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Elisa Sánchez Luz

Autor uElisa Sánchez Luz, nace el 30 de agosto de 1906, en el número 8 de la calle Domínguez Margarit de nuestra localidad, y en cuya fachada frontal se ha colocado una inscripción que lo testifica. Sus primeros estudios musicales los realiza con el Mestre Andreuet (el Mestre “La Caña”, por su peculiar metodología). Este singular Maestro de Música, utilizaba una larga caña, sobre la que los niños/as de temprana edad colocaban sus manos. Dada su longitud, podía ser sujetada por cinco o seis chicos. Se cantaba una nota y se mantenía su sonido mientras la caña se movía de arriba a abajo, luego a la derecha, izquierda y por último arriba y abajo de nuevo. Y así sucesivamente. Francamente GENIAL.

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Su familia, de nivel acomodado, decide que sus primeros estudios de enseñanza los realice en el colegio “Divina Pastora” de las Calasancias de Monóvar, con régimen de interna. En este colegio comienza sus estudios pianísticos con la madre Regla. Realizó la carrera con brillantes notas que personalmente he podido comprobar. Con tan sólo tres cursos completó la carrera de piano. El instrumento con el que estudiaba costó 2.800 pesetas. Para trasladarse a Madrid a examinarse, siempre lo hacía acompañada por dos monjas y los gastos eran sufragados por sus padres.

Vicente Maruenda, músico alicantino vinculado a la Banda Municipal, al comprobar la facilidad con que tocaba la niña, le dijo a su madre que debía ser escuchada por Doña Emilia Miquel, excelente profesora alicantina. Ante ella tocó un estudio de Chopín. Su diagnóstico fue excelente en cuanto a aptitudes, pero debía de cambiar todo cuanto había aprendido hasta entonces y hacer lo que en piano se llama “posición fija”. Y así lo hizo. Comenzó a darle clase, una vez por semana, en su casa, por lo que cobraba un duro de plata. Después de pasar por estudios y ejercicios variados, le entregó la partitura de “Triana”, de la Suite Iberia de Isaac Albéniz. Fue una especie de examen de grado. Cuando la hubo preparado, la tocó ante Doña Emilia a quien le satisfizo plenamente. Monta un repertorio de unas treinta obras memorizadas de grandes compositores. Se traslada a Monóvar a pasar unas fiestas y de manera casual, conoce al que sería su marido. Se hace novia de D. Francisco Villalta, ilustre abogado que cuando su único hermano le metió en política, pidió la excedencia y los dos, pusieron un bufete en Alicante. Contraen matrimonio y fijan su residencia primeramente en Monóvar y luego en San Vicente. Durante la guerra civil, él cae enfermo y se trasladan al campo, en la partida de Canastel. Por cuestiones políticas él ha de emigrar a Orán y aquí se queda Doña Elisa y su única hija, Elisín. Otro músico sanvicentero, José Santana Seva, solía tocar el violín altruistamente todos los domingos por la mañana en el salón del café del cine “La Esperanza”, junto a algún acompañante al piano. En cierta ocasión manifestó a un amigo suyo, José Planelles que deseaba encontrar a alguien con dominio y seguridad pianística. Le lleva ante Doña Elisa a la que le piden que les haga una pequeña demostración sobre el instrumento. Sin dejarla terminar el Sr. Santana se levanta y les dice…Por favor, esperen que voy a mi casa a por el violín para tocar juntos. Y a partir de ese momento, formaron un perfecto dúo musical. Madre e hija, vivían de las clases particulares de piano. En el 1945, se van a reunirse toda la familia en Orán. El padre no puede ejercer la abogacía porque se lo prohíbe la legislación argelina.

Como medio de subsistencia, se dedican a fabricar jabón, mientras la madre se dedica a coser. Un día en el que transportaban mercancía para ser vendida, son detenidos y llevados ante el comisario jefe que al momento se percata de su condición social y humana. Les pide unas pastillas para su esposa que de inmediato se convierte en una clienta habitual. Han de acudir semanalmente a hacerle la entrega. Esta señora, pretende saber de la mujer y al enterarse de que es pianista concertista, les pide conocerla y la invita a que toque un concierto ante ella, su familia y sus amistades. Dio el recital en el teatro anexo al conservatorio. Al salir, le esperaba mucha gente para pedirle que les impartiese clases particulares. Este hecho fue crucial para abrirse camino, pues la señora del comisario era violinista de la ópera de Orán y entendió perfectamente la necesidad de auxiliar a esta familia. A partir de ese momento, desapareció el coser y se dedicó por completo a la Música. Todos los españoles que había en Orán, eran refugiados de guerra. Uno de ellos, era Vicente Samper, un tenor de Castalla, le propone a Doña Elisa, recorrer Argelia representando “Los de Aragón” y “Los Claveles”, con fines benéficos para auxilio de los combatientes que luchaban aquí en España contra el régimen establecido (los maquis). Samper sería el director. Gira patrocinada por los Ayuntamientos de Argelia. Los músicos procedían o bien de los concejos municipales o bien de la Legión. Una vez finalizada la gira, se subsiste gracias a las clases particulares de piano y a la realización de conciertos como pianista acompañante, que son muy solícitos y bien remunerados. Por segunda vez se le ofrece la posibilidad de recorrer mundo como pianista concertista, pero lo que desea no es sino volver a España. Su madre política cae enferma y la familia les arregla la documentación necesaria para retornar. Regresan los padres, es decir Doña Elisa y su marido. Posteriormente fallece el esposo y deja definitivamente las clases. Es requerida por Ascensión Guijarro para pasar el repertorio de prácticamente la totalidad de las zarzuelas que se han estrenado en San Vicente.

En el año 2010, Glicérido Sánchez Recio, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante experto en la historia política durante la Guerra Civil y el régimen franquista, publica “La República decapitada”. El caso de la familia Villalta Gisbert (Alicante 12939-1942). Esta obra refleja las vicisitudes y contrariedades sufridas por su manifiesta oposición al régimen gobernante en ese momento histórico.

Y después de una intensa vida dedicada en cuerpo y alma a la familia y a la Música, fallece aquí en su pueblo natal el 26 de julio de 1990.

Somos Raspeig uSan Vicente del Raspeig llegó a tener funcionando al mismo tiempo cerca de 60 ebanisterías, muchas de ellas de primera calidad. El Museo de las Artes y Oficios de Alicante, MAOA, y la Concejalía de Cultura y Memoria Histórica de San Vicente homenajean este oficio que comenzó a florecer hace cien años y a las personas que lo hicieron próspero con la ‘Exposición y Jornadas de la Ebanistería en San Vicente del Raspeig’, que abre sus puertas el próximo viernes, 10 de marzo en la sala de exposiciones de los bajos del Ayuntamiento.

La Concejala de Cultura y Memoria Histórica, Raquel Rodríguez, de Esquerra Unida, ha resaltado el carácter didáctico de esta exposición a la que se han invitado a los centros educativos del municipio, para que el alumnado conozca el importante legado de este oficio y pueda

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