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En Morena todos quieren, pero...

Proceso. La dirigencia de Morena en Hidalgo lanzó convocatorias para el registro de aspirantes a candidaturas, con una respuesta favorable de la militancia.

Hace unos meses la dirigencia de Morena en Hidalgo abrió las convocatorias para el registro de aspirantes a diputaciones locales, federales, alcaldías y el Senado. Como era de esperarse se inscribieron cientos de militantes en cada una de las categorías.

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Como sucede en ese partido desde su creación, hay cientos de "cuadros" que consideran tener posibilidades para participar, lo cual es parcialmente cierto, porque así son los procesos internos en ese movimiento de regeneración nacional.

En cada entidad, incluyendo a Hidalgo, hay miles de personas que se sienten con el derecho de entrar a esas convocatorias que se abren a una militancia que todavía no está acostumbrada a la democracia partidista.

El PRI, por ejemplo, ha sido un partido donde históricamente había dos candidatos por cada posición y a veces ni eso, porque la decisión siempre la tomaba "el gran elector" que era el presidente en el caso de la candidatura máxima o el gobernador en turno en cada estado.

La ortodoxia política indica que en el caso de Morena debería ser igual porque aún cuando nos venden la idea de que todos tienen posibilidades, en realidad, desde hace meses se sabe que no hay cientos de candidatos a un cargo y que se cierra en un máximo de tres personas.

En el caso de Hidalgo, por muchos que se hayan inscrito, está claro que solo dos o tres por cada cargo tienen realmente la capacidad y la posibilidad de llegar porque las diferentes tribus ya han hecho labor de auscultación previa.

El juego de la democracia en Morena es muy obvio y solo algunos ilusos piensan que podría llegar a ser como sucedía al principio, cuando muchos de los que ocupan curules en la Cámara de Diputados fueron elegidos por la famosa "tómbola".

Esos tiempos ya no volverán, ahora hay muchos requisitos y reglas no escritas que deben cumplirse porque las condiciones electorales ya cambiaron y la competencia es cada vez más feroz, primero internamente y luego con los otros partidos.

En Hidalgo hay gobernador y Julio Menchaca será el fiel de la balanza a la hora de las candidaturas.

De hecho, en la etapa de las convocatorias le dio instrucciones a algunos de sus secretarios para que le entraran. Por eso algunos ya están tomando esos cursos que les piden como requisito, pero la verdad es muy diferente y la opinión de Menchaca por supuesto que tiene mucho peso en los procesos internos de su partido.

En Morena en Hidalgo pasa lo que en otros estados donde todos sus militantes quieren ser candidatos, pero la realidad es que no todos pueden. Eso lo veremos, una vez que despejen primero la incógnita del abanderado presidencial.

Miguel Ángel Vargas miguelangel.vargas@milenio.com

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