mamaluna
doce maneras de ser mamรก
Mamaluna, doce maneras de ser mamå. Š 2009. Mercedes Dellatorre.
Desde tiempos inmemoriales se ha vinculado a la luna con la naturaleza femenina y la maternidad. La luna, tanto como la mujer, poseen redondeces, son receptoras, misteriosas y cíclicas. La luna, tanto como la mujer, elijen los rincones oscuros para ofrecer su manto de afecto y protección. La luna recibe la luz del sol y lo refleja en sus hendiduras iluminando el cielo nocturno. La mujer recibe al hombre en su interior y permite ser fecundada ofreciendo su cuerpo para el advenimiento de sus crías. La luna, tanto como la mujer, posibilitan un mundo más silencioso, emocional, corporal, amable y sutil. Todos alguna vez hemos estado en medio de la naturaleza una noche de luna llena y hemos asistido a un espectáculo de misterio y belleza sin igual. Todos alguna vez hemos observado a una mujer amamantando a su hijo recién nacido y hemos asistido a un milagro.
Se cree que en un tiempo pasado, todas las mujeres de la tierra vivenciaban los ciclos femeninos en simultaneo con los ciclos lunares. Y que esta sintonía fue cambiando con la llegada del fuego, es decir, de la luz artificial, que modificó las conductas primitivas. El fuego es el sol personal que hemos encontrado los humanos. El fuego es masculino tanto como lo es el sol y, al mismo tiempo que nos permitió obtener calor y energía aún de noche, esta misma posibilidad fue alterando y modificando aquel talento naturalmente femenino de entrega, espera y procesos de materialización invisibles. Desde ese momento, las mujeres nos fuimos alejando de nuestra conexión con nuestra madre lunar, volviéndonos mas independientes, dinámicas y lineales, pero en el fondo de nuestro corazón intuímos que allí, entre los cráteres y escondites lunares, se encuentra dormido el niño que alguna vez quisimos ser y del cual nuestros hijos vienen a traernos nuevas noticias.
Del mismo modo, para la astrología, la luna también significa madre, protección, nutrición, sentimiento de seguridad y talento innato. Para la astrología, la luna representa la función mediante la cual nos sentimos seguros y protegidos y a la cual recurrimos cuando nos sentimos amenazados. Y esto es diferente para cada niño que haya nacido bajo el manto de cada una de las doce lunas posibles. Por eso, para cada ser que llega a este mundo, su sensación de seguridad y su manera de relacionarse de un modo amable con lo que lo rodea, dependerá en gran medida de la capacidad de su entorno de descubrir las necesidades singulares de ese nuevo ser, que no necesariamente serán las mismas que hayamos tenido nosotros como padres, ni aún siquiera de las que puedan tener sus hermanos, sino que esta modalidad responderá a su propia singularidad, al modo particular y único con que ese ser pueda expresar su propia esencia.
La luna representa nuestro talento y la energía con la que nos sentimos cómodos, y también nos muestra en dónde está nuestra mayor resistencia o mecanismo de defensa. La función de la luna es la de nutrir y, por ello, tiene una inmensa capacidad de dar sustancia a sus criaturas, alimentando seres que crecen fuertes, amados y sostenidos. Durante nuestros primeros años como individuos, esta tarea es de crucial importancia y sin ella moriríamos. Pero cuando ese niño haya crecido, será tarea de otras funciones planetarias, el permitir que esa energía ocupe un lugar menos central, para que pueda aparecer la fuerza del sol con toda su carga de expresión y vitalidad. Sin embargo, muchas veces como adultos, seguimos añorando lo que obtuvimos de pequeños y queremos replicar aquella experiencia en donde todo nos era dado, comportándonos como niños a los que su madre premiaba, y repitiendo experiencias del pasado que hoy sólo nos traen dolor y
frustración. La luna es nuestro lugar más regresivo y nuestra particular manera de auto protegernos cuando nos sentimos en peligro.
La luna tiene mĂşltiples caras, y es tan fuerte como vulnerable, y tan poderosa como necesitada. Por todo esto, la luna, tanto como la madre, merecen que nos detengamos a observarlas sigilosamente, como si por unos instantes pudiĂŠsemos espiar por el rabillo de una cerradura oxidada y, en lugar de encontrarnos con una escena cotidiana, el universo nos invitase a descubrir un nuevo mundo dentro de un libro de historias fantĂĄsticas.
La luna en Aries o la madre Amazonas. Nacer es nuestro primer deseo. No sabemos demasiado de lo que pasa hasta el momento en que nacemos, pero lo que sí es un hecho es que hemos llegado en el momento en que hemos querido. Aún si hemos nacido por cesárea, aún si hemos sido inducidos a ello, el instante de nuestra primera inhalación responde a nuestra propia intencionalidad y queda fijada como nuestra primera acción en este mundo. Fue nuestra propia vida la que ha deseado venir a formar parte de nuestra familia, tener a nuestros padres y pertenecer a este tiempo y a este lugar. Y este deseo, inconsciente e invisible, nos imprime el despliegue de toda nuestra vida, que irá adquiriendo la forma que imaginemos, pero que contendrá en ella toda la sustancia que disponga nuestra propia estructura energética.
Nacer bajo la luna en la constelación de Aires es nacer bajo la constelación del impulso vital y del deseo. Es el deseo de vivir, es el deseo de ser. Esta poderosa energía nos trae toda la carga del Big Bang, toda la potencia de la luz que irrumpe en medio de la oscuridad. Aries es el inicio, es lo nuevo, es la fuerza que surge del deseo de accionar sobre lo establecido. La luna en Aries nos instala dentro de la leyenda de la madre amazonas. Podemos imaginar esta historia transcurriendo en medio de una selva muy calurosa, en una pequeña aldea donde un grupo de mujeres viven y crían a sus hijos solas. Acaba de nacer una preciosa criatura cuyo llanto se escucha a lo lejos. Su joven madre se encuentra de pie frente a su choza, disponiendo unas antorchas a cada lado para darle la bienvenida. Esta mujer lleva su pelo largo y suelto, está descalza y dispone de unas pocas ropas con las que cubre la mitad de su cuerpo. Lleva en su espalda una cesta con lanzas y un arco poco extenso.
Esta madre se siente inmensamente feliz de haber tenido a su cría y dispone de la fortaleza necesaria para cuidarla a sol y a sombra de cualquier peligro que pudiera surgir. Y los peligros no son pocos, ya que en este lugar de la selva, existen animales salvajes e insectos mortales, e incluso otras tribus que se esperan acechantes algún descuido para apoderarse de todo. Esta bella mujer es intrépida, y su osadía llevará al niño a estar en permanente contacto con una energía rápida, sumamente enérgica y puede que por momentos un tanto violenta. Esta madre amazonas tiene un cuerpo muy deseante y está cargada de impulso y energía de acción. Podemos imaginar también a este niño, frágil y fuerte al mismo tiempo, reaccionando a esta modalidad, sintiéndose cuidado y protegido por una madre que lo lleva consigo a todos lados, que lo defiende y lo protege del resto del mundo con uñas y dientes y que lo ama con cada fibra de su cuerpo.
La madre amazonas es una mujer que ha incorporado a su ser toda la potencia masculina y que, por este motivo, puede sentir que no necesita de un hombre para sentirse segura y protegida. Tiene a su lado sin embargo a otras mujeres que, como ella, pueden salir en busca de alimento y alimentar a sus crías al mismo tiempo. Se sienten fuertes entre otras mujeres y se nutren y motivan entre sí. La madre amazonas es cazadora y por ello, no puede permanecer en un mismo lugar por mucho tiempo. Su movilidad la llevará a enfrentar desafíos constantes y a asistir a mas de una situación conflictiva. La violencia formará parte de esta estructura, en tanto supervivencia del mas fuerte. Podemos imaginar también que la madre amazonas no se sienta una madre amazonas, sino que muy por el contrario, se sienta amenazada, confundida e insegura. Podría suceder que esta madre se encontrase en una situación que la reprime y en la que se sintiera obligada a permanecer acotada y restringida.
La llamaremos la Amazonas capturada. En este caso, la energía de esta luna actuará de modo ambiguo, por un lado cargará al niño de temor y, por el otro, de un exagerado anhelo de libertad. Aparecerá una figura poderosa y fuerte, capaz de someter a otros y surgirá entonces un resentimiento que crece día a día. La Amazonas capturada criará a su hijo bajo los mismos ideales de independencia y libertad, pero con la diferencia de que estos no podrán ser expresados en ese momento, sinó que serán manifestados en un futuro. Esta energía contenida hará que el cuerpo de este niño se vuelva comprimido (especialmente a la altura del pecho) y se cargue de tensión. La tensión es energía de acción reprimida. Para las madres amazonas, sus hijos son parte de sí mismas y los deseos que surgen en esta dupla estarán también indiferenciados. Lo que la madre quiera será lo que el hijo naturalmente tendrá que querer.
Cómo serán entonces los niños Amazones? Y de qué manera armarán su coraza? El niño que posea esta luna, dispondrá de un enorme caudal de energía. Muy probablemente será impulsivo, deseante, y necesitará que todo cambie a su alrededor. Para este niño lo importante es la acción, y no sus consecuencias. No espera obtener un resultado, sino que actúa por el deseo en si mismo, hace para sentirse vivo. Para la energía de Aires ser es hacer. Es por ello que para el niño con esta luna, su seguridad pasará por mantenerse activo y en movimiento. Será un niño al que su mamá estimule para que siga sus deseos y su instinto y para que, en esta medida también, sea especial y único. La luna en Aries es una luna que se siente protegida cuando hace cosas. El temor la lleva a la acción indiscriminada, es por eso que podemos confundir este mecanismo y creer que la persona está muy segura de si misma cuando en realidad se siente aterrada.
Qué añorará el adulto con esta luna? Añorará el tiempo de la satisfacción instantánea de sus deseos. Qué es lo que mas temerá perder? Su libertad de acción. Qué cosas hará para evitar ese sentimiento de pérdida? Siempre tendrá proyectos y entusiasmo por algo nuevo. Aunque también podemos encontrar la contratara de este movimiento en personas violentas hacia su entorno o hacia su propio ser, que utilizan toda su carga para auto infringirse sufrimiento. Cómo reaccionará cuando se sienta angustiado? Haciendo cosas o violentando situaciones. Qué hará para hacerse querer? Será intrépido y desafiante.
Cómo reaccionará su cuerpo cuando sus defensas están bajas? Puede que tenga dolores de cabeza, dificultades en la vista o en los oídos. También podrá cargar con un alto nivel de tensión corporal que lo lleve al stress. Cómo podemos ayudarlo a desactivar este mecanismo? Ayudando a que la persona descargue físicamente su enojo y que pueda afirmarse en su estructura corporal, permitiendo que fluya su energía hacia sus piernas y que sus pies estén contacto con la tierra. Qué actividades son propicias para esta luna? Todas las relacionadas con los deportes, la actividad física y la destreza corporal. Puede ser de mucha utilidad que desarrollen algún arte marcial, como así también que canalicen su competitividad a través de algún deporte individual. Es muy necesario para ellos, especialmente de niños, poder disponer de suficiente espacio físico y estar en contacto con la naturaleza en su estado lo mas virgen posible.
Cómo podemos ayudarlos desde nuestro rol de padres? Lo mas importante será poder nosotros mismos reflexionar acerca de nuestra propia necesidad de hacer cosas, de salir, de estar en permanente movimiento, para ver de qué manera nos conectamos con esta energía en nuestra propia vida. De nuestra capacidad de conexión con un deseo genuino, nacerá la capacidad de nuestros hijos de encontrar su camino. De nuestra propia capacidad de conectarnos con nuestra agresividad, nacerá la capacidad de nuestros hijos de ser seres mas amorosos y considerados. De nuestra propia capacidad de generar algo nuevo, nacerá la capacidad de nuestros hijos de sentirse seguros de si mismos. El regalo de todas las madres amazonas para sus hijos y los de los demás será el de la confianza y la determinación para que puedan vivir su vida de modo mas pleno y que eso les permita encontrar su propio camino.