C O L E C T I V O S U D O R D E P O E T A
ANTOLOGÍA
#1
― p o e t a s ― FRANCISCA
CONTRERAS
BENJAMÍN
VILLALOBOS
NIVALDO
RODRÍGUEZ
FRANCISCO SILVIO
VALDERRAMA
KATERINA
ARANEDA
MANUEL
BARRAZA
ÚRSULA
CELEDÓN
IVANA ARIEL
Diseño Editorial: Ivana Pedreros
CABELLO
PEDREROS MUÑOZ
La presente plaquette es producto
Diseño Portada: Serigrafías La Palomera Impresión y encuadernación: Mortal Poetry Ediciones
del trabajo del Taller de Prácticas Poéticas realizado entre agosto y
noviembre de 2015 en Casa La Palomera.
Santiago de Chile, noviembre 2015.
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La práctica en comunidad moviliza un tipo de aprendizaje que ―sin que estuviera en nuestros planes― hemos necesitado recuperar. Algo parecido a escarbar la tierra para encontrar la semilla que se ha ido al fondo del macetero; esta requerirá de ayuda para germinar. La palabra se nos presenta de igual forma: un ejercicio de urgencia, un reivindicar la sorpresa en los cruces, en las afluencias, en los contrastes.
La práctica en comunidad nos permite definirnos en relación al otro, a darle forma a las poéticas cuando rebotan en el cuerpo sensible que vivifica lo que enunciamos. Así, crear desde la experimentación de lo colectivo nos ha supuesto definir un trabajo que se nos hacía desconocido por completo pero que nos ha confirmado la potencia de la palabra como verbo y voz, por la capacidad que decidimos afrontar al transportar al lector u oyente a distintos espacios, tiempos, puntos ciegos y percepciones.
Esta pequeña antología aúna poéticas enunciadas desde la conversación y el trabajo en torno al lugar en que nos posicionamos como poetas, siendo, por sobre cualquier otra intención, el deseo de convocar e invitar lo que nos reúne como poetas. Ivana Pedreros R.
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BENJAMÍN VILLALOBOS Escribo estas cosas mientras el mundo viaja (fragmento)
3.
busca una ventanita para mirar lo que pasa por fuera
ya no será automática la liberación de la hormona que te haría reír de la señora que persigue a su perro que ladra a las palomas en la plaza que da a tu pieza
después de una mala noche de una traición
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de un accidente tendrás tiempo para levantarte buscar tu lugar favorito cerrar las cortinas y sentir esos daños sin ser la burla de nadie
podrás decidir cuándo por qué cuánto y dónde sufrir
las nuevas personas describen la sensación como si miraras desde una torre alta el momento exacto en que un pájaro pone un huevo
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luego intentas hacer lo mismo y sale mierda en la que no hay hijos
te rĂes te limpias empiezas a llorar
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ARIEL MUÑOZ A veces creo que hablamos lo que no hablamos cuando hablamos calla y cae el silencio de mesa cuadrada. Chiste que vientos eco grupo personales serio es lo que ríe, carcajadas solitarias que afirman cliché cara chiste es sí, cuando se inventa chiste putre cliché facto morbo misterioso, se habla del miedo a carcajadas te hablo de sol de amanecidas antü a la cara faltan más madrugadas cósmicas antü a la sonrisa iluminas todo hablas reflejo
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estalla en sonrisas sin frenos suena sucede salida cisnes aluden ahora hasta el Ăşltimo tac tac de la muerte inversa si llegas iluminas todo te hablo de sol para hablarte de lo hĂşmeda calmo para invadir campo eterno animal agĂźita calma no hay mal calmo para vertiente, no hay camino
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no hay todo. Rio cuando lloro y tiemblo pa cuando salto los muertos de los pasados inexistentes. Lo cristalizo
preconfiguro
lo instalo
barricada fewla
lo amoldo hasta lo suelo cuando quiero humectarme ternura. Hablo de vida, pienso en muerte y luego sucede a la inversa.
Si silencios son series esto es silencio sincero.
y
ÂĄSOLÂĄ
te asaltĂŠ
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gota a gota a gota de agua de ko de agua de agĂźita de ko .
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Trina
FRANCISCO CABELLO
me tomo más tiempo entre una acción y la siguiente, en los intervalos oigo el zumbido de los bichos y eventualmente algún ave. Parece una técnica para ralentizar, hasta despertarse a la sombra del espino con el rayo anclado en la costilla, donde soñé ríos caudalosos como no veía hace lustros.
A contraluz, desde esta ladera se multiplican las telarañas que vuelan en la Quebrada de Coigües, el río va tan seco que para desatar la caída de agua de una poza a la siguiente, necesita acumularse hasta cierto volumen en una rueda de rocas planificada y azarosamente erosionadas
a este nivel, la roca desviste un paisaje que varía en multitud de figuras expresadas de forma lineal o porosa, dejando vetas del tono predominante. Así, las tazas se llenan como ese juego en que la máquina arrastra tres plataformas con monedas hasta que una se colma y desata la cascada,
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cae el metal nos arrastra con su brillo más seco.
֍
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Para abrirse paso había que pararse justo en medio para otros que se quedan día por medio la terminal la plaza la playa de estacionamientos sitios comunes para conseguir té agua azúcar fósforos, pero traigo ganas de quemar las ollas y ni siquiera la matapajaritos nos cae todavía.
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NIVALDO RODRĂ?GUEZ Pajarario
Ululatos en picada anuncian nuestra entrada al mundo tate en el aire que vienen las vanguardias resguardadas por Zafiras y chacales de mala fama.
Ojo con aquellos poetas vestidos de quetzales traen pequeĂąas cascadas corto-punzantes, glĂĄndulas venenosas tras las muelas, ansias de hacerse realidad mientras beben de las mieles como los antiguos faraones y pobres las hormigas cuyos cantos a lo alto no se
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oyen -------------------------------igual las perdices arman senderos hacia las higueras donde ellas se posan arrullĂĄndonos desnudas con las bocas abiertas como el ocĂŠano pacĂfico que nos aguarda.
Por el momento somos boicot del aire, meras palomas armadas hasta las plumas curados como
taguas
vivaces como el peuco: alomas:
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tominjos al silbido: chercรกn fiรณ fiรณ chu-ca-u; tru-tutu.
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IVANA PEDREROS Pedrera I
1. Como las pozas que se forman en las rocas cuando el mar sube de una sin decir luna o solsticio una cascada golpea piedra abajo una fracciĂłn antes que la ola las vetas marmoladas.
Cuando el mar sube de una con los aĂąos construye sus huecos favoritos donde posar las aguas guardarlas al sol marcar un salar con los siglos un desierto escalado
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de hombrecitos y pequeĂąas mujeres.
Una salina infinita de arena polvillo seco que acecha a la roca a la espera de arenarse.
2. Una piedra acumula lo que la arena dispersa.
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Itinerario
KATERINA ARANEDA
experiencial
Revisar el orden de llevarse los meses corriendo calambrar visitas de líquidos estancados que sacudes el atlas 1 y resuena en interior.
Vértebras acompañan cabeza que mira como si hilos mandasen señales que lo electrocutan al axis 2 y entonces resuena en el interior.
Cada disco se acomoda en espiral cada disco resuena y se esponja de la espiral de llevarse la cabeza que mira
Pero 1 2
has
de
saber
Primera vértebra s cervical, está casi pegada al cráneo, sostiene el hueso occipital. Función de rotar y flectar. Segunda vértebra cervical. Función de rotar y flectar.
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que: dedo en mano omoplatea costillas que inspira tranquila que cede en aliento que baja su peso
excĂŠntrica fuerza abarca mareas
que sudas inquieta que tiemblas y caes que miras sedienta imitĂĄndolo al tiempo que miras violenta a instrumento insensible que abarca sin experiencia los recovecos del cuerpo que mueven todo en interior
Has de entender
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que espiralear tu calcáneo3 gobierna patela 4 que activa espinas púbicas5 montañas lisas que han de estremecerse.
Notarás adrenalina cuando éstas direccionen todo cuando muevan colosal tronco que se acoge y estremece llevando consigo ríos
que se precipitan dentro-afuera como cascadas lloviendo por tus piernas bajando su peso desde interior.
Tomar conciencia en conexiones directas retoma todas falanges que aferran tronco como formando territorio que vive abriendo espacios en movimiento y así: árbol 3 4 5
Nombre real que se le da al hueso popularmente conocido como “talón” Nombre actual para referirse al hueso “peroné” Laderas del púbis, protuberancias o huesos que sobresalen.
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dentro ⇔ fuera montaña púbica tormentas las piernas vacilan dolorosas si no espiraleas si no espiraleas si no espiraleas si no espiraleas si no espiraleas si no espiraleas si no espiraleas si no espiraleas
*
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MANUEL BARRAZA
Mecánica de las entrañas I
La carne pegada al hueso es pellejo repelido desde dentro por un aleteo de tropas armadas de devenir que asedian la bóveda visceral para rajar sus costuras y así dejar el pellejo del revés.
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Aguagrafía
Darse a la fertilidad del silencio es nadar en un estanque cuyos márgenes son dibujados por el impacto del ojo, permitir que nuestro nado rebote aquellos horizontes y en su regreso nos dé una letra desconocida surcada en el oleaje, la vemos a vuelo de pájaro: el oleaje nos habla en ideogramas sonoros que entintan la retina y se deshacen en lágrimas llovidas en la piel.
Nuestra cáscara manchada sirve de túnel en las galerías del tiempo.
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Carnes negras
SILVIO VALDERRAMA
Yo cantaba el blues en la plantación esclavista ayudando a construir su nación libre… The Last Poets
El calor va tostando las carnes negras que esta calle larga y angosta van pisando. Sudan crudas de tan negras las carnes, se endurecen, paso a paso se tumba el sudor negro de estas carnes.
Se traban al sonar las negras lenguas en su decir africano, haitiano, franco-sajón, su lenguaje imposible de tránsito en olvido. Se castellanizan, tensas, tan forzosamente, y terminan mudas en el borde de los labios gruesos las trenzas de las lenguas negras.
Decir negro culiao es un decir,
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como me digo blanco, dice el mestizo; tanto negro culiao dice, tanto negro, tanto parse, tanto peruano, tanto bolita, tanto indio, tanto negro, tanto cholo del trigo, de la papa, del algodón, del café, del caucho, en la frutería y de la carga a la construcción. Digo negro culiao, como digo hambre o civilización, dice el mestizo.
Andan hoy las calles de Santiago los de negras carnes andan arrastrando siempre sus cadenas con la mirada profunda, con el grillete evidente y aquí la tumba será de los libres.
Calle Independencia, marzo de 2015
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ÚRSULA CELEDÓN Como araucarias atrofiadas en Santiago de Chile
Familias enteras viven con las mismas miserias de siempre las madres arrastran sus pechos mamados por pendejos insolentes andan por ahí con sus huesos quebrados de tanto lavar ropa sucia llorando por las mismas caras cansadas de tanto limpiarse los mocos arrastran sus senos babeados y su pena por haber parido a sus padres se culpan de sus errores, de repetir eso a lo que un día dijeron que le pondrían fin repiten la historia y vuelven a podrirse como sus madres se pudrieron con ellas.
Familias enteras viven con las mismas mentiras de siempre y los padres llevan al hombro el odio de los días en que se vieron felices la rabia de salir del hogar sin nada y regresar con menos el cansancio de ser escupidos en la cara por el patrón se arrastran también con violencia para llegar a casa, patear la perra y, por fin, frente a un tintito poder olvidarse del recuerdo de sus padres que llegaban a sus casas pateando a la perra, a los hijos, a las madres.
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Familias enteras viven con las mismas muertes de siempre los hijos todos saben del hogar como el lugar de donde hay que escapar. El pequeño que no deja de hablar ni un segundo de todo lo que observa ama a su madre cansada que lo insulta por preguntar, por mirar, por decir, por callar. Y aunque todavía se mee en la cama y no pronuncie bien las eses sabe que los hermanos solo llegan de vez en cuando a dormir la caña y vomitar verdades sabe que la que se escapó temprano vuelve a llorar las penas de madre con su madre sabe que su padre aunque entre puteando, sale llorando y sabe que tendrá que salir de la casa con la misma ropa que vistió su abuelo.
Porque han arrastrado sus cabezas y las penas durante siglos generación en generación en generación se han pasado mintiendo cada vez que la madre ha querido romper el círculo, se ha visto abuela cansada.
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Y cuando el padre ha soĂąado que las cosas son distintas, despierta con el mismo dolor que lo obliga a olvidarse de todo. Las veces que los hijos han decidido que ya no mĂĄs, lo Ăşnico que han hecho es salir de una casa para armar otra. Con los mismos aconteceres que les antecedieron van repitiendo la historia y vuelven a ser familias que viven con las mismas miserias mismas mentiras y mismas muertes de siempre.
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IX
FRANCISCA CONTRERAS Cuando el cielo se empecina en develar un puente o ruta que llegue a casa a la usanza de los ancianos migas insinúan itinerarios, pan envuelve la forma que la mano acuenca se abriga y concreta en lo que estas aprenden a ser vasija en la vertiente
entonces todo se nombra sin el idioma y confecciona cierto eco en el halo la gota que tórnase fuente
cuando el cielo se empecina en develar un puente o ruta que llegando a casa…
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