ubicación estratégica y logística privilegiada. Es el segundo país con mayor número de carreteras de América Latina y el tercero en ferrocarriles. Cuenta con acuerdos de libre comercio con 46 países, esto es, 1500 millones de clientes y el 63% del PIB mundial. Ocupa el noveno lugar en exportaciones y el 13 en importaciones. México es un país fuerte y atractivo para el mundo. A pesar de que ha habido debate político, las inversiones están encontrando su cauce y se recuperan poco a poco. Con proyectos como el aeropuerto de Santa Lucía (AIFA); el tren interurbano México – Toluca; la refinería en Dos bocas, en Tabasco; el tren Maya y el Corredor interoceánico del istmo de Tehuantepec, ya se generan nuevas oportunidades.
La Inversión Extranjera Directa continúa fluyendo hacia el país, y junto con las remesas, los ingresos del exterior se mantienen. México crece lento, pero crece.
Una de las más importantes realidades a considerar es que la inflación se quedará por más tiempo, no mejorará en los próximos meses. Las políticas monetarias no contendrán los precios, las empresas pierden rentabilidad. El alza de tasas de interés continuará.
Sin embargo, hay un factor interesante por considerar. El tipo de cambio se mantiene estable. Posterior a la depreciación de 2020, el peso mexicano ha
encontrado estabilidad cambiaria por la debilidad del dólar, los ingresos petroleros y las remesas familiares.
En el tema de las finanzas públicas, éstas se han visto con más presión. El gobierno ha implementado distintas estrategias para mantener la recaudación. El gasto público se ha caracterizado por la llamada austeridad republicana: menos gasto productivo, más gasto social, más presión sobre las finanzas. Mayor recaudación de ISR e IVA, por mejor y más sólida gestión. Mayor fiscalización a empresas para financiar el gasto.
Hay que también tomar en cuenta que el ambiente político ha generado desconfianza en distintos sectores: la corrupción se mantiene, la inseguridad persiste, hay aumento de la delincuencia (115.9 mil víctimas entre enero y abril de 2022); personas desaparecidas, poca claridad en la estrategia de combate al narcotráfico.
Una visión hacia el 2023 – 2024
De acuerdo con los especialistas, en lo que queda del sexenio continuarán las confrontaciones con las instituciones autónomas. Permanecerá la polarización política y social. Esto se notará con mayores ataques a la oposición en el Congreso, aliados en puestos estratégicos, debilitamiento institucional (INE), división de clases sociales más marcada.
La militarización de las funciones económicas seguirá su línea con concesiones de obra pública (Aeropuerto AIFA, Tren Corredor, Tren Maya) mayor participación en puertos y aduanas.
Desde luego, con lo anterior, es claro que también habrá un mayor apoyo a las paraestatales. Y con ello pérdidas financieras y degradación de calificación para Pemex y CFE así como riesgo crediticio para México, opinan Millán y Zamora-
Tendencias económicas
Para este futuro inmediato se consolidarán las obras de infraestructura ya mencionadas: el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, la Refinería de dos bocas, etcétera.
Se buscará lograr la autosuficiencia energética, para lo cual se pondrá atención al fortalecimiento de Pemex y CFE hacia la reducción de las exportaciones de petróleo para aumentar la refinación nacional; mayor control de la generación eléctrica, subsidios a las gasolinas.
Se prevé un aumento del gasto en política social. Pensiones para adultos mayores, becas para estudiantes y jóvenes, trabajadores, subsidios y más.
Debido a esto y al pensar en los retos para el gobierno entrante:
Deberá mantener la estabilidad financiera
Fortalecer el TMEC, las relaciones regionales e impulsar el nearshoring
Mejorar la confianza y el diálogo con la inversión privada
Establecer un gabinete fuerte
Ajustar la presión financiera por la carga social a través de una reforma fiscal
Mantener la solidez institucional y mejorar la profesionalización de la burocracia
Aplicar el Estado de Derecho y combate a la corrupción
Entorno retador para las organizaciones
En el 2023 y los años cercanos por venir, vislumbran poco crecimiento, elevada inflación, altas tasas, mayor fiscalización a las empresas, su rentabilidad disminuirá; habrá desabasto, inflación de costos; formas de trabajo diferentes y encarecimiento del crédito. A las organizaciones pequeñas les será más difícil competir con las grandes.
Continuará la recomposición en las empresas: proveedores, colaboradores, preferencias del mercado, diferentes formas de distribución, reorientación de las inversiones. Esto hará necesario que se haga un análisis de adentro hacia afuera. Se debe involucrar a los colaboradores y formar liderazgos. Generar planeación de mediano y largo plazo. Repensar la estructura y la dinámica de la empresa. Hacer un análisis del mercado, de las tendencias y del comportamiento del consumidor. El futuro ya no es a cinco años, sino a los próximos 18 meses.
Venta al futuro inmediato
El mundo atravesará un proceso de cambios y ajustes económicos y políticos que abrirán nuevas oportunidades para las empresas. En México, opinan los consultores, ya pasamos lo peor, pero los próximos tres a cinco años serán retadores para las empresas.
Lo más importante es concentrarse en la planeación de mediano y largo plazo, en ejecutar acciones de ajuste y de protección de mercados, economía y finanzas en el mediano o largo plazo. Con ello, México podrá salir adelante y recuperar el crecimiento.