Carmen Martín Gaite (1925-2000) Licenciada en Filosofía y Letras por la universidad de Salamanca, su ciudad natal. Allí tiene su primer contacto con el teatro, participando como actriz en varias obras. En 1950 se traslada a Madrid, donde se doctoró con la tesis Los usos amorosos del siglo XVIII español.
Es considerada una de las escritoras más destacadas de la postguerral. Su obra abarca cuentos, poesía, narrativa, teatro y ensayo. También realiza crítica literaria en varios diarios y revistas y traducciones de autores como G. Flaubert, R. M. Rilke o Emily Brönte. Además, colabora en guiones de series para Televisión Española Santa Teresa de Jesús (1982) y Celia (1989). En 1955 publica su primera obra, El balneario, y obtiene por ella el Premio Café Gijón. Recibe, entre otros el Premio Nadal, el Premio Nacional de Literatura, siendo la primera mujer en obtenerlo, el Príncipe de Asturias y el Premio Nacional de las Letras. Entre sus obras posteriores están Entre visillos, Las ataduras (1960), Ritmo lento (1963) y Retahílas, El cuarto de atrás, Caperucita en Manhattan, Nubosidad variable, La reina de las nieves, Lo raro es vivir e Irse de casa.
Caperucita en Manhattan es una revisión del cuento clásico, pero lo único que permanece son los personajes principales. La abuelita no es una pobre anciana débil y confiada, sino una antigua cantante de Music-Hall, extravagante y divertida. Y el lobo de feroz no tiene nada, pues es un pobre desgraciado atrapado en su propia vanidad. Y Sara Allen, la nueva Caperucita, es una niña diez años que vive en Nueva York. Por último, su compañera de aventuras es Miss Lunatic, una mendiga sin edad que se esconde por el día en la estatua de la Libertad y vive de noche, recorriendo calles y conciencias, repartiendo valentía y confianza.
Sara vive en Nueva York, en el barrio de Brooklyn. Forma parte de una familia sencilla. Su padre es fontanero y su madre cuida ancianos en una residencia. Sara es una lectora empedernida y tiene una gran imaginación que la lleva a inventar historias protagonizadas por ella misma, a dibujar, a inventar un vocabulario nuevo… Sara tiene una fantástica abuela a la que adora, Rebecca, que en su juventud fue actriz y que es una mujer divertida y vitalista. Todos los sábados su madre, mujer miedosa y convencional, la lleva, vestida con su bonito anorak rojo, a Manhattan a visitar a su abuela y a llevarle una riquísima tarta de fresas cuya misteriosa receta nunca ha salido de la familia. Si su madre mira al mundo exterior con recelo, Sara lo hace con interés, deseando conocerlo todo. Cierto día los padres se ven obligados a abandonar la casa y dejar a Sara a cargo de unos vecinos por unos días. Sara se escapa y decide ir a Manhattan ella sola para llevar tarta a su abuela. En el metro conoce a Miss Lunatic, una vagabunda extravagante de la que se hace amiga. Ella lleva a Sara a través por el “bosque” neoyorquino. Más adelante Sara conoce al triste Mister Woolf, pastelero millonario y codicioso que pretende apoderarse de la receta de la estupenda tarta de fresas.
Andrea Maceiras nace na Coruña o 6 de novembro de 1987. Licenciada en Filoloxía Hispánica, actualmente compaxina os seus estudos de Filoloxía Galega coa súa tese doutoral na Universidade da Coruña. No eido do relato curto obtivo en varias ocasións o primeiro premio do Certame Literario do Concello de Cambre, así como o segundo premio do X Certame Literario de Relatos Curtos ‘Os Viaductos’ do Concello de Redondela. En canto á narrativa longa. Publica a súa primeira novela
xuvenil, Proxecto Bolboreta (Xerais, 2007), obra gañadora do I Certame de Micronovela do Concello de Soutomaior. No ano 2010 queda finalista de Novela Biblos-Pazos de Galicia. En 2010 gana o 4º Premio Meiga Moira coa súa obra Violeta tamurana.
As fermosas tamurasson unhas flores únicas que só medran no corazón volcánico da illa de Tamurana, a máis especial das que forman o Arquipélago Perdido. A pesar da vida harmoniosa que durante séculos levaron os habitantes do Arquipélago, unha maldición pesa sobre eles e sobre as illas: a súa cor violeta. Por iso, cando uns intrusos de vestimenta branca comezan a devastar Tamurana, Pao sabe que, se quere salvala, debe arriscar a súa vida para chegar máis lonxe do que nunca imaxinou. Na súa procura de respostas, Pao tentará descubrir o segredo máis prohibido, capaz de enfrontar dous mundos, mais tamén comprenderá o valor do coñecemento e o significado da unión e da amizade, gañando o dereito de se atrever a ser diferente e recobrando, finalmente, a maxiada cor violeta.
O autor: Javier Gómez Molero Nace en Lucena (Córdoba) en 1951. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada. Catedrático de Latín y Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Córdoba. Posee asimismo la especialidad de Lengua y Literatura Castellana. Ha ejercido como profesor en Murcia, Sevilla, Marruecos y
Córdoba. Durante nueve años ha residido en Bruselas, donde ha impartido clases de Lengua Castellana, Latín y Literatura en la SCHOLA EUROPAEA. Entre otras, tiene las siguientes obras: Jugando a latín : la gramática en pasatiempos(VV. AA.); Los dioses no eran tan divinos; La sonrisa de los mitos y Néctar, ambrosía y unas gotitas de humor .
Divertidas aventuras de los dioses. Con un estilo fresco y ameno, con un lenguaje sencillo y muy coloquial, y sobre todo con humor, con mucho humor, y con una buena dosis de fina ironía, Javier Gómez nos ofrece una irreverente visión de los inquilinos del Olimpo. Sus líos de faldas, sus engaños, sus resquemores, sus venganzas, sus juergas y sus locuras recorren estas páginas siempre del brazo de una sonrisa. "Néctar, ambrosía
y unas gotitas" de humor es así una original e hilarante crónica de los dioses clásicos que viene a continuar la Colección Telémaco, cuya intención no es otra que la de adentrar a los jóvenes de hoy en los temas más atractivos y actuales del Mundo Antiguo como fuente inagotable de nuestra propia cultura. Sin duda, si el joven hijo de Ulises hubiese tenido como libro de cabecera estas divertidas aventuras de los dioses, entregado a leerlas y releerlas nunca hubiese echado en falta a su errante padre.