IK' y El colibrí
UNA NOVELA DE MARISOL GUERRA
Era una tarde mágica, el sol se ocultaba, dejando a su paso rastros de su esplendor. Ik’, una pequeña niña maya k’iche, había ido junto a sus padres al observatorio de Waxaqtún, al norte de Tikal, a observar el solsticio de invierno.
A Ik’ le gustaba observar todo lo que sucedía a su alrededor y el solsticio les indicaba el nacimiento de un nuevo sol, la llegada del invierno y la temporada de dejar reposar la tierra, además marcaba la época de los celajes más bellos en los atardeceres.
El Solsticio también marcaba el inicio de la cuenta regresiva para ir a visitar a su abuela.
La tarde siguiente, Ik’, se encontraba observando los alrededores cuando noto la presencia de un pequeño ser volador, el cual se acercaba a gran velocidad a las delicadas flores sin mover un solo pétalo.
El pequeño ser volador, al percatarse de la presencia de Ik’ se colocó frente a ella, le dio dos vueltas a su cabeza y emprendió su viaje hacia el ocaso.
Al día siguiente Ik’ esperó el atardecer nuevamente, quería ver de nuevo la llegaba el pequeño ser volador, y… así pasó. Ik’ observaba como éste tomaba néctar de las flores y se paseaba tranquilamente de un lado a otro, antes de partir dejó caer ante los pies de Ik’ una de sus bellas plumas.
El siguiente atardecer, Ik’ como de costumbre salió a ver el atardecer y vio como el pequeño ser volador la esperaba y antes que desaparecieran los últimos rayos de sol, dio dos vueltas sobre su cabeza y se marchó.
La tarde siguiente Ik’ salió a la búsqueda de su nuevo amigo, en esta ocasión se percató que no estaba volando, se encontraba sobre una rama de ficus, sereno, en paz… Ik, escaló el árbol y tomó asiento al lado de él. Juntos vieron el atardecer, al terminar su pequeño amigo volador, rodeo su cabeza y se fue junto al ocaso.
A la mañana siguiente, Ik’ le cuenta a sus padres lo que había vivido con el pequeño ser en los últimos 5 días, su madre al escucharla le comenta como el colibrí fue creado por los Dioses para llevar mensajes de nuestros seres queridos al mundo de los vivos, al mismo tiempo su padre decide abrazarla y contarle que tristemente este año ya no verían a la abuela.
La abuela había emprendido hace 5 días su ultimo viaje el cual no tenia retorno, su destino era el universo. Ik’ al escuchar la noticia se puso a llorar.
Sus padres le dijeron que sentirse triste y llorar estaba bien y que llorara si lo necesitaba.
Ik' les pidió a sus padres visitar la casa de la abuela una vez mas y esa tarde observó algo que la hizo sonreír, entre las cosas de la abuela se encontraban unas bellas plumas, además de unas hojas de ficus…
Ik’ esa tarde vio el atardecer junto a sus padres. Se tomaron las manos para rendirle homenaje a la abuela y se despidieron del sol, no sin antes sentir como un colibrí les daba una vuelta sobre su cabeza, llenándolos de amor y paz.
Universidad San Carlos de Guatemala Escuela Superior de Arte 6to. semestre Licenciatura en Artes Visuales Cultura IV Lic. Anilú Morales Nombre: Alma Marisol Pérez Guerra Carnet: 201901790