…DEL SOMBRERO VUELTIAO LA TRAGEDIA ECÓNOMICA Y SOCIAL DEL PUEBLO ZENÚ, REFLEJADA EN LA MISERIA ABSOLUTA EN QUE VIVEN; SIENDO LOS AUTORES ANCESTRALES DEL SIMBOLO NACIONAL.
MIGUEL DE JESUS PEÑA SALCEDO
Civilizaciones antiguas dejaron huellas donde quiera tuvieron presencia. Huellas con diferentes representaciones en forma y estilo. En Colombia y especialmente en la Costa Atlántica, pero específicamente en las sabanas de Sucre y Córdoba, se establecieron los indígenas Zenú, quienes desarrollando todo su ingenio y con experimentos artesanales lograron extraer de la CAÑA FLECHA una fibra con la cual elaboraron lo que es hoy el Símbolo de Colombia; EL SOMBRERO VUELTIAO. La caña flecha, Planta Milagrosa, que hoy por hoy, genera grandes recursos económicos a través de los distintos accesorios que se fabrican con ella, incluyendo el más importante de todos: El Sombrero Vueltiao. Esta, una planta que se cultiva en terrenos bajos, bañados por arroyuelos en épocas de lluvias, condiciones propicias para que se desarrolle y proporcione así, el material requerido o fibra, la cual para extraerla se dan diferentes procesos que van desde la recolección de la hoja, el esfarite o despaje y la raspa; este último es el que permite la obtención de la palmilla la cual se encuentra en la parte central de la vena o columna vertebral de la hoja; este proceso es determinante en la calidad de la fibra, es el que le da el espesor o diámetro de la misma. Extraída la palma se aplican los procesos de teñido y blanqueo; para estos se utilizan productos naturales, como el limón, la naranja agria, la caña agria, etc., luego se sumerge en agua con estos componentes y se exponen al sol y entre mas radiante sea este se obtendrá una palma blanca ideal; para el teñido se emplean la hoja de una planta que le llaman vija o limpiadientes, esta cuando está madura tiene un color vino tinto y es el momento de recolectarla y guardar; con esta hoja cocinan la palma y posteriormente la introducen al barro o fango las veces que sean necesario para obtener el color negro característico del sombrerero Vueltiao. En esta etapa preparativa del material se emplean entre 6 y 8 días dependiendo del estado del tiempo; si este no es propicio lo más probable es que la palma blanca se dañe porque los días fríos le pasman el color blanco y se vuelve verdosa. En la actualidad utilizan productos químicos especialmente en el proceso de blanqueo para lograr un blanco ideal ; emplean otros colores que ya se ven en el mercado; Cuando ya tienen listo el material es que inician el proceso de trenzado, en esta etapa participa toda la familia y aquí se aplica la magia del indígena reflejada en los diferentes motivos o pintas que vemos impregnadas en el Símbolo Nacional. Existen diferentes tipos de trenzados; desde el más ordinario hasta el de categoría superior. Este es determinado por la calidad, cantidad y espesor de la palma. La calidad se fundamenta en la clase de palma que se utiliza, de esta existen varias: la costanera que se cultiva en las riveras de los ríos y ciénagas; la criolla que es la que se produce entre los “La Otra Vuelta “ migueldejp@hotmail.com
ensenadas de las pequeñas montañas que se encuentra entre los limites de Córdoba y Sucre, especialmente en los corregimientos de Siloé, Roma, Costa Rica, El Contento, Rabo Largo y otros. La diferencia entre estas dos clases de palma radica en Que la criolla es más fuerte, aunque sea más corta, pero resiste un mejor acabado y preparación para la clase de trenza que se requiere. De igual manera influye mucho la intensidad de los colores: blanco y negro, que estos sean verdaderamente blanco y negro. Esta cualidad se refleja especialmente en los sombreros finos como el 19, 21,23 y 27, quienes contienen tantos pares o pies de acuerdo al número que lo identifica y donde también se aprecia la finesa de la palma; entre mas pares, más fina es la palma, así el quinceano tiene 15 pares de palma; el 19 tiene 19 pares, y así sucesivamente. Estas clases de trenza son realizadas por personas experimentadas, ya que se requiere de conocimientos y experiencias para darle la forma y el estilo requerido al sombrero; la talla, el acoplamiento en las pintas de la encopadura y el acabado simétrico del mismo. El conjunto de todos estos detalles son los que le dan ese realce, esa elegancia y vistosidad al sombrero de los indígenas Zenú y que lo diferencia ante cualquier otro atuendo. Como quien dice tiene brillo propio. Existen otras clases de trenzas de menor calidad pero tan importantes como las anteriores. Entre estas se encuentran la de 11 pies o pares y otras de menor cantidad de palma. Entre menos pares tenga es mas rustica. La de 11 pares es la más común, es la que mas trabajan los artesanos en el sector rural. Trabajan diferentes estilos, diferentes pintas, entre las cuales encontramos el granito de arroz, la m, el blanco y negro, el blanco, el peine, la peinilla y el tradicional, que también le llaman de ribete, este es el típico sombrero Vueltiao o indiano, se diferencia con los de mejor calidad, en la textura. Pero que igual a los de mayor jerarquía, también son vistosos y fácilmente pueden ser causa de un engaño a un despistado e ignorante comprador, porque con facilidad lo pueden vender como uno de calidad. El sombrero vueltiao fue utilizado en sus inicios por los indígenas Zenu, para cubrirse del sol en sus campos de cultivo. Pero como todo tiene que evolucionar, este no se quedó y tuvo sus cambios y con el transcurrir del tiempo lo fueron perfeccionando, le fueron aplicando el ingenio, la creatividad y la muy famosa malicia indígena, lo que dio como resultado lo que es hoy “El símbolo Nacional”. Hoy, la imagen del Sombrero Vultiao es utilizada para adornar todo tipo de eventos, desde tarjetas de presentación hasta grandes eventos musicales, deportivos, artesanales, comerciales y religiosos. Incluso el señor Gobernador del departamento de Sucre presentó un proyecto para incluirlo en el escudo de la república de Colombia. El símbolo nacional se volvió tan popular que lo único que falta es que también se lo coloquen a Jesucristo. Porque definitivamente este atuendo se hace notar, de igual manera quien lo lleve puesto. La fama del sombrero de los indígenas Zenú no tiene límites. Es una fama sin fronteras, de igual forma su cotización, hoy un sombrero de característica especiales alcanza unos precios que cualquier parroquiano asalariado no tiene con que comprarlo. Todo este fervor comercial quizás se le deba al hecho de que el congreso de la república de Colombia lo haya declarado en el año 2004 y “La Otra Vuelta “ migueldejp@hotmail.com
mediante la ley 908 como símbolo nacional; o posiblemente su vistosidad y elegancia despertó en los astutos comerciantes su fácil comercialización mediante la aceptación que podría despertar entre los miles de compradores a nivel nacional e internacional. Es tan imponente su presencia que muchos turistas internacionales vienen a Colombia y no se van sin su sombrero Vueltiao; y es de recordar, que hasta la fecha lo han lucido con orgullo grandes personajes desde aquel año en el que Japy Lora lo lució cuando se coronó campeón Mundial de Boxeo. También coronó la blanca cabeza papal de Juan pablo segundo, del polémico y jarocho vil Clinton, en su visita a Cartagena, y muchos más. LA PROBLEMATICA Pero este repunte cultural, comercial social y económico que ha tenido nuestro símbolo nacional no es coherente ni notable en las comunidades rurales que cultivan y procesan la caña flecha, materia prima del Sombrero Vueltiao. Hoy estas comunidades viven en situación de miseria. Los beneficios económicos que genera el S.V no llegan hasta ellos. Prácticamente están siendo esclavizados, esclavizados en pleno siglo 21, donde se habla mucho de democracia, de equidad social, de justicia social; términos utilizados por políticos y otros en sus fugases campañas preelectorales. Haciendo una breve ilustración laboral de uno de estos artesanos, tenemos que en una jornada de 8 o 10 horas diarias trenza como máximo 10 metros, del más sencillo; este se lo pagan a 500 pesos el metro, cuando alcanza el precio más alto; en otras ocasiones llega a tener un valor hasta de 300 pesos. Si logra hacer los diez metros, recibe por la tarde 5000 pesos; de ahí hay que sacar los gastos del material (aunque parezca extraño muchos de ellos no tienen que comprar este material) y en gastos de material es prácticamente el 50%, así que a este artista no le quedan más de 2.500 por el día de trabajo, y no es cualquier trabajo. Este es un trabajo especializado. Esta es una situación que viven miles de artesanos rurales del sombrero vueltiao. Ellos que surten el mercado nacional de este atuendo, van rumbo a la indigencia. Aunque ya muchos lo están. Mientras otros que no han aportado sino capitales económicos, son los que disfrutan de la fama del símbolo nacional. La situación de los dueños del símbolo nacional, es crítica; y lo peor es que no se ven acciones que conlleven a darle un vuelco a esta problemática. Los mismos lideres de esta etnia, como son los capitanes mayores y menores de los distintos cabildos no se interesan por rescatar y darle la importancia que se merece la caña flecha con la cual muchas familias poderosas en Colombia han incrementado su patrimonio. Viven en función burocrática y han descuidado la herramienta más poderosa con que cuenta una comunidad indígena en Colombia. Los Artesanos están a la deriva, a merced de los comerciantes quienes imponen las condiciones en la comercialización de esta obra de arte. En esta situación se encuentran unas 22 poblaciones, en su gran mayoría en el sector rural, entre sucre y córdoba. Pueblos donde el denominador común es la miseria, la desolación; reflejados en la precariedad de sus casuchas a punto de irse al suelo; en la desnutrición palpable en la humanidad de niños, jóvenes, adultos y ancianos; en la “La Otra Vuelta “ migueldejp@hotmail.com
desesperanza de las comunidades en general. Hoy estas comunidades también sufren una crisis forestal. Sus campos se encuentran deforestados, incluso los árboles frutales como el mango (propio de esta región) están desapareciendo porque los dueños de las pocas parcelas de propiedad de los indígenas que aún quedan, los vendes para convertirlos en carbón para poder comer, de tal manera que hasta las frutas con las que en una época mitigaban el hambre poco a poco van desapareciendo, proyectándose a mediano plazo la hecatombe, el destierro y la indigencia de gran parte del pueble zenú. Este es el panorama que hoy presentan estas poblaciones, las que hicieron y hacen posible que exista el S. V. Este panorama desolador es el motivo y la causa por la cual nació “La Otra Vuelta”. En un principio, cuando llegué al Corregimiento de Siloé a visitar a unos familiares que llegaron a esa población huyendo de la violencia desde los montes de maría, noté que trabajaban el sombrero Vueltiao, me causó curiosidad, y como siempre quise conocer de qué forma tejen y construyen esta prenda tan hermosa, empecé a tratar y a preguntar de que manera y cuáles eran los diferentes procesos que realizaban para construir el sombrero; como era la planta y donde la cultivan; y a medida que me fui dando a conocer y a generar confianza con los nativos, empecé a conocer la realidad, el lado negativo del símbolo nacional, la forma en que son explotados estos artistas de la manualidades. Explotados por los comerciantes quienes se llevan su obra de arte por unos pocos pesos que a duras penas alcanzan para no acostarse sin comer. Siloe, es uno de los tantos corregimientos y cabildos menores de la etnia zenu que derivan su sustento del cultivo y proceso de la Caña Flecha; tiene una población aproximada de 1000 habitantes; en su gran mayoría viven en la extrema pobreza. Cuentan con un colegio donde los alumnos se preparan en la básica primaria; de igual forma el IBF hace presencia con unos hogares infantiles donde se benefician mas los lideres con el negocio, que los niños con la promesa de este ente oficial. Este cabildo como todos los de la etnia tiene un sistema organizacional liderado por el capitán menor, el cual es escogido a dedo o por turno. Aquí el pueblo carece de potestad para elegir a su representante, a su líder. En un país aparentemente democrático los indígenas zenu no ejercen la democracia; o más bien, los líderes no permiten que esto se dé; aplican la autocracia. Este sistema va en contra del progreso de la comunidad. Los dirigentes que llegan a aprovechar su turno no gestionan en favor del pueblo. Mientras tanto los habitantes se mueren de hambre y otros entran al mundo de la mendicidad. Mientras los líderes son indiferentes ante esta situación y le restan importancia a esta obra de arte que heredaron de sus antepasados; los comerciantes se enriquecen con el trabajo especializado de este pueblo. Viendo esta penuria social indígena, me propuse realizar unos trabajos comunicacionales representados especialmente en los medios: como la fotografía y el video, con los cuales entro a divulgar esta penosa situación en diferentes sectores y entidades sociales de la capital de sucre y especialmente en el auditorio de La Cámara de Comercio de Sincelejo, donde gentilmente, me dieron la oportunidad de exponer la obra fotográfica, proyectar el video y participar en un conversatorio con los generosos asistentes, quienes se identificaron con la problemática y plantearon sugerencias para seguir divulgando el tema. Mi trabajo no se limita solamente en la divulgación de la problemática, porque soy de los que piensa, que un periodista o comunicador, “La Otra Vuelta “ migueldejp@hotmail.com
debe contribuir con el desarrollo social, cultural y económico de una comunidad, de un pueblo. Gestionar ante los entes correspondientes y conectar a la comunidad con los mismos para solucionar el problema, y acompañar para que se logre el objetivo; mucho más en nuestro país, donde prácticamente, la mitad de la población se encuentra en la pobreza y un alto porcentaje de esta, en la mendicidad, que es el caso de los indígenas zenu. Lo que en un principio fue simplemente una inquietud, se convirtió luego en un Proyecto, y que he Titulado “La Otra
Vuelta”, y consta de las siguientes fases: Investigación. Producción de Medios Audiovisuales. Divulgación. Capacitación de la Comunidad. Organización y Conformación de Ente Jurídico. Producción y Comercialización de los Productos y Progreso integral del Cabildo en mención. Desde principio de año, he venido desarrollando la fase de divulgación, la cual ha tenido acogida; simultáneamente iniciamos las relaciones con entidades especialistas en organización y capacitación de comunidades, donde nuevamente la cámara de Comercio de Sincelejo a través de sus funcionarios competentes, se ofreció ayudarnos a sacar adelante este proyecto social; es así que ya se dieron las primeras reuniones con Habitantes de los Cabildos menores Zenú de Siloé y Costa de Oro y próximamente se iniciarán las capacitaciones, condiciones necesarias para continuar con la siguiente fase,
EL SUEÑO
Si la comunidad pone todo su empeño, su interés, lograremos hacer de slioé, una población diferente. Donde se respire prosperidad, esperanza; niños alegres y saludables; ancianos disfrutando del producto de su ingenio; jóvenes ocupados, desarrollando un trabajo tan importante para Colombia y el Mundo, explorando su creatividad y dándola a conocer a través de su obra de arte; EL SOMBRERO VUELTIAO Cuando logremos esto, Habremos alcanzado el objetivo principal de este proyecto: contribuir a que esta comunidad mejore su nivel de vida con su propio trabajo; recupere la identidad social, artesanal y cultural; así mismo, los derechos intelectuales y materiales Del Símbolo Nacional, y disfrutar de los beneficios económicos que genera esta prenda, y evitar con esto, que a los Zenu se les despoje definitivamente de su patrimonio, de su obra de arte, de la cual hoy gozan unos pocos. Con el progreso económico llegan también desarrollos Ecológicos, deportivos y académicos; requisitos necesarios para competir en la vida y en esta sociedad donde muchos navegan en las oscuras y putrefactas aguas de la Avaricia y por ende carentes de sensibilidad social, reflejadas en la Indiferencia hacia estos problemas Sociales.
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SILOÉ Hoy, cuando supuestamente Se ha abolido la esclavitud Y en un mundo sin límites Ellos, los de Siloé Siguen siendo esclavos. Esclavos de los intelectuales comerciantes Que se aprovechan de su ignorancia Para explotarlos Llevándoseles por pocos pesos su obra de arte.
Hoy, cuando los letrados y gobernantes Hablan de equidad social. En disminuir la pobreza Y cuando el Sombrero Vueltiao Ha sido declarado símbolo nacional Ellos, los de Siloé Son víctimas de la indiferencia De los líderes y gobernantes Y de la avaricia de los Comerciantes
Miguel de Jesús Peña Salcedo Emaill: migueldejp@hotmail.com Cel301-‐2971493 ANTONIO ARIAS URIBE Relaciones Públicas
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