Proyecto perros callejeros. (Nombre pendiente)
Para comenzar a agrupar, elegí enfocarme en las distintas situaciones en las que se puede encontrar a los perros callejeros desde distintos puntos de vista y bajo distintos criterios. A estas instancias les llamé “estados” del perro callejero. Los tres primeros temas de donde se desprende el resto de la información son: el estado probable, el estado connotado y el estado activo.
Estado Probable Estado de los perros sujeto a comprobaci贸n mediante evidencia emp铆rica.
Perro Muerto. No hemos visto perros muertos dentro de la ciudad, a nuestro juicio debido a que la actividad de la misma no permite que permanezcan por mucho tiempo en el sitio, y a que los perros han incorporado las variables de la ciudad dentro de su comportamiento para mejorar sus opciones de sobrevivencia, por lo que es poco probable que esta situación suceda (en forma accidental por lo menos). Hemos querido mencionarlo de todas maneras, pues se produce un efecto dentro de la ciudad con respecto a la muerte. Si hemos visto perros muertos, no tanto en el medio de la ciudad pero en sus carreteras (probablemente porque la dinamica de movimiento es distinta y los perros se desorientan). Y no solo perros, sino gatos y aves. El impacto que tiene este evento dentro o en los alrededores de la ciudad está relacionado a la forma en la que los humanos como sociedad hemos expulsado a la muerte del diario vivir. Las tribus en la antiguedad convivían con la muerte en forma un poco mas cercana. Los pueblos nómades debían cazar su comida. En las granjas es necesario matar al ganado que será fuente de alimento y materiales. La muerte en la guerra es una situacion que nunca se ha incorporado por la razón obvia de que atenta contra la vida de nuestra misma especie, y sin embargo es posible que en tiempos violentos la comunidad haya tenido una conciencia mas cercana de la muerte.
Hoy en dia la muerte es una situación que experimentamos muy poco, que hemos aprendido a predecir, a retrasar y a ocultar. Ese es el punto que hace que la precencia de los perros- o animales muertos en la ciudad sea tan impactante: existen una serie de rituales practicados a la hora de la muerte dedicados a preservar el cuerpo. Existe todo un misticismo en gran medida relacionado con las religiones, que nos impulsa a convertir la muerte en un acto solemne, sagrado. Un cadaver en la calle (dejando de lado el aspecto obvio de la salud pública) es una violación a este sistema, es una recordación del estado no embellecido de la muerte: la degradación del cuerpo sin la oportunidad de ser significada.
Perro Enfermo. (Por averiguar, lista de enfermedades frecuentes en perros callejeros, cuales son contagiosas o tienen impacto en el ser humano, cuales presentan sintomas visibles, comportamiento de los perros callejeros, causas de la agresividad.)
Perro Sucio. Los perros callejeros son asociados con la suciedad. Esto es en mayor o menor medida cierto, los perros callejeros encuentran su alimento en la basura cuando no tienen la alternativa de un dueño no-oficial. Sin embargo dentro de Valparaíso no nos hemos encontrado con demasiados perros de mal aspecto. Según los descubrimientos que realizamos sobre la forma en la que los trabajadores callejeros “apadrinan” a los perros, en general se encuentran en buenas condiciones.
Perro Apadrinado. El perro apadrinado es el perro inserto en la actividad de la ciudad. Sus conductas se han asimilado como parte de la experiencia de la calle porteña, junto a los ruidos, la arquitectura, los personajes, etc. Los actores que han conducido su insersión dentro de la actividad han sido los trabajadores callejeros, quienes por la naturaleza de su actividad se relacionan en forma directa y constante con estos animales. Los perros apadrinados circulan en un sector definido por la cercanía de estos padrinos. Dentro de estas áreas estan sus refugios y su fuente de alimento. Es notable que se encuentran en condiciones fisicas bastante buenas considerando el estilo de vida que llevan expuestos a la intemperie. Los perros que no tienen padrino, según lo que hemos descubierto, son aquellos que emigran de otros lados. Sólo podemos explicar este aumento constante en la población por el abandono que no disminuye. El número de perros apadrinados es constante. Hay un grupo cerrado de animales por los que los padrinos responden, y evitan con mucha dificultad seguir sumando miembros a esta familia, pues mientras mas perros aceptan se hace mucho mas difícil el cuidado de estos mismos y a su vez la actividad humana. Los perros apadrinados estan en equilibrio con la cantidad de transeúntes. No superan un número que llame demasiado la atención, a excepción de cuando se les ve jugando juntos. De esta forma y no otra, es posible que sean aceptados pasivamente como lo son, pues hemos corroborado que el público no los considera molestos salvo cuando se producen eventos que atentan particularmente con el ritmo de la actividad humana, como en el caso de ataques o molestias de otro tipo a los transeúntes.
Estado connotado Estado de los perros producido por y dependiente de la percepci贸n humana.
Perro libre*. De este estado se desprenden todos los otros. Los perros callejeros tienen una participación particularmente privilegiada dentro de la ciudad, como el resto de los animales que la habitan. Estos miembros de la comunidad tienen su hogar en el espacio creado por la gente, pero no tienen que apegarse a ninguna de las normas de conducta ni al sistema social, por supuesto, pues estas son construcciones basadas en el razonamiento. Los perros tienen en general, la libertar de manifestar en forma pública las urgencias instintivas que los humanos hemos reprimido mientras construimos la llamada “civilización”. La libertad de manifestarse en forma deshinibida, despreocupada de horario o espacio, como aparearse en la calle, cuyo paralelo humano seria escandaloso, o iniciar una pelea, situación reprochada socialmente. La clave está en la interacción en donde ambas partes se han adaptado. La gente ignora estas situaciones racionalizandolas e intentando evitarlas. Por otro lado, los perros han incorporado la actividad humana como parte de su hábitat y manejan las variables moldeando sus conductas a ellas, como por ejemplo cruzar las calles en los puntos en que los humanos lo hacen o identificar los puntos de encuentro de humanos como posible refugio y fuente de comida.
Perro choro. El perro choro es el que se adhirió al paradigma de lo “popular” en Chile. El vínculo con estos animales es mucho mas estrecho con los trabajadores callejeros e indigentes, gente modesta y de personalidad y aspecto caracteristicos. En casi todos los casos descubrimos que lejos de sentirse estorbados por la presencia de los perros, ellos son los que velan con mayor énfasis por su bienestar, mientras el resto del público se preocupa de su propia comodidad. Especificamente en el caso de los indigentes, creemos que además de la compañía constante que se prestan a lo largo del dia, otro motivo para la solidez de su relación está en la situación de desamparo en la que ambos se encuentran. Hay una suerte de identificación que posiblemente se genera y que nosotros podemos vislumbrar por medio de la observación. El personaje popular tiene diversas caras, algunas mas aceptadas que otras. El “viejo chicha”, el vendedor de motemey, los chinchineros, los cartoneros; todos cuya actividad los relaciona a la calle, y en cada caso los perros callejeros se encuentran presentes, o por lo menos no podrían considerarse como inapropiados a la imagen. Dentro del estereotipo estos personajes son de carácter espontáneo y sencillo. Las actividades de los perros, libres de ataduras eticas o normas sociales, los sitúan con frecuencia en situaciones curiosas, como interrumpiendo actos públicos o situaciones solemnes.
Perro violento. Los perros violentos son mas que nada una imagen que la gente se crea a partir de casos particulares. No podemos negar que existen perros mas propensos a responder en forma agresiva, pero estamos seguros de que sus conductas responden al aprendizaje que han generado a lo largo de su propia experiencia en las calles. De alguna forma, las vivencias los llevaron a construir sus respuestas de esa forma, nos inclinamos a decir que es debido a los maltratos recibidos por parte de los humanos, aunque tenemos el caso contrario de perros muy sumisos que nos hace dudar. Sin embargo los ataques son aislados y nos sentimos bastante confiados en decir que son siempre causados por situaciones especĂficas fuera de los comĂşn.
Estado activo Estado de los perros en su actividad registrado por medio de la observaci贸n neutral.
Perro jugando. Manifestaci贸n bastante clara de la libertad que posee el perro en relaci贸n con los humanos.
Perro durmiendo. El perro durmiendo es casi imperceptible, se mezcla un poco con el fondo. De todas maneras le añade una sensación de tranquilidad al paisaje, en contraste con la actividad humana. La gente siempre ignora a los perros callejeros por la costumbre que existe de verlos a diario. Sin embargo, los perros durmiendo son la máxima expresión de la situación contraria: los perros ignorando por completo a los humanos.
Perro Muerto
Perro Perro Perro Enfermo Sucio Apadrinado
Estado Activo
Estado Connotado
Estado Probable
Perro Libre
Perro Choro
Perro Violento
Perro Jugando
Perro Durmiendo
Existe un sistema de interacción entre los perros y los habitantes de la ciudad; aquellos que los ayudan claro. A estas personas las llamamos “padrinos” pues no son los dueños oficiales de los perros callejeros y sin embargo responden por ellos hasta cierto punto, velando por su bienestar.
Hasta el momento durante los viajes realizados a constatar la relaci贸n entre los perros callejeros y los habitantes de Valpara铆so habiamos puesto atenci贸n en la forma en la que las personas hab铆an aceptado la presencia de estos animales, adaptando ciertas situaciones dentro de su quehacer diario en la ciudad, pero pasamos por alto el caso opuesto en el que los mismos perros convirtieron las estructuras de la ciudad en sus propios refugios. No es tanto que la gente construya lugares para los perros, sino que ellos mismos han ocupado los espacios; rincones, hoyos y esquinas que son identificables por la gente como el sitio de descanso de los perros. Estos mismos lugares, luego de ser descubiertos por aquellos que optan por ayudar a los perros, son acondicionados con cartones, alfombras viejas e incluso en un caso, con colchones.
Estos perros, al igual que la gente que vive y trabaja en la ciudad, tienen un itinerario mas o menos definido y dependiente de actividad humana. Y es conveniente que expliquemos como se comportan las personas en función de los perros callejeros; específicamente aquellas que se involucran activamente en su cuidado. A lo largo de las calles y con frecuencia modulada dentro de las cuadras podemos identificar distintos hitos marcados por los personajes que lo habitan: la dueña del kiosko de la esquina; los empleados del aseo; el cuidador de estacionamiento; la señora de los diarios; el portero del edificio. Cada par de metros nos encontramos con una de estas personas que crean un área dentro de la cual los perros que la frecuentan son protegidos, alimentados, abrigados y queridos. Y estos perros por lo general son siempre los mismos. Conocen a sus “dueños”, no se alejan demasiado del límite indefinido de su refugio y siempre vuelven. Incluso algunos son puntuales a la hora de aparecer para recibir la “once” o el “desayuno. Esto se explica mejor en un caso en el cual un matrimonio baja diariamente de su hogar en uno de los cerros al plan con comida y remedios, siempre a la misma hora al caer la noche, en donde los perros de la plaza Anibal Pinto los esperan infaltablemente. Similar es la situacion de los empleados del aseo, que revisan las bolsas de basura que recogen y cada vez que encuentran un resto de comida en buenas condiciones, lo dejan en un rincón sobre un papel o se los dan de la mano a los perros que los siguen durante todo su recorrido.
Además de alimentarlos y protegerlos, estos dueños no-oficiales tambien se preocupan de su salud, lo cual significa otro punto importante, pues el aspecto desaseado y las enfermedades son en gran medida el motivo por el cual la comunidad de transeúntes los rechaza. Con respecto al aumento en la poblacion de perros, nos informamos de que hace un par de años el municipio realizó un catastro para determinar el numero de animales en las calles, además de esterilizarlos. La medida no tuvo el efecto deseado pues, como nos contaba uno de los dueños no-oficiales, la masa de perros va moviéndose y cambiando; llegan desde otros sectores, bajan del cerro. La gente sigue abandonando perros, por lo que continúa habiendo un grupo fértil que extiende el número. Son pocos, pero contamos personas que identifican a las perras preñadas que se refugian en rincones para tener a sus crias. Los perros pequeños no pasan mucho tiempo abandonados. Cuando tienen pocos meses de haber nacido son mas bonitos y la gente se los lleva, quedando la madre en el lugar. La persona “encargada” de esa área la lleva al veterinario para ser esterilizada, de esta forma evitando el continuo aumento de perros en su sector y facilitan su cuidado. Existe un programa municipal en el cual estan inscritas ciertas clinicas veterinarias (por averiguar). Los vecinos, acreditando su residencia, pueden llevar a un perro a estos lugares y ser atendidos en forma gratuita. No hemos oido que la gente tenga conciencia de esta medida.
Los padrinos cuidan de los perros, pero encontré que son los indigentes quienes conviven directamente con ellos, y se relacionan mucho más visualmente. Hay una pequeña instancia de identificación en el estado de desamparo de ambos.
TaxonomĂa de los perros callejeros
Luego de encontrar un par de referentes sobre la genealogía de los perros de raza, me pareció interesante categorizar a los perros callejeros por sus caracteristicas físicas, generando una serie de patrones que podrian considerarse “razas”. Las variables que se consideraron en la categorización fueron: - Tamaño - Forma de las orejas - Largo de las patas - Contextura - Tipo de pelo Cada una de las cuales se descompone en subgrupos
- Tama単o grande / mediano / chico - Forma de las orejas conicas / redondas / caidas / largas - Largo de las patas largas / cortas - Contextura macizo / esbelto - Tipo de pelo muy corto / corto / chuzo / peludo / liso Con estas variables fue posible generar 21 grupos dentro del total de cerca de 70 perros fotografiados.
Perros grandes
Perros grandes Orejas caidas, pelo muy corto, esbeltos.
Perros grandes Orejas caidas, pelo muy corto, macizos.
Perros grandes Orejas caidas, pelo corto.
Perros grandes Orejas conicas, pelo corto.
Perros grandes Orejas conicas, pelo muy corto.
Perros medianos
Perros medianos Orejas conicas, pelo corto.
Perros medianos Orejas conicas, pelo liso.
Perros medianos Orejas conicas, pelo chuzo.
Perros medianos Orejas conicas, peludo.
Perros medianos Orejas redondas, pelo chuzo.
Perros medianos Orejas redondas, pelo muy corto.
Perros medianos Orejas redondas, pelo corto.
Perros medianos Orejas redondas, peludo.
Perros medianos Orejas caidas, pelo muy corto.
Perros medianos Orejas caidas, peludo.
Perros medianos Orejas caidas, pelo corto, macizo.
Perros medianos Orejas caidas, pelo corto, delgado.
Perros chicos
Perros chicos Patas cortas.
Perros chicos Orejas largas.
Perros chicos Pelo corto.
Perros grandes
Orejas caidas
Pelo muy corto
Esbeltos
Orejas conicas
Pelo corto
Macizos
Pelo muy corto
Pelo corto
Perros medianos
Orejas conicas
Pelo corto
Pelo liso
Pelo chuzo
Orejas caidas
Orejas redondas
Pelo muy corto
Peludos
Pelo corto
Pelo muy corto
Pelo chuzo
Peludos
Pelo corto
Pelo corto
Esbeltos
Macizos
Perros chicos
Patas cortas
Pelo corto
Orejas largas
Perros grandes 40 5 30 5 20 5 10 5 0
Perros medianos
Perros chicos
Mientras realizaba la taxonomía de los perros callejeros, la presencia obvia de los perros durmiendo como norma en el registro fotográfico me hizo entender que más allá de lo que las autoridades promuevan, lo que las noticias comenten con espanto o el ataque que alguna vez alguien sufrió en algún lugar de la ciudad, la verdad de las cosas es que los perros callejeros no molestan a nadie. La gente sabe convivir con los perros más de lo que quisiera admitir y la evidencia está en las conversaciones que hemos tenido con los padrinos, sumado al material fotografico que demuestra una relacion de perfecta indiferencia y complementación. Tomando este concepto del perro inofensivo, sumado a que los perros salen durmiendo en todas las fotos, encontré una conexión. Ya no veré al perro como el ocupante de un espacio en la ciudad. El perro ES ese espacio, es parte de la arquitectura. Tan emblemático como una pileta o un monumento, y tan inofensivo como un poste de luz o un tarro de basura. A partir de esta idea del perro no solo como parte de la identidad de la ciudad, sino de su estructura física como una particularidad del terreno, estoy buscando un nuevo nombre para el proyecto que encierre estos descubrimientos. La primera propuesta es: “Perro piola”