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¿Cómo combinar tonos cálidos y fríos?

Elegir los colores adecuados en el hogar no debería ser tan complicado. Sin embargo, hacer contraste entre más de un tono muchas veces resulta tedioso, lograr la tan ansiada armonía, equilibrio y que además sea combinable con la decoración, muebles y cada rincón del lugar. Aquí te traemos una opción interesante si estás pensando en apostar por una combinación entre tonos cálidos y fríos para tu hogar o cualquier espacio.

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Como bien sabemos, los colores cálidos son aquellos que nos dan un mensaje de serenidad, calidez, pero también intensidad, entre ellos se encuentran los tonos rojos, naranjas y amarillos, además de sus variantes. Por otro lado, podemos hallar a los tonos cálidos, que son los que suelen relacionarse con los elementos más grandes de la naturaleza como el agua y cielo, entre ellos nos encontramos con los azules, verdes y violetas, de igual forma en cualquiera de sus variantes.

El contraste es la pieza fundamental cuando se emprende la tarea de combinar tonos, en este caso podemos darte opciones clásicas de opuestos que se atraen, como puede ser el azul junto al amarillo o el rojo junto al verde.

De acuerdo, quizás te estés imaginando esta propuesta y pienses que parece un poco descabellado combinar dos colores tan imponentes entre sí; sin embargo, una de las claves también se encuentra en lograr un elemento mediador, como artículos en tonos neutros que pueda apaciguar la intensidad de los colores, aún cuando se trate de uno cálido y otro frío.

Otro de los puntos que debemos tener claro sobre los colores cálidos, es que estos aportan cercanía, entonces, si tu intención es convertir tu espacio en un lugar más cercano, utilizarlo en las paredes, sofás, sillones y artículos de gran proporción es ideal, añadiendo el toque de tonos fríos en el resto de mobiliario de menor tamaño para hacer contraste.

Por el contrario, si lo que pretendes es lograr amplitud en espacio, utilizar tonos fríos en las paredes es lo mejor para lograr esto, claro que, para contrastar con un tono cálido puede aplicarse de igual forma en los muebles, cojines u otros artículos.

Otra opción que puede ser un poco más arriesgada, es la de combinar dos tonos en las paredes, por ejemplo, en la sala aplicamos un tono frío que aporte amplitud, pero en el comedor se utiliza un tono cálido para dar la sensación de cercanía al momento de la comida familiar.

Todo va a depender de la sensación y emoción que querrás transmitir a través de los colores, ya sabes que cada tono tiene una amplia gama para utilizar, así que, puedes optar por contrastar entre las paredes y el mobiliario, o arriesgar un poco más y aplicar más de una variante de un mismo color y jugar entre tonalidades.

NOTA: ten cuidado si entre tu elección se encuentran los tonos rojos o naranjas, al tratarse de colores muy intensos podrías convertir el espacio en un lugar agobiante.

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