Nau house, una visión para inversionistas inmobiliarios
Bogotá, late como cosmopolita
Diseñamos y construimos para nuestro comprador inversionista
La industria de la construcción ha pasado por una evolución significativa a lo largo del tiempo, impulsada por avances tecnológicos, cambios en las prácticas de trabajo, transformaciones al interior de la sociedad, y el creciente enfoque en la sostenibilidad.
Coninsa, una de las constructoras e inmobiliarias líderes de Colombia y pionera en los cambios de la industria, ha transformado su estrategia de negocio en un ecosistema que brinda soluciones integrales para el hábitat.
Alejandra Zapata | Presidente de Coninsa
Se trata de implementar un modelo disruptivo que incorpora toda la experiencia técnica y constructiva de más de 50 años, con la oferta de un portafolio de servicios de arquitectura, diseño, ingeniería, construcción y bienes raíces, en una plena articulación entre estos servicios destinada a resolver las necesidades de los clientes. Bajo la visión holística del espacio y entendiendo las necesidades de la demanda actual, Coninsa emprende en el desarrollo de proyectos diseñados a la medida de sus clientes en busca de eficiencia, calidad de vida y sostenibilidad.
Nau Hause hace parte de los proyectos enfocados en nuestros clientes inversionistas, en los que Coninsa se encarga de todo, es decir, del diseño, la construcción, los acabados, la comercialización en arriendo y la operación de su inmueble en el largo plazo, permitiéndole percibir la renta más la valorización del activo y dándoles la tranquilidad de que una empresa con toda la experiencia inmobiliaria, gestione de manera integral su inversión, incluyendo la recolocación a arrendatarios y el mantenimiento del inmueble.
El uso de la vivienda: en permanente cambio
Las ciudades evolucionan, y con ellas la manera en la que los habitantes se apropian de sus lugares de vivienda. Entenderlo es clave al momento de diseñar y construir.
Sin duda, la apropiación de los espacios arquitectónicos, en particular de aquellos destinados a vivienda, está sujeta a una permanente evolución, a cambios constantes en las rutinas cotidianas por parte de quienes los habitan, lo cual influye en la manera en la que dichos espacios son pensados, diseñados y construidos.
Coninsa tiene clara esta premisa. De ahí que jamás pierda de vista la usabilidad que confiere sentido a un espacio destinado a ser habitado, a través de la inteligencia de mercado, el entendimiento de los clientes y las herramientas de escucha, para conocer de primera mano sus necesidades y la experiencia a la hora de habitarlos.
Al fin y al cabo y solo para mencionar un ejemplo, un evento de carácter global como la pandemia del COVID-19 modificó sustancialmente la idea que teníamos relacionada con vivir en una casa y cómo se modificaron nuestros hábitos en torno a ella.
“La pandemia trastocó la percepción de los usos y necesidades de la vivienda”
dice Camilo Alvear, Director comercial y Líder de la Lectura del Mercado y el Cliente en Coninsa.
Al tiempo con lo anterior, las dinámicas propias de nuestras ciudades, donde el suelo es escaso y constante la afluencia de pobladores, también llevan a que cada vez sea más importante escuchar al cliente para entregarle los productos que realmente necesita.
Y lo que el cliente necesita –dice la experiencia de Coninsa– se desprende de su reflexión en torno a tres realidades: esa vivienda en la que quiere vivir, el proyecto que la contiene (el conjunto de casas o la torre de apartamentos), y el entorno (la ciudad).
Hoy, las principales ciudades colombianas están constituidas por distintos núcleos, en torno a los cuales se desarrolla la vida urbana, auténticos polos de atracción que brindan una serie de condiciones (vías de acceso, infraestructura de transporte público, zonas verdes, servicios y comercio) que complementan de manera ideal la vivienda y el conjunto donde está ubicada. Coninsa diseña y construye tomando como punto de partida esas condiciones, así como realidades propias de nuestra sociedad.
Por ejemplo, en Colombia las familias que habitan una vivienda son cada vez más pequeñas: 3.1 personas por hogar en 2019 a 2.9 en 2023. De hecho, el 24.2% de los hogares de nuestro país son unipersonales.
Ahora bien, no puede perderse de vista que dicha reducción en el tamaño de los hogares revierte en una disminución en el área de las viviendas, lo cual se compensa de manera radical gracias a los bienes y servicios de las zonas comunes del proyecto y a los desarrollos urbanísticos con los que cuenta la ciudad y motiva a los inversionistas por su accesibilidad
Aquella disminución de hogares y áreas constituye una tendencia mundial que ha venido cobrando un claro color local, y que resulta insoslayable para Coninsa al momento de diseñar, construir y entregar productos concebidos en función de los intereses y necesidades de un cliente. Sí, los usos de la vivienda cambian, cosa que sucede, no de manera caprichosa, sino por la evolución en las rutinas de apropiación del espacio por parte de sus moradores, a las cuales, cualquier constructor, debe estar atento.
Tu huella en el espacio
El disfrute y apropiación del espacio arquitectónico también depende de cómo sus moradores lo ambienten, a partir de la introspección de cada sensación que despierte en ellos.
Decir que los espacios tienen vida implica tomar conciencia de la personalización de un lugar, del momento en el que advertimos características propias como el olor, los colores, la disposición de los muebles, la elección de la decoración y la funcionalidad. Más allá de los estilos que cada quien prefiera, así como de la interpretación que haga del espacio, el hogar tiene una relación real con las emociones, las sensaciones, la productividad, e incluso con el bienestar físico.
Disponer de un espacio es determinante, tomando en cuenta que no solo debe ser un lugar estéticamente agradable, sino también psicológicamente positivo. Factores como la luz natural siempre son claves para mejorar el estado de ánimo, aumentar la energía y aprovechar el uso del espacio. Por eso, pensar en poner cortinas traslúcidas puede ser una buena idea.
A su vez, la iluminación artificial es determinante si se trata de, por ejemplo, crear ambientes específicos. La luz cálida es ideal en áreas de descanso y relajación, mientras que la luz fría es útil en espacios de trabajo y en la cocina. Por eso, antes de iluminar es necesario pensar en el uso y las sensaciones propias de cada rincón del hogar. La iluminación contribuye a equilibrar el ritmo circadiano, la productividad y los estados de calma y atención.
Ahora bien, si la luz impacta la funcionalidad, el color afecta nuestras emociones y comportamientos. Los colores cálidos estimulan la energía, la pasión, la acción y las sensaciones de urgencia, por lo que pueden generar ansiedad. Por su parte, los colores fríos transmiten calma, tranquilidad y estabilidad y reducen el estrés. En ese sentido son ideales para ambientar dormitorios, salas de estudio y salas de entretenimiento.
Los colores claros como el blanco y la gama de los pasteles contribuyen a que los espacios se sientan más grandes y aireados y por eso resultan útiles en habitaciones pequeñas, donde es importante crear una sensación de amplitud. Por el contrario, si bien los tonos oscuros ayudan a que un espacio se sienta acogedor y cómodo, pueden hacer que parezca pequeño y encerrado.
“Es común que las personas trasladen objetos de un lugar a otro, o que llenen los espacios de manera automática, sin pensar en lo que quieren transmitir e incluso en el uso que le darán. Lo mejor de un trasteo es tener la oportunidad de empezar de cero. No significa tirar todo, significa soñar el espacio en el propio espacio, teniendo en cuenta dimensiones, materiales, colores y accesorios”
comenta Sabrina Mateus, Consultora y diseñadora de interiores , en Bogotá.
La elección de los muebles, además de definir el estilo de un espacio, ayuda a mantener la continuidad visual. Elegir muebles multifuncionales con diseños modulares o plegables que adecuan los espacios al tiempo y al uso, es una tendencia en el diseño de interiores.
Camilo Alvear, Director Comercial de la Regional Bogotá, destaca
El modelo de Nau House se basa en una propuesta de escrituración individual y renta colectiva bajo la gestión de un único operador VIVIT°, que se encarga de la administración integral del edificio, abarcando desde la comercialización y el mercadeo, hasta la facturación, el mantenimiento de los apartamentos y la distribución de utilidades entre los inversionistas. A través de un contrato, se establece una estructura clara y eficiente, donde el cálculo de la bolsa se realiza mediante coeficientes según el monto de inversión. Esta estrategia no solo minimiza los riesgos para los inversionistas, sino que también maximiza las oportunidades de rentabilidad en un mercado que exige innovación y adaptabilidad.
En un panorama donde la volatilidad del mercado de alquileres puede generar incertidumbre, esta propuesta se presenta como una solución prometedora. Con un enfoque en la gestión profesional y una estrategia de rentas más robusta, se espera que el proyecto no solo beneficie a los inversores, sino que también contribuya al desarrollo de un entorno habitacional más equilibrado y accesible.
“Hoy, las viviendas no solo son los espacios privados, sino que también están compuestas por el entorno, la presencia de los vecinos, los puntos de encuentro, las zonas sociales, la facilidad de transporte público, e incluso la conveniencia para movilizarse en bicicleta, a pie o en scooter”, dice Camilo Alvear.
“Como sucede en Nueva York, Roma o Londres, las grandes ciudades se adaptan a los habitantes que aman viajar, moverse y tener comunidades vivas en su hogar”, agrega. es precisamente la ubicación de Nau House y su concepto de operación y renta con VIVIT° , lo que lo convierte en el mejor modelo de inversión con doble rentabilidad: canon asegurado + alta valorización.
Nau House, la respuesta a una tendencia global
El proyecto Nau House es la conjunción de un espacio construido con la mejor arquitectura, en una eficiente torre, y en un sector con una robusta infraestructura.
Las dinámicas de Bogotá, una de las capitales más grandes del continente, la convierten en una ciudad en permanente evolución, con una historia que abunda en desafíos determinados en gran medida por su vertiginoso crecimiento, y también en soluciones que en muchos momentos han llegado gracias a la convergencia de los esfuerzos de los sectores público y privado.
En ese escenario complejo y cambiante, Coninsa ha sido una compañía pionera en el desarrollo de soluciones para el hábitat, las cuales, sin duda, influyen permanentemente en las tendencias y realidades del mercado inmobiliario, no solo de Bogotá, sino también del resto de ciudades colombianas. De ahí que Coninsa lee con detenimiento el mercado y el cliente, antes de acometer las tareas de diseño y construcción, buscando ofrecer alternativas de vivienda que satisfagan plenamente las demandas de sus potenciales clientes inversionistas.
Tal fue el punto de partida, en el primer semestre de 2024, al momento de concebir Nau House, proyecto ubicado sobre el costado oriental de la carrera 30, justo al norte de la calle 80, en uno de los extremos de El Polo Club, que desde hace tiempo es un barrio consolidado desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico y que muestra un acelerado proceso de renovación.
“Nau House es el resultado de la investigación y entendimiento del consumidor”.
dice Juan Sebastián Larios, Director de Arquitectura de la compañía.
¿Cuáles son las características del sector? ¿Qué necesidades quiere satisfacer el potencial comprador inversionista y el futuro arrendatario? Estas preguntas, agrega, orientaron el análisis del contexto urbanístico, así como la concepción del proyecto.
Se trata de una torre de 163 unidades, diseñadas y construidas bajo el concepto de microliving, que privilegia la ubicación, la conveniencia y los servicios o amenities que ofrece el proyecto y en función de un comprador inversionista que podrá garantizar su renta a través de una completa operación del inmueble, para vivienda de largo plazo.
El microliving es una alternativa cierta frente al creciente costo del metro cuadrado en una ciudad como Bogotá”.
dice Larios, que destaca las condiciones de la torre, la cual cuenta con una serie de espacios que, en definitiva, se constituye en una extensión de la vivienda.
En el primer piso está la sala de televisión y entretenimiento, el salón comunal, un social kitchen que incluye una terraza para eventos, Zona de lavado de ropa (aparte del espacio para tal fin, que tiene cada apartamento), y el pet park, entre otros. En la cubierta o Roof top, hay un sendero de trote, mesas de ping-pong, hamacas y barbecue. La torre tiene 30 parqueaderos de vehículos, así como parqueaderos de bicicletas y un taller para el mantenimiento de las mismas.
Cada uno de estos espacios ha sido cuidadosamente diseñado, buscando aprovechar al máximo las áreas, en un criterio equivalente al de aprovechar plenamente las condiciones de ubicación de la torre, justo en el cruce de dos importantes arterias, ambas con rutas de Transmilenio y donde, en el caso de la calle 80, el gobierno distrital ha modificado la norma para incentivar la construcción de proyectos arquitectónicos de cierta envergadura que contrastan con la arquitectura tradicional de El Polo Club.
Nau House se alza entonces en una de las mejores esquinas de Bogotá como una propuesta novedosa, pensada en función de un inversionista que busca en su inmueble, no solo las comodidades que un determinado sector pueda brindarle, sino también un conjunto habitacional plenamente dotado, en un momento en el que la ciudad sigue creciendo, cambiando e incrementando el valor de la tierra.
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Construimosbienestar
Estamos consolidando una visión de negocio en la que elegimos cada proyecto como una bandera que comunica nuestro propósito superior: Construir Bienestar, al tiempo que reforzamos nuestro aporte a la sociedad, en la búsqueda de la equidad. Por eso, hoy el 30% de los 1.800 empleos directos que generamos corresponden a mujeres, lo que sin duda contribuye al cierre de la brecha de género en la industria de la construcción.
Contamos con la confianza de clientes, aliados e inversionistas, gracias a medio siglo de trabajo constante, a más de 490 proyectos diseñados y a 13 millones de metros cuadrados construidos. Los inmuebles entregados se ubican por encima de los 26.000, y los administrados superan los 6.300. De ahí nuestro compromiso en mirar al futuro y ofrecer soluciones integrales al hábitat.
Con este enfoque ecosistémico, ofrecemos a nuestros clientes un viaje en el cual, desde el momento inicial de su inversión, encuentran un aliado que gestiona y gerencia sus activos con inteligencia de mercado para brindarle rentabilidad a largo plazo.