Somos Raspeig
10 I JULIO 2022
El periódico de San Vicente
Nuestros Comercios Adiós a uno de nuestros comercios más emblemáticos
Los últimos arreglos de Zapatería Collado l En la década de los 50 Ángel Collado abría una tienda de reparación de calzado en la calle Domínguez Margarit. Más de 60 años después, este humilde comercio de pueblo realizó la pasada semana sus últimos trabajos, tras varias décadas dedicadas al oficio. “Voy a echar mucho de menos a mis clientes que me han tratado como si fuera de su familia”, declaraba Ángeles Collado (Angelines), la hija del fundador y que vivió esos últimos días emocionada y sin poder contener las lágrimas.
Ángeles Collado y José Manuel Santacreu atienden en Zapatería Collado sus últimos pedidos
Toda una vida dedicada al sector zapatero César Ponce / Somos Raspeig uCada cliente entraba a la tienda, le agradecía su dedicación y le deseaba lo mejor para la nueva vida que se abre tras la jubilación, pero estos buenos deseos no evitaron que los sentimientos se agolparan y se fundiesen con miles de recuerdos. Ángeles prácticamente nació con un zapato debajo del brazo y ha vivido toda la evolución de su gremio, aprendiendo el oficio desde bien pequeña y heredando la tienda
fundada por su padre, que tras años de andadura se trasladó a la calle San José, junto a nuestro mercado municipal. Evolución Sus tíos ya eran zapateros y ella se sacó el certificado por las noches, pasando su infancia viendo cómo se reparaban todo tipo de defectos, desperfectos y deterioros que, debido al uso, aparecían en el calzado (tapas, piezas, estrechamientos y ensanchamien-
Un comercio sanvicentero de los de toda la vida
tos, teñidos, cremalleras, etc.). Tanto los maestros zapateros como los dedicados a la reparación del calzado usado han ido desapareciendo desde la Revolución Industrial hasta nuestros días al ir sustituyéndose el trabajo manual por maquinaria. Además, la población, a medida que mejoraba su condición económica, progresivamente ha tendido a efectuar la sustitución de los zapatos en vez de repararlos. A pesar de todo, siempre ha existido un nicho de mercado para aquellos profesionales que han sabido adaptarse tanto a las necesidades demandadas por los clientes como a los avances tecnológicos de esta actividad. Y ese ha sido el caso de la ‘Zapatería Collado’. En el fondo, siempre va a existir
un porcentaje significativo de la población que estará dispuesta a mantener el calzado en buenas condiciones de uso y a alargar su vida útil. Los clientes se han mantenido fieles durante el paso de los años y ahora todos ellos quedarán algo huérfanos, ya que este negocio familiar no se ha trasladado a la siguiente generación de los Collado y tampoco ha habido ninguna iniciativa privada suficientemente interesada en hacerse con el negocio y mantenerlo con vida sin renunciar a su esencia. La pandemia no fue un periodo
fácil, pero según la propia Ángeles, la zapatería “sigue siendo rentable”, aunque para ello “tenemos que echar muchas horas y adelantar trabajo desde bien temprano”. El pasado sábado 2 de julio, fue el último día en que este local abrió sus puertas. Después sólo quedó expuesto el número de teléfono para gestionar los últimos pedidos pendientes (porque trabajaron hasta el último día). A los sanvicenteros sólo nos queda darles las gracias por tantos años de servicio, dedicación y pasión por su oficio. ¡Feliz jubilación! ¡Os echaremos de menos!
“La zapatería sigue siendo rentable, aunque para ello tenemos que echar muchas horas y adelantar trabajo desde bien temprano”
Familia de maestros zapateros cuya estirpe se ha alargado varias décadas Trabajando hasta el último día por sus clientes