La otra cara de las políticas neoliberales de exclusión en educación: La lucha estudiantil
Hortensia Escobar y María de Jesús Ramos*
Los diferentes tipos de exámenes estandarizados en la educación mexicana y su consecuente exclusión han gestado descontento entre las comunidades académicas de varios niveles educativos, en particular entre los estudiantes. Por un lado, la exclusión de cerca de 200 mil1 estudiantes anualmente de las instituciones de educación superior, ha generado una frustración en un amplio sector de jóvenes, ya que la movilidad social estuvo asociada a la inserción en la educación universitaria. La cancelación de esta posibilidad ha implicado que generaciones vean con inseguridad su futuro. Añadiendo la imposibilidad de que muchos de estos jóvenes no tendrán acceso a la educación superior, ni tendrán empleo digno. En educación media superior (bachillerato), el fenómeno es similar, de 150 mil jóvenes que cada año presentan el examen único de ingreso al bachillerato en la zona metropolitana de la ciudad de México, sólo la tercera parte obtiene un lugar en las instituciones que garantizan la posibilidad de continuar con estudios profesionales o científicos (Instituto Politécnico Nacional, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autómoma Metropolitana). En contraste con la exclusión y la reducción en la calidad educativa ofrecida a los jóvenes mexicanos se encuentra el gran aumento de las ganancias del organismo privado en* Estudiantes de la UNAM y miembros del núcleo estudiantil de la sección Mexicana de la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública. 1 Para este año 2009 sólo un 8.9% del total de aspirantes pudieron acceder a la Universidad Naciuonal Autónoma de México.
cargado de la aplicación de los exámenes estandarizados a los estudiantes postsecundarios y la expansión de mercados para la evaluación. En junio de 2008 se publicó, en el periódico La Jornada, que el Centro Nacional de Evaluación Educativa (ceneval) tiene una ganancia que ascendía a más de 3 mil millones de pesos, (300 millones de dólares)2. Así los exámenes estandarizados que se usan para excluir, son un gran negocio y además son discriminatorios. De acuerdo con los resultados de las pruebas estandarizadas, se observan tendencias a excluir a jóvenes del sexo femenino, a los provenientes de familias obreras y benefician a los jóvenes provenientes de educación básica privada. “…de cada cien hombres que buscan acceso a la licenciatura ingresan 28 pero de cada 100 mujeres sólo 20. Por otro lado, de cada 100 hijos de obreros, ingresan poco menos de 8, pero de cada 100 hijos de funcionarios o directivos ingresan 18; más del doble…”3 Por otro lado, se ha gestado un descontento de los estudiantes universitarios en torno a la reforma académica, se cuestiona la viabilidad de ésta ya que, en las condiciones nacionales actuales, donde el neoliberalismo ha dejado un saldo impresionante de desolación, el país no cuenta con un desarrollo de fuerzas productivas tecnológicas que aseguren empleos dignos a los nuevos profesionistas. Es claro que los pocos empleos decorosos disponibles en la nueva Al respecto ver: http://www.jornada.unam. mx/2004/06/21/043n1soc.php?origen=soc-jus.php&fly=1 3 Aboites, Hugo, 2007 “Matrícula, recursos financieros y selección de estudiantes en la UNAM”, Mimeo. 2
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