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Alimentos orgánicos
Mitos y verdades
Las tendencias modernas dirigidas al cuidado del ambiente y la salud han dado como resultado algunos cambios en nuestras costumbres alimenticias como lo es el dirigido a incrementar el consumo de alimentos orgánicos. Sin embargo, si bien son indudables sus beneficios, no todo lo que se dice sobre ellos es cierto, o al menos no lo es del todo.
Cuando hablamos de alimentos orgánicos nos referimos a un sistema de producción que utiliza en su elaboración determinados métodos e insumos y excluye otros tales como los productos fitosanitarios utilizados en la curación de las enfermedades de las plantas y los fertilizantes sintéticos, ambos de origen químico.
Estos productos tienden a ser confusos para los consumidores, pues la etiqueta de orgánico parece estar siempre asociada con la noción de que se trata de alimentos necesariamente saludables, lo cual no es completamente cierto.
Teniendo en cuenta que sobre estos alimentos abundan informaciones contradictorias, aquí te indicamos una pequeña guía que te servirá de referencia al momento de elegirlos:
LOS ORGÁNICOS QUE LOS convencionales?
La respuesta a esta pregunta es: sí y no. Por una parte, cuando se afirma que son más saludables, surge la falsa certeza de que los productos convencionales presentan en alguna medida un peligro para el cuerpo de quien los consume, y esto no es necesariamente cierto, pues independientemente de su origen, los alimentos que llegan a nuestra mesa deben ser totalmente inocuos y seguros para el consumo y la salud de quienes los usan.
Ahora bien, de acuerdo con la revista especializada mexicana Patio Orgánico, según estudios del British Journal of Nutrition, se comprobó que los productos orgánicos no solo poseen una menor cantidad de residuos de pesticidas, sino que pueden ser hasta un 70% más ricos en nutrientes para el organismo como lo son los antioxidantes y las vitaminas.
Un producto vendido con la etiqueta de orgánico no significa que realmente lo sea. Existe un conjunto de normas que regulan la producción orgánica en todas sus etapas, estableciendo prácticas, tiempos y sistemas a cumplir para que un producto de verdad pueda ser considerado orgánico.