ANEXO V: Técnicas de relajación1 RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA: Esta estrategia se puede aplicar antes y después de una situación particularmente estresante, pero para su empleo eficaz se requiere cierto entrenamiento previo. • Siéntate tranquilamente en una posición cómoda o échate en el suelo. Cierra los ojos e imagina que te encuentras en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo, tumbado en una playa). • Tensa los músculos de tu cuerpo parte a parte siguiendo el siguiente esquema: piernas y pies, brazos y manos, abdomen, pecho, cuello, y cara; cada parte se tensa unos 5-7 segundos y después se relaja durante unos 15-20 (puedes hacer varias series o turnos de tensión y relajación por cada parte del cuerpo). • Una vez que hayas relajado todos los músculos de tu cuerpo, finaliza el ejercicio levantándote con movimientos lentos mientras respiras profundamente y vas abriendo los ojos.
Esta técnica puede serte de gran utilidad a la hora de afrontar los exámenes, ya sea mientras estás estudiando o en el mismo momento de realizar la prueba. Para un segundo, relájate y una vez tranquilo, continúa con tu actividad.
ENSAYO MENTAL: Esta técnica está pensada para ser empleada antes de afrontar situaciones en las que no nos sentimos seguros. Consiste simplemente en imaginarte que estás en esa situación (por ejemplo, presentando una exposición en clase) y que lo estás haciendo bien, a la vez que te sientes totalmente relajado y seguro. Debes practicar mentalmente lo que vas a decir y hacer. Repite esto varias veces, hasta que empieces a sentirte más relajado y seguro de ti mismo. 1
Adaptado de GEA RIVERA, María (2011): “Guía para el afrontamiento del estrés en Bachillerato a través de la inteligencia emocional”