Enriquecer el contenido
ENRIQUECER EL OBJETIVO Uno de los principales riesgos y amenazas en el logro de los objetivos es la falta de motivación, la falta de ganas para asumir con decisión el reto propuesto. La causa fundamental de esta falta de motivación reside muchas veces en la forma en que se comunica el objetivo al colaborador. Al transmitir los objetivos debo hacerlo con claridad, proporcionando información suficiente y transparente, pero, además, es necesario lograr que el colaborador se ilusione por alcanzarlos y se comprometa con ellos. En esto juega un papel fundamental nuestra capacidad para “enriquecer el objetivo”. Para entender este concepto hagamos un pequeño ejercicio. Se te presentan estos dos menús ¿cuál elegirías?
MENÚ NUMERO 1 Gambas con piña, lechuga y salsa rosa Cerdo con verduras Mousse de chocolate
MENÚ NÚMERO 2 Góndola de piña natural y gambas Lechón flambeado al oporto con escolta de verduritas gratinadas. Espuma de chocolate y pasión
En ambos casos los comensales comerán lo mismo, sin embargo es probable que no lo hagan con la misma ilusión y motivación. La única diferencia está en la forma de presentar el plato. Para enriquecer el objetivo es imprescindible entablar un diálogo abierto y sincero con el colaborador en el que le exponga toda la información que necesita para “ilusionarse” con el reto propuesto: 1
Qué tiene que conseguir Por qué tiene que hacerlo Para qué tiene que hacerlo En cuánto tiempo Cómo y por qué se le va a evaluar
Pero ahí no acaba la cosa. Es necesario dar la oportunidad al colaborador para que exprese su opinión sobre el reto propuesto y asegurar que está comprometido con el mismo.
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