Sophia. Abril 2012

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sumario www.sophiaonline.com.ar

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Ondas Sophia

28 VESTITE DE OTOñO. Con las

primeras hojas empezamos a recuperar el gusto por el calor de hogar. Disfrutá y animate a hacer cosas diferentes. ......................................................................

tapa 04/12 Andrea Kestenbaum, acupunturista. Foto: Pilar Carlés. Maquillaje: Eugenia Grand para Estudio Frumboli con productos Lancôme. Retoque digital: Diego Beyró: www.diegobeyro.com

Actualidad / Personajes

44 Vida propia

ANDREA KESTENBAUM. “En la acupuntura pongo todo mi corazón”. A los 20 años se enamoró de esta medicina milenaria y se dedicó a aliviar el dolor y a sanar. ......................................................................

50 Testimonios

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LA FUERZA DE LA IDENTIDAD. Ellos hacen de su identidad cultural un sello propio y lo reflejan en su trabajo, en su manera de relacionarse y de crear. ...................................................................... Por el mundo LAS MUJERES “DESCALZAS” QUE ILUMINAN LA INDIA. El indio Bunker Roy creó la Universidad de los Descalzos, en la que no

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importan los diplomas, sino la sabiduría de la gente puesta al servicio de la comunidad. ...................................................................... Dossier SENTIRNOS FRáGILES, ¿NOS HACE FUERTES? Te contamos por qué es importante reconocer y abrazar nuestra vulnerabilidad. ...................................................................... Personajes UN PINTOR QUE, CON HUMOR, HABLA EN SERIO. Antonio Seguí, un cordobés que triunfa en el mundo, aunque no se cree el éxito y vuelve todo el tiempo a sus raíces. ......................................................................

Inteligencia emocional

76 Vivir la casa

CON ALMA JUJEñA. Susana Gronda heredó un viejo puesto de pastores en la finca que su familia tenía en Volcán, cerca de San Salvador de Jujuy, y desde ese lugar celebra sus raíces y la historia de su provincia.


76 vivir la casa

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84 Pareja 88

“QUIEN NO SE AMA NO PUEDE AMAR”. El psicólogo Walter Riso nos explica por qué la baja autoestima puede afectar a la pareja. ...................................................................... A solas MILENA AGUS. “La verdadera Milena queda en casa”. Desde Cagliari, en Cerdeña, escribe historias de mujeres llenas de vida, muy alejadas de las heroínas de las novelas rosas. .....................................................................

Moda

94 Estilo campo 104

REGRESO AL FAR WEST. La gamuza, el denim y el cuero se fusionan para lograr un estilo con personalidad. ...................................................................... Estilo texturas EL REPTIL EN SU VERSIÓN MÁS CHIC. Más vigente que nunca, el reptil adopta los colores del invierno e impone una discreta elegancia.

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Cartas Estilo femenino UNA NUEVA ARMONÍA. Propuestas súper versátiles para armar conjuntos tan clásicos como femeninos. ...................................................................... Belleza LOS COLORES DEL INVIERNO. Cuatro especialistas te ayudan a descubrir la tendencia de maquillaje que mejor se adapta a tu estilo. .......................................................................

Cocina Sabores A PURO PESCADO. Las recetas más ricas para lucirte en la mesa de todos los días y en alguna fecha especial. .......................................................................

40 Hablemos de vínculos: Miguel Espeche Cómo encontrar novio

42 Punto de vista: Cristina Miguens Almas “indignadas”

132 Mundo creativo

136 Direcciones

138 Humor

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Foto: Getty Images.

editorial

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Es una sensación difícil de expresar, pero poco a poco la intimidad del otoño va metiéndose en nuestras vidas. La calidez de la lana, los colores ocres, el café calentito, la siesta con un buen libro… Todo nos va diciendo que es momento de meternos hacia adentro, de conectarnos con nuestra casa, con nuestras emociones, con nuestros afectos. Empieza un tiempo de conexión verdadera, profunda, y en Sophia quisimos reflejar ese sentimiento a través de personas que encuentran en su hogar, en su identidad, en su profesión, en el arte o en la entrega a los demás los motivos para llevar una vida auténtica. Por eso, queremos que conozcas a Andrea Kestenbaum, que en abril nos acompaña desde la tapa. Para ella, la acupuntura es mucho más que su trabajo; es la posibilidad de establecer una unión entre el cuerpo y el alma. Hay otro vínculo fundamental y es el que nos habla de nuestros orígenes: te contamos cuatro historias en las que la identidad cultural se convierte en un sello personal. Las raíces también son muy importantes para Susana Gronda, tanto que toda su casa irradia su alma jujeña. Y si hablamos de encuentros transformadores, no te pierdas el relato del indio Bunker Roy, que a partir de una dura vivencia creó una realidad esperanzadora. También te invitamos a que descubras a Milena Agus, una escritora italiana que en sus relatos nos conecta con los más profundos sentimientos, y desde el dossier te proponemos que te animes a encontrarte con eso a lo que muchas le tememos: nuestra propia vulnerabilidad. A través de todos ellos, y de otros más, en esta edición queremos acompañarte a lo largo de un camino hacia tu interior, donde habita tu alma, para descubrir allí lo que ella quiere decirte. nn

editorial

Una profunda conexión

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cartas de lectoras una invitación a la reflexión Sophia llegó a mis manos por medio de mi amiga Erica. Después de hojearla, me di cuenta de que no era una revista más. En nuestra pequeña localidad somos tres suscriptores. Cada mes la espero, la pienso, la imagino. Cuando la recibo, me urge leer todo y, a la vez, quisiera racionarla para que me dure todo el mes. Las tardecitas en mi patio con Sophia y el mate no tienen precio. Con cada nota disfruto; me hace repensar, me invita a reflexionar. Quisiera que todas las mujeres la leyeran. En más de una ocasión, siento que es mi voz impresa y quizá la de muchas mujeres. Después de una nota de Sophia sobre Salentein, una hermosa bodega del Valle de Uco en Mendoza, visitamos ese fantástico lugar en unas vacaciones de invierno. Elegí

una de las cremas que recomendaron en las publicidades con muestras. Fue mi compañía en la habitación de una clínica durante la internación de mi suegro. Es mi guía en materia de libros, ya que soy bibliotecaria y muchos de los recomendados están en los estantes de la biblioteca. Nury, una lectora inquieta, elige Sophia para sus obras de arte, inspirándose en notas de la India. Alumnos de 5º año usaron Sophia para realizar un trabajo sobre la discriminación de la mujer. Como pueden ver, está en muchos momentos de mi vida. Sophia es una amiga más, que vino a mí para quedarse, compartir y seguir juntas en este bello camino por recorrer.

Vilma Pron, Pcia. de Córdoba

“la fuente de las mujeres” una historia de amor por la enseñanza Bellísima película. Pude ver su preestreno gracias a la invitación de la revista Sophia. Mujeres poderosas que en el medio de un desierto se plantan ante los mandatos y la tradición, y reclaman algo distinto. Las mujeres no solo son fuente de belleza, de alegría; son dadoras de vida, como el agua en la tierra, y su mayor poder es ser fuentes de AMOR. Un oasis en el desierto, esta propuesta. ¡Gracias por la invitación! Un abrazo amoroso.

Liliana

Hola equipo de Sophia: Primero quiero agradecerles por el inmenso trabajo y dedicación que cada mes se vislumbra en la edición de la revista. Conocí a Sophia gracias a mi amiga Vero Heredia, que me regaló un ejemplar hace un año, y quedé fascinada. Cada página, cada columna, cada entrevista me ayudan a crecer en lo personal, espiritual y profesional. Desde entonces, todos los meses mi esposo me sorprende con el regalo de la revista. Se ha convertido en un gesto de su parte por verme disfrutar de la lectura. Me gustó mucho la nota a María Laura del Carril, quizá porque tenemos cosas en común. Soy mamá de 2 niñas: Agustina (4 años) y Valentina (2), y comparto el amor por la enseñanza. Soy psicopedagoga y trabajo en un colegio secundario. Cada mañana le pido a Dios que me ayude en mi gran desafío de poder brindarme en mi trabajo, ya que disfruto mi tarea en el cole y considero

el espíritu de la paz

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Gracias, Cristina. Gracias. Voy a compartir este artículo porque traduce lo que siente mi corazón. En aquella oportunidad, mi esposo fue movilizado hasta la frontera chilena; se veían cara a cara con nuestros hermanos y solo esperaban la orden de atacar. En mi casa quedé con mis tres chiquitos y el miedo y la angustia. Veo la foto con su uniforme de combate y revivo la angustia. No es justo exacerbar al pueblo para “tapar” malas políticas. La historia los juzgará, pero ¿mientras tanto?

Silvia Ruete

necesaria la capacitación constante, sin descuidar mi gran tesoro: mi familia. Esto, sumado a los otros vínculos que enriquecen el alma, amigos y comunidad parroquial. Veo qué difícil resulta a veces para la mujer desenvolverse en las diferentes facetas, pero ver que María Laura pudo, como otras mujeres cercanas a las que admiro, me anima a seguir firme con mis ideales y proyectos. ¡Un abrazo grande y felicitaciones, Cristina, por ser el motor de esta revista!

Luciana Rinaudo, Córdoba


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cartas de lectoras

sophia online www.sophiaonline.com.ar virginia gawel emociones autoadictivas: “limpiar el recipiente”

por el mundo las fotos que conmueven al mundo

graciela basso una época difícil para ser padres

Pareciera que cuando nos acostumbramos a sentirnos mal, si algo ocurre en nuestra vida que nos pueda sacar de ese malestar, lo rechazamos porque nos sentimos extraños, “extranjeros” del bienestar. Tantas raíces hemos echado en el descontento que una nueva situación nos asusta.

Beatriz Dreisch

¡Fascinante! ¡Totalmente de acuerdo! El victimizarse, el condenarse como “pobre desgraciado”, el rotularse de “tengo mala suerte siempre”, y otros tantos conceptos negativos, llaman a todo lo negativo que nos rodea y, peor aún, nos quitan la posibilidad de encontrar otros caminos. Es que ponerse el rótulo de “ya estoy signado” es vivir en la dependencia de lo negativo.

Mirando las fotos del certamen de fotoperiodistas World Press Photo 2012, pienso que tenemos que enfrentar la cruda realidad, dejar de vivir en la ilusión de lo que quisiéramos, aceptar la realidad y trabajar cada día para cambiarla de acuerdo con lo que cada persona quiera y pueda. Tenemos que disfrutar el aquí y el ahora con lo que tenemos a mano.

el placard de carlota la importancia de tener un hobby

sergio sinay tan fuerte como su palabra

Filomena Salerno

¡Siempre es bueno y hace bien lo que uno hace con pasión, más allá de los resultados! Adoro tu blog, se convirtió en una parada obligatoria en mi recorrida diaria por la Web. Lo encuentro súper inspirador, además de tener buenas imágenes y bien seleccionadas, y posts interesantes y para reflexionar. ¡Saludos!

Liz Mery Ramírez Sánchez

Hermoso artículo y reflexión. Coincido con que hay circulando muchas palabras que producen heridas en el alma. Tenemos que priorizar y utilizar aquellas que reconfortan el ser, algunas palabras positivas como “excelente, súper, maravilloso, brillante”, porque son caricias para el alma.

Miriam

Me encantó el artículo. Soy hija de unos padres que han puesto muchos “no” y hoy lo agradezco. A mi hijo de 2 años y medio también le pongo muchos “no”, a pesar de que se enoja, patalea y llora terriblemente. Por ahora vengo bien; a pesar de sus intentos, no aflojo ante sus gritos. Sé que esto es bueno para su futuro, aunque no le gusta que le pongan freno a sus deseos. Es terrible, ¡lo que me espera cuando sea adolescente!

Patricia Oviedo

poesías “¿qué es el éxito?”, de ralph waldo emerson “Saber que al menos una vida respiró más liviana porque uno existió”. ¡Qué hermosos versos los de esta poesía de Emerson para hablar sobre el éxito! Es un término en el que habitualmente no se puede dejar de pensar si no es asociado a los elogios de no se sabe qué modelo mediático. ¿Y qué ocurre con los millones de seres cotidianos que existimos con el éxito de lo mínimo, del gesto menudo y a la vez inmenso de esas personas que están cerquita de nosotros y que son las que salvan nuestro mundo?

Mili Cadoppi

Vicky

SORTEO CARTAS DE LECTORAS Entre las lectoras que nos escriban este mes sortearemos dos fragancias femeninas Omnia Coral de Bvlgari.

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Ganadoras MARZO Luciana Rinaudo y Silvia Ruete son las ganadoras de los dos perfumes de Cabotine.

Escribinos a in­fo­@vi­vi­sop­hia­.com


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Vestite de otoño

Caen las primeras hojas y empezamos a recuperar el gustito por el calor de hogar. Te proponemos que empieces abril imprimiéndole a tu vida algo de ese íntimo espíritu otoñal. por josefina romero. fotos de agustina resta.

Tendencia

calidez urbana

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En 2005, un grupo de artistas de Texas, Estados Unidos, tuvo una idea: adornar las ciudades con hilados y materiales textiles para suavizar la vida urbana. Así nació el movimiento del Tejido Urbano o Yarn Bombing. Este movimiento empezó instalando sus obras en Houston, se expandió luego a todo el territorio norteamericano y con el tiempo atravesó las fronteras y llegó a Europa. Hoy existen varias agrupaciones alrededor del mundo que les dan a sus ciudades una impronta más cálida: intervenciones urbanas a modo de graffiti tejidos irrumpen en la vida cotidiana para llenar de colores los paisajes urbanos. En Buenos Aires, ya están empezando a aflorar por algunos barrios. A partir de ahora, si ves un árbol muy abrigado, ya sabés de qué se trata. www.magdasayeg.com


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Pinterest

inspirate mejor Blogs, manualidades, decoración o recetas... ¿Te gusta guardar tus favoritos de Internet pero no sabés como organizarte? Hay una nueva red social que está dando que hablar y se llama Pinterest. La idea es compartir contenidos, sobre todo imágenes, a través de boards (o tableros virtuales) que se organizan por temáticas. Pinterest es similar a un gran mercado de pulgas virtual. Compartir en Pinterest se dice “pin” y equivale a guardar tus favoritos e inspirar a otros. www.pinterest.com

Alegría en tu jardín

plantas de frío y color • Jazmín: Algunas variedades son bien conocidas por los amantes de las plantas trepadoras y por quienes buscan ejemplares que den flores todo el año. Su colorido y aroma hacen que sean muy buscados, sobre todo si se trata de la especie morisca, que es muy resistente a las bajas temperaturas.

• Acacia: Más conocida como “mimosa”, es famosa por su espeso follaje, su intenso color verde y su gran tamaño, que hacen de ella la aliada perfecta para ocupar grandes espacios.

• Brezo o “nazareno”: Es famoso por el color morado de sus flores en invierno y el intenso verde de sus tallos. Se trata de un arbusto pequeño pero elegante y discreto que resulta ideal para aportar distintos matices al entorno.

Foto: Casa Dulce Hogar.

Para que el frío no impida que tu balcón, tu terraza o tu jardín mantengan el color, hay algunos árboles y arbustos que pueden ayudarte a recibir con alegría el invierno. Así, podrás disfrutar de toda la belleza de un rincón verde desde el interior de tu casa. Acá te damos algunas ideas.

El sabor del café una buena idea Capuchino, espresso, ristretto. Fuerte o suave. Frío o caliente. Puro, saborizado o con leche. Con o sin alcohol. El café es un excelente ingrediente para preparar tragos y bebidas. Este mes te regalamos dos recetas imperdibles para sorprender a tus invitados y pasar una tarde de otoño súper original... ¡Y rica! • Café Borgia (sin alcohol) Ingredientes: 6 cdas. de café instantáneo 6 cditas. de azúcar 6 barritas de chocolate para taza Preparación: Poner a calentar 1/2 litro de agua con el chocolate cortado en pedazos y revolver hasta que se disuelva. Agregar el café y el azúcar. Servir caliente. • Café danés (con alcohol) Ingredientes: Leche condensada Azúcar Whisky Café Crema de leche líquida Café molido en polvo Preparación: Colocar un poco de leche condensada en el fondo del vaso y añadir el whisky (previamente quemado con azúcar). Volcar luego el café desde una tetera con la ayuda de una cucharita para que no se mezcle y, encima de este, verter la crema bien espesa para que no se vaya hacia abajo. Espolvorear con una pizca de café molido.

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Renová tu cocina Enseres

más que un bazar No cabe duda de que Celina Miranda, dueña de Enseres Bazar, siente un profundo amor por la cocina. Todo lo que hay allí fue cuidadosamente elegido por ella: podés encontrar vajilla, delantales, repasadores o accesorios súper originales, así como unos ricos muffins, porque, además de un bazar, es también un almacén donde seguro vas a tentarte con delicias gourmet o algún libro para la biblioteca de tu cocina. Inspirate. El Salvador 5986, CABA.

Buenos precios y variedad

un recorrido diferente

Crème brûlée

diseños exclusivos

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Crème brûlée nació hace un año cuando Lucila Beserra y Agustina D’Odorico decidieron iniciar su proyecto propio. “Queríamos hacer cosas de cerámica de uso cotidiano con diseños exclusivos”, dice Lucila. Tazas de colores pintadas a mano, bols, jarras y macetas se encuentran entre los objetos que podés conseguir. Algunos están decorados a mano y otros, con calcos exclusivamente diseñados para la marca. Si querés verlos, entrá en www.cremebrulee.com.ar.

Para que puedas equipar tu cocina como si fueras una profesional, te proponemos una recorrida por bazares gastronómicos de Buenos Aires donde vas a encontrar los mejores precios y un muy buen surtido. Como muchos de ellos son los elegidos de varios restaurantes de la ciudad, es posible que nos encontremos con ese individual tan original que vimos cuando fuimos a comer afuera. La mayoría queda en la avenida Jujuy, entre el 1100 y el 1500. Para iniciar el recorrido recomendamos Gastronomía Jujuy, porque tiene buenos precios y esas cosas que una busca durante años y no logra encontrar. Hay cacerolas de todas las marcas y precios, hieleras con formas extrañas, pingüinos de cerámica para el vino o tarros de todas las formas, tamaños y colores, entre muchas otras cosas. Chico pero muy bien surtido, Chef Premium tiene desde vasos de trago largo hasta hornos pizzeros. También vale la pena entrar y ver lo que ofrecen Bazar Akol y W Bazar. Una buena opción para encontrar de todo y no gastar mucho. www.bazar-chef.com.ar www.gastronomiajujuy.com.ar


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Animate a algo distinto Cursos

con aire oriental Para el cineasta Federico Fellini, cada idioma era un modo distinto de ver la vida. Por eso, si te interesa conocer otros mundos, el instituto Asia & Argentina dicta un taller de chino mandarín en la Universidad Torcuato Di Tella. Introducción al idioma; Contexto histórico y social del surgimiento del chino moderno; El hanyu, el putonghua y el pinyin son algunos de los temas que van a tocar en este taller que se dictará en la sede de Miñones de la Universidad. Las clases se dan los martes o jueves en horarios por definir de acuerdo con las necesidades de los inscriptos. Miñones 2177. CABA. www.utdt.edu

Conocé otro tipo de cine

ciclo de películas chilenas Salvo por unos pocos cinéfilos, muchos argentinos no conocemos demasiado el cine chileno. Por eso, la actriz Antonella Costa y la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería de Chile se asociaron con el Malba por segundo año consecutivo para llevar adelante la Semana del Cine Chileno, un ciclo con las películas más representativas

del cine trasandino de los últimos años. Los encuentros empiezan con la premiada Música campesina, de Alberto Fuguet. También vas a poder disfrutar de films como La vida de los peces, la ganadora del Goya a la mejor película hispanoamericana 2010, entre otras. Un programa para abrirte la cabeza y pasarlo bien. Del 5 al 8 de abril en el Malba.

Pequeños aristas

las manos en la masa

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¿Te gustaría que tus hijos realicen alguna actividad creativa fuera de la escuela? MINI artistas es un taller de artes visuales dirigido por dos artistas contemporáneas, Delfina Bourse y Bárbara Kaplan. Desde 2009, ellas buscan generar un espacio para chicos de 3 a 13 años, donde puedan desarrollar su potencial creativo, lúdico y experimental. Lo más interesante es que cada chico es el guía de sus proyectos. La ventaja de este enfoque, según Delfina y Bárbara, es que fortalece su autonomía, su autoestima y el progreso intelectual. Un lugar donde se puede pintar, dibujar, trabajar en el espacio, hacer esculturas y, sobre todo, divertirse. Informes e inscripción: www.miniartistasweb. blogspot.com. Tel.:155-955-7014.


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Escapate unos días Corrientes

oasis de historia y paz ¿Todavía no sabés qué hacer para Semana Santa? Te invitamos a descubrir el departamento de San Miguel, en Corrientes. Ahí se encuentra Loreto, un pueblo fundado por jesuitas que llegaron a la provincia huyendo de los ataques portugueses. Está ubicado sobre la ruta nacional 118 y rodeado por lagunas y naturaleza en su estado más puro. Hay calles de tierra techadas por árboles, muros de caña de tacuara y espejos de limpias y cristalinas aguas. No dejes de visitar el Museo de Loreto, en la plaza 25 de Mayo, y el balneario municipal Walberto Piñeiro. Para dormir te recomendamos la Estancia San Juan Poriahú, rodeada de yacarés, carpinchos o ciervos de los pantanos. sanjuanporiahu@ latinmail.com. Tel.: (03781) 497045.

Mar de las Pampas

como en casa

Norte argentino

tejiendo relatos

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Carolina Gracey organiza un viaje único por el Norte de nuestro país para que los amantes del arte tradicional argentino puedan aprender sobre el proceso de tejido. Desde Tafí del Valle, donde una artesana local descubrirá los secretos del hilado, hasta el pueblito de Seclantas, cuna de los tradicionales ponchos salteños, pasando por la bellísima ciudad de Salta y los paisajes imponentes de la Quebrada de Humahuaca. Vas a escuchar antiguas historias y sentir el “calorcito” de teleras. La salida será en mayo de 2012. Informes: 4790-3167 o 153-429-0730.

Amorinda Tutto Pasta nació en un océano de pinos y eucaliptos. Mar de las Pampas apenas asomaba y los pocos que se aventuraban a ese páramo de bosque y dunas se sorprendían de encontrar, allí perdida, una casa de pastas que podría competir con las mejores de Italia. Anna y Antonio Pitella, sus fundadores, preparan ravioles de salmón con salsa de whisky, lagane a la bolognesa o deliciosos rótolos de rúcula. Imperdible, la entrada de gentileza: berenjenas al escabeche con mozzarella y aceitunas negras. Los sábados a la noche hay ópera en vivo y canzonettas italianas. Fundamental reservar. (02255) 479750. www.amorinda.com.ar

Tigre

un paseo distinto Si querés pasar un día alejada del ruido de la ciudad, podés descubrir Dique Luján y Villa La ñata, dos típicos pueblitos del delta del Tigre unidos por un puente, donde vas a disfrutar de un lindísimo día a orillas del río. Si querés almorzar o tomar un rico té con vista al canal Villanueva, podés ir a La Polola a comer al mediodía o a Tú me puedes, donde sirven unas tortas imperdibles con una gran variedad de tés. Belgrano 1080. www.lapolola.com


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Disfrutá del arte

libros la delicadeza David Foenkinos (Seix Barral) Nathalie está felizmente casada con François y vive disfrutando de los libros y la risa. De repente, su marido muere y la vida le cambia por completo. Nathalie se encierra en su casa y solo sale para ir a su trabajo. Pero la vida volverá a sorprenderla de la forma más inesperada. Este libro nos ofrece un París capaz de convertir los malos momentos en poesía y esperanza.

música viernes de swing Todos los viernes del año podés acercarte al Teatro Mandril, de San Telmo, para disfrutar del genial espectáculo de La orquesta inestable, un septeto de swing que ejecuta clásicos del jazz y del swing, con tintes de baile nocturno de los años treinta. El show empieza a las 12, pero si vas a las 11 podés participar de unas divertidísimas clases de swing. Humberto Primo 2758, CABA.

cine the lady, de luc besson The lady, la última película del director francés Luc Besson cuenta la historia de Aung San Suu Kyi, la cara más visible de la lucha contra el poder militar en Birmania. El film es una historia épica sobre la vida personal de esta mujer y las decisiones que tuvo que tomar, dejando atrás a su familia en Gran Bretaña en pos de su compromiso con el proceso de democratización de Birmania. Por su labor recibió el Premio Nobel de la Paz. Estrena el 19 de abril.

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Conocé a...

cuca roseta Cuca Roseta sabe que siguió su destino, y es precisamente eso lo que quiere compartir con el público, de forma natural, genuina y con un timbre de voz muy personal. Nació en Lisboa y es una de las nuevas voces del fado. Si todavía no conocés este género, el fado es la expresión musical del alma de Lisboa, la música tradicional de Portugal. A pesar de haber participado en Toranja, una banda que ha marcado la música portuguesa moderna, Cuca Roseta siempre supo que era en el fado donde ella iba a encontrar su lugar. Y sin duda lo logró, ya que gracias a ella se despertó en los jóvenes de su país, y del mundo, un interés por la música tradicional portuguesa. Todo ocurrió a partir de un encuentro casual con el compositor y productor Gustavo Santaolalla, que quedó deslumbrado con una actuación de Cuca y reconoció en la voz de la fadista esa universalidad de su alma, que no conoce lenguas ni fronteras. La invitación no se hizo esperar, y la propuesta inmediata fue simple pero ambiciosa: dar a conocer al mundo la voz de esta cantante. Así nació el primer álbum de Cuca Roseta. El resultado es una colección de temas que abarcan desde clásicos, como Rua do Capéalo o Marcha de Santo António, hasta canciones, como Porque Voltas De Que Lei (letra de Amalia Rodrigues) o Maré Viva (poema de Rosa Lobato Faria en castellano). Todas reflejan el verdadero testimonio de una vocación.


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agenda

domingo

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lunes

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Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.

En Sophia online te contamos muchas más cosas interesantes para hacer.

agenda

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La Feria Internacional de Artesanías de la ciudad de Córdoba cumple treinta años y presenta una nueva edición con ochocientos expositores de todo el mundo. Hasta el 8 de abril en el Complejo Ferial Córdoba, Av. Cárcano S/N, barrio Chateau.

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Domingo de Pascua

Si vas al Tigre, en la isla Tres Bocas, a cuarenta minutos en lancha desde la estación Fluvial de Tigre, podés hacer trekking, avistaje de aves, alquilar una canoa y visitar el colmenar del establecimiento Fe y Esperanza.

Freshwater, la única pieza teatral de Virginia Woolf, ya tiene su versión en español sobre las tablas. En formato de comedia, la obra está centrada en la vida de la famosa retratista y pionera de la fotografía Julia Margaret Cameron. Los domingos, a las 21, en El Tinglado Teatro, Mario Bravo 948.

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¿Estás embarazada o tenés un bebé? En el espacio Maternelle, podés participar de charlas gratuitas sobre lactancia, puerperio, cuidados del recién nacido y prevención de accidentes. En Thames 1750, CABA.

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martes

www.espaciomaternelleonline.com

La mágica leyenda de Blancanieves vuelve a la pantalla grande con Julia Roberts (como la reina) en el film Espejito, espejito, de Tarsem Singh. Un buen programa para hacer en familia. Ya podés verla en todos los cines.

Si querés llevar a tus chicos a descubrir o conocer mejor el mundo de los dinosaurios, el lugar perfecto para hacerlo en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, de Trelew. Hay una colección permanente y muestras muy interesantes. www.mef.org.ar

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¿Te gustaría ser sommelier de té, tea designer o experta en protocolo y ceremonial de té? Entonces, podés anotarte en los cursos que dicta la Escuela Argentina de Té. www.escueladete.org

Vale la pena hacer una visita guiada por el interior del Teatro Argentino de La Plata y descubrir el fascinante mundo de la ópera. Podés conocer la sala Alberto Ginastera y la sala de ensayos, entre otros espacios. www.teatroargentino.gba.gov.ar


miércoles

jueves Jueves Santo Hasta el 10, la fotógrafa argentina Patricia Terán expone fotos inéditas del detrás de escena del Teatro Colón. Las imágenes retratan la intimidad de un lugar emblemático, en los talleres y durante las horas de ensayo. En el Espacio No Estamos Solas (NES), Piedras 182.

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viernes Viernes Santo

sábado Sábado de Gloria El árbol de las historias es el nombre del nuevo espectáculo del grupo Libertablas. En la puesta, dos actores titiriteros dan vida a muchos personajes y canciones. Los sábados y domingos a las 16 en el teatro Sha, Sarmiento 2255. 4953-2914

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La Feria PuroDiseño convoca a diseñadores argentinos y de otros países a participar de su doceava edición, que se realizará del 14 al 20 de junio en La Rural. Podés presentar prendas, objetos e instalaciones. www.feriapurodiseno.com.ar

El Centro Cultural “Caras y Caretas” organiza un ciclo de charlas con escritores y escritoras argentinos. Participarán Ana María Shua, Liliana Heker, Sylvia Iparraguirre y Fabián Casas, entre otros. Todos los miércoles, en Venezuela 330. Inscripción en centrocultural@ carasycaretas.org.ar

Si querés ampliar tus conocimientos sobre cine e intercambiar información con otros amantes del séptimo arte, estás a tiempo de inscribirte en los talleres de análisis cinematográfico que dicta el crítico Pablo Suárez. pablo_cine@hotmail.com

Perfecto para una escapada, el Parque Nacional El Palmar, en Colón, Entre Ríos, brinda la oportunidad de conocer las emblemáticas palmeras yatay y disfrutar del paisaje local recorriendo en auto o a pie los senderos previstos para pasear. www.entrerios-colon.com.ar

La bailarina y coreógrafa Mora Godoy estrena hoy el musical Chantecler tango. De miércoles a sábados, a las 21, en el Teatro Presidente Alvear, Av. Corrientes 1659.

“Criar sin miedo” es el nombre de la charla gratuita que el licenciado Miguel Espeche dictará hoy a las 19.30 en el Colegio Holters Schule Natur, en la localidad de Los Cardales, provincia de Buenos Aires. Inscripción: (02322) 492130 / 493070.

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Quienes practiquen yoga pueden acercarse hoy a escuchar al maestro Upendra Arya, creador del método YogaKalá, quien brindará una introducción a sus prácticas. A las 9, en Zapiola 2196, CABA. www.caminodelyoga.com.ar

El grupo multicultural Mayumaná cumple quince años y vuelve a nuestro país para presentar su nuevo show, Momentum. 2.0, con un gran despliegue de experiencias visuales y rítmicas. Hoy en el teatro Gran Rex. Av. Corrientes 857, CABA.

Juguemos todos a jugar es el nombre de un musical dirigido por Marcia Rago y pensado “para niños y adultos que guarden en el corazón las ganas de divertirse e imaginar”. Los sábados, a las 17.30, en Mediterránea Café-Teatro, Tucumán 3378, CABA.

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hablemos de…

Cómo encontrar novio Miguel Espeche. Es psi­có­lo­go y coor­di­na­dor del Pro­gra­ma de Sa­lud Men­tal Ba­rrial del Hos­pi­tal Ig­na­cio Pi­ro­va­no, de la CABA, en el que or­ga­ni­zan ta­lle­res de apo­yo pa­ra dis­tin­tas pro­ble­má­ti­cas. Es au­tor de los li­bros Pe­nas de amor y Criar sin miedo.

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Dicen que los lindos encuentros se producen cuando una persona está receptiva, pero algo distraída, y, sobre todo, está haciendo algo que no es, justamente, “buscar novio”.

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ómo encontrar novio? No digo amante, amigos especiales ni amores de verano. Tampoco digo amores furtivos ni encuentros intensos pero huidizos. Digo “novio”, así a secas, es decir: un señor real que se comprometa y quiera a la dama con la que se encuentra, para estar allí, presente, con algún nivel de cercanía que permita decir la palabra “noviazgo” sin temor ni vergüenza. Nos referimos específicamente a lo que les pasa a las mujeres (la parte de los hombres amerita otra columna) con el tema de cómo encontrar novio. Nótese que no digo “buscar”, sino “encontrar”, que no es lo mismo. Es que hay muchas que prefieren buscar y no tanto encontrar. Se enamoran tanto de la búsqueda que se las ingenian para nunca encontrar, ya que, por diversas causas, lo que sienten es que buscar es su vocación. Eso explicaría los yerros de tantas que eligen siempre “mal” para poder seguir buscando, achacándoles toda la responsabilidad a los hombres, que serían –todos ellos– villanos e inmaduros. No pretendemos negar la villanía, la inmadurez o el afán de dominio de tantos hombres, sino ofrecer enfoques que permitan evitar el “enganche” con ese tipo de sujetos. Para encontrar no siempre hay que andar buscando, y menos de manera ansiosa. Es que la ansiedad es el fruto del desesperar (des-esperar: el que nada espera) y, se sabe, cuando se desea anticipar los tiempos por temor a que el futuro no llegue, lo que se logra es malograr el presente, llenándolo de angustia, sea esta visible o no. La angustia no ayuda para el encuentro de un novio, ya que espanta a los hombres de ley (no a los que poco valen), que se ven poco valorados por lo que son y sienten que se los usa como ansiolítico, más que para fundar una relación que se precie. Dicen que los lindos encuentros

se producen cuando la persona está receptiva, pero algo distraída y, sobre todo, está haciendo algo que no es, justamente, “buscar novio”. El trabajo, la facultad, un curso, una reunión de amigos... todo menos tener por objetivo única y exclusivamente el encuentro de un novio, ya que eso denota una voracidad que es proporcional al empobrecimiento existencial de quien se da a ese tipo de tareas de manera exclusiva, sin cultivar otras cosas que enriquezcan la vida. El amor de pareja se forma de la abundancia, no de la carencia. Por eso, no sirve para llenar vacíos ni completar faltantes, sino para compartir plenitudes. El amor de pareja se hace con lo que desborda, no con lo que falta. Convengamos que si alguna persona quiere acceder al noviazgo desde la angustia de quien siente que tiene un vacío que debe llenar, se verá frustrada, ya que nada espanta más a todos –y en especial a los señores– que verse en la misión de llenar el vacío existencial de alguien. En cambio, si el encuentro surge desde la vivencia de un deseo de compartir lo que se tiene en términos de riqueza, se accederá al vínculo de manera más amable y, sin duda, convocará mayor interés por parte de los señores que valgan la pena . Otro tema es el de la belleza. No hay mujeres feas. Hay sí quienes así se sienten. Por eso, para encontrar novio es útil descubrir la propia belleza. Toda mujer tiene su luz, y esta suele encontrarse cuando se ama lo que se es por sobre lo que se debería ser según vaya a saber qué ideales. De allí que es bueno encontrar espejos generosos en los cuales mirarse. Mucho más habría para decir del tema, pero lo esencial está dicho. Novio encuentra quien tiene amor para compartir y no se somete al miedo a la soledad. La clave está en encontrar la energía de ese amor y ofrecerla al mundo, que lo demás vendrá por añadidura. nn


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punto de vista

Almas “indignadas” por cristina miguens.

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l clima social y político en el país se ha enrarecido. Parecería, como me dijo un amigo, que “una nube de caos” estuviera suspendida sobre nuestras cabezas a punto de desplomarse. La tragedia de Once y los reclamos salariales con sus piquetes se suman a la delincuencia que estalla con violencia inusitada en cualquier esquina del país y todos los días se cobra vidas inocentes en medio de tiroteos propios del Lejano Oeste. Las Madres del Dolor suman una socia por día, que reclama seguridad y justicia. Mientras todo esto pasa, temas tan importantes como el fallo de la Corte Suprema sobre el aborto, la reforma del Banco Central que libera las reservas, las denuncias de corrupción contra el vicepresidente Boudou o la ruptura de los contratos con Repsol-YPF se diluyen en el magma de esa realidad hostil. El Gobierno alterna entre el silencio, la descalificación y la censura. Las facciones internas desconfían unas de otras y empiezan a mostrar los dientes en la lucha por el poder y los recursos escasos, mientras las encuestas dan cuenta de un electorado en retirada. Era previsible: no los unía el amor sino la caja, y la caja está cerca de agotarse. ¿La oposición? Perdida como turco en la neblina. Frente a este angustiante clima de caos e incertidumbre –que nos alcanza a todos, kirchneristas o no–, encuentro cada vez más personas que recurren a la oración, la meditación, el yoga, la respiración consciente, o a hacer “Ooommmmmm”. Influenciadas por las técnicas orientales y por el budismo, plantean una nueva filosofía de vida que consiste –tal vez simplificando mucho– en aceptar la vida como viene y en adaptarse al mundo, más que a tratar de cambiarlo; en cultivar la paz dentro de cada uno para evitar agregar más violencia a un planeta que ya es violento. Por eso, en un país crispado, donde la polémica –de polemos, guerra– es una estrategia oficial, donde en el seno de las familias hay fuertes enfrentamientos ideológicos, muchos argentinos han optado por permanecer ajenos a los debates y conflictos, y recurrir a aquellas prácticas. Una versión más sofisticada y, por cierto, mucho más exigente

–y mejor– del antiguo adagio argentino que afirma: “No te metás, para qué te vas a calentar, al final todo se arregla, todo pasa. Siempre que llovió, paró”.

Aceptar o indignarse

De ninguna manera pongo en duda el valor de la oración ni de todas estas prácticas. De hecho, rezo bastante –¡tal vez no lo suficiente!–, pero admito que me cuesta compartir esta filosofía de vida... para qué las voy a engañar. No digo que no sea necesario cultivar la paz interior. Solo digo que, así como está planteada (o como yo la entiendo), esta filosofía no es para mí. Por dos razones: primero, porque soy una persona de acción, y la contemplación sola no me alcanza. Estoy más cerca de un Ignacio de Loyola, el fundador de la orden de los jesuitas, que proponía “contemplación en la acción”. Segundo: porque siento que algunas de estas prácticas no apuntan solo a reprimir las acciones violentas de una persona, sino también a controlar, reprimir o anular los sentimientos que están en la base de ellas. Y no estoy dispuesta a pagar el precio que esto implica: la desconexión emocional respecto del mundo exterior y de sus conflictos, lo que en definitiva significaría desconectarme de las personas. “Placer y pena provienen del amor”, dijo el dominico alemán Maestro Eckhart ya en el siglo XIV, y no podría renunciar a ninguno de estos sentimientos. Porque así como se “desconecta” la bronca, la impotencia, el miedo o la angustia que nos genera una situación, así también nos preservamos del dolor, que es lo que mueve a la piedad, la compasión y la empatía con las víctimas, y de esa forma nos aislamos de la comunidad. Si evitamos sentir el enojo o la rabia, también perdemos la fuerza de la indignación, que es un importante motor de cambio de las sociedades, como ha quedado demostrado con el movimiento global de los “indignados”. Este fenómeno social, que recorrió el mundo en 2011 con la “primavera árabe”, las protestas en Europa por la crisis y el movimiento Occupy Wall Street en Estados


Ilustración de Vero Gatti.

Unidos contra los excesos del sistema financiero, tuvo su origen en un pequeño documento de treinta páginas titulado “¡Indígnense!”, publicado en Francia en diciembre de 2010, escrito por Stéphane Hessel, un ex diplomático y militante político francés de origen judío. Víctima del nazismo, Hessel refiere su propia actuación en la Resistencia francesa durante la ocupación alemana y, a pesar de admitir los avances logrados en el mundo, a los 94 años sostiene que “su cólera respecto a la injusticia sigue intacta”. Por eso, convoca a los jóvenes a una nueva resistencia, a una insurrección pacífica, para no aceptar lo inaceptable. Cada uno deberá buscar y encontrará aquello que lo indigna: las injusticias sociales, los indocumentados, el hambre, el trabajo infantil, la devastación del planeta o cualquier forma de violencia. “La peor actitud es la indiferencia”, les dice, porque así “perderán uno de los componentes esenciales que forman al hombre, uno de los componentes indispensables: la facultad de indignación y el compromiso que la sigue”.1

Jesús, un indignado

Hace unos días leí un texto de José Antonio Pagola, titulado “La indignación de Jesús”, a propósito del Evangelio de ese día, en el que Jesús echa a los mercaderes del Templo porque lo han convertido en un mercado de bueyes, ovejas y palomas que se venden para los sacrificios a Dios. La reacción de Jesús es fuerte, porque el relato consigna que hace un látigo de cuerdas con el que dispersa a los animales, desparrama las monedas de los cambistas y derriba sus mesas porque han hecho de la casa de su Padre una “casa de comercio” que algunos traducen como “una cueva de ladrones”. Consultado acerca de la crisis de España y el movimiento local de los “indignados”, el sacerdote y teólogo español afirmó: “Jesús es un profeta y el profeta vive con indignación profética; hoy sin duda sería un indignado. Jesús es un hombre indignado que pide una revolución de las conciencias. Para mí el fenómeno de los indignados me

parece un signo muy positivo de estos tiempos, porque vivimos en una sociedad aletargada”.2 Pienso que también Mahatma Gandhi sería hoy un indignado. Lideró la insurrección pacífica de la India contra el Imperio británico llamando al pueblo al compromiso y a la desobediencia civil. “Sé el cambio que quieras ver en el mundo”, dijo, y todo cambio requiere alguna acción concreta. Los grandes valores en los que se inspiró para su revolución de la No Violencia fueron el Amor universal –hasta por las más pequeñas criaturas– y la búsqueda de la Verdad, y por haberlo practicado recibió el apodo de mahatma, que significa “alma grande”. Creo que Teresa de Calcuta también sería hoy una indignada. Ella relata que en su juventud, cuando ya era monja, durante un viaje en tren recibió el llamado de Dios a la acción. A tal punto no le bastó con la oración y la contemplación que llegó a afirmar: “Nosotros somos el amor de Dios en acción”. La sociedad argentina parece estar aletargada por el consumismo y, como mercaderes del Templo, muchos están preocupados solo por su negocio. Pero el alma no se deja seducir con plasmas ni con dinero, ni se confunde con fútbol o rock, porque ella “consume” bienes espirituales, como el Amor, la Verdad y la Justicia, a los que tiende naturalmente. Los argentinos también necesitamos una revolución de las conciencias, una vuelta a los valores éticos. No podemos seguir indiferentes e insensibles. Nos tiene que importar lo que les pase a los demás. Debemos abrirnos a los sentimientos, dejar que el alma se angustie, se entristezca, sufra con el dolor ajeno, y también dejar que se enoje y se rebele, para que esos sentimientos nos “con-muevan” y nos guíen al compromiso solidario y a la acción cívica. Necesitamos dejar de aceptar lo inaceptable e indignarnos, pero para eso hay que vivir con el alma expuesta. El amor al prójimo es precisamente esto. nn 1. Stéphane Hessel, ¡Indígnate!, Buenos Aires, Planeta, 2011. 2. “Jesús sería hoy un indignado”, entrevista a José Antonio Pagola, en www.hoy.es

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vida propia

ANDREA KESTENBAUM Acupunturista

Tiene 42 a帽os y una hija de 9. Estudi贸 acupuntura con un maestro chino en la antigua Asociaci贸n de Acupuntura China en la Argentina y se considera una enamorada de esta medicina milenaria.


“En la acupuntura pongo todo mi corazón” A los 20 años sintió que su misión en la vida era sanar y encontró en la medicina oriental un camino para curar o aliviar el dolor de sus pacientes, a quienes cuida con una entrega amorosa. por ana roberts. fotos de pilar carlés. dice: ‘Esto es maravilloso’. Y yo digo lo mismo: ‘Sí, esto es maravilloso’”. ¿Pero que es lo maravilloso? En ese ambiente cálido donde suena una música de mantras y su gata Cuca se despereza sobre la alfombra, Andrea va contando como llegó a dedicar su vida a este arte–medicina milenario. “Cuando empecé a atender, nadie me creía que tuviera 23 años. Tenía que aparentar mucha seriedad para que la gente se animara a que le pusiese las agujas, pero yo siempre sentí una seguridad absoluta”, cuenta Andrea. Es que después de estudiar un año de Diseño de Modas y otro de Arte en la Escuela Prilidiano Pueyrredón, Andrea viajó sola a Brasil y vivió allí un año diseñando y vendiendo ropa.

Foto: Camila Miyazono.

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iene una sonrisa amplia que invita a confiar. Serena y fuerte, sus ademanes son suaves pero seguros. Es armónica, equilibrada; inspira tranquilidad… Cuesta definir a Andrea Kestenbaum, porque enseguida se adapta a la persona a quien recibe; se hace a la forma de su interlocutor, desaparece con una voz relajada que deja paso a que el otro se exprese. Ella toda se hace espejo que refleja lo que le pasa a quien ella recibe. Y escucha. “Las primeras palabras que me dice la persona que entra son muy importantes para mí; en realidad, esos primeros segundos son claves para el diagnóstico. Los rasgos de la cara, la forma de caminar y de moverse me dicen mucho de lo que esa persona es y de qué le pasa. Es entonces cuando se establece la primera conexión que irá alimentándose hasta formar el vínculo con mi paciente”. Andrea nos recibe en su casa, donde tiene también su consultorio, en el barrio de Belgrano. Los colores de su living son tenues y la luz es suave, como si la casa también buscara recibir, acoger. No hay estridencias ni objetos que sobresalgan. Allí vive con su hija Zoe, de 9 años. Cuando habla de ella, sus ojos se iluminan: “Zoe es muy sabia; aprendo todos los días cosas de mi hija”. Andrea está separada y dice que Zoe es una chica feliz y sin conflictos, que aprendió a atravesar las crisis de la vida como algo normal, y que ella nunca le escondió nada. Detrás de la suavidad de Andrea se percibe una vocación muy clara, una seguridad increíble en lo que hace: curar, sanar. Desde muy chica se dio cuenta de que esa era su misión en la vida y, poco a poco, sus pasos la fueron guiando hacia allí. Por eso, para ella el vínculo que establece con sus pacientes es muy importante, porque se entrega: “Tengo pacientes que están conmigo desde hace quince años. A lo mejor, la primera vez vinieron por un dolor en el hombro y después se quedaron porque en la acupuntura encontraron la manera de mantener su equilibrio. Me entrego a cada uno con todo el corazón. Tengo un paciente de 90 años que viene hace mucho tiempo. Cada vez que termina la sesión, le saco las agujas y me

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vida propia Después se fue a Córdoba, donde descubrió su verdadera vocación. Tenía 20 años. –¿Cuándo empezaste con la acupuntura? –En realidad, nos encontramos. Fue por etapas, hasta que caí en la cuenta de que era lo único a lo que quería dedicarme. Al terminar el colegio, empecé a estudiar Diseño de Modas. Me gustaba la estética, el diseño, el arte... pero dejé. Al mismo tiempo, buscaba libros que respondieran a mis preguntas existenciales. Esas preguntas habían empezado a los 18 años, cuando me anoté en un curso en el San Martín que, supuestamente, era de expresión a través de la danza o algo así. –¿Por qué “supuestamente”? –Porque, en realidad, me equivoqué y ¡fui a otro curso que no tenía nada que ver! El curso duraba un día. Yo fui, me senté y, como no entendía de que hablaban, le pregunté al que estaba al lado mío si era el curso de danza. ¡Me había confundido! Estaba en un curso de “vidas pasadas”. La mujer que lo daba era una persona que sabía muchísimo, Alicia Schmoller, aunque en ese entonces yo no tenía ni idea. Nos hizo hacer un ejercicio profundo guiándonos en un viaje hacia nuestro inconsciente para encontrarnos con nosotros mismos y preguntarnos cuál era nuestra misión en la vida. Hice el ejercicio y sentí por dentro estas palabras: “curar, sanar”. Pero quedó ahí; me parecía que no tenía nada que ver conmigo. Salí de ese curso y seguí con mi vida. Sin embargo, la semillita ya había quedado sembrada.

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–¿Y cómo siguió ese camino? –Un día, a los 20 años, iba caminando por la peatonal de Córdoba y me encontré en la vidriera de una librería con un libro de tapa naranja que tenía un dibujo de un chino. Era un libro de divulgación sobre la digitopuntura, que es el arte de manipular la energía presionando con los dedos puntos específicos. A partir de ese día, a cada amiga o amigo con el que me cruzaba, le decía: “¿Querés que te haga digito?”. Cada vez que alguien tenía un dolorcito en la espalda, en el estómago o en el cuello, yo aplicaba lo que había aprendido en el librito. ¡Y funcionaba! Tanto me entusiasmé que empecé a averiguar qué había en Córdoba para ponerme a estudiar sobre el tema. Pero no encontré nada, hasta que una señora vietnamita me dio el teléfono de la Asociación de Acupuntura China en la Argentina, que ya no existe más, y partí para Buenos Aires. –Y empezaste a estudiar ahí... –Sí, con una suerte increíble. Llamé y me atendió el maestro Wang Yu. Cuando le dije que quería estudiar, me contestó con acento chino: “Hoy empieza clase plimer año”. Sin dudarlo, me fui para allá. Wang Yu era un chino de larga estirpe de acupunturistas. Este arte se transmitía en su familia de generación en generación, desde hacía más de trescientos años. Él daba clases por conservar su linaje, pero en realidad era ingeniero industrial y trabajaba de otra cosa. Le habían empezado a enseñar acupuntura cuando tenía 8 años. –¿Y te quedaste a estudiar en Buenos Aires? –No, el primer año lo hice yendo y viniendo. Viajaba todas las semanas y cursaba los sábados todo el día de manera intensiva. De esa manera, fui entrando en la cosmovisión china de la vida. No me fue fácil. Ellos ven a la persona como un todo en el que materia y espíritu son inseparables, y nosotros estamos acostumbrados a ver todo por partes y de una manera más racional o materialista. –¿Podrías ampliarnos esa idea? –Sí. Para la visión oriental, el ser humano es un microcosmos en adaptación permanente al macrocosmos. El hombre y la naturaleza se comunican en una relación de doble dirección. No solo nos adaptamos a ella, sino que intervenimos en las condiciones naturales. Los orientales tienen en cuenta todos los factores que determinan una circunstancia, sea un tema de salud o de cualquier otro tipo. No es posible separar la causa del efecto. Medicina y ecología son parte de la misma filosofía que lleva a proteger la salud y el entorno con las mismas actitudes. La visión occidental es más fraccionada. Las cosas pueden ser del orden de lo material, de lo espiritual o de lo emocional, pero no suelen tomarse como un todo. No lo ven como un conjunto en una relación dinámica, orgánica, cambiante y viva, como lo ven los orientales. Occidente tiende a darle existencia real solo a lo tangible. De todas maneras, abundan ejemplos


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vida propia de fusiones felices entre las dos corrientes: la ciencia y lo místico, con la física cuántica, ya no parecen estar en las antípodas, como podría creerse. Todos nos podemos beneficiar si nos servimos de las dos visiones para tener una mayor amplitud de conciencia. –¿Qué tipo de enfermedades tratás? –Mirá, acá llega de todo, desde una persona con una alergia, o alguien con dolor en la columna o con reumatismo, hasta alguien que tiene cáncer. Muchas veces se curan y otras los acompaño a aliviar el dolor. También sufro la muerte de mis pacientes, pero estoy ahí para lo que pueda aliviarlos hasta el último momento. Mi tarea es acompañarlos. Y mis posibilidades de ayudar dependen del estadio en el que se encuentre la enfermedad. –¿Cómo fue tu infancia? –Nací en Villa Crespo y a los dos años mi familia se mudó por trabajo a Cipoletti, en la provincia de Río Negro. Viví ahí hasta los 14 años y después volvimos a Buenos Aires. La verdad es que pasé por muchas cosas difíciles, muchos dolores familiares... No quiero entrar en detalle, pero cuando la gente viene y me cuenta su dolor, yo puedo decir: ‘Te entiendo, ya estuve ahí’. Entonces, se produce la empatía, que ya de por sí es sanadora.

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–¿Qué es el dolor para vos? –El dolor es la materia prima de mi trabajo de acupunturista. Yo trabajo con el dolor. Acá los pacientes vienen a traerme sus dolores; muchas veces llegan porque ya no saben a dónde ir, o porque no encuentran la razón de su dolor, el origen. Tal vez, también, porque tienen miedo de enfrentarlo. Mi tarea es ir sacando las capas hasta llegar desde el síntoma hasta el dolor profundo que origina eso. Al dolor hay que atravesarlo, pasarlo, dejarlo fluir; no se puede taponarlo, estancarlo o simplemente callarlo, porque finalmente explota. Yo me involucro, pongo mi corazón, porque lo que se produce es un intercambio de energía: mi paciente y yo intercambiamos energía.

–¿Qué es la moxibustión? –Es una de las técnicas que comprende la medicina china. Las técnicas son la acupuntura, la moxibustión –que es el calentamiento de puntos y la aplicación de distintas hierbas curativas en esos puntos– y los masajes. Mi especialidad es la acupuntura, pero si veo que alguien necesita algo distinto, aplico otra de las técnicas. Por ejemplo, si alguien viene exacerbado por el dolor, tenso, y veo que es incapaz de soportar nada más, no le pongo las agujas. Primero tengo que nutrirlo, acunarlo, calmarlo, para que pueda después recibir lo otro.

–¿Cuáles son los pasos que seguís con un paciente que viene por primera vez? –Mirá, en la medicina china, lo fundamental es el diagnóstico. Un mal diagnóstico funciona como una maldición. Fijate que esta palabra proviene del italiano malle detto, que significa “mal dicho”. Un mal diagnóstico te rotula como “enfermo de tal cosa” y es como si te destinara a enfermarte o sentirte mal de eso que te dijeron. Muchas personas llegan diciendo que tienen tal o cual enfermedad, y después de verlas y tratarlas, resulta que era algo mucho más simple y fácil de resolver. Entonces, como te decía, yo primero escucho, miro y sigo los pasos básicos, que son tomar el pulso, observar los ojos, la lengua... A partir de ahí, trabajo con las agujas o con la moxibustión, o con hierbas o masajes, según sea necesario.

–¿Qué hacés para sacarte un poco tanta carga de encima después de todo un día de poner y sacar agujas y ver gente que sufre? –¡Gimnasia! Tengo mucha energía y necesito descargarla. Y me gusta andar en bicicleta. Zoe es también mi cable a tierra. Mi hija es muy sabia, porque se desenvolvió siempre en este ambiente. Siempre quise enseñarle a vivir lo que le tocaba, acompañándola para que pueda atravesarlo y salir de cada experiencia más fuerte. También tengo mi lugar en el mundo: una casita que me estoy construyendo en Traslasierra, Córdoba. La estamos haciendo toda reciclada; a veces “cartoneamos” con Zoe y vamos juntando cosas que nos pueden servir para nuestra casa ecológica. En ese proyecto vuelco también todo mi gusto por el diseño, lo natural y lo estético. El lugar es un sueño. nn


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testimonios

La fuerza de la identidad 50

Este mes quisimos homenajear a todos aquellos que hacen de su identidad su sello; su marca en la vida, en su trabajo o en su obra. por agustina rabaini y cecilia mosconi. fotos de mariana ruddock.


“Fusiono tradición y modernidad”

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Roxana Liendro Orfebre y diseñadora textil

oy salteña, hija y nieta de plateros, y desde muy niña jugaba en el taller familiar con una gran cantidad de materiales; entre ellos, alpaca, cobre, astas de vacas, huesos, piedra u ónix. Con los años tuve la suerte de viajar para perfeccionar mis técnicas como platera en Buenos Aires, al lado del gran maestro Miguel Ángel Pallarols. Mientras iba creciendo, todos pensaban que iba a ser platera, pero mi gusto por la ropa y los zapatos apareció temprano y así me fui inclinando por el diseño y la moda. Sin saber bien por qué, mi papá me enseñaba a hacer un mate colonial, y mi cabeza buscaba diseñar un zapato, una cartera o un collar. Con el tiempo, fue exactamente eso lo que terminé haciendo. Ahora fusiono las dos cosas: aplico metales y otros materiales no convencionales a la ropa o a los zapatos. Por mi orgullo de ser norteña, todo lo que tenga que ver con los paisajes y la cultura de mi provincia siempre ha sido una gran inspiración para mí. Es inevitable que en lo que dibujo aparezca un cerro, una

llama, una greca, un cielo o un zigzag. A veces, busco hacer otras cosas, pero es más fuerte que yo; hay elementos del Norte que están muy metidos dentro mío. Con la selección de materiales que elijo para trabajar, me pasa lo mismo. Uso textiles industriales y me gustan las técnicas modernas, pero siempre las combino con los materiales con los que me siento feliz: la alpaca, el bronce, el cobre o el hierro. Corto, pego, martillo, coso, y me gustan las tramas hechas en telares o los tejidos artesanales, como los aguayos. Me encanta la lana de oveja combinada con telas como el crêpe, para lograr un buen contraste. Con mi marido, que también es orfebre, vivimos en el pueblo de Vaqueros, cerca de la ciudad de Salta, y nuestro taller está al aire libre, debajo de unas parras. Hacia donde miremos, se ven los cerros. Para mí Salta es todo. Viajo mucho, pero cuando llego a mi pueblo al costado del río, siento que vuelvo a respirar. No hay nada como esos caminos, esos colores del Norte, y estar con mis hijos y mis cosas”.

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testimonios

“Hablar de mi identidad es una compulsión”

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Marcelo Birmajer Escritor

uando escribo, no es una decisión volcar en mi obra todo lo que tiene que ver con mi identidad judía; en realidad, es una compulsión. La decisión es no evitarlo. Sería un gran esfuerzo evitar mi identidad judía, del mismo modo que sería un gran esfuerzo evitar mi identidad como porteño, o como integrante de la clase media, o como argentino. Creo que el exponente más descriptivo en mi obra es el protagonista de Nuevas historias de hombres casados y Tres Mosqueteros: Javier Mossen. Todos los demás personajes contribuyen porque, o son judíos, o son mirados desde una perspectiva judía. Mi padre era un excelente narrador de historias, aunque era contador público. También era un gran lector. Leía sobre la Segunda Guerra Mundial y leía al que fue luego uno de mis autores favoritos: Somerset Maugham. Para mí, Somerset Maugham es uno de los mejores autores del siglo XX. De mí mamá heredé la lectura de Isaac Bashevis Singer. Un día agarré un libro, Enemigos, una historia de amor, de la casa de mi mamá, y nunca más dejé de leer a Singer.

De él me gusta todo. El ritmo, la inteligencia, el humor, la capacidad para tratar el Holocausto con humor, las historias de los sobrevivientes. A esos dos escritores los heredé de mis padres; padres de los que yo renegaba, pensaba que eran pequeños burgueses... no sé qué pensaba. Pero lo cierto es que, al final del día, a los autores que yo más valoro, los heredé de ellos. Hay un escritor más, Ephraim Kishon. Es israelí y el escritor de humor que más me gusta en el mundo. Además, mi padre era un gran humorista, excéntrico, estrafalario, muy gracioso. Mi humor es muy distinto del de él; es más pensado, más neurótico, aunque no me gusta mucho esa palabra. El tema de Israel también está presente en mi obra. Fui mucho: diez veces. Esos viajes aparecen continuamente en mis libros y también en mi guión de la película El abrazo partido. Ahora bien, no es que incorporo esto a mi literatura para resaltar mi identidad o aportar algo a la identidad judía; lo hago porque me sale así. Me resulta imposible no hacerlo; si no, ¿de qué me disfrazo?”.


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testimonios

“Presento el lado menos estereotipado de México”

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Ana Pujals Periodista

stoy orgullosa de ser un referente de México en Buenos Aires, donde vivo desde hace dieciocho años. Cuando me casé con mi marido, Marcelo, que es argentino, decidimos que vendríamos a vivir acá y en este país nacieron nuestros dos hijos. A medida que fueron creciendo, también fue tomando forma un proyecto que me hace extrañar menos México y en el que puedo transmitir mi orgullo de haber nacido allí. Es Con X de México, el programa que hacemos todos los jueves en Radio Palermo. Cuando llegué, éramos alrededor de doscientos mexicanos en Buenos Aires y yo era una especie de personaje pintoresco. Me oían hablar y me decían: ‘‘¡Ay, qué lindo, hablás como en las telenovelas o como el Chavo y el Chapulín!’. Ahora escucho mexicano en todos lados y somos unos cinco mil residentes solo en esta ciudad, porque en el interior hay muchos más. Con el programa queremos presentar el México menos conocido y menos estereotipado, el costado alternativo de nuestra cultura. Los

estigmas que existen sobre lo mexicano son muy fuertes y nos relacionan con los mariachis, los tacos, el chile, el tequila, Maná y Cancún… Eso está muy bien, pero hay otras cosas, otros ritmos musicales, otros sabores y lugares para descubrir, más allá de los tradicionales. El que piensa en una celebración piensa en un mariachi, pero si van al norte de México, verán una cumbia psicodélica, loquísima. En el programa también hacemos entrevistas en vivo a personalidades de nuestro país, como el escritor Carlos Monsiváis o las cantantes Lila Downs y Julieta Benegas. Además, con el tiempo, Con X de México se transformó en una productora de acciones culturales, en un medio que sirve para organizar un poco a nuestra comunidad, ver qué grupos están, qué hacen, qué necesitan… A veces, hacemos de traductores culturales y asesoramos proyectos para que las personas conozcan mejor nuestros códigos y maneras de relacionarnos, y sepan cómo manejarse, por ejemplo, en un almuerzo de trabajo.


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testimonios

“Quiero mostrar la enorme belleza de mi país”

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Lin Shyu de Hsieh 56

Dueña de una casa de té

ace cuarenta años, mi marido y yo nos enamoramos de la Argentina. Dejamos atrás la China comunista, armamos nuestra vida acá y tuvimos dos hijos. Pero aunque eches raíces, los orígenes nunca se pierden, no se pueden sacar u olvidar. Hoy, a los 66 años, me siento tan argentina como china. Desde que llegué, estuve siempre muy vinculada a mi comunidad. Tuve emprendimientos relacionados con la cultura de mi país, y mi mentalidad, mi manera de pensar, sigue siendo china. Además, sigo valorando mucho el respeto que sentimos hacia los mayores en mi país. Para nosotros, la inocencia de los niños y la experiencia y la sabiduría de nuestros padres y abuelos son lo más importante. Cuando llegué, un sacerdote amigo que daba clases de Filosofía oriental en la universidad me bautizó con el nombre de Margarita. En realidad, mi nombre es Lin, que en chino significa ‘objeto de arte pequeño, tallado con delicadeza’. Como soy mujer, mi padre me regaló ese nombre. Desde que llegamos a este país, en los

años setenta, tuvimos diferentes negocios, y en 2004 cumplí mi sueño de abrir una casa de té y restaurante con jardín oriental y galería de arte en el Barrio Chino. Así nació BuddhaBA, un lugar donde las personas pueden pasar un momento tranquilo, tomar una taza de té verde o rojo, comer comida asiática y visitar mi jardín y la terraza de orquídeas y bonsáis. En la planta de arriba, tenemos una galería de arte donde hacemos exhibiciones de pintura, escultura, grabado y vestimenta chinos. Además, con mi marido fundamos un semanario para que nuestros paisanos pudieran entender mejor las noticias de los diarios locales y enterarse de la actualidad de nuestro país. En el Barrio Chino celebramos el Año Nuevo chino o el Festival de la Luna, dos eventos en los que hacemos espectáculos y ofrecemos comidas típicas. Lo que siempre quise mostrar, en realidad, es la enorme belleza de mi país a los argentinos, a los que siempre les estaré agradecida”.


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por el mundo

Delhi Tilonia

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Las mujeres “descalzas” que iluminan la India El indio Bunker Roy dejó las comodidades de una buena vida en Bengala Occidental para internarse en una aldea y crear la Universidad de los Descalzos, donde se enseña lo que la comunidad necesita y se valora la sabiduría de su gente. fotos de latinstock.

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por el mundo

D

esde que nació, la vida de Sanjit “Bunker” Roy estuvo planeada para alcanzar el éxito. Hijo de una familia acomodada de Bengala Occidental, un Estado próspero de la India, Bunker Roy pasó por los colegios y universidades más exclusivos de su país. Los recursos abundaban; y les posibilidades de tener un futuro brillante también. Estaba destinado a ser un profesional de fama mundial o, al menos, esa era la expectativa de sus padres. Y tal vez él compartía este sueño: “En la India tuve una educación costosa, muy elitista y esnob, que casi me destruyó –contó medio en serio y medio en broma–. Todo estaba preparado para que fuese diplomático, profesor o médico. El mundo entero estaba dispuesto ante mí. Nada podía salir mal”. Pero como no todo en la vida sale como lo planeamos, un hecho cambió el rumbo de Bunker para siempre. Fue en 1965, cuando él tenía 20 años y una hambruna brutal se llevó a miles de personas de Bihar, una región donde la sequía y la pobreza habían hecho estragos. Sus pobladores no tenían otro medio de supervivencia que una agricultura primitiva que ya no les daba de comer. Los que no lograban emigrar encontraban la muerte en sus aldeas. “Por primera vez, vi personas que morían de hambre. Eso cambió mi vida”, contó. Bunker descubrió de pronto otra cara de la India, que hasta entonces solo había visto de lejos. El dolor y el sufrimiento extremos de los pobres le tocaron el alma. Y fue así como decidió que quería ayudarlos a cambiar esa realidad devastadora. Pero para hacerlo tenía que estar donde ellos estaban, en sus aldeas.

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Cuando les contó a sus padres cuál era su sueño, la respuesta indignada no se hizo esperar: –Pero ¿en qué estás pensando? ¿Cómo puede ser que quieras irte a vivir a una aldea? ¿Qué vas a hacer allí? No tenés ningún futuro, ninguna seguridad –exclamó su madre. –Quiero ir a cavar pozos durante cinco años. La necesidad de agua potable era crucial para los pobres, pero no un argumento razonable para la familia Roy. A pesar de la oposición de sus padres, Bunker hizo su elección y partió. “Mi madre dejó de hablarme durante bastante tiempo”, contó después. Era el año 1972 cuando Bunker Roy viajó a Tilonia, Rajasthan, al noreste de la India, un lugar atravesado por el desierto de Thar. Entre el cielo y la tierra, solo había arena y una pobreza abrumadora. Cuando Bunker llegó, lo recibieron los ancianos de la aldea, que no entendían que hacía allí un joven educado de la ciudad. –¿Te peleaste con tus padres? –No. –¿Estás escapando de la policía? –Tampoco. Quiero vivir aquí. Quiero ayudar. Y les contó entonces por qué estaba en Tilonia: quería transformar la realidad de los más pobres a través de la educación. Pero la educación formal, como la que él mismo había recibido, no estaba en sus planes. En su contacto con la gente de las aldeas, Bunker había advertido que


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por el mundo

muchos de esos campesinos, que eran analfabetos “y no habrían tenido la posibilidad de acceder ni al peor empleo público”, eran ricos en conocimientos que podían aplicar para mejorar sus vidas y las de sus comunidades. Conocían la tierra, sabían cómo curar a los demás o cómo traer niños al mundo; eran alfareros, pastores, constructores. Apenas llegó, Bunker descubrió la sabiduría y la inteligencia de las mujeres, que se convertirían en el pilar del proyecto que tenía en mente: él mismo recuerda que cuando puso un pie en Tilonia, conoció a un grupo de mujeres que estaba impermeabilizando el techo de una choza con una mezcla hecha a base de azúcar morena. “Fuera –le dijeron las mujeres, sin muchos preámbulos–. Este no es un lugar para los hombres. Nosotras sabemos cómo hacer este trabajo”. Esta sabiduría de los campesinos de Tilonia fue la semilla del sueño de Bunker: crear una universidad para pobres, que reflejara todo lo que ellos consideraban importante. Así nació Bearfoot College, la Universidad de los Descalzos. “Cuando les conté mi proyecto a los ancianos, me dieron un consejo –recordó Bunker–. Me dijeron: ‘Por favor, no traigas a nadie con título y calificación a la universidad’. Por eso, es la única universidad de la India en la que si uno tiene un doctorado o una maestría está descalificado. Hay que ser un desastre, un fracaso, un marginado para venir a nuestra universidad. Aquí tienen que hacer trabajos manuales, demostrar que tienen una habilidad para ofrecer a la comunidad y brindarle un servicio”. La filosofía de esta universidad, opuesta a la academia tradicional, es enseñar lo que la comunidad necesita y revalorizar la sabiduría de la gente. La Universidad de los Descalzos no entrega diplomas, no hace contratos formales y el salario más alto que se paga es de cien dólares por mes. “A uno lo certifica la comunidad para la que sirve. No hace falta un papel que cuelgue de la pared para demostrar que uno es ingeniero”.

Enseñar a las abuelas

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La primera experiencia de Bunker Roy con su filosofía “descalza” fue con las mujeres de la aldea. “Una lección

que aprendimos en la India es que a los hombres no se les puede enseñar –contó hace poco, con una sonrisa, tono pausado y fina ironía–. Los hombres son inquietos, ambiciosos, se mueven compulsivamente y quieren un certificado. En todo el mundo existe esta tendencia de hombres que quieren un certificado. ¿Por qué? Porque quieren dejar la aldea e ir a una ciudad a buscar un empleo. Por eso, se nos ocurrió una gran solución: enseñar a las abuelas”. Las que Bunker llama afectuosamente “abuelas” –mujeres que a veces rondan los 50 años o menos– se convirtieron en el alma del proyecto: ellas fueron las encargadas de transmitir sus conocimientos y de capacitar a otras mujeres. Las mujeres de Tilonia pronto fueron expertas en energía solar e instalaron los paneles que iluminan la mayoría de las aldeas de la región. Tan efectivas resultaron que Bunker decidió traer a la India a mujeres de aldeas rurales de África y Afganistán, para que se capacitaran en ingeniería solar y llevaran esta tecnología a sus propias comunidades. Pero cuando quiso invitar a la primera mujer afgana, se encontró con un obstáculo que no había previsto: “Estas mujeres ni siquiera salen de su habitación sin sus maridos, ¿y usted las quiere llevar a la India?”, le dijeron. Entonces, Bunker no lo dudó: se llevó también al marido. “La aldea de esta mujer fue la primera población de Afganistán iluminada con energía solar”. En otra oportunidad, el marido de una de estas mujeres afganas, inteligentes y emprendedoras, se opuso terminantemente a que Bunker Roy la llevara a la India: “Mire lo hermosa que es. ¿Y si se enamora de un indio y se va?”, le dijo. ‘Esa era su única preocupación, así que nos llevamos a la mujer y a su marido. Esa mujer, que vino a la India como una abuela, volvió a su aldea como una tigresa. Cuando bajó del avión, manejó a la prensa como una experta”, recordó Roy. Las ingenieras solares de Tilonia instalaron también sofisticadas cocinas –llamadas “cocinas parabólicas”–, que funcionan con energía solar, una tecnología que en la sede la universidad les permite preparar, dos veces al día, comida para sesenta personas. Otra de las mujeres que es clave en el proyecto de Bunker es la dentista de la Universidad de los Descalzos, que se ocupa de cuidar los dientes de siete mil chicos de las comunidades. Es analfabeta, pero una reconocida profesional en los términos de la universidad de los pobres. También lo son las parteras, que se ocupan de la salud de las embarazadas, de explicarles la importancia de la alimentación o de vacunarse. Estas mujeres capacitan a otras, que pueden replicar así, donde sea necesario, el modelo de autogestión que promueve la universidad. En Tilonia, como en muchas otras aldeas del corazón de la India, los chicos también van a la escuela. Pero asisten de noche, porque de día ayudan a sus padres a cuidar cabras y ovejas, una labor necesaria para asegurar el sustento de sus familias. En las escuelas nocturnas aprenden


todo aquello que les demanda su vida cotidiana: a medir la tierra, curar a los animales y, también, a conocer sus derechos. Desde la década del setenta, la Universidad de los Descalzos creó 110 escuelas en 89 aldeas de la India, por las que pasaron 75.000 chicos.

Una combinación de confianza y de fe

La iniciativa de Bunker Roy no solo tuvo un impacto notable en la vida de las aldeas más pobres de la India, sino que también contribuyó a darles dignidad y orgullo a sus habitantes, al destacarlos como profesionales, dueños de saberes que pueden volcar en sus comunidades. “En Barefoot College redefinimos la idea de qué es ser profesional. En nuestra opinión, un profesional es alguien con una combinación de competencias, confianza y fe”. Para que una actividad sea exitosa y sustentable, debe estar basada en la aldea y ser llevada adelante por los miembros de su comunidad. Los “profesionales descalzos” son arquitectos, parteras, alfareros, constructores de pozos de agua, dentistas, ingenieros en energía solar, cocineras y maestros. “La nuestra es la única universidad donde los profesores son alumnos y los alumnos, profesores”, dijo Bunker. En la universidad se sigue el estilo de vida y de trabajo de Gandhi: se come, se duerme y se trabaja en el suelo. Descalzos, claro. La construcción de la sede de Barefoot College fue obra de doce arquitectos “descalzos”, todos analfabetos.

La luz de la universidad proviene, como en el resto de la aldea, de la energía solar. Además, cuenta con un tanque de 400.000 litros que recoge el agua de lluvia. La reserva es tan efectiva que si hubiera cuatro años de sequía en Tilonia, la universidad aún tendría agua para consumir. Otro acto de fe en la capacidad de los descalzos fue el que llevó a convertir el desierto en un jardín. Bunker Roy le preguntó a un especialista en suelos qué podía plantar alrededor de la universidad. “Nada. El suelo es rocoso. Aquí no crecerá nada”, le contestó. Bunker les preguntó entonces a los ancianos: ellos le dijeron qué plantar, dónde y cómo. El resultado es una edificación rodeada de verde, un oasis en medio de la tierra desértica. Un oasis, real y simbólico, que permitió el florecimiento de aldeas como Tilonia, desperdigadas por todo el territorio de la India. Desde su creación, la Universidad de los Descalzos capacitó a tres millones de personas. Gracias a la filosofía de los descalzos, se multiplican las oportunidades para los más pobres, que en la India viven con menos de un dólar por día. Abren sus horizontes con la educación, transforman la realidad de sus comunidades y mejoran sus oportunidades. “Creo que no tienen que buscar las soluciones afuera –dijo Bunker Roy–. Búsquenlas adentro. Y escuchen a las personas de su entorno que tienen las soluciones. Están en todo el mundo. No escuchen al Banco Mundial, escuchen a la gente del lugar. Tienen todas las soluciones del mundo”. nn

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Sentirnos vulnerables, ¿nos hace fuertes? Suena paradójico, pero reconocer nuestra propia vulnerabilidad puede ayudarnos mucho más en la vida que mostrar una fortaleza que no tenemos. Los especialistas nos explican por qué. por marta garcía terán. ilustración de vero gatti.

“S

i le cuento a mi novio la verdad sobre mi familia, va a salir corriendo”. “Cuando Mariana, que es una súper profesional, descubra que en realidad nunca me recibí, me va a borrar de su círculo de amigos”. “Si le digo a mi mujer que tengo miedo de no poder mantener el nivel de vida que llevamos, va a sentir que soy poco hombre”. “No le quiero pedir ayuda a mi marido para hacer la presentación de Ganancias, porque va a pensar que soy una inútil”. “Tengo pavor de que salgan mal los análisis, pero no le quiero contar a nadie porque me van a decir que soy una exagerada”. “No le puedo decir a Martín que estoy enamorada de él, porque él no me lo dijo a mí”. Palabras más, palabras menos, a todos se nos han cruzado ideas de este tipo por la cabeza. Nos cuesta abrirnos, mostrarnos tal cual somos, reconocer que, así como tenemos virtudes, también tenemos defectos. Queremos ser aceptados como sea, incluso a costa de negar todo aquello que también es parte nuestra: nuestras limitaciones,

nuestros miedos, nuestros sentimientos negativos, nuestros errores... Nos cuesta reconocer que somos falibles, frágiles, humanos. Es que le tenemos miedo al rechazo, a la desconexión; porque la conexión con el otro es lo que les da sentido a nuestras vidas. Y frente a ese miedo, lo que hacemos es negar u ocultar todo aquello que, suponemos nosotros, va a hacer que el otro se aleje. Creemos que la fortaleza está en mostrarnos lindas, buenas, inteligentes, capaces, infalibles y poderosas; y es justamente ahí donde equivocamos el camino hacia un encuentro verdadero y profundo con el otro. Pero ¿por qué equivocamos el camino? ¿Qué es lo que hace que las personas logren una auténtica conexión? ¿Por qué nos cuesta ver en nosotros mismos aquello que criticamos en los demás? ¿Por qué tenemos miedo de aceptar nuestra vulnerabilidad? ¿Por qué vivimos pendientes de la aprobación del otro? Con todas esas preguntas, Brené

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reconocer su vulnerabilidad; es más, tenían el coraje para mostrarse imperfectos, mientras que los segundos ocultaban su miedo a mostrar sus debilidades detrás de una apariencia de fortaleza que no tenían: “El primer grupo, a diferencia del segundo, no hablaba de la vulnerabilidad como algo insoportable, sino como algo que los humanizaba y los hacía hermosos. Hablaban de la necesidad de decir ‘te amo’ primero, de invertir en una relación sin tener garantías de que fuese a funcionar, o de hablar de sus dolores con sus seres más queridos”.

La condición humana

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Brown, una psicóloga social de Estados Unidos, empezó una larga investigación en la que entrevistó a cientos de personas y poco a poco fue descubriendo no solo pensamientos y sentimientos de sus entrevistados, sino también de ella misma. Tanto, que tuvo que hacer un alto en su trabajo y emprender un camino espiritual que la llevó a una conexión más profunda con ella misma y con los demás. Los dones de la imperfección es el libro en el que Brené cuenta sus conclusiones. Desde el comienzo de su trabajo, sospechaba que detrás de las verdaderas conexiones entre las personas había un sentimiento de empatía, pero no lograba entender qué era lo que la despertaba. Poco a poco fue dándose cuenta de que esa empatía estaba dada por la apertura a mostrarse vulnerable, pero que no todos tenían la valentía de hacerlo. Y que, paradójicamente, las personas fuertes eran las que reconocían su vulnerabilidad. “En un momento empecé a separar a mis entrevistados en dos grandes grupos: uno al que llamé ‘las personas que viven desde el corazón’, aquellas que tenían un fuerte sentido de dignidad, un sentimiento de pertenencia y un profundo amor; y otro al que no le puse nombre, pero cuyas característica principal era que nunca estaban conformes. Las primeras eran personas seguras de sí mismas, con una autoestima saludable y capaces de lograr una verdadera conexión con los otros, mientras que las segundas no se creían merecedoras del amor, el respeto o la admiración de los demás. Tenían un gran miedo al rechazo”, explicó Brené. ¿Cuál era la diferencia entre unos y otros? Que las personas del primer grupo no tenían ningún problema en

Aunque desde la teoría resulte sencillo decir que somos limitados, lo cierto es que en la práctica no todos queremos aceptar o mostrar esa vulnerabilidad. “Después de todo, el mensaje que recibimos desde la sociedad es que ser autónomos y autosuficientes es una virtud en los adultos, mientras que la mera sugerencia de una necesidad se asocia rápidamente con ser débil”, explica el psicólogo estadounidense León Seltzer. Las mujeres corremos con un poco de ventaja en este campo, ya que históricamente a los varones no se les ha permitido conectarse con la vulnerabilidad. “No llores como una mujer” es el mensaje con el que crecieron cientos de miles de chicos a los que esta frase les quedó marcada a fuego. Y no llores es igual a no muestres tus sentimientos. Entonces, dice la psicóloga Maritchu Seitún de Chas, no es extraño que evitemos sentirnos o mostrarnos vulnerables cuando fuimos creciendo con los “No te pongas así por esa pavada”, “No te puede doler ese golpecito”, “No es para tanto” o “No exageres”. “Si nuestros padres no nos dan el espacio necesario para conectarnos con nuestros verdaderos sentimientos, ya desde chiquitos empezamos a mostrarnos con una máscara que da a conocer al mundo lo que el mundo espera de mí, y no lo que yo soy –dice Maritchu–. Así, es imposible tener una autoestima alta si me vendo como un producto”. Nos guste o no nos guste, ser limitados es una característica constitutiva de nuestra condición humana. “Somos frágiles ontológicamente, porque no podemos controlar todas las cosas, y éticamente, porque no somos naturalmente buenos, nos cuesta ser buenos. Las personas buenas no son las que no pueden matar a otras personas, sino las que eligen no hacerlo. La tentación siempre está presente y es importante reconocerla, no negarla. Carl Jung dice que un gran hombre es alguien que tiene su sombra, tiene su oscuridad, que se equivoca; pero que tiene la honestidad de reconocerlo y trabajar sobre ello”, dice el doctor en Filosofía y especialista en psicología junguiana Bernardo Nante. Entonces, si es imposible escapar a la vulnerabilidad, ¿qué pasa con los que al menos lo intentan? El psicólogo y doctor en Psicología Social Julio César Labaké


La comunión con otros por marisa mosto* cree que se desarrollan personalidades que se esconden detrás de ciertos cánones sociales de fortaleza: “Cuando fantaseamos con el éxito, el dinero, la fama o el poder como formas de superar la vulnerabilidad, estamos rindiendo culto a fetiches que solo nos distraen momentáneamente de la realidad de nuestra existencia y nos impiden una vida y una convivencia auténticas. Por eso, ciertas formas de frontalidad y de fortaleza rígidas suelen esconder a un ser inseguro que necesita de esa defensa para darse un aparente bienestar”.

¿Por qué nos cuesta reconocer?

Si es un hecho que somos vulnerables, ¿por qué nos cuesta tanto reconocerlo? La verdad es que por muchos motivos y, según los especialistas, todos ellos son comprensibles. Bernando Nante cree que, en primer lugar, se debe a que admitir la propia fragilidad supone un acto de gran humildad: “Imaginate que no basta con que yo sea moral o me comporte moralmente; encima tengo que reconocer que puedo no serlo”. Para Labaké, uno de los mayores impedimentos es el miedo: “Hay un temor normal y comprensible a nuestro estado de vulnerabilidad. La inseguridad es uno de los sentimientos básicos de la condición humana. Para entenderlo, es suficiente contemplar a un bebé”. Brené Brown también habla de miedo, pero hace hincapié en el miedo al rechazo, en el miedo a no ser suficientemente bueno para merecer el aprecio de los demás: “Vivimos en lo que yo llamo ‘la cultura de la escasez’. O sea, el sentimiento de que siempre falta algo, de que no somos suficientemente lindas, suficientemente flacas, suficientemente inteligentes o suficientemente buenas. Es como cuando vamos a hablar con nuestro jefe y nos dice setenta y dos cosas en las que somos maravillosos y una en la que ‘tenemos una oportunidad de mejora’. La verdad es que todos pasamos por alto lo bueno y no podemos dejar de pensar en eso en lo que ‘podríamos mejorar’”. El problema es que este sentimiento de escasez, de que no somos “suficiente” esto o “suficiente” aquello, hace que empecemos a sentir vergüenza, dice la psicóloga estadounidense. “Este es un sentimiento universal, todos lo tenemos –explica–. Hay algo de mí que el otro no debe conocer, porque si el otro se entera o lo percibe, yo no voy a ser digno de entrar en contacto con él. La vergüenza es el miedo a la desconexión, el miedo a mostrar mis puntos débiles y a no estar a la altura del otro”. Justamente, las luchas de poder en las parejas, según León Seltzer, suelen darse por los esfuerzos que uno y otro hacen para no exponer su vulnerabilidad, para no dejar entrever lo mucho que se valora al otro, y el dolor que una negativa, un rechazo o un acto de falta de amor por parte suya le causaría: “La disposición a admitir con honestidad esta realidad, de decir que uno ama sin saber qué le van a

Hace unos años leí Diario de un cura rural, de Georges Bernanos. Hubo una parte de la novela que me atrapó especialmente. No podía dejar de leerla. Se trataba de una encendida conversación entre el joven sacerdote que ya se encontraba muy enfermo y una antipática señora acaudalada del pueblo, a la que había ido a visitar deliberadamente con la intención de ayudar a sanar sus vínculos familiares. En ese diálogo, echando mano de la poca energía que le quedaba, indiferente a sus intensos dolores estomacales y haciendo gala de una gran capacidad de intuición y habilidad en el trato y en el lenguaje, el cura rural, mediante preguntas y comentarios, fue arrancando uno a uno los velos con que la señora tapaba su alma herida y paralizada por una inmensa miseria espiritual. Era un diálogo valiente, desgarrador, una verdadera lucha anímica. El cura fue logrando con destreza que la señora dejara de ocultarse tras mentiras y enfrentara la dolorosa verdad de su pobreza, desidia y hasta crueldad interior. Ella por fin bajó sus defensas, lo dejó entrar y ese fue el comienzo de su sanación y de una fecunda amistad. Un bálsamo. Una vida nueva. *** –¿Dónde estás? –Oí tus pasos por el jardín –respondió él– y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí. (Gn 3, 9-10) Parece que fue entonces cuando aprendimos a “taparnos”, a manotear escudos y máscaras, a montar un personaje esclerosado y a vestirnos para la ocasión. Nos supimos vulnerables y el miedo fue el padre de nuestro aislamiento y antagonismo. Creo que los disfraces y armaduras, lejos de proteger nuestra vida de las “amenazas exteriores”, la abandonan a su debilidad, la empobrecen y desfiguran. Permanecemos atrincherados cada uno en su fortaleza defendiendo celosamente las puertas de acceso al mundo interior. ¿Pero cuál puede ser el sentido de nuestra morada interior si no es visitada, habitada, embellecida por los dones que los otros tienen para ofrecernos? Pienso que la vida se hace fuerte en esa comunión con los demás, pero es difícil que haya comunión sin intimidad, ni intimidad sin desnudez. Sin embargo, nadie desnuda su intimidad o abre sus puertas de par en par si no tiene delante una mirada amorosa, hospitalaria y comprensiva, unos oídos anchos, un gesto tierno y delicado. *Doctora en Filosofía.


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contestar del otro lado, simplemente requiere un coraje que no todos tienen”.

¿Cómo reaccionamos?

Tener la valentía para encontrarnos frente a frente con nuestras limitaciones es muy importante, pero no suficiente. Lo cierto es que no todos reaccionamos de la misma manera ante la propia vulnerabilidad, y la forma en la que nos relacionemos con ella es lo que hará que nuestra fragilidad nos fortalezca o nos debilite. Por eso, Bernardo Nante advierte que hay dos mecanismos que debemos evitar frente a la vulnerabilidad: la identificación y la represión. “Una cosa es reconocer la fragilidad y trabajar sobre esos defectos o faltas; y otra es identificarse con ella. Si yo digo: ‘Soy un desastre, soy una mala persona, no sirvo para esto ni para aquello’, surge un complejo de inferioridad que no es constructivo. Lo opuesto tampoco es bueno.

Educar a los chicos “Piensen la vulnerabilidad como un lugar para darles a los chicos la confianza básica desde donde puedan desplegarse para mostrarse vulnerables –dice la psicóloga Maritchu Seitún de Chás–. La vulnerabilidad es sensibilidad. Para los chicos, reconocerse vulnerables es conectarse con ellos mismos. Los padres tenemos que acompañar a nuestros hijos en sus sentimientos, escucharlos; porque si un chico tiene un vínculo de apego seguro con sus papás, va a poder decir cómo se siente”, agrega la especialista. Según Maritchu, aunque no lo hacemos de manera consciente, nos cuesta educar en la vulnerabilidad por dos motivos. Por un lado, porque muchos se criaron en esa cultura de ser fuertes a las patadas; entonces, lo que les sale decir automáticamente es lo que han recibido en sus casas: ‘¡Qué pavada lo que decís! ¡Cómo te vas a preocupar por eso!’. Por otro lado, como mamás, no queremos que nuestros hijos sufran; entonces, intentamos apagar el sufrimiento de los chicos convenciéndolos de que lo que sienten no es tan grave. “Si bien tenemos que permitirles a nuestros hijos que se muestren vulnerables, debemos enseñarles que no es igual en todos lados. Tienen que ser vulnerables adentro, en casa, y hacerse fuertes afuera, en el colegio. Los chicos tienen que aprender dónde y con quién mostrarse frágiles, tienen que saber que es importante la escucha empática y no aquella que se va a aprovechar de lo que cuentan”, concluye la psicóloga.

Reprimir es no reconocer que existen cosas que no me gustan y sin embargo son parte de mí. Lo que tenemos que hacer es integrar; reconocer que somos frágiles y trabajar sobre esas cosas que no nos gustan”. La ira es otra reacción negativa frente a la vulnerabilidad. “El enojo y la agresividad son formas de intentar aplacar nuestras frustraciones, nuestros temores –dice Seltzer–. Cuando alguien viene y nos dice eso que no queremos ver, que nos queremos escuchar, intentamos defendernos con rabia y nos enojamos con ese otro que nos viene a marcar la falta. Pero también podemos enojarnos con nosotros mismos cuando no queremos aceptar que nuestras debilidades son parte de lo que somos, seres limitados, humanos”. Por su parte, Brené Brown dice que lo que muchos intentamos es adormecer la vulnerabilidad. ¿Con qué? Con plata y consumo, con drogas legales e ilegales, con alcohol o con comida, entre muchas otras posibilidades: “El problema es que uno no puede adormecer selectivamente un sentimiento. Uno no puede decir: ‘Acá está la vulnerabilidad, la vergüenza, el miedo, el sufrimiento o la decepción; los voy a hacer desaparecer’. Porque si adormecemos esos sentimientos, también adormeceremos la gratitud, la dicha o la felicidad. “Es así como entramos en un círculo vicioso: nos sentimos vulnerables y nos tomamos una cerveza para olvidar los miedos, pero también olvidamos el amor, así que nos sentimos miserables otra vez y volvemos a tomar ora cerveza para tapar ese sentimiento”.

Abrazar la vulnerabilidad

Nos podemos pasar la vida luchando contra nuestra vulnerabilidad, pero lo cierto es que una batalla que no vale la pena dar, porque no es ese el camino que nos llevará a ser felices ni estar en paz con nosotros mismos. Lo que sí podemos hacer es aceptarla como una parte nuestra, no juzgarnos con ideales rígidos y perfeccionistas y trabajar para mejorar aquellas cosas que debamos mejorar. Los especialistas coinciden en que tenemos que ser capaces de vernos a nosotros mismos con compasión y aprender a perdonarnos, incluso cuando seamos injustos, irracionales o desconsiderados. “Esto no quiere decir que autojustifiquemos un comportamiento incorrecto, ni que se nieguen las implicaciones morales de nuestros actos, sino que reconozcamos que somos capaces de pensar u obra mal y que sepamos que todavía tenemos muchas cosas para trabajar –explica Seltzer–. Eso nos dará un fuerte sentido de la dignidad, porque sabremos que, a pesar de las intenciones positivas, siempre podemos equivocarnos, pero eso no cambia nuestra esencia”. Esa capacidad para tratarnos con amabilidad y compresión es, para el psicólogo, la base de una autoestima saludable que nos permitirá asumir la plena responsabilidad


de nuestros actos: “Por supuesto que experimentaremos la culpa o la vergüenza sana cuando actuamos mal. Pero aunque no podemos estar orgullosos de nuestro comportamiento, podemos mirarlo caritativamente y comprometernos a hacerlo mejor en el futuro”. Por cierto, abrazar la propia fragilidad no es algo sencillo ni ocurre de un día para el otro. Tanto Bernardo Nante como Julio César Labaké subrayan que es un proceso que va llegando con los años. “El joven suele no tener una lúcida medida de su vulnerabilidad –dice Labaké–. La conciencia de nuestras limitaciones llega con la experiencia y, en general, madura con los años. Por eso, nadie más estable, comprensiva y confiable que una persona que con los años ha madurado y ya no se escandaliza por nada, pero es capaz de contener su propia vida y la de otros”. León Seltzer coincide y lo dice a su manera: “Cuando somos capaces de sentirnos cómodos con nuestra vulnerabilidad, puede decirse que ya hemos empezado a trascender”.

¿Frente a quién mostrarnos frágiles?

Ahora bien, una cosa es reconocernos frágiles y otra muy distinta es mostrar nuestra fragilidad frente a

Hay dos mecanismos que debemos evitar frente a la vulnerabilidad: la identificación y la represión. cualquiera, hablarle a todo el mundo de nuestros miedos, revelar nuestros peores pensamientos al primer vecino que se cruce o contarle una historia difícil e íntima a todos nuestros compañeros de trabajo. Es cierto que el mostrarnos tal cual somos, el abrirnos al otro es lo que nos llevará a una verdadera conexión; pero esa conexión no tiene por qué darse con todas las personas que conocemos. Por eso, Brené Brown es muy enfática en la necesidad de cuidarse uno mismo: “Creo que es importante compartir nuestras historias con las personas que se han ganado el derecho a escucharlas, con aquellos que abrazan nuestra complejidad y que no minimizan la importancia emocional de lo que estamos compartiendo con ellos, con

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Decálogo de la madurez por julio césar labaké*

1. Cuando en las cosas personales ya no hay de quién quejarse ni a quién echarle la culpa, comienza la madurez. 2. Cuando se aprende a convertir cada conflicto o cada frustración en un desafío, comienza la madurez. 3. Cuando aceptamos no hacernos esas preguntas que no tienen respuesta, comienza la madurez. 4. Cuando descubrimos que en las relaciones humanas la benevolencia es anterior a la verdad, comienza la madurez. 5. Cuando aprendemos a no convertir un dolor en “todo el dolor”, comienza la madurez. 6. Cuando nos convencemos de que la realidad no se parece a nuestro deseo, comienza la madurez. 7. Cuando empezamos a saber que todo cuesta tiempo y esfuerzo, comienza la madurez. 8. Cuando ya no dudamos de que cada noche tiene su amanecer, y de que el mundo es una tarea, comienza la madurez. 9. Cuando dejamos de vivir como si fuéramos el centro del mundo, comienza la madurez. 10. Cuando asumimos con todas sus consecuencias la experiencia de ser criaturas, es señal de que hemos madurado. * Psicólogo y doctor en Psicología Social.

los que nos ven como un pilar de dignidad aunque les hablemos de nuestra fragilidad. Las redes sociales nos han dado la idea de que todos debemos tener un grupo enorme de amigos, cuando en realidad si tenemos dos muy buenos, somos afortunados”. Según León Seltzer, cuando confiamos nuestros pensamientos o sentimientos a otros, existe la posibilidad de que la respuesta no sea la que esperábamos: que esa apertura sea usada en nuestra contra, que el otro no logre comprendernos, que nos juzgue o que minimice nuestros sentimientos. “Si nos exponemos de esta manera, y no tenemos una autoestima lo suficientemente saludable para encontrarnos con la falta de comprensión o compasión, corremos el riesgo de alejarnos de esa persona en lugar de acercarnos –explica–. No es necesario que tengamos con todos el mismo grado de intimidad. Cada uno debe aprender a elegir las personas con las que puede compartir su fragilidad”. Este aprendizaje también llega con el tiempo y la madurez que, dice Labaké, brinda una capacidad de equilibrio y prudencia que mantiene viva la conciencia de la propia vulnerabilidad, y de la ajena. Así, los especialistas coinciden en que el que es consciente y abraza su fragilidad tendrá una autoestima alta desde donde logrará una conexión profunda con los otros, mientras que el que intente negarla u ocultarla, desarrollará una personalidad insegura y disconforme. “Si logramos aceptar nuestra vulnerabilidad, descubriremos un sentido de poder personal más grande del que podamos haber experimentado jamás –concluye Seltzer–. Compartir nuestro dolor y nuestros temores a ser heridos nos dará un enorme potencial para la intimidad emocional, una de las mayores recompensas de una relación comprometida”. nn


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Un pintor que, con humor, habla en serio Las raíces cordobesas de Antonio Seguí hacen que su vida, y su obra, esté marcada por

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la ironía y el humor, un lenguaje con el que se siente cómodo para expresarse a través del arte. por marta garcía terán. fotos de victoria garcía castellanos.


Abajo: Antonio disfruta de su biblioteca en su casa de Saldán. Der. arriba: En 1999 se inauguró, en el nudo vial 14 de la ciudad de Córdoba, la escultura de acero Mujer urbana, que forma parte de un conjunto de tres enormes esculturas. Der. abajo: El cuadro Las cuatro esquinas, pintado en 1996.

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ntonio Seguí charla y se ríe. Está sentado en una de las amplias galerías de su casa de Saldán, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Córdoba, donde pasaba las vacaciones con sus hermanos y sus primos, y a donde vuelve cada vez que puede. Mínimo, dos veces al año. Después de casi cincuenta años de vivir en París, necesita de esos olores, de esos sonidos y de esos paisajes que lo conectan con sus raíces, con sus amigos, con su infancia... Está descalzo y feliz; andar en patas le da una sensación de libertad inigualable. La misma libertad que a los 78 años, y ya consagrado como uno de los principales artistas plásticos argentinos del mundo, tiene para reírse de sí mismo.

–¿Y qué hace? ¿Lo rompe? –Sí, rompo muchísimas cosas. Pero con los años estoy un poco menos rotón; al fin y al cabo, vivo de esto (se ríe).

–¿Alguna vez no le gustó un cuadro suyo cuando lo vio terminado? –Sí. No una vez, me pasa todo el tiempo.

–Pero al dueño de casa le gustará; por algo la habrá comprado… –Bueno, sí (se ríe). Pero hay mucha gente equivocada, ¿eh?

–¿Se arrepiente de haber roto tantas cosas? –Nooo. ¡Debería haber roto muchísimo más! –Entonces, habrá alguna obra suya que no le haga mucha gracia que esté dando vueltas… –Sí, cantidad de cosas. Me ha pasado de ir a la casa de una persona y encontrarme con un cuadro que no sabía que estaba ahí. Si la obra es linda, bueno… Pero si es una porquería, ¡me dan ganas de taparme!

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Antonio habla distendido; medio en serio, medio en broma. O, más bien, a través de las bromas dice cosas serias. Es una manera de comunicarse que él maneja bien. Como buen cordobés, el humor ha sido una constante en su vida. Y en su obra… Mal no le ha ido; ha ganado infinidad de premios internacionales, y sus trabajos se exponen en los principales museos y galerías de Estados Unidos, la Argentina, México, Venezuela, Japón, Francia, Bélgica, Noruega, Italia o Alemania, entre muchos otros países. Durante esta larga charla con Sophia en la casa de su infancia –y a poco de viajar a Buenos Aires para ver el mural de su obra Saliendo, que se instaló a comienzos de año en la estación Independencia de la línea E de subtes–, Seguí habla de sus pinturas, esculturas, grabados, ilustraciones, murales… Es que la obra de este artista es tan amplia que podemos encontrarnos con su firma, y su marca inconfundible, en lugares tan distintos y tan lejanos como un parque de Bélgica –en el que se alza Tango, una enorme escultura de acero que homenajea a nuestra música ciudadana–; la Estación Oriente del Metropolitano de Lisboa, en Portugal –donde el mural Os Oceanos maravilla a los pasajeros que viajan a diario–; una gran pared de Boulogne Sur Mer –en la que el fresco El Libertador recuerda al general José de San Martín–; o una librería de España o Italia, donde sus dibujos ilustran libros de autores como Mario Benedettti, Vincent Pachès o Fernando Pessoa. Pero aunque sus trabajos son buscados en todo el mundo, lo cierto es que por esas cosas de la vida jamás vendió una pintura en Córdoba… al menos no hasta hace apenas tres años. “Sí, es verdad. Algún cordobés debe de haber comprado alguna cosa mía en Buenos Aires, no lo sé; pero que venga y me diga: ‘Quiero tener un cuadro suyo’ me pasó recién a mis 75 años”. Lo cuenta y se mata de risa. No hay en ese comentario ningún resentimiento. Al contrario, adora Córdoba, mantiene todavía algo de su tonada y está orgulloso de sus raíces. Y algo de ese amor debe de haberles trasmitido a sus hijos –de su primera y su segunda mujer–, porque dos de ellos decidieron dejar Francia para venirse a vivir a la tierra de su padre. “Lo que pasa es que yo elegí ser un latinoamericano en París, más que un cordobés en Buenos Aires”, dice, sabiendo que no es fácil abrirse paso en el mundo del arte, y mucho menos cuando no se juega de local. Por eso, las puertas de su casa en Arcueil, en las afueras de París, están siempre abiertas a los artistas argentinos que quieran probar suerte en Europa. Lo hace con placer, y sin olvidar cómo el propio Antonio Berni, que ya era un artista consagrado, lo ayudó cuando él daba sus primeros pasos en Francia. Hoy vive en un petit chateau en el que tiene dos importantes colecciones de piezas de arte precolombino y africano que fue recolectando con pasión a lo largo de su vida. Allí instaló su atelier, un espacio amplio y muy luminoso donde trabaja y disfruta con amigos de unos asados bien argentinos.

Antonio Seguí es conocido por ser una persona generosa, no solo porque ayuda a otros artistas, sino también porque parece que tiene el sí fácil cuando la causa es noble. En 2001 donó 331 de sus obras al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, y cuentan sus amigos que no duda en entregar algún grabado si se trata de recaudar fondos para proyectos que valgan la pena. A medida que avanza la charla, y la recorrida por la casa en la que atesora varias piezas de arte africano, una buena colección de mates y algunos cuadros de amigos suyos, como el pintor Carlos Alonso, Seguí recuerda el derrotero que lo llevó desde su ciudad natal hasta la cima del arte en Europa: “Empecé a pintar y dibujar desde muy chico y mis padres siempre me apoyaron. Tuve la suerte de que en todo momento hubo gente inteligente a mi alrededor, personas que me hicieron ir descubriendo cosas y me incitaron a irme a estudiar afuera. De chico me ayudó mucho Ernesto Farina, un pintor cordobés que estuvo en Italia”. Antonio dejó su casa a los 14 años, cuando convenció a sus padres de que lo dejaran ir a terminar el colegio en un pensionado jesuítico que queda cerca de Lourdes, en Francia, del que un tío abuelo suyo era director. Su abuela paterna le mandaba plata todos los meses y oficiaba así como una suerte de mecenas o “sponsor”, como le divierte decir a él. Pero el joven Seguí no duró mucho en el internado: “Me aburrí tanto que salí corriendo a los ocho meses y me fui a Madrid, y después a París, para estudiar en la Escuela de Bellas Artes. En Madrid me divertí mucho, pero en París era difícil. Los franceses eran muy cerrados y, más bien, me hice amigos latinoamericanos, que estaban estudiando cine, o teatro, o bellas artes”. –¿Soñaba con exponer en Francia? –No, yo sabía que era estudiante; agarraba mis cosas y me volvía. Ni siquiera pensaba que iba a vivir de lo que me gustaba. A los 20 años volví a Córdoba y acá había un grupo al que le decían “Los pintores jóvenes de Córdoba”, que hacía cosas bien interesantes. Estaban Diego Cuquejo, Eduardo Bendersky, José De Monte, Pedro Pont Vergés y otros más. Cuando llegué, me puse a trabajar ad honórem en un diario que se llamaba Orientación, donde hacía policiales y me divertía muchísimo. Pero yo quería vivir del arte, así que al tiempo me compré un autito y me fui a recorrer América latina. Ese viaje marcó un antes y un después… Antonio tenía 22 años cuando decidió comprarse un viejo Land Rover, sacar el pasaporte y emprender un viaje iniciático que lo llevaría a descubrir no solo el arte precolombino, del que se enamoró, sino también a personas y culturas que lo fueron nutriendo poco a poco y le abrieron la cabeza. Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá, México… No programó el recorrido, sino que fue haciendo camino de manera intuitiva, despacito, quedándose en donde alguno


La obra de Antonio Seguí es tan amplia que incluye desde cuadros estampas, serigrafías o ilustraciones hasta esculturas pequeñas o gigantescas.

de sus viejos compañeros de la escuela de París le iba consiguiendo un laburito, pintando, y tratando de hacer de su vocación un verdadero trabajo. En medio de ese viaje, se casó con su primera mujer, Graciela Martínez, una cordobesa que era bailarina moderna, a quien sus padres no le habían permitido que se fuera con él sin pasar antes por el registro civil. Así que Antonio firmó en Panamá y Graciela, en Córdoba, y luego ella viajó para instalarse con su marido en México, donde vivieron tres años. “Era una época muy buena. Estaban los grandes muralistas, y aunque Diego Rivera acababa de morir, llegué a conocer a Vicente Siqueiros. La casa de Rivera era una maravilla; allí estaban todas las obras de Frida Kalho, cuando aún nadie hablaba de ella. Además, en México estaban muchos artistas que habían escapado del macartismo. La gente de la Big Generation pasaba por ahí”. –¿Cómo le fue en México? –Me iba bien, vivíamos de nuestro trabajo, pero no era fácil; teníamos la plata muy contada. Por un aviso del diario alquilamos un teatro en pleno centro de México, donde mi ex mujer bailaba. Tenía dos piezas, una sala para ciento cincuenta butacas, dos escenarios y baño. Era un antiguo lugar de reunión masónico, con flores de lis, techo azul, las paredes doradas a la hoja… una maravilla. En México, el esfuerzo de Seguí comenzó a dar sus frutos y su trabajo se empezó a conocer también en Nueva York, donde participó de algunas exposiciones interesantes. Así que cuando volvió a la Argentina ya había ganado cierto prestigio, aunque todavía no tenía la subsistencia garantizada. En Buenos Aires vivió un tiempo en una casa prestada hasta que a Graciela le salió una beca para bailar en Francia, al mismo tiempo que a él lo nombraban representante para participar de una bienal de jóvenes artistas en París. Y, aunque él no lo imaginaba, a Francia se fue para no volver: “En esa bienal me fue brutal y ahí tuve conexión con galerías muy importantes, que con el

tiempo me fueron proponiendo exposiciones en Nueva York, Italia, Bélgica o París, y mi vida se fue atando así por compromisos. Me fui quedando y quedando, y ya pasaron casi cincuenta años. En algún momento, pensé en volver a la Argentina; pero después ya no, ya tenía mi vida hecha allá. Igualmente, vivo entre París y Córdoba, y estoy siempre conectado. Todos los días prendo la computadora y leo La voz del interior y La Nación”. –¿Se esperaba el éxito que tuvo con su trabajo? –(Piensa un rato). Estas cosas llegan con mucho esfuerzo, pero al éxito nunca me lo tomé muy en serio. No solo me pareció importante no creérmela, sino que siempre me interesó tener un cierto comportamiento ético… No he sido un hombre de hacer lo que pide el mercado, ni me ha interesado tener amigos que me pudieran ir abriendo puertas; relaciones interesadas, digamos… No. Más bien, diría que me ha ido bien eligiendo el camino más largo, el camino difícil. El camino fácil nunca me interesó. –¿Tiene una conducta para trabajar o espera que llegue la inspiración? –No. Siempre he tenido una conducta. La semana va de lunes a lunes, y diría que sábado y domingo es lo mejor, porque tengo varios colaboradores y dos secretarias que a veces me interrumpen. Entonces, el fin de semana no hay teléfono, no hay gente, no hay interrupciones. –¿Cuál es la clave para vivir de lo que a uno le gusta? –Creo que hay varias cosas. Una es la ética, eso de ser sincero, honesto, con uno mismo… La otra es el trabajo duro; y ciertos dones, por supuesto. Pero los dones no sirven de nada si no se los explota como se debe. Y también un poquito de suerte, seguramente que sí. En mi caso agregaría que ayudó el humor, que es una de las cosas que nos han transmitido nuestros ancestros cordobeses y que tenemos que saber resguardar. Creo que el humor es muy importante en la vida. nn

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Susana Gronda heredó un viejo puesto de pastores en la finca que su familia tenía en la localidad de Volcán, cerca de San Salvador de Jujuy. En esa zona árida y llena de piedras, encontró su lugar en el mundo. fotos de daniela mac adden / surpressagencia.com


“V

olcán me trae imágenes de mi infancia: las cabalgatas eternas, las pailas de cobre al fuego con el dulce de leche, o las tardes a orillas de la laguna, donde algunos cantaban y otros se subían a una balsa armada con una horqueta de tronco, y se perdían en la neblina…”. Susana Gronda Bárcena recuerda aquellas temporadas felices en la casa de su bisabuela, en la que se amontaban primos tíos y amigos que recorrían unos cuarenta kilómetros desde San Salvador de Jujuy para descansar y divertirse en la finca de los Gronda, la más antigua de la localidad de Volcán. Pero esa pequeña Susana, que es jujeña, “muy jujeña”, no imaginaba que de grande encontraría muy cerca de allí su lugar en el mundo. Ese descubrimiento llegaría bastante tiempo después, cuando empezó a recorrer un camino de encuentro profundo con esa tierra y su historia. Tenía 21 años, su padre acababa de morir y le dejaba una porción de la finca, esa misma que habían sabido llevar adelante doce tías solteras que vivían juntas en la casa principal del campo. “Amo Volcán por mi tata, porque supo transmitirme la magia que esconden estos cerros. Pero fueron mi madre, mi abuela y mi bisabuela las que me enseñaron los secretos del lugar. Esto es un matriarcado; aunque los varones están por ahí, en estos lares mandamos las mujeres”, dice hoy, a los 62 años, muerta de risa.

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Susana no heredó la casa principal de la finca, a la que se la llevó un alud, sino un pedazo de tierra en la que solo había piedras, pasto seco y un viejo puesto de pastores, una casita de piedra con un corral para los animales, alejada de todo y de todos. Pero eso no la asustó: “Cuando murió mi tata, me fui a Volcán con una amiga. Yo estaba muy triste y, aunque ella se quedó unos días y luego se volvió a San Salvador, yo me quedé diez años. Al principio ‘comía margaritas y versos’, siempre en este lugar tan grande y difícil de trabajar, un campo abierto y piedras. Con el tiempo me dediqué a pintar, a escribir versos, a plantar árboles y así fui encontrando mi lugar”. Varios años después, en 1991, decidió transformar ese viejo puesto en una casa más cálida

Izquierda: La chimenea que mantiene el calor en su cuarto los días fríos de invierno. Arriba: Un segundo cuarto donde Susana recibe amigos y las velas iluminan por las noches. Abajo: La entrada de la cocina.

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y confortable, y así empezó a trabajar en esa construcción de más de cien años, que por aquel entonces estaba tapada por la hierba. “Un día de invierno iba caminando por el campo y me encontré con un pastor de ovejas durmiendo sobre la nieve, lo que me llamó la atención –recuerda–. El hombre estaba buscando trabajo y yo le dije: ‘Agarrá un machete y limpiá todo, sacá los yuyos’. Cuando volví, el pastor no solo había limpiado la casa, sino que también había apilado piedras, entusiasmado con el trabajo”. Así, Susana encontró un aliado y, poco a poco, fue levantando paredes con distintas piedras. Reforzaron muros, les dieron más altura a los techos y la casa quedó dividida en dos partes, con una terraza al aire libre que las conecta: en el viejo puesto armaron los cuartos y el baño, y en el espacio en donde estaban el corral y el depósito para guardar la comida de los animales, construyeron el living y la cocina. El tanque de agua potable quedó dentro de una suerte de torreón de piedra más alto, que puede verse a lo lejos.

Izquierda: Botellas que Susana fue recolectando por aquí y por allá. Abajo: La cocina, con una vista espectacular a los cerros y al estanque de agua. Derecha: El living, lleno de colores y detalles personales.

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La casa de piedra está rodeada de cerros y se ubica a orillas de un estanque de agua que se llena con el deshielo, donde los invitados de Susana pueden disfrutar de remar o nadar en verano. Allí crecen más de cincuenta especies de árboles, arbustos y plantas; especies autóctonas que ella cuida y hace crecer en su jardín, como el comino, la salvia, la lavanda, el romero, el orégano o la menta. Por dentro, la casa abunda en reminiscencias norteñas, y el amor con el que Susana la fue vistiendo se ve en cada detalle. Trajo mantas de Bolivia, que les dan un colorido inigualable al living y los cuartos, diseñó candelabros y lámparas con objetos que recolectó por aquí y por allá, y pulió los pisos con una mezcla de anilina y ferrite. “También me ayudó Gabriela, la mujer del pastor de ovejas que colaboró en la construcción de la casa. Cuando se rajó la pared del cuarto, por ejemplo, ella hizo un parche de piedritas como algo provisorio y así quedó”. Cuando cae el sol, en esta casa de Volcán se encienden las velas. Susana decidió que no quería más luz que la del día o la del fuego de la chimenea que, desde su cuarto, calienta toda la casa durante los fríos días de invierno. Como le encanta cocinar, la cocina de Susana tiene unos ventanales muy grandes que le permiten disfrutar de los cerros y del estanque de agua. Y cuando necesita provisiones, va al pueblo a caballo: “No sé manejar y aprendí a andar a caballo con mi madre, que era una muy buena amazona. Ella tiene 83 años y, si le das un caballo manso, se sube sin problema”. Susana no tuvo hijos, pero sí sobrinos –y ahora sobrinos nietos– a los que adora. Y en Volcán disfruta del encuentro con ella misma, sola y alejada del mundo. “Tengo algunos vecinos, que son todos parientes, pero como el campo es grande, estamos unos lejos de otros, aunque cada tanto nos visitamos. Acá no me relaciono con mucha gente, vivo en otro mundo, siempre fui así –explica–. A esta casa no viene mucha gente, aunque sí amigos queridos, personas que me quieren y quiero de verdad; y comparto con ellos cosas que nos gustan, como el arte o la literatura”. Para ella, en la finca están sus raíces, su historia y la de Jujuy. Y, si bien no vive todo el año en Volcán, pasa largas temporadas en la casa: “Vivo en varias partes, pero a veces Volcán me atrapa y no me deja ir”. nn

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“Quien no se ama no puede amar” En una charla con Sophia, el psicólogo Walter Riso nos explica por qué la falta de amor propio puede terminar rompiendo una pareja. por emilia suárez. foto de getty images.

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e quiero más que a mi vida”, “Te necesito como el aire que respiro”, “Sin vos la vida se me va”… ¡Cuántas veces escuchamos estas frases en las telenovelas, en las canciones, en las películas; pero también en boca de amigas, primas o conocidas! Y hasta es posible que nosotras mismas las hayamos dicho. ¿Alguna vez pensaste que tu novio o tu marido es tan maravilloso que es capaz de estar al lado tuyo a pesar de que no estés “a su altura”? Este y otros pensamientos parecidos están relacionados con la falta de autoestima, un sentimiento que nos aísla de los demás y nos impide registrar nuestras necesidades y nuestros deseos. Pero también puede tener consecuencias más peligrosas, como el maltrato físico o psicológico, o la codependencia, si enfrente hay alguien dispuesto a aprovecharse de nuestra baja estima. Por eso, el psicólogo argentino Walter Riso, que vive en México, decidió escribir un libro para advertir sobre el peligro de confundir el romanticismo con la falta de autoestima. En Enamórate de ti mismo, Riso habla de la necesidad de quererse, y de distinguir entre humildad y humillación, como condición para vivir en armonía con uno mismo y poder establecer relaciones sanas. Durante una charla con Sophia, el especialista explicó cómo la baja autoestima afecta no solo a la persona, sino también a la pareja: “Una de las actitudes más claras de las personas sin amor propio es que sienten que no merecen el amor que reciben. Entonces, lo cuestionan y dudan todo el tiempo de ese amor. En algunos casos, debido a esa incertidumbre constante, prefieren separarse. La falta de amor

propio les impide querer, porque quien no se quiere no puede entender el amor del otro. En cambio, las personas que se quieren a sí mismas crean un ecosistema que les sirve para desarrollar su crecimiento personal y social”. Más allá del camino espiritual que cada uno busque para fortalecer su autoestima, Walter Riso pretende que tomemos conciencia de que todos merecemos ser amados y que nadie debe permitir que lo maltraten, aunque le juren amor eterno. –¿Qué mecanismo hace que una persona llegue a sentir que no merece que la quieran? –En primer término, está el autoconcepto, que es lo que cada uno piensa de sí mismo. Una persona puede pensar que es hermosa e inteligente, o puede pensar todo lo contrario. Cada uno de esos calificativos es el resultado de una historia previa. Si desde chico te han dicho que eres un inútil, lo más probable es que hayas crecido convencido de que esto es así, y esa teoría dirigirá tu comportamiento en el futuro. Si crees que eres un perdedor, no intentarás ganar. El merecimiento es la capacidad que tienen las personas de crear un sistema motivacional que les sirva para el desarrollo personal. Es muy difícil amar a alguien que cree que no merece lo mejor, o que no es digno de ser amado. En las relaciones de pareja, hay personas que se cansan de tener que convencer al otro de que lo quieren. En realidad, no es fácil amar a una persona con baja autoestima. Además, como son inseguras, sufren de celos porque están convencidas de que cualquiera es capaz de arrebatarles a quien aman.

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pareja “No merece estar con nosotros quien nos hace sufrir. Cuando sientes dolor, no debes pensarlo tanto; empaca y vete”. –¿A qué peligros afectivos se exponen las personas con baja autoestima? –Hay gente que suele involucrarse en relaciones afectivas que son destructivas, porque piensan que no merecen algo mejor. Si siento que no soy querible, si tuve padres indiferentes, poco previsibles, poco afectuosos, simplemente voy a ir detrás de la primera persona que aparezca y voy estar agradecido de que me quieran. Voy a decir: “Gracias por quererme”, “Gracias por fijarte en mí”. Y lo peor es que vamos a ver estas expresiones de gratitud como actos de amor, cuando en realidad son actos de humillación. ¿Cómo “Gracias por quererme”? Una persona que tiene autoestima dice: “¡Qué suerte que tenés de estar conmigo!”. –¿Y si es el otro el que te hace sentir menos? –Si alguien va más allá de la línea roja que le marcaste, si ataca principios que no son negociables, esa persona no merece estar contigo. Que quede claro: merecemos todo aquello que nos haga crecer; no merece estar con nosotros quien nos hace sufrir. Cuando sientes dolor no debes pensarlo tanto; empaca y vete. Es fácil: si me quiero, te quiero y nos queremos. Un amor sin respeto por uno mismo no es digno. –¿Puede ocurrir que una relación de pareja sea la que destruya la autoestima de una persona? ¿Cómo nos damos cuenta de que esto es así? –El amor tiene tres componentes: el eros, que es pasión; la amistad, que hace que seamos compinches, que nos alentemos el uno al otro; y el ágape, que es la no violencia. Hay personas que entran a una relación con mucha autoestima y terminan arrastrándose porque reciben críticas constantes de sus parejas. Les dicen que no están lindas, les critican que suban de peso, cómo hablan, cómo se visten... Cuando una persona no se gusta porque está pendiente de todos estos comentarios, otra vez es el momento de hacer las valijas e irse. Algo que suele suceder en estos casos es que las personas que se sienten menospreciadas busquen amantes porque en esos espacios se encuentran con alguien que les dice que son maravillosas y que las escucha. Y vuelven de esa experiencia renovadas porque descubren que son queribles.

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–Antes hablaba de principios que no son negociables. ¿Cuáles serían los principios que defiende una persona con autoestima? –Lo que nunca pierde una persona que se quiere a sí misma es su libertad interior. Otro de los aspectos que mantiene es

que no piensa que la persona amada le da sentido a su vida, que lo define. Piensa que es un amante, un compañero de ruta en esto que es el amor. –¿Qué actitudes sirven para desarrollar la autoestima? –Considero que hay cuatro pilares que fortalecen la autoestima: primero, el autoconcepto, que implica ponerse metas alcanzables. De otra manera, surge la frustración y la autocrítica despiadada. No hay que autocastigarse ni hacer del sufrimiento un culto. Para pensar bien de uno mismo, no es necesario hablar bien de uno mismo. El segundo punto es la autoimagen, y eso implica romper con el estilismo que nos impone la moda. Cada edad tiene su encanto, y cada uno debe inventar su belleza. El tercer aspecto es el autorreforzamiento: tener una personalidad hedonista, hacerse del tiempo para darse los gustos, explorar para descubrir cosas nuevas. Conozco gente que después de veinte años cuenta los mismos chistes o se peina de la misma manera. Cuando exploramos, en el cerebro se produce un proceso de mielinización que hace que podamos aprender más cosas y es allí donde está la capacidad de sentir. Sin nuevas búsquedas, nos convertimos en constipados emocionales. –¿Y el último? –Es la autoeficacia, que es la confianza en uno mismo. Es un placer estar con una persona que se gusta, que se quiere a sí misma, que no habla mal de sí misma, que se pone metas razonables, que está contenta con cómo es y además se da gustos. Es un placer estar con una persona así. –Sin embargo, cuesta cambiar los conceptos negativos que tenemos de nosotros mismos. –Los seres humanos somos resistentes al cambio por naturaleza. Cuando configuramos un esquema negativo, nos acompañará el resto de la vida si no nos esforzamos por modificarlo. Es más, sin quererlo, haremos cosas para poner a prueba esos esquemas. Por ejemplo, si pensamos que somos inútiles, el miedo a equivocarnos nos llevará a cometer errores y confirmaremos nuestra afirmación. Es la profecía autorrealizada. En el plano de la pareja, no hay nada más incómodo que estar con una persona que todo el tiempo te dice que no es capaz. Es entonces cuando surge la codependencia y, por eso, hay personas que no se casan, sino que adoptan a la pareja. Creen que necesitan ayuda todo el tiempo porque se consideran incapaces, piensan que les va a ir mal en todo, tienen expectativas de fracaso, siempre están desesperanzadas. Cuando tienen un éxito


dicen que la tarea fue fácil y que cualquiera podría haberla hecho… ¡Qué cansancio estar con una pareja así! Uno no espera estar con alguien totalmente autosuficiente, pero no puede ser que tengas que resolverle los problemas. –¿A qué le tiene miedo una persona que no tiene amor propio? –Sobre todo, a la desaprobación social, a no ser querido o reconocido. Una persona con baja autoestima pide disculpas hasta para respirar, les cuesta decir no, es sumisa, se humilla, pasa desapercibida, pero en el fondo desea que la reconozcan. –¿Qué pasa con los hijos de una pareja en la que uno de los dos integrantes no ha desarrollado el amor propio? –Los hijos hacen más lo que ven hacer que lo que se les dice que hagan. Observan todo y absorben como esponjas. Por supuesto, las parejas en las que se vive la agresión física o el maltrato no pueden estar juntas porque son un muy mal ejemplo para los hijos. Pero también son malos ejemplos la indiferencia afectiva, una mamá que siempre dice que sí, que le tiene miedo a la pareja o que no se quiere a sí misma. Algunas veces, los hijos desarrollan un aprendizaje por compensación y en vez de imitar ese modelo, como no es prestigioso, buscan diferenciarse. Pero si los padres son figuras importantes, el chico los va a imitar y la baja autoestima será una fuente de aprendizaje. –No siempre nos estimulan en el amor propio. ¿Por qué es importante desarrollarlo? –El amor propio está en la esencia de la especie, de la vida misma. Como decía Spinoza, todo ser vivo persevera en su ser, quiere estar vivo, y ese instinto de vivir, de autoconservación, se reafirma en el proceso de socialización. Si no lo tenemos, terminaremos negociando con principios que no son los que queremos. El amor propio consiste en no aislarse, en estar con otros, pero siempre reconociendo que soy tan importante como los demás. nn

Un cambio que vale la pena En su libro Enamórate de ti mismo, Riso enumera las ventajas de desarrollar una buena autoestima o de “quererse contundentemente a sí mismo”, como él lo expresa: • Incrementar las emociones positivas: Nos alejaremos de la depresión y de la tristeza y nos acercaremos a alegría y a las ganas de vivir mejor. • Alcanzar niveles de mayor eficacia: No nos daremos por vencidos con facilidad y nos sentiremos capaces. • Relacionarse mejor con las personas: Al ser los principales jueces de nuestras conductas, no le tendremos miedo al ridículo y tomaremos las críticas objetivamente. • Amaremos tranquilamente: Dependeremos menos de nuestra pareja y de nuestros amigos y estableceremos vínculos más equilibrados, sin el terrible temor de perderlos. • Seremos más autónomos: Nos sentiremos más libres y seguros a la hora de tomar decisiones.

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Escritora y profesora de Literatura Nació en Génova, pero proviene de una familia de la isla de Cerdeña, donde vive hasta hoy. Tiene 53 años. Escribió La mujer en la luna, que vendió más de un millón de ejemplares, y a esa novela le siguieron El mejor mundo posible, La imperfección del amor y Mientras duerme el tiburón. Sus obras se tradujeron a veinticinco idiomas.


“La verdadera Milena se queda en casa” Sus novelas cuentan historias de mujeres llenas de vida, deseos y esperanza. Más allá del éxito, ella no cambia por nada su vida en Cagliari, donde da clases de Literatura y vive rodeada de sus afectos y de los placeres más sencillos. por agustina rabaini.

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na presentación en primera persona de esta exitosa escritora italiana podría comenzar así: “Existen dos Milena Agus: una que se va de gira por Europa para promocionar los libros y a la que los lectores y editores le dicen que las novelas han tenido mucho éxito, y una segunda, la verdadera, es decir, yo, que en el fondo se considera una perdedora según la norma de la vida establecida”. La frase hace pensar rápidamente en Milena como una mujer cercana, plena de humanidad, y así exactamente se la escucha hablar detrás de sus personajes con una prosa que revela un gran sentido del humor y una imaginación que la llevaron a conquistar a más de un millón de lectores solo en España, Italia y Alemania. Con cinco novelas cortas publicadas, comenzando por La mujer en la luna –la primera que fue editada en nuestro país–, la escritora nos sumerge en un universo que la atrae especialmente y que conoce muy bien: el de las mujeres y sus anhelos más profundos. Con los ojos bien abiertos, Milena toma rasgos de su personalidad para construir sus personajes femeninos y, a partir de allí, narra historias de mujeres que aman, esperan, ríen y sufren por igual. Para conocerla mejor, solo habrá que agregar que, más allá del éxito editorial que alcanzó, Milena sigue viviendo en la ciudad de Cagliari, en la isla de Cerdeña,

y va todos los días a dar clases a un Instituto de Formación Profesional donde se gana la vida como profesora de Literatura. Ante ella, estamos frente a una mujer parecida a muchas otras, con la diferencia de que ella se tomó muy en serio la gran ventana al mundo que le abría la literatura. Y hacia allí se lanzó, para vivir otras vidas en las que se siente “más a salvo y más feliz”, o más entretenida y con permiso para vivir grandes fantasías, lo que no es poco. “A lo largo de la vida, los libros me salvaron”, dice ella. Y a la joven protagonista de Mientras duerme el tiburón, que se refugia en la escritura y la lectura, le hace decir: “Cuando el mundo de aquí no me gusta, me traslado al mío”. Milena Agus se identifica mucho con esa manera que tienen sus personajes de escaparse de a ratos de la rutina de todos los días, y explica al respecto: “Escribir permite vivir otras vidas y encontrar soluciones, dada la omnipotencia de quien escribe, frente a las situaciones en las que se siente impotente en la realidad”. Quizá por esa certeza y esas ganas de imaginarse a sí misma viviendo otras posibilidades es que, en sus historias de amores y desamores, lo que mejor hace es bucear en la imperfección de las relaciones humanas y celebrar ciertas torpezas, errores o fallas humanas que le permiten entender mejor o seguir aprendiendo mucho. “Lo que yo creo –explica– es que las cosas no son feas o bellas en sí mismas, sino que depende de cómo las

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veamos. La verdad es que me resulta más fácil definir a las personas por sus defectos que por sus virtudes; aprecio especialmente las debilidades de todos nosotros”. Y entonces, como en un salto necesario a los años en los que todo comenzó, en la infancia, Milena cuenta cómo comenzó a llenar cuadernos, hasta convertirse en escritora: “Desde pequeña, cuando algo me impactaba –cuenta en diálogo con Sophia desde Italia–, enseguida escribía uno de esos textos que en la escuela primaria llamaban pensierinos (pensamientos). Tenía un diario íntimo y, más tarde, hasta casi los 30 años, escribí poesías, un volumen con linda caligrafía y tapa dura. Lo que recuerdo de esos versos es que eran feos y tristes, deprimentes (se ríe). La única poesía que se salva es la que le hago escribir a la abuela en La mujer en la luna. Más tarde, escribí cuentos y después de los 40 años terminé mi primer libro, Mientras duerme el tiburón, que al principio era una recopilación de cuentos y luego armé la novela a partir de la recopilación de los personajes de los distintos cuentos. –¿Cómo recordás tu infancia y tu adolescencia en Génova y Cerdeña? –Tengo bellísimos recuerdos de los primeros años en Génova, donde nací, del mar y de esa luz tan particular… Después vino el dolor por el desarraigo del traslado a Milán. En definitiva, también Milán me parecía preciosa y también allí fui feliz. Recuerdo especialmente una vez que mamá, para consolarme, me llevó a Motta y descubrí el chocolate caliente. Más tarde, cuando tenía 9 años, nos fuimos a Cerdeña, de donde eran mis padres. En fin, tuve la suerte de vivir en lugares maravillosos, pero el gran dolor eran los traslados… De ese ir y venir me quedó el terror a las despedidas. Finalmente, durante la adolescencia, siempre me estaba riendo y aparentaba estar alegre, pero en realidad fue una etapa difícil porque empecé a enamorarme y todos mis amores terminaban bastante mal. –¿Cómo es un día en tu vida hoy? –En general, me despierto temprano y hago las tareas de la casa antes de ir a dar clase a la escuela, y a la tarde me turno con un asistente para estar con mi mamá, que está viejita y enferma. Durante el día o la noche, también me entrego a otros placeres y trato de estar con mis seres queridos, leo y escribo, aunque no lo logro todos los días. Al que extraño siempre es a mi hijo, Marco, que es pianista de jazz y viaja por el mundo, pero igual tratamos de estar en contacto. A mi hijo lo adoro; un amigo mío me toma el pelo y siempre me está preguntando: “¿Cómo está marcomundo?”, en referencia a lo importante que es Marco para mí.

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–¿El éxito cambió tu vida de alguna manera? –No diría que haya cambiado mi vida. La Milena Agus exitosa me parece otra Milena, que sale por ahí, mientras

“Me resulta difícil explicar qué tiene de fascinante el mundo femenino, pero tal vez sea esa manera que tenemos de entrar en confianza”. la verdadera se queda en casa. Desde el punto de vista económico, la verdad es que fui rica por un tiempo breve, porque pocos meses después del éxito de La mujer en la luna, mi mamá se enfermó gravemente y todas las fuerzas económicas estuvieron dedicadas a ella, lo cual está bien; menos mal que tuvimos la posibilidad de afrontarlo. Desde los otros puntos de vista, tampoco creo que haya cambiado nada: sigo vistiendo de la misma manera, no voy a restaurantes caros y me siguen gustando las mismas cosas sencillas. –¿Por qué seguís dando clases de Literatura e Historia en Cagliari? ¿Cómo vivís ese trabajo después de tantos años? –Bueno, no haría nunca la tontería de abandonar el trabajo pensando solo en escribir libros. En el fondo, soy sensata, sé que el éxito es efímero y que hoy mis libros gustan a los lectores y mañana puede pasar que no les gusten más. Además, es lindo tener una vida normal, con esa seguridad o tranquilidad que te da un sueldo fijo. De esa manera, escribir sigue siendo solo un placer y no un deber que me permite llegar a pagar las cuentas a fin de mes. –¿Qué representa Cagliari en tu vida y qué apreciás especialmente de ese lugar? –Como mis padres emigraron desde Cagliari a Génova, donde nací, cuando fui creciendo con sus relatos sobre Cerdeña, tenía la imagen de que Cagliari era la tierra prometida, un lugar mítico, un paraíso en la tierra. Por suerte, cuando estaba en quinto grado de la escuela elemental, nos mudamos aquí. De inmediato, me pareció un lugar bellísimo. Me gusta la oscuridad de sus callejones estrechos que, de pronto, se abren al mar y el cielo azul. Cagliari es para mí una ciudad luminosa, muy peculiar por su posición vertical. –En una entrevista anterior, dijiste: “No podemos escapar del tiempo que nos ha tocado vivir”. ¿Cómo se refleja esa idea en tu escritura? –Escribo historias de nuestro tiempo, porque en el fondo, si bien la historia me gusta mucho y la estudio para enseñarla, mi tiempo es el único que conozco. La única excepción es la historia de La mujer en la luna, que está


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a solas

ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Para ese libro fueron muy inspiradoras las historias de otros tiempos que me contaban mi mamá y mi padre. –¿Qué encontrás de fascinante en el mundo femenino para volver a él en cada una de las historias? –Al formar parte del mundo femenino, me resulta difícil explicar qué tiene fascinante, pero tal vez sea esa facilidad que tenemos de establecer relaciones, esa manera que tenemos de entrar en confianza. Eso es quizá lo que más nos distingue de los hombres. –¿Tus personajes hacen lo que no te atrevés a hacer, como señalaste alguna vez? –Mis narradoras son siempre muy jóvenes y se sienten libres para pensar y opinar. Tomar la voz de estas chicas me permite decir cualquier cosa, incluso arriesgada, irreflexiva, absurda, porque a las jovencitas a menudo se les perdona cualquier disparate. A una voz narradora adulta, indudablemente no.

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“No haría la tontería de abandonar mi trabajo de profesora. En el fondo, soy sensata; sé que el éxito es efímero”. –¿Desde cuándo dirías que ejercitás el arte de saber aprovechar y celebrar las pequeñas cosas y detalles de la vida? –Siempre pensé que lo que soñamos y la realidad estaban en conflicto, pero ahora creo que la felicidad se basa en aceptar y encontrar un equilibrio entre ambos. Nos pasamos la vida buscando y yo he alcanzado el punto de solo desear que se mantenga lo que voy consiguiendo. A celebrar los detalles de la vida todavía estoy aprendiendo… ¡Aún tengo mucho camino por recorrer! nn


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estilo campo

Camisa animal print de seda ($289, Americanino) y pantal贸n engomado ($690, Chocolate). Aros de plata ($220, La Cueva), collar de plata con piedras (Card贸n) y cartera (Jackie Smith).


Regreso al Far West Prendas y accesorios de inspiraci贸n country se fusionan en esta propuesta para lograr un estilo con personalidad. Gamuza, denim, cueros y transparencias son la consigna. estilismo: anita noseda. fotos: carolina zancolli.


estilo campo Camisa clásica de denim liviano ($590, Allô Martinez), remera básica (($398, Las Oreiro) y pollera de gamuza en tres tonos ($644, Ayres). Cinturón con apliques de bronce ($640, La Cueva), aros circulares ($105, Mai Cassal), pulsera de cuero con piedras ($210, Mai Cassal) y sombrero de gamuza ($365, Cardón).


Chaleco de pa単o en negro, camel y beige ($800, Jazmin Chebar). Aros dorados y pulseras ($95 y $120 c/u, Mai Cassal).


estilo campo Pollera rayada con cintur贸n ($895, Amores Trash Couture) y remera b谩sica ($210, All么 Martinez). Botas de ca帽a alta ($680, Josefina Ferroni), cartera de gamuza ($300, Anne Bonny) y argollas plateadas ($225, La Cueva).


Camisa de seda ($749, Chocolate) y calzas ($154, Estancias). Sombrero de cuero gastado ($199, Card贸n), aros ($80, La Cueva), colgante ($185, Amores Trash Couture) y pulseras de bronce ($120 c/u, Mai Cassal).


estilo campo Su茅ter con detalles de gamuza ($590, Ayres), pantal贸n tipo calza, con cuero ($349, Americanino). Botas con flecos ($849, Viamo), sombrero de carpincho ($689, Card贸n), cartera de cuero y gamuza ($490, Anne Bonny) y colgante con apliques ($185, Amores Trash Couture).


Campera de cuero (Chocolate) y remera clรกsica ($128, Rie). Cinturรณn bordรณ con hebilla dorada ($120, Luna Garzรณn), collar con colgante ($120, Luna Garzรณn) y poncho.


estilo campo Camisa de seda gris con flecos ($785, Amores Trash Couture) y calzas s铆mil cuero ($450, All么 Martinez). Botas con aplique ($1170, Amores Trash Couture), aros dorados con piedra ($450, La Cueva) y anillo ($190, Mai Cassal).


Maquilló: Gabriela Donaire para Estudio Novillo con productos Yves Saint Laurent. Asistente de estilismo: Luli Risso. Asistente de fotografía: Inés Duacastella. Peinó: Felicitas Roccarivarola para Clara Luelmo. Agradecimiento: www.polomatch.com.ar

Calzas elastizadas ($154, Estancias Chiripa) y camisa de gasa estampada ($749, Chocolate). Sombrero de cuero gastado ($199, Cardón) y aros ($80, La Cueva).


estilo texturas

El reptil en su versión más chic Inspirado en la naturaleza, este diseño adopta los colores del invierno y reivindica su vigencia. En prendas de líneas clásicas, impone una discreta elegancia. estilismo: julieta cuevas. fotos: martín pisotti.


Camisa de gasa estampada ($675, Jazmin Chebar), top de organza (Evangelina Bomparola) y pollera de cuero metalizado con cierres ($548, Ayres).


estilo texturas

Tapado de pa単o, camisa de seda ($2680 y $1260, Garza Lobos) y calza con estampa de reptil engomada ($349, Rapsodia). Botas de piel de vaca con estribos ($1280, Vitamina).


Camisa de seda con pespuntes en los hombros ($750, Chocolate). Cartera combinada (Jackie Smith).


estilo texturas

Blazer de crĂŞpe de lana, remera de punto tipo red ($1586 y $226, Giesso) y calza tejida estampada ($565, Jazmin Chebar). Sobre combinado ($730, Anne Bonny).


Saco de paĂąo con cuello y bolsillos en cuero estampado sĂ­mil reptil (Jackie Smith).


estilo texturas

Remera de algod贸n estampado ($238, AY Not Dead), camisa con cuello en contratono ($498, Vitamina), saco de pa帽o ($1299, Lacoste) y jean con lavado oxidado ($410, Tucci).


Vestido de gamuza con mangas tres cuartos ($598, Giesso). Cartera de charol estampado con herraje plateado ($2540, Jackie Smith) y abotinados de cuero combinado ($1199, Paruolo).


estilo texturas

Tapado de lana con botones dorados ($1598, Uma), camisa de seda con bolsillos ($580, Paula Cahen d’Anvers) y jean con estampa engomada ($748, AY Not Dead). Cinturón de charol y botas negras cortas de cuero combinado (($280 y $1250, Josefina Ferroni).


Maquill贸: Sol Carreras para Estudio Novillo con productos Yves Saint Laurent. Pein贸: Gabriel Vega para Lite Hair and make-up con productos Redken.

Blazer con estampa en l煤rex ($460, Rie), su茅ter calado ($458, Ayres) y jean estampado ($589, Rapsodia).


estilo femenino

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Izq.: Vestido de crĂŞpe estampado ($1100, Vero Alfie). Mocasines de gamuza ($745, Huija) y cadena con colgante ($150, Mai Cassal). Der.: SuĂŠter de lana (Etiqueta Negra) y camisa blanca ($490, Cacharel). Cadena con dije circular ($32, Isadora).


Una nueva armonía Las colecciones de esta temporada se destacan por propuestas súper versátiles. Gasas, sedas y algodones se hacen presentes en prendas tan clásicas como femeninas. Los accesorios realzan un estilo siempre vigente. estilismo: julieta cuevas. fotos: soledad allami.

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estilo femenino

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Blusa de gasa con pintitas y ribetes de terciopelo ($490, Clara Ibarguren). Aros de perlas ($139, Luna Garz贸n).


Suéter tejido y pollera de crêpe de seda (Zito). Chal de lana ($220, Paula Cahen d’Anvers), anteojos retro ($420, Carla Di Sí) y mocasines ($745, Huija).

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estilo femenino

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Camisa a lunares ($190, Yagmour) y jean en denim oscuro ($452, Tucci). Mocasines con taco ($689, BlaquĂŠ).


Camisa de seda natural con pu帽os y cuello negros, y calzas engomadas ($796 y $296, Giesso). Aros de perlas ($139, Luna Garz贸n).

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estilo femenino

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Blazer de lana ($1320, Ayres), camisa de seda con detalles en negro ($1290, Bully) y jean elastizado ($480, Paula Cahen d’Anvers).


Remera cl谩sica ($439, Lacoste) y pollera larga de cr锚pe ($400, Clara Ibarguren). Abotinados de gamuza y charol ($570, Grimoldi), y aros dorados ($22, Isadora).

Maquill贸: Nadia Varela para Estudio Novillo con productos Yves Saint Laurent. Pein贸 Gabriel Vega para Lite Hair and make-up con productos Redken. Agradecimiento: www.campolosfresnos.blogspot.com


belleza

Los colores del invierno Te presentamos cuatro estilos de maquillaje que se imponen esta temporada. Solo tenés que elegir el que mejor se adapta a tu estilo. por juana aguirre. foto mondadori photos.

Día y noche Simple y destinado a resaltar la belleza natural de cada mujer, este look es ideal para quienes elijan estar maquilladas todo el día sin que se note. Para lograrlo, hay que combinar la gama de los tonos tierra de una forma muy sutil. Dentro de este estilo, los ojos cobran protagonismo y se destacan con sombras marrones y doradas, que deben combinarse bien para dar profundidad a la mirada. El toque final lo aporta la máscara de pestañas negra. También se resaltan los pómulos, con rubores en tonos malva. En cambio, la boca pasa a un segundo plano. Solo hay que darle brillo al color natural y realzar el volumen. Para sumar color, se pueden utilizar labiales con un leve toque perlado. Base de maquillaje líquida efecto natural Ideal Shade ($75, Avon).

Máscara de pestañas negra con espejo incorporado Le Noir G ($280, Guerlain). Rubor en polvo Phot Ready ($98, Revlon). Sombras y brillo Garden Clutch ($435, Dior).

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Brillo para labios Add Ultra Gloss ($184, Dior).


Rouge Sérum ($205, Dior).

Brillo larga duración Kiss Kiss Gloss ($175, Guerlain).

Cómo lograr un delineado perfecto El secreto está en el producto que elijamos y en nuestra habilidad para usarlo. La versión líquida es la más precisa, pero hay que tener buen pulso para aplicarla. Los delineadores que vienen en gel o crema logran el mismo resultado y son más sencillos de aplicar. El lápiz, clásico pero efectivo, es el más indicado para principiantes. Los delineadores en polvo son excelentes, aunque solo para las más prolijas.

Azul profundo Fuerte, definido y para mujeres que quieran innovar, este estilo es otra propuesta del otoño-invierno: un homenaje a las grandes actrices de la época dorada del cine norteamericano. El foco está puesto en los ojos, que se destacan con un delineador líquido azul Francia en un párpado totalmente despejado. Por su parte, la máscara se aplica solo en las pestañas superiores. A modo de contraste, la piel de la cara se maquilla con una base de efecto pálido, para mostrar una textura mate. Los labios quedan semiborrados, hidratados, y con un toque de la misma base.

Cuarteto de rubores Le Prisme Blush Glow Lune Rosée ($275, Givenchy).

Lápiz delineador para ojos Magic Khôl 16 Eye Liner Marine Blue (Givenchy $170).

Máscara arqueadora para pestañas Una ($98, Natura).

Base de maquillaje larga duración Teint Idole Ultra 24H ($320, Lancôme).

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belleza Máscara para pestañas Diorshow New Look ($209, Dior).

glamour años cuarenta Otra versión que evoca el estilo glamoroso de las grandes estrellas de Hollywood de los años cuarenta. ¿El toque distintivo? Una base pálida o casi imperceptible, que contrasta con los labios, muy destacados en tonos rojos brillantes o corales. Para que el efecto resulte más teatral aún, lo recomendable es aplicar el labial con pincel o simplemente con suaves toques de los dedos. Como un homenaje a Bette Davis, las cejas también se destacan para que luzcan bien marcadas y definidas. Una sugerencia: las que quieran acentuar esta propuesta pueden delinear los labios con un lápiz en el mismo tono del labial. Debe quedar bien difuminado hasta mezclarse con el color, para que no se note, pero dando marco a la boca.

Sombras Ombres 5 Lumières ($365, YSL). Sombra para ojos Color Infallible ($60, L’Oreal).

Brocha Blush Brush ($86, Revlon).

Polvo iluminador con efecto radiante y tornasolado Meteoritos Cruel Gardenia ($295, Guerlain).

Base de maquillaje Liftactiv Flexilift Teint (Vichy).

Lápiz labial color cereza Color Sensational lipcolor ($45,76, Maybelline).

Rubor de larga duración Maison Lancôme ($375, Lancôme).

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Base fluida de maquillaje Una, con efecto natural ($95, Natura).

PALETA NATURAL En este maquillaje, despojado y fresco, no se utilizan bases cremosas ni rubor. Estos se reemplazan por polvos volátiles en tonos tierra o tonalizadores que realzan el rostro con naturalidad. Para esparcir en forma pareja y uniforme estos productos, hay que usar un par de brochas de buena calidad. En los ojos, la sombra es una combinación de tonos tierra –la mezcla justa de dorados y grises– que simulan el claroscuro natural del párpado. Pequeños toques de naranja –el color de la temporada– otorgan un aspecto ahumado a la mirada. El delineado no existe y la máscara para pestañas es muy tenue. Los labios son el toque final, esta vez pintados en la gama de los carmines, que siguen vigentes. ¿El secreto? Aplicar el rouge con el dedo, para que se revele la textura natural de la boca. La idea es lograr un labio teñido, no recargado ni pesado.

Delineador en gel Lasting Drama ($51,99, Maybelline New York).

Lápiz labial color rubí Ultra Color Rich ($50, Avon).

Máscara para pestañas Supershock ($70, Avon).

Trío de sombras 3 Couleurs Smoky ($275, Dior).

Base correctora Toleriane Teint (La Roche-Posay).

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sabores

a puro Pescado El pescado no tiene por qué ser exclusivo de ciertas épocas del año. Te damos recetas riquísimas y súper variadas para que nadie en tu familia pueda decir que no le gusta. por pía fendrik. fotos de ángela copello.

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Anchoas salteadas Ingredientes: 12 anchoas 1 taza de salsa de soja 2 cdas. de salsa teriyake ½ taza de aceite de oliva 1 cda. de salsa de pescado 1 diente de ajo Jugo de 2 limas 1 atado de perejil 2 batatas

Atún rojo a la plancha Preparación: Mezclar la salsa de soja, la salsa teriyake, el aceite de oliva, la salsa de pescado, el diente de ajo machacado, el jugo de lima y el perejil picado. Rociar sobre los pescados ya limpios y reservar en la heladera durante 2 horas. Cocinar sobre una plancha bien caliente durante 5 minutos de cada lado y rociar con la marinada. Acompañar con chips de batata.

Ingredientes: 1 kg de atún rojo Sal Pimienta 1 taza de salsa teriyake ½ taza de aceto 2 cdas. de azúcar 2 echalotes 1 ramita de tomillo Variedad de hongos frescos y secos

Preparación: Condimentar el pescado con sal y pimienta y untar con la salsa teriyake. Cocinar sobre una plancha caliente

durante 5 minutos de cada lado. Debe quedar cocido en el exterior y crudo en el interior. Colocar el aceto junto con el azúcar al fuego durante 5 minutos hasta que la salsa espese. Picar los echalotes y saltear hasta que estén apenas doradas. Agregar el tomillo y los hongos frescos. Cocinar hasta que estén dorados. Agregar los hongos secos previamente hidratados y picados. Cocinar 5 minutos más. Condimentar con sal y abundante pimienta.

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sabores

Merluza envuelta en masa hojaldrada Ingredientes: 4 filetes de merluza Sal y pimienta 2 cdas. de harina 2 puerros 1 zanahoria ¼ vaso de vino blanco 2 cdas. de mostaza de Dijon 2 tapas de masa hojaldrada rectangulares 1 huevo Preparación: Secar muy bien los filetes con papel de cocina. Salpimentar y pasar por harina. Picar el puerro y rallar la zanahoria. Calentar una sartén

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y agregar un chorrito de aceite de oliva. Agregar los puerros, salar y saltear hasta que estén tiernos. Agregar la zanahoria y cocinar 3 minutos. Desglasar con el vino y dejar cocinar hasta que se evapore el líquido. Untar la superficie del pescado con la mostaza. Agregar una cucharada de la preparación de verduras. Cortar la masa hojaldrada por la mitad y colocar un filete en el centro de la masa. Cortar los bordes que sobresalen en tiras al bies y doblar estas sobre el pescado. Pincelar con huevo batido. Llevar al horno fuerte durante 15 minutos.


Croquetas de gatuso Ingredientes: 1 kilo de gatuso 2 litros de caldo de pescado o de verdura 1 cda. de pimienta verde en grano 1 cda. de semillas de coriandro Sal y pimienta Jugo de limón Ralladura de 1 limón 1 atado de cilantro 100 g de queso parmesano rallado 1 taza de salsa blanca espesa 2 huevos Pan rallado, cantidad necesaria

Preparación: Cocinar el pescado en el caldo junto con la pimienta y el coriandro hasta que esté cocido. Retirar y desmenuzar. Condimentar con sal y pimienta, unas gotas de jugo de limón, la ralladura de limón, el cilantro picado, el queso rallado y la salsa blanca (fría). Integrar todo muy bien y llevar a la heladera tapado durante 1 hora. Hacer bolitas y pasar por huevo y pan rallado. Llevar de nuevo a la heladera durante 1 hora. Freír en abundante aceite caliente.

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sabores

Tiradito de salmón y lenguado Ingredientes: 200 g de salmón rosado fresco 200 g de lenguado fresco Sal Pimienta 1 maracuyá Jugo de ½ limón ½ taza de aceite de oliva 1 chile picado sin semillas 6 hojas de menta picadas

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Preparación: Cortar el pescado en finas láminas y disponer en dos filas en un plato. Condimentar con sal y pimienta. Cortar el maracuyá a la mitad, extraer la pulpa y colar para descartar las semillas. Preparar una vinagreta con el jugo de maracuyá, el jugo de limón, el aceite, el chile y la menta. Rociar el pescado con esta vinagreta. Mantener en la heladera hasta el momento de servir.


Pie de atún

Preparación: Picar todas las verduras. Calentar una sartén grande y agregar un buen chorro

de aceite de oliva. Incorporar la cebolla y salar. Agregar el ají molido. Cocinar hasta que esté transparente. Incorporar luego el apio y los morrones. Cocinar durante 5 minutos. Agregar la zanahoria y las aceitunas. Cocinar durante 10 minutos. Incorporar el atún y el perejil picado, mezclar y retirar del fuego. Condimentar con sal y pimienta Forrar 6 moldes individuales altos. Rellenar con la preparación de atún a temperatura ambiente y cerrar con la masa. Presionar sobre los bordes y pincelar la superficie con huevo. Cocinar a temperatura alta durante 20 minutos o hasta que estén dorados.

Agradecimientos: Enseres Bazar, El Salvador 5986.

Ingredientes: 3 latas de atún 1 cebolla 1 cda. de ají molido 2 ramas de apio 1 morrón rojo 1 morrón amarillo 2 zanahorias 10 aceitunas negras 1 atado de perejil 12 tapas para empanadas o masa casera

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mundo creativo

Femenina y urbana La nueva propuesta de Paula Cahen d’Anvers es una tentación para los días fríos: urbana y sofisticada, resulta femenina y descontracturada a la vez. Entre las prendas se destacan las maxifaldas tubo, los vestidos de lana, el clásico pantalón smoking con su pollera pencil, chaleco y saco, y tapados para realzar el estilo de cada conjunto.

Ayer, hoy y siempre Para la temporada otoño-invierno, Chocolate presenta una colección inspirada en la historia de sus treinta años. Las prendas muestran un mix de las viejas tendencias con las actuales, a la vez que conservan el inconfundible estilo de la marca.

Glam rock Inspirándose en el rock de los años setenta, este invierno Kosiuko apuesta al cuero, a los brillos para la noche y al streetstyle con un estilo sofisticado. Cada prenda se destaca por su diseño, su textura o su color.

Para soñar mejor La nueva línea de conjuntos Rayado Melange de Caro Cuore es ideal para mujeres simples y soñadoras que se dejan llevar por sus emociones. Los diseños parten de una estética artesanal y romántica, con tonos suaves que aportan un toque de color.

Con diseño práctico y textura deliciosa, el lápiz labial Shine Automatique de Guerlain permite jugar con el color en doce tonos diferentes. Ideal para mujeres versátiles, que disfrutan de cambiar de look, ofrece una textura fina que se funde con la piel y logra una hidratación perfecta.

Elegancia invernal Este año la pasarela de Lacoste exhibe tres estilos diferenciados: College, Psicodélico y Bien inglés, dentro de los cuales se combina la sofisticación de su línea Club con el toque más urbano del Sportswear. Hay cálidos abrigos, vestidos cómodos y sentadores, suéters tejidos y pantalones de jersey o algodón ultraslim para destacar la figura.

Tiempo de jugar mujeres en foco

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Labios suaves y coloridos

En el marco del BafWeek, Cadbury presentó “Chocolovers”, la muestra de fotos inspirada en la pasión de las mujeres por el chocolate. ¿Las elegidas? Diez referentes de la moda local, como Regina Kuligovsky, Cora Groppo, Julieta Cardinali y Leonora Balcarce.

La colección de Grisino para este invierno se basa en las ideas fuerza de la marca: el juego, los amigos, el arte y el color. “En esta campaña intentamos contar historias y capturar los momentos de juego infantil donde todo se vuelve mágico y real”, dijo Coni Dietrich, fotógrafa de la firma.


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mundo creativo

El espíritu de la moda

Mujer activa

Tucci presentó su colección otoño-invierno 2012 con un evento en la galería de arte Braga Menéndez. Allí los invitados disfrutaron de buena música, un desfile a cargo del estilista Andrés Pastor y la actuación en vivo de la artista plástica La Wife. Ella intervino las paredes de la galería con una obra inspirada en la colección de la marca, su paleta de colores y su espíritu.

Junto con su embajadora, Verónica Lozano, Rexona Women presentó Clones, su última campaña. Siguiendo la idea del comercial de TV, la marca decidió “clonar” a Vero, quien en compañía de sus “clones” realizó una divertida performance acerca de la capacidad que tenemos las mujeres de multiplicarnos y cumplir con lo que queremos hacer durante todo el día.

En defensa del medio ambiente Weleda, la compañía de cosmética natural y orgánica, decidió apoyar la iniciativa de la ONG Banco de Bosques para salvar los bosques nativos de la selva misionera que se encuentran bajo amenaza de ser vendidos a desmontadores. Además, la empresa trabaja en el proyecto Caa Porá para proteger al yaguar o yaguareté, especie en extinción.

Modernidad y confort Con su habitual impronta de originalidad, innovación y tendencia, Converse volvió a reinventarse con una línea de calzado llamada Remix. La colección recrea una línea clásica anterior, con materiales más novedosos y un mayor confort, reflejado en las suelas livianas que protegen del calor y del frío.

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Sofisticación francesa El encanto de la Ciudad Luz es la apuesta primordial de la colección de la marca de indumentaria Naima. Diseñadas para mujeres elegantes, las prendas realzan las formas y logran una versatilidad que permite que puedan usarse tanto en una fiesta como en un cóctel, un almuerzo o un té con amigas.

Piel radiante

Pelo saludable

Lo que ellos quieren

Para combatir el envejecimiento de la piel, los laboratorios farmacéuticos La Roche-Posay lanzaron Redermic, un corrector dermatológico antiarrugas intensivo, indicado para rostro y cuello.

Ahora podés recibir el asesoramiento de los mejores estilistas, conocer el diagnóstico de tu pelo y realizar tratamientos con productos de manera gratuita en el Pantene Institute, un espacio que une ciencia y belleza en pleno corazón de Palermo (Gurruchaga 1490).

Natura presenta Homem, una nueva línea desarrollada para los hombres que valoran la simplicidad en el cuidado personal diario. La nueva propuesta incluye productos para la higiene diaria, para afeitarse, para cuidados específicos y de perfumería.


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direcciones

sophia Allô Martinez: Honduras 4725. Paseo Alcorta. Alto Palermo. El Solar de la Abadía. Americanino: En Falabella. Amores Trash Couture: Ángel Carranza 1979. Anne Bonny: El Salvador 4719. AY Not Dead: Soler 4193. Parera 175. Paseo Alcorta. Ayres: Alto Palermo. Paseo Alcorta. Galerías Pacífico. Unicenter. Blaquè: Av. Santa Fe 1601. Galerías Pacífico. Dot Baires Shopping. Unicenter. Bully: Guatemala 4533. Cacharel: Paseo Alcorta. Patio Bullrich. Alto Palermo. Cardón: Av. Alvear 1750. Alto Palermo. Dot Baires Shopping. Carla Di Sí: Gorriti 4660. Casa Dulce Hogar: casadulcehogar. blogspot.com/ Chocolate: Honduras 4928. Paseo Alcorta. Alto Palermo. Patio Bullrich.

Clara Ibarguren: Av. Santa Fe 1336. Paseo Alcorta. El Solar de la Abadía. Enseres Bazar: El Salvador 5986. Estancias: Av. Santa Fe 1192. Unicenter. Etiqueta Negra: Paseo Alcorta. Evangelina Bomparola: Av. Alvear 1923. Garza Lobos: Av. de Mayo 1410, 2º piso derecha. Giesso: Av. Santa Fe 1557. Libertad 1673. Florida 977. Arce 965. Tucumán 117. Alvear 401, Martínez. Dot Baires Shopping. Unicenter. Las Palmas del Pilar. Tortugas Open Mall. Grimoldi: Alto Palermo. Dot Baires Shopping. Abasto Shopping. Paseo Alcorta. Galerías Pacífico. Huija: Armenia 1806. Isadora: Arenales 1380. Armenia 1789. Av. Córdoba 920. Av. Santa Fe 2727. Cabello 3621. La Pampa 2114. Cuenca 3133. Dot Baires Shopping.

Jackie Smith: Gurruchaga 1660. Paseo Alcorta. Galerías Pacífico. Janet Wise: Patio Bullrich. Jazmin Chebar: El Salvador 4702. Paseo Alcorta. Patio Bullrich. Josefina Ferroni: Armenia 1687. La Cueva: Av. Alvear 1883. Ugarteche 2991. Lacoste: Gurruchaga 1637. Paseo Alcorta. Patio Bullrich. Alto Palermo. Galerías Pacífico. Las Oreiro: Honduras 4780. Luna Garzón: Libertad 1185. Mai Cassal: Uruguay 1282. Paruolo: Av. Santa Fe 1544. Alto Palermo. Abasto Shopping. El Solar de la Abadía. Galerías Pacífico. Unicenter. Paula Cahen d’Anvers: Honduras 4888. Paseo Alcorta. Patio Bullrich. Alto Palermo. Galerías Pacífico. Unicenter. Rapsodia: Patio

Bullrich. Paseo Alcorta. Galerías Pacífico. Unicenter. Patio Olmos Shopping, Córdoba. Rie: El Salvador 4727. Santesteban: Galería Promenade, Av. Alvear 1883, local 44. Sofi Martiré: Uruguay 1250. Cabello 3646. Tucci: Alto Palermo. Abasto Shopping. Del Parque Shopping. Devoto Shopping. Calle 9 Nº 824, La Plata. Plaza Oeste Shopping. Bahía Blanca Shopping. Uma: Alto Palermo. Paseo Alcorta. Galerías Pacífico. Patio Bullrich. Vero Alfie: Tienda Tres, Armenia 1655. Viamo: Av. Rivadavia 5127. Av. Córdoba 4400. Aguirre 794. Vitamina: Av. del Libertador 788. Paseo Alcorta. Alto Palermo. Galerías Pacífico. Yagmour: Abasto Shopping. Alto Palermo Shopping. Unicenter. Zito: Galería Promenade, Av. Alvear 1883, local 7.

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