JOAQUIM GUEDES 1932-2008 La arquitectura brasilera y latinoamericana perdió uno de sus grandes pensadores. El arquitecto Joaquim Manoel Guedes Sobrinho, nacido en 1932, murió el 27 de julio. Guedes se graduó en 1954, en la tercera promoción de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Sao Paulo, de la que fue profesor desde 1958 y hasta su jubilación en 2002. Joaquim Guedes tuvo una activa participación en el desarrollo de la arquitectura y el urbanismo desde la práctica profesional y la enseñanza. Promovió e hizo parte de los principales debates arquitectónicos de Brasil en la segunda mitad del siglo pasado, en donde su participación estuvo marcada por la independencia de sus opiniones y su agudo espíritu crítico. Guedes fue uno de los principales protagonistas de la arquitectura moderna brasilera con una obra de casi 500 proyectos de todo tipo, desde el diseño de objetos y reformas, hasta el planeamiento de ciudades. Su mayor esfuerzo estuvo en la creación de espacios flexibles y versátiles, para garantizar la realización plena de las actividades humanas, permitiendo a cada usuario la apropiación del espacio.
”Por encima de la fuerza creadora personal atribuida a los arquitectos, que podría tener unidad y coherencia, pero que no es absoluta ni autónoma, está la sumisión a los programas sociales, a las tecnologías, a las economías y a las circunstancias, que constituyen el material y la esencia de los juegos que producen la arquitectura” De este pensamiento viene la diversidad de respuestas en sus proyectos, síntesis de análisis y síntesis, aproximación a la verdad, de la cual surgía para Guedes la belleza. Trataba cada proyecto como una experiencia única, apartándose de caminos preconcebidos y ya transitados, definiéndolos poco a poco según las necesidades de los usuarios, los materiales y el paisaje, de modo que cada obra tuviera su propio motor creativo. “En tanto más dudo o niego, critico, destruyo, más me siento cerca del conocimiento verdad y próximo del objeto” Extremamente crítico y sobretodo autocrítico, el cuestionamiento exhaustivo de los resultado obtenidos, podía llevarlo incluso a cambiar lo que ya consideraba perfecto y definitivo, lo cual le da a su trabajo una condición de permanente investigación. Entre sus obras se destacan las casas Cunha Lima (1958), Waldo Perseu Pereira (1967), Liliana Guedes (1968) e Ana Mariani (1976), y el proyecto urbanístico de Caraíba (1977), que revelan el profundo conocimiento que tenía del oficio y de la seriedad con que lo ejecutó, al punto de convertirse en referencias de la arquitectura racionalista brasilera. Extractado y traducido de la nota de Mônica Junqueira de Camargo para DoCoMoMo Brasil.
RESIDÊNCIA WALDO PERSEU PEREIRA AUTOR(ES): JOAQUIM GUEDES DATA DE PROJETO: 1966 LOCALIZAÇÃO: RUA CARANGOLA, BAIRRO BUTANTÃ, SÃO PAULO SP. FONTES DE PESQUISA: ACRÓPOLE, N. 360, P. 19, ABR. 1969. REFERÊNCIA DO TEXTO: ZEIN, 2005: P.243
Cada casa ou cada obra de Joaquim Guedes é sempre uma oportunidade distinta e peculiar, um exercício de ofício onde o arquiteto vai testando materiais conforme melhor se coadunem com estruturas formais e investigações plásticas distintas. Nesta casa ele declara desejar “estudar as relações entre o concreto, o vidro e o tijolo - este enquanto material de vedação – e, também, entre os volumes de concreto – enquanto estrutura – e o vidro […] Aqui, o vidro existe enquanto matéria; não é apenas transparência; ele constrói volumes prismáticos transparentes-refletentes”; e quer testar testa uma “maior liberdade no desenho dos volumes, sem perda de rigor lógico quanto à sua organização e construção”. O conjunto de suas casas não necessariamente assume uma linha seqüencial ou pretende ter algum propósito que lhe seja externo; pratica repetições e retomadas, porque o autor é sempre o mesmo, mas está livre para testar quaisquer outras possibilidades. Diferentemente de seus contemporâneos, suas casas não são propostas de modelos, mas resultados de circunstâncias: “Não creio que valha à pena sonhar com residências para o dia em que não haja mais inscritas no solo as linhas demarcatórias da propriedade particular do solo urbano. […]Outros farão a realidade de amanhã, com maior obrigação e competência. Que sentido tem imaginar modelos para um futuro remoto?” (Acrópole, no 347, fev. 1968, p. 14)