Yerba mate: reseña histórica, estadística y producción e industrializacion en el siglo xxi

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YERBA MATE Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Autoridades

PROVINCIA DE CORRIENTES

GOBERNADOR

Dr. Horacio Ricardo Colombi MINISTRO DE PRODUCCIÓN

Ing. Agr. Jorge Alberto Vara COORDINADOR - UNIDAD OPERATIVA DE PRODUCCIÓN

Ing. Agr. Gustavo Guilaña

DIRECTORA EJECUTIVA YERBA MATE

Cra. Maricel Yacovich

COORDINADOR Y EDITOR GENERAL

Ing. Agr. Pablo Leandro Capellari

CONSEJO FEDERAL DE INVERSIONES

Asamblea de Gobernadores SECRETARIO GENERAL

Ing. Juan José Ciácera

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Autoridades

PROVINCIA DE CORRIENTES

GOBERNADOR

Dr. Horacio Ricardo Colombi MINISTRO DE PRODUCCIÓN

Ing. Agr. Jorge Alberto Vara COORDINADOR - UNIDAD OPERATIVA DE PRODUCCIÓN

Ing. Agr. Gustavo Guilaña

DIRECTORA EJECUTIVA YERBA MATE

Cra. Maricel Yacovich

COORDINADOR Y EDITOR GENERAL

Ing. Agr. Pablo Leandro Capellari

CONSEJO FEDERAL DE INVERSIONES

Asamblea de Gobernadores SECRETARIO GENERAL

Ing. Juan José Ciácera

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Canción de la Yerba Mate

Savia madre que brotas entre el ensueño de un ocaso de hierbas que besarás. Oro verde inflamado, sin noche ni dueño yerba que estás temblando de eternidad. Brotas del seno umbrío donde aguardabas vislumbrar horizontes de cielo y luz. Y esperando la mano, sangrando estás. Llanto verde está aguardándote. Tienes en tus entrañas jugo de barro. Tienes –yerba madura- sangre y sudor. La que en los yerbatales derraman mil. Floreciendo están, yerba y monte están. Un norte tibio en llamas te encerrará en la tierra profunda tu cuna está. Cuántas férreas falanges te arrancarán. Prisionera estás, entre el verde estás. Lejos la pampa criolla llamándote; cuántas gargantas secas tú besarás hacia el sur, la llanura te esperará Estás libre ya. Hacia el gaucho vas. Cuando caiga la noche sobre tus hojas un destello esmeralda reflejarás. Y es que la luna misma vibra en tu piel. Como amándote, te acariciará.

Letra y música de José María Calderón 7


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Indice

PRÓLOGO

Pag. 11

DEL CONOCIMIENTO SOBRE LOS INICIOS Y LA ACTUALIDAD DE LA ACTIVIDAD YERBATERA 1. ORIGEN E HISTORIA. Idas y vueltas de la Infusión Nacional. Burgos, Angela María - Medina, Ricardo Daniel (ex aequo) 2. LA ACTIVIDAD YERBATERA EN LA PROVINCIA DE CORRIENTES Números para saber dónde estamos. Yacovich, Maricel

Pag. 13

Pag. 21

DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PLANTA DE YERBA MATE Y SUS CONGÉNERES Pag. 37 3. SISTEMÁTICA Y MORFOLOGÍA De su identidad, sus aspectos externos y algunos más íntimos. Medina, Ricardo Daniel - Burgos, Angela María (ex aequo) 4. ECOFISIOLOGÍA Acerca de los factores determinantes de los componentes del rendimiento. Burgos, Angela María - Medina, Ricardo Daniel (ex aequo)

Pag. 59

5. COMPOSICIÓN QUÍMICA Conocer mejor lo que nos gusta tanto. Maiocchi, Marcos

Pag. 77

6. CONSERVACIÓN DE GERMOPLASMA DE ILEX Preservar el legado para las generaciones venideras. Dolce, Natalia Raquel - Medina, Ricardo Daniel

Pag. 93

DEL CULTIVO AL PROCESAMIENTO DE LA YERBA MATE 7. PROPAGACIÓN SEXUAL A ESCALA COMERCIAL VIVERO TRADICIONAL Y TECNIFICADO Donde comienza todo. Capellari, Pablo Leandro 8. VIVERO CLONAL PARA PRODUCCIÓN COMERCIAL Tecnología para potenciar la producción. Molina, Sandra Patricia

Pag. 103

Pag. 113

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Canción de la Yerba Mate

Savia madre que brotas entre el ensueño de un ocaso de hierbas que besarás. Oro verde inflamado, sin noche ni dueño yerba que estás temblando de eternidad. Brotas del seno umbrío donde aguardabas vislumbrar horizontes de cielo y luz. Y esperando la mano, sangrando estás. Llanto verde está aguardándote. Tienes en tus entrañas jugo de barro. Tienes –yerba madura- sangre y sudor. La que en los yerbatales derraman mil. Floreciendo están, yerba y monte están. Un norte tibio en llamas te encerrará en la tierra profunda tu cuna está. Cuántas férreas falanges te arrancarán. Prisionera estás, entre el verde estás. Lejos la pampa criolla llamándote; cuántas gargantas secas tú besarás hacia el sur, la llanura te esperará Estás libre ya. Hacia el gaucho vas. Cuando caiga la noche sobre tus hojas un destello esmeralda reflejarás. Y es que la luna misma vibra en tu piel. Como amándote, te acariciará.

Letra y música de José María Calderón 7


Prólogo

Ante la necesidad de actualizar en parte la bibliografía disponible sobre el cultivo de la yerba mate y considerando hacerlo de manera interdisciplinaria e interinstitucional, la Unidad Operativa de la Producción (U.O.P) del Ministerio de Producción de la Provincia de Corrientes, con los recursos humanos necesarios para desarrollarlo, tomó la iniciativa de elaborar el libro “YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI”, en el marco del “Programa de Asistencia técnica para Pequeños Productores Yerbateros” ejecutado actualmente con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (C.F.I.). El Programa consiste básicamente en un mecanismo de apoyo destinado a pequeños productores con yerbales de mucha antigüedad o en estado de declinamiento productivo, debido fundamentalmente a la degradación de los suelos y a la edad de las plantaciones que superan los 50 años, con la finalidad de transformarlas en una unidad productiva económicamente sustentable. Se busca de esta manera trabajar en la cuestión de fondo, brindando soporte a uno de los eslabones de la cadena yerbatera, con una adecuada capacitación y asistencia técnica para el mejor uso y aprovechamiento del recurso suelo y con el financiamiento y contratación de técnicos de la zona, a cargo del C.F.I., para llevar adelante las actividades previstas en el marco del Programa. Para la redacción del presente libro se convocó a un extenso grupo de referentes del cultivo, pertenecientes al sector público y privado, quienes han plasmado sus conocimientos específicos en cada uno de los capítulos que abarca el presente libro. Así, aportaron sus conocimientos y experiencia académicos de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FACENA) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), como de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM); investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, UNNE-CONICET), profesionales de la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig Ltda., de La Cachuera S.A., del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del Ministerio de Producción de Corrientes y de profesionales de la actividad privada. Es menester entonces agradecer los aportes y el tiempo dedicado para la concreción de la presente obra, tanto a los autores como al grupo de profesionales que colaboró en su edición. También se hace extensivo el reconocimiento a todas las personas e instituciones que participaron de alguna u otra manera en la publicación de este libro, dedicado a un cultivo de suma importancia histórica, económica, social y cultural para la Argentina y otros países sudamericanos, con potencial para colonizar nuevos mercados.

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Capítulo 1

ORIGEN E HISTORIA Idas y vueltas de la Infusión Nacional Burgos, Angela María1 y Medina, Ricardo Daniel2 (ex aequo).

Cátedra de Cultivos III, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Nordeste (FCA-UNNE). 1 Ingeniera Agrónoma, Magister en Producción Vegetal, FCA-UNNE. 2 Ingeniero Agrónomo, Doctor de la UNNE en el Área de Recursos Naturales, FCA-UNNE. Investigador Asistente, Instituto de Botánica del Nordeste (Universidad Nacional del Nordeste – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).

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9. LABRANZA. INFLUENCIA SOBRE PARÁMETROS DEL SUELO Y LA COMPACTACIÓN La sustentabilidad del nicho de la yerba mate. Dalurzo, Humberto Carlos

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Pag. 129

10. PLANTACIÓN Y FERTILIZACIÓN Hacia el logro del establecimiento exitoso de las plantas para garantizar una producción sustentable y duradera. Llera, Valentín - Medina, Ricardo Daniel

Pag. 153

11. MALEZAS Las competidoras más importantes. Dávalos, Marcos

Pag. 167

12. ARTRÓPODOS PLAGA Conociendo los comensales indeseados del yerbal. Tarragó, José – Pinto Ruiz, Gabriel - Fediuk, Ángel

Pag. 215

13. ENFERMEDADES Conociendo los enemigos microscópicos. Cabrera, María Graciela – Dirchwolf, Pamela

Pag. 231

14. PODAS DE FORMACIÓN, LIMPIEZA Y COSECHA El cuidado fundamental para la sustentabilidad de la planta. Mayol, Ramón Marcelo

Pag. 249

15. PODAS DE REBAJE Y DE RENOVACIÓN Acciones para el rejuvenecimiento del yerbal y la recuperación de su productividad. Llera, Valentín – Mayol, Marcelo - Medina, Ricardo Daniel

Pag. 267

16. INDUSTRIALIZACIÓN Procesos decisivos para un producto de calidad. Holowaty, Santiago Alexi

Pag. 277


Prólogo

Ante la necesidad de actualizar en parte la bibliografía disponible sobre el cultivo de la yerba mate y considerando hacerlo de manera interdisciplinaria e interinstitucional, la Unidad Operativa de la Producción (U.O.P) del Ministerio de Producción de la Provincia de Corrientes, con los recursos humanos necesarios para desarrollarlo, tomó la iniciativa de elaborar el libro “YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI”, en el marco del “Programa de Asistencia técnica para Pequeños Productores Yerbateros” ejecutado actualmente con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (C.F.I.). El Programa consiste básicamente en un mecanismo de apoyo destinado a pequeños productores con yerbales de mucha antigüedad o en estado de declinamiento productivo, debido fundamentalmente a la degradación de los suelos y a la edad de las plantaciones que superan los 50 años, con la finalidad de transformarlas en una unidad productiva económicamente sustentable. Se busca de esta manera trabajar en la cuestión de fondo, brindando soporte a uno de los eslabones de la cadena yerbatera, con una adecuada capacitación y asistencia técnica para el mejor uso y aprovechamiento del recurso suelo y con el financiamiento y contratación de técnicos de la zona, a cargo del C.F.I., para llevar adelante las actividades previstas en el marco del Programa. Para la redacción del presente libro se convocó a un extenso grupo de referentes del cultivo, pertenecientes al sector público y privado, quienes han plasmado sus conocimientos específicos en cada uno de los capítulos que abarca el presente libro. Así, aportaron sus conocimientos y experiencia académicos de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FACENA) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), como de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM); investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, UNNE-CONICET), profesionales de la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig Ltda., de La Cachuera S.A., del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del Ministerio de Producción de Corrientes y de profesionales de la actividad privada. Es menester entonces agradecer los aportes y el tiempo dedicado para la concreción de la presente obra, tanto a los autores como al grupo de profesionales que colaboró en su edición. También se hace extensivo el reconocimiento a todas las personas e instituciones que participaron de alguna u otra manera en la publicación de este libro, dedicado a un cultivo de suma importancia histórica, económica, social y cultural para la Argentina y otros países sudamericanos, con potencial para colonizar nuevos mercados.

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colonizadores españoles, quienes organizaban expediciones que partían desde Asunción (Paraguay) en búsqueda de la yerba mate de la zona de las selvas del Mbaracayú (ubicada en el trópico de Capricornio paralelo 24°S y entre los meridianos 54 y 56°W en el Dpto. Alto Paraná, Paraguay) a través del sistema conocido como Encomiendas, que si bien fue inspirado con intenciones sanas, de a poco fue convirtiéndose en un sistema verdaderamente inhumano y esclavizante para los aborígenes (Furlong, 1962). Ruíz Díaz de Guzmán atribuye al conquistador Hernando Arias de Saavedra (más conocido como Hernandarias), el descubrimiento del uso de las hojas de yerba mate en 1592, reconociendo sus efectos como estimulante contra la fatiga. Sin embargo, unos pocos años después las posturas fueron revirtiéndose, y el hábito de consumo del mate fue visto como un vicio “abominable” por parte de destacados miembros de la comunidad de Asunción y tanto autoridades civiles como religiosas trataron de desarraigarlo de las costumbres. De hecho, hacia 1596, el propio gobernador Hernando Arias de Saavedra elevó una denuncia formal asentando el rechazo hacia quienes consumiesen el producto, prohibió su consumo, decomisó y quemó públicamente cargamentos de yerba. Asimismo, los primeros jesuitas establecidos en Paraguay hacia el 1600, intentaron en principio desarraigar la costumbre de tomar mate tanto entre los españoles como entre los propios aborígenes para evitar las Encomiendas (Furlong, 1962), sin embargo, ningún efecto tuvieron los intentos detractores civiles ni religiosos sobre aquellos que ya se habían habituado a su consumo y degustación. Finalmente, los jesuitas advirtieron que el vicio no era “tan abominable” y 60 años después se habrían comenzado a implantar yerbales en las cercanías de cada pueblo fundado (Reducciones Jesuíticas). A partir de este momento… se iniciaría un gran cambio de paradigma que muchas veces pareciera pasar desapercibido… pero es cuando se introduce el concepto de agricultura y la especie inicia su largo proceso de domesticación, revirtiéndose su aprovechamiento extractivista hacia un modelo productivista. Fue así como los primeros yerbales se lograron implantar a partir de plántulas traídas del monte, pero gracias al trabajo de dos clérigos jesuitas misioneros, José de Arce y Bernardo Nusdorffer, se logró la germinación de semillas y las primeras técnicas de conducción del cultivo. Este hecho debe ser atendido con especial consideración; haber logrado la germinación de las semillas de yerba mate, una especie prácticamente desconocida para quienes la manipulaban por primera vez, que presenta un alto nivel de dormancia asociada a su embriogénesis tardía, muy bajo poder germinativo (23% en promedio) y una tolerancia intermedia a la deshidratación cuya viabilidad (<1 año) desciende rápidamente durante el almacenamiento (Magnitsky y Plaza, 2007), lo convierten en un hecho trascendental. Tanta relevancia cobró el cultivo que con el paso del tiempo las Reducciones pasarían a depender económicamente de la producción de yerba mate (Hernández Bermejo y León, 1992). Parte de la yerba mate producida se utilizaba para pagar el tributo al Rey de España, pues era una moneda de cambio segura en las ciudades 16


Cap. 1: Origen e historia

rioplatenses. Durante muchos años, la mayor provisión siguió derivando de los yerbales naturales de Mbaracayú (Paraguay), debido a que la proveniente de las Reducciones era considerada de menor calidad y la producción era inicialmente muy escasa. Solo después de mucho trabajo la yerba argentina llegará a alcanzar el renombre… que hasta nuestros días exhibe con orgullo. Fue así como la mayor parte de los yerbales se implantaron en la época de esplendor de las Reducciones que entre 1704 y 1737 estaban compuestas por casi 74.000 personas. Dos centros yerbateros, la Reducción de San Carlos (hoy en Corrientes, Argentina) y las de Loreto y Santa María la Mayor (actualmente en la provincia de Misiones, Argentina), sobresalieron por su elevada producción; si bien toda reducción contaba con su propio yerbal. El consumo del mate se hizo habitual y se fue arraigando en los pobladores del actual territorio argentino, paraguayo, uruguayo y sur brasilero. Incluso se exportaba para satisfacer su demanda en el entonces Virreinato del Perú y a la Capitanía General de Chile. Al producirse la expulsión de los jesuitas, las autoridades civiles se hicieron cargo de las Reducciones (agosto de 1768). Ante tal circunstancia, los inventarios entregados por los jesuitas daban cuenta de 504 has de yerba implantadas. Según datos bibliográficos históricos que datan de relevamientos de diversas Reducciones de Misiones, Corrientes y Paraguay, las plantaciones constaban de una población de 1660 plantas/hectárea distanciadas a 2,5 m x 2,5 m, lo cual denota una densidad de plantación similar a las que actualmente son utilizadas. Habiendo sido expulsados los jesuitas, los yerbales cayeron en el abandono, y la consecuencia caótica fue que se perdió valiosa información relativa a su cultivo. Así fue como Argentina, tuvo que abastecerse de yerbales silvestres de Brasil y de Paraguay durante la mayor parte del siglo XIX. Este último país, monopolizó la producción yerbatera durante el gobierno del dictador José Gaspar Rodríguez de Francia y su sucesor el presidente Carlos Antonio López. De hecho, en tan solo 6 años, entre 1854 y 1860, Paraguay duplicó la producción de casi 1 a 2 millones de kilos de yerba. La defensa del monopolio del Paraguay sobre la producción de yerbatera se pone claramente de manifiesto cuando en el año 1821, el dictador Rodríguez de Francia, apresa y confina durante 9 años al naturalista Aimé Goujaud, conocido como Amado Bonpland, solo por realizar estudios científicos de la planta y por haber instalado en Santa Ana (Misiones, Argentina) un establecimiento agrícola para su cultivo. Casi un siglo después de la expulsión de los jesuitas, hacia 1864, la Guerra de la Triple Alianza cambiaría el escenario político, histórico, social, económico y … también yerbatero. Seis años más tarde, en 1870, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento las tropas aliadas lograron tomar Asunción poniendo fin a la guerra, pero Paraguay había quedado destrozado, diezmada su población y arrasado su territorio y con él sus yerbales. 17


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Recién entre los años finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, vuelven a reportarse estudios sobre procedimientos de germinación de semillas de yerba mate y se estableció la primera plantación racional en San Ignacio (Misiones, Argentina). Fue Federico Neumann en Colonia “Nueva Germania” en el Paraguay, quien luego de muchos años de fracasados intentos logró obtener la germinación de semillas de yerba mate en 1896 e implantó yerbales racionales en 1901, obteniendo por primera vez (después de más de 100 años de la expulsión de los jesuitas), un producto elaborado a partir de plantas cultivadas. En 1911 se inicia la impactante expansión del cultivo. Los primeros antecedentes de selección de la especie tuvieron sus orígenes entre los años 1926 y 1930 por parte de Andrés Furnus, en cuanto a selección de alta producción, también se destacó la Estación Experimental de Loreto (Misiones, Argentina) entre 1929 y 1934. Ya hacia 1935, se alcanzaron 66.000 ha implantadas y dado que en 1937, la producción interna de yerba mate llegó a superar la demanda nacional, sumado a una importación de 40.587 toneladas, durante 15 años se limitaron las cosechas de yerba según demanda nacional mediada por la promulgación de la Ley 12.236. Esas medidas llevaron a que a mediados del siglo XX, los yerbales quedaran abandonados, cayeran en la decadencia y consecuentemente su rendimiento fuera disminuyendo. Cuando la demanda nuevamente aumentó, el Gobierno Nacional autorizó la cosecha total de las superficies implantadas para satisfacer la misma. Las prácticas de cosecha poco racionales, intensivas en tiempo y forma de los viejos yerbales mal manejados llevó a tener que autorizar, una segunda etapa de implantación, renovación, replante y ampliación de la superficie de cultivo entre 1955 y 1960. La medida no fue convincente, en principio solo se implantaron cerca de 18.000 ha. La oferta y la demanda fue controlada por limitaciones en las cosechas durante casi toda la década del ´60 y ´70 e inclusive a la prohibición de su realización en el año 1966. Paulatinamente las medidas restrictivas se fueron levantando, hasta una liberación total de las cosechas en 1977 y una renovación de 4% de la superficie de los yerbales que fuera propiciado con la creación del Convenio de Investigación (CONYNMATE) celebrado en 1974 entre la CRYM (Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de la Yerba Mate) y el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) para solventar el estudio de problemas concretos de este cultivo. Las investigaciones y la obtención de los materiales selectos, fueron desarrolladas por el equipo técnico del Área Yerba Mate del INTA Cerro Azul (Misiones, Argentina), encabezado por el Ingeniero Agrónomo Sergio Prat Kricum, con la colaboración de los Ingenieros Marcelo Mayol, Alberto Domingo Sosa, Luis Berlingheri y Humberto Fontana, entre otros. La primera variedad nacional producida por el INTA Cerro Azul, fue la C.A. 8 / 74, que actualmente fue superada en rendimientos de entre un 9% y un 36%, por nuevos ejemplares obtenidos tras las intensas investigaciones del equipo nombrado. Las variedades seleccionadas fueron inscriptas en el INASE (Instituto Nacional de Semillas), y se puede aseverar que en su mayoría, poseen un rendimiento medio de 17.000 kilos de hoja verde por hectárea (Montechiesi, 2008). 18


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Los antecedentes más remotos sobre la yerba mate (Ilex paraguariensis A. St. Hil., Aquifoliaceae) denotan que esta planta cobró importancia en la cultura de los guaraníes asentados en las tierras circundantes a los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay. De hecho, la planta tiene su hábitat natural restringido a dicha zona y solo excepcionalmente ha sido citada en otras partes del continente (Giberti, 2011), distribuyéndose principalmente en un área de 540.000 km2, situados entre las latitudes de 21°S y 30°S y longitudes de 48°3O'W y 56°10'W, con altitudes variables entre 500 y 1.000 msnm (Malheiros de Oliveira y Rotta, 1985). Según Grondona (1954), Ilex paraguariensis A. St. Hil. var. paraguariensis se distribuye al Sur del Brasil, Este del Paraguay, Nordeste de Argentina y algunos departamentos de Uruguay, localización natural recientemente corroborada (Giberti, 2011) (Figura 1); sin embargo, la distribución de la variedad pubescente denominada Ilex paraguariensis A. St. Hil. var. vestita (Reiss.) Loes. se restringiría a los estados brasileros de Paraná, San Pablo y Mina Gerais (Figura 1). Los requerimientos edafoclimáticos particulares de la yerba mate hacen que su área de cultivo coincida con la zona principal de dispersión natural de I. paraguariensis var. paraguariensis (Hernández Bermejo y León, 1992).

Figura 1: Distribución geográfica de I. paraguariensis y sus variedades. (adaptado de Grondona, 1954). 14


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La tradición y los saberes adquiridos familiarmente constituyen las principales razones por las que los productores se dedican a la actividad. Esta relación entre los productores y la yerba mate se transmite de generación en generación, reforzando el vínculo, generando identidad como “colonos yerbateros” y motivando demandas para poder continuar y proyectar esta actividad hacia el futuro.

BIBLIOGRAFÍA: -Bertolini, M.P. 1999. Plan de Manejo del Parque Provincial Cruce Caballero. Ministerio de Ecología y R.N.R. de la Provincia de Misiones. 103 p. -Boletín Oficial de la República Argentina. 30/VII/2013. Mate Infusión Nacional Ley Nº 26.871. -Bongiovanni, R.; Morandi, J. & L. Troilo. (Eds.). 2012. Competitividad y calidad de los cultivos industriales: caña de azúcar, mandioca, maní, tabaco, té y yerba mate. 1era ed. Ediciones INTA. Estación Experimental Agropecuaria Manfredi, Córdoba, Argentina. 212 p. -Furlong, G. 1962. Misiones y sus pueblos de guaraníes. Edit. Balnes, Bs. As. 788 p. -Giberti, G.C. 2011. La “yerba mate” (Ilex paraguariensis, Aquifoliaceae) en tempranos escritos rioplatenses de Bonpland y su real distribución geográfica en Sudamérica austral. Bonplandia 20 (2): 203-2012. -Grondona, E.M. 1954. Historia de la yerba mate II. Sinonimia, cariología y distribución geográfica. Revista Argentina de Agronomía 21(1): 9-24. -Hernández Bermejo, J.E. & J. León, 1992. Cultivos marginados otra perspectiva de 1492. FAO. 245252. -Magnitsky, S. & G. Plaza, 2007. Fisiología de semillas recalcitrantes de árboles. Agronomía Colombiana 25: 96-103. -Malheiros de Oliveira, Y.M. & E. Rotta. 1985. Área de distribuição natural de erva mate (Ilex paraguariensis St.Hil.). Documentos EMBRAPA 15: 17-35. -Montechiesi, R. 2008. Yerba mate, cambios en la producción, no en la actividad. INYM. Misiones, Argentina. 62 p. -Parodi, L.R. 1945. Las regiones fitogeográficas argentinas y sus relaciones con la industria forestal. En: Verdoorn, F. (Ed.). Plants and plant science in Latin America. Waltham: The Chronica Botanica Company, pp. 127-32. 20


Capítulo 2

LA ACTIVIDAD YERBATERA EN LA PROVINCIA DE CORRIENTES Números para saber donde estamos Yacovich, Maricel

Contadora. Directora ejecutiva del Sector Yerbatero en la Unidad Operativa de la Producción - Ministerio de Producción Corrientes.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

colonizadores españoles, quienes organizaban expediciones que partían desde Asunción (Paraguay) en búsqueda de la yerba mate de la zona de las selvas del Mbaracayú (ubicada en el trópico de Capricornio paralelo 24°S y entre los meridianos 54 y 56°W en el Dpto. Alto Paraná, Paraguay) a través del sistema conocido como Encomiendas, que si bien fue inspirado con intenciones sanas, de a poco fue convirtiéndose en un sistema verdaderamente inhumano y esclavizante para los aborígenes (Furlong, 1962). Ruíz Díaz de Guzmán atribuye al conquistador Hernando Arias de Saavedra (más conocido como Hernandarias), el descubrimiento del uso de las hojas de yerba mate en 1592, reconociendo sus efectos como estimulante contra la fatiga. Sin embargo, unos pocos años después las posturas fueron revirtiéndose, y el hábito de consumo del mate fue visto como un vicio “abominable” por parte de destacados miembros de la comunidad de Asunción y tanto autoridades civiles como religiosas trataron de desarraigarlo de las costumbres. De hecho, hacia 1596, el propio gobernador Hernando Arias de Saavedra elevó una denuncia formal asentando el rechazo hacia quienes consumiesen el producto, prohibió su consumo, decomisó y quemó públicamente cargamentos de yerba. Asimismo, los primeros jesuitas establecidos en Paraguay hacia el 1600, intentaron en principio desarraigar la costumbre de tomar mate tanto entre los españoles como entre los propios aborígenes para evitar las Encomiendas (Furlong, 1962), sin embargo, ningún efecto tuvieron los intentos detractores civiles ni religiosos sobre aquellos que ya se habían habituado a su consumo y degustación. Finalmente, los jesuitas advirtieron que el vicio no era “tan abominable” y 60 años después se habrían comenzado a implantar yerbales en las cercanías de cada pueblo fundado (Reducciones Jesuíticas). A partir de este momento… se iniciaría un gran cambio de paradigma que muchas veces pareciera pasar desapercibido… pero es cuando se introduce el concepto de agricultura y la especie inicia su largo proceso de domesticación, revirtiéndose su aprovechamiento extractivista hacia un modelo productivista. Fue así como los primeros yerbales se lograron implantar a partir de plántulas traídas del monte, pero gracias al trabajo de dos clérigos jesuitas misioneros, José de Arce y Bernardo Nusdorffer, se logró la germinación de semillas y las primeras técnicas de conducción del cultivo. Este hecho debe ser atendido con especial consideración; haber logrado la germinación de las semillas de yerba mate, una especie prácticamente desconocida para quienes la manipulaban por primera vez, que presenta un alto nivel de dormancia asociada a su embriogénesis tardía, muy bajo poder germinativo (23% en promedio) y una tolerancia intermedia a la deshidratación cuya viabilidad (<1 año) desciende rápidamente durante el almacenamiento (Magnitsky y Plaza, 2007), lo convierten en un hecho trascendental. Tanta relevancia cobró el cultivo que con el paso del tiempo las Reducciones pasarían a depender económicamente de la producción de yerba mate (Hernández Bermejo y León, 1992). Parte de la yerba mate producida se utilizaba para pagar el tributo al Rey de España, pues era una moneda de cambio segura en las ciudades 16


Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

hectáreas (Tabla 1) que producen más de 750 millones de kilogramos de hoja verde (Tabla 2). Tabla 1. Distribución por Provincia y por departamento de la actividad yerbatera en Argentina.

Tabla 2. Producción de Yerba Mate en kilogramos (promedio 6 años - 2010 a 2016).

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Cap. 1: Origen e historia

Asimismo, en las últimas décadas se han logrado aportes importantísimos por parte de profesionales de la Facultad de Ciencias Agrarias y la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste en Corrientes y de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones, desarrollando avances en el campo de la Química, Ecofisiología, Fisiología del estrés, Biotecnología aplicada a la propagación y Genómica. En este camino hacia la formalización y el impulso del cultivo, en el año 2002 se creó el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), “con el objetivo de promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la producción, elaboración, industrialización, comercialización y consumo de la yerba mate y derivados en sus diferentes modalidades de consumo y usos, procurando la sustentabilidad de los distintos sectores involucrados en la actividad; desarrollando programas para contribuir a facilitar las acciones tendientes a mejorar la competitividad del sector productivo e industrial”. Los trabajos llevaron al despegue yerbatero sobre bases científicas y tecnológicas validadas, que permiten obtener individuos selectos altamente rendidores multiplicados vegetativamente a través de estacas caulinares, que si bien presentan resultados positivos experimentalmente, no resultan lo suficientemente estables para desarrollar un protocolo de multiplicación clonal a escala comercial hasta el momento. En la actualidad se cuentan con 165.000 ha implantadas en la totalidad de la provincia de Misiones y el Nordeste de la provincia de Corrientes, esta área reúne características agroecológicas únicas que le permiten alcanzar una producción potencial de 1.000.000 de toneladas de hoja verde, equivalentes a unas 360.000 toneladas de yerba mate canchada (Bongiovanni et al., 2012). En Misiones, los departamentos de Oberá, Cainguás y San Ignacio, ubicados en la zona centro, concentran la mayor parte de la producción de hoja verde y de productores. En el Noroeste también se destaca General Belgrano por tener los más altos rendimientos. En Corrientes, la producción se ubica fundamentalmente en Santo Tomé e Ituzaingó, sobresaliendo la presencia de una empresa integrada verticalmente de alto contenido tecnológico y de una cooperativa de productores con fuerte presencia en el mercado regional. La yerba fue consumida por los guaraníes, los europeos la estudiaron, los colonos la cultivaron y es hoy una tradición y un símbolo de amistad y de comunión entre los hombres que nos identifica y nos distingue en el mundo. En el año 2013, el Gobierno Nacional oficializó la ley 26.871 que declara al mate como “Infusión Nacional” (Boletín Oficial, 2013), con el objetivo de impulsar su promoción en el Mundo. Dicha ley define al mate como “la infusión preparada en base al alimento de yerba mate, que colocada en un recipiente y mojada con agua caliente, es bebida mediante una bombilla”. Esta ley en su Artículo 3, señala que deberá preverse la presencia de la expresión y logotipo de ‘Mate Infusión Nacional’, y la promoción de dicha bebida y sus tradiciones en eventos y actividades culturales, sociales o deportivas de carácter oficial que se encuentren previstos en las agendas nacionales e internacionales. 19


Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

Tabla 3. Zafras de Yerba Mate por año productivo en las Provincias de Corrientes y Misiones (promedio de 5 años - 2011 a 2016).

Los rendimientos de yerbales expresados en kilogramos de hoja verde por hectárea durante los últimos años, han mantenido una tendencia estable en el lustro analizado tanto para la Provincia de Corrientes como para la de Misiones, siendo siempre mayor la productividad de los yerbales de la primera respecto de la segunda. Este último comportamiento diferencial se ve reforzado por las características de manejo que se hace de los yerbales en la Provincia de Corrientes y que fueran anteriormente resaltados (Tabla 3).

Empleo de mano de obra y masa salarial aplicada Quienes se desempeñan en la actividad yerbatera en Corrientes lo hacen dentro del contexto de una economía formal que es también reconocida como ejemplo. Sus interlocutores aportaron lo suficiente y necesario como para que luego de trabajosas gestiones, el Convenio de Corresponsabilidad Gremial para todo el ámbito yerbatero sea una realidad palpable en la actualidad. Los productores se hallan debidamente registrados en el INYM y adoptan buenas y reconocidas prácticas de manejo agrícola. La hoja verde es actualmente cosechada en un 90% en forma manual y un 10% mediante cosechadoras mecánicas, tendencia que se acentúa anualmente. Los cosecheros (o “tareferos”), son trasladados a las plantaciones en vehículos especialmente adaptados al efecto (cuyo uso se encuentra aprobado por la autoridad competente), y perciben salarios establecidos por convenio entre empleadores y trabajadores rurales (la representación es ejercida por UATRE), homologados por el Ministerio de Trabajo de la Nación. En el período comprendido entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre de cada año (fijado por el INYM como Época de Cosecha), se generan en territorio correntino alrededor de 200.000 jornales anuales para realizar la “zafra yerbatera”. Las labores se realizan con apropiada indumentaria y equipamiento provisto por la parte patronal, que contempla herramientas de mano, guinches para el pesaje y carga de la hoja verde cosechada, elementos sanitarios, de seguridad e higiene, etc. Los tareferos son trasladados diariamente hasta los yerbales en la época de cosecha, por lo que no se presentan ni plantean problemas de viviendas en los yerbales. En cuanto a la cosecha 25


Capítulo 2

LA ACTIVIDAD YERBATERA EN LA PROVINCIA DE CORRIENTES Números para saber donde estamos Yacovich, Maricel

Contadora. Directora ejecutiva del Sector Yerbatero en la Unidad Operativa de la Producción - Ministerio de Producción Corrientes.

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Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

Tabla 4. Producción de Yerba Mate canchada promedio período 2010 al 2016.

En la Provincia de Corrientes la actividad yerbatera ha adquirido una dimensión muy significativa, como consecuencia de acertadas decisiones que involucran tanto a actores públicos como privados. Su característica distintiva es la integración de los principales eslabones del ámbito privado, adquiriendo de modo indisoluble la calidad de productores, secadores, molineros y al final proveedores de acreditadas marcas de yerba mate elaborada y envasada que lideran el mercado consumidor regional y nacional. Si bien se producen anualmente en promedio unos 104.142.179 de kilogramos de hoja verde (Tabla 2) en el territorio provincial (los que secados se convierten en más de 36 millones de kilogramos de yerba mate canchada) (Tabla 4), la materia prima que requieren los molinos, en los que la Provincia de Corrientes participa en un 14%. En Corrientes se elaboran, envasan y comercializan en la actualidad anualmente unos 80.000.000 de kilogramos por parte de tres empresas integradas radicadas en la Zona Productora correntina, siendo ellas: establecimiento Las Marías SACIFA; Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig Ltda. y NAVAR SA. En la economía yerbatera se aceptan como denominaciones propias la “yerba mate de monte y la de campo”1 (Lorenzo, 2010), siendo esta última apetecible por su sabor suave y para la elaboración de diversos “blends” o mezclas que elevan la calidad de producto final elaborado. Precisamente toda la Zona Productora correntina es reconocida como “yerba de campo”, por la característica levemente ondulada de las tierras en las cuales se halla implantada, que contrasta con gran parte del territorio misionero, en el que abundan terrenos quebrados y serranías. Podemos concluir, que la fortaleza de la actividad yerbatera en la Provincia de Corrientes, se encuentra en su alto grado de integración, ya que quienes son titulares de 1

Yerba de Campo: las plantaciones datan de principios del siglo XX. (…) Dentro de este tipo de yerba, podemos encontrar sabores más suaves: composición con menos polvo, hojas más grandes y más porcentaje de palo. Geográficamente las plantaciones se encuentran al sur de la Provincia de Misiones y Nordeste de Corrientes. Yerba de Monte: plantaciones de la zona centro de Misiones, fueron implantadas a partir del año 1940. Son plantaciones fuertes y vigorosas (…). Se suelen utilizar para resaltar las mezclas de la yerba de campo (…) 27


Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

hectáreas (Tabla 1) que producen más de 750 millones de kilogramos de hoja verde (Tabla 2). Tabla 1. Distribución por Provincia y por departamento de la actividad yerbatera en Argentina.

Tabla 2. Producción de Yerba Mate en kilogramos (promedio 6 años - 2010 a 2016).

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Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

• Y.M Relax • Y.M saborizada (naranja, limón, pomelo, cítricos, otros). En todos los casos siguiendo la reglamentación fijada en el Capítulo XV del Código Alimentario Argentino. Los productos comercializados por las empresas correntinas en el mercado interno, según datos del INYM, participan en el 33 % del mismo, ponderado en kilogramos.

Participación en la plaza comercial Las primeras tres empresas de Corrientes ocupan los siguientes puestos en el ranking de industrias yerbateras, por volumen de ventas en el mercado interno, sobre un universo de 144 establecimientos (datos al 2016): Posición 1: Establecimiento Las Marías SACIFA . Posición 2: Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig Ltda. Posición 14: NAVAR S.A . La Actividad Yerbatera en la República Argentina se encuadra en el Marco de la ley Nº 25.564 sancionada en febrero del 2002 y su Decreto Reglamentario Nº 1240 del mismo año.

Marco legal de la actividad yerbatera en el país El INYM es un ente de Derecho Público no Estatal con jurisdicción en todo el territorio de la República Argentina. Tiene como sede central la ciudad de Posadas, Provincia de Misiones, pudiendo contar con delegaciones en todo el territorio argentino como en el exterior. Entre sus principales objetivos se encuentran promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la producción, elaboración, industrialización, comercialización y consumo de la yerba mate y derivados en sus diferentes modalidades de consumo y usos, procurando la sustentabilidad de los distintos sectores involucrados en la actividad. Los programas que desarrollará el instituto deben contribuir a facilitar las acciones tendientes a mejorar la competitividad del sector productivo e industrial. El Directorio es el máximo orden de decisión del INYM; está conformado por representantes titulares y suplentes de todos los eslabones de la cadena yerbatera y los representantes del Gobierno de ambas Provincias productoras. Le cabe la responsabilidad de acordar semestralmente entre los distintos sectores participantes del INYM el precio de la materia prima. El mismo resultará de un acuerdo en el INYM basado en el precio promedio de venta al consumidor de los productos 29


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

De estos datos estadísticos se pueden extraer dos conclusiones básicas y necesarias para entender las asimetrías de la producción yerbatera de la zona productora, independientemente del uso de las tierras. 1ra Conclusión: Si bien la cantidad de productores yerbateros afincados en Corrientes es mucho menor (3,5% del total), dado que las unidades económicas tienen mayor extensión y la Provincia participa con el 13% del total de la superficie plantada. 2da Conclusión: la cantidad de productores y la extensión ocupada demuestran que en la provincia de Misiones la superficie promedio por productor es de 8 hectáreas, mientras que en la provincia de Corrientes esa superficie media alcanza las 33 hectáreas por productor (Tabla 2). A su vez, en Corrientes, como se verá en los próximos capítulos, las plantaciones poseen características diferenciales, como ser mayor densidad de plantación y genética de avanzada. Son rasgos característicos y destacados el desarrollo de innovaciones y la aplicación de tecnología en el cultivo, por ejemplo, uso del control integrado de plagas y malezas; fertilización; podas de renovación; mecanización de tareas. En el rubro cosecha, desarrollo de cosechadoras; mejoras en la productividad; buena calidad y condiciones laborales de los operarios ajustada a la legislación vigente, además de la utilización de empresas de servicios. Para la movilización de la materia prima, el uso de vehículos especialmente adaptados para el transporte a granel, etc. Todo ello producto de la presencia de personal especializado en buenas prácticas agrícolas y a una adecuada capacitación de los productores. La conjunción de estos factores favorece la escala de producción y la productividad, permitiendo que la Provincia de Corrientes cuente con plantaciones que mantienen una producción sustentable tanto en los aspectos ecológicos, como económicos y sociales. En la Tabla 3 se identifica los rendimientos promedios expresados en kilogramos de hoja verde totales cosechados en las diferentes zafras* desde la zafra 2011/2012 a la 2015/2016. *La zafra se extiende desde diciembre de un año hasta septiembre del siguiente, según lo establecido en el calendario de cosecha y secanza del INYM (Res.Nº 37/07). Cabe aclarar que de acuerdo al Art.2º de la misma resolución, se establece la necesaria autorización previa del INYM, para aquellos que pretendan realizar las actividades de cosecha y secanza de hoja verde de yerba mate en el período comprendido entre el día 1 de Diciembre y el 31 de Marzo de cada zafra, la que se instrumentará mediante solicitud a ingresar formalmente por Mesa de Entradas del INYM con una anticipación mínima de diez (10) días hábiles al inicio de tales tareas, la que deberá expresar la justificación correspondiente.

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Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

Figura 2: Sello de “Indicación Geográfica (IG) para la Yerba Mate Argentina”.

Marco legal y programas en la provincia de Corrientes Financiamiento y programas. Planificación estratégica (2012-2028) Junto al Gobierno de la Provincia de Misiones se continúa trabajando en la instrumentación de un Plan Estratégico común oportunamente diseñado con la intervención de sus principales interlocutores, de modo de garantizar la sustentabilidad de la actividad y su trazabilidad. A lo largo del trabajo desarrollado por los distintos foros que representan a todos los eslabones de la cadena yerbatera, se permitió generar un espacio para la definición de objetivos de largo plazo para la cadena de la Yerba Mate, acordado por el Sector. Se pautaron líneas estratégicas para resolver los problemas y las debilidades estructurales de la cadena, como así también se generó un documento esencial pertinente para gestionar recursos y mecanismos de apoyo para organizar el destino de los fondos públicos y privados. En 2013 el Sector aprobó el documento definitivo del Plan Estratégico de la Yerba Mate PEYM, y el INYM (mediante el equipo técnico del PEYM) se encuentra implementando las principales líneas de acción definidas. 31


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Misión de la cadena yerbatera argentina Ser proveedores confiables de Yerba Mate, garantizando el abastecimiento de productos sanos, naturales, genuinos y de calidad para distintos usos. Generar y afianzar condiciones productivas, económicas, sociales y tecnológicas, ambientalmente sustentables, que garanticen el desarrollo integral y equitativo de la cadena yerbatera. Realizar acciones para ampliar el mercado interno jerarquizando el producto, creando nuevas oportunidades de consumo con propuestas alternativas e innovadoras. Avanzar en la conquista de mercados externos en especial con nuevos productos. Fortalecer y construir espacios institucionales que contribuyan a generar acuerdos internos entre los distintos eslabones de la cadena yerbatera. Contribuir a generar normas claras y estables para el funcionamiento de la actividad.

Exportaciones (Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación 2016) Durante la década de 2000, las exportaciones promediaron las 36 mil toneladas anuales, tendiendo a incrementarse durante el último quinquenio. En el período 20102015, el promedio del volumen exportado volvió a ser de 36 mil toneladas anuales. Mientras que los valores exportados aumentaron un 158% entre 2010 y 2015, los volúmenes cayeron un 6%. El aumento en los valores exportados está explicado fundamentalmente por un alza en el precio implícito de 176% entre 2010 y 2015, que pasó de US$ 1.111 por tonelada en 2010 a US$ 3.064 en 2015 (Fig. 3). En 2015 se exportaron 37 mil toneladas de yerba mate por un valor de US$ 113 millones. Esto implicó un aumento del 10% en dólares y del 9% en cantidades respecto de 2014. Los tipos de yerba mate que exporta nuestro país en su mayor proporción se trata del tipo elaborada. En 2015, el 96% correspondió a yerba mate molida y un 4% estuvo representado por yerba mate canchada y extractos. En términos de destinos, para el año 2015 Siria mostró una posición predominante como comprador de yerba mate argentina (75% de las cantidades exportadas), seguida por Chile (14%), Líbano (2%), Estados Unidos (2%) y Francia (2%). El hecho de que Siria sea el principal destino de las exportaciones de yerba mate argentina se debe a la corriente inmigratoria que llegó a nuestro país a mediados del Siglo XIX. Al regresar a 32


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

mecánica, en la Zona Productora correntina ya operan seis cosechadoras de última tecnología, habiendo sido las dos últimas incorporadas, totalmente construidas en talleres metalúrgicos de Virasoro, y desarrolladas tecnológicamente e intelectualmente por las firmas demandantes y los talleres de la Provincia. La hoja verde cosechada es trasladada diariamente hasta los secaderos de las empresas correntinas y allí sapecada, secada y estacionada, ajustándose todo el proceso a normas de buenas prácticas de manufactura, certificadas por la Norma IRAM 20550-3, otra característica distintiva de la actividad. La actividad integral que comprende a la gestión de los secaderos; molinos; plantas de estacionamiento acelerado y organizaciones de administración; servicios; logística, ventas; etc., involucran en el seno de las empresas integradas radicadas en territorio correntino a un poco más de 2.000 empleados permanentes. Estacionalmente y por demanda tanto de labores culturales en los yerbales como de renovación e implantación de nuevas superficies, se generan anualmente y de modo adicional hasta un 40% de puestos de trabajos temporarios o estacionales. Es preciso reconocer que el concepto de integración de actividades productivas es amplio entre las empresas correntinas, ya que sus titulares incursionan en la actividad ganadera, forestal, tealera, entre otras. Todas las firmas sostienen además acreditados establecimientos de capacitación técnica, de formación de recursos humanos y esencialmente educativos, radicados en Colonia Liebig (con orientación cooperativista) y en Virasoro (terciaria). Finalmente cabe consignar que la actividad, que demanda mano de obra intensiva durante gran parte del año, posee instrumentado el convenio de Corresponsabilidad Gremial por lo cual el grado de formalidad en el sector es altamente satisfactorio; y desde hace largos años propicia las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), y de Manufactura (BPM) publicadas por INTA (Prat Kricum, 2008), que le permitieron sortear sin dificultades las instancias para el reconocimiento de Infusión Nacional y de Indicación Geográfica.

Comercialización de la materia prima Existe en el campo de la producción un alto grado de integración, ya sea por la existencia de cooperativas o por medio de acuerdos contractuales, a través de las cuales el productor tiene asegurada la entrega y comercialización de su producción, la que se realiza tanto en forma de hoja verde, puesta en secadero o como yerba mate canchada.

Análisis de la elaboración e industrialización Producción de yerba mate canchada La producción media anualizada de yerba mate canchada en Argentina ronda los 262 millones de kilogramos, considerando que el rendimiento industrial promedio es de 34,6 %, es decir que, de 1 kg de hoja verde se obtienen 346 gramos de yerba mate secada y canchada (Tabla 4). 26


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Convenio de Corresponsabilidad Gremial (Res. 44/2015) En el marco de la Ley 26.733 y su Decreto Reglamentario 1.370/08, el 25 de marzo de 2014 se firmó el Convenio de Corresponsabilidad Gremial para la cadena yerbatera. A través de la Res. 13/2016 del Ministerio de Agroindustria, que lleva fecha 8 de marzo de 2016, se aprobó el protocolo de producción y elaboración de yerba mate, que ampara la indicación geográfica “Yerba Mate Argentina”. Por su lado, el Estado Provincial de Corrientes, a través del tiempo ha acompañado con medidas concretas la economía yerbatera, reconociendo referentes institucionales que asesoran responsablemente al Ministerio de Producción; creando un área específica para atender las demandas y consolidar su crecimiento; estableciendo normas de promoción fiscal e impositivas, que propician y acompañan su desarrollo. La Ley Provincial Nº 5.944 que creó el Régimen de Promoción de Inversiones para el sector y su correspondiente Decreto Reglamentario Nº1274/11, tiene por ello un papel relevante para propiciar la renovación de viejos yerbales existentes. Otro claro ejemplo es la puesta en marcha del “Fideicomiso para la Asistencia al Sector Yerbatero de la Provincia de Corrientes” (CFI – Banco de Corrientes SA), mediante el cual, a la fecha se asistieron alrededor de 90 pequeños productores con fondos para la adquisición de capital de trabajo, y conjuntamente, con la instrumentación de una adenda convenio Ministerio de Producción – C.F.I se adaptaron los mecanismos para facilitar la asistencia directa a pequeños productores yerbateros por conducto de las empresas con secaderos de Yerba Mate en territorio Correntino, beneficiando a cerca de 200 pequeños productores.

Programa de asistencia técnica para pequeños productores yerbateros Mediante la formalización de un convenio entre el Ministerio de Producción de la Provincia de Corrientes y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), se asiste a pequeños productores yerbateros de las localidades de Garabí, Garruchos (Fig. 4), Colonia Liebig, Colonia Unión y alrededores. El Programa consiste básicamente en un mecanismo de apoyo destinado a pequeños productores con yerbales de mucha antigüedad o en estado de declinamiento productivo, debido fundamentalmente a la degradación de los suelos y a la edad de plantaciones que superan los 50 años, con la finalidad de transformarlas en una unidad productiva económicamente sustentable. Se busca de esta manera trabajar en la cuestión de fondo, brindando soporte a uno de los eslabones de la cadena yerbatera, con una adecuada capacitación y asistencia técnica (Fig 4) para el mejor uso y aprovechamiento del recurso. 34


Cap. 2: La actividad yerbatera en la provincia de Corrientes.

Figura 4: Jornada de Maquinarias e implementos agrícolas para el cultivo de la yerba mate, realizada en la Localidad de Garruchos, Corrientes, en el año 2017.

Figura 5: Asistencia técnica a campo destinada a los productores de hasta 10 hectáreas de Corrientes.

Se pretende que a partir de esta primera experiencia se cumpla el propósito de ir fortaleciendo una de las cadenas más importantes del sector, mejorando sus rendimientos como también los ingresos generados por una noble actividad. 35


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

los yerbales se encuentran relacionados con empresas que poseen cultivos, secaderos, molinos, plantas de estacionamiento acelerado, depósitos y marcas propias. Las industrias correntinas comercializan la yerba mate elaborada a través de reconocidas marcas, con presentaciones en todos los formatos, tanto para la infusión tradicional (yerba mate con o sin palo), como de productos con hierbas (yerba mate compuesta) y saborizadas. Su característica distintiva es la integración de los principales eslabones del ámbito privado, adquiriendo de modo indisoluble la calidad de productores, secadores, molineros y al final proveedores de acreditadas marcas de yerba mate elaborada y envasada que lideran el mercado consumidor regional y nacional. La innovación tecnológica permanente y el alto grado de desarrollo de productos como el mate cocido en saquitos, el Mate Listo ® con su botella térmica, productos saborizados, instantáneos, segmentación del mercado por cualidades organolépticas, líneas de yerba mate premium, etc. permiten afirmar que las industrias de la Provincia se encuentran a la vanguardia del desarrollo de tecnología de procesos, situación ésta que ha permitido a algunas de ellas obtener Certificaciones de Calidad (BPM, sello Alimentos Argentinos) y el Aseguramiento de la Calidad Alimentaria (HACCP) tanto para el mercado interno como para el externo.

Comercialización de yerba mate elaborada Tipo de producto comercializado Es destacable que en su mayor proporción las empresas radicadas en Corrientes comercializan sus productos con el mayor valor agregado, es decir en presentaciones aptas para el consumo y varias de ellas se hacen cargo incluso de la distribución mayorista y minorista.

Cantidad de marcas en el mercado Las industrias radicadas en la Provincia comercializan la yerba mate elaborada a través de más de 15 marcas, con presentaciones en todos los formatos, tanto para la infusión tradicional (yerba mate con y sin palo), como de productos con hierbas (yerba mate compuesta) y saborizadas. Algunos tipos como para detallar: • Y.M. Premium • Y.M. cosecha Especial • Y.M. con palo • Y.M. de Campo • Y.M. sin palo • Y.M. Barbacuá • Y.M. especial tereré 28


Capítulo 3

SISTEMÁTICA Y MORFOLOGÍA De su identidad, sus aspectos externos y algunos más íntimos Medina, Ricardo Daniel , Burgos, Angela María (ex aequo). Cátedra de Cultivos III, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Nordeste (FCA-UNNE). 1 Ingeniero Agrónomo, Doctor de la UNNE en el Área de Recursos Naturales, FCA-UNNE. Investigador Asistente, Instituto de Botánica del Nordeste (Universidad Nacional del Nordeste – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). 2 Ingeniera Agrónoma, Magister en Producción Vegetal, FCA-UNNE. 1

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Sistemática La planta de yerba mate (Ilex paraguariensis A. St. Hil.) se conoció en Europa desde principios del siglo XIX y fue clasificada taxonómicamente entre 1818-1820 como Ilex theaezans Bonpl. ex Miers por Aimé Goujaud (médico y naturalista francés cuyo pseudónimo fue Amado Bonpland). Años más tarde (1823), el botánico francés Augustin de Saint Hilaire la describió definitivamente como Ilex paraguariensis (Giberti, 2011). El nombre genérico Ilex es una palabra griega que significa árbol espinoso, haciendo alusión a la hoja con margen espinoso de la especie tipo de la familia Aquifoliaceae, que es I. aquifolium L. o comúnmente conocido como acebo o muérdago de Navidad; por otra parte el epíteto específico paraguariensis es un gentilicio latinizado que hace referencia a su procedencia geográfica (i.e.: paraguayo) y que era utilizado por los antiguos historiadores españoles para denominar a las personas oriundas de Paraguay (Giberti, 1994). Tal denominación prevaleció sobre otras, las cuales pasaron a ser sinónimos, tales como Ilex mate A. St. Hil., I. curitibensis Miers, I. domestica Reissek, I. sorbilis Reissek, I. theaezans Bonpl. ex Miers (Giberti, 1994, 2008). De acuerdo a la clasificación propuesta por Angiosperm Phylogeny Group IV (Stevens, 2001 onwards), la yerba mate (Ilex paraguariensis) pertenece actualmente al clado Eudicotyledoneae, gran grupo Gunneridae (o Núcleo de las Eudicotiledóneas), clado Asteridae, clado Campanulidae, orden Aquifoliales, Familia Aquifoliaceae. Considerando sus caracteres diagnósticos, en la actualidad se sabe que, en casi todos los representantes de la familia, los sépalos están soldados y que conforman un cáliz que persiste en el fruto maduro. La corola está integrada por pétalos casi siempre soldados y de prefloración imbricada (Raven y Weyers, 2001). Generalmente los pétalos también están soldados entre sí a nivel basal (Loizeau, 1994), formando una corola la cual se desprende completamente después de la antesis junto al androceo adnato. No obstante, los limbos de los pétalos a veces parecen estar bien separados, razón por la cual antiguamente en algunos tratamientos sistemáticos de principios del siglo XX (Engler y Diels, 1936) se mencionaba la condición dialipétala para el género Ilex y por lo tanto era considerada Archichlamydeae por el sistema Engler-Diels. Según la bibliografía, la familia Aquifoliaceae se encuentra en la Argentina representada por 7 especies de Ilex, entre ellas I. affinis Gardner, I. argentina Lillo, I. brasiliensis Loes., I. brevicuspis Reissek, I. dumosa Reissek var. guaranina Loes., I. paraguariensis var. paraguariensis; I. theezans Mart. ex Reissek (Giberti, 1994, 1998, 2008; Keller y Giberti, 2011).

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Cap. 3: Sistemática y morfología

Morfología La familia Aquifoliaceae Bercht. & J. Presl descripta en 1825 comprende individuos de hábito arbóreo, arbustivo o voluble (raro lianas), habitualmente perennes, infrecuentemente deciduos, en general dioicos. Posee estípulas pequeñas, frecuentemente caducas. Hojas alternas, raramente opuestas o sub-opuestas, simples, raramente pubescentes (en ese caso con pelos simples y unicelulares), ocurriendo heterofilia en algunas especies, láminas a veces con puntuaciones o pequeñas verrugas suberosas (consistencia corchosa) en la cara abaxial, márgenes enteros, aserrados a espinosos Inflorescencias en general axilares de hojas normales (nomófilos), en ramas de la última brotación o de anteriores períodos de crecimiento; o solitarias en las axilas de brácteas dispuestas en la base de ramitas jóvenes, en tirsos, racimos, fascículos corimboides, dicasios o ejes unifloros. Brácteas y bractéolas de las inflorescencias por lo común diminutas, triangular-lanceoladas. Flores: actinomorfas, unisexuales (raro perfectas), frecuentemente 4-6 (-23)meras; sépalos valvados mas o menos fusionados en la base, que pueden ser glabros o pubescentes y cuyo margen puede ser ciliado o no; pétalos imbricados 1-10 mm de largo, frecuentemente blancos o crema, raramente verdes, amarillos, rosas, violetas, rojos o color chocolate, base usualmente fusionada formando un tubo hasta un poco más de la mitad de la longitud de la corola, menos frecuentemente libres; estambres alternipétalos, anteras introrsas, ovoides o elipsoides; estaminodios más pequeños con anteras estériles comprimidas, presentes en flores pistiladas; gineceo gamocárpico, ovario súpero subgloboso a lageniforme, 1 lóculo por carpelo, estilo terminal, usualmente corto o ausente, estigma pronunciado, pistilodio cónico a subgloboso, sin estigma, presentes en flores estaminadas; placentación axilar apical, óvulos usualmente 1 por lóculo, a veces 2. Fruto drupáceo (nuculanio), con cáliz y estigma persistentes, globoso; con 4 (6) pirenos. Pirenos (propágulos formados por porciones del endocarpo y una o dos semillas) subtrígonos, dorsalmente convexos, carenados. Semillas pequeñas con endosperma abundante (Giberti, 1994a; Giberti, 1994b; Giberti & Gurni, 2008). Se consideran caracteres diagnósticos de la familia Aquifoliaceae su hábito arbóreo o arbustivo, hojas simples de filotaxis alterna distribuidas en espiral o excepcionalmente opuestas, flores unisexuales con estaminodios presentes en flores pistiladas y pistilodios presentes en flores estaminadas y frutos carnosos con endocarpo leñoso que usualmente contienen de 1 a 6 pirenos (Giberti, 1994; Laboratorio de Sistemática de Plantas Vasculares, 2017). La yerba mate (I. paraguariensis) es una especie diclino dioica, diploide (2n = 2x = 40), arbórea o más raramente arbustiva, cuyo hábitat natural lo constituye el sotobosque (Niklas, 1987; Andrés y Saura, 1945; Eibl et al., 2000). Crece espontáneamente en el sur de Brasil, nordeste de Argentina, este de Paraguay y en algunos departamentos de Uruguay (Giberti, 1997; Coelho et al., 2002). Es cultivada en el nordeste de Argentina, el sudeste de Brasil y todo el Paraguay. Las hojas de más de 60 especies de Ilex son utilizadas en la fabricación de bebidas. La más conocida es el mate, una infusión 39


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

elaborados con yerba mate según las condiciones y estándares de calidad que fije la reglamentación, el cual mediante acta pertinente los sectores deberán respetar. Posee un área técnica encargada de desarrollar distintos programas de interés que faciliten herramientas al sector, para su mejora y competitividad, nombrando alguna de ellas: • Programa Regional de Asistencia al Sector Yerbatero (PRASY). • Proyectos de investigación en Yerba Mate y salud. • Proyectos de investigación en procesos industriales. • Sistema de Información geográfico para la Yerba Mate – Inventario de Plantaciones. • Jornadas de capacitación para productores. • Becas de estudio para alumnos del nivel secundario y universitario, hijos de pequeños productores yerbateros. • Mejoramiento de cosecha. • Registro de viveros de Yerba Mate. • Otros. Cabe señalar que estos estos programas están encuadrados bajo los lineamientos consensuados en el Marco del Plan Estratégico conjunto para el Sector Yerbatero (20122028) de ambas Provincias productoras.

Indicación geográfica Luego de varios documentos elaborados por el sector, finalmente se consiguió el certificado correspondiente de la “Indicación Geográfica (IG) para la Yerba Mate Argentina”, los cuales serán otorgados por la Subsecretaría de Alimentos y Bebidas, dependiente de la Secretaría de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria de la Nación. A través de este sello (Fig. 2) que podrá llevar cada paquete de yerba mate, se brinda protección legal y registro a una infusión nacida en nuestro territorio, cuyo consumo está arraigado en la vida diaria y en los hábitos de millones de personas de todos los niveles socio-económicos y residentes de los puntos más recónditos del país. Garantiza una calidad vinculada con el origen geográfico del producto y posibilita a los consumidores el acceso a una mejor información sobre los elementos que influyen en su diferenciación. Es sumamente importante destacar, que estudios indican que el 98% de los hogares argentinos consumen Yerba Mate (GEA, 2009). Resulta la infusión más consumida, seguida del té y el café. 30


Cap. 3: Sistemática y morfología

Bajo cultivo es conducido como un arbusto cuyo porte se mantiene entre los 3 y 6 m de altura por razones de practicidad (Muello, 1946; CRYM, 1971). En la Figura 1 se puede observar individuos de yerba mate con porte arbóreo, tronco prominente y aptitud forestal (Fig. 1a y 1c), o cultivado como un arbusto (Fig. 1b), también un detalle de su corteza gris-cenicienta (Fig. 1d) y de una tabla obtenida del aserrado de su tronco (Fig. 1e), la cual es considerada como una madera blanda. El cultivo de la yerba mate comienza con la producción de plantines que comercialmente es llevada a cabo mediante la propagación sexual como método más difundido. Las plántulas derivan de la germinación de semillas contenidas en pirenos. La germinación de esta especie se caracteriza por ser fanerocotilar (i.e. cuando los cotiledones emergen del episperma, testa o cubierta seminal) según Duke (1969), epígea (i.e. cuando el hipocótilo eleva los cotiledones por encima del suelo o sustrato) y foliácea (i.e. cuando los cotiledones tienen aspecto de hojas verdaderas o nomófilos). En la Figura 2 se puede observar las etapas de la germinación de la yerba mate, algunas características distintivas de la plántula y su apariencia normal o cuando es afectada por damping-off.

Figura 2: Etapas de la de germinación de la yerba mate (I. paraguariensis) y aspecto de plántulas normales o afectada por damping-off.

La plántula se identifica fácilmente por poseer cotiledones falcados y margen liso (Fig. 3a), además presenta un sistema radicular pivotante compuesto por una raíz principal acompañada de raíces secundarias. A los 4 meses de edad, las plántulas exhiben 4 a 6 hojas normales o nomófilos de margen dentado (Fig. 3b) y tradicionalmente este es el estado en que la muda se considera apta para su trasplante (Prat Kricun, 1993). 41


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Actualmente en algunos viveros adelantan su transferencia o repique en el estado de plántula con cotiledones desplegados (Fig. 3b) obteniendo resultados exitosos (Martin Conti com. pers.). En la Figura 3 se pueden observar plántulas emergidas (Fig. 3a) y plántulas descalzadas del sustrato (Fig. 3b).

Figura 3: Morfología de la plántula de yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: plántulas emergidas; b: plántulas descalzadas del sustrato. Foto de la izquierda gentileza de la Ing. Agr. Belén Kettler (2016).

La raíz de una planta de yerba mate derivada de la germinación de una semilla es de tipo pivotante y color marrón, con raíces secundarias que se insinúan en el mismo sentido (Fig. 2) (CRYM, 1971). Las raíces derivadas del enraizamiento adventicio de una estaca caulinar plurinodal de yerba mate provista de hojas, se distribuyen formando un sistema homorrizo (Fig. 4). Tarragó et al. (2005) han demostrado que la retención de las hojas de la estaca caulinar usada en la propagación es esencial para el enraizamiento y que la posición de las hojas retenidas guarda relación con el sitio de diferenciación de primordios radicales. El lugar de la emisión de raíces coincide con el mismo ortóstico de la hoja retenida. El incremento del número de hojas de la estaca caulinar propicia la diferenciación y distribución radial de las raíces, así como la inmersión de las estacas caulinares unifoliadas en 30 µM de quercetina por 12 h previo al tratamiento de enraizamiento (Caso y Dotta, 1997). 42

Figura 4: Sistema radical adventicio de un vástago plurinodal unifoliado de yerba mate (I. paraguariensis). Referencia: Foto extraída de Tarragó et al. (2005).


Cap. 3: Sistemática y morfología

El tallo principal maduro o tronco posee una corteza lisa de color grisáceo o ceniciento, con ramas alternas, divergentes y de diferentes grosores según su edad, cuyo número varía si la planta se ha desarrollado como un árbol o como un arbusto (Muello, 1946). En cultivo, las plantas de yerba mate como son sometidas a sucesivas podas de formación y cosecha, modifica su porte arbóreo derivando en un arbusto con tronco corto y que ramifica a escasa altura del suelo. Además el manejo de las podas amplía la copa con el fin de aumentar la luminosidad en su interior, incrementar la ramificación y facilitar el acceso y la labor del tarefero (CRYM, 1971). El tallo principal y sus ramificaciones secundarias constituyen el esqueleto fundamental de una planta en producción, en adelante, las ramas terciarias y subsidiarias se convierten en las ramas cargadoras de la producción o las ramas objeto de la cosecha. Se define rama como una porción de tallo con hojas, derivada de la brotación de una yema axilar. Desde un punto de vista cronológico y grado de lignificación se pueden diferenciar ramas jóvenes, las cuales son angulosas, glabras o raramente algo pubescentes (Fig. 5a) y ramas adultas, las cuales son cilíndricas debido al crecimiento secundario que experimentan durante su ontogenia y cuya corteza es pardo-oscura, pardo-rojiza o pardo grisácea (Fig 5b) con lenticelas poco notables (Giberti, 1979). La ramificación vegetativa se caracteriza por producir ramas con entrenudos largos y de crecimiento indefinido o macroblastos y la ramificación reproductiva conduce a la formación de ramas con entrenudos cortos con crecimiento definido o braquiblastos, ambos tipos de ramas se presentan en pies masculinos y femeninos (Fig. 6).

Figura 5: Tipos de ramas de yerba mate (I. paraguariensis) desde el punto de vista cronológico y grado de lignificación. Referencias: a: ramas jóvenes; b: ramas adultas. Flechas blancas indican hojas jóvenes lustrosas, cuyo brillo se debe a la presencia de secreciones producidas por coléteres. 43


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Figura 6: Ramificación vegetativa (macroblastos) y reproductiva (braquiblastos) de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: tipos de ramas en pie masculino; b: tipos de ramas en pie femenino.

Desde el punto de vista agronómico es oportuno clasificar los diferentes tipos de ramas que se pueden discriminar en una planta de yerba mate en producción. Las virutas constituyen ramas juveniles dominadas que por lo general emergen en partes internas de la copa y que por su escasa lignificación pueden ser cosechadas con la mano, sin producir heridas de consideración en las ramas de donde provenían. Las melenas son ramas cuya proyección plagiotrópica tienen la función de ampliar el canopeo en sentido perpendicular al eje longitudinal de la copa, colonizando el entrelíneo o el espacio entre plantas y cuya lignificación hace que sea necesario el uso de herramientas de corte para su cosecha. Las ramas banderas son ramas maduras, frondosas y dominantes, con diámetro basal mayor a 2 cm, corteza grisácea, crecimiento ortotrópico y cuya vigorosidad hacen que se proyecten en la parte superior del canopeo, asemejándose el follaje a banderas enarboladas en mástiles. Estas ramas son las de mayor aporte de material de cosecha y cuyo grado de lignificación y dureza implican indefectiblemente el uso de herramientas de corte adecuadas (i.e. tijera bien afilada, tijera electrónica o serrucho). También existe un tipo de rama conocida como banderillas, que son las que originarán las ramas banderas en la campaña siguiente y que se caracterizan por tener menor diámetro, una corteza verdosa y que emergen en gran número a partir de las yemas axilares de una rama bandera cosechada con aumento (es decir dejando un puño de distancia de aproximadamente 12-15 cm desde el sitio de emergencia de la rama hasta el corte o entre el corte de la campaña anterior y la actual). En la Figura 7 se ilustran los tipos de ramas descriptos desde un punto de vista agronómico y cuya identificación es útil para el momento de la realización de las prácticas de poda y cosecha de la yerba mate. 44


Cap. 3: Sistemática y morfología

Figura 7: Tipos de ramas de yerba mate (I. paraguariensis) desde el punto de vista técnico, considerando aspectos morfológicos y topofísicos o posicionales, grado de lignificación y dirección principal de su crecimiento. 45


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El tallo y las hojas, que componen una rama, son los principales órganos de cosecha de la yerba mate (Fig. 8a), por ello es importante conocer en detalle los atributos que de alguna manera impactan sobre su productividad o la calidad organoléptica del producto comercial. Las hojas de yerba mate son persistentes y pueden perdurar en la planta no cosechada unos tres años. Las hojas son simples, alternas (Fig. 8a) y coriáceas, de (20) 60-110 (240) mm x (10) 25-45 (80) mm cuya relación longitud/latitud oscila entre 1,5 y 3,6; limbo obovado (i.e. lámina foliar con forma de huevo invertido) (Fig. 8d y e), a veces también oblanceolado o elíptico, nunca ovado, cortamente pecioladas, pecíolo

Figura 8: Morfología del tallo y las hojas de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: órganos de cosecha; b: detalle del pecíolo; c: detalle del nudo caulinar extraído de Giberti (1979); d: detalle de la cara adaxial de la hoja; e: detalle de la cara abaxial de la hoja; f: cara adaxial de la hoja vista con microscopio electrónico de barrido (MEB) develando una cutícula gruesa; g: cara abaxial de la hoja y detalle ampliado de la superficie foliar visto con MEB, en donde se observan abundantes ostíolos pequeños de estomas típicos y escasos ostíolos más grandes de estomas gigantes indicados con asteriscos blancos. 46


Cap. 3: Sistemática y morfología

de (2) 5-10 (20) mm, a veces giboso en la base (Fig. 8b) inserto en un nudo que posee una yema axilar y escoltado por 2 estípulas triangulares-subuladas, glabras, menores de 1 mm (Fig. 8c). La lámina foliar presenta margen regularmente aserrado, crenado o dentado, inerme (i.e. sin espinas a diferencia de la especie tipo, I. aquifolium) y revoluto, glabro y raramente apenas pubescente en la vena media de la cara abaxial; base aguda, largamente aguda o cuneada, decurrente, y ápice obtuso-retuso, zona apical plana cerca de la nervadura media. Limbo de color oliváceo-verde o castaño-verde en la cara adaxial (Fig. 8d), más pálido en la cara abaxial con nervaduras algo sobresalientes a prominentes (Fig. 8e). Venación pinnada, camptódroma–broquidódroma (venas secundarias que se unen en una serie de arcos antes de llegar al margen) (Fig. 8d y e). Vena primaria de recorrido derecho no ramificado y tamaño moderado (1,5 %). Venas secundarias con ángulo de divergencia variando irregularmente, de agudo moderado a ancho (45° a 80°). Las mismas se bifurcan antes de llegar al margen y se unen a secundarias superadyacentes en ángulo que varía de agudo a recto, dejando un espacio irregular entre las venas secundarias. Se observan también venas secundarias decurrentes (Muello, 1946; CRYM, 1971; Giberti, 1994; Gallac et al., 2016). Gonzalez y Tarragó (2009) describieron para 9 especies de Ilex, incluida la yerba mate, la presencia de coléteres. De acuerdo a este estudio, los coléteres observados en yerba mate son siempre solitarios y situados en partes jóvenes de la planta en tres lugares diferentes: en la zona nodal (unión del pecíolo con el tallo) reemplazando las estípulas; en las ondulaciones o dientes del margen foliar y en los márgenes de la bráctea floral, en la unión con el pedicelo. Los coléteres son estructuras secretoras externas, caracterizadas por la producción de una sustancia viscosa que cubre, protege y lubrica el brote y las hojas jóvenes de la planta, dándoles aspecto lustroso como se puede observar en la Figura 5a. En relación a esta característica, Gonzalez y Tarragó (2009) sugieren que las secreciones de los coléteres presentes en estas especies podrían estar relacionadas a funciones de protección de las yemas y defensa contra fitopatógenos o insectos.Ya a comienzos del siglo XX, Villiers et al. (1909), proponen que el conocimiento de las características anatómicas de una muestra de yerba mate permitirá la comprobación de la genuinidad, pureza o falsificación de su producto con órganos de otras especies vegetales. Actualmente los consumidores están mostrando un mayor grado de exigencia en cuanto a las características del producto adquirido, especialmente en lo referente a la calidad composicional y a la genuinidad de la yerba mate. Por ello es oportuno mencionar, destacar y revalorizar los resultados de estudios que tuvieron como objetivo caracterizar el producto a nivel microscópico y de esta manera tener herramientas para evitar o descartar adulteraciones. La epidermis foliar de la yerba mate presenta una cutícula gruesa y ornamentada en la cara adaxial (Fig. 8f), con células epidérmicas de contornos rectos a diferencia de la cara abaxial que contiene células epidérmicas de contornos levemente ondulados. En ambas caras se encuentran tricomas eglandulares unicelulares. Las hojas son hipostomáticas (Fig. 8g) y tiene 4 tipos de estomas típicos o de tamaño normal: anomocíticos (38,7%), ciclocíticos (14,8%), actinocíticos (18,1%) y tetracíticos (28,4%) (Luna et al., 2017). Además, posee estomas gigantes (Giberti, 1979), estomas tipo-D (Luna et al., 2017) e incluso considerados hidátodos (Spegazzini et al., 2002), los cuales son marcadamente más grandes que los estomas típicos. La presencia de este tipo de estomas o hidátodos ha sido confirmada 47


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para yerba mate, Ilex dumosa var. dumosa, I. dumosa var. guaranina, I. theezans, I. argentina excepto para I. brevicuspis (Spegazzini et al., 2002). En la Figura 8g nótese un detalle de la epidermis abaxial logrado con microscopio electrónico de barrido en donde se observan orificios de dos tamaños, entre ellos aquellos considerados como estomas típicos con ostíolos pequeños y por otra parte los estomas gigantes sobreelevados con ostíolos más grandes. En la epidermis de la cara abaxial también se presentan verrugas suberosas (Gallac et al., 2016). Estas verrugas se reportaron dispersas sobre la epidermis inferior de la hoja madura de Ilex crenata Thunb. y se interpretaron como formaciones en respuestas al deterioro de los estomas gigantes o tipo-D (Korn y Frederick, 1973). Según Korn y Frederick (1973), los estomas gigantes son escasos, son grandes, se presentan temprano durante el desarrollo, y son de corta duración en comparación con los estomas típicos. En la sección transversal, la hoja de yerba mate a nivel de la nervadura media presenta una estructura dorsiventral del mesófilo. En la cara adaxial denota una cutícula gruesa y ornamentada, epidermis uniestratificada, interrumpida por células donde se producen divisiones periclinales y en las que aparece contenido mucilaginoso. El mesófilo exhibe parénquima en empalizada de hasta tres capas de células y párenquima esponjoso con células braciformes. También es posible encontrar drusas (cristales de oxalato de calcio) en las células del mesófilo. El sistema vascular de la nervadura principal presenta un hacecillo perixilemático o anfivasal rodeado por una vaina completa con fibras esclerenquimáticas. En la cara abaxial, la epidermis es uniestratificada con una cutícula gruesa interrumpida por estomas típicos y gigantes (Spegazzini et al., 2002). Los caracteres relevados permiten la identificación de pequeños fragmentos, y aún de la fracción pulverulenta del producto comercial expendido como yerba mate elaborada.

Figura 9: Fenología reproductiva de la yerba mate. Extraído de Pires et al. (2014), cuyos datos proceden de la localidad de Nascentes, Urapema, estado de Santa Catarina, Brasil. 48


Cap. 3: Sistemática y morfología

La floración de la yerba mate se produce en la primavera entre los meses de octubre a noviembre, e incluso hay autores que mencionan que produce flores hasta diciembre (Muello, 1946; CRYM, 1971) (Fig. 9). Los ejemplares son diclino dioicos, por lo tanto, poseen flores unisexuales formando una inflorescencia denominada fascículo corimboide en ramas de la última brotación o en ramas más antiguas en las axilas de nomófilos (Fig. 10). En la Figura 10

Figura 10: Ilustración botánica de la yerba mate (I. paraguariensis), adaptada de Köhler (1897). Referencias: a: ramas floríferas femenina; b: rama florífera masculina; c: rama fructífera; d y d’: flor estaminada y detalle en corte longitudinal; e y e’: flor pistilada y detalle en corte longitudinal; f, f’ y f’’: frutos de la yerba mate en vista superficial, corte longitudinal y transversal, respectivamente. 49


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se puede observar una de las primeras ilustraciones botánicas de la yerba mate que data del año 1897, la que fue publicada en una guía alemana de plantas medicinales. En la lámina se pueden apreciar las ramas floríferas femeninas y masculinas, rama fructífera y detalles de las flores estaminadas, pistiladas y frutos de la yerba mate. Los fascículos corimboides poseen flores, generalmente dispuestas en dicasios, brácteas triangular-lanceoladas de ca. 1 mm de longitud, pedúnculos de (1) 2-7 (13) mm de largo, generalmente glabros y bractéolas pequeñas. En individuos con flores estaminadas (pies masculinos), los fascículos corimboides están compuestos por 3-11 dicasios, 3-7 (11)- floros, raramente por ejes unifloros, cuyas flores tienen corola grande de hasta 7 mm de diámetro, formando un braquiblasto (Fig. 6 y Fig. 11a). En individuos con flores pistiladas (pies femeninos), la inflorescencia predominante son los fascículos corimboides de 3-11 ejes, unifloros y/o dicasios 3 (7)-floros, (raramente dicasios 3-floros solitarios) también formando un braquiblasto (Fig. 12 a,c) (Giberti, 1994a). En ambos pies, pueden observarse a veces flores solitarias en axilas de brácteas dispuestas en la base de ramitas jóvenes (Giberti, 1994b). Las flores son tetrámeras a pentámeras, con cáliz de 2-3 (4mm) de diámetro, sépalos suborbiculares u ovados, de borde no ciliado, de ca. 1 mm x 1 mm, corola blanca de (5) 6-7 mm de diámetro, pétalos obovados u obovado-elípticos de ± 3 mm x 2 mm. Las flores estaminadas poseen estambres alternipétalos en igual cantidad que los pétalos (Fig. 11b-c) y son de 3 mm (filamentos de hasta 2 mm y anteras 1-2 mm) y en el centro presentan un pistilodio o rudimento del gineceo subgloboso, inconspicuamente lobulado, no rostrado de aproximadamente 1 mm de diámetro (Fig. 11c). Los granos de polen se clasifican como tricolporados gemados (Pire et al., 2004) (ver detalle en Fig. 11c). Las flores pistiladas poseen estaminodios o estambres infértiles de 2 (3) mm, con anteras estériles cordado-sagitadas de ± 1 mm (Fig. 12c), un ovario súpero tetralocular subgloboso u ovoide de aproximadamente 3 mm de altura y 2 mm de

Figura 11: Inflorescencia masculina y flores estaminadas de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: fascículo corimboide masculino; b: flor estaminada con anteras fértiles; c: detalles de la flor estaminada, extraído de Giberti (1979). 50


Cap. 3: Sistemática y morfología

Figura 12: Inflorescencia femenina y flores pistiladas de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: fascículo corimboide femenino; b: flor pistilada con estaminodios; c: detalles de la flor pistilada, extraído de Giberti (1979).

diámetro muy inconspicuamente lobulado y estigma sésil (Fig. 12a-b), presentando uno o dos óvulos anátropos por lóculo. En relación a esto, Copeland (1963), notó la presencia excepcional de un segundo óvulo abortado en un mismo lóculo en otras especies de Ilex, como así también dos células arquesporiales por óvulo. Para profundizar detalles de la embriología de la yerba mate revisar la obra de Niklas (1987). La polinización es entomófila y los visitantes más frecuentes son del orden Coleoptera, Diptera e Hymenoptera e infrecuente Lepidoptera (Pires et al., 2014). Después de la fecundación, se cae la corola de las flores pistiladas y se comienzan a desarrollar frutos carnosos del tipo nuculanio con cáliz y estigma persistentes (Fig. 12c), globoso o elíptico de 5-7 mm de diámetro, al principio de color verdoso, luego variegado rojizo (o pintón), volviéndose violáceo-oscuro a negro violáceo a la madurez, de aspecto rugoso cuando seco, conviviendo diferentes estados de madurez de los frutos en una misma inflorescencia (Fig. 13; Fig. 14a). Algunos autores datan la maduración de los frutos de enero a marzo, otros de febrero a abril y algunos lo extienden hasta junio, variando con la latitud, clima y otros factores que alteren el desarrollo de los mismos (Muello, 1946; Hernández Bermejo y León, 1992; Prat Kricun, 1993; Pires et al., 2014). En la Figura 9 se pueden observar las variaciones temporales de las distintas etapas de la floración y la fructificación de yerba mate, en particular, desde la aparición de los botones florales, antesis y la maduración de los frutos. La diseminación de la especie es endozoica por aves (Hernández Bermejo y León, 1992).

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 13: Morfología y ontogenia de la maduración de los frutos de la yerba mate (I. paraguariensis). Barras = 1 cm.

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Cap. 3: Sistemática y morfología

Figura 14: Morfología de frutos y pirenos de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: rama fructífera con nuculanios en distinto grado de maduración; b: pirenos; c: detalle de las tres caras del pireno; d: pireno lleno y vano; e: pirenos unidos sin hollejo, es decir desprovistos del exo y mesocarpo carnoso; f: esquema de un pireno en corte longitudinal mostrando una semilla en su interior y un embrión cigótico rudimentario o inmaduro.

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Cada nuculanio contiene generalmente 4 pirenos (Fig. 14e), dispuestos como segmentos o gajos de naranja de 3,5 mm x 2 mm o 4 mm x 3 mm de color amarillo pálido, lisos o dorsalmente o lateralmente surcados y ventralmente carenados (Fig. 14cd). Los pirenos son las unidades de dispersión de la familia (Fig. 14b-f) y constituyen propágulos formados por porciones del endocarpo leñoso y una semilla (i.e. pireno uniseminado, Fig. 14f y Fig. 15a), rarísimo biseminados (Fig. 15b) (Giberti, 1979). Las semillas de yerba mate son endospermadas. De acuerdo a Mariath et al. (1997), el endosperma de las semillas de yerba mate es del tipo celular de acuerdo a la clasificación de Di Fulvio (1983). Al inicio del desarrollo las células del endosperma presenta almidón como compuesto de reserva para ser posteriormente sustituido por reservas lipoproteicas a la madurez (Heusser et al., 1993). Estas semillas poseen un embrión rudimentario, incluso en estado globular (Fig. 15c) aún en muchos casos presentándose los frutos externamente maduros, lo que determina un largo período de germinación desde el momento de la siembra (Hernández Bermejo y León, 1992). A este fenómeno caracterizado por presentar diferentes grados de maduración del embrión cigótico al momento de que los frutos están maduros lo han denominado embriogénesis

Figura 15: Morfología de pirenos y semillas de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: pireno uniseminado; b: pireno biseminado, ambos extraídos de Niklas (1987); c: pireno cortado revelando una semilla en su interior con un embrión cigótico en estado globular, gentileza de la Dra. Natalia Dolce.

tardía (Heuser et al., 1993). Se ha determinado que cuando el fruto está totalmente maduro los embriones cigóticos se encuentran en diferentes estados, en su gran mayoría inmaduros (2,6% en estado globular (Fig. 15c); 70,24% en estado corazón; 23,3% en estado postcorazón y 2,62% en estado torpedo) y sólo el 0,96% en estado cotiledonar o maduro (Niklas, 1987). Estos embriones continúan evolucionando dentro de la semilla aún cuando las mismas se encuentran en condiciones de germinar (ya sembradas) y por ello un lote puede tener una germinación que transcurre entre los 60 a 360 días. Las semillas de yerba mate aparentemente no solo presentan el problema de la inmadurez de los embriones cigóticos para germinar eficientemente. Souza Medeiros (2001) ha sugerido que la causa de la dormancia de las semillas de yerba mate se debe a 54


Cap. 3: Sistemática y morfología

una combinación de razones, adicionándose al inconveniente de la embriogénesis tardía, la diferenciación de un endocarpo leñoso y la producción de compuestos fenólicos que podrían interferir en el desarrollo de los embriones. Finalmente, Urfer et al. (2006) teniendo en cuenta distintos parámetros morfofisiológicos en donde se consideraron grado de ramificación secundaria, la plagiotropía de las ramas, número de hojas en 20 cm desde el brote, presencia de pigmentos rojos en brotes, tamaño, color, brillo y aspecto de hojas y tamaño de pirenos, pudieron identificar hasta 7 morfotipos en las plantaciones de yerba mate, destacando su importancia para llevar adelante programas de mejoramiento genético del cultivo y la necesidad de correlacionarlos con caracteres de calidad del producto final. El conocimiento de la morfología y la anatomía de la yerba mate contribuirán de manera sustancial al establecimiento de prácticas racionales de manejo del cultivo o su optimización, así como a la certificación de la genuinidad del producto elaborado. Ambos autores deseamos dedicar este Capítulo a nuestro Profesor de Cultivos III de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Ingeniero Agrónomo Pedro Jorge Cenóz, ex Docente-Investigador de la mencionada Casa de Altos Estudios, quien con sapiencia, sabiduría, generosidad y paciencia nos ha involucrado no sólo en la actividad científica sino también en el ámbito educativo universitario, enseñándonos día a día con la acción, la labor profesional con fundamentos éticos y humanitarios.

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Cap. 3: Sistemática y morfología

Figura 7: Tipos de ramas de yerba mate (I. paraguariensis) desde el punto de vista técnico, considerando aspectos morfológicos y topofísicos o posicionales, grado de lignificación y dirección principal de su crecimiento. 45


Cap. 3: Sistemática y morfología

2, Dicotyledoneae: Acanthaceae – Fabaceae (Abarema – Schizolobium). Monographs in Systematic Botany from the Missouri Botanical Garden 107: 1143-1146. -Giberti, G.C. & A.A. Gurni. 2008. Anatomía floral comparada de once especies sudamericanas de Ilex L. (Aquifoliaceae) relacionadas con la yerba mate. Dominguezia 24 (2): 77-94. -Giberti, G.C. 2011. La “yerba mate” (Ilex paraguariensis, Aquifoliaceae) en tempranos escritos rioplatenses de Bonpland y su real distribución geográfica en Sudamérica austral. Bonplandia 20 (2): 203-212. -Gonzalez, A.M. & J.R. Tarragó. 2009. Anatomical structure and secretion compounds of colleters in nine Ilex species (Aquifoliaceae) from southern South America. Botanical Journal of the Linnean Society 160: 197–210. -Heck C.I. & E.G. De Mejia. 2007. Yerba mate tea (Ilex paraguariensis): a comprehensive review on chemistry, health implications, and technological considerations. Journal of Food Science 72:138-151. -Heuser, E.D., Ferreira, A.G. & J.E.A. Mariath. 1993. Ilex paraguariensis (Aquifoliaceae). Endosperma e embrião durante a embriogênese tardia. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 29 (1-2): 39-48. -Hernández Bermejo, J.E. & J. León. 1992. Cultivos marginados otra perspectiva de 1492. FAO, Italia, p. 245-252. -Keller, H.A. & G.C. Giberti. 2011. Primer registro para la flora argentina de Ilex affinis (Aquifoliaceae), sustituto de la “yerba mate”. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 46 (1-2): 187-194. -Köhler, H.A. 1897. Ilex paraguariensis A.St. Hil. Descripción e Ilustración Nº 60. En: Köhler, F. E. (Ed.), Köhler’s Medizinal-Pflanzen in naturgetreuen Abbildungen mit kurz erläuterndem Texte. Atlas zur Pharmacopoea germanica, austriaca, belgica, danica, helvetica, hungarica, rossica, suecica, neerlandica, british pharmacopoeia, zum Codex medicamentarius, sowie zur Pharmacopoeia of the United States of Amerika. Volumen 3. Gera-Untermhaus, Alemania, p. 107-110. -Korn, R. & G. Frederick. 1973. Development of D-type stomata in the leaves of Ilex crenata var. convexa. Annals of Botany 37: 647-656. -Laboratorio de Sistemática de Plantas Vasculares. 2017. Aquifoliaceae Bercht. & J. Presl. Website del curso de Sistemática de Plantas Vasculares de la Facultad de Ciencias, Universidad de la República, Uruguay. http://www.thecompositaehut .com/www_tch/webcurso_spv/familias_pv/aquifoliaceae. html. Fecha de última consulta: 30/06/2017 -Loizeau, P.A. 1994. Les Aquifoliaceae péruviennes (Eléments pour une révision des Aquifoliaceae néotropicales). Boissiera 48. -Luna, C.V., Gonzalez, A.M., Mroginski, L.A. & P.A. Sansberro. 2017. Anatomical and histological features of Ilex paraguariensis leaves under different in vitro shoot culture systems. Plant Cell, Tissue and Organ Culture 129: 457-467. -Mariath, J.E. de A., Santos, R.P. & E.D. Heuser. 1997. Biologia reprodutiva da ervamate. En: Anais Congresso Sul Americano da Erva-Mate, 1.; Reunião Técnica do Cone Sul Sobre a Cultura da ErvaMate, 2. EMBRAPA-CNPF, 1997 Curitiba, Brasil. p. 121-132. -Muello, A.C. 1946. Yerba Mate. Su cultivo y explotación. Enciclopedia Agropecuaria Argentina. 31. Edit. Sudamericana, Bs. As. 217 p. 57


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

El tallo y las hojas, que componen una rama, son los principales órganos de cosecha de la yerba mate (Fig. 8a), por ello es importante conocer en detalle los atributos que de alguna manera impactan sobre su productividad o la calidad organoléptica del producto comercial. Las hojas de yerba mate son persistentes y pueden perdurar en la planta no cosechada unos tres años. Las hojas son simples, alternas (Fig. 8a) y coriáceas, de (20) 60-110 (240) mm x (10) 25-45 (80) mm cuya relación longitud/latitud oscila entre 1,5 y 3,6; limbo obovado (i.e. lámina foliar con forma de huevo invertido) (Fig. 8d y e), a veces también oblanceolado o elíptico, nunca ovado, cortamente pecioladas, pecíolo

Figura 8: Morfología del tallo y las hojas de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: órganos de cosecha; b: detalle del pecíolo; c: detalle del nudo caulinar extraído de Giberti (1979); d: detalle de la cara adaxial de la hoja; e: detalle de la cara abaxial de la hoja; f: cara adaxial de la hoja vista con microscopio electrónico de barrido (MEB) develando una cutícula gruesa; g: cara abaxial de la hoja y detalle ampliado de la superficie foliar visto con MEB, en donde se observan abundantes ostíolos pequeños de estomas típicos y escasos ostíolos más grandes de estomas gigantes indicados con asteriscos blancos. 46


Capítulo 4

ECOFISIOLOGÍA Acerca de los factores determinantes de los componentes del rendimiento Burgos, Angela María1 y Medina, Ricardo Daniel2 (ex aequo).

Cátedra de Cultivos III, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Nordeste (FCA-UNNE). 1 Ingeniera Agrónoma, Magister en Producción Vegetal, FCA-UNNE. 2 Ingeniero Agrónomo, Doctor de la UNNE en el Área de Recursos Naturales, FCA-UNNE. Investigador Asistente, Instituto de Botánica del Nordeste (Universidad Nacional del Nordeste – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).

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Cap. 3: Sistemática y morfología

de (2) 5-10 (20) mm, a veces giboso en la base (Fig. 8b) inserto en un nudo que posee una yema axilar y escoltado por 2 estípulas triangulares-subuladas, glabras, menores de 1 mm (Fig. 8c). La lámina foliar presenta margen regularmente aserrado, crenado o dentado, inerme (i.e. sin espinas a diferencia de la especie tipo, I. aquifolium) y revoluto, glabro y raramente apenas pubescente en la vena media de la cara abaxial; base aguda, largamente aguda o cuneada, decurrente, y ápice obtuso-retuso, zona apical plana cerca de la nervadura media. Limbo de color oliváceo-verde o castaño-verde en la cara adaxial (Fig. 8d), más pálido en la cara abaxial con nervaduras algo sobresalientes a prominentes (Fig. 8e). Venación pinnada, camptódroma–broquidódroma (venas secundarias que se unen en una serie de arcos antes de llegar al margen) (Fig. 8d y e). Vena primaria de recorrido derecho no ramificado y tamaño moderado (1,5 %). Venas secundarias con ángulo de divergencia variando irregularmente, de agudo moderado a ancho (45° a 80°). Las mismas se bifurcan antes de llegar al margen y se unen a secundarias superadyacentes en ángulo que varía de agudo a recto, dejando un espacio irregular entre las venas secundarias. Se observan también venas secundarias decurrentes (Muello, 1946; CRYM, 1971; Giberti, 1994; Gallac et al., 2016). Gonzalez y Tarragó (2009) describieron para 9 especies de Ilex, incluida la yerba mate, la presencia de coléteres. De acuerdo a este estudio, los coléteres observados en yerba mate son siempre solitarios y situados en partes jóvenes de la planta en tres lugares diferentes: en la zona nodal (unión del pecíolo con el tallo) reemplazando las estípulas; en las ondulaciones o dientes del margen foliar y en los márgenes de la bráctea floral, en la unión con el pedicelo. Los coléteres son estructuras secretoras externas, caracterizadas por la producción de una sustancia viscosa que cubre, protege y lubrica el brote y las hojas jóvenes de la planta, dándoles aspecto lustroso como se puede observar en la Figura 5a. En relación a esta característica, Gonzalez y Tarragó (2009) sugieren que las secreciones de los coléteres presentes en estas especies podrían estar relacionadas a funciones de protección de las yemas y defensa contra fitopatógenos o insectos.Ya a comienzos del siglo XX, Villiers et al. (1909), proponen que el conocimiento de las características anatómicas de una muestra de yerba mate permitirá la comprobación de la genuinidad, pureza o falsificación de su producto con órganos de otras especies vegetales. Actualmente los consumidores están mostrando un mayor grado de exigencia en cuanto a las características del producto adquirido, especialmente en lo referente a la calidad composicional y a la genuinidad de la yerba mate. Por ello es oportuno mencionar, destacar y revalorizar los resultados de estudios que tuvieron como objetivo caracterizar el producto a nivel microscópico y de esta manera tener herramientas para evitar o descartar adulteraciones. La epidermis foliar de la yerba mate presenta una cutícula gruesa y ornamentada en la cara adaxial (Fig. 8f), con células epidérmicas de contornos rectos a diferencia de la cara abaxial que contiene células epidérmicas de contornos levemente ondulados. En ambas caras se encuentran tricomas eglandulares unicelulares. Las hojas son hipostomáticas (Fig. 8g) y tiene 4 tipos de estomas típicos o de tamaño normal: anomocíticos (38,7%), ciclocíticos (14,8%), actinocíticos (18,1%) y tetracíticos (28,4%) (Luna et al., 2017). Además, posee estomas gigantes (Giberti, 1979), estomas tipo-D (Luna et al., 2017) e incluso considerados hidátodos (Spegazzini et al., 2002), los cuales son marcadamente más grandes que los estomas típicos. La presencia de este tipo de estomas o hidátodos ha sido confirmada 47


Cap. 4: Ecofisiología

germinando al cabo y hasta 360 días después de la siembra. A esto se suma el hecho de que aún proporcionando condiciones ambientales propicias en el almácigo y estando maduros los embriones, la germinación dará inicio recién 60 a 120 días después de la siembra, alcanzando su plenitud entre los 210 a 270 días (Muello, 1946; Prat Kricum, 1993). Asimismo, los plantines deberán ser rustificados antes de poder ser implantados en el lugar definitivo para garantizar su posterior sobrevivencia en el campo. El proceso de rustificación de los mismos justamente responde a la domesticación que ha sufrido la especie para poder ser cultivada bajo condiciones de campo; muy diferentes a las de su área de evolución y distribución natural que se asociaba a la protección en términos de sombra y humedad bajo el sotobosque. La susceptibilidad al estrés hídrico que manifiesta la yerba mate bajo condiciones de cultivo (Sansberro et al., 2004), probablemente se expresa frente a la alteración de su ambiente original; consecuentemente la tolerancia a este estrés es hoy un carácter a ser considerado para la selección de plantas madres.

La yerba mate, características ecofisiológicas y su asociación con los componentes del rendimiento Para un análisis de rendimientos en yerbales, debería partirse de al menos cinco puntos clave que incidirán sobre el mismo: 1- el origen de las plantaciones 2- la edad de las plantaciones. 3- las acciones hormonales. 4- el ambiente. 5- las densidades de plantación y perfiles tecnológicos para el manejo de los yerbales. De estos cinco temas, los tres primeros se asocian a caracteres intrínsecos del material vegetal o modificación de su balance hormonal y los dos últimos se relacionan a condiciones extrínsecas, ya sean ambientales o de manejo agronómico. A partir de estos puntos mencionados, se aportarán datos comunicados por investigadores de referencia y se discutirá la incidencia de los mismos en el comportamiento del cultivo.

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1- El origen de las plantaciones. Las grandes extensiones de plantaciones de yerba mate de origen sexual (obtenidas por métodos tradicionales de germinación de semillas) presentan una marcada heterogeneidad genotípica. La mayor parte de los individuos contribuyen con un bajo porcentaje al rendimiento total, así es que menos del 35 % de las plantas aportan más del 50 % del rendimiento del yerbal (Belingheri, 2003). En este sentido, según datos presentados por Montechiesi (2008), se presentaron grandes diferencias entre los rendimientos por planta, correspondientes a tres yerbales distintos pero ubicados en el mismo lugar y suelo típico de la región de campo. Durante los primeros 11 años de cosechados se registraron 9,8; 5,9 y 4,5 kilogramos de hoja verde por planta, respectivamente. Asimismo, se cita que se encontraron como excepcionales los rendimientos de algunos yerbales pequeños que llegaron a 25 kilogramos de hoja verde por planta; y en los que se encontraron ejemplares adultos que rendían 50 a 85 kilogramos. Estos resultados dan cuenta de la gran variabilidad existente y la inexactitud del valor de los rendimientos expresados por unidad de superficie provenientes de censos muchas veces incompletos. Según Sansberro et al. (2004), la causa del bajo rendimiento de una proporción significativa de los individuos es la susceptibilidad al estrés hídrico. El potencial de rendimiento de las plantas de yerba mate se ve afectado por el estrés hídrico ya que se reduce el área foliar, el peso seco de hojas y tallos, y la longitud de estos últimos. Esta respuesta se asocia a que la yerba mate crece naturalmente en la selva protegida bajo la sombra del pino Paraná (Araucaria angustifolia (Bertol.) Kuntze), y de diversas especies de las familias de las mirtáceas, lauráceas y leguminosas leñosas (Zbigniew Mazuchowski et al., 2007). En este hábitat predominan las condiciones de baja densidad de flujo de fotones y alta humedad relativa ambiente generando neblinas matinales profusas, libre de episodios de déficit hídricos. Asimismo, cabe mencionar que se han logrado detectar genotipos de yerba mate tolerantes a déficit hídrico (Acevedo et al., 2013) que contribuyen a los trabajos de selección y obtención de plantas superiores, promisorias para su clonación. De hecho algunos clones selectos son capaces de producir hasta 5 veces más (15000-17000 kilogramos de hoja verde por hectárea) que las plantaciones convencionales (3000-4700 kilogramos de hoja verde por hectárea) según Montechiesi (2008). El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con sede en Misiones, después de más de una década de investigaciones, cuenta con germoplasma de yerba mate seleccionado e inscripto en el Instituto Nacional de Semillas (I.Na.Se). Dichos materiales presentan atributos de excelencia, vinculados al rendimiento (brotación temprana y uniforme, reacción vigorosa con posterioridad a cosecha o podas), a la resistencia a factores adversos (períodos prolongados de sequía, altas temperaturas, heladas, plagas y enfermedades). Además, presentan una amplia adaptabilidad a todas las 62


Cap. 4: Ecofisiología

áreas productivas de la región yerbatera, que producen una yerba mate seca (canchada) con buena adaptación al estacionamiento natural y al acelerado en cámaras, que dan origen a un producto de buen color y aroma. El primer material genético producido por el INTA EEA Cerro Azul (CA) fue CA 8/74, cuyos rendimientos han sido ampliamente superados por nuevos materiales selectos, tales como CA 1/74 INTA, CA 433/90 INTA, CA 465/90 INTA, CA 524/90 INTA, CA 532/90 INTA y CA 534/90 INTA (Montechiesi, 2008).

2- La edad de las plantas. A partir de un gráfico histórico elaborado por Mutinelli (1981) y retomado por Montechiesi (2008), que da cuenta de la curva normal del rendimiento producido por yerbales implantados en 1913 y cosechados racionalmente desde 1917 hasta 1936 en forma completa y no interrumpida bajo la forma semi-intensiva, se hace posible deducir que el rendimiento aumenta rápidamente durante los ocho a diez primeros años de implantación y que alcanza su máximo a los 14-15 años después de la plantación en el lugar definitivo (Figura 1).

Figura 1: Curva de rendimiento (kilogramos de hoja verde por planta) de yerba mate cultivada en la región de campo de la Pcia. de Misiones, cosechadas entre 1917 y 1936. Extraído de Montechiesi (2008).

Según Montechiesi (2008) la vida útil o “económicamente productiva” de un yerbal es de 25 años aproximadamente, a partir del cual se produce una caída de los rendimientos en respuesta al envejecimiento de las plantaciones. En este sentido y para revertir las condiciones de improductividad asociadas al factor envejecimiento, resultarían recomendables prever reposiciones anuales con plantas jóvenes de origen 63


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clonal y de “alta calidad genética”, a razón de 2% de la superficie total del yerbal, considerando una vida útil de 25 años. De esta manera, de las aproximadamente 165.000 ha implantadas actualmente en Argentina, unas 4.000 ha anuales deberían ser reemplazadas con clones selectos. Las 20.000 ha logradas por lustro reemplazarían a las casi 80.0000 ha actualmente degradadas. Como se puede concluir, estas curvas normales de producción de yerbales resultan indispensables para poder establecer las causas que influyen sobre los rendimientos campaña por campaña y, consecuentemente, poder realizar una proyección de la productividad de los mismos (Montechiesi, 2008).

3- Las acciones hormonales. Las hormonas se han definido como compuestos naturales que poseen la propiedad de regular procesos fisiológicos en concentraciones muy por debajo de la de otros compuestos (nutrientes, vitaminas) y que en dosis más altas los afectarían. Las fitohormonas se sintetizan en forma natural y pueden promover o inhibir determinados procesos. Los diferentes grupos de compuestos exhiben fuertes propiedades de regulación del crecimiento en plantas: auxinas, giberelinas, citocininas, etileno y ácido abscísico. Las giberelinas afectan numerosos procesos fisiológicos, los cuales incluyen la ruptura de la latencia de yemas vegetativas y la promoción del alargamiento de los entrenudos en especies leñosas. Los estudios de respuesta in vitro realizados por Sansberro et al. (2000) sugieren que las giberelinas están involucradas en el control de la brotación y del crecimiento de tallos en la yerba mate, observándose una estrecha relación entre la estructura química de la hormona y la respuesta morfogénica. Las giberelinas que contienen un doble enlace en el anillo A (AG3 y AG7) inhiben el crecimiento de tallos, mientras que aquellas giberelinas, que no presentan dicho enlace (AG1 y AG4), estimulan el crecimiento de los mismos en longitud, sin afectar el porcentaje de brotación. Otros estudios llevados adelante por Sansberro et al. (2004) demostraron que la aplicación exógena de ácido abscísico (ABA) sobre las hojas de plantas de yerba mate crecidas a la intemperie favoreció el crecimiento, por mitigación del estrés hídrico diurno, quedando enmascarado su reconocido efecto inhibitorio del crecimiento. Los estudios acerca de los efectos hormonales fueron sucintamente mencionados en este apartado, dado que no es objetivo de análisis en este capítulo. De cualquier modo, hasta el momento estas prácticas han sido aplicadas y evaluadas a escala experimental, sentando las bases para validar la factibilidad y el éxito de su aplicación en yerbales en producción, en búsqueda del aumento de la producción de masa verde por planta y de la tolerancia a factores estresantes. 64


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se puede observar una de las primeras ilustraciones botánicas de la yerba mate que data del año 1897, la que fue publicada en una guía alemana de plantas medicinales. En la lámina se pueden apreciar las ramas floríferas femeninas y masculinas, rama fructífera y detalles de las flores estaminadas, pistiladas y frutos de la yerba mate. Los fascículos corimboides poseen flores, generalmente dispuestas en dicasios, brácteas triangular-lanceoladas de ca. 1 mm de longitud, pedúnculos de (1) 2-7 (13) mm de largo, generalmente glabros y bractéolas pequeñas. En individuos con flores estaminadas (pies masculinos), los fascículos corimboides están compuestos por 3-11 dicasios, 3-7 (11)- floros, raramente por ejes unifloros, cuyas flores tienen corola grande de hasta 7 mm de diámetro, formando un braquiblasto (Fig. 6 y Fig. 11a). En individuos con flores pistiladas (pies femeninos), la inflorescencia predominante son los fascículos corimboides de 3-11 ejes, unifloros y/o dicasios 3 (7)-floros, (raramente dicasios 3-floros solitarios) también formando un braquiblasto (Fig. 12 a,c) (Giberti, 1994a). En ambos pies, pueden observarse a veces flores solitarias en axilas de brácteas dispuestas en la base de ramitas jóvenes (Giberti, 1994b). Las flores son tetrámeras a pentámeras, con cáliz de 2-3 (4mm) de diámetro, sépalos suborbiculares u ovados, de borde no ciliado, de ca. 1 mm x 1 mm, corola blanca de (5) 6-7 mm de diámetro, pétalos obovados u obovado-elípticos de ± 3 mm x 2 mm. Las flores estaminadas poseen estambres alternipétalos en igual cantidad que los pétalos (Fig. 11b-c) y son de 3 mm (filamentos de hasta 2 mm y anteras 1-2 mm) y en el centro presentan un pistilodio o rudimento del gineceo subgloboso, inconspicuamente lobulado, no rostrado de aproximadamente 1 mm de diámetro (Fig. 11c). Los granos de polen se clasifican como tricolporados gemados (Pire et al., 2004) (ver detalle en Fig. 11c). Las flores pistiladas poseen estaminodios o estambres infértiles de 2 (3) mm, con anteras estériles cordado-sagitadas de ± 1 mm (Fig. 12c), un ovario súpero tetralocular subgloboso u ovoide de aproximadamente 3 mm de altura y 2 mm de

Figura 11: Inflorescencia masculina y flores estaminadas de la yerba mate (I. paraguariensis). Referencias: a: fascículo corimboide masculino; b: flor estaminada con anteras fértiles; c: detalles de la flor estaminada, extraído de Giberti (1979). 50


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En cambio, las especies tolerantes a la sombra o umbrófilas presentan menor plasticidad de respuestas (Sack & Grubb, 2002) pudiendo mantener la estructura de la planta con funciones reducidas (i.e. fotosíntesis, respiración) y a un ritmo de crecimiento lento. Sin embargo, la reducción de luminosidad ambiental lleva a las plantas de yerba mate a buscar mecanismos de compensación aumentando su área foliar individual y reduciendo la emisión de nuevas hojas, en espera de situaciones de radiación más favorables, lo que en las “condiciones silvestres prístinas del hábitat de esta especie” se produce con la apertura de claros en la selva (Zbigniew Mazuchowski, 2004). El incremento del tamaño de las hojas en las condiciones de sombra es la reacción fotomorfogénica más representativa para indicar que el concepto de la yerba mate como especie tolerante a la sombra debe ser esclarecido. En las condiciones de luz más intensa, se establece una reducción del área foliar que pareciera estar relacionada con una estrategia para disminuir las pérdidas de agua por transpiración (Zbigniew Mazuchowski, 2004).

Figura 2: Área foliar media por planta de yerba mate sometidas a diferentes condiciones de luminosidad. Extraído de Zbigniew Mazuchowski (2004).

El área y el espesor de las hojas, su número y, finalmente, su peso seco serán componentes numéricos del rendimiento. El número y peso de tallos será otro de los componentes del mismo. En este sentido, varios estudios han considerado que dentro de los factores del microclima, la radiación resulta especialmente determinante de dos variables que componen al rendimiento: el área foliar y el peso seco de las hojas de yerba mate (Zbigniew Mazuchowski, 2004). Por otra parte, Kaspary (1985) menciona que hay una tendencia a que se produzca mayor ramificación de las plantas en proporción al aumento del grado de luz ambiental al final de la cosecha e iniciando la primavera. De 66


Cap. 4: Ecofisiología

esta manera se comienza a conformar, mediante la brotación y la formación de vástagos, el material a ser cosechado en el próximo ciclo productivo. La producción de biomasa foliar de plantas de yerba mate constituye uno de los principales indicadores de la productividad con interés comercial directo. Los efectos de los niveles de radiación fotosintéticamente activa sobre el área foliar y la producción de biomasa de yerba mate fueron estudiados por Zbigniew Mazuchowski (2004), quien concluyó que la condición ambiental más adecuada para la especie se verifica con niveles de sombreamiento comprendidos entre 50-70% y que la tendencia muestra que al aumentar los niveles de sombraminento hasta 78% aumenta el área foliar, el espesor y el peso fresco y seco de las hojas. Otros datos apoyan la teoría de que las especies umbrófilas, aunque sean capaces de soportar un alto grado de sombra, por lo general llegan a valores de biomasa más altos cuando se exponen a plena luz, mediada por una adaptación relativa. Esta adaptación relativa en yerba mate, se maneja desde el vivero mismo con la construcción de umbráculos y posterior proceso de rustificación con exposición paulatina a condiciones de luz; y en el campo, con la práctica del emponchado al momento del trasplante. Demostrar la mayor producción de biomasa bruta y de biomasa útil (kilogramos por planta) en condiciones de alta irradiación fue llevada a cabo por Rakocevic et al. (2006), quienes propusieron cuestionar el paradigma imperante de considerar a la yerba mate como especie umbrófila y revertir el concepto en términos productivos. En publicaciones de Rodrigues Viera et al. (2003) y de Zbigniew Mazuchowski (2004) se hacía referencia a que la yerba se adapta a la sombra en cualquier edad, pero tolera la plena exposición a la radiación solar solo en la edad adulta. Este comportamiento la definiría entonces como una planta esciófila. A través de análisis del peso medio de biomasa fresca y seca de las hojas de plantas de yerba mate, sometidas a diferentes porcentajes de sombreamiento en dos estaciones del año se pudo establecer la conveniencia de realizar las cosechas durante el invierno para obtener máximos rendimientos (Zbigniew Mazuchowski, 2004), tolerando mejor la exposición a plena a luz (0% de sombreamiento) en invierno. Sin embargo, aquí debería tenerse en consideración que la intensidad de la condición de plena luz del invierno dista notablemente con la intensidad de la plena luz del verano en las altas latitudes del subtrópico. Según los estudios de Zbigniew Mazuchowski (2004), la relación entre el peso promedio húmedo y seco de la biomasa foliar de cada planta fue de 3:1 en verano y de 2,5: 1 en invierno; lo que demuestra que el peso seco de hojas, altamente valorado en la industria, es mayor al cosechar en invierno. En términos de composición química foliar que se traducen en cualidades organolépticas del producto elaborado, Rachwal et al. (1998; 2000) concluyeron que 67


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el factor de luminosidad o la radiación fotosintéticamente activa, en combinación con el tiempo de poda, inducen variaciones en los niveles de taninos (polifenoles). Estos compuestos químicos, que están ligados al sabor, aumentan en los lugares con mayor radiación relativa (Rachwal et al., 2000). Para el análisis del factor disponibilidad hídrica, se debe partir de que su área de distribución silvestre está siempre libre de déficit hídrico (Hernández Bermejo & León, 1992); con precipitaciones anuales no inferiores a 1200 mm distribuidas uniformemente a lo largo del año, y de más de 250 mm durante el trimestre más seco (que en la región se corresponde con el invierno). Por lo tanto, según lo expresado por Giberti (2011), la existencia de esta planta en regiones de menor precipitación pluvial anual solamente se podría verificar si el suministro de agua proviene de otras fuentes. En términos de cultivo, las oscilaciones anuales de la producción, a veces bastante pronunciadas, responden a la cantidad de lluvia caída. Durante los años suficientemente húmedos, en el período de crecimiento se producen tres brotaciones, resultando una producción mucho mayor que la de los años con menor provisión hídrica, en los cuales se producen solo dos brotaciones (Montechiesi, 2008). En este sentido, Pintro (1986) correlacionó positivamente el aumento del número de hojas de la yerba mate con la disponibilidad de agua en el suelo. En relación a las características generales de los suelos, las propiedades físicas de los suelos de la zona yerbatera presentan una cierta variabilidad espacial, tanto en sentido horizontal como vertical. Según Malheiros de Oliveira & Rotta (1985), la yerba mate es más frecuente en suelos con textura media (15- 35% de arcilla) y arcillosa (más de 35% de arcilla), particularmente arcillas caoliníticas que se comportan como pseudoarenas. En suelos constituidos por arenas cuarzosas (menos de 15% de arcilla), la especie es raramente encontrada. Prefiere suelos rojos lateríticos, moderadamente profundos a profundos, húmedos pero permeables. Por otra parte, ya en términos de composición química del suelo, Ferreira Filho (1957) se refiere a la presencia de yerba mate con más frecuencia en suelos con baja capacidad de intercambio catiónico y contenido de aluminio. Actualmente, la especie es considerada como tolerante a suelos de baja fertilidad natural, calcífuga (Reissmann et al., 1997) y resistente a suelos degradados (Malheiros de Oliveira & Rotta ,1985; Pintro et al., 1998). Entre los órdenes de suelos rojos predominantes en la provincia de Misiones, los Oxisoles ocupan un 31% de la superficie (Peña Zubiate et al., 1990). Como corolario, los productores describen a la yerba como una planta “ruda” y “noble”, ideal para su cultivo en las condiciones climáticas de la provincia de Misiones y noreste de Corrientes, de “menor riesgo” y “mayor resistencia” frente a otras especies cultivadas alternativas dado que es “una especie nativa”.

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Cap. 4: Ecofisiología

5- Densidades de plantación y perfiles tecnológicos para el manejo de los yerbales. El planteo de este punto será vincular los datos relevados por Montechiesi (2008) con los componentes ecofisiológicos determinantes del rendimiento y la productividad de las plantas de yerba mate contemplando la sostenibilidad del sistema (CONINAGRO, 2014). Las plantaciones de yerba mate se pueden agrupar en cuatro tipos de perfiles tecnológicos que vinculan las densidades de plantación con las prácticas de manejo asociadas y evidencian las brechas en los rendimientos del cultivo: i) perfil bajo, el cual se caracteriza por tener una densidad menor a 1.200 plantas por hectáreas y un rendimiento menor a 3.000 kilogramos de hoja verde por hectárea; ii) perfil medio, cuya densidad se encuentra entre 1.200 a 1.500 plantas por hectárea y su rendimiento, entre 4.000 y 7.000 kilogramos de hoja verde por hectárea; iii) perfil intensivo, el cual posee una densidad de 1.500 a 2500 plantas por hectárea y un rendimiento mayor a 7.000 kilogramos por hectárea; y por último, iv) perfil industrial caracterizado por una densidad de más de 2500 plantas por hectárea y rendimientos de más de 12.000 kilogramos de hoja verde por hectárea. En la práctica, algunos productores manejan densidades cercanas e inclusive superiores a 4000 plantas por hectárea. Queda claramente en evidencia entonces, que la determinación generalista del rendimiento por unidad de superficie es una forma imperfecta para establecer la verdadera capacidad de producción de los yerbales tradicionales de origen sexual; pues las plantaciones tienen muy distinto número de plantas, edades, morfotipos, porcentajes de fallas, etc. Solo estudios del rendimiento deducido por planta dará valores más absolutos y comparables, según lo expone Montechiesi (2008). Dada la marcada relación entre la escala y los rendimientos obtenidos, los datos publicados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) son contundentes, siendo el rendimiento promedio ponderado para todos los productores de 5.411 kilogramos de hoja verde por hectárea. Los estratos más chicos de 0-5 y 5-10 hectáreas obtienen rindes de aproximadamente el 25% y 15% respecto del promedio, mientras que en el otro extremo, los productores con una superficie cultivada de entre 150-200 o más hectáreas, obtienen rendimientos que superan al promedio en 13 % y 45%, respectivamente (CONINAGRO, 2014). Con el paso de los años ha quedado demostrado que en los lotes donde se realiza recuperación de suelos degradados, manejo racional de la planta, cubiertas verdes e incorporación de abono, los rendimientos han aumentado notablemente (CONINAGRO, 2014). De todos modos, se señala con preocupación que el desgaste de los suelos y la antigüedad de la mayoría de los yerbales de la región, sumado a la poca atención durante 69


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los períodos de crisis (precios bajos del producto), constituyen factores que atentan contra los niveles de productividad y potencial de rendimiento del cultivo. En relación con las actuales brechas tecnológicas y las diferencias dadas en productividad, se espera que la generación y aplicación de nuevas y mejores tecnologías asociadas a factores extrínsecos o de manejo como ser: a) mayores densidades de plantación, b) uso de cubiertas y abonos verdes, c) control de malezas con herbicidas, d) manejo integrado de plagas, e) planes de fertilización y f) mejoras en prácticas de podas y equipamientos para la cosecha, generen en los próximos años un aumento adicional en los niveles de producción. En plantaciones nuevas se recomiendan densidades mayores a las 2.000 plantas por hectárea asociadas a labores de conservación de suelo que deben evitar la erosión hídrica. En las calles o entreliños se recomienda el uso de cubiertas verdes naturales o implantadas, de invierno y verano, para evitar la erosión y la compactación del suelo (Burtnik, 2003). El cultivo de abonos verdes, junto a sistemas de labranza cero, resultan también prácticas adecuadas para incrementar o restituir los niveles de materia orgánica del suelo (Stewar & Power, 1993). Durante los tres años posteriores a la plantación, uno de los principales problemas es la competencia de las malezas. En este sentido, al cabo de unos cuantos años de observaciones e investigaciones, se hace foco la idea de cambiar el concepto de control por el de manejo de malezas. Este manejo de malezas está asimismo ligado íntimamente al manejo conservacionista del suelo, ya que una de las principales causas de la degradación de yerbales es el deterioro provocado por labores excesivas tratando de combatirlas. Otro punto fundamental es la nutrición del cultivo. En este sentido, el objetivo principal de la fertilización es lograr un aumento en la producción de la yerba mate, optimizando la eficacia y la rentabilidad. Es difícil atribuirle cuantitativamente la incidencia que tiene satisfacer las necesidades nutricionales sobre la producción de hojas de yerba mate. De acuerdo a un balance agronómico y económico se determina qué fertilización corresponde realizar: de restauración, de mantenimiento o de corrección (FERTILCORP, 2015). Los elementos químicos que necesita una plantación de yerba mate son los macroelementos como N, K, Mg, Ca, P; y los microelementos como Mn, Zn, Fe, B. La valiosa materia orgánica debe ser preservada al máximo ya que provee al suelo de sustancias agregantes que ayudan a mejorar la bioestructura, es fuente de carbono para los microorganismos, aumenta la capacidad de intercambio catiónico y el poder buffer del suelo. Prat Kricun (1993) comenta que el rendimiento obtenido por la planta de yerba mate se vincula más a la disponibilidad de N en el suelo que a la de P y K. La exportación media de NPK en gramos por cada kilogramo de hoja verde producido es: Urea (al 46% de N): 20 g kg-1 de hoja verde; Superfosfato triple (al 42% de P2O5) : 2,5g kg-1 de hoja verde; Cloruro de Potasio (al 60% de K2O) : 7,5 gr kg-1 de hoja verde. De estos valores 70


Cap. 4: Ecofisiología

se desprende claramente, que el cultivo extrae N y K en cantidades significativas en relación al P, para alcanzar rendimientos elevados. Por otro lado es importante reconocer las etapas fenológicas del cultivo, porque de acuerdo a estas varían las exigencias nutricionales en cantidad y calidad de nutrientes. En la curva de absorción de nutrientes de yerba mate, se observan que existen dos momentos de mayor concentración foliar de estos, en coincidencia con los momentos de crecimiento vegetativo en octubre-noviembre y en febrero-marzo. Normalmente, los suelos rojos sobre los que se asientan los yerbales no proveen estos elementos en las cantidades adecuadas o en los momentos de máximo requerimiento, por lo que un correcto abonado provee aumentos significativos en la producción (FERTILCORP, 2015). En este sentido, como las épocas de mayores requerimientos del cultivo coinciden con las de mayores precipitaciones, las fuentes de nutrientes a utilizar debieran ser de liberación lenta. La época de fertilización recomendada en yerba mate es agosto-setiembre, la mayor disponibilidad de los elementos nutritivos debe ser en los meses de setiembreoctubre (Burtnik, 2003), con lo que se estimulan brotaciones vigorosas y el uso eficiente del N particularmente. Para hacer aún más eficiente la fertilización, el producto se debe depositar en la zona del suelo donde se encuentre la mayor cantidad de raíces activas que ocurre generalmente en los 10 cm superficiales, desparramándolo a vuelo de copa, en surcos situados a 0,50 -0,75 m del tronco (Burtnik, 2003). Resulta de vital importancia el restablecimiento de los niveles nutricionales que en el sistema de producción extractivista de la yerba mate han llevado a que la materia orgánica, P, K y B se encuentren en niveles críticos (FERTILCORP, 2015) y formen parte del paquete de deficiencias que ha derivado en bajos rendimientos. Finalmente se han expuesto algunos aspectos determinantes del rendimiento de la yerba mate y las brechas que existen y persisten, por lo que son múltiples los desafíos que aún quedan por ser superados. Para obtener rendimientos elevados en los yerbales es importante la producción de materia seca, para ello es necesario mantener una determinada área foliar con la consecuente constante provisión de fotoasimilados. Deberá entonces extraerse por campaña hasta un máximo de 70% del área foliar que en esa instancia son órganos de cosecha, dejando sobre la planta al menos un 30% de follaje de mantenimiento para asegurar que actúe como fuente suficiente para estimular los rebrotes vegetativos que restituyan el canopeo que se extrae como consecuencia de las cosechas anuales o bianuales. 71


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Sin duda, la cantidad de radiación fotosintéticamente activa interceptada por el canopeo del cultivo de yerba mate puede mejorarse por el empleo de ejemplares selectos, con mayor brotación, y el correcto manejo posterior de las podas. Una manera de mejorar el grado de cobertura para alcanzar el índice de Área Foliar crítico en el menor tiempo posible, es mediante el manejo del ordenamiento espacial de las plantas sobre el terreno (distanciamientos y densidades) que cierren más rápidamente los entresurcos, con lo que se conseguiría un incremento en la eficiencia de intercepción de la radiación comparado con los sistemas de baja densidad. Por las características particulares de esta especie, la eficiencia de conversión se mejora maximizando la disponibilidad de agua y nutrientes. Con fertilizaciones se debe garantizar la mayor disponibilidad de los elementos nutritivos en los meses de setiembre-octubre, con lo que se lograría el uso eficiente del nitrógeno particularmente para estimular brotaciones vigorosas.

Conclusiones: Durante la vida de los yerbales se suceden una serie importante de cambios fenológicos, fisiológicos y morfológicos que van determinando en el corto y en el largo plazo los componentes numéricos del rendimiento. Componentes que se restituyen, destruyen o reorganizan cada campaña en función a la incidencia de factores intrínsecos y extrínsecos, manifiestos a través de la capacidad de reacción ante situaciones normales o adversas. La disponibilidad hídrica, la temperatura, la radiación y el tipo de suelo, como principales reguladores del crecimiento y la evolución del cultivo, resultan determinantes de la vida económicamente productiva de los yerbales y de su rendimiento por campaña. La edad y la genética de las plantas como factores intrínsecos, adhieren a la capacidad de expresar el potencial de rendimiento y reaccionar frente a las condiciones ambientales. Los marcadores genéticos y las técnicas innovadoras de biología molecular hoy proveen una combinación interesante para alcanzar la selección de materiales adaptados a ambientes específicos. Para lograr una mayor y/o más eficiente producción, los yerbales deben ser manejados de manera tal de optimizar su estado fisiológico general desde el almácigo mismo, partiendo de plantines sanos, criteriosamente rustificados, implantados a densidades adecuadas. Los mismos se convertirán en arbustos nutricional e hídricamente bien provistos, tanto espacial y como temporalmente, y finalmente racionalmente podados y cosechados. Debido a que la productividad es el resultado de una compleja interacción de factores ambientales, genéticos y de manejo del sistema, la obtención de altos rendimientos se alcanza maximizando cada uno de los componentes ecofisiológicos del mismo. 72


Cap. 4: Ecofisiología

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Capítulo 5

COMPOSICIÓN QUÍMICA Conocer mejor lo que nos gusta tanto Maiocchi, Marcos

Doctor en Ciencias Químicas de la UNNE (2012), Ingeniero Químico UTN (1996). Profesor titular de Operaciones Unitarias Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

La Yerba Mate, es decir, las hojas y tallos jóvenes de Ilex paraguariensis A. St.Hil., desecados, “canchados”, molidos y estacionados (Código Alimentario Argentino, Cap. XV, art. 1193, 2006; IRAM, 2010), es consumida en diversas formas en el Cono Sur de América. Se emplea en forma de extractos acuosos (cebadura, infusión teiforme o maceración en frío) y por su valor nutricional debido al contenido en xantinas, vitaminas y minerales se ha convertido en la bebida analcohólica tradicional de la región. Diversos factores afectan sus características físico-químicas (Scherer et al, 2002, Reissmann et al, 1999), dando lugar a diversos “tipos” de yerba mate que satisfacen los diferentes paladares (Bastos et al, 2006). El estudio de la composición química de la “yerba mate” puede encararse desde diversos puntos de vista a saber: determinación estructural de sus metabolitos, su bioactividad, en relación a la variabilidad morfológica (Coelho 2000), al estadío fenológico de las hojas y la época de cosecha (Bertoni et al, 1991), a las características físico-químicas del producto comercial (Esmelindro et al, 2002), al sabor de sus infusiones (Pagliosa et al. 2009), a las modalidades de cultivo (Coelho et al. 2000, Marx et al, 2003), a los procesos a que es sometida la materia prima (Bertoni et al, 1992 a-b, 1993, Esmelindro et al, 2002), e incluso según los diversos métodos extractivos (Jacques et al. 2007, Sambiassi et al, 2002). Numerosas propiedades de la yerba mate han sido determinadas fehacientemente mediante estudios farmacológicos, de los que en la última década destacan la comprobación de los efectos quimioprotectores in vitro sus extractos (Ramírez-Mares et al, 2004), que resultan aún más poderosos que los del té (Camellia sinensis); la activa participación en procesos de inhibición de la hiperglicemia (Lunceford & Gugliucci, 2005); la actividad antioxidante de los extractos y aceites esenciales (Anesini et al. 2005, Bastos et al, 2006, Filip et al, 2000), la inhibición de importantes procesos del estrés oxidativo (Bixby et al, 2005), la acción inhibitoria de oxidación de LDL y la manifestación de efectos antimutagénicos (Bracesco et al, 2011, Gugliucci 1996); la actividad cardioprotectora de los extractos de yerba mate (Schinella et al, 2005); etc. Se considera que para las necesidades que debe cubrir el presente material informativo, puede resultar apropiado expresar los resultados obtenidos directamente en yerba mate comercial y sus dos formas más habituales de consumo, la cebadura y el mate cocido. Así el lector hallará en cada ítem que abordemos la cuantificación de la “sustancia” o “grupos de sustancias” (los componentes) obtenidos al analizar una muestra de yerba mate “lista para consumir” y las que hemos detectado al simular las infusiones. Para esto definimos como porción de cebadura, a la infusión resultante de someter 50 g de yerba mate a la acción de 10 extracciones sucesivas con 50 mL de agua caliente (84º C) a intervalos de 2 minutos (Maiocchi et al, 2016). La porción de mate cocido consistirá en 3 g de material dispuesto en saquitos, que se someten a la acción extractiva de 200 mL de agua de reciente hervor durante 5 minutos. (Maiocchi et al, 2016). 78


Cap. 5: Composición Química

Las infusiones obtenidas, se filtran y acondicionan para ser sometidas a diversas técnicas de determinación aplicadas por numerosos autores cuyas referencias se citan en la bibliografía.

Extracto acuoso Los resultados se expresan en gramos (g) cada 100 gramos de material (%) para el material yerba mate, en gramos (g) o miligramos (mg) por poción para el caso de cebadura y mate cocido. Consiste en todas las sustancias que pueden extraerse de la yerba mate utilizando agua como solvente. En la monografía “La Yerba Mate” (CRYM, 1971) son mencionados los primeros resultados de análisis de extracto acuoso en hojas de Ilex paraguariensis, hallándose valores entre 36,1 y 46,7%. Posteriormente Avanza et al. 1981 reportaron valores del orden del 40%, en sus trabajos para APRYMA (Asociación Promotora de la Yerba Mate). Realizando una simulación de cebadura sobre yerba mate elaborada, Ramallo et al. (1997) obtuvieron 27,02 ± 3,09% de extracto acuoso, mientras que Viera & Sabbatella (2011) comunicaron 16,1 ± 0,5g para la porción de 50g de yerba mate. Los resultados obtenidos en yerba mate y sus infusiones se presentan en la tabla 1 (Maiocchi, 2012). Tabla 1

Extracto acuoso Yerba mate (g/100 g)

40,65 ± 0,82

Cebadura (g/porción de 50 g)

14,54 ± 4,35

Mate cocido (g/porción de 3 g)

0,88 ± 0,02

Xantinas El alcaloide xantínico que se encuentra con mayor frecuencia en la composición del género Ilex es la cafeína. En la Fig. 1 se presentan las fórmulas estructurales de diversas xantinas, alcaloides de base purínica.

Cafeína 1,3,7-trimetilxantina

Teofilina 1,3-dimetilxantina

Teobromina 3,7-dimetilxantina

Figura 1. Fórmulas estructurales de las metilxantinas. 79


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Heck & Mejía (2007) comunicaron para I. paraguariensis los siguientes valores: cafeína (1,3,7-trimetilxantina): 1-2%; teobromina (3,7-dimetilxantina) 0.3-0.9%; teofilina (1,3-dimetilxantina): 0,1%. Los resultados obtenidos se presentan en la tabla 2 (Maiocchi, 2012). Tabla 2

Cafeína Yerba mate (g/100 g)

1,12 ± 0,03

Cebadura (g/porción de 50 g)

0,36 ± 0,01

Mate cocido (g/porción de 3 g)

0,031 ± 0,001

Ácidos clorogénicos y actividad antioxidante Las sustancias antioxidantes son importantes para el organismo humano por la capacidad de proteger a las macromoléculas biológicas contra el daño oxidativo. Entre los antioxidantes más conocidos figuran los tocoferoles, el ácido ascórbico, flavonoides como quercetina, luteolina, kaempferol, naringenina, catequinas, etc., así como antocianinas, carotenoides, ácidos fenólicos como ácidos cafeicos, ferúlico, gálico, clorogénico (Larson, 1997). La actividad antioxidante de un producto puede ser profundamente modificada durante el procesamiento, almacenamiento o por las prácticas de cocción a las cuales son sometidos los alimentos. La capacidad antioxidante de los polifenoles depende en gran medida del número y disposición de grupos hidroxilos y de la presencia de dobles enlaces, como así también de los sustituyentes presentes (Cao et al, 1997). Entre los compuestos fenólicos presentes en las especies de Ilex, y en la yerba mate en particular (Filip et al. 2001), destacan los ácidos clorogénicos. Se trata de una flavona, el ester entre el ácido cafeico y el ácido quínico, unidos a travez del carbono 3 (Fig. 2).

ácido clorogénico C16H18O9

ácido cafeico C9H8O4

Figura 2. Estructuras químicas de los ácidos clorogénico, cafeico y quínico. 80

ácido quínico C7H12O6


Cap. 5: Composición Química

El ácido clorogénico es el derivado más importante del ácido cinámico presente en frutos, siendo el compuesto fenólico simple predominante (Robards et al, 1999). Tiene una capacidad antioxidante relativamente alta debido al grupo fenólico, la que parece verse incrementada por la presencia del grupo quinato (Larson, 1997). El ácido clorogénico se encuentra en numerosas especies vegetales y sus frutos. Es considerado un antioxidante natural e inhibe la hemólisis1 (Ohnishi et al, 1994), presentando además actividad colerética2 (Veit & Gumbinger, 1993). Es el sustrato principal de la enzima oxidante responsable del pardeamiento en manzanas, peras y duraznos, cuando se cortan o magullan sus tejidos y se exponen a la acción del aire. Se halla presente también en el café junto con sus isómeros, los ácidos isoclorogenicos y neoclorogenicos (con la unión ester en el C5), en valores comprendidos entre 4 y 8%, y es responsable de las propiedades de amargor y al momento del tostado influencia en el aroma (Hart & Ficher, 1984). Avanza et al. 1981 informaron el contenido de ácido clorogénico en I. paraguariensis, el cual se halla comprendido en un rango entre 8-15%. Otros autores reportan un valor de 10% de ácido clorogénico en plantas de yerba mate (Leprevost, 1987). Chaves et al. 2000 han reportado las variaciones en este metabolito trabajando con hojas molidas provenientes de las distintas etapas del proceso (verde, zapecada, presecada y canchada). Los mismos autores (Chaves et al. 2002), trabajando con Ilex paraguariensis y sus infusiones, concluyeron que el mate cocido supera en actividad antioxidante al té verde y al té negro. Para estas determinaciones se utilizó el método del radical DPPH (2,2-difenil-1-picril-hidracilo) en solución metanólica (Brand Williams et al, 1995). Trabajando con muestra comercial de yerba mate y sus extractos, Maiocchi (2012) obtuvo los resultados que se presentan en la tabla 3. La actividad antioxidante (AAO) se expresa en g de ácido clorogénico equivalente al incluir otros biocompuestos con actividad antioxidante. Tabla 3 Ácidos clorogénicos

Actividad antioxidante

Yerba mate (g/100 g)

14,73 ± 0,57

16,48 ± 1,20

Cebadura (g/porción)

3,12 ± 0,11

4,47 ± 0,33

Mate cocido (g/porción)

0,29 ± 0,02

0,45 ± 0,04

1 Hemólisis: fenómeno por el cual los glóbulos rojos de la sangre son degradados con expulsión de la hemoglobina que contienen en su interior. 2 Colerético: que estimula la producción de bilis. 81


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Minerales La composición mineral de Ilex paraguariensis aplicando métodos modernos comenzó a conocerse gracias a Delfino (1990) y Tenorio Sanz & Torrija Isasa (1991). En el primer trabajo mencionado fue analizada la extractabilidad de hierro y manganeso mediante simulación de cebadura, mientras que en el segundo fue medida la composición mineral en droga cruda. Más tarde, Ramallo et al. (1997) determinaron el contenido de calcio, hierro, magnesio, potasio y sodio en cebadura. En términos generales, los resultados de estos trabajos concuerdan con los informados para la misma especie por Maiocchi et al. (2002), que además realizan un estudio comparativo de la composición química elemental con la congénere I. dumosa. Las cenizas, pueden considerarse como los óxidos metálicos que quedan como residuo sólido del tratamiento de muestras a temperaturas de entre 600 y 650ºC durante unas tres horas. El análisis de las cenizas del material vegetal y las infusiones ha permitido obtener el contenido mineral y determinar los aportes de la dieta. En la tabla 4 se presentan los resultados obtenidos en la determinación de cenizas, la tabla 5 contiene los correspondientes a los macro elementos (sodio, potasio, calcio y magnesio) y micro elementos (hierro, manganeso, cobre y cinc). Tabla 4: Cenizas Cenizas Yerba mate (g/100 g)

6,59 ± 0,12

Cebadura (g/porción)

1,63 ± 0,05

Mate cocido (g/porción)

0,106 ± 0,002

Tabla 5: Macro y micro elementos

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Analito

Yerba mate mg / 100g material

Cebadura mg por porción

Mate cocido mg por porción

Sodio

6,7 ± 0,3

2,88 ± 0,12

0,19 ± 0,01

Potasio

1299 ± 32

760,7 ± 39,5

35,52 1,01

Calcio

836 ± 18

7,55 ± 0,12

1,23 ± 0,01

Magnesio

716 ± 8

131,3 ± 2,7

8,33 ± 0,27

Hierro

47 ± 0,7

1,06 ± 0,01

0,07 ± 0,01

Manganeso

60 ± 2

13,84 ± 0,17

0,92 ± 0,05

Cobre

0,47 ± 0,03

0,2619 ± 0,005

0,013 ± 0,001

Cinc

4,3 ± 0,3

1,526 ± 0,030

0,06 ± 0,01


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

clonal y de “alta calidad genética”, a razón de 2% de la superficie total del yerbal, considerando una vida útil de 25 años. De esta manera, de las aproximadamente 165.000 ha implantadas actualmente en Argentina, unas 4.000 ha anuales deberían ser reemplazadas con clones selectos. Las 20.000 ha logradas por lustro reemplazarían a las casi 80.0000 ha actualmente degradadas. Como se puede concluir, estas curvas normales de producción de yerbales resultan indispensables para poder establecer las causas que influyen sobre los rendimientos campaña por campaña y, consecuentemente, poder realizar una proyección de la productividad de los mismos (Montechiesi, 2008).

3- Las acciones hormonales. Las hormonas se han definido como compuestos naturales que poseen la propiedad de regular procesos fisiológicos en concentraciones muy por debajo de la de otros compuestos (nutrientes, vitaminas) y que en dosis más altas los afectarían. Las fitohormonas se sintetizan en forma natural y pueden promover o inhibir determinados procesos. Los diferentes grupos de compuestos exhiben fuertes propiedades de regulación del crecimiento en plantas: auxinas, giberelinas, citocininas, etileno y ácido abscísico. Las giberelinas afectan numerosos procesos fisiológicos, los cuales incluyen la ruptura de la latencia de yemas vegetativas y la promoción del alargamiento de los entrenudos en especies leñosas. Los estudios de respuesta in vitro realizados por Sansberro et al. (2000) sugieren que las giberelinas están involucradas en el control de la brotación y del crecimiento de tallos en la yerba mate, observándose una estrecha relación entre la estructura química de la hormona y la respuesta morfogénica. Las giberelinas que contienen un doble enlace en el anillo A (AG3 y AG7) inhiben el crecimiento de tallos, mientras que aquellas giberelinas, que no presentan dicho enlace (AG1 y AG4), estimulan el crecimiento de los mismos en longitud, sin afectar el porcentaje de brotación. Otros estudios llevados adelante por Sansberro et al. (2004) demostraron que la aplicación exógena de ácido abscísico (ABA) sobre las hojas de plantas de yerba mate crecidas a la intemperie favoreció el crecimiento, por mitigación del estrés hídrico diurno, quedando enmascarado su reconocido efecto inhibitorio del crecimiento. Los estudios acerca de los efectos hormonales fueron sucintamente mencionados en este apartado, dado que no es objetivo de análisis en este capítulo. De cualquier modo, hasta el momento estas prácticas han sido aplicadas y evaluadas a escala experimental, sentando las bases para validar la factibilidad y el éxito de su aplicación en yerbales en producción, en búsqueda del aumento de la producción de masa verde por planta y de la tolerancia a factores estresantes. 64


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

En trabajos recientemente presentados (Maiocchi, et al, 2017), se ha valorizado el aporte de la ingesta de mate cocido con leche, para alumnos en edad escolar (3 a 13 años). Los resultados se presentan en la tabla 7. Tabla 7: Valor Nutricional de Mate cocido (MC), Leche entera (LE) y Mate cocido+Leche entera+Azúcar (MC+Le+Az) por porción (200mL). MC+LE+Az ParámeAz MC LE (200mL) tros Uni(100 (100 IDR (1) %VD Σ en nutricionadad mL) mL) (10g) les (2) 200mL kcal

10502550

1,38

kJ

439010660

5,81

Proteínas

G

15,5-44

Grasas totales

G

Valor energético

Colesterol

62,8

40,0

104,2±8,8

263,9

167,2

436,9 ±61,7

0,04

3,24

0

3,28±0,11

7,421,2

Indet.

0

3,37

0

3,37±1,21

-

Mg

< posible

0

10,3

0

10,3±0,6

11,8

Carbohidratos

G

130

0,30

5,20

9,95

15,4±0,9

Fibra dietaria total

g

19-26

0

0

0

0

Vitamina A

µg

400-600

0

47,42

0

47,4±5,6

Tiamina (B1)

mg

0,6-0,9

0,01

0,05

0

0,06±0,01

Riboflavina (B2)

mg

0,6-0,9

0,01

0,17

0

0,18±0,03

Niacina (B3)

mg

8-12

0,02

0,09

0

0,11±0,02

Ác. pantoténico (B5)

µg

3-4

0,03

0,38

0

0,41±0,02

Piridoxina (B6)

mg

0,6-1

0,01

0,04

0

0,05±0,01

Ác. Fólico (B9)

µg

200-300

0,61

5,15

0

5,76±0,86

Cianocobalamina (B12)

µg

1,2-1,8

0,09

0,46

0

0,55±0,06

Vitamina C

mg

25-45

0,61

0,99

0

1,60±0,13

α-tocoferol (E)

mg

7-11

Nd

0,07

0

0,07±0,01

Vitamina K

µg

55-60

Nd

0,31

0

0,31±0,02

Vitamina D

µg

15

Nd

0,03

0

0,03±0,01

Biotina (B7)

µg

12-20

Nd

20,0

0

20,0±3,2

4,19,9

0 7,911,8 6,610 20-30 0,91,4 10,213,6 5-8,3 1,92,8 30,545,8 3,56,4 0,6-1 0,50,6 0,2 100166

Referencias: MC: mate cocido; LE: leche entera; Az: azúcar refinada; nd: no detectado; Indet.: indeterminado; porción: una taza mediana (100mL MC+100mL LE+10g Az = 200mL); (1) IDR: ingesta diaria recomendada, cubre necesidades de casi toda la población entre 3 y 13 años, basada en las DRIs (Dietary Reference Intakes, www.nap.edu) y otros (Nielsen 2003, COT 2003); (2) VD%: valor dietario, % de una dieta diaria de 10502550 kcal (4390-10660 kJ, FAO 2001). 84


Cap. 5: Composición Química

El mate cocido (MC) por sí mismo no representa un alimento relevante, pero combinado 50:50 v/v con leche entera de vaca y adicionado de 10 g de azúcar refinado constituye un factor importante en la dieta. En efecto, considerando que los escolares deberían ingerir 2 porciones diarias de 200 mL cada una de MC+LE+Az, se duplican los VD indicados en la tabla 7, con lo cual éste se convierte en un alimento de real importancia. Tomando en cuenta que las necesidades energéticas adecuadas para el intervalo etario entre 3 y 13 años (edad escolar) han sido establecidas entre 1050 y 2550 kcal (FAO/ WHO, 2001), es destacable que la ingesta indicada proporciona entre el 8-20% de esos valores, en tanto que también proporciona hasta el 42% de las proteínas requeridas, hasta el 23% de los carbohidratos, del 16 a 22% de la vitamina A, 20% de tiamina, 40 a 60% de riboflavina, 20 a 26% de ácido pantoténico, hasta 16% de piridoxina, 60 a 90% de cianocobalamina y duplica o triplica los requerimientos diarios de biotina.

Heterósidos saponínicos Son sustancias glucosidadas que en solución acuosa manifiestan la formación de espuma, la que permanece en el tiempo. Químicamente se tratan de sustancias formadas por una porción glucosídica (azúcar) y otra no-azúcar denominada genina o aglicona. Se clasifican en dos grandes grupos, dependiendo del núcleo de la genina: triterpénicas y esteroidales. Son muy solubles en agua y al afectar la tensión superficial, también presentan acción detergente y emulsificante. Algunas saponinas (principalmente las triterpénicas) presentan la propiedad biológica de provocar hemólisis o la de tener efecto antifúngico por la capacidad de acomplejarse con sustancias esteroidales. Las saponinas triterpénicas presentan estructura policíclica, clasificándose de acuerdo con el número de anillos en: saponinas triterpénicas tetracíclicas o pentacíclicas. También se clasifican de acuerdo a la presencia de grupos ácidos y básicos en: saponinas ácidas, neutras o básicas. Otra forma de clasificación es por el número de cadenas de monosacáridos unidos a la genina dando lugar a las saponinas monodesmosídicas, bidesmosídicas o tridesmosídicas. En el género Ilex fueron encontradas hasta el momento saponinas triterpénicas pentacíclicas, monodesmosídicas y bidesmosídicas (Gossmann et al. 1989, 1995, Schenkel et al. 1995a-b). La mayoría de las saponinas de I. paraguariensis son bidesmosídicas, y del análisis cromatográfico se desprende la presencia predominante de saponinas derivadas del ácido ursólico. La acción hemolítica de las saponinas es mayor en estructuras monodesmosídicas con grupo ácido libre. Los test de acción hemolítica con la fracción purificada de saponinas de I. paraguariensis, in vitro y sobre cromatogramas resultaron negativos (Romussi et al. 1980). López Campaner et al. (2000) y Kochol et al. (2003, 2004), trabajando con extractos I. paraguariensis e I. dumosa y fracciones enriquecidas en saponinas, respectivamente, no hallaron evidencia acerca de que su consumo genere alguna alteración hematológica, renal o hepática en las ratas expuestas. Por lo tanto, concluyeron que la ingestión continua de infusiones de saponinas de I. dumosa e I. paraguariensis utilizando 66mg día-1, equivalente a 17mg por rata por día durante 30 días no resultó deletérea en los animales de experimentación. 85


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

El contenido total de saponinas en las hojas de las especies Ilex dumosa e Ilex paraguariensis está comprendido entre 5 a 10% de materia seca (Brumovsky et al. 2015).

Aceites esenciales Es escasa la información disponible sobre aceites esenciales en el género Ilex. Freise (Fester et al. 1961) obtuvo hasta 0,35% de rendimiento de esencia levemente dextrógira de δ20°C (densidad) igual a 0,885 y nD igual a 1,447 (índice de refracción) en I. paraguariensis, en Brasil. Por su parte, Montes (1967) informó haber hallado en yerba mate procesada un contenido en aceite esencial inferior a 0,1%, con más de 60 componentes como ácidos alifáticos, alcoholes terpénicos, bencénicos, furfural, aldehídos y cetonas. Kawakami y Kobayashi (1991) en su trabajo “Volatile Constituents of Green Mate and Roasted mate”, utilizando cromatografía gaseosa (CG), identificaron en I. paraguariensis 196 compuestos; 144 de los cuales también están presentes en Camellia sinensis, la especie vegetal utilizada para elaborar el té. Maiocchi et al. (2003), reportan rendimientos del orden de 0,05 % en Ilex paraguariensis procesada. En la tabla 8 se presentan los componentes identificados con porcentaje de coincidencia superior al 85 % con el patrón del banco de datos del cromatógrafo gaseoso (GC) utilizado, acompañados del tiempo de retención.

Clorofilas El color verde de hojas y frutas inmaturas se debe a las clorofilas a (verde azulado) y clorofilas b (verde amarillento), que se encuentran generalmente en relación 3:1 en las plantas superiores. Su estructura química se muestra en la Figura 3. Por eliminación del Mg, las clorofilas se transforman en feofitinas a y b, de color verde oliva-parduzco. La sustitución del ión Mg2+ por Fe2+ y Sn2+ da lugar a la formación de productos pardo-grisáseos. Se ha comprobado que durante el proceso industrial, el calentamiento a temperaturas elevadas durante un tiempo breve mantiene mejor el color original del material que tiempos largos y temperaturas bajas (Belitz, 1985). 86

Figura 3. Estructura molecular de las clorofilas.


Cap. 5: Composición Química

Tabla 8: Identificación de compuestos en aceite esencial. N° referencia

Tiempo retención (min)

N° referencia

Tiempo retención (min)

1

2,62

furfural

28

19,39

megastigmatrienona

2

3,3

3-hexén-1-ol

29

19,57

3,7,11-trimetil -1-dodecanol

3

5,25

ácido 3-hexenoico

30

19,75

2,6,10-trimetilpentadecano

4

5,55

alcohol bencílico

31

20,05

2-metilhexadecano

5

6,04

ácido 2-hexenoico

32

21,01

2,6,10,14tetrametilpentadecano

6

6,18

cis-linalóxido

33

21,43

ácido 12-metiltridecanoico

7

6,8

3,7-dimetil-1,6-octadien-3-ol (linalol)

34

21,55

7-metil-6-trideceno

8

7,26

alcohol feniletílico

35

21,64

1-hexadeceno

9

7,73

2-metil-1,3-ciclohexadieno

36

22,37

ácido tetradecanoico

10

8,97

α-terpineol

37

22,39

benzoato de bencilo

11

10,44

3,7-dimetil- 2,6-octadien-1-ol (geraniol)

38

23,01

octadecano

12

11,95

2-metoxi-4-vinilfenol

39

23,95

6,10,14 trimetil-2pentadecanona

13

11,98

anhídrido ftálico

40

24,64

1-nonadeceno

14

13,05

eugenol

41

25,04

nonadecano

15

13,71

2-buten-1-ona

42

25,68

ácido 14-metilpentadecanoico

16

14,08

vainillina

43

26,01

isofitol

17

14,39

3-buten-1-ona

44

26,71

acido n-hexadecanoico

18

14,84

bencentanal

45

26,97

éster etilhexadecanoico

19

15,23

6,10-dimetil -5,9-undecadien2-ona

46

27,03

eicosano

20

15,69

2,5-ciclohexadién-1,4-diona

21

16,26

2,6-dimetil-biciclo-(3.1.1)hept2-eno

48

28,93

22

16,18

3-buten-2-ona

49

29,13

fitol

23

17,39

5,6,7-trimetil-2(4H)benzofuranona

50

29,33

éster metiloctadecanoico

24

17,9

3,7,11-trimetil -1,6,10-dodecanotrien-3-ol

51

29,48

ácido 9,12-octadecadienoico

25

18,09

benzoato de 3-hexen-1-ol

52

29,65

2-hidroxi-ciclopentadecanona

26

18,65

hexadecano

53

29,97

éster etillinoleico

27

18,84

3,4-dihidro-1-(2H)naftalenona

54

36,42

bis(2-etilhexil)ftalato

Compuesto

47

27,61

Compuesto

3,7,11-trimetil-2,6,10dodecatrien-1-ol ácido 9,12,15-octadecatrienoico

87


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

el factor de luminosidad o la radiación fotosintéticamente activa, en combinación con el tiempo de poda, inducen variaciones en los niveles de taninos (polifenoles). Estos compuestos químicos, que están ligados al sabor, aumentan en los lugares con mayor radiación relativa (Rachwal et al., 2000). Para el análisis del factor disponibilidad hídrica, se debe partir de que su área de distribución silvestre está siempre libre de déficit hídrico (Hernández Bermejo & León, 1992); con precipitaciones anuales no inferiores a 1200 mm distribuidas uniformemente a lo largo del año, y de más de 250 mm durante el trimestre más seco (que en la región se corresponde con el invierno). Por lo tanto, según lo expresado por Giberti (2011), la existencia de esta planta en regiones de menor precipitación pluvial anual solamente se podría verificar si el suministro de agua proviene de otras fuentes. En términos de cultivo, las oscilaciones anuales de la producción, a veces bastante pronunciadas, responden a la cantidad de lluvia caída. Durante los años suficientemente húmedos, en el período de crecimiento se producen tres brotaciones, resultando una producción mucho mayor que la de los años con menor provisión hídrica, en los cuales se producen solo dos brotaciones (Montechiesi, 2008). En este sentido, Pintro (1986) correlacionó positivamente el aumento del número de hojas de la yerba mate con la disponibilidad de agua en el suelo. En relación a las características generales de los suelos, las propiedades físicas de los suelos de la zona yerbatera presentan una cierta variabilidad espacial, tanto en sentido horizontal como vertical. Según Malheiros de Oliveira & Rotta (1985), la yerba mate es más frecuente en suelos con textura media (15- 35% de arcilla) y arcillosa (más de 35% de arcilla), particularmente arcillas caoliníticas que se comportan como pseudoarenas. En suelos constituidos por arenas cuarzosas (menos de 15% de arcilla), la especie es raramente encontrada. Prefiere suelos rojos lateríticos, moderadamente profundos a profundos, húmedos pero permeables. Por otra parte, ya en términos de composición química del suelo, Ferreira Filho (1957) se refiere a la presencia de yerba mate con más frecuencia en suelos con baja capacidad de intercambio catiónico y contenido de aluminio. Actualmente, la especie es considerada como tolerante a suelos de baja fertilidad natural, calcífuga (Reissmann et al., 1997) y resistente a suelos degradados (Malheiros de Oliveira & Rotta ,1985; Pintro et al., 1998). Entre los órdenes de suelos rojos predominantes en la provincia de Misiones, los Oxisoles ocupan un 31% de la superficie (Peña Zubiate et al., 1990). Como corolario, los productores describen a la yerba como una planta “ruda” y “noble”, ideal para su cultivo en las condiciones climáticas de la provincia de Misiones y noreste de Corrientes, de “menor riesgo” y “mayor resistencia” frente a otras especies cultivadas alternativas dado que es “una especie nativa”.

68


Cap. 5: Composición Química

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Cap. 5: Composición Química

--Kochol, R.; Malgor, L.; Verges, E.; Valsecia, M; Mendoza, L. & M. Maiocchi. 2004. Estudio de efectos adversos de extractos de saponinas obtenidas de Ilex paraguariensis y de una nueva especie de yerba mate: Ilex dumosa Reiss. Reuniones de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas Universidad Nacional del Nordeste. M-086. -Larson, R. 1997. Naturally occurring antioxidants. CRC Press LLC, Boca Raton, EE.UU. p. 119. -Leprevost, A. 1987. Química e Tecnologia da Erva Mate (Ilex paraguariensis Saint Hill). Boletín Técnico 53. Instituto de Tecnologia do Paraná 1: 2-18. -López Campanher, A.; Malgor, L.; Valsecia, M.; de Markowsky, M.E. & L. Mendoza. 2000. Estudio de las acciones farmacológicas de una especie de yerba mate: Ilex dumosa Reiss. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional del Nordeste. M 027. -Lunceford, N. & A. Gugliucci. 2005. Ilex paraguariensis extracts inhibit AGE formation more efficiently than green tea. Fitoterapia 76: 419-427. -Maiocchi, M.; Moyano, S.; Martinez, L. & J. Avanza. 2002. Estudio comparativo del contenido de minerales en Ilex paraguariensis e Ilex dumosa. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional del Nordeste. Resumen E-102. -Maiocchi, M.; Ocampo, A. & J. Avanza. 2003. Estudio comparativo de aceites esenciales de Ilex paraguariensis e I. dumosa procesadas. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional del Nordeste. Resumen E-064. -Maiocchi, M. & J. Avanza. 2004. Degradación de clorofilas y feofitinas a diferentes temperaturas en Ilex dumosa e Ilex paraguariensis. Universidad Nacional del Nordeste. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional del Nordeste. E-085. -Maiocchi, M.G.; Téves, M.; Del Vitto, L.A.; Avanza, M.V. & E.M. Petenatti. 2011. Comparative physicochemical parameters of infusions (“mate”) of two species of Ilex. Biocell 35: 54. -Maiocchi, M. 2012. Optimización del proceso de producción de Ilex dumosa para la obtención de infusiones y su caracterización farmacobotánica y farmacognósticca- Estudio comparativo con Ilex paraguariensis. Tesis de Doctorado en Ciencias Químicas. Universidad Nacional del Nordeste. 196 p. -Maiocchi, M.G.; Del Vitto, L.A.; Petenatti, M.E.; Marchevsky, E.J.; Avanza, M.V.; Pellerano R.G. & E.M. Petenatti. 2016. Multielemental composition and nutritional value of “dumosa” (Ilex dumosa), “yerba mate” (I. paraguariensis) and their commercial mixtures in different forms of use. Revista de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo 48 (1): 145-159. -Maiocchi, M.; Corrales, L.; Cardoso-Schiavi, P.; Serrano, N.; Petenatti, E.; Marchevsky, E. & L. Del Vitto. 2017. Parámetros fisico-químicos de muestras comerciales de yerba mate en saquitos y valor nutricional del “mate cocido con leche” para la población en edad escolar. VII Congresso SulAmericano da Erva-Mate, p. 453-459. -Marx, F.; Janssens, M.J.J.; Urfer, P. & R. Scherer. 2003. Caffeine and theobromine composition of mate (Ilex paraguariensis) Leaves in five plantations of Misiones, Argentina. Plant Foods for Human Nutrition 58: 1-8. -Montes, A.L. 1967. Bromatología. Eudeba (Editorial Universitaria de Buenos Aires). Buenos Aires, Argentina. 536 p. -Montiel, G. & J. Avanza. 1996. Estabilidad del color en yerba mate elaborada. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas Universidad Nacional del Nordeste. Tomo IV Ciencias Exactas y Tecnológicas 7: 121-124. 91


Cap. 4: Ecofisiología

se desprende claramente, que el cultivo extrae N y K en cantidades significativas en relación al P, para alcanzar rendimientos elevados. Por otro lado es importante reconocer las etapas fenológicas del cultivo, porque de acuerdo a estas varían las exigencias nutricionales en cantidad y calidad de nutrientes. En la curva de absorción de nutrientes de yerba mate, se observan que existen dos momentos de mayor concentración foliar de estos, en coincidencia con los momentos de crecimiento vegetativo en octubre-noviembre y en febrero-marzo. Normalmente, los suelos rojos sobre los que se asientan los yerbales no proveen estos elementos en las cantidades adecuadas o en los momentos de máximo requerimiento, por lo que un correcto abonado provee aumentos significativos en la producción (FERTILCORP, 2015). En este sentido, como las épocas de mayores requerimientos del cultivo coinciden con las de mayores precipitaciones, las fuentes de nutrientes a utilizar debieran ser de liberación lenta. La época de fertilización recomendada en yerba mate es agosto-setiembre, la mayor disponibilidad de los elementos nutritivos debe ser en los meses de setiembreoctubre (Burtnik, 2003), con lo que se estimulan brotaciones vigorosas y el uso eficiente del N particularmente. Para hacer aún más eficiente la fertilización, el producto se debe depositar en la zona del suelo donde se encuentre la mayor cantidad de raíces activas que ocurre generalmente en los 10 cm superficiales, desparramándolo a vuelo de copa, en surcos situados a 0,50 -0,75 m del tronco (Burtnik, 2003). Resulta de vital importancia el restablecimiento de los niveles nutricionales que en el sistema de producción extractivista de la yerba mate han llevado a que la materia orgánica, P, K y B se encuentren en niveles críticos (FERTILCORP, 2015) y formen parte del paquete de deficiencias que ha derivado en bajos rendimientos. Finalmente se han expuesto algunos aspectos determinantes del rendimiento de la yerba mate y las brechas que existen y persisten, por lo que son múltiples los desafíos que aún quedan por ser superados. Para obtener rendimientos elevados en los yerbales es importante la producción de materia seca, para ello es necesario mantener una determinada área foliar con la consecuente constante provisión de fotoasimilados. Deberá entonces extraerse por campaña hasta un máximo de 70% del área foliar que en esa instancia son órganos de cosecha, dejando sobre la planta al menos un 30% de follaje de mantenimiento para asegurar que actúe como fuente suficiente para estimular los rebrotes vegetativos que restituyan el canopeo que se extrae como consecuencia de las cosechas anuales o bianuales. 71


Capítulo 6

CONSERVACIÓN DE GERMOPLASMA DE ILEX Preservar el legado para las generaciones venideras Dolce, Natalia Raquel1 y Medina, Ricardo Daniel2

Licenciada en Zoología, Doctor de la UNNE en el Área de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias Agrarias (FCA), Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Cátedra de Fisiología Vegetal, FCA-UNNE. Investigadora Asistente, Instituto de Botánica del Nordeste (Universidad Nacional del Nordeste – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). 2 Ingeniero Agrónomo, Doctor de la UNNE en el Área de Recursos Naturales, FCA-UNNE. Cátedra de Cultivos III, FCA-UNNE. Investigador Asistente, Instituto de Botánica del Nordeste (Universidad Nacional del Nordeste – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). 1

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

La conservación de la biodiversidad es un tema que ha venido ganando relevancia de forma progresiva en nuestra sociedad. Dentro de este enmarque, la conservación de la flora silvestre constituye una pieza clave. No sólo se trata de la obligación ética de preservar este legado que se nos ha dado para las generaciones venideras o del puro interés científico que puede aportar. La sociedad es cada vez más consciente de la importancia de la flora silvestre como fuente de alimentos, aceites y lubricantes, gomas, resinas, ceras, colorantes, fibra, energía, sustancias aromáticas y principios medicinales, por su valor ornamental y por su valor ecológico como indicador y elemento restaurador de situaciones ambientales degradadas (McNeely et al., 1990; Prance, 1997). Cuando se habla de conservación de germoplasma hay que subrayar que el objetivo es conservar, con la mayor integridad posible, la variabilidad genética de las poblaciones seleccionadas. Dependiendo de la naturaleza del material vegetal se pueden adoptar diferentes estrategias de conservación, teniendo en cuenta para ello características particulares de las especies a conservar, como por ejemplo: la duración de su ciclo de vida, el modo de reproducción y el tamaño de sus individuos. De acuerdo con estas características se han intentado diversas alternativas, surgiendo así numerosos métodos de conservación de germoplasma. Se considera que la forma más lógica de conservar una entidad biológica es dentro del ecosistema del que forma parte (Gómez-Campo, 1985; Prance, 1997). Idealmente, por lo tanto, la conservación de los ecosistemas y, refiriéndonos al nivel de organismos, la conservación de especies silvestres o cultivadas en sus hábitats naturales (conservación in situ) constituye la manera más apropiada de enfocar la problemática de conservación (UNCED, 1992).

Descripción del problema En Argentina se han confirmado 7 representantes nativos del género Ilex (Giberti, 1979; 1994a; 1998; 2008; Keller y Giberti, 2011), distribuidos en dos regiones fitogeográficas bien definidas y aisladas espacialmente: en la Provincia Fitogeográfica Paranense y en la Provincia Fitogeográfica de las Yungas (Cabrera, 1971). Habitan la Provincia Paranense, representada en Argentina por Misiones y el nordeste de Corrientes, la especie de cultivo, I. paraguariensis A. St. Hil. var. paraguariensis, lo mismo que I. brevicuspis Reissek (entidad absolutamente simpátrica con la anterior) y una vicariante de ambientes bien húmedos, I. dumosa Reissek var. guaranina Loes. Además, exclusivamente en Misiones, a los 3 taxones citados se les agregan I. affinis Gardner, I. theezans Mart. ex Reissek e I. brasiliensis Loes. En cuanto a la especie propia de la Provincia Fitogeográfica de las Yungas, I. argentina Lillo, su distribución coincide con los pisos altitudinales medios y altos de las pluvisilvas subtropicales montanas de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca. Su área de dispersión natural, asimismo, se extiende al sudeste boliviano (Giberti, 1997). La situación generalizada de crisis de la biodiversidad que hoy se vive, paradójicamente ha transformado a estas especies originariamente indeseables por su uso como adulterantes de la yerba mate genuina (Giberti, 1989), en recursos 94


Cap. 6: Conservación de germoplasma de Ilex

fitogenéticos del cultivo de yerba mate (Giberti, 1999). Toda la región de producción así como de dispersión natural de esta especie está sufriendo un acelerado proceso de reemplazo de la pluvisilva subtropical por áreas de cultivos agrícolas y/o forestales, además de ser empleado por otras actividades como la ganadería. Estados brasileños originariamente con fuerte presencia forestal, como por ejemplo Paraná (superficie total 199.324 Km2), habían perdido ya hacia la década de 1990 más del 70% de su cobertura arbórea nativa (Mazuchowski, 1992). Asimismo, debemos considerar que en el N y NO del estado de Rio Grande do Sul los cultivos de soja han reemplazado casi completamente al monte nativo que hospeda a la yerba mate (Winge et al., 1995). De la misma manera, la República Argentina (con alrededor de 30 millones de hectáreas de bosque nativo) ha sufrido últimamente un importante proceso de cambio del uso de la tierra, debido principalmente al avance de la frontera agrícola. La sostenibilidad de los altos precios internacionales, en los últimos años, posibilitó la perdurabilidad e incluso la intensificación en la obtención de productos de consumo masivo a nivel internacional, como la soja, avanzando territorialmente sobre nuevas tierras antes impensadas para uso agrícola por la presencia de índices de productividad agroclimáticos bajos. Entre las provincias con mayor existencia de desmonte en los últimos 20 años se encuentran Misiones y, aunque en menor medida, Corrientes; precisamente las dos provincias en las cuales I. paraguariensis crece espontáneamente y es cultivada en Argentina (Montenegro, 2012). Por otra parte, es conocido que cuando la Fitotecnia tiende a mejorar una especie de cultivo, buscando las denominadas “variedades superiores”, se va restringiendo progresivamente en ellas la variabilidad natural (Prat Kricun y Belingheri, 1996). Las especies de Ilex del Cono Sur son todas leñosas, la mayoría arbóreas, de crecimiento lento, escasa producción de semillas y en general de bajo poder germinativo (Fontana et al., 1990). A esto se suman las modificaciones en las condiciones originales del hábitat, que afectan cuantitativamente las poblaciones de insectos polinizadores y de aves diseminadoras de los propágulos -Ilex es de polinización entomófila y diseminación endozoica- (Giberti, 1994b). En consecuencia, tras una profunda alteración del ambiente (que pasa de ser una pluvisilva húmeda a una pradera o un campo de cultivo), además de una severa disminución de las poblaciones de insectos y aves benéficas, y hasta por depredación humana en yerbales naturales explotados, la demografía de estas especies de Ilex ha venido disminuyendo aceleradamente en las últimas décadas, quedando confinadas a los relictos del monte nativo que siguen existiendo sólo en áreas desfavorables para su aprovechamiento económico, o a las reservas naturales de la región (Giberti, 1999). De lo expuesto anteriormente se desprende la necesidad de la creación y mantenimiento de bancos de germoplasma de yerba mate y especies afines, con el fin de preservar la variabilidad genética de las poblaciones así como para su uso en mejoramiento y en estudios básicos (tanto fisiológicos como bioquímicos).

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Cap. 6: Conservación de germoplasma de Ilex

Figura 1: Colección a campo de especies del género Ilex implantadas en predios de la EEA INTA Cerro Azul, Misiones. A) I. theezans, B) I. integerrima, C) I. dumosa y D) I. brevicuspis. En el plano central de la Figura 1 A se observa al Ing. Agr. Luis Darío Belingheri, a quien los autores agradecen su sostenido interés por la implantación y mantenimiento de la colección de plantas de yerba mate y especies co-genéricas, así como por su eficiente colaboración en la recolección y envío de frutos de las diferentes especies para nuestro trabajo en el laboratorio. 97


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

En Argentina, las colecciones vivas de especies del género Ilex (producto de una veintena de expediciones) están implantadas en predios de la EEA Cerro Azul (Leandro N. Alem) y en el Campo Anexo Cuartel del Río Victoria (San Vicente), ambas instalaciones del INTA en la provincia de Misiones (Fig. 1). Existen alrededor de 150 muestras poblacionales incorporadas al Banco. Sin duda, esto resulta en pérdida de variabilidad natural por lo reducido del tamaño de las muestras y el probable aumento de la endogamia en la descendencia de la colección viva (Winge et al., 1995).

Conservación de semillas de Ilex En general, los bancos de semillas constituyen uno de los métodos más convenientes para la conservación de germoplasma ex situ, porque permiten almacenar una gran variabilidad genética en forma económica y práctica; dado que las semillas, normalmente, son de pequeño tamaño y permiten la fácil regeneración de la planta (Pita Villamil y Pérez Ruiz, 1997). Para el género Ilex, el alto nivel de dormancia, la inmadurez y el pequeño tamaño del embrión de estas especies han ido en contra del conocimiento acerca de las características de almacenamiento de sus semillas. Las mismas son colectadas con altos contenidos de agua, una característica frecuentemente asociada con un comportamiento recalcitrante. Sin embargo, hasta recientemente (Dolce, 2012; Dolce et al., 2017) no se conocían los niveles a los cuales las semillas de Ilex toleran la desecación y bajas temperaturas de almacenamiento. En el Laboratorio de Cultivo de Tejidos de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNNE) y el Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE-CONICET) se viene trabajando desde hace varios años en la conservación ex situ de germoplasma de especies del género Ilex. Los resultados obtenidos en los estudios sobre tolerancia a la desecación y al congelamiento así como de longevidad de las semillas de Ilex dumosa, I. paraguariensis e I. pseudoboxus sugieren que las mismas presentan un comportamiento intermedio entre las semillas ortodoxas y recalcitrantes, ya que si bien toleran la desecación a niveles similares a los de las semillas ortodoxas, su viabilidad desciende rápidamente (menos de seis meses) durante el almacenamiento. Asimismo, se observó que la mayor longevidad se obtuvo cuando se almacenaron a 4 °C frutos intactos contenidos en bolsas de polietileno cerradas, condición en la cual las semillas mantuvieron un contenido de agua elevado durante todo el período de almacenamiento (de al menos un año) (Dolce, 2012). Para la conservación a largo plazo de las semillas de estas especies de Ilex, lo cual es conveniente para el establecimiento de un banco de germoplasma, la única opción viable sería la crioconservación. En esta metodología se procuran temperaturas inferiores a -130 ºC para alcanzar condiciones de ausencia de agua en estado líquido, baja energía cinética molecular y una difusión extremadamente lenta, logrando así que las reacciones químicas se encuentren prácticamente paralizadas (Pritchard, 1995). Bajo estas condiciones, se logra la detención de la mayoría de los procesos metabólicos y con ello el bloqueo de los mecanismos fisiológicos responsables del envejecimiento, 98


Capítulo 5

COMPOSICIÓN QUÍMICA Conocer mejor lo que nos gusta tanto Maiocchi, Marcos

Doctor en Ciencias Químicas de la UNNE (2012), Ingeniero Químico UTN (1996). Profesor titular de Operaciones Unitarias Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Conservación in vitro de germoplasma de Ilex Entre los métodos alternativos a la conservación de semillas, la conservación in vitro de germoplasma (bajo condiciones de crecimiento mínimo o a la temperatura ultrabaja del NL) se presenta como una valiosa alternativa. Con relación a la conservación de germoplasma bajo condiciones de crecimiento reducido, no se reportan antecedentes bibliográficos que informen el uso de estas técnicas para el establecimiento de bancos in vitro de germoplasma de especies del género Ilex. Por otra parte, unos pocos trabajos informan acerca de la crioconservación de germoplasma de estas especies. Tal es el caso de la conservación de frutos (Mroginski et al., 2006) y embriones cigóticos inmaduros (Mroginski et al., 2008) utilizando las técnicas de vitrificación y de encapsulacióndeshidratación, respectivamente. Sin embargo, los resultados obtenidos son preliminares y en algunos casos los porcentajes de supervivencia son muy bajos o nulos; quedando aún muchos interrogantes por dilucidar. Finalmente, en un intento por establecer sistemas que posibiliten la crioconservación de germoplasma clonal, el grupo de trabajo del Laboratorio de Cultivo de Tejidos de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNNE) y el Instituto de Botánica del Nordeste (UNNECONICET) llevó a cabo estudios con ápices caulinares de Ilex dumosa e I. paraguariensis aplicando las técnicas de vitrificación y encapsulación-deshidratación. Sin embargo, no fue posible obtener supervivencia luego de la exposición de los ápices al NL a partir de las técnicas de crioconservación ensayadas. Queda aún mucho por estudiar tanto acerca de las metodologías de cultivo in vitro de órganos vegetativos, con el objeto de determinar el sistema más adecuado para la regeneración de plantas a partir de diferentes explantes; como en lo referente al desarrollo de una metodología de crioconservación que posibilite la conservación a largo plazo de germoplasma proveniente de individuos selectos de especies del género Ilex, como un suplemento de las colecciones de plantas a campo.

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Cap. 6: Conservación de germoplasma de Ilex

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Capítulo 7

PROPAGACIÓN SEXUAL A ESCALA COMERCIAL: VIVERO TRADICIONAL Y TECNIFICADO Donde comienza todo Capellari, Pablo Leandro

Ingeniero Agrónomo, Consejero de la Unidad Operativa de la Producción, Adscripto de Docencia en la Cátedra de Cultivos III FCA UNNE. Asesor privado y Productor de Yerba Mate.

103


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

En la planificación de un establecimiento productivo yerbatero se debería plantear el sistema de producción a llevar adelante, partiendo de platines producidos por viveristas de la zona o viendo la posibilidad de realizar el vivero propio. Se puede clasificar al vivero de yerba mate en “Tradicional” y “Tecnificado”, donde las principales diferencias implican tecnologías de procesos y de insumos que darán ciertas ventajas hacia la obtención del producto final (i.e. el plantín). Etapa común a cualquier vivero de yerba mate es la obtención y adecuación de los propágulos (i.e. las semillas contenidas en pirenos), los cuales deben ser cosechados desde la segunda quincena de Enero hasta Abril, cuando adquieren un color tintomorado-negro (Burtnik, 2003). Sin embargo, estudios más recientes manifestaron porcentajes de germinación similares entre pirenos derivados de frutos verdes (15,3%) y los provenientes de frutos maduros (11,7%), relacionándolo a un alto porcentaje de viabilidad de las semillas (79 a 83%) de ambos tratamientos cotejados con el test de tetrazolio (Baumgratz, 2016). Es aconsejable seleccionar las semillas de las plantas más productivas individualmente (entre 8 y 20 hoja verde kg pl-1), con rendimientos individuales que se encuentren 30 % por sobre el rendimiento promedio (kg hoja verde ha-1) del yerbal, considerando que el potencial productivo se herede genéticamente. Además es importante que estas plantas seleccionadas no manifiesten problemas sanitarios considerables y que tengan una estructura adecuada al sistema de producción actual (Fig. 1).

Figura 1: Selección de plantas más productivas, con muchos puntos de brotación y sanas. Fotografía gentileza del Ing. Agr. Marcelo Mayol. 104


Cap. 7: Propagación sexual a escala comercial: Vivero tradicional y tecnificado

La recolección de los frutos se realiza manualmente, seleccionando los más homogéneos en cuanto a tamaño, color e integridad (sin lesiones). De siete a ocho kilogramos de fruto se obtiene un kilogramo de semillas, donde se encuentran unas 135.000 semillas aproximadamente y de las cuales germinan unas 20.000 (Burtnik, 2003). Diferentes situaciones prácticas mostraron variaciones desde 4.000 hasta 40.000 plántulas cada kilogramo sembrado (Martín Conti, com. pers.). Luego de la recolección, se deben macerar los frutos, separando el hollejo de los pirenos (i.e. unidad de propagación o semilla comercial). Luego, se pueden separar por flotación los pirenos o semillas vanas, recolectando únicamente los que decantan, además eliminando material no deseado, como palitos, hollejos, entre otros. Para la conservación de las semillas, se pueden utilizar fungicidas para prevenir ataques de hongos, estas se guardan en bolsas plásticas limpias, identificadas y colocadas en la heladera, ya que así se conserva su poder germinativo hasta que finalice el lapso de recolección de los frutos de la temporada (Fig. 2).

Figura 2: De izquierda a derecha: frutos maduros y pirenos luego de la maceración.

Gran parte de las semillas presentan dormancia debido a la presencia de embrión inmaduro (embriogénesis tardía), requiriendo un tiempo mayor para la germinación. Un proceso ampliamente utilizado por los viveristas, que pretende superar la dormancia o latencia y, consecuentemente, uniformizar la germinación de la especie es la estratificación, donde los pirenos o semillas son expuestas a arena, con variación de temperatura, por períodos de 4 a 6 meses (Croce et al., 1999; Sturion et al., 2010). El proceso de estratificación consiste en la desinfección previa de las semillas con hipoclorito de sodio al 1% por 30 segundos y alcohol 70%, con posterior triple lavado en agua destilada para su conservación entre 90 y 180 días entre capas de arena también desinfectada. Por otra parte, Souza et al. (2014) estudiaron que en situaciones de estratificación la no desinfección de las semillas mejoraría los porcentajes de germinación posterior. Para determinar el lugar de construcción del almácigo es importante tener una fuente de agua abundante y permanente, y que el terreno sea no anegable durante todo 105


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

el año, debe estar limpio y puede estar protegido por cortinas rompeviento para evitar su destrucción. La estructura fundamental tanto para el almácigo como para el vivero de yerba mate consiste en cobertura plástica de un espesor de 150 micrones, para la protección de las bajas temperaturas invernales y mediasombra plástica (50%) utilizada como umbráculo para la protección de las altas radiaciones estivales. Es importante considerar que los plantines van a estar un tiempo prolongado en el vivero. La estructura del vivero puede ser desde postes de Eucalyptus hasta de estructuras de aluminio en los más tecnificados, es importante considerar la orientación de los vientos más fuertes para prolongar la vida útil de la estructura (Fig. 3).

Figura 3: Vivero tecnificado con estructura de aluminio, mediasombra corrediza, microaspersores para riego y control de adversidades y bandejas elevadas en mesadas.

Para realizar la siembra, se construyen canteros que pueden ser de medidas variables según la practicidad de cada situación, según Burtnik (2003) el ancho varía entre 0,80 m y 1,20 m y tendrán una altura de unos 15 centímetros sobre el nivel original del suelo (Fig. 4). La preparación de la tierra se puede hacer con pala, punteando hasta unos 20 centímetros de profundidad o arando el terreno. Después de un tiempo prudencial, donde se permite la descomposición de la materia orgánica, se deben deshacer los terrones y si es posible agregar estiércol, bien descompuesto, para aumentar la fertilidad. El sustrato recomendado, para el almácigo tradicional, según Prat Kricun (1993) consiste en una mezcla de una relación 3:1:1 de tierra colorada: materia orgánica: arena. 106


Cap. 7: Propagación sexual a escala comercial: Vivero tradicional y tecnificado

Debido al extenso tiempo de germinación de la especie, las semillas sembradas pasarán mucho tiempo bajo el sustrato y por ello cobra capital importancia la desinfección del almácigo para prevenir o reducir pérdidas del material de propagación o incluso plántulas ya emergidas. Los métodos empleados son tratamiento con agua caliente a más de 80°C, regando el cantero con más de 10 L m-2, o bien el uso de productos químicos como Basamid o Dazomet. El primero es desinfectante de suelos con un rango de acción que comprende hongos y bacterias fitopatógenas del suelo, nemátodes, insectos de suelo, malezas provenientes de semilla u órganos vegetativos y puede estar formulado como microgranulado, lo que permite una fácil dosificación, fácil aplicación y un reparto en el suelo más preciso y uniforme, dado que una vez incorporado al suelo y en contacto con la humedad libera sus ingredientes activos. El segundo también tiene un efecto de amplio espectro, es prácticamente esterilizador y controla insectos, hongos, nemátodos y malezas con una persistencia es de 6-8 semanas. La siembra se efectúa distribuyendo desde 250 a 500 g m2 de semilla y luego tapando con una delgada capa de tierra o sustrato. Luego es recomendable cubrir la superficie del almácigo con algún material vegetal para evitar la excesiva evaporación de agua y cubrir el cantero con un microtúnel de polietileno para proteger los plantines de las bajas temperaturas del invierno. En el caso particular del vivero de la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig, el sustrato utilizado es turba rubia, el cual ha dado resultados satisfactorios. Para su construcción se estratifican capas que se disponen de manera que en la base

Figura 4: Almácigo sobre-elevado de yerba mate. 107


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

se distribuyan aproximadamente unos 10 centímetros de corteza de pino compostada, luego 4 centímetros de turba rubia, el estrato de semillas y por último una capa más de 1 centímetro de turba rubia. Para 20 m2 de almácigo se utilizan 6 bolsas de turba rubia, la desinfección se realiza con vapor de agua permitiendo así la reutilización de la turba al año siguiente. Además en estos viveros tecnificados se realiza riego con microaspersores (Fig. 8), y así el control preventivo de enfermedades fúngicas. Las aplicaciones de agroquímicos se realizan cada 15 días y se pueden ir rotando distintos productos como Carbendazim (fungicida sistémico de efecto preventivo y curativo de amplio espectro de control), Ridomil Gold (Metalaxil-M + Mancozdeb, fungicida sistémico y de contacto fundamentalmente para el control de Oomycetes hongos que integran el complejo del Damping-off) y Zineb (protector de contacto, detiene la germinación de esporas al inhibir la respiración). El control de malezas, tanto en almácigo como en vivero, se realiza de forma manual, para lo cual es imprescindible el factor humano al igual que en todas las actividades del vivero. También es muy importante realizar una adecuada desinfección del suelo para partir de un banco de semillas mínimo. Llegado el momento del repique, del almácigo a vivero, las plántulas se extraen manualmente e inmediatamente son colocadas en recipientes con agua. Algunos autores, como Prat Kricun (1993), recomiendan realizar el repique cuando la plántula tiene de 4 a 6 hojas. Sin embargo, el trasplante en el vivero de la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig se realiza exitosamente cuando la plántula tiene tan solo dos cotiledones (Fig. 5), puede ir acompañado de un pequeño despunte de la raíz (poda manual), para respetar una relación buscada de 1:1 entre la longitud de la parte aérea y la radicular.

Figura 5: Plántulas con dos cotiledones repicados en tubetes en vivero tecnificado. 108


Cap. 7: Propagación sexual a escala comercial: Vivero tradicional y tecnificado

El repique puede ser realizado en suelo directo, en macetas o en tubetes. En los viveros tecnificados se realiza en tubetes, los mismos pueden tener de 125 ml a 250 ml de capacidad, buenos resultados se han observado con tubetes más grandes ya que brindan mejores oportunidades a las plantas en los primeros meses a campo. Las desventajas de realizar un repique en tubetes grandes son el dificultoso control de malezas, la mayor necesidad de sustrato y de espacio en el vivero. Un operario puede repicar hasta 3.000 plántulas al día, el cual es un dato importante a la hora de la planificación del vivero.

Figura 6: Plantas de un año en macetas de polietileno, vivero tradicional. Fotografía gentileza del Ing. Agr. Ricardo Medina.

El trasplante en suelo directo, en los viveros tradicionales, se realiza en canteros donde se repican las plántulas en marcos de plantación de 10 cm x 10 cm (100 plantas m -2), así la planta permanece en este sitio 6 a 12 meses para luego ser llevada a campo. Su extracción puede realizarse a raíz desnuda (menos recomendado) o con cilindros de chapa que contiene un tubo de polietileno que actúa como contenedor. En cambio, los viveros en macetas de polietileno de 30-50 micrones de espesor, permiten un mejor aprovechamiento de la superficie dado que con macetas chicas de 15 cm de alto y 8-10 cm de diámetro se logran ubicar 200-250 plantas m-2 (Prat Kricun, 1993) (Fig.6). Los sustratos utilizados son variables, desde tierra colorada con arena en viveros tradicionales hasta cáscara de pino compostada con agregado de fertilizantes en los viveros tecnificados. En este último caso se han obtenido buenos resultados aplicando 4 kg m-3 de sustrato de superfosfato triple de calcio. Además, en los viveros tecnificados se suelen realizar fertirriegos, aprovechando la infraestructura disponible (Fig. 7). El esquema propuesto por la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig es la aplicación de fertilizantes completos a base de N-P-K en relación 13-40-13 al inicio o arranque, 21-11-21 durante el crecimiento vegetativo y finalmente 15-5-30 durante la rustificación del plantín. 109


Cap. 5: Composición Química

El mate cocido (MC) por sí mismo no representa un alimento relevante, pero combinado 50:50 v/v con leche entera de vaca y adicionado de 10 g de azúcar refinado constituye un factor importante en la dieta. En efecto, considerando que los escolares deberían ingerir 2 porciones diarias de 200 mL cada una de MC+LE+Az, se duplican los VD indicados en la tabla 7, con lo cual éste se convierte en un alimento de real importancia. Tomando en cuenta que las necesidades energéticas adecuadas para el intervalo etario entre 3 y 13 años (edad escolar) han sido establecidas entre 1050 y 2550 kcal (FAO/ WHO, 2001), es destacable que la ingesta indicada proporciona entre el 8-20% de esos valores, en tanto que también proporciona hasta el 42% de las proteínas requeridas, hasta el 23% de los carbohidratos, del 16 a 22% de la vitamina A, 20% de tiamina, 40 a 60% de riboflavina, 20 a 26% de ácido pantoténico, hasta 16% de piridoxina, 60 a 90% de cianocobalamina y duplica o triplica los requerimientos diarios de biotina.

Heterósidos saponínicos Son sustancias glucosidadas que en solución acuosa manifiestan la formación de espuma, la que permanece en el tiempo. Químicamente se tratan de sustancias formadas por una porción glucosídica (azúcar) y otra no-azúcar denominada genina o aglicona. Se clasifican en dos grandes grupos, dependiendo del núcleo de la genina: triterpénicas y esteroidales. Son muy solubles en agua y al afectar la tensión superficial, también presentan acción detergente y emulsificante. Algunas saponinas (principalmente las triterpénicas) presentan la propiedad biológica de provocar hemólisis o la de tener efecto antifúngico por la capacidad de acomplejarse con sustancias esteroidales. Las saponinas triterpénicas presentan estructura policíclica, clasificándose de acuerdo con el número de anillos en: saponinas triterpénicas tetracíclicas o pentacíclicas. También se clasifican de acuerdo a la presencia de grupos ácidos y básicos en: saponinas ácidas, neutras o básicas. Otra forma de clasificación es por el número de cadenas de monosacáridos unidos a la genina dando lugar a las saponinas monodesmosídicas, bidesmosídicas o tridesmosídicas. En el género Ilex fueron encontradas hasta el momento saponinas triterpénicas pentacíclicas, monodesmosídicas y bidesmosídicas (Gossmann et al. 1989, 1995, Schenkel et al. 1995a-b). La mayoría de las saponinas de I. paraguariensis son bidesmosídicas, y del análisis cromatográfico se desprende la presencia predominante de saponinas derivadas del ácido ursólico. La acción hemolítica de las saponinas es mayor en estructuras monodesmosídicas con grupo ácido libre. Los test de acción hemolítica con la fracción purificada de saponinas de I. paraguariensis, in vitro y sobre cromatogramas resultaron negativos (Romussi et al. 1980). López Campaner et al. (2000) y Kochol et al. (2003, 2004), trabajando con extractos I. paraguariensis e I. dumosa y fracciones enriquecidas en saponinas, respectivamente, no hallaron evidencia acerca de que su consumo genere alguna alteración hematológica, renal o hepática en las ratas expuestas. Por lo tanto, concluyeron que la ingestión continua de infusiones de saponinas de I. dumosa e I. paraguariensis utilizando 66mg día-1, equivalente a 17mg por rata por día durante 30 días no resultó deletérea en los animales de experimentación. 85


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

El contenido total de saponinas en las hojas de las especies Ilex dumosa e Ilex paraguariensis está comprendido entre 5 a 10% de materia seca (Brumovsky et al. 2015).

Aceites esenciales Es escasa la información disponible sobre aceites esenciales en el género Ilex. Freise (Fester et al. 1961) obtuvo hasta 0,35% de rendimiento de esencia levemente dextrógira de δ20°C (densidad) igual a 0,885 y nD igual a 1,447 (índice de refracción) en I. paraguariensis, en Brasil. Por su parte, Montes (1967) informó haber hallado en yerba mate procesada un contenido en aceite esencial inferior a 0,1%, con más de 60 componentes como ácidos alifáticos, alcoholes terpénicos, bencénicos, furfural, aldehídos y cetonas. Kawakami y Kobayashi (1991) en su trabajo “Volatile Constituents of Green Mate and Roasted mate”, utilizando cromatografía gaseosa (CG), identificaron en I. paraguariensis 196 compuestos; 144 de los cuales también están presentes en Camellia sinensis, la especie vegetal utilizada para elaborar el té. Maiocchi et al. (2003), reportan rendimientos del orden de 0,05 % en Ilex paraguariensis procesada. En la tabla 8 se presentan los componentes identificados con porcentaje de coincidencia superior al 85 % con el patrón del banco de datos del cromatógrafo gaseoso (GC) utilizado, acompañados del tiempo de retención.

Clorofilas El color verde de hojas y frutas inmaturas se debe a las clorofilas a (verde azulado) y clorofilas b (verde amarillento), que se encuentran generalmente en relación 3:1 en las plantas superiores. Su estructura química se muestra en la Figura 3. Por eliminación del Mg, las clorofilas se transforman en feofitinas a y b, de color verde oliva-parduzco. La sustitución del ión Mg2+ por Fe2+ y Sn2+ da lugar a la formación de productos pardo-grisáseos. Se ha comprobado que durante el proceso industrial, el calentamiento a temperaturas elevadas durante un tiempo breve mantiene mejor el color original del material que tiempos largos y temperaturas bajas (Belitz, 1985). 86

Figura 3. Estructura molecular de las clorofilas.


Cap. 5: Composición Química

Tabla 8: Identificación de compuestos en aceite esencial. N° referencia

Tiempo retención (min)

N° referencia

Tiempo retención (min)

1

2,62

furfural

28

19,39

megastigmatrienona

2

3,3

3-hexén-1-ol

29

19,57

3,7,11-trimetil -1-dodecanol

3

5,25

ácido 3-hexenoico

30

19,75

2,6,10-trimetilpentadecano

4

5,55

alcohol bencílico

31

20,05

2-metilhexadecano

5

6,04

ácido 2-hexenoico

32

21,01

2,6,10,14tetrametilpentadecano

6

6,18

cis-linalóxido

33

21,43

ácido 12-metiltridecanoico

7

6,8

3,7-dimetil-1,6-octadien-3-ol (linalol)

34

21,55

7-metil-6-trideceno

8

7,26

alcohol feniletílico

35

21,64

1-hexadeceno

9

7,73

2-metil-1,3-ciclohexadieno

36

22,37

ácido tetradecanoico

10

8,97

α-terpineol

37

22,39

benzoato de bencilo

11

10,44

3,7-dimetil- 2,6-octadien-1-ol (geraniol)

38

23,01

octadecano

12

11,95

2-metoxi-4-vinilfenol

39

23,95

6,10,14 trimetil-2pentadecanona

13

11,98

anhídrido ftálico

40

24,64

1-nonadeceno

14

13,05

eugenol

41

25,04

nonadecano

15

13,71

2-buten-1-ona

42

25,68

ácido 14-metilpentadecanoico

16

14,08

vainillina

43

26,01

isofitol

17

14,39

3-buten-1-ona

44

26,71

acido n-hexadecanoico

18

14,84

bencentanal

45

26,97

éster etilhexadecanoico

19

15,23

6,10-dimetil -5,9-undecadien2-ona

46

27,03

eicosano

20

15,69

2,5-ciclohexadién-1,4-diona

21

16,26

2,6-dimetil-biciclo-(3.1.1)hept2-eno

48

28,93

22

16,18

3-buten-2-ona

49

29,13

fitol

23

17,39

5,6,7-trimetil-2(4H)benzofuranona

50

29,33

éster metiloctadecanoico

24

17,9

3,7,11-trimetil -1,6,10-dodecanotrien-3-ol

51

29,48

ácido 9,12-octadecadienoico

25

18,09

benzoato de 3-hexen-1-ol

52

29,65

2-hidroxi-ciclopentadecanona

26

18,65

hexadecano

53

29,97

éster etillinoleico

27

18,84

3,4-dihidro-1-(2H)naftalenona

54

36,42

bis(2-etilhexil)ftalato

Compuesto

47

27,61

Compuesto

3,7,11-trimetil-2,6,10dodecatrien-1-ol ácido 9,12,15-octadecatrienoico

87


Capítulo 8

VIVERO CLONAL PARA PRODUCCIÓN COMERCIAL Tecnología para potenciar la producción Molina, Sandra Patricia

Doctora en el Área de Recursos Naturales - UNNE (2014), Ingeniera Agrónoma - UNER (2000). Investigadora en el Equipo de Yerba Mate y Té, EEA Cerro Azul, Regional Misiones - INTA.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

La producción de plantas de Yerba Mate (Ilex paraguariensis A. St. Hil.) a escala comercial, se realiza por vía sexual, a partir de semillas, debido a la facilidad de producción y a que requiere estructuras sencillas y económicas. A pesar de esto, existen ciertas limitaciones que hay que tener en cuenta. Entre ellas se destacan, la baja calidad fisiológica de las semillas, evidenciado por la presencia de embriones inmaduros (Pereira Fowler et al., 2007), resultando en una germinación tardía y desuniforme a lo largo del tiempo (de 120 a 360 días), con bajos porcentajes (generalmente inferior al 23%) (Fontana et al., 1990; Prat Kricun, 1992). Otra cuestión, está referida a la variabilidad genotípica y fenotípica entre la descendencia, y con la planta madre, lo que genera desconocimiento en el comportamiento futuro. Finalmente, la disponibilidad de material para multiplicación se limita a las plantas hembras, que son las únicas productoras de semillas. Estas dificultades conducen a buscar formas alternativas para la producción de plantas, surgiendo así el interés por la tecnología clonal. Es un tipo de reproducción asexual que se utiliza para obtener plantas que son copias (clones) de la planta original, seleccionada por sus buenas características agronómicas (Hartmann y Kester, 1999). La reproducción asexual o agámica se caracteriza por la presencia de un único progenitor que se divide, y da origen a individuos genéticamente idénticos al progenitor y entre sí (Hartmann y Kester, 1999). Si bien este tipo de reproducción no es económica, en comparación con la semilla, su uso se justifica por la superioridad y uniformidad de las plantas obtenidas. Además, se acorta el tiempo necesario para llegar a la madurez reproductiva debido a que como se parte de material adulto, se elimina la fase juvenil. En la reproducción asexual se pueden utilizar distintas partes de la planta, tales como tallos, tallos modificados (rizomas, tubérculos, cormos y bulbos), hojas o raíces. Entre los métodos de propagación vegetativa, la estaca es la técnica con mayor viabilidad económica para el establecimiento de plantaciones clonales (Paiva y Gomes, 1995; Hartmann y Kester, 1999). Esta metodología consiste en la utilización de porciones de tallos, con por lo menos una yema, los cuales se colocan en condiciones propicias para el enraizamiento. La principal limitante de la propagación vegetativa es el bajo porcentaje reproductivo. La capacidad de enraizamiento es variable según la especie. En general, las plantas herbáceas y arbustivas son más fáciles de enraizar que las leñosas. Otro factor importante es la edad de la planta madre. Una planta en fase juvenil tiene un alto potencial de enraizamiento adventicio, el cual se va perdiendo a medida que avanza hacia la adultez (Caso, 1992). Esto supone un gran obstáculo para la propagación masiva de fenotipos seleccionados, puesto que las características deseables normalmente no se expresan hasta que la planta ha alcanzado su madurez (Hartmann y Kester, 1999). 114


Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

Por lo antes mencionado, es necesario ajustar, en la medida de lo posible, cada uno de los factores que afectan el enraizamiento. Los principales factores involucrados en el enraizamiento de estacas de yerba mate son el estado sanitario y nutricional de la planta madre, el sustrato (Molina y Mayol, 2011; Molina et al., 2017a), el uso de sustancias promotoras del enraizamiento (tipo, concentración, modo de aplicación) (Mayol y Molina, 2010), la época del año en que se realiza el estaqueo, el material genético (Molina et al., 2017a), la edad de la planta madre, la época del año, y el tamaño de las estacas, entre otros.

Reguladores de crecimiento Las auxinas son consideradas las principales sustancias involucradas en la emisión de raíces, principalmente en las especies de difícil enraizamiento. El uso de estas sustancias tiene como objetivo aumentar el porcentaje de estacas enraizadas, acelerar el proceso de enraizamiento, aumentar el número y la calidad de raíces y lograr mayor uniformidad en el enraizamiento (Hartmann y Kester, 1999). Numerosas investigaciones se han realizado en estacas de yerba mate para evaluar el efecto de los reguladores de crecimiento, que incluyen no sólo el tipo (AIB, ANA, AIA, etc.) sino además la concentración, tiempo de contacto y modo de aplicación (líquido o en polvo), solvente utilizado (agua, alcohol, hidróxido de sodio, etc.)(Salas Pino y Laviosa, 1998; Quadros, 2009; Nagaoka et al., 2013; Stuepp et al., 2015). Entre las auxinas, la más utilizada para el enraizamiento adventicio de estacas, y la que mejores resultados presentó en yerba mate, es el ácido indolbutírico (AIB) (Salas Pino y Laviosa, 1998; Hartmann y Kester, 1999; Santos, 2011; Mayol y Molina, 2004). La concentración utilizada depende de la facilidad de enraizamiento de la especie (Iglesias Gutiérrez et al., 1996), por lo que, en general, las de mayor dificultad necesitarán concentraciones más elevadas. Es importante resaltar que los reguladores de crecimiento, cuando son aplicados en concentraciones elevadas, pueden provocar efectos de toxicidad. Salas Pino y Laviosa (1998) evaluaron dosis crecientes (250, 500, 750 y 1.000 mgL-1) de AIB en estacas de yerba mate (15 cm de longitud con 3 hojas completamente desarrolladas) y encontraron que dosis de AIB superiores a 750 mgL-1 disminuyeron el porcentaje de enraizamiento. Concluyeron que concentraciones bajas no estimularon el enraizamiento y concentraciones altas lo inhibieron. Prat Kricun et al. (1986) evaluaron el efecto de la aplicación de AIB a razón de 0, 100, 200, 400 y 800 mgL-1, y no encontraron diferencias significativas entre las distintas concentraciones, con valores medios de 22.2 y 34.2% de enraizamiento. 115


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

Varios sustratos se han evaluado para la promoción del enraizamiento en estacas de yerba mate, entre ellos, arena, vermiculita, cáscara de arroz carbonizada, cáscara de pino de diferente granulometría y turbas. Graça et al. (1988) evaluaron arena y vermiculita, concluyendo que el uso de esta última produjo entre 60 y 65% de estacas enraizadas, duplicando los valores logrados con arena. Prat Kricun (1995) evalúo varios sustratos con el objetivo de aumentar el enraizamiento en estacas de yerba mate. Sus resultados indicaron que los mejores porcentajes de enraizamiento se lograron con arena fina (42,21%) y suelo pobre (23,33%), seguidos por suelo rico (5,55%) y arena gruesa (2,22%). El autor concluye que el enraizamiento fue favorecido por el bajo o nulo contenido de materia orgánica, lo que asegura mayor sanidad y buena aireación, acelerando el enraizamiento. Para algunos autores, los sustratos a base de cáscara de arroz carbonizada permiten un adecuado enraizamiento en estacas de yerba mate, en términos de porcentaje de enraizamiento, número y longitud de raíces (Quadros, 2009; Mayol y Molina, 2010; Kratz et al., 2015; Molina et al., 2017a). Los resultados de estos trabajos se presentan en la tabla 1 (Quadros, 2009) y tabla 2 (Molina et al., 2017 a).

Tabla 1 EnraizaMiento (%)

Mortalidad (%)

Longitud raíz más larga (cm)

Arena

5

75

0,08

Cáscara de arroz carbonizada

60

25

3,23

Sustrato comercial a base de cáscara de pino

25

30

1,0

Fibra de coco

15

65

0,37

Sustrato

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Tabla 2 Sustrato

Enraizamiento (%)

Mortalidad (%)

Longitud raíz más larga (cm)

Número de raíces

Cáscara de pino (granulometría gruesa)

63,3

13,3

5,4

5,1

Cáscara de pino (granulometría fina)

69,2

19,2

5,2

8,3

Perlita

54,2

10,8

3,1

5,2

Vermiculita

60,0

14,2

3,6

6,0

Cáscara de arroz carbonizada

73,3

15,0

5,8

9,7

Perlita+vermiculita (70/30)

73,3

12,5

4,6

8,2

Cáscara de arroz carbonizada + vermiculita (80/20)

82,5

8,3

5,8

8,0

Sustrato comercial a base de turba

75

10

4,6

6,9

Además de evaluar el comportamiento del sustrato en su habilidad para la formación de un adecuado sistema radicular, es necesario tener en cuenta su costo y disponibilidad, ya que puede encarecer el sistema de multiplicación.

Retención foliar La presencia de hojas en las estacas es un factor determinante para el éxito de la propagación vegetativa por estacas, debido a que estimula la iniciación de raíces. Las hojas son fuente de carbohidratos, minerales, auxinas y cofactores de enraizamiento. Los carbohidratos almacenados en las hojas y las auxinas producidas en las mismas contribuyen a la supervivencia y enraizamiento de las estacas (Hartmann y Kester, 1999). Durante el proceso de propagación vegetativa, algunas estacas sufren la caída de la hoja remanente. De esta manera, sin la posibilidad de proveer de reservas que le ayudarán en el proceso de enraizamiento, la estaca termina muriendo. Molina y Mayol (2004), trabajando con plantas adultas de yerba mate, encontraron que la supervivencia de las estacas fue afectada por la caída de las hojas remanentes, demostrado a través de un elevado coeficiente de correlación entre ambas variables (r = 0,88; p<0,05), a los cuatro meses desde el estaqueo. 118


Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

Molina y Mayol (2014) observaron caída de hojas en las estacas a partir de la primera semana, desde el estaqueo. El mayor porcentaje de caída se registró en la primera semana y luego fue disminuyendo hasta hacerse mínimo en la cuarta semana. Podría decirse que existe un período crítico de caída de hojas que se concentra en el primer mes, desde el estaqueo. Este proceso fue acompañado por la muerte de las estacas, evidenciado por el ennegrecimiento de las mismas. Encontraron además que la caída de hojas posteriores al enraizamiento de las estacas, no tuvieron ninguna incidencia en la supervivencia de las mismas (Figura I).

Figura 1

En relación al número de hojas por estaca, no está definido cuál es la estaca ideal. Tavares et al. (1992) encontraron que la presencia de hojas es indispensable para el enraizamiento, independientemente del área foliar. Por su parte, Prat Kricun (1995) recomienda la utilización de un par de hojas cortadas por la mitad debido a que asegura menor transpiración, mejor equilibrio osmótico y balance hormonal.

Tamaño estacas

En cuanto al tamaño de estacas, los trabajos realizados en Brasil utilizan una longitud promedio de 12 cm (Bitencourt, 2009; Daniel, 2009; Fabiane et al., 2010; Santos, 2011; Stuepp et al., 2015). Sin embargo, es importante conocer cuál es la longitud mínima que asegure un adecuado enraizamiento en estacas de yerba mate. Esto permitiría obtener un mayor 119


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número de estacas por rama. Es así que Molina y Mayol (2003) evaluaron el efecto de la longitud en la mortandad de estacas de yerba mate. Encontraron que estacas entre 6-7 cm registraron el menor porcentaje de mortandad (2,63%) comparado a estacas de 7-8 cm (21,05%), 8-9 cm (28,95%), 9-10 cm (31,58%) y 10-11 cm (15,79%). Por otro lado, en el mismo trabajo se evaluó la relación entre el diámetro (34, 4-5, 5-6, 6-7 y 7-8 mm) y el porcentaje de estacas muertas. Se observó una relación directamente proporcional entre las variables, indicando que la mayor clase diamétrica evaluada presentó los menores valores de mortandad de estacas. Esto podría deberse a un balance químico apropiado o a una mayor reserva de carbohidratos, resultando en una mayor supervivencia (Molina y Mayol, 2003).

Material genético El material genético es uno de los principales factores que mayor influencia tienen en el enraizamiento de estacas de yerba mate. Tavares et al. (1992) encontraron valores de 0 a 100% de enraizamiento cuando evaluaron material proveniente de 4 procedencias y 34 progenies. Resultados similares fueron encontrados por Picheth (1997). Corrêa et al. (1997) por su parte, investigaron el enraizamiento de estacas de yerba mate, provenientes de 28 familias de medios hermanos, de tres procedencias. En dicho estudio detectaron variabilidad genética significativa para el carácter enraizamiento, entre progenies y entre individuos dentro de las progenies, y variabilidad fenotípica significativa entre las procedencias. La heredabilidad del carácter enraizamiento fue de baja magnitud (inferior al 30%) a nivel de individuo, pero alta a nivel de familia y de individuo dentro de las familias. Por lo que concluyen que el carácter enraizamiento puede ser mejorado tanto genéticamente por la selección, como ambientalmente a través de la metodología de propagación. Santos (2011), evaluando la supervivencia y la capacidad de enraizamiento en estacas de yerba mate provenientes de 16 genotipos, confirmó la influencia del material genético. Molina et al. (2017a), evaluando la capacidad de enraizamiento de tres clones de yerba mate en distintos sustratos, encontraron que el material genético influyó en el proceso de enraizamiento de estacas. Además, uno de los clones presentó menor aptitud para la propagación, independiente del sustrato utilizado en la experiencia, concluyendo que es preciso adecuar el proceso de enraizamiento para cada material genético. Relacionado al material genético, se estudió además el efecto del sexo de la planta madre en la capacidad de enraizamiento, considerando que la yerba mate es una especie diclino-dioica. Prat Kricun et al. (1986) evaluaron durante tres años consecutivos, el efecto del sexo de la planta madre y encontraron que las estacas provenientes de plantas femeninas presentaron, en promedio, un 19,8% de enraizamiento comparado con un 6,6% para las estacas de plantas masculinas. 120


Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

Época En la mayoría de las especies hay un período óptimo para el enraizamiento, el cual está relacionado a la condición fisiológica de la planta. Para las especies de difícil enraizamiento, la época indicada para la cosecha de estacas es aquella que coincide con el reposo vegetativo o con la estación de crecimiento (dependiendo de la especie) y para las especies de fácil enraizamiento, las estacas pueden ser cosechadas en cualquier época del año (Wendling et al., 2002). Para las estacas herbáceas o semi-leñosas, con presencia de hojas, el mayor enraizamiento es obtenido durante primavera y verano, cuando la actividad cambial es alta, favoreciendo el mayor movimiento de reguladores de crecimiento, carbohidratos, etc. (Tavares et al., 1992). La mayoría de los trabajos encontrados, confirman esta teoría. Bitencourt (2009), encontró que en verano se presentan mejores resultados de enraizamiento que en invierno, sin necesidad de utilización de reguladores de crecimiento. Santos (2011), concluyó que el estaqueo en primavera/verano puede ser factible, con o sin reguladores de crecimiento, con aceptables tasas de enraizamiento (50,2% y 46,8%, respectivamente). En tanto, el estaqueo de otoño/invierno resulta conveniente sólo con el uso de AIB (63,7%) ya que sin reguladores, el porcentaje de enraizamiento es muy bajo (24,5%). Un resultado diferente fue encontrado por Pimentel (2016), quien menciona que la cosecha de miniestacas en la época de otoño/invierno favoreció el enraizamiento y desarrollo del sistema radicular, sin necesidad de tratamiento con AIB.

Edad de la planta madre En las especies leñosas, la propagación vegetativa se torna extremadamente difícil al alcanzar la madurez. El éxito de la propagación de esos árboles, vía enraizamiento de estacas, disminuye rápidamente con la edad. Según Tavares et al. (1992), el enraizamiento del material juvenil superó 12,4 veces al logrado en material adulto. Estudiando la influencia de la edad de la planta madre de yerba mate en la capacidad de enraizamiento, Sand (1989) obtuvo diferencias significativas en el enraizamiento, cuando utilizó estacas provenientes de plantas menores de un año (91,7%) y de 60 años (6,8%). En otra experiencia, realizada por el mismo autor, se comparó el enraizamiento de estacas provenientes de cuatro fuentes: plantas menores de un año, plantas de 3 años, plantas de 60 años y rebrotes de 5 meses en plantas decepadas de 60 años. Se concluye que el factor juvenilidad se pierde después de 3 años de edad, a pesar de que la planta alcanza la madurez reproductiva, recién al quinto o sexto año. 121


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

En Brasil, numerosos autores plantean el éxito de la técnica de decepado y anillamiento en el rejuvenecimiento de material para propagación (Santin et al., 2008; Bitencourt, 2009; Bitencourt et al., 2009; Stuepp et al., 2015, 2016). Según estos autores, ambas técnicas poseen mayor potencial para el enraizamiento, sin la necesidad de utilizar reguladores de crecimiento.

Fenoles El material adulto, proveniente de plantas leñosas, presenta una elevada cantidad de fenoles, los cuales son liberados en respuesta a un daño celular (Haissig, 1986), tal como ocurre en el proceso de confección de las estacas. Estos fenoles al ser oxidados producen un ennegrecimiento en la base de las estacas, por formación de polifenoles, con la posterior muerte de tejidos (Caso y Dotta, 1997). Algunos ensayos se han realizado con el objetivo de evaluar el efecto del uso de sustancias antioxidantes en estacas de yerba mate. Caso y Dotta (1997), evaluaron el efecto del 4-clororesorcinol (inhibidor de polifenol oxidasas) en el enraizamiento de estacas de yerba mate. Si bien los autores lograron un elevado porcentaje de estacas vivas, no presentan datos correspondientes al porcentaje de enraizamiento alcanzado, aunque sí se observa que el tratamiento con el 4-clororesorcinol mejoró sustancialmente la calidad del sistema radicular en términos de número de raíces principales, raíces secundarias y largo total del sistema radicular. Otra referencia del tema, la presenta el trabajo de Tarragó et al. (1999), quienes estudiaron el efecto que ejercen varias sustancias antioxidantes en el enraizamiento de estacas plurinodales de yerba mate (tabla 3). Tabla 3

Pre-tratamiento de las estacas

Estacas con raíces (%)

Nro. raíces/ estaca

ANA

AIB

ANA

AIB

Control

33,3 ± 16,6

83,3 ± 8,3

3,5 ± 1,5

7,6 ± 2,3

Phloroglucinol

33,3 ± 33,3

52,4 ± 2,3

3,0 ± 1,0

7,0 ± 3,1

0

85,7 ± 8,2

0

10,3 ± 2,1

4-clororesorcinol

55,5 ± 29,3

38,1 ± 11,9

3,5 ± 1,8

5,0 ± 1,4

PVP

61,1 ± 5,5

66,7 ± 22,0

5,4 ± 0,9

8,0 ± 2,7

PPZ

44,4 ± 22,2

56,5 ± 8,3

6,2 ± 3,3

6,1 ± 1,2

Ácido ascórbico

50,0 ± 28,8

36,7 ± 11,6

4,0 ± 1,7

4,8 ± 1,5

Catechol

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Conservación de germoplasma de Ilex En lo que respecta a la preservación in situ de especies de Ilex, en Argentina no existen ni catastros confiables ni encuadramientos jurídicos efectivos en los Parques Nacionales o en las Reservas Provinciales y Municipales involucrados: PN Iguazú, Parque Provincial Urugua-i, Parque de la Sierra “Ing. Agr. Raúl Martínez Crovetto” (todos en Misiones), PN Calilegua (en la provincia de Jujuy), PN Baritú, PN El Rey (ambos en la provincia de Salta), Parque Provincial Aconquija, Reserva Provincial “El Cochuna” (en la provincia de Tucumán). En todos estos parques y/o reservas naturales, la suerte de las especies del género Ilex está ligada con frecuencia al errático devenir de la supervivencia del resto de las comunidades vegetales nativas. Resulta recomendable entonces, como estrategia conservacionista para un recurso fitogenético como Ilex, el establecimiento de bancos de germoplasma ex situ (Giberti, 1997). Mientras está universalmente aceptado que el mecanismo más efectivo y eficiente para la conservación es la protección de los hábitats, también está reconocido que las técnicas de conservación ex situ constituyen componentes críticos en un programa de conservación global (Ashton, 1987; Iriondo Alegría, 2001). Los programas de conservación ex situ complementan la conservación in situ almacenando germoplasma representativo de las poblaciones, permitiendo un mejor conocimiento de las características anatómicas, fisiológicas y bioquímicas del material almacenado, y proporcionando propágulos para su utilización en programas educativos, programas de mejora genética de especies cultivadas y en planes de reforzamiento, reintroducción o introducción (McNeely et al., 1990). Los métodos de conservación ex situ implican la recolección de muestras representativas de la variabilidad genética de una especie y su mantenimiento fuera de las condiciones naturales en las que la especie o cultivo ha evolucionado o ha sido seleccionado. Entre las ventajas de estos métodos pueden mencionarse: que permiten un control directo sobre el material a conservar, así como una fácil accesibilidad y disponibilidad de dicho material y, en general, presentan menores costos que los asociados a los métodos de conservación in situ. Entre las desventajas pueden citarse: el cese de la evolución o selección natural y la pérdida de variabilidad genética durante la recolección y/o multiplicación del material vegetal, lo que puede conllevar una erosión genética igual o superior a la que se producía en los hábitats naturales (Pita Villamil e Iriondo Alegría, 1997). Las características intrínsecas de estas especies han determinado que los bancos ex situ existentes consistan en el establecimiento de almácigos, viveros y el cultivo a campo de las muestras preservadas. Es conocido lo oneroso que todo ello resulta, pero ha sido la primera alternativa posible luego de la recolección de las semillas, ya que la preservación del poder germinativo de las semillas durante largos períodos, en condiciones ambientales controladas, no era posible hasta recientemente, y el cultivo in vitro de estas especies, en ocasiones muy dificultoso, se encuentra asimismo en etapa experimental (Giberti, 1999; Luna, 2010; Dolce, 2012). 96


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Confección de las estacas Generalmente, se utiliza la parte central de la rama, descartando la porción apical donde los tejidos son muy tiernos. En el caso que la porción basal se encuentre lignificada, también será descartada debido a que tiene menos posibilidades de enraizar. La estaca deberá tener, por lo menos, una yema apical y una o dos hojas cortadas a la mitad para reducir la superficie de transpiración, lo que puede agravar aún más la deshidratación de la estaca. El corte en la parte basal y apical de las estacas se suele realizar en bisel para que, en el caso de aplicar un regulador de crecimiento, sea mayor la superficie de contacto con el mismo. Las estacas se conservan en recipientes con agua hasta el momento del estaqueo. Previo a la colocación de las estacas en las bandejas con sustrato, es recomendable realizar una desinfección. La misma consiste en el tratamiento con una solución de hipoclorito de sodio (10-20%) durante 5 minutos, seguido por un tratamiento preventivo con un fungicida de contacto (Captan, 2 gL-1).

Estaqueo Es el proceso mediante el cual se colocan las estacas en contacto con el sustrato, donde se producirá el enraizamiento. Cuando se trabaja con sustratos, lo ideal es usar bandejas con alvéolos o tubetes, para facilitar la eliminación de estacas muertas y el posterior traslado de las estacas enraizadas. Antes del estaqueo propiamente dicho, se recomienda realizar un pequeño orificio en el sustrato de manera que, cuando se introduzca la estaca en cada celda, no se elimine accidentalmente la hormona de la base de la estaca. Al insertar la estaca, se debe realizar una leve presión con los dedos, de manera de asegurar el contacto con el sustrato.

Ambiente adecuado Para reducir al mínimo la transpiración foliar, la presión de vapor de agua de la atmósfera que las rodea, debe mantenerse tan semejante como sea posible a la presión de agua que existe en los espacios intercelulares de la hoja (Hartmann y Kester, 1999). La nebulización es la aplicación de agua en forma de niebla sobre las estacas, creando una atmósfera destinada a reducir la pérdida de agua por las hojas y la temperatura, asegurando que los fotosintatos y nutrientes se destinen para la formación de las raíces. En cuanto a la luz, es de importancia primordial como fuente de energía para la fotosíntesis. En el enraizamiento de estacas, los productos de la fotosíntesis son necesarios 124


Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

para la iniciación y crecimiento de las raíces, por lo que debe haber disponibilidad de luz pero no de manera excesiva.

Aclimatación Es una de las etapas más importantes, ya que asegura el éxito al momento de la plantación. Dado que las estacas enraizadas provienen de un ambiente con poca demanda de traspiración, sus estructuras para regular la transpiración (estomas) no están activas. Por lo tanto no tienen la capacidad de frenar la pérdida de agua ante un ambiente más seco y con mayor insolación. La aclimatación consiste en trasladar en forma gradual las estacas enraizadas (sin sacarlas del sustrato de enraizamiento) del ambiente de enraizamiento a ambientes con mayor exigencia (mayor demanda de traspiración). Esto se logra ubicando las estacas enraizadas en ambientes con mayor luminosidad, menor aporte de agua y temperatura semejante, pero que estén al resguardo de las corrientes de aire que producen el desecamiento.

Consideraciones finales Es importante tener presente que, para encarar un sistema de producción de plantas de yerba mate a través de la propagación vegetativa, los factores que afectan este proceso deben ser considerados y optimizados para tener éxito en la técnica.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

En Argentina, las colecciones vivas de especies del género Ilex (producto de una veintena de expediciones) están implantadas en predios de la EEA Cerro Azul (Leandro N. Alem) y en el Campo Anexo Cuartel del Río Victoria (San Vicente), ambas instalaciones del INTA en la provincia de Misiones (Fig. 1). Existen alrededor de 150 muestras poblacionales incorporadas al Banco. Sin duda, esto resulta en pérdida de variabilidad natural por lo reducido del tamaño de las muestras y el probable aumento de la endogamia en la descendencia de la colección viva (Winge et al., 1995).

Conservación de semillas de Ilex En general, los bancos de semillas constituyen uno de los métodos más convenientes para la conservación de germoplasma ex situ, porque permiten almacenar una gran variabilidad genética en forma económica y práctica; dado que las semillas, normalmente, son de pequeño tamaño y permiten la fácil regeneración de la planta (Pita Villamil y Pérez Ruiz, 1997). Para el género Ilex, el alto nivel de dormancia, la inmadurez y el pequeño tamaño del embrión de estas especies han ido en contra del conocimiento acerca de las características de almacenamiento de sus semillas. Las mismas son colectadas con altos contenidos de agua, una característica frecuentemente asociada con un comportamiento recalcitrante. Sin embargo, hasta recientemente (Dolce, 2012; Dolce et al., 2017) no se conocían los niveles a los cuales las semillas de Ilex toleran la desecación y bajas temperaturas de almacenamiento. En el Laboratorio de Cultivo de Tejidos de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNNE) y el Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE-CONICET) se viene trabajando desde hace varios años en la conservación ex situ de germoplasma de especies del género Ilex. Los resultados obtenidos en los estudios sobre tolerancia a la desecación y al congelamiento así como de longevidad de las semillas de Ilex dumosa, I. paraguariensis e I. pseudoboxus sugieren que las mismas presentan un comportamiento intermedio entre las semillas ortodoxas y recalcitrantes, ya que si bien toleran la desecación a niveles similares a los de las semillas ortodoxas, su viabilidad desciende rápidamente (menos de seis meses) durante el almacenamiento. Asimismo, se observó que la mayor longevidad se obtuvo cuando se almacenaron a 4 °C frutos intactos contenidos en bolsas de polietileno cerradas, condición en la cual las semillas mantuvieron un contenido de agua elevado durante todo el período de almacenamiento (de al menos un año) (Dolce, 2012). Para la conservación a largo plazo de las semillas de estas especies de Ilex, lo cual es conveniente para el establecimiento de un banco de germoplasma, la única opción viable sería la crioconservación. En esta metodología se procuran temperaturas inferiores a -130 ºC para alcanzar condiciones de ausencia de agua en estado líquido, baja energía cinética molecular y una difusión extremadamente lenta, logrando así que las reacciones químicas se encuentren prácticamente paralizadas (Pritchard, 1995). Bajo estas condiciones, se logra la detención de la mayoría de los procesos metabólicos y con ello el bloqueo de los mecanismos fisiológicos responsables del envejecimiento, 98


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Capítulo 9

LABRANZA. INFLUENCIA SOBRE PARÁMETROS DEL SUELO Y LA COMPACTACIÓN La sustentabilidad del nicho de la Yerba Mate Dalurzo, Humberto Carlos

Ingeniero Agrónomo. Doctor de Suelos, Agua y Medioambiente. Prof. Tit. Manejo y Conservación de Suelos. Facultad de Ciencias Agrarias. U.N.N.E.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

La labranza en un sentido amplio, es cualquier manipulación del suelo que modifique la condición física de la capa superficial del mismo o de la cobertura de rastrojo, que puede ser ocasionado por una o más acciones de una herramienta. Generalmente estos cambios se logran aplicando fuerzas al suelo, con un uso creciente de equipos mecánicos pesados (Schafer & Johnson, 1982). También se entiende por labranza la manipulación mecánica del suelo para algún propósito, que en la agricultura, está comúnmente restringido a la modificación de las condiciones del suelo para la producción de cosechas (Soil Sci. Soc. Am., 1987). El “objetivo de la labranza” debería ser crear las condiciones óptimas del suelo, modificándolo por medios mecánicos, para su manejo, y protegiéndolo conjuntamente con el recurso agua. El suelo, el clima y los cultivos en producción varían mucho, por lo cual no hay ninguna práctica específica que sirva para todas las situaciones (Gill & Van der Berg, 1967). Por ello, es importante entender los principios básicos de manejo del suelo para ser utilizados en diseñar los mejores sistemas para cada necesidad específica. Si bien los objetivos del laboreo son el acondicionamiento del suelo, control de malezas y plagas, incorporación de residuos, fertilizantes o agroquímicos, las consecuencias pueden, según los casos, afectar adversamente las condiciones del suelo y los factores relacionados a la producción agrícola como: disminución de la materia orgánica del suelo, aumentos de la evaporación y de las posibilidades de compactación, de insumos de energía, y del potencial de erosión. En otras ocasiones, con la labranza se busca producir una ligera compactación o consolidación para lograr un mejor contacto de suelo con las semillas (Gill & Van der Berg, 1967). “Acción de las labranzas”: se refiere a las formas específicas del manipuleo del suelo, tales como cortar, fragmentar, invertir o mezclar ejecutado por la aplicación de fuerzas mecánicas al suelo con las herramientas específicas. “Requerimientos de la labranza”: son las condiciones físicas del suelo necesarias para poder realizarla sin llegar a una degradación progresiva. Ellas son básicamente utilitarias y económicas, y frecuentemente se basan en criterios y experiencia práctica. Hay tres aspectos a considerar: a) El suelo; b) Las maquinarias y las herramientas; y c) Las exigencias del cultivo. La estructura del suelo fue definida como el tamaño y ordenamiento de las partículas y poros en los suelos. La estabilidad de los agregados ayuda a la durabilidad de la unidad estructural dentro de la cual tienen lugar procesos físicos, químicos y biológicos. Es fundamental conocer y manejar la estructura del suelo para un uso adecuado y sostenible del suelo. La labor esencial del manejo de la estructura del suelo, tiene que estar dirigida a la siembra, germinación, e intercambio gaseoso y ácueo, así como hacia el control de los riesgos de la erosión. Aquí nos encontramos con que las prácticas de labranzas 130


Cap. 6: Conservación de germoplasma de Ilex

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Los parámetros del suelo que pueden influir en las lecturas del penetrómetro, son la humedad y la densidad radical. Dentro de la capa arable la mayor resistencia a la penetración está cercana a la superficie del suelo, debido principalmente a que, según el clima de la región, la humedad del suelo aumenta con la profundidad facilitando la penetración. La zona de máxima compactación se va localizando más cerca de la superficie a medida que aumenta el número de operaciones de preparación del suelo. Como valores limitantes para el crecimiento de raíces se citaron valores críticos mayores de 2 a 2,5 MPa (Hakansson & Voorhees, 1997) y otros autores de 0,8 a 5 MPa, valores más allá de los cuales la elongación de raíces queda severamente restringida. La compactación es un aumento de la DA del suelo por la disminución de su volumen, generando dos problemas: el aumento de la resistencia mecánica a la penetración de las raíces y la aireación deficiente. La penetración de raíces se restringe en suelos compactados, por la reducción del espacio poroso total y en particular la proporción de los macroporos. Los poros grandes son los primeros en drenar después que el suelo estuvo saturado, por ello son fundamentales en la provisión o suministro de oxígeno para las raíces durante los períodos de elevadas precipitaciones. Las labranzas controlan malezas y pueden mullir y acondicionar el suelo para dar las mejores condiciones para el cultivo, pero pueden afectar el tamaño y perdurabilidad de los agregados del suelo, dejándolo más susceptible a la formación de un sello superficial, o compactación. Dicho término es usado para definir procesos en las tres fases del suelo: sólida, líquida y gaseosa, inducidos por estrés mecánico, frecuentemente por el laboreo y el tránsito de la maquinaria, caracterizado por la disminución en volumen provocando el incremento de la DA con exclusión del aire del suelo. El término compacidad es usado para el estado posterior del suelo a varios procesos de aflojamiento y compactación (Hakansson & Voorhees, 1997). Cuando la superficie del suelo mullida por el laboreo soporta la carga del tránsito vehicular, normalmente la DA aumenta linealmente con el inicio del contacto de la presión de la rueda sobre el terreno, con el aumento del contenido de humedad del suelo y el número de pasadas de las maquinarias. Dado que las texturas arcillosas son generalmente más susceptibles a la compresión que las arenosas (Larson et al., 1980), es un detalle a considerar, ya que precisamente, es la textura predominante de los suelos aptos y empleados para el cultivo de yerba mate. Un problema relacionado directamente a la estructura del suelo es la formación del sello superficial o costra superficial, que se forma en muchos suelos de textura fina y de bajos contenidos de materia orgánica. Como consecuencia de la costra disminuye la entrada del agua al suelo y aumenta el escurrimiento. La formación de costra o encostramiento de los suelos es causado por el impacto de las gotas de lluvia que caen sobre la superficie de los agregados de suelos sin cubierta vegetal que los resguarde, y provocan la destrucción de dichos agregados. Por ello, protegiendo la superficie del suelo del impacto de las gotas de lluvia e incrementando los 132


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

contenidos de materia orgánica que unen las partículas primarias del suelo y estabilizan esas uniones, podemos disminuir la formación de sellos superficiales. La DA es una medida del aumento de la compactación, depende de la textura del suelo. En suelos arcillosos valores mayores de 1,2 g cm-3 generalmente provocan disminución del crecimiento de raíces. En yerbales en el sur de Misiones con más de 60% de arcilla se hallaron como valores máximos con laboreo convencional, sin elevada compactación, una DA de 1,1 g cm-3 y valores menores de 0,92 g cm-3 con uso de enmiendas orgánicas (Dalurzo, 2002). La porosidad total (POR), la distribución del tamaño de los poros, la conductividad hidráulica a flujo saturado (K), la RMP, el enraizamiento, y la aireación, constituyen otras propiedades que resultan de mucha utilidad para evaluar la compactación del suelo. Un mínimo de 10% de aireación permite suficiente aporte de oxígeno para las plantas (Stepniewski et al., 1994). Los parámetros más relacionados a la compactación son la DA y POR, pero como varían según los tipos de suelos, no pueden usarse para comparar ni realizar las mismas interpretaciones en forma general para todos los tipos de suelos. Para obviar este inconveniente Hakanson (1990) propuso el índice de DA relativa que es igual a la relación en porcentaje entre la DA del suelo en la situación problema a caracterizar y la DA del mismo suelo en el estado de referencia sin alteración. Si es necesario conocer la DA máxima que puede alcanzar el suelo, se aplica a una muestra de suelo húmedo una compresión uniaxial de 200 kPa. Cuando se laborea un suelo, en realidad se trata sobre una propiedad fundamental que es la consistencia; es allí donde el empleo de todas las maquinarias e implementos ejercen su influencia y dicha consistencia queda modificada por cambios de otras propiedades del suelo como son la cohesión, la adhesión y la densidad; propiedades vinculadas principalmente a la presencia de agua en el suelo. Esto crea un panorama diverso por parte del suelo en función de la disponibilidad de agua. En los suelos secos, hay elevada cohesión de partículas y al labrar en esas condiciones dan origen a la formación de terrones duros y agregados grandes de difícil ruptura posterior. Si el suelo se humedece lentamente, puede alcanzar el estado friable, estado muy importante, con un suelo fácilmente desmenuzable que sería la condición óptima para el laboreo, cuando el suelo esta mojado, el laboreo genera el “amasado de agregados”. Si el humedecimiento continúa, se alcanza el estado viscoso, donde las partículas no se mantienen unidas y el suelo fluye. En términos generales y en forma simplificada, los estados de humedad: “Seco, húmedo y mojado”, serían tres de las condiciones más conocidas en las cuales puede encontrarse el suelo frente a las circunstancias del laboreo. Una función auxiliar de la labranza, aún no suficientemente comprendida es la 133


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conservación de la humedad del suelo donde se involucran los procesos de infiltración, escurrimiento y evaporación. La labranza puede afectar la evaporación del agua del suelo, aumentando o disminuyéndola, por influir en las propiedades hidráulicas del suelo que inciden sobre el flujo de agua líquida y alterar las condiciones de la superficie del suelo (rugosidad y cobertura) que determinan la evaporación. Indirectamente, al influir sobre la distribución y profundización de raíces y sobre el desarrollo del cultivo y de las malas hierbas, también afecta las tasas de transpiración o evaporación a través de la planta (Pla & Ovalles, 1993). Con el advenimiento de los herbicidas parecía haber reducido la importancia de la labranza como método principal de erradicación de malezas. Sin embargo, la aparición de malezas resistentes a los herbicidas han aumentado las objeciones a la aplicación de cada vez más agroquímicos tóxicos en la agricultura, que generan daños residuales al ambiente y costos cada vez mayores. La práctica de inversión del suelo para enterrar residuos vegetales y abonos se toma como una función poco importante de la labranza en el manejo moderno del yerbal. Los residuos pueden y en muchos casos deberían ser dejados sobre la superficie como rastrojo de cobertura para protección del suelo contra la erosión y evaporación. El efecto resultante del arado de rejas y vertederas en su avance en el suelo trabajado es generar “un cono de suelo” que es empujado contra la punta de la reja y es comprimido hasta que la resistencia a la compresión supera el valor de cortadura y el esfuerzo cortante desprende un bloque de suelo. Paralelamente la reja produce una compactación del suelo en la base de la zona trabajada (Baver et al., 1980), formando, a través de los sucesivos años de labranzas, un piso de arado por las presiones que produce hacia abajo que dificultan y pueden llegar a impedir el movimiento del agua al disminuir la conductividad hidráulica a flujo saturado. El arado de disco penetra en el suelo y lo rompe por la presión que ejerce sobre el suelo generando corte y pulverización. El grado de penetración depende principalmente del peso. La eficiencia de la acción está relacionada con el ángulo de ataque, el diámetro, y además con el radio de curvatura, el espesor y filo de los discos (Baver et al., 1980). La ruptura del suelo se produce bajo compresión, que ocurre por delante del disco cuando éste avanza y los planos de fractura se producen justamente en la parte frontal del disco (Collins et al., 1990). La acción de compactación del arado es muy perjudicial cuando se trabajan con suelos húmedos y la profundidad de arada es constante, formando una película de arcilla de unos cuantos milímetros de espesor sobre la zona compactada. Una alternativa ante la compactación es recurrir a medidas preventivas de los beneficios del uso de ruedas radiales y disminuir la fuerza aplicada al suelo mediante la disminución de: la presión de inflado de los neumáticos, la presión dependiente del contacto rueda-suelo, el patinaje de las ruedas, que forma una delgada capa compactada 134


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En la planificación de un establecimiento productivo yerbatero se debería plantear el sistema de producción a llevar adelante, partiendo de platines producidos por viveristas de la zona o viendo la posibilidad de realizar el vivero propio. Se puede clasificar al vivero de yerba mate en “Tradicional” y “Tecnificado”, donde las principales diferencias implican tecnologías de procesos y de insumos que darán ciertas ventajas hacia la obtención del producto final (i.e. el plantín). Etapa común a cualquier vivero de yerba mate es la obtención y adecuación de los propágulos (i.e. las semillas contenidas en pirenos), los cuales deben ser cosechados desde la segunda quincena de Enero hasta Abril, cuando adquieren un color tintomorado-negro (Burtnik, 2003). Sin embargo, estudios más recientes manifestaron porcentajes de germinación similares entre pirenos derivados de frutos verdes (15,3%) y los provenientes de frutos maduros (11,7%), relacionándolo a un alto porcentaje de viabilidad de las semillas (79 a 83%) de ambos tratamientos cotejados con el test de tetrazolio (Baumgratz, 2016). Es aconsejable seleccionar las semillas de las plantas más productivas individualmente (entre 8 y 20 hoja verde kg pl-1), con rendimientos individuales que se encuentren 30 % por sobre el rendimiento promedio (kg hoja verde ha-1) del yerbal, considerando que el potencial productivo se herede genéticamente. Además es importante que estas plantas seleccionadas no manifiesten problemas sanitarios considerables y que tengan una estructura adecuada al sistema de producción actual (Fig. 1).

Figura 1: Selección de plantas más productivas, con muchos puntos de brotación y sanas. Fotografía gentileza del Ing. Agr. Marcelo Mayol. 104


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superficiales emplear cultivos de cobertura que con sus raíces colonicen y ocupen las grietas y rajaduras abiertas en el perfil. Al finalizar el ciclo de dichas especies, esas raíces muertas se transformarán en bioporos que serán los futuros pasos preferenciales para el flujo agua, intercambio gaseoso y para el advenimiento de las futuras raíces de los cultivos sucesores. Luego de campañas posteriores sin labranzas, si se detectan nuevas densificaciones del suelo (con seguimientos en trincheras con pala y cuchillo), se debería recurrir nuevamente a la remediación del problema, o sea a la descompactación mecánica y a la biológica apoyándose con las raíces de los cultivos de cubierta. Por ello, sería importante considerar las medidas preventivas mencionadas anteriormente y las relacionadas a extremar los cuidados de no transitar el lote con contenidos de humedad elevados correspondientes a una condición plástica del suelo que es la condición de mayor susceptibilidad para compactarse. Todas las medidas tendientes a incrementar la materia orgánica del suelo y la actividad biológica, llevarán a mejorar la capacidad portante del suelo. Los suelos arcillosos rojos usados para producción de yerba mate poseen un elevado contenido de agua crítica para transitar, pero al disminuir la materia orgánica por mal manejo del suelo dichos contenidos hídricos disminuyen, aumentando las posibilidades de densificación por empeorar la capacidad portante del suelo. A medida que la textura del suelo es más fina y aumentan los contenidos de materia orgánica del suelo, también lo hace el contenido a agua crítico brindando mayores posibilidades de tránsito. Dado que los suelos rojos usados para producción de yerba poseen elevados contenidos de arcilla, para evitar las posibilidades de densificación por tránsito con suelos muy húmedos, una meta debería ser aumentar la materia orgánica que no solamente mejora la capacidad portante, sino que además incrementa las oportunidades de laboreo al aumentar el límite plástico inferior, logrando la conservación de los recursos del suelo, agua y energía, en búsqueda de una producción sostenible. Respecto de las características químicas de los suelos de yerbales, diversos estudios concluyen que este cultivo está bien adaptado a los suelos ácidos. Las bajas concentraciones de P, Al y Mn, altas y bajas relaciones Fe / Mn son características específicas de esta especie que crece bajo tales condiciones, delimitadas a la región noreste de Argentina (Misiones y Corrientes) y sus límites con Paraguay y Brasil. También se debe observar la alta variación observada para B, Cu y Zn. El desarrollo de investigaciones que tomen en cuenta las diferencias entre los árboles de yerba mate que crecen en los bosques nativos y los que ocurren en las plantaciones, asociadas o no con labranzas agrícolas, son decisiones importantes considerando la importancia de esta especie para la economía y la biodiversidad. Aunque no se ha desarrollado ninguna investigación específica sobre las interacciones entre los compuestos orgánicos y los mecanismos de la rizósfera, parece que esas interacciones son muy importantes (Reissmann et al., 1999). Prácticas de manejo efectivas en reducir la formación de costras son por ejemplo evitar el laboreo excesivo del suelo, emplear cubiertas verdes en las entrelíneas del cultivo de yerba mate, la conservación de rastrojos en superficie y uso de enmiendas 136


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

orgánicas que protejan la superficie del suelo. Satur et al. (1998) evaluando yerbales de San Javier y Além (Misiones), con diferentes manejos de control de malezas, mecánico, químico, con manejos diferentes y con aplicación de expeler de tung o palillo de tabaco, hallaron elevadas diferencias de rendimientos relacionadas directamente a cambios de los parámetros edáficos con el uso de enmiendas orgánicas como ser entre otros los niveles de potasio y la interacción materia orgánica - alumnio en forma favorable, y negativamente la interacción potasio - limo y el alumnio intercambiable. Al evaluar tres posiciones de muestreo: en la línea de plantación de la yerba la DA fue de 1,02 g cm-3; en el entrelineo 1,12 g cm-3 y en la zona de tránsito de la rueda del tractor 1,22 g cm-3 con diferencias significativas. Hubo aumento de la densificación por tránsito de maquinarias indicando un piso de tránsito resultante de la presión ejercida por maquinaria agrícola cuando se circula con suelo húmedo o muy húmedo. La disminución de la materia orgánica por las remociones continuadas y a veces excesivas del suelo por el laboreo, aumentan la aireación y la temperatura del suelo, incrementan los coeficientes de mineralización afectando la unión de las partículas del suelo, y generando inestabilidad de los agregados, ocasionando serios problemas para todos los suelos en general, pero mucho más acentuados en suelos tropicales. El uso de 16 Tn ha-1 de cáscara de tung y 40 Tn ha-1 de aserrín, mejoraron la materia orgánica particulada, los macroporos del suelo (que favorecieron el intercambio gaseoso y movimiento del agua), el fósforo orgánico y disminuyeron los problemas de acidez por exceso de aluminio intercambiable, resultando buenos indicadores de calidad del suelo en suelos bajo yerba mate en los Departamentos de Além y Oberá (Misiones). También se lograron mejoras en los rendimientos con valores promedios de cuatro parcelas en cada tratamiento de 5,1 Mg hoja verde ha-1 con manejo convencional del suelo, a 13,9 Tn de hoja verde ha-1 aplicando cáscara de tung y 24,3 Tn de hoja verde ha-1 usando aserrín (Dalurzo, 2002; Dalurzo et al., 2004a; Dalurzo et al., 2004b). Otros estudios demuestran que es posible realizar agroforesteria entre Araucaria angustifolia y otros árboles nativos e Ilex paraguariensis con mejoras en la propiedades químicas del suelo respecto del monocultivo de yerba (Eibl et al., 2000; Ilany et al., 2010). Un tratamiento especial al suelo del cultivo de yerba, cuando las condiciones económicas, laborales y de tiempo lo permiten, es la siembra de cubiertas verdes. Su principal función es el aporte de materia orgánica, de manera de preservar las condiciones físicas y químicas del suelo. Cuanto menor sea la densidad de plantación, más importante es la cobertura del suelo. Las plantas que naturalmente crecen en los yerbales y que compiten poco con el cultivo son el falso trébol (Oxalis sp.), la lengua de vaca (Rumex sp.) y el diente de león (Taraxacum sp.) en el invierno (Burtnik, 2006). De realizar siembras se podrían incluir cultivos como abonos verdes con uso de doble propósito como las de los géneros Crotalaria, Mucuna, Canavalia como se utilizan con éxito en Paraguay y Brasil (Figura 1). 137


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Figura 1: Cultivo de Yerba Mate con uso de cubiertas verdes.

Estrategia en experimentos de labranza para definir los efectos sobre las propiedades inherentes del suelo Para seleccionar las prácticas de labranza que se adaptan mejor a un agroecosistema dado, es necesario considerar: cuanto podrían llegar a declinar los parámetros edáficos de mayor relevancia y hasta qué punto, dicha disminución afecta a los rendimientos. Hasta donde, los cambios negativos de los parámetros edáficos, se deben a las labranzas y la exposición del suelo a los elementos climáticos y cuanto de ello se debe a la disminución de la materia orgánica del suelo. Para dar respuesta a esto se deberán estudiar parámetros edáficos mejor definidos y evaluados en una amplia variedad de situaciones. Usar solo el crecimiento o rendimiento del cultivo como el integrador de todos los factores en una investigación de labranza, cuando se compara un grupo de sistemas o implementos en diferentes suelos, y es la única variable dependiente que se mide, puede llegar a ser muy empírico. Con ello, se hace difícil identificar los efectos que diferentes condiciones climáticas y propiedades del suelo además de la labranza, han tenido sobre el crecimiento y rendimiento de los cultivos. Podrían predecirse mejor los efectos y probabilidades de resultados positivos y negativos de diferentes alternativas de cultivos y sistemas de labranza para cada clima, suelo y cultivo, cuando se evalúan y comprenden mejor los efectos de la labranza sobre las propiedades del suelo. Con esto, se podrían seleccionar a priori los sistemas de labranza con más probabilidades de éxito para cada situación y definir el número apropiado de ensayos a campo necesarios. Los modelos de simulación que integren información pertinente de suelos, clima y cultivos pueden ser de gran ayuda para evaluar rápidamente los efectos potenciales de diferentes prácticas de labranza (Lal et al., 1997). 138


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

La labranza, y la sostenibilidad de los recursos Para la mayoría de los suelos agrícolas, los procesos de degradación y las prácticas conservacionistas suceden simultáneamente. A medida que los procesos de degradación prosiguen y se hacen más intensos, hay una disminución de la productividad de los suelos. A la inversa, las prácticas de mejoramiento y conservación tienden a incrementar la productividad del suelo (Homick & Parr, 1987). Una de las investigaciones más recientes en yerba se orienta al aislamiento de bacterias y hongos micorrizos que ayudan a aumentar la productividad del cultivo y disminuir la degradación de suelos (Bergottini et al.; 2017). Del resultado de las relaciones entre productividad de suelos, los procesos de degradación (pérdida de materia orgánica, compactación, encostramiento, erosión, pérdida de nutrientes por escurrimiento y lavado, acidificación, acumulación de tóxicos, y desertificación) y las prácticas de conservación de suelos (manejo de rastrojos, conservación del agua, labranzas conservacionistas, rotación de cultivos, uso de terrazas, fertilización química y orgánica, mejoramiento del ciclo de nutrientes y de los cultivares) se logrará la sostenibilidad del sistema. La productividad del suelo en un sistema agrícola es dinámica, cambiando como resultado de las relaciones que ocurren simultáneamente entre los procesos positivos y negativos. Un verdadero sistema de producción sostenible es aquel donde los efectos de las prácticas de conservación sean iguales o excedan los efectos de los procesos de degradación. Este concepto es igualmente válido para sistemas de bajo y alto ingreso de insumos. La baja disponibilidad de recursos no es un motivo que impida la implementación de prácticas de manejo que aminoren los procesos de degradación de los suelos de los yerbales. Al evaluar parámetros edáficos afectados por las labranzas hay que esperar suficiente tiempo (generalmente más de 5 años) para que los efectos se expresen claramente y sean representativos del sistema probado. Las propiedades físicas del suelo, además de ser influidas por las labranzas, juegan un papel primordial en determinar el tipo, la frecuencia e intensidad de labranza requerida. Para ello, debe tomarse en cuenta la tendencia de los suelos a erosionarse y compactarse, las condiciones de drenaje y otros factores. Puede decirse que las predicciones de los efectos de las labranzas sobre las propiedades del suelo para mantener la sostenibilidad y los rendimientos del cultivo son la base para decidir las mejores prácticas de labranza y manejo de suelos en general, o las alternativas más eficientes para cada situación. Ante problemas de compactación de suelos, de momento hay dos alternativas a considerar, primeramente la más recurrida y empleada que es la remediación por descompactación mecánica con diferentes tipos de implementos agrícolas y la biológica, 139


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con un costo recuperable por posibles incrementos en los rendimientos. Otra alternativa que siempre debe ser considerada es la “prevención de la compactación”, detallada en este capítulo, que disminuye la recurrencia a la primera elección citada y que aumenta el margen bruto que queda para el productor.

Erosión hídrica y sistematización del terreno Al iniciarse los procesos erosivos en los suelos rojos, en sus diversas variantes, como ser erosión laminar, en surcos o en cárcavas, para su control y conservación del suelo se requiere entre otras medidas emplear obras de protección mecánica de las tierras arables que eviten la pérdida de toneladas de suelo, que justifican plenamente el costo y tiempo necesarios para su construcción. Muchas veces se subestima la importancia de la pérdida de suelo de un lote, pero perder un centímetro de suelo por año, con una densidad aparente de 1 g cm-3 (para facilitar los cálculos), implica que en una hectárea por año perdemos 100.000 kg de suelo. Con ello se pierde una gran cantidad de la capa arable del suelo que es el más rico en nutrientes y que necesitó, como mínimo, 300 años para formarse. Si ese suelo tiene un contenido intermedio de materia orgánica como por ejemplo 3%, sin llegar a un contenido ideal para un suelo rojo (Ultisoles o Alfisoles rojos de Corrientes o Misiones) se pierden 3.000 kg de materia orgánica, y un equivalente a 150 kg de nitrógeno total, sin considerar el resto de nutrientes que no estamos mencionando en este momento como ser entre otros fósforo o potasio de mucha importancia para la nutrición de un yerbal. Para reponer esa pérdida de nitrógeno deberíamos aplicar 326 kg de urea por hectárea cada año que transcurra con el costo que ello implica. Si impedimos dicha pérdida de suelo y nutrientes, estarían disponibles para la plantación. De no frenar este proceso erosivo que se produce anualmente seguiremos perdiendo la parte más fértil del suelo año tras año, y nos quedaremos con las capas más profundas de condiciones menos adecuadas para las raíces con menos nutrientes para las plantas. Para la toma de decisiones a adoptar, debemos considerar las características donde se encuentra emplazado un lote y los factores que influyen en este proceso degradativo, como ser la pendiente, y las clases por pendientes que se definen según las siguientes características: Las áreas muy suavemente a suavemente onduladas: son las que pueden incluir sectores planos de muy poca extensión. El escurrimiento es lento a medio, relacionándose a áreas donde el agua se desplaza o se derrama sobre la superficie del suelo y se elimina lentamente, por lo que puede permanecer cierto lapso cubierto de agua, salvo que se infiltre o sea que entre en el suelo. En el caso de escurrimientos medios se los considera así, cuando el agua de las lluvias solo puede permanecer sobre el suelo por cortos períodos, o sea pocos días en épocas muy lluviosas. Los gradientes varían entre 0 y 1%. Cuando dominan gradientes de más de medio por ciento se recomendará un adecuado manejo de residuos con los surcos del cultivo transversales a la pendiente general del lote para evitar la erosión. 140


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

Las áreas suaves a moderadamente onduladas con escurrimiento medio a rápido, se consideran que cuentan con escurrimiento rápido y no sufren encharcamiento ni anegamiento sino muy excepcionalmente. El agua de las lluvias, que no se infiltra, corre rápidamente sobre la superficie del suelo y el riesgo de erosión puede ser moderado o alto. Los gradientes pueden encuadrarse entre 1 y 3%. Debido a que los suelos varían mucho en erodabilidad, o sea la susceptibilidad a erosionarse, y depende de otros caracteres del suelo, al estar expuesto a una lluvia intensa cuando mayor sea su erodabilidad mayor pérdida de suelo tendrá. Entre los factores que más influyen, figuran las características físicas del suelo como ser la textura. Valores elevados de limo y arena muy fina aumentan la tendencia a la erosión, como bajos contenidos de materia orgánica, estructuras desfavorables, degradación de la estructura y reducido movimiento del agua dentro del perfil aumentan la escorrentía y la pérdida de agua y de suelo. Si bien con pendientes hasta 3 a 4%, puede operarse con cualquier tipo de maquinaria agrícola, siempre que haya peligro de erosión se debería recomendar el cultivo en contorno o en curvas de nivel para evitarla. En las áreas fuertemente onduladas e inclinadas se cuenta con un escurrimiento rápido. En las pendientes mayores dentro de esta clase, puede haber cierta dificultad en el uso de maquinarias grandes o de gran porte. Los límites de gradientes de esta clase son de 3 a 10%. Para suelos con las pendientes menores de este rango hasta 4%, y longitudes de pendientes menores a 100 m, podrían llegar a aconsejarse el cultivo en contorno, pero con numerosos cuidados según las características del suelo, ya que la erodabilidad depende de varios caracteres del suelo y las posibilidades de erosionarse dependen de las prácticas de manejo usadas. Con pendientes mayores de 4% sería apropiado emplear terrazas para lograr un mayor margen de seguridad. En áreas fuertemente inclinadas o colinadas con pendientes al 10 al 15%, el escurrimiento es muy rápido, la maquinaria común presenta cierta dificultad para su uso y para proteger los suelos se deben construir terrazas o bancales.

Curvas de nivel Los cultivos en curvas de nivel (Figura 2), si bien es una técnica básica para la conservación de suelo, debe ir acompañada de otras prácticas de manejo para controlar la erosión hídrica. Para la labranza del suelo en curvas de nivel el arado de tipo reversible es una herramienta de mucha utilidad tanto para trabajos en curvas de nivel y para la construcción de terrazas (Figura 3). Para la marcación de las curvas de nivel se debería hacer un reconocimiento del lote a trabajar seleccionado el sector más elevado del terreno para nivelar. Para definir la pendiente de un terreno en dirección de escurrimiento del agua: Instalar el nivel de anteojo en un punto intermedio de la pendiente y de allí hacer una 141


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lectura en la mira parlante (punto A: 0,30 m) puesta en la cima de la loma, y otra lectura pendiente hacia abajo del terreno (punto B: 0,70 m). La diferencia entre ambas será el desnivel del terreno. Lectura hacia el bajo: 0,7 m – lectura en la loma: 0,3 m = 0,4 m de desnivel en la distancia empleada entre ambos puntos A y B, por ejemplo 20 m. En 100 m de distancia nos daría una pendiente de 2%. Hasta ese valor se recomienda emplear un espaciamiento de curvas de nivel de 40 m. En pendientes hasta 3% el espaciamiento a emplear debería ser de 35 m. Una vez definido el espaciamiento entre curvas de nivel, desde la cima de la loma hasta la primer curva (pendiente abajo) tendremos el primer punto P1 a 40 m de la cima, lugar donde debe ir la primer curva de nivel con una lectura por ejemplo de 0,9 m, a fines figurativos. Luego debemos desplazarnos hacia ambos lados de dicho punto 1 (P1) en sentido transversal a la pendiente buscando lecturas de igual cota (0,9 m) con la mira parlante cada 20 m, por ejemplo, cortando la pendiente y marcando con una estaca cada punto. De este modo, tendremos una sucesión de puntos en sentido transversal a la pendiente del lugar que será la primera curva de nivel.

Figura 2: Yerbal en curvas de nivel. 142


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La segunda curva de nivel la empezaremos a marcar a partir del espaciamiento definido en base a la pendiente del lugar, hacia abajo de la primera curva. Establecidos en el punto 2 (P2) nos desplazamos con la mira parlante a ambos lados de dicho punto en sentido transversal a la pendiente, a la derecha y a la izquierda buscando puntos de igual cota al P 2 (como fue explicado precedentemente). Cuando el terreno tiene baja infiltración y permeabilidad las líneas de plantación y las calles van paralelas a la curva superior y terminan en la línea de la siguiente curva de nivel inferior, hacia abajo en la pendiente. En suelos de mayor infiltración y permeabilidad, se realiza la marcación de las líneas de plantación paralelas partiendo de la curva de nivel inferior hacia arriba de la curva de nivel anterior, las filas de plantas parten de la curva de nivel inferior y terminan en la curva de nivel superior, donde terminarán las calles muertas para retener los excesos de lluvia. Cuando las pendientes del lugar son de 4% y mayores se aconsejan para yerbales en Ultisoles y Alfisoles rojos recurrir a la construcción de terrazas.

Figura 3: Tractor con arado de discos reversibles. 143


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Terrazas de base angosta en yerbales de suelos rojos La terraza es un medio para controlar los excesos de escorrentía. Es una práctica de ingeniería, denominadas también como prácticas mecánicas o estructurales (Suárez de Castro, 1980), y se fundamentan en el uso o construcción de una estructura indicada para mitigar la intensidad máxima media probable de las lluvias de esa región cuando sean superiores para un intervalo de recurrencia considerado generalmente de diez años. La terraza está formada por un lomo (camellón o bordo) de baja altura y un canal construido en sentido perpendicular a la pendiente del terreno a fin de interceptar el agua de escurrimiento de tal modo que se desplace a baja velocidad, o velocidad no erosiva para evitar la pérdida de suelo y del agua, aumentando simultáneamente las posibilidades que entre al suelo y se acumule en el perfil para ser absorbida por las raíces. Ante problemas de erosión hídrica (Figura 4 y 5) las curvas de nivel tanto como las terrazas como medidas aisladas no son la solución, pues deben ir acompañadas de un grupo de prácticas de manejo del suelo, que habría que evaluar si al aplicarlas son suficientes para disminución de la formación de sellos superficiales, para aumentar la infiltración del agua del suelo evitando la escorrentía y la erosión provocada por el agua.

Figura 4: Cima de la loma con erosión en surco. 144


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Las terrazas pueden ser a nivel o de absorción, cuando retienen el agua hasta que se infiltre al suelo (en climas de bajas precipitaciones o suelos de baja permeabilidad); las terrazas con gradiente o de drenaje que se emplean en climas con precipitaciones elevadas, para interceptar el agua, conduciendo el exceso del agua de escorrentía sin que produzca erosión o las de doble finalidad, con una parte de absorción y uno o dos tramos en los extremos para drenar el exceso de agua. De acuerdo a la base de las terrazas se clasifican en base estrecha (3 m de ancho aproximadamente), de base media (3-6 m) y de base ancha (6-12 m). Dado que la finalidad de estas protecciones es conducir el exceso del agua de escorrentía, los canales deberían descargarse en un curso fluvial o construirlos previamente, con suficiente anticipación logrando un cauce protegido con vegetación para evitar la erosión. Para el diseño de las terrazas debemos definir el intervalo vertical (IV) que es la diferencia de altitud entre terrazas adyacentes y el intervalo horizontal (IH) que es la distancia horizontal entre ellas.

Figura 5: Erosión hídrica en el entrelíneo de un manejo convencional 145


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El Servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos calcula el Intervalo Vertical IV igual a la pendiente del lugar por “x” (la capacidad potencial erosiva de las lluvias), más un factor “y” que depende del suelo, del cultivo y de las prácticas de manejo del suelo. La capacidad potencial erosiva de las lluvias “x” varía de 0,4 con lluvias torrenciales en zonas subtropicales a 0,8 para lluvias menos intensas, o sea para altas y bajas precipitaciones respectivamente (Velasco Molina, 1983; Hudson, 2006). En el NE de Corrientes y Misiones se emplea 0,4. El factor “y” varía de 1 para condiciones de alto potencial de escorrentía y 4 para la situación inversa (Cisneros et al., 2012). El resultado se multiplica con el coeficiente 0,305 para pasar de unidades inglesas al sistema métrico decimal. IV = ((x Pendiente) + y) 0,305 El intervalo horizontal se calcula dividiendo el intervalo vertical por la pendiente por 100. IH = (IV / Pendiente) 100 Existe la posibilidad de ajustar el IH entre terrazas en base al múltiplo del ancho de las maquinarias que se ocuparían para facilitar las operaciones dentro del área o “paño” demarcado entre las terrazas. En la Provincia de Misiones, la Cooperativa Tabacalera de Além (Anderson, 2000 com. pers.) emplean exitosamente en suelos rojos como intervalo vertical 3 m y de intervalo horizontal 40 m, y fueron puestos a prueba luego muchos años de implementarlo en la dicha zona. Las terrazas de base angosta de drenaje y las que poseen una sección de absorción y otra de drenaje se pueden usar para el cultivo de la yerba mate, en suelos rojos y las características climáticas imperantes de la zona. Como fue expresado anteriormente, si bien la pendiente es uno de los factores decisivos para determinar la elección tanto de una curva de nivel como una terraza, debemos tener presente que cuando no es factible controlar la erosión hídrica con prácticas de manejo (mucho más económicas), entonces se construyen terrazas que son prácticas más costosas. Para ello: - Evaluar las propiedades del suelo en cuestión, características de estructura, estabilidad, e infiltración de agua. - Analizar la ubicación de los desagües naturales. - Para la construcción de terrazas es preciso iniciar las tareas, teniendo en consideración la posibilidad de entrada de agua de escorrentía proveniente de lotes aledaños a la propiedad. De ser factible el ingreso de una cantidad extra de agua de 146


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

inmuebles linderos, se puede generar la ruptura de las terrazas construidas en el lote, para lo cual debe realizarse un canal de desvío para derivar y evitar que lleguen esos excesos al primer paño de la terraza. De no tener en cuenta este aspecto, el exceso de las aguas que arriben desbordará la primera terraza generando la ruptura del camellón en el punto más débil, descargando el agua retenida, colapsando incluso las siguientes terrazas aguas abajo destruyéndose como un castillo de naipes. Dicha ruptura puede generar mayores pérdidas de suelo y agua que si no se hubiesen construido estas estructuras. - Considerar el régimen pluviométrico de la zona, si existiera. - Emplazamientos de caminos de la propiedad. - Superficie a emplear. - Cálculos. En base a una revisión de roturas de terrazas en el mundo, se demostró que los daños y las rupturas tendían a producirse en terrazas largas, por lo cual se recomienda que la longitud de las mismas sean de 400 a 600 m (USSCS, 1957; Hudson, 2006) evitando que sean demasiado largas. La pendiente del canal debe permitir que el agua recogida sea conducida al desagüe. Si la pendiente es insuficiente, la velocidad será lenta, obligando a aumentar exageradamente la sección y si es muy elevada provocará erosión en el canal. La sección del canal está condicionada por la disponibilidad de herramientas y la funcionalidad de la terraza. La sección recomendada es de aproximadamente 1 m2. En las terrazas de drenaje se transporta agua a velocidades no erosivas menores de 1 m/seg si es un suelo arcilloso desnudo y si tuviera cubierta vegetal puede conducirse a 1,7 m/seg. Para mantener una velocidad que permita el drenaje adecuado del paño sin que afecte al suelo, se suele dar un desnivel variable a la línea de trazado comenzando con el mínimo en la parte superior y terminando con el máximo desnivel posible en cercanía del desagüe. Este sistema permite aumentar la capacidad del canal sin aumentar la sección del mismo economizando en su construcción (Tabla 1). La pendiente habitualmente se modifica cada 100 a 150 m. Al final de la terraza en los últimos 20 m puede aumentarse la pendiente para facilitar la evacuación del agua. Dependiendo de las características físicas de los suelos, por ejemplo: en los de baja estabilidad de agregados, valores de 0,4% de pendiente pueden ser negativos empezando a presentar erosión, debiéndose usar pendientes menores. Cuando la estructura es buena y la estabilidad alta como en Ultisoles y Alfisoles rojos, puede aumentarse más llegando a 0,6%. En suelos con buena estabilidad de los agregados de la Provincia de Misiones se usan desniveles de 0,8% sin afectar al suelo (Anderson, 2000 com. pers.). Es aconsejable contar con una buena disponibilidad de estacas para marcar el lote a sistematizar y que esté preparado con la mayor uniformidad posible para facilitar la nivelación. 147


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Tabla 1: Desnivel de terrazas en función de la longitud para Ultisoles y Alfisoles de Corrientes con aptitud yerbatera. Distancia (m)

Pendiente o Gradiente hacia el desagüe (%)

0 - 100

0,1

100 - 200

0,2

200 - 300

0,3

300 - 400

0,4

400 - 500

0,5

Establecer previamente en gabinete los desagües naturales del lote para ubicar las descargas de las terrazas. Fijar la primera estación del nivel de anteojo en una parte elevada del terreno, realizando la lectura de la mira parlante en la cima de la loma con la menor lectura posible y hacer las siguientes lecturas pendiente abajo hasta lograr el intervalo vertical (Figura 6), que en este caso será de 3 m de desnivel, marcando con una estaca en el terreno que indicará la primera terraza a construir.

Figura 6: Nivelación con nivel óptico y mira parlante desplazándola hasta la cota del intervalo vertical. 148


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De ser necesario, cambiar el nivel de estación para continuar la marcación de las siguientes terrazas cada 3 m de IV y así sucesivamente en la pendiente a trabajar hasta finalizar la última terraza. Si quedara entre esta última y el final del lote una distancia menor de 50 m, valor muy próximo al IH empleado (40 m), sería innecesario marcar una nueva terraza. Marcadas todas las terrazas, estacionamos el nivel junto a la primer estaca de la primera terraza y desplazamos la mira parlante 10 m hacia un lado buscando una lectura 1 cm más alta que la anterior, logrando una pendiente de 0,1% para los primeros 100 m. Para los siguientes 100 m, o sea de 100 a 200 m se le da una pendiente de 0,2% y de igual modo hasta llegar a los 0,5% (lectura de 5 cm más en 10 m de distancia) si estamos en el tramo de la terraza de 400 a 500 m (Tabla 1). De igual modo se marcan el resto de las terrazas que quedaron marcadas con las estacas, en la pendiente hacia abajo. Antes de construcción de las terrazas puede ser necesario rectificarla las líneas sin afectar mayormente al camellón o al canal, con la finalidad de eliminar curvas muy pronunciadas que afectarán y complicarían el trabajo de las maquinarias dentro del paño

Figura 7: Construcción de la terraza de base angosta de drenaje con arado de disco reversible. 149


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Si bien podría parecer una redundancia aclarar, la construcción de las terrazas se deben empezar a construir desde las ubicadas con la mayor cota en la loma, hacia el bajo, para evitar que si hubiera una lluvia en el momento en que aún no se finalizó la construcción de todas las terrazas, se destruyan por un exceso de agua acumulada en los niveles de cotas superiores. La construcción de las terrazas las podemos hacer con un arado de discos alomando, tirando el suelo desde abajo hacia arriba en la primera pasada sobre la línea marcada con las estacas y regresando sobre la misma línea tirando suelo desde la parte más alta hacia abajo. Esta tarea se ve favorecida si se emplea un arado reversible (Figura 7). Siempre se remueve el suelo tirando hacia el centro del camellón y se profundiza la labor (2-3 cm) un poco más que la vez anterior para facilitar el movimiento de suelo. Repitiendo estas series a siete veces aproximadamente, o más, hasta ir completando su construcción (Bertoni & Lombardi Nieto, 2008). Cabe aclarar que para el normal funcionamiento de las obras es fundamental el mantenimiento. Es crucial el cuidado de los canales de desagües cuando se los cruza o transita con herramientas de distintos tipos. En las terrazas de base angosta es importante no dañar la cubierta vegetal para su protección.

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Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

Varios sustratos se han evaluado para la promoción del enraizamiento en estacas de yerba mate, entre ellos, arena, vermiculita, cáscara de arroz carbonizada, cáscara de pino de diferente granulometría y turbas. Graça et al. (1988) evaluaron arena y vermiculita, concluyendo que el uso de esta última produjo entre 60 y 65% de estacas enraizadas, duplicando los valores logrados con arena. Prat Kricun (1995) evalúo varios sustratos con el objetivo de aumentar el enraizamiento en estacas de yerba mate. Sus resultados indicaron que los mejores porcentajes de enraizamiento se lograron con arena fina (42,21%) y suelo pobre (23,33%), seguidos por suelo rico (5,55%) y arena gruesa (2,22%). El autor concluye que el enraizamiento fue favorecido por el bajo o nulo contenido de materia orgánica, lo que asegura mayor sanidad y buena aireación, acelerando el enraizamiento. Para algunos autores, los sustratos a base de cáscara de arroz carbonizada permiten un adecuado enraizamiento en estacas de yerba mate, en términos de porcentaje de enraizamiento, número y longitud de raíces (Quadros, 2009; Mayol y Molina, 2010; Kratz et al., 2015; Molina et al., 2017a). Los resultados de estos trabajos se presentan en la tabla 1 (Quadros, 2009) y tabla 2 (Molina et al., 2017 a).

Tabla 1 EnraizaMiento (%)

Mortalidad (%)

Longitud raíz más larga (cm)

Arena

5

75

0,08

Cáscara de arroz carbonizada

60

25

3,23

Sustrato comercial a base de cáscara de pino

25

30

1,0

Fibra de coco

15

65

0,37

Sustrato

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Momento y condiciones del transplante Las condiciones climáticas (lluvias, temperaturas, humedad relativa ambiente) son los factores determinantes para decidir el momento de realizar el trasplante, en general, se inicia a partir de la segunda quincena de abril. Es importante decidir lo más temprano posible el inicio, para lograr el desarrollo de un buen sistema radicular con mayor superficie de exploración, abarcando un volumen de suelo considerable que le permita a la pequeña planta una mayor sobrevivencia en condiciones de baja humedad del suelo y alta insolación durante la primavera. El factor limitante para extender el tiempo de trasplante es la provisión de agua. Hay experiencia de repique para aumentar la densidad de plantas en yerbales establecidos y con más de 50 años de producción extendiendo el periodo de trasplante hasta el 15 de diciembre, mediante la provisión de agua por sistema de riego por goteo. La preparación del suelo con tres a cuatro meses de anticipación es una práctica muy recomendada para lograr un buen control de malezas en los meses posteriores a la plantación (Figura 1), además, al transcurrir el tiempo se produce la mineralización de la materia orgánica, solubilizando los nutrientes quedando a disposición de las raíces. Existen varias posibilidades de laboreo de suelo, siendo lo más común una preparación convencional, con por lo menos una arada y 2 o 3 rastreadas. Concluidas las labores precedentes se procede a dividir en cuadros con pendientes homogéneas y en el caso que el terreno lo permita es conveniente que la marcación de las líneas de plantación se realice por medio de un subsolador (Figura 2), trabajando a una profundidad de 3040 cm (Figura 3) lo que simplificará la misma. En el caso que no sea posible el uso de

Figura 1: Tierra rastreada y trabajada con subsolador en líneas dobles. 154


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Tabla 2 Sustrato

Enraizamiento (%)

Mortalidad (%)

Longitud raíz más larga (cm)

Número de raíces

Cáscara de pino (granulometría gruesa)

63,3

13,3

5,4

5,1

Cáscara de pino (granulometría fina)

69,2

19,2

5,2

8,3

Perlita

54,2

10,8

3,1

5,2

Vermiculita

60,0

14,2

3,6

6,0

Cáscara de arroz carbonizada

73,3

15,0

5,8

9,7

Perlita+vermiculita (70/30)

73,3

12,5

4,6

8,2

Cáscara de arroz carbonizada + vermiculita (80/20)

82,5

8,3

5,8

8,0

Sustrato comercial a base de turba

75

10

4,6

6,9

Además de evaluar el comportamiento del sustrato en su habilidad para la formación de un adecuado sistema radicular, es necesario tener en cuenta su costo y disponibilidad, ya que puede encarecer el sistema de multiplicación.

Retención foliar La presencia de hojas en las estacas es un factor determinante para el éxito de la propagación vegetativa por estacas, debido a que estimula la iniciación de raíces. Las hojas son fuente de carbohidratos, minerales, auxinas y cofactores de enraizamiento. Los carbohidratos almacenados en las hojas y las auxinas producidas en las mismas contribuyen a la supervivencia y enraizamiento de las estacas (Hartmann y Kester, 1999). Durante el proceso de propagación vegetativa, algunas estacas sufren la caída de la hoja remanente. De esta manera, sin la posibilidad de proveer de reservas que le ayudarán en el proceso de enraizamiento, la estaca termina muriendo. Molina y Mayol (2004), trabajando con plantas adultas de yerba mate, encontraron que la supervivencia de las estacas fue afectada por la caída de las hojas remanentes, demostrado a través de un elevado coeficiente de correlación entre ambas variables (r = 0,88; p<0,05), a los cuatro meses desde el estaqueo. 118


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Momento y condiciones del transplante Las condiciones climáticas (lluvias, temperaturas, humedad relativa ambiente) son los factores determinantes para decidir el momento de realizar el trasplante, en general, se inicia a partir de la segunda quincena de abril. Es importante decidir lo más temprano posible el inicio, para lograr el desarrollo de un buen sistema radicular con mayor superficie de exploración, abarcando un volumen de suelo considerable que le permita a la pequeña planta una mayor sobrevivencia en condiciones de baja humedad del suelo y alta insolación durante la primavera. El factor limitante para extender el tiempo de trasplante es la provisión de agua. Hay experiencia de repique para aumentar la densidad de plantas en yerbales establecidos y con más de 50 años de producción extendiendo el periodo de trasplante hasta el 15 de diciembre, mediante la provisión de agua por sistema de riego por goteo. La preparación del suelo con tres a cuatro meses de anticipación es una práctica muy recomendada para lograr un buen control de malezas en los meses posteriores a la plantación (Figura 1), además, al transcurrir el tiempo se produce la mineralización de la materia orgánica, solubilizando los nutrientes quedando a disposición de las raíces. Existen varias posibilidades de laboreo de suelo, siendo lo más común una preparación convencional, con por lo menos una arada y 2 o 3 rastreadas. Concluidas las labores precedentes se procede a dividir en cuadros con pendientes homogéneas y en el caso que el terreno lo permita es conveniente que la marcación de las líneas de plantación se realice por medio de un subsolador (Figura 2), trabajando a una profundidad de 3040 cm (Figura 3) lo que simplificará la misma. En el caso que no sea posible el uso de

Figura 1: Tierra rastreada y trabajada con subsolador en líneas dobles. 156


Cap. 10: Plantaciรณn y Fertilizaciรณn

implementos, se efectuarรกn los pozos preferentemente con pala hoyo por hoyo, con una profundidad de 30-40 cm y un diรกmetro de 25 cm (Prat Kricun, 1993; 1994; Burtnik, 2003).

Figura 2: Implemento conocido como subsolador para realizar una labranza vertical.

Figura 3: Subsolador trabajando a la mรกxima profundidad. 157


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Condiciones del plantín Genética: la planta genéticamente mejorada se encuentra disponible y al alcance del productor desde hace varios años y es importante que la compra se realice en un vivero inscripto en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). La obtención del plantín genéticamente mejorado se produce por dos vías: a) a partir de semillas, en este caso se conocen los progenitores que fueron seleccionados por algunas características sobresalientes, el material obtenido se los llama plantas policlonales; b) o mediante multiplicación vegetativa, obteniéndose plantas clonales, es decir que no se siembran semillas para obtener plántulas, si no se corta una ramita en activo crecimiento y se le dan las condiciones de humedad y temperatura para que enraíce en forma adventicia. Es importante señalar que el material utilizado para producir estas plantas proviene de plantas madres seleccionadas (clones) cultivados en un jardín o huerto clonal.

Figura 4: Raíz de una planta adulta de yerba mate con crecimiento normal pivotante, profundizándose en el perfil del suelo.

158

Figura 5: Raíz de una planta adulta de yerba mate totalmente anastomosada, sin la raíz principal consecuencia de un mal repique en el vivero o trasplante a campo, empleando una planta con raíz torcida o enrulada en el momento de su plantación.


Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

Época En la mayoría de las especies hay un período óptimo para el enraizamiento, el cual está relacionado a la condición fisiológica de la planta. Para las especies de difícil enraizamiento, la época indicada para la cosecha de estacas es aquella que coincide con el reposo vegetativo o con la estación de crecimiento (dependiendo de la especie) y para las especies de fácil enraizamiento, las estacas pueden ser cosechadas en cualquier época del año (Wendling et al., 2002). Para las estacas herbáceas o semi-leñosas, con presencia de hojas, el mayor enraizamiento es obtenido durante primavera y verano, cuando la actividad cambial es alta, favoreciendo el mayor movimiento de reguladores de crecimiento, carbohidratos, etc. (Tavares et al., 1992). La mayoría de los trabajos encontrados, confirman esta teoría. Bitencourt (2009), encontró que en verano se presentan mejores resultados de enraizamiento que en invierno, sin necesidad de utilización de reguladores de crecimiento. Santos (2011), concluyó que el estaqueo en primavera/verano puede ser factible, con o sin reguladores de crecimiento, con aceptables tasas de enraizamiento (50,2% y 46,8%, respectivamente). En tanto, el estaqueo de otoño/invierno resulta conveniente sólo con el uso de AIB (63,7%) ya que sin reguladores, el porcentaje de enraizamiento es muy bajo (24,5%). Un resultado diferente fue encontrado por Pimentel (2016), quien menciona que la cosecha de miniestacas en la época de otoño/invierno favoreció el enraizamiento y desarrollo del sistema radicular, sin necesidad de tratamiento con AIB.

Edad de la planta madre En las especies leñosas, la propagación vegetativa se torna extremadamente difícil al alcanzar la madurez. El éxito de la propagación de esos árboles, vía enraizamiento de estacas, disminuye rápidamente con la edad. Según Tavares et al. (1992), el enraizamiento del material juvenil superó 12,4 veces al logrado en material adulto. Estudiando la influencia de la edad de la planta madre de yerba mate en la capacidad de enraizamiento, Sand (1989) obtuvo diferencias significativas en el enraizamiento, cuando utilizó estacas provenientes de plantas menores de un año (91,7%) y de 60 años (6,8%). En otra experiencia, realizada por el mismo autor, se comparó el enraizamiento de estacas provenientes de cuatro fuentes: plantas menores de un año, plantas de 3 años, plantas de 60 años y rebrotes de 5 meses en plantas decepadas de 60 años. Se concluye que el factor juvenilidad se pierde después de 3 años de edad, a pesar de que la planta alcanza la madurez reproductiva, recién al quinto o sexto año. 121


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Plantación De acuerdo con Prat Kricun (1993), por tratarse de un cultivo perenne con una vida productiva de 25 a 30 años, los aciertos o errores que se concreten durante esta etapa en el manejo de los recursos y la planta, definirán en gran medida su productividad futura. Según la Dirección General de Fomento Agrícola y Dirección General de Investigaciones Agrícolas de la década del 50, en terrenos con pendiente, como se presentan en el NE de Corrientes y Misiones, debe adoptarse en casi todos los casos el sistema de plantación en curvas de nivel que consiste en colocar las plantas en hileras siguiendo las sinuosidades del terreno sobre una misma línea de cotas. Con ello, se evita el efecto de la erosión, que es motivo de la degradación de muchos suelos de esas provincias, provocado por el arrastre del agua de las lluvias. El agua, en lugar de correr rápidamente hacia los niveles más bajos, es aprovechada por el suelo. Por ello, como trabajo previo a la plantación definitiva se deberá sistematizar el campo en líneas de contorno o en terrazas con desagües según la naturaleza de la pendiente y siempre respetando las normas establecidas en la Resolución Nº 131 del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la República Argentina desde el año 1954 (Dirección General de Fomento Agrícola y Dirección General de Investigaciones Agrícolas, 1954). En esta se mencionan las siguientes directivas técnicas: a) En pendientes promedio de hasta 4%, la plantación se hará sobre líneas de nivel con desagüe. b) En pendientes promedio entre 4 y 15%, la plantación se hará sobre líneas de nivel y con terrazas de desagüe. c) En terrenos con pendientes superiores al 15%, no debe realizarse la plantación de nuevos yerbales. d) Los desagües para la eliminación de los excesos de agua provenientes de las líneas de nivel y terrazas, deberán ser protegidos con vegetación herbácea permanente. Cuando el suelo está en condiciones de recibir la planta (es decir arado, rastreado y subsolado) y se cuenta con todos los materiales para realizar la plantación (plantines, ponchos que pueden ser de diversos materiales paja, costaneros o láminas) más las herramientas necesarias se inicia la misma. Un detalle importante antes de la plantación, es conocer los parámetros químicos del suelo. Hay experiencia de aplicación de correctores de pH especialmente en suelos donde ya hubo plantación de yerba mate.

160


Cap. 10: Plantación y Fertilización

Densidad de plantación: Respecto a la densidad de plantación hay muchas opiniones en general, se recomienda densidades mayores a 2.000 plantas por hectárea, con la precaución de considerar el uso de las maquinarias y herramientas disponible por el productor. Líneas simples: 3 m x 1,50 m que resulta una densidad de 2.222 plantas por hectárea; ó 3 m x 1,20 m dando 2.777 plantas por hectárea. Estas densidades son las más usuales considerando las maquinarias y herramientas que dispone el productor. Líneas dobles: 3 m entre calles y 1,50 m entre líneos dobles, y 1,50 o 1,20 m entre plantas sobre la línea, resultando una densidad de plantas que varía entre 4.435 y 5.555 plantas por hectárea. De acuerdo a Prat Kricun (1993) y Burtnik (2003), los distanciamientos y densidades más adecuadas según manejo (tradicional o sistematizado moderno) y uso anterior del suelo (bosque nativo desmontado o uso agrícola previo) varían desde 1900 plantas por hectáreas (3,5m entre líneos x 1,5m entre plantas) y 4000 plantas por hectáreas (2,5m entre líneos x 1m entre plantas). Plantación propiamente dicha: Generalmente se planifica la plantación cuando el suelo tiene humedad adecuada o próximo a una lluvia. Con la ayuda de herramientas se realizan los hoyos o surcos, los que deberán tener una profundidad adecuada para recibir el plantín; previo al trasplante se colocará el fertilizante en el fondo del pozo, luego se arrojará tierra para que el mismo no quede en contacto directo con las raíces de la planta. Luego de remover el plantín del contenedor, se lo debe ubicar en el centro del pozo o en medio de la zona subsolada, se debe acercar tierra con azada y compactar la misma con el pie asegurando un íntimo contacto entre la raíz y la tierra (Prat Kricun, 1993¸ Burtnik, 2003). Durante la plantación es importante lograr un buen contacto del sustrato (material muy poroso) con el suelo, de esta manera se genera un intercambio de humedad rápidamente. Cuando el plantín proviene de un contenedor que tiene sustrato de corteza de pino compostada al ser suelto requerirá mayor tiempo para lograr un contacto adecuado sobre las raíces cuando es plantado, por lo que la operación de compactación es decisiva para el éxito del establecimiento de la planta. Emponchado: La colocación del poncho es inmediato a la plantación, el objetivo del poncho es proteger a la planta de los rayos solares especialmente del verano, por eso tiene una dirección de colocación, siempre protegiendo el tallo de la puesta del sol, dirección noroeste. El material del poncho puede ser de: paja (Figura 6), costanero y/o lámina de pino de unos 3 a 3,5 mm de espesor (Figura 7), con lo cual aumenta su durabilidad.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 6: Plantación nueva de yerba mate protegida con ponchos de paja.

Figura 7: Plantación nueva de yerba mate protegida con ponchos de lámina de pino. 162


Cap. 8: Vivero clonal para producción comercial

para la iniciación y crecimiento de las raíces, por lo que debe haber disponibilidad de luz pero no de manera excesiva.

Aclimatación Es una de las etapas más importantes, ya que asegura el éxito al momento de la plantación. Dado que las estacas enraizadas provienen de un ambiente con poca demanda de traspiración, sus estructuras para regular la transpiración (estomas) no están activas. Por lo tanto no tienen la capacidad de frenar la pérdida de agua ante un ambiente más seco y con mayor insolación. La aclimatación consiste en trasladar en forma gradual las estacas enraizadas (sin sacarlas del sustrato de enraizamiento) del ambiente de enraizamiento a ambientes con mayor exigencia (mayor demanda de traspiración). Esto se logra ubicando las estacas enraizadas en ambientes con mayor luminosidad, menor aporte de agua y temperatura semejante, pero que estén al resguardo de las corrientes de aire que producen el desecamiento.

Consideraciones finales Es importante tener presente que, para encarar un sistema de producción de plantas de yerba mate a través de la propagación vegetativa, los factores que afectan este proceso deben ser considerados y optimizados para tener éxito en la técnica.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 9: Control de malezas con mulching de corteza de pinos.

Figura 10: Control de malezas con mulching de plástico. 164


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Calcio (expresado como CaO) y 7 Kg de Magnesio (expresado como MgO). Para que el sistema productivo sea sustentable debemos reponer como mínimo las extracciones anuales. Excepto el valor dado para P, las cantidades de nutrientes extraídas por la yerba mate mencionadas anteriormente son similares a las necesidades nutricionales descriptas en la página de FERTILCORP para el cultivo (2015). Fertilización: El objetivo de la fertilización es mantener y aumentar la producción anualmente. Atendiendo a esta premisa tenemos fertilización de reposición y de producción. Las recomendaciones para hacer uso de este insumo de por sí costoso y que proporcione el resultado esperado, recomendamos aplicar ciertos criterios técnicos a saber: a) Iniciar la recomposición física del suelo. b) Control de malezas perennes. c) Renovación de la capacidad productiva de la planta: control de cosecha, corte de ramas maduras, poda de limpieza, generación anual de ramas nuevas, productivas y bien distribuidas en la copa del árbol. Fertilización de reposición: La fertilización de reposición está relacionada con la cantidad de hoja verde (H.V.) cosechada anualmente, no es lo mismo reponer la cantidad de nutrientes extraídas por una cosecha de 5.000 Kg de H.V./ha que, una de 10.000 Kg de H.V./ha. Un fertilizante con una mezcla física que da una composición 20-7,5-20, significa que tiene 20% de N, 7,5% de P en forma de P2O5 y 20% de K en forma K2O, estos mismos porcentajes expresados como nutrientes puro dan la siguiente cantidades, 20% de N, 3,27 % de P y 16,6% de K. Esta expresión: 20% N- 7,5% P2O5- 20% K2O es igual a esta: 20% N- 3,27 P- 16,6% K. Un ejemplo más clásico es el caso del triple 15, esto es: 15% de N – 15% de P en forma de P2O5 -15% de K en forma de K2O, esta forma de expresar el contenido de nutrientes se llama “Grado” se expresa como óxido. Si se expresa el elemento o nutriente puro se llama “Grado Equivalente” y la expresión triple 15 queda: 15% de N - 6,54% de P - 12,45% de K. Finalmente para reponer la producción de 5.000 de H.V. se necesitan 180,15 Kg de la mezcla del fertilizante 20% N- 7,5% P2O5- 20% K2O. Para reponer la producción de 10.000 de H.V. se necesitan 360,30 Kg de la mezcla del fertilizante 20% N- 7,5% P2O5- 20% K2O. Esta fórmula no aporta microelementos razón por la cual cobra importancia el aporte de materia orgánica, el manejo de la vegetación natural y/o la implantación de cubiertas verdes. En muchas ocasiones cuando se ven síntomas de deficiencias de microelementos se puede recurrir a los fertilizantes foliares. 166


Fertilización de producción: Los trabajos del INTA Cerro Azul, demuestran que la mejor repuesta para la fertilización de producción es el agregado de 25% más de lo calculado para la fertilización de reposición. El aumento de 25% es el porcentaje que mejor repuesta da a la ecuación costo-beneficio. Finalmente, la dosis de fertilizante a distribuir o aplicar es para 5.000 Kg de H.V./ ha es de 225,18 Kg/ha de la fórmula 20-7,5-20. Para 10.000 Kg de H.V./ha es de 450,37 Kg/ha de la fórmula 20-7,5-20. Momento de aplicación: Definido la fórmula y la dosis de fertilización, ¿cuándo se debe aplicar?, en plantas próximas al periodo de brotación. La yerba mate tiene definido tres periodos de brotación, septiembre-octubre, diciembre-enero y abril-mayo (Sansberro et al., 2000). De acuerdo a esto se puede fertilizar apoyando la primera brotación que es la más vigorosa, o fraccionando la dosis para evitar ineficiencias en la adquisición del nutriente por lixiviación o descomposición por altas temperaturas, como sucede con los fertilizantes nitrogenados. Lo ideal es tapar el fertilizante una vez aplicado al suelo. Forma de aplicación: La forma de aplicación depende de la movilidad del nutriente en el suelo, de la solubilidad del fertilizante, del producto empleado y de la dosis a usar. Aplicación al voleo: El momento y la forma de aplicación del N son de gran importancia, debido a que existe una potencial pérdida por lixiviación, desnitrificación y volatilización. Ejemplo: la urea no debe ser aplicada al suelo sin una posterior incorporación, porque se volatiliza con facilidad (basta con una pequeña lluvia o riego posterior a la aplicación para que se incorpore y las pérdidas se reduzcan). Encalado: en general la aplicación de cal u otro material corrector de pH, es hecha al voleo con bastante anticipación al momento de la plantación, de esta manera se permite que el material reaccione con la solución del suelo. Aplicación en banda o surco: El P y el K tienen poca movilidad en el suelo, se mueven de una zona de mayor a otra de menor concentración, se recomienda su aplicación en banda o surco o en la proyección de la copa, cerca de las raíces más activas, las cuales adquieren los nutrientes necesarios para el crecimiento. Es un método eficiente que proporciona nutrientes a las raíces con sistema radicular deficiente o restringido. 167


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El productor no tiene muchas opciones en el mercado cuando compra un fertilizante granulado del tipo 20 - 7, 5 - 20, este producto puede ser una mezcla física o química, es compuesta, tiene en su composición química más de un nutriente. Decimos mezcla física porque se puede diferenciar cada componente por su color. La urea se presenta como gránulos blancos, los que aportan N; en gránulos grises se contiene el P en forma de Fosfato y en gránulos rojizos se contiene el ClK con impurezas de hierro. Mientras que en una mezcla química granulada todos los gránulos son del mismo color, y cada gránulo tiene la composición 20 -7, 5 - 20.

BIBLIOGRAFÍA: -Burtnik, O.J. 2003. Manual del pequeño yerbatero correntino. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Agencia de Extensión Rural Santo Tomé, Corrientes, 51 p. - Dirección General de Fomento Agrícola y Dirección General de Investigaciones Agrícolas,1954. Cultivo racional de la yerba mate. Ministerio de Agricultura y Ganadería, Buenos Aires, Argentina. 31 p. -FERTILCORP. S.R.L. 2015. http://www.fertilcorp.com.ar/fertilizacion-de-la-yerba-mate. Fecha de consulta: 18/06/17. -Prat Kricun, S.D. 1993. Yerba mate: Técnicas actualizadas de cultivo. INTA EEA Cerro Azul, Miscelánea N° 27, 14 p. -Prat Kricun, S.D. 1994. Plantación. En: Prat Kricun, S.D. (Ed.), 2do Curso de Capacitación en Producción de Yerba Mate. INTA Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Cerro Azul, Misiones, Argentina, p. 31-33. -Sansberro, P. A.; Mroginski, L. A. & Bottini, R. 2000. Giberelinas y brotación de la Yerba Mate (Ilex paraguariensis St. Hil.). 5ta. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, organizado por UNNE – Campus Resistencia. -Sosa, D.A. (Ed.). 2011. Yerba mate. Manual de campo. INTA, EEA Cerro Azul, Misiones, 51 p. 168


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

adaptables a una localidad pueden ser perjudiciales en otra. Los efectos precisos de la labranza sobre la estructura deben ser definidos y optimizados en cada caso, si se quiere que la labranza pase de ser un arte de acierto o error, a ser un medio con fundamentación científica y confiables para la producción. Es necesario resaltar que la estructura obra como regulador de la textura, dado que cuando se agrupan las partículas primarias en agregados se pueden cambiar las propiedades desfavorables de texturas muy finas, haciéndolas más aptas agrícolamente. En la determinación de la necesidad de labranza en suelos se ha tenido como fundamento la estructura (tipo, clase y grado), especialmente la distribución por tamaños y la estabilidad de estas fracciones (mayor proporción de agregados entre 2-3 mm y distribuidas en la capa arada en forma no homogénea). Otro factor básico en la estructura del suelo es el grado de desarrollo de las unidades estructurales, grado que a su vez está influenciado por los agentes responsables de la cementación de partículas. A medida que la acción cementante sea más firme hay mayor posibilidad de conservar las buenas propiedades físicas del suelo. Cuando la cementación es débil, se degrada fácilmente la estructura, variando la porosidad y el almacenamiento de agua. La distribución entre macro y microporos debe estar en equilibrio para que la humedad y el suministro de aire sean adecuados. La densidad aparente (DA) se define como la cantidad de masa por unidad de volumen. La DA y la porosidad del suelo afectan al crecimiento radical y la emergencia de las plántulas. La DA interactúa con la resistencia mecánica a la penetración (RMP), con la estructura y la humedad, del suelo, los cuales a su vez afectan al crecimiento de las plantas. Las labranzas en el corto plazo no suelen modificar mucho a la DA, es un parámetro que no varía mucho, sin embargo se sigue utilizando para valorar diferentes sistemas y prácticas de labranzas. Cuando en la evaluación no se incluyeron otros parámetros complementarios, se presentan problemas en la interpretación de los resultados. Otra medida utilizada para evaluar la necesidad de labranza de un suelo está dada por el penetrómetro, que mide la resistencia que opone el suelo a la introducción de una barra metálica con una punta cónica a una profundidad determinada, expresados en kPa o MPa. La RMP es la suma de la presión para expandir esféricamente la cavidad formada y el componente vertical de la fricción en la superficie externa del cono al introducir la punta en el suelo mediante impactos o a presión continua. Las mediciones de RMP, generalmente, son el método más rápido y preciso para detectar compactación. Fue usada como parámetro para describir el estado físico del suelo, en estudios de compactación de suelos, evaluaciones de efectos de las labranzas, e investigaciones de crecimiento de raíces. Con este aparato se mide la RMP, y se puede definir la presencia o no de capas compactas, o más friables con elevada macroporosidad, aportando una idea de la consistencia del suelo y de la presencia de capas limitantes. Se emplea como un índice del estado físico de un suelo, especialmente para saber si las raíces pueden o no penetrar determinadas zonas. 131


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Baccharis dracunculifolia DC. “chilca blanca” Flia. Asteráceas Arbusto o pequeño árbol de hasta 5 m de altura. Muy ramoso y con abundantes hojas, las ramas jóvenes tienen costillas longitudinales y son pubescentes. Hojas oblongolanceoladas, de 2 a 4 cm de largo x menos de 1 cm de ancho, borde entero o con algún diente en la parte superior, glabras y con glándulas. Muchas flores y agrupadas en capítulos, aquenio glabro y de papus blanco. Florece en verano hasta entrando en otoño. Es una especie muy invasora, su fácil dispersión hace que en poco tiempo ocupe grandes áreas. Yerbales abandonados o descuidados son invadidos rápidamente.

Baccharis dracunculifolia: ramas con inflorescencias.

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Cap. 11: Malezas

Cayaponia bonariensis

“papa imperial”

(Miller) Martínez Crovetto. “sandía purgante”,

Flia. Cucurbitáceas Enredadera perenne, herbácea, tallos trepadores, con zarcillos (a veces bífidos). Hojas simples, con pecíolos largos y lámina dividida, con 3 a 7 lóbulos. Las raíces son engrosadas y reservantes. Flores pequeñas, verdosas (con aroma a manzana), las masculinas agrupadas y las femeninas solitarias y de ovario ínfero. Antesis en horas del mediodía. El fruto es una baya no mayor a 1,5 cm de largo y menos de 1 cm de ancho. Florece en el verano y fructifica hasta comienzos de otoño. Polinización entomófila. Especie de amplia distribución en Brasil, Uruguay y NE de nuestro país hasta Buenos Aires. Su rápido crecimiento hace que sea peligrosa en el yerbal, trepa hasta unos 3 o 4 m de altura, cubriendo a veces la totalidad de la planta cultivada. Es muy frecuente.

Cayaponia bonariensis: cubriendo la planta de yerba mate.

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Figura 1: Cultivo de Yerba Mate con uso de cubiertas verdes.

Estrategia en experimentos de labranza para definir los efectos sobre las propiedades inherentes del suelo Para seleccionar las prácticas de labranza que se adaptan mejor a un agroecosistema dado, es necesario considerar: cuanto podrían llegar a declinar los parámetros edáficos de mayor relevancia y hasta qué punto, dicha disminución afecta a los rendimientos. Hasta donde, los cambios negativos de los parámetros edáficos, se deben a las labranzas y la exposición del suelo a los elementos climáticos y cuanto de ello se debe a la disminución de la materia orgánica del suelo. Para dar respuesta a esto se deberán estudiar parámetros edáficos mejor definidos y evaluados en una amplia variedad de situaciones. Usar solo el crecimiento o rendimiento del cultivo como el integrador de todos los factores en una investigación de labranza, cuando se compara un grupo de sistemas o implementos en diferentes suelos, y es la única variable dependiente que se mide, puede llegar a ser muy empírico. Con ello, se hace difícil identificar los efectos que diferentes condiciones climáticas y propiedades del suelo además de la labranza, han tenido sobre el crecimiento y rendimiento de los cultivos. Podrían predecirse mejor los efectos y probabilidades de resultados positivos y negativos de diferentes alternativas de cultivos y sistemas de labranza para cada clima, suelo y cultivo, cuando se evalúan y comprenden mejor los efectos de la labranza sobre las propiedades del suelo. Con esto, se podrían seleccionar a priori los sistemas de labranza con más probabilidades de éxito para cada situación y definir el número apropiado de ensayos a campo necesarios. Los modelos de simulación que integren información pertinente de suelos, clima y cultivos pueden ser de gran ayuda para evaluar rápidamente los efectos potenciales de diferentes prácticas de labranza (Lal et al., 1997). 138


Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

La labranza, y la sostenibilidad de los recursos Para la mayoría de los suelos agrícolas, los procesos de degradación y las prácticas conservacionistas suceden simultáneamente. A medida que los procesos de degradación prosiguen y se hacen más intensos, hay una disminución de la productividad de los suelos. A la inversa, las prácticas de mejoramiento y conservación tienden a incrementar la productividad del suelo (Homick & Parr, 1987). Una de las investigaciones más recientes en yerba se orienta al aislamiento de bacterias y hongos micorrizos que ayudan a aumentar la productividad del cultivo y disminuir la degradación de suelos (Bergottini et al.; 2017). Del resultado de las relaciones entre productividad de suelos, los procesos de degradación (pérdida de materia orgánica, compactación, encostramiento, erosión, pérdida de nutrientes por escurrimiento y lavado, acidificación, acumulación de tóxicos, y desertificación) y las prácticas de conservación de suelos (manejo de rastrojos, conservación del agua, labranzas conservacionistas, rotación de cultivos, uso de terrazas, fertilización química y orgánica, mejoramiento del ciclo de nutrientes y de los cultivares) se logrará la sostenibilidad del sistema. La productividad del suelo en un sistema agrícola es dinámica, cambiando como resultado de las relaciones que ocurren simultáneamente entre los procesos positivos y negativos. Un verdadero sistema de producción sostenible es aquel donde los efectos de las prácticas de conservación sean iguales o excedan los efectos de los procesos de degradación. Este concepto es igualmente válido para sistemas de bajo y alto ingreso de insumos. La baja disponibilidad de recursos no es un motivo que impida la implementación de prácticas de manejo que aminoren los procesos de degradación de los suelos de los yerbales. Al evaluar parámetros edáficos afectados por las labranzas hay que esperar suficiente tiempo (generalmente más de 5 años) para que los efectos se expresen claramente y sean representativos del sistema probado. Las propiedades físicas del suelo, además de ser influidas por las labranzas, juegan un papel primordial en determinar el tipo, la frecuencia e intensidad de labranza requerida. Para ello, debe tomarse en cuenta la tendencia de los suelos a erosionarse y compactarse, las condiciones de drenaje y otros factores. Puede decirse que las predicciones de los efectos de las labranzas sobre las propiedades del suelo para mantener la sostenibilidad y los rendimientos del cultivo son la base para decidir las mejores prácticas de labranza y manejo de suelos en general, o las alternativas más eficientes para cada situación. Ante problemas de compactación de suelos, de momento hay dos alternativas a considerar, primeramente la más recurrida y empleada que es la remediación por descompactación mecánica con diferentes tipos de implementos agrícolas y la biológica, 139


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Cestrum parqui L´Hérit. “duraznillo negro”, “hediondilla” Flia. Solanáceas Arbusto de hasta 2,50 m; glabro, muy ramificado y con olor desagradable, hojas alternas o elíptico-lancealadas, de 5-13 cm de largo por menos de 4 cm de ancho, con borde entero; flores tubulosas, amarillentas, de aproximadamente 2 cm de largo, agrupadas en inflorescencias axilares, racimosas. El fruto es una baya ovoide menor a1 cm de largo, negruzcas. Florece desde la primavera y fructifica hasta el otoño. Es muy frecuente y abundante. Tóxica, por lo que resulta indeseable.

Cestrum parqui: rama florífera.

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Cap. 11: Malezas

Chloris gayana Kunth, “grama Rhodes” Flia. Poáceas Herbácea perenne, cespitosa, con estolones de 1 m de longitud, caña comprimida, robusta de hasta 1,2 m de altura; nudos oscuros. Hojas lineales largas, zona lígular ciliada, lámina conduplicada hasta de 40 cm de largo, áspera al tacto. Cañas floríferas delgadas, con 9 a 24 espigas agrupadas en racimos en el ápice, rectas o algo flexuosas, de 5 a 12 cm de longitud, color pajizo-violáceo. Las espiguillas se disponen unilateralmente a lo largo del raquis. Glumas persistentes, antecios con el borde de la lemma fértil con cilias blancas. Es buena forrajera. Invasora, muy frecuente.

Chloris gayana: A) planta; B) inflorescencias; C) detalle de la lígula. (Fotografía: R. Lovato).

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Commelina erecta L., “flor de santa Lucía” Flia. Commelináceas Hierbas perennes, erectas o ascendentes, raíces algo tuberosas. Tallos poco ramificados, de 70 cm o más de altura, radicantes en los nudos basales. Hojas con vainas rojizas, pubérulas, auriculadas, lámina de ápice agudo, base redondeada, borde entero. Inflorescencias cimosas, con 1 a 5 flores protegidas por una bráctea herbácea con abundante mucílago en su interior. Flores hermafroditas, con 2 pétalos azules y un tercer pétalo está atrofiado aparentando una pequeña escama blanquecina. El fruto es una cápsula loculicida. Especie polimorfa, muy difundida desde Norteamérica y las Antillas llegando hasta el centro de la Argentina. Florece y fructifica todo el año, con mayor abundancia en la temporada estival. Es frecuente en variados ambientes. Maleza de relativa importancia en cultivo de yerba mate. Se la declaró como TOLERANTE al herbicida Glifosato.

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Commelina erecta: flor, tercer pétalo atrofiado.


Cap. 11: Malezas

Conyza bonariensis (L.) Cronquist, “rama negra”, “yerba carnicera” Flia. Asteráceas Hierba anual, con hasta 1,5 m de altura, color verde-ceniciento, tallos y ramas pubescentes, con numerosas hojas, las inferiores oblanceoladas, lobadas, rara vez enteras, hojas superiores lineal-lanceoladas, pubescentes, de 3 a 6 cm de largo por 0,3 a 0,7 cm de ancho. Flores agrupadas en capítulos reunidos a su vez en cimas corimbiformes o paniculiformes terminales. Los frutos son aquenios comprimidos, pubescentes, de 1 a 2 mm de longitud, papus blanco o rosado. Florece desde el invierno hasta el otoño. Se propaga por semillas. Maleza muy frecuente. En poco tiempo puede invadir grandes superficies.

Conyza bonariensis: A) planta como maleza; B) inflorescencias.

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Deyeuxia viridiflavescens

(Poir.) Kunth., “paja de plata”

Flia. Poáceas Hierbas perennes, erectas, rizomatosas, cañas de hasta 1,3 m de altura, nudos glabros, vainas glabras, pubescentes o escabrosas, mayores que los entrenudos; lígulas con hasta 15 mm de longitud, membranáceas; láminas planas de 8 a 30 cm de largo por 0,3 a 1 cm de anchas. La inflorescencia llega hasta 30 cm de largo, laxa, oblonga. EL antecio posee una lemma con arista dorsal de 3 a 5 mm de largo, geniculada. Florece desde invierno hasta el verano. Se propaga por semillas. Bastante frecuente, pero de relativa abundancia.

Deyeuxia viridiflavescens: A) inflorescencias; B) detalle de la lígula. (Fotografía: R. Lovato).

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Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

Las terrazas pueden ser a nivel o de absorción, cuando retienen el agua hasta que se infiltre al suelo (en climas de bajas precipitaciones o suelos de baja permeabilidad); las terrazas con gradiente o de drenaje que se emplean en climas con precipitaciones elevadas, para interceptar el agua, conduciendo el exceso del agua de escorrentía sin que produzca erosión o las de doble finalidad, con una parte de absorción y uno o dos tramos en los extremos para drenar el exceso de agua. De acuerdo a la base de las terrazas se clasifican en base estrecha (3 m de ancho aproximadamente), de base media (3-6 m) y de base ancha (6-12 m). Dado que la finalidad de estas protecciones es conducir el exceso del agua de escorrentía, los canales deberían descargarse en un curso fluvial o construirlos previamente, con suficiente anticipación logrando un cauce protegido con vegetación para evitar la erosión. Para el diseño de las terrazas debemos definir el intervalo vertical (IV) que es la diferencia de altitud entre terrazas adyacentes y el intervalo horizontal (IH) que es la distancia horizontal entre ellas.

Figura 5: Erosión hídrica en el entrelíneo de un manejo convencional 145


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Digitaria sanguinalis (L.) Scop., “pasto cuaresma”, “pasto colchón” Flia. Poáceas Pasto anual, herbáceo, cañas decumbentes, ramificadas desde la base, de 40 a 70 cm de altura, nudos basales radicantes. Hojas lineales; lígula membranácea, triangular, 1 mm de longitud, borde dentado; láminas planas, agudas, glabras a algo pilosas hacia la base, de 4 a 20 cm de longitud por menos de 1 cm de ancho. Flores reunidas en panoja de 5 a 15 cm de largo, formada por 3 a 8 racimos espiciformes, verdosos o violáceos, digitados o subdigitados. Florece y fructifica en verano y hasta el otoño. Se propaga por semillas, las semillas son resistentes a las inundaciones. Maleza frecuente desde Misiones hasta la Patagonia, y algo invasora. Se la considera buena forrajera pero por corto período, pasado este tiempo es peligrosa por acumular sustancias cianogenéticas.

Digitaria sanguinalis: plantas con innovaciones.

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Cap. 11: Malezas

Eleusine indica (L.) Gaertn., “grama carraspera”, “pié de gallina” Flia. Poáceas Hierba anual, raíces fibrosas, abundantes y cañas decumbentes y con los nudos inferiores radicantes, de 20 a 50 cm de altura. Hojas con vainas abiertas, ciliadas, lígula pequeña y dentada, láminas foliares planas, de 7 a 30 cm de largo y menor a 1 cm de ancho. Espigas 5 a 12, subverticiladas, terminales, de 5 a 8 cm de largo, espiguillas de disposición unilateral en el raquis. Florece en primavera y verano, fructifica hasta entrado el otoño. Se propaga por semillas. Especie cosmopolita, invasora. Fue denunciada como RESISTENTE a graminicidas inhibidores de la Acetil Coenzima A carboxilasa.

Eleusine indica: A) planta; B) inflorescencias; C) lígula. (Fotografía: R. Lovato).

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Eleusine tristachya (Lam.) Kunth., “pasto ruso”, “pasto alambre” Flia. Poáceas Hierba perenne de unos 30 cm de altura, rizomas cortos y hojas lineales. Muy parecida a Eleusine indica pero con menor número de espigas (2 a 4), más cortas y de mayor anchura. Florece en primavera y verano. Se propaga por semillas. Prefiere los terrenos modificados, siendo frecuente en casi todo el país. Es común verla junto a Eleusine indica.

Eleusine indica: A) planta; B) inflorescencias; C) lígula. (Fotografía: R. Lovato).

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Cap. 11: Malezas

Euphorbia hirta L., “lecherita” Flia. Euforbiácaes Planta herbácea, anual, con látex lechoso; tallos mayormente decumbentes, ramificados, verdosos hasta rojizos, con pubescencia. Hojas opuestas, cortamente pecioladas, lámina de forma oval, lanceolada o romboidal, pubescente en el haz y el envés, casi enteras o algo aserrada, 1 a 3 cm de largo por 0,5 a 1,5 cm de ancho. Las flores se agrupan en ciatios. El fruto es una cápsula de 1 cm de largo. Florece en primavera y verano y se propaga por semilla. Además de ser muy competitiva, se torna indeseable por albergar a nemátodos del género Rotylenchus y Meloidogyne.

Euphorbia hirta: inflorescencias. (Fotografía: Inst. Darwinion).

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Cap. 9: Labranza. Influencia sobre parámetros del suelo y la compactación

De ser necesario, cambiar el nivel de estación para continuar la marcación de las siguientes terrazas cada 3 m de IV y así sucesivamente en la pendiente a trabajar hasta finalizar la última terraza. Si quedara entre esta última y el final del lote una distancia menor de 50 m, valor muy próximo al IH empleado (40 m), sería innecesario marcar una nueva terraza. Marcadas todas las terrazas, estacionamos el nivel junto a la primer estaca de la primera terraza y desplazamos la mira parlante 10 m hacia un lado buscando una lectura 1 cm más alta que la anterior, logrando una pendiente de 0,1% para los primeros 100 m. Para los siguientes 100 m, o sea de 100 a 200 m se le da una pendiente de 0,2% y de igual modo hasta llegar a los 0,5% (lectura de 5 cm más en 10 m de distancia) si estamos en el tramo de la terraza de 400 a 500 m (Tabla 1). De igual modo se marcan el resto de las terrazas que quedaron marcadas con las estacas, en la pendiente hacia abajo. Antes de construcción de las terrazas puede ser necesario rectificarla las líneas sin afectar mayormente al camellón o al canal, con la finalidad de eliminar curvas muy pronunciadas que afectarán y complicarían el trabajo de las maquinarias dentro del paño

Figura 7: Construcción de la terraza de base angosta de drenaje con arado de disco reversible. 149


Cap. 11: Malezas

Ipomoea alba L. “dama de noche” Flia. Concolvuláceas Enredadera perenne, con látex; tallo herbáceo, voluble, cilíndrico liso o con algunas verrugas. Presenta dimorfismo foliar, las primeras hojas son de lámina cordiformes a deltoides, cordadas en la base y agudas en el ápice, glabras y con una coloración verdeviolácea en nervaduras y el pecíolo; luego tiene hojas con láminas ovadas a orbiculares, a veces trilobuladas, cordadas en la base y agudas en el ápice, de hasta 20 cm de largo y algo menores de ancho; ambas formas son largamente pecioladas. Flores grandes, muy conspicuas, en inflorescencias axilares, el pedúnculo es carnoso, a veces superando los 25 cm de longitud, las flores de unos 12 cm de longitud, corola infundibuliforme, blanca con líneas verdes, muy perfumadas. Se abren al atardecer o por las noches. El fruto es una cápsula, 3 cm de largo con 4 semillas. Florece en época estival. Se propaga por semillas y por rizomas. Maleza de relativa importancia. De rápido crecimiento, llega a cubrir en forma completa a las plantas de yerba mate.

Ipomoea alba: A y B) ramas con flores y hojas de base cordada.

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Ipomoea cairica (L.) Sweet., “campanilla”, “bejuco” Flia. Concolvuláceas Planta herbácea, perenne, con tallo voluble. Las hojas poseen pecíolo largo, lámina palmatisecta dividida en 5 o más lóbulos agudos, ovados o elípticos de 4 a 10 cm de longitud. Las flores son solitarias o reunidas en inflorescencias paucifloras. Corola con aspecto de campana (infundibuliforme) de color rosado-violáceo de 8 cm de largo aproximadamente. El fruto es una cápsula con semillas pilosas. Florece entre fines de verano y hasta entrado el invierno. Es cosmopolita, invasora de espacios públicos o descuidados. Es más frecuente en los bordes del cultivo de yerba mate.

Ipomoea cairica: A y B) ramas con flores y hojas palmatisectas.

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Cap. 11: Malezas

Ipomoea nil (L.) Roth., “bejuco”, “campanilla” Flia. Concolvuláceas Herbácea anual, trepadora; hojas largamente pecioladas (hasta 20 cm de largo), lámina de contorno ovado, generalmente trilobada, de 10 a 15 cm de longitud y similares medidas de ancho, pubescentes; flores muy vistosas, corola azul que se torna rosadorojiza, con forma de campana, de hasta 6 cm de largo, se agrupan en inflorescencias. El fruto es una cápsula de 1,2 cm de ancho, con sépalos acrescentes, posee de 3 a 6 semillas pubescentes, negras. Florece en primavera y verano. Se propaga por semillas. Es muy abundante e invasora agresiva, además posee dormancia en sus semillas.

Ipomoea nil: A) hojas lobadas; B) flor.

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Iresine diffusa Humb. y Bonpl. ex Willd., “pluma” Flia. Amarantáceas Hierba perenne, erecta al principio luego apoyante, tallo ramificado desde la base, hasta más de 2 m de altura. Hoja simple, peciolada, lámina de 4 a 8 cm de longitud por 1 a 3 cm de ancho, ovada a lanceolada, pubescente en el haz y sobre las nervaduras en la cara abaxial. Las flores se agrupan en panojas largas. El fruto es un utrículo. Florece en el verano y hasta el otoño. Se propaga por semillas. Es muy abundante, llega a ser molesta. Es TOLERANTE a glifosato.

Iresine diffusa: planta en floración.

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Momento y condiciones del transplante Las condiciones climáticas (lluvias, temperaturas, humedad relativa ambiente) son los factores determinantes para decidir el momento de realizar el trasplante, en general, se inicia a partir de la segunda quincena de abril. Es importante decidir lo más temprano posible el inicio, para lograr el desarrollo de un buen sistema radicular con mayor superficie de exploración, abarcando un volumen de suelo considerable que le permita a la pequeña planta una mayor sobrevivencia en condiciones de baja humedad del suelo y alta insolación durante la primavera. El factor limitante para extender el tiempo de trasplante es la provisión de agua. Hay experiencia de repique para aumentar la densidad de plantas en yerbales establecidos y con más de 50 años de producción extendiendo el periodo de trasplante hasta el 15 de diciembre, mediante la provisión de agua por sistema de riego por goteo. La preparación del suelo con tres a cuatro meses de anticipación es una práctica muy recomendada para lograr un buen control de malezas en los meses posteriores a la plantación (Figura 1), además, al transcurrir el tiempo se produce la mineralización de la materia orgánica, solubilizando los nutrientes quedando a disposición de las raíces. Existen varias posibilidades de laboreo de suelo, siendo lo más común una preparación convencional, con por lo menos una arada y 2 o 3 rastreadas. Concluidas las labores precedentes se procede a dividir en cuadros con pendientes homogéneas y en el caso que el terreno lo permita es conveniente que la marcación de las líneas de plantación se realice por medio de un subsolador (Figura 2), trabajando a una profundidad de 3040 cm (Figura 3) lo que simplificará la misma. En el caso que no sea posible el uso de

Figura 1: Tierra rastreada y trabajada con subsolador en líneas dobles. 154


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Melinis repens (Willd.) Zizka., “pasto rosado” Flia. Poáceas Pasto anual o plurianual de hasta 1 m de altura, cespitosa, cañas ascendentes, enraizante en los nudos inferiores; hojas lineales, planas, nudos y vainas con pubescencia, lígula ciliada, lámina glabra o algo pilosa de 6 a 20 cm de longitud por menos de 1 cm de anchura. La inflorescencia es una panoja, al principio rosada luego plateada (a la madurez), la espiguilla está cubierta por largos pelos sedosos. Florece desde la primavera hasta el otoño. Naturalizada en América tropical, es muy común e invasora en suelos altos, arenosos y rojos.

Melinis repens: inflorescencias. (Fotografía: Inst. Darwinion).

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Cap. 11: Malezas

Mikania cordifolia (L. f.) Willd., “guaco” Flia. Asteráceas Herbácea perenne, voluble, con tallos de sección hexagonal, tomentosos, flexuosos. Hojas simples, opuestas, pecioladas, pecíolos de 2 a 5 cm de largos, lámina ovada, aguda o acuminada en el ápice y cordada en la base, borde entero a onduladodentado, pubescente en ambas caras, de 3 a10 cm de longitud, ancho similar al largo. Flores reunidas en capítulos poco vistosos, numerosos. Flores blancas de 0,5 cm de longitud. El fruto es un aquenio glabro, de unos 4 mm de largo; papus blanco, más largo que el fruto. Especie muy común, invasora, de crecimiento muy rápido. En nuestra zona yerbatera florece a lo largo de todo el año.

Mikania cordifolia: A) rama vegetativa; B) inflorescencias.

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Mikania micrantha HBK, “guaco” Flia. Asteráceas Enredadera herbácea, perenne, con tallos cilíndricos y finamente pubescentes. Hojas simples, opuestas, pecioladas, lámina ovada, acorazonada o subdeltoides, agudas en el ápice, de base sagitada o acorazonada, margen crenado. Flores blancas de 0,5 cm de longitud, reunidas en capítulos numerosos y poco vistosos. El fruto es un aquenio glabro, de costillas bien marcadas, de 4 mm de largo. Papus blanco. Florece y fructifica desde fines del verano hasta comienzos del invierno. Es muy común en toda nuestra región. Sospechosa de ser tóxica.

Mikania micrantha: hojas.

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Cap. 11: Malezas

Paspalum urvillei Steud., “pasto macho”, “pasto peludo” Flia. Poáceas Planta perenne, cañas erguidas de buen porte, llegando frecuentemente a 2 m de altura. Hojas con vainas inferiores notablemente hirsutas; láminas foliares de 15 a 50 cm de longitud y 1,5 cm de ancho; inflorescencia de 10 a 40 cm de longitud formada por unas 10 a 20 espigas; las espiguillas poseen una pilosidad notoria. Se propaga por semillas, rizomas y estolones. Si bien prefiere suelos bajos y húmedos se adapta bien a casi cualquier condición, por lo cual resulta frecuente y bastante molesta.

Paspalum urvillei: A) inflorescencias; B) invadiendo el cultivo de yerba mate. 193


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Sida rhombifolia L., “escoba dura”, “afata” Flia. Malváceas Planta perenne, subleñosa, tallos erectos, algo ramificados, hasta 1 m de altura y raíz pivotante y profunda. Hojas simples, romboidales, de 3 a 6 cm de largo y 2 cm de ancho, ápice agudo, dentadas en la parte superior, brevemente pecioladas, color verde oscuro; flores axilares, solitarias, pedunculadas, corola de pétalos amarillentos, de 9 mm de longitud. El fruto es una cápsula esquizocárpica formada por 10 a 12 mericarpos con dos aristas apicales. Florece y fructifica desde la primavera hasta el otoño. Se propaga por semillas.

Sida rhombifolia: planta en floración.

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Cap. 11: Malezas

Smilax campestris Griseb., “zarzaparrilla blanca” Flia. Smilacáceas Planta perenne, subleñosa, voluble, con tallos angulosos provistos de aguijones curvos. Hojas simples, pecioladas, frecuentemente con zarcillos; lámina endurecida, aovada-oblonga, mucronada en el ápice y base redondeada, entera, con tres nervios bien conspicuos, glabra, de 3 a 8 cm de longitud y 1,5 a 3 cm de ancho. Flores reunidas en inflorescencias axilares, numerosas, poco llamativas, tépalos blancos de 2 mm de largo. El fruto es una baya oscura de 5 mm de diámetro. Es abundante, invasora, muy molesta.

Smilax campestris: A) rama con hojas y aguijones; B) flores; C) frutos.

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Solanum bonariense L., “naranjillo” Flia. Solanáceas Arbusto, de hasta 1,50 m aproximadamente; raíces profundas, gemíferas; ramas jóvenes con pubescencia, con aguijones o sin ellos; hojas simples, pecioladas, alternas, lámina elíptica, a veces ovado-lanceoladas, de 15 cm de largo y 2 a 10 cm de ancho, márgenes sinuosos o enteros, a veces algo lobulados. Flores agrupadas en cimas terminales o axilares, corola blanca, de 2 a 3 cm de diámetro; el fruto es una baya esférica, color naranja o rojiza de 1 cm de diámetro, semillas numerosas. Comienza a florecer a fines del invierno y continúa hasta el verano. Se propaga por rizomas y semillas. Es maleza de importancia secundaria, a veces muy frecuente.

Solanum bonariense: planta en floración.

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Cap. 11: Malezas

Solanum granuloso - leprosum Dunal., “fumo bravo” Flia. Solanáceas Arbusto de gran tamaño, hasta 5 m de altura, ramas jóvenes pilosas. Hojas simples, alternas, pecioladas, elípticas, 20 cm de largo y 8 cm de ancho, tomentosa en ambas caras. Flores hermafroditas, en cimas paniculadas, corola azulada, pentalobulada, 15 a 20 mm de diámetro. El fruto es una baya de 1 cm de diámetro. Es invasora, abundante.

Solanum granuloso-leprosum: A) planta en floración y B) compitiendo con planta de yerba mate.

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Solanum sisymbriifolium Lam., “tutiá”, “revienta caballos” Flia. Solanáceas Sufrútice que llega a poco más de 1 m de altura, con aguijones amarillo-anaranjados, muy fuertes, de 1,2 cm de largo, en tallos y nervaduras de las hojas; raíz engrosada, y tallos erectos, muy ramificados, angulosos, densamente glanduloso-pubescente; hojas simples, alternas, pecioladas, lámina de 10 a 18 cm de largo y con 6 a 7 cm de ancho, profundamente pinnatipartida, con 6 a 7 lóbulos dentados o pinnatífidos. Inflorescencias terminales, flores de corola blanca, azul o lila, erecta o péndula, de 3 cm de diámetro; el fruto es una baya anaranjada-rojiza con poco más de 1 cm de diámetro. Florece en primavera y fructifica hasta mediados del otoño, se propaga por semillas. Es maleza frecuente y a veces importante, prefiere suelos fértiles y bien drenados.

Solanum sisymbriifolium: hoja con aguijones.

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Cap. 11: Malezas

Solidago chilensis Meyen., “vara de oro”, “buga” Flia. Asteráceas Especie herbácea, perenne, rizomatosa; los tallos son erectos, simples, de hasta 1,80 m de altura; abundantes hojas, alternas, lineal-lanceoladas, glabras, lámina entera o con pequeños dientes, de 8 cm de largo por menos de 1cm de ancho, tres nervios prominentes. Las flores están en capítulos reunidos en panículas terminales con ramas secundarias, formados por numerosas flores, muy vistosos debido al color amarillo intenso de la corola. El fruto es un aquenio con papus blanco. Florece desde el verano hasta el otoño. Es invasora, forma poblaciones numerosas, es muy frecuente y maleza de importancia. En Solidago chilensis var megapotamica los tallos y las hojas son pubescentes.

Solidago chilensis: planta en floración.

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Figura 9: Control de malezas con mulching de corteza de pinos.

Figura 10: Control de malezas con mulching de plástico. 164


Cap. 11: Malezas

Talinum paniculatum (Jacq.) Gaertn., “carne gorda”, “puchero” Flia. Talináceas Planta herbácea, perenne, raíz tuberosa, porte erecto, tallos simples, de 0,70 a 1 m de altura; hojas crasas, pecíolos cortos, de elípticas a oval-lanceoladas, las basales subopuestas y algo rojizas en el envés, a partir de la tercera hoja son más bien alternas, lámina obovada de 2 a 16 cm de longitud y 1 a 10 cm de ancho. Flores hermafroditas, de corola blanca, amarilla o rosadas, de 6 mm de largo. El fruto es una cápsula globosa, de 5 mm de ancho, dehiscente. Florece y fructifica desde el verano hasta el otoño. Se propaga por semillas. Muy abundante, en suelos variados, incluso en los ácidos y salitrosos, prefiriendo los suelos fértiles y húmedos. Se comporta como maleza secundaria.

Talinum paniculatum: A) planta con frutos; B) detalle de las flores.

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Vernonia incana Less., “matacampo”, “quiebra arado negro” Flia. Asteráceas Herbácea perenne, con rizomas largos y ramificados. Tallo erecto, no ramificado, con pelos blancos, de 30 a 70 cm de altura. Hojas alternas, lámina simple, de 15 cm de largo por 0,5 a 1,5 cm de ancho, lanceolada, entera o algo aserrada, glabra en el haz y con pelos blancos en el envés, discoloras. Flores numerosas, 15 a 25 flores por capítulo, corola violácea; capítulos pequeños y agrupados en panojas de cimas. El fruto es un aquenio pubescente, de papus blanco. Florece y fructifica desde mediados de verano hasta el otoño. Se propaga por semillas y por rizomas. Prefiere terrenos húmedos, llegando a formar importantes manchones. Es sospechosa de tóxica para el ganado.

Vernonia incana:.planta con abundantes inflorescencias.

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Cap. 11: Malezas

Vernonanthura chamaedrys guaycurú”

(Less.) H. Rob., “escoba blanca”, “tupichá-

Flia. Asteráceas Arbusto, de 1,50 m de altura, provisto de importante xilopodio; tallo muy ramificado. Hojas simples, alternas, sésiles, algo dentadas en el margen, albo tomentosas en el envés, de 3 cm de largo y 1,5 de ancho; capítulos numerosos pequeños y muy vistosos; flores perfumadas, de corola violácea, raro blancas. Florece desde diciembre hasta abril. Se propaga por rizomas y por semillas. Invasora importante en campos altos, secos y rocosos. Maleza de considerable importancia.

Vernonanthura chamaedrys: A) rama con inflorescencias; B) detalle de las hojas discoloras.

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Consideraciones para un Manejo Integrado de Malezas Durante los tres años posteriores a la plantación, es necesario asegurar la supervivencia de las nuevas plantas de yerba mate mediante un adecuado control de malezas, ya que en esa etapa de su vida es muy susceptible a la competencia de las mismas por nutrientes, agua y luz a niveles de reducir su crecimiento y hasta provocar su muerte. Esta limpieza puede efectuarse por medio de carpidas manuales y/o aplicaciones dirigidas con herbicidas. El producto y el número de aplicaciones, dependerán de la maleza presente y su grado de competencia. En la melga o calle se efectuarán controles mecánicos con cultivador, desmalezadora o rolo cuchilla y controles químicos con herbicida. Es factible efectuar cubiertas verdes de invierno y verano, en combinación con la vegetación nativa, entre las invernales merecen destacarse el rye-grass (Lolium Perenne L.), la avena negra (Avena strigosa Schreb.), la cebadilla criolla (Bromus catharticus Vahl.), entre otras. Las estivales más frecuentemente empleadas son caupí (Vigna unguiculata (L.) Walp.) y poroto sable (Canavalia ensiformis (L.) DC.) (Burtnik, 2003; Prat Kricun, 1993; Prat Kricun, 2011). En un yerbal establecido se busca disminuir la cantidad de malezas que compiten fuertemente con el cultivo, y aumentar la presencia de especies espontáneas que compiten poco y ayudan a conservar las buenas propiedades del suelo (éstas últimas llamadas comúnmente “malezas buenas”). Se trata de cambiar el concepto de control, por el de Manejo Integrado de Malezas ya que el primero hace énfasis en la “eliminación de la población de la especie problema”, mientras que el segundo “implica una reducción de la población de la especie problema hasta niveles que ya no sean perjudiciales para el cultivo y, por lo tanto, deje de ser maleza propiamente dicha”. Este está muy relacionado al manejo que se le da al suelo durante todo su cultivo, ya que una de las principales causas de la degradación de yerbales es el deterioro del suelo provocado por labores excesivas en el intento de combatir las malezas (Burtnik, 2003). Actualmente la mayoría de los productores han dejado de realizar labores de suelo para control de malezas en los yerbales, pasando a ser los controles químicos y mecánicos (desmalezadoras) los más utilizados (Pablo Capellari, 2017, com per). Es importante considerar que, hasta el momento, los únicos herbicidas que se encuentran registrados en la Guía de Productos Fitosanitarios para la República Argentina (2015-2017) y el Manual Fitosanitario (2017) para el manejo de malezas en el cultivo de yerba mate son el Glifosato, el Oxifluorfén y el Paraquat (Tabla 1). En dicha Tabla 1 figuran algunas características de estos herbicidas y los Límites Máximos de Residuos fijados por SENASA. Asimismo, en esta sección se describen otras alternativas de uso que probablemente en el futuro sean validadas y que los principios activos que en este momento se emplean para el control de malezas en otros cultivos, puedan ser registrados y permitidos en el cultivo de yerba mate. Burtnik (2003) clasifica a las malezas presentes en el cultivo de yerba mate desde el punto de vista de su importancia (i.e. presencia, frecuencia y abundancia) en gramas, enredaderas y arbustos o leñosas. 204


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El productor no tiene muchas opciones en el mercado cuando compra un fertilizante granulado del tipo 20 - 7, 5 - 20, este producto puede ser una mezcla física o química, es compuesta, tiene en su composición química más de un nutriente. Decimos mezcla física porque se puede diferenciar cada componente por su color. La urea se presenta como gránulos blancos, los que aportan N; en gránulos grises se contiene el P en forma de Fosfato y en gránulos rojizos se contiene el ClK con impurezas de hierro. Mientras que en una mezcla química granulada todos los gránulos son del mismo color, y cada gránulo tiene la composición 20 -7, 5 - 20.

BIBLIOGRAFÍA: -Burtnik, O.J. 2003. Manual del pequeño yerbatero correntino. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Agencia de Extensión Rural Santo Tomé, Corrientes, 51 p. - Dirección General de Fomento Agrícola y Dirección General de Investigaciones Agrícolas,1954. Cultivo racional de la yerba mate. Ministerio de Agricultura y Ganadería, Buenos Aires, Argentina. 31 p. -FERTILCORP. S.R.L. 2015. http://www.fertilcorp.com.ar/fertilizacion-de-la-yerba-mate. Fecha de consulta: 18/06/17. -Prat Kricun, S.D. 1993. Yerba mate: Técnicas actualizadas de cultivo. INTA EEA Cerro Azul, Miscelánea N° 27, 14 p. -Prat Kricun, S.D. 1994. Plantación. En: Prat Kricun, S.D. (Ed.), 2do Curso de Capacitación en Producción de Yerba Mate. INTA Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Cerro Azul, Misiones, Argentina, p. 31-33. -Sansberro, P. A.; Mroginski, L. A. & Bottini, R. 2000. Giberelinas y brotación de la Yerba Mate (Ilex paraguariensis St. Hil.). 5ta. Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, organizado por UNNE – Campus Resistencia. -Sosa, D.A. (Ed.). 2011. Yerba mate. Manual de campo. INTA, EEA Cerro Azul, Misiones, 51 p. 168


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Para favorecer el tránsito en todo momento entre los distintos lotes del yerbal, y especialmente en días de lluvia, es deseable la presencia de gramíneas rizomatosas u otras especies cespitosas. Para ello se debe tener especial cuidado, evitando la aplicación de herbicidas en las calles internas, cerrando la válvula al llegar a las cabeceras. Estos pastos responden muy bien a los cortes con desmalezadora, por lo que por lo menos 3 o 4 veces al año, es recomendable una pasada con este implemento (Burtnik, 2003). Además, con estas tareas se asegura una cobertura de suelo suficiente para reducir considerablemente la erosión hídrica. Actualmente está muy aceptado el uso de desmalezadoras para el control de malezas de las calles y entrelíneos del yerbal, de esta manera se mantiene la biodiversidad y se disminuyen los costos de las aplicaciones de herbicidas. El criterio técnico del momento de realizar el desmalezado exige un gran conocimiento y observación de las condiciones del yerbal como un agroecosistema (i.e. crecimiento y floración de las especies, disponibilidad hídrica, etc.). Es importante considerar el ancho de trabajo de la desmalezadora con respecto al ancho de los entrelíneos, de manera de no dañar las plantas de yerba mate, además es conveniente combinar el desmalezado con aplicaciones de herbicidas en los líneos, entre las plantas, para disminuir la competencia que generan las competidoras más importantes (Pablo Capellari 2017, com. per.). Tabla 1: Principios Activos registrados y que se pueden emplear para el control de malezas en cultivo de Yerba mate según la Guía de Productos Fitosanitarios para la República Argentina (2015-2017) y el Manual fitosanitario (2017) y cuyos LMR (Límite Máximo de Residuos en mg/Kg de producto fresco) se encuentran tabulados on line en la página del SENASA (2017).

PRINCIPIO ACTIVO

MOVILIDAD EN LA PLANTA Y ESPECTRO DE ACCIÓN

PRESENTACIÓN

LMR (mg / kg DE PRODUCTO FRESCO)

Herbicida sistémico de amplio espectro.

Mezcla de Sales Sal Amónica Sal Dimetilamina Sal Isopropilamina Sal Monoamónica Sal Potásica

0,5

Oxifluorfén 2-cloro-1-(3-etoxi4-nitrofenoxi)-4(trifluorometil) benceno

Herbicida de contacto con actividad residual para malezas dicotiledóneas anuales y algunas Poáceas.

Difenil éter

0,01

Paraquat Dicloruro de 1,1'-dimetil-4,4'bipiridilo

Herbicida de contacto de amplio espectro.

Sal

0,1

Glifosato/ Glifosato ácido N- (fosfonometil) glicina

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Cap. 11: Malezas

Es necesario que conozcamos con precisión la bioecología (ciclo de vida, producción de propágulos, viabilidad de semillas, etc.) de las especies vegetales más agresivas o competidoras, como así también el grado de competencia entre malezas y el cultivo, esto contribuirá a que podamos desarrollar métodos de control efectivos y eficientes, en búsqueda de un paquete tecnológico para el establecimiento de un plan de Manejo Integrado de Malezas. La convivencia equilibrada del cultivo con la flora nativa, espontánea o cultivada (cubiertas verdes) permitirá una mayor preservación del recurso edáfico, evitando su deterioro como consecuencia de los efectos de la erosión hídrica y una mayor duración y productividad del cultivo.

Agradecimientos Al Ing. Agr. Ricardo Oscar Vanni, la Ing. Agr. (Dra.) María Gabriela Lopez y al Ing. Agr. (Mgter.) Rafael Augusto Lovato Echeverría; por colaborar en la identificación y redacción de la caracterización de las malezas. Al Ing. Agr. (Dr.) Ricardo Daniel Medina, al Ing. Agr. Pablo Capellari y al Ing. Agr. Gabriel Pinto Ruiz; por su participación en la redacción del apartado “Consideraciones para un Manejo Integrado de Malezas”. Al Sr. Daniel Capellari por su predisposición para brindar los lotes muestreados para la identificación de las malezas.

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Glosario Aguijón: tricoma rígido y punzante, formación epidérmica. Alado: con una o más alas. Alterna: disposición de órganos que no sea ni opuesta ni verticilada. Anual: que vive un solo año o menos, desde que germina hasta que fructifica y muere. Aovado: ovado; con contorno similar al de un huevo con la parte más ancha hacia abajo. Árbol: planta leñosa que produce un tronco principal y ramificaciones que constituyen una copa más o menos diferenciable y elevada. Arbusto: planta leñosa, menor a 5 mts de altura y que produce vástagos o ramificaciones desde la base, sin formar un tronco principal. Articulado: con artículos y nudos o puntos delgados de articulación real o aparente. Ascendente: que se dirige hacia arriba, siendo la parte basal más o menos horizontal. Aserrado: margen con dientes agudos. Aurícula: apéndice en forma de pequeña oreja como en la base de algunas hojas o láminas foliares. Axila: fondo del ángulo superior formado por el pecíolo, la lámina foliar o el pedúnculo, con el tallo que lo lleva. Axilar: que se inserta o crece en una axila. Base: región de un órgano por donde éste se une a su tallo o sustentáculo. Baya: fruto carnoso, indehiscente, con una o más semillas. Bienal: que vive más de un año pero menos de dos. Bifido: se dice del ápice de un órgano hendido en dos partes, de modo que la división no pase la mitad de su longitud total. Borde: margen o contorno de cualquier órgano. Bráctea: hoja muy reducida, por lo común escamosa, próxima a las flores. Bulbo: yema subterránea, carnosa, por lo común globosa, formada por la base de hojas crasas superpuestas (catáfilas), alrededor de un tallo diminuto (platillo). Cáliz: ciclo exterior de las envolturas florales, en las flores con cáliz y corola. Campanulado: En forma de campana. Caña: el tallo de las Poáceas (Gramíneas), por lo común hueco a excepción de los entrenudos. Capítulo: inflorescencia umbeloidea con flores sésiles o muy cortamente pedunculadas sobre un eje comúnmente corto y dilatado. Cápsula: fruto seco, compuesto, por lo común dehiscente a la madurez, por una o más líneas de dehiscencia. Cariopse: en las Poáceas, fruto indehiscente, seco, uniseminado, con los tegumentos de la semilla soldados al pericarpio. 208


Cap. 11: Malezas

Carnoso: grueso y de consistencia blanda. Ceniciento: de color gris claro. Cerda: pelo algo corto, duro. Cespitoso: que crece formando matas, como césped. Ciatio: inflorescencia formada por un receptáculo cóncavo, con flor femenina de ovario 3-coco y varias masculinas, todas desnudas. Ciliado: con presencia de pelos suaves, finos. Cilíndrico: de sección transversal circular. Cima: inflorescencia amplia de crecimiento definido, de antesis centrífuga. Comprimido: aplanado, de sección transversal elíptica. Compuesto: formado por varias piezas. Cordado: con forma de corazón. Cordiforme Coriáceo: de consistencia parecida al cuero. Corimbo: Inflorescencia corta y amplia, más o menos indefinida. Corola: en las flores heteroclamídeas, ciclo interno de las envolturas florales, sus piezas se denominan pétalos. Corola papilionácea: en algunas fabáceas (Leguminosas) es una corola amariposada, sus pétalos se llaman estandarte, alas y quilla. Crenado: recortado como con los dientes, festoneado. Cuneado: en forma de cuña, que se angosta gradualmente hacia la base. Decumbente: tendido. Con tendencia a echarse sobre el suelo. Dehiscencia: acto de apertura de un fruto o una antera. Deltoide: son los órganos planos de contorno semejante a un triángulo alargado. Dentado: con dientes cortos, agudos, casi perpendiculares al margen en el órgano plano. Digitado: órgano compuesto cuyas partes se originan en un punto, de donde divergen. Dísticos: son órganos dispuestos en dos series o filas opuestas a lo largo de un eje. Drupa: fruto carnoso, indehiscente, con una sola semilla de endocarpio leñoso (carozo). Elíptico: semejante a una elipse, es decir, más o menos oval y estrechado hacia los extremos. Emarginado: se dice del órgano más o menos escotado en su extremo. Entero: borde contínuo, íntegro. Erecto: por lo común es el tallo que crece en forma vertical. Erguido: dirigido en forma recta de abajo hacia arriba. Espiciforme: es la inflorescencia con aspecto de espiga, aunque no lo sea. Espiga: racimo más o menos simple, con flores sésiles. Espina: apéndice aguzado, más o menos rígido, con tejido vascular. 209


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Esquizocarpo: fruto seco, dehiscente, origina por un ovario que se separa en partes, cada una de éstas se llama mericarpo. Estolón: brote lateral nacido de la base de un tallo, que crece horizontal sobre la superficie del suelo. Estriado: con líneas, canales o surcos finos y longitudinales. Fascículo: racimo más bien contraído y corto. Fimbriado: con flecos, que posee lacinias o segmentos muy finos. Flexuoso: zigzagueante. Foliáceo: similar a una hoja en aspecto y consistencia. Folíolo: cada una de la hojuelas de una hoja compuesta. Geniculado: acodado, en ángulo formado primero por una dirección más o menos oblicua y luego por otra dirección en vertical. Glabrescente: que se torna lampiño. Glabro: sin pelos ni vello. Glandular-pubescente: provisto de glándulas y pelos entremezclados. Glauco: de color verde claro, levemente azulado. Glomérulo: cima densa o compacta, generalmente corta y subglobosa. Herbáceo: lo contrario a leñoso, que muere cada año. Hirta: con pelos derechos y rígidos. Imbricado: que se superpone por los bordes en forma semejante a un tejado. Indefinida: se llama así a la inflorescencia racemosa o de floración centrípeta. Indehiscente: se dice del fruto que no se abre al madurar. Inflorescencia: todo sistema de ramificación que finaliza en flores. Infundibuliforme: corolas con un tubo que se ensancha gradualmente hacia arriba, como embudo. Involucro: conjunto de brácteas que se hallan inmediatamente por debajo de una flor o inflorescencia. Lámina: la parte expandida de una hoja o pétalo, limbo. Lanceolado: semejante a la punta de una lanza, es decir, más largo que ancho, siendo más ancho en la base. Laxo: suelto, flojo, poco denso. Leñoso: que está lignificado. Liana: planta trepadora, de tallo sarmentoso, voluble o no. Lígula: cuerpo u órgano con forma de lengüeta. Lineal: órgano con figura larga y estrecha, de lados más o menos paralelos. Lóbulo: parte o segmento de un órgano plano limitado entre 2 divisiones o escotaduras. Mucrón: punta o arista corta, aguda, que finaliza apicalmente a un órgano. Mútico: sin arista, punta, ni aguijón terminal. 210


Cap. 11: Malezas

Ob: prefijo latino que indica inversión u oposición. Oblongo: se dice del órgano que es más largo que ancho y de bordes más o menos paralelos. Obtuso: de ápice romo, redondeado. Opuestos: dos órganos dispuestos a igual altura con respecto a un eje o de frente, eje por medio. Ovado: parecido a una elipse poco excéntrica o con forma de óvalo. Panícula: racimo compuesto indefinido. Papiráceo: con la consistencia del papel. Pedicelo: el talluelo de una flor en la inflorescencia. Pedúnculo: talluelo de una flor solitaria o de un fruto. Perenne: que vive tres o más años. Piloso: provisto de pelos. Pinnatífido: hendido o partido en forma pinnada hasta no más que la mitad de la lámina. Pinnatipartido: hendido o partido hasta más de la mitad sin llegar a la nervadura media. Pinnatisecto: hendido o partido hasta la nervadura media. Pubérulo: algo pubescente o con escasos pelos pequeños. Pubescente: cubierto con pelos finos y suaves. Racimo: inflorescencia indefinida, alargada, simple y con flores pediceladas. Raquis: eje principal de una inflorescencia; nervadura media de una hoja compuesta. Rastrero: tallos extendidos sobre el suelo, pudiendo o no emitir raíces. Rizoma: tallo subterráneo, se diferencia de una raíz por la presencia de nudos, yemas y hojas escuamiformes. Rómbico: con forma de rombo. Sagitado: con forma similar a la cabeza de una flecha. Sedoso: pubescencia de pelos finos y suaves. Semilla: óvulo fecundado y maduro que encierra el embrión de una nueva planta. Sésil: sin soporte (pedicelo, pecíolo, etc), sentado. Simple: órgano no dividido ni ramificado. Sub: prefijo usado para indicar, por lo común: algo, poco, o casi. Subarbusto: arbusto bajo y compacto, sólo lignificado en la base. Tallo: eje principal de una planta, provisto de yemas, hojas y flores. Terminal: que corresponde o nace en el ápice, o extremo. Umbela: inflorescencia racimosa con ejes secundarios de igual largo, similares a los rayos de una bicicleta, originados en el extremo del eje principal. 211


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Vaina: base más o menos tubular y alargada de la hoja que rodea parcial o totalmente al tallo. Vello: pelusa afelpada al tacto. Verticilo: conjunto de más de dos ramas, hoja o flores que nacen a la misma altura alrededor de un eje. Viscoso: pegajoso. Voluble: que se envuelve o enrosca. Xilopodio: tuberosidad radical de algunas plantas herbáceas o sufroticosas, con agua de reserva. Zarcillo: extensión filamentosa, retorcida, por el cual una planta se agarra de un objeto o soporte; puede tener orígen caulinar o foliar.

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Cap. 11: Malezas

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Capítulo 12

ARTRÓPODOS PLAGA Conociendo los comensales indeseados del yerbal Tarragó, José1; Pinto Ruíz, Gabriel1; Fediuk, Ángel2

1 Ingeniero Agrónomo, Cátedra de Terapéutica Vegetal, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Nordeste. 2 Ingeniero Agrónomo, Gerente en producción y mejoramiento en Yerba Mate en el Establecimiento La Cachuera S.A.

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ARTRÓPODOS PLAGA QUE AFECTAN EL CULTIVO La población de artrópodos asociadas al cultivo de la yerba mate son diversos y variados, aunque, sí se consideran sólo las plagas (ocasionan daños económicos), podemos decir que son solo una pequeña fracción de los artrópodos presentes. Las plagas que se pueden encontrar en los cultivos de yerba mate experimentaron una expansión en los últimos años conforme se incrementaron el número de plantaciones (Iede y Machado, 1989; Penteado et al., 2000; Burtnik, 2003; Burtnik, 2006; d´Avila, et al., 2006). Según Sosa et al. (2011) considerando su alimentación podemos dividir los artrópodos presentes en el cultivo de yerba mate en: · Ácaros: Dichopelmus notus (Keifer) que produce el bronceado de las hojas, el ácaro rojo (Oligonychus yothersi (McGregor) y el ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus (Banks). · Larvas defoliadoras: araña (Phobetron hipparchia (Cramer); babosa (Acraga moorei (Dyar); medidora (Thyrinteina arnobia (Stoll); oruga cornuda (Citheronia brissotii meridionalis (Bouvier); oruga espinosa (Adelpha serpa (Boisduval); legadora o enruladora (Argyrotaenia sphaleropa (Meyrick); oruga patotera (Hylesia nigricans (Berg); marandová de la yerba mate (Perigonia lusca (Fabr). · Insectos chupadores: chinche de bordes rojos (Edessa rufomarginata (De Geer); chinche (Acrosternum impicticorne (Stal); chinche (Acrosternum erythrocnemis (Berg); rulo de la yerba mate (Gyropsylla spegazziniana (Lizer & Trelles). · Insectos barrenadores de tallos y brotes: como Heydypathes betulinus (Klug). · Insectos defoliadores: como las tucuras (Chromacris speciosa (Thunberg), Ronderosia bergi (Stal), Dichroplus elongatus (Giglio-Tos), Xyleus discoideus (Serville). · Hormigas cortadoras de hojas: hormiga negra común (Acromyrmex lundii (Guérin); hormiga cortadora (Atta sexdens (L.). Los artrópodos que ocasionan pérdidas de rendimiento y/o calidad a causa de sus daños son los que requerirán alguna práctica de manejo, y son solo algunos de los presentes en el cultivo que serán los descriptos en el presente capítulo. Entre los que requieren control tenemos el rulo de la yerba mate (Gyropsylla spegazziniana (Lizer & Trelles); el taladro, tigre del yerbal o kiritó (Heydypathes betulinus (Klug), el marandová de la yerba mate (Perigonia lusca (Fabr), el ácaro del bronceado (Dichopelmus notus (Keifer). Otro grupo de artrópodos que será tratado en el presente capítulo y que no solo afectan a la yerba mate sino principalmente al sector forestal serán las hormigas cortadoras del género Atta y Acromyrmex. 216


Cap. 12: Artrópodos plaga

Rulo de la Yerba Mate (Gyropsylla spegazziniana (Lizer & Trelles) Clase: Insecta Orden: Hemiptera Suborden: Sternorrhyncha Familia: Psyllidae Especie: Gyropsylla spegazziniana (Lizer & Trelles) Gyropsylla spegazziniana o Psílido de la yerba mate es la principal plaga de la zona productora de la Argentina (Burtnik, 2006). Se trata de un insecto heterometábolo (con metamorfosis incompleta) que produce la agalla o ampolla como consecuencia de que las hembras oviponen sobre los brotes e inyectan una toxina en la nervadura foliar central, lo que provoca que la hoja se pliegue formando la característica ampolla (Sosa et al., 2011; Penteado et al., 2000; Chiaradia et al., 2000; Pedrosa-Macedo et al., 1993). Los adultos presentan alas transparentes, miden 2,6 mm de largo los machos y las hembras 2,9 mm, de color variable, amarillo y verde. Las antenas son largas de color pardo oscuro filiformes, el cuerpo y las patas posteriores están adaptados para saltar (Schapovaloff, 2012; Chiaradia et al., 2000; Pedrosa-Macedo et al., 1993) (Figura 1).

Figura 1: A;B) Síntomas del rulo en plantas de yerba mate, C) Ejemplares adultos de Gyropsylla spegazziniana (Lizer & Trelles); D) Agallas formadas por el enrollamiento de las hojas con masas de huevos en su interior. Fotos gentilmente aportadas por la Ing. Agr. Belén Ketler. 217


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Los psílidos recién emergidos poseen poca movilidad y a partir del cuarto al octavo día tanto machos y hembras comienzan a buscar los brotes y ahí reunidos efectúan cópulas repetidas seguidas por la introducción del ovipositor en los brotes jóvenes (Leite y Zanol, 2001). Las ninfas tienen una coloración amarillenta desde el primer al tercer estadio y desde el cuarto a quinto estadio toman un color amarillo verdoso (Chiaradia et al., 2000). En el momento de la postura, la hembra pica la nervadura central de la hoja, mueve el cuerpo hacia atrás, abre las alas e inserta su ovipositor en las hojas jóvenes, aún cerradas, mientras tanto, los machos permanecen cerca (Leite y Zanol, 2001). El número exacto de posturas realizadas por cada hembra es difícil de determinar puesto que los huevos se insertan en el interior de los brotes (Leite y Zanol, 2001). El número de huevos por postura puede ser bastante variable observaron en promedio 22,97+1,96 huevos en la primera y 6,84+2,21 huevos en la segunda postura (Leite y Zanol, 2001; Chiaradia et al., 2002; Sabedot et al., 1999). Los huevos, eclosionan de seis a siete días después de la postura y nacen una proporción 1:1 de hembras y machos (Morawick et al., 1995). En el desarrollo post-embrionario se observaron cinco estadios completando su desarrollo en 28 días (Morawick et al., 1995) (Figura 2).

Ciclo de vida del “Rulo de la yerba mate” Adultos

Huevos 9-12 días

11

6-

9-

8d

ía

s

Ninfas (I-V)

as

TOTAL: 28 días Figura 2: Representación del ciclo biológico de Gyropsylla spegazziniana (Lizer & Trelles). Extraído de Schapovaloff (2012). 218


Cap. 12: Artrópodos plaga

Daños y estrategias de control El principal problema que ocasiona la presencia de esta plaga es el retraso de la brotación de los yerbales y una disminución de la cantidad como consecuencia de la caída de hojas y debilitamiento de las plantas afectadas (Penteado et al., 2000; Chiaradia et al., 2000). La calidad también se verá afectada como una consecuencia de una menor relación hoja/tallo en los lotes afectados. El período de mayor susceptibilidad son los primeros días de brotación ya que la plaga necesita estados de hoja juveniles para poder oviponer. Se pueden reconocer dos épocas de incrementos en las abundancias de esta plaga 1) marzo a mayo y 2) de agosto a octubre (Chiaradia et al., 2002). Como herramienta de control cultural se recomienda la poda de brotes atacados y emplear trampas lumínicas (Schapovaloff, 2012; Iede y Machado, 1989; Chiaradia et al., 2002). Poco se conoce de agentes de control biológico, aunque se ha indicado a Cycloneda sanguinea y a Corinus coeruleus predando adultos y ninfas del psílido (Chiaradia et al., 2002). Conviene realizar alguna medida de control recién cuando se encuentran más de 120 individuos cada 20 golpes a brotes, en caza libre. El control químico puede ser efectuado mediante aplicaciones localizadas, en líneos alternos o totales utilizando productos a base del principio activo Dimetoato. Todas las recomendaciones de tratamientos deberán ser realizadas con productos registrados para tal fin y con una dosis recomendada por un Ingeniero agrónomo habilitado para tal fin.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Taladro, tigre del yerbal o kiritó (Heydypathes betulinus (Klug) Clase: Insecta Orden: Coleoptera Suborden: Polyphaga Familia: Cerambycidae Especie: Hedypathes betulinus (Klug) Los adultos miden 25 mm de largo, presentan el cuerpo cubierto de pelos blancos con mayor densidad en la cabeza, pronoto y élitros en los que poseen manchas negras en forma de “M” con puntos redondeados negros (Figura 3). Las antenas son largas, finas y poseen 11 artejos, con manchas blancas y oscuras alternadas, pudiéndose observar dimorfismo sexual por medio de los escapos y fémures de los machos que son mayores que los de las hembras (Schapovaloff, 2012; Sosa et al., 2011; Burtnik, 2006; PedrosaMacedo et al., 1993; Iede y Machado, 1989).

Figura 3: Ejemplares adultos de Hedypathes betulinus (Klug). A) Toma dorsal. B) Toma vista ventral; C) Detalle de los apéndices de una pata delantera mostrando una uña bífida. La barra indica 5 mm.

Las larvas son blancuzcas sin patas y con cabeza oscura, poseen mandíbulas bien desarrolladas (Sosa et al., 2011; Burtnik, 2006; Pedrosa-Macedo et al., 1993; Iede y Machado, 1989). La pupa es de color blanquecino (Sosa et al., 2011). Los taladros o adultos, se diferencian en machos y hembras que se aparean durante la primavera y las hembras colocan los huevos en el cuello de la planta, ramas y raíces desnudas de la yerba mate (Burtnik, 2006; Pedrosa-Macedo et al., 1993). A partir del huevo nace la larva que se introduce en el tronco de la planta de yerba mate alimentándose de la madera (Sosa et al., 2011; Burtnik, 2006; Pedrosa-Macedo et al., 1993). 220


Cap. 11: Malezas

Centrosema virginianum (L.) Benth., Flia. Fabáceas Enredadera perenne, tallos delgados, muy largos (hasta 4 m de largo), hojas compuestas, pinato-trifoliadas, foliólulos variables, lanceoladas tendiendo a aovadas o hacia oblongo-lineales, de 2 a 8 cm de largo a 0,6 a 2,5 cm de ancho. Flores muy vistosas, grandes (2 a 3 cm de largo), color azul-celeste con interior de base blanquecina, resupinadas, hermafroditas, reunidas en inflorescencias paucifloras. El fruto es una legumbre alargada de unos 10 cm de largo por menos de 0,5 cm de ancho. Florece en primavera y verano y fructifica hasta fines de otoño. mate.

Es de rápido crecimiento y puede llegar a cubrir totalmente a las plantas de yerba Muy frecuente.

Centrosema virginianum: cubriendo la planta de yerba mate.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

El control de este insecto mediante uso de insecticidas se ve dificultado ya que parte de su ciclo las larvas pasan en el interior de las galerías por lo que solo sería posible hacer controles de adultos mediante el uso de insecticidas (Schapovaloff, 2012; Burtnik, 2006; Iede y Machado, 1989). Debido a que el producto final de consumo en la yerba mate son sus hojas, el uso de insecticidas debería ser manejado con cuidado intentando no aplicar directamente sobre las hojas y siempre recomendado por un Ingeniero Agrónomo habilitado para tal fin. Una opción interesante para el manejo de esta plaga es el uso de entomopatógenos de género Beauveria que están disponible en Brasil pero no en la Argentina (Schapovaloff et al., 2014). Otras recomendaciones para su manejo son la aplicación de insecticidas en orificios obturando el mismo a fin de matar la larva, la recolección manual de los insectos adultos en el momento de cosecha y la realización de podas y desmalezados que permiten que los predadores puedan visualizar con facilidad al adulto (Schapovaloff, 2012; Burtnik, 2006; Penteado et al., 2000; Iede y Machado, 1989). El control biológico de esta plaga se implementó en Brasil mediante el uso de gallinetas que se alimentan de los adultos en la primavera, y en combinación con la poda de ramas afectadas evitando el desove de las hembras (Mallmann et al., 2001).

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Cap. 12: Artrópodos plaga

Marandová de la yerba mate (Perigonia lusca (Fabr) Clase: Insecta Orden: Lepidoptera Familia: Sphingidae Especie: Perigonia lusca (Fabr). El marandová de la yerba mate (Perigonia lusca (Fabr) es una oruga defoliadora de gran tamaño de color verde amarillenta con banda dorsal longitudinal blanca, a veces oscura, y áreas laterales con finas rayas amarillentas. En el octavo segmento abdominal tiene un apéndice o cuerno delgado por lo que la suelen llamar “oruga rabuda”. La longitud máxima que puede alcanzar la oruga es de 60 mm (Figura 5) (Sosa et al., 2011; Burtnik, 2006; Coll y Saini 1992).

Figura 5: Adulto de Perigonia lusca (Fabr) alimentándose de hojas de yerba mate. Extraído de Sosa, et al. (2011).

El adulto es una mariposa que posee 55 - 60 mm de expansión alar; presenta color gris oliváceo, con una faja oscura en las alas anteriores y una franja ancha amarillenta en cada ala posterior (Figura 6) (De Coll y Saini, 1992; Burtnik, 2006; Urretabizkaya et al., 2010). La hembra coloca los huevos sub-esféricos, blanquecinos, de aproximadamente 1 mm de ancho aisladamente sobre los brotes terminales (Sosa et al., 2011; Burtnik, 2006). En Argentina, esta citada que se alimenta únicamente de hojas de yerba mate, sin embargo, hay informaciones sobre la ocurrencia de P. lusca en Venezuela (Chacín y Clavijo 1995) y en Costa Rica, en plantas de la familia Rubiaceae (Guettarda macrosperma Donn. Sm. y Calycophyllum candidissimum (Vahl) DC.). Debido a la coloración que se confunde con las hojas, es difícil la localización de las orugas en las plantas de yerba mate, lo que lleva a la constatación tardía de la plaga, cuando los daños ya son evidentes y las ramas ya están con las hojas comidas. Se pueden encontrar las pupas en el suelo, donde pasan el invierno. Los adultos emergen 223


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principalmente en primavera y son de hábito nocturno y se desarrollan por lo menos dos generaciones anuales durante la primavera y el verano, pudiendo observarse una tercera en el otoño. Se verificó que las pupas se encontraban en el suelo, alrededor de las plantas, en el área de proyección de la copa, distanciándose, en media, 40 cm de ellas, cubiertas con pequeña capa de tierra y materia orgánica de la propia planta (Burtnik, 2006; Alves et al., 2001).

Figura 6: Estados adultos de Perigonia lusca (Fabr). A) Vista dorsal B) Vista ventral.

Daños y estrategia de control Las larvas producen los daños al alimentarse de las hojas con su gran voracidad y que en densidad alta pueden producir una importante reducción del área foliar, llegando al caso de tener los tallos totalmente desfoliados en ataques intensos (Sosa et al., 2011; Burtnik, 2006). El control de esta plaga se puede realizar con la utilización de entomopatógenos naturales como ser Baculovirus perigonia y Bacillus thuringiensis, en dosis de 250 gr cada 100 litros de agua, cuando las larvas poseen alrededor de 2 cm de longitud (Burtnik, 2006).

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Cap. 12: Artrópodos plaga

Ácaro del Bronceado (Dichopelmus notus (Keifer) Clase: Arachnida Sub-Clase: Acari Orden: Trombidiformes Familia: Eriophydae Especie: Dichopelmus notus (Keifer). Los ácaros individuales son difíciles de ver a simple vista por lo cual para su reconocimiento se debe usar una lupa de mano con aumento de 10x. Cuando las colonias son abundantes ya su visualización se hace más fácil debida a que se agrupan de forma gregaria. Los adultos tienen dos pares de patas y forma de “cuña” con abdomen ensanchado y parte posterior delgado. Su coloración varía de blanco amarillento a castaño oscuro (Sosa et al., 2011). El adulto ovipone en forma aislada o en grupo preferentemente en el envés de la hoja, pasa por larva y estadios ninfales en aproximadamente 10 días (Sosa et al., 2011).

Figura 7: Ramas con síntomas de la presencia de ácaro del tostado (Dichopelmus notus (Keifer). Extraído de Sosa et al. (2011).

Daños y estrategia de control Conforme aumenta la población de ácaros el daño se incrementa. D. notus prefiere las hojas inmaduras y comienza la colonización de las mismas en la envés cuando la temperatura es cálida y en períodos con escasa precipitación (de Gouvea et al., 2006). El aumento de la población de los ácaros produce una detención del crecimiento y el bronceado característico lo que desencadena en caídas de las hojas afectadas (Sosa et al., 2011). Según Burnik (2003) un valor de referencia para iniciar una medida de control serían alrededor de 12 ácaros/cm2. No se recomienda el empleo de productos fitosanitarios para el control de ácaros ya que no existen registros de principios activos en la Argentina para ser empleados como acaricidas en el cultivo de Yerba Mate. 225


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Hormigas cortadoras (Acromyrmex y Atta) Clase: Insecta Sub-Clase: Pterigota Orden: Hymenoptera Familia: Formicidae Sub-Familia: Myrmicinae Tribu: Attini Género: Atta Especie: Atta sexdens

Clase: Insecta Sub-Clase: Pterigota Orden: Hymenoptera Familia: Formicidae Sub-Familia: Myrmicinae Tribu: Attini Género: Acromyrmex Especie: Acromyrmex lundii

Acromyrmex lundii o hormiga negra común forma grandes colonias, hormigueros sin túmulos, con varias salidas y caminos largos y ramificados. Las obreras tienen el cuerpo negro, o rojizo ferruginoso, con el abdomen punteado fino y denso, y tubérculos salientes mate sin lustre (Figura 8 A). Atta sexdens poseen espinas afiladas o garfios saliendo de sus cabezas y secciones medias para refrenar a los depredadores. Otra característica distintiva es una cabeza bilobulada relativamente grande que son encargadas de acomodar los músculos que mueven las bien desarrolladas mandíbulas (Figura 8 B).

Figura 8: Hormigas cortadoras: A) Acromyrmex lundii, B) Atta sexdens. La barra representa 5 mm.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Deyeuxia viridiflavescens

(Poir.) Kunth., “paja de plata”

Flia. Poáceas Hierbas perennes, erectas, rizomatosas, cañas de hasta 1,3 m de altura, nudos glabros, vainas glabras, pubescentes o escabrosas, mayores que los entrenudos; lígulas con hasta 15 mm de longitud, membranáceas; láminas planas de 8 a 30 cm de largo por 0,3 a 1 cm de anchas. La inflorescencia llega hasta 30 cm de largo, laxa, oblonga. EL antecio posee una lemma con arista dorsal de 3 a 5 mm de largo, geniculada. Florece desde invierno hasta el verano. Se propaga por semillas. Bastante frecuente, pero de relativa abundancia.

Deyeuxia viridiflavescens: A) inflorescencias; B) detalle de la lígula. (Fotografía: R. Lovato).

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Agradecimientos Los autores desean agradecer los aportes fotográficos del Dr. Ricardo Medina; de la Ing. Agr. Belén Ketler y los insectos prestados por la Cátedra de Zoología Agrícola de Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste. También quieren expresar un especial agradecimiento a la Sra. Valeria Mambrín y a la Ing. Agr. Laura Fontana por la colaboración en las tomas fotográficas y armado de las láminas.

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Cap. 12: Artrópodos plaga

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

-Sabedot, SM.; Milanez, JM.; García, FRM. & Chiaradia, LA. 1999. Biología de Gyropsylla spegazziniana (Lizer, 1917) (Hemiptera: Psyllidae) em laboratório. Acta Biológica Leopoldensia, 21. -Schapovaloff, ME. 2012. Tesis para optar al grado de Doctor en Ciencias naturales. “Diversidad y patogenicidad de especies de hongos entomopatógenos en insectos plaga de la yerba mate Ilex paraguariensisen la provincia de Misiones”. Universidad Nacionalde la Plata Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Director de tesis Dra. Claudia C. López Lastra y Co-director: Dr. Luis F. Alves. -Schapovaloff, ME.; Alves, LFA.; Fanti, AL.; Alzogaray, RA. & López-Lastra, CC. 2014. Susceptibility of adults of the cerambycid beetle Hedypathes betulinus to the entomopathogenic fungi Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae, and Purpureocillium lilacinum. Journal of Insect Science, Volume 14, Issue 1, 1 January 2014, 127. -Sosa, DA.; Barbaro, S.; Alvarenga, F.; De Coll, O.; Ohashi, D V.; Rybak, M. & Agostini, JP. 2011. Yerba mate. Manual de Campo. RIAN. INTA. INYM. -Mallmann, A.; Szepaniuck, AM.; Stertz, E. &Marmitt, LA. 2001. Controle da broca da erva-mate através da galinha-d’angola. Agroecologia e Desenvolvolvimento Rural Sustentável, 2(3), 13-17. -Morawicki, PM.; Díaz, CIF. & Tricio A. E. 1995. Ciclo de vida de Gyropyilla spegazziniana Psyllidae Homoptera. “Entomologia”, 3: 299. -Urretabizkaya, N.; Vasicek, A. & Saini, E. 2010. Insectos perjudiciales de importancia agronómica. I. Lepidópteros. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); Universidad Nacional de Lomas de Zamora; Universidad Nacional de La Plata. Page/s: 77. ISBN 978-987-1623-56-3.

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Capítulo 13

ENFERMEDADES Conociendo los enemigos microscópicos Cabrera, María Graciela 1; Dirchwolf, Pamela 2

1 Ingeniera Agrónoma, FCA-UNNE, Doctora en Biología de la UNComahue, Profesora Titular de la cátedra Fitopatología desde 2005 hasta 2016, FCA-UNNE. 2 Ingeniera Agrónoma, FCA-UNNE, Becaria Doctoral CONICET, FCA-UNNE, Auxiliar Docente de Primera Categoría Interina de la cátedra Cultivos III, FCA-UNNE.

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Introducción Si bien la República Argentina es la primera productora mundial de Yerba Mate (CONINAGRO/FEDECOOP, 2014), los estudios de patologías afectando al cultivo son escasos. En la última década, se ha observado la presencia de distintos síntomas de enfermedades en las plantaciones de yerba mate de esta región, de las que no se conoce el agente causal, epidemiología y potencial de daño económico (Rybak et al., 2011; 2014). En estudios anteriores se llevó a cabo la identificación de la flora fúngica relacionada con las plantas de yerba en forma general, sin dar mayores informaciones sobre los procesos patogénicos o comportamientos relativos de los microorganismos sobre la yerba mate. Carolo Spegazzini realizó más de 100 determinaciones de hongos en plantas de yerba mate del Nordeste argentino, Paraguay y Brasil, que se encuentran en sus escritos publicados entre 1887 y 1920 (Perla, 2014). Luego hubieron otros investigadores que han informado sobre las micosis más frecuentes en plantas de yerba [Marchionatto (1925-1948), Fernández Valiela (1952), Carrera (1934 – 1935 - 1940), Pereda (1955), Chaves Batista (1924), Rossi (1962), Vitoria (1917-1941), Rivera Flores (1983)]. En la última década, se han reiniciado estudios sobre las diferentes patologías que afectan a los cultivos de yerba mate, entre los cuales se pueden mencionar a Pérez (2013), Rybak et al. (2011, 2014), Agostini et al. (2015).

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Digitaria sanguinalis (L.) Scop., “pasto cuaresma”, “pasto colchón” Flia. Poáceas Pasto anual, herbáceo, cañas decumbentes, ramificadas desde la base, de 40 a 70 cm de altura, nudos basales radicantes. Hojas lineales; lígula membranácea, triangular, 1 mm de longitud, borde dentado; láminas planas, agudas, glabras a algo pilosas hacia la base, de 4 a 20 cm de longitud por menos de 1 cm de ancho. Flores reunidas en panoja de 5 a 15 cm de largo, formada por 3 a 8 racimos espiciformes, verdosos o violáceos, digitados o subdigitados. Florece y fructifica en verano y hasta el otoño. Se propaga por semillas, las semillas son resistentes a las inundaciones. Maleza frecuente desde Misiones hasta la Patagonia, y algo invasora. Se la considera buena forrajera pero por corto período, pasado este tiempo es peligrosa por acumular sustancias cianogenéticas.

Digitaria sanguinalis: plantas con innovaciones.

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Las lesiones maduras se rodean de un moderado halo clorótico. Generalmente la infección empieza por los bordes de la hoja o el extremo opuesto al de inserción de la hoja. Los tejidos parenquimáticos de la hoja se oscurecen y ocurre la abscisión de la misma al poco tiempo de iniciada la infección (Arntzen, 2015; Rybak et al., 2014). Según Barnett & Hunter, (1972) y Crous et al. (2006), Cylindrocladium se caracteriza por tener conidios hialinos y cilíndricos, septados con ambos extremos romos u obtusos generalmente envueltos en mucílago. Se forman sobre conidióforos con fiálides solitarias o en grupos ramas peniciliadas a los lados de una hifa especial o estípite, tabicado con una estructura terminal ensanchada, o vesícula (Fig. 2).

Figura 2: Estructuras conidiales de C. spathulatum de hojas de yerba mate. Cortesía de: Bugwood.org

Importancia: En el área yerbatera de Argentina, la mancha negra es una enfermedad que está presente todo el año en yerbales viejos, si bien la planta de yerba mate es susceptible de infectarse durante toda la vida. Los daños más significativos se producen en otoño e invierno, cuando ocurre marcada defoliación. En almácigos pueden apreciarse plántulas ennegrecidas y muertas por causa de infecciones con C. spathulatum. La enfermedad es favorecida por las condiciones ambientales de bajas temperaturas y humedad atmosférica elevada. Condiciones predisponentes: Las bajas temperaturas ambientales acompañadas de alta humedad atmosférica son propicias para el desarrollo de la enfermedad.

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Cap. 13: Enfermedades

mancha gris Agente causal: Pseudocercospora mate (Braun et al., 2012), (sinónimo Cercospora sp.). Pseudocercospora mate también es un hongo en estado anamórfico. Su estado sexual Mycosphaerella también se ubica en el taxón Ascomycota. Pertenece a la clase Dothideomycetes, orden Capnodiales, familia Mycosphaerellaceae. Importancia: Provoca importante defoliación anticipada. La presencia de mancha gris es más acentuada entre los meses de octubre y febrero (Arntzen, 2015). Síntomas: En el haz de la hoja y generalmente en interior de la lámina, se observan manchas oscuras, localizadas, de forma circular, que forman anillos de crecimiento concéntricos, de distintas tonalidades del color castaño, rodeados por una zona clorótica. La lesión crece progresivamente hacia los márgenes de las hojas, formando áreas de color castaño oscuro al principio, que continúan como grandes áreas de forma circular necrosada, o anillos, cuyo interior va aclarándose (Fig. 3).

A B

B

Figura 3: Síntomas avanzados de mancha gris en hojas de yerba mate.

Figura 4: A) estroma conidial de Pseudocercospora mate. B) Conidios de este hongo.

Finalmente, el centro de la lesión se torna gris debido al desprendimiento de la epidermis en esa zona, producto de la emergencia de las estructuras del hongo, las cuales pueden ser observadas a simple vista como pequeñas puntuaciones oscuras, que corresponden a los estromas formados por el patógeno, sobre los que emergen los conidiomas y conidios del hongo (Fig. 4 A, B). Esta es otra enfermedad que provoca defoliación severa en los yerbales del Nordeste de Argentina. 235


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Hollín de la yerba mate Agente Causal: Asterina sphaerelloides Speg. Asterina sphaerelloides es un hongo perteneciente al filum Ascomycota. El género Asterina es otro integrante de la clase Dothideomycetes que produce ascos bitunicados. Son hongos propios de regiones tropicales y subtropicales (Hoffman & Piepenbring, 2006). Síntomas: Se observan sobre distintos órganos, pero principalmente en follaje. En la superficie abaxial de las hojas inicialmente se presentan áreas cubiertas de micelios negros evanescentes, de forma circular y de distintos tamaños, con apariencia de un tela de araña de color oscuro, que pueden confluir cuando el ataque es severo, llegando a cubrir las superficies foliares completamente o en forma parcial, sobre ambas caras foliares (Fig. 5).

Figura 5: Hojas y ramas nuevas de yerba mate con síntomas de hollín.

Las “manchas” negras, se pueden observar a ambos lados de la lámina foliar, pero las más frecuentemente observadas y de mayor tamaño se encuentran en la cara abaxial de la hoja (Rybak et al., 2012, 2014). Son en realidad áreas de la superficie foliar cubiertas de micelio oscuro del parásito. El patógeno es un hongo biotrófico de estructuras coloreadas (Fig. 6); sus colonias se pueden encontrar también cubriendo la superficie de ramas jóvenes. Este hongo también es llamado “oídio negro”, e introduce sus haustorios a las capas superficiales del tejido epidérmico y sub-epidérmico de las plantas, sin invadir los tejidos parénquimáticos. Ocasiona la disminución de áreas de fotosintéticas y causa la clorosis de los órganos invadidos en forma lenta. 236


Cap. 13: Enfermedades

Figura 6: Micelio aracnoideo con numerosos hifopodios y escutelo estromático de A. sphaerelloides.

El micelio negro de crecimiento en zig-zag, es característico en este hongo. Forma un entramado en redecilla o tejido superficial abierto y ralo durante la mayor parte del año, volviéndose más espeso y costroso en los meses de primavera (Arntzen, 2015). Importancia: Aunque parezca raro por el grado de superficies cubiertas por el hongo, este tipo de infección no produce la abscisión de las hojas, las que permanecen infectadas por varios meses sin que haya defoliación por causa del patógeno. Esto se debe a que el desarrollo fúngico es superficial, es decir, sin invasión profunda de los tejidos de la planta, por lo tanto interfiere poco en forma directa en el metabolismo del vegetal.

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Mal de la tela Agente Causal: Rhizoctonia solani Khun. Rhizoctonia solani / (teleomorfo Thanatephorus cucumeris), es un complejo patógeno de plantas de distribución mundial, con un rango de hospedantes muy amplio. Corresponde en su forma perfecta al filum Basidiomycota. El anamorfo corresponde a la clase Agonomycetes, orden Agonomycetales, cuyos miembros también son conocidos como “micelia sterilia”. R. solani presenta hifas con ramificaciones en ángulo recto y citoplasma vacuolado, hialinas cuando jóvenes y coloreadas a la madurez (Fig. 7). La hifa vegetativa joven presenta un suave estrangulamiento en la inserción de cada brazo o ramificación, seguidamente se forman septos en cada brazo de ramificación de la hifa, muy próximos al punto de bifurcación. Algunas hifas producen ramificaciones múltiples, generando varias hifas en cuyos extremos se forman hifopodios lisos y basidios (Arntzen, 2015).

Figura 7: Hifas de Rhizoctonia solani. http://www.forestpests.org/nursery/ rhizoctoniablight.html

Las hifas se entrelazan para formar cordones sobre la superficie de la planta, los que al oxidarse toman color pardo. A medida que avanza la enfermedad se forman esclerocios (estructuras de resistencia), que forman un cojín denso de forma de ampolla. Estas estructuras son las que permiten que el hongo sobreviva de un año a otro, ya que permanecen adheridas fuertemente a la corteza de las ramas durante otoño e invierno. Importancia: El mal de la tela es una enfermedad que produce defoliaciones muy importantes afectando la producción de las plantas infectadas, especialmente en montes yerbateros viejos, donde todo el árbol puede mostrar micelios del hongo patógeno (Arntzen, 2015). En Brasil se asocia a este fitopatógeno junto a Fusarium sp., y Pythium como los principales géneros asociados a la pudrición de raíces de yerba mate en almácigos o en plantines ya trasplantados (Poletto et al., 2007). 238


Cap. 13: Enfermedades

Síntomas: El mal de la tela afecta primariamente a las hojas, que se oscurecen rápidamente, mientras las hifas invaden el tejido. Luego de la muerte foliar se produce la abscisión de hojas, sin embargo, las hojas muertas no caen inmediatamente, sino que por un tiempo quedan adheridas a la rama por cordones de micelio blanquecino del hongo (Fig. 8 A,B).

A

B

Figura 8:. A) Síntomas diagnósticos del mal de la tela con micelios en forma de cordones; B) Cordones hifales y micelio claro cubriendo la superficie foliar de yerba mate.

Las infecciones se ven favorecidas por condiciones de humedad relativa elevada y pueden ser particularmente severas durante y después de la época de lluvias en plantaciones muy sombreadas.

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Antracnosis Agente causal: Colletotrichum Corda. (Colletotrichum gloeosporioides y C. aff. yerbae) / teleomorfo Glomerella sp. Colletotrichum es un género fúngico anamórfico, cuyo teleomorfo corresponde al taxón Ascomycota, clase Sordariomycetes, orden Glomerellales, familia Glomerellaceae. Síntomas: Los síntomas de antracnosis en follaje de yerba mate son parecidos a los de mancha gris (Arntzen, 2015). Las manchas grisáceas de la antracnosis son asimétricas, irregulares en forma y tamaño y muchas veces las lesiones convergen conformando grandes áreas de tejido muerto en las hojas (Fig. 9). En las ramas se producen necrosis descendentes y grandes porciones de ramas se oscurecen y mueren.

Figura 9: Síntomas de antracnosis en hojas de yerba mate.

El estroma de color oscuro y chato se desprende del tejido de la planta, y se observan las setas largas, castañas y aguzadas en el extremo opuesto a su inserción. Se puede observar además las fiálides hialinas, cortas y aguzadas en el extremo, donde se generan los conidios, unicelulares, oblongos, hialinos (Fig. 10). El hongo estudiado sobre yerba por sus características morfológicas se trataría de C. gloeosporioides aff var. yerbae.

Figura 10: Estructuras de Colletotrichum sp. sobre hojas de yerba mate. 240


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Melinis repens (Willd.) Zizka., “pasto rosado” Flia. Poáceas Pasto anual o plurianual de hasta 1 m de altura, cespitosa, cañas ascendentes, enraizante en los nudos inferiores; hojas lineales, planas, nudos y vainas con pubescencia, lígula ciliada, lámina glabra o algo pilosa de 6 a 20 cm de longitud por menos de 1 cm de anchura. La inflorescencia es una panoja, al principio rosada luego plateada (a la madurez), la espiguilla está cubierta por largos pelos sedosos. Florece desde la primavera hasta el otoño. Naturalizada en América tropical, es muy común e invasora en suelos altos, arenosos y rojos.

Melinis repens: inflorescencias. (Fotografía: Inst. Darwinion).

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Fumagina Agente causal. Meliola sp. Meliola Fr., pertenece al filum Ascomycota, clase Sordariomycetes, orden Meliolales, familia Meliolaceae. Importancia: En este caso también se trata de un hongo que vive sobre la superficie de vegetal pero a diferencia de Asterina sp., se alimenta de sustancias azucaradas que excretan ciertos insectos (microorganismo saprófito). Síntomas: El agente causal de fumagina en yerba mate presenta desarrollo micelial ennegrecido sobre la superficie vegetal (Fig. 13), que asemeja en su apariencia al “hollín” de chimenea, cuando la presencia del hongo es abundante (Arntzen, 2015).

Figura 13: Síntomas de fumagina en follaje de yerba mate.

El micelio y estructuras de reproducción del hongo forman una costra negruzca y seca sobre la superficie vegetal (Fig. 14); al no invadir los tejidos interiores de la planta, se puede desprender fácilmente de la superficie del mismo con un poco de presión.

Figura: 14. Estructuras vegetativas y reproductoras de Meliola sp. en follaje de yerba mate. 242


Cap. 13: Enfermedades

Virosis: Agente causal: En muestras enviadas al Instituto de Patología Vegetal (IPAVE) del INTA en Córdoba durante 2010-2011 se confirmó mediante el uso del microscopio electrónico la presencia de partículas virales esféricas de aproximadamente 30 nm de diámetro. Esta enfermedad fue diagnosticada sintomatológicamente por Rybak et al., (2012 y 2014), y la descripción que se ofrece aquí resultó similar a la ofrecida por estos autores. Simultáneamente Agostini et al., (2014) determinaron dos tipos de partículas alargadas diferentes, por lo cual se estaría hablando de un complejo virósico causando enfermedad en plantas de yerba mate. Síntomas: Los síntomas de virosis observados se presentan en los órganos foliares donde se observan diseños lineales de tonalidades de color verde claro a amarillo, diferentes al verde normal de la hoja. Las lesiones se presentan como un dibujo de distinta formas, que no obedecen a algún patrón determinado, son asimétricas, también se presentan diseños en mosaico. Los síntomas se observan tanto en las jóvenes del año, como en hojas maduras (Fig. 15).

Figura 15: Síntomas foliares de virosis en yerba mate. Detalle de diseños lineales.

Importancia. De acuerdo a las observaciones del equipo de trabajo sobre las plantas con virosis, los síntomas se manifestaron durante todo el año en lotes de yerba mate misioneros de 14 años, donde las plantas se vieron afectadas por dichas enfermedades en porcentaje elevado (Arntzen, 2015).

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ENFERMEDADES CAULINARES Cancros en yerba mate Agentes causales: Se ha observado que muchos de los microorganismos que afectan las hojas también causan síntomas de algún tipo en las ramas o el tronco de los árboles. En lesiones tipo cancros o de descortezamiento de ramas, se han observado varios hongos de los géneros Phomopsis, Phoma Venturia, Selenophoma, Aristatoma, Bartalinia, Calonectria, Alternaria, Rhizoctonia, Corynespora y otros. Todos estos géneros corresponden al filum Ascomycota (a excepción de R. solani), pero de distintos órdenes y familias. Síntomas: En las ramas de un año cuya corteza aún se hallan poco lignificadas y en ramitas de menor edad, se observan lesiones de diverso tamaño, de tipo cancro, que son lesiones de color blanco-sucio, que producen inicialmente una protuberancia sobre la superficie normal de la rama, y luego se traducen en una rasgadura de la corteza al avanzar la enfermedad y aumentar la cantidad de micelios y estructuras de los hongos en los tejidos vegetales. Estas protuberancias a veces se encuentran deprimidas o rasgadas en el centro, donde se pueden detectar diversas estructuras de hongos asociados al síntoma (Fig. 16).

Figura 16: Síntomas de lesiones en corteza y cancros típicos en ramas de yerba mate.

Al rasgarse la epidermis de la corteza quedan expuestas diversas estructuras de multiplicación de hongos, las que se observan a simple vista como puntuaciones negras generalmente pequeñas, cuyo tamaño dependerá del agente causal (Fig. 17 A, B).

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Cap. 13: Enfermedades

Figura 17:. A) Lesiones tipo cancros de reciente formación en ramita de yerba mate. B) Cancro maduro donde se ven cuerpos oscuros de los hongos relacionados.

Cuando las condiciones ambientales son favorables para el desarrollo del hongo se observan dentro de la lesión del cancro como en su periferia pequeñas puntuaciones negras (sólo observables bajo lupa) que son los pseudotecios, peritecios, tiriotecios, u otros ascomas de distintos géneros (Fig. 18 A, B, C).

Figura 18: Hongos causantes de lesiones en ramas y tallo. A. Phoma sp. B. Aristatoma sp. C. Venturia sp.

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Cap. 11: Malezas

Solanum granuloso - leprosum Dunal., “fumo bravo” Flia. Solanáceas Arbusto de gran tamaño, hasta 5 m de altura, ramas jóvenes pilosas. Hojas simples, alternas, pecioladas, elípticas, 20 cm de largo y 8 cm de ancho, tomentosa en ambas caras. Flores hermafroditas, en cimas paniculadas, corola azulada, pentalobulada, 15 a 20 mm de diámetro. El fruto es una baya de 1 cm de diámetro. Es invasora, abundante.

Solanum granuloso-leprosum: A) planta en floración y B) compitiendo con planta de yerba mate.

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Solanum sisymbriifolium Lam., “tutiá”, “revienta caballos” Flia. Solanáceas Sufrútice que llega a poco más de 1 m de altura, con aguijones amarillo-anaranjados, muy fuertes, de 1,2 cm de largo, en tallos y nervaduras de las hojas; raíz engrosada, y tallos erectos, muy ramificados, angulosos, densamente glanduloso-pubescente; hojas simples, alternas, pecioladas, lámina de 10 a 18 cm de largo y con 6 a 7 cm de ancho, profundamente pinnatipartida, con 6 a 7 lóbulos dentados o pinnatífidos. Inflorescencias terminales, flores de corola blanca, azul o lila, erecta o péndula, de 3 cm de diámetro; el fruto es una baya anaranjada-rojiza con poco más de 1 cm de diámetro. Florece en primavera y fructifica hasta mediados del otoño, se propaga por semillas. Es maleza frecuente y a veces importante, prefiere suelos fértiles y bien drenados.

Solanum sisymbriifolium: hoja con aguijones.

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Capítulo 14

PODAS DE FORMACIÓN, LIMPIEZA Y COSECHA El cuidado fundamental para la sustentabilidad de la planta Mayol, Ramón Marcelo

Ingeniero Agrónomo (UNNE-FCA, Corrientes). Master en Ciencias, área de concentración: Fisiología e Bioquímica de Plantas. ESALQ - USP, Piracicaba-Sao Paulo, Brasil. Técnico Investigador del Equipo de Yerba Mate y Té de la EEA Cerro Azul - INTA.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Introducción La Yerba Mate (Ilex paraguariensis A. St.Hil.), es una especie originaria de la selva subtropical paranaense de Sudamérica, cuyos únicos países productores son Argentina, Brasil y Paraguay. En primer lugar se encuentra la Argentina con 62% de la producción total, siendo según Malheiros de Olivera y Rotta (1985), su área de distribución natural restringida entre 21 y 30 ° Latitud Sur y 48 30´ y 56°10´ Longitud Oeste, con altitudes entre 500 y 1500 msnm., incluyendo a las Provincias de Misiones y Nordeste de Corrientes. En la provincia de Misiones se cultiva el 87% de la superficie total concentrando al 97 % de los productores y en el nordeste de la provincia de Corrientes el 13% restante. Según INYM (2015), existen 165 mil hectáreas de yerba mate plantadas con una producción anual de 809.239.966 kilogramos de hoja verde. En función de estos datos el rendimiento promedio es de 4500 kilogramos de hoja verde por hectárea. La productividad de un yerbal está influenciada por diversos factores que se relacionan directamente con la fertilidad, manejo del suelo, como así también con el estado de las plantas, producto de las podas y cosecha (Mayol, 1997). La yerba mate es una especie arbórea perenne que en estado natural puede alcanzar alturas de 15 a 20 m de altura creciendo en un hábitat natural caracterizado por el sombreamiento de los estratos dominantes dentro del monte nativo. En cultivo, siendo las hojas y ramas finas el producto de importancia económica, la planta debe ser conducida y manejada tendiendo a maximizar la producción de las mismas y que sea sustentable en el tiempo, para lo cual se realizan distintos tipos de poda, siendo las básicas de formación y poda de producción, así como las específicas de limpieza y poda de renovación.

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Cap. 14: Podas de formación, limpieza y cosecha

Sistemas de poda Diversas causas condicionan la producción que inciden en el hábito de crecimiento de las plantas, además del clima y el suelo, fundamentales para que la planta se desarrolle normalmente, se debe considerar también aquellos factores posibles de controlar como elección de cultivares, sistemas de podas apropiados manejo de suelo y manejo integrado de plagas, malezas y enfermedades, entre otros. La poda tiene al igual que los demás factores mencionados en papel decisivo en la productividad y longevidad de las plantas (Torroba & Gamietea, 1975). De este concepto se desprende la importancia que tiene lograr determinar el sistema de poda más adecuado a la situación del cultivo. Hay objetivos que son comunes a cualquier tipo de poda como mantener el crecimiento equilibrado, eliminación de ramas secas, atacadas por plagas, enfermedades y otras, eliminar focos de enfermedades, facilitar la entrada de luz y rayos solares dentro de la planta (Raseira & Carvallo, 1988). Según Souza (1981) citado por Almeida & Araujo (1994), los principales objetivos de la poda en frutales son modificar el vigor de la planta, producir frutos de mayor tamaño y calidad, mantener un porte conveniente a su manejo, modificando la tendencia de producir más ramas vegetativas que reproductivas y viceversa, conducir la planta a una forma deseada, suprimiendo ramas improductivas, enfermas, muertas y regular la alternancia de las cosechas, de modo de obtener producciones medias con regularidad anual. De acuerdo a Almeida & Araujo (1994), la poda es un artificio cultural que consiste en la eliminación de partes de la planta, dando a la copa una configuración adecuada al cultivo, con el propósito de mejorar y regularizar las condiciones de producción, aumentando la productividad, mejorando la apariencia de los frutos y manteniendo el equilibrio fisiológico. La poda exige conocimiento de su finalidad, de la fenología de la planta y época oportuna de realización, considerando el flujo vegetativo. El crecimiento de la planta de yerba mate sigue un ritmo estacional anual con tres picos de brotación y un receso otoño-invernal. La primer brotación y más importante ocurre en el mes de septiembre, período en que se alargan los días y se eleva la temperatura, la segunda en noviembre-diciembre y la tercera en marzo-abril (otoño). Luego de cada uno de estos tres picos de brotación el material producido crece, se expande y madura, dando lugar a la próxima brotación, hasta el período otoño-invernal que por los días cortos y las bajas temperaturas la planta entra en receso con baja actividad fisiológica, que representa una condición favorable para realizar las diferentes podas. Durante el ciclo de vida de las plantas de yerba mate las mismas deben ser sometidas a diferentes podas que se pueden clasificar en: poda de formación; poda de producción; poda de limpieza y poda de rebaje o renovación.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Poda de formación El desarrollo diferencial de yemas y ramificaciones es un factor importante para determinar la forma de las plantas leñosas; en las especies arbóreas la forma de la copa está controlada por un meristema apical caulinar activo que inhibe las yemas laterales, denominado comúnmente dominancia apical. El mecanismo de inhibición de yemas laterales ha sido ampliamente estudiado y debatido, siendo el control muy complejo envolviendo factores hormonales y nutricionales que inhiben el desarrollo de yemas, abertura, tasa y duración de la expansión de la parte aérea (Kramer & Kozlowsky, 1979). Según Taiz & Zeiger (1991), hay diferentes teorías que intentan explicar la dominancia apical, como ser: a) las auxinas presentes normalmente en el ápice en niveles altos inhiben el crecimiento de yemas laterales, b) el direccionamiento de nutrientes, dónde el ápice actúa como un dreno de los mismos, desviándolos desde las yemas laterales, c) la acción de las citocininas, conocida por estimular el desarrollo de yemas laterales, e d) inhibidores presentes en las yemas laterales. La remoción del meristema apical caulinar puede incrementar los niveles de citocinina y nutrientes y disminuir los niveles de ácido abscísico altos en las yemas laterales. Debido a que la yerba mate es una especie arbórea con gran dominancia apical y que el producto comercial son las hojas y ramas finas (Figura 1), se debe modificar su arquitectura a través del quiebre de esa dominancia por medio de podas de formación, la cual se realiza para orientar el crecimiento de la planta, de modo de obtener varios tallos laterales para equilibrar la copa y favorecer la producción foliar, proporcionando altura de tallos y estructura de ramas adecuadas a la mejor distribución de éstos, favoreciendo la aireación e iluminación interna de la copa, tendiendo a un área foliar adecuada que maximice la producción.

Figura 1: Material de recolección o producto de cosecha de la yerba mate: hojas y ramas finas. 252


Cap. 14: Podas de formación, limpieza y cosecha

Esta poda consiste en el corte a bisel (ángulo aproximado entre 20 y 30 grados) del eje central utilizando serrucho o tijera electrónica como herramientas de corte, con la finalidad de quebrar la dominancia apical y favorecer la proliferación de yemas axilares, promoviendo el crecimiento lateral. De esa manera se desarrolla una arquitectura de planta con ramas múltiples de baja altura, que reemplazan al tallo principal y representan las ramificaciones primarias o principales, distribuidas a diferentes alturas, próximas a la base y hacia afuera de la planta, permitiendo una apertura inicial de la planta. En esta operación también se realiza la eliminación de ramas defectuosas, dañadas y mal situadas en la planta, cortando las mismas desde la inserción (Figura 2).

Figura 2: Poda de formación al 2do - 3er año de implantado.

Es posible realizar esta poda en dos etapas a efectos de dejar siempre protegida la planta cubierta con follaje. En la primer entrada en función de la cantidad de ramas se puede podar el 50% de las mismas, dejando el porcentaje restante para la segunda entrada al año siguiente. Luego del corte de las ramas principales maduras a 0,30 – 0,40 m de altura del suelo y que hayan alcanzado como límite inferior 2,5 cm de diámetro, en la porción remanente (aumento) se desarrollan diversos brotes de los cuales para su conducción se seleccionan los más vigorosos y mejor distribuidos, debido a que representan las futuras ramas cargadoras de la estructura principal de la planta. Aquellas ramas que no 253


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

alcanzaron el diámetro adecuado es posible realizar la operación de despunte que puede ser a mano o con tijera (i.e. mboreví carú, principalmente si la operación se realiza a mano) y se cortará la rama con aumento el siguiente período de poda. De acuerdo con Kurtz (1996) la época apropiada de realización de esta poda de formación debe ser en el invierno, durante los meses de Julio – Agosto, en coincidencia con la etapa de baja actividad fisiológica de la planta. En función de la fertilidad del suelo esta práctica debe ser realizada al 2do - 3er año de implantado el cultivo, para formar así una estructura adecuada de planta para producción de follaje. Prat Kricun & Belingheri (2003), en una experiencia de evaluación de la poda de formación al primero, segundo y tercer año de implantación, cortando a mano o con tijera, obtuvieron como resultado del promedio de 5 años de experiencia, que la poda al tercer año superó estadísticamente (P≤0,05) a los demás tratamientos. Se busca formar una planta de baja altura constituida por 4 a 5 ejes principales con un origen próximo a la base, con ramas laterales que permitan expandir la estructura con follaje y así obtener un adecuado índice de área foliar para lograr la máxima ocupación del suelo en relación a la superficie foliar considerando la densidad de plantas utilizada.

Poda de producción o cosecha Luego de la poda de formación se realiza la poda de producción o cosecha. El cultivo de yerba mate entra en producción al tercer o cuarto año de implantado, en función del desarrollo de las plantas, condicionado por el genotipo, las condiciones climáticas, edáficas y de manejo (Figura 3).

Genotipo Condiciones climáticas Desarrollo de las Plantas

Condiciones edáficas PODA DE PRODUCCIÓN O COSECHA

Condiciones de manejo

Figura 3: Factores que condicionan el inicio de la poda de producción o cosecha de la planta de yerba mate.

Esta poda representa la cosecha propiamente dicha y consiste en la extracción de hojas y ramas finas que son las partes de importancia económica, utilizadas para la transformación e industrialización. De acuerdo a Grupo de Trabajo Yerba Mate y Té (1996), alcanza el máximo rendimiento entre el octavo y décimo año. 254


Cap. 11: Malezas

Vernonanthura chamaedrys guaycurú”

(Less.) H. Rob., “escoba blanca”, “tupichá-

Flia. Asteráceas Arbusto, de 1,50 m de altura, provisto de importante xilopodio; tallo muy ramificado. Hojas simples, alternas, sésiles, algo dentadas en el margen, albo tomentosas en el envés, de 3 cm de largo y 1,5 de ancho; capítulos numerosos pequeños y muy vistosos; flores perfumadas, de corola violácea, raro blancas. Florece desde diciembre hasta abril. Se propaga por rizomas y por semillas. Invasora importante en campos altos, secos y rocosos. Maleza de considerable importancia.

Vernonanthura chamaedrys: A) rama con inflorescencias; B) detalle de las hojas discoloras.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 4: Práctica del viruteo, extracción de ramas finas dominadas.

para permitir que las mismas crezcan y alcancen la madurez y diámetro necesario para la poda. Las ramas plagiotrópicas (laterales o melenas) que no están cruzadas internamente no deben ser cortadas permitiendo así la expansión lateral de la estructura de la planta. El corte se debe realizar siempre en bisel (ángulo aproximado entre 20 y 30 grados) para evitar la acumulación de agua en la superficie del mismo y con inclinación hacia el centro de la planta debido a que generalmente se activan las yemas ubicadas en el extremo superior del aumento permitiendo la expansión lateral de la estructura. De esta manera se logra una adecuada distribución de material en la planta, con suficiente área foliar reduciendo el autosombreamiento en el período de brotación permitiendo la entrada necesaria y homogénea de radiación solar en el interior de la misma, mejorando la eficiencia fotosintética y de esa forma producir mayor biomasa con numerosos puntos de brotación. Es frecuente encontrar más de una rama en una misma ubicación de la planta siendo prioritario ralear las mismas dejando las de mayor potencial de brotación y mejor ubicadas y cortar al ras las demás. El corte de estas ramas se debe realizar con herramientas adecuadas como la tijera de podar para limpieza de ramas, tijera específica de mayores dimensiones (tijerón), serrucho apropiado y/o tijera electrónica (Figura 5). Existen en el mercado tijeras electrónicas de diferentes marcas con una capacidad aproximada de corte de 3000 kilogramos por día, realizada la poda exclusivamente por una sola persona integrado a un equipo de trabajo que los demás realizan el resto de las tareas de cosecha, con esta tijera es posible realizar un corte neto sin desprendimiento de la corteza del aumento. Antes de la utilización de estas herramientas es prioritario realizar el correspondiente mantenimiento de las mismas, entre las cuales se deben afilar y lubricar frecuentemente. 256


Figura 5: Herramientas de corte para realizar las podas.

Tipos de poda de producción o Cosecha Existen diversas formas de cosecha, las cuales se diferencian por la época, tipo y ubicación del material extraído, siendo las más utilizadas las siguientes: 1) Corte parejo: Consiste en dos operaciones de extracción simultáneas, en la cual son retiradas a mano las hojas y ramas finas (virutas) (operación conocida como viruteo) y las ramas verticales dominantes de diámetro mayor a 2 cm con suficiente grado de madurez (rama madura, lignificada o bandera) son cortadas con tijera apropiada, serrucho o tijera electrónica a 12-15 cm de la inserción en la base (Figura 6). Se debe dejar un material remanente de aproximadamente 30% para protección, reserva, y sustentabilidad de la planta. Este porcentaje fue evaluado en la EEA Cerro Azul – INTA (inédito), en donde se cosecharon 112 plantas de yerba mate con la finalidad de determinar el porcentaje de material extraído (hojas, ramas finas y maduras) comparado con el residual (hojas y ramas subdominantes, convenientemente distribuidas), fue encontrado que con una cosecha apropiada de corte parejo, en promedio se extrae el 62 %, dejando un remanente de 38% en la planta. Este porcentaje fue influenciado por el estado de las plantas en el momento de la cosecha y de acuerdo a los resultados obtenidos en aquellas menos productivas la extracción también ha sido menor y como consecuencia mayor el material residual. Durante la cosecha se deben manejar las ramas verdes de 1 año (no maduras) (Figura 7) que incluso muchas veces adquieren el diámetro óptimo pero continúa inmadura, por lo tanto en función del grosor se puede despuntar la misma en forma manual o con tijera a 5-10 cm por encima de las ramificaciones, práctica denominada comúnmente mboreví-carú y que permite quebrar la dominancia apical de la rama, 257


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

favoreciendo la brotación de la misma, su maduración y aumento de grosor. La misma rama cuando madura a los 2 años debe ser cortada con aumento al año siguiente (Figura 8). Las ramas de 2 años que no tengan el grosor mencionado se les puede cortar al ras o darle una oportunidad de 1 año más, si se desarrolla bien en la próxima cosecha se corta con aumento, de lo contrario se debe eliminar desde la inserción. Se realiza el viruteo y se cortan las ramas dominantes con diámetros mayores a 2 cm con tijera, dejando entre 20 y 30 % de ramitas subdominantes o banderines o banderillas (Figura 9) con su correspondiente área foliar para protección de la planta. Es conveniente dejar también las ramas laterales y los “chupones” o renuevos de la base de la planta. 2) Viruteo y poda de ramas maduras: Este tipo de cosecha se realiza en dos etapas en el año. La primera consiste en retirar hojas y ramas finas dominadas en forma manual, o ramas un poco más lignificadas con tijera (pudiendo ser ramas laterales o melenas), en los meses de enero-febrero o abril-mayo, sin cortar las subdominantes (ramas verdes más gruesas y largas que las virutas) (Figura 4) y las ramas dominantes maduras. Esta operación permite dejar un remanente importante de superficie fotosintética y de protección de las adversidades climáticas, con la misma también se retira material interno de la planta que permite utilizar el mismo antes de la caída natural de hojas en el invierno, favoreciendo las condiciones que disminuyen la caída de hojas. Cuando se realiza en enero-febrero permite aprovechar las condiciones climáticas de otoño que favorecen uno de los picos de brotación que tiene la planta durante su ciclo. En esta práctica de viruteo en general se extrae del 20 al 25 % del material total de la cosecha.

Figura 6: Rama madura o bandera cortada con aumento (izquierda) e inicio de brotación luego de la poda (derecha). 258


Cap. 14: Podas de formación, limpieza y cosecha

En los meses de junio-julio se realiza la segunda etapa, se cortan con aumento las ramas maduras verticales dominantes que adquirieron el diámetro adecuado (Figura 6), dejando suficiente follaje y ramas subdominantes distribuidas en toda la planta. No es una práctica recomendable que se corten ramas verdes subdominantes o banderillas con aumento puesto que es probable que las heridas provocadas por el corte no se cicatricen y terminen matando o enfermando las ramas (Figura 10) o si sobreviven generen brotes débiles. 3) Poda de ramas maduras: Según la estructura de producción y la disponibilidad de mano de obra es posible utilizar la cosecha de ramas maduras (Figura 6), la misma consiste en el corte con aumento de ramas dominantes maduras exclusivamente sin la práctica del viruteo. Con este sistema se favorece la velocidad de cosecha debido a que son cortadas las ramas aptas en cuanto a diámetro y madurez dejando en la planta el resto del material remanente. Cuando el viruteo es realizado por personal no capacitado son eliminados brotes y ramas subdominantes bien ubicadas, que potencialmente podrían ser los cargadores de la biomasa foliar. Considerando la necesidad de mano de obra especializada, esta práctica es adecuada como una solución al problema debido a que evita el viruteo todos los años. La verificación del éxito de este sistema de cosecha fue realizada por Kurtz & Mayol (2011), que, en un ensayo de 10 años de duración con diferentes tipos de cosecha, encontraron que el corte de ramas maduras sin viruteo superó estadísticamente a los demás estudiados, verificando la sustentabilidad de la producción. En este corte de ramas maduras es necesario realizar una limpieza de la planta cada 2 o 3 años aproximadamente en función del estado de las mismas, cortando ramas entrecruzadas y mal ubicadas.

Figura 7: Rama verde para despunte.

Figura 8: Rama madura de 2 años con despunte en año anterior. 259


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 9: Rama verde subdominantes o banderines o banderillas.

Figura 10: Práctica no recomendada, ramas verdes subdominantes o banderillas finas cortadas con aumento.

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Cap. 11: Malezas

Carnoso: grueso y de consistencia blanda. Ceniciento: de color gris claro. Cerda: pelo algo corto, duro. Cespitoso: que crece formando matas, como césped. Ciatio: inflorescencia formada por un receptáculo cóncavo, con flor femenina de ovario 3-coco y varias masculinas, todas desnudas. Ciliado: con presencia de pelos suaves, finos. Cilíndrico: de sección transversal circular. Cima: inflorescencia amplia de crecimiento definido, de antesis centrífuga. Comprimido: aplanado, de sección transversal elíptica. Compuesto: formado por varias piezas. Cordado: con forma de corazón. Cordiforme Coriáceo: de consistencia parecida al cuero. Corimbo: Inflorescencia corta y amplia, más o menos indefinida. Corola: en las flores heteroclamídeas, ciclo interno de las envolturas florales, sus piezas se denominan pétalos. Corola papilionácea: en algunas fabáceas (Leguminosas) es una corola amariposada, sus pétalos se llaman estandarte, alas y quilla. Crenado: recortado como con los dientes, festoneado. Cuneado: en forma de cuña, que se angosta gradualmente hacia la base. Decumbente: tendido. Con tendencia a echarse sobre el suelo. Dehiscencia: acto de apertura de un fruto o una antera. Deltoide: son los órganos planos de contorno semejante a un triángulo alargado. Dentado: con dientes cortos, agudos, casi perpendiculares al margen en el órgano plano. Digitado: órgano compuesto cuyas partes se originan en un punto, de donde divergen. Dísticos: son órganos dispuestos en dos series o filas opuestas a lo largo de un eje. Drupa: fruto carnoso, indehiscente, con una sola semilla de endocarpio leñoso (carozo). Elíptico: semejante a una elipse, es decir, más o menos oval y estrechado hacia los extremos. Emarginado: se dice del órgano más o menos escotado en su extremo. Entero: borde contínuo, íntegro. Erecto: por lo común es el tallo que crece en forma vertical. Erguido: dirigido en forma recta de abajo hacia arriba. Espiciforme: es la inflorescencia con aspecto de espiga, aunque no lo sea. Espiga: racimo más o menos simple, con flores sésiles. Espina: apéndice aguzado, más o menos rígido, con tejido vascular. 209


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 11: Plantación de yerba de alta densidad con cosecha mecánica tipo mesa.

Figura 12: Máquinas cosechadoras realizando corte mesa en el Establecimiento Las Marías (Gobernador Virasoro, Corrientes, Argentina).

Figura 13: Plantación de yerba de la EEA Cerro Azul – INTA en plena cosecha tipo rama madura. 262


Cap. 14: Podas de formación, limpieza y cosecha

Poda de limpieza Es una práctica que puede ser realizada durante o después de finalizada la cosecha, preferencialmente en los meses de mayo-junio. Consiste en ralear ramas próximas, secas, material enfermo o dañado, entrecruzadas, eliminar partes de la misma con acúmulo de yermas (conocidos comúnmente como macetas o San Antonio) y ramas con la misma inserción en la base formando ángulos pequeños (Figura 14), siendo necesario cortar al ras las más próximas, dejando siempre las ramas mejor ubicadas y con mayor energía y reducir a través de podas las que no han respondido a cortes anteriores (Figura 15). Esta operación se efectúa con herramientas adecuadas como ser: serrucho, tijera.

Figura 14: Ramas verdes con la misma inserción en el tallo.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Figura 15: Respuesta a la práctica de limpieza de ramas.

Cuidados post - cosecha El material cosechado y quebrado se coloca y se acondiciona sobre ponchadas (lona de polipropileno de 2 m x 2 m), que atadas en sus cuatro extremos constituyen el raído y que deberían tener un peso no mayor a 80 kg (Resolución INYM 49/2002). Se debe asegurar la higiene del material, evitar la contaminación del producto con vegetales extraños, polvo, tierra, lubricantes y combustibles o cualquier otro elemento que afecte su calidad. La ponchada que tiene el material cosechado (conocido como raído) se traslada hacia las calles del yerbal que en general todavía se realiza cargando al cuerpo, pero existen carritos adaptados para tal fin que favorecen el acarreo y evita posibles riesgos de accidentes, evitando la exposición al sol, el pisoteo, aplastamiento o compactación del material y luego es llevado en transporte adecuado hacia el secadero que puede realizarse en ponchadas o a granel. Debido a la importancia que tienen las podas de rebaje y de renovación sobre la supervivencia, el mantenimiento y/o la recuperación de la producción y la sustentabilidad del cultivo, se estimó necesario dedicar un capítulo exclusivo para describir pormenorizadamente ambas prácticas. 264


Cap. 14: Podas de formación, limpieza y cosecha

Consideraciones finales El éxito en el proceso productivo de la yerba mate depende en gran parte de realizar una planificación detallada del cultivo, considerando los factores internos y externos que inciden directa e indirectamente sobre la producción. La implementación de Buenas Prácticas Agrícolas, en particular, el manejo integrado de técnicas de producción del cultivo, considerando el suelo la planta y el ambiente, busca mejorar el sistema de producción, con prevención de riesgos a través de un proceso responsable, garantizar la inocuidad del producto, la salud y seguridad de los consumidores, utilizando técnicas de producción que reduzcan el deterioro del medio ambiente, con un manejo sustentable de los recursos naturales, promoviendo la salud, seguridad y el bienestar de los trabajadores (Figura 16).

Figura 16: Planta con abundante brotación, respuesta a las podas y cosechas sustentables.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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Capítulo 15

PODAS DE REBAJE Y DE RENOVACIÓN Acciones para el rejuvenecimiento del yerbal y la recuperación de su productividad Llera, Valentín1; Mayol, Ramón Marcelo2; Medina, Ricardo Daniel3.

Ingeniero Agrónomo, Delegado del Ministerio de Producción en Colonia Liebig, Corrientes. Asesor Privado y Productor de yerba mate. 2 Ingeniero Agrónomo, Master en Ciencias, área de concentración: Fisiología e Bioquímica de Plantas. ESALQ, USP, Piracicaba, Sao Paulo, Brasil. Técnico Investigador del Equipo de Yerba Mate y Té de la EEA Cerro Azul – INTA. 3 Ingeniero Agrónomo, Doctor de la UNNE en el Área de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Nordeste (FCA-UNNE). Cátedra de Cultivos III, FCA-UNNE. Investigador Asistente, Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). 1

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

INTRODUCCIÓN La vida productiva de una plantación de yerba mate es muy variable, conociéndose yerbales de más de 90 años aún productivos (Leconte 2017, com. pers.), sin embargo, existe un acuerdo generalizado que para los cálculos de costo se considere unos 30 años de edad como máximo (Burtnik, 2003). La altura de una planta en producción cosechada anualmente aumenta con el paso del tiempo, no solo dificultando su recolección sino alterando su relación follaje/ madera desbalanceándose en favor de la formación de leño improductivo. Por otra parte, el esqueleto o estructura de la planta se va degradando, deformando y dañando como consecuencia de los cortes frecuentes, envejecimiento natural, exposición a las adversidades climáticas como rupturas ocasionadas por el viento o quemaduras de sol, ataque de plagas y enfermedades, podas mal realizadas (Figura 1), acarreando como consecuencia un declinamiento progresivo del cultivo y su productividad (Prat Kricun, 1993).

Figura 1: Plantas que muestran la necesidad de rebaje o de renovación debido al exceso de altura, abundante leño improductivo con escaso follaje o desprovisto del mismo e importante deterioro de la estructura.

PODAS DE REBAJE Y DE RENOVACIÓN A fin de recuperar la capacidad productiva de las plantas, se puede recurrir a dos tipos de podas uno denominada de rebaje y otra de renovación (Burtnik, 2006). Otros autores también describen estas prácticas culturales dentro de las podas que tienen el objeto de rejuvenecer yerbales deteriorados, aunque no las discriminan como técnicas que tienen fines diferentes, reducir la altura de la planta y regenerar el canopeo, respectivamente (Prat Kricun, 1993; Burtnik, 2003). Cuando se planifica el cultivo a largo plazo, es necesario considerar la inclusión de las prácticas de rebaje y de renovación de manera de evitar el debilitamiento de la planta y la disminución progresiva del rendimiento. Se sugieren ciclos de poda de rebaje 268


Cap. 15: Podas de Rebaje y de Renovación

de al menos 15 años (Burtnik, 2006), idealmente se podrían programar podas de rebajes más frecuentes. De manera general distintos autores (Christin, 1988; Tkachuk, 1993; Burtnik, 1996), coinciden en que la época apropiada para llevar a cabo estas prácticas se entiende entre los meses de julio y agosto, en concordancia con la baja actividad fisiológica de la planta. Según Burtnik (2003; 2006), la poda de rebaje consiste en el corte de ramas a alturas variables (alrededor de 1 m), dejando el esqueleto antiguo por debajo. Esta poda busca reducir la altura de plantas, mejorar la relación follaje/madera y facilitar la cosecha como así también reducir los riesgos por accidentes de trabajo. Puede ser selectivo o sistemático por altura o por troncos. Prat Kricun y Belingheri (2003), estudiando diferentes sistemas de rebaje, encontraron que el rebaje selectivo fue superior estadísticamente al sistemático en plantaciones de baja densidad (950 plantas ha-1). Por otra parte, el rebaje por altura (25% año-1) produjo mejores resultados en plantaciones de alta densidad (3555 plantas ha-1). La poda de renovación, decepe o de rejuvenecimiento consiste en la eliminación de la parte aérea, para favorecer su regeneración total (Burtnik, 2003; 2006). La práctica de la poda de renovación apunta al restablecimiento de la estructura de la planta, reemplazando las partes envejecidas de la misma por leño que sea capaz de generar nuevas ramas del esqueleto fundamental y ramas cargadoras que permitan una recuperación del rendimiento; para ello se recomienda la utilización de herramientas adecuadas, como tijera, serrucho y motosierra (Figura 2). También es utilizada cuando se decide interplantar plantas nuevas de yerba mate para aumentar su densidad.

Figura 2: Poda de renovación con motosierra. 269


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Estas podas pueden hacerse en forma escalonada en varios años o de una sola vez. Por lo general se realizan en etapa de reposo vegetativo. Se deben cubrir tocones con funguicidas e insecticidas y fertilizar para favorecer la brotación inicial.

La renovación de la estructura puede ser efectuada de diferentes maneras: a) Renovación gradual o escalonada de la parte aérea de la planta, reemplazando totalmente la misma en un término de 3 a 4 años. En el procedimiento se deben seleccionar las ramas que serán cortadas a una altura de 0,20-0,30 a 0,30-0,40 m del suelo, dejando el material restante para ser renovado en las dos o tres campañas siguientes. De esta forma las plantas continúan produciendo y permanecen siempre protegidas por la biomasa. b) Renovación total de la parte aérea de la planta. Según Rivera Flores (1981) y Christin (1988), es posible realizar el decepado de las mismas cortando el tronco principal de una sola vez muy próximo al nivel de suelo (0,10 m) pero debido a que representa un corte muy traumático con gran eliminación de las reservas del tronco, un alto porcentaje de plantas no resisten y mueren. Otra desventaja de esta práctica es que la plantación se torna improductiva hasta que vuelva a estar en condiciones de generar un canopeo productivo. Prat Kricun (1993) menciona que es importante considerar la ramificación de las plantas al momento de realizar una poda de renovación. Según esta apreciación la poda de renovación puede realizarse sobre plantas con tallos múltiples que emergen del tronco principal o sobre plantas con tallo o tronco principal único.

Renovación de plantas con tallos múltiples Este tipo de poda se realiza a ras del suelo y es de forma escalonada, dejando en pie en el 1 er. año el 50% de los tallos; lo importante de este sistema es que permite que el productor no deje de cosechar mientras dure la práctica. Se sugiere el siguiente manejo: que se corte el 50% de la planta en el 1er. año, por lo tanto, la cosecha del lote estará constituida por las hojas de los tallos cortados y no cortados (Figura 3). Será importante, en lo posible, podar los tallos cuyos futuros brotes queden protegidos por los tallos que quedan en pie de la acción desecante del sol. Es necesario tratar la herida producida por el corte pintándolo con una pasta constituida por una mezcla de pintura al látex para exteriores más un fungicida e insecticida; el uso del látex aumentará la adhesión y la durabilidad de la aplicación. Al 2do. año: no tocar los nuevos brotes (Figura 4), la cosecha resurgirá de los tallos que quedaron en pie, sugiriéndose siempre cosechar ramas maduras. Al 3er. año se deberá cortar el 50% de tallos restante (Figura 5). La cosecha saldrá en parte del raleo de los brotes del o los tallos cortados el 1er. año y del otro 50% de los tallos cortados. 270


Figura 3: Aspecto de una planta con tallos múltiples al 1er año de una poda de renovación donde se nota el corte a ras del suelo del 50% de los tallos.

Figura 4: Rebrote de una planta al 2do. año de haberse sometido a una poda de renovación con corte de ramas a ras del suelo y que ha regenerando ramas sanas y vigorosas. 271


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Figura 5: Aspecto de una planta al 3do. año de haberse sometido a una poda de renovación escalonada, mostrando ramas nuevas producto de la ramificación de los primeros años y una rama envejecida a ser cortada para completar definitivamente la práctica; aún se nota el tratamiento sanitario preventivo aplicado en forma de pasta de color blanco sobre el tallo cortado el primer año.

Figura 6: Planta envejecida conducida con un tallo o tronco principal único a la derecha y a la izquierda planta con un tallo o tronco principal único a un año de ser intervenida con motosierra y con rebrote vigoroso basal. 272


Renovación de tallo o tronco principal único Cuando el tallo es único (Figura 6) se procede de la siguiente manera: se corta hasta el centro de la circunferencia del tallo en forma horizontal y luego se procede a cortar en forma de ángulo de 45° que llegue hasta la intersección del primer corte resultando una cuña o tajada de tallo (Figura 7). Cuando los brotes estén maduros con 2 o 3 años de edad se corta el tallo viejo, de esta manera se asegura la continuidad de la producción de la planta. Generalmente se observan un mínimo de fallas o plantas que no brotan.

Figura 7: Planta con un tallo o tronco principal único cortada con motosierra en forma de cuña casi a ras de suelo y que ha reaccionado satisfactoriamente generando un rebrote vigoroso.

Para asegurar el éxito de esta práctica, antes de su ejecución se deben realizar análisis químicos y físicos del suelo de manera de conocer su estado nutricional y estructural. De esta manera se podrán corregir deficiencias minerales mediante fertilización con NPK o solucionar problemas relacionados con la compactación o riesgos de erosión principalmente hídrica. Otra característica a tener en cuenta es el estado de enmalezamiento del lote para evitar la competencia por los recursos entre el cultivo y las malezas (Prat Kricun, 1993; 1994). Por otra parte, con respecto a la planta el criterio técnico a seguir para reducir el porcentaje de fallas apunta a su preparación para sobrevivir a la “operación”, pues como toda operación de este tipo puede tener o no éxito, entonces disminuir el riesgo de muerte es el objetivo. Planificar la poda de renovación consiste en acondicionar la planta para resistir al corte y tener la capacidad de brotar, para ello se deberían dejar ramas nuevas y vigorosas conocidas como chupones por debajo de la rodilla, y si es posible el año anterior a la poda hacer sólo un viruteo para que los tallos acumularán reservas y así favorecer la futura brotación. Al momento de la ejecución de ambos tipos de poda, es importante considerar la altura del corte pues influirá en el tiempo de espera para una nueva cosecha. Asimismo, como el porcentaje de plantas no brotadas o muertas disminuye con la altura de corte, 273


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es recomendable realizar rebajes a media altura o renovaciones escalonadas porque de esta manera difícilmente morirán las plantas y si lo hacen será en un bajo porcentaje, asegurando de esta manera su rebrote. Durante el periodo de recuperación del yerbal es conveniente efectuar un buen manejo de plagas, enfermedades y malezas y comenzar a realizar la poda de formación al segundo o tercer año, raleando ramas débiles y dejando las ramas más vigorosas y equidistantes (Figura 8) para formar la nueva estructura de la planta (Prat Kricun, 1993).

Figura 8: Plantas sometidas a podas de renovación que han sido cortadas a ras del suelo y que al cabo de 4 años poseen una adecuada distribución de sus ramas neoformadas.

La realización de podas de rebaje o de renovación a plantas envejecidas o deterioradas puede llegar a ser tan traumática que como consecuencia podría producir pérdidas o fallas de consideración. Sin embargo si se han tenido en cuenta los cuidados culturales (arquitectura de la planta envejecida, elección de épocas o momentos y tipos de corte adecuados, uso de herramientas apropiadas, manejo nutricional pre y post-podas, manejo conservacionista del suelo para mantener o mejorar su estructura) y sanitarios recomendados, las plantas sometidas a este tipo de podas aunque hayan sido cortadas a ras del suelo al cabo de 4 años entrarían en plena producción (Figura 9), dando como resultado un yerbal capaz de afrontar otros 30 años y generar la materia prima necesaria para la elaboración de nuestra infusión nacional (Figura 10). 274


Figura 9: Plantas sometidas a podas de renovación que al cabo de 4 años se encuentran en plena producción.

Figura 10: Yerbal de más de 30 años luego de haberse sometido a renovación escalonada durante 4 años, aumento de densidad con interplantación, fertirriego y manejo conservacionista del suelo en Colnia Liebig, Corrientes, Argentina. 275


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El control de este insecto mediante uso de insecticidas se ve dificultado ya que parte de su ciclo las larvas pasan en el interior de las galerías por lo que solo sería posible hacer controles de adultos mediante el uso de insecticidas (Schapovaloff, 2012; Burtnik, 2006; Iede y Machado, 1989). Debido a que el producto final de consumo en la yerba mate son sus hojas, el uso de insecticidas debería ser manejado con cuidado intentando no aplicar directamente sobre las hojas y siempre recomendado por un Ingeniero Agrónomo habilitado para tal fin. Una opción interesante para el manejo de esta plaga es el uso de entomopatógenos de género Beauveria que están disponible en Brasil pero no en la Argentina (Schapovaloff et al., 2014). Otras recomendaciones para su manejo son la aplicación de insecticidas en orificios obturando el mismo a fin de matar la larva, la recolección manual de los insectos adultos en el momento de cosecha y la realización de podas y desmalezados que permiten que los predadores puedan visualizar con facilidad al adulto (Schapovaloff, 2012; Burtnik, 2006; Penteado et al., 2000; Iede y Machado, 1989). El control biológico de esta plaga se implementó en Brasil mediante el uso de gallinetas que se alimentan de los adultos en la primavera, y en combinación con la poda de ramas afectadas evitando el desove de las hembras (Mallmann et al., 2001).

222


Capítulo 16

INDUSTRIALIZACIÓN Procesos decisivos para un producto de calidad Holowaty, Santiago Alexi.

Ingeniero Químico y Magíster en Tecnología de los Alimentos. Docente de Transferencia de masa en las carreras Ingeniería Química e Ingeniería de Alimentos. Es Investigador en Tecnología de la Yerba Mate, categorizado en la Universidad Nacional de Misiones.

277


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Introducción Tradicionalmente la yerba mate se ha industrializado para consumo como infusión. El procesamiento involucra una serie de etapas generales luego de la cosecha. Zapecado, Secado, Molienda gruesa, Estacionamiento, y Molienda fina. Sin embargo, la metodología puede variar entre establecimientos, así como los tipos de equipos utilizados y la implementación de etapas intermedias como el presecado. Se conoce como procesamiento primario a las tres primeras etapas nombradas anteriormente, en general, las mismas se llevan a cabo en establecimientos denominados secaderos (Núñez et al., 1985). El presente capítulo pretende describir la industrialización de la yerba mate para infusión, así como algunos problemas en los métodos actuales de procesamiento, y mostrar alternativas que podrían ser factibles a la solución de los mismos.

Consideraciones generales sobre el procesamiento de alimentos El secado es uno de los métodos más antiguos de la conservación de alimentos. Al reducir el contenido de agua a un nivel muy bajo, se elimina la posibilidad de deterioro biológico y se reducen apreciablemente las velocidades de otros mecanismos de deterioro. La estabilidad microbiológica se alcanza cuando el alimento tiene una actividad de agua menor a 0,6, lo que representa valores de contenido de humedad menores a 10 kg de agua/kg de sólido seco. Además, la deshidratación reduce el peso y volumen del alimento, facilitando su transporte y almacenamiento. La desventaja más importante de esta operación respecto a otras operaciones de conservación es que se modifica apreciablemente la calidad del producto, produciéndose principalmente pérdidas de nutrientes y variaciones del color. En algunos casos las variaciones de color son producidas por enzimas presentes en el alimento y como consecuencia el producto tiene un color pardo o negro. En estos casos se deben inactivar estas enzimas por medio de la aplicación de calor. En la yerba mate esta inactivación se produce en la etapa de zapecado (Schmalko et al., 2001). El secado es una de las formas más antiguas de conservar los alimentos. Debido a esto, probablemente, se pueden encontrar numerosos tipos de equipos de secado. En general, el sólido a secar se pone en contacto con una fuente de calor y/o un gas seco. La fuente de calor puede ser: 1) aire caliente (el más utilizado) obtenido de diferentes formas como ser el calentamiento indirecto con vapor o gases o mezclando aire con gases a altas temperaturas; 2) radiación, ya sea la solar o generada; 3) por contacto con una superficie sólida caliente; 4) por calentamiento dieléctrico; 5) vapor sobrecalentado; etc. (Mujundar et al., 2006). 278


PROCESAMIENTO PRIMARIO DE YERBA MATE PARA INFUSIÓN Recepción de materia prima (Schmalko et al., 2016) Las ramas cosechadas de yerba mate son transportadas en camiones, los que son descargados en la playa de recepción de materia prima o planchada. En la misma permanece cierto tiempo antes de ser procesadas, pudiendo variar entre 1 y 12 horas, tiempo que se trata de minimizar para que no se produzcan fermentaciones, principalmente en los meses cálidos. En algunos casos se realiza la aireación del material por volteo, ya sea en forma manual o mecánica. En general estas playas de recepción son cubiertas, para evitar la radiación de la luz solar directa y la lluvia. En la misma se realiza un control visual de la materia prima, poniéndose especial atención al diámetro de las ramas (que no sean demasiado grandes), la presencia de tierra y el grado de pardeamiento que presentan las ramas, que es indicativo del tiempo de cosecha transcurrido y del cuidado en el transporte. En algunos casos extremos, la misma es rechazada. La materia prima es transportada hasta la cinta de alimentación del zapecador utilizándose retroexcavadoras y/o cintas transportadoras. En los últimos tiempos, algunos establecimientos han incorporado un sistema de lavado de las ramas con chorros de agua, por razones higiénicas-sanitarias. Esto hace que se deba evaporar una cantidad adicional de agua en el zapecador por lo puede disminuir la capacidad de procesamiento del establecimiento.

Zapecado (Schmalko et al., 2016) El zapecador es un equipo en donde las ramas de yerba mate se ponen en contacto con la llama y los gases de combustión provenientes del quemado de leña o chips de madera. El objetivo de esta etapa es producir la inactivación de las enzimas para evitar el pardeamiento en la etapa de secado. En algunos establecimientos (donde no existe la etapa de presecado) esta etapa también tiene como objetivo reducir el contenido de humedad en las hojas, de tal forma que cuando las mismas se dispongan en el lecho de secado, éste tenga una porosidad alta para facilitar el flujo del gas de secado. Pero, además, se producen una serie de modificaciones en el material que afectan su estructura física y composición química y que influyen en gran medida en las etapas del procesamiento y en la calidad del producto final. El equipo consiste en un cilindro que gira por medio de un engranaje a bajas revoluciones (unas 10 rpm). Las ramas se introducen en el extremo del cilindro en que se produce el quemado de la leña, chips u otro combustible, recibiendo de la misma, calor 279


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

por radiación de la llama y convección. Luego, el aire y las ramas se desplazan hacia el extremo opuesto en corrientes paralelas. El desplazamiento del sólido es producido por a) una serie de aletas dispuestas en forma discontinua y con una ligera inclinación para favorecer el desplazamiento y b) por el arrastre de los gases de combustión. El flujo de los gases de combustión es producido por una chimenea ubicada en el extremo de salida y es regulado por un deflector ubicado en su interior. Se debe destacar la gran uniformidad de diseño y operación de los zapecadores que existen en los diferentes establecimientos industriales. En cuanto a los combustibles utilizados, la leña de monte nativo y en menor escala la de monte implantado fue durante muchos años la más utilizada. Se realizaron algunos intentos para introducir gas licuado propano en la década del 90, obteniéndose muy buenos resultados en cuanto a la calidad del producto; pero por su elevado costo se dejó de utilizar. A partir del año 2015, de acuerdo a una nueva ley del Congreso de la Nación, no se deberá utilizar leña del monte nativo como combustible, por lo que, en los últimos años, algunas empresas empezaron a utilizar chips y aserrín de madera de monte implantado en el zapecador, con resultados muy alentadores (Holowaty et al., 2016; Holowaty et al., 2015).

Figura 1: Vista exterior e interior de un Zapecador.

Cabe mencionar que el contenido de humedad de las ramas a la entrada es de aproximadamente un 60% (base húmeda); mientras que la de salida de las hojas varía entre un 10 y 30%. Los palos tienen una pérdida de humedad muy baja (5 – 10%; Schmalko et al., 2011). Al encontrar una diferencia muy grande en el contenido de humedad, se realizaron experiencias en las que las ramas se mantenían en reposo, luego de ser zapecadas, durante cierto tiempo para facilitar la migración de humedad de los palos a las hojas. Se sugiere mantener las ramas en reposo entre 15 y 30 min, tiempo en el cual se tendría una evaporación de agua cercana al 5 % (base seca) y una migración de los palos a las hojas del 8 %, en base seca. Esto a su vez, evitaría la rotura excesiva de las hojas en el pre-secadero. 280


La temperatura de entrada de los gases se estima entre 400 y 500 ºC y la de salida es del orden de 120-250 °C (Schmalko et al., 2001; Peralta et al., 2007). En un trabajo de simulación del zapecador, se estimó que la temperatura de las hojas alcanza en la llama un valor de 135 ºC, reduciéndose en forma lineal hasta alcanzar 88 ºC a la salida; mientras que la temperatura de los palos se incrementa en forma lineal entre su valor de entrada (aproximadamente 25ºC) y 75 ºC a la salida. El control que se realiza en los zapecadores es bastante deficiente y se basa en la experiencia de los operarios, ya sea en la alimentación de la leña o el material, la que en la mayoría de los establecimientos es cargada con horquillas sobre una cinta transportadora que a su vez alimenta el zapecador. En algunos establecimientos, se mide la temperatura de salida de los gases y ésta y la velocidad de los gases son reguladas con la apertura o cierre de un deflector localizado en la chimenea. Un operario con experiencia controla, en forma manual, que las ramas a la salida tengan el tratamiento adecuado, es decir, que las hojas no estén quemadas (excesivo tratamiento) ni tengan una excesiva humedad que produciría inconvenientes en la etapa de secado (en la industria se denomina a ésta “yerba cruda” y es consecuencia de un tratamiento térmico defectuoso). No obstante, como se mencionó anteriormente se logra una muy baja uniformidad en el contenido de humedad de las hojas a la salida, encontrándose variaciones entre el 10 y el 30 % (base húmeda). En los últimos tiempos se ensayaron algunas alternativas para el desarrollo de equipos para zapecar la yerba mate de tal forma de evitar el contacto de las ramas con humos de combustión de la leña. Estos ensayos estuvieron orientados a la utilización de medios diferentes, ya que es muy difícil alcanzar las temperaturas utilizadas (400-500 ºC) calentando aire en forma indirecta. El primero de ellos consistió en utilizar agua caliente para inactivar las enzimas presentes y que podrían producir el pardeamiento en las etapas posteriores. Dicho ensayo se llevó a cabo tanto en el laboratorio (Xander et al., 2000) como a escala industrial, desarrollado y patentado por el Ing. Víctor Hugo Lorenzo. Este método tiene la ventaja adicional (además de no tener contacto con gases de combustión) que utiliza cortos tiempos y relativamente bajas temperaturas, se puede utilizar cualquier tipo de combustible, que se realiza simultáneamente el lavado del material y se tiene un mejor control del proceso. Su desventaja principal es que el material de salida es más húmedo y que se pueden perder algunos componentes. El segundo de ellos, utiliza vapor en la inactivación enzimática. Se cuenta con un equipo a escala piloto para realizar los ensayos que fue desarrollado por el Ing. Martín Barrionuevo y financiado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Tiene ventajas similares al caso anterior; pero se esperaría que se consuma más energía (Barrionuevo, 2007). Un tercer método, también desarrollado a escala piloto por el Sr. Norberto H. Laube y financiado por el INYM, consiste en utilizar alta frecuencia para el zapecado y secado (en forma simultánea del material) (Laube et al., 2008). Se utilizan tiempos muy cortos de procesamiento y sus principales desventajas es que se necesita un sistema de protección y que utiliza energía eléctrica, cuyo costo es muy variable en nuestro país. 281


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Secado (Schmalko et al. 2016) Esta etapa tiene por objetivo reducir el contenido de humedad de la yerba mate desde el 29-34% (base húmeda) hasta un 3-7% (base húmeda). Se utilizan tres tipos de secado (Prat Krikum et al., 1994): 1) Secado de tiempos largos (entre 6 y 24 h): Se lleva a cabo en secaderos discontinuos con flujo a través del lecho, denominados “Secaderos de catre” o barbacuá. 2) Secado de tiempos medios (entre 3 y 6 h): Se lleva a cabo en secaderos de flujo cruzado continuos, poniéndose el material sobre una malla, y se denominan “Secaderos de cinta”. 3) Secado de tiempos cortos (menores a 1 h): Se lleva a cabo en secaderos rotatorios o tubulares y neumáticos. Además, cabe mencionar que muchos establecimientos industriales incorporan una primera etapa de secado (de tiempo corto) denominada “presecado”. También existen otros desarrollos de secaderos de yerba mate; pero debido a su escasa utilización no serán descriptos. Los secaderos de “catre” son secaderos discontinuos, que tienen paredes de mampostería y una malla metálica sobre la cual se colocan las ramas en un lecho de 0,8 a1,2 m de altura. El gas para el secado (generalmente gas de combustión de leña y aire) se introduce por tubos, ubicados en la parte inferior y homogéneamente distribuidos, teniéndose una altura de 2-3 m entre los conductos de alimentación de los gases y la cinta con el material. El tiempo de secado puede variar entre 6-24 h. Los secaderos de “cinta” son secaderos continuos construidos de mampostería que pueden alcanzar longitudes de hasta 30 m y 5 m de ancho. Pueden existir secaderos de hasta 3 cintas superpuestas, o en otros casos cintas consecutivas. El gas de secado se introduce en la parte inferior por conductos uniformemente distribuidos, pasan a través del lecho de ramas y salen por chimeneas ubicadas en el techo. El tiro puede ser natural o inducido, utilizándose en este caso, ventiladores ubicados a la salida. El lecho de hojas tiene alturas que varían de 0,7 a 1 metro y el tiempo de residencia total de las ramas varía entre 3 y 6 h. Un problema que tienen estos secaderos es el diferente contenido de humedad que tienen las ramas en las diferentes alturas del lecho. Esto se debe a que las ramas que están en contacto con la cinta tienen contacto con gases de combustión que está a temperaturas elevadas (cerca de 100 ºC); mientras que las que se encuentran ubicadas en la parte superior del lecho, se ponen en contacto con gases de combustión a bajas temperaturas (cerca de 60 ºC). En un trabajo de simulación realizado por Peralta et al. (2007) encontraron que los contenidos de humedad de los palos variaban entre un 3% y un 40 % (base seca), en los niveles inferior y superior del lecho. En la industria, cuando se tienen 2 cintas superpuestas, se realiza cierta inversión de la ubicación de las ramas, es decir que las que estaban en la parte superior pasan a 282


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Agradecimientos Los autores desean agradecer los aportes fotográficos del Dr. Ricardo Medina; de la Ing. Agr. Belén Ketler y los insectos prestados por la Cátedra de Zoología Agrícola de Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste. También quieren expresar un especial agradecimiento a la Sra. Valeria Mambrín y a la Ing. Agr. Laura Fontana por la colaboración en las tomas fotográficas y armado de las láminas.

228


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Estudios sobre eficiencia térmica de secado y variables operativas 1 Se han realizado mediciones de la eficiencia energética que tienen los zapecadores y secaderos de cinta, partiendo de un balance de masa y energía y el consumo de combustible. Definiendo a la eficiencia energética como la relación porcentual entre la energía utilizada y la consumida (Schmalko et al., 2008; Holowaty et al., 2013; Kudra et al., 2004). La Tabla 2 muestra las variables medidas de humedad y temperatura medidas en 4 zapecadores elegidos de la provincia de Misiones entre 20 equipos medidos. Tabla 2: Datos requeridos para los balances medidos en los zapecadores.

Equipo

Zapecador A Zapecador B Zapecador C Zapecador D

Sitios

Propiedades de Gases/Aire

Condiciones de Yerba Mate

Ta (ºC)

Tw (ºC)

Y'(kgv/kg+as)

V (m3/h)

Humedad final (bh)

T (ºC)

Entrada

-

-

-

0,635

18

Salida

125

62

0,075

44.640

0,435

74

Entrada

-

-

-

-

0,64

23

Salida

110

51

0,055

49.650

0,41

76

Entrada

-

-

0,62

21

Salida

118

62

0,08

45.210

0,39

79

Entrada

-

-

-

-

0,62

16

Salida

112

57

0,065

43.545

0,33

68

En la Tabla 4 se presentan los porcentajes de la distribución de la energía en el zapecador. Estos datos se compararon con los de consumo energético en secaderos rotatorios obtenidos de la bibliografía (Kudra et al., 2004; Menshutina et al., 2004; Mujundar et al., 2007). Se puede observar que existen diferencias apreciables entre las eficiencias del equipo y el valor de la bibliografía. Las principales pérdidas de energía son en forma de calor, ya que los equipos en general son tambores de metal que no presentan aislación. La energía expresada como salida de gases no puede ser utilizada como recirculación por su elevado contenido de humedad. Esto haría solamente disminuir aún más la eficiencia. Un problema adicional, tal como se mencionó anteriormente, es la obtención de un producto libre de humo, ya se estudiaron alternativas del zapecado, aunque los resultados finales comparativos serán publicados próximamente.

1

Tema desarrollado en la Tesis de Doctorado en Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Misiones.

Desarrollada por el Autor de este capítulo. 284


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

-Sabedot, SM.; Milanez, JM.; García, FRM. & Chiaradia, LA. 1999. Biología de Gyropsylla spegazziniana (Lizer, 1917) (Hemiptera: Psyllidae) em laboratório. Acta Biológica Leopoldensia, 21. -Schapovaloff, ME. 2012. Tesis para optar al grado de Doctor en Ciencias naturales. “Diversidad y patogenicidad de especies de hongos entomopatógenos en insectos plaga de la yerba mate Ilex paraguariensisen la provincia de Misiones”. Universidad Nacionalde la Plata Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Director de tesis Dra. Claudia C. López Lastra y Co-director: Dr. Luis F. Alves. -Schapovaloff, ME.; Alves, LFA.; Fanti, AL.; Alzogaray, RA. & López-Lastra, CC. 2014. Susceptibility of adults of the cerambycid beetle Hedypathes betulinus to the entomopathogenic fungi Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae, and Purpureocillium lilacinum. Journal of Insect Science, Volume 14, Issue 1, 1 January 2014, 127. -Sosa, DA.; Barbaro, S.; Alvarenga, F.; De Coll, O.; Ohashi, D V.; Rybak, M. & Agostini, JP. 2011. Yerba mate. Manual de Campo. RIAN. INTA. INYM. -Mallmann, A.; Szepaniuck, AM.; Stertz, E. &Marmitt, LA. 2001. Controle da broca da erva-mate através da galinha-d’angola. Agroecologia e Desenvolvolvimento Rural Sustentável, 2(3), 13-17. -Morawicki, PM.; Díaz, CIF. & Tricio A. E. 1995. Ciclo de vida de Gyropyilla spegazziniana Psyllidae Homoptera. “Entomologia”, 3: 299. -Urretabizkaya, N.; Vasicek, A. & Saini, E. 2010. Insectos perjudiciales de importancia agronómica. I. Lepidópteros. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); Universidad Nacional de Lomas de Zamora; Universidad Nacional de La Plata. Page/s: 77. ISBN 978-987-1623-56-3.

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Tabla 4: Distribución y Eficiencia energética en zapecadores industriales que utilizan chip de madera como combustibles comparados con la bibliografía.2

BIBLIOGRAFÍA

ZAPECADOR A

ZAPECADOR B

ZAPECADOR C

ZAPECADOR D

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

%

Calor Generado

2744477

2863944

2936055

3258299

Secado (Eficiencia)

770195

28,1%

786840

27,5%

986831

33,6%

1186513

36,4%

45-80

Calentamiento Sólido

118237

4,3%

128000

4,5%

139304

4,7%

97380

3,0%

10

Salida del Producto

83666

3,0%

125048

4,4%

190217

6,5%

221195

6,8%

3

Salida de Gases

1002949

36,5%

1100183

38,4%

940115

32,0%

989640

30,4%

20

Pérdidas

768196

28,0%

723071

25,2%

679647

23,1%

763740

23,4%

2

Distribución

2

Tema desarrollado en la Tesis de Doctorado en Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Misiones.

Desarrollada por el Autor de este capítulo entre 2013 y 2017. 286


Cap. 16: Industrialización

Tabla 5: Distribución y Eficiencia energética en secaderos industriales tipo cinta dobles superpuestas que utilizan chip de madera como combustibles comparados con la bibliografía. (Secado Directo).

Distribución

Secadero Cinta A

Secadero Cinta B

Secadero Cinta C

Secadero Cinta D

Bibliografía

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

%

Calor Generado

1575195

1180712

1258450

1427000

Secado (Eficiencia )

426874

27,1%

290000

24,6%

285380

22,7%

172780

12,1%

55

Calentamiento Sólido

56436

3,6%

45000

3,8%

18870

1,5%

12560

0,9%

12

Salida del Producto

39954

2,5%

67000

5,7%

57246

4,5%

40038

2,8%

3

Salida de Gases

550601

35,0%#

300066

25,4%

310880

24,7%

564825

39,6%#

25

Calentamiento Aire

390419

24,8%

257745

21,8%

470350

37,4%*

426541

29,9%* sin datos

Pérdidas

110949

7,0%

220636

18,7%

115600

9,2%

208670

14,6%

2

287


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Tabla 6: Distribución y Eficiencia energética en secaderos industriales tipo cinta dobles superpuestas comparados con la bibliografía. (Secado Indirecto).

Distribución

Secadero Cinta E (I)

Secadero Cinta F (I)

Bibliografía

E(kcal/h)

η

E(kcal/h)

η

%

Calor Generado

1223774

1310536

Secado ( Eficiencia )

484353

39,58 %

532788

40,65 %

55

Calentamiento Sólido

38668

3,16 %

19042

1,45 %

12

Salida del Producto

39531

3,23 %

29827

2,28 %

3

Salida de Gases #

376700

30,78 %

353888

27,00 %

28

Pérdidas

284510

23,25 %

374978

28,61 %

2

288


Cap. 13: Enfermedades

ENFERMEDADES FOLIARES Entre los numerosos hongos que se asocian de distintas formas al follaje de yerba mate solo unos pocos causan verdaderos daños y preocupación a los productores yerbateros. Se destacan los causantes de Antracnosis (Colletotrichum spp.), del Hollín de la yerba mate (Asterina sphaerelloides); de la Mancha Negra (Cylindrocladium spathulatum), de Mancha gris o cercosporiosis (Pseudocercospora mate) y del Mal de la tela (Rhizoctonia sp.), además de algunas virosis. Se describen brevemente las micosis y virosis foliares más importantes.

Mancha negra Agente causal: Cylindrocladium spathulatum (sinónimo C. scoparium). Cylindrocladium Morgan (1892), es un género fúngico anamorfo de Calonectria, clasificado como Ascomycota, orden Hypocreales, de la familia Nectriaceae (Crous et al. (2006). Síntomas: La infección comienza por lesiones redondeadas muy oscuras, inicialmente de tamaño pequeño, que se expanden luego adquiriendo formas variadas (Fig. 1).

A

B

Figura 1: Síntomas de Mancha negra en hojas de yerba mate. A) Fotografía extraída de Ojedaetal (2016) donde se registró el teleomorfo; B) hoja de yerba mate con los síntomas característicos.

233


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

materia prima a lo largo del año, que se detallará en el punto siguiente. El producto en general se comercializa con contenidos de humedad del 2 al 6,5%. De acuerdo a lo manifestado por De Bernardi & Prat Krikum (2011), el rendimiento (kg de producto/100 kg de materia prima) en el periodo más adecuado para la cosecha (abril a septiembre) tiene valores entre el 34 y 38%; mientras que en periodo estival (diciembre a febrero) el mismo se reduce a valores del 29 al 32%.

Estacionamiento (Gómez Vara et al., 1979; Holowaty et al., 2017) El estacionamiento es un proceso en el que se mantiene la Yerba Mate durante cierto tiempo para que adquiera las características de sabor y color requeridas por los consumidores. Puede ser natural, acelerado o mixto. El estacionamiento natural El “estacionamiento natural” se lleva a cabo en depósitos, durante varios meses, en los cuales no se realiza prácticamente control de las condiciones ambientales. Los depósitos en general son de mampostería, techos de chapa y piso de madera o mampostería y las bolsas de Yerba Mate canchada son apiladas hasta alturas que pueden llegar a los 10 m. En general, las puertas y ventanas se mantienen cerradas para evitar el ingreso de plagas y polvo, abriéndose las mismas en forma esporádica para realizar una aireación (generalmente en los días cálidos, secos y soleados). El tiempo de estacionamiento varía de 6 a 24 meses dependiendo del establecimiento industrial y de la calidad deseada del producto. El estacionamiento acelerado El estacionamiento acelerado se lleva a cabo en cámaras acondicionadas durante un período de hasta 60 días. En estas cámaras se controla la temperatura (50-60°C) y la humedad relativa (hasta el 60%). Las cámaras están provistas de un sistema de circulación de aire para que el oxígeno, el vapor de agua y el calor lleguen al material, por lo que las bolsas deben ser estibadas para permitir que esto se realice adecuadamente. La circulación del aire se realiza en forma forzada con ventiladores. En algunos establecimientos se añaden, en algunas ocasiones, otros compuestos (p.ej. anhídrido carbónico, etileno, etc.). Las construcciones son de mampostería o chapa, los pisos de mampostería o madera y el techo de chapa; éste último se aísla con pinturas especiales para evitar la condensación de humedad y posterior goteo del condensado sobre las bolsas. Para el calentamiento del aire (con intercambiadores) y la adición de vapor se utilizan calderas del tipo humo-tubular. Un estudio sobre el procesamiento de la Yerba Mate que incluyó al estacionamiento acelerado fue llevado a cabo por Gómez Vara et al. (1979). En este trabajo se utilizaron temperaturas entre 50 y 70°C y periodos de tiempo de 20, 30 y 40 días. Estos autores 290


Cap. 16: Industrialización

reportaron que cuando se estacionaba a 65°C durante 27 a 30 días el sabor resultaba aceptable y que si se estacionaba en bolsas de polietileno el producto desarrollaba sabores desagradables. Al realizar el catado en mezclas que contenían un 50% del producto estacionado en forma acelerada y el resto con estacionamiento natural, el producto se podía considerar aceptable. Otro estudio sobre el estacionamiento acelerado se llevó a cabo simultáneamente al anterior por Känzig et al. (1979) en la Universidad Nacional de Misiones. En un primer trabajo se estudiaron las variables: temperatura, humedad, cantidad de O2 y CO2. La humedad del sólido se mantuvo constante controlando la humedad relativa del ambiente o sea la actividad acuosa. Se concluyó que se obtenían los mejores resultados cuando se trabajaba con temperaturas entre 55 y 65°C y contenidos de humedad del sólido del 6% base seca (humedad relativa del ambiente 50-60%), que la adición de O2 era beneficiosa al principio del estacionamiento y la de CO2 al final. La evolución del estacionamiento era seguida por medio del catado. De esta forma se obtuvo un producto similar al proveniente del estacionamiento natural (de 9 meses) en 30 días. A partir de estas investigaciones se desarrollaron las cámaras de estacionamiento acelerado de Yerba Mate. Estacionamiento Mixto Un sistema empleado en los últimos tiempos es el estacionamiento mixto, en el cual se controla la temperatura del depósito que varía entre 40 y 45 ºC. También se controla la temperatura de rocío del aire para evitar la formación de goteras en los depósitos. El tiempo de estacionamiento es menor al del estacionamiento natural, llevándose a cabo entre 6 y 8 meses. El grado de estacionamiento del producto es controlado mediante análisis sensorial con catadores expertos quienes deciden cuando el producto está en condiciones de ser consumido.

Trabajos de Investigación sobre Estacionamiento (Holowaty et al., 2017) Se estudiaron las variaciones en las concentraciones parámetros fisicoquímcos durante los tres tipos de estacionamiento tales como extracto acuoso, cafeína, los polifenoles totales, capacidad antioxidante y propiedades físicas como parámetros de color y el contenido de humedad en el sólido. Esto permitió obtener las siguientes conclusiones: El extracto acuoso disminuyó durante el estacionamiento, sin embargo, no existieron diferencias estadísticamente significativas entre los tres tipos de estacionamiento. En el estacionamiento acelerado, el contenido de humedad tuvo un pequeño incremento en los primeros días y luego se mantuvo constante. En los depósitos de estacionamiento mixto, se mantuvo constante; mientras que, en los depósitos de 291


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

estacionamiento natural, luego del incremento inicial, se encontraron variaciones con la temperatura del ambiente, con un incremento importante en los meses de invierno. El contenido de cafeína en el sólido no mostró diferencias entre el inicio y los valores hallados al final del estacionamiento en ninguno de los tres métodos de estacionamiento. La concentración de polifenoles totales en el sólido tuvo una leve disminución durante el estacionamiento, encontrándose la menor disminución en el estacionamiento acelerado. Se encontraron diferencias entre el inicio y el final del estacionamiento natural. Contrariamente a lo esperado, la actividad antioxidante tuvo un leve incremento en los tres métodos de estacionamiento. Los parámetros de color asociados a la luminosidad y a la pérdida de color verde tuvieron aumentos significativos durante el estacionamiento, en los tres métodos. En todos los casos los valores finales resultaron significativamente mayores que al inicio. Se estudiaron parámetros y componentes relacionados al sabor de la yerba mate en el extracto obtenido en forma de mateada con relación a los contenidos de sólidos solubles, cafeína, polifenoles totales, acidez (pH) y azúcares: fructosa, glucosa, sacarosa y maltosa. Se halló que: Los sólidos solubles mostraron variaciones menores al 10%. Los valores medios del contenido de solubles al final del estacionamiento mixto y natural, no mostraron diferencias estadísticamente significativas respecto del valor medio al inicio. La concentración de cafeína disminuyó entre un 9 y 41 % en los tres métodos de estacionamiento; siendo menores las pérdidas en el estacionamiento natural. En los tres métodos los valores medios son significativamente menores que al inicio del estacionamiento. La concentración de polifenoles totales mostró una disminución significativa en función del tiempo en los tres métodos de estacionamiento, entre un 13 y17 %. Durante el estacionamiento, el pH se incrementó levemente al principio del estacionamiento y decreció al final del mismo en los tres métodos. Sin embargo, estadísticamente el extracto se vuelve más ácido durante el estacionamiento natural. Este incremento no fue detectado en las evaluaciones sensoriales. • La concentración fructosa decrece en los tres métodos, hallándose diferencias significativas entre los valores medios al final y al inicio del estacionamiento. • En los métodos natural y mixto, la concentración de glucosa disminuye en función del tiempo de estacionamiento. No se encontraron diferencias significativas en el método acelerado entre el inicio y el final del estacionamiento. 292


Cap. 16: Industrialización

La concentración de sacarosa al final del estacionamiento fue significativamente mayor que los valores medios hallados al inicio. No se encontraron diferencias significativas al comparar las concentraciones finales en los tres métodos. La concentración de maltosa tuvo incrementos leves durante los primeros estadíos en los tres tipos de estacionamiento, luego disminuyó significativamente al final de cada estacionamiento. Se encontraron escasas correlaciones entre la variación de los atributos sensoriales y la variación de la composición química. Por lo tanto, no se pudo encontrar componentes químicos cuya variación de concentración pudiera reemplazar al análisis sensorial para determinar el grado de estacionamiento.

Perspectivas sobre Estacionamiento de Yerba Mate (Holowaty et al., 2017) Los métodos de estacionamiento han mejorado con la implementación de sistemas de control más eficientes, aún los sistemas de estacionamiento natural, donde no se modifican las condiciones del entorno y la yerba se somete a los efectos del clima. Fue necesario implementar sistemas de control o registro de humedad a fin de evitar que la Yerba Mate se “pique” o en términos técnicos, sobrepase la humedad máxima de equilibrio y la aw sobrepase el valor 0,6; permitiendo el crecimiento de hongos y la potencial proliferación de otros microorganismos. Algunas empresas han implementado sistemas de cámaras de estacionamiento acelerado, y debido a la elevada demanda de yerba mate hacia fines del año 2015 mencionaban (de manera informal), estacionamientos de 25 - 30 días de duración. El producto presentaba buen color y el sabor se corregía mezclando con otros productos de mayor tiempo de estacionamiento (Natural o Mixto). En cuanto al estacionamiento, actualmente se han considerado dos maneras adicionales de disposición del producto dentro de los depósitos de estacionamiento, en cualquiera de sus métodos. El primero de ellos es el llamado Big Bag, que son grandes bolsas que permiten el almacenamiento a granel de 400 - 500 kg. Según la información de algunos productores declaran “A la luz de los resultados de los ensayos, podemos asegurar que la utilización del big bag resultó óptima en las dos fases del proceso, el llenado y su estiba, reemplazando a las bolsas (guainonas) para el acopio o el estacionado del producto. Según las pruebas efectuadas, la capacidad de carga dentro de la cámara mejora en un 20% con respecto a las bolsas (de tamaño normal)” (Fuente: Diario El Territorio 28/06/14). Otra opción buscada y que ha sido implementado por algunas empresas es el estacionamiento acelerado a granel sin bolsas, con sistemas y/o conductos de ventilación/ aireación entre el producto en depósitos con capacidad 500 a 1000 tn. La implementación de dichos sistemas está en fase de prueba y no se han realizado estudios sobre ellos, más que la evaluación de catadores expertos de cada empresa que considera o no si el producto es apropiado para ser comercializado. 293


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Por lo tanto, una de las líneas de investigación sería estudiar los cambios que experimenta la Yerba Mate canchada en estos tipos de estacionamiento, de ser posible, el modelado matemático del comportamiento de algunas propiedades de interés en función del tiempo, la temperatura y la humedad a la cual son sometidos, ya que se debe considerar que los espacios “vacíos” que existían entre bolsas pequeñas ya no existen, y si bien aumentan la capacidad del depósito dificultan la migración de humedad y oxígeno, y posiblemente producen un perfil mayor de temperatura. El conocimiento del comportamiento de estos factores es fundamental para obtener un producto homogéneo y en condiciones de ser ofrecido a los consumidores.

Molienda final de Yerba mate (Schmalko et al., 2016) Se denomina molienda a una serie de operaciones que comprende la clasificación, trituración y mezclado, mediante las cuales los establecimientos adecuan el gusto de la Yerba Mate a los consumidores de diferentes regiones del país o países importadores (Kotik, 1994). La materia prima procedente de distintos lugares presenta diferentes características organolépticas, tipos de estacionamiento, sistemas de secado, contenidos de humedad, granulometrías y tonalidades. Estas variables son consideradas para obtener la mezcla adecuada de acuerdo al gusto del consumidor. En los establecimientos pequeños se realiza la denominada “molienda integral”, debido a su bajo costo de inversión. En la misma no existen las operaciones de separación y clasificación de hojas y palos y estos dos componentes son triturados en forma conjunta en un molino con rotor de cuchillas móviles con una criba de salida inferior con perforaciones del tamaño requerido por el industrial. En este sistema es imposible controlar los porcentajes de polvo, hojas de distintos tamaños y palitos. Normalmente, debido a la fricción de las partes móviles del equipo con las hojas, se tiene una pulverización no deseada, que aumenta el porcentaje del polvo. Existe un número importante de molineros pequeños que aplican este sistema, aunque el porcentaje de Yerba Mate procesada en los mismos es un porcentaje bajo respecto del total (Kotik, 1994). En los establecimientos más grandes se efectúan en general las operaciones de mezcla, limpieza, molienda inicial, separación de hojas y palos, molienda de cada fracción, separación por tamaño, mezcla de las diferentes porciones y envasado. La Yerba Mate canchada llega al molino en bolsas de arpillera o polipropileno de unos 40 -50 kg. Las bolsas son seleccionadas de acuerdo a la mezcla que se quiere realizar. Una vez abiertas, se realiza una inspección visual de su estado y luego el producto se vuelca en una tolva de alimentación, donde se realiza la mezcla de las distintas partidas, las que son depositadas en una zaranda de limpieza. La zaranda es cilíndrica (de 0,60 a 1 m de diámetro) y tiene chapas perforadas de mallas 5x70 mm o mayores. Se utiliza para eliminar los elementos extraños que puedan estar presentes como ser papeles, hilos, 294


Cap. 16: Industrialización

alambres y palos con un diámetro excesivo. Luego de esta etapa, el material pasa por diferentes electroimanes para retener los objetos de hierro que puedan estar presentes (tuercas, arandelas, pequeños trozos de hierro, etc.) y que puedan causar daños a los equipos de molienda. En la etapa siguiente se realiza una trituración gruesa, con el fin de uniformar los distintos materiales mezclados en la primera etapa. Esta trituración es llevada a cabo por un tipo especial de molino de martillo, que en la industria se denomina diablete. La separación de hojas y palos se realiza con zarandas rotatorias cilíndricas, que poseen chapas perforadas con aberturas de 3x70 mm. Los palos son nuevamente separados en dos tamaños. Los de menor tamaño pasan a un molino cortador de engranajes que gira a baja velocidad para evitar una fricción excesiva y por lo tanto la pérdida de la corteza de los palos. A estos equipos se los denomina “molinos pica palos”. Los palos de mayor tamaño se pasan por molinos de estructura más robusta que tienen un rotor con brazos que poseen cuchillas con diferentes ángulos en los extremos. En la parte interior de la carcasa se encuentran cuchillas fijas y en la parte externa, a lo largo de toda la cara lateral del cilindro, se encuentra una chapa perforada con aperturas de aproximadamente 5 mm para controlar el tamaño del material de salida. El rotor gira a velocidades que varían entre 500 y 1000 rpm, generando calor por el corte y la fricción, lo que hace elevar la temperatura de los palitos, produciendo una deshidratación parcial del material. Ambos materiales son almacenados en el “silo de palitos”. La molienda de las hojas se realiza con un molino que tiene un rotor con peines o planchuelas y tamiz de salida con perforaciones de aproximadamente 4 mm de diámetro. Las hojas son molidas por la presión ejercida por el rotor sobre las paredes hasta atravesar el tamiz. Otro equipo utilizado, es el denominado “trapiche”, que consiste en un cilindro metálico de baja altura, en cuya base, sobre un lecho de hojas, giran rodillos de hierro de forma troncocónica y de superficie estriada que trituran por compresión, con poca fricción, lográndose una baja producción de polvo. La hoja molida se separa en tres fracciones: polvo, hojas de tamaño pequeño y hojas de tamaño grande, las que son almacenadas en silos diferentes. Para la separación se utilizan cilindros rotatorios con dos tipos de tamices o zarandas planas con movimiento vibratorio producido con un eje excéntrico. Los silos son generalmente cilíndricos con un cuerpo inferior cónico y tienen en su descarga un dosificador volumétrico, para regular la porción de las diferentes fracciones y así obtener la mezcla deseada de polvo, hojas pequeñas, hojas grandes y palos. Estas fracciones se vuelcan en un tornillo transportador, donde son mezcladas, y luego elevadas hasta una tolva que alimenta la sección de envasado (Känzig, et al., 1979).

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YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Industrialización de la Yerba mate y alternativas La forma de consumo de la yerba mate más ampliamente difundida es como infusión obtenida a partir de la yerba mate elaborada, principalmente el mate. En menor medida se consume la infusión preparada a partir de los solubles en forma sólida. En los últimos años aparecen una serie de productos que pueden considerarse como no tradicionales. Al realizar una búsqueda de los productos ofrecidos en el mercado, se pueden encontrar otros usos, por ejemplo, como ingredientes de bebidas, comidas, productos de belleza, etc.

Concentrado de yerba mate y yerba mate soluble (Schmalko et al., 2016) La yerba mate soluble es producida en la región del Mercosur y consiste en un producto en polvo de color marrón-verdoso, soluble en agua, obtenido por deshidratación de la infusión acuosa de yerba mate. Se consume por lo general caliente con o sin el agregado de leche y/o azúcar. En la región también es conocido con otras denominaciones tales como yerba soluble, mate instantáneo, extracto de mate, concentrado de mate o extracto soluble de mate. La tecnología de producción varía y en algunos casos el proceso es específico de cada fabricante; sin embargo, la tecnología básica es común cualquiera sea el proceso y puede ser resumida en la Figura 3. Materia prima Agua caliente

Extracción

Residuos sólidos

Concentracción Aire caliente

Secado por atomización Mate soluble

Figura 3. Esquema de producción de mate soluble. 296

Polisacaridos de alto peso molecular


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Hollín de la yerba mate Agente Causal: Asterina sphaerelloides Speg. Asterina sphaerelloides es un hongo perteneciente al filum Ascomycota. El género Asterina es otro integrante de la clase Dothideomycetes que produce ascos bitunicados. Son hongos propios de regiones tropicales y subtropicales (Hoffman & Piepenbring, 2006). Síntomas: Se observan sobre distintos órganos, pero principalmente en follaje. En la superficie abaxial de las hojas inicialmente se presentan áreas cubiertas de micelios negros evanescentes, de forma circular y de distintos tamaños, con apariencia de un tela de araña de color oscuro, que pueden confluir cuando el ataque es severo, llegando a cubrir las superficies foliares completamente o en forma parcial, sobre ambas caras foliares (Fig. 5).

Figura 5: Hojas y ramas nuevas de yerba mate con síntomas de hollín.

Las “manchas” negras, se pueden observar a ambos lados de la lámina foliar, pero las más frecuentemente observadas y de mayor tamaño se encuentran en la cara abaxial de la hoja (Rybak et al., 2012, 2014). Son en realidad áreas de la superficie foliar cubiertas de micelio oscuro del parásito. El patógeno es un hongo biotrófico de estructuras coloreadas (Fig. 6); sus colonias se pueden encontrar también cubriendo la superficie de ramas jóvenes. Este hongo también es llamado “oídio negro”, e introduce sus haustorios a las capas superficiales del tejido epidérmico y sub-epidérmico de las plantas, sin invadir los tejidos parénquimáticos. Ocasiona la disminución de áreas de fotosintéticas y causa la clorosis de los órganos invadidos en forma lenta. 236


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Existen muy pocos trabajos desarrollados en este tema con yerba mate. Crotti & Ramallo (2006) estudiaron la adición de calcio y vitamina C para fortificar saquitos de yerba mate, cubriendo un 40% de los requerimientos diarios en la fortificación con vitamina C y 25% del calcio. Al realizar un análisis sensorial del producto desarrollado, los evaluadores encontraron diferencias respecto al producto original cuando se añadió la vitamina C. Al realizar la prueba de atributos, concluyeron que la solución obtenida con el producto fortificado presentaba una apariencia más clara y traslúcida. También encontraron diferencias entre el producto original y el fortificado con calcio, prefiriendo el original. En la tesis denominada “Desarrollo y evaluación de la efectividad de un alimento funcional para la prevención de la deficiencia de hierro”, Sanchez Boado (2008) estudió el efecto que se tenía sobre la adsorción de hierro, la adición directa de vitamina C a la yerba mate para ser consumida como mate. Si bien no se pudo comprobar estadísticamente el efecto, se encontraron resultados promisorios por lo que se realizaría este trabajo con una población mayor para tener resultados estadísticamente significativos. En la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales (UNAM) y financiada por el INYM, se desarrolló un sistema de entrampamiento de minerales y vitaminas en matrices formadas por polvo de yerba mate y maltodextrina. Con la adición de estos compuestos entrampados con una matriz, se controla su liberación durante el consumo del mate. De esta forma se evita el impacto desagradable que se tiene en las primeras cebadas del mate (Schmalko, 2012). Actualmente en el mercado se pueden encontrar saquitos de yerba mate fortificadas con vitaminas A, C y Zinc.

298


Cap. 13: Enfermedades

Figura 6: Micelio aracnoideo con numerosos hifopodios y escutelo estromático de A. sphaerelloides.

El micelio negro de crecimiento en zig-zag, es característico en este hongo. Forma un entramado en redecilla o tejido superficial abierto y ralo durante la mayor parte del año, volviéndose más espeso y costroso en los meses de primavera (Arntzen, 2015). Importancia: Aunque parezca raro por el grado de superficies cubiertas por el hongo, este tipo de infección no produce la abscisión de las hojas, las que permanecen infectadas por varios meses sin que haya defoliación por causa del patógeno. Esto se debe a que el desarrollo fúngico es superficial, es decir, sin invasión profunda de los tejidos de la planta, por lo tanto interfiere poco en forma directa en el metabolismo del vegetal.

237


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

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300


YERBA MATE. Reseña Histórica y Estadística. Producción e Industrialización en el siglo XXI

Mal de la tela Agente Causal: Rhizoctonia solani Khun. Rhizoctonia solani / (teleomorfo Thanatephorus cucumeris), es un complejo patógeno de plantas de distribución mundial, con un rango de hospedantes muy amplio. Corresponde en su forma perfecta al filum Basidiomycota. El anamorfo corresponde a la clase Agonomycetes, orden Agonomycetales, cuyos miembros también son conocidos como “micelia sterilia”. R. solani presenta hifas con ramificaciones en ángulo recto y citoplasma vacuolado, hialinas cuando jóvenes y coloreadas a la madurez (Fig. 7). La hifa vegetativa joven presenta un suave estrangulamiento en la inserción de cada brazo o ramificación, seguidamente se forman septos en cada brazo de ramificación de la hifa, muy próximos al punto de bifurcación. Algunas hifas producen ramificaciones múltiples, generando varias hifas en cuyos extremos se forman hifopodios lisos y basidios (Arntzen, 2015).

Figura 7: Hifas de Rhizoctonia solani. http://www.forestpests.org/nursery/ rhizoctoniablight.html

Las hifas se entrelazan para formar cordones sobre la superficie de la planta, los que al oxidarse toman color pardo. A medida que avanza la enfermedad se forman esclerocios (estructuras de resistencia), que forman un cojín denso de forma de ampolla. Estas estructuras son las que permiten que el hongo sobreviva de un año a otro, ya que permanecen adheridas fuertemente a la corteza de las ramas durante otoño e invierno. Importancia: El mal de la tela es una enfermedad que produce defoliaciones muy importantes afectando la producción de las plantas infectadas, especialmente en montes yerbateros viejos, donde todo el árbol puede mostrar micelios del hongo patógeno (Arntzen, 2015). En Brasil se asocia a este fitopatógeno junto a Fusarium sp., y Pythium como los principales géneros asociados a la pudrición de raíces de yerba mate en almácigos o en plantines ya trasplantados (Poletto et al., 2007). 238



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