Presentación del Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Juvenil y Universitaria
Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
Queridos jóvenes de Venezuela: Es motivo de alegría y bendición para mí, como Presidente de la Comisión de Juventud y Pastoral Universitaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), en el marco de la celebración de la centésima Asamblea Episcopal, presentarles esta propuesta que deseamos acompañe el caminar de la Pastoral Juvenil en Venezuela, en el próximo trienio 2013-2015. En este material se recogen orientaciones iluminadas desde el Concilio Plenario de Venezuela, el Plan Trienal de la CEV y la propuesta latinoamericana Civilización del Amor, Proyecto y Misión, para que nuestra pastoral juvenil sea mucho más misionera y vocacional. Deseamos que nuestras parroquias sean las primeras en favorecer una propuesta de comunión y comunicación que ayudará a que el evangelio se encarne en todas las comunidades eclesiales y, especialmente, entre los jóvenes que forman parte de ellas. “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28, 19). En el mismo plan que les presento se nos motiva a tener en cuenta que “cuando Dios elige, es para realizar un plan grandioso. Dios mira a los jóvenes con un corazón lleno de amor. Él sabe cómo son y precisamente porque conoce su pequeñez, los llama para ser parte de su plan de amor y para anunciar a los otros jóvenes que han sido invitados al banquete pero, por las razones que el mundo les presenta, se apartan del camino (Mt 22, 1-14). Los jóvenes al encuentro de los jóvenes, para que el descubrimiento de Jesucristo les proporcione la novedad de su palabra y el más profundo sentido de la vida, y así se puedan comprometer con la construcción de la paz y el amor en el mundo. La evangelización es la vocación y el sentido de la existencia de la iglesia en el mundo. El Plan Nacional de Pastoral que les presentamos ofrece una amplia visión de la vocación discípula
misionera de los jóvenes en el corazón de la Iglesia, da elementos estructurales y organizativos que orientan la reorganización de la pastoral juvenil en Venezuela. Este plan es el fruto de la escucha, la reflexión, la oración y el trabajo de un gran número de jóvenes integrantes de la pastoral juvenil en las diferentes arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos de Venezuela. También se obtuvieron significativos aportes de los movimientos juveniles y servicios de animación en un esfuerzo de la Coordinación Nacional y del Departamento de Pastoral Juvenil que se presentaron y aprobaron en las Asambleas de 2012 y 2013. Se trata pues de una propuesta global que nos convoca y llama a todos a “poner por obra todo lo que Jesús nos ha mandado” (cfr. Mt 28,20). Este camino que retomamos en la pastoral juvenil es un reto colmado de la esperanza que nos da la presencia del Señor y de su Espíritu Santo, pues Jesús nos dijo “sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos” (Mt. 28,20). Contamos con la intercesión cariñosa de nuestra Madre María, compañera y amiga de camino para todos los jóvenes que acogen con el corazón a Dios como ella. Les imparto a todos mi bendición en comunión con mis hermanos Obispos de la Comisión de Juventud y Pastoral Universitaria, Mons. Fernando Castro y Mons. Reinaldo Del Prette:
Mons. Cástor Oswaldo Azuaje Pérez, OCD, Obispo de Trujillo/ Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Juvenil y Universitaria.
Con profunda alegría desde el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, les presentamos nuestro Plan Trienal de la Pastoral Juvenil en Venezuela para los años 2013- 2014 y 2015, extendiéndose hasta los primeros meses del año 2016. Este Plan ha sido fruto bondadoso de la consulta a cientos de agentes (Obispos, asesores y jóvenes), quienes desde sus parroquias, movimientos, servicios de animación y diócesis, construyen día a día, la obra que Dios realiza en medio de sus jóvenes. El planteamiento de esta revitalizada propuesta pastoral, nos permite valorar el trayecto peregrinado. Invitando a contemplar con detenida atención nuestra actual realidad, en un acercamiento muy íntimo y necesario con la identidad del SER y VIVIR de nuestra juventud: ¿Cómo son?, ¿Qué nos une?, ¿Qué nos diferencia según nuestro estilo de vida?. Cuestionamientos que nos otorgan como resultados, una cercanía en los ideales, capaces de despertar y aumentar en nosotros la pasión hacia el trabajo por la juventud. Con la mirada puesta en la realidad, nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios, sentir esa necesidad que nos mueve a postrarnos a los pies del Maestro, para que su mensaje penetre en nuestra vida e impulse nuestro compromiso de ser discípulos misioneros de Cristo. Esto se lo presentamos en el marco ESCUCHA y PROCLAMA: una iluminación que se hace presente desde las orientaciones del Concilio Plenario de Venezuela, el Plan Trienal de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y el Libro Civilización del Amor: Proyecto y Misión. Sin embargo, la profundización y la proclama de la Palabra de Dios, será mayor sí caminamos hacia una Pastoral Juvenil más orgánica en todas las instancias de participación, valorando de manera especial las comunidades de base
y la multipluralidad de carismas que nutren a nuestra Iglesia. Por ello, en el marco ORGANIZAR es PARTICIPAR, compartimos la propuesta organizativa de la Pastoral Juvenil en todas sus dimensiones, una propuesta que forma parte de un ideal, pero que nunca pretende ser una camisa de fuerza u obstáculo para que se dé la acción pastoral con y junto a los jóvenes. Indudablemente, es a través de la organización, que se pueden beneficiar y fortificar los vínculos de comunicación y comunión para una participación más amplia y viva. Esto conlleva a otorgar respuestas a las interrogantes provocadas desde la realidad, amparados por la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia, y a través del servicio integral de la Pastoral Juvenil, que plantea líneas y desafíos para la ejecución de nuestra acción pastoral, pasando a convertirse en TAREA y ESPERANZA irrenunciable para la construcción de la Civilización del Amor en medio de los jóvenes venezolanos. Siempre al conocimiento de la importancia de que REVISAR y CRECER, en un momento y espacio privilegiado para la atenta escucha, la oportuna corrección fraterna y la debida celebración de los aciertos. Caminaremos estos años con la maravillosa misión encomendada e impulsada desde la Pastoral Juvenil Latinoamericana, que no es otra, que la construcción y redacción de nuestra Memoria Histórica en todos los niveles de acción y participación de los jóvenes en nuestra iglesia, una propuesta que nos permitirá valorar con sentido pastoral cada persona, cada acción y cada etapa de nuestra historia. ¡El Señor nos ha bendecido! El pasado Trienio (2010-2012), ha sido un tiempo de muchísimos frutos, una gestión y servicio en unión a un gran Equipo de Jóvenes comprometidos y entregados, animados y orientados por la Lic. Carmen Amelia Reyes Liscano. Momentos inolvidables para las líneas
5 Presentación del Director Ejecutivo del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria
Queridos Jóvenes venezolanos.
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de nuestra memoria histórica, como los serán: el III Congreso Latinoamericano de Jóvenes- Los Teques (2010), la XXVI Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011 y el II Encuentro Nacional de Jóvenes Valencia ENAJÓ (2012). Sea esta la oportunidad propicia, para dejar plasmado en esta presentación, nuestra gratitud y reconocimiento a todos quienes han sido artífices de este tiempo de gracia. En este caminar, también valoramos el esfuerzo y compromiso del Lic. Miguel Humberto García, a quien se le encomendó la revisión y actualización del presente Plan Nacional, en unión a la Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil, acercándose a los jóvenes, y en un hermoso proceso de escucha y consultas, nutrir esta propuesta, a la que todos posteriormente, hemos dado matices y vida. ¡Estamos llamados a poner fe, esperanza y amor a la Pastoral Juvenil! Para concluir estas líneas, colocamos en sus manos y en su corazón, nuestro Plan Nacional de Pastoral Juvenil, el plan que nos acoge a todos y propuesta que encomendamos a Dios y a la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, para que inunde en el corazón y la vida de los jóvenes, haciéndose vida en cada comunidad donde se encuentre nuestra amada Pastoral Juvenil de Venezuela y en la que no, confiamos en Dios ser el fermento para que próximamente esté presente. Unidos siempre por Cristo y nuestra Madre María en el afecto y en el servicio, me despido abrazando fraternalmente a todos los jóvenes, especialmente a mis hermanos Asesores y Coordinadores de Pastoral Juvenil de todas las instancias y niveles de participación de nuestra Iglesia Católica. No lo olvidemos: “¡Pon fe, pon esperanza y por amor a tu vida” S.S Francisco. Eso es este plan nacional: fe, esperanza y amor, que deseamos se haga vida en medio de la juventud venezolana.
Con afecto su servidor, Carlos José Flores Freites Director Ejecutivo del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria
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“Los once discípulos fueron a Galilea a la montaña donde Jesús los había citado” (Mt. 28,16) Oración: Maestro Bueno: queremos ir a donde Tú nos envíes, sabemos que nuestros rostros muestran muchas realidades; de dolor, de alegría inseguridades personales, miedos, inconformidad, pero que impregnadas de tu misericordia, son transformadas y expresadas en nueva Vida. Amén. El marco SER Y VIVIR del Plan Nacional es donde se presentan los rostros de las realidades de los jóvenes en Venezuela. Es una aproximación a la realidad juvenil en el país. No es un estudio científico como tal, pero sí está apoyado en las ciencias sociales. Dicho marco, quiere ofrecer pistas del contexto en el que están viviendo los jóvenes para impulsar una pastoral encarnada en su realidad. La Pastoral Juvenil está convencida que optar por dicha encarnación en la realidad juvenil es creer que la vida cotidiana de los jóvenes es el lugar privilegiado para anunciar, denunciar, proclamar, encontrar y seguir a Jesucristo. Este principio de encarnación implica una doble e inseparable fidelidad: en primer lugar, ser fieles a los jóvenes en sus situaciones concretas tal y como son; en segundo lugar, nos exige ser fieles a la Buena Noticia que da plena vida a la juventud. Este marco busca acercarnos a la realidad en cuatro momentos que a continuación mencionamos: 1. Descripción de los jóvenes venezolanos a partir de sus rostros. 2. Situaciones de impacto de la realidad en la vida de los jóvenes. 3. Juventud en el mundo contemporáneo 4. Realidad de la Pastoral Juvenil en Venezuela.
Las fuentes utilizadas para el estudio de este marco son las siguientes: • Como punto de partida el documento Nº 8 del Concilio Plenario de Venezuela: Jesucristo: Buena Noticia para los Jóvenes y las referencias previas del mismo. • Aportes del 3er Congreso Latinoamericano de Jóvenes (Los Teques 2010) • Los aportes de los encuentros zonales de 2012 y de los participantes en la Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil realizada en noviembre de 2012 • Aportes de expertos.
DESCRIPCIÓN DE LOS JÓVENES VENEZOLANOS A PARTIR DE SUS ROSTROS.
Se ha querido construir una aproximación del joven venezolano en sus diferentes rostros, aspirando responder: ¿Qué cosas los definen? ¿Cómo son? ¿En qué creen? ¿Cuáles son sus valores?.
JOVEN INDIGENA: Los jóvenes indígenas tienen características propias y naturales, tales como: la humildad, la sencillez, la inocencia y la timidez; son personas genuinas, poseen un marcado sincretismo religioso, un gran respeto por lo sagrado y la figura de autoridad dentro de la comunidad. En el entorno donde se desenvuelven adoptan posturas de supervivencia individual y grupal de acuerdo a su etnia, valorando lo que la naturaleza les ofrece. En algunos casos son objeto de discriminación por parte de una comunidad más amplia, donde generalmente se les niega igualdad de oportunidades en el empleo y la educación; su cultura también dificulta a menudo la inserción en otros escenarios distintos al que conocen. Sin embargo, luchan para hacer presencia en las escuelas, liceos y universidades.
JOVEN LLANERO: Se presentan amigables, alegres, humildes, sinceros; son responsables, animados a la hora de cumplir sus actividades diarias, por lo general poseen un carácter recio, siempre apegados a sus costumbres. Los residentes en las zonas urbanas llaneras tienen más posibilidades en cuanto a estudio, mientras que los que viven en zonas rurales se dedican al trabajo agrícola y ganadero, respetando la naturaleza. Gracias a su tesón, aman a su familia y valoran lo que consiguen con su trabajo. Tienen sentido de pertenencia con la cultura y la tradición folklórica propia de su región. JOVEN MIGRANTE: Por lo general, son jóvenes que buscan mejores oportunidades de estudio o empleo, optando por una ciudad que satisfaga sus necesidades, sueños, anhelos y metas; fijando su mirada en el horizonte, de manera arriesgada y aventurera; aunque esto significa un distanciamiento del núcleo familiar, a su vez, fortalece la comunicación y la valoración de sus seres queridos sin olvidar sus raíces. Al principio del cambio les cuesta la adaptación, en cuanto a la residencia, ritmo de vida, forma del trato con la gente, entre otros, pero son capaces de darse a conocer tal cual son y con el tiempo sienten afinidad con personas que comparten sus ideales, adaptándose a los grupos en su entorno y asumiendo un nuevo estilo de vida. Algunos casos de migración no son planificados.
Marco Ser y vivir I. DESCRIPCIÓN DE LOS JÓVENES VENEZOLANOS A PARTIR DE SUS ROSTROS . Pag 08 II. SITUACIONES DE IMPACTO DE LA REALIDAD EN LA VIDA DE LOS JÓVENES . Pag 10 III. JUVENTUD EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO . Pag 16 IV. REALIDAD DE LA PASTORAL JUVENIL EN VENEZUELA . Pag 18
JOVEN RURAL: Son jóvenes humildes, generosos, serviciales, trabajadores, respetuosos, arraigados a sus costumbres, con una inmensa creencia en Dios y un profundo amor a la Virgen María, comprometido con su contexto familiar y la actividad económica que corresponde al sector primario, considerando la tierra como fuente primordial de su bienestar, buscando siempre una mejor calidad de vida. En algunos casos son explotados y sufren la amenaza del narcotráfico, pero frecuentemente responden con valentía a las circunstancias tratando de hacer las cosas cada vez mejor. JOVEN ANDINO: Son jóvenes que tienen un comportamiento respetuoso, pacífico, amable, caritativo, dispuestos siempre al servicio, honrados; muestran su tranquilidad, familiaridad, y hospitalidad, estas características les permiten adoptar una personalidad enmarcada en los valores. En ocasiones son radicales en sus posturas y con tendencia al machismo. Además son muy espirituales, poseen una fe arraigada, edificada en Cristo y en su Iglesia. JOVEN FRONTERIZO: Son jóvenes inmersos en una realidad dinámica desde el punto de vista comercial y cultural, en estas zonas del país convergen ritmos, sabores, costumbres y dialectos; en muchos casos están propensos a la cultura de la muerte (drogas, prostitución, homosexualidad, violencia y contrabando) sin embargo, buscan crecer en todos los aspectos de sus vidas tratando de cubrir sus propias necesidades; mantienen una actitud esperanzadora.
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JOVEN ORIENTAL: Son jóvenes que se caracterizan por ser responsables, carismáticos, sociables y capaces de adaptarse desde muy temprana edad a responsabilidades de cualquier ámbito. Además son jóvenes con una profunda religiosidad popular y devoción a la Virgen bajo la advocación del Valle.; a temprana edad van asumiendo responsabilidades desde el punto de vista laboral. JOVEN URBANO: Por estar ubicados en las grandes ciudades, a diario se encuentran expuestos a un ritmo acelerado de vida, a la violencia, al consumismo, al individualismo… por lo general crecen en familias disfuncionales, y suelen ser influenciados por todo lo que le ofrece el mundo contemporáneo y pluricultural donde se desenvuelve. A pesar de ello, mantienen sueños, anhelos y son amantes de la tecnología y de grandes retos. No les da tiempo para la vida familiar. El modelo de vida cristiana en algunos casos no representa una opción de vida atractiva. JOVEN AFRODESCEDIENTE: Son jóvenes que se caracterizan por ser espontáneos, con ímpetu, alegría y facilidad para expresar sus emociones, sintiéndose orgullosos de su cultura y raíces, a la vez influenciados por un marcado sincretismo religioso. Comparten una cultura y una historia, con una conciencia libre en su identidad. Son trabajadores y perseverantes, dispuestos a luchar diariamente por sus intereses, primordialmente familiares; pero muchos de ellos sufren de la discriminación racial.
II. SITUACIONES DE IMPACTO DE LA REALIDAD EN LA VIDA DE LOS JÓVENES.
A continuación se presentan elementos de la realidad que impactan en la vida de los jóvenes,
tomando en consideración las dimensiones trabajadas en el 3er. Congreso Latinoamericano de Jóvenes. 1. CONTEXTOS Y ESTRUCTURAS SOCIALES El Concilio Plenario de Venezuela (CPV) en su documento sobre la juventud Jesucristo Buena Noticia para los Jóvenes (JBNJ) señala: “Venezuela es una nación mayoritariamente joven, lo que significa poder contar con una fuerza renovadora de gran vitalidad” (JBNJ 5). Veamos más a fondo la realidad de la juventud venezolana, en sus luces (signos de vida) y sombras (signos de muerte) • Somos jóvenes, esperanza para el país. (Luces de la realidad) Afirma con alegría el CPV: “En todos los ambientes encontramos jóvenes que llaman la atención por los valores que viven, por su entusiasmo, por los grandes ideales, porque tienen un proyecto de vida que les orienta. Son jóvenes que dan importancia al amor y a la amistad; que maduran en un ejercicio responsable y generoso de la libertad; que enfrentan con sencillez y creatividad los problemas de cada día; que quieren superarse; aspiran, además, a un mejor nivel de vida y exigen una educación de calidad, que los prepare y les ayude a promover sus potencialidades; que valoran la profesión, el deporte, las artes” (JBNJ 9) Centenares de jóvenes están comprometidos como voluntarios en diversas causas de solidaridad social con los más pobres, jordanas ecológicas, organizaciones no gubernamentales, participación ciudadana y defensa de las instituciones democráticas. Apunta el CPV: “Encontramos jóvenes que esperan y quieren vivir en una sociedad justa, igualitaria, humana, en la que se valore más a las personas; una sociedad sin violencia, democrática, con
estabilidad política, económica y social. Hay jóvenes que han adquirido una conciencia crítica que les lleva a deseos de cambio y a la búsqueda de espacios de participación” (JBNJ 11) Desde el punto de vista eclesial muchos jóvenes venezolanos se han encontrado con Cristo, están abiertos al mensaje del Evangelio, valoran el camino que han recorrido y piden el fortalecimiento de espacios de formación para todos ellos. Otros han descubierto, también, la posibilidad de evangelizar a los demás jóvenes. Por eso, la Iglesia proclama que “el Dios de la vida ama a los jóvenes y quiere para ellos un futuro distinto, sin frustraciones ni marginaciones, donde la vida plena sea fruto accesible para todos” (SD 118) •
La otra cara de la juventud (Sombras de la realidad) Los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida con voz profética señalaron: “Algo de obsceno tiene el decir que los jóvenes son el futuro, cuando a muchos de ellos ya se les ha negado el presente” (DA 8) Empobrecimiento y exclusión “Muchos de nuestros jóvenes son rostros sufrientes, que viven en este escenario, no estudian y se ven obligados a trabajar desde temprana edad, para llevar algún sustento a sus hogares, con empleos que poco les ayudan a mejorar o nivelar su situación. Otros, debido a sus múltiples carencias, buscan otras formas de salir, cayendo en situaciones que manipulan su persona, como la prostitución, el tráfico, el robo, de las cuales difícilmente pueden escapar” CAPYM N°80 (2012) Según el Instituto Nacional de Estadística (INE 2008) el 27,5% de las familias venezolanas viven en situación de pobreza. El 34,7% de la población económicamente activa está desocupada.
El Informe del Programa Venezolano de Educación - Acción para los Derechos Humanos (PROVEA 2011) señaló que “a pesar de que el desempleo fue generalizado por género, el grupo de edad más afectado fue la población entre 15 y 24 años de edad, como en años anteriores”. Llama la atención que el 40% de los jóvenes entre 15 y 24 años son desertores educativos (Herrera 2011) Violencia institucionalizada / Exterminio de los jóvenes… La realidad de la violencia alcanza dimensiones tales, que Venezuela encabeza, junto con El Salvador, la lista de las 10 naciones de América Latina que tienen el homicidio como primera causa de muerte entre varones de 15 a 24 años de edad. En nuestro país el 55% de las muertes juveniles están asociadas a la violencia, según el Ministerio del Poder Popular para la Salud. Según el Observatorio de la Violencia, 19.336 homicidios ocurrieron en Venezuela en el 2011, mientras que otros 4.000 murieron en condiciones violentas extrañas. Los jóvenes con edades entre 15 y 24 años constituyen 42% del total de víctimas de homicidios, de acuerdo con los datos del Anuario de Mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud; en el mayor de los casos son también jóvenes quienes están al frente de estos actos delictivos. Las adolescentes venezolanas son las principales agraviadas en los registros de violencia sexual, de 311 casos reportados en 2011, 79% de las víctimas fueron niñas o adolescentes objeto de violaciones, actos lascivos o estuvieron involucradas en crímenes pasionales, explotación sexual y pornografía infantil. “Estamos,
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desalentadora, donde muchos jóvenes son las principales víctimas, donde hay una desvalorización del “ser humano”, y de sí mismo” CAPYM N° 87 (2012) En estado de coma / Una sexualidad que parece alocada… Según el programa ONU SIDA 2011 en Venezuela los adolescentes y jóvenes, entre los 10 a 24 años de edad, constituyen alrededor del 32% de la población contagiada. Las cifras de embarazos en adolescentes del MPPS revelan que de los 591.303 partos de 2010, 130.888 fueron de menores de 19 años y 7.778 de madres menores de 15 años. Los jóvenes tienen relaciones sexuales, tienen información sin embargo, carecen de formación y acompañamiento. El noviazgo como tiempo de preparación para el matrimonio no es valorado como período para que se conozcan, proyecten sus vidas en común, y disfrutar de su compañía en gracia. “Se constata una desestabilización que ha dado paso a una era de incertidumbre, en la que muchas nociones consideradas “naturales” están siendo sometidas a un cuestionamiento jamás antes visto; un ejemplo de ello es la sexualidad. A ello hay que sumar otras: la abrupta baja en el número de matrimonios y de nacimientos, el aumento en el número de separaciones de hecho, la cada vez más precoz iniciación sexual, la manifestación pública del colectivo “gay” la petición de ciertos sectores públicos de legalizar el aborto terapéutico, y la llamada píldora del día después, son signos de que en América latina se asiste a una revolución sexual en la que, entre otros factores, la masculinidad y la feminidad, las concepciones de normalidad y anormalidad, y la naturaleza de la vida íntima, están experimentando profundas transformaciones”
CAPYM N° 100 (2012) Nativos digitales / El tiempo en un clic “Preocupa también el uso indiscriminado y abusivo que muchos jóvenes hacen de la comunicación virtual” (DA 445). Buena parte del tiempo libre de los jóvenes venezolanos hoy, es dedicado a navegar en internet. Las plazas, parques, juegos colectivos, bibliotecas, están siendo desplazadas por la cibercultura, una nueva manera de relacionarse donde el contacto cara a cara, es sustituido por la interacción mediada. Algunos de los riesgos a los que se exponen los jóvenes en el uso indiscriminado de las redes sociales, se encuentran: posible vulneración de datos e información personal, suplantación de personalidad, acceso a contenidos inapropiados o peligro de entrar en contacto con gente deshonesta y el llamado ciberbullying (acoso por internet) La televisión es otro artefacto indispensable en el hogar y en la habitación de cada joven. Rivera Deyanira, Secretaria Ejecutiva de Pastoral Juvenil de Panamá, en preparación para el 3er Congreso Latinoamericano de Jóvenes (2010) en su documento “Jóvenes, Tecnología y Comunicación”, señala que la invitación al consumo, a través de los anuncios comerciales están diseñados para mostrar que su ingesta está asociada a imágenes de belleza y placer, por tanto es palpable en los jóvenes, deficiencias en su autoestima y autoimagen por no parecerse a los prototipos de la publicidad y la moda. Muchos jóvenes se convierten en adictos de los videojuegos. Consumen gran cantidad de tiempo jugando en realidades virtuales, donde se identifican y representan roles de personajes ficticios, generalmente violentos y asesinos. Por lo que pasivamente son entrenados para la
13 violencia, planean elegir la víctima y cómo acabar con ella. Y son recompensados por el “éxito” alcanzado, basado en el número de muertes, o haber logrado su objetivo como sicario virtual. Si bien hay videojuegos educativos no son suficientes, ni atractivos para los jóvenes. Crisis de valores “Los jóvenes venezolanos tienen una valoración desenfrenada por el tener, por el gozar, por un dejarse llevar por los propios instintos y apetencias, sin tener límite alguno. Su horizonte de felicidad son las experiencias excitantes, los estímulos sensoriales: libertinaje sexual, alcohol, drogas” (JBNJ 14) En nuestro país “es frecuente encontrarse con jóvenes que no cuentan con un punto de apoyo en la familia, iglesia, organizaciones educativas, social, entre otras, en el que sustentar y determinar con profundidad ciertos valores. El hogar no les da respuesta. Son víctimas de la desintegración familiar” (Cf. JBNJ 15) Un importante número de jóvenes venezolanos tiene su horizonte puesto en abandonar el país. Muchos jóvenes, sobre todo profesionales ya lo han hecho, lo cual representa una pérdida de talento humano para la nación. “Vivimos en una sociedad que siembra la duda respecto a la idea de comprometerse en el nombre del amor, se verifica la vida familiar fragmentada, la separación y el divorcio de los padres, factor que marca profundamente la vida psíquica, entre otros factores” CAPYM N° 95 (2012)
2. TECNOLOGÍA DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN El estado venezolano ha promovido que el número de suscriptores de Internet en el país registre un incremento de 37,9% en el primer trimestre de 2010, se estima que 33 de cada 100 habitantes utilizan el servicio de Internet a través de diferentes medios. Venezuela tiene 9.535.660 perfiles en la red social Facebook; de ellos 1.766.060 son perfiles registrados de adolescentes (De 13 a 18 años). 3.156.260 perfiles, están registrados como jóvenes entre 18 y 24 años. Por su parte la red social Twitter cuenta en Venezuela con 1.002.119 usuarios jóvenes. Resaltan también cómo con las nuevas tecnologías como el internet, el teléfono móvil, la computadora, facilitan el tener disponible inmediatamente la información y más, por ejemplo el desarrollo de nuevas habilidades y formas de construcción del conocimiento. La acción social de la juventud y el compromiso cívico avanza en el uso de los nuevos medios, que les permite tener acceso inmediato y directo a la información, tener mayor conciencia de los problemas y las crisis de su país y del mundo. Además permite el contacto instantáneo entre el mundo juvenil; a pesar de las oportunidades de participación que generan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC´s), también se cuestiona las brechas existentes entre sectores de la población, además ha influido negativamente en las relaciones interpersonales.
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El CPV en su Documento la Pastoral de los Medios de Comunicación Social, en sus numerales 53 y 55, señala que la estructura operativa de comunicación en las diversas instancias de la Iglesia venezolana no responde de manera adecuada a los retos y desafíos de una política comunicacional acorde con los tiempos. En muchos agentes de pastoral de nuestra Iglesia se observa una falta de conciencia de la importancia en utilizar adecuadamente estos medios para la evangelización, la promoción humana y la creación de una sana opinión pública. 3. ECOLOGÍA Y DESARROLLO SOSTENIBLE Los Obispos Latinoamericanos en Aparecida, señalan que: “América latina es el continente que posee una de las mayores biodiversidades del planeta y una rica socio-diversidad, representada por sus pueblos y culturas. Estos poseen un gran acervo de conocimientos tradicionales sobre la utilización sostenible de los recursos naturales, así como sobre el valor medicinal de plantas y otros organismos vivos, muchos de los cuales forman la base de su economía” (DA 83). Entiéndase por desarrollo o utilización sostenible de los recursos, según la Sociedad Venezolana de Ecología: “aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Este tema posee basamento legal, en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 1999, donde se insiste en el compromiso de propiciar el desarrollo sustentable (Art. 128, 310 y 326) y en la Ley Orgánica del Ambiente (Gaceta Oficial Nº 5.833, 22-12- 2006) se define el desarrollo sustentable como un “proceso de cambio continuo y equitativo para lograr el máximo bienestar social, mediante el cual se procura el desarrollo integral, con fundamento
en medidas apropiadas para la conservación de los recursos naturales y el equilibrio ecológico, satisfaciendo las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las generaciones futuras”. En Venezuela se ha buscado promover un desarrollo más sostenible con proyectos y políticas públicas, en la que participan tanto en la ejecución como en el diseño de dichas acciones, instituciones de gobierno, organizaciones no gubernamentales, universidades y empresas privadas de varios sectores de la economía. Sin embargo, recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó que uno de los países más contaminados del mundo y de América latina es Venezuela, junto a Bolivia y Perú e inclusive por encima de México. Es cierto que el joven está poniendo de moda el mensaje ecológico, desde su léxico “piensa verde” hasta el uso de ropa con este mensaje, pasando por el uso de prendas biodegradables y accesorios alegóricos; también a los niños se les enseña a apagar las luces, a no usar hojas de más, a cuidar a las ballenas, etc. Son acciones que crean conciencia y ayudan a pensar. Sin embargo, es sólo el comienzo. Un joven, un adulto, tiene que ir más allá. Una pastoral juvenil madura debe dar pasos más arriesgados, tener iniciativas más estructurales, implicarse políticamente y ayudar a generar la conciencia que la complejidad del problema requiere. 4. APRECIACIÓN DE LO SAGRADO EN LOS JÓVENES DE VENEZUELA En la Radiografía Religiosa de Venezuela 2012 del sacerdote jesuita Jesús María Aguirre, la población católica en Venezuela llega a un 70%, los evangélicos y otros movimientos cristianos son un 17% y la santería no llega al 1%. Muchos jóvenes siguen a movimientos de sectas cristianas,
pues la familia les ha llevado a esto, o las sensaciones que experimentan ahí son tan intensas que se genera un vínculo afectivo y emocional. Para muchos jóvenes el relacionarse con lo sagrado a través de la Iglesia es aburrido, o con demasiados contenidos doctrinales y morales, que no produce ningún tipo de sensación. La juventud católica que sigue su vida de discipulado misionero en los diversos grupos juveniles de Venezuela, por un lado son testigos de la fe en el ámbito social de forma heroica manifestando su compromiso católico públicamente, incluso con una vivencia de la liturgia en sus diversas comunidades y un compromiso apostólico, imprimiéndole fuerza y creatividad al ámbito de lo sagrado. Pero a la vez, tiene una gran debilidad, debido a que experimentan la falta de acompañamiento de pastores y adultos en la fe que, a través de procesos catequéticos y mistagógicos (iniciación en el camino de los misterios cristianos), puedan crecer y madurar en su fe, dar un mayor compromiso apostólico, ser la semilla que genere en la sociedad los cambios necesarios para una mayor vivencia de los valores del reino, y que transmitan su experiencia de fe a las futuras generaciones. Posiblemente con muy buena intención, pero desacertadamente, se ha querido hacer de la liturgia un evento sensacionalista impactante ante los jóvenes, generando en ellos tal emoción que no quieran dejar de ir a celebrar los misterios. El problema de esta práctica es, se pierde el sentido profundo del misterio y de la adoración hace que el joven huya de celebraciones donde esto no ocurra (liturgia show). A otros jóvenes los vemos incorporándose al mundo de la santería (u otro tipo de cultos exotéricos), llevando fielmente las pulseras, y cumpliendo sus rituales estrictamente, debido a dos promesas: protección de los enemigos
(violencia social), y prosperidad económica extraordinaria si se mantienen unidos a la deidad o “santo”. No basta con adaptar los símbolos de la liturgia a la mentalidad de la juventud, es más valioso, explicar el significado de los mismos. Los jóvenes aprecian muchísimo esto y lo valoran. Si se adecua en la formación del joven un proceso Kerigmático (Presentar a Jesucristo como salvador), este descubrirá que la liturgia no será un simple ritualismo con símbolos carentes de sentido y se convertirá en el espacio sagrado por excelencia para encontrarse con “el amado”, celebrarlo y adorarlo. 5. SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO Según la UNESCO, en Venezuela se elevó la matrícula de educación universitaria a 170%, al incrementarse de 785.285 estudiantes en el año 1998 a 2.120.231 en 2009. Asimismo 95.627 estudiantes egresaron de los 24 Programas de Formación de la Misión Sucre (75.170 licenciados y 20.457 TSU) En agosto del 2009 se decreta la nueva Ley Orgánica de Educación; en la misma se ordena que en un plazo de un año, se creen leyes complementarias, así como los reglamentos y normativas necesarias para su pleno funcionamiento. Hasta enero de 2013, no se ha cumplido con este mandato, trayendo como consecuencia que algunas acciones concretas y necesarias se han dilatado en espera de estos instrumentos jurídicos. La Asamblea Nacional en su periodo legislativo 2011 tenía una Comisión de Educación, en este nuevo periodo esa Comisión se eliminó. Aunque en la Ley Orgánica de Educación (LOE) en su artículo 12, prohíbe el proselitismo político o propaganda partidista, algunos hechos evidencian un incumplimiento del mismo por parte de las autoridades. Venezuela figura en primer lugar en embarazo
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juvenil a nivel mundial: nuestros adolescentes se inician en las relaciones genitales a los 14 años (Últimas Noticias, 28/6/2012); 2 de cada 5 adolescentes embarazadas abandonan los estudios (Diario 2001. 11/6/2011). El MPPE no posee un programa permanente en el área de la sexualidad y la afectividad, en las instituciones educativas se realizan algunas jornadas de orientación que lamentablemente sólo se enfoca en la anticoncepción y la prevención de enfermedades de transmisión sexual, sin tomar en cuenta los valores y el proyecto de vida. En algunas poblaciones indígenas el embarazo en adolescentes es sumamente grave, llegando incluso al 60% (Últimas Noticias, 24/1/2012).
juveniles contemporáneas:
CULTURAS JUVENILES La cultura es la expresión de maneras de pensar y sentir de los seres humanos, las cuales se manifiestan a través de objetos tangibles e intangibles. Abarca desde la vida cotidiana hasta las manifestaciones de religiosidad/ espiritualidad de las personas. Dado el carácter complejo y dinámico de la juventud, muchos investigadores han considerado pertinente analizar sus expresiones culturales desde su propia perspectiva juvenil y no en función de las expresiones culturales dominantes. De allí que resulte legítimo representar las culturas juveniles como aquellos modos de vida y valores que los jóvenes crean en respuesta a sus condiciones de existencia, influenciados a su vez por la tradición heredada de generaciones anteriores.
“Emos”, “góticos”, “rockeros”, “rastas”, “tukys”, “hippies” entre otros, son parte de esa nueva ecología grupal que constituyen los grupos primarios de pertenencia de gran parte de la juventud urbana hoy. En medio de la heterogeneidad que caracteriza a las culturas juveniles, es posible destacar algunos factores comunes que actualmente influyen en sus configuraciones: las tecnologías de comunicación e información; los medios de comunicación masivos; las modas en la música, vestimenta, estética y alimentación y las problemáticas internacionales que atentan en contra de la paz y el equilibrio ecológico del planeta. La tarea de padres, profesores, investigadores y los agentes de pastoral, no es juzgar sino comprender para incidir positivamente, en la medida de lo posible, en su proceso cultural.
Es difícil poder caracterizar a la juventud en un solo rasgo, salvo el de la heterogeneidad y la dispersión. Los jóvenes participan activamente de diversas ofertas culturales y al mismo tiempo se suman a múltiples prácticas de identidad que les vienen de la música, la ecología, el deporte, la moda, la pandilla... Vale la pena destacar algunas características definitorias de las culturas
• Poseen una conciencia planetaria o globalizadora. • Priorizan los pequeños espacios de la vida cotidiana como trincheras para impulsar la transformación global. • Existe en ellas un respeto casi religioso por el individuo que se convierte en el centro de las prácticas culturales. • Evidencian una selección cuidadosa de las causas sociales en las que se involucran. • Prevalece la tendencia al poco apego hacia el territorio. El barrio, la comunidad o urbanización han dejado de ser el epicentro del mundo.
III. JUVENTUD EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
En nuestro país hay un marco legal que define adolescencia y juventud; la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA 2007) señala que “…se entiende por
adolescente toda persona con doce años o más y menos de dieciocho años de edad” (Art. 2). Y encontramos que “…se consideran jóvenes a las personas naturales, correspondientes al ciclo de vida entre las edades de quince a treinta años, que por sus características propias se considera la etapa transitoria hacia la adultez” (Art. 2) (Ley para el Poder Popular de la Juventud, 2009). Algunos cuestionamientos que nos surgen entonces son: ¿Qué significa ser joven en Venezuela hoy? ¿Quiénes son jóvenes en Venezuela? ¿Cómo mira la sociedad a los jóvenes? ¿Quién es joven entonces? Es más que una edad, implica más allá de las normas y etiquetas que el contexto social puede imponer y no son ni homogéneos ni estereotipos definidos por alguna institución. La Pastoral Juvenil intenta describir su realidad desde el trabajo que hace: con, por, para, y desde los jóvenes; es decir, sin perder de vista su rol protagónico, se espera identificar y reconocer su rol e implicaciones en esta acción del Cuerpo de Cristo en medio de ellos. Los jóvenes “no temen el sacrificio ni la entrega de la propia vida, pero sí una vida sin sentido”. (Aparecida, Nº 443).
sólo tienen que aprender y nada que enseñar al mundo adulto. Predomina en este paradigma, el discurso del joven como futuro de la sociedad, aún no está considerado en el presente porque no está preparado.
Civilización del Amor, Proyecto y Misión, en el análisis de la realidad juvenil presenta 4 paradigmas, entendiéndose estos como los valores o sistemas de pensamiento en una sociedad estable en determinado momento. Los paradigmas son compartidos por el trasfondo cultural de la comunidad y por el contexto histórico.
La juventud como potencial transformador. Se mira a la juventud como fuente de renovación, un segmento de la sociedad que es capaz de transformar al mundo. La juventud es una solución, en sus espaldas están las grandes transformaciones sociales, vivida desde la articulación y la organización, movida por la cuestión social y el dinamismo político. El futuro se concentra en la juventud, más por intereses que por la valoración del joven como tal. Se empieza a mirar al joven como lugar y realidad teológica.
La juventud como etapa preparatoria. El joven es visto, prioritariamente, como alguien que necesita ser preparado. La actitud del adulto es controlar esta fuerza nueva llamada juventud que va emergiendo. El joven aún no está preparado y las actividades destinadas para él son siempre de formación, teniendo al adulto como protagonista, pues es él quien sabe. Los jóvenes
La juventud como etapa problemática. El joven es visto como problema porque genera conflictos, hace cosas erróneas, no respeta las tradiciones. El joven no cumple las normas, lo cuestiona todo. La juventud es la causa de los problemas. Las actividades ofrecidas para los jóvenes son de carácter preventivo, campañas antidrogas, embarazo en adolescentes, prisiones especiales, etc; todo instalado en un espíritu de desconfianza hacia la juventud. Todo lo ofrecido para la juventud, desde el ocio hasta la cultura, tiene la perspectiva de ocupar el tiempo de los jóvenes para que no hagan tonterías. Si estos elementos educativos y culturales no son manejados como ejes integradores de la persona del joven y la sociedad, se podría afirmar que esta manera de ver a la juventud, de hecho, ni la ama ni la respeta, más aún, tiene miedo de ella.
La juventud como sujeto de derechos, en el camino de la autonomía. Este paradigma apuesta por la formación de la juventud en su personalidad, a través de una
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pedagogía integral. Se parte de una antropología cristiana, Jesús como modelo humano, felicidad y realización del joven. Se valora el grupo y la organización en el trabajo con los jóvenes, en la formación integral y en la importancia del acompañamiento. Se da un lugar privilegiado a la elaboración del proyecto de vida y el método de la experiencia o la necesidad de partir desde la realidad. Se vuelve fundamental el trabajo planificado y no improvisado para la juventud. Se impulsan políticas públicas para los jóvenes. El protagonismo de los jóvenes es complementado y enriquecido por la asesoría, por la experiencia de los adultos.
IV. REALIDAD DE LA PASTORAL JUVENIL EN VENEZUELA
La pastoral juvenil camina al encuentro de la realidad, ella en sí misma es realidad entre los jóvenes; por lo tanto, es importante presentar cómo los agentes de pastoral miran esta acción:
Evangelización, un compromiso que no caduca. Los agentes de pastoral juvenil procuran llegar a los jóvenes alejados de la Iglesia; se observa gran apertura de parte de nuestros obispos al trabajo con la juventud, sin embargo, no se actúa lo suficiente hacia las nuevas culturas juveniles, ni tampoco en todos los ámbitos donde los jóvenes participan. Aunque se ha insistido en la incidencia de los jóvenes en el campo de la ciudadanía, esta sigue teniendo poco impacto en instancias civiles y la pastoral juvenil no logra acompañar estas opciones apostólicas. Se observa un impulso considerable en la utilización de las nuevas tecnologías en las
acciones evangelizadoras de la Pastoral Juvenil. Existe una mayor renovación de trabajos y servicios pastorales en pro de la evangelización de los jóvenes. El Encuentro Nacional de Jóvenes ENAJÓ 2012, impulsó la renovación y revitalización de la pastoral juvenil en Venezuela, traducido en muchos jóvenes que se incorporaron a procesos de grupos juveniles, parroquias, zonas y diócesis que fortalecieron sus estructuras de organización. Los jóvenes que hacen pastoral juvenil se han convertido en motivo de esperanza para sus comunidades por su animación y testimonio entre los demás jóvenes. Formación, una necesidad permanente. En los últimos años se ha incrementado los espacios de formación y de promoción de la pastoral juvenil en sus diferentes instancias, sin embargo, se constata que aún existe una necesidad de formación de los agentes de pastoral; parece ser que nuestras iniciativas formativas aún son insuficientes o poco accesibles. Se evidencia la necesidad de generar y/o fortalecer, adaptar, innovar y adecuar procesos de educación en la fe, que sean sistemáticos y continuos. Es significativo darle importancia a los itinerarios formativos; aprendiendo de las experiencias de los movimientos juveniles y congregaciones religiosas. Es importante valorar la realización de los Encuentros Nacionales para Responsables y Asesores, como espacios de intercambio de experiencias, crecimiento en la fe y capacitación pastoral. Se valora la promoción de materiales formativos como la Jornada Nacional de la Juventud, Jornada Ecológica y el Camino de Encuentros de la JMJ Madrid 2011, el ENaJó 2012 y la
Civilización del Amor, Proyecto y Misión, en el análisis de la realidad juvenil presenta 4 paradigmas, entendiéndose estos como los valores o sistemas de pensamiento en una sociedad estable en determinado momento. Los paradigmas son compartidos por el trasfondo cultural de la comunidad y por el contexto histórico.
JMJ Río 2013; sin embargo es necesario, la difusión oportuna de dichos materiales. Organización, una propuesta que nos une. Se ha profundizado el conocimiento de la propuesta organizativa de la Pastoral Juvenil en Venezuela, aunque existe todavía dificultad de articulación entre las diferentes instancias de organización. Se requiere mejorar la comunicación entre las diferentes instancias de la Pastoral Juvenil, especialmente desde las Arqui-Diócesis y Vicariatos hacia el Departamento Nacional y viceversa; así como también en el ámbito provincial. Existe mayor apertura e interés por parte de los Responsables Diocesanos e integrantes de Movimientos Juveniles para crear sus equipos de trabajo en la articulación de propuestas organizativas para la Pastoral Juvenil. Persiste poca capacidad de respuesta a las necesidades específicas de los jóvenes pues no se cuenta aún con las Pastorales Especificas de Juventud. Se han integrado algunos movimientos juveniles al proceso de Pastoral Juvenil Nacional y como fruto visible se cuenta con la red nacional de Movimientos Juveniles, aunque aún esa integración no se concreta del todo a nivel diocesano. La asesoría y el acompañamiento representan una debilidad en los procesos de la Pastoral Juvenil en Venezuela, en aspectos como la designación de los asesores, el tiempo que puedan tener para el ejercicio de la asesoría y la participación de éstos en las acciones pastorales, en especial a nivel nacional.
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Financiamiento, porque necesitamos más que buenas voluntades. Existen pocas acciones en conciencia de Proyectos Sociales que logren una cooperación económica y de financiamiento en y por la Pastoral Juvenil. La iniciativa de los Obispos venezolanos de la Colecta Nacional para la obra evangelizadora de la pastoral juvenil aún no termina de asumirse de manera contundente en la mayoría de las Diócesis del país. Los agentes de pastoral juvenil en Venezuela ven constantemente que la acción pastoral se debilita por la falta de recursos económicos. Es importante darle la relevancia que el tema requiere: ofrecer opciones de financiamiento, capacitación en la elaboración de proyectos, pero sobretodo mayor apoyo de las estructuras con más capacidad económica como las parroquias al trabajo juvenil. Desde el Departamento Nacional de Pastoral Juvenil se ha brindado en los últimos años y gracias a la elaboración de proyectos, un apoyo económico importante para la participación de los agentes en asambleas y encuentros. Asimismo se valora la ayuda a jóvenes de bajos recursos para la participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud, mediante el Proyecto Venezuela Peregrina.
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“Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” Mt. 28, 19 Señor Jesús: te hemos escuchado, hemos reflexionado tu palabra y prestos a tu llamado, queremos cumplir tu voluntad, ayúdanos a escuchar con actitud de conversión tus enseñanzas y a proclamarla a todas las criaturas que en este mundo habitan. Amén. Promover el encuentro personal con Nuestro Señor Jesucristo, a través de la lectura de su Palabra y anunciar su Buena Noticia en medio de nuestro pueblo, constituye un compromiso permanente de todo cristiano. Por tanto, el presente Marco Doctrinal quiere motivar estas dos actitudes en el trabajo pastoral con los jóvenes: La ESCUCHA de la Palabra a los pies del Maestro Bueno y su PROCLAMACION en el mundo juvenil. Dos acciones imperativas y apremiantes que les hará redescubrirse como auténticos discípulos y misioneros del verdadero Señor entre los jóvenes en Venezuela. ESCUCHA: La invitación es a poner atención, a los pies del Maestro, al igual que los apóstoles y las mujeres que le seguían, como verdaderos discípulos, dispuestos a encontrarse con Jesús en las Sagradas Escrituras. Los jóvenes buscan siempre las respuestas a lo que es la vida en plenitud, como aquellos apóstoles que aceptando el mandato del Señor fueron por todo el mundo anunciando la Buena Nueva. La Palabra de Dios es el don del Padre para el encuentro con Jesucristo vivo.
Una Pastoral Juvenil DESDE Y CON LOS JÓVENES. Pag 22 La acción evangelizadora de la juventud se realiza a través de UN PROCESO. Pag 23 El proceso evangelizador se vive EN PEQUEÑOS GRUPOS O COMUNIDADES. Pag 24 UNA PASTORAL DE MEDIOS ESPECÍFICOS para una realidad plural. Pag 25 La propuesta de Dios Padre a los jóvenes: JESUCRISTO. Pag 26 Si quieres ser perfecto… Jesús el estilo de vida para el Joven . Pag 27 Los jóvenes, discípulos de Jesús al servicio de la vida, en una pastoral juvenil con SENTIDO MISIONERO. Pag 29 Jóvenes discípulos y misioneros DE LA MANO DE MARÍA. Pag 31
PROCLAMA: La vida se acrecienta cuando la compartimos. Hoy Jesús nos hace la misma invitación que en otro tiempo hizo a sus discípulos: “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28, 19) y este gran mandato es acogido con gran alegría en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño, para la cual desde ya los jóvenes se declaran protagonistas siendo misioneros entre sus coetáneos para que en Cristo tengan vida y vida en abundancia (cfr. Jn. 10, 10). Anunciar el Reino es anunciar la vida, es decirle a otros jóvenes, que es posible vivir en plenitud, que Cristo ha resucitado y que somos testigos de su amor, es por ello que se hace necesario salir a las calles, a las plazas, a los centros comerciales y gritar que es posible la nueva civilización, que el camino está señalado y Cristo es ese camino. Se propone un camino de iluminación a todos los agentes de Pastoral Juvenil, y también a aquellos que de alguna u otra forma han hecho de los jóvenes su opción preferencial, sobre todo de quienes se encuentran alejados y en situaciones de riesgo. Estas líneas son una reflexión de la identidad de la Pastoral Juvenil en Venezuela a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia.
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Marco Doctrinal de la Pastoral Juvenil en Venezuela La expresión Pastoral Juvenil se utiliza comúnmente para referirse a distintos contenidos y realidades. Desde el ámbito latinoamericano y caribeño se ha descrito como “…la acción organizada de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su mensaje para que, transformados en hombre nuevos, e integrando su fe y su vida, se conviertan en protagonistas de la construcción de la Civilización del Amor” (Civilización del Amor, Tarea y Esperanza. CELAM 1995, CATE). Lo que a continuación se presenta quiere concretar, las características de la acción evangelizadora de la juventud, la identidad de la Pastoral Juvenil en Venezuela; la cual es la expresión concreta de la misión pastoral de la comunidad eclesial en relación con la evangelización de los jóvenes, que será también Buena Noticia para una Iglesia que se hace joven con los jóvenes. Ojalá que la lectura de estas reflexiones impulse a vivir y comunicar la vida nueva en Cristo. Una Pastoral Juvenil DESDE Y CON LOS JÓVENES El amor de Dios es manifestado a todas las criaturas, y en muchas ocasiones, Dios se ha acercado a jóvenes y los hace protagonistas del proyecto de salvación que tiene para cada uno de sus hijos; tal es el caso del joven David: «Samuel preguntó a Jesé: ¿no te quedan más muchachos? A lo cual él respondió: todavía falta el más pequeño… » (1 Sam 16, 11). Cuando Dios elige, es para realizar un plan grandioso. Dios mira a los jóvenes con un corazón lleno de amor. Él sabe cómo son y precisamente porque conoce su pequeñez, los llama para ser parte de su plan de amor y para anunciar a los otros jóvenes que han sido invitados al banquete pero, por las razones que el mundo les presenta, se apartan del camino (Mt 22, 1-14).
Al joven Jeremías, que se excusa por su juventud, le dice: «no digas soy un muchacho pues a dondequiera que te envíe irás» (Jr. 1, 7). La mirada de Dios es amor para que nosotros seamos partícipes de lo que “vemos y oímos” (Cfr. 1 Jn 1,3). “Dios busca de muchas maneras establecer contacto con nosotros. (…). Nos habla como a amigos. Por ello debemos responderle también como amigos y creer en él, creer totalmente en él” (Catecismo Joven de la Iglesia Católica YOUCAT 20). Cada vez que “Vayan, pues, y hagan el Señor llama que todos los pueblos a los jóvenes sean mis discípulos. “La Pastoral Juvenil deberá Bautícenlos en el favorecer la nombre del Padre y del animación y Hijo y del Espíritu Santo” creación de Mt. 28, 19 comunidades juveniles” (SD 120). Es por ello que, el punto de partida de la Iglesia para la Pastoral Juvenil es el propio joven, pues los invita a conocer y seguir libremente a Jesucristo como fuente de plenitud de vida y de la verdadera dignidad humana, desde su realidad y desde lo que son. La situación actual presenta a los jóvenes de Venezuela diversas culturas de muerte disfrazadas de vida y desdibujan al joven, la verdadera Vida en Cristo. El papa Benedicto XVI en la misa de clausura de la JMJ Colonia 2005, expresó que “Pareciera existir hoy un extraño olvido de Dios. Parece que todo marche igualmente sin Él”. Esta afirmación le da concreción a la acción de la Pastoral Juvenil, ejercer la función de Andrés, que no dudó en decir: «Aquí hay un muchacho…» (Jn 6, 9), presentando al joven tal cual es a Jesucristo, con sus debilidades y fortalezas, impulsando a ese mismo joven a vivir el encuentro personal con Jesús amigo. Por tanto, toda actividad de la
pastoral juvenil tendrá un aspecto de conversión (participación en el misterio pascual de Cristo) que invitará al joven a vivir la plenitud de vida que Cristo vino a traernos. “Como el Padre me ha amado, así les he amado yo; permanezcan en mi amor… les he hablado de esto para que mi alegría esté con ustedes, y su alegría llegue a plenitud” (Jn 9, 11). Estas palabras resuenan constantemente en el ser de los jóvenes, pues “los jóvenes son sensibles a descubrir su vocación a ser amigos y discípulos de Cristo, están llamados a ser “centinelas del mañana” (DA 443) de aquella mañana en la que Cristo triunfante se levanta y con su fuerza de resucitado transforma el mundo a la luz del plan que Él ha realizado. Y quien ha descubierto a Cristo no puede más que llevar a otros hacia Él. Una gran alegría no se puede guardar para uno mismo. Es necesario transmitirla y compartirla en comunidad. La pastoral juvenil se organiza para acompañar al joven en su crecimiento como ser humano y en el desarrollo de su compromiso cristiano. Su acción evangelizadora convierte al joven en protagonista de su propia historia, constituyéndose en elemento fundamental de la pedagogía, metodología y de la organización pastoral, y sobre todo en el eje central de su formación integral, dando fortaleza a su liderazgo configurándolo en la misma vida de Cristo. La acción evangelizadora de la juventud se realiza a través de UN PROCESO La vocación y el compromiso de ser hoy joven discípulo misionero de Jesucristo en Venezuela, requiere de una clara y decidida opción por el Reino de Dios, y solo será posible apostar por esta opción si existe una verdadera formación. Desde el inicio de la acción evangelizadora de Jesús se muestra como el Maestro que forma
personalmente a sus discípulos. El estilo de Jesús se vuelve emblemático y nos muestra que la formación del discípulo es producto de una vivencia o experiencia de un proceso sistemático y gradual “a los pies del Maestro”. Jesús invitó a todos a seguirles: “Vengan y vean” (Jn 1, 39), a quienes aceptaron la invitación les dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). Así los fue introduciendo en el misterio del Reino de Dios hasta enviarlos a predicar la Buena Noticia después de su muerte y resurrección: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia” (Mc 16, 15). Y a quienes envió les dio la certeza que “el Espíritu Santo les enseñará todas las cosas” (Jn 14, 26). Esta convicción solo existirá si se da un proceso, real y consecutivo, que paso a paso va presentando al joven horizontes y desafíos cada vez mayores, que promuevan en ellos una práctica sacramental y de oración encarnada en su realidad, que lo oriente a una vida social y eclesial, comprometida con los valores del reino. La Iglesia como madre y maestra de los jóvenes, siguiendo el ejemplo de Jesús, nos señala que este “proceso de formación de los jóvenes debe ser constante y dinámico, adecuado para ayudarles a encontrar su lugar en la Iglesia y en el mundo” (EA 47). Destacando que debe ser un proceso “de educación en la fe que lleve a la propia conversión y a un compromiso evangelizador” (DP 1193). Para lograr este propósito es necesario poner en marcha un proceso que brote de la misma realidad y experiencia del propio joven, llevándolo siempre a una profundización gradual, según su madurez, apegada a la vida de Jesucristo, lo que en consecuencia desencadenará una verdadera vocación de la Iglesia, siendo un joven capaz de ejercer liderazgo cristiano en todo entorno social.
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La Pastoral Juvenil se propone como opción pedagógica el acompañamiento del joven en su proceso de educación en la fe, haciendo énfasis en la vivencia de etapas (Nucleación- IniciaciónMilitancia) atravesados transversalmente por distintas dimensiones (Psico – Afectiva, Social – Cultural, Política, Mística – Teologal, Técnica Metodológica), inspirados por la gracia de Dios y siguiendo la pedagogía de Jesús que nos muestra hasta donde debe ser capaz el joven de amar, entregando la vida por los hermanos. En este sentido, la Iglesia en América Latina y el Caribe, propone una pastoral juvenil que ayude “a los jóvenes a formarse, de una manera gradual, para la acción social y política y el cambio de estructuras, conforme a la Doctrina Social de la Iglesia”. (DA 446e) Es importante considerar que los procesos de Educación en la Fe, a los que la Pastoral Juvenil invita, son un camino que realiza el mismo joven, quien desde su nacimiento hasta su adultez vive continuamente un proceso de formación y acompañamiento, convirtiéndose en el principal responsable de dar los pasos correspondientes en este particular, por lo tanto, este proceso educativo tiene también un carácter individual y particular; el cual se debe aprender a respetar su ritmo. La Iglesia en Venezuela, a imagen de la experiencia de Jesús, va llevando a través de pequeñas comunidades un proceso de formación con los jóvenes, donde ellos irán “creciendo en sabiduría y gracia de Dios” (Lc. 2, 40). El proceso evangelizador se vive EN PEQUEÑOS GRUPOS O COMUNIDADES Jesús, al inicio de su ministerio, “…subió al monte y llamó a los que Él quiso; y vinieron donde Él. Instituyó doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar…” (Mc 3, 13-14), convirtiéndolos en su primer grupo escogido.
Hoy Jesús también sigue llamando a los jóvenes a formar parte de un grupo o comunidad. La fe en Jesucristo llegó a través de la comunión eclesial y como ha dicho Benedicto XVI, “nos libera del aislamiento del Yo, porque nos lleva a la comunión” (Sesión inaugural de los trabajos de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, 2007). La tarea de la pastoral juvenil, además de implicar el encuentro personal y comunitario, con Jesucristo y generar los procesos de discipulado, conlleva la vivencia de la comunión con Cristo y su comunidad. Comunión que se entiende como configuración con el maestro amigo. (Civilización del Amor Proyecto y Misión. CELAM 2012, CAPYM 690). Por lo que la Iglesia, como la gran comunidad de creyentes, debe velar por propiciar, acompañar y resguardar las comunidades de los jóvenes. Ya en los hechos de los apóstoles se describe cómo todos aquellos que se bautizaban, se incorporaban a la comunidad cristiana viviendo unidos y teniendo todo en común, “…acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones... alababan a Dios y gozaban de la empatía de todo el pueblo...” (Hch 2, 42ss). Es por esto que el encuentro con Jesús tiene que llevar al joven a reconocer la necesidad de pertenencia a una comunidad o grupo de referencia que lo haga crecer en la fe junto a sus coetáneos. Como parte de un proceso evangelizador dirigido a la juventud, los jóvenes toman parte y se hacen sentir que son Iglesia, experimentándola como lugar de comunión y participación (DP 1184). Una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que se pueda vivir una experiencia permanente de discipulado misionero y de comunión con los sucesores de los Apóstoles y con el Papa (DA 156). Así como en la Jornada Mundial de la
Juventud celebrada en el verano del 2011 en Madrid cuando expresaban “Esta es la juventud del Papa”. La experiencia latinoamericana de la Iglesia con los jóvenes reconoce que “El grupo o comunidad juvenil es la experiencia central de la propuesta evangelizadora de la Pastoral Juvenil” (Civilización del Amor, Tarea y Esperanza. CELAM 1995, CATE) en tal sentido, la Pastoral Juvenil privilegia la opción de generar procesos grupales y darles continuidad y profundidad, ya que en las comunidades juveniles se desarrollan los procesos de acompañamiento y se perfila el plan de Dios para cada uno de los jóvenes que hacen vida esta experiencia de comunidad. Estas experiencias de vida han permitido a muchos jóvenes en Venezuela conocer valores humanos que en otros espacios no se les ofrece. Es así como los grupos juveniles, se constituyen en pequeñas células portadoras de vida y fe, convirtiéndose en una fuerza renovadora, donde el Espíritu Santo suscitará variedad de carismas al servicio del pueblo de Dios (Ef. 4,7). Estas pequeñas comunidades son reflejo del pueblo de Dios que camina en el mundo, dando signos de vida ante tantas culturas de muerte, en ella se observa que es el reflejo de una Iglesia que se hace joven con los jóvenes. UNA PASTORAL DE MEDIOS ESPECÍFICOS para una realidad plural En el Evangelio se nos describe claramente cómo Jesús anunció la salvación universal a partir de sectores muy concretos del pueblo: “se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y Él los curó” (Mt 15,30). Jesús, que ama especialmente a los jóvenes, los llama no sólo en general sino desde situaciones específicas, tal como se revela en los evangelios: el joven rico
(Lc 19, 23), El hijo de la viuda de Naín (Lc 7, 12), la hija de Jairo (Mc 5, 23). Llamó a cada uno de los discípulos desde su situación específica, invitándolos a ser pescadores de hombres (Mc 1, 18). Esta actitud de Jesús, nos muestra la necesidad de una Pastoral Juvenil que debe llegar al joven en su situación y medio particular, en el momento y en las dificultades por las que pasa diariamente. Hoy los jóvenes de Venezuela que viven sumergidos en una realidad plural marcada por la deshumanización, las divisiones, el odio, la indiferencia, el consumismo, entre otros; requieren de una acción evangelizadora que tenga los mismos sentimientos de Jesús que “al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor.” (Mt. 9,36). Los medios específicos constituyen para la Pastoral Juvenil el medio humano privilegiado donde anunciar, encontrar y realizar la salvación, «la Iglesia se compromete a mantener su opción pastoral y misionera por los jóvenes para que puedan hoy encontrar a Cristo vivo» (EA180). SS. Benedicto XVI en su mensaje a los jóvenes del Líbano (15 de septiembre de 2012), invitó a mirar en el rostro de los jóvenes necesitados al Cristo que nos invita a participar de su alegría. Las Pastorales Específicas de Juventud son una forma concreta y válida de hacer efectiva la opción preferencial por los pobres. Esta opción es uno de los rasgos que marca el rostro de la Iglesia latinoamericana y caribeña. En esta época, suele suceder que defendemos demasiado nuestros espacios de privacidad y disfrute, y nos dejamos contagiar fácilmente por el consumismo individualista. Por eso es necesaria una actitud permanente que se manifieste en opciones y gestos concretos hacia los pobres y mucho más hacia los jóvenes en situaciones críticas (DA.
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397). Por tanto, la preocupación evangelizadora no se dirige sólo a los jóvenes que se acercan a los grupos eclesiales, la Pastoral Juvenil debe responder a las diversas situaciones y actitudes de los jóvenes de cara a la fe y a la vida. El Evangelio se anuncia y acontece siempre “en medio” de situaciones específicas, los sectores específicos concretan y mediatizan la salvación universal. Es necesario pensar en los jóvenes venezolanos estudiantes, trabajadores, indígenas, contagiados con VIH, encarcelados, campesinos, entre otros; que necesitan escuchar el anuncio misericordioso del Padre, a través de otros jóvenes que se han encontrado con Jesucristo. Es ahí donde nos convertiremos en luz para los jóvenes y portadores de la Buena Noticia. La propuesta de Dios Padre a los jóvenes: JESUCRISTO. “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, para que recibiéramos la filiación adoptiva” (Ga 4, 4-5), por este medio Dios Padre, nos dio a su único hijo, el ser más perfecto que haya conocido la humanidad, “se hizo semejante a nosotros menos en el pecado” (Heb 4). Con esta gran demostración de amor, nos presenta siempre de un modo nuevo a su Hijo Amado, para que los jóvenes se encuentren con Él y santifique su vida. Tal es el caso de aquellos muchachos que al escuchar hablar a Juan en el Jordán se dan cuenta de quién es el que pasa y empiezan a seguirlo; “ellos se fueron con Él, vieron donde vivía y pasaron aquel día con Él” (Jn 1, 39). Desde ese momento no se apartaron de su lado. Los jóvenes también están llamados a vivir la misma experiencia: ver donde vive Jesús hoy para quedarse con Él. Hoy los jóvenes saben reconocer que “… muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas, ahora en esta etapa final nos ha
hablado por medio de su Hijo…” (Heb 1,1ss). La Pastoral Juvenil tiene como misión fundamental la presentación atractiva y motivadora de Jesucristo al joven, que es la única fuente de alegría, plenitud y salvación. Frente a un país que presenta una realidad política, económica, social y cultural que afectan el mundo vital del joven venezolano, es necesario hacerles reconocer que Jesús está vivo y presente en sus vidas. Jesucristo es la esperanza de todos los jóvenes, pero muchos han perdido de vista el sentido de la vida plena y viven sin esperanza; ante esta tentación del mundo, “Él nos dice quién es en realidad el hombre y qué debe hacer para ser verdaderamente hombre. Él nos indica el camino y este camino es la verdad. Él mismo es ambas cosas, y por eso es también la vida que todos anhelamos. Él indica también el camino más allá de la muerte; sólo quien es capaz de hacer todo esto es un verdadero maestro de vida” (SS 6). “Sea el Señor tu delicia, y Él te dará lo que pide tu corazón” (Sal 37, 4). Es por ello que a Él se le puede llamar como lo hizo el joven rico “Maestro Bueno” porque tenemos la plena confianza de que Jesús es el único “camino, verdad y vida” (Jn 14, 6) y todo lo que se le pida de corazón Él lo dará. Nuestro querido Beato Juan Pablo II, en el año 2000 expresó a los jóvenes, justamente sobre esta experiencia de fe y encuentro con Jesucristo: “Cada uno de vosotros puede encontrar en sí mismo la dialéctica de preguntas y respuestas (…) Cada uno puede analizar sus propias dificultades para creer e incluso sentir la tentación de la incredulidad. Al mismo tiempo, sin embargo, puede también experimentar una progresiva maduración de la convicción consciente de la propia adhesión de fe. En efecto, siempre en este admirable laboratorio del espíritu humano, el laboratorio de la fe, se encuentran mutuamente
Dios y el hombre. Cristo resucitado entra en el cenáculo de nuestra vida y permite a cada uno experimentar su presencia y confesar: Tú, Cristo, eres “mi Señor y mi Dios” (Vigilia JMJ 2000, Roma). Si quieres ser perfecto… Jesús el estilo de vida para el Joven Los jóvenes quizás pregunten ¿y cómo es ese estilo de vida?, respondiendo a ésta inquietud el papa Benedicto XVI les ha escrito en su mensaje para la XXII JMJ (2007), que lo propio del cristiano es el Amor, resaltando que estamos llamados a mostrar este amor en tres ámbitos: “Queridos jóvenes, están llamados de modo particular a manifestar el amor de Dios. El primero es la Iglesia, que es nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo. Siendo testigos de sus palabras – “La señal por la que conocerán que son discípulos míos, será que se aman unos a otros” (Jn 13,35)- alimenten con su entusiasmo y su caridad las actividades de las parroquias, de las comunidades, de los movimientos eclesiales y de los grupos juveniles a los que pertenecen. En un segundo ámbito, donde nos llama a expresar el amor y a crecer en Él, es en nuestra preparación para el futuro que nos espera. El tercer ámbito del compromiso que conlleva el amor es el de la vida cotidiana en sus diversos aspectos como lo son la familia, el estudio, el trabajo y el tiempo libre. Queridos jóvenes, cultiven sus talentos no sólo para conquistar una posición social, sino también para ayudar a los demás “a crecer”. Desarrollen sus capacidades, no sólo para ser más “competitivos” y “productivos”, sino para ser “testigos de la caridad”. El Papa les recuerda a los jóvenes que Jesús nos invita a ser generosos, a no conformarnos con dar el mínimo, sino a comprometernos a fondo, con una atención especial por los más necesitados. El mundo necesita hombres y mujeres, competentes y generosos, que se pongan al servicio del bien común. Esforzados
por estudiar con seriedad; cultivar sus talentos y ponerlos desde ahora al servicio del prójimo; buscando el modo de contribuir, allí donde estén, a que la sociedad sea más justa y humana. El estilo de vida que Jesús le propone a los jóvenes hoy, lo asumieron hombres y mujeres de todos los tiempos en su juventud; muchos la Iglesia los ha reconocido como beatos o santos, ellos han escuchado la voz del Señor como la escucharon los primeros discípulos e hicieron de sus vidas una fuente inagotable de amor y servicio a los demás. Ese es el estilo de vida que asumen los discípulos de Jesucristo, escuchan la palabra y aprenden del Maestro Bueno, para después, ser los anunciadores de lo que han visto, oído y palpado con sus propias manos; construyendo entonces la Civilización del Amor, el Reino de Dios. El estilo de vida al cual Jesús llama a los jóvenes es el mismo estilo de vida de los discípulos del Maestro Bueno que construyen su vida sobre Cristo, “acogiendo con alegría la palabra y poniendo en práctica la doctrina: ¡he aquí, jóvenes del tercer milenio, cuál debe ser su programa! Es urgente que surja una nueva generación de apóstoles “Arraigados y edificados en Cristo firmes en la fe” (Col. 2, 7) en su palabra, capaces de responder a los desafíos de nuestro tiempo y dispuestos a difundir el Evangelio por todas partes. ¡Esto es lo que les pide el Señor, a esto les invita la Iglesia, esto es lo que el mundo, aun sin saberlo, espera de ustedes! Y si Jesús los llama, no tengan miedo de responderle con generosidad, especialmente cuando les propone seguirlo en la vida consagrada o en la vida sacerdotal. No tengan miedo; confíen en Él y no quedarán decepcionados”. (Homilía S.S Benedicto XVI en la XXI JMJ 9 de abril de 2006) Para poder vivir el estilo de vida de Jesús, los jóvenes están llamados a vivir en el amor a
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Dios y al prójimo: “Sólo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, para manifestarle amor, me hace sensible también ante Dios. Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama”. Los Santos —pensemos por ejemplo en la beata Teresa de Calcuta — han adquirido su capacidad de amar al prójimo de manera siempre renovada, gracias a su encuentro con el Señor eucarístico y, viceversa, este encuentro ha adquirido realismo y profundidad precisamente en su servicio a los demás. Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento” (DCE 18). “Por este motivo, queridos amigos, les invito a intensificar su camino de fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Ustedes son el futuro de la sociedad y de la Iglesia” (Mensaje para la XXVI JMJ Madrid 2011, Benedicto XVI). El estilo de vida de Jesús impulsa al joven a vivir una espiritualidad desde su cotidianidad. Juan, el discípulo amado, caminaba con Jesús desde su realidad impulsado por un espíritu de servicio y alegría. Los jóvenes llevan dentro, el sello del amor del Padre en Jesucristo, que es el Espíritu Santo. “El viento sopla donde quiere, oyes su rumor, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así le sucede al que ha nacido del Espíritu” (Jn 3, 8). Esta experiencia de la acción del Espíritu, que el evangelista Juan pone en la boca de Jesús, mueve a la Iglesia a discernir y reconocer esa acción en la historia y en las culturas concretas de los pueblos. Es Jesús fuente y centro de la vida espiritual. “La fuerza del Espíritu Santo fluye en el interior de la juventud, como un río subterráneo que nutre el espíritu y los atrae cada vez más cerca de la fuente de verdadera vida, que es Cristo… Sin embargo, esta fuerza, la gracia del Espíritu
Santo, no es algo que se pueda merecer o conquistar; se puede sólo recibirla como regalo. El amor de Dios puede derramar su fuerza sólo cuando se le permite cambiarnos por dentro. El joven debe permitirle penetrar en la dura costra de su indiferencia, de su cansancio espiritual, de su ciego conformismo con el espíritu de su tiempo. Sólo entonces se puede permitirle encender la imaginación y modelar los deseos. Por esto es tan importante la oración: la plegaria cotidiana, la oración íntima en la quietud del corazón, ante el Santísimo Sacramento, y la oración litúrgica en el corazón de la Iglesia” (Homilía del papa Benedicto XVI en la celebración eucarística con los jóvenes del mundo en ocasión de la XXIII JMJ en Sidney 2008). Jesús está siempre presente en nuestros corazones, esperando serenamente que nos dispongamos en el silencio junto a Él para sentir su voz, permanecer en su amor y recibir “la fuerza que proviene de lo alto” (Cfr. Hch 1, 8) una fuerza que nos permite ser sal y luz para nuestro mundo. Todos los jóvenes están invitados a ser testigos del gran acontecimiento de la Resurrección, el cual se celebra, se vive, se experimenta en la celebración de la Eucaristía. Ella es el centro de la espiritualidad del cristiano, ya que en ella realizamos de manera plena el encuentro con aquel que nos ama. Celebrar la Eucaristía es celebrar la vida nueva que nos trae Cristo, es participar del Reino y vivir plenamente la civilización del amor. No podemos vivir distantes a esta realidad pues ella fortalece la comunión entre los hermanos, nos hace ser testigos, nos fortalece en el combate contra el pecado, y nos convierte en hombres y mujeres nuevos. “La Eucaristía es el centro vital en torno al cual deseo que se reúnan los jóvenes para alimentar su fe y entusiasmo” Sacramentum Caritatis, Benedicto XVI (2007)
La Pastoral Juvenil está llamada a establecer un diálogo entre las experiencias que el Espíritu Santo inspira en los jóvenes desde sus diversos ambientes, con sus diferentes sensibilidades, vivencias y la tradición de la comunidad de creyentes. Los jóvenes quieren expresar su fe como expresiones sensibles más cercanas a sus vidas. Hoy la juventud es mucho más susceptible a lo simbólico, a un lenguaje que incluya la expresión corporal, las sensaciones y los sentimientos, donde haya un lugar muy particular para la naturaleza, la espontaneidad, lo visual, la música, el silencio, entre otros. Es por esto que la Pastoral Juvenil en Venezuela debe estar atenta para descubrir la impresión del espíritu en la vida de los jóvenes. Es por ello que incentiva la participación continua en las celebraciones litúrgicas, especialmente en la Eucaristía dominical. Los jóvenes, discípulos de Jesús al servicio de la vida, en una pastoral juvenil con SENTIDO MISIONERO “El Espíritu de Jesús está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 18- 19). A igual que Jesús, la juventud católica venezolana se ha planteado que no puede seguir indiferente ante tantos otros jóvenes que se sienten excluidos y sin Dios. De allí que se han declarado una pastoral en misión, ya que están “dispuestos a dar respuestas a todo aquel que pida razón de su fe” (1Pe 3,15). Jesús antes de partir, llamó a sus discípulos al monte de Galilea, y les dijo: “me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra, vayan pues y hagan discípulos a todas las gentes…” (Mt 28). A partir de este momento queda expresada la razón de ser de la Iglesia, que es salir al mundo
siendo testigos del acontecimiento trascendental en la vida de la persona humana, que es capaz de transformar la humanidad: Jesucristo ha muerto y resucitado para la salvación de todos. La Pastoral Juvenil está inmersa dentro de este acontecimiento y está llamada a ser generadora de acciones concretas, para construir la civilización del amor. La Pastoral Juvenil impulsará a los jóvenes al encuentro de otros que no son conocedores de la gran noticia y formará en el espíritu misionero a todos los jóvenes que se encuentran en los grupos, comunidades y en los espacios donde se pueda fraguar el hombre nuevo. El Papa Benedicto XVI invitó a los jóvenes, desde El Líbano, a ser portadores del amor de Cristo; “Volviendo sin reservas a Dios, su Padre, que es la medida de lo justo, lo verdadero y lo bueno. Mediten la Palabra de Dios. Descubran el interés y la actualidad del Evangelio.” De la misma manera recuerda a los jóvenes que deben vivir las palabras del mensaje de Jesús: «Amaos unos a otros como yo os he amado» (Jn 13, 35). En esto reside el testamento de Jesús y el signo del cristiano. Aquí está la verdadera revolución del amor que ustedes deben predicar”. Aunque el Santo Padre alienta con estas palabras a la juventud, muchas veces los jóvenes miran su pequeñez y sólo manifiestan al Señor: “no sé expresarme, mira que soy un muchacho” (Jr 1, 6) pero al escuchar la voz apremiante de Jesús, el Maestro Bueno, que dice: “ánimo recibirán una fuerza de lo alto, yo les daré mi Espíritu” (Hch 1, 8), es este el Espíritu el que inspira a dar testimonio de hijos de Dios (Cfr. Rm 8, 16). Él es el maestro interior que instruye y pone en los corazones la palabra apropiada y que impulsa a ser verdaderos misioneros. “Hoy se necesitan discípulos de Cristo que no escatimen tiempo ni energía para servir al
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Evangelio. Se necesitan jóvenes que dejen arder dentro de sí el amor de Dios y respondan generosamente a su llamamiento apremiante, como lo han hecho tantos jóvenes beatos y santos del pasado y también de tiempos cercanos al nuestro. En particular, les aseguro que el Espíritu de Jesús les invita hoy a ustedes, jóvenes, a ser portadores de la buena noticia de Jesús a sus coetáneos” (Mensaje del papa Benedicto XVI en la XXIII JMJ Sidney 2008). El Episcopado Latinoamericano en Aparecida (2007) ha dejado clara su propuesta e impulsa a los jóvenes a vivir como discípulos y misioneros del Maestro Bueno: “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad” (DA 360). El joven llamado a anunciar la Buena Noticia en medio de su realidad no debe olvidar la importancia de nutrirse para llevar a cabo esta misión evangelizadora. Por tanto se hace necesaria “una formación específica para que puedan tener una incidencia significativa en los diferentes campos, sobre todo “en el mundo vasto de la política, de la realidad social y de la economía, como también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los medios y de otras realidades abiertas a la evangelización” (DA 283). También es oportuno resaltar la necesidad de “formar a los discípulos en una espiritualidad de la acción misionera, que se basa en la docilidad al impulso del Espíritu, a su potencia de vida que moviliza y transfigura todas las dimensiones de la existencia” (DA 284). Es por ello que el papa Benedicto XVI insiste a los jóvenes en “meditad a menudo la palabra de Dios, y dejad que el Espíritu Santo sea vuestro maestro. Descubriréis entonces que el pensar de Dios no es el de los hombres; seréis llevados a contemplar al Dios verdadero y a leer los acontecimientos de la Historia con sus ojos; gustaréis en plenitud la alegría que nace de la verdad” (Mensaje en ocasión de la XXI JMJ 2006).
El Papa Benedicto XVI nos invita a ser testigos de la esperanza, muchos de los jóvenes venezolanos viven sin sentido, no hay quien les presente una propuesta de una vida mejor; por eso la Pastoral Juvenil en Venezuela también se comprometer a la misión que dé fuerzas y esperanza a tantos jóvenes caídos. “Queridos amigos, como Pablo, sean testigos del Resucitado. Denlo a conocer a quienes, jóvenes o adultos, están en busca de la gran esperanza que dé sentido a su existencia. Si Jesús se ha convertido en su esperanza, comuníquenlo con su gozo y su compromiso espiritual, apostólico y social” Mensaje del papa Benedicto XVI a los jóvenes del mundo con ocasión de la XXIV JMJ 2009. La Pastoral Juvenil camina en clave misionera, con conciencia crítica y solidaria, como el joven Isaías “aquí estoy envíame a mí” (Is 6, 8.). La Pastoral Juvenil es protagonista de la Nueva Evangelización. La comunidad eclesial acompaña a los jóvenes a través de ASESORES. En medio de una juventud que muchas veces se encuentra sumergida en tristezas, en el vacío, en el deseo de encontrar la felicidad se requiere la acción evangelizadora de la Pastoral Juvenil; y en esta acción se hace necesaria la figura del asesor que ejerza el ministerio de acompañar, en nombre de la Iglesia, los procesos de educación en la fe de los jóvenes. La ministerialidad de la asesoría en la acción pastoral con los jóvenes se fundamenta en Jesucristo que “…no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos” (Mt. 20, 28). Este ministerio es propio de la pascua, de la alegría de la Resurrección: “Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos. (…)Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras (…) Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a
“El Espíritu de Jesús está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 18- 19)
la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado” (Cfr. Lc 24, 13-35). El asesor, por tanto, se semejanza de Jesús, se acerca y camina con los jóvenes (Lc 24, 15), reconoce la presencia de Jesús en medio de ellos (Mt. 18, 20), les da de beber del agua viva (Jn 4, 15), con su testimonio y como persona de fe les muestra el camino perfecto (Mc 10, 17-22). Es un educador en la fe que se deja guiar por la acción del Espíritu. El asesor es otro Felipe que impulsado por la voz del Espíritu se acerca y se pone junto a los jóvenes, les explica las escrituras y se convierte en anunciador de la Buena Nueva de Jesús (Hch 8, 26-40). La Iglesia siente la urgencia de “una opción concreta por una pastoral juvenil orgánica donde haya acompañamiento y apoyo real, con diálogo mutuo entre jóvenes, pastores y comunidades” (SD 114). “Cada sector del Pueblo de Dios pide ser acompañado y formado, de acuerdo con la peculiar vocación y ministerio al que ha sido llamado… Se requiere, por tanto, capacitar a quienes puedan acompañar espiritual y pastoralmente a otros” (DA 282). Un pastor de juventud cree en Dios y cree en los jóvenes. Sabe que la grandeza de su vocación está en la elección que Dios le ha hecho para confiarle la juventud, para hacerlo partícipe del amor con que él mismo ama a los jóvenes (SD 118) y para enviarlo a acompañarlos y estar presente en medio de ellos como signo de su amor. Siendo educador actúa de acuerdo a la pedagogía de Dios y siguiendo el modelo que utilizó Jesús con sus discípulos. Como Dios con su pueblo, el asesor hace alianza con los jóvenes, escucha sus clamores, camina con ellos, les da su vida y deja que vayan haciendo su camino con libertad (Lc
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24, 13-35). Tiene una propuesta educativa clara y concreta para los jóvenes, que no impone sino que propone y sabe cómo llevarla a la práctica y hacerla realidad. Es por esto, que la Pastoral Juvenil en Venezuela muestra un principal interés en que toda comunidad eclesial asegure a los jóvenes “la presencia y acompañamiento de asesores y animadores (sacerdotes, religiosos o laicos) “que sean guías y amigos de la juventud, conservando su propia identidad y prestando ese servicio con madurez humana y cristiana” (JBNJ N° 60). Es necesario que estén adecuadamente formados, con vocación para el trabajo juvenil, que quieran de verdad a los jóvenes y que estén en actitud de escucha, compresión y cercanía”; que vivan en estrecha comunión con Dios en la oración y den verdadero testimonio de vida. El asesor reconoce y promueve el protagonismo de los jóvenes en la pastoral juvenil, de esta manera la vocación de asesor es como aquél que está liderando la acción desde el servicio de acompañar el camino. Por tal motivo, urgen asesores adecuadamente formados, que conozcan suficientemente las características pedagógicas y metodológicas del proceso de pastoral juvenil. Jóvenes discípulos y misioneros DE LA MANO DE MARÍA La Pastoral Juvenil en Venezuela camina de la mano de María, la cual ha entrado en la historia de los jóvenes para decirnos, como en las bodas de Caná en Galilea, “hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). El joven debe ver en María pobre, aquella persona llena de felicidad, que ama con pleno gozo y que siente la perfecta alegría de poseer en plenitud, con la energía de la esperanza, la riqueza más grande que el mismo Dios les da.
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La acción mariana también ha irrumpido en la historia de nuestro país: “Una hermosísima señora de belleza incomparable caminando serenamente sobre las aguas, que sostenía en sus brazos a un precioso niño”, como lo cuenta el relato, le sale al paso al indio Coromoto y le dice: “Id al sitio donde viven los blancos para recibir el agua sobre la cabeza y así ir al cielo”. La señora le dio este mensaje con tanto amor y ternura que el cacique se dispuso a obedecerle.” (Fragmento tomado de la Historia de Aparición de Nuestra Señora de Coromoto).
perseverantes en la caridad, siempre dóciles a la palabra de Dios.
“María sigue mostrando a los jóvenes de hoy su ternura de Madre. Les ayuda a conocer y a seguir a su hijo Jesús, les acompaña en sus procesos de crecimiento en la fe, intercede por los que están lejos o lo buscan sin encontrarlo y abre caminos de esperanza para los excluidos y para los que no tienen voz. Con su ejemplo propone un proyecto de vida para los jóvenes y les invita a decir “SI” a Jesús y a ponerse en disponibilidad total para servicio del reino.” (CPV, 258)
Es el Rosario, en efecto, en su sencillez y profundidad, un verdadero compendio del Evangelio y en su práctica diaria, conduce al joven a entender el mensaje cristiano: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16). Y entonces, permanece como el discípulo amado al pie de la Cruz y se hace protagonista de la Resurrección.
La Virgen María de Coromoto está presente en el camino de cada joven para hacerle descubrir el sentido de una vida plena, como una madre escondida. Siempre solícita ante el pobre, cuando se aparece ante el indígena, ella ha estado atenta para resguardarle y protegerle. Hoy también está presente para ayudar en la organización y preparación de la construcción de la nueva civilización del amor. María siempre está dispuesta a escuchar a los jóvenes, tal como lo hiciera en Pentecostés, cuando presente en el Cenáculo con los Apóstoles a la espera del Paráclito, se convierte en madre y guía, Ella les enseña a acoger la palabra de Dios, a conservarla y a meditarla en el corazón (Lc 2,19), viviendo la obediencia, les ayuda a estar firmes en la fe, constantes en la esperanza,
Es por tanto, la Virgen María, un estímulo para todos los jóvenes, para que realicen una verdadera espiritualidad y sus anhelos interiores de contemplación, en medio del quehacer cotidiano, en medio de los demás. Allí en el cumplimiento del deber diario, con todas las consecuencias que éste conlleva, han de tener cabida y plena realización, el espíritu y el ideal de oración y de contemplación, como lo hizo María.
“Salve, aurora jubilosa de una Patria soberana que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas” Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, renueva nuestra fe.
MARCO ORGANIZAR ES PARTICIPAR
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Marco Organizar es Participar
“Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” Mt. 28,19. ¿Quiénes somos?, ¿Cómo estamos organizados?, una propuesta de comunión. La organización es una opción pedagógica de la pastoral juvenil que genera en sí misma un proceso de comunión y participación. Esta se puede vivenciar en las funciones dentro de un grupo, donde los servicios se distribuyen entre sus integrantes, así como también dentro de la comunidad de vida eclesial en la cual vive y participa. Como facilitadora de la formación en la acción, produce entre los jóvenes canales de diálogo y espacios de decisión para el desarrollo corresponsable de su acción pastoral, promoviendo su necesaria incorporación en la sociedad como sujeto activo de la misma. Existen documentos pastorales que son iluminadores y justifican la generación de procesos pastorales a partir de la Organización. Entre ellos, las conclusiones del II Congreso Latinoamericano de Jóvenes Punta de Tralca 1998, en dos de sus líneas de acción prioritarias, expresan con claridad el camino para seguir avanzando en nuestra Pastoral Juvenil, a saber: •
•
“Fortalecer y ampliar las instancias de decisión a nivel eclesial y las propias de la pastoral juvenil en los distintos niveles, donde se favorezca la comunión y la participación en los procesos de planificación, ejecución y evaluación pastoral, para que el joven pueda ser protagonista de su propio proceso y agente comprometido en la construcción de una nueva sociedad”. Línea de acción No 19 “Crear procesos de elección de asesores de pastoral juvenil (laicos, sacerdotes y religiosos) que partan de las personas propuestas en los grupos, incluyendo criterios como la vocación, formación y opción real por los jóvenes, para
desarrollar una Pastora Juvenil en la que los asesores sean capaces de comprender, acompañar y compartir la vida y el lenguaje de los jóvenes”. Línea de acción No 8 Más adelante el III Congreso Latinoamericano de Jóvenes, Los Teques 2010; nos propone como uno de los horizontes para el caminar de la Pastoral Juvenil Latinoamericana: • “Una Pastoral Juvenil Orgánica, atractiva y atenta a los signos de los tiempos, que promueva el encuentro con Jesucristo Vivo, la formación integral y el acompañamiento, para que el joven sea verdadero discípulo misionero, comprometido en la transformación de la realidad”. En nuestro País, la juventud venezolana ocupa un puesto privilegiado entre las preocupaciones de nuestros pastores, por ello uno de los 16 documentos emanados del Concilio Plenario de Venezuela es “Jesucristo: Buena Noticia para los Jóvenes”. En él se nos ofrecen orientaciones pastorales que iluminan la acción de la pastoral juvenil en el país; específicamente respecto a la organización nos presenta en el Desafío No 5: “Organizar la pastoral juvenil en todas las instancias eclesiales, dedicar un personal estable, convenientemente preparado y con verdadero interés y pasión por el trabajo pastoral entre los jóvenes, y promover la búsqueda de los recursos necesarios”. Así bien, se valora la necesidad de una Pastoral Juvenil organizada y articulada en nuestro país, en las diferentes instancias que la integran, vivificada en verdaderos agentes de pastoral implicados, con actitudes y disposiciones personales necesarias, y funciones claras según su servicio. Los siguientes numerales que acompañan este desafío iluminan aún más nuestra acción.
97. Promover la creación o el fortalecimiento de los secretariados diocesanos, con sus respectivos equipos de trabajo, en vinculación con el Departamento Nacional de Pastoral Juvenil y su respectiva coordinación nacional. Estimular la creación de centros de espiritualidad, o de casas de la juventud, para la formación de los jóvenes. 98. Crear en cada instancia eclesial (parroquias, vicarias) un equipo responsable de pastoral juvenil que la promueva y coordine. 100. Favorecer la incorporación de jóvenes a la animación de la Pastoral Juvenil, después de haber seguido un itinerario de crecimiento que les permita asumir responsabilidades, cada vez mayores, en el asesoramiento de grupos y en otras actividades. Los procesos pastorales de nuestro país reclaman una profundización en el ejercicio de los servicios y coordinaciones a lo largo de las diversas estructuras organizativas en las que ya se ha venido actuando. Asimismo, exigen continuar la reflexión para encontrar los vínculos que permitan integrar de manera orgánica a los Movimientos Juveniles, la Pastoral Juvenil Vocacional de distintas congregaciones, la Pastoral Juvenil Estudiantil, y otros medios específicos, así como lograr un trabajo articulado con los Institutos de Pastoral Juvenil. El esfuerzo de organizar no debe significar nunca el hacer una pastoral para los jóvenes sino con los jóvenes. Las personas en las bases deben sentirse representadas en tales estructuras y tener voz activa en la toma de decisiones.
Marco Organizar es Participar ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN Y SERVICIOS DE ANIMACIÓN DE LA PASTORAL JUVENIL EN VENEZUELA. Pag 35 01 • EN LA INSTANCIA GRUPAL. Pag 36 02 • EN LA INSTANCIA PARROQUIAL. Pag 37 03 • EN LA INSTANCIA ZONAL. Pag 39 04 • EN LA INSTANCIA ARQUI/DIOCESANA O VICARIAL. Pag 41 05 • EN LA INSTANCIA PROVINCIAL. pag 45 06 • EN LA INSTANCIA NACIONAL. pag 49 07 • EN LAS INSTANCIAS: REGIONAL Y LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE. Pag 56
ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN Y SERVICIOS DE ANIMACIÓN DE LA PASTORAL JUVENIL EN VENEZUELA En el presente marco “Se proponen estructuras organizativas convenientes para animar e impulsar una Pastoral Juvenil de conjunto, desde lo más local hasta lo nacional, incluyendo pastorales específicas de juventud, movimientos eclesiales y otras pastorales como catequesis, vocacional, de la educación, entre otras” (Civilización del Amor, Tarea y Esperanza. 2001. Pp252-254). Estas estructuras facilitan un trabajo eficaz y verdaderamente orgánico, probablemente la tarea más ardua y prioritaria.
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Las siguientes definiciones comprender la propuesta:
ayudarán
a
INSTANCIA: se entiende como cada uno de los grados o niveles de acción en los que se puede organizar la pastoral juvenil, se constituyen como instancias de decisión al momento de establecer de manera organizada los equipos respectivos. Ejemplos: Nacional, Provincial, Arqui/Diocesana. ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN: son lugares donde los jóvenes se encuentran, se juntan y se reúnen para conformar grupos, equipos o comunidades, y desarrollan sus actividades. Ejemplos: Grupo Juvenil, Asamblea Parroquial de PJ, Asamblea Arqui/Diocesana. SERVICIOS DE ANIMACIÓN: Para una mejor organización los jóvenes animadores y asesores se distribuyen en distintas coordinaciones o servicios, por lo que los servicios de animación son aquellos donde responsablemente ejercen su liderazgo y conducen las actividades respectivas. Ejemplos: Animador, Asesor, Responsable Diocesano, Delegado Provincial…
01 • EN LA INSTANCIA GRUPAL
de organización para su desarrollo y crecimiento. Se recomienda que los grupos estén formados por 12 o 15 jóvenes; con excepción de aquellos grupos que poseen un equipo de animación preparado para llevar un efectivo acompañamiento a un número mayor de participantes. Sus funciones generales son: • • • •
•
Promover la vida grupal. Definir los objetivos del grupo, estatutos y esquemas de reuniones. Promover y participar en actividades de interés social y comunitario. Fomentar espacios que permitan la integración de los jóvenes a la comunidad parroquial resaltando el sentido de pertenencia y comunión eclesial. Motivar y ayudar a crecer a otros jóvenes en el seguimiento a Jesús.
Cada grupo juvenil debe tener un ANIMADOR. En muchas experiencias llamado “coordinador”, preferimos llamarlo Animador porque es un joven integrante del grupo que, elegido entre sus compañeros, se siente llamado por Dios para asumir el servicio de animar el caminar del grupo y sus integrantes, de modo que invite a seguir a Jesús y asumir su estilo de vida.
El Grupo o Comunidad Juvenil Es la experiencia central de la propuesta evangelizadora de la Pastoral Juvenil. Favorece la animación, formación, coordinación y acompañamiento entre los jóvenes, a través de procesos que generan en ellos educación en su fe y vida.
Perfil necesario para cumplir el servicio: • Joven adulto (se recomienda mayor de edad). • Proactivo. • Capacidad para el diálogo y trabajo en equipo. • Cristocéntrico. • Orante.
El grupo o comunidad juvenil debe estar conformado por jóvenes y adolescentes de ambos sexos, con un nivel de participación estable y ritmo periódico de reuniones debidamente planificadas, con una estructura interna mínima
Disposiciones personales necesarias para asumir el servicio: • Disponibilidad para la formación constante. • Activo Académicamente. • Disponibilidad para un año de servicio.
Sus funciones son: • Coordinar las tareas y servicios que el grupo realiza dentro y fuera del ámbito parroquial. • Formar parte del Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil como representante de su grupo. • Trabajar en comunión con el asesor. • Mantener constante comunicación y comunión con el Secretariado Arqui/Diocesano/ Vicarial de Pastoral Juvenil. Es importante y necesario que cada grupo juvenil tenga su ASESOR. Se propone que para la elección de éste haya participación o intervención del grupo. Él debe ser un cristiano adulto en la fe (Sacerdote, Religioso/a, Laico), cercano a la realidad juvenil y que se sienta llamado por Dios para asumir esta misión. Sus funciones son: • Acompañar el proceso de educación en la fe del grupo juvenil y del Animador. • Sugerir acciones que orienten la vida grupal para la construcción de la Civilización del Amor. • Sugerir acciones que permitan fortalecer la vida Espiritual del joven en el grupo juvenil. • Velar por la formación integral del grupo. • Demostrar cercanía y compartir con ellos su vida y su fe. Para una mejor planificación y animación de los grupos juveniles, se recomienda conformar un EQUIPO DE ANIMACIÓN que integrado por los mismos jóvenes conduzcan el caminar del grupo. Este Equipo estará conformado por los jóvenes que animan o coordinan diversos servicios que ayuden al caminar grupal. Por ejemplo: Servicio de Liturgia, Economía, Secretaría, entre otros. Se recomienda que este equipo sea renovado cada año.
02 • EN LA INSTANCIA PARROQUIAL
La Parroquia La Parroquia como Comunidad de comunidades, ha de ayudar a integrar las diversas expresiones de la Pastoral Juvenil en la pastoral parroquial de conjunto y promover su incorporación en sus estructuras organizativas, por ejemplo, mediante la participación en el Consejo Pastoral Parroquial. De este modo pueden los jóvenes plantear sus inquietudes e integrarse de manera efectiva con toda la comunidad parroquial. La Parroquia ha de convertirse en “Centro de coordinación y de animación de comunidades, grupos y movimientos” (DP 644), por lo que el centro de la vida de los jóvenes en la instancia parroquial debe estar sumamente ligado a la espiritualidad vivida y asumida por toda la comunidad de la parroquia. La organización de la Pastoral Juvenil Parroquial supone, primero, la participación de todos los jóvenes y los grupos y, segundo, una coordinación estable que se expresa en la Asamblea Parroquial y en el Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil. Asamblea Parroquial de Pastoral Juvenil (APPJ) Es la reunión de todos los jóvenes miembros de los diferentes grupos, movimientos y servicios juveniles de la parroquia, junto con sus asesores y todos los que tienen responsabilidades en la animación y acompañamiento de los jóvenes en la parroquia. Objetivos de la APPJ: • Planificar, decidir y evaluar las líneas de acción que guiarán el desarrollo de la pastoral juvenil parroquial. • Elegir el Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil y su estructura.
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Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil (EPPJ) Está integrado por los Animadores de cada grupo, movimiento o comunidad juvenil y sus Asesores; el Animador Parroquial y el Asesor del Equipo Parroquial. En caso que el Párroco no sea el Asesor Parroquial, debe formar parte del Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil. La permanencia de los miembros en el Equipo debe ser establecida de modo que se permita su renovación en un período de tiempo establecido. Así la acción evangelizadora de los jóvenes en la parroquia es asumida por todos. Sus principales tareas son: • Coordinar la Asamblea Parroquial de Pastoral Juvenil. • Concretar los proyectos determinados por la Asamblea Parroquial de Pastoral Juvenil, así como fomentar actividades de coordinación, planificación y formación de los grupos juveniles parroquiales. • Articular la Pastoral Juvenil Parroquial y la Zonal o Pastoral Juvenil Diocesana, así como trabajar en comunión con los demás grupos de apostolado. • Generar en la parroquia la reflexión sobre el acompañamiento como comunidad de fe a los jóvenes y hacer efectiva la opción preferencial por los jóvenes. • Promover espacios de participación en la instancia parroquial a través de actividades de índole artística, deportiva y de diferentes expresiones que permitan que el joven tengan un verdadero protagonismo en la parroquia y una proyección a la sociedad. • Realizar proyectos modelos para la obtención de recursos. • Proponer espacios formativos parroquiales para los jóvenes.
Animador Parroquial Es un joven seleccionado entre los animadores del Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil, elegido en la Asamblea Parroquial de Pastoral Juvenil y ratificado por el párroco. Perfil necesario para cumplir el servicio: • Joven adulto. • Proactivo. • Capacidad para el diálogo y trabajo en equipo. • Cristo céntrico. • Orante. Disposiciones personales necesarias para asumir el servicio: • Disponibilidad para la formación constante. • Activo Académica o laboralmente. • Disponibilidad para dos años de servicio. Sus funciones son: • Animar y coordinar al Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil. • Propiciar un trabajo articulado de grupos juveniles y movimientos en la parroquia. • Facilitar el uso de los servicios y recursos que ofrezcan desde instancias más amplias de participación. • Representa a los jóvenes en espacios de participación más amplios de la parroquia y la Pastoral Juvenil zonal. El Párroco Como animador de la Comunidad de comunidades, acompañará todo el proceso de Pastoral Juvenil Parroquial y velará la integración de la Pastoral Juvenil a la pastoral de conjunto de la parroquia. Generalmente cumple con la función de ser el Asesor del Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil, sin embargo, el Asesor del Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil podría ser una persona distinta que trabaje estrechamente con el Párroco.
Asesor del Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil.
últimas generalmente asistidas por religiosos o laicos.
El proceso parroquial de la Pastoral Juvenil debe ser acompañado también por un Asesor. Éste debe ser “cercano a la realidad juvenil” y eclesial. Se recomienda sea elegido a partir de una terna propuesta por los jóvenes al Párroco, en la Asamblea Parroquial. Juntos, el Párroco, el animador parroquial o Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil, evaluarán la idoneidad del candidato y su designación como asesor.
La Asamblea Zonal de Pastoral Juvenil (AZPJ) Es la reunión de los equipos parroquiales y de movimientos apostólicos, junto con sus asesores y con los que tienen algún tipo de responsabilidad en relación con la pastoral juvenil de la zona. Es convocada normalmente para planificar, decidir y evaluar las líneas y acciones comunes que guiarán la acción pastoral en el ámbito zonal. La periodicidad lo determinará la realidad de la diócesis y su planificación pastoral.
Sus principales funciones son: • Acompañar la participación juvenil en la parroquia. • Fomentar la formación de los jóvenes de la parroquia. • Ser puente entre el mundo juvenil y el mundo adulto de la parroquia. • Procurar el acompañamiento al joven en la construcción de su proyecto de vida, tomando en cuenta su realidad familiar y social. En cuanto a los Movimientos que elijen su asesor y desean hacer vida en una parroquia, se sugiere acercarse a la misma y presentarse al párroco con una carta u otro medio adecuado, que le permita darse a conocer. Se propone su integración y participación del Equipo Parroquial, a fin de favorecer una pastoral de conjunto, articulada con los movimientos juveniles, sobre todo aquellos que hacen vida en Colegios o universidades.
03 • EN LA INSTANCIA ZONAL
La Zona, Vicaria o Arciprestazgo Este ámbito representa una región de la diócesis según esté organizada la misma. Por tanto, hemos denominado “Zona” a las Zonas pastorales de las diócesis, Arciprestazgos y/o Vicarías, estas
Tareas: • Propiciar la reflexión y revisión de la acción pastoral en la zona con los jóvenes. • Planificar las actividades o programas que desarrollen en la zona. • Propiciar el acompañamiento inter parroquial. • Operativizar las líneas dispuestas por la pastoral diocesana y planificar actividades y acciones que respondan a la necesidad de la zona. • Diagnosticar y evaluar la realidad de las distintas necesidades de la zona, donde se presente el desarrollo del proceso pastoral de cada zona Equipo Zonal de Pastoral Juvenil (EZPJ) Está integrado por los Coordinadores Parroquiales o Delegados de los Equipos Parroquiales, designados por el período que la organización estime (no más de tres años). Es animado por un Animador Zonal y bajo el acompañamiento de un Asesor Zonal, que son designados por la Asamblea Zonal en acuerdo con el Vicario o Arcipreste de la zona. Es importante la participación de un Delegado por los movimientos juveniles.
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Las funciones principales son: • Animar los procesos de Pastoral Juvenil de las parroquias de la zona. • Concretizar las líneas y proyectos determinados por la Asamblea Zonal de Pastoral Juvenil. • Promover actividades de animación, formación, coordinación y planificación para los Equipos Parroquiales de la zona. • Articular la pastoral juvenil a la pastoral zonal, especialmente a través de la participación en la instancia diocesana de coordinación pastoral existente. • Acompañar de cerca los esfuerzos que realizan los equipos en los procesos de cada parroquia. • Sensibilizar a la zona sobre la realidad juvenil y favorecer la toma de conciencia y la realización práctica y efectiva de la opción preferencial por los jóvenes. • Crear un equipo multidisciplinario de acompañamiento al Equipo zonal de Pastoral Juvenil, el cual estará integrado por especialistas en áreas de interés, de acuerdo a la realidad y al recurso humano existente. • Promover encuentros de formación de asesores y responsables de pastoral en la zona. Animador Zonal de Pastoral Juvenil Es un joven que haya sido Animador Parroquial y que en Asamblea Zonal de Pastoral Juvenil, es elegido a prestar este servicio de animación en la Zona. Su servicio no puede exceder de tres años para garantizar la participación y que los procesos se renueven. Debe articular y vincular las experiencias de Pastoral Juvenil de la Zona de modo que se fortalezcan los procesos e impulse la renovación pastoral en las parroquias. Asimismo, debe mantener vinculación con los demás animadores zonales y con el Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil.
Perfil necesario para cumplir el servicio: •Joven adulto. • Proactivo. • Capacidad para el diálogo y trabajo en equipo. • Cristo céntrico. • Orante. Disposiciones personales necesarias para asumir el servicio: • Cumplir los procesos de pastoral. • Disponibilidad para la formación constante. • Activo Académica y/o laboralmente. • Disponibilidad para tres años de servicio. Sus principales funciones son: • Participar en el Equipo Arqui/diocesano de Pastoral Juvenil. • Coordinar el Equipo Zonal de Pastoral Juvenil. • Dirigir las Asambleas Zonales de Pastoral Juvenil. • Mantener la comunicación con los animadores parroquiales, de movimientos y sus asesores. • Trabajar en estrecha vinculación con el Asesor Zonal. Asesor Zonal de Pastoral Juvenil Para acompañar el proceso de la Pastoral Juvenil en la Zona se debe elegir un Asesor Zonal, sacerdote, religioso o laico, que viva proceso de formación pastoral y vocacional. Para su elección se propone seguir las sugerencias dadas para la elección del Animador Zonal. Sus principales funciones son: • Acompañar la participación juvenil en las parroquias de la zona. • Fomentar la formación de los jóvenes de las parroquias y de los animadores de las parroquias que integran su zona. • Ser puente entre el mundo juvenil y el mundo adulto en las zonas.
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Acompañar las experiencias parroquiales de la zona. Mantener enlace entre los asesores de las zonas que integran la Arqui/diócesis. Participar en el Equipo Arqui/diocesano de Pastoral Juvenil.
04 • EN LA INSTANCIA ARQUI/DIOCESANA O VICARIAL
La Arqui-Diócesis o Vicariato Toda Pastoral Juvenil debe estar inserta en la pastoral Arqui-diocesana o vicarial y desarrollar su acción teniendo en cuenta las orientaciones y los planes pastorales de esa Iglesia Particular. (Civilización del Amor. Proyecto y Misión 2012 – 605). En Venezuela, la mayoría de nuestras diócesis cuentan con estructuras más o menos organizadas y estables a este nivel, las cuales requieren ser fortalecidas, y creadas donde no existan. La Asamblea Arqui / Diocesana o Vicarial de Pastoral Juvenil (ADPJ) “Es la instancia más amplia y representativa de las experiencias de pastoral juvenil que existen en la diócesis: jóvenes, animadores, delegados, coordinadores y asesores de los grupos parroquiales, de las pastorales específicas de juventud, Congregaciones Religiosas con carisma juvenil, movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades Juveniles”. (Civilización del Amor: Proyecto y Misión 2012 – 607). “Es el espacio donde se intercambian iniciativas, se detectan las necesidades comunes, se buscan caminos de respuesta, se hacen las opciones y se aprueba el Plan de la Pastoral Juvenil Diocesana, en comunión con las orientaciones de la Iglesia local. Por convocar a un número importante de
personas, se reúne ordinariamente una sola vez al año y extraordinariamente siempre que alguna de las finalidades establecidas así lo requieran.”. (Civilización del Amor. Proyecto y Misión 2012 – 608). Celebrar esta Asamblea requiere de una preparación previa con una metodología pastoral adecuada y técnica precisa para la planificación pastoral, además los momentos celebrativos y litúrgicos son muy importantes. La improvisación en cualquier acción pastoral es fatal. Por tanto, la asamblea debe ser un espacio de oración profunda, momento de encuentro y adoración a Jesús Eucaristía y reflexión consciente de la acción pastoral con los jóvenes en las diócesis. Objetivos: • Elaborar el Plan Arqui-Diocesano o Vicarial de Pastoral Juvenil. • Planificar las acciones de la Pastoral Juvenil Arqui-Diocesana o Vicarial. • Acompañar y evaluar el proceso Arquidiocesano o vicarial de Pastoral Juvenil. • Elegir los responsables en los distintos servicios pastorales Arqui-diocesanos vicariales de la Pastoral Juvenil, particularmente los miembros del Secretariado Arqui-Diocesano o Vicarial. Secretariado Arqui-Diocesano o Vicarial (SDPJ) La experiencia en algunas de las Arqui-diócesis y vicariatos es como un equipo ejecutivo que hace un trabajo de animación operativa de la acción pastoral en las Arqui-diócesis o vicariatos. En algunas es llamado equipo central. Debe estar integrado por el Responsable y Asesor ArquiDiocesanos o Vicariales, los coordinadores de programas o áreas de trabajo y servicios. Deben ser personas con experiencia pastoral, capacidad técnica, espíritu de servicio, clara visión del proceso pastoral de la diócesis y evidente opción
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por los jóvenes, por lo que conoce la problemática y condiciones de la juventud en la diócesis y es capaz de operativizar las líneas de acción asumidas en la ADPJ y de generar iniciativas que estén al servicio de los agentes de pastoral y grupos juveniles. Este Secretariado debe estar constituido por un número estable de personas, estructura definida en servicios o coordinaciones, y con la posibilidad de dedicar tiempo a esta labor pastoral. Como Secretariado también deben preocuparse por el financiamiento de las actividades de la Pastoral Juvenil Arqui-Diocesana o Vicarial y la administración de recursos económicos para la acción pastoral. El Secretariado Arqui-Diocesano o Vicarial de Pastoral Juvenil debe ser un verdadero dinamizador de la Pastoral Juvenil Diocesana. Tareas Principales: •Concretar y operativizar los acuerdos de la ADPJ y el EDPJ. • Mantener una visión actualizada de la realidad y de las culturas juveniles. • Propiciar la reflexión y estudio de lo juvenil para generar acciones pastorales más coherentes con la realidad. • Impulsar la planificación y la evaluación permanentes de la Pastoral Juvenil. • Acompañar y animar a los miembros del EDPJ. • Elaborar itinerarios formativos y materiales de apoyo adecuados a las distintas realidades. • Participar, a través de sus Responsable y Asesor Arqui-Diocesanos o Vicariales, en la Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil y demás convocatorias emanadas desde el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, así como
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en organizaciones extra-eclesiales que desarrollan trabajos de promoción de la juventud. Mantener estrecha vinculación con el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, sirviendo de interlocutor entre éste y la Arqui-diócesis o vicariato, así como con su Delegado Provincial. Promover el desarrollo y la articulación de las Pastorales Específicas, mantener una comunicación directa con los organismos de la pastoral de conjunto. Vincular en el proceso de la Pastoral Juvenil Arqui/diocesana o vicarial a todos aquellos Movimientos, servicios de animación, institutos y asociaciones juveniles presente en la Iglesia Particular. Dar importancia al estudio y práctica del Plan Trienal de Pastoral Juvenil con vinculación a su Plan Arqui/diocesano presentándolo a los agentes de pastoral de la instancia correspondiente de manera atractiva. Propiciar espacios de acercamiento con el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano y de los programas que éste ofrece.
Equipo Arqui-Diocesano o Vicarial (EDPJ) Es una instancia de animación y coordinación para la organización de los procesos de pastoral juvenil de la Iglesia particular en un proyecto Arquidiocesano o vicarial articulado con la pastoral juvenil nacional y latinoamericana. Su estructura es de un Equipo conformado por los miembros del SPJ y la Coordinación Arqui-Diocesana o Vicarial, integrada ésta por los animadores y asesores zonales de la arqui-diócesis o vicariato, delegados de Movimientos Juveniles, Capellanes y líderes regionales Scout. El Responsable (joven) y el Asesor Arqui-
Diocesano o Vicarial (laico, sacerdote, religioso; adulto maduro en la fe), son propuestos por la ADPJ al Obispo para su designación oficial. Ellos realizarán su servicio durante un período no mayor de tres años, de manera que haya continuidad en el proceso pastoral y la oportunidad de que participen en este nivel todos los agentes capacitados para ello.
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El Equipo Arqui-Diocesano o Vicarial es un servicio pastoral donde la participación es amplia y de carácter decisorio. En la práctica es en este EDPJ donde se coordina la acción de la Pastoral Juvenil de arqui-diócesis o vicariato en comunión con el Obispo.
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Tareas principales: • Reflexionar, proyectar y evaluar el desarrollo orgánico de la pastoral juvenil Arquidiocesana o vicarial desde los acuerdos en la ADPJ. • Articular, con espíritu de comunión y participación, todas las expresiones juveniles o de servicio a los jóvenes que se dan en la Arqui-diócesis o vicariato y vincularlas a la pastoral Arqui-diocesana o vicarial, especialmente a través de la participación en la ADPJ. • Mantener una visión actualizada de la realidad y de la cultura juvenil. • Sensibilizar a la Arqui-diócesis o vicariato sobre la realidad juvenil y favorecer la conciencia y la realización práctica y efectiva de la opción preferencial por los jóvenes. • Establecer un equipo multidisciplinario de jóvenes adultos y adultos militantes, especialistas en áreas de interés, de acuerdo a la realidad y al recurso humano existente, que ofrezcan un acompañamiento al trabajo juvenil. • Realizar y ejecutar proyectos para la obtención de recursos.
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Favorecer la identidad eclesial y diocesana, programando y realizando por lo menos anualmente, alguna actividad común, además de la ADPJ, que exprese la presencia de los jóvenes y que desarrolle su sentido de pertenencia Arqui/diocesano o vicarial. Acompañar a los equipos parroquiales y zonales existentes y, promover la creación de otros nuevos. Fortalecer y revisar los procesos de formación que se desarrollan en los grupos juveniles, y propiciar la elaboración itinerarios formativos y materiales de apoyo adecuados a las distintas realidades. Participar, a través de sus Responsable y Asesor Arqui-Diocesanos o Vicariales, en la Asamblea Nacional de PJ y en organizaciones extra-eclesiales que desarrollan trabajos de promoción de la juventud. Establecer vínculos de comunicación con los responsables diocesanos que integran su provincia eclesiástica, así como con su delegado provincial, y participar activamente en las actividades propuestas para la misma.
El Responsable Arqui-Diocesano o Vicarial Es un joven laico, preferiblemente seleccionado de los coordinadores zonales de la Arqui-Diócesis o Vicariato, designado por el Obispo de una terna propuesta por la Asamblea Diocesana para coordinar sus reuniones, operativizar cuestiones prácticas, tomar decisiones inmediatas. Existen experiencias donde está dedicado a tiempo completo o “liberado”, lo que constituye una buena opción, siempre que se prevean los recursos económicos necesarios, tanto para su supervivencia, como para el desarrollo de su trabajo. Donde esto se ha hecho posible, se ha constatado un mayor compromiso por parte de la Arqui-Diócesis o Vicariato, mayor facilidad
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para conseguir espacios físicos donde dinamizar la comunicación, elaborar materiales y hacer las reuniones de trabajo e incluso, lugares donde establecer una oficina o secretaría que se constituya en punto de referencia y ámbito para asegurar la continuidad y mantener viva la memoria histórica de la Pastoral Juvenil Diocesana. Perfil: • Joven adulto. • Proactivo. • Capacidad para el diálogo y trabajo en equipo. • Cristo céntrico. • Orante. • Que su formación corresponda con los procesos pastorales. • Estar en plena comunión con los equipos vicariales y parroquiales Disposiciones personales • Disponibilidad para la formación constante. • Activo académica o laboralmente. • Capacidad de liderazgo. • Disponibilidad para tres años de servicio. • Estado Civil Soltero preferiblemente, si es casado que asuma el servicio como un apostolado familiar. Funciones Principales: • Invitar a todos los que están comprometidos con la evangelización de los jóvenes en la Arqui-diócesis o vicariato a incorporarse orgánicamente al caminar común diocesano de la Pastoral Juvenil. • Representar a los jóvenes y a la Pastoral Juvenil de la Arqui-diócesis o vicariato ante espacios de participación más amplios e instituciones eclesiales y civiles. • Definir en forma precisa las funciones de los miembros que integran en Secretariado y el
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Equipo Diocesano de Pastoral Juvenil. Coordinar y animar a los miembros del SPJ y el EDPJ, como responsable de los mismos. Trabajar acompañado por el Asesor Arquidiocesano o Vicarial y en comunión con su Obispo. Propiciar el trabajo en equipo, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas (Hch, 2-42).
El Asesor Arqui-Diocesano o Vicarial Es el representante pastoral del Obispo para el servicio evangelizador de la Iglesia particular a los jóvenes. Puede ser un laico/a, sacerdote o religioso/a. Es recomendable que viva un proceso de formación vocacional en el trabajo con los jóvenes, a su vez debe conocer el Plan Nacional de Pastoral Juvenil (PNPJ) y con ello aumentar su compromiso en el acompañamiento a los jóvenes y a los procesos pastorales. Para desarrollar su tarea, deberá contar con el apoyo de los demás asesores (zonales y parroquiales) y tener simpatía y empatía con el mundo juvenil, que participa en su elección proponiendo una terna de los nombres de quienes considere más aptos para ese servicio en la ADPJ. Acompaña los procesos y experiencias juveniles que se realizan en la Arqui-diócesis o vicariato, no las coordina. Su presencia orienta, aclara, apoya y organiza; siempre en diálogo y promoviendo la participación de los organismos Arqui-diocesanos o vicariales y la participación juvenil. Tareas principales: •Procurarse formación (vocacional) en asesoría y acompañamiento a los jóvenes. • Identificarse con los lineamientos de la Pastoral Juvenil Nacional que proporciona el PNPJ y procurar su implementación en la instancia que le corresponde.
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Apoyar a las comunidades parroquiales en su tarea de evangelización de los jóvenes; visitando las parroquias, dialogando con los agentes de pastoral, orientando, aclarando, animando y contagiando su entusiasmo para realizar la tarea. Acompañar el trabajo del Responsable Arqui-Diocesano o Vicarial y de los miembros del SPJ y EDPJ. Impulsar la formación de animadores y asesores, mostrándose abierto para dialogar sobre sus dificultades, atender sus necesidades y favorecer un clima fraterno en las relaciones. Facilitar la relación y el encuentro entre los jóvenes y el obispo, buscando interpretar las inquietudes de ambos y promoviendo el diálogo, el intercambio, la confianza mutua. Promover las Pastorales Específicas de Juventud, la integración de los jóvenes y la relación entre éstas y los demás sectores de la pastoral juvenil. Promover acciones que tengan como destinatarios a los jóvenes más alejados. Propiciar la reflexión entre los asesores zonales, parroquiales y grupales en torno a su opción por los jóvenes y la asesoría en la Pastoral Juvenil. Establecer vínculos de comunicación con los asesores Arqui/diocesanos que integran su provincia eclesiástica, compartir experiencias y participar activamente en las actividades propuestas para revitalizar el servicio al cual ha sido llamado. Para que este dinamismo evangelizador se pueda hacer realidad, el SPJ, EDPJ, en conjunto con el Obispo deberán propiciar la búsqueda de los recursos humanos y económicos necesarios.
El Obispo El Obispo, como primer responsable de la animación de esa porción mayoritaria de su Iglesia particular, deberá asumir con responsabilidad lo que con todos sus hermanos se reafirmó en Santo Domingo: “la efectiva opción por los jóvenes exige mayores recursos personales y materiales por parte de las parroquias y de las diócesis” (SD114). Es quien confirma los servicios del Responsable y Asesor Arqui- Diocesanos o Vicariales. Deberá reunirse, al menos una vez al año, con el EDPJ, para brindar un acompañamiento y apoyo real. También debe promover la creación y el fortalecimiento de los secretariados Arquidiocesanos o vicariales, con sus respectivos equipos de trabajo, en vinculación con el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria; y su respectiva coordinación nacional, ya que son los primeros animadores de una porción del pueblo de Dios. “En los tiempos actuales, tan sensibles al tipo de relación que se establece, buscará ser entre los bautizados, para ellos Obispo, con ellos cristiano” (Documento Conciliar (Obispos, Presbíteros y Diáconos al servicio de una Iglesia Comunión Nº 76)
05 • EN LA INSTANCIA PROVINCIAL La Provincia Eclesiástica En este nivel organizativo de la pastoral Juvenil, es donde se adecuan operativamente las líneas de acción propuestas desde el PNPJ a la realidad de las Arqui/diócesis o vicariatos que conforman dicha provincia eclesiástica. Esta experiencia, iniciada en el PNPJ del trienio 2006-2009, debe ser fortalecida con el acompañamiento a los Equipos y Delegados Provinciales.
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PROVINCIA
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Bqto
Calabozo
Caracas
Ciudad Bolívar
Coro
Cumaná
Maracaibo
Mérida
Valencia
ARQUI/DIÓCESIS/VICARIATOS Arquidiócesis de Barquisimeto. Diócesis de Guanare. Diócesis de San Felipe. Diócesis de Carora. Diócesis de Acarigua- Araure. Arquidiócesis de Calabozo. Diócesis de San Fernando. Diócesis de Valle de La Pascua. Arquidiócesis de Caracas. Diócesis de Los Teques. Diócesis de La Guaira. Diócesis de Guarenas. Arquidiócesis de Ciudad Bolívar. Diócesis de Ciudad Guayana. Diócesis de Maturín. Vicariato Apostólico de Pto. Ayacucho. Vicariato Apostólico del Caroní. Vicariato Apostólico de Tucupita. Arquidiócesis de Coro. Diócesis de Punto Fijo. Arquidiócesis de Cumaná. Diócesis de Barcelona. Diócesis de Margarita. Diócesis de Carúpano. Arquidiócesis de Maracaibo. Diócesis de Cabimas. Diócesis El Vigia – San Carlos del Zulia. Diócesis de Machiques. Arquidiócesis de Mérida. Diócesis de San Cristobal. Diócesis de Barinas. Diócesis de Trujillo. Arquidiócesis de Valencia. Diócesis de Maracay. Diócesis de San Carlos. Diócesis de Puerto Cabello.
Asamblea Provincial (APRPJ) Ha de ser la instancia deliberativa de las acciones comunes de la Pastoral Juvenil en toda la provincia eclesiástica. El Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria promueve el programa de Escuelas para la Nueva Evangelización como una opción para el caminar de la Provincia Eclesiástica (formación que conlleva a la organización), sin que ésta sustituya la Asamblea Provincial. Equipo Provincial (EPRPJ) Estará conformado por los Responsables y Asesores Arqui-Diocesanos o Vicariales, un delegado por el EDPJ y un delegado de los movimientos por diócesis. Su servicio pastoral debe tener un tiempo estable de participación, semejante al período establecido en cada una de las diócesis respectivas. Este equipo debe propiciar reuniones periódicas en tiempos establecidos previamente por sus miembros. Se recomienda que se realicen en períodos no menor a tres meses y frecuentemente en espacios de discusión virtual. Funciones: • Propiciar planes de trabajo comunes. • Establecer un equipo multidisciplinario. • Propiciar el intercambio y procesos de revisión del caminar Arqui-diocesano o vicarial en la Provincia. • Promover el acompañamiento de las experiencias de las diócesis y vincular a los movimientos. • Establecer líneas de acción comunes que operativicen la propuesta nacional. • Promover espacios de reflexión y formación para los miembros del EPRPJ. Delegado Provincial Es un joven elegido por los Asesores y Responsables Arqui-Diocesanos o Vicariales de esa provincia, el cual debe tener el siguiente perfil, creado en
la Asamblea Nacional de diciembre del 2004. • Perfil necesario para cumplir el servicio: • Joven adulto (de 22 a 32 años de edad), salvo casos especiales justificados. • Vida sacramental. • Capacidad de trabajo en equipo. • Proactivo. • Disponibilidad de tiempo. • Capacidad para diálogo. • Ser un buen gerente • Que sepa delegar. • Cristo céntrico. • Orante. • Valoración de su proceso formativo. Disposiciones personales necesarias para cumplir el servicio: • Formación y experiencia pastoral suficiente y con disponibilidad para la formación constante. • Que conozca los procesos de las diferentes instancias de pastoral. • Suficiente madurez para el servicio que va a prestar. • Activo académica o laboralmente. • Que tenga o haya tenido experiencia como responsable Arqui-diocesano o vicarial o haya sido miembro del SPJ por un período no menor a 2 años. • Estado civil preferiblemente soltero. • Estado laical. • Disponibilidad hasta tres años en el servicio. Tareas del Delegado Provincial: En relación a las Diócesis de su Provincia Eclesiástica • Acompañar los procesos de Pastoral Juvenil de las Arqui-diócesis o vicariatos de la provincia. • Favorecer el surgimiento de estructuras de organización en las Arqui-diócesis o vicariatos
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de la provincia. Favorecer y fortalecer el intercambio, la comunicación y la integración entre los responsables Arqui-diocesanos o vicariales y sus equipos de la provincia. Trabajar de la mano con el Asesor Provincial de Pastoral Juvenil. Propiciar un encuentro y/o actividad provincial al año.
En relación al Departamento Nacional de Pastoral Juvenil: • Acompañar el trabajo pastoral del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria con la reflexión, investigación, proyectos y evaluación del desarrollo orgánico de la Pastoral Juvenil Nacional. • Organización y coordinación de las Asambleas Nacionales de Pastoral Juvenil, Encuentros de Responsables y Asesores, Jornadas Nacionales de Juventud, Encuentros Nacionales. • Favorecer el desarrollo de los Programas Nacionales de Pastoral Juvenil en la Provincia. El Equipo Provincial elige en consenso a su delegado, tomando en cuenta el perfil definido. Luego debe ser avalado por el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria, quien emitirá un comunicado a los Obispos de las Arqui – Diócesis o Vicariatos de la Provincia, para darlo a conocer. Asesor Provincial de Pastoral Juvenil La experiencia pastoral en las provincias del país, valoradas por los distintos servicios de animación que la integran, ha sido determinante para propiciar la creación del servicio de Asesor Provincial, a fin de acompañar el proceso de Pastoral Juvenil en ésta instancia. Puede ser un laico/a, sacerdote o religioso/a, identificado con los lineamientos propuestos desde el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria
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y comprometido a acompañar los procesos de Pastoral Juvenil en la provincia. Es recomendable que viva un proceso de formación vocacional en el trabajo con los jóvenes en la Arqui/diócesis o vicariato donde se desenvuelva. Para desarrollar su tarea, deberá contar con el apoyo de los demás asesores (Arqui/Diócesis y Vicariatos). Es importante resaltar que el Asesor Provincial acompaña los procesos y experiencias juveniles que se realizan en la Provincia Eclesial, no las coordina. Su presencia orienta, aclara, apoya y organiza; siempre en diálogo y promoviendo la participación juvenil. Sus principales funciones son: • Acompañar la participación juvenil en las Arqui/Diócesis y Vicariatos que integran la provincia. • Fomentar la formación de los jóvenes de la Provincia Eclesial. • Ser puente entre el mundo juvenil y el mundo adulto en la provincia. • Procurar el acompañamiento del Delegado
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Provincial a nivel Espiritual y Personal. Acompañar las actividades de la provincia y promover espacios de reflexión y crecimiento espiritual en las mismas. Ser enlace entre los asesores de la Provincia Eclesial promoviendo el compartir de experiencias que enriquezcan el servicio en las respectivas Arqui/diócesis o vicariatos.
“A medida que se fortalece la organización y crece el intercambio interdiocesano, va surgiendo la organización nacional (…) El transcurrir del tiempo ha permitido comprobar la riqueza de los intercambios interdiocesanos y nacionales, y su importancia para la elaboración de proyectos verdaderamente orgánicos que partan de las experiencias de los grupos de base y se consoliden en ámbitos y organismos de servicio a nivel nacional” (Civilización del Amor. Proyecto y Misión 2012 – 619).
06 • EN LA INSTANCIA NACIONAL
El proceso organizacional se ha desarrollado progresivamente con la participación cada vez más equitativa y representativa de las bases, de jóvenes, asesores laicos, sacerdotes o religiosos; así como de la integración de los movimientos juveniles nacionales, Institutos y Servicios de Animación Juvenil.
En el ámbito nacional la estructura comprende: La Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil (ANPJ) Es el espacio en el que los asesores y responsables de los Secretariados Arqui-Diocesanos y Vicariales de Pastoral Juvenil, miembros de la Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil, la Red Nacional de Movimientos Juveniles, Institutos de Pastoral Juvenil, miembros del Departamento y de la Comisión Episcopal, definen el caminar de la Pastoral Juvenil del país. La Asamblea se reunirá una vez al año de forma ordinaria, con la posibilidad de reuniones extraordinarias convocadas por el Obispo Presidente de la Comisión Episcopal o el Director Ejecutivo. Es el espacio de participación de carácter deliberativo. Se profundiza la propuesta pastoral de todos los ámbitos de participación y ofrece las orientaciones pastorales. Es la experiencia donde se comparte el camino, fracasos y aciertos de los agentes de Pastoral Juvenil. Es planificada y animada por la Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil. Es en sí misma una experiencia formativa, una participación consciente, responsable y eficiente, que garantizará el aprendizaje de metodologías, pedagogías y creatividad propia de la Pastoral Juvenil. También es un momento celebrativo de quienes están al servicio del acompañamiento de los jóvenes en el país. La Asamblea Nacional Ordinaria de Pastoral Juvenil de octubre 2009 planteó la inquietud de definir la participación de los movimientos juveniles nacionales y aquellos que no disponen de redes a nivel nacional, pero que realizan una significativa acción en las Arqui-Diócesis y Vicariatos. Esta situación debe ser objeto de reflexiones con los actores involucrados para determinar las formas de participación y otras que consideren de interés; esta reflexión debe seguir generando frutos de comunión y participación.
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Las asambleas ordinarias de Pastoral Juvenil se desarrollarán el primer fin de semana de octubre de cada año, al menos que obligue el cambio alguna situación de fuerza mayor, esto será informado convenientemente por el Departamento de Pastoral Juvenil. La convocatoria a la Asamblea debe ser enviada con dos (2) meses de anticipación, de modo que se pueda garantizar la mayor participación de los convocados. Comisión Episcopal de Juventud y Pastoral Universitaria Es la comisión de Obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana que acompaña a la Pastoral Juvenil y Universitaria en el país. Su Presidente es el responsable directo de la Pastoral Juvenil ante la Conferencia Episcopal y otras instancias eclesiales y civiles. Brinda apoyo institucional y es quien propaga el valor e importancia de la opción preferencial por los jóvenes a sus hermanos en el episcopado y la comunidad eclesial en general. Propicia el acompañamiento nacional con la ayuda de los demás miembros de la Comisión. Esta Comisión se crea según los estatutos de la CEV, los cuales indican que sus miembros permanecen en sus funciones en períodos de tres años. Esta Comisión Episcopal es quién elige al Director Ejecutivo del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria y al Director Adjunto, de la lista propuesta en Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil. También confirma las propuestas y acciones que surjan en el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria así como de la CNPJ y la ANPJ. El Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria Constituye una instancia de animación, coordinación y acompañamiento del proyecto orgánico de la Pastoral Juvenil
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y Pastoral Universitaria, según los lineamientos de la Conferencia Episcopal Venezolana y en comunión con la propuesta latinoamericana de Pastoral Juvenil. Es la instancia ejecutiva de la Comisión Episcopal de Juventud y Pastoral Universitaria. El Departamento está conformado por dos áreas de trabajo: Pastoral Universitaria: La Pastoral Universitaria en Venezuela es la acción de la Iglesia en el mundo universitario, y su coordinación nacional depende del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano en su Departamento de Juventud y Pastoral Universitaria, como ente de animación y organización que sirve de apoyo a las universidades y diócesis a nivel nacional. La Pastoral Universitaria quiere contribuir con el crecimiento y desarrollo integral de los miembros de la comunidad universitaria, promoviendo el diálogo entre el conocimiento, la fe y la cultura, estimulando el compromiso y la solidaridad para la creación de una sociedad más justa y fraterna en Venezuela. Pastoral Juvenil: “La Pastoral Juvenil es la acción organizada de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su mensaje para que, transformados en hombres nuevos, e integrando su fe y su vida, se conviertan en protagonistas de la construcción de la Civilización del Amor” (Civilización del Amor: Tarea y Esperanza, CELAM, Bogotá 2005) “La Pastoral Juvenil es la expresión concreta de la misión pastoral de la comunidad eclesial en relación a la evangelización de los jóvenes, que será también buena noticia para la Iglesia y
propuesta de transformación para las personas y para la sociedad” (Civilización del Amor: Tarea y Esperanza, CELAM, Bogotá 2005). Misión del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria Operativizar los acuerdos y decisiones de las instancias nacionales de Pastoral Juvenil y Pastoral Universitaria, en sintonía con los lineamientos de la Iglesia Venezolana, Latinoamericana y Universal, siendo una instancia de animación, comunión, coordinación, articulación y acompañamiento de las acciones de la Iglesia en medio de la juventud y el mundo universitario en el país. Visión del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria Ser la instancia de comunión, coordinación, articulación, animación y acompañamiento de la acción de la Iglesia en Venezuela, que responde a los desafíos de la realidad juvenil y universitaria de nuestro país. Principios del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria El Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria es, ante todo, una instancia eclesial, por lo tanto, sus principios se inspiran en el Evangelio y en la Doctrina de la Iglesia Católica, en particular los principios y orientaciones del Concilio Plenario de Venezuela (CPV), a saber: La Comunión: El trabajo en equipo y la unidad en la diversidad son fundamentales para cumplir nuestros objetivos. La Participación: Nos permite valorar y articular las diversas iniciativas pastorales, desde el liderazgo y la corresponsabilidad. La Animación: Impulsada desde una espiritualidad que se renueva en lo cotidiano y se expresa en la realización personal y comunitaria. El Acompañamiento: Así como Jesucristo
se dejó guiar por el Padre y caminó con sus discípulos, asumimos esta doble dimensión del acompañamiento con todas las instancias de comunión y participación de la Iglesia. Las funciones del Departamento son: • Ejecutar las orientaciones de la Comisión Episcopal de Pastoral Juvenil y Universitaria, en materia juvenil, y representar a los jóvenes en el Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano (SPEV). • Organizar y coordinar las reuniones de la Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil, así como, concretar y operativizar sus acuerdos. • Facilitar la comunicación de la Pastoral Juvenil en el interior del país y mantenerla vinculada con las Pastorales Juveniles de la Región del Caribe y del Continente. • Favorecer la articulación de las Pastorales Juveniles Diocesanas, Provinciales y Movimientos Juveniles Nacionales. • Vincular y propiciar experiencias conjuntas de Pastoral Juvenil y Pastoral Universitaria. • Propiciar el acompañamiento a las Pastorales Juveniles Diocesanas y la creación de estructuras básicas de formación, animación y coordinación. • Representar a la Pastoral Juvenil de Venezuela en las Reuniones y Encuentros Regionales, Latinoamericanos y de las Jornadas Mundiales de la Juventud. • Diseñar y ejecutar proyectos que generen el financiamiento de las actividades nacionales de la Pastoral Juvenil. El Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria está dirigido por un Director Ejecutivo, laico, dedicado a tiempo completo, con visión clara del proceso diocesano, nacional, regional y latinoamericano y será acompañado por un Director Adjunto para el cumplimiento del plan.
La Asamblea Nacional propone una lista de candidatos para estos servicios a la Comisión Episcopal de Juventud, estos serán presentados oficialmente ante la Conferencia Episcopal. Se elegirán los candidatos al servicio de Director Ejecutivo y Director Adjunto en Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil (consultar reglamento anexo para la elección de los postulados al servicio de Director Ejecutivo y Director Adjunto) en octubre del tercer año del período. En la siguiente celebración de Comisiones Episcopales de la CEV (ordinariamente se realizan en el mes de octubre) eligen al Director Ejecutivo y Director Adjunto; para que en Asamblea Ordinaria del Episcopado Venezolano (regularmente se celebran en enero de cada año) sea ratificada la elección y comiencen sus servicios en la segunda quincena del mes de enero. Perfil del Director Ejecutivo Nacional: Actitudes necesarias para cumplir el servicio: • Vida sacramental • Capacidad de trabajo en equipo. • Proactivo. • Con disponibilidad para asumir el ritmo de vida acorde con el servicio a emprender. • Capacidad de diálogo. • Con competencias gerenciales y administrativas. • Cristocéntrico. • Orante. Disposiciones personales necesarias para cumplir el servicio: • Formación y experiencia pastoral suficiente y con capacidad de formación constante. • Que conozca los procesos de las diferentes instancias de pastoral. • Estudiante universitario o profesional. • Joven adulto con la suficiente madurez para el servicio que va a prestar. • Que tenga o haya tenido experiencia como
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responsable Arqui-diocesano o vicarial, Delegado provincial y/o Coordinador de Programa Nacional de Pastoral Juvenil. Estado laical. Disponibilidad para tres años de servicio. Que tenga de 23 a 35 años de edad. Estado civil soltero.
Sus funciones principales son: • Ejecutar las orientaciones de la Comisión Episcopal y representar a los jóvenes en el Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano y en otras instancias civiles y gubernamentales. • Organizar, coordinar y operativizar los acuerdos de las reuniones de la CNPJ. • Facilitar la comunicación de la Pastoral Juvenil en el interior del país y mantenerla vinculada con las Pastorales Juveniles de la Región del Caribe y del Continente. • Favorecer la articulación de las pastorales juveniles Arqui-diocesanas/vicariales, provinciales y movimientos juveniles. • Propiciar el acompañamiento a las Pastorales Juveniles Arqui-Diocesanas/Vicariales y la creación de estructuras básicas de formación, animación y coordinación, por medio de la comunicación y relación directa con los Responsables y Asesores Arqui-Diocesanos y Vicariales. • Representar a la Pastoral Juvenil Nacional en las Reuniones y Encuentros Regionales, Latinoamericanos, Jornadas Mundiales de la Juventud y sus reuniones preparatorias. • Diseñar y ejecutar proyectos que generen el financiamiento de las actividades nacionales de la Pastoral Juvenil, así como procurar su evaluación y posterior rendición de cuentas. • Promover el camino de vinculación entre los movimientos juveniles, institutos de formación, servicios de animación y asociaciones juveniles con la Pastoral Juvenil de Venezuela.
Perfil del Director Adjunto Ejecutivo: Actitudes necesarias para cumplir el servicio: • Vida sacramental • Capacidad de trabajo en equipo. • Proactivo. • Con disponibilidad para asumir el ritmo de vida acorde con el servicio a emprender. • Capacidad de diálogo. • Con competencias gerenciales y administrativas. • Cristocéntrico. • Orante. Disposiciones personales necesarias para cumplir el servicio: • Formación y experiencia pastoral suficiente y con capacidad de formación constante. • Que conozca los procesos de las diferentes instancias de pastoral. • Estudiante universitario o profesional. • Joven adulto con la suficiente madurez para el servicio que va a prestar. • Que tenga o haya tenido experiencia como responsable Arqui-diocesano o vicarial, Delegado provincial y/o Coordinador de Programa Nacional de Pastoral Juvenil. • Estado laical. • Disponibilidad para tres años de servicio. • Que tenga de 23 a 35 años de edad. • Estado civil soltero. Sus funciones principales son: • •En unión al Director Ejecutivo, ejecutar las orientaciones de la Comisión Episcopal y representar a los jóvenes en el Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano. • •Junto al Director Ejecutivo, favorecer la articulación de las pastorales juveniles Arqui-diocesanas/vicariales, provinciales y movimientos nacionales. • •Acompañar las diversas experiencias juveniles Arqui-diocesanas/vicariales,
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provinciales y de movimientos juveniles existentes en el país, en conjunto al Director Ejecutivo. •Coordinar y operativizar los espacios redes sociales y comunicaciones que propicia la Pastoral Juvenil de Venezuela. •En caso de ser delegado por la Comisión Episcopal de Juventud y Pastoral Universitaria o por el Director Ejecutivo; representar a la Pastoral Juvenil Nacional en las Reuniones y Encuentros Regionales, Latinoamericanos, Jornadas Mundiales de la Juventud y sus reuniones preparatorias. •En ausencia del Director Ejecutivo, asumirá las funciones y representatividad del mismo en las acciones propias.
La Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil (CNPJ) Surgió en la Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil de 1996. Hoy está integrada por el Obispo Presidente de la Comisión Episcopal, el Director Ejecutivo del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria, el Director Adjunto, los Delegados de las Provincias Eclesiásticas del país, Coordinadores de los Programas Nacionales, un delegado por la Asociación Scouts de Venezuela, el Secretario Nacional de JOVENMISIÓN, un delegado de la Red de Movimientos Juveniles. Los Obispos miembros de la Comisión Episcopal, el Presidente y el Secretario General de la CEV son invitados permanentes. La Coordinación Nacional está coordinada por el Director Ejecutivo del Departamento de Pastoral Juvenil. Las tareas principales de la Coordinación Nacional son: •Coordinar la ANPJ. • Animar los procesos Provinciales, Arquidiocesanos y vicariales de Pastoral Juvenil. • Servir como interlocutor entre las Arquidiócesis y vicariatos de cada Provincia y el
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Departamento Nacional de Pastoral Juvenil. Detectar, estudiar y acompañar los liderazgos emergentes de los jóvenes y asesores. Colaborar en la planificación y ejecución de los servicios formativos y Programas Nacionales que ofrece el Departamento. Reflexionar, proyectar y evaluar el desarrollo orgánico de la Pastoral Juvenil Nacional. Concretar y operativizar los acuerdos y las decisiones de la ANPJ. Favorecer el surgimiento de estructuras básicas de animación, formación y coordinación en las Arqui-diócesis y vicariatos, así como en el país, e impulsar las Asambleas y Encuentros Nacionales como ámbitos para discernir, profundizar y celebrar el caminar de la Pastoral Juvenil Nacional. Acompañar los Secretariados Diocesanos, promover la creación de otros nuevos y apoyar al Director Ejecutivo y al Obispo Presidente de la Comisión Episcopal en la tarea de difundir la propuesta y consolidar la Pastoral Juvenil Nacional. Mantener contacto permanente con los Obispos de las Arqui-diócesis y vicariatos. Favorecer y fortalecer el intercambio, la comunicación y la integración con la Pastoral Juvenil Regional y Latinoamericana.
Asesor Nacional de Pastoral Juvenil (Delegado de los Asesores) La Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil es asistida por un Asesor Nacional o Equipo de Asesores elegido por/entre los asesores Arqui/ diocesanos del país para acompañar, apoyar y orientar las acciones de la Coordinación Nacional y favorecer espacios de formación y espiritualidad en pro de la construcción de la Civilización del Amor en Venezuela. Pueden ser laico/a, sacerdote o religioso/a, identificado con los lineamientos propuestos desde el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria, comprometido
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a acompañar los procesos de Pastoral Juvenil del país. Para desarrollar esta tarea debe existir el apoyo de los demás asesores Arqui/diocesanos y vicariales. Principales Funciones: • Acompañar las reuniones de la CNPJ y las ANPJ. • Procurar el acompañamiento del Director Ejecutivo del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria a nivel espiritual y personal. • Procurar el acompañamiento del Director Adjunto del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria a nivel espiritual y personal. • Fomentar la formación, reflexión y compartir de experiencias en la CNPJ. • Promover el diálogo, la comunión y la participación de cada uno de los miembros de la CNPJ en las reuniones pautadas. • Ser enlace entre los asesores del país promoviendo el compartir de experiencias que enriquezcan el servicio en las respectivas Arqui/diócesis o vicariatos. Programas Nacionales Son servicios del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria, de formación, organización, animación y acompañamiento a los jóvenes en áreas específicas de la acción pastoral, animados por equipos de jóvenes militantes. Características: Surgen como respuesta a la realidad del joven venezolano, plasmadas en el Plan Nacional de Pastoral Juvenil. Son creados por sugerencia de la Asamblea Nacional de Pastoral Juvenil, la Comisión Episcopal de Juventud y / o del Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria. Operativiza las líneas de acción presentadas en
el Plan. Corresponden sus estructuras organizativas de la realidad de cada uno y sus necesidades. Sus coordinadores son nombrados por el Director Ejecutivo, atendiendo el perfil del candidato así como los procesos y experiencias vividas en el equipo. Los mismos son ratificados por el Presidente de la Comisión Episcopal de Juventud y Pastoral Universitaria. Garantizan articulación y comunicación permanente con el departamento y entre cada uno de los programas. Cada Programa Nacional debe estar coordinado, al menos, por una persona y debe conformar un equipo de trabajo de acuerdo a sus necesidades y que integren a jóvenes de diferentes zonas del país; estos integrantes deben ser presentados ante el Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria para su ratificación. Sus servicios no deben durar más de tres (3) años. Actitudes necesarias para cumplir el servicio Coordinador/a de programas: • Vida sacramental • Capacidad de trabajo en equipo. • Proactivo. • Capacidad de diálogo. • Con competencias gerenciales y administrativas. • Manejo fluido de las tecnologías de la información y comunicación. • Claridad en la disponibilidad de tiempo para ejecutar las actividades propias de cada programa. • Cristo céntrico. • Orante. Disposiciones personales de los jóvenes que integran los programas: • Formación y experiencia pastoral suficiente y con capacidad de formación constante.
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Que conozca los procesos de las diferentes instancias de pastoral. Estudiante universitario o profesional. Joven adulto con la suficiente madurez para el servicio que va a prestar. Disponibilidad para tres años de servicio. Estado laical.
Para el trienio 2013-2015, se proponen los siguientes programas nacionales con los cuales se han venido trabajando en trienios anteriores: • El Joven y la Doctrina Social de la Iglesia. Este Programa tiene como finalidad lograr la formación de los jóvenes como ciudadanos a la luz del evangelio, reflexionar acerca de los temas sociales, políticos, culturales, entre otros. Ofrece a los jóvenes espacios de capacitación y reflexión desde el análisis de la realidad para que, comprendiéndola, se involucren y ejerzan su rol como agentes transformadores de la sociedad. Disposiciones necesarias para el equipo: • Que sea equilibrado personal y espiritualmente, que de testimonio. • Que ame la lectura y dedique tiempo a ella. • Que tenga capacidad crítica sobre cuestiones de economía, política, asuntos internacionales, entre otros. • Que se mantenga actualizado con el acontecer noticioso. • Que cuente con una visión de la realidad. • Escuelas para la Nueva Evangelización. Este Programa tiene como objetivo acompañar los procesos formativos de los jóvenes en las arqui/ diócesis y en las provincias eclesiásticas, para fortalecer la acción y organización de la Pastoral Juvenil. Busca fortalecer los procesos y favorecer la incorporación de jóvenes a los diversos servicios de animación en la instancia que corresponda.
Disposiciones necesarias para el equipo: • Que tenga una clara opción por los jóvenes. • Que conozca y haya vivido los procesos de educación en la fe. • Que tenga capacidad de servicio. • Que tenga disponibilidad de tiempo y movilidad. • Palabra Joven. Este programa ofrece itinerarios de formación como recurso pedagógico para la animación y coordinación del proceso de educación en la fe de los grupos juveniles, en conexión con los itinerarios catequéticos impulsados por el Departamento de Biblia y Catequesis de la CEV. Está dirigido a los animadores para desarrollar sus reuniones y constituye una herramienta de formación con pautas metodológicas que van a la par con el joven de hoy. Disposiciones necesarias para el equipo: • Que haya cumplido con los procesos de formación de la pastoral juvenil. • Que sea responsable. • Que tenga experiencia como formador de jóvenes. • Que tenga disponibilidad para permanecer en el equipo. • El Joven y las Jornadas Mundiales de la Juventud. Impulsa las celebraciones de las Jornadas Mundiales de Juventud, teniendo como objetivo primordial acompañar a los jóvenes de Venezuela en su preparación integral para la participación en las mismas. Disposiciones necesarias: • Experiencia de Pastoral Juvenil y de Jornada Mundial de Juventud. • Proactivos.
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Facilidad para comunicar. •El Joven y la Biblia (Lectio Divina y Estudio Bíblico). Este programa quiere ofrecer formación bíblica a los jóvenes en dos áreas: incentivando el estudio bíblico y la lectura orante de la Palabra (Lectio Divina), así como acompañarles en la búsqueda de dar un sentido profundo a sus vidas a luz de la Palabra, en comunión con el Departamento de Biblia y Catequesis de la CEV. Disposiciones necesarias para el equipo: • Que tenga un profundo amor por la Palabra de Dios. • Que Disponga de tiempo. • Que tenga experiencia de Pastoral Juvenil. Y la preparación y puesta en acción de dos nuevos programas, a saber: • Centinelas 2.0. • Red de Militantes. El Departamento de Pastoral Juvenil convoca anualmente un Encuentro de Equipos de Programas de Pastoral Juvenil donde, en conjunto comparten las experiencias del camino recorrido, el acompañamiento a los jóvenes y dan vida a nuevas acciones y propuestas para fortalecer y renovar su acción en las diversas instancias del país.
07 • EN LAS INSTANCIAS: REGIONAL Y LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE
Existen otras dos instancias a las que pertenece la Pastoral Juvenil de Venezuela y que genera experiencias, reflexiones y articula acciones con hermanos países de Latinoamérica y del Caribe.
Venezuela forma parte de la Región del Caribe y junto a otras tres (México-Centroamérica, Países Andinos y el Cono Sur), conforman la instancia Latinoamericana y del Caribe, que busca generar en el continente un proyecto de Pastoral Juvenil Orgánica, animados por el Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano. “Desde la experiencia de los grupos juveniles hasta los más amplios ámbitos de organización continental, se da una organización que permite la comunión fraterna y la participación efectiva de los jóvenes en los proyectos de la Iglesia y en las propuestas de transformación de la sociedad. Esta organización latinoamericana acompaña a través de los diferentes esfuerzos, la diversa y compleja realidad de los jóvenes del Continente y permite viabilizar sus aportes al proceso de cambio” (Civilización del Amor. Proyecto y Misión 2012 – 636). Esta articulación se da en dos espacios específico: Congreso Latinoamericano de Jóvenes Es la instancia más amplia de encuentro que marca el caminar de la Pastoral Juvenil a nivel continental. En él, jóvenes, animadores y delegados, en comunión con Asesores y Obispos responsables de juventud, determinan las grandes líneas que orientarán la acción pastoral en el Continente. Es el espacio adecuado para que los jóvenes organizados en el proyecto de la Pastoral Juvenil Latinoamericana, expresen sus propuestas a la Iglesia y a la sociedad del Continente. Encuentros Latinoamericanos de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil. Son espacios de intercambio, reflexión, animación y coordinación para profundizar aspectos de
la propuesta; definir l铆neas de acci贸n comunes; apoyar el trabajo de las Comisiones Nacionales de Pastoral Juvenil y fortalecer la Pastoral Juvenil Org谩nica constructora de la Civilizaci贸n del Amor.
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MARCO TAREA Y ESPERANZA (ACTUAR) Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
“Enseñándoles a poner por obra todo lo que les he mandado” Mt 28,20 En este marco encontraremos las pistas para la acción que propone la Pastoral Juvenil en Venezuela, no es más que un marco operativo que desea dar luces para la evangelización de los jóvenes en nuestro país; anteriormente se ha hecho una aproximación de la realidad y luego esta ha sido iluminada por la Palabra de Dios y por el Magisterio, ahora corresponde poner en obras todo lo que el Señor nos ha mandado. Nos parece importante compartir con ustedes que entre los meses de septiembre y noviembre del año 2012, se realizaron cuatro encuentros de actualización del Plan Nacional de Pastoral Juvenil. En estos espacios se trabajó arduamente, a partir de un primer papel de trabajo aportado por expertos en diversas áreas de interés, de este trabajo surgieron elementos que afectan positiva y negativamente la vida de los jóvenes, posteriormente estos elementos se convirtieron en desafíos y líneas de acción. Esta propuesta, presentada en un conjunto de ejes temáticos, en los cuales exhortamos a la acción en los diferentes niveles: (nacional, provincial, diocesano, zonal y/o parroquial), quiere convertirse en pistas concretas para dar respuestas a núcleos problemáticos que requieren la comunión en la acción, que como Iglesia Joven nos hemos planteado.
Marco Tarea y Esperanza JUVENTUD EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO . Pag 59 CONTEXTOS Y ESTRUCTURAS SOCIALES. .Pag 60 TECNOLOGÍA Y COMUNICACIÓN .Pag 61 ECOLOGÍA Y DESARROLLO SOSTENIBLE .Pag 62 ESPIRITUALIDAD, SENTIDO DE LOS SAGRADO Y LA IGLESIA . Pag 62
Los desafíos de la realidad actual, considerados no como obstáculos sino como oportunidades, se discernieron teniendo siempre presente los rostros de los jóvenes de Venezuela, y se presentan considerando las siguientes áreas:
JUVENTUD EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
Proyecto de Vida. Frente a una juventud que en general no es orientada a la elaboración de un proyecto de vida concreto, nos desafiamos a impulsar un proceso de acompañamiento integral en el desarrollo personal del joven, donde se le dé valor a las opciones de vida, la orientación vocacional y la aportación del mismo a la construcción de la Civilización del Amor. •
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Ofrecer a los jóvenes oportunidades de reflexión (convivencias, retiros, encuentros…), que les ayuden a conocerse a sí mismos, a sincerarse, y a profundizar en lo que está detrás de aquellas actividades que más les atraen y que, a través de las mismas, dan rienda suelta a su personalidad e intereses (JBNJ 69). Proclamar la propuesta de vida cristiana, con todas las exigencias de Cruz
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Marco Tarea y Esperanza
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que implica para un joven el seguimiento y discipulado de Jesús y presentar con valentía, frente a una cultura permisiva, modelos de realización juvenil, con todo lo que conllevan de dominio de sí mismo, formación de carácter, madurez afectiva y relación solidaria con los demás. (JBNJ 70) • Ayudarles a descubrir su vocación (vida consagrada, sacerdocio, laicado comprometido y misionero, matrimonio), favoreciendo momentos de formación (convivencias, retiros, encuentros periódicos...) y promoviendo experiencias que les permitan vivenciar su misión (compromisos en la comunidad, campamentos misioneros, voluntariado). (JBNJ 88) • Crear en las parroquias y en las diócesis equipos multidisciplinarios (expertos en psicología, derecho, sanidad, medicina asistencias, orientación juvenil...) en los que se articule el apoyo de las diferentes pastorales para la formación integral del joven (JBNJ 97) SEXUALIDAD Ante el relativismo afectivo - sexual que vive la juventud de hoy, nos desafiamos a acompañar al joven en la vivencia de una sexualidad responsable a partir del respeto al cuerpo, la maduración de las relaciones afectivas, la educación para el amor y la valoración de la castidad y la pureza como una respuesta al plan de Dios. •
Elaborar, cursos sistemáticos de formación, en los que se dé un realce especial al conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia y a la Educación para el Amor y la Sexualidad. (JBNJ 107)
FAMILIA Ante la realidad de la familia venezolana donde predomina el modelo matricentrado, ausencia significativa del padre e incumplimiento
de roles, nos sentimos desafiados a propiciar espacios donde los jóvenes puedan fortalecer la importancia de la familia como base de la sociedad. • Participar activamente, a través de organizaciones de Iglesia o de inspiración cristiana, en las instancias en que se deciden las políticas públicas que se relacionan con la promoción, protección y desarrollo integral de los adolescentes y jóvenes (JBNJ 72) • Favorecer una buena relación en la familia y reafirmar cuanto la refuerza como primera educadora de las personas, asumiendo e implementando en las parroquias y en los centros educativos el documento conciliar “Iglesia y Familia: Presente y Futuro” para el logro de un proyecto que armonice la labor de la familia, la escuela y la comunidad (JBNJ 81)
CONTEXTOS Y ESTRUCTURAS SOCIALES
Cultura de la Vida Ante una sociedad con marcadas diferencias económicas, sociopolíticas y una cultura donde predomina la violencia, la indiferencia, la inseguridad, la corrupción y el conformismo que generan una respuesta escapista de los jóvenes, encontramos como desafío la sensibilización de las nuevas generaciones, las comunidades y familias, promoviendo el amor al prójimo y el respeto a la vida, proclamando con fuerza el Reino de Dios y siendo participes de la construcción de la Civilización del Amor en medio de los jóvenes. •
Monitorear permanentemente la realidad juvenil para conocerla y poder fundamentar planes pastorales adecuados a sus necesidades, que nos permitan compartir sus espacios, entrar en sintonía con ellos y ofrecerles una visión cristiana de la vida.
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(JBNJ 68) Promover actividades que les permitan proyectarse hacia los demás, con ánimo de solidaridad e intercambio, y reflexionar sobre las vivencias que se generan y el significado que adquieren para cada uno: campañas varias, tareas y responsabilidades en proyectos de la comunidad, animación de acontecimientos, actividades para solucionar problemas, campamentos de trabajo, campamentos misioneros juveniles... (JBNJ 71) Asumir posiciones proféticas ante las situaciones conflictivas que se dan en el país y en el mundo, en especial con relación al mundo juvenil, comprometiéndose en la defensa de los derechos humanos y dando testimonio de coherencia entre las palabras y los hechos (JBNJ 76) Fortalecer la conciencia y la mística de los educadores católicos que trabajan en escuelas y en otras instituciones públicas, para que lleven a cabo en ellas una acción evangelizadora entre los adolescentes y jóvenes, promoviendo la formación en valores en las instancias educativas ahí constituidas (centros de estudiantes, grupos deportivos, sociales, científicos...) (JBNJ 80) Alentar a los jóvenes en su misión de colaborar y ser levadura en la construcción de una nueva sociedad, desde la fe, y ofrecer oportunidades para que estudien, profundicen y pongan en práctica la Doctrina Social de la Iglesia. (JBNJ 86) Promover el voluntariado juvenil (hospitales, centros asistenciales, centros penitenciarios, con niños de la calle, misiones...) como actitud de vida y expresión de su compromiso cristiano. (JBNJ 87) Impulsar la profundización y organización de la Pastoral Juvenil Específica, con equipos especializados en las diferentes organizaciones, tomando conciencia de la variedad de culturas y de sensibilidades
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respecto al hecho religioso. (JBNJ 90) Organizar en cada diócesis respuestas educativas y de evangelización para los adolescentes y jóvenes que se encuentran en situaciones especiales (alistados militares, muchachos de la calle, enfermos, presos, inmigrantes...) (JBNJ 91)
TECNOLOGÍA Y COMUNICACIÓN
Uso de las TIC’s para la Evangelización Ante la influencia de la tecnología en la vida de los jóvenes y su impacto en las relaciones interpersonales, nos desafiamos a utilizar de manera efectiva con espíritu evangelizador las Tecnologías de Información Comunicación. •Promover acciones dirigidas a que las familias y la sociedad, en general, exijan a los Medios de Comunicación Social que tomen conciencia de su responsabilidad en la promoción de valores humanos y cristianos tendientes a modelar conductas en los jóvenes (JBNJ 73) •Promover con creatividad programas de educación en valores aprovechando, como medio de evangelización, las oportunidades que abren las nuevas tecnologías. (JBNJ 78) Espacios de Recreación y Esparcimiento Ante una juventud que utiliza las redes sociales y los videojuegos como forma preferencial de esparcimiento, nos sentimos desafiados a diseñar, promover y socializar espacios de recreación y actividades lúdicas sistemáticas para el desarrollo integral del joven. •Hacerse presente en la promoción y organización de actividades que sintonicen con las nuevas culturas y con el mundo de intereses de los jóvenes: deporte, música, expresiones artísticas y literarias, teatro, pintura, folklore... (JBNJ 77)
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Marco Tarea y Esperanza
ECOLOGÍA Y DESARROLLO SOSTENIBLE Estilo de vida Ecológico Ante la falta de una sólida cultura ecológica, carente de una visión proactiva y las necesidades ambientales, nos sentimos desafiados a fomentar una pastoral diferenciada que se dedique a la promoción y formación de valores ecológicos como don de Dios en los distintos escenarios: familias, colegios, organizaciones para así instituir una cultura que modele la convivencia humana. •
Espiritualidad del Joven Ante una realidad juvenil materialista indiferente a la espiritualidad y lo sagrado, nos sentimos desafiados a favorecer experiencias celebrativas de contemplación, adoración a Dios, para un discernimiento continuo en los diferentes aspectos de la vida juvenil.
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Promover anualmente la celebración de la Jornada Ecológica, como espacio para incentivar un estilo de vida ecológico en los jóvenes y en la que se pueda impulsar la siembra de árboles, la recuperación de aéreas verdes y otras acciones de cuidado ambiental.
ESPIRITUALIDAD, SENTIDO DE LOS SAGRADO Y LA IGLESIA
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Hacer una proclamación vigorosa de Jesucristo, que se ofrece a cada uno como amigo y compañero en la vida, y proponer el mensaje del evangelio como camino de realización personal. (JBNJ 75) Organizar actividades formativas y religiosas (foros, encuentros, peregrinaciones, festivales) que convocan a los jóvenes y les permiten
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tener experiencias significativas. (JBNJ 79) Ofrecer aportes que alimenten el desarrollo de una espiritualidad juvenil desde la cotidianidad: la amistad e intimidad con el Señor, la orientación de la propia vida siguiendo los pasos de Jesús, la seguridad de la cercanía de la Virgen, la apertura generosa a las grandes causas, el entusiasmo que producen los ideales, la capacidad de comenzar de nuevo, de aceptar riesgos... (JBNJ 82) Favorecer experiencias de oración que alimenten su relación con Dios y su encuentro con Jesucristo, el cual los invita a seguirle más de cerca, y alentar una vida sacramental enriquecedora, tanto en las celebraciones comunitarias generales (parroquias) como en pequeños grupos, y favorecer la devoción a la Virgen, Madre y modelo de todos. La lectura orante de la Biblia, compartida en grupo, es un medio importante a promover. (JBNJ 83) Favorecer el desarrollo y promover experiencias de vivencia grupal que faciliten procesos de formación y organización, estables y sistemáticos, en los diferentes ambientes en los que la Iglesia se hace presente (JBNJ 84) …Crear espacios oportunos para su vida espiritual y proyección apostólica, invitándoles a asumir ministerios y responsabilidades, a participar en grupos y organizaciones parroquiales y a evangelizar, especialmente a otros jóvenes. (JBNJ 85) Realizar con creatividad, según las características culturales específicas de los ambientes juveniles, actividades que conduzcan a una profundización de la fe y que faciliten experiencias de amistad con Cristo y de proyección hacia los demás (retiros espirituales, Eucaristía, vivencia sacramental, expresión litúrgica juvenil,
oración, compromisos con las comunidades, campamentos misioneros...) (JBNJ 92) Nueva Evangelización Ante una juventud ajena a la religiosidad católica y dócil hacia las prácticas pseudoreligiosas que buscan llenar su sentido de trascendencia, ofuscándose con la creación de ídolos y expresiones religiosas; nos sentimos desafiados a crear, propiciar y mantener en el joven espacios de encuentros personales con Cristo Resucitado que le permitan transformar sus vidas desde su propia cultura juvenil. •
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Promover la creación o el fortalecimiento de los Secretariados Diocesanos, con sus respectivos equipos de trabajo, en vinculación con el Departamento Nacional de Pastoral Juvenil y su respectiva Coordinación Nacional. Estimular la creación de Centros de Espiritualidad, o de Casas de la Juventud, para la formación de los jóvenes. (JBNJ 95) Crear en cada instancia eclesial (parroquias, vicarías) un equipo responsable de Pastoral Juvenil que la promueva y coordine. (JBNJ 96) Estimular a las diferentes pastorales de Iglesia (juvenil, familiar, vocacional, catequética, litúrgica, social, universitaria...) para que multipliquen iniciativas a favor de la juventud, en conexión con las organizaciones de Pastoral Juvenil (JBNJ 103) Motivar a los diferentes movimientos y grupos para que se inserten y actúen, desde sus carismas y servicios, en los proyectos y programas nacionales, diocesanos y parroquiales, y crear vínculos con otras modalidades asociativas juveniles, tales como: escultismo, grupos deportivos, musicales, artísticos, sociales... (JBNJ 104)
Acompañamiento Ante la escasez de jóvenes adultos con opción preferencial por los jóvenes enamorados de la Pastoral Juvenil, nos sentimos desafiados a convocar a esos militantes para que estén dispuestos y se comprometan a servir como guías y/o acompañantes de otros jóvenes para que orienten su camino de su fe y les permitan descubrir su opción de vida. •
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Seleccionar sacerdotes, personas de la vida consagrada y laicos comprometidos que tengan vocación para trabajar con los jóvenes, que se distingan por su creatividad, cercanía y disponibilidad, asegurarles estabilidad, dedicación del tiempo necesario y recursos requeridos para esta labor. (JBNJ 94) Favorecer la incorporación de jóvenes a la animación de la pastoral juvenil, después de haber seguido un itinerario de crecimiento que les permita asumir responsabilidades, cada vez mayores, en el asesoramiento de grupos y en otras actividades. (JBNJ 98) Promover espacios de formación para los asesores de pastoral juvenil, de modo que se unifiquen objetivos y criterios de acción y se logre una metodología común que facilite actuar sobre la realidad, evaluar la propia acción y celebrarla a la luz de la fe (JBNJ 99)
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MARCO OPERATIVO DEL DEPARTAMENTO DE PASTORAL JUVENIL Y UNIVERSITARIA (ÁREA PASTORAL JUVENIL)
Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
OBJETIVO GENERAL DEL DEPARTAMENTO
Impulsar la evangelización y promover el discipulado de Jesús, con una pastoral juvenil y una pastoral universitaria, orgánica y profética, encarnando el evangelio en la realidad, a la luz del concilio plenario de Venezuela, construyendo de ese modo la civilización.
Año 2013:
Lugar bíblico: Betania Este lugar bíblico nos invita a VIVENCIAR y SABOREAR el don de la fe y la fraternidad nacido en la experiencia de la comunidad, de aquellos que comparten formas de vivir y de relacionarse con todo su contexto y con el Dios de la vida, que buscan salir de sí e ir al encuentro del otro. Tema: La fe Actividad: Jornada Mundial de la Juventud Río 2013. Cita bíblica: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” Mt 28,19 Lema: ¡La fe que vivenciamos y saboreamos!
Año 2014:
Lugar bíblico: Samaria Durante este año el lugar bíblico nos invita a RECONOCER y COMUNICAR la verdad de Cristo en medio de la diversidad juvenil, acercándonos a su mundo para comprender y respetar su cultura, construyendo juntos la paz y la justicia en nuestros pueblos. Tema: La verdad. Actividad: Encuentro Provincial de Jóvenes (Cada Provincia Eclesiástica) Cita Bíblica: “Enseñándoles a poner por obra todo lo que les he mandado” Mt 28,20 Lema: ¡Joven ¡Reconoce y comunica la verdad de Cristo!
Año 2015
Lugar bíblico: Jerusalén. COMPARTIR y CELEBRAR el camino recorrido por el joven y por la Pastoral Juvenil Nacional, que nos ha llamado a construir una vida plena en el amor y la fraternidad con los más apartados y necesitados. Tema: El Amor Actividad: III Encuentro Nacional de Jóvenes ENAJÓ en Barquisimeto. Cita bíblica: “y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos” Mt 28,20 Lema: Joven: ¡Sé testigo del Amor de Cristo!
Marco Operativo del Dpto de Pastoral Juvenil y Universitaria OBJETIVO GENERAL DEL DEPARTAMENTO . Pag 65 AÑO 2013 .Pag 65 AÑO 2014 .Pag 65 AÑO 2015 .Pag 65 Discipulado Cristiano. ¡Siguiendo las huellas de Jesús! . Pag 66 Dimensión Misionera. ¡Testigos de Cristo al servicio de la nueva evangelización! .Pag 66 Contribución a la Sociedad. ¡Dando vida a la civilización del amor! .Pag 66 Renovación Organizada. ¡Estructuras que dan vida! .Pag 67
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Marco Operativo del Departamento de Pastoral Juvenil de Venezuela
Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
El Departamento de Pastoral Juvenil y Universitaria como servicio de acompañamiento desde la Conferencia Episcopal Venezolana, al trabajo evangelizador de la juventud y, en comunión con el plan trienal del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, se propone para el siguiente trienio: Discipulado Cristiano. ¡Siguiendo las huellas de Jesús! Promover el discipulado cristiano en los jóvenes través de la formación integral y capacitación de los agentes de Pastoral Juvenil. 1. Distribuir a los animadores de grupos juveniles, a través de la web y los responsables diocesanos el itinerario formativo Palabra Joven, como recurso pedagógico para la animación y coordinación de los procesos de educación en la fe y en conexión con el Departamento de Catequesis. 2. Incentivar el estudio bíblico y el método de la lectura orante de la palabra (lectio divina) entre los jóvenes que deseen dar un sentido más profundo a su vida y quieren fortalecer su compromiso cristiano, a través del desarrollo del programa El Joven y La Biblia en comunión con el Departamento de Biblia. 3. Ofrecer al joven espacios de formación y reflexión en los postulados de la Doctrina Social de la Iglesia, desde el análisis de la realidad para que, comprendiéndola, se involucren y ejerzan su rol como católicos de agentes transformadores de la sociedad, particularmente desde el fortalecimiento del programa El Joven y La DSI con la asesoría de Cáritas de Venezuela.
Dimensión Misionera. ¡Testigos de Cristo al servicio de la nueva evangelización! Propiciar la evangelización desde y para los jóvenes, a través de medios innovadores y acordes a la realidad juvenil. 1. Propiciar la celebración anual en las diócesis de la Jornadas Nacional de Juventud, como momento especial de evangelización y realizar la colecta por la Pastoral Juvenil. 2. Celebrar el Encuentro Nacional de Jóvenes propiciando la Nueva Evangelización con experiencias, a través de las cuales los jóvenes compartan su fe en el Dios de la Vida. 3. Fortalecer y mantener actualizada la página web de la Pastoral Juvenil, como medio de evangelización, encuentro y espacio informativo de las acciones realizadas en el país, con el apoyo del Departamento de Medios del SPEV. 4. Impulsar la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud cada año y propiciar una preparación integral para la participación y celebración de la XXVII JMJ en Rio de Janeiro - Brasil. 5. Favorecer la celebración de la Misión Joven Nacional durante el mes de octubre los años 2014-2015. 6. Realizar un subsidio formativo-litúrgico para la celebración de la Pascua. Contribución a la Sociedad. ¡Dando vida a la civilización del amor! Fermentar con los valores del evangelio en los diversos ambientes donde se desenvuelve el joven 1. Acompañar a los jóvenes que, formados en procesos de pastoral juvenil, hayan asumido una opción de vida y camino vocacional, a través del diseño y puesta en práctica del programa Red de Militantes Católicos. 2. Publicar y distribuir en el primer semestre del
2013 el Plan Nacional de la Pastoral Juvenil (Digital y Físico). 3. Ofrecer al joven espacios de formación y participación con carácter de acción social, en contenidos de la DSI que le permitan actuar en sus diferentes ambientes, haciéndolos partícipes de la construcción de la civilización del amor. Espiritualidad de Comunión. ¡Decididos a vivir en fraternidad! Impulsar la vivencia de la fraternidad y la solidaridad, construyendo la comunión en la Iglesia y el mundo. 1. Dar apoyo a cada una de las campañas nacionales de los departamentos del SPEV, como momentos y espacios propicios para la formación de los jóvenes. 2. Realizar anualmente el encuentro de Equipos de Programas Nacionales, para fortalecer la comunión en los servicios del Departamento. 3. Participar en los Encuentros Regionales y Latinoamericanos de Pastoral Juvenil y con disposición de servicio en el Congreso Americano Misionero CAM4 y Congreso Misionero Latinoamericano COMLA9 (Maracaibo noviembre de 2013) 4. Crear y enviar trimestralmente el Boletín Joven (Electrónico) dirigido a los agentes de Pastoral Juvenil, donde se comparta informaciones del quehacer del Departamento Nacional, de las diócesis, movimientos juveniles y servicios de animación. Renovación Organizada. ¡Estructuras que dan vida! Consolidar la propuesta organizacional de la Pastoral Juvenil en las diócesis y provincias eclesiásticas, 1. Acompañar el proceso formativo de los
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Secretariados Diocesanos de Pastoral Juvenil en cada una de las Provincias Eclesiásticas, de modo que fortalezca la organización en el país y se favorezca la incorporación de jóvenes en los diversos servicios de animación, impulsado por el programa Escuelas Para la Nueva Evangelización. Organizar y convocar cuatro reuniones anuales de Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil. Desarrollar anualmente un Encuentro Nacional de Responsables y otro de Asesores Diocesanos, como espacio de reflexión, intercambio y planificación a la luz del PNPJ 2013-2015; desde el camino de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Concilio Plenario de Venezuela. Fortalecer la Coordinación Nacional de Pastoral Juvenil y aumentar la participación de sus integrantes, según los criterios establecidos en el Marco “Organizar es ¡Participar!” del Plan Nacional de la Pastoral Juvenil, orientados por los lineamiento emanados por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Concilio Plenario de Venezuela. Realizar la Asamblea Nacional de Responsables y Asesores Diocesanos de Pastoral Juvenil en Octubre de cada año, como espacio deliberativo, donde se define el caminar de la PJ en Venezuela, propiciando la evaluación constante del presente plan para su posterior renovación.
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MARCO REVISAR Y CRECER
Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
“…y sepan que yo estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos”. Mt. 28,20 La eficacia de todos los esfuerzos está puesta en Nuestro Señor Jesucristo. Al colocar la mirada y el corazón en la historia de nuestra amada Iglesia Católica, hemos podido constatar que jamás ha faltado la presencia y acompañamiento de Cristo y el auxilio del Espíritu Santo. En los momentos de aciertos, junto a Él y a Él hemos dado gracias. En los momentos de acciones débiles y desacertadas, con mirada bondadosa, hemos sido acogidos en su amor, su paz y nos ha sostenido para levantarnos y ayudarnos a seguir caminando. Al revisar nuestro andar en la misión evangelizadora, podemos constatar que Cristo es quien nos toma de la mano, su palabra es quien nos guía, su alimento quien nos hace reconocernos como sus discípulos, y es su amor, quien nos anima a crecer cuando en medio de las dificultades, nos conseguimos con acciones y decisiones incorrectas. El marco revisar y crecer, dentro de la acción pastoral, se convierte en un momento que contribuye al enriquecimiento de las actividades y/o propuestas pastorales que se realizan en las instancias, que busca optimizar la visión de la realidad. El Documento de Santo Domingo señala que “la pastoral juvenil promoverá el protagonismo a través de la metodología del ver, juzgar, actuar, revisar y celebrar” Esta metodología es para el joven hoy “un estilo de vida y una espiritualidad que vive y celebra el descubrimiento de la presencia de Dios en la historia, la actitud de conversión personal continua y el compromiso para la transformación de la realidad”. Documento de Santo Domingo, Nº 119 De la metodología propuesta por la Iglesia Latinoamericana y Caribeña para la Pastoral Juvenil, en este capítulo se destaca el momento del Revisar, entendido como aquella mirada del proceso vivido, es decir, del compromiso personal y grupal, vista desde dos actitudes primordiales que son Revisar y Crecer. Civilización del Amor. Tarea y Esperanza. CELAM. Pág. 29 Al re-descubrir el camino recorrido, se encuentran elementos que permiten reorientar la acción pastoral y la vida misma, lo que se convierte en un momento de maduración y crecimiento personal y comunitario, tanto para los jóvenes, como para los agentes de pastoral juvenil; por tanto, las acciones que impulsan a la pastoral juvenil en sus diversas instancias y expresiones, serán transformadoras, sólo así, como dice las escrituras, seremos conocidos por nuestros frutos (Cf. Mt.7, 15-20). La meta que busca cumplirse con este marco, es que el joven revise los acontecimientos personales y grupales vividos, haciéndose consciente de su crecimiento personal y pastoral, reorientando su camino y sus planes pastorales.
Marco Revisar y Crecer PROCESO DE EVALUACIÓN EN LA PASTORAL JUVENIL .Pag 70 UTILIDAD DE LA EVALUACIÓN .Pag 70 ¿QUIÉNES PARTICIPAN EN LA EVALUACIÓN? . Pag 70 TIPOS DE EVALUACIÓN Y CÓMO EVALUAR . Pag 70 AL MOMENTO DE EVALUAR .Pag 71 REQUERIMIENTOS DE UNA EVALUACIÓN: . Pag 71 SUGERENCIAS FINALES .Pag 72
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Marco Revisar y Crecer
Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
PROCESO DE EVALUACIÓN EN LA PASTORAL JUVENIL Dice el Diccionario de la Real Academia Española (2009) que Evaluar es: “señalar el valor de algo. Estimar, apreciar, calcular el valor de algo”. Lo anterior refleja la Evaluación como una profunda y humilde revisión de la acción pastoral, partiendo de los resultados obtenidos y de las dificultades encontradas. Pero, además, para la Pastoral Juvenil significa un proceso en el cual se valora el camino recorrido con los aciertos y desaciertos de las acciones pastorales; se acompaña a nuestros jóvenes en la tarea de transformar acciones puntuales, y a veces aisladas, en procesos de conversión y crecimiento personal y grupal. En muchas ocasiones, los agentes de Pastoral Juvenil tienden a confundir el proceso de evaluación, con un tribunal para juzgar a las personas; una sesión de desahogo de las tensiones del grupo-equipo y/o actuar como seres autocomplacientes (que lo justifican todo), que no buscan mejorar y crecer en la forma de realizar las acciones pastorales. Por ello, es importante conocer que la acción evaluativa de revisar, dentro de la Pastoral Juvenil, es un proceso de crecimiento espiritual, que permitirá prosperar en sabiduría y en comunidad. UTILIDAD DE LA EVALUACIÓN La evaluación dentro su mismo proceso, presenta un carácter cíclico que determina revisar de manera exhaustiva cada uno de los objetivos, actividades planificadas y realizar ajustes a las orientaciones presentadas en un plan (el empleo de recursos, la falta de adaptación de los objetivos a la realidad, así como la aplicación de políticas y estrategias). Es por ello, que la evaluación busca confrontar los resultados
deseados con los obtenidos, también analizar las causas de los aciertos y de los desvíos ocurridos. Este momento metodológico, permite reflexionar sobre la marcha del grupo, actividad, plan o programa, a través del cumplimiento de objetivos y metas; además, contribuye a verificar sí los medios utilizados fueron los adecuados. Asimismo, es importante tomar en cuenta la eficacia del grupo, actividad, plan o programa desarrollado. De igual forma, este momento ayuda a constatar lo que es válido, vigente y positivo para que sea fortalecido; también permite detectar y solucionar aquellos fallos e irregularidades, que comprometen la estabilidad y eficacia de lo revisado. ¿QUIÉNES PARTICIPAN EN LA EVALUACIÓN? Conviene que en la evaluación participen la mayor cantidad de agentes pastorales (animadores, asesores, párrocos, obispos, religiosos, entre otros, según sea el caso), que estuvieron presentes en la elaboración y ejecución de una actividad y/o propuesta. En caso de no estar físicamente, al menos de manera consultiva a través de vías alternas de comunicación. Por otro lado, es importante que también, participen los jóvenes destinatarios de nuestra acción pastoral, es decir, todos los miembros del grupo o jóvenes participantes de una actividad o proceso. TIPOS DE EVALUACIÓN Y CÓMO EVALUAR Hay muchos tipos de evaluación y se clasifican según diversos criterios, tales como: tiempos de su realización, objetivos que persiguen, quiénes la realizan, naturaleza que poseen, escalas y destinatarios, entre otras. Se conocen diferentes tipos de evaluación, algunas de ellas: de acuerdo a su función (diagnóstica,
orientadora, predictiva, de control y seguimiento del rendimiento); según su finalidad (formativa y sumativa); en función de los agentes de evaluación (autoevaluación, hetero-evaluación, co-evaluación); con respecto a la ubicación de los agentes de evaluación (interna, externa); según el momento (inicial, parcial, final); en relación al enfoque metodológico (cuantitativa, cualitativa, cuali-cuantitativa); de acuerdo al ámbito de acción (institucional, de programas, ambiente físico, enseñanza- aprendizaje); entre otras. En el ámbito pastoral, cada instancia (grupos y/o movimientos, parroquias, zonas, arciprestazgos y servicios nacionales) debe asumir la evaluación de un plan, proyectos, actividades, entre otros, en dos momentos: uno periódica-parcial y otro general o final. Para ejemplificar brevemente lo anterior, en la instancia nacional, la revisión del Plan Nacional de PJ es realizada en ANPJ con frecuencia anual, permitiéndonos parcialmente, ir obteniendo elementos propios de la aplicación de esta propuesta pastoral en un momento determinado. En la instancia diocesana, la revisión del Plan Diocesano de PJ es efectuada en la ADPJ, en el tiempo que los SDPJ, lo consideren preciso. Estas evaluaciones son de carácter periódica-parcial. Mientras que la evaluación del Plan Nacional de PJ al culminar su vigencia (al término de 3 años), es realizada en ANPJ, lo cual le da un carácter de tipo general o final. AL MOMENTO DE EVALUAR Dentro de cada proceso evaluativo, es necesario tomar en cuenta lo siguiente: • En cuanto al grupo como entidad y sus acciones: Localizar logros, aprendizajes, problemas que ocurrieron en el desarrollo de la acción, medios utilizados (metodología, dinámicas, técnicas, y otros), así como las consecuencias que éstos generaron; es decir, cumplimiento de los objetivos (pertinencia de
lo que se hace) y de las tareas realizadas en forma cuantitativa, cualitativa o cuanticualitativa. Comparar los resultados con lo que se plantearon como objetivo. Descubrir las causas de los desvíos y encontrar alternativas que orienten la acción futura y/o potencien los logros y aprendizajes. Describir el clima del grupo o equipo (relaciones interpersonales, comunicación, diálogo ocurrido entre los participantes, posible seguimiento a lo aplicado o ejecutado). Valorar el papel del equipo de animación (tipo de animación, relación animadores - miembros...). Estimar la importancia de los resultados alcanzados. •
• •
En cuanto al ambiente al momento de evaluar: Mantener un clima de serenidad, sin prejuicios o miedos, entre los integrantes del grupo o equipo. Vivir actitudes de franqueza, objetividad, lectura desapasionada de los hechos, profundo respeto a las demás personas. Contar con tiempo suficiente, sin apuros ni carreras.
REQUERIMIENTOS DE UNA EVALUACIÓN: Para realizar una evaluación, es necesario considerar diversos factores que faciliten el proceso evaluativo. A continuación se presenta algunos criterios extraídos del Plan Pastoral Esperanza Joven (2000) de Chile: Criterios: contenidos orientadores evaluación. Lo que queremos evaluar.
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la
Por ejemplo, la comunicación del grupo. Indicadores: marcas que nos permiten cuantificar o medir el grado de logro de determinado criterio.
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Por ejemplo, asistencia a las reuniones.
Plan Nacional de Pastoral Juvenil 2013 • 2015
Marco Revisar y Crecer
Instrumentos: herramientas concretas con las que realizaremos la evaluación. Por ejemplo, un formulario, cuestionario, entre otros. Cuando se revisa el funcionamiento de un grupo de jóvenes, resulta de provecho tener en cuenta criterios específicos y concretos. Si al evaluar no se percibe el logro de los criterios positivamente, es menester buscar sus causas y proponer soluciones para la corrección de las mismas. Lo más sano y beneficioso, es mantener la evaluación como un proceso permanente, valorando sus avances y rescatando nuevas oportunidades (se ha alcanzado “más que antes” o “menos que antes”); esto se logrará en mayor medida, siempre y cuando el proceso pastoral de crecimiento en la fe sea acompañado. A modo de ejemplo, se describe un caso típico que quizás es vivido en muchas comunidades parroquiales. Criterios: - Integración del grupo en la vida parroquial y su entorno. Se evaluará positivamente este criterio, si la comunidad se relaciona con los demás grupos y comunidades de su entorno; si va profundizando su sentido de pertenencia a la Iglesia. Lo evaluaremos negativamente, si se encuentran excesivamente cerrados a sí mismos y no se reconoce en comunión con los demás grupos y comunidades de la Parroquia. Indicadores: Participación en el Consejo Parroquial de Pastoral (si le corresponde), y en el Equipo Parroquial de Pastoral Juvenil, o en el Consejo que corresponda, según sea el caso (para colegios, universidades, movimiento, entre otros).
Participación en iniciativas del resto de la comunidad (parroquial, universitaria, colegial, del movimiento, otros). Interés por informarse y opinar acerca de los asuntos generales que afectan a todos. Receptividad a las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia. Técnicas e instrumentos: Entrevistas personales. Observación. Actas, resúmenes y bitácoras de reuniones. Otros registros que puedan tener tanto Animador(a) como Asesor(a). Es de suma importancia dejar por escrito toda evaluación (sistematización) con las sugerencias y recomendaciones necesarias, aunque al momento de realizar la valoración, ésta haya sido verbal o por medio de la observación. Dejar escrita una síntesis de la evaluación, nos permite disponer de un registro de lo hablado y pautado, para más adelante revisar y mejorar. Además, constituye la memoria histórica escrita de los procesos pastorales que se viven. SUGERENCIAS FINALES Se recomienda marcar el inicio de la vigencia de un Plan con una celebración litúrgica, donde se distribuya su texto, se presente a los responsables de su animación y se comprometa a todos los que conforman el equipo de Pastoral Juvenil, en un esfuerzo conjunto por hacerlo realidad. Asimismo es deseable sellar con una celebración litúrgica, cada evaluación periódica, para dar gracias por lo realizado y los frutos obtenidos, como gesto de renovación de las fuerzas y como motivación para lo que todavía queda por hacer.
Notas Importantes
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Notas Importantes
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COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL JUVENIL Y UNIVERSITARIA Excmo. Mons. Cástor Oswaldo Azuaje Obispo de Trujillo/ Presidente de la Comisión Episcopal. Excmo. Mons. Fernando Castro Aguayo Obispo Auxiliar de Caracas/ Delegado Episcopal para Pastoral Juvenil. Excmo. Mons. Reinaldo Del Prette Lissot Arzobispo de Valencia. DEPARTAMENTO DE PASTORAL JUVENIL Y UNIVERSITARIA DEL SECRETARIADO PERMANENTE DEL EPISCOPADO VENEZOLANO Carlos José Flores Freites Director Ejecutivo del Departamento. Pbro. Leonardo Marius Asesor Nacional de Pastoral Universitaria.
Diseño y diagrmación: César Torres - Natalia Herrera
Lic. Miguel Humberto García Director Adjunto
Prolongación Av. Páez, Urbanización Juan Pablo II, a 100 metros de la Universidad Católica “Andrés Bello”. Caracas – Venezuela - Telf. Fax: (0212) 442.20.90 pjvenezuela@gmail.com