Capítulo II El Sabbat, Treguenda o Reunión Bruja Aquí sigue la cena, en lo que debe consistir, y en lo que se dirá y se hará para consagrarlo a Diana. Tomareis comida comida y sal, miel y agua, y haréis este conjuro: ¡Te conjuro, OH! Comida Quién alimenta verdaderamente alimenta verdaderamente nuestro cuerpo, y de quien sin ti No podríamos vivir, Tú que antes de llegar a ser flor, como semilla entraste en la tierra, Dónde se esconden los más profundos secretos, y entonces cuando el suelo se remueve asemejando al polvo con su danza con el viento, mientras con paciencia, revolotean los secretos extraños
Y antes, cuando aun aun estabas en el oído, como un dorado grano brillante, entonces las luciérnagas luci érnagas acudieron a lanzar su luz en ti para ayudar en tu crecimiento, porque sin su ayuda No podrías crecer ni llegar a ser hermoso; Por lo tanto perteneces a la senda de las brujas y de las h adas, al igual que las luciérnagas lu ciérnagas pertenecen al sol... Reina de las luciérnagas Apresúrate, Ven a mí ahora en veloz carrera, ¡Arría tu caballo al oír ahora mi canto! ¡Arría, OH! arría al hijo hi jo del rey ¡Venga, apúrale y tráemelo a mí! ¡El hijo del rey pronto te libertará! porque tu eres siempre brillante y justa en el arte, Bajo un cristal te mantendré; y mientras allí, con lupa estudiaré tus secretos ocultos, Antes de que que todos tus brillantes misterios sea revelados por
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