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Copebal, el gran proyecto de Aistac

La Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas (Aistac) cumple 41 años de existencia. Su presidente, Luis Apperti Llovet, nos habla de un proyecto titulado Copebal, o Complejo de Petroquímica Básica Altamira.

“Aistac cumple ya 41 años de existencia en Altamira, y nos ha tocado ser parte de esta metamorfosis, en donde nace una primera empresa química hace más de 60 años, y de ahí, convertirse primero en un corredor industrial y después, gracias a personas visionarias, desarrollarse en un puerto industrial que continúa creciendo al pasar de los años; y aún estamos lejos de agotar ese potencial crecimiento”.

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“Aistac es una asociación en donde todos quienes la integramos, tenemos una muy clara y amplia visión para el futuro, como muestra de ese potencial que mencionamos, basta solo hablar del proyecto Copebal (Complejo de Petroquímica Básica Altamira)”.

Resaltó que se trata de un megaproyecto que cambiaría no solo la geoeconomía de esta región o de México. “Sería un factor de cambio disruptivo a nivel del continente americano, que puede fortalecer muchísimo la independencia económica de toda esta parte del mundo. Este, desde luego, es un proyecto a desarrollarse desde el sector privado.

Ahora bien, el sector público, a través de los gobiernos municipal, estatal y federal, tendría que adoptar cambios radicales en políticas económicas y de inversión en infraestructura productiva, que también serían grandes detonadores de empleo y crecimiento, y a la par, mejorar importantemente los sectores educativos y de salud para bienestar de los habitantes. Temas como certidumbre en las inversiones en todos los sectores, abasto suficiente de agua y electricidad, líneas de transformación y conducción, así como respeto absoluto a las normas ambientales (que hoy por hoy no se cumplen) son fundamentales para cimentar cualquier crecimiento y estimular la confianza para señalar que también se tienen grandes retos. atraer nuevas y mayores inversiones a esta maravillosa región de México”.

Con respecto a las acciones que Aistac desarrolla para lograr el proyecto Copebal, Apperti Llovet expresó que la asociación de industriales “ha sido un protagonista muy importante en el desarrollo del proyecto, desde el acopio de información por parte de todas las empresas que pertenecen a la Aistac, hasta la promoción directa con los corporativos de estas empresas, para conseguir su apoyo y se pueda concretar el proyecto.

De igual manera Aistac, a través de su presidente, ha estado involucrada directamente con las diferentes instancias públicas y privadas, facilitando gestiones, recursos, instalaciones y contactos, a fin de que se materialice este proyecto, que derivado de sus dimensiones, no solo tiene impacto regional y nacional, sino es de impacto mundial en el ámbito de la petroquímica básica.

En cuanto al medio ambiente, subrayó que el compromiso de responsabilidad social por parte de las empresas afiliadas a la Aistac es total y permanente, “en función de que prácticamente todas estas empresas exportamos nuestros productos al mundo, existen requerimientos por parte de nuestro clientes y de igual manera en los diferentes tratados de libre comercio que nuestro país tiene, existen estándares de protección ambiental, que son mayores a los de las normas mexicanas al respecto. Por ello estamos muy comprometidos en cumplir con estas normas, además de trabajar muy de la mano con la sociedad para que tengamos un enorme respeto y cuidado del medio ambiente. Todas nuestras empresas cuentan con certificaciones de calidad y normas ambientales”.

Subrayó que no les corresponde ser jueces respecto al compromiso que las autoridades puedan tener o no al respecto; “en lo que estamos ocupados es en mantener e incrementar la calidad de vida y respeto al medio ambiente, que es esencial para todos los que vivimos en una sociedad.

En la Aistac vemos Altamira y la región como un área siempre dinámica y llena de oportunidades; dicho esto, es importante señalar que también se tienen grandes retos. En Altamira encontramos dos realidades opuestas totalmente: un espacio en constante crecimiento y desarrollo, y otro en franca caída y abandono ancestral.

Es como vivir en mundos paralelos en donde, por un lado, se puede crecer aceleradamente, y en el otro, hay una enorme desigualdad y carencias que son, verdaderamente, de dar tristeza”, concluyó.

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