Revista
Mate Amargo AÑO 1 / NÚMERO 1 / JULIO 2017
Equipo
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DIRECCIÓN EDITORIAL Rocio López
CORRECIONES F I N A L E S Natalia Salgado
CORRECIONES Karina Díaz
CORRECIONES Ma Loreto Azola
D ISE Ñ O Y DI AGR A MA CIÓN Roberto Baeza
ILUSTACIÓN Y DISEÑO Catalina Plaza
Revista Mate Amargo
DIAGRAMACIÓN Jorge Gajardo
C olumnis t a Fernanda Cruz
C olumnis t a Paula Huenchumil
C olumnis t a Fernanda VicuĂąa
C olumnis t a Angelo Bonnet
C olumnis t a Javiera Campos
C olumnis t a Florencia Videla
C olumnis t a Almendra ArraĂąo
C olumnis t a Dominique Guerra
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Contenidos Editorial: Quienes somos
EN LA TIERRA DE SILENCIO Y OSCURIDAD (1971): Reflexión en torno a la experiencia sensible en el documental de W. Herzog
Tuneles:
De la experiencia universitaria a las calles comunitarias.
Inquietudes románticas: Bitácora de la BP17 La fuga como espacio de encuentro 27 pintores: Galería AMS Marlborough
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Editorial Quienes somos por Rocio López
“Estuve largo tiempo salivando palabras en la boca. Estuve buscando sus formas, las busqué en un ángulo chueco que hay en el espacio, escribo porque no las encontré” Guadalupe Santa Cruz Y han pasado casi cuatro años, el cuerpo se siente distinto y la mente más confusa de lo que se esperaba. Pero, ¿cuánta experiencia nos atravesó?. En la búsqueda de algo que se disfrutara al hacer y que mantuviera sentido en su existir, más allá de la forma, de la materia o del encuadre adecuado. Todo para que algo emerja y se apropie del momento, porque al final todo se puede reducir a eso, a una experiencia profunda o a un viaje sin destino solamente guiado por el deseo de seguir viajando, sin importar si es en un bote, un transatlántico o a pie, o de si te mantendrás a flote sobre un trozo de esperanza a pura voluntad. Quizás nunca se pisará tierra firme. Más allá de todo, este es un camino singular del que mucho se espera, forjado en la complejidad de un presente en movimiento, que todo lo inunda y puede hacerlo rebalsar. Para después entender que lo único realmente seguro, es que no existe ninguna certeza, respecto del futuro. Incluso, ni de la realidad que a veces cuesta tragar, porque, ¿qué hacer con la brutalidad de un mundo que se destruye a sí mismo?, te enajenas o gritas para intentar calar más hondo en la fisura. ¿Qué hacer en una sociedad capitalista que intenta aniquilar todo a su paso, junto con tus ganas de hacer arte?. Entonces, desde donde te paras y te reconstruyes, después de sacarte de los hombros lo que no sirve, luego de intuir y reafirmar que las cosas no marchan como deberían.
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Y estando aquí tratando de asimilar mundos
tragar con la mente despierta y el corazón tibio
paralelos. Siendo ambos tan reales como las
las crisis propias del presente. Mate amargo se
ganas que alguna vez te invadieron por entrar
arma con las confluencias del arte en nuestras
en este lugar y de cambiar el mundo. Espacio de
vidas como estudiantes de arte, a un paso de
muros húmedos y de extrema quietud. ¿De qué
salir del nido. Y devenimos palabra, letra y por
pretendes vivir?, ¿acaso estás demente?, No,
qué no, metáfora sensible en un tiempo que
solo quiero detenerme a pensar un poco más
carece de sentido genuino. Presente asfixiado por
las cosas y hacer que otros lo hagan también,
una rígida norma impuesta, que se ha erguido y
sobre cualquier cosa, desde la paloma muerta
autovalidado a punta de violencia y abuso, sobre
que viste el otro día hasta evidenciar la máscara
cuerpos y mentes históricamente reprimidos. Seres
maldita que pretende hacerte creer que esto
atormentados por un modelo amparado en la
debe ser así y que debes moverte en un sentido
razón desde los comienzos de la cultura, que solo
preestablecido.
pretende velar por lógicas tiranas satisfaciendo
Los siguientes escritos no pretenden ser más de
a los que habitan en el poder. En un intento de
lo que son. Palabras de un grupo de sujetos que
escape, como espacio libre y abierto para el
se encontraron por algún extraño azar y que se
cuestionamiento de una experiencia sensible
disponen ahora para escribir acerca de lo que les
con lo que nos atraviesa, es que este lugar de
pasa con todo esto, desde este espacio-tiempo.
voces múltiples se conforma, siempre bajo una
Desde los pastos y las conversaciones eternas,
perspectiva crítica que permita expandir y re-
compartiendo el mate amargo de nuestras vidas,
pensar la complejidad de un presente que así lo
las que hemos escogido hasta hoy, tratando de
requiere.
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EN LA TIERRA DE SILENCIO Y OSCURIDAD (1971): Reflexión en torno a la experiencia sensible en el documental de W. Herzog por Karina Díaz Rocio López Natalia Salgado
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En el documental En la tierra de silencio
por qué no, intentar ver con la luz apagada,
y oscuridad se acompaña a un grupo
asimilando tal vez un recuerdo de cuando se
de sordociegos en su realidad y muestra
era niño, antes de perder la luz, o quizás sin
el despliegue de éstos en su intento de
recordar nada, nada se parece a nada, nada
interacción con los otros y el mundo. No es
tiene relación con lo otro, solo es, porque está
casualidad que ésta sea la película escogida
ahí, pero no se entiende ni se decodifica, solo
para nuestra crítica. Quizás el objetivo de
permanece en un estado de quietud infinita.
este texto se vea extrañamente encarnado
Por lo tanto, no ver con los ojos del otro, de
en lo mostrado por el documental. Paradoja
la historia, de lo creado, sino que ver por la
latente que asusta. El reto a simple vista se
pequeña rendija que permitiría posibilitar la
percibe ligero, pero realmente, ¿qué tan fácil
conciencia sobre lo que aparece o se presenta.
es desaprender siglos de raciocinio puro?, es
¿Será ciertamente pequeña?, ¿o es acaso
decir, el pensamiento racional-científico, en
la ceguera, la invitación a devenir cuerpo en
su afán de homogenizar el mundo, es capaz
oleadas
de abstraer hasta tal punto los sentidos, que
Indiscutiblemente,
transforma la experiencia sensible de cada
llegan se corresponden con nuestra propia
individuo en mera información cuantificable.
vida, nuestra percepción del sentir y estar
Bueno, se advierte que esto emerge como un
vivo. Esto por remitir a la esencia: las formas
intento, como lo plantea Sontag, por recuperar
de ver y sentir el mundo que están mediadas
los sentidos. Como intentar comunicarse sin
en primera instancia por los sentidos. El intento
poder oír, mediante el tacto, escribiendo sobre
de comunicar, de expresar se hace posible
la mano del otro, hablando de uno a uno,
mediante un otro, que guía nuestra percepción
directamente sobre la sensación de la carne,
con el mundo, nos envía señales de ruta,
desplegando palabras en un abismo del cual
trazando los caminos que nos sostienen a él. El
no se tiene certeza de nada, más que de sentir
reflejo del otro es un condicionante al momento
el tacto del cuerpo ajeno sobre la palma o el
de aprender a ser, de aprender a sentir, así
zumbido en los oídos que no cesa jamás. O
mismo nos sorprendimos de nosotros mismos
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inabarcables las
de
pura
imágenes
sensación? que
nos
al reflexionar acerca de cómo sería perder alguno de nuestros sentidos. Lo cierto es que resulta muy difícil incluso comenzar a dimensionar cómo podría ser esa realidad, en estos momentos es una muy lejana, casi perteneciente a otra dimensión, sin embargo, así de ajena nos puede parecer la experiencia de lo otro desconocido. Es irremediable intentar no descifrar signos por la razón, mas no por eso hay que dejar de lado las sensibilidades, ya que éstas absorben la experiencia del día día... Como lo plantea una de las protagonistas sordociegas al recitar su poema
Este es el arte que todo el que esté inclinado al cielo puede entender. En la tierra de silencio y oscuridad nos presenta atisbos de sensibilidad única e inabarcable en cada persona. Singularidad de la experiencia en su grado más crudo, donde la representación no cabe, aún menos la comprensión. Sin embargo, desprendemos de éstas imágenes una vitalidad difícil de trazar desde su origen. Vitalidad irradiada, tal vez, desde la percepción de nosotros, los espectadores, del impulso vital de las personas, en no dejar de ser para sí, y por consiguiente, para los demás, no como acto heroico, sino expresado por medio de una necesidad inherente de existir junto a las cosas del mundo.
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Tuneles:
De la experiencia universitaria a las calles comunitarias. por Dominique Guerra
Es como una prisión, una que yo misma elegí...
encontré sin querer, y aquí estoy, llenando las cuevas subterráneas con los que quieren ensuciarse las manos, al igual que yo.
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Todos los días está en la mente de un
La elección de una carrera artística es un
adolescente este momento en el cual aún
acto completamente desfachatado, pero
estoy. Cuando llega el día, rebosando de
valiente en todas sus letras. Previamente lo
alegría, la excitación y los nervios por lo
piensas, lo esperas, pero, ¿qué ocurre? ¿qué
nuevo te inundan. De pronto, sin avistamiento
ocurre cuando te das cuenta que a pesar de
alguno, el muro que creíste firme se derrumba
todo, estás en una burbuja? o ¿cuándo todo
cínicamente contra ti, contra tus sueños o
el mundo son palabras y palabras, clases y
simplemente en tus narices. Pasó mi momento.
más clases? ¿Sabes lo que pasa afuera, futuro
Creo que toda esta desdicha forma parte
artista? Pasaste cinco años preocupado,
de mi propia visión de las cosas, mi relato
con noches de insomnio y días en que el
reciente, por muy desesperanzador que
sueño nublaba tus ojos, haciendo cosas
parezca (y quizás lo sea) es una pincelada
que te interesaban en lo más mínimo, tantas
de lo que fue entrar en un mundo anhelado,
actividades sin sentido que te impidieron ver
encontrar ese paraíso propio que todos
más allá de esa reja oxidada que está afuera,
tenemos y ver como este se toma de mis
la que cruzas todos los días a veces ya, sin
codos y me engulle, tristemente.
siquiera cuestionarse el por qué.
Si, este muro artístico y académico me
Hablo desde el subsuelo, desde estos túneles
ha caído encima, sin ningún resguardo, en
que han sido mi escape y el consuelo de
mi cabeza debilitada. No obstante, si no
muchos. Somos los del subterráneo, todos con
logras ascender, puedes excavar en sentido
el inmenso muro aplastando nuestros cuerpos,
contrario, dijo el destino guiñandome un
pero con las ganas infinitas de buscar. No me
ojo. Mil túneles al comienzo fueron inciertos,
interesa el exterior luminoso, con aire fresco y
turbulentos, pero hay que seguir, seguir
las cosas fáciles y predispuestas, para eso está
cavando hasta encontrar lo atesorado. Lo
el museo, con sus paredes blancas y focos de
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120 watts. Cómodo, ¿no? Mi trabajo ha sido siempre una tarea difícil, la autogestión con las autoridades no son las grandes amigas, mucho menos si de arte (en todos sus aspectos) se trata. Pero eso nos impulsa, más y más, cada semana, cada noche gastando nuestro tiempo en algo sí nos importa y nos involucra a todos, a todos como
artistas,
músicos,
actores, en fin.
Pero que
conste, no de aquellos que sólo se realizan detrás de la tibieza de un pedacito de papel cartón. No, esto es para todo aquel que sin importar de donde venga, sin importar lo vasto de sus conocimientos, sienta con fuego y furia, las ansias de compartir su sentir, todo lo que sus cuerpos y mentes decidan compartir. Los espacios a veces pasan a segundo plano, a veces no son perfectos en lo absoluto, más cuando se complementan con las purísimas ganas de crear y entregar, los trabajadores subterráneos estaremos ahí, no precisamente para superar los muros que siempre estarán, si no para excavar, si es posible hasta el núcleo.
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La fuga como espacio de encuentro por Almendra Arraño Fernanda Cruz Paula Huenchumil
“Lo que puede el sentimiento No lo ha podido el saber, Ni el más claro proceder Ni el más ancho pensamiento, Todo lo cambia el momento” Violeta Parra
Somos del grupo desertor de la esperanza en un
este escenario, pensando en sus objetivos
en los museos, aquellas estudiantes que se
de
desinteresan por las inauguraciones de las
muchedumbre, recayendo en la continuidad
supuestas propuestas innovadoras reducidas
de la crítica fetichista de esta sociedad,
a la demanda del mercado,
las que se
la crítica que comienza con las disputas y
escabullen de la muchedumbre crítica bien
enfrentamientos contra el sistema neoliberal,
vestida y que ni el vino ni el canapé le atraen la
las políticas del mercado y la mención de la
atención. Somos las que deploran el lenguaje
dictadura como responsable y finaliza en esto
artístico tristemente incorporado y utilizado, ese
mismo, en una crítica reiterativa, en los discursos
lenguaje por el que optamos pero nos colonizó,
y debates, pero ¿es ahí donde pretendemos
así como en una conquista que aún no triunfa
como artistas plásticos que culmine? Porque,
del todo, y solo se reduce al mismo círculo
siendo sinceros con nosotros mismos, la crítica
artístico institucionalizado, el lenguaje que nos
llegó a un punto en donde no está contribuyendo
aleja de nuestro primitivismo, incluso de nuestras
políticamente, los espacios institucionalizados
creaciones
capricho
siguen segregando, los códigos y lenguajes que
insaciable de querer describir y encasillar todo.
utilizamos son especializados y limitantes para
Nos alejamos de ese arte político expuesto
el entendimiento general del público y en vez
en
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cambio político-artístico expuesto
porque cuestionamos la efectividad desde
los
preverbales
museos,
para
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con
gente
el
de
museos,
aproximación
a
la
contingencia
y
de crear espacios comunitarios, los fragmenta,
evidencia y potencia aún más las diferencias culturales en las que hemos contribuido. Ya sabemos los problemas y razones, ahora recae parte de la responsabilidad en nosotros, porque no hemos logrado buscar otra forma. Dejamos de lado como artistas plásticos la insistencia en la crítica en nuestra disciplina. Hay material de sobra, somos los que estamos generando propuestas cuestionandonos las bases pero no las sociales, porque eso es inabarcable, sino nuestras propias bases, los modos de percibir la sociedad. Está dentro de las utopías cambiar lo macro pero... ¿cómo? si aún no resolvemos el modo de expresarnos y nos cuesta tanto dejarnos sentir, si cuando hablamos de experiencias nos referimos a las que están determinadas por los agentes externos a nuestras vidas, ¿de qué forma pretendemos seguir criticando lo social, si nosotros en nuestra calidad humana somos el punto crítico? Nuestra propuesta se desarrolla a partir de la sensibilidad con la que observamos, experienciando el proceso y la forma en que queremos dialogar con el público, el modo en que queremos generar política desde nuestras áreas, identificándonos como un agente más dentro de la sociedad y así poder desplegar una función de resistencia ante lo ya existente. Vemos el arte como una extensión de las fugas necesarias del ser humano, alejadas del circuito oficial del arte y lo vinculamos con las manifestaciones instintivas, sinceras, donde muchas veces nos hemos visto con la necesidad de recobrar la idea de un arte más prístino y utilizar sus herramientas espontáneas: el cuerpo, la huella, materialidades, el espacio, recurrir a estos gestos para expresar, entender y combatir la fragmentación de nuestra cultura. Creemos que es necesario reducir el distanciamiento con el arte, recobrándolo como instrumento que permita, a través de la práctica, la experiencia y expresiones paraverbales más inagotables y auténticas, expandir el lenguaje y explorar nuevos territorios, que logren enlazarnos con el otro y con su contexto. Necesitamos que el arte sea realmente un espacio de encuentro, y por lo tanto debemos huir del lenguaje ostentoso y segmentario al cual estamos sujetos.
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Inquietudes románticas: Bitácora de la BP17
por Fernanda Vicuña Florencia Videla
Nos acabamos de enterar de que Santiago Sierra asiste a la bienal de performance en
más
Buenos Aires. Deseo inmediato ¡Sulfurante! De
en el arte, como para contaminar nuestras
ser cómplices. Deseo de enfrentarse a Sierra en
inquietudes atendiendo a relaciones de dinero, y
una dimensión real, más allá de las fotocopias e
en algunos casos, de poder. Este “romanticismo”
imágenes del proyector de la sala. Deseo diez
seguía intacto los primeros días en Buenos
veces más grande que la cordillera misma. Por
Aires, realizábamos las más sensibles y sinceras y
de arte de la Universidad de
faina
y
la
el
nuestra
los
miedos
de
resultaban
la
en
mozzarella,
hallábase
según
experiencia
los
distintos
expositores. Aunque sus trabajos
Chile, comiendo pizza en Güerrin. En medio de
románticas
preguntas respecto de las motivaciones
eso figurábamos cuatro estudiantes
interesantes
aspectos
mediales,
carecían de un carácter
mapa
indispensable para llegar
más
al
-en nuestra opinión- en
Centro
Cultural
de
básicamente
inquietudes
para
todas
las
actividades
ellas y a causa de las preguntas que se generaban en los espacios de discusión, nos percatamos del contraste que existía entre nuestras inquietudes y las de los demás asistentes, casi todos oriundos de esta inmensa metrópolis. general,
la
mayor
interrogante
que
circulaba recaía en la relación Arte/artista-
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a
nosotras
aumentaba, aún más, el deseo de ver
ofrecidas:
conferencias, talleres y muestras. A lo largo de
En
que
nos parecían sustanciales, y esto
ver la muestra de Sierra, fuimos a
cayendo
público parecía obviar las
Si bien asistimos a la bienal
esencial,
la frivolidad. Así mismo, el
Recoleta.
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mercado. Nosotras conciliábamos ideas mucho
la muestra del consagrado artista español. La obra Los nombres de los caídos en el
conflicto sirio desde el 15 de marzo de 2011 hasta el 31 de diciembre del 2016, es un homenaje a los mártires de la guerra en el territorio sirio y de las guerras en general. Dos personas sentadas en una mesa, en un escenario, frente al público, un nombre ella, un nombre él, 150.000 nombres.
Estos son proyectados en el fondo de la sala, en alfabeto romano. 150.000 personas, con sueños, con miedos, con esperanzas, con defectos antojadizamente truncados por la razón de los estados. Entrar al salón fue sumergirse en una atmósfera solemne, casi fúnebre. Los nombres de los caídos iban y venían con un ritmo constante, sin fallar, cinco segundos por nombre. Independiente de su extensión los realizadores se mantenían en su rígida tarea, pronunciando cada fonema, con una neutralidad impecable. Esto nos generó una extraña mezcla entre empatía, y un estado de abstracción producto de la inagotable lectura y la pronunciación de aquellos nombres árabes, tan ajenos, rítmicos, casi mántricos que lograban hipnotizarnos, hasta re-caer en la cuenta de que estábamos escuchando nombres de personas ya fallecidas. Hemos sido y somos testigos de butaca de esta masacre, nuestra contemplación es pasiva frente a una verdad sangrienta. Al día siguiente hubo una conferencia dada por Graciela Speranza quien conversó con Santiago Sierra acerca de su obra y la reciente muestra. La conferencia se situaba en La Universidad Torquato di Tella, que nos esperaba con guardias y torniquetes en la entrada del edificio a casi dos horas de viaje desde Güerrín. Se notaba nuestra ansiedad por entrar, y conseguimos los únicos cuatro asientos libres frente a frente con Santiago Sierra. G.S.: Seguramente aquí hay muchos artistas jóvenes, tan irritados como vos con el país y con el mundo. Pero también tratando de hacerse un lugar en el mundo del arte. ¿Qué les dirías a los artistas jóvenes? S.S: Bueno pues nada, que es la mejor profesión. Si te va mal, pues, lo has pasado bien, si te va bien, pues, ganas una pasta. Si ganas dinero es por tu creatividad, no por tu nivel de sumisión. Es una actividad por si misma anarquista y liberadora. A quien haya elegido tomar ese camino, enhorabuena porque, no se ha equivocado, es lo correcto.
Al entrar y sentarnos en tal apoteósica sala, comprendimos el motor que llevó a cabo este viaje; una mezcla entre idealización e ingenuidad que incentivó empaparnos del circuito global del arte como si fuera un balde de agua gélida. Santiago Sierra, se autodenominó durante la conferencia como un artista anarquista y libertario. Sin embargo, entramos en crisis frente a esta experiencia, tan paradójica pero que a su vez era ridículamente coherente. Este espacio resultaba ser el principal soporte de diálogo y cuando fue el momento de preguntar, sentimos la necesidad de hacerlo sobre las inquietudes cultivadas en nuestros estudios. Pero solo fue una confirmación de lo anterior. ¿Por qué no respondió con profundidad a nuestra inquietud por el rol político de su obra, o por el rol de arte anarquista? ¿De qué tipo de anarquismo hablaba? ¿Cómo el arte se vincula con su ideología? ¿Cuál es esta brecha entre arte y vida para la ideología anarquista desde una artista? Pero por sobre todo, ¿por qué llegamos a creer que él nos daría la respuesta? Salimos de la conferencia, cuando esta terminó porque Santiago Sierra quería fumar. Pusimos mucho en juego por este momento, por un personaje público del arte, Sierra no respondió realmente a nuestras inquietudes, nosotras llegamos creyendo en un mundo del arte mucho más cálido, amigable y educativo. Después de esta experiencia, la frivolidad no parece tan distinta del trabajo del artista, o los límites al menos parecen desdibujarse. La obra de Santiago Sierra habla por sí sola, y es esto lo que se mantiene aún después de su conferencia. Pero nos llevamos a la maleta la interrogante del rol de la producción de arte en la vida de una persona. Esperábamos recibir de él, a quien admirábamos, reflexiones sobre el ser artista, el moverse en el circuito, el tener ideales y concretarlos en la obra, no obstante, él no pretendía entregarnos eso. Menos aún, si es que eso significaba postergar su cigarrillo.
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27 pintores. Galería AMS Marlborough por Angelo Bonenet Javiera Campos
“La pintura, es el arte de los cuerpos, porque ella sólo conoce la piel. Es piel de una parte a otra” Jean Luc Nancy
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Parece extraño visitar una exposición que se
mujer en la recepción de la galería nos pregunta
encuentra en Vitacura, donde el paisaje urbano
casi con dulzura, a qué venimos, de dónde y si
y social se diferencia y contrasta tanto al que
conocemos a alguno de los autores, justificando
cotidianamente
cohabitamos,
este interrogatorio por una mera curiosidad,
en nuestra Escuela de Artes de la U. de Chile.
como si hubiera una razón secundaria para ir a
Donde la precariedad y la economía de
una exposición además de verla, o mejor dicho,
recursos ya tiene un valor adquirido. Extraño
como si algo en nuestra apariencia volviese
es también, ver una exposición que reúne
imposible el hecho de estar genuinamente
únicamente producciones artísticas de pintura;
interesados.
apreciamos,
considerando nuestro contexto contemporáneo
Durante un pequeño instante donde nos
plasmado de una diversidad abrumadora
miramos y nos observamos, con la ropa sucia,
de prácticas y además, presumiendo de que
paradójicamente con manchas de óleo, hizo
se trata de un medio un tanto muerto. Pero
algún grado de sentido tal trato. De ese modo,
sabiendo todo ello fue inevitable ir; una gran
después de responder las inquietudes de la
cantidad
contemporáneos
recepcionista y pedirle alguna referencia que
nacionales mostraban su obra pictórica y por
tuviera la información de las obras y los artistas,
supuesto la presencia de algunas obras de los
esta viniendo a ser una hoja de oficio impresa,
fallecidos, no obstante, siempre presentes en
comenzamos a recorrer.
de
exponentes
la pintura nacional como Adolfo Couve y Juan
27 pintores es el título de una exposición que
Francisco González seducían nuestra asistencia.
cumple una básica promesa al ingresar, y que
Al ingresar a la galería, se presenta un
una vez recorrido este espacio, la constatación
aire de cierta hostilidad apaciguada con
de esta promesa parecía diluirse: la pintura aún
forzada amabilidad y buenos modales: una
existe, aún se valida como arte y todavía hay
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artistas que basan su obra en esta práctica. Si bien existe una gran variedad de propuestas y alcances pictóricos, al ver obras de Juan Francisco González y Adolfo Couve, pintores referentes en la escena nacional, junto a obras como la de Benjamín Edwards llamada (Sin título) Rama, la que en su construcción y búsqueda pictórica construye la imagen mimética de una rama, resulta a nuestro parecer, una pintura insustancial que se contrapone al sentido que proponía ésta muestra al comienzo. De este modo, volviendo a la cita de Jean Luc Nancy, si la pintura es piel y es el arte de los cuerpos, ¿qué sucede con este movimiento continuo donde ese mismo cuerpo (pintura) se reduce solo a la palabra, a la forma de un título? 27 pintores, es un preciso enunciado para una muestra que, de manera lenta y terrorífica, uno comienza a notar que es sólo eso: 27 nombres. 27 marcas de artistas, reunidas en un solo lugar para su conveniencia. Y nótese, no es que haya un error en ser una marca, porque una vez uno deja atrás la romántica sensación de que ser artista tiene algo de noble y altruista, como no monetizable, se comienza a ver que es otro el problema que se nos plantea. La verdadera problemática ahora es que a veces la obra es sólo eso, el nombre de quién la ha hecho, y cabe preguntarse qué tan irónico es aquello y cuánto traiciona la noción básica de que uno no es la obra, la obra no es uno, cosa que nos ha sido mencionada en más de una ocasión a lo largo de nuestros años universitarios. ¿Cómo se puede creer en ello cuando el funcionamiento del mundo artístico lejos de la universidad nos demuestra lo contrario? Existe una sensación abismal de que para hacerse un nombre, un espacio, habría que demostrar cierta suficiencia. Sin embargo, después de aquello y especialmente luego del término de la existencia de un sujeto, la importancia radica en la valorización de una nominación. Continuando en el segundo piso de la exposición fue que nuestra atención se dirigió a cierto individuo siempre pendiente, una sombra que parecía estar en todas partes a medida que avanzabamos. Este encuentro entre nosotros y el improvisado guardia del lugar manifestó de manera atmosférica, implícita, la ironía de toda esta situación. Por más que nos viéramos tocados sensiblemente por lo que las obras manifestaran, estaban sobre nosotros esos dos ojos presionando nuestra rápida salida, como sujetos indignos de estar ahí. La tensión producto de la sospecha contamina cualquier experiencia posible, creando una impotencia de lo ridícula de la situación que ahora permitía escapes de risas, por lo irónico, puesto que esta misma institución de la que somos parte, en la que creemos y la que cuestionamos simultáneamente, también nos rechaza. Porque el arte requiere de estatus para poder ser visto. (Y como detalle, que podría ser anecdótico, pero que por el contexto queda como un broche que reafirma y cierra esta experiencia, queda decir que nos pidieron devolver la hoja impresa con los nombres antes de salir).
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