Conocimientos y Concepciones que fundamentan las Prácticas Docentes Autora : Prof. Nilda Sarnachiaro.(*) ENFOQUES DIDACTICOS En el trabajo que presentamos, para referirnos a los conocimientos y concepciones que fundamentan las prácticas docentes, consideraremos a la Enseñanza como una práctica social y pedagógica compleja. Los docentes a lo largo de su vida – historia profesional y educativa – y en función de estos conocimientos y concepciones; toman decisiones en sus prácticas. Estas influyen en las acciones que realizan y se integran en enfoques didácticos. Aquí intervienen valores, creencias, conocimientos e ideologías, como así mismo factores socio-culturales - históricos e institucionales.
Enfoques didácticos: Los enfoques didácticos son modelos teóricos de interpretación de la denominada tríada didáctica: (contenidos-docentes-alumnos), y de los llamados componentes didácticos curriculares (objetivos – contenidos – estrategias – evaluación). En función de la bibliografía consultada, pasaremos a referirnos a distintos enfoques. Cada uno de ellos se basa en una concepción del conocimiento, de enseñanza, de aprendizaje, de estrategias y de evaluación. Nuestro objetivo es caracterizar a cada enfoque. El lector podrá o no ubicarse, en uno u otro enfoque.
Enfoque Tradicional: Se basa en una concepción denominada “transmisiva de las verdades”. Transmisión de la cultura, conocimientos que se consideran como verdades permanentes. Esta postura se apoya en una concepción racional del conocimiento. Los contenidos son listados de temas, presentados de manera fragmentada, los que luego son memorizados por los estudiantes. La Ciencia constituye la condición de incuestionable. ¿Cómo se produce el aprendizaje? Por recepción, de parte de los alumnos, de la información brindada por el profesor y los libros de textos. Hablamos de la teoría de la “mente depósito”. La estrategia de enseñanza que más se utiliza, es la exposición – clase magistral, la que a veces puede caer en un verbalismo excesivo, en perjuicio de la experiencia vivida y la actividad de construcción del estudiante. En la evaluación se comprueban resultados en términos de evaluación memorizada. El papel del docente, podríamos decir que es protagónico. El alumno es un receptor del conocimiento, tiene una actitud pasiva. Se priorizan los contenidos en función de la lógica de la disciplina, alejados de los intereses y necesidades evolutivas de los alumnos. El método se centra en la lógica de la disciplina y habilidad personal del docente. La evaluación consiste en constatar la asimilación / memorización. El recurso fundamental es el libro de texto. Enfoque Tecnicista: La enseñanza es una actividad científica, rigurosa y eficaz. Se habla de la pedagogía por objetivos. Los valores son la eficacia y la eficiencia. Lo importante es la planificación detallada. Se instala la racionalidad instrumental. Los contenidos son algo dado, hay una concepción epistemológica positivista. Las verdades son acumulativas. El método experimental es la vía de acceso al saber objetivo. La psicología conductista fundamenta teóricamente este enfoque. Se priorizan los objetivos cognitivos. Los contenidos, las estrategias y la evaluación, son subsidiarios de los objetivos. El profesor ejecuta el currículum elaborado por especialistas, y el alumno concreta las tareas de aprendizaje. La realización de pruebas objetivas previas y finales es una forma de medir el grado de consecución de los objetivos previstos. Enfoque Activo: Enfoque también denominado “espontaneista”, corriente pedagógica que considera que la Educación prepara para la vida, se da en la vida y coloca al alumno en el centro de la reflexión. Podemos decir que con este modelo se opera un bio-psicologismo en la Educación, basado en los siguientes aspectos: • El alumno, sus intereses y necesidades, pasa a ser el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje; • El docente acompaña – guía el proceso de desarrollo, favoreciendo el cambio y la adquisición de habilidades, actitudes y valores social e individualmente asociados; • La estrategia metodológica es la que privilegia el aprendizaje a través de la acción.
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Se intenta facilitar el desarrollo de la autonomía y la auto-realización personal. El alumno es el centro de la tarea. Este enfoque se contrapone al tradicional, criticando aquella postura sentada en una estructura jerárquica y de dominación. La concepción epistemológica que subyace es el relativismo, en tanto el conocimiento escolar es concebido como producto abierto, generado a través de un proceso espontáneo de apropiación. Los contenidos curriculares se seleccionan a partir de los intereses de los alumnos, vinculados a la resolución de problemas. La planificación es abierta y contextualizada. La evaluación deja de ser un instrumento de calificación y sanción en este sentido, dado que la participación de los alumnos es fundamental para analizar la marcha del proceso. Algunos autores critican que el excesivo énfasis puesto en los intereses de los alumnos podría llevar a la ausencia de aprendizajes significativos, sobre los conocimientos socialmente valiosos. Enfoque Problematizador: Este enfoque se presenta como una propuesta alternativa a las limitaciones de los enfoques anteriores. En estas explicitaciones no debemos dejar de considerar que cada enfoque realiza aportes y presenta limitaciones. La propuesta del enfoque problematizador está encuadrada en la didáctica constructivista y crítica. Se denomina así porque asume una perspectiva crítica-reflexiva en relación con el contexto, y con todos los componentes didácticos. En este enfoque, si nos referimos a la función de la educación, afirmaremos que la escuela debe formar sujetos activos, autónomos, críticos, creativos, capaces de convivir democráticamente y de comprender el mundo circundante. También de esta manera, la Educación puede promover el cambio social, a través de la formación de personas críticas – comprometidas y capaces de transformar la realidad (postura crítica). Se intenta superar la disociación entre teoría y práctica en la enseñanza. Tanto en la didáctica constructivista como crítica, el sujeto construye su conocimiento a través de la interacción con el entorno social, cultural y natural. El docente actúa como mediador entre el contenido y los alumnos, proporcionando las ayudas necesarias para que el sujeto avance progresivamente en la apropiación significativa de los saberes. Aquí se enseña desde el punto de vista disciplinar, lo que es epistemológicamente relevante, se interpretan los intereses y necesidades de los alumnos en relación con las intencionalidades educativas y los requerimientos del contexto socio-económico, histórico y político. Este modelo se basa en el desarrollo profesional del docente, como práctico – reflexivo, e investigador de los problemas que surgen en los procesos de enseñanza y aprendizaje. El contenido no es asumido como verdad absoluta, neutral y a-histórica, ni tampoco como producto abierto de un proceso espontáneo, sino que el conocimiento escolar es el producto abierto de un proceso orientado. Se trata de una construcción social. El docente y los alumnos son protagonistas del proceso de enseñanza y aprendizaje. Se articulan los contenidos relevantes con los intereses de los alumnos. La planificación es considerada una hipótesis de trabajo que se irá reformulando durante el proceso. Se supera la dicotomía entre significatividad epistemológica y psicológica, se incorpora la significatividad didáctica, que articula las intenciones educativas, en términos de conocimiento deseable, con los intereses de los estudiantes, expresados como problemas a investigar, a través de una metodología investigativa. Evaluar significa realizar un seguimiento riguroso y significativo del desarrollo práctico de la hipótesis de la enseñanza (planificación), para realizar las adaptaciones que resulten necesarias. El conocimiento es una construcción realizada a través de cambios evolutivos de conceptos. Esta construcción es modificable y constituye el fruto de la interacción activa y productiva del sujeto con su ambiente. En la enseñanza se favorecen los aprendizajes grupales y la construcción del conocimiento, aquí en los aprendizajes hay una implicación activa de los sujetos, que significa definición de problemas relevantes, la contrastación de las ideas previas con los nuevos conocimientos, y las evidencias de la realidad investigada. La evaluación es un proceso permanente de análisis y reflexión acerca de la propuesta de enseñanza y los emergentes de su puesta en acción. Habermas-Gadamer, hablan de que: “la educación, especialmente en el proceso de enseñanza, constituye en esencia una situación de comunicación, en el cual se ponen en relación matrices culturales complejas y se trabajan distintas significaciones con el fin de expresarlas, negociarlas y crearlas.” Beatriz Fainholc sostiene que no se puede considerar la educación aislada de la comunicación, y ésta aislada de la tecnología en el mundo que nos toca vivir hoy. Junto con la comunicación, hoy la
información es el elemento necesario para cualquier vida organizada. La información opera de tal modo en la mente humana y en los grupos sociales, que crea necesidades, los moviliza y tarde o temprano se producen cambios en el orden social, económico, cultural y político. Mientras pedagógicamente existen esfuerzos que suponen modelos constructivitas y dialógicos, donde no hay emisores ni receptores, sino interlocutores válidos que parten y vuelven a la realidad. La misma autora dice que debe superarse la vieja confusión que vinculó la comunicación con los medios. Esto es posible siempre que se proponga una educación autónoma, crítica, libre y transformadora, posibilitada por una comunicación, mediatizada o no, participativa y crítica. Beatriz Fainholc vincula los fenómenos y tareas de la comunicación y la educación, así se refiere a: • El docente, al profesional de la salud, como comunicador social. • El diseño de material mediatizador de experiencias de aprendizaje. • La utilización combinada de multimedios, tanto en la educación formal como en la no formal. • El protagonismo comunicativo de las personas en sus procesos de percepción – aprendizaje. • El aprendizaje de la decodificación crítica de mensajes, impresos, audio y visuales. • El uso educativo y no manipulador de los medios de comunicación social como un servicio público. • El mejoramiento de la comunicación intra-institución, servicio, escuela, comunidad. Según Prieto Castillo, es necesario que hablemos de perceptores como usuarios activos y no como receptores pasivos. No se trata de acudir a medios sofisticados, sino rescatar el hacer cotidiano de la gente. Gente que busca alternativas, personas abiertas, preparadas para cambiar las múltiples ideas y esferas de actividades, y resistentes para enfrentar los problemas. Las herramientas son: ensayar, probar, investigar y equivocarnos, así podremos formar personas más seguras, cautas, capaces de abrir juicios y sacar conclusiones. BIBLIOGRAFIA • Beatriz Fainholc. La Tecnología Educativa Propia y Apropiada. Ed. Humanitas. Capítulo II: El Aporte de la Ciencia de la Comunicación a la Educación. 1995 • Contreras, Domingo J. La autonomía del profesorado. Madrid. Morata. 1997. • Ferry, G. “Pedagogía de la formación. Formación de formadores. Serie de documentos”. Vol 6 . Bs. As. 1997 • Furlan, A. La metodología de la enseñanza. En Furlán y otros. Aportaciones a la didáctica en nivel superior. México. UNAM. 1983 • Gimeno Sacristán , J. La pedagogía por objetivos. Obsesión por la eficiencia. Madrid. Morata. 1990. • Kuhn, T. La estructura de las revoluciones científicas. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 1990. • Lakatos, I. La historia de las ciencias. Madrid. Tecnos. • Moran Oviedo, P. Instrumentación didáctica. Perfiles educativos. México. U.NA.M. 145-221. • Schon, D. A. La formación de profesionales reflexivos .Barcelona. Paidós 1992
Prof. Nilda Sarnachiaro. Especialista en Docencia Universitaria Asesora pedagógica Facultad de Medicina. Asesora Pedagógica por concurso del Departamento Pedagógico de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste.. (*)