Universidad de Guayaquil
Facultad de Filosofía Letras y Ciencias de la Educación
Carrera: Educación Inicial
Asignatura:
Desarrollo De La Creatividad Y El Pensamiento Infantil
Docente:
Msc. Liliana Margarita Baque Pibaque
Curso:
EDI-S-NO-9-5
Grupo #3: Integrantes
Casañas Casañas Viviana
Coronel Cedeño Cinthia
Pérez Veliz Melissa
Tobar Pérez Katiuska
Ciclo
2023-2024
Había una vez, en un colorido bosque, un grupo de animalitos que vivían muchas aventuras juntos. Había conejitos juguetones, pajaritos cantarines, y hasta una familia de ositos curiosos. Todos eran amigos y se cuidaban los unos a los otros.
Un día, la mamá osa notó que su pequeño hijito, Paquito, estaba un poco triste. Le preguntó qué le pasaba, pero él solo se encogió de hombros y dijo muy desganado:
-"No sé, mamá, solo me siento raro."
La mamá osa preocupada por su pequeño decidió hablar con los demás animalitos para pedirles ayuda. Fueron a buscar a Luli, la conejita más sabia del bosque, quien siempre sabía cómo ayudar a los demás. Luli escuchó con atención lo que la mamá osa le contaba sobre Paquito y dijo:
-"Creo que lo que Paquito necesita es un poco de empatía."
Todos los animalitos se miraron confundidos y dijeron en coro:
-¿EMPATÍA?,¿Qué
es la empatía?-preguntó uno de los pajaritos cantarines. Luli explicó que la empatía
es ponerse en el lugar de otro y tratar de entender cómo se siente. Les dijo que podían hacer algo especial para animar a pequeño Paquito y mostrarle que se preocupaban por él.
Entonces, los animalitos organizaron un Día Mágico de la Empatía. Cada uno preparó una sorpresa para el pequeño osito. Luli le tejió una suave bufanda para que se sintiera abrigado y calentito por las mañanas, mientras que los pajaritos cantaron su melodía más alegre para levantarle el ánimo. Los conejitos le mostraron cómo dar saltitos divertidos y jugaron con él a las escondidas para hacerlo reír. Hasta los ciervos le enseñaron a hacer figuras con hojas secas y ramitas.
Paquito se sintió tan feliz y emocionado con todas las sorpresas que le habían preparado sus amigos. Por primera vez, entendió lo que significaba la empatía y cómo se sentía cuando otros se preocupaban por él.
Desde ese día, en el bosque, la empatía se convirtió en una magia especial que todos practicaban. Si alguien se sentía triste, los demás lo escuchaban y trataban de animarlo. Si alguien estaba preocupado, buscaban juntos una solución.
Y así, el bosque se llenó de risas, amistad y comprensión. Los animalitos aprendieron que, cuando practicaban la empatía, se volvían aún más cercanos y queridos entre ellos.
Y colorín colorado, este cuento de la empatía ha terminado, pero su magia continúa en cada niño y niña que lo escucha. ¡Que siempre recuerden que la empatía es un poder mágico que puede hacer el mundo mucho más hermoso!