TEXTO Y CONTEXTO DEL CINE LATINO AMERICANO

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TEXTO Y CONTEXTO DEL CINE LATINO AMERICANO

REALIZADO POR EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIO


CONTEXTO HISTORICO

El cine latinoamericano permanece durante gran parte de su historia solo como la expresión aislada de cinematografías nacionales, en las que predominan los países de mayor producción. Estos países son los que tienen una población suficiente para asegurar un mercado. Los mayores son México, Argentina y Brasil, que en su conjunto, entre 1930 y 1996, concentran el 89 % de la producción del continente. El 11% restante se reparte entre los demás países. Durante un período, la producción de los países grandes es distribuida y ejerce alguna influencia en los demás, especialmente la de México, que logra una extensa audiencia popular. Pero a fines de la década del cincuenta esta influencia y la distribución de películas ha decaído hasta casi desaparecer completamente. La tendencia constante ha sido. A partir de los años sesenta, salvo excepciones, el desconocimiento mutuo de las cinematografías de los países del continente. No existe una relación fluida de mercados de distribución internacional y las películas se producen casi sólo para el consumo interno. Para un espectador de Chile, Perú o Colombia, por ejemplo, las películas de los países vecinos sólo se llegan a conocerse ocasionalmente a través de festivales o muestras culturales que alcanzan a públicos muy reducidos. Los esfuerzos de los cineastas del continente por crear un Mercado Común del Cine no han logrado su objetivo debido a la diferente legislación en cada país, especialmente en lo que respecta a aranceles aduaneros y a los intereses de las grandes empresas de distribución cinematográfica internacional. Solo cuando el cine empieza a ser considerado más allá de su carácter de mercancía, como una manifestación cultural y estética por los cineastas, artistas, críticos y es reconocido por un público cultivado, se hace realidad la idea de un cine latinoamericano. La idea de la existencia de un cine latinoamericano toma en consideración la comunidad de idiomas (exceptuando en este aspecto al Brasil), historia, realidad socio-cultural y política y las características de la producción y los mercados. Un festival precursor de este reconocimiento fue el de Pesaro, en Italia. Son las consideraciones culturales las que impulsan la realización del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de Viña del Mar de 1967, considerado un hito importante en el posterior desarrollo del cine latinoamericano. Los creadores de este festival fueron el realizador chileno Aldo Francia, presidente del Cine Club de Viña del Mar, Alfredo Guevara director del Instituto Cubano del Cine y la industria Cinematográfica (ICAIC) y el productor argentino Edgardo Pallero. Allí


se reúnen por primera vez cineastas de Argentina, Bolivia, Brasil Colombia, Cuba, México, Perú, Uruguay, Venezuela y del país anfitrión. Las películas que se exhiben en este festival se caracterizan por estar al margen de la distribución comercial provenir de productores independientes y proponerse en primer lugar una función cultural, artística, didáctica y política, por sobre la finalidad de entretención. El festival es también un importante centro teórico y de debate. Se plantea la importancia del cine como expresión de identidad nacional y regional, así como lo son otros artes como la literatura, la pintura, la arquitectura y la música. Se destaca fuertemente la importancia del cine como instrumento didáctico, especialmente en lo político, social e histórico; como vehículo de denuncia de las desigualdades económicas, del atraso social y de la opresión política que sufren varios países del continente gobernados por dictaduras militares. Estuvieron presentes en este festival de manera destacada el "cinema novo" (cine nuevo) brasileño, la Escuela Documental de Santa Fe (Argentina), el nuevo cine cubano, surgido después de la revolución de 1959. De allí surge la conciencia de un cine continental, con una identidad propia, capaz de homologarse a otras manifestaciones culturales autóctonas. Este primer festival latinoamericano, dedicado principalmente al cine documental, fue un primer paso, seguido por el festival de 1969, al que se incorpora el cine de largometraje. En dos años había cambiado de manera significativa la realidad del cine del continente. Se daban a conocer cineastas de importancia mundial, como los brasileños Glauber Rocha y Nelson Pereira DOS Santos, los argentinos Femando Solanas y Octavio Getino, los cubanos Tomás Gutiérrez-Alea y Santiago Álvarez, los chilenos Raúl Ruiz y Miguel Littin. A partir de entonces se habla del "Nuevo Cine Latinoamericano". El tercer festival, que debió efectuarse en 1973, fue cancelado por el gobierno militar que se instauró en Chile después del golpe de estado de ese año. Los cineastas chilenos debieron esperar veinte anos para que, una vez restaurada la democracia, se efectuara en nuevo festival de cine, en 1990. Después de 1973, gran parte de los cineastas chilenos debieron abandonar el país. Pero no sólo los cineastas chilenos han sufrido el exilio. Por la misma causa, golpes militares impulsados por grupos de derecha fascistas, en diversos momentos debieron exiliarse cineastas de Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia, por lo que algunos de ellos han producido parte importante de su obra en el exterior, especialmente en países europeos. Este es también un rasgo destacable del cine latinoamericano. Un caso extreme fue el del cine chileno. En só1o diez años de exilio los cineastas chilenos produjeron 178 filmes en diversos países, mientras la producción al interior de Chile desapareció casi completamente. Otra característica del llamado "nuevo cine latinoamericano" ha sido el carácter personal de las películas. A diferencia del cine industrial que anteriormente dominaba los mercados (especialmente con productos de Argentina, Brasil y México), en que predominaba una especie de "star-system" y no importaba quien dirigía las películas, el "nuevo cine" se basa en proyectos personales, de


un director-autor que utiliza el cine como un medio de comunicación de sus ideas, sus emociones. Su estética particular y la intención de reflejar en los filmes la identidad de su país. Cada película está indisolublemente ligada al nombre de su director. Es lo que los franceses bautizaron como "cine de autor", para distinguirlo de las películas en que predominan los objetivos industriales, de pura diversión, en las que poco importa quien las realiza. El cine latinoamericano se ha desarrollado con altibajos. A diferencia de los EE.UU. que mantiene una de las industrias más rentables tanto de producción como de distribución y exhibición en todo el mundo, el cine latinoamericano ha debido depender, como ocurre igualmente en la mayoría de los países europeos, de la ayuda del estado. E ahí que el auge o caída de su producción haya dependido de decisiones políticas, traducidas en la existencia o no de leyes especiales que contemplan el financiamiento de las películas a través de créditos o subvenciones. Un panorama histórico del cine latinoamericano deberá dar cuenta, pues, por una parte de la diversidad de las condiciones de producción de cada país, de sus antecedentes históricos y del contexto socio-cultural en el que cada cinematografía está inserta. Mientras cinematografías como las de México, Argentina o Brasil tienen una larga tradición, otras como las de Bolivia, Perú o Cuba, adquieren una presencia significativa só1o con las emergencias del llamado "nuevo cine". Este panorama histórico del cine latinoamericano propone una aproximación en primer lugar a sus cinematografías mayores: México, Argentina y Brasil y luego a los países de producción escasa o aparición mas tardía en el espacio cinematográfico del continente, como Cuba, Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela Por tanto, es imprescindible comprender al cine latinoamericano, como un escenario diverso, polisémico pero sobre todo cargado de historia, de contextos socio-culturales y económicos, un cine como hijo de los problemas particulares de una región particularmente constituida, desde las dictaduras militares hasta el regreso a la democracia. Así pues, la programación planteada, pretende dar una mirada estética a su constitución discursiva, su configuración cultural y, claro esta, a las narrativas propuestas en lo que aquí se ha denominado “un retorno a la identidad”.


MEJICO TITULO: Los olvidados DIRECTOR: Luís Buñuel AÑO: 1950 Los olvidados es una desértica mirada sobre el mundo que vive una juventud desposeída, cuyas únicas alternativas son la delincuencia y la marginación. Historia que si bien fue contada por Buñuel en 1950, hoy más que nunca continúa teniendo vigencia. Luis Buñuel ha sido, sin lugar a dudas, el realizador más importante del cine de habla hispana. Su trayectoria artística —32 películas filmadas en cincuenta años de carrera— es una de las más importantes y prolíficas de la cinematografía mundial. Los olvidados es considerada la película que volvió a colocar a Buñuel en la escena internacional, luego de que su impresionante debut fue seguido por dos décadas de relativa obscuridad. Los olvidados es, por su temática y por la naturalidad de sus actores, una película engañosamente realista. Filmada durante el apogeo de la corriente neorrealista —que propugnaba por un cine casi documental en el que los actores fuesen gente común y los escenarios fueran reales— Los olvidados fue tomada equivocadamente como una cinta semejante a Roma, ciudad abierta (1945) de Roberto Rossellini o Ladrones de bicicletas (1947) de Vittorio de Sica. Sin embargo, el filme de Buñuel mantiene muchos de los elementos que lo convirtieron en el cineasta surrealista por excelencia. Los olvidados es un filme acerca de la fatalidad del destino. Es una película sobre lo absurdo e irracional de la vida misma. Los deseos ocultos, los sueños y las pasiones son los elementos que mantienen vivos a los personajes del filme. La cinta de Buñuel es, por otra parte, una de las aportaciones más importantes que ha dado Latinoamérica al cine mundial. Si el cine es considerado un arte, mucho se debe a la obra de genios como Luís Buñuel y a filmes como Los olvidados.


CHILE TITULO: Machuca DIRECTOR: Andres Wood AÑO: 2004 Chile, 1973. Gonzalo Infante y Pedro Machuca son dos niños de once años que viven en Santiago, el primero en un barrio acomodado y el segundo en un humilde poblado ilegal recientemente instalado a pocas manzanas de distancia, dos mundos separados por una gran muralla invisible que algunos, en su afán por hacer realidad los sueños de una época llena de esperanzas revolucionarias, quieren derribar. Uno de estos soñadores, el director de un colegio religioso privado, el padre McEnroe, con el apoyo de parte de los padres, integra en el elitista colegio a chicos de familias de escasos recursos procedentes del poblado, con la firme decisión de que aprendan a respetarse mutuamente. Es así como Pedro Machuca está en la misma clase de Gonzalo Infante y entre ellos nace una amistad llena de descubrimientos y sorpresas. Pero a las dificultades objetivas de este intento de integración se agregan las que se derivan del clima de abierto enfrentamiento social que vive la sociedad chilena.

ARGENTINA TITULO: Hombre mirando al sudeste DIRECTOR: Eliseo Subiela AÑO: 1987 En un hospital neuropsiquiátrico se establece una relación muy especial entre un médico, a cargo de una de las salas, y Rantés, un joven alienado que aparece súbitamente diciendo ser un extraterrestre. Claro, está loco, pero la suya es una locura muy inquietante, debido a los datos que posee, a sus poderes telequinéticos y a su admiración por la belleza del arte. La película no se centra el elemento de la ciencia ficción (ni tampoco resuelve si Rantés es o no alienígena), sino que deja el interrogante de que tan cuerdo son los locos, y que tan locos están los seres humanos normales. Exquisitamente narrada, filmada en "escenarios naturales", hace eco de la trama de "La Invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares, quizás la primer obra de ciencia ficción moderna y original surgida en el Río de la Plata.


BRASIL TITULO: Carandirú DIRECTOR: Héctor Babenco AÑO: 2003 La película está basada en las experiencias de vida del doctor Drauzio Varella, que durante años rescató singulares historias dentro de la terrible prisión estatal Carandirú, en São Paulo. Un verdadero infierno superpoblado, que sometía a los convictos a condiciones infrahumanas. La explosiva situación llegó a su clímax en 1992, cuando, para ahogar una rebelión en la prisión, la policía asesinó a 111 hombres. El laureado cineasta Héctor Babenco rescata el perfil humano y la dignidad de los detenidos, que narran diversas historias. El filme fue realizado en el propio centro de reclusión, que había sido cerrado luego de la masacre y posteriormente fue demolido.

CUBA TITULO: Memorias del sub desarrollo DIRECTOR: Tomas G. Alea AÑO: 1968 Que las contradicciones del burgués pueden reflejar como en un espejo las de la sociedad donde la burguesía ha llevado la voz cantante, lo demuestra esta historia de razonamiento e ironía. Una historia personal que hubiera sido intrascendente de no ocurrir en los vertiginosos días de la revolución, cuando todas las contradicciones se pusieron al rojo vivo. La película entrega un monólogo interior con mirada a la calle, como es la novela homónima de Edmundo Desnoes. PERU TITULO: Caídos del cielo DIRECTOR: Francisco Lombardi AÑO: 1990

Dos ancianos, ex terratenientes, cuya riqueza fue afectada por las políticas de los años 70, dedican su esfuerzo a recuperar su antiguo esplendor, preparando su muerte como un acontecimiento de revancha social. Simultáneamente, uno de sus inquilinos vive su más intensa e imprevisible aventura amorosa, y dos niños, instigados por la delirante circunstancia social, se ven progresivamente inmersos en el universo de violencia que su abuela, una ciega obsesionada con la idea de recuperar la vista, va involuntariamente tejiendo a su alrededor. Las historias avanzan paralelamente formando un entramado donde el humor, y la tragedia social y el apunte amoroso van conformando una mirada a través de tres generaciones sobre la decisiva década de los ochenta en Lima.


COLOMBIA TITULO: Carne de tu carne DIRECTOR: Carlos Mayolo AÑO: 1983 Historia gótica de amor entre dos adolescentes hermanos de madre, durante la dictadura militar de los años 50 en Colombia. A través de la relación incestuosa los amantes son poseídos por los fantasmas de sus antepasados y se convierten en criaturas caníbales y vampíricas que siembran el terror en la región al confundirse con mitos autóctonos.

PARAGUAY TITULO: La hamaca paraguaya DIRECTORA: Encina Paz AÑO: Paraguay, 1935. Todavía es otoño y hace calor, el calor nunca desaparece. En un lugar remoto del Paraguay, una pareja de ancianos campesinos, Cándida y Ramón, esperan a su hijo que fue a pelear a la guerra del Chaco. También esperan a la lluvia, que se anuncia hace tiempo pero no llega; y al viento que tampoco llega; y que el calor amaine pero no lo hace a pesar de la estación; pero sobre todo, esperan a que las cosas mejoren. La pareja encara esta época de espera con diferentes actitudes: Ramón espera con optimismo; Cándida cree que su hijo está muerto, por tanto no tiene sentido continuar esperando. Estos roles se van intercalando mientras la pareja está sentada, mientras esperan eternamente a que pase el tiempo en la Hamaca paraguaya. URUGUAY TITULO: Estado de sitio DIRECTOR: Yves Montand AÑO: 1973 Tras una larga democracia militar, estado de sitio, como pocas películas, narra la historia de un grupo de inseparables amigos hasta que uno a uno van desapareciendo, solo uno de ellos sobrevive para contar su tragedia pero a la vez, una hermosa historia de vida en la que se retrata tal cual, la sociedad uruguaya de la época. Cruel y la vez muy dulce, estado de sito, es indudablemente una de las películas latinoamericanas mas importante de su historia cinematográfica.


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